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LA BIODIVERSIDAD

La biodiversidad o diversidad biológica es la variedad de la vida. Este reciente concepto incluye


varios niveles de la organización biológica. Abarca a la diversidad de especies
de plantas, animales, hongos y microorganismos que viven en un espacio determinado, a
su variabilidad genética, a los ecosistemas de los cuales forman parte estas especies y a los
paisajes o regiones en donde se ubican los ecosistemas. También incluye los procesos
ecológicos y evolutivos que se dan a nivel de genes, especies, ecosistemas y paisajes.

El concepto fue acuñado en 1985, en el Foro Nacional sobre la Diversidad Biológica de Estados
Unidos. Edward O. Wilson (1929), entomólogo de la Universidad de Harvard y prolífico escritor
sobre el tema de conservación, quien tituló la publicación de los resultados del foro en 1988
como “biodiversidad”.

Los seres humanos hemos aprovechado la variabilidad genética y “domesticado” por medio de la
selección artificial a varias especies; al hacerlo hemos creado una multitud de razas de maíces,
frijoles, calabazas, chiles, caballos, vacas, borregos y de muchas otras especies. Las variedades
de especies domésticas, los procesos empleados para crearlas y las tradiciones orales que las
mantienen son parte de la biodiversidad cultural.
En cada uno de los niveles, desde genes hasta paisaje o región, podemos reconocer tres atributos:
composición, estructura y función.

La composición es la identidad y variedad de los elementos (incluye qué especies están


presentes y cuántas hay), la estructura es la organización física o el patrón del sistema (incluye
abundancia relativa de las especies, abundancia relativa de los ecosistemas, grado de
conectividad, etc.) y la función son los procesos ecológicos y evolutivos (incluye a la
depredación, competencia, parasitismo, dispersión, polinización, simbiosis, ciclo de nutrientes,
perturbaciones naturales, etc.).

LA CRISIS DE LA BIODIVERSIDAD

Lista Roja

41,459 especies en riesgo (2022)

La crisis de la biodiversidad es la pérdida acelerada de la variedad genética, de especies y de


ecosistemas debido a las actividades humanas.

Se considera que desde el siglo XVII se han registrado por lo menos 778 especies animales
y 124 especies vegetales como extintas. Si incluimos las extinciones causadas por el ser humano
antes de 1600, el número se eleva a más de 2,000 especies extintas. Actualmente, más
de 41,459 plantas y animales se encuentran en riesgo de tener el mismo destino (The IUCN Red
List).

Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010

Entre la lista de especies extintas durante los pasados 400 años se encuentran el dodo (Raphus
cuculatus) de la Isla de Mauricio, la vaca marina de Steller (Hydrodamalis gigas) del mar de
Bering (1768), la quagga (Equus quagga quagga) de Sudáfrica, el lobo de Tasmania (Thylacinus
cynocephalus) de Australia y el alca gigante (Pinguinus impennis) de las costas del Atlántico.

En México, han desaparecido varias especies de peces de agua dulce como el cachorrito
Potosí (Cyprinodon alvarezi) y el cachorrito Trinidad (Cyprinodon inmemoriam) de Nuevo
León; algunas aves restringidas a islas como la paloma de la Isla Socorro (Zenaida graysoni) y el
paíño de la Isla Guadalupe (Oceanodroma macrodactyla); y algunos mamíferos grandes como la
foca monje del Caribe (Monachus tropicalis), el oso pardo (Ursus arctos horribilis) y el lobo
mexicano (Canis lupus baileyi) del norte y centro de México. La Norma Oficial Mexicana NOM
059 SEMARNAT 2010 incluye cuatro categorías de riesgo. CONABIO | lista de especies en
riesgo.

MÉXICO MEGADIVERSO
México es considerado un país "megadiverso", ya que forma parte del selecto grupo de
naciones (17) poseedoras de la mayor diversidad de animales y plantas. Entre todos estos países,
está representada casi el 70% de la diversidad mundial de especies (considerando los grupos más
estudiados: anfibios, reptiles, aves y mamíferos y plantas vasculares).. Este concepto es distinto
al concepto de biodiversidad.

