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¿QUÉ SON LA DROGAS?

Según la Organización mundial de la salud (OMS), droga es toda sustancia que introducida en un organismo vivo por cualquier vía
(inhalación, ingestión, intramuscular, endovenosa) es capaz de actuar sobre el sistema nervioso central provocando una alteración física
y/o psicológica, la experimentación de nuevas sensaciones o la modificación de un estado psíquico, es decir, capaz de cambiar el
comportamiento de la persona, y que posee la capacidad de generar dependencia y tolerancia en sus consumidores
Según esta definición, son drogas la marihuana, cocaína, pasta base, éxtasis, heroína, tabaco, alcohol y algunos fármacos.
El concepto de droga hace referencia a que la modificación puede ser perjudicial o beneficiosa y que depende del tiempo de administración
y de la dosis y de las características de la persona que la consume.
Para que una droga sea considerada como tal ha de cumplir las siguientes condiciones:
Ser sustancias que introducidas en un organismo vivo son capaces de alterar o modificar una o varias funciones psíquicas de éste (carácter
psicótropo o psicoactivo)
Inducen a las personas que las toman a repetir sus autoadministración por el placer que generan
El cese en su consumo puede dar lugar a un gran malestar somático o psíquico (dependencia física o psicológica)
No tienen ninguna aplicación médica y si la tienen, puede utilizarse con fines no terapéuticos
Su uso regular puede generar procesos conocidos como:
Tolerancia: a medida que el organismo se va adaptando a la presencia regular de la sustancia se necesita una mayor cantidad para producir
los mismos efectos. Se habla de tolerancia cruzada cuando una persona tolera drogas de la misma especie o de otro tipo
Dependencia: tras un uso habitual más o menos prolongado, la persona necesita consumir la sustancia de que se trate
Para no experimentar síntomas de abstinencia (dependencia física)
Para afrontar su vida cotidiana (dependencia psicológica)
Síndrome de abstinencia: conjunto de reacciones físicas o corporales que ocurren cuando una persona con adicción a una sustancia
(alcohol o bebidas con etanol, tabaco u otras drogas) deja de consumirla. Aunque los síntomas varían en forma e intensidad de acuerdo
con el producto empleado y el tiempo que lleva desarrollándose la dependencia, en todos los casos se deben a que se ha alterado el
funcionamiento normal del sistema nervioso. Aunque no supone un grave riesgo para la salud, es una experiencia temida por los
drogodependientes, sobre todo los heroinómanos.
Sobredosis: cantidad excesiva de una medicina o de una droga (o de varias combinadas) que suele causar intoxicación o incluso la muerte.
Los riesgos de sobredosis aparecen sobre todo después de un paro prolongado del consumo, cuando el organismo ha perdido la tolerancia
a la dosis habitual.
Su abuso puede provocar distintos tipos de trastornos:
Físicos: cuando dañan el organismo de la persona consumidora
Psicológicos: cuando inciden negativamente sobre la relación de la persona consigo misma o con su entorno afectivo
Sociales: cuando impactan sobre la comunidad
¿A qué llamamos uso?
Se entiende por uso aquella modalidad de consumo en la que, por el tipo de sustancia consumida, por la cantidad o por las circunstancias
en las que se produce el consumo, no son probables consecuencias negativas inmediatas sobre la persona o sobre su entorno.
Esta es la situación más habitual entre los adolescentes y los jóvenes que experimentan con drogas por curiosidad, por diversión o para
imitar a los demás. En la mayoría de las ocasiones su consumo no llega más lejos, ni presentan riesgo de un posible interés por sustancias o
formas de consumo de mayor riesgo. Se trata de consumos ocasionales y moderados, como los realizados por una gran mayoría de
consumidores de alcohol. Evidentemente, consumos esporádicos pueden ocasionar reacciones de intoxicación aguda grave, aunque no sea
lo más frecuente.
Los datos de consumo juvenil de drogas legales (tabaco y alcohol) y cannabis (hachís y marihuana), indican que prácticamente la mitad de
los jóvenes se ha iniciado en el consumo de estas sustancias, una proporción superior a la de generaciones anteriores.
En el caso del alcohol, la proporción de consumidores habituales destaca respecto al resto de sustancias. El consumo está ampliamente
extendido entre la población en los jóvenes con una edad superior a los 15 años.
En el caso del tabaco, el inicio en el consumo, variable entre regiones y países, puede llegar a afectar a dos de cada cinco jóvenes,
convirtiéndose en una pauta habitual en, aproximadamente, uno de cada tres.
Más de las tres cuartas partes de los iniciados en el consumo de alcohol devienen en consumidores habituales, y dos tercios de los iniciados
en el consumo de tabaco, en fumadores habituales.
En el caso del cannabis, alrededor de la mitad de quienes se inician en su consumo terminan siendo consumidores habituales de hachís y
marihuana.
¿A qué llamamos abuso?
Se entiende por abuso de drogas su uso inadecuado, susceptible de comprometer física, psíquica y/o socialmente la evolución de la
persona o de su entorno.
Esta forma de consumo no se refiere únicamente a la cantidad consumida de una sola vez, ni a la repetición de un consumo moderado y
controlado de ciertas sustancias.
Los riesgos del abuso están relacionados con la peligrosidad específica del producto, con los daños para la salud y con las consecuencias
sociales del consumo.
Se trata de un concepto ambiguo, porque se relaciona estrechamente con las costumbres propias de cada cultura. Lo que una sociedad
considera normativo en un momento de su historia puede parecer abusivo para otra o para la misma en un momento diferente.
http://www.cij.gob.mx/DrogasInformate/queesunadroga.html

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