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Empresa y Empresario
Empresa y Empresario
1.1.- Introducción.
La Economía de la Empresa trata de estudiar la realidad económica y social de la empresa, se ocupa
del funcionamiento de la empresa como un ente autónomo. A diferencia de la Economía general que se
preocupa por la empresa pero como parte del mundo o sistema económico general.
Las empresas son una realidad en nuestro entorno más próximo, si bien, a poco que reparemos en
ellas descubriremos que no todas son iguales. Unas tienen mayor dimensión que otras, desarrollan distintos
tipos de actividad, operan en mercados geográficos diferentes, adoptan diversas formas jurídicas, etc. Es por
ello que no basta con saber qué se entiende por empresa sino que también es necesario conocer los distintos
tipos que pueden existir así como sus características.
La mayoría de las empresas son el resultado de la inquietud, de la iniciativa o, por qué no, de la
personalidad de una o varias personas que conocemos como empresarios y que, consecuentemente,
desempeñan un claro papel dinamizador en la Economía. Por este motivo, dedicaremos también un apartado
del presente capítulo a conocer las distintas teorías surgidas en torno a la figura y al papel desempeñado por
los empresarios.
Hoy en día la empresa es un concepto que cualquier ciudadano de un país con economía de mercado
puede entender sin grandes dificultades debido fundamentalmente a que los ciudadanos actuales viven
rodeados de empresas.
En general la tarea común para todas las empresas es la realización de una actividad productiva o
transformadora en la que a partir de unos recursos o factores (inputs) obtienen unos productos (outputs, que
pueden ser bienes, productos tangibles o servicios, productos intangibles) de mayor valor o utilidad. Las
empresas realizan actividades productivas que crean riqueza en el sentido de que la utilidad de los productos
o servicios es superior a la de los factores empleados. Este incremento de utilidad puede manifestarse de
diversas formas:
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La empresa y el empresario.
La empresa es una unidad de producción: combina un conjunto de factores económicos, según una
acción planeada y a través de un proceso de transformación obtiene unos productos o servicios.
La empresa es una organización: dotada de una estructura interna con una determinada relación de
autoridad o con una jerarquía, es decir, con una función directiva o empresarial, por la que pretende la
consecución de unos objetivos, normalmente, la obtención de un excedente o beneficio empresarial.
La empresa es una unidad de decisión o de dirección: la empresa tiene capacidad para formular sus
propios objetivos y gestionar los mismos y que soporta un riesgo.
La empresa es un sistema social: un conjunto de personas que mantienen unas relaciones formales e
informales, una comunicación, con sus correspondientes motivaciones y comportamientos individuales y de
grupo, configurando una determinada cultura y relaciones de poder.
Teniendo en cuenta todos estos aspectos Bueno Campos define la empresa como “la unidad
económica que combina los distintos factores productivos, ordenados según una determinada estructura
organizativa, y dirigidos sobre la base de cierta relación de propiedad y control, con el ánimo de alcanzar
unos objetivos, entre los que destaca el beneficio empresarial”.
Para Sánchez Gil, los caracteres definitorios de la empresa en el sistema económico capitalista son los
siguientes:
- La empresa es un unidad autónoma de producción.
- Utiliza trabajo ajeno, además del trabajo del empresario.
- No produce para el autoconsumo, sino para el mercado.
- Su actividad la motiva el lucro.
- Poseedora en forma y grado diversos de capital.
- Sometida a un riesgo.
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La empresa y el empresario.
En cuanto a los factores activos, en principio menos limitados ya que pueden ser desarrollados con una
adecuada dirección de recursos humanos o de personas, representan el concepto clásico de la fuerza de trabajo
o el moderno de capital humano o de grupo humano. Dentro del capital humano podemos señalar la existencia
de grupos diferenciados por sus intereses y relaciones con los grupos restantes tales como:
- Los propietarios del capital o socios. Que pueden presentar ánimo de control o simples inversores
financieros),
- Los administradores o directivos.
- Los empleados o trabajadores.
Los factores pasivos o elementos materiales serían los bienes económicos que constituyen el patrimonio
de la empresa. Los bienes económicos se suelen clasificar en duraderos y no duraderos dependiendo de su
vinculación al ciclo productivo de explotación. Tales como los terrenos, la maquinaria, los ordenadores, etc.
Por último destacaremos los elementos inmateriales, que son aquellos que le confieren a la empresa un
valor, capacidad y potencial de acción superior a la mera suma de sus elementos materiales y humanos. Entre
estos elementos inmateriales podemos citar:
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La empresa y el empresario.
En la actualidad los elementos intangibles, caso de los desarrollos tecnológicos o el derecho a usar la
tecnología y el correspondiente software informático, soporte de la mayoría de los procesos de transformación
física y de los procesos administrativos, están representando un valor muy relevante sobre el total de la
inversión en capital de la empresa. En suma, ello sólo viene a afirmar la importancia de la tecnología en la
competencia actual de la empresa.
