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UNIVERSIDAD PANAMERICANA

Facultad de Ciencias Jurídicas y Justicia


Programa de Actualización de Competencias y
Cierre Académico

Irrenunciabilidad del derecho de alimentos de la esposa


-Tesis de Licenciatura-

Julio Armando Rodríguez Arévalo

Quetzaltenango, marzo 2016


Irrenunciabilidad del derecho de alimentos de la esposa
-Tesis de Licenciatura-

Julio Armando Rodríguez Arévalo

Quetzaltenango, marzo 2016


AUTORIDADES DE LA UNIVERSIDAD PANAMERICANA

Rector M. Th. Mynor Augusto Herrera Lemus

Vicerrectora Académica Dra. Alba Aracely Rodríguez de González

Vicerrector Administrativo M.A. César Augusto Custodio Cóbar

Secretario General EMBA. Adolfo Noguera Bosque

AUTORIDADES DE LA FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y


JUSTICIA

Decano M.A. Joaquín Rodrigo Flores Guzmán

Coordinador de Exámenes Privados M. Sc. Mario Jo Chang

Coordinador de Postgrados M.A. José Luis Samayoa Palacios

Coordinador del Departamento de Tesis Dr. Erick Alfonso Álvarez Mancilla

Coordinador de Cátedra M.A. Joaquín Rodrigo Flores Guzmán

Asesor de Tesis M. Sc. Arturo Recinos Sosa

Revisor de Tesis Dr. Erick Alfonso Álvarez Mancilla


TRIBUNAL EXAMINADOR

Primera Fase

Lic. Mario Jo Chang.


M. Sc. Arnoldo Pinto Morales
Lic.Arturo Recinos Sosa
Lic. Joaquín Flores.

Segunda Fase

Lic. Jaime Trinidad Gaitán Álvarez


M. Sc. Vitalina Orellana.
Lic. Arnoldo Pinto Morales
Lic. Adolfo Quiñónez Furlán

Tercera Fase

Licda. Cándida Rosa Ramos Montenegro


Lic. Pablo Esteban López Rodríguez
Lic. Adolfo Quiñónez Furlán
Lic. Joaquín Rodrigo Flores Guzmán
Nota: Para los efectos legales, únicamente el sustentante es responsable
del contenido del presente trabajo.
DEDICATORIA/AGRADECIMIENTOS

A Dios supremo todopoderoso creador del universo por proveer de todo


lo necesario y permitirme alcanzar al fin éste éxito anhelado, sin cuya
ayuda imprescindible y propósito esto no sería posible, y en cuyo plan
perfecto descansa mi ser y me ratifica que estaba predestinado a esta
noble profesión.

A mis adorados, abnegados, ilustres y esforzados padres quienes nunca


dejaron de creer en mí y que con su profundo amor me impulsaron a éste
triunfo, de los cuales si bien es cierto mi padre ya duerme el sueño
profundo, también lo es que, Dios a través de su infinito amor, ha
logrado que lo sienta presente a cada momento, y cómo olvidar a mi
sublime madre a quien veo como ángel de Dios protector en mi vida, y
ha sido concluyente además de las anteriores en las virtudes de valentía,
perseverancia, comprensión y resiliencia.

A mi amado hermano, quien con su incondicional apoyo, figura


protectora y reflexiva ha sido determinante en los puntos torales de mi
vida, a quien hoy también hago extensiva mi felicitación pues está pronto
a alcanzar también su meta profesional como médico y cirujano.
A mi abuelita, mi segunda madre, ejemplo insuperable de bondad, quien
con sus palabras dulces de amor, ánimo, paciencia y comprensión aun
desde mi lejanía, motivó cada paso hacia ésta mi primera meta, y que
siempre viene a mi mente acompañada de mi querido tío Adalberto,
quien no obstante adolecer en su enfermedad, permanece como ejemplo
de ingenio, brillantez, humildad y creatividad para siempre en mi ser.

A mi novia, cada tío, primo y sobrino quienes me han brindado su amor,


palabras reflexivas, cariño, apoyo moral y material, y han sido parte
importante para mi vida.

Al señor Juez y mis amigos compañeros actuales del Juzgado de Trabajo


y Familia del departamento de Quiché, mi segunda familia, gracias por
su incondicional e irrestricto apoyo en todo ámbito de mi vida, así como
también a mi amiga Claudia Zulema Alvarado de León cuyas brillantes e
interesantes ideas enriquecieron esta redacción y al Abogado M.Sc.
Cleider Wilfredo Meza por su elegante, amable y final aporte en el
presente documento.

A cada amigo, catedrático, y compañeros de ámbito tanto académico


como laboral, gracias por su fina y amable colaboración para con éste
servidor.
A usted amable lector, quien indistintamente si concurre o no en alguna
de las calidades anteriores, se toma el tiempo de leer este documento, el
cual espero satisfaga sus expectativas.
Índice

Resumen i

Palabras clave ii

Introducción iii

Alimentos 1

Origen 2

Definición 4

Naturaleza jurídica 9

Fundamento 10

Características 12

Clasificación de los alimentos 20

Contenido del derecho de alimentos 24

Elementos personales 27

Personas obligadas a prestarse legal y recíprocamente alimentos 28

Orden de la prestación de alimentos 32


Creación de la obligación alimenticia 35

Incumplimiento y exigibilidad de la obligación de alimentos 46

Cesación de la obligación alimenticia 50

Extinción de la obligación de prestar alimentos 52

La irrenunciabilidad del derecho de alimentos de la esposa y la


práctica tribunalicia en contrario 54

Análisis jurídico de la necesidad de reforma del actual marco legal de


los caracteres del derecho de alimentos 60

Conclusiones 62

Referencias 64
Resumen

El presente trabajo de investigación, ha tenido por objeto determinar y


establecer por qué es irrenunciable el derecho de alimentos de la esposa y
su práctica tribunalicia en contrario, en los diversos procesos pertinentes
que se tramitan ante los Juzgados que conocen del ramo de familia; y de
esta manera evidenciar la necesidad de modificar la forma actual del
trámite de los mismos o bien se modifique a través de una reforma el
artículo 282 del Código Civil en el sentido de que debe precisarse el
derecho de alimentos de quienes debe considerarse irrenunciable.

Se encontró como punto principal, las causas o motivos por los que no
debe renunciarse ni aceptar tal renuncia el Juzgador del derecho de
alimentos de la esposa en los juicios que se tramitan ante los Juzgados
que conocen del ramo de familia, toda vez que es contrario a la ley
conforme al artículo 282 del Código Civil, y por ende no aplica la causal
que se encuentra regulada en el artículo 3 de la Ley del Organismo
Judicial como permisiva para la renuncia a los derechos propios.

Se investigaron, compilaron, analizaron y estudiaron diferentes


definiciones de autores de relevancia respecto a lo que debe entenderse
por derecho de alimentos, así como también su naturaleza jurídica,

i
fundamento, características, su clasificación, contenido, elementos
personales, personas obligadas legalmente a prestárselos recíprocamente
y el orden de los mismos, cuales son las formas de creación de dicho
derecho, el incumplimiento y su exigibilidad, la cesación y los númerus
clausus regulados para su extinción; de la misma manera el análisis
jurídico de la reforma del actual marco legal de los caracteres del
derecho de alimentos siendo ésta, que no indica con expresa precisión el
derecho de alimentos de quien o quienes le atribuye el carácter de
irrenunciabilidad, entendiéndose sui generis es decir por omisión legal
que el de todos los sujetos a quienes puedan ser titulares del mismo.

Palabras clave

Irrenunciabilidad. Derecho de alimentos. Esposa.

ii
Introducción

Existe un fenómeno jurídico y social, que consiste en la renuncia del


derecho de alimentos de la esposa, en los juicios que se tramitan ante los
Juzgados que conocen del ramo de familia, y el cual violenta los
derechos del sector femenino dejándolo en estado de indefensión y
consecuentemente a su prole familiar. Como prescribe el artículo 282 del
Código Civil, uno de los caracteres más relevantes del derecho de
alimentos (presentes y futuros) es la irrenunciabilidad de los mismos, sin
embargo no es un secreto, ni sorpresa tampoco, que en la práctica
tribunalicia sea permisivo y aceptada de forma común por el Juez de
familia en los procesos de divorcio, -quien valga decir con dicha
conducta se arriesga a incurrir en prevaricato-, porque no obstante
disposición expresa en contrario del artículo 19 de la Ley del Organismo
Judicial, de que si bien es cierto pueden renunciarse a los derechos que la
ley otorga siempre que no este prohibido por otras leyes, también lo es
que, en el presente caso no estamos en presencia de este supuesto, ya que
al englobar el artículo 282 del Código Civil, el derecho de alimentos
(presentes y futuros), se refiere al de todos los posibles sujetos que
puedan ser titulares de dicho derecho, y por ende en el presente caso
específicamente el derecho de alimentos de la esposa reviste el carácter
de irrenunciable, como antagónicamente ocurre con las pensiones

iii
alimenticias atrasadas de lo cual es tema aparte y si son susceptibles de
embargo, compensación, renuncia y enajenación como prescribe la ley.

Dentro de los objetivos y supuestos que se plantearon en el proceso de


búsqueda de la información, se encuentra el evidenciar al lector que
conforme la ley y la doctrina, una de las características del derecho de
alimentos es su irrenunciabilidad, y por ello es inoperante la forma actual
del trámite de los procesos ante los tribunales de familia, siendo
necesaria su derogación o bien una reforma al artículo 282 del Código
Civil, por parte del Congreso de la República de Guatemala, donde se
exprese con precisión que dicha característica no debe tomarse en
consideración para la esposa para así modificarse la forma en que se
tramitan estos procesos en los tribunales de justicia que conocen del
ramo de familia en la República de Guatemala.

iv
Alimentos

Como en toda investigación es pertinente iniciar con la derivación


etimológica del tema que se presenta y aborda, y ésta no será la
excepción; por lo que con respecto a la palabra alimentos, el Diccionario
de la lengua Española, de la Real Academia Española indica que
“alimento” proviene del latín alimentum, de alĕre, alimentar, y lo define
como “la comida y bebida que el hombre y los animales toman para
subsistir. 2. Cualquiera de las sustancias que los seres vivos toman o
reciben para su nutrición” (1992:103).

Criterio que es robustecido y confirmado igualmente por el Diccionario


Océano de la Lengua Española en su versión digital, en cuanto al latín de
donde origina, pero el cual aporta su definición propia como: “Sustancia
que puede ser asimilada por el organismo proporcionándole energía para
mantener sus funciones vitales”.

Por ende conforme a los sustentos antes vertidos en dicho contexto, el


sustentante opina, que por alimentos debe entenderse en su sentido más
genérico, como toda aquella materia orgánica que al asimilarse satisface
uno de los instintos más primitivos y constantes de todo ser vivo, la
afección desagradable denominada hambre, y por el cual él mismo a la

1
vez de satisfacerla se nutre, extrae su energía y fortaleza y le permite
conservar su existencia.

Origen

En cuanto al principio, génesis o comienzo de la obligación de alimentos,


se toma en consideración primeramente a Aguilar (2009) quien al
respecto indica que conforme a la estructura de la familia romana
devenía inconcebible imponer tal obligación, pues era extraña al ius
civile, apareciendo por primera vez en las relaciones de clientela y
patronato, y finalmente en las relaciones de familia dentro de la cual se
encontraba subsumida dentro de la institución jurídica de la patria
potestad. Siendo que su reconocimiento aparece durante los gobiernos de
Antonio Pío y de Marco Aurelio para casos particulares, para luego
generalizarse aceleradamente por influencia cristiana basada en la caritas
sanguinis. El derecho justinianeo la reconoce y admite con total
independencia de la patria potestad entre ascendientes y descendientes,
entre cónyuges y entre padres e hijos naturales, para que pronto en el
derecho nuevo procediera también en la línea colateral y ulteriormente
por contrato de legado.