El principal criterio para pertenecer al grupo de los países megadiversos es el endemismo. Para
ser megadiverso, un país debe tener por lo menos 5,000 especies endémicas de plantas. Otros
criterios incluidos en el concepto son: diversidad de especies, diversidad de niveles taxonómicos
superiores (géneros, familias, etc.), y diversidad de ecosistemas, incluyendo la presencia de
ecosistemas marinos y de selvas tropicales (Mittermeier et al. 2004).
Países megadiversos

El primer mapa de países megadiversos se atribuye a World Wildlife Fund e incluyó a seis
países: México, Colombia, Brasil, Zaire, Madagascar e Indonesia (citado en Mittermeier 1988).
En esos años (1987) Russell Mittermeier, promotor del concepto, creó la organización
Conservation International, y siguió impulsando el concepto. En el primer análisis se
incluyeron 12 países megadiversos: México, Colombia, Ecuador, Perú, Brasil, Congo,
Madagascar, China, India, Malasia, Indonesia y Australia. Más adelante la lista subió a 17
países, añadiendo a Papúa Nueva Guinea, Sudáfrica, Estados Unidos, Filipinas y Venezuela.

En 2002 se creó el grupo de Países Megadiversos Afines (LMMC, por siglas en inglés) en
Cancún, México, en donde se incluyen Guatemala, Costa Rica, Kenia, Etiopía e Irán).

México es uno de los tres países megadiversos (junto con Estados Unidos y Colombia) con
litorales tanto en el Atlántico como en el Pacífico.
El concepto es complementario al de las ecorregiones terrestres prioritarias (Biodiversity
Hotspots, Mittermeier et al. 2011) y al de regiones silvestres de alta biodiversidad (High
biodiversity wilderness áreas, Brooks et al. 2006).

Posición de México con respecto a otros países megadiversos


Llorente-Bousquets, J., y S. Ocegueda. 2008. Estado del conocimiento de la biota, en Capital natural de México, vol. I:
Conocimiento actual de la biodiversidad. CONABIO, México, pp. 283-322.

* Revista Mexicana de Biodiversidad 2013

País Plantas vasculares Mamíferos Aves Reptiles Anfibios

Lugar de México 5 3 11* 2 5

Brasil 56,215 648* 1,712 630 779

Colombia 48,000 456 1,815 520 634

China 32,200 502 1,221 387 334

Indonesia 29,375 670* 1,604 511 300

México 21,989 - 23,424* 564* 1123-1150* 864* 376*

Venezuela 21,073 353 1,392 293 315

Ecuador 21,000 271 1,559 374 462

Perú 17,144 441 1,781 298 420

Australia 15,638 376 851 880 224

Madagascar 9,505 165 262 300 234

Congo 6,000 166 597 268 216


Los países megadiversos contienen una o más de las siguientes características:

Posición geográfica
Muchos se encuentran en la zona tropical en donde existe mayor diversidad de especies. El
trópico de Cáncer (23° 26´ 22´´) atraviesa México que se extiende de los 32° Norte (Baja
California Norte) a los 14° Norte (Chiapas).

Diversidad de paisajes
La complejidad de los paisajes con montañas, confieren diversidad de ambientes, de suelos y de
climas. México es un país eminentemente montañoso. Además está rodeado de mares.

Aislamiento
La separación de islas y continentes ha permitido el desarrollo de floras y faunas únicas. En
México se conjuntan la fauna y flora de dos continentes que estuvieron mucho tiempo aislados
(Norteamérica y Sudamérica).

Tamaño
A mayor tamaño, mayor diversidad de paisajes y de especies. México ocupa el lugar número 14
de acuerdo a su tamaño (1,972,550 km2).

Historia evolutiva
Algunos países se encuentran en zonas de contacto entre dos regiones biogeográficas en donde se
mezclan faunas y floras con diferentes historias. En México confluyen la zona neártica y la
neotropical.

Cultura
A pesar de que el desarrollo de la cultura es reciente en relación a la formación de las especies, la
domesticación de plantas y animales ha contribuido a la riqueza natural. En México se hablan 66
lenguas indígenas además de muchas variantes y es uno de los principales centros de
domesticación en el mundo.