Esta teoría define sistema como “conjunto de elementos de cualquier clase ( conceptos, ideas, objetos,
personas, etc,.), cumpliéndose que cada parte influye sobre el todo, pero no de forma aislada respecto a los
demás componentes del sistema. Además, cada posible subsistema tiene las mismas propiedades que el
sistema que lo contiene”.
Los problemas más importantes que afrontan las empresas desde la perspectiva sistémica se resumen
en los siguientes:
1.-Determinar los objetivos de la empresa.
2.-Diseñar el sistema.
3.-Actuar dentro de una configuración dada.
4.-Controlar los resultados.
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La empresa y el empresario.
Una primera clasificación útil a efectos metodológicos agrupa las grandes áreas funcionales en que se
divide el estudio de la empresa: el subsistema real, el financiero y el directivo.
El subsistema directivo tiene como misión la toma de decisiones necesaria para asegurar el logro de los
objetivos del sistema mediante la configuración y control de una organización capaz de adaptarse al sistema
de orden superior en que está inmersa. Se compone de los subsistemas de planificación, organización,
dirección y control.
a) Empresas del sector primario: como las agrícolas, ganaderas y pesqueras. Estas tratan de situar los
recursos de la naturaleza en disposición de ser utilizados. De este tipo de empresas se excluyen las mineras.
b) Empresas del sector secundario o transformadores, desarrollar una actividad productiva en sentido
estricto, es decir existe una transformación de inputs en outputs. Agrupa a las empresas en mineras,
industriales y de construcción.
c) Empresas del sector terciario, constituye el colectivo más heterogéneo, comprende actividades tan
diversas como: lavanderías, tintorerías, peluquerías, reparaciones, empresas de transporte, empresas de
comunicaciones, empresas comerciales, empresas de hostelería, turismo y espectáculos, financieras,
información y medios de comunicación social, asesoramiento y de asistencia especializada y profesional,
empresas hospitalarias y de servicios sanitarios, enseñanza etc.
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La empresa y el empresario.
2.- Según su dimensión o tamaño, se distingue tradicionalmente entre empresas grandes, medianas y pequeñas.
Esta clasificación se puede hacer en función de los recursos propios, el número de empleados, el volumen de
ventas etc.
3.- Según su ámbito de actuación hablaremos de empresas locales, regionales, nacionales y transnacionales o
multinacionales.
4.- Dependiendo de quién posea los medios de producción o el capital de la empresa se dividen:
a) Empresas Privadas. Cuyo capital es propiedad de particulares, bien personas individuales o bien
jurídicas según regula el derecho empresarial.
b) Empresas públicas. Cuyo capital es propiedad total del estado o siendo parcial su infuencia en el
sistema dírectivo es importante
- Empresas individuales.
- Empresas societarias.
Por su importancia hablaremos de ellas con un mayor detenimiento, en las siguientes preguntas.
La empresa individual tiene una serie de ventajas, derivadas de sus características; el empresario tiene
autonomía para regir como quiera su negocio, y recibe la totalidad del beneficio Además son empresas que
gozan de una gran flexibilidad, es decir, se adaptan con facilidad a todos los cambios impuestos por el
empresario individual:
Presenta también una serie de dificultades:
- El empresario sufre una gran concentración de riesgos, ya que todos sus bienes están afectos a la
empresa.
- Son entidades muy dependientes del talante de su fundador, por lo que muchas veces no le
sobreviven. Así, requiere que se den en una sóla persona física: conocimientos, patrimonio y aceptación del
riesgo.
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La empresa y el empresario.
Este tipo de organización predomina en aquellos sectores económicos en los que existe una tecnología
que no exige grandes sumas de capital ni conocimientos muy complejos. Se da más en sectores como: la
agricultura minifundista, algunas empresas de servicios y algunas ramas industriales como la textil (confección
de prendas de vestir), donde proliferan las empresas con un número reducido de empleados. Sin embargo,
cuando ya nos centramos en otros sectores más representativos de la industria moderna, como por ejemplo, la
producción de automóviles, se observa que las empresas adoptan una forma jurídica diferente casi siempre una
sociedad anónima. Y ello porque cuando los negocios crecen y aumentan la complejidad, se requiere un mayor
volumen de recursos que es difícil que aporte una persona individual en concreto.
Los distintos tipos societarios que hoy conocemos surgen de forma escalonada a lo largo de la historia
para mejorar o tratar de paliar algunos defectos de sociedades ya existentes. Esta evolución nos permite
distinguir entre sociedades personalistas, mixtas, capitalistas y de participación.