2
En cuanto al origen de la obligación del derecho de alimentos también
resulta interesante tomar en consideración lo que aporta Vásquez (2014),
quien expresa que históricamente la obligación del Estado de alimentar a
los menesterosos se cumple desde siempre, que varios emperadores
crearon instituciones al respecto y así Trajano, instituyó la alimentaria,
aunque Nerva ya había observado algo anteriormente en ese sentido,
siguiendo la orientación de algunos ciudadanos particulares, los
emperadores posteriormente completaron el sistema, sobre todo Séptimo
Nervo. Además porque se advierte que en el derecho griego,
especialmente el regía en Atenas, el padre tenía la obligación de sostener
y educar a su prole, obligación que comparte Platón, estaba sancionada
por las leyes, y la cual ya revestía la característica de reciprocidad, pues
los descendientes también ya tenían la obligación de dar alimentos a los
ascendientes, la cual solo podía cesar, cuando concurría la causal de que
el hijo no había recibido educación y que su padre lo había promovido a
prostitución. Así también es relevante mencionar que en el Derecho de
Papiros, se encuentran regulados los contratos matrimoniales, en el cual
se contemplaban constantemente alusiones a la obligación alimenticia del
marido para con su mujer, y el derecho a la viuda o divorciada a recibir
alimentos hasta que le fuera restituida la dote.

3
Definición

Al respecto, Manuel Ossorio en su Diccionario de Ciencias Jurídicas


Políticas y Sociales, primera edición electrónica, define los Alimentos
como “la prestación en dinero o en especie que una persona indigente
puede reclamar de otra, entre las señaladas por la ley, para su
mantenimiento y subsistencia”. Lo cual a criterio de quien redacta se
complementa con lo afirmado por el ilustre maestro Guillermo
Cabanellas en su Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual en donde
los define como:

Las asistencias que en especie o en dinero, y por ley, contrato o testamento se dan a
una o más personas para su manutención y subsistencia; esto es, para comida, bebida,
vestido, habitación y recobro de la salud, además de la educación e instrucción
cuando el alimentista es menor de edad.(2001:252).

Por lo que abordando la definición de “alimentos” desde aspectos


doctrinarios, se toma en cuenta el aporte de diversos autores, entre ellos
Carlos Vásquez Ortiz, quien indica que deben entenderse como “la
facultad jurídica que tiene una persona denominada alimentista, para
exigir a otra, llamada alimentante, lo necesario para subsistir, en virtud
del parentesco consanguíneo, del matrimonio o del divorcio, en
determinados casos” (2014:400). Así mismo, según Vladimir Osman
Aguilar Guerra, la institución conocida como “alimentos” consiste en “el

4
derecho que tiene una persona denominada alimentista (acreedora de los
alimentos) a reclamar de otra a la que le une un vínculo de parentesco y
llamada alimentante (deudora de alimentos) lo necesario para satisfacer
sus necesidades vitales”. (2009:50).

En cuanto a los “alimentos”, Planiol-Ripert, citado por Alfonso Brañas,


expone que “se califica de alimenticia la obligación impuesta a una
persona de suministrar a otra persona los socorros necesarios para la
vida”. (2005:280).

Y en ese mismo sentido el ilustre maestro también cita a Rojina Villegas,


quien define el derecho de alimentos como “la facultad jurídica que tiene
una persona denominada alimentista para exigir a otra lo necesario para
subsistir en virtud del parentesco consanguíneo, del matrimonio o del
divorcio en determinados casos”. (2005:280).

En cuanto al análisis legal de las definiciones, previamente haremos uso


del derecho comparado donde nos encontramos con legislaciones más
avanzadas jurídicamente a la nuestra, así en España el Código Civil en su
artículo 142 regula que: “Se entiende por alimentos todo lo que es
indispensable para el sustento, habitación, vestido y asistencia médica.
Los alimentos comprenden también la educación e instrucción del
alimentista mientras sea menor de edad y aun después cuando no haya

5
terminado su formación por causa que no le sea imputable. Entre los
alimentos se incluirán los gastos de embarazo y parto, en cuanto no estén
cubiertos de otro modo”. (http://www.boe.es/buscar/pdf/1889/BOE-A-
1889-4763-consolidado.pdf Recuperado: 05.10.2015).

En Argentina el Código Civil y Comercial de la Nación en su capítulo


cinco, Deberes y derechos de los progenitores. Obligación de alimentos,
regula: “ARTÍCULO 658.- Regla general. Ambos progenitores tienen la
obligación y el derecho de criar a sus hijos, alimentarlos y educarlos
conforme a su condición y fortuna, aunque el cuidado personal esté a
cargo de uno de ellos. La obligación de prestar alimentos a los hijos se
extiende hasta los veintiún años, excepto que el obligado acredite que el
hijo mayor de edad cuenta con recursos suficientes para proveérselos por
sí mismo. Artículo 659.- Contenido. La obligación de alimentos
comprende la satisfacción de las necesidades de los hijos de
manutención, educación, esparcimiento, vestimenta, habitación,
asistencia, gastos por enfermedad y los gastos necesarios para adquirir
una profesión u oficio. Los alimentos están constituidos por prestaciones
monetarias o en especie y son proporcionales a las posibilidades
económicas de los obligados y necesidades del alimentado.”
(http://www.infojus.gob.ar/docs-

6
f/codigo/Codigo_Civil_y_Comercial_de_la_Nacion.pdf Recuperado:
16.10.2015).

En México el Código Civil Federal, el cual se puede consultar y se


encuentra disponible en la página de internet de la Universidad Nacional
Autónoma de México, en el capítulo II, titulo sexto, libro primero, regula
los alimentos de la manera siguiente: “Artículo 301. La obligación de dar
alimentos es recíproca. El que los da tiene a su vez el derecho de
pedirlos. Artículo 302. Los cónyuges deben darse alimentos; la ley
determinara cuando queda subsistente esta obligación en los casos de
divorcio y otros que la misma ley señale. Los concubinos están
obligados, en igual forma, a darse alimentos si se satisfacen los requisitos
señalados por el artículo 1635. Artículo 303. Los padres están obligados
a dar alimentos a sus hijos. A falta o por imposibilidad de los padres, la
obligación recae en los demás ascendientes por ambas líneas que
estuvieren más próximos en grado.
(http://info4.juridicas.unam.mx/ijure/fed/1/307.htm?s= Recuperado:
16.10.2015).

Por su parte, en nuestro ordenamiento jurídico guatemalteco, se advierte


que guarda mucha similitud a las definiciones de alimentos reguladas en
otros países, ya que el Código Civil en el artículo 278 prescribe que: “La

7
denominación de alimentos comprende todo lo que es indispensable para
el sustento, habitación, vestido, asistencia médica y también la educación
e instrucción del alimentista cuando es menor de edad”.

En virtud del análisis y estudio de las anteriores definiciones, tanto


doctrinarias como legales, se puede decir que el derecho de alimentos, es
aquella obligación que impone El Estado por derivarse del derecho a la
vida y nace a consecuencia del parentesco o por virtud de contrato o
testamento, el cual pretende ayudar a subsistir al alimentista
proveyéndose por medio del alimentante los recursos necesarios y
materiales a efecto de garantizarse en primer término, su existencia, y
luego por qué no decirlo, según corresponda sí es menor de edad,
también su crecimiento y desarrollo integral hasta ser apto en madurez
física, intelectual y emocional conforme a la edad límite prescrita por la
misma e irrestricta ley, salvo evidente limitación en idénticos aspectos,
en cuyo caso operaría la institución jurídica de la interdicción.

8
Naturaleza Jurídica

Según Carlos Vásquez Ortiz, “Su naturaleza es de protección, la


protección de la persona especialmente dirigida a los menores, ancianos
y quienes adolezcan de enfermedades mentales o físicas, que les impida
proveerse de los medios necesarios para su subsistencia”. (2014:401).

A lo cual se concuerda, pues es el deber del cumplimiento de los auxilios


necesarios a quien no puede valerse por sí mismo, y tiene su fundamento
en los sagrados derechos constitucionales de vida, familia, paz,
desarrollo integral de la persona, igualdad y protección a menores y
ancianos, los cuales la Constitución Política de la República de
Guatemala, regula de la manera siguiente: “Artículo 1º. Protección de la
persona. El Estado de Guatemala se organiza para proteger a la persona y
a la familia;…; Artículo 2º. Deberes del Estado. Es deber del Estado
garantizarle a los habitantes de la República la vida, la libertad, la
seguridad, la paz y el desarrollo integral de la persona. … Artículo 3º.
Derecho a la vida. El Estado garantiza y protege la vida humana desde su
concepción, así como la integridad y la seguridad de la persona. …
Artículo 47. Protección a la familia. El Estado garantiza la protección
social, económica y jurídica de la familia. Promoverá su organización
sobre la base legal del matrimonio, la igualdad de derechos de los

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cónyuges, la paternidad responsable… Artículo 50. Igualdad de los hijos.
Todos los hijos son iguales ante la ley y tienen los mismos derechos…
Artículo 51. Protección a menores y ancianos. El Estado protegerá la
salud física, mental y moral de los menores de edad y de los ancianos.
Les garantizará su derecho a la alimentación, salud, educación y
seguridad y previsión social.”

Fundamento

Respecto al fundamento de la obligación alimenticia, haciendo énfasis en


el aspecto obligatorio, Valverde, citado por Wilfrido Porras, Edgar de
León y Victalino Espino, indica:

Los alimentos constituyen una forma especial de asistencia. El fundamento de la


obligación está en el derecho a la vida que tienen la personas, del que es enmarcación
la asistencia como conjunto de prestaciones a que el hombre tiene derecho que se
traduce en el deber de alimentos, y que no se concreta en la sustentación del cuerpo
sino que se extiende al cultivo y educación del espíritu, puesto que el hombre es un
ser racional. (2001:164).

Y por ello, así mismo Vladimir Osman Aguilar Guerra, indica:

…hoy día se acepta que el fundamento del Derecho de alimentos es el Derecho a la


vida, sin perjuicio del fundamento ético-moral en que se funda esta obligación. Toda
persona tiene por ley natural derecho a la vida, esto es, proveerse de los medios
necesarios para su subsistencia. Bajo la óptica de este fundamento, todos, en principio
estamos obligados a dar lo necesario para la vida de quien no pueda proveérselo por
sus propios medios. (2009:53).

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Lo anterior, sin perjuicio por supuesto de lo que se encuentra robustecido
y soportado en el plano y Derecho Internacional, mismo que a través del
bloque de constitucionalidad regulado en los artículos 44 y 46 de la
Constitución Política de la República de Guatemala, hace su entrada al
ordenamiento jurídico interno guatemalteco, conforme al autor antes
relacionado, quien indica que:

Este aspecto ha provocado la elevación del Derecho a alimentos, al grado de derecho


humano reconocido y protegido más allá de las fronteras: así ocurre, en un plano
genérico, con los artículos 25, apartado 1º. De la Declaración Universal de los
Derechos Humanos de 10 de diciembre de 1948, y art. 11 del Pacto Internacional de
Derechos Económicos, sociales y culturales de 19 de diciembre de 1966; en el ámbito
específico de los menores, el derecho a la obtención de alimentos deriva de la
Declaración de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre los Derechos del
Niño de 20 de noviembre de 1959, y el artículo 27, apartado 40, de la Convención de
Naciones Unidas sobre los derechos del niño de 20 de septiembre de 1989. Textos
internacionales estos cuya relevancia intrínseca adquiere peculiar importancia en el
seno de nuestro ordenamiento en virtud de lo dispuesto en el artículo 46 de la
Constitución Política de la República. (2009:52).

Por ello, como afirma Alfonso Brañas, se habla de derecho de alimentos


cuando se da entre parientes y no por el Estado, ya que:

Básicamente, todo ser humano que nace tiene que ser alimentado para subsistir, ya sea
por sus padres u otros parientes, ya por dos personas extrañas o por centros
asistenciales privados o públicos. Pero, sólo en el primer caso (alimentos
proporcionados por los padres o por parientes cercanos) se tipifica la figura que
interesa al derecho civil, porque crea un vínculo (derecho-obligación) entre personas
particulares determinadas, ajeno a toda idea de asistencia social a cargo de entidades
privadas o públicas. (2005:282).

