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MALAMUD, Carlos (2005). Historia de América: Alianza Editorial.

7. La sociedad
coLoniaL

La sociedad co lonial se fue conformando a partir de la co nverge ncia de ex pe-


riencias diversas. pero en todo s los casos fue e l periodo del descu brimiento y
la conquista el qu e marcarí a con su impronta particular y de un modo decisivo
los momentos poster iores. Por eso. los inte ntos normati vos y codificadores
de la Corona debieron adaptarse a una rea lidad existen te y con intereses crea-
dos muy poderosos como para ser desmante lada rápidamente y sin ninguna
resistencia. Es posible afirmar que ni los proyectos de la administración colo-
nial ni los de la administración religiosa estuvieron en condiciones de mode-
lar la soc iedad america na. aunque es ev idente que condic ionaron su evo lu-
ción en más de un aspecto concreto .
La población ind ígena era la población orig inaria y sobre e lla se co nstru-
yó todo lo dem ás. Sin embargo. durante el siglo XVI y la primera mitad
del X V II se encontraba en franco retroceso. 10 que facilit ó que desde el descu-
brimiento se le sumaran la población blanca y la negra . ambas en fase de cre -
cimiento y que de un modo mu y embrionario fue ron llenando algunos vacíos
dejados por los ind ios. Los inmi grantes es paño les. que no habían participad o
en la conquista y no habían obt en ido las recompensas co rrespondientes. se
solían incorporar a la soc iedad co lonia l a partir de su vinculación a la activi-
dad urbana. l a soc iedad indí gena tambié n se fue volviendo más compleja: las
comunidades se iban debilitando y algunas fueron arrinconadas en los corre-
gimientos o reducciones. en parte debido a los indios hispanizados que inten-
taban vincularse a los extremos ma rginales de la sociedad colonial. Cuando la
sociedad colo nial comenzó a institucion alizarse. el sueño de muchos colonos
~ lema colonial
y burócra tas fue separar a la co munidad blanca de la india para lo cua l trata-
ron de limitar los puntos de contacto entre los pob ladores originarios y los re-
cién llegados. un objetivo dificil de llevar a cabo. po r no decir imposible. Du-
rante el reinado de Felipe 11 y a partir de con sideraciones puramente j urídicas.
se quiso es tru ctu rar a la soc iedad co lonial sobre bases duales. en torno a lo
qu e se co noci ó com o «rep úblic a de los indios ) y «re pú blic a de los españo-
les». un serio intento gubernamenta l de segregación.
Sobre el papel era algo sencillo. ya que mientras la república de los indios
se asentaba en el medio rural. la de los españoles era básicamente urbana. Sin
embargo. como han se ñalado Carmen Bem and y Scrgc G ruzi nski. la segre-
gaci ón era imposible porque lo s desplazam ientos de lo s pueblos ind ígenas.
forzados o no. la división del trabajo. los intercambios comercia les. la circu-
lación de me rcancías. los nuevos cultivos. las ma nufacturas y las m inas. iban
e n cont ra de 1<1 separación . Esto se observa en las num erosas de nuncias de
promiscuidad de principios del sig lo XVII. una a lusión concreta a los contac-
tos sexuales entre blanco s e indias. Inclu sive en los Andes. pese al aislam ien-
to que las montañas imponían a las comunidades durante la temporada de llu-
vias. la separación de indios y españoles era imposible de mater ializar. Así y
todo. la di stinción m ás clara dentro de la sociedad colon ial se establecería en-
tre indios y no indios a partir de esa separación flsica. pero tam bién de otra
cultura l y soc ia l qu e solía se r mas importante . Si bien en es te esquema dua l
la república de los indios estaba subordinada a la república de los españoles.
cn cada una encontramos a grupos dominantes y otros subord inados.
Mucho se ha escrito sobre las características de la sociedad colonial. pero
más allá de algunas descripciones afortunadas. carecemos de- un modelo útil.
Entre las teorías exi stentes. algunas hablan de una soc iedad de castas fuerte-
mente compartim entada. con sus divisiones establecidas a partir de conside-
raciones raciales y de la dualidad ent re blancos e indios. Otras teorías ap untan
a una sociedad feudal basada en el trabajo servil de los ind ios y de las enco-
miendas. Hay qu ien a lude a una sociedad capitalista. co n un notable desarro-
llo mercantil. Por último. la co ntradicción entre crio llos y pen insulares se pre-
senta como clave en muchas interpretaciones. Otro punto so bre el que
tam poco hay ac uerdo es el del carácter co lonial de la sociedad ame rica na.
¡',Qué conteni do se le da o se q uiere dar a los co nceptos de co lon ia y colonial?
Hay qu ien sost iene. como Ricardo Levene, qu e lo s terri to rios indi anos no
eran colonias sino otros reinos. equ ivalentes o iguales a los penin sulares y
que no existió una situación de subordinac ión territorial. Esto daría un carác-
ter especial a los súbd itos de la Corona de Ca stilla o del rey de Espa ña. plena-
mente homologables a los españo les europeos. En real idad la mayor parte de
los modelos pensados para definir a la soc iedad co lonial en Indias no se adap-
tan a la realidad am ericana. pero no. eomo dicen algunos. por utilizar catego-
rias europeas u occid entales impropias para América y su realidad social. lo
que es totalmente incierto. sino por la propia complejidad y variedad de las
soc iedades surgidas en e l Nuevo Mundo.
7. l cntat

Como se ha señalado. en los territorios controlados por los españoles en-


contramos socie dades com p lejas integr adas por e uropeos e indígenas. así
como por esclavos negros y mes tizos. Si bien el pape l dominante fue ejercido
porlos españ oles . europeos y ame rica nos o criollos. la condición de hombre
blanco no se traduc ía au tomáticamente en una situación de predominio en la
sociedad colonial. Era frecuente observar a grupos importantes de españoles
sm acceso a la propiedad de la tierra y. más aún. a otros ocupando posiciones
marginales en la sociedad colonial. Simultáneamente se podía ver a caciques
o curaeas indíg enas en puestos de dominación en ámbitos locales o regiona-
les. El problema de lo s criollos versus los peninsulares también complica
nuestro intento clas if icatorio: ¿estaban los crio llos do minados por los pcnin-
sulares o com partí an. en una mism a ac tividad intereses similares? En las pá-
ginas siguientes intentare mos respond er a a lgunas de es tas interrogantes. Pero
másallá de las dudas, nos en fren tamos a una soci edad de Antigu o Régimen,
do: súbditos del rey. a una soc iedad corporativa donde el lugar del ind ividuo
erapostergado por el papel protag ónico de las corporac iones y los gru pos.