Las Sociedades personalistas se caracterizan por la importancia que atribuyen a la identidad de cada
uno de los socios que la integran. La sociedad personalista por excelencia viene a ser la denominada sociedad
colectiva.
Las Sociedades mixtas, tienen esta denominación porque algunos de sus rasgos permiten su inclusión
en el grupo de personalistas, mientras que la presencia de otros no hacen descabellada su consideración entre
las capitalistas. La sociedad tipo de este grupo es la sociedad comandaitaria.
Las Sociedades capitalistas se caracterizan por la importancia que otorgan al capital en detrimento de
la identidad de los socios de la empresa, lo más importante es que se aporte capital a la empresa, no el talante
de la persona o la sociedad que lo hace. Dos tipos societarios se amparan bajo esta denominación: La Sociedad
de responsabilidad limitada y la Sociedad anónima.
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La empresa y el empresario.
Las Sociedades de participación son entidades alternativas que han surgido frente a las anteriores,
especialmente frente a las capitalistas, para superar algunos problemas y dar una respuesta más social de
creación de empleo, de mayor participación del socio y para fomentar el desarrollo económico y social de áreas
locales y regionales.
Suele existir una oposición entre los intereses de los capitalistas y sus trabajadores, motivo éste que
provoca la aparición de nuevas formas de empresa. Lo que se intenta es limitar el poder de los propietarios de
los medios de producción así como fomentar la motivación mediante la participación de los trabajadores en las
decisiones que les afectan, y proporcionales unas mejores relaciones laborales al disminuir el conflicto.
Dentro de este tipo de sociedades podemos destacar: las sociedades laborales, las sociedades
cooperativas y las sociedades agrarias de transformación.
Hay tres principios que regulan el funcionamiento de las comunidades de bienes a saber: el de
autonomía privada, el de proporcionalidad y el de libertad individual. El primero de ellos establece que los
contratos, acuerdos y convenios entre los comuneros constituyen la ley fundamental de organización y
disciplina de la comunidad y el estatuto por el que estas se regulan primordialmente. El de proporcionalidad
alude a la obligación de soportar las cargas y el derecho a participar en los beneficios de forma proporcional a
las cuotas de participación, que, mientras no se pruebe lo contrario se consideran iguales. En la administración
se sigue el principio democrático de las mayorías, que no es sin embargo de mayorías de personas, sino de
cuotas. Finalmente, el libertad individual que consagra la libertad de solicitar la división de la cosa común o la
libertad de renunciar a su derecho , liberándole al tiempo de las obligaciones consecuencia de la comunidad.
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Responsabilidad mancomunada: el acreedor social se dirigirá a todos los socios para el cobro de su deuda , los cuales
responderán a ésta a partes iguales.
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La empresa y el empresario.
- Es propiedad del Estado o permanece bajo el control de las Administraciones públicas, por tanto,
tienen el poder y la capacidad para nombrar a la dirección y formular las líneas de acción estratégicas.
- Se crean para conseguir una serie de objetivos públicos, y tienen una responsabilidad pública en
cuanto a su consecución.
- Se ocupa de actividades mercantiles, comercializa bienes y servicios con la pretensión de, al menos
cubrir costes.
El sector público empresarial está formado en España por una variedad de empresas en cuanto a sus
objetivos y a la naturaleza de sus actividades. Ahora bien, qué ha llevado a las Administraciones Públicas a la
creación de estas empresas, mediante las cuales el Estado interviene en la Economía:
1.- La ideología. Determinados grupos ideológicos apoyan que el Estado tenga un mayor peso en la economía
a través de la empresa pública, mientras que otros grupos defienden una intervención reducida.
2.- Velar por la independencia económica del país en períodos concretos o bien deféndernos de las
multinacionales.
3.- Intentar reducir los fallos del mercado y actuar contra la formación de monopolios privados.
4.- Atenuar los costes sociales del ajuste empresarial y favorecer la redistribución y mantenimiento del nivel de
empleo de un área geográfica.
5.- Prestar servicios que se consideran esenciales para la comunidad, con independencia de la rentabilidad que
se obtenga, aplicando precios que guardan poca relación con el coste e inclusive ofreciéndolos de forma
gratuita.
6.- La obtención de beneficios.
7.- La realización de importantes inversiones, imprescindibles para el país, pero de rentabilidad dudosa o a
muy largo plazo.
Por tanto, hay empresas públicas que desde su constitución persiguen los mismos objetivos que las
privadas, lo único que se diferencia es en su propiedad; y hay otras cuyo objetivo último sobrepasa el ánimo de
lucro, buscando fines de order superior que respondan a necesidades de la colectividad. Desde este punto de
vista una empresa pública puede tener sentido aunque obtenga pérdidas si alcanza los objetivos para los cuales
se creó.
