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A LA DERECHA
ORLANDO MILLAS
DERROTAR
A
LA
DERECHA
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E s necesario que cada hombre y cada m ujer de nues
tro pueblo adquieran plena conciencia de este peligro,
de lo que ello implica y, a la vez, de la posibilidad real
de evitarlo mediante una movilización verdaderamente
masiva, con métodos ágiles y nuevos, que conmueva
al país y rompa los alineamientos tradicionales y anti
cuados según los cuales muchos aparecen votando con
tra sus propias conveniencias.
2. L O Q U E S E D E C ID IR A E N E S T A C O N T IE N D A
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nitud de este problema. L a población aumentó desde
1953 a 1961 en un millón y medio de habitantes, el nú
mero de obreros ocupados en 1961, último año sobre
el cual se han publicado cifras oficiales, era sólo el
80,4% de 1953 en la industria extractiva y el 97,7% en
la industria manufacturera, o sea que tanto una como
otra ocupan ahora menos obreros que hace diez años.
U na inmensa masa de obreros deambula por las obras
de construcción y cuando más sólo consigue ganar sa
lario la mitad de las semanas de cada año o aún me
nos. Otros se ven obligados a emplearse en oficios aje
nos a aquellos en que tienen calificación profesional,
aceptando cualquier trabajo pésimamente remunerado.
Muchos han debido convertirse en artesanos o en pe
queños comerciantes sin capitales y sus fam ilias viven
a medio morir saltando. Los campesinos están aún peor
y sobre miles de inquilinos y medieros pende en estos
días la amenaza de ser lanzados a los caminos. Muchos
profesionales vegetan sin más horizonte que el de cargos
burocráticos mal rentados. Los comerciantes y los indus
triales nacionales son atenaceados por gabelas excesi
vas, por intereses bancarios exorbitantes y por cuan
ta arbitrariedad les imponen los monopolios y las gran
des firm as distribuidoras. Chile entero tiene sobrada
razón para manifestar su descontento.
E n el Mensaje del 21 de Mayo, el Presidente Ales-
sandri mostró el cuadro de la satisfacción de las cla
ses dominantes. Ellos se sienten bien, se consideran
en jau ja. L a candidatura de Julio Durán fue procla
mada para expresar ese criterio de que las cosas no
podrían estar mejores y la voluntad de mantener los
factores determinantes del atraso, de la crisis econó
mica y de la hambruna.
E l jefe de Estado dijo en su Mensaje que no ha
bría de dónde sacar recursos para salir de esta situa
ción. E n la reunión realizada en Río Maipo, dirigentes
de todos los sectores partidistas e independientes que
han adherido a la Candidatura Presidencial del Pueblo,
ya le habían contestado anticipadamente el sábado an
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terior, al reiterar: “ L a candidatura del doctor Salvador
Allende proclama enfáticamente la recuperación para
Chile de sus riquezas naturales en poder del imperia
lismo extranjero como único camino para solventar las
agudas necesidades nacionales y preservar la soberanía
y dignidad del país” .
A fin de fomentar nuestro progreso, hay que in
vertir en Chile los recursos nacionales de que se apro
pian los monopolios norteamericanos y que están yen
do, paradojalmente, a capitalizar Estados Unidos, gran
potencia imperialista. L a candidatura de Julio Durán
se orienta a que continúe esa sangría, equivalente más
o menos a los 500 millones de dólares que, según los
técnicos, se necesitan anualmente en form a extraordi
naria a fin de invertirlos en la modernización de nues
tra industria. E n efecto, los valores no retornados as
cienden a algo así como cien millones de dólares, otros
cien millones de dólares son dedicados al servicio de
la deuda pública contratada en condiciones lesivas pa
ra Chile y el deterioro de los términos del intercambio,
o sea el alza de los precios de las mercaderías impor
tadas y la baja de las que exportamos nos hace perder
trescientos millones más. Si queremos que el país no
sea asfixiado, hay que nacionalizar el cobre y las de
más minas y los servicios públicos en manos norte
americanas, recontratar en condiciones más favorables
la deuda pública e independizar el comercio exterior
aprovechando las ventajas de las operaciones con los
países socialistas que, de hecho, cambiarían las moda
lidades de las propias relaciones con Estados Unidos
y demás metrópolis imperialistas, al obligarlos a tratar
con Chile sobre nuevas bases, más favorables. A sí han
procedido las naciones de A sia y de A frica que se es
tán trazando un camino independiente y en cada país
de Am érica Latina se expresa el mismo anhelo. A sí
procederá en Chile el Gobierno Popular y la candida
tura de Salvador Allende es la única que se propone
hacerlo.
