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Mi pequeño hermano

extraterrestre
Autora Yolanda Pino Rúa

Ilustraciones Amarilla Ilustra


Llegó de repente.
Entró por la ventana y se instaló cómodo
en la panza de mi mamá.
Empezó a crecer como si fuera un humano
más, de esos comunes y corrientes.
Pero un día el doctor,
que tiene un aparato para mirar
dentro de la panza, nos dijo:
—Un habitante del planeta T21 Down
los ha elegido como su familia.
Esa es una gran noticia,
la mejor de todas, no lo puedo creer…
un extraterrestre vivirá en nuestra casa….
¡ Yupiii !
Papá y mamá se confundieron un poco.
Por algunos días estuvieron en silencio,
pensaron, pensaron y pensaron…
No sabían cómo se cuida
un ser de otro planeta;
les dije que le preguntaran a Google.
Pero no tenía respuestas,
entonces buscamos a los expertos:
las familias de los extraterrestres
del planeta T21 Down
que legaron antes que el nuestro.
¡Y aprendimos un montón de cosas!
Y un día lo conocimos.
Ojitos pequeños, orejitas de caracol,
piernas cortas, cuello chiquito,
nariz de fríjol.
Perfecto, genial, maraviloso…
diferente a todos los demás
niños que conocía.
Un genuino extraterrestre,
seguro no pasará desapercibido.
Todos al verlo sabrán que un ser extraordinario
nos escogió como su familia.
Ahora Koel —mi hermano extraterrestre—
vive en nuestra casa.
Se ha adaptado muy bien a nuestro planeta,
aunque al principio enfermó varias veces.
Debe ser que el aire de T21 Down
es más limpio que el nuestro.
Tiene su propio lenguaje,
aunque ya entiende lo que le decimos en español, ¡es un teso.!
También tiene su propio ritmo,
no hay quién lo acose, simplemente no tiene afán.
Es súper chistoso, se ríe a carcajadas
y mira a todos con alegría, inclusive a los desconocidos.
Su corazón es más grande que el nuestro,
debe ser por eso que tiene los ojitos más
mirones y sonrientes que conozco;
yo creo que observa con el corazón, se
asombra con todo.
Me encanta que mi hermano sea el extraterrestre que es.
Me gustaría ser de su mismo planeta,
pero ni modo, yo vengo de otro.
Todos venimos de un planeta diferente,
por eso somos tan distintos…
Todos en mi escuela quieren un hermano como el mío,
pero no hay otro igual.
¡Qué suerte!
A veces en la calle, algunas personas se quedan mirándolo.
Preguntan ¿está enfermo? ¡Y yo me río!
¿Enfermo? Para nada.
—Entonces ¿qué tiene?, me dicen.
—Ah… tiene un cromosoma de más, los de su planeta son así.
—Y también tiene superpoderes, un montón.
Donde él está, nadie pelea.
Tiene miles de abrazos sanadores.
Mira a través de las personas y descubre lo bueno en todas;
con solo tocarte, te calma.
Cuando se ríe, tú te ríes, es imposible no hacerlo.
Se ve frágil, pero tiene súper fuerza.
También se enoja y se pone triste como los humanos.
Esta semana conocí otro habitante del planeta T21 Down,
legó a mi escuela..Y a que no adivinan…
¡no es igual a mi hermano…!
eso es recontrasorprendente.
Tiene sus mismos ojitos chiquitos y mirones,
pero se parece a su mamá,
así como Koel que se parece a mí, pero Down.
Nadie me lo explicó,
pero yo creo que en todo el universo no hay un ser igual a otro.
Ni siquiera los habitantes del planeta T21 Down.
Y bueno, después de pensarlo mucho,
es normal que se parezca a mí:
¡uno se parece a quien lo ama!
Sí, él es Koel, mi pequeño hermano
extraterrestre.
Y nosotros somos su familia.
La elegida.
A Koel nuestro pequeño extraterrestre
y a su hermano el más hermoso de todos los soles.
A todas las familias Down del mundo
Pi1rnaoEdi
Rúa,cióYoln. aMedel
ndalAstri
ín, d
2023
candel a riamagi @amor_y_juego
ca1 2@gmai l.com
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Trisoli

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