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“Año del Bicentenario, de la consolidación de nuestra Independencia, y de la

conmemoración de las heroicas batallas de Junín y Ayacucho”


I. DATOS INFORMATIVOS: Lugar: Cajabamba Fecha: C-14-03-2024
1. DATOS GENERALES Profesor: Angel Valverde Machuca
I.E. “COMANDANTE LEONCIO Estudiante: ……………………….
MARTINEZ VEREAU” EX INEI 15: Área: Comunicación
CAJABAMBA Grado: Primero Sección: “……………”

BUSCANDO AMOR

El tiempo alargando su mano se posa en tu cama ya es la una de la mañana, el tiempo deja escuchar
su fúnebre lamento, el frio, cual fría serpiente sube lentamente por las delgadas telas que cubren tu
cuerpo, sientes un inmenso frio, te arropas más y más, tu tembloroso cuerpo se sacude la suave y
abrigada cama apesta, las tibias frazadas te incomodan sientes desesperación, sudas frío, piensas en
locas fantasías, los escalofríos son espinas a tu costado, miras por los agujeros de las frazadas
desgastadas por el tiempo, la noche tarda en irse, es interminable no sabes la hora que todo se termine,
se escucha sólo suspiros, suaves sueños del ser que amas, pero ella no se fija en ti, está cansada de un
día de trabajo, sus dulces manitos llenas de ampollas puedes ver, sus dedos sangran, su carita de Angel
se está acabando, el sol y el frío lo están matando, por tus mejillas solo bajan lágrimas de
arrepentimiento saben saladas por tus labios pasan los tomas en tragos amargos, sabes que lo estás
perdiendo, ella no despierta sólo miras, lo contemplas quieres abrazarla pero sientes que ella está muy
lejos de ti, tiemblas y para no hacerle daño lo dejas sola y poco a poco sales de ese aposento.

En mundo de espanto y de fugaz vida a nadie le importas, dejas la cama y son tus pasos ligeros como
el viento, son tus sueños los ya vividos, tus manos temblorosas las juntas unas con otras, en sagrada
oración, pides de rodillas a Dios comprensión, lloras nadie te escucha, Dios cerró su corazón a ti,
imploras, gritas Dios ayúdame, solo sientes frío, el viento alarga sus brazos te envuelve y tu cuerpo
muere poco a poco, te recuestas en el suelo y el frio del cemento se pega a tu cuerpo imploras el amor
de esposa, de tu hijo pero nadie a tu lado te quedaste solo, miras al cielo y pides que Dios te lleve,
recoges tus manos y suplicas Dios por favor envíame la muerte no quiero vivir así no quiero estar
aquí, nadie te escucha, se oye en la suave brisa, el eco de tu llanto.

Entonces pides a Dios en descansado aliento sólo un trago, sólo uno, la desesperación te embarga,
cuando miras que a esta hora, están las puertas cerradas no abren, tus ilusiones de una nueva vida
están muy lejanas, tu cuerpo se desvanece, tu pensamiento vuelve a ti, pasa la gente nadie se
compadece de ti, te miran con desprecio, murmuran de ti, que desesperación, te insultan, bajas la
cabeza en llanto, nadie te comprende, tiembla todo, sudas interminablemente, la espera se hace larga,
rezas nuevamente a Dios pidiendo que abran la puerta que alegría, que emoción, se prendió la luz,
vuelves a la vida ahí, con pasos lentos y temblorosos poco a poco te acercas de nuevo a esa fría y
mogosa mesa, ahí está tu salvación, tu opio matinal, sonríes en silencio, en tu alma desnuda agradeces
a nuestro redentor, te sientas al lado de quienes perdieron todo, su vida se fue, ahora están solos,
conversas de todo, eres sabio, Dios te bendigo con manos temblorosas chancas la mesa, apuras el
licor, tu cuerpo tiembla de emoción, tus manos dejan de temblar, elevas el vaso como águila rapas
cuidando sus hijuelos, es el elixir de la vida solo un trago nada más y todo ha terminado, en el ir y
venir de los vasos se escucha, las voces desgarradas que jamás oirás, son ellos tus moribundos amigos,
los que uno a uno los mata aquel maldito y dulce vicio, uno a uno se van yendo a esa fosa fatal, tu
última casa, de aquel lugar sin el esperado retorno, en las mesas frías sólo te inunda su recuerdo, su
pestilente aliento, en el denso vapor de los vasos se van tus penas, tu dolor, ríes amargamente, sólo te