O tra necesidad impostergable es conseguir que la
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agricultura alimente a nuestra población y proporcio
ne las materias primas que requiere la industria na
cional. E n estos momentos, se dedican ciento veinte
millones de dólares, que debiéramos ahorrar, a la ad
quisición en el extranjero de alimentos y otros produc
tos agropecuarios. A pesar de ello, en la dieta media
del chileno considerada mínima por los médicos, o sea
en relación a lo indispensable para que los ocho mi
llones de chilenos se mantengan sanos, hay un déficit
anual de 536 millones de litros de leche, 120 millones
de huevos, 30 millones de kilos de leguminosas, 506
millones de kilos de papas, 200 millones de kilos de
hortalizas, 131 millones de kilos de frutas y 160 millo
nes de kilos de pescados y mariscos. E ste déficit no
se saldará mientras forme parte del Gobierno de la
República la casta de los terratenientes, reagrupada
alrededor de Julio Durán. E l latifundio es incompati
ble con los intereses vitales de todas las fuerzas sanas
de nuestra nación. Mantiene, como hemos señalado, a
los campesinos en condiciones infrahumanas de explo
tación, con salarios en dinero de trescientos pesos, ro
bándoles las asignaciones fam iliares y las imposiciones
al Servicio de Seguro Social e impidiendo a los niños
asistir a la escuela. B ajo el imperio de esa oligarquía,
se erosionan los suelos y en los últimos quince años
disminuyó la disponibilidad de artículos agropecuarios
por habitante, porque su producción ha crecido a un
promedio anual de 1,8% y la población a un promedio
de 2,2% . E ste problema es más agudo en relación a
la ganadería, cuyo promedio de aumento anual sólo al
canza al 0,74%. Por ejemplo, en 1936 había en Chile
por cada mil habitantes 570 cabezas de ganado bovino
y ya en 1955, fecha del último censo agropecuario, ha
bían bajado a 420 cabezas.
E l Frente Antidemocrático quiere postergar la so
lución de este problema angustioso de los 34 años que, en
el mejor de los casos, demoraría en parcelar las tierras
del latifundio la “ reforma agraria” puesta en práctica
por la combinación de Gobierno y que, en vez de eso,
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se preocupa preferentemente de asegurarles un magní
fico negocio, premiándolos, a los terratenientes que
mantienen sus tierras abandonadas o en pésimas con
diciones. Pero, para que Chile deje de ser un país ham
breado, debe hacerse una verdadera Reform a A graria.
De acuerdo a estudios autorizados, entregando la tie
rra a los campesinos y ayudándoles a desarrollar una
producción moderna, nuestra agricultura puede alimen
tar a una población de treinta millones de habitantes.
A pesar de su desbordante optimismo, el Mensaje Pre
sidencial volvió este año a verificar con amargura el
estancamiento de la producción agropecuaria y su dis
minución en rubros importantísimos, por ejemplo, la
caída del trigo en el 4,6% y de las papas en el 10%
respecto de la cosecha anterior. Tal como en lo refe
rente a la nacionalización de nuestras riquezas funda
mentales, en cuanto a una efectiva Reform a A graria
la candidatura de Salvador Allende es la única que
aborda el asunto en form a moderna, clara y decidida.