Declaración de Cancún (2002)


En 2002 se creó el "Grupo de Países Megadiversos" como mecanismo de consulta y
cooperación para promover las prioridades de preservación y uso sustentable de la diversidad
biológica.
Edad de hielo
Imagina que visitas un lugar remoto de México en donde aún viven jaguares y pumas, los
depredadores más grandes del país. Al caminar por las selvas podrías ver sus huellas en el lodo,
las marcas de sus garras en algunos troncos y percibir el olor en los rocas marcadas por su orina.
Tendrías la sensación que desde algún lugar te están observando y que eres una más de las
posibles elecciones de su menú.

Ahora imagina que además de jaguares y pumas, también habitan dos especies de felinos dientes
de sable, leones, osos y lobos, todos de mucho mayor tamaño que los actuales. Además
comparten el hábitat con cuatro especies de “elefantes”, perezosos terrestres de cuatro toneladas,
armadillos del tamaño de un “vocho” y una comunidad de seres prehistóricos que recuerdan a la
silvestre África de hoy en día...

La Edad de Hielo más reciente se inició hace 110,000 años y terminó hace cerca de 10,000
años. Durante esta época la temperatura global de la Tierra disminuyó, se expandieron los
casquetes polares y los glaciares, y los ecosistemas se transformaron.

Todos los seres fantásticos de grandes dimensiones, incluyendo mastodontes, mamuts, perezosos
y armadillos gigantes vivían en nuestro país cuando los primeros seres humanos llegaron al
continente americano hace más de 20,000 años.
Durante al menos cuatro milenios muchos de estos gigantes fueron víctimas fáciles de las lanzas
de nuestros antepasados, expertos cazadores que aprovecharon la inexperiencia de esos colosos
con nuestra especie; una criatura relativamente pequeña y por ello poco amenazadora pero que
sin embargo tenía ya mucho tiempo de ser el animal más peligroso de la Tierra.

Paralelo a la llegada y establecimiento del hombre en América, el planeta entero experimentaba


un cambio climático muy similar al que ahora tanto se comenta: un calentamiento global
probablemente ocasionado por variaciones en el grado de inclinación del eje de la Tierra y su
órbita alrededor del Sol y/o al incremento en la actividad solar. Esto provocó la liberación de
gases de efecto invernadero acumulados en el suelo congelado cercano a los polos, lo que
potenció ese calentamiento del clima, ocasionando cambios en los ecosistemas.

En México hace unos 10,000 años desaparecieron más de 80 especies de mamíferos terrestres,
grandes, medianos y algunos pequeños pero principalmente los que pesaban más de 100 kg
incluyendo los más resistentes y adaptables como los camellos.

Herbívoros

Armadillos Berrendos

Bisontes Borregos y cabras


Caballos Camellos

Capibara gigante Castor gigante

Ciervo de
montaña

Perezosos

Pecarí de cabeza
plana Gonfonterios

Toxodontes
Carnívoros

Cánidos Felinos

Osos

Insectívoros

Oso hormiguero
¿Por qué se pierde la biodiversidad?

Los factores directos que impactan y amenazan a las especies son cinco:

Pérdida de hábitats

La pérdida y deterioro de los hábitats es la principal causa de pérdida de biodiversidad. Al


transformar selvas, bosques, matorrales, pastizales, manglares, lagunas, y arrecifes en campos
agrícolas, ganaderos, granjas camaroneras, presas, carreteras y zonas urbanas destruimos el
hábitat de miles de especies. Muchas veces la transformación no es completa pero existe
deterioro de la composición, estructura o función de los ecosistemas que impacta a las especies y
a los bienes y servicios que obtenemos de la naturaleza.

Las últimas estimaciones señalan que en México se ha perdido alrededor del 50% de los
ecosistemas naturales. Las principales transformaciones se han llevado a cabo en las selvas
húmedas y secas, los pastizales, los bosques nublados y los manglares y en menor grado en
matorrales y bosques templados. Los ecosistemas más accesibles, productivos, con mejores
suelos y en lugares planos han sido los más transformados. Los principales remanentes se
encuentran en lugares poco accesibles o poco productivos.

La pérdida de hábitat sucede por el “cambio de uso del suelo” de ecosistemas naturales (bosques,
selvas, pastizales, etc.) a actividades agrícolas, ganaderos, industriales, turísticas, petroleras,
mineras, etc., todas ellas contempladas en las evaluaciones de impacto ambiental de la Ley
General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LEEGEPA, Sección V, 2013)
y normas y reglamentos asociados.

