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UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA

CENTRO UNIVERSITARIO DE CIENCIAS EXACTAS E


INGENIERIAS

“DETERMINACION DE LA PERMEABILIDAD”

POR:
TUDOR ALEJANDRO COMPARÁN QUINT

PROFESOR:
VAZQUES ORTIZ CARLOS ALEJANDRO

MATERIA:
MECANICA DE SUELOS

GUADALAJARA, JALISCO. NOVIEMBRE 2011


ENSAYOS LEFRANC

Se entuba la perforación por tratarse de terrenos pulverulentos y la cavidad se


abre bajo la zapata del revestimiento. Se conserva abierta gracias a la inyección
de agua que se realiza a través de las toberas de un trépano pequeño que se
mantiene fijo a una determinada profundidad.

La sobrecarga h de agua en la cavidad viene dada por la observación del nivel


libre en el entubado y el caudal de inyección por la bajada del nivel del tanque.

De este modo se tienen todos los elementos necesarios para calcular K, salvo el
coeficiente C de la cavidad para evaluar este es preciso hacer una hipótesis sobre
la forma de la misma. Por consiguiente, la interpretación del ensayo solo puede
suministrar un orden de magnitud bastante aproximado de las permeabilidades.
En general es suficiente, ya que el coeficiente C varía poco con la forma de la
cavidad.

Cuando la dimensión de los granos de las formaciones es demasiado grande para


que el agua pueda formar una cavidad, es necesario recurrir a otro procedimiento.

Algunas veces se puede realizar con la herramienta de perforación con una


cavidad de forma dada asegurando su mantenimiento durante el tiempo que dura
el ensayo la propia cohesión del terreno. En este caso no hay que olvidarse de
comprobar que no sufre ninguna modificación durante el tiempo que se realizan
las medidas.

En particular, si se toma como cavidad el espacio en forma de disco que se crea


en la base del entubado, es necesario que no ascienda por él nada de terreno. Si
esto no se cumple rigurosamente, no existe ningún medio de evaluar
correctamente el coeficiente a considerar, ya que la parte de formación que se
introduce en el entubado, en general antes de comenzar el ensayo, se ha
descomprimido con relación a la que queda en su sitio y su permeabilidad cambia.

Además, el cálculo demuestra que, cuando existe un terreno idéntico dentro y


fuera del revestimiento basta con una pequeña subida para que la carga h que hay
que sustituir en la fórmula sea una pequeña fracción de la sobrecarga aplicada.
Por consiguiente, hay que evitar este tipo de cavidad.

Cuando es posible se mantiene el hueco abierto llenándolo con grava gruesa


calibrada. Los vacíos de esta son lo suficientemente grandes para que el agua de
inyección no pierda la carga por su causa.

Finalmente, se puede proveer el entubado de un elemento perforado debidamente


calibrado.
Si los caudales inyectados son muy pequeños y no se puede conseguir una
cavidad inyectando agua, la bomba resulta inútil, entonces se puede introducir el
agua con un bidón de capacidad conocida que mantenga siempre un nivel
constante en el entubado. O más sencillo aún, después de haber llenado el
revestimiento de agua, se mide la velocidad de descenso de esta.

Como se ha visto, estos ensayos se pueden realizar de modo muy variado y


conviene tomar diferentes valores de la sobrecarga para compensar los errores.

La experiencia de estas muestras demuestra que su simplicidad es solo aparente


y es necesario que las efectúen e interpreten técnicos que sepan lo que hacen.
Con las inyecciones de agua se corre el riesgo de provocar fracturas que permiten
que se establezca fácilmente una corriente de agua alrededor del entubado o, por
el contrario, que se obturen las formaciones. Incluso aunque las aguas estén
perfectamente limpias, se puede producir esta colmatación por el desprendimiento
del gas disuelto en el agua.

Por todas estas razones se prefiere generalmente efectuar los ensayos por
bombeo. Pero es necesario tomar grandes precauciones para evitar que se
produzcan arrastres del terreno que cambiarían completamente el valor del
coeficiente C que se creía aplicable.

Como generalmente las cavidades son de pequeñas dimensiones, las


permeabilidades calculadas se refieren a un pequeño volumen de terreno y se
pueden considerar como puntuales. Es necesario ensayar un gran número de
puntos para poder tener un valor medio de la permeabilidad del terreno.

PRUEBAS LEFRANC

Ejemplos:

Caso num. 1. carga constante.

Datos:
D = 7.6 cm.
H1 = 1.5 m –Zo-- z1
Q = lt/seg - 0.0005 m³ / seg.
L = 1.00 metros.

Los valores que se toman en el campo son:

Zo en m. Profundidad del manto con respecto a la boca del tubo


Z1 en m. Profundidad del agua en el pozo, para un gasto Q constante.
Q en litros por segundo constante, durante 10 minutos.
Y de estos tres datos los que hay que tomar con cuidado son z1 y Q, pues es en
los que se puede cometer errores con gran facilidad. Una forma de limitar las
posibilidades de error es efectuar la prueba con este método solo para valores de
Zo reducidos, digamos del orden de los 5.0 a los 10.0 metros como máximo.

En estas condiciones es posible medir la profundidad Z1 con una sonda eléctrica ,


a través de un tubo de menor diámetro que el ademe; y el agua con gasto Q,
deslizarla por 4el espacio comprendido entre los dos tubos, y mantener el gasto
constante durante 10 minutos.

PRUEBA LEUGEON

ENSAYOS LEUGEÓN

Los ensayos Leugeón son análogos a los Lefranc. Lo mismo que estos, se
ejecutan según avanza la perforación, se hace en rocas de baja permeabilidad en
pequeño volumen; pero más o menos fisuradas, es necesario ejercer presiones
relativamente grandes para inyectar el agua en las fisuras. Así pues se calcula la
permeabilidad en grande. Supongamos una perforación invadida hasta una cierta
profundidad. A partir de ella se perforan unos 5 metros. A continuación se fija un
obturador en la parte superior de este tramo virgen y se inyecta agua a presión
con una bomba. Un manómetro colocado en la boca del pozo, un contador de
agua y una válvula de descarga, permiten medir los caudales inyectados a una
presión dada.

En general, se mide durante cinco o diez minutos el caudal inyectando a una


presión constante. Después se trabaja con una presión mayor. La gama de
presiones a emplear depende del estado de fisuración , pero al menos se emplean
tres o cuatro valores que se volverán a utilizar cuando se haya alcanzado la
presión máxima. Esta raramente es mayor a 10 kg/cm², ya que existe un límite a
causa de la presencia del obturador y de la potencia de las bombas. Por otra parte
, se corre el riesgo de producir una facturación artificial y trastornos del terreno que
falsearían los resultados.

La comparación de los resultados obtenidos con presiones crecientes y


decrecientes es muy instructiva en lo que concierne al comportamiento del terreno.
A menudo se comprueba que, cuando las presiones disminuyen, los caudales son
mas elevados que cuando aumentan a consecuencia del lavado de las fisuras.

Leugeón preconiza expresar los resultados evaluando la absorción con una


presión de 410 kg/cm² en litros por minuto y por metro, con una duración del
ensayo de 10 minutos. En su honor se suele denominar Lugeón a esta unidad.
Si se expresa en unidades más consistentes, es decir, calculando el coeficiente de
permeabilidad equivalente, se comprueba que un Lugeón vale de 1 a 2x10-7 m/s..

Esta equivalencia solo tiene valor para un determinado grado de fisuración que
justifique un cálculo de este tipo, si los caudales inyectados son pequeños. En
efecto, Lugeón considera únicamente las presiones indicadas por el manómetro
que se coloca en la superficie. Como las perforaciones y la tubería de conducción
del agua son de pequeño diámetro, si los caudales inyectados son grandes y el
tramo ensayado es un poco profundo, las pérdidas de carga en la tubería son del
mismo orden de magnitud que las presiones medidas en el manómetro.

Para poder evaluar correctamente el coeficiente de permeabilidad de las


formaciones que hay que determinar la presión de inyección que existe en el
centro de la cavidad. Por consiguiente, hay que tener en cuenta la profundidad del
nivel estático del manto acuífero y calcular la pérdida ed carga debida a la línea de
conducción.

Si no se toma esta precaución, las gráficas del ensayo, expresadas en lugeones


brutos, representan casi exclusivamente la ley de variación de las pérdidas de
carga en la tubería de conducción. No pueden suministrar ninguna indicación
sobre el estado de fisuración de las rocas.

La prueba consiste en inyectar agua a presión en tramos de perforación, lo cual


tiene por objeto tener una idea aproximada de la permeabilidad en grande, o sea
debida a las fisuras de la roca o del material granular cementado estudiado. Se
varía la longitud de los tramos probados, así como la presión a la que se inyecta el
agua, La llamada unidad Lugeon corresponde a una absorción de 1 litro de agua
por minuto, por metro de sondeo, con una presión de inyección de 10 kg/cm2.

En la práctica, la prueba consiste en obtener, para distintos tramos, curvas de


gastos de absorción en función de la presión de inyección.

La longitud de los tramos de perforación en los que se realiza la prueba debe


adaptarse a la naturaleza del terreno. En numerosos casos resulta adecuado el
empleo de tramos de prueba de longitud reducida (1m o aun menos), con objeto
de analizar detalladamente zonas de características excepcionales.

A continuación de muestra el equipo, procedimiento, realización e interpretación


de la prueba.
PRACTICA DE LABORATORIO 5: MEDIDA DE LA PERMEABILIDAD

1. OBJETIVO

La Práctica 5 va a centrarse en la determinación de la permeabilidad de un suelo


arenoso típico (arena de la playa de Castelldefels). Sin embargo también se
comprobará la existencia del fenómeno de licuefacción de la arena para un
gradiente
hidráulico determinado.

2. DESARROLLO DE LA PRÁCTICA. RESULTADOS

Las etapas de la práctica son las siguientes:


1. Preparación de la probeta. Determinación de su densidad y porosidad.
2. Medida de la permeabilidad mediante el método del permeámetro de carga
variable.
3. Medida de la permeabilidad mediante el método del permeámetro de carga
constante, (empleando varios gradientes).
4. Determinación del gradiente hidráulico crítico.
Los resultados y discusiones que deberán incluirse en el informe de la práctica,
serán
como mínimo los siguientes:
Valor de la densidad y de la porosidad. Comparación con los valores típicos en
una
arena.
Valor de la permeabilidad obtenido con los diferentes métodos y gradientes.
Discusión
de los valores encontrados.
Valor del gradiente hidráulico crítico medido. Comparación con el valor esperado a
partir
de la densidad de la arena.

3. METODOLOGIA A SEGUIR EN EL ENSAYO

En los apartados siguientes se acompaña información relativa a la forma de


ejecutar los
diversos ensayos.

3.1 Material a ensayar


El material a ensayar es arena limpia mal graduada de la playa de Castelldefels.
La densidad de las partículas de arena es de 2.7 Mg/m3

3.2 Equipo
El equipo a utilizar se muestra en el esquema de la Figura 2. Consta de los
siguientes elementos:
2. Esquema del equipo
· Recipiente para colocar la arena.
· Bureta para el ensayo de carga variable.
· Depósito con vertedero para el ensayo de carga constante.
· Columnas de cristal graduado para medida del nivel piezométrico.
· Disco metálico para comprobar la existencia de sifonamiento.
· Recipiente graduado (probeta) para medir el volumen de agua infiltrado.
· Cronómetro.

3.2 Exposición general


3.2.1 Determinación de la permeabilidad de una arena a partir de su granulometría
Para una arena uniforme se puede emplear la fórmula de Hazen, 2
10 K=100D, donde si
se expresa D10 en cm se obtiene la permeabilidad en cm/s.
3.2.2 Determinación de la permeabilidad en laboratorio
Existen dos métodos típicos para la medida de la permeabilidad en el laboratorio
según
se utilice un gradiente constante o variable. En ambos casos esta medida se basa
en la
ley de Darcy:
Q = AKÑh (1)
donde Q es el caudal infiltrado, A la sección de suelo atravesada por el agua, K la
permeabilidad y Ñh el gradiente de altura piezométrica.
A partir de la ecuación (1) es inmediato evaluar el valor de la permeabilidad en el
caso de que se fije el valor del gradiente y se mida el caudal de agua que circula a
través de suelo (ensayo de gradiente constante).
El método de carga constante tiene la limitación de ser lento y poco preciso en el
caso de suelos poco permeables donde los caudales a medir son pequeños. Para
permeabilidades menores de 10-6 m/s es conveniente utilizar el método de carga
variable.
En el ensayo de carga variable se hace circular a través del suelo el agua
contenida en un tubo graduado de pequeña sección cuyo nivel se va reduciendo a
medida que el agua atraviesa el suelo. El gradiente es máximo al inicio y es nulo
cuando el nivel del agua en el tubo ha descendido hasta igualarse al del nivel del
agua que sale del suelo.
Si no se tienen en cuenta las pérdidas de carga en los tubos, la permeabilidad (K)
del suelo puede calcularse de acuerdo con la expresión siguiente:

ln
( )
h0
h(t)
=
KA
La
t

Donde h0 y h(t) son las diferencias de altura piezométrica entre los bordes del
suelo correspondientes a los tiempos iniciales (t=0) y t después de iniciado el flujo,
L es la longitud de la muestra, A es la sección de la muestra y a es la sección
transversal del tubo graduado.
Por último, el gradiente crítico en un flujo vertical ascendente se produce cuando
las fuerzas de filtración (gwÑh) se igualan al valor de las fuerzas de masa
efectivas debidas a g'. En ese caso, el valor de la tensión efectiva vertical se
anula, la arena pierde toda su resistencia a esfuerzo cortante y se comporta como
un fluido.

3.3 Procedimiento
3.3.1 Medida de densidades y preparación del ensayo.
1. Se mide el diámetro interno del cilindro (D) y la altura de la muestra de suelo
(L). A partir de estas medidas y sabiendo que el peso de arena seca en la muestra
es de W0=2 kg (19.62 N), puede calcularse el volumen ocupado por la muestra de
suelo (Vt), el volumen ocupado por las partículas sólidas (Vs) y el volumen de
agua dentro de los poros de la muestra (Vw), (que es el mismo que el volumen de
los poros ya que la muestra está saturada). El peso específico de las partículas del
suelo (gs) es de 2.7 g/cm3 (26.49 kN/m3).
2
Lπ D
V t=
4
W
V s=
γs

V w =V t−V s

Con estos datos puede calcularse el peso específico seco (gd), el peso específico
natural (gn), la porosidad (n), y el peso específico sumergido (g’):

W0
γ d=
Vt

W 0 +V W γ W
γ n=
Vt

VW
n=
Vt

'
γ =γ n−γ w

2. Abrir las válvulas C y B, llenar de agua el volumen que queda entre la arena y el
borde superior del cilindro (cerrarlas una vez el agua empiece a salir por el
rebosadero).
3. Abriendo la válvula A comprobar que el agua baja por el tubo delgado hasta
detenerse en un nivel que corresponde con el “0” del tubo. En condiciones
hidrostáticas, el nivel del agua en el tubo.

3.3.2 Carga variable

1. Abrir la válvula A y poner en marcha el cronómetro. Tomar nota del tiempo


necesario (ti) para que el nivel del agua descienda hasta una serie de valores h(ti)
medidos sobre las marcas de la bureta graduada. Para obtener el valor de la altura
piezométrica respecto al nivel de salida (s) se puede hacer uso de las marcas en
la bureta graduada.

2. Cerrar la válvula A y volver a rellenar el tubo con agua.

3. Repetir dos veces más los pasos 1 a 3. Al acabar dejar cerrada la válvula A.

4. Dibujar sobre papel milimetrado los pares de puntos (ln(h(ti)), ti) y obtener el
valor de la permeabilidad utilizando la expresión (2). El procedimiento más
correcto es encontrar la permeabilidad a través de pendiente de la recta de
regresión entre dichas variables.

3.3.3 Carga constante

1. Abrir las válvulas a, b y c. Hay que procurar eliminar las posibles burbujas de
aire ocluidas en los tres tubos de medida de alturas piezométricas, para ello debe
presionarse con los dedos sobre los tubos de goma de conexión. Con las válvulas
A y B cerradas, y en condiciones hidrostáticas, el nivel de los tres tubos debe
coincidir con el de salida de agua del permeámetro.

2. Abrir la válvula B. Regular el grifo de entrada de agua en el depósito (C) de


forma que el nivel del agua permanezca estable.

3. Obtener el gradiente de altura piezométrica Ñh a partir de las lecturas del nivel


del agua en los tres tubos piezométricos (a, b y c) situados en el panel.

4. Poner en marcha el cronómetro y tomar nota del tiempo ti empleado en recoger


un volumen de agua (Vti) en la probeta P a la salida del permeámetro. Obtener el
valor del caudal Q.

5. Dibujar sobre papel milimetrado el par de puntos (Ñh, Q) y obtener el valor de la


permeabilidad utilizando la expresión (1).

6. Repetir dos veces más los pasos 2) a 5), aumentando cada vez en unos 4-5 cm
el valor de la altura del rebosadero.

3.3.4 Sifonamiento
1. Colocar un disco metálico sobre la superficie de la arena.
2. Aumentar el valor del gradiente subiendo el nivel del rebosadero lentamente
observando el comportamiento de la arena y tomando nota del valor de las alturas
en el panel de tubos piezométricos.
3. Cuando se observe la licuefacción, calcular el valor del gradiente crítico. En ese
momento el disco de metal colocado inicialmente sobre la superficie de la arena se
hundirá en ella.

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