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Palmira está situada en el centro del desierto de Siria, en la

vecindad del oasis de Afqa. Es una ciudad de la famosa ruta de


la seda, que prosperó con el comercio de caravanas
provenientes de Irak, Siria, Líbano, Palestina y Jordania. La
posición geográfica estratégica, el florecimiento y la riqueza
de Palmira llamaron la atención de los romanos, quienes
tomaron la ciudad en el siglo I, tras lo cual su reina, Zenobia,
se suicidó con veneno.
Recientemente aparecieron en la Red imágenes que
muestran a combatientes islámicos mientras colocan cargas
explosivas en el templo de Baal Shamin. Los explosivos
fueron instalados tanto dentro como fuera de la estructura
del edificio, que según los expertos era una de las
construcciones mejor conservadas e intactas de la
arquitectura greco-romana en la mencionada ciudad siria.
Explosivos en el Templo de Bel.
Las imágenes muestran que el famoso
templo, considerado el segundo más
importante de la antigua Palmira, "ha
volado en pedazos", afirmó a AFP el
portavoz de UNITAR, Einar Bjorgo.
Lo que las pirámides a Egipto, Persépolis a Irán o Petra a Jordania,
eso, exactamente, es Palmira a Siria, algo de otra dimensión, capaz
de estar sólo entre los más grandes lugares nacidos a lo largo de la
Historia.
En este caso esta ciudad situada en un oasis en mitad del desierto
sirio fue la capital de un Imperio efímero pero poderoso que
contuvo a Roma y a los sasánidas venidos de Persia. Su reina, la
hermosa Zenobia, volvió literalmente loco a un Emperador romano
como Aureliano que castigó su afrenta haciéndola tirar un carro con
cadenas de oro y vivir para siempre en la ciudad de Tibur (actual
Tivoli, Italia).
Arco de la Victoria de Palmira
El Tetrapylon , un punto de cruce entre dos avenidas y que en el
caso de Palmira separaba la primera sección de la avenida
principal de la segunda. En la imagen estamos viendo la
reconstrucción que se hizo en el año 1,963 y de las dieciséis
columnas sólo una es original. Originalmente en el interior de
cada uno de los pabellones rodeados por cuatro columnas había
una estatua.
Gran avenida de columnas y a uno de sus lados el Teatro de
Palmira que también ha sido restaurado como se ha hecho con
otros edificios y monumentos de la ciudad y donde todavía, al
menos hasta el comienzo de la guerra civil siria en 2,011 se
seguían celebrando espectáculos y representaciones en el marco
del Festival Anual de Palmira.
Un antiguo templo en la ciudad siria de Palmira quedó reducido a
escombros por los milicianos del grupo yihadista Estado Islámico,
afirmó un testigo, confirmando la destrucción completa del antiguo
monumento, un acto que la Unesco calificó de “crimen de guerra”.
La agencia cultural de Naciones Unidas calificó la destrucción del
templo, parte de un complejo de la era romana que fue uno de los sitios
turísticos más populares en Medio Oriente, como “una pérdida inmensa
para el pueblo sirio y para la humanidad”.
El templo de Baalshamin,
en Palmira, Siria, antes de
ser totalmente destruido
por ISIS. Reuters
Solo rocas. Así quedó el templo de
Baalshamin, en Palmira, Siria.
La directora de la Unesco había señalado que el grupo terrorista
Estado Islámico está cometiendo en Siria e Irak la destrucción de
sitios históricos "más brutal y sistemática" desde la Segunda Guerra
Mundial. Sus palabras llegan después de que los yihadistas volaran
el templo.

Hace meses los militantes del Estado Islámico se apoderaron de la


antigua Palmira en Siria: una ciudad declarada Patrimonio de la
Humanidad por la Unesco. Si no logran reconquistar la ciudad, lo
más probable es que este monumento único de la historia y la
arquitectura, ya afectado mucho durante los combates, sea destruido
por completo.
El grupo terrorista mostró el sanguinario espectáculo que montó en
Palmira poco después de haber tomado la ciudad. Decenas de civiles
fueron obligados a observar cómo morían los prisioneros. El grupo
terrorista Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) publicó un
vídeo en internet que muestra el asesinato de 25 soldados sirios por
disparos de jóvenes, aparentemente menores de edad, en el teatro
romano de Palmira, en el centro de Siria.
En la grabación, de más de nueve minutos y cuya autenticidad no pudo
ser comprobada, aparecen las víctimas de rodillas y en fila en el
escenario del teatro romano, donde sus verdugos les disparan a la
cabeza desde atrás.
¡Estremecedor!
ESTA VIOLENCIA CONTRA LA CULTURA, LA DIVERSIDAD
RELIGIOSA, EL PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD DEBE
DE PARAR…
PROTESTEMOS…
CIRCULA ESTA PRESENTACIÓN A TUS CONTACTOS
Y HAGAMOS ALGO POR ESTE MUNDO…

Dr. Adrián A. Valdez Zea


Guatemala
Febrero 2,016

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