Especies invasoras

La introducción de especies no nativas (exóticas) que se convierten en invasoras (plagas) es una


causa muy importante de pérdida de biodiversidad. Estas especies que provienen de sitios lejanos
de manera accidental o deliberada, depredan a las especies nativas, compiten con ellas,
transmiten enfermedades, modifican los hábitats causando problemas ambientales, económicos y
sociales. Algunas muy conocidas son las ratas y ratones de Asia, el lirio acuático de Sudamérica
y el pez león del Pacífico Oeste y Oceanía. En CONABIO se lleva el Sistema de información
sobre especies invasoras en México y se coordina la Estrategia Nacional sobre Especies
Invasoras en México.

Sobreexplotación

La sobreexplotación es la extracción de individuos de una población a una tasa mayor a la de su


reproducción. Cuando esto sucede la población disminuye. Esta ha sido la historia de muchas de
las especies que se han explotado por distintas razones: las ballenas, los peces, venados, cactos,
orquídeas. Muchas de ellas ahora se encuentran en peligro de extinción. Algunas especies son
más vulnerables que otras por sus características biológicas como: distribución restringida,
abundancia baja, tasa alta de mortalidad, tasa reproductiva baja, alta congregación de la
población, entre otras.

Las actividades de cacería, tala, pesca, comercio ilegal de especies con distintos fines, afectan a
las especies al sobreexplotar sus poblaciones. Los compradores de organismos y productos
ilegales son cómplices de la sobreexplotación. Las regulaciones sobre el aprovechamiento de las
especies mexicanas se encuentran en diversos tipos de normatividad. Existen restricciones de
comercialización de las especies en riesgo a nivel nacional (Norma Oficial Mexicana 059) y a
nivel internacional (CITES).

Contaminación

El aumento en la presencia sustancias químicas en el ambiente como resultado de las actividades


humanas tiene graves consecuencias para muchas especies. Las actividades industriales,
agrícolas, ganaderas y urbanas contribuyen substancialmente a la contaminación de aire, agua y
suelos. Por mucho tiempo la contaminación fue un problema de una escala espacial pequeña, sin
embargo actualmente la producción de contaminantes afecta a todo el planeta. Algunos
contaminantes han debilitado la capa de ozono que protege a los seres vivos de las radiaciones
ultravioletas del Sol, mientras que otros han provocado el calentamiento global. La
contaminación del agua, del suelo y del aire afecta directamente a muchos organismos aun en
lugares remotos.

Además de sustancias químicas también se considera al exceso de energía como sonido, calor o
luz como un contaminante, y a los organismos transgénicos. A nivel nacional la normatividad
sobre la contaminación se encuentra en la Ley General de Equilibrio Ecológico y la
Protección al Ambiente (LEGGEPA, 2013).

A nivel mundial existen varias convenciones para disminuir la contaminación como:

 El convenio LRTAT (1983) para combatir la contaminación atmosférica transfronteriza


a gran distancia,
 la convención OSPAR (1988) para la protección del medio marino del Atlántico del
Nordeste,
 el protocolo de Montreal (1989) para la protección de la capa de ozono,
 la convención de Basilea (1989), para el control de movimientos de residuos peligrosos
entre fronteras,
 la convención de Rotterdam (2004) para sustancias químicas industriales,
 la convención de Estocolmo (2004) sobre contaminantes orgánicos persistentes y
 el protocolo de Kioto (2005) para reducir la emisión de gases de efecto invernadero.

Cambio climático

Durante los pasados 100 años se ha documentado el aumento de la temperatura promedio de la


atmósfera y de los océanos del planeta debido al incremento en la concentración de gases de
efecto invernadero (Bióxido de carbono, metano, óxidos de nitrógeno, ozono,
clorofluorocarbonados y vapor de agua) producidos por la quema de combustibles fósiles y por
la deforestación, una combinación de producción en exceso y reducida capacidad para capturar la
contaminación. | Cambio climático

Las consecuencias son cambios radicales en la distribución de ecosistemas y especies, aumento


en el nivel del mar, desaparición de glaciares y de grandes extensiones de corales, climas
impredecibles y extremos como sequías y tormentas.

El cambio climático afecta a todos los organismos del planeta, muchos de ellos ya están
respondiendo a esta nueva dinámica a través de cambios en su distribución y sus migraciones. En
México se publicó la Ley General de Cambio Climático en 2012. A nivel mundial existe
la Convención sobre Cambio Climático (1994).