La crítica que se le hace a la empresa pública va dirigida esencialmente a la falta de eficiencia, así como
se le acusa el defender unos intereses distintos a los que motivaron su creación. Esto se podría solucionar
profesionalizando la gestión de las empresas. Ahora bien, la mejora en la eficiencia choca con dos de los
rasgos que más diferencian a este tipo de empresas, cuales son: su propósito público que se traduce en unos
objetivos bastante ambiguos y que limitan por tanto la evaluación de la dirección de la empresa, y de otra por
el gran control público que hace que los mandos intermedios se dediquen a la administración de rutinas, ya que
los directivos no están motivados debido a la escasa relación entre su trabajo y su salario y el valor de la
empresa.
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La empresa y el empresario.
Existen una gran diversidad de autores que se han dedicado a perfilar la figura del empresario. Sin
embargo no han coincidido en sus características, debido entre otros motivos al proceso evolutivo en que se ha
visto inmersa la empresa y que ha llevado a contemplar a ésta y la empresario en momentos distintos del
tiempo.
Marshall, atribuye al empresario y a su función de dirección el papel de factor productivo. Fue por
tanto el precursor de empresario- control, de acuerdo con el cual el empresario desarrolla dos funciones:
interpreta de manera subjetiva los deseos de los consumidores, es decir trata de estimar la demanda en base a
un análisis y a un diagnóstico de la situación económica. En segundo lugar, y de acuerdo con sus expectativas
acerca de la realidad organiza y ordena los factores productivos que se encuentran a su disposición.
Para Knight (1921), es la asunción del riesgo la característica principal del empresario, ahora bien este
enfoque considera la existencia de un riesgo de carácter técnico y económico. El primero comprensible por
llevar a cabo efectivamente la producción esperada, que los productos se terminen y en las condiciones
esperadas por el mercado. El segundo explicativo de la incertidumbre asumida de que los ingresos recibidos al
final del proceso superen los costes tenidos para asegurar unas rentas a los agentes del sistema. Sin embargo,
parte de este riesgo lo asume el accionista. Es por ello que Knight habla de dos actividades diferentes: el
empresario el que asume el riesgo y elige al que dirige y la del director, que da las ordenes y desempeña la
función organizadora.
Schumpeter, resaltó que el papel del empresario es la innovación, esto es, identificar y realizar nuevas
posibilidades o combinaciones en la actividad económica. Así, el empresario que innova, consigue
temporalmente unos beneficios extraordinarios gracias a la situación de monopolio a la que accede. Atraídos
por los considerables márgenes de beneficio surgen los imitadores, lo cual hace que se reduzcan los beneficios
hasta alcanzar un nivel que no atraiga a nuevos competidores al sector. Para Schumpeter la esencia de la
función del empresario es la actividad innovadora y no la asunción del riesgo. Ya que si fracasa quien soorta el
riesgo es el capitalista con independencia de que coincida con el empresario o no. El riesgo no es en ningún
caso un elemento de la función del empresario.
Galbraith quien en 1967 publicó el nuevo estado industrial, dónde introdujo el término
tecnoestructura. En las grandes empresas la figura del empresario no recae sobre una sola persona sino en un
gran número de técnicos profesionales (abogados, economistas, ingenieros etc). Esto es así por que las
decisiones que hay que tomar son muy complejas. A esta organización dirigente Galbraith denominó
tecnoestructura y son los que verdaderamente gobiernan las empresas. En esta postura se pone de manifiesto la
separación entre propiedad y dirección de esta.
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La empresa y el empresario.
Que duda cabe que en las pequeñas empresas la figura del empresario coincide con la del capitalista
pero en las grandes empresas y con la aparición de las sociedades anónimas estas figuras se van separando.
Fernández Pirla considera que existe una función común a cualquier enfoque y es que el empresario,
tanto sea el individual o colectivo, ha de tomar decisiones y responsabilizarse de ellas para la consecución de
unos determinados objetivos.
Concluyendo el papel del empresario en la economía actual ha adquirido una gran importancia en
cuanto que es evidente que el entorno, desde principios de los años 70, ha adquirido una elevada dosis de
turbulencia, siendo esenciales funciones de conexión de la empresa con su medio ambiente y convirtiéndose en
primordial la adaptación de la empresa al entorno para asegurar su supervivencia.
Los empresarios en la actualidad han de ser auténticos líderes, es decir, han de presentar una cierta
capacidad de liderazgo (capacidad de influir en los demás más de lo que estos influyen en uno mismo). Debido
a la necesidad de que otras personas les siga en persecución de unos objetivos globales, lo que en ningún caso
puede sustentarse sólamente por la posición jerárquica que ocupen en la empresa. Bueno Campos confirma
esta postura al exponer que posiblemente sea la capacidad de liderazgo lo que defina el papel del empresario
en la actualidad.
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