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Y cuando el derecho de alimentos no es garantizado por el Estado podría
dar lugar al caso como el que refiere Sergio Osegueda, de Canal Antigüa,
en su artículo “Demandan al Estado por no garantizar el derecho a la
alimentación”, en el que la ciudadana Vitalina García Erazo en
representación de su hijo menor de edad solicitó medidas de protección
en contra del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación y de
Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda por no garantizarle la
alimentación y vivienda adecuada a favor de su menor hijo, ya que ella
no cuenta con ingresos suficientes para cubrir dichas necesidades, lo cual
toma en cuenta normativa de carácter internacional que protege los
derechos humanos que están implícitos en la demanda, todo esto se dio
en el expediente tres mil trescientos ochenta guión dos mil catorce de la
Corte de Constitucionalidad. (https://canalantigua.tv/demandan-al-
estado-por-no-garantizar-el-derecho-a-la-alimentacion/Recuperado:
11.11.2015).

Características

Ciertamente cada autor según su particular criterio enriquece las propias,


no obstante ello se considera importante mencionar las más comunes,
mismas que se presentaran a continuación y por último se aportaran las
propias, para el efecto abordando inmediatamente el tópico en mención y

12
sin más preámbulos, Alfonso Brañas por excelencia invoca a Rojina
Villegas, quien se limita a enumerar como características de la obligación
alimenticia, las siguientes:

1ª. Es una obligación recíproca; 2ª. Es personalísima; 3ª. Es intransferible; 4ª. Es


inembargable el derecho correlativo; 5ª. Es imprescriptible; 6ª. Es intransigible; 7ª.
Es proporcional; 8ª. Es divisible; 9ª. Crea un derecho preferente; 10ª., No es
compensable ni renunciable, y 11ª. No se extingue por el hecho de que la prestación
sea satisfecha. (2005:282).

Así mismo también se asiste de Valverde, quien presenta como


características:

…es un derecho recíproco (toda persona que tiene respecto a otra derecho a ser
alimentada, tiene el deber u obligación de proporcionarlos, si es necesario); es
personal (se confiere a la persona como persona; comienza en ella y termina con ella);
y, como consecuencia de esta característica, es intransmisible y no admite embargo ni
pignoración. (2005:282).

Luego de las características doctrinarias antes mencionadas, Alfonso


Brañas, manifiesta que legalmente conforme al Código Civil vigente en
Guatemala, son características de los alimentos, las siguientes: “…La
indispensabilidad (Art. 278); la proporcionalidad (Arts. 279, 280, 284);
La complementariedad (Art. 281); la reciprocidad (Art. 283); la
irrenunciabilidad, intransmisibilidad, inembargabilidad y no
compensabilidad –salvo el caso de las pensiones alimenticias retrasadas
que sin son compensables (Art. 282)”. (2005:283).

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Por lo que en ese orden ideas se aprovecha también la dedicada
explicación de cada una de las características de la deuda alimenticia,
que Vásquez Ortiz, (2014) aporta según la doctrina y jurisprudencia,
siendo las siguientes: a) Existe reciprocidad de las pretensiones: Pues
toda vez de que, conforme al artículo 283 del Código Civil, las personas
vinculadas por el parentesco se encuentran en relación recíproca,
consistente en que el sujeto activo concurriendo ciertas circunstancias de
infortunio puede convertirse en sujeto pasivo, es decir que el que da los
alimentos tiene a su vez el derecho de pedirlos, pasando de acreedor ó
alimentante a deudor alimenticio ó alimentista. b) Es irrenunciable: por
su propia naturaleza, es decir por ser predominantemente de interés
público, acorde al artículo 282 del Código Civil. c) Es intransferible o
intransmisible: Se estima una consecuencia intima y relacionada a la
característica de que los alimentos son puramente personales y por ello
no pueden trasferirse sea por herencia o alguna otra institución jurídica
durante la vida del alimentista, extinguiéndose con la muerte del deudor
alimentario no pasado a sus herederos. d) Es puramente personal: Es
personalísima porque depende exclusivamente de las circunstancias
individuales del alimentante y alimentista, pues dicha obligación se
impone tomando en consideración su parentesco y la posibilidad
económica del obligado. Al efecto el Código Civil, regula en los
artículos 279, 283 y 285 que los alimentos han de ser proporcionados a

14
circunstancias personales y pecuniarias de quien los debe y de quien los
recibe y las personas obligadas. e) Es Inembargable: Pues expresamente
regulada como tal en el artículo 282 del Código Civil, los alimentos
tienen una función social y por ende tienen por objeto que el alimentista
subsista y satisfaga sus necesidades primarias, siendo de aquí su razón de
ser, pues de lo contrario sería tanto como privar a la persona de lo
necesario para vivir. No obstante lo anterior, el Código Civil si permisa
la embargabilidad de las pensiones alimenticias atrasadas. f) No se
pueden pignorar, son intransigibles: Pues conforme al numeral 4 del
artículo 2158 del Código Civil, se prohíbe transigir sobre el derecho a ser
alimentado, pero no sobre el monto de los alimentos y sobre alimentos
pretéritos, es decir, que el derecho a recibir alimentos no puede ser objeto
de transacción, pero sí, podrá transigirse sobre el monto de los alimentos
y sobre alimentos pretéritos. g) Incompensabilidad con deudas de las
cuales el alimentante fuere responsable: Al respecto, el artículo 282 del
Código Civil, regula que los alimentos no pueden compensarse con las
deudas que el alimentista tenga para con el que ha de prestarlos, siendo
por ello que la institución jurídica civil de la compensación no opera con
respecto al derecho de alimentos, pues dejaría al alimentista en estado de
indefensión al carecer de lo necesario para subsistir, no obstante ello, si
da brecha a que se pueda aplicar cuando se trate de pensiones vencidas o
atrasadas, pues ya no cumplen el fin inmediato de proporcionar al

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beneficiario lo necesario para sobrevivir. h) El pago es en forma mensual
y anticipada: Pues por mandato del artículo 287 del Código Civil, la
obligación de prestar alimentos es exigible, desde que los necesitare la
persona que tiene derecho a recibirlos, y por ende debe realizarse en
forma mensual, anticipada y sin necesidad de cobro ni requerimiento
alguno. I) Crea un derecho preferente hacia la persona necesitada: Dicho
carácter preferente del derecho de alimentos, está sustentado en los
artículos que se refieren a los derechos y obligaciones que nacen del
matrimonio, el artículo 112 del Código Civil, que regula el derecho
preferente de la mujer sobre el sueldo, salario o ingresos económicos del
marido por las cantidades que correspondan para alimentos de ella y sus
menores hijos; El cual se complementa con la permisión de
embargabilidad del salario, hasta en un 50% para satisfacer obligaciones
de pagar alimentos y prioridad de embargos por alimentos sobre los
demás embargos, conforme al artículo 97 del Código de Trabajo. J) Es
proporcional: Pues conforme a los artículos 279 y 280 del Código Civil,
los alimentos deben de ser proporcionados de acuerdo a las
circunstancias personales y pecuniarias de quien los debe y los recibe y
así también que los mismos se reducirán o aumentarán
proporcionalmente, según el aumento o disminución que sufran las
necesidades del alimentista y la fortuna del alimentante. K) Divisibilidad:
Ya que al cumplirse mediante el pago en especie o dinero,

16
consecuentemente es susceptible de cumplirse parcialmente,
satisfaciéndose mediante pagos periódicos semanales, quincenales o
mensuales, entre otros. Al efecto también debe tenerse presente lo
regulado en el artículo 284 del Código Civil, el cual considera a la
obligación de alimentos, en principio, mancomunada simple, pues
cuando recaiga sobre dos o más personas la obligación de dar alimentos,
se repartirá entre ellas el pago, en cantidad proporcional a su caudal
respectivo. L) No se extingue por ser satisfecha la pretensión: Pues como
principio general las obligaciones se extinguen por su cumplimiento pero
no con respecto al derecho de alimentos, el cual por su naturaleza de
renovación constante, mientras subsista la necesidad del acreedor y la
posibilidad económica del deudor, la cual existiría de por vida del
alimentista sino concurre causa de cesación.

Relevante por su peculiaridad y al no estar repetida, por esa razón


conviene traer a colación de todas las mencionadas por Vladimir Osman
Aguilar Guerra, la única para complementar las anteriores que es:

…e) Obligación imprescriptible: La obligación de prestar alimentos futuros es


imprescriptible, como derivada del vínculo de parentesco. Se justifica esta
imprescriptibilidad por no hallarse el derecho de alimentos en el comercio de los
hombres; sería por tanto, una consecuencia lógica del carácter disponible del
mencionado derecho. Por ende, la obligación de dar alimentos no se extingue por el
transcurso del tiempo. (2009:57).

17
Por lo que como aporte propio del investigador se agrega a las anteriores
que no es retroactiva, ya que lamentablemente no puede surtir efectos
desde o sobre el pasado, pues es exigible por el alimentista a partir de
que se encuentre notificada la demanda planteada ante el Juez de familia
o del momento de celebrado el convenio, pero no antes por todo el
tiempo que el alimentista los necesitó y fueron suplidos
indefectiblemente por su progenitora o encargados, entiéndase éstos
últimos cualquiera de sus parientes en grados próximos como abuelos,
tíos, hermanos, situación la cual penosamente es una omisión del
legislador en el ordenamiento jurídico Guatemalteco y ha dejado en
estado de indefensión a quien ha provisto para dichas necesidades
oportunamente y que merece ser indemnizado o al menos ser restituido
en la cantidad erogada por la obligación que asumió por voluntad propia
y sin formalismos legales. Así también se considera que el derecho de
alimentos es carente de anotación e inscripción en un Registro público a
cuyo cargo debería encontrarse el Estado, característica que es propia de
este país, pues toda vez que Argentina y México han creado
recientemente el Registro de Deudores Alimentarios cuyo propósito es
motivar la paternidad responsable, y cuya consulta de acceso es público y
requisito necesario para los futuros cónyuges al contraer matrimonio,
para que los mismos tengan conocimiento del número de cargas
familiares que soporta el novio antes de formalizar enorme compromiso,

18
situación la cual beneficiaría el estatus económico y social de las futuras
familias, pues lamentablemente uno de los problemas que más aquejan a
nuestro país es la falta de planificación familiar la cual reduce altamente
la calidad de vida no solo de los cónyuges sino también la de los hijos a
quienes se les vedan las oportunidades más esenciales de vida, salud,
educación, un hogar y luego por ineludible consecuencia un trabajo, todo
debido a la condición de pobreza o pobreza extrema a que se les somete
y que desde menores de edad son obligados a trabajar para proveer a las
necesidades de su hogar. Por último se invoca como característica la no
intromisión o provisión supletoria por parte del Estado, pues como es
sabido existen países como Estados Unidos que apoyan subsidiariamente
a madres solteras y personas interdictas, lo cual no ocurre en nuestro país
en donde a no ser que él menor de edad, incapacitado o declarado
interdicto no tenga padres o tutor y protutor respectivamente, será
enviado a un orfanato o centro de salud mental, pero en sí, el ente estatal
no aportará ni soportará la carga de los menores de edad que se
encuentren bajo cuidado y protección de una madre cuyo padre no
provea los alimentos, no obstante la motivación negativa que el
legislador le intento plasmar en el Código Penal con el delito de
negación de asistencia económica y en la Ley contra el Femicidio y otras
formas de Violencia contra la Mujer, en donde se tipifica el delito de
violencia económica.

19
Clasificación de los alimentos

Respecto a este tema, se toma en consideración a Valladares de Padilla


(2013), quien afirma que desde los puntos de vista legal y doctrinario, los
alimentos pueden clasificarse de la manera siguiente: primeramente en
cuanto al a) Tiempo: a.a) Alimentos pretéritos o pasados: Pues acorde al
Código Civil anterior, es decir el de 1933 solo podían cobrarse alimentos
hasta doce meses anteriores a la demanda. Y es criterio de dicha autora,
que conforme al artículo 286 del Código Civil vigente en Guatemala, el
cual regula que por las deudas que la madre contraiga para alimentos de
ella y sus menores hijos por omisión del padre, será responsable él
mismo, al no establecer tiempo límite, en consecuencia debe aplicarse la
prescripción negativa, la cual concede un plazo de dos años conforme al
numeral 4 del artículo 1514 del Código Civil; a.b) Alimentos presentes:
ya que acorde al artículo 287 del Código Civil, los alimentos son
exigibles para el obligado desde que los necesite el alimentista, siendo de
beneficio para el actor no tener que probar dicha necesidad, pues por
imperativo legal es presunción legal, que admite prueba en contrario, es
decir iuris tantum. a.c)Alimentos futuros: con respecto a ellos, el artículo
292 del Código Civil, coacciona al deudor alimentario a prestar garantía
suficiente en virtud de haber sido obligado mediante juicio respectivo
por no haber cumplido con su obligación para con respecto al acreedor

20
alimenticio; Segundo por su b)Origen: b.a) Alimentos forzosos:
denominados así porque la obligación de darlos deriva por ministerio de
ley, que se perfecciona posteriormente por fallo judicial y por ende
ejecutable por imperio de fuerza o autoridad, conforme al artículo 283
del Código Civil. b.b) Por resolución judicial, la cual a su vez puede
subdividirse en dos tipos de pensiones, b.b.a)provisional, la cual tiene
lugar durante la tramitación del juicio; y b.b.b)Definitiva, cuando el fallo
judicial ha encontrado firmeza o tiene la calidad de cosa juzgada; b.c)
Por voluntariedad propiamente dicha, la cual tiene lugar cuando el
alimentante da los alimentos sin coacción judicial, la cual se constituye
por contrato, testamento o donaciones; y por tercero y último, por su c)
monto o cuantía: c.a) Alimentos necesarios: aquellos que son
indispensables para la supervivencia de una persona, sin perjuicio de su
condición social. c.b)Alimentos congruos: Los cuales han de darse por el
alimentante atendiendo a la condición social o situación del alimentista.

De la clasificación anterior con respecto a los alimentos pretéritos antes


mencionados, Aguirre Godoy (2003) disiente de lo afirmado por la
autora antes relacionada, y valga ser oportuno para mencionarlo, pero
criterio que también comparte el investigador, pues expresa que dicha
figura ya no tiene cabida en el Código Civil vigente, pues ya no pueden
reclamarse alimentos pretéritos los cuales si bien es cierto estaban

21
regulados en el artículo 218 del Código Civil anterior, solo podían
cobrarse sino por un tiempo que no excediera de los doce meses
inmediatamente anteriores a la demanda, lamentablemente dicha
normativa ya no fue trasladada o contemplada en el actual Código Civil,
ya que si bien es cierto el artículo 287 de dicho cuerpo normativo regula
que la obligación de prestar alimentos será exigible desde que los
necesitare quien tenga derecho a recibirlos, y que el pago se hará por
mensualidades anticipadas y cuando fallezca el alimentista, sus herederos
no estarán obligados a devolver lo que éste hubiere recibido
anticipadamente, también lo es que igual disposición estaba plasmada en
el artículo 215 del Código Civil anterior, lo que confirma la intención del
legislador de suprimir la demanda de alimentos pretéritos. Que con
respecto al artículo 287 del Código Civil, si bien expresa desde cuándo
será exigible la obligación de dar alimentos, también lo es que como
brillantemente arguye él mismo, no ordena que a partir de dicho
momento se deban y una cosa es que puedan exigirse y otra que exista un
crédito a favor del alimentista por alimentos pretéritos, siendo por ello,
que deja total y enteramente la responsabilidad al alimentista para
reclamarlos desde que los necesite, a fin y con el solo objeto de que
desde dicho momento el juez fije la pensión provisional al darle trámite a
la demanda de juicio oral de fijación de pensión alimenticia planteada,
por lo que una vez fijada la pensión provisional, entra en juego la

22
prescripción extintiva, específicamente el numeral 4 del artículo 1514 del
Código, que regula que prescriben en dos años las pensiones no
cobradas, tomando en consideración por supuesto que conforme al
artículo 1505 del Código Civil, dicha prescripción no correría contra
menores e incapacitados mientras no tengan representantes legales, entre
padres e hijos durante la patria potestad, entre los cónyuges durante el
matrimonio y análogamente entre hombre y mujer durante la unión de
hecho, y entre los menores e incapacitados y sus tutores, mientras dure la
tutela.

Respecto a la clasificación de los alimentos, a excepción de la


mencionada oportunamente, el investigador se encuentra de acuerdo con
la plasmada y descrita por Valladares de Padilla, y considera mencionar
que la mayoría de autores se refieren en cuanto a la misma únicamente
refiriéndose al tiempo, sin embargo se puede aportar que pudieran
agregarse las siguientes: por la forma de prestarlos, conforme al artículo
279 del Código Civil, que faculta al obligado para proporcionarlos en
efectivo (213 del Código Procesal Civil y Mercantil) o que los preste de
otra manera (en especie), cuando a juicio del Juez medien razones que la
justifiquen. Así como también por los sujetos, si la obligación es simple
o mancomunada, tanto del deudor alimentario como del acreedor
alimenticio, pues conforme a los artículos 283, 284 y 285 del Código

23
Civil, se permisa la existencia de varios sujetos para que conformen cada
una de las partes, sean sujeto activo o pasivo.

Contenido del derecho de alimentos

En cuanto a ello el Código Civil, en su artículo 278, prescribe:


“Concepto. La denominación de alimentos comprende todo lo que es
indispensable para el sustento, habitación, vestido, asistencia médica y
también la educación e instrucción del alimentista cuando es menor de
edad”.

De esa cuenta, al respecto se concuerda y aprovecha la crítica de


Vladimir Osman Aguilar Guerra, quien manifiesta que: “A pesar de que
nuestro Código Civil en el Libro I, Capítulo VIII, titulado “concepto”, no
define la obligación alimenticia y el contenido de la norma se limita a
describir el contenido del término alimentos” (2009:51).

Nos servimos de esta laguna legal, porque según nuestro particular punto
de vista, anteriormente del estudio del derecho comparado, la definición
de alimentos en otros países se advierte que dicho fallo lo traemos por
plagiar de otros países, sin realizar un análisis a profundidad, pues el
Código Civil español que en su artículo 142 acoge como concepto de
alimentos: “Se entiende por alimentos todo lo que es indispensable para

24
el sustento, habitación, vestido y asistencia médica. Los alimentos
comprenden también la educación e instrucción del alimentista mientras
sea menor de edad y aun después cuando no haya terminado su
formación por causa que no le sea imputable. Entre los alimentos se
incluirán los gastos de embarazo y parto, en cuanto no estén cubiertos de
otro modo”. (http://www.boe.es/buscar/pdf/1889/BOE-A-1889-4763-
consolidado.pdf Recuperado: 05.10.2015).

En cuanto a la cita anteriormente invocada, el doctrinario Aguilar


(2009), opina que del estudio de dicha disposición en el Código Civil
vigente en Guatemala, se deduce que el mismo sólo contiene una simple
enumeración de lo que debe entenderse comprendido en el concepto de
alimentos, pero no existe un criterio referencial el cual permita
determinar el máximo de las necesidades que deben ser atendidas a
través del concepto de alimentos, entre los cuales deben considerarse
incluidos: a) Lo indispensable para el sustento, lo cual incluye vestido y
asistencia médica, manutención y habitación. Lo que evidencia la
variedad de las posibles prestaciones a que se pudiera tener derecho y
deberían ser examinadas en cada caso concreto, para determinar si el
acreedor alimentario podría reclamar cantidades por todos los conceptos
expresados en su globalidad o sólo por algunos de ellos. b) Los gastos
educativos: pues conforme al artículo 278 del Código Civil, estos se

25
entienden inclusos cuando el alimentista se encuentra en minoría de
edad. c) Los gastos de embarazo y parto: Como se puede apreciar de la
definición del Código Español anterior, y tomando en consideración que
el autor invocado realizó sus estudios de post grado en dicho país, no es
de sorprenderse que tome como base la legislación de dicho país, y al
efecto aporta, que deberán tomarse en consideración siempre y cuando
no estén cubiertos por prestaciones de seguridad social, sin perjuicio de
otras que pudieran ser aplicables, afirmando que dicha obligación es
susceptible de imponerse únicamente al progenitor del nacido, y
sumándolo como un gasto más de los que se deben para la manutención
de éste y siendo oportuno, también invoca que en cualquier otra ocasión
o por cualquier otro motivo como está prescrito en ley, también los
gastos debidos por asistencia médica.

Como aporte propio, se considera que el término “sustento” contenido


dentro del artículo 278 del Código Civil, se considera ambiguo, oscuro y
confuso y por ende el legislador debió haber utilizado aunque
redundante, pero no por ello imprecisa, la expresión “la alimentación”,
pues se comete constantemente el error por quienes redactan, en general
y en cualquier clase de documento, que con el propósito de enarbolar
demasiado sus argumentos se consignan frases de difícil comprensión,
cuando primeramente debemos ceñirnos a lo básico y lo simple, para

26
alcanzar la meta de todo escritor, que debe ser comprendido y que la
comunicación de sus ideas en los términos expresados, sea un total éxito.

Elementos personales

En cuanto a ello Vásquez Ortiz, indica los siguientes “ALIMENTANTE.


Llamado también alimentador, es la persona obligada a proporcionar
alimentos. ALIMENTISTA. Llamado también alimentario, es la persona
que tiene derecho a recibir los alimentos” (2014:408). Y sobre éste
último, al respecto Aguilar Guerra, expresa que: “El alimentista es
aquella persona que tiene derecho a reclamar alimentos a los parientes
que se enumeran en el artículo 283 del Código Civil”. (2009:59).

En México se utilizan los términos deudor alimentista y acreedor


alimentario, lo que personalmente se considera más preciso y no
redundante, y al respecto el Libro digital o virtual disponible de la
Universidad Nacional Autónoma de México indica:

Dos elementos esenciales componen la figura de los alimentos: el primero es el


acreedor, es decir, la persona que legalmente compruebe la necesidad real y evidente
de recibirlos; y el segundo es el deudor, el cual tiene la obligación de cubrirlos según
sus posibilidades económicas, para lo cual proporcionará una cantidad en dinero o en
especie. El derecho de percibir alimentos inicia con la necesidad de éstos por parte de
un acreedor alimentario y la obligación de proporcionarlos con la capacidad
económica del deudor alimentista, ello en virtud del parentesco por consanguinidad,
por la celebración del matrimonio o cuando existe concubinato, por adopción y, en
determinados casos, aun después de disuelto el vínculo matrimonial, subsistiendo ese

27
derecho en tanto exista y se demuestre la necesidad del acreedor alimentario y la
capacidad del deudor de suministrarlos.
(http://biblio.juridicas.unam.mx/libros/5/2478/4.pdf Recuperado: 05.10.2015).

Personas obligadas a prestarse legal y recíprocamente


alimentos

Al respecto el Código Civil, en su artículo 283, prescribe que se


encuentran obligados a darse alimentos recíprocamente los cónyuges,
ascendientes, descendientes y hermanos, y aunque la ley no precisa,
expresa ni aclara el orden en que los mismos deben prestarse,
consideramos que debe entenderse en el orden que han sido nombrados
por el mismo artículo antes invocado y por lógica a la proximidad de
grado y línea del parentesco, si lo hubiere, pues en el caso de que cuando
su origen proviene de contrato o sucesión testamentaria no lo hay, y en el
caso del matrimonio recordemos que dicho vínculo legal genera
parentesco pero no grado alguno, conforme la parte final del artículo 190
del mismo cuerpo normativo.

En caso los padres, es decir padre y madre, por las circunstancias


personales y pecuniarias no pudieran proporcionar los alimentos a sus
hijos, dicha obligación queda delegada por ministerio de ley en los
abuelos paternos de los alimentistas, durante el tiempo que se encuentren
imposibilitados los padres. Resulta curiosa la acotación antes

28
relacionada del Código Civil en el artículo antes citado, pues deja ver
todavía sus marcadas raíces de paternalismo o machismo, imponiendo o
atribuyendo con preferencia a la línea paterna compromisos u
obligaciones que sin duda alguna trae del anterior Código Civil, el de
1877, aprobado por Justo Rufino Barrios, siendo otro claro ejemplo de lo
anterior también, el orden de la tutela legítima regulado en el artículo
299 en donde da preferencia a la línea paterna, lo cual tiene sentido
conforme a la época guatemalteca, en la cual se limitaba a la mujer al
trabajo doméstico y a no generar recursos económicos, y generalmente la
familia paterna se encontraba mejor acomodada económicamente;
Aunque ya del análisis más detenido y bajo una óptica más sabia, no deja
de tener razón sensata, pues por mandato legal conforme a la línea de
pensamiento anterior, es decir la paternalista, el hombre o caballero tiene
una obligación económica, el aportar periódicamente una cantidad de
dinero o proveer de los recursos o medios necesarios para la subsistencia
de su esposa y la prole familiar, y en cuanto a la mujer, se le ha impuesto
un deber de servicio, cuidado y protección hacia su cónyuge e hijos, por
costumbre y mandato social, hasta reciente época en donde por medio del
liberalismo femenino y necesidad latente económica, los cuales han sido
los detonantes para aportar grandes elementos femeninos de trabajo, que
ocupan puestos de relevancia política y social quienes han demostrado
desempeñarse con mayor eficacia que los de género varonil, tanto en

29
esferas materiales como intelectuales y en todos los niveles sociales.
Pues en ese sentido, es comprensible que la obligación de proporcionar
alimentos legalmente haya sido trasladada a los abuelos en línea paterna
pues, es comprensible que ante la falta de recursos necesarios para
subsistir provistos por parte del progenitor o padre de los hijos, se
presume que la madre ha provisto de alguna u otra manera para ello y así
también los abuelos maternos de una manera silenciosa y discreta han
brindado el apoyo a su hija también madre de los alimentistas, pues no
tendría razón de ser que la madre de los alimentistas accionara o
procediera en contra de su propia ascendencia, si la carencia viene de la
línea paterna, y por ello pretende responsabilizar de manera directa a la
misma, quien ante la omisión del padre, tenga el llamado de la
conciencia, de que por su culpa también sus padres tendrán una
obligación que deviene de sus actos o responsabilidades naturales y
legales, y se motive o incline a salir de la situación penosa y precaria en
que se encuentra y pueda aportar al sostenimiento de su esposa e hijos.

Por su parte el artículo 284 del mismo cuerpo legal, también prevé el
supuesto de que en caso la obligación de prestar alimentos recayera sobre
dos o más personas, ha de repartirse entre ellas el pago, conforme a su
caudal respectivo, verbigracia, aunque no es el único caso en el que cabe,
deseo mencionar según la experiencia de quien redacta en su calidad de

30
oficial de trámite de un Juzgado de Familia, esto ha tenido cabida en
casos en donde padres de la tercera edad generalmente en estado de
viudez y después de haber repartido sus bienes entre sus hijos, según
ellos en calidad de “herencia” para evitarles problemas posteriores a su
fallecimiento, han caído en la zozobra y piden de sus hijos los deberes de
una pensión alimenticia periódica, toda vez de que después de diversos
llamados inclusive entre los mismos, no quieren o no pueden aportar para
ese efecto, así todos los hijos, tienen el mismo parentesco, grado y línea
para con ellos, y por ende deben aportar en forma proporcional a su
caudal respectivo, esto también es robustecido conforme lo prescrito en
el artículo 280 del mismo cuerpo normativo, y conforme los bienes y
trabajo del alimentista no alcancen a satisfacer sus propias necesidades
según el artículo 281, siendo que en caso de urgente necesidad y debido
a las circunstancias particulares y especiales del caso, el Juez de familia
podrá decretar que uno o varios de los obligados presten
provisionalmente la prestación, quienes podrán repetir más adelante en
contra de los demás en la parte que les corresponda, tal cual una
verdadera obligación de carácter civil mancomunada y solidaria.

31
Orden de la prestación de alimentos

Con respecto al mismo se aborda inmediatamente el aspecto legal pues es


la base y fundamento para comprender los argumentos posteriores, y por
ello se invoca el artículo 285 del Código Civil, el cual estipula que
cuando dos o más alimentistas tuvieren derecho a ser alimentados por
una misma persona, pero ésta no tuviere la fortuna bastante para atender
a todos, deberá prestarse en el siguiente orden: a) A su cónyuge. b) A los
descendientes del grado más próximo. c) A los ascendientes, también del
grado más próximo; y d) A los hermanos. Si los alimentistas
concurrentes fuesen el cónyuge, o varios hijos sujetos a la patria
potestad, el juez atendiendo a las necesidades de uno y otros, determinará
la preferencia o la distribución.

Con base a lo anterior, se toma en consideración lo expuesto por Brañas


(2005), quien refiriéndose al orden de la prestación de alimentos, explica
que si bien es cierto el artículo 283 del Código Civil rige quienes están
obligados recíprocamente a darse alimentos, también lo es que de
carácter general no fija en realidad un orden en cuanto a la prestación de
los mismos, y ante la omisión del legislador por la característica de
reciprocidad del derecho de alimentos, ha de atenderse la proximidad del
parentesco, así de esta manera los consortes deben prestarse alimentos

32
entre sí, acorde a lo establecido en los artículos 109, última parte, 110,
111, 112, 113, 114 del Código Civil, posteriormente los padres a los
hijos, los abuelos a los nietos y los hijos y los nietos a los padres y a los
abuelos, así como también los hermanos entre sí, todo ello sin perjuicio
de otros ascendientes y descendientes que tengan derecho a ser
alimentados en grados más próximos. En cuanto a la disposición
contenida en el párrafo último del artículo 285 del Código Civil, expresa
que por medio de la misma quedo tipificada así en la ley la característica
de divisibilidad de la obligación alimenticia a razón de las inmediatas
necesidades de uno y otro alimentista, incluso hace hincapié en que el
Código Civil actual y vigente, también incurriendo en el mismo error en
orientación que el Código Civil de 1933, el cual omitió establecer o
regular el orden en que la obligación de prestar alimentos debe y puede
ser exigida, substituyéndolo por el orden en que los alimentos deben ser
prestados ante el supuesto de la existencia de que la fortuna del obligado
no sea suficiente para satisfacer a uno, dos o más alimentistas, lo que no
ocurrió con el Código Civil de 1877, en cuyo artículo 239 si se enumeró
taxativamente el orden de prestación de alimentos, disponiendo que
serían suministrados, primero por el padre, segundo por la madre, tercero
por los ascendientes paternos, cuarto los ascendientes maternos, y quinto
por los descendientes según el orden en que fueran llamados a suceder.

33
Por lo que siempre en ese orden de ideas el autor antes relacionado,
justifica la necesaria regulación en dicho cuerpo normativo, citando al
Doctor Cruz, quien con respecto a la obligación de los ascendientes de
proporcionar alimentos a los descendientes, indicó que:

Se extiende esta obligación a los ascendientes, porque ellos son también la causa,
aunque más remota, de la existencia, y ese título los une con vínculo estrecho a sus
descendientes, y crea en ellos vivísimo afecto y extraordinario interés por su suerte.
Para que recaiga sobe ellos la obligación de alimentar, no es indispensable
absolutamente que el padre y la madre hayan fallecido: baste que se hallen en tal
estado de pobreza, que no puedan suministrar los alimentos (240 C.). Porque el
vínculo y el interés que apoyan esa obligación existen en todo tiempo, y por lo mismo
puede hacerse efectiva desde que por cualquier motivo, no puedan llenarla los que
están, en primer término, llamados a hacerlo. Entre ellos ascendientes, la obligación
de alimentar corresponde primero a los más próximos, y después, a los otros
sucesivamente, es decir, primero a los abuelos: en seguida a los bisabuelos; y después,
continuando en ese mismo orden. (2005:286).

Regulación de la cual queda un simple remanente en el actual Código


Civil, como se aprecia en el segundo párrafo del artículo 283 de dicho
cuerpo normativo, pues el cual estipula que cuando el padre no pueda
proporcionar los alimentos a sus hijos y la madre tampoco pudiere
hacerlo, dicha obligación corresponde a los abuelos paternos de los
alimentistas por el tiempo que dure la imposibilidad. En la práctica esto
se da comúnmente cuando lamentablemente el padre del menor de edad o
esposo, emigra hacia otro país o se ignora su paradero, y la madre con
urgente necesidad necesita reclamar o entablar su demanda de juicio oral
de fijación de pensión alimenticia pero desconoce la residencia del

34
mismo, lo más viable es demandar a los abuelos paternos, ya que ante la
oportuna noticia, al obligado primitivamente a responder por dicha
obligación, él mismo se hará cargo de su responsabilidad directa o
indirectamente, en el primer supuesto porque puede llegar a un acuerdo
con la actora y suscribir un convenio de fijación de pensión alimenticia
ante el Juzgado del ramo de familia, y en el segundo supuesto, porque si
se llegase a condenar a los abuelos paternos, solamente un hijo
indiferente e irresponsable dejaría soportar la carga de sus obligaciones a
sus progenitores quienes ya cumplieron su compromiso con respecto al
mismo, siendo lo más común que aunque éste fuera el caso, el padre
ausente mandaría dinero a sus padres para que por vía de estos se lo
hagan llegar a la actora quien al final lo utilizaría en el destinatario final
que es el alimentista.

Creación de la obligación alimenticia

Al respecto el Código Civil indica en el artículo 287, que la misma será


exigible desde que los necesitare la persona que tenga derecho a
percibirlos, y por ello Vladimir Osman Aguilar Guerra, opina que:

La obligación surge cuando el alimentista se encuentra en el estado de necesidad que


sirve de presupuesto para que el derecho surja… Esta obligación puede ser cumplida
de forma voluntaria, en cuyo caso no existe mayor problema. O puede que el obligado
a prestar alimentos se niegue a ello, debiendo entonces el alimentista plantear una

35
demanda en un juicio oral de pensión alimenticia para que se reconozca su derecho;
en este caso, se abonará desde la fecha en que se notifique la demanda. (2009:63).

Criterio el cual comparten Wilfrido Porras, Edgar de León y Victalino


Espino quienes al referirse a la creación de la obligación alimenticia,
indican que:

Conforme el código se presentan desde que necesita alimentos la persona que tenga
derecho a percibirlos de otra, debe entenderse que ha de existir y comprobarse la
relación de derecho (Obligación Alimenticia), determinándose en cada caso que una
persona efectivamente necesita que se le proporcione alimentos y que otra
determinada persona legalmente es la obligada a proporcionarlos. Concluyendo la
obligación proveniente de los alimentos será exigible desde el momento que los
necesitare la persona para subsistir, y que la misma tenga derecho a percibirlos, pero
siempre y cuando éstos deben ser abonados o pagados a partir de que el mismo
interponga la demanda solicitándolos. (2001:166).

Necesidad de pedir alimentos la cual se presume, mientras no se pruebe


lo contrario conforme al artículo 212 del Código Procesal Civil y
Mercantil.

Siendo que variando un poco de enfoque, en cuanto a la creación de la


obligación alimenticia, Vásquez Ortiz, someramente indica que el
derecho de alimentos puede provenir de: “a) la ley b)del testamento c)
del contrato.”.(2014:407). Pero al profundizar en los mismos, Brañas
indica que:

Por principio general, proviene de la ley. Sin embargo, por ley o por testamento o por
contrato, puede crearse la obligación alimenticia respecto a personas no comprendidas
en la enumeración legal, respecto a personas no ligadas por parentesco alguno o por

36
parentesco que no las obligara legalmente a suministrarse alimentos (Cfr. Art. 291).
Tratase, por supuesto de casos excepcionalísimos, que se rigen, conforme al artículo
citado, por las disposiciones legales sobre la materia, salvo lo pactado u ordenado por
el testador o por la ley (ha de entenderse que se trataría de una ley especial).
(2005:283).

En complemento de lo anterior, el artículo 291 del Código Civil, es claro,


preciso, determinante y contundente al regular que los casos en que se
tenga derecho a los alimentos devendrán por ley, testamento o contrato, y
en cuanto a ello, guiado por Sigüenza Sigüenza, tienen amplia relación
los artículos de dicho cuerpo normativo los siguientes, el 73 que
prescribe que los poseedores de bienes deben proveer de alimentos a los
que tengan derecho a percibirlos, el 128 que manda que bajo el régimen
de separación absoluta de bienes no exime a los cónyuges de su
obligación de sostener los gastos del hogar, alimentación y educación de
los hijos y demás cargas del matrimonio, el 936 que rige la libertad de
testar, la cual solo tiene por límite el derecho de las personas a ser
alimentadas, y en el caso de la sucesión intestada supletoriamente
robustece el artículo 1081, mismo que se complementa con lo
preceptuado en el artículo 1099, que ordena por imperativo a los
herederos al hacer la partición de bienes hereditarios, asegurar en
beneficio de los alimentistas las porciones o cuotas a que los mismos
tengan derecho, y sin ese requisito no será inscrita la partición (2010:72).

37
Aunado a ello, se estima que es necesario precisar que en cuanto a las
fuentes u orígenes de las pensiones alimenticias, no es para nada
discutible que por monarquía absoluta provienen de la materia de
familia, pues primero en área sustantiva tienen su origen en el
parentesco, con o sin grado según corresponda, y luego en el área
procesal o adjetiva se hace efectiva, materializa o se concreta en los
siguientes casos:

Convenios voluntarios de fijación de pensión alimenticia celebrados


fuera de juicio

En cuanto a ello, según criterio del Juzgador, puede que en los


Tribunales de Familia previo al inicio del juicio oral de fijación de
pensión alimenticia citen a los interesados a junta conciliatoria, siempre
observando la garantía Constitucional regulada en el artículo 32 de la
Constitución Política de la República de Guatemala, con el objeto de
solucionar a la mayor brevedad las controversias, el cual sin apartarse de
lo establecido en la ley, ha dado muy buenos resultados, ya que al llegar
a un acuerdo, el Juez levantará el acta correspondiente y emitirá auto
homologando el convenio al cual hayan arribado las partes, otorgándole
la calidad de titulo ejecutivo, lo anterior tiene sustento en el numeral
romanos II), tercera parte de la Circular número 42/AH de la Corte

38
Suprema de Justicia consistente en el Instructivo para los Tribunales de
Familia, y la literal e) del artículo 66 de la Ley del Organismo Judicial.

Juicio oral de fijación de pensión alimenticia

Cuyo procedimiento se encuentra regulado en los artículos 199 al 210 y


212 al 216 del Código Procesal Civil y Mercantil; Y el cual por mandato
legal ordena conforme al numeral 3 del artículo 199 del Código Procesal
Civil y Mercantil, que se tramitaran en juicio oral, los asuntos relativos a
la obligación de prestar alimentos, y por ello conforme al artículo 12 y
212 del mismo cuerpo normativo, y los artículos 1, 2, 3 y 8 de la Ley de
Tribunales de Familia y Circular número 42/AH de la Corte Suprema de
Justicia consistente en el Instructivo para los Tribunales de Familia, el
actor presentará su demanda ante los tribunales de familia donde resida
el demandado o tenga su domicilio el actor a elección de éste último, con
el título en que se funda, que puede ser testamento, contrato o ejecutoria
en que conste la obligación o los documentos justificativos del
parentesco.

Ahora bien, en el presente juicio la obligación alimenticia se puede


materializar en dos etapas, la primera de forma provisional, cuando el
Juez de familia por mandato legal al darle trámite a la demanda conforme
artículo 213 del Código Procesal Civil y Mercantil, y por el carácter

39
urgente de la misma, determina un monto provisional en concepto de
pensión alimenticia a favor del ó los alimentistas, y que el Juez
determinará, según Mario Aguirre Godoy, con fundamento en el artículo
213 del Código Procesal Civil y Mercantil del cual se desglosan las dos
siguientes reglas:

a) La primera establece que con base en los documentos acompañados a la demanda y


mientras se ventila la obligación de dar alimentos, el juez ordenará, según las
circunstancias que se den provisionalmente, fijando su monto en dinero, sin perjuicio
de la restitución, si la persona de quien se demanda obtiene sentencia absolutoria
(párrafo 1º. del artículo 213). De manera que si el actor acompaña con su demanda
documentos que justifiquen las posibilidades del demandado, o den idea de su
posición social, el juez fijará de acuerdo con ellos el respectivo monto;
b) Si no se acompañaren documentos justificativos de las posibilidades económicas
del demandado, el juez fijará prudencialmente la pensión alimenticia provisional
(párrafo 2º. del artículo 213). Conforme a esta segunda situación, aunque no haya
ninguna justificación documental de las posibilidades del demandado, el juez siempre
fijará la pensión provisional, pero a su prudente arbitrio. (2003:50).

Dicha pensión alimenticia provisional, la cual reviste el carácter de titulo


ejecutivo, criterio que comparte la Corte de Constitucionalidad, según
Ingrid Marie Verdin Mansilla en su artículo “La Pensión Provisional de
Alimentos es Exigible en Cualquier Momento, en tanto se Decide, el
Proceso Principal en Definitiva”, publicado en la revista INFO.CC en
abril del año 2014, año tres, número doce, el cual indica:

La Corte de Constitucionalidad conoció en segunda instancia de la acción


constitucional de amparo promovida por Santiago Emiliana Xec Nolasco, en nombre
propio y en el ejercicio de la patria potestad y representación de sus cuatro hijos
menores de edad, contra la Sala Cuarta de la Corte de Apelaciones del ramo Civil y
Mercantil, quien en resolución de tres de febrero de dos mil doce –acto reclamado-,

40
confirmó lo resuelto por el Juzgado Primero de Primera Instancia de Familia del
departamento de Quetzaltenango, tras considerar que no procede la ejecución de una
pensión provisional por no constituir esta título ejecutivo suficiente y exigible
conforme a la ley de la materia. Al resolver la acción constitucional de amparo el
Tribunal de Primera Instancia resolvió denegar el amparo solicitado por la postulante.
…Esta Corte, es del criterio, que la fijación de la pensión alimenticia provisional es
exigible en cualquier momento, en tanto el asunto principal que la provocó se
resuelve en definitiva, ello por el carácter de urgencia que la reviste en cuanto a cubrir
necesidades inherentes al ser humano. En ese mismo sentido se pronunció este
Tribunal en la sentencia de cinco de mayo de dos mil diez, dictada dentro del
expediente ciento veinticinco – dos mil diez. …La Corte de Constitucionalidad,
resolvió revocar la sentencia de primer grado y consideró la necesidad de resolver en
el sentido de otorgar la protección constitucional. (2014:7).

Y criterio que también comparte Mario Aguirre Godoy, al indicar que:

Aunque la ejecución se supone aplicable cuando ya el proceso ha concluido por virtud de sentencia, sin
embargo, debe recordarse que en la primera resolución que dicta el juez, fija la pensión provisional, y
esta pensión, también puede dejar de pagarse. (2003:54).

En fin, la segunda etapa por la cual puede materializarse la obligación


alimenticia en este tipo de juicio, es cuando la misma ya se determina en
forma definitiva, sea bien porque las partes llegan a convenio dentro del
juicio, conforme artículos 203 del Código Procesal Civil y Mercantil, y
11 de la Ley de Tribunales de Familia, o bien porque una vez llegado el
momento procesal oportuno el Juez de familia la fija dictando la
sentencia que en derecho corresponde conforme artículo 208 del Código
Procesal Civil y Mercantil, títulos los cuales revisten el carácter de titulo
ejecutivo conforme a los numerales 1 y 7 del artículo 294 del Código
Procesal Civil y Mercantil.

41
Voluntarios de separación y divorcio

Para Marcel Planiol y Georges Ripert, el divorcio es: “la ruptura de un


matrimonio válido, en vida de los dos esposos; divortium se deriva de
divertere, irse cada uno por su lado. Esta ruptura sólo puede existir por
autoridad de la justicia y por causas determinadas en la ley.” (1997:153).

Este tipo de proceso es de naturaleza de los denominados de jurisdicción


voluntaria y se encuentra regulado en los artículos 426 al 434 del Código
Procesal Civil y Mercantil. La pensión alimenticia en el presente caso el
Juez puede concretarla en forma provisional como medida precautoria al
darle curso a la solicitud, conforme al artículo 427 del Código Procesal
Civil y Mercantil, o bien omitir la forma provisional y pronunciarse en
forma definitiva al dictar oportunamente la sentencia que en derecho
corresponda, debiendo tomar en consideración el proyecto de convenio
de bases que para el efecto hayan propuesto los promoventes, en
cumplimiento al artículo 163 del Código Civil y 429 del Código Procesal
Civil y Mercantil, siempre tomando en consideración lo prescrito en el
artículo 169 del Código Civil, en cuanto a que la mujer inculpable gozará
de la pensión alimenticia referida por el artículo 163, misma que podrá
ser fijada por el juez si no lo hicieren los cónyuges, de la cual gozará
mientras no contraiga nuevo matrimonio, teniendo igual derecho el

42
marido imposibilitado para dedicarse a trabajos que le proporcionen
medio de subsistencia.

Juicio ordinario de separación y divorcio por causal determinada

De naturaleza contenciosa, este juicio debe tramitarse en la vía ordinaria


por mandato del artículo 154 del Código Civil, y su regulación está
contemplada en los artículos 96 al 198 del Código Procesal Civil y
Mercantil. En el presente caso como consecuencia del divorcio al haberle
sido demostrada y encuadrar alguna de las causales contenidas en el
artículo 155 del Código Civil, el juez determinará en forma definitiva la
pensión alimenticia a favor de los alimentistas en la sentencia, debiendo
observar para el efecto el proyecto de convenio de bases propuesto por el
actor, conforme a los presupuestos exigidos en los artículos 163 y 165
del Código Civil. Valga decir que conforme los artículos 159, 160 y 161
del Código Civil, son efectos civiles comunes a la separación y el
divorcio la liquidación del patrimonio conyugal, el derecho de alimentos
a favor del cónyuge inculpable, en su caso y la suspensión o pérdida de
la patria potestad, cuando la causal de separación o divorcio la lleve
consigo y haya petición expresa de parte interesada, y es efecto propio
del divorcio la disolución del vinculo matrimonial y son efectos propios
de la separación, además de la subsistencia del vínculo conyugal, el

43
derecho del cónyuge inculpable a la sucesión intestada del otro cónyuge
y el derecho de la mujer de continuar usando el apellido del marido.

Como medidas de seguridad dentro de los juicios de violencia


intrafamiliar

Con el Decreto 97-96 del Congreso de la República de Guatemala, Ley


para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Intrafamiliar, el Estado
dotó a los Juzgados de paz y Juzgados de Familia de un instrumento útil
y necesario para la erradicación de la violencia intrafamiliar en
cualquiera de sus manifestaciones, física, psicológica, patrimonial y
sexual, dictando medidas de seguridad dentro de los juicios de violencia
intrafamiliar a favor de las víctimas, y cuyo numerus clausus se
encuentran contenidas en el artículo 7 de dicho cuerpo normativo, las
cuales desde un criterio personal se considera no tienen una naturaleza
perfectamente determinada, sino que más bien son híbridas entre las
materias de civil y penal, ya que desde la óptica del primero, su
oposición puede plantearse con base al artículo 519 del Código Procesal
Civil y Mercantil en la vía de los incidentes regulada en los artículos 135
al 140 de la Ley del Organismo Judicial y también es susceptible de
oposición en materia penal.

44
Como se mencionaba anteriormente, dentro de las medidas de seguridad
susceptibles de decretar por los tribunales se encuentra la contenida en la
literal k) del artículo 7 de la Ley para Prevenir, Sancionar y Erradicar la
Violencia Intrafamiliar, que preceptúa: “Fijar una obligación alimentaria
provisional, de conformidad con lo establecido en el Código Civil.”. La
medida de seguridad antes relacionada, según criterio del sustentante, si
bien es cierto carece de los fundamentos y formalidades de ley, y por
ende vulnera los derechos constitucionales de defensa y debido proceso
del presunto agresor, también lo es que al consistir en una medida de
seguridad, decretada por Juez en uso de sus facultades, deberá cumplirse,
pues si fuera el caso la misma tiene la imperatividad para ser cumplida,
sea bien primeramente porque reviste la calidad de título ejecutivo,
criterio no compartido por el redactor por no encontrarse expresamente
regulado de dicha manera en la normativa correspondiente, y segundo ya
que él denunciado también puede ser compelido por la vía penal, es
decir, al incurrir y ser procesado por el delito de desobediencia regulado
en el artículo 414 del Código Penal.

45
Incumplimiento y exigibilidad de la obligación de alimentos

Con respecto a ello es menester abordar inmediatamente el tema tomando en cuenta lo que al
respecto Vladimir Osman Aguilar Guerra opina, al afirma que:

Constituye un problema real y grave el incumplimiento en que incurren, con excesiva


frecuencia, los deudores de alimentos. Estadísticamente, los procesos judiciales por
demandas de alimentos ocupan el primer lugar en número entre los procesos de
naturaleza civil.
En caso de incumplimiento el juez, a instancia del propio hijo, de cualquier pariente o
la Procuraduría General de la Nación, dictará las medidas cautelares convenientes
(embargos, garantías, arraigo, etc.) para asegurar la prestación de alimentos y proveer
a las futuras necesidades del hijo. Todo ello dentro de un juicio oral de alimentos. –
Aunque también pueden ser decretados dentro de un juicio de divorcio ya sea
voluntario o por causa determinada- (arts. 199, 212 a 216 del Código Procesal Civil y
Mercantil)”-El juez podrá mientras se ventila la obligación de prestar alimentos,
ordenar que se den provisionalmente, desde que en la secuela del juicio se le ofrezca
fundamento plausible-. (2009:63).

El autor antes relacionado complementa lo antes indicado, afirmando que


el derecho de alimentos tiene protección y puede ser imperativo
conforme al artículo 55 de la Constitución Política de la República de
Guatemala y el artículo 242 del Código Penal.

Siempre en sintonía a lo anterior es de suma relevancia no obviar lo que


al respecto también explica Alfonso Brañas, en cuanto a la exigibilidad
de la obligación alimenticia sostiene que:

De índole tan especial, la obligación alimenticia presenta dos aspectos en cuanto a su


exigibilidad: uno, que podría llamarse el de la exigibilidad en potencia, surge por el
hecho mismo, y aún antes, del nacimiento de la persona a cuyo favor la ley ha creado
el derecho y la correlativa obligación de alimentos, que permanece latente mientras se

46
determinan en qué medida necesita de esa prestación y quién está obligado a
cumplirla; y el otro, que podría denominarse el de la no exigibilidad afectiva, que se
tipifica al obtenerse dicha determinación.
La exigibilidad en potencia ha quedado inserta en varias disposiciones del código: así,
por ejemplo, en el matrimonio, una de cuyas finalidades es la de alimentar a los hijos
(Art. 78), y en la disposición general –exista o no matrimonio-, de que los padres
sustenten a sus hijos (Art. 253); y más explícitamente, cuando dispone que están
recíprocamente obligados a darse alimentos, los cónyuges, los ascendientes,
descendientes y hermanos (Arto. 283).
En cuanto a la exigibilidad efectiva, si bien conforme al código se presenta desde que
necesita alimentos la persona que tenga derecho a percibirlos de otra (Art. 287), debe
entenderse que ha de existir y comprobarse la relación. Derecho –obligación
alimenticia, determinándose en cada caso concreto (más solamente cuando en este
aspecto del derecho familiar interviene la actividad jurisdiccional) que una persona
efectivamente necesita que se le proporcionen alimentos y que otra determinada
persona es la obligada legalmente a proporcionarlos. (2005:287).

Es debido a la exigibilidad de la obligación alimenticia, que se


instituye la obligación de prestar garantía, toda vez que el artículo 292
del Código Civil, preceptúa que la persona en contra de quien haya
habido necesidad de promover juicio para obtenerlos, debe garantizar
suficientemente la cumplida prestación de los mismos con hipoteca,
fianza u otras seguridades a juicio del juez, y en idéntico sentido rigen
los artículos 429 del Código Procesal Civil y Mercantil y 163 y 165 del
Código Civil en los casos de separación y divorcio tanto en la vía
voluntaria como ordinaria, el cual impone como requisito sine qua non
que no podrá declararse la separación o el divorcio mientras no estén
suficientemente garantizadas la alimentación y educación de los hijos.

47
Aunado a lo anterior, somos del criterio que no deben menospreciarse los
mecanismos legales por los cuales pueden hacerse efectiva la obligación
de alimentos en caso de incumplimiento del deudor alimentario o
alimentante, como lo son los procesos de ejecución, dentro de los cuales
tenemos los siguientes:

Ejecución en vía de apremio

Este proceso se encuentra regulado en los artículos del 294 al 326 del
Código Procesal Civil y Mercantil. Su procedencia opera en que son
títulos ejecutivos aplicables para este caso los descritos en los
numerales 1 y 7 del artículo 294 del cuerpo normativo antes
relacionado, es decir las sentencias ejecutoriadas, las dictadas en
juicios orales de fijación de pensión alimenticia, voluntarios de
separación o divorcio, y ordinarios de separación o divorcio, y es Juez
competente para conocer conforme al artículo 156 de la Ley del
Organismo Judicial, el que conoció en primera instancia, pudiéndose
plantear en el mismo expediente o en uno nuevo a elección del
ejecutante. Siendo que en cuanto a los convenios celebrados dentro de
juicio oral de fijación de pensión alimenticia, estos son y constituyen
título ejecutivo conforme al numeral 7 del artículo 294 del cuerpo
normativo antes citado, y por ello son susceptibles de ser tramitados en

48
esta vía, siendo competente conforme al artículo 158 de la Ley del
Organismo Judicial, el juez que conozca del asunto.

Juicio ejecutivo

Este proceso se encuentra regulado en los artículos del 327 al 335 del
Código Procesal Civil y Mercantil. Por esta vía conforme a los títulos
ejecutivos enumerados en el artículo 327, son ejecutables y
específicamente en relación al tema que nos ocupa los convenios de
fijación de pensión alimenticia celebrados en sede notarial, con base a
los numerales 1 y 3, y los celebrados fuera o antes del juicio ante los
tribunales que conozcan en materia de familia, conforme al numeral 7,
del articulo antes citado, pues tiene fuerza ejecutiva por disposición
especial contenida en el artículo 66 literal e) de la Ley del Organismo
Judicial.

Es de relevancia hacer notar que el impago por parte del ejecutado o


deudor alimentario, al momento del requerimiento en los juicios
anteriores da lugar al delito de negación de asistencia económica,
regulado en el artículo 242 del Código Penal y violencia económica
regulado en el artículo 8 de la Ley contra el Femicidio y otras formas de
Violencia contra la Mujer, lo que dará lugar a que el Juzgado de Familia
certifique lo conducente ante el Ministerio Público para que éste inicie

49
formalmente el expediente respectivo y promueva ante el Juzgado de
primera instancia del ramo penal la causa correspondiente.

Cesación de la obligación alimenticia

Según criterio del investigador, cuando el Código Civil contempla la


figura de la cesación, se refiere a la suspensión, paro o detención, la cual
a su vez puede asumir dos modalidades, la primera en forma temporal y
la segunda en forma definitiva, en cuyo caso estaríamos en presencia de
la extinción, y por eso se toma en consideración lo que con respecto a la
cesación, Wilfrido Porras, Edgar de León y Victalino Espino expresan:

La obligación alimenticia puede quedar en suspenso y desaparecer o terminar; cuando


se suspende, la exigibilidad de la misma queda en potencia, latente subordinada a la
ausencia de las causas que motivaron la suspensión; y, en caso desaparezcan, la
exigibilidad se extingue por haber terminado la obligación. (2001:166).

Para mejor ampliar y explicar detenidamente lo anterior, se recurre a


Brañas (2005), quien afirma que el Código Civil no indica un claro
deslinde de ambos supuestos, más bien los engloba en un común
denominador llamado cesación de la obligación de dar alimentos, esto
atendiendo si se observa el artículo 289 y con respecto a su no
exigibilidad, el artículo 290 ambos de dicho cuerpo normativo
inmediatamente antes relacionado. Para exponer mejor la idea dicho
autor analiza los numerales que se refieren a la suspensión de la

50
obligación alimenticia de los artículos antes mencionados, y con respecto
al numeral 2 del artículo 289 antes invocado, indica que dicha
imposibilidad es eminentemente de carácter temporal pues, mientras
subsista la necesidad del alimentista, las condiciones económicas del
deudor alimentario pueden variar, o bien si concurre el segundo supuesto
que es la terminación de la necesidad de recibir alimentos del alimentista,
la cual también puede ser volátil, pues la necesidad de los alimentos del
acreedor alimentario puede presentarse de nuevo por pérdida o notable
reducción de fortuna. Con respecto al numeral 4 del artículo 289 antes
relacionado, expresa que existen dos supuestos contemplados, el primero
que se configura en la conducta viciosa del alimentista, supuesto por el
cual tiene por objeto evitar la prestación de alimentos como un estímulo
a los vicios, y se desvirtúa la función natural de los mismos, y con
respecto al segundo supuesto que se presenta por la falta de aplicación
del alimentista al trabajo, esto es cuando éste es mayor de catorce años,
conforme al artículo 259 del Código Civil, y por su falta de dedicación
pierde el o los trabajos que ha adquirido por hechos solamente
imputables al mismo, considerando dicho autor que tanto en el presente
caso como en el anterior, la suspensión de la prestación de alimentos
hace las veces de correctivo a la conducta del alimentista. Así también
considera el supuesto contenido en el numeral 2 del artículo 290 antes
mencionado, en el que asegura no se trata un caso de suspensión de la

51
obligación alimenticia, sino más bien, una garantía de su efectivo
cumplimiento, pues en el mismo se le ha asegurado su subsistencia hasta
su mayoría de edad, es decir los dieciocho años.

Extinción de la obligación de prestar alimentos

A criterio del sustentante, en el presente caso por extinción deben


entenderse los supuestos y motivos regulados en la ley que concurriendo
o una vez en presencia de los mismos le ponen fin a la obligación de
prestar alimentos y con respecto a dicha cuestión recurrimos a Aguilar
Guerra (2009), quien invoca varias pero se privilegian las siguientes: a)
Muerte del alimentante, lo que no sorprende, pues si se recuerda aquí se
aplica una de las características importantes del derecho de alimentos
consistente en que es personalísima, ello sin perjuicio de que el acreedor
alimentario reclame los alimentos a los otros parientes que se encuentren
obligados a prestarlos; b) Muerte del alimentista: En igual sentido al
anterior, se considera que no merece mayor explicación.

Por su parte Brañas (2005) complementa las anteriores y explica que se


termina o extingue la obligación de dar alimentos, conforme al numeral 3
del artículo 289 del Código Civil, a) en caso de injuria, falta o daño
grave inferidos por el alimentista contra el que deba prestarlos, pues no

52
obstante la mala redacción de dicho precepto, idéntica a la del numeral 3
del artículo 219 del Código Civil de 1933, circunstancia que corresponde
apreciar al Juzgador, pues no sería necesario que preceda sentencia
concerniente a esos hechos ilícitos para aducirlos ante el Juez y perseguir
la cesación de la obligación alimenticia; b) Si los hijos menores de edad
se casaren sin el consentimiento de los padres, conforme numeral cinco
del artículo 289 del Código Civil, con respecto a ello solo sería aplicable
en el supuesto del artículo 84 y no el 83 del Código Civil, pues el punto
toral se entiende referido a la negativa expresa de los padres y no cuando
por circunstancias ajenas a los mismos no es posible conseguir el
consentimiento de los mismos; c) Cuando los descendientes han
cumplido dieciocho años de edad, a no ser que se hallen habitualmente
enfermos, impedidos o en estado de interdicción, conforme al numeral 1
del artículo 290 del Código Civil, pues al haber adquirido el alimentista
la mayoría de edad por simple ministerio de ley adquiere la capacidad
civil y por ende cesa la obligación alimenticia, salvo que el alimentista se
halle habitualmente enfermo, impedido o en estado de interdicción,
considerando que la expresión habitualmente enfermo es imprecisa e
inapropiada, porque pudo haberse substituido por salvo que padezcan de
enfermedad que por su naturaleza no le permita valerse por sí mismo, por
ende tanto la mayoría de edad como el estado de interdicción, como
causales para pedir la cesación deberán ser demostradas en juicio.

53
La irrenunciabilidad del derecho de alimentos de la esposa y
la práctica tribunalicia en contrario

Conforme el artículo 282 del Código Civil, lo afirmado por Mario


Aguirre Godoy, María Luisa Beltranena Valladares de Padilla, y
enriquecido por Gustavo Adolfo Sigüenza Sigüenza, las pensiones
alimenticias atrasadas si pueden ser objeto de embargo, compensación,
renuncia y enajenación, e incluso prescripción después de dos años
conforme numeral 4 del artículo 1514 del Código Civil, según indica este
último, verbigracia la Gaceta de la Corte Suprema de Justicia, Amparo y
Antejuicio seiscientos ochenta y cinco guión dos mil seis de fecha
veintiocho de julio de dos mil siete, por lo que en todo caso podría
declararse la prescripción de ciertas pensiones no cobradas, pero no de la
obligación en sí misma, pues como robustece también el autor antes
relacionado, al respecto el artículo 306 del Código Procesal Civil y
Mercantil en su numeral cuarto, establece que son bienes inembargables
las pensiones alimenticias presentes y futuras.

Siendo por ello que en virtud de lo anterior, quien redacta trae a colación
el punto toral de esta investigación, como lo es la practica tribunalicia en
contrario que se da actualmente en los juicios tramitados ante los
tribunales que conocen del ramo de familia, a saber, no menospreciando

54
que también tienen cabida en los juicios orales de pensión alimenticia y
convenios voluntarios de pensión alimenticia antes citados, pero siendo
los más comunes aunque no los únicos, los juicios ordinarios de divorcio
por causal determinada como los voluntarios de divorcio por mutuo
consentimiento, las partes ó promoventes respectivamente, al proponer
su proyecto de convenio de bases de divorcio exigido por la ley, indican
que la esposa o cónyuge con base al artículo 19 de la Ley del Organismo
Judicial, renuncia a la pensión alimenticia que en derecho le corresponde
en virtud de contar con rentas propias que basten para cubrir sus
necesidades, al tenor de lo anterior, y después del exhaustivo estudio,
tanto de la ley, la doctrina, y la práctica tribunalicia, se advierte el grave
error en que incurren los litigantes o promoventes respectivamente en
connivencia con el Juzgador ya que, como se evidenció con inequívoca
claridad anteriormente, conforme al artículo 282 del Código Civil, el
derecho de alimentos (entiéndase alimentos presentes y futuros) es
irrenunciable, entre otras de sus características, por lo que al no precisar
dicha normativa, el derecho de alimentos de que personas o de quien es
irrenunciable, si de la esposa, de los hijos, ascendientes y hermanos, o
bien por supletoriedad a falta de exactitud debe entenderse en sentido
genérico de quienes tengan derecho al mismo conforme a la ley y lo cual
fue objeto de estudio anteriormente, ha dado pie al gravísimo error en
que se mantienen hoy los tribunales al tramitar la multitudinaria cantidad

55
de expedientes relacionados a divorcios, en el cual se ve afectado el
derecho de alimentos de la esposa por la supuesta renuncia de la misma,
cuando en primer término el mismo es inoperante por ser contrario a
derecho y estar prohibido por el artículo 282 del Código Civil, y en
segundo término cuando por mandato legal dicho derecho solo puede ser
fijado, modificado (aumentado o reducido), suspendido y extinguido
mediante proceso legal también tramitado ante los mismos tribunales de
familia conforme al artículo 216 del Código Procesal Civil y Mercantil,
pero nunca (siempre refiriéndonos a los alimentos presentes y futuros)
renunciados, pues si bien es cierto los artículos 429 numeral 3º. del
Código Procesal Civil y Mercantil, 165 y 163 numeral 3º. ambos del
Código Civil, ordenan al juez exigir y a las partes o promoventes
respectivamente pronunciarse con respecto a la pensión alimenticia de la
esposa en la tramitación del proceso, pero no le otorga expresa y
claramente la facultad a dicha cónyuge para renunciar a la misma, como
a criterio de quien redacta, insiste en que errónea y perjuiciosamente se
tramita actualmente ante los tribunales que conocen del ramo de familia.

Por lo que del análisis detenido de las causas sociales por las cuales
ocurre este fenómeno social, de que las mujeres renuncian a la pensión
alimenticia que en su calidad de esposas en derecho les corresponde,
pueden indicarse varias, pero se consideran las principales, que debido al

56
alto número de analfabetismo, primeramente y luego, al desconocimiento
e ignorancia de la ley, las mujeres firman sin consultar ni asesorarse
legalmente, no obstante disposición legal en contrario regulada en el
artículo 3 de la Ley del Organismo Judicial, afirma que contra la
observancia de la ley no puede alegarse ignorancia de la ley, pero que
lamentablemente en la práctica ocurre todo lo contrario, una segunda
causa es el poder que el machismo le ha otorgado socialmente al esposo
y mismo que ejerce sobre su cónyuge para obligarla moral y
psicológicamente a renunciar a su derecho a alimentos presentes y
futuros, aunque también otra razón que puede mencionarse es el chantaje
que el esposo pudiera hacer a su pareja, indicándole que los bienes sean
muebles o inmuebles adquiridos en el matrimonio serán trasladados de
dominio y propiedad a favor de la consorte o de sus hijos, todo ello sin
tomar conciencia tal y como lo afirma García Goyenaal pronunciarse
sobre la irrenunciabilidad del derecho de alimentos, expresando: “como
los alimentos de esta especie no se dan sino al necesitado…, la renuncia
a ellos para lo futuro podría compararse a un suicidio”.
(https://books.google.com.gt/books?id=sgmp6BcesPsC&pg=PA87&lpg
=PA87&dq=garcia+goyena+la+renuncia+a+ellos&source=bl&ots=zRLL
JkifqC&sig=0yvSHohjssTveoRyHcRHMLzmnBU&hl=es-
419&sa=X&ved=0ahUKEwj2-
K7zj8DJAhUKOCYKHfjDDAYQ6AEINTAI#v=onepage&q=garcia%2

57
0goyena%20la%20renuncia%20a%20ellos&f=false Recuperado:
03.12.2015).

Lo anterior tiene cabida o soporte en que la pervivencia del derecho de


alimentos, más allá del matrimonio, es decir, una vez declarado el
divorcio, es compartida también por el insigne autor Julien Bonecasse,
quien indica:

…4. Puede derivarse todo un conjunto de penalidades y de pérdida de derechos para


el culpable del divorcio; a) El cónyuge culpable puede ser condenado a pagar al otro
daños y perjuicios en la forma de una pensión alimenticia o de una suma determinada
en atención al perjuicio experimentado por el esposo inocente, y no en atención a la
idea de la obligación de socorro, pues ésta ya no existe entre los esposos divorciados;
(1997:255).

Lo cual tiene sentido si recordamos e integramos lo prescrito en el


artículo 110 del Código Civil, que impone al marido el deber de
protección y asistencia a su mujer, suministrando todo lo necesario
acorde a sus posibilidades económicas.

Con respecto al fundamento de la conservación de la pensión alimentaria


post divorcio Marcel Planiol y Georges Ripert (1997), afirman que
siendo destruido por el divorcio el matrimonio ya no deberían producirse
ninguno de sus efectos, y para el efecto se formulan la siguiente
interrogante ¿En qué idea se fundamenta la persistencia de la obligación
alimentaria entre dos personas que ya no tienen nada en común?, a lo que

58
inmediatamente responden, pues claro sino solamente en el principio de
que cualquiera que por su culpa ha causado un perjuicio a otro está
obligado a indemnizar a la persona perjudicada. Por ende continúan
afirmando, mientras el matrimonio subsistía, constituía para cada uno de
los cónyuges una situación adquirida, con la cual podían contar, pero se
advierte que la obligación alimentaria post divorcio se basa en una idea
muy diferente, misma que ya no es un deber entre cónyuges, puesto que
simple y llanamente ya no hay cónyuges, se basa y fundamenta en la
obligación de reparar económicamente las consecuencias de un acto
ilícito y por ello ésta obligación posterior al divorcio tiene, en su más
alto grado, el carácter de una indemnización, la cual está destinada a
restituir al cónyuge pobre una parte de los recursos de que se ve privado
en el futuro por falta del otro, compensando así la simplemente la
privación del derecho a la ayuda que pertenecía al cónyuge,
transformándose así esta obligación de ayuda, en una obligación
alimentaria, la cual deberá regirse por las mismas reglas que las
pensiones alimentarias, y de la cual la jurisprudencia admite que los
esposos divorciados puedan fijar libremente por convenio el monto y las
modalidades de la pensión, transigir sobre ella y que él cónyuge en cuyo
favor se ha decretado pueda renunciar a ella, jurisprudencia misma que
es peligrosa, pues la situación de los esposos divorciados es
reglamentada por la sentencia dictada por el juzgador una vez

59
sustanciado el juicio y por ende las partes procesales no tienen el derecho
para modificar conveniente y convencionalmente lo que la justicia ha
decidido en cuanto a la obligación alimentaria, afirmando con plena
certeza que en todo caso, el convenio por el cual alguno de los esposos
consentiría el divorcio, bajo la condición de que se le otorgue una
pensión alimentaria es indudablemente nula por no tener una causa lícita
en el marco legal.

Análisis jurídico de la necesidad de reforma del actual


marco legal de los caracteres del derecho de alimentos

Conforme a la actual regulación de los caracteres del derecho de


alimentos contenidos en el artículo 282 del Código Civil, es contrario a
derecho la forma en que opera el actuar de los tribunales que conocen de
los procesos de divorcio tanto en la vía voluntaria como ordinaria,
permitiendo que la cónyuge mujer renuncie a la pensión alimenticia que
en derecho le corresponde, invocando como sustento el artículo 19 de la
Ley del Organismo Judicial, y por ello deviene la inminente necesidad de
subsanar la actual incongruencia reformando el antes mencionado
artículo 282 del Código Civil, en el sentido que el legislador debe
precisar en el primer párrafo el derecho de alimentos de quien se refiere,
que en el presente caso se recomienda sería únicamente de los hijos

60
menores de edad, o si bien si se quiere también, ya que se tiene a mano el
remedio procesal oportuno, también se podría cobijar bajo este manto
protector a otros sujetos considerados débiles socialmente y merecedores
de protección legal como podrían ser los que padezcan alguna
discapacidad física o mental y adultos mayores de sesenta años, en fin,
para lo cual deberían seguirse los pasos legislativos necesarios para
reformar el artículo 282 del Código Civil.

61
Conclusiones

La renuncia al derecho de alimentos por parte de la esposa se encuentra


prohibido por el artículo 19 de la Ley del Organismo Judicial, porque si
bien es cierto que se puede renunciar a los derechos que la ley otorga
siempre que no esté prohibido por otras leyes, también lo es que, el
artículo 282 del Código Civil, prohíbe que el derecho de alimentos de
quien pueda ser titular de ese derecho sea renunciable.

El derecho de alimentos de la esposa tiene su fundamento en el deber de


protección que el marido debe a su mujer regulado en el artículo 110 del
Código Civil, y por ende en acuerdo con Julien Bonessana, el derecho de
alimentos que pervive más allá del divorcio y es impuesta al cónyuge
culpable, no lleva atención a la idea de la obligación de socorro antes
descrita, sino la de pagar daños y perjuicios en la modalidad y forma
periódica de una pensión alimenticia.

La presente investigación evidencia la incongruencia que existe entre lo


prescrito por la ley y lo que ocurre en la práctica tribunalicia en donde las
mujeres renuncian al derecho de alimentos que en su calidad de esposa
les corresponde y este es aceptado por el Juez de Familia en los juicios

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que tramita, quien inclusive por dictar resoluciones contrarias a derecho
se arriesga a incurrir en el delito de prevaricato.

Para evitar la actual incongruencia entre la práctica tribunalicia y lo


prescrito en la ley, es necesaria la reforma del artículo 282 del Código
Civil por parte del Congreso de la República de Guatemala, en el sentido
de precisar expresamente al derecho de alimentos de quienes puede
despojarse la característica de irrenunciabilidad.

63
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