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“Año del Bicentenario, de la consolidación de nuestra Independencia, y de la
conmemoración de las heroicas batallas de Junín y Ayacucho”
sientas y poco apoco pierdes la razón, la vida va perdiendo su sentido, nada deseas, nada quieres, te
alegras cuando alguien entra, por que trae la esperanza de seguir allí, tu cuerpo vuelve en sí, el alcohol
nuevamente recorre tu cuerpo, tus emociones de diluyen en el tiempo, tu ser ya no es tuyo, tu alma
ya no te pertenece, la fría mañana va muriendo todo va expirando perdiste el sentido, la razón, ahora
ya es el destino quién te cuida no eres nada en este mundo, hasta el más débil es fornido a tu costado,
él más ruin es benigno a tu lado, todos te desprecian, nadie se compadece, es la vida, que vida, la del
ebrio, perdiste todo, el viento se llevó tu ser, tu amor, la hora ya se acerca allí en esa fosa común
seremos iguales, el pobre, el rico, todos, te adormeciste en ebria vida por tu dinero, el vino lo bebiste
sólo tú por el alcohol te perdiste, Dios es nuestro refugio es él quién nos juzgará, a mí y a ti el día ha
terminado, nuestras vidas vacías de amor, nuestro frío féretro no hay quién cargue, estás solo tus
amigos se fueron, sólo está ella la que siempre te amó, aquella mujer que siempre despreciaste, la que
humillaste, la que siempre te quiso, la que pegaste una y otra vez, pero ella nunca dejó de amarte, tu
dulce madre, la dulce viejita que siempre te buscó entre fríos y lluvias de acá allá descalza, no le
importó el frio no le importó que le falten el respeto, solo lloraba en silencio y cuando llegaba a ti
siempre con su dulce sonrisa te acariciaba y te decía no tomes por favor, te amo mucho no acabes tu
vida, lo insultabas, lo maltratabas, lo culpabas por todo, pero ella lloraba y se arrodillaba suplicándote,
cuando no te encontraba, se arrodillaba y pedía a Dios de día y noche por ti, le insultaron se burlaron
de ella pero nunca te dejó, esta maldita vida te cegó para ver lo que perdiste, ahora ya es tarde porque
nadie vuelve del sueño eterno, ahora tu madrecita al lado de tu tumba fría llora por ti, en llanto
desgarrado pide a Dios le lleve a tu lado, porque ella solo ella te ama después de la muerte, con
lágrimas que inundan sus ojos, recoge de otras tumbas las flores marchitas por el tiempo y que la
gente vota, las recoge una por una las lava con sus lágrimas, las besa con tanto amor es para su hijo
para el amor de su vida, entre las burlas de la gente se acerca a tu tumba y con tanto amor entre sus
manitos arrugadas lo coloca con tanta dulzura, las espinas de las rosas lo lastiman su deditos gastados
por el tiempo vierten sangren a ella no le interesa, solo tu recuerdo, solo tu imagen está presente en
ella, agradece a Dios haber encontrado esas hermosas flores y dárselas a ti, su corazón no soporta el
haberte perdido en ese ramo de flores se va su vida por ti, va muriendo poco a poco, es la gente cruel
y despiadada que solo lo mira cuando por sus mejillas caen sus lágrimas por ti, por su hijo amado,
ella se recuesta sobre tu tumba, te abraza, su hijo su amor de su vida, está ahí, ella te abraza, te besa,
se sonríe, te acaricia, entre sus deditos tu cabellos discurre lentamente, el sol lo castiga, su rostro cada
vez más acabado, la noche, la maldita noche llega lentamente, se escucha la voz del encargado del
panteón, vamos todos afuera, se acabó las visitas ya vamos a cerrar, ella no lo escucha, sigue sentada
ahí a tu lado, se ve sonrisas en su rostro está jugando contigo, todos salen y ella sigue allí sentada, el
panteonero se acerca lentamente y le dice con voz suave ya terminó vamos, ella no quiere se aferra a
tu tumba, se abraza más y más a tu tumba, el panteonero ya lo conoce, sabe de su dolor, de su
sufrimiento, entre llantos le vuelve a decir vamos, lo levanta de la tumba, se aferra ti, y en voz dulce
entre lágrimas, te dice al oído no tengas miedo amor, no te asustes, mañana vengo, mañana estoy
aquí, lo saca delicadamente del cementerio, ella en voz suave y llorosa repite mañana volveré, no
tengas miedo, te amo tanto tanto, entre llanto y lágrimas abandona el cementerio, se sienta afuera se
sienta al lado del portón no quiere irse, la noche avanza, el panteonero le dice con voz dulce mañana
vengo temprano a esa hora señora le dejo entrar vaya a descansar por favor, no sufra más, deje de
llorar, ella solo con su mirada perdida no deja de mirar tu fría tumba, se despide se aleja despacio.

