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Te lo manda el santo signo de la Cruz † y la virtud de todos los Misterios de la fe V. Dígnate humillar a los enemigos de tu Iglesia.
cristiana †. Te lo manda la excelsa Madre de Dios, la Virgen María †, quien con su R. Te rogamos, óyenos.
humildad desde el primer instante de su Inmaculada Concepción aplastó tu
orgullosa cabeza. Te lo manda la fe de los santos Apóstoles Pedro y Pablo y de los (Se rocía con agua bendita el lugar y a los presentes).
demás Apóstoles. Te lo manda la sangre de los mártires y la piadosa intercesión de
todos los Santos y Santas †. Señor, no recuerdes nuestros delitos ni los de nuestros padres, ni tomes venganza
de nuestros pecados (Tobías 3, 3).
Por tanto, maldito dragón y toda legión diabólica, te conjuramos por Dios † vivo,
por Dios † verdadero, por Dios † santo, que “de tal modo amó al mundo que Cien veces “AVE MARÍA PURÍSIMA, Sin pecado concebida María Santísima”
entregó a su unigénito Hijo, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que
viva la vida eterna” (Juan 3); cesa de engañar a las criaturas humanas y deja de Padre nuestro….
suministrarles el veneno de la eterna perdición; deja de dañar a la Iglesia y de
poner trabas a su libertad. Huye Satanás, inventor y maestro de toda falacia, Y ahora rezar la siguiente oración:
enemigo de la salvación de los hombres. Retrocede ante Cristo, en quien nada has
hallado semejante a tus obras. Retrocede ante la Iglesia Una, Santa, Católica y PODEROSA INVOCACIÓN PARA PEDIR PROTECCIÓN
Apostólica, la que el mismo Cristo adquirió con su Sangre. Humíllate bajo la ¡Adoración! ¡Adoración! ¡Adoración! ¡A Ti oh arma poderosa!
poderosa mano de Dios. Tiembla y huye, al ser invocado por nosotros el santo y ¡Adoración! ¡Adoración! ¡Adoración! ¡A Tu Sangre Preciosa! Misericordioso Jesucristo
terrible Nombre de Jesús, ante el que se estremecen los infiernos, a quien están Agonizante, derrama Tu Sangre Preciosa sobre las almas. Satisface nuestra sed, y
sometidas las Virtudes de los cielos, las Potestades y las Dominaciones; a quien los vence al enemigo. Amén.
Querubines y Serafines alaban con incesantes voces diciendo: Santo, Santo, Santo Poderosa Sangre de Salvación, combate al enemigo. (3 veces).
es el Señor, Dios de los Ejércitos.
JACULATORIA:
ORACIÓN DE LIBERTAD ESPIRITUAL
V. Del espíritu de XXXXXXXXX
R. Líbranos Señor
(100 VECES)
ORACIÓN DE LIBERTAD ESPIRITUAL
ORACIÓN DE PURIFICACIÓN
Cristo Jesús, Señor mío, te doy las gracias por todo lo que hiciste por mis
hermanos, que fueron atendidos en tu Nombre.
Te pido que laves y purifiques con tu Sangre Preciosa todo mi ser: cuerpo, alma y
espíritu. Que tu Sangre Preciosa Purifique mi interior, mi cerebro, mis células, mi
mente, mi pensamiento, mi imaginación, mi memoria, mi entendimiento y mi
voluntad.
Nadie tiene derecho a tocar mi interior; que tu Sangre Señor Jesucristo purifique
todo mi exterior, mi cuerpo de cabeza a pies, que me laves de cualquier impureza,
infestación, daño o mal, causado en este Ministerio que acabo de desempeñar.
Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, de todo EN LAS CUENTAS GRANDES:
lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido Ave María Purísima sin pecado concebida, María Santísima!
antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios
verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien EN LAS CUENTAS PEQUEÑAS:
todo fue hecho; que por nosotros los hombres y por nuestra salvación bajó del ¿Quién como Dios? Nadie como Dios (DIEZ VECES)
cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo
hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y EN LUGAR DEL GLORIA:
fue sepultado, y resucitó al tercer día según las Escrituras, y subió al cielo, y está
sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y Huid poderes malignos,
muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de Vida, Todos responden: venció Cristo el Señor.
que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo reciben una misma
adoración y gloria. Y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, San Miguel Arcángel defiéndenos de las peleas. Se nuestro amparo contra
santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de la maldad y las asechanzas del demonio. ¡Reprímele Oh Dios como
los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. rendidamente te lo suplicamos!
Amén. Y tú, Príncipe de las Milicias Celestiales, armado del Poder Divino,
precipita al infierno a Satanás y todos los espíritus malignos que para la
perdición de las almas, vagan por el mundo.
SALMO 91
AL FINAL DE LAS CINCO DECENAS:
El que vive bajo la sombra protectora del Altísimo y Todopoderoso, dice al Señor: Corazones triunfantes de Jesús y María, reinad en mi vida y en mi
«Tú eres mi refugio, mi castillo, ¡mi Dios, en quien confío!» Sólo él puede librarte de corazón. (Se repite tres veces)
trampas ocultas y plagas mortales, pues te cubrirá con sus alas, y bajo ellas estarás
seguro. Si Jesús me libera quedo verdaderamente liberado.
TODOS: Si Jesús me libera quedo verdaderamente liberado.
¡Su fidelidad te protegerá como un escudo! No tengas miedo a los peligros
nocturnos, ni a las flechas lanzadas de día, ni a las plagas que llegan con la REPETIR 250 VECES EL NOMBRE DE “JESÚS”
oscuridad, ni a las que destruyen a pleno sol; pues mil caerán muertos a tu
izquierda y diez mil a tu derecha, pero a ti nada te pasará. Solamente lo habrás de
presenciar: verás a los malvados recibir su merecido. Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra.
Ya que has hecho del Señor tu refugio, del Altísimo tu lugar de protección, no te Dios te salve. A Tí clamamos los desterrados hijos de Eva, a Tí suspiramos,
sobrevendrá ningún mal ni la enfermedad llegará a tu casa; pues él mandará que gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.
sus ángeles te cuiden por dondequiera que vayas. Te levantarán con sus manos
para que no tropieces con piedra alguna. Podrás andar entre leones, entre Ea, pues, Señora Abogada Nuestra, vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos, y
monstruos y serpientes. después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre.
«Yo lo pondré a salvo, fuera del alcance de todos, porque él me ama y me conoce. Oh, clemente, oh piadosa, oh dulce y siempre Virgen María. Ruega por nosotros,
Cuando me llame, le contestaré; ¡yo mismo estaré con él! Lo libraré de la angustia y Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias
lo colmaré de honores; lo haré disfrutar de una larga vida: ¡lo haré gozar de mi de Nuestro Señor Jesucristo. Amén
salvación!»