Y no se trata sólo de eso. Los potentados finan
cieros, los .clanes de la oligarquía bancaria, que saquean
a Chile completando la obra de las empresas norte
americanas y de los terratenientes, se jugaron enteros
en los partidos Conservador y Liberal en favor de J u
lio Durán. E n ambas colectividades comandan el dura-
nismo dos hermanos Bulnes Sanfuentes, magnates de
los seguros, y los acompañan personeros de los otros
clanes. E s una capa social insensible respecto de las
necesidades del pueblo, exageradamente austera en
cuanto a la satisfacción por los organismos estatales
de sus funciones sociales y derrochadora de las rentas
excesivas que se guardan para sí. E l parasitismo ha
llegado al colmo de que la inversión privada con recur
sos propios sólo alcanzó en 1962 a trescientos millones
de escudos, siendo la renta de los empresarios y pa
trones de cerca de dos mil seiscientos millones de es
cudos. Los que colocaron sus capitales en bonos dóla
res, retirándolos de la producción, no pagan impues
tos, reciben del Fisco intereses anuales de 7 y medio
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millones de escudos, ganan por el arriendo de esos pa
peles como depósitos de internación otros 75 millones
de escudos anuales y, con la desvalorización moneta
ria, han sido favorecidos con un sobreprecio de 97 mi
llones de escudos. E l Fisco se hizo cargo de las deudas
en el exterior de otra cáfila de estos privilegiados, re
galándoles 46 millones de escudos que debían pagar
ellos. Como en la práctica, hubieran requerido adquirir
dólares al cambio de corredores, el regalo es aún su
perior y se le puede calcular en 177 millones de es
cudos. Los Bancos han confesado que sus utilidades
aumentaron de 4 millones de escudos en 1958 a 9 mi
llones de escudos en 1962. Por otra parte, un estudio
reciente del Instituto de Economía de la Universidad
de Chile calcula en cincuenta millones de dólares al
año la fu ga antipatriótica de capitales de los potenta
dos de los clanes financieros hacia Canadá, Suiza y
Estados Unidos. ¡Cómo no van a estar dispuestos a
todo para mantener esta orgía escandalosa! ¡E se es,
en el fondo, el programa de la candidatura Durán, de
que tanto hablan los jefes liberales, conservadores y
radicales!
Chile no puede continuar permitiendo que esta
gente dilapide así sus riquezas. E s falso que no haya
recursos para aumentar la producción y ni siquiera pa
ra escuelas, hospitales y agua potable, ni para pagar
reajustes a los funcionarios civiles y uniformados, a
los maestros, a los ferroviarios, a los trabajadores de
la Salud, a los obreros y empleados municipales. R e
cursos sobran; pero se necesita rescatarlos a fin de
que sirvan a la sociedad. Sólo la candidatura de Sal
vador Allende ha indicado las medidas concretas con
ducentes a obtenerlos, entre ellas, la nacionalización
de las actividades bancarias, de los seguros y del co
mercio exterior.
L a fusión del poder político y del poder económi
co en manos de la oligarquía de plutócratas apuntala
al latifundio, es cómplice de la explotación de Chile por
el imperialismo norteamericano y trata de imponer
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ahora, con la candidatura de Ju lio Duran, un rumbo
cerradamente antinacional. Y a en los priineros dos años
del actual Gobierno de la Derecha la participación de
los obreros en la renta nacional bajó, de 15,5% calcu
lado por la Corporación de Fomento para 1958, al 15%
en 1960 y la de los empleados del 18% en 1958 al
17,1% en 1960. Desde entonces, la Moneda prohibió
que se continuara efectuando ese cálculo; pero, es in
dudable que sigue disminuyendo la participación de los
trabajadores en la renta nacional. Los obreros y em
pleados de los sectores público y privado, o sea toda
la gente que produce la riqueza de Chile y además la
que trabaja en actividades improductivas y hasta los
sueldos de los gerentes y de los funcionarios mejor
rentados, apenas perciben en total una tercera parte
de la renta nacional, quedando los otros dos tercios
de la renta nacional para los empresarios, los capita
listas, los terratenientes y los absolutamente ociosos.
A su vez, de esos dos tercios, muy poco es lo que co
rresponde a la amplia categoría de los 4 mil 863 pro
pietarios de pequeñas industrias, los 1.931 propietarios
de industrias medianas, los innumerables comerciantes,
los profesionales y los artesanos, actualmente esquil
mados y que serán protegidos por el Gobierno Popu
lar presidido por Salvador Allende. E n estos momen
tos se apoderan de la máyor tajada, de más del 50%
de la renta nacional, los monopolios norteamericanos,
los terratenientes y las treinta fam ilias que dominan
en los Bancos, en las Compañías de Seguros, en las
70 sociedades anónimas de la cima del poder finan
ciero y, naturalmente, en’ la directiva de su candidatu
ra presidencial, la del senador Durán.
Se prometió al país por conservadores, liberales y
radicales estabilizar el poder adquisitivo y la cotiza
ción internacional del signo monetario. P ara acreditar
esa ilusión, inventaron el escudo. Con tal señuelo, im
pusieron la congelación de los sueldos y salarios, ha
ciéndoles perder una parte de su poder de compra.