Todos estos factores se deben a las actividades humanas y sus causas subyacentes son sociales,
económicas y políticas.

Los efectos de nuestras actividades, que durante gran parte de la historia han sido de una escala
pequeña, se han convertido de gran escala, llegando a afectar el clima de todo el planeta. El
cambio global, ha pasado a ser una de las principales amenazas a la biodiversidad.

En México, gran cantidad de especies endémicas de distribución altamente restringida son


susceptibles a ser afectadas por los factores indicados.

¿Por qué conservar?


Existen muchas razones para conservar nuestra riqueza natural.

Económica
Cuando el capital natural se deteriora perdemos valor y
opciones. El capital natural es el stock de ecosistemas
naturales que proporciona un flujo de valiosos bienes y
servicios del ecosistema hacia el futuro. Por mucho tiempo
hemos disfrutado gratis de los productos de la naturaleza, ahora conocidos como “servicios
ambientales”, como el oxígeno, el agua limpia, el suelo fértil, la polinización de flores que
resulta en la producción de frutos, entre otros muchos. Sin embargo, no les hemos dado el valor
necesario, hasta ahora que empiezan a ser escasos. En el lenguaje de los economistas, hemos
externalizado los costos.

Ética
Ésta es una razón tan importante o más que la primera. Todas las especies tienen derecho a
permanecer en el planeta. La gran mayoría estaban aquí antes que el ser humano. De hecho,
nosotros somos los únicos que tenemos la capacidad de darnos cuenta del estado del planeta, de
los ecosistemas y de las especies y tenemos la responsabilidad de asegurar su existencia.

Ecológica
La conservación mantiene las funciones ecológicas de los ecosistemas. El llamado “desequilibrio
ecológico” es la afectación de las relaciones funcionales entre las especies de un ecosistema.

Estética

Una gran cantidad de especies enriquecen nuestra vida con sus formas,
texturas, colores, olores, comportamientos. Los bosques, selvas,
estuarios y ríos, en buen estado de conservación, proporcionan
satisfacción a nuestra necesidad de belleza.

Espiritual

Para muchas civilizaciones y personas, las plantas y animales y los fenómenos naturales tienen
significado religioso. El sol es el generador de vida en el planeta y transmite su energía a los
organismos vivos. En las culturas mexicanas constantemente encontramos que los fenómenos
naturales, y los seres vivos forman parte integral de la cosmovisión.

En 1995 se fundó la Alianza de Religiones y Conservación un grupo secular que apoya a las
religiones del mundo a desarrollar sus programas ambientales.

Científica

La naturaleza es una biblioteca que hemos ido descifrando a través de


los siglos. El entendimiento científico nos ha proporcionado
innumerables beneficios que van desde productos medicinales hasta una
visión holística del lugar del hombre en la naturaleza.

¿Qué puedemos hacer?

Muchas personas consideran que no tienen responsabilidad sobre la crisis de la biodiversidad,


sin embargo, todos contribuimos mediante nuestros hábitos de consumo cotidianos.

Infórmate
El primer paso es informarte sobre las especies y ecosistemas de México, sobre las causas de la
pérdida de la biodiversidad, sobre alternativas para disminuir nuestro impacto. Utiliza nuestro
sitio web Biodiversidad mexicana y las plataformas Enciclovida y Naturalista. Exige
información de los medios de comunicación como periódicos, radio, televisión sobre la situación
actual.

Participa
Puedes unirte con grupos organizados de la sociedad civil o con organizaciones gubernamentales
para apoyar el trabajo de conservación de la naturaleza. Existen cientos de organizaciones que
necesitan tus habilidades, tu tiempo o tu apoyo financiero. Encuéntralas en el Directorio
mexicano de la conservación (2013) del Fondo para la Comunicación y la Educación
Ambiental (FCEA).

Consume responsablemente
Piensa en tus actividades diarias y cómo puedes reducir tu impacto o “huella ecológica” (ver
abajo). Millones de mexicanos pueden hacer la diferencia si cada uno es consciente de sus
decisiones y acciones. Reduce el uso de energía y de combustibles. Camina. Reduce el uso
excesivo de alimentos y otros productos cuya obtención, empaque, transporte distante,
refrigeración, etc., tienen un alto impacto (como la carne y los camarones). ¡Sé un consumidor
responsable!

