consumidores. • Implementación de prácticas sostenibles en la producción. • Utilización de energías renovables en los procesos de fabricación. • Implementación de políticas de reciclaje y gestión de residuos. • Emisiones contaminantes en la producción. • Uso excesivo de recursos naturales no renovables. • Falta de regulaciones ambientales estrictas • Vertido de productos químicos tóxicos en el medio ambiente. • Apostar por la economía circular y el uso de materiales reciclados. • Fomentar la innovación en productos y procesos para reducir el impacto ambiental. • Incorporar criterios de sostenibilidad en la cadena de suministro. • Realizar auditorías ambientales periódicas para evaluar y mejorar el desempeño ambiental de la empresa