¿Q ué ha sucedido? L a cotización promedio era en 1958
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de 803 pesos por dólar y hoy esa cotización oscila entre
1.815 del cambio oficial y sobre 3.000 del cambio de
corredores. Con mil pesos en 1958 se podía comprar
en pan ocho kilos y ahora cuatro, en leche catorce
litros y ahora siete, en porotos nueve kilos y ahora
uno, en aceite dos litros y ahora uno, en azúcar seis
kilos y ahora menos de dos, en arroz siete kilos y
ahora también menos de dos, en carne de cazuela dos
kilos y ahora apenas uno. ¿Quiénes le roban a cada
dueña de casa la diferencia de cuatro kilos de pan,
siete litros de leche, ocho kilos de porotos, un litro de
aceite, cuatro kilos de azúcar, cinco kilos de arroz o
un kilo de carne de cazuela por cada mil pesos? Los
mismos que están tras la candidatura de Julio Duran
con el interés de seguir esquilmando así a nuestro pue
blo. Mientras ellos gobiernen, la economía seguirá en
ferm a y continuará habiendo, por lo tanto, inflación
monetaria, alzas y especulación desenfrenada.
E ste régimen golpea a todas las clases y capas
sociales, con excepción de las oligarquías de la tierra
y de las finanzas y de los agentes del imperialismo nor
teamericano. H a y que ponerle término. L a gran tarea
nacional de todos los hombres y mujeres progresistas
es fo rjar un gobierno dedicado a construir la grandeza
de Chile. P ara cumplir esta tarea, debemos poner en
tensión las inmensas fuerzas de las masas. E n diciem
bre de 1906, comentando la actitud de los partidos bur
gueses y del partido obrero ante unas elecciones par
lamentarias en la vieja Rusia, decía Lenin: “ E l partido
obrero cifra todas sus esperanzas en las masas; pero,
no en unas masas atemorizadas, que se someten pa
sivamente y toleran con resignación el yugo, sino en
unas masas conscientes, que exijan y luchen” . Pablo
Neruda ha escrito: “ Mi pueblo es movimiento. Mi P a
tria es un camino” . Sí, lo que se requiere es que el
pueblo avance impetuosamente haciendo Patria.
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3. L A S CU A T R O C A N D ID A T U R A S
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los planteamientos del F R A P , que son los partidos
Conservador y Liberal, retrocedieron significativamen
te. E n la elección parlamentaria de 1961 representaban
en conjunto el 30,3 del electorado, o sea más que el
Frente de Acción Popular, y en esta oportunidad úni
camente consiguieron el 27,3%.
E n general, los resultados del 7 de abril subrayan
que el país repudia a la Derecha y quiere cambios.
Nuestro Partido, contra el cual se concentró el
fuego graneado de la propaganda reaccionaria, creció
en las elecciones municipales, de 157 mil votos de la
campaña parlamentaria, a 258 mil votos, aumentando
así su contingente electoral en el 64%. Teníamos 84
regidores y ahora elegimos 116. Sólo cuatro Munici
palidades contaban con Alcaldes comunistas. Como
consecuencia de la victoria del 7 de abril, son comu
nistas los nuevos Alcaldes de once Municipalidades:
Tocopilla, Chañaral, L a Higuera, Combarbalá, Nogales,
L a G ranja, Navidad, Coronel, Lota, Curanilahue y Chi
le Chico. E n 1961 llegamos al 11,7% del total del elec
torado y esta vez subimos al 12,8%. También aumen
taron sus efectivos nuestros aliados del Partido Socia
lista y del Partido Democrático Nacional. E l Frente
de Acción Popular registró 587 mil votos. Casi uno de
cada tres ciudadanos sufragó por el F R A P . L a suma
de los regidores de los partidos Socialista, Democráti
co Nacional, Vanguardia Nacional y Comunista alcan
za a 336.
Diversos factores hacen más desfavorables para
los partidos populares las elecciones municipales. Ello
ha ocurrido generalmente. Sin ir más lejos, antes de
la elección presidencial pasada, de 1958, hubo en 1956
una elección municipal y el Frente de Acción Popular
sólo consiguió en ella 128 mil votos, los que crecieron
en 278% para la elección presidencial, convirtiéndose
en los 356 mil votos emitidos por Salvador Allende. Si
ahora reeditásemos esa hazaña, con el nuevo punto
de partida de 587 mil votos, el 278% sería un millón
seiscientos mil votos.