Produce responsablemente
No desperdicies energía y materiales al producir. No hagas productos desechables. Incluye el
verdadero costo ambiental en tus productos.

Denuncia
Exige a las autoridades que protejan a las especies (mascotas, plantas ornamentales) que se
comercian ilegalmente, que detengan el deterioro de nuestras áreas protegidas, y que no permitan
actividades con alto impacto en nuestro ambiente (PROFEPA).

Huella ecológica

El concepto de la huella ecológica se origina en los 90's por el Dr. William Reese en la
Universidad de Columbia Británica, Canadá. Proviene de un concepto relacionado en ecología
que se conoce como “capacidad de carga”. Se dice que el número de organismos (tamaño
poblacional) que puede sostener un ambiente depende de:

1. La calidad del ambiente (que incluye muchos factores) y


2. El tipo de consumo que ejercen los organismos. Por ejemplo, en las sabanas africanas hay
una gran abundancia de herbívoros, pero el número de la población de carnívoros es
mucho menor.

El concepto de huella ecológica se inició cambiando la perspectiva del concepto de capacidad de


carga al punto de vista del individuo y aplicándola a los seres humanos. ¿Qué área requiere un
individuo para satisfacer sus requerimientos? El tipo de consumo que efectúa un individuo se
refleja en el tamaño de su huella ecológica.

En 1995 William Reese y su estudiante Mathis Wackernagel publicaron el libro “Nuestra huella
ecológica, reduciendo el impacto de los humanos sobre la Tierra” y la organización Global
Footrpint Network fue creada por Mathis Wackernagel. La huella ecológica mide la demanda y
la oferta de la naturaleza. Por ejemplo, ¿Cuánta superficie requiere una persona, una población,
una empresa, un país, o un producto? ¿Qué productos naturales se requieren? Alimentos, fibras,
madera, espacio para infraestructura urbana, basura y emisiones. La superficie de la huella
ecológica de un individuo puede variar desde menos de una hectárea por persona hasta 8
hectáreas en sociedades desarrolladas.

Actualmente, debido al calentamiento global causado por los gases de invernadero, entre ellos el
dióxido de carbono (CO2), se ha popularizado la “huella de carbono”. También se habla de la
“huella hídrica” relacionada a procesos y productos que consumen gran cantidad de agua. Ambas
son parte de la “huella ecológica”. Se podría hablar también de la huella del fósforo y potasio,
dependiendo de qué cantidad de alimentos orgánicos utilizamos versus los que utilizan
agroquímicos.

Referencias

 Entrevista a William Reese en Aurora Online


 Footprint Calculator
 Global Footprint Netrwork
 La huella ecológica de CONABIO

 Brooks, T. M., R.A. Mittermeier, G.A.B. da Fonseca, J. Gerlach, M. Hoffmann, J.F:


Lamoreux, C.G. Mittermeier, J.D. Pilgrim, J. D. and A.S.L. Rodrigues. 2006. Global
Biodiversity Conservation Priorities. Science 313 (5783), 58.
 Grupo de Países Megadiversos Afines. Ambiente, silvicultura y pesquerías. República de
Sudáfrica.
 Mittermeier, R.A. 1988. Primate diversity and the tropical case studies from Brazil and
Madagascar and the importance of the Megadiversity Countries. En: Wilson, E.O., and
F.M. Peter. Biodiversity. The National Academies Press. Washington, D.C.
 Mittermeier, R.A., P. Robles-Gil, C.G. Mittermeier, C.G. (Eds). 2004. Megadiversity.
Earth's Biologically Wealthiest Nations. CEMEX/Agrupación Sierra Madre, Mexico
City.
 Mittermeier, R.A., W.R. Turner, F.W. Larsen, T.M. Brooks and C. Gascon. 2011. Global
biodiversity conservation: the critical role of hotspots. In: Zachos F.E., and J.C. Habel
(eds). Biodiversity hotspots: distribution and protection of conservation priority areas.
Springer, Heidelberg
 Arroyo Cabrales, J., Polaco, O.J. Y Johnson, E. 2005. La Mastofauna del Cuaternario
Tardío en México. Instituto Nacional de Antropología e Historia. Bases de datos SNIB-
CONABIO proyecto No. G012. México D.F.

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