1-192 - Esposa Olvidada - Lazos de Sangre 11-01-2024

Capítulo 1
Promesa
Abril estaba arrullando a su bebé cuando una de

las sirvientas entro.
“Su majestad, traigo una carta para usted.”
Abril al ver el sello que había en la carta, puso a su

hija en la cuna, tomó la carta y la leyó
inmediatamente.
La carta era corta, solo decia. “{Ven al reino de

Laios y cumple con tu palabra. Enzo Venobich.}"
Abril le había prometido a su hermano que iría al

reino de Laios para cerrar la grieta que conectaba
al Hades, pero como estaba embarazada, no podía
usar su poder lo había apagado.
Lissana, su hija acaba de cumplir seis meses,

aunque la doliera separarse de ella, debía ir al
reino de Laios.
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La sirvienta al ver la cara de preocupación de la
reina preguntó.
“Su majestad, ¿Hay algo que le preocupe?”
Abril negó con la cabeza y respondió en voz baja

para no despertar a la bebé.
“No es nada, no te preocupes, necesito salir, te
encargo a Lissana”
“No se preocupe, cuidare bien de la princesa.”
Abril fue a la oficina de Alessandro, los dos

guardias que estaban apostados en la puerta
hicieron una reverencia y la saludaron.
“Bendición a la luna del reino.”
Aquellos saludos, Abril los encontraba algo

exagerados, pero desde que Alessandro había
dicho ante todos, que ellos eran una pareja hecha
en el cielo, todos habían empezado a llamarlos el
sol y la luna del reino.
Abril abrió la puerta, Alessandro al verla se

levantó de su asiento y fue a su encuentro, la rodeo
con sus brazos, le dio un suave y dulce beso en los
labios y le dijo:
“Vaya sorpresa me has dado, no esperaba verte
hasta la cena, ¿Dónde está Lissana?”
“Ella está durmiendo.”
Alessandro la sujeto de la cintura y con una voz

seductora le dijo.
“Entonces deberíamos aprovechar que estamos
solos para amarnos.”
Abril se vio tentada por un momento, pero luego

recordó a qué había ido, y le dijo.
“No es momento para eso, he venido por qué
tengo algo importante que decirte.”
“¿Que pasa?”
“Debo ir al reino de Laios.”
“¿Que? ¿Por qué debes ir a ese lugar?”
“Le prometí a mi hermano que iría a ayudarle para

cerrar la grieta de Hades, ¿Lo recuerdas? Estuve
posponiendo mi viaje, pero ya no puedo seguir
haciendolo.”
“Entonces iré contigo, no pienso dejar que vayas a

ese lugar tu sola.”
“No, Lissana aún es muy pequeña no estaré

tranquila, si nos vamos los dos”
“Pero no quiero que vayas sola.”
“No dije que iría sola, no te preocupes estaré bien,

le pediré a Sirius que me acompañe.”
Alessandro sabía que Sirius era un gran mago y

que Abril no se quedaba atrás, ella era muy
poderosa, pero aún si, seguía estando nervioso.
“De acuerdo, pero tienes que llevar a algunos
caballeros.”
Abril negó con la cabeza.

“No, quiero que mi visita al reino de Laios sea
secreta, si llevo muchos guardias conmigo eso sería
imposible.”
“Lo entiendo.”
“Pero no te dejaré ir sola con Sirius, le pediré a

Cassian que venga y te acompañe, de la contrario
no podré estar tranquilo.”
“Me parece bien y podrías pedirle a Sirius que

venga, me gustaría hablar con él y pedirle que me
acompañe.”
“Sabes que puedo obligarlo, ¿No?"
“Si, pero prefiero que vaya por su voluntad.”
“Si es lo que quieres, no me opondre.”
“Gracias.”
Esa misma tarde, Alessandro envío un mensaje a

la torre de los magos solicitando la presencia de
Sirius y envío una carta a Cassian pidiéndole que
fuera al palacio, él no quiso especificar en ninguna
de sus cartas el motivo, ya que era un tema muy
delicado.
Sirius llegó al día siguiente temprano por la
mañana. Se dirigia a la oficina de Alessandro
cuando se topo con Abril en el pasillo.
“Hola Sirius, hace tiempo que no nos vemos.”
“Saludos si majestad la reina.”
“No seas tan rígido, puedes decirme solo Aby, eres

mi maestro."
“Esta bien, aunque ya no soy su maestro, ya no

tengo nada más que enseñarle.”
“No creo que sea así, tengo muchas preguntas que

necesitan respuestas, y tú eres el único que puede
responderlas o por lo menos al único a quien
puedo preguntarle.”
“¿Y, supongo que el rey no puede saberlo?”
“Agradeceria si mantienes está conversación en

secreto.”
“Pero, ¿Por qué a venido a emboscarme?”
“Aun no has visto a mi hija, ¿Verdad?”
“No, aún no he tenido el honor de conocer a la

princesa Lissana.”
“Alessandro te llevará a conocerla, estoy segura de

eso, cuando la veas no digas nada innecesario.”
“¿Hay algo mal con la princesa?”
“No es que sea algo malo, pero no quiero que