De los cuatro frentes que se delinean, el de la
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Izquierda es el más sólido, el que cuenta con la segu
ridad de que ninguna defección podría paralizar su
poder de expansión. Concretamente, además, tiene m a
yores reservas que los otros, ya que representa los
intereses y los anhelos profundos de la inmensa m a
yoría nacional. L a candidatura de Salvador Allende
es la única que señala una salida patriótica a la si
tuación sobre la base de solucionar los problemas del
país sin timideces ni paños tibios. E s la candidatura
que se ha pronunciado con claridad contra los adver
sarios del progreso, que no tiene ninguna especie de
compromiso con el imperialismo norteamericano, con
los terratenientes o con la oligarquía financiera. Por
eso, tanto el imperialismo como el latifundio y la alta
Banca la odian y la combaten sin tregua. Esto lo ob
serva el pueblo. Y en ello reside, precisamente, su si
tuación de candidatura con posibilidades, si desarrolla
mos un trabajo tenaz, de alcanzar la victoria, despla
zando del Poder a las fuerzas conservadoras y reac
cionarias.
¿Qué ocurre con los otros frentes de la campaña
presidencial ?
E l difícil parto de la candidatura del Frente A n
tidemocrático produjo heridas incurables y dio a luz
una criatura cuya salud es sólo aparente. Nadie puede
negar que el senador Durán tiene enemigos mortales
y levanta poderosas y fundadas resistencias en los tres
partidos que lo proclaman. Ello se debe a las contra
dicciones profundas en pleno desarrollo en esas colec
tividades. Por una parte, hay antagonismos evidentes
entre unas y otras capas de las clases dominantes y,
ante la agudización de los problemas económicos y so
ciales, cada una de ellas trata de salvarse sin impor
tarle los intereses ajenos. Además, el asunto funda
mental deriva de que los partidos Radical, Liberal y
hasta el Conservador no sólo cuentan con los votos de
los terratenientes, agentes del imperialismo y m agna
tes de los monopolios, sino también con los de empre
sarios y capitalistas medianos y modestos, agriculto
res, profesionales, pequeñaburguesía y masas de tra
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bajadores, especialmente empleados. A toda esa gente
le afecta la ruinosa política impuesta por las empresas
norteamericanas y las oligarquías criollas. E l descon
tento cunde en el país y llega, consciente o inconscien
temente, a reflejarse en los partidos Radical, Liberal
y Conservador en muy diversas form as, atentando con
tra su cohesión en esta campaña presidencial. Se trata
de factores que tenderán a acentuarse durante el desa
rrollo de la contienda.
E n la propia Derecha ha surgido ya, también, otra
candidatura, la de Jorge P rat. E ste ex ministro res
tableció el impuesto de compraventas introducido en
nuestra legislación por Gustavo Ross, cuyo rendimien
to ---que el año pasado fue de 187 millones de escu
dos— pesa sobre el pueblo reemplazando lo que debie
ran tributar los poderosos. E n su discurso de Temuco
propuso sólo ideas generales, frases que no logran elu
dir la responsabilidad de los sectores reaccionarios en
la pésima situación que soporta el país y, por último,
la idea de “ dos o tres años” de “ trabajo, sudor y des
velos” que incluirían la suspensión hasta del derecho
de huelga.
L a oficialización de la candidatura de Julio Duran
plantea un dilema dramático a sus correligionarios. E n
el curso de la reciente campaña municipal, numerosos
radicales — a pesar de que estaban trabajando disci
plinadamente por sus candidatos a regidores— asis
tieron en diversas provincias a los actos en que habló
Salvador Allende y pudo observarse que acogían con
afecto al personero del F R A P y aplaudían sus plan
teamientos programáticos. P ara el denominado “ pue
blo radical” — industriales, agricultores, comerciantes,
profesionales, artesanos, maestros, empleados u obre
ros que alguna vez se inscribieron en una asamblea—
¿qué perspectiva presenta servir de escudero del P ar
tido Conservador y de la oligarquía terrateniente pre
cisamente cuando ese partido, su adversario tradicio
nal, y esa clase, a la que son ajenos, llegan a su de
finitiva decadencia y es inminente que desaparezcan
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del escenario? Sergio Diez, vicepresidente conservador,
lo dijo brutal y agresivamente al proclamar a Duran:
“ E l Partido Conservador debe tener generosidad para
andar junto con aquéllos que han abandonado su línea
para caminar con los conservadores” . A gregó que no
es el Partido Conservador el que arría banderas doc
trinarias. F a lta saber si el pueblo radical arriará las
suyas con la facilidad con que lo hacen sus dirigentes.
E n las elecciones parlamentarias de 1937 la Dere
cha consiguió una ventaja, sobre el Frente Popular de
entonces, similar a la conseguida ahora por el Frente
Antidemocrático respecto al F R A P en las elecciones
municipales de abril. Igual que Julio Durán, partió
Gustavo Ross con un contingente electoral superior,
por lo cual cantaba victoria anticipadamente. Sin em
bargo, en el desarrollo de la campaña de 1938, fue pe
sando el antagonismo entre los intereses defendidos
por la candidatura de Derecha y los intereses de los
fclementos modestos que figuraban entre los electores
de los conservadores y liberales. Están dadas las con
diciones para que se repita ese fenómeno, aún en ma
yor extensión.
A l día siguiente del 7 de abril, muchos jerarcas
del Frente Antidemocrático amanecieron desalentados.
Su vocero más conspicuo, •E l Mercurio, que, como en el
caso del diablo, más sabe por viejo que por diablo,
preconizó replegarse a las trincheras demócratacristia-
nas. Si bien ese partido declaró que no aceptaba servir
de salvavida a la Derecha, su obcecación en aislarse
de los partidos populares dio aliento e hizo crecer es
peranzas al Frente Antidemocrático de aprovechar la
división de las fuerzas opositoras.
Se pueden observar en la Democracia Cristiana
elementos que están objetivamente acá, en el bando
de la lucha por los cambios indispensables, y otros ele
mentos que más bien se ubican allá, en el bando opues
to a la realización efectiva de esos cambios. H a y quie
nes apoyan a la Democracia Cristiana porque aprecian
y valorizan su disposición a servir al pueblo y quienes,
en cambio, ven en ella un posible dique contra el mo
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vimiento popular. Momentáneamente, ha aprovechado
el 7 de abril los votos de éstos y de aquéllos; pero, en
la contienda presidencial es diferente, se requieren de
finiciones y el senador Eduardo Frei parece un can
didato que cree posible llegar a la Moneda como jine
te montado a la vez en un caballo que trota hacia ade
lante y en una muía empeñada en retroceder.
Constituyen un factor de perturbación los resabios
de anticomunismo que aparecen en ciertas actitudes de
la Democracia Cristiana, como eco en su seno de las
campañas rabiosas de organismos descalificados del
tipo del denominado Congreso por la Libertad de la
Cultura. Demócratacristianos y comunistas tenemos fi
losofías diversas, pensamos distinto sobre muchos asun
tos; pero los sectores populares que apoyan a la De
mocracia Cristiana no pueden entender que ella se res
te a una colaboración para resolver problemas concre
tos de esta etapa histórica de Chle, siendo que levanta
en las campañas electorales la plataform a de. cambios
similares a los que estamos impulsando y realizará el
Gobierno de Salvador Allende.
E n algunos círculos universitarios y profesionales
influidos por la Democracia Cristiana se habla de que
en Chile podrían desarrollarse dos revoluciones de tipo
diferente: la que surge del movimiento popular y otra,
antagónica, a la que se ha dado en llamar revolución
personalista o revolución personalizadora. E n el terre
no filosófico, esta última no reivindica ningún valor
nuevo, mientras que — como lo definiera M arx— el
ideal del comunismo, que lleva adelante la lucha ideo
lógica contra las tendencias vinculadas a la intoleran
cia medieval, es el “ retom o completo, consciente, cum
plido en el marco de toda la riqueza del desarrollo pa
sado, del hombre para sí, en tanto que hombre social,
es decir en tanto que hombre humano” . E n el terreno
programático, ¿cómo puede invocarse la “ revolución”
para promover sólo cambios superficiales en el marco
de la Alianza para el Progreso de míster Kennedy? E n
el terreno de la práctica política, se plantea en nuestro
país una sola revolución muy concreta y quienes se
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separan de ella con pretextos rebuscados caen de he
cho en la situación prevista por Ju an Pablo Terra en
la propia revista Mensaje, editada en Santiago por los
jesuítas, al escribir: “ ¡Por eso el ansia ardiente de la
justicia temporal, valorada en sí misma, es absoluta
mente» insubstituible! Ninguna lucidez táctica y ningu
na formación teórica podrán evitar que, en concreto,
la flojedad de este deseo convierta en reaccionarios y
en conservadores a quienes en abstracto no quisieron
serlo. Y que el pueblo lo perciba y lo sienta” .
H ay , al respecto, numerosos ejemplos. E l antico
munismo condujo a la Democracia Cristiana francesa
al terrorismo fascista y su caudillo Bidault se convir
tió en capitán de los asesinos de la O A S . E n Cuba se
transformó por igual motivo en una agencia desnacio
nalizada de espionaje yanqui. E n Alem ania occidental
se ha comprometido con la herencia del nazismo. A ho
ra se comenta en todos los tonos lo ocurrido en Italia,
que entrega una lección no sólo a la Democracia Cris
tiana sino al conjunto de las fuerzas de Centro. Du
rante un tiempo, al compás del anticomunismo, la De
mocracia Cristiana italiana siguió una línea como la
del Partido Radical chileno en la actualidad, formando
coalición con la Derecha para detener al movimiento po
pular. Pronto debió reaccionar, por instinto de conserva
ción, ante la merma de sus contingentes por el despresti
gio de sus aliados y la esterilidad de su política. Enton
ces, ideó una orientación intermedia, denominada de
“ Centro-Izquierda” , que consistía en buscar aliados ha
cia la Izquierda con la condición de excluir de las res
ponsabilidades de Gobierno al Partido Comunista, cre
yendo asi aislarlo, impedirle ejercer la influencia que
el pueblo le ha otorgado, por lo cual lo motejaron de
“ Partido inútil” . L o que resultó “ inútil” fue ese tipo
de Gobierno de café con leche, que se limitó a formu
lar planes y promesas y de hecho resistió la presión
popular que reclama soluciones efectivas y reformas
de estructura. E n las elecciones recientes, la Democra
cia Cristiana disminuyó sus efectivos y su porcentaje
electoral y, en cambio, el Partido Comunista Italiano
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aumentó su contingente electoral en otro millón de vo
tos. L a ciudadanía de la península ha exigido así una
verdadera “ apertura hacia la Izquierda” , un Gobierno
antimonopolista sin exclusión del Partido de la clase
obrera.
Antes del 7 de abril, los dirigentes demócratacris-
tianos creyeron que iban a superar en las urnas al
Frente de Acción Popular y, por eso, propiciaron un
acuerdo para designar en conjunto un candidato pre
sidencial. Su propaganda empleó consignas similares a
las del F R A P , que les atrajeron una elevada cuota de
votos. Sin embargo, a pesar de su avance en las elec
ciones municipales, quedaron a 135 mil votos detrás
del Frente de Acción Popular. Parece que cambian de
táctica y esperan, colocándose en una actitud inter
media, atraer sufragios que favorecían a los conser
vadores y liberales, partidos ambos en declinación. En
esto pueden tener razón; pero, al mismo tiempo, al
operar en ese campo y al buscar apoyo su candida
tura por ese lado, se coloca en otro plano, más a la
Derecha. ¿N o creen que, a su vez, una cantidad apre
ciable de ciudadanos que apoyaron a los demócrata-
cristianos en razón de que se definían hacia la Izquier
da, no van a comprender ni acompañar ese viraje? E l
fenómeno italiano puede reproducirse aún en mayor
escala aquí donde la Democracia Cristiana es sólo ter
cera fuerza y objetivamente obstaculiza a la segunda
fuerza, el Frente de Acción Popular, en vez de ayu
darle a desplazar a la primera, la del Frente Antide
mocrático, que personifica lo malo y negativo.
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5. E L COM UN ISM O Y L A L IB E R T A D
6. D A R V IG E N C IA A L A D E M O C R A C IA
7. T R A B A JA R C O N L A M A Y O R A M PLIT U D
8. R E M O ZA R A L PARTIDO
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9. C O H E SIO N ID E O L O G IC A Y E M P U JE C R E A D O R