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La hada de los dientes.

Érase una vez, en una tierra por encima de las nubes, vivía
un hada con sus dos hermanas mayores y su madre, la
Princesa Hada. Pasaban casi todo el tiempo entrenando
sus poderes, sin embargo, la pequeña hada prefería bajar
a la tierra y ver cómo jugaban los niños y las niñas

Una noche la Princesa Hada fue a ver a la pequeña hada


mientras dormía sobre la estrellas, preocupada porque
nunca quería entrenar:

- Si no practicas tu magia, mi pequeña, perderás tus


poderes. Ya sabes volar y hacerte invisible, pero no has
aprendido nada más.

- Lo sé madre, pero a mí me gusta volar y bajar a la tierra.


No soy buena con los demás poderes, yo sólo quiero ver a
los niños, en realidad lo que me gustaría es ser una niña,
como ellos.

Lejos de enfadarse, la Princesa Hada la tomó entre sus


brazos y la consoló: "Mi pequeña hija, tú eres muy
especial, tienes poderes que los niños jamás podrán
tener."

La pequeña hada, sin embargo, seguía triste porque ella


no quería ser especial quería reír, llorar, jugar, cantar y,
sobre todo, tener amigos. Y, confesó entre lágrimas,
que en lugar de practicar sus poderes, había estado
visitando a los niños una y otra vez.

La Princesa Hada se quedó pensando en una manera de


consolar y alegrar a su hija y tras una larga noche,
encontró la solución. Al día siguiente reunió a sus hijas y
les preguntó para qué iban a usar sus grandes poderes.

El hada mayor dijo que colocaría las estrellas en el


firmamento y haría que todos los planetas fueran girando
y girando alrededor del sol. La hermana mediana dijo que
ella conseguiría que no hubiese personas solas en el
mundo y haría que el amor uniera a las almas gemelas.

Todas esperaron a que el hada pequeña explicara qué


haría ella, pero se quedó silenciosa sin saber qué
contestar. Finalmente, la Princesa hada dijo:

- Yo tengo la solución, sé cuál es la manera en la que


puedes emplear tus poderes, pero atenta, que es un
trabajo muy especial. Volarás constantemente sobre los
niños y las niñas vigilante y cuando vayan creciendo y
pierdan sus dientes, harás que ese momento sea
mágico. Te convertirás en el Hada de los Dientes, te
quedarás sus pequeños dientecillos para convertirlos en
estrellas en el firmamento, guardando así para siempre
su infancia. En su lugar, dejarás regalos y así los niños
podrán tener en ti, una amiga muy especial.

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