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Interpretaciones y contraejemplos

Formalizar es traducir un enunciado o un conjunto de enunciados, escritos en lenguaje


natural, al lenguaje formal o lenguaje-fórmula. Lo primero que se hace es presentar un
diccionario, en el que asociamos cada enunciado atómico con una letra enunciativa (p,
q, r, …). A continuación, componemos las letras enunciativas con los operadores
lógicos pertinentes para escribir la fórmula que recoge la forma del enunciado. Por ej.,
sea el enunciado:

La educación no alcanzará buenos resultados a menos que se reduzca el número de


alumnos por clase.

Diccionario:

p: La educación alcanzará buenos resultados


q: Se reduce el número de alumnos por clase

Fórmula: p --> q (o bien: ¬q --> ¬p)

Interpretar una fórmula o un esquema inferencial es recorrer el camino inverso: pasar


del lenguaje formal al natural. Por ej., sea la fórmula:

¬ p ^ (p --> q)

Diccionario:

p: Los peces cantan


q: Las manzanas vuelan

Interpretación: Los peces no cantan y, si cantan, las manzanas vuelan.

Esa es una interpretación verdadera. Si nos piden una falsa, debemos poner otro
diccionario.

Formalizar e interpretar son los mismos conceptos para fórmulas y enunciados que para
esquemas inferenciales y argumentos.

¿Qué es un contraejemplo? Una interpretación especial.

Contraejemplo de una fórmula: un enunciado falso con la forma de la fórmula.

Contraejemplo de un esquema inferencial: un argumento, con la forma del esquema, en


el que las premisas son verdaderas y la conclusión falsa.

Los enunciados y los argumentos pertenecen al lenguaje natural y se dan en castellano.

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