Desde lo alto miras a tu dulce madre, quién llora todos los días y noches por ti, se sienta a la lado de
la cama donde tanto lloró por ti, abraza la almohada pensando que eres tú lo besa, lo acaricia, lo pasea

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“Año del Bicentenario, de la consolidación de nuestra Independencia, y de la
conmemoración de las heroicas batallas de Junín y Ayacucho”
de un lado a otro buscando que duermas, te besa con mucha dulzura, te da de su seno, te hace callar,
se desespera por tu llanto, por su rostro sus lágrimas llenan sus labios, balbucea tu nombre mi hijito,
mi vida, mi cielo, tú le sonríes y ella llena de alegría te besa, te mima eres su mundo su todo, sonríe
a Dios y conversa con él agradece que le haya dado el niño más lindo del mundo, te aprieta a su pecho
nada quiere que pase, salta contigo en brazos, te ama demasiado, eres su mundo su todo.

Ahora comprendes lo tanto que te amo, miras como sentada al poyo de la cocina entre llantos
preparaba la comida que tanto despreciabas, los vecinos le regalaban lo que les sobraba, le gritaban
ándate de aquí vieja mugrienta, todos los días pides, que trabaje tu hijo, nada hace, ella te defendía
mi hijito no puede trabajar es enfermo, se vaya a morir lo amo tanto y se ponía a llorar, ella con su
bastoncito a duras penas caminada por todas las calles pidiendo caridad ella no podía trabajar, la gente
le tiraba la comida, ella los recogía y envuelta en su manta los llevaba con tanto cuidado, mientras tu
dormías, ella volvía de los insultos de los maltratos de la gente, cuando despertabas siempre
encontrabas comida caliente, pancitos fríos, pero sabrosos, ella se dormía a tu lado y solo te miraba
tanto y te besaba hasta quedarse dormida, siempre lo miraste con ropas bonitas venía a paso apurado
y se cambiaba para que tú nos sospeches que pedía caridad, ella nunca te lo dijo no quería que te
avergüences de ella, ella perdió su piecito cuando eras niño corriste a traer una pelota cuando estabas
jugando y ella vio que te iba a chancar el carro ella se tiró delante de ti y el carro lo atropelló le quebró
el pie, por eso quedo así, no pudo comprarte lo que siempre le pediste tu bicicleta, cuando ahorro
tanto con mucho sacrificio, te iba a comprar la bicicleta con tanta ilusión para que estés alegre y no
te enfades con ella, tu padre le robó el dinero y se largó de casa, ella nunca te dijo para que no
aborrezcas a tu padre que nunca conociste.

Ahora desde la casa de Dios ves a este descarnado mundo, lleno de egoísmo, de envidias, recuerdas
que nunca le dijiste que lo amabas, ella esperaba tanto de que tus labios pronuncien un mamá te amo,
pero nunca lo escuchó, sólo fueron tus burlas, tus mofas, cada día a cada paso ibas cavando
inexorablemente tu tumba, tanto orgullo vano, tanta indiferencia, tanta arrogancia fueron ruegos ecos
vacíos, fue tu sombra y tu dulce madre tus únicas compañías, la tarde en su lúgubre cripta, tu
acongojado llanto el apocalipsis de tu ebria vida buscaste remediar tu pasado con caridades lapidarias
fueron tus pasos lentos, cansados, la voz de tu conciencia estiraste tu mano en busca de amigos, pero
cual amigos nunca los sembraste, nunca estiraste la mano para ayudar a tu dulce madre, en este largo
abismo entre la efímera vida y la ineludible muerte fue tu llanto, tu único consuelo, fue tu madre tu
única amiga, acabaste sólo, terminaste matando el amor más sagrado, más puro, de quien siempre te
dio la mano tu madre y tú le diste las garras de vil embustero hoy estás sin alegría y consuelo, te
paseas en las sombras de la muerte, tu madre sigue paseándose en tu casa, en tu tumba envuelta
siempre en dulce amor, por Ti, su hijo, por su adoración, pide a Dios entre llanto que lo lleve al lado
de su amado hijo, la noche cae, ella solo llora y espera un nuevo día.

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ANGEL VALVERDE MACHUCA
PROFESOR

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