Alessandro lo sepa todavía."
“De acuerdo.”
“Te agradezco mucho, solo quería decir eso, nos

vemos después y gracias.”
Abril empezó a relajarse, Sirius se pregunto que

era lo que la reina quería ocultarle al rey. Sirius se
dirigió hacia la oficina del rey, al entrar Alessandro
dijo.
“¿Por qué has tardado tanto?"
“He venido lo más pronto que he podido, aunque
no lo parezca tengo una torre que dirigir.”
Alessandro le lanzó una mirada indiferente, como

diciendo, '¿Y eso a mí, que me importa?'
“Para que me ha mandado a llamar su majestad?”
“Quiero que protejas a Aby.”
“¿Que?, ¿No tiene caballeros para que se

encarguen de eso?”
“Ella debe ir al reino de Laios, su visita será en

secreto, asi que solo llevará a dos acompañantes,
ella quiere que uno de esos acompañantes, seas
tu.”
“Y supongo que está no es una pregunta, de si

quiero aceptar ser su guardia, si no, una orden.”
“Preferiría que aceptaras ir voluntariamente, ya

que eso es lo que Aby quiere, pero si te niegas
puedo obligarte, ella te eligió a ti, eso significa que
ella confía en ti, espero que no deseches su
confianza.”
“Esta bien, seré el guardia de su majestad la

reina.”
“Cuida bien de ella.”
“Así lo haré.”
“Aun no conoces a mi hija, vamos, quiero que la

conozcas.”
Sirius se rió, al darse cuenta que la reina había

acertado. El rey estaba haciendo lo que ella había
dicho.
“El rey en verdad se a vuelto un tonto que adora a

su hija.” Mormuro Sirius para sí mismo.
“¿Has dicho algo?”
“No, no he dicho nada.”
“Entonces vamos, Abril debe estar esperándonos,
le dije que iríamos cuando vinieras.”
“Entonces vamos, no hagamos esperar a la reina.”
Capítulo 2
El secreto de la princesa
Mientras caminaban por los pasillos Sirius no

dejaba de preguntarse que era lo que estaba
pasando con la princesa, cuál era el secreto que
ella quería ocultarle al rey.
Al llegar a la habitación en la que se encontraba la

reina y la princesa bebé, Alessandro abrió la puerta
muy despacio, ya que no quería despertar a su hija
si es que dormía, pero al escuchar la risa de la
bebé, el término abriendo la puerta de golosa y
entró diciendo.
“Mi hermosa princesa está despierta.”
Alessandro se dirigió a dónde estaba ella, la tomó

en brazos y empezó a besar sus mejillas regordetas.
Sirius entró poco después, y al ver a la princesa
supo cuál era la razón por lo que la reina lo había
interceptado en el pasillo, él supo cuál era el
secreto de la princesa.
“¿No es preciosa?”
Preguntó Alessandro mientras le mostraba a la
bebé en sus brazos. Sirius asiento en silencio, lo
cual no complació a Alessandro.
“¿Acaso no piensas decir nada?”
Sirius se dio cuenta de que el rey quería que

alabara a la princesa, y no estaría satisfecho hasta
que él la elogiar como era debido.
“Perdón su majestad, es que la belleza de la
princesa me robó el aliento, me dejó sin palabras.”
“Te entiendo, ella es lo más hermoso que existe en

este mundo.”
Abril arqueo una de sus dejas mientras veía a

Alessandro, él aclaró su garganta y rectifico.
“Tu también eres preciosa mi amor, eres la mujer
más hermosa del mundo.”
Abril ignoró las palabras de Alessandro que

trataba de arreglar lo que había dicho y saludo a
Sirius.
“Largo tiempo sin vernos Sirius, ¿Cómo has
estado?”
“Muy bien, su majestad, gracias por preguntar.”
“Muchas gracias por venir, toma asiento por

favor.”
Sirius tomó asiento frente a la reina, ambos

cruzaron miradas mientras Alessandro le hacía
cosquillas a la bebé.
“Supongo que Alessandro ya lo ha dicho todo.”
“No se si todo, pero me ha pedido que la

acompañe como su guardia en su visita al reino de
Laios.”
“Así es, debo ir a cerrar la grieta del Hades que

hay ahi, fue una promesa que le hice a mi hermano
y ahora debo cumplirla.”
“¿Y si es una trampa?, digo aunque sea su

hermano, el es el enemigo.”
Abril le mostró la marca de la alianza entre ellos y
respondió.
“Soy consciente de eso, pero si me traiciona el
también morira, nuestra alianza no es solo de
palabra, es por lazos de sangre, si me traiciona, él
también morirá."
“Lo entiendo.”
Gabriel entro a la habitación y dijo.