1. La sociedad de los espa ñole s

La sociedad de la hu este y de los conq uistadores fue herida de m uerte en


1542 cuando las Leyes Nue vas proh ibieron las encomiendas. S i bien la Coro-
nadebió dar marcha atrás ante las resistencias encomradas.fos intentos de re-
crear en Ind ias una sociedad señorial fuero n defmitivamemc enterrados con
la primacía de la mo narquía. Hasta entonces. los encomenderos y sus suceso-
res, los beneméritos. dom inaban los estratos sociales más altos y estaban cm-
peñados en reco nstruir algo sim ilar a un orden feudal. empeño en el que ter-
minaron fracasando. Ju nto a lo s e ncomenderos. en la parte ind ia de la
sociedad estaba la nobleza indígena. espec ialmente los descendientes de las
familias rea les. que segu ían ocu pando un lugar destacado. Co n el tiempo. al-
gunos mercaderes y mi ne ros se fue ro n enri queciendo y se vi ncu laron a los
encomenderos. En un nivel infer ior, pero no marginal, es taba el clero y el fun-
cionariado. cuya función socia l se v io reforzada en el re inado de Fel ipe (l. La
creación de los virreinatos de Méx ico (1535) YPerú ( 1543 ) perm itió conscli-
dar las co rtes regionales en torn o a los virrey es. Dura nte los sig los XV I y XV I I
una buena part e de los cargos burocráticos del gobierno indiano se reclutaba
en las co lonias . Sin embargo . a partir del X V III. baj o el impul so de las rcfor-
mas bor bónic as, fue más notor io el predom inio de lo s penins ulares entre los
funcionarios y los clérigo s. espec ialmente en las catego rías super iores, lo q ue
motivó las quejas crio llas co ntra la discrim inación de lo s penins ulares.
Pese a sus semejanzas. las sedes de los do s virreinatos inic ia les tcn ian
grandes diferencias. Mientras México se creó sobre la anngua ca pita l del lrn-
perio azt eca y oc upaba el cen tro del ter ritorio que controlaba. Lima cm una
ciudad de nueva planta situada en una zona prácticamente desprovista de po-
América colonial
blación indígena después de las gra ndes epidemias y que est aba alejada del
Altiplano, donde permanecían las mayores co ncen traciones de aborígenes.
Esto explica, de alg una manera, que Cuzco se convirtiera en un centro admi-
nistrativo secundario, pero releva nte para el control del Altipla no. Su impo r-
tancia es mayor si tenemos en cuen ta su proximidad al A lto Perú y. es pec ial-
mente, a los ricos yacimientos argen tiferos de Potosi.

1.1. Las ciudades como centros de relación social

Finalizada la fase de conquista. el embrión de la sociedad colon ial comenzó a


adaptarse a los cánones peninsul ares pese a la apreciable influencia indíge na
y del medio geográfico. En menos de una generación, espec ialmente en Mé-
xico y Perú pero también en otros centros secundarios de la conqu ista como
Santo Domingo, Cuba o Panamá, la socie dad española se había conso lidado e
iba modelando los territorios donde se asentaba. Como se ha seña lado, el pro-
ceso de consolidación social tuvo importan tes diferencias cronológ icas en
función de la fecha de inicio de la conq uista. Esto alargó a las sociedades del
Caribe una gran ventaja respecto a las de México y a éstas , a su vez, en rela-
ción al Perú. DI;;': ladas formas, en prácticamente todo el Imperio espa ñol, los
tres pilares de la sociedad hispana inici al fuero n la ciu dad española, la enco-
mienda y la exportación de productos locales. básicamente mineros. Los tres
estaban estrechamente interre lacionados y vinculados co n la pob lación indí-
gena.
La ciudad el lugar de res idencia de la mayoría de los españo les, especial-
mente de los más ricos o principales, controlaba un amplio territorio integra -
do por distintos asentamie ntos indígenas. Era un med io occ identalizado, y si
bien con taba con un número importante de indios, éstos estaban sumamente
aculturados. El control del territor io era facilitado por el cabi ldo, cuya j uris-
dicción superaba los límites urbanos y de ahí la estrecha vincu lació n inicial
entre ciudad y enco mien da. Cada encomendero control aba al grupo de indios
que tenía asignado y desde la ciud ad se ded icaba a cobrar el tributo. Fueron
los encomenderos. localizables en sus magníficas resi dencias del centro ur-
bano, qu ienes controla ron el cabildo hasta que la decadencia de los beneméri-
tos permitió el ascenso de otros grupos. como mercaderes y hacendados, que
tuvieron un lugar destacado en el poder munici pal. La importanc ia de las ciu-
dades dependía del territorio controlado y de la riqueza producida. Las pri-
meras ciudades. especialmente las de México y Perú. se levant aron en lugares
de ab undante población indígena, el princ ipal factor que otorgaba valor a una
zona. aunque hubo casos donde la fundación de los centros urbanos respon-
dió a otra dinám ica y otras necesidades . En estos casos, la fundac ión afectaba
a lugares deshabitados o no pobl ados previamente, co mo algunos emp laza-
mientos próximos a los centros mineros: Potosí, Huancavelica, Zacatecas o
Durango. También con taban los puertos, alg unos de los cuales eran vitales

-rn
7. La o edad cotcrnat

para aseg urar las comunicaciones con la Península (Veracruz o Cartagena).


con otras regiones de Indias (Panamá. o El Ca llao) o incl usive con Filipinas
(Acapulco). En poco tiempo las Indias conocieron un importante incremento
de la actividad urbana y ya en 1574 había 225 ciudades y villas en el Imperio
español.
Las ciudades se estructuraren en tomo a la Plaza Mayor (PI37.a de Annas
en algunos sitios. zócalo en otros). Allí solian estar el cabildo. la iglesia y los
edificios públicos. En su proximidad se levantaban las casas de los encomen-
deros y los vecinos más poderosos. La plaza era el lugar de celebración del
mercado y allí también tenían lugar los festejos y actos más diversos. en los
que particip aba toda la pob lación. En las princi pales ciudades era frecuente
que en la celebración del patrono local. o en las contadas ocasiones en las que
se celebraba la llegada de un rey al trono o el nacimiento de un prínc ipe. se
realizaran cor ridas de toros u otros festejos, como carreras de caballos. A par-
tir de ju lio de 1573. cuando Felipe 11 sanc ionó las «Ordenanzas de descubri-
miento. nueva población y pacificación de las Indias». todas las ci udades pa-
saron a construirse según el mismo patrón : era n de plant a rectangular y cada
cuadríc ula recibía el nombre de cua dra. A medid a que nos a lejábamos del
centro iba descendiendo el pode r de los veci nos. Era corriente. tal y como se
observa en el Perú y la Nueva España. q ue los encomende ros alquilaran los
bajos de sus casas más céntricas a los comerciantes y artesanos. q ue instala-
ban allí sus negocios y talleres para vende r sus productos al publico en gene-
ral. La intensificación de la actividad económ ica propició el surgimiento de
las calles comerciales. donde proliferaron algu nas tiendas. En las zonas mar-
ginales se instalaban las tabernas: pulquerías en Nueva España. chicherías en
Perú y pulperías en el Río de la PIala. a las que acudían los pobladores más
modestos. En los dos pnmeros casos. el nombre de las tabernas alude al pul-
que y la chicha. dos bebidas de origen indígena. lo que prueba una vez más el
mestizaje de ciertas costumbres.
La ciudad co lonia l era el centro de la vida soc ial. económica. religiosa.
cultural y adm inistrat iva y e n ella convergía n e interactuaban. más q ue en
cualquier otro espacio. los distintos g rupos soc iales y étnicos. De acuerdo a
su importancia eco nómica y administrativa. aumen taba su pode r de atracción
sobre los territorios vecinos. El prestigio de las autoridades también depe n-
día de la categoría de la ciudad y de sus instituciones. Las g randes capitales.
Lima y México , fueron simultánea mente sede de la corte virreina]. de la au-
diencia y cabeza de arzobispado; también estaban las universidades. do nde se
educaban los hijos de las élites regio nales y servían para elevar el prestigio de
estos dos centros urba nos. A las ciudades más importantes llegaban los pro-
ductos europeos, ya que el lujo no era a lgo desconocido por las elites co lonia-
les. A medida que descendía la importancia de la ciudad las expectativas de
sus gru pos dominant es eran menores. caracterizándose la vida de los ter rate-
nientes en las ciudades más modestas por su austeridad sin alcanzar ninguna
cima de esplendor ni de boato.
Am érica colonial

1.2. El pape l de los encomenderos y de otros grupos privilegiados

El modelo social de los encomenderos tuvo unos lim ites muy rígidos. delimi-
tados por el número de indios capaces de ser encomendados y por su capaci-
dad de resistir los embates de la Corona. lo que limitaba sus posibilidades de
perpetuarse como grupo privilegiado. Cada encomendero podia hacerse car-
go de un señorío indígena. de ahí que el número de encomenderos de una re-
gión fuera un número finito dependiente de la cantidad de señoríos existen-
tes . Por eso. era imposible que hubiera más encomenderos que señoríos. lo
cual cerraba rápidamente una de las vías de ascenso SOCial del mundo colo-
nial . de hecho. la principal y casi única en los tiempo s iniciales. los enco-
menderos ten ían en sus posesiones del interio r algunos blancos a su servicio.
entre lo s que destacaba el estanciero. encargado de vigilar los bie nes de l pa-
trón pero que podía destinar parte de su tie mpo a algu na ac tivida d ind epen-
d iente. como la cría de ovejas u otras labo res agrarias.
Los e nco menderos fueron el ce ntro de la activ idad loca l. au nq ue la ráp ida
emergencia de otros grupos. para lela a la calda de los ben em érito s. marcó la
conso lidación de una sociedad cada vez más co mp leja. Entre los g rupos
emergentes estaban los artesanos. los profesiona les y los funcionarios. que
co n sus estructuras co rporativas se s umaron a los numerosos actores sociales.
la llegada de nuevos inmi gr antes de origen peni nsular fue otro factor de
complejidad social. Los encomenderos tenían el mayor número de sirvientes
indios hispanizados y de esclavos africanos. y eran. gracias a sus ingresos. los
que podian pagar a los profesionales y lo s que rápi damente se convirtieron en
los mejores clientes de mercaderes y comerciantes. Con el correr del tiempo.
mejoraron su posición. intensificándose la estratificación social dentro de
cada grupo y algunos adquirieron tierras y propiedades urbanas y se convir-
tieron en dueños de esclavos afncanos y criados indígenas. la consolidación
del poder de los mercaderes se ve en la fundación de los Consulados en 1592
en M éxico y en 1613 en Lima. instituciones gre miales que sirvieron para
consolidar su papel socia l y para instituc ional izar sus derechos co rporativos.
Los hacendados o grandes propietarios fueron un grupo más he terogéneo.
Su origen se encuentra entre los pr imeros encome nderos. que co n diversos ar-
ti ugios lograren apropiarse de vastas ex tensio nes de tierras de s us encomcn -
dados. sobre las que legalment e ca recían de todo derech o . Posterio rme nte el
g rupo aume ntó co n los ac apa radores de tierras, que medraron co n las propi e-
dades repa rtidas por los ca bi ldos. pero tamb ién con mi embros de l séq uito de
los vir reyes que reci b ieron me rcedes de tierras y con los beneficiar ios de de-
rechos de pastor eo cedidos por los cab ildos. Estos y otros personajes. co mo
los funcionarios de la Real Hacien da que pudieron compra r tie rras. cime nta-
ron su prestigio y su posición social según el esrarus conferido por la propie-
dad de grandes extensiones. Con el correr del tiempo.Jos latifund ios se con-
vcrtirian en una de las mas importantes bases de poder de la América española
y de la portuguesa.
7 s. cctontat
El sistema de gobier no urbano era di ferente al rural y permitía que los ve-
cinos (los adu ltos pro pietarios o co n un determinado nivel de ingresos) estu-
vieran representados en los cabildos. aunque quienes lo contro laban solían ser
los encom enderos y. posteriormente. los miembros mas rico s y poderosos de
la comunidad. La cooptación. clave en la vida municipal. se co nvirtió en un
excelente mec anismo para mantener el poder de las o figarquias. aun que en al-
gunas ciudades como Oruro. en el Alto Perú, las luchas en el interior de las él i-
tes urbanas eran enca rn izadas y ob ligaba n a convocar elecciones para cubrir
los altos cargos mun icipal es . las diferencias sociales sumadas a las étnicas ha-
cian de la sociedad colonial un mundo jerarquizado y compartimentado. acor-
de con su estructura corporativa. La educación y la relación co n la Iglesia ten-
dían a aumentar las diferencias entre los gru pos . Como ya se ha vis to. la
Iglesia ju gó un papel decisivo en la sociedad co lon ial en 10 referente a su acti-
vidad primordial. la transmisión de la fe y en su papel en tan to mecanismo de
cohesión social. Desde esta perspectiva. el hecho de que la mayor parte de la
educación estuv iera en sus manos fue decisivo para los españoles y para los in-
dígenas. en cuyo proceso de aculturaci ón su labor relig iosa y educativa fue
central.
Los blancos estaban en la cúsp ide de la pirámi de socia l. pero en este grupo
las diferencias entre hombres y mujeres eran marcadas. El lugar de la muj er
en la sociedad colonial se asemejaba a l que tenía en la Peníns ula y en buena
parte de Europa. De acuerdo co n e l derec ho caste llano. las muj eres tenian un
estatus legal similar a los menores de edad : las solt eras dep endí an de sus pa-
dres y las casa das de su marid o y únicamente las viudas podi an di spon er de
sus vidas y hac iendas como person as ad ultas y emancipadas. El papel de la
mujer quedaba relegado al cuidado del hoga r y la familia y a la educación de
los hijos. pero cua ndo por motivos de viudedad u otras razo nes debían trabajar
para ganarse la vida . las posibilidades a su a lcance eran rest ring idas. Las acti-
vidades co nsidera das apt as par a ellas eran limitadas y de esca sa proyección
social: comad ronas. curanderas. panaderas. pasteleras. costureras. bordadoras
o patronas de casas de huéspedes. Las mujeres solieras o las viudas sin hijos
tenían cua tro opciones para permanecer integ radas a la sociedad con un cierto
decoro : v ivir con sus padres co mo hijas de familia. con un hermano so ltero o
viudo como dueñas de casa y ama s de llaves. ayudar a una hermana casada en
sus labores domés ticas o entrar en un co nvento . Esto expl ica la ab undancia de
conventos femeninos, muchos de clausura . que no sólo eran centros de vida
religiosa. sino también refugios para mujeres solas. Estas podian ingresar
como monj as. residentes seg lares. bea tas (una res idente seglar co n algunos to-
ques de monja) o criadas . En algunos conventos existían celdas lujosas pa ra
quienes podí an cos tearlas y otras más humildes pa ra las mujer es pobres.
Las jerarquías sociales peninsulares se trasladaron prácticamente intactas
a Indias. La nobleza española seguía contando en las colonias. donde también
tenían va lor sus títulos y cargos. aunque la Corona no se prod igó en otorgar
nuevos título s nob iliario s a lo s conquistado res. Ilcm án Cortés fue un caso ex-

i4iC=::::::l
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América co om et

cepcional en los siglos XVI y XVII. El {{dOM se aplicaba normalmente y si


bien inicialmente se reservó a las personas más destacadas y principales. a lo
largo del XVI su uso se generalizó. en un fenómeno similar al ocurrido en la
Península. El titulo de hidalgo pasó a tener un sentido diferente en Indias. al
aplicarse a los primeros conquistadores. los encomenderos, y no se solía utili-
zar para quienes llegaron con posterioridad. Se da la circunstancia que mu-
chos de los primeros conquistadores eran verdaderos hidalgos. cosa que no
ocurrió con la misma intensidad en oleadas posteriores. En realidad. la mayor
ruptura con la experiencia peninsular tuvo que ver con la inexistencia formal
de los plebeyos. Ningún español. peninsular o criollo. pagaba impuestos di-
rectos. es decir. ninguno pechaba. lo cual no excluye la existencia de profun-
das desigualdades sociales entre los españoles mas ricos y los más pobres.
Los altos cargos de la administración colonial. al igual que las mas altas
jerarquias eclesi ásticas. se instalaban en las ciudades. El gobierno y la Igle-
sia indianas eran instituciones b ásicamente urbanas. y los sectores más ilus-
trados y capacitados estaban en las ciudades. La administración colonial
prácticamente no exist ía fuera de las urbes. aunque esto no significa que el
cuidado de la campaña no estuviera entre sus múltiples atribuciones. Con el
tiempo. las instituciones gubernamentales y eclesiásticas se fueron constitu-
yendo en una parte consustancial del paisaje urbano. como prueban sus edifi-
cios construidos alrededor o cerca de la Plaza Mayor. En torno a las Audien-
cias. por ejemplo. fueron surgiendo grupos relativamente importantes de
abogados y notarios. mientras que las cortes virreinales concentraban a desta-
cados personajes de la alta soc iedad peninsular y colonial. Los encomende-
ros no eran ajenos a estos grupos de poder. En realidad. vincularse a ellos por
la via matrimonial. bien directamente. bien a través de hijos o sobrinos. era la
máxima aspiración de todos los recién llegados a América. aunque sólo se
concretaban con cierta facilidad en el caso de los sectores más altos de la ad-
ministración y de la jerarquía eclesiástica.
La realidad social de las zonas centrales y periféricas era similar. si bien
en las zonas periféricas encontramos un mayor grado de marginalidad y no se
observa la presencia de gente de alcurnia y abolengo. También aquí se repite
un fenómeno presente en las zonas centrales: el mayor protagonismo de los
primeros en establecerse en la región frente a los recién llegados. La falta de
recursos explica su escaso tirón inmigratorio; ni había incentivos para poten-
ciales aventureros ávidos de hacer fortuna con cierta rapidez. ni se generaban
los excedentes suficientes como para financiar el viaje a los fami liares toda-
vía asentados en Europa. De ahi su tamaño más reducido en relación a las so-
ciedades de las zonas centrales y su menor crecimiento. tanto demográfico
como económico. Inclusive en las regiones centrales. fuera de las zonas nu-
cleares. las estructuras sociales y administrativas tcnian muchos puntos en
común con las periféricas.
Los mercaderes y. especialmente. los artesanos tendieron a crear gremios.
cofradías y hermandades. que solían funcionar como mundos cerrados. Las

1
7 ..a ooeoad cotc mat
cofradías eran sociedades o asociaciones religiosas que promovían el culto y
la vida espiritua l de las parroquias. pero des de el pu nto de vista soc ial se las
puede considerar una especie de clubes que orientaban una parte importante
de su actividad a la ayuda mutua. la beneficenci a y la ca ridad. A par tir de
1570 los indígenas ado ptaro n es te modelo y a lo largo del siglo XVJll el peso
de las cofradías entre las comunidades indígenas fue muy destacado. Los gr e-
mios tam bién tuv ieron una d imensión reli g iosa importante. ce ntrada en el
culto al santo patrón. a la vez q ue ac tuaba n como sociedades de socorros mu-
tuos. En su interio r se celebraban los matrimonios y surgían las mas diversas
empresas. Los artes anos so lían for mar a los ind íge na', en sus actividades y se
convirtieron en un e ficaz agente de ac ulruraci ón.
Era frecuente que los mercaderes más im por ta ntes se integraran en am-
plias redes comerc iales desde Sevilla u otras plazas mer cantiles anda luzas y
extendidas hasta los territorios mas alejados de los principales centros colo-
niales. La mtegración de los come rciantes en las sociedades en las q ue se es-
tablecían dependía básicamente de su situación y de sus expectativas. Si era n
factores o represe ntantes de las casas matrices peninsulares. era posible que
la estancia en Ind ias fuera limitada y. po r tanto , la integració n y el co ntac to
con el entorn o m ínimos. Sin em bargo. la sociedad co lon ial. es pec ialme nte en
las ciudade s de l inter ior. no conoció arq uetipos puros. Junto a los mercade-
res. que dedicab an part e de su tiempo a tra tar con productos de origen euro-
peo. encontramos a un bue n numero de come rcia ntes o tra tantes especializa -
dos en e l co me rcio a l por m enor y de productos locales. b ien de origen
indígena. bien producidos in situ pero siguiendo patro nes de pro ducc ión eu-
ropeos . Quienes se dedicaban a esta actividad solian ser analfabetos y se ubi-
caban en sec to res marg inales de la soc iedad. Precisam ente en la intermed ia-
ción entre la soc iedad espa ño la y la ind ígena había un nicho de oportuni dad
para mucha gente, au nque no demasiado bien pagado y con escaso prestigio
social. Por si todo es to fuera poco. para aprovec harse de estas po sibi lidades
habia que vivir fuera de las c iudades . Fueron mu chos los españoles. criol los y
peninsul ares. los q ue se dedicaron a estas ac tividades. mezclándose en su
práctica con mestizo s o escl avos y libertos negros.
La fam ilia fue un facto r clave de organización y reproducción social. es-
pecialmente en los es tratos sociales más a ltos. donde el matrimonio y la dote
eran mecani smo s de ascen so soci al. de conso lidació n de po siciones o de re-
forzamiento de situaciones privi legiadas. Lo s vínculos familiares. dentro de
los cuales se puede inclu ir el compadrazgo. eran esenci ales y en tomo a ellos
se tejian redes de influe ncia y poder. que se extendían má s all á de te rr ito rios
concretos o de los límites virreinales. Jun to a las solidaridades familiares es-
taha el paisan aje. ya que los lazo s regionales. bien en alusión a las reg ion es
peninsulare s (vascos. anda luces. extreme ños. gallegos . catalanes , etc . j. bien a
las indianas. fu eron cobra ndo import ancia co n el paso del tiempo y co n el de-
sarro llo de «patrias chicas» en los terr ito rios americano s. El criollismo no es-
capa a es ta realidad y habria que pregu nta rse cuánto ten ia de sentimie nto 10-
Am éri ca cl orria¡

cahsta. especialmente antes de la emancipación. Entre los princ ipales rasgos


de la familia colonial se cuenta n la mayoría de edad tardía. a los 25 años. lo
que implicaba una ma rcada depe ndencia de los padres: un e levado númerode
hijos: la preocup ación por e l cu idado de los hij os ilegi timas, que solian vincu-
larse a las familias de los padres. lo que signif icaba ampli ar el tamaño de las
unidades familiares : y por último. el papel de los parientes. que era funda-
mental ya que la sol ida ridad familiar era bás ica.

1.3. Los grupos subordinados

Junto a los tres principales grupos étnicos (indios. blancos y negros) habia
otros. prod ucto del en trecr uzamiento étnico. Los más importantes eran los
mulatos (blancos y negras ) y mestizos (blancos e indias). El mestizo fue una
catego ria npicamcnre social. q ue no racial. Teóricamente , los mestizos eran
los hijos de madre india y padre blanco. Sin embargo. en los siglos XVI y XVII
los niños mestizos nacidos en el seno de un ma trimonio --que eran muy po-
cos- . reco noc idos por sus padre s co mo hij os legilimos o ed ucados como es-
pañoles eran ten idos por eu ropeos. Por el contrario. los niños mestizos cria-
dos como indios eran tratados como indios. A fines del XVII Yen el xvm la
catego ría de mestizo se exte ndió por doqu ier, y más que para hablar de los hi-
jos de indias y españoles se utili zó para designar a aq uellos indios que aban-
donaban sus comunidades rura les de origen y se establecían en las ciudades.
imitando las pautas de vida blancas.
Los negros se convirtieron en una pieza clave de las c iudades españolas.
Desempeñaban muchas tareas q ue los blancos no querían realizar y, de hecho.
fueron sus auxi liares o intermediarios en zonas habitadas predominantemen-
te por indios. Muchos estancieros de los encomenderos eran negros y si eran
españoles solían tener a su car go a varios neg ros que les ayudaba n en sus
tareas. Los esclavos africanos al ser vicio de los españoles desempeñab an la-
bares de cierta responsabilidad bien como ayudantes de los artesanos. bien
como criados domés ticos de confianza en las reside ncias importantes. Tam-
bién se vc¡a a los esclavos neg ros en las ca lles de las ciuda des comerciando
algunos productos po r cuenta de sus amos blancos. Pese a ser esclavos. los
a fricanos no oc upaban el último lugar en la escala soc ial. Al igual que los eu-
ropcos. su sistema inmunológico los hacía más res istentes a las enfcrrneda-
des importadas del Viejo Mundo. por lo que su espe ranza de vida era mayor y
su elevado preci o los convert ía en un objeto a cuidar. lo que los diferenciaba
de los indios. Muy pronto los esclavos pudieron emanciparse. bien compran-
do su libertad. bie n por la co ncesión del amo, lo que permitió e l desarrollo de
un g rupo de negros y mulatos libres que se integraron a la vida urbana .
La periferia de la sociedad colonial dio lugar a numerosos tipos y figuras
marginales. A partir del siglo X"' I come nzó a crece r e l núme ro de vagos. mu-
chos participantes de la conquista y q ue. una vez acaba da. se quedaron sin la-
7 La sociedad cctontat
bor que cumplir ni estímulos para integrarse en la sociedad. Era frecuente que
estos vagos se reunieran en bandas y que su actividad fuera una fuente de pre-
ocupación para las autoridades colon iales. Los escl avos negros huidos solían
refugiarse en el mo nte o en lugares apartados donde se agrupaban en comuni-
dades o palenques, quilombos en Brasil, que también se convirtieron en un
polo de atracción para blancos, mestizos e indios marginales.
Los centros mineros. habitados por una ínfima porción de la población
regional. vivían al margen de las ciudades. La distancia de los centros produc-
tores a las zonas más po bladas de indígenas y a los núcleos urbanos. así como
las dificultades de acceso a los reales de mi nas. conv irtieron a los campamen-
tos mineros en enclaves pecul iares. con una población transeúnte de cierta
importancia aunque socialme nte periférica. Cua ndo la extracción de la plata
seconvirtió en la activi dad minera por excelencia, los centros productores co-
menzaron a asemejarse a las ciudades españolas con sus cab ildos dominados
por los empresarios mineros locales. y sus mercados, con mercaderes. artesa-
nos y profesionales. Las minas demandaban una cantidad de mano de obra
fijay especializada, que se cubría con trab ajadores indigenas desplazados de
loslugares más recónditos. Las minas. como las ciudades. eran sitios adecua-
dos para la integración de los indios en la soc iedad española , y por eso se
pudo ver a los indígenas tra bajando en las galerías de los yacimientos de plata
yen los molinos de re fino del mineral.

1.4, Los indios en La sociedad españoLa

Pese a la separación prácticamente total entre la sociedad de los españo les y


la de los indios (lo que se llamaría «república de los españoles» y «república
de los indios»], muc hos indígenas se incorporaron al mundo hispano y fue-
ron los protagon istas de las mayores transformaciones culturales vividas en
América en el periodo colonial. En algunas ciudades construidas sobre sus
precedentes indígenas. como México y Cuzco, vivían con su organización
precolombina importantes grupos ind ígenas. En otras de nueva planta, como
Puebla. también se instalaron nutridos contingentes ind ígenas, aunque prove-
nientes de las más diversas com un idades del país , d ándoles un típico perfil
aluvional. Mient ras el centro de las ciudades era básieamcntc español los
arrabales estaban «indianizados». Destaca una característica dife renciada en-
tre los pueblos indígenas de la Nueva España y los de la zona andina, ya que
los primeros tení an un perfil me nos nítido al haberse producido una mezcla
étnica entre sus integrantes, algo que no ocurria en las comunidades andinas.
El control blanco sobre la vida política y económica, lajusricia. la cultura
y la religión no dejaban resquicios para que se cuestionara su situación social
hegemónica. De ese modo, controlaron las disti ntas formas en que se explotó
el trabajo indígena. otro de los pilares de su poderío, basándose en diversas
instituciones como la encomienda o la mita. La primera sirvió pa ra recaudar

m-
Amrrlca olo llial

el tribu to indígena y para reglamentar algunas formas de trabajo obligatorio.


Sin embargo. para limitar los efec tos de una «scñorializaci ón» de la sociedad
contraria a sus intereses. la Corona intentó limitar el poder de los encomende-
ros. que en las décadas inicia les de la conquista y la colonización fueron los
mayores beneficiarios de las mercedes de tierras. En un primer momento, las
encomiendas fue ron concedidas de por vida y era n hereditarias. lo que confi-
rió al g rupo inicia l y a sus descendientes. los benem éritos. ciertas aspiracio-
nes nobiliarias que . como hemos apuntado. iban e n contra de los planes he-
gemónicos de la monarquía. De ahi quc las Leyes Nuevas (1542) intentaran
recortar el poder de los encomenderos. un proyecto que enco ntró una fuerte
resistencia en las diversas partes del Imperio, siendo el Perú el mayor foco de
descontento . Más allá de las guerras civile s peruanas. el poder de los enco-
mendcros comcnz ó a decl inar con relativa rap idez y sólo se mantuvo en algu-
nas zona s margi nales. como la pe n ínsula de 'rucar án.
La mita. por otra parte. era una institución típicamente andina. utilizada
pa ra llevar por períodos determ inados tra baja dores indígenas a las minas
(como Potos i o Huancavelic a ). El sistema funcionaba sobre la base de la ex-
plotación de la com unidad indígena en su conjunto. Era la comunidad la que
debía aportar a los hombres (lo cua l significaba me nos manos para trabajar
las tierras comun itarias y obtener ganancias para luego pagar e l tributo). ali-
mentar a los mitayos durante el viaje al y desde el centro minero y durante su
estanci a en Potosí. Los indios acudían de forma rotativa a cumplir con sus
obligaciones.

2. la sociedad dolos indios

Las sociedades indígenas no hispanizadas mantenían las estructuras sociales


precolomb inas y por eso res ulta necesa rio estudiar su situación global, espe-
cialmente fuera de las ciudades y de algunos otros centros de actividad espa-
ñola como las minas . Sin em bargo. la condición de los indígenas en la socie-
dad colonial estaba fundamenta lme nte determinada por la condic ión yel
cstatus j urídico y socia l que rec ibieron de los conquistadores. Según Lcck-
harto el efecto de la conquista española y de la co lonización sobre las socieda-
des indígenas loca les a lo largo del sig lo XV I fue más cultura l que soc ial. Las
ideas indígenas se vieron afectadas y sus consecuencias se hicieron sentir en
la vida cotidiana. au nque las relaciones sociales perma necieron prácticamen-
te inalteradas. En 10 que a la vida dia ria se refiere. los indios ya no construían
templos a sus dioses sino iglesias católicas. empleaban utensil ios de acero y
utilizaban dinero español cuan do compraban y vendía n produc tos de uso co-
rrien te. pero seg uían teniendo a los caciques a l frente de sus comunidades.
que eran las que verdaderamente estructuraban a las soc iedades indígenas.
En México. se mantuvo la dife rencia entre los plebeyos (macehualJin) y
los nobles (pipiltill) . que eran los q ue se encargaban del gobierno de las co-

ii&i:CI'i'46
146
7. La sociedad colonial

munidadcs indígenas, tal y co mo lo habían hecho antes de la conqu ista. El re-


gímen domestico, los núcleos fam iliares y la estructura de la propiedad de la
tierra mantenían su organ ización pese a las reducciones indígenas y al des-
censodemográfico. El principal cambio en las relaciones sociales fue la desa-
parición de la esclavirud entre los indios. consecuencia del fin de las guerras
entre los pueblos abo rigenes. La movilidad soc ial en c l íntcrior dc las comu-
nidades pasaba por el deseo de alg unos plebeyos de convertirse en nobles o
por su decisi ón de desconocer algunos deberes que los obl igaban con lo s se-
ñores indigcnas. pese a que las ca tegorías antiguas no fueron mayoritaria-
mente cuest ionadas .
El principal factor de movi lidad social de los ind ígenas esta ba fuera y no
dentro de la sociedad ind ia. y era. sencill amente. la posibilidad de incorpo-
rarse a la sociedad es pañola. Este hecho también dificulta nuestro propósito
de establecer un modelo capaz de describir la sociedad co lonial, ya que los
escasos p ucnres entre la sociedad de los españoles y la soc iedad de los ind ios
eran cruzados por m iles de individuos que terminaban instalados en las ciu-
dades españolas o en cualquier otro enclave de la sociedad hispana. Éste fue
el principal cambio soc ial que se produjo. vinculado al desarr ollo del mesti-
zaje. En los Andes encontramos a los indios forasteros. miembros de una co-
munidad y afincados en otra. aunque seguían manteniendo lazos con su gru-
po de origen . En México no oc urría nada parecido. ya que los indios que
salían de una comunidad para integrarse en otra terminaban asim ilados a la
sociedad receptora. La sa lida o expulsión de indios de sus comunidades. uni-
da a la caída demográfica, provocó el descenso en el número de vasallos de-
pendientes de los señores indígenas, lo que a su vez fue causa de una pérdida
de poder de estos últimos. El ma ntenimiento en la actualidad de las estructu-
ras primitivas en algunas regiones andinas apuntaría a una escasa intl uencia
de la sociedad hispana.
Una consecuencia de la polémi ca sobre la co ndición de lo s indios fue su
consideración de menores de edad gen te sin juicio suficiente que necesitaba
protección fren te a los pc lígros del entorno socia l en que se movían . No se
trataba só lo de protegerlos personalmente . sino tamb ién de extender la pro -
tección a sus bienes comunitarios. ambicionados por eneomcnderos, merca-
deres y cua lquier otro agente económico con algún punto de contacto con la
sociedad indígena. Esta idea favoreció el desarrollo de dos sociedades dife-
rcncia das y separadas.fas menciona das «república de españoles » y «repúbl i-
ca de indios». Sin embargo, la separación no fue siempre posible, como ocu-
rrió en algunas regiones marginales. Paraguay fue un caso ext remo, donde no
se encontraban dos mundos diferentes. Esto se observa en nuestros días. al ser
Paraguay el único país dc América Lat ina don de las clases acomodadas do -
minan la lengua ind ígena. el guaraní, algo impensable cn otros países de
abundan te población aborigen. como Guatemala o Perú. El factor indígena
también incid ió en la relación ent re aborígenes y españoles. M ientras en las
zonas co n población sedentaria la segregación fue la norma, en aquellas don-

147
Am értce colon ial

de habitaba una població n semisede ntaria el contacto y la interrelación fue-


ron posibles. y a llí donde prim aba el nomadismo de los naturales. el enfrenta-
miento ent re ambas soc iedades fue la constante. co mo en el sur de Chi le. el
norte de México o algunas partes del Chaco.
la creación de los pueblos de indios basándose en las red ucciones supu-
so la existencia de un estat uto particular para regir su vida . producto de la
síntesis entre la obligación de la Coron a de defe nder a los indios en tamo súb-
ditos. el paternalismo de las órdenes relig iosas. espec ialmente de los francis-
canos y domini cos . el deseo de control y de ordenación del territorio de los
a ltos cargos de la admini stración y los intereses de los colonos. Entre 1540 y
16 10 tuvo lugar e l período de mayor activi dad de las reducc iones . q ue permi-
tieron la organización de nuevas y grandes comunidades indígena s. capaces a
la vez de autosostenerse y generar los excedentes necesarios para pagar el tri -
buto . Aunq ue en estos enclaves encontra mos algunas instituciones típ ica-
mente españolas. como los cab ildos . los pueblos de ind ios. de un claro perfil
cas tellano. fueron gobernados por los indígenas. por sus nobles. gobernado-
res, caciques. mandones o cu raca s. dan do lugar a una aristocracia típicamen-
te local. En ese mundo con tradictorio que fue la realidad co lonial hubo algu-
nas creac io nes de la Corona, como el protector de indios o el j uzgado de
indios, que respondieron a esa búsqueda de protección, si bien no lograron
impone rse a l c úmulo de intereses creados que pugnaban por la explotación
de los naturales.
La bipolaridad colon ial se expresaba de numerosas maneras: indios y es-
paño les o mundo agra rio y mundo urbano. La mayoría de la població n indíge-
na vivía en y del campo . mientras que los blancos se habían establecido en las
ciudades. pese a obtener la mayor parte dc sus riquezas del mundo rural y del
trabajo campes ino. En el medio rura l los indios vivían en comunidades. que
eran las pro pieta rias de las tierras y el mejor vehículo para mantener la cohe-
sión étnica y cultura l. Fue dentro de las comunidades donde la «república de
los indios » adquirió sentido, ya que encontramos un sistema de cargos pro-
pios de las sociedades indíge nas con sus caciq ues y consejos de ancianos y,
en algunos casos. autoridades delegadas del poder real. En torno a l perímetro
de los pueblos estaban las tierras de resguardo. cuyo titular era la comunidad
y que habian sido cedidas a perpetuidad no pod ían enajenarse bajo ningún
concepto y se dividían en tres partes iguales. Una se destinaba a producírpara
mante ner a la comunidad otra a cu ltivos comerciales y la última a pastos. La
venta de los prod uctos iba a la caja de censos o caja municipal y servía para
paga r el tributo y comprar sem illas. animales. herramientas y otros insumos
agranos.
Hacia 1560. cuando se había recortado el poder de los encomenderos. la
aut oridad que los caciques o curacas ejercían en el interio r de las comu nida-
des debió ser com parti da co n los co rreg idores de indios. funcionarios de fa
admini straci ón co lonial que ejercían su cargo durante dos o tres año s. Estos
últimos eran asistídos en su labor por teniente s de corregidor (ayudantes ). in-
edad colonial
--------- -- 7

iérpretes ígeneralrnenrc indígenas o mest izos). alcaldes de indios y alguaci les


de indios. Su cometido era gobernar los vastos territorios rurales en que se
asentaban las comunidades indígenas. administrar justicia en nombre del rey
y cobrar el tributo. que solía ser recogido por los caciq ues. Para Guillermo
Céspedes. la princ ipal causa del fracaso de este sistema fue la instaurac ión
del trabajo forzoso de los indios . La medida. que se instituyó en 1552. da da la
gran necesidad de man o de obra no cualifica da en los terr itorios coloniales.
sólo podía afecta r al 4% de la población indígena de Nueva España o al 6%
de la del Pero. aunq ue los movilizados deb ían ser varones de e ntre 20 y 50
años. El corregidor reunía a los indios entregados por los caciques para cada
mmoy los ponía a disposición de un juez repartidor. encargado de asignarlos
a las distintas labores que debían realizar en obras publicas. agricultura o mi-
nena. Ante los numerosos abusos cometidos. e l sistema de trabajo forzoso se
suprimió en 160 1 si bien se mantuvo vigen te en Nueva España para situac io-
nesde interés público hasta 1632. lo que. de alguna mane ra, equ ivalía a que
siguiera funcionando.

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