“Su majestad, hay unos documentos que necesitan
ser aprobados inmediatamente, por favor vuelva a
su oficina.”
Alessandro odio la idea de tener que volver al

trabajo, pero sabia que las palabras de Gabriel no
eran mentira, aún habian muchos documentos que
requieran su firma, así que con gran pesar le
entregó la bebé a Abril, le dio un beso en la frente y
se despidió.
“Debo irme, te veré después.”
Una vez solos, Sirius volvió a acercarse a la

pequeña princesa y con una voz cargada de
preocupación dijo.
“Ahora entiendo por qué fue a interceptarme esta
mañana, a pesar de que solo tiene seis meses, su
poder ya ha despertado.”
Abril acarició las mejillas regordetas de su bebe

mientras decia.
“Es por eso que estoy muy preocupada por
Lissana.”
“Entiendo su preocupación, el poder que posee es

demasiado grande para un cuerpo tan pequeño,
sabe que eso podría llegar a ser peligroso, ¿No?”
Si, soy consciente de que podria sufrir una

sobrecarga de magia, he estado usando mi magia
para estabilizar la de ella, pero no siempre es
efectivo, a veces ella usa magia de anulación sin
querer.”
Sirius se quedó mirando fijamente a la bebé, la

pequeña niña rebosaba de poder, Abril era alguien
muy poderosa y poseía una cantidad de magia casi
ilimitada, pero aquella niña parecía haber
heredado no solo el poder de Abril, si también el
de Alessandro.
“¿Qué poderes ha manifestado?”
“De momento, el fuego, el aire y en ocasiones la

magia de la luz.”
“¿Que?”
“Si, yo también me sorprendi la primera vez que lo

descubri.”
“Lo normal es que una persona solo pueda

manipular un elemento, aunque en tu caso es
diferente, tú posees dos elementos, aunque en si
tus llamas no queman.”
“Ahora si lo hacen, desde que rompi el último

sello, he empezado a manejar mi magia aun mejor
y a hacer cosas que antes no podia.”
“Lo que quiero decir es que el que manipule tantos

elementos puede ser muy peligroso para ella.”
“Lo se.”
“La princesa podria morir.”
Abril se quedó en silencio, parècia sorprendida,
pero a la vez no.
“Creo que ya se lo temía y por esa razón ha

mantenido en secreto su poder.”
Abril acarició la cabeza de su bebé y respondio.

“Soy consciente del poder de Lissana y si te soy
sincera, eso me aterra en más de un sentido, pero
esa no es la única razón por la cual he mantenido
en secreto su poder.”
“Supongo que las preguntas que querías hacer

están relacionadas con eso.”
“Si mi madre dio su vida para ocultar mi poder,

pero ahora creo que no lo hizo solo por mi padre si
no también por su familia.”
“¿Por los elfos?”
“Maya mencionó una vez que los niños nacidos

entre un humano y una poseedora de la luz, era
considerado una aversión, si esa union llegaba a
suceder y nacia algún bebe, los elfos llevaban a
esos niños a su reino, apartándolos del mundo
humano, ya que eran criaturas indefinidas,
criaturas que no pertenecian a la Luz, pero
tampoco a las tinieblas, por lo tanto su poder era
mayor al de un elfo normal y al de un humano, si
yo soy considerada una aversión por ser una
mestiza, ¿Que crees que pensaran de Lissana si
descubren su existencia?”
“Creo que nada bueno.”
“Exacto, por eso temo tanto por el destino de mi

hija, temo que en un futuro intenten separarme de
ella.”
“Respeto tu decisión de ocultar el poder de tu hija,

pero si preguntas por mi opinión, creo que
Alessandro merece saber qué está pasando con su
hija.”
“Se lo dire, pero este no es el mejor momento para

hacerlo, asi que, ¿Podrias guardar este secreto?”
“Ya te dije que lo haría, no pienso faltar a mi
palabra.”
“Muchas gracias Sirius.”
“Volviendo al tema principal ¿Cuando piensas

marchar al reino de Laios?”
“Quisiera marchar mañana mismo si es posible,

pero aun tengo que esperar a Cassian. Hay algunas
cosas que debo arreglar antes de irnos, asi que
tampoco creo sea posible marchar mañana.”
“Lo entiendo, entonces te estaré esperando aqui,

vuelve cuando hayas dejado en orden tus asuntos.”
“Vendre lo más pronto posible, no creo que me

tome más de dos dias.”
“De acuerdo.”
Sirius se puso en pie y le dijo.
“Me ire inmediatamente, para poder marchar lo
más pronto que pueda.”
“Muchas gracias, Sirius.”
“De nada Abril, hasta pronto.”
Después de que Sirius saliera, Lissana usó su

magia de viento levantando las cortinas con una
fuerte rafaga de viento, inmediatamente Abril usó
su magia, para anular la de su hija.
Lo que más le preocupaba a Abril de tener que

marchar, era el separarse de su hija, temía que su
poder pudiera descontrolarse en su ausencia.
Ella acarició las mejillas de su bebé y le dijo.

“Mi pequeña, debes portarte bien mientras no
estoy.”
Abril tenía tantas preguntas sobre el poder de su

hija, de que debia hacer para protegerla, pero no
habia nadie que pudiera responderlas.
Ella dio un gran suspiro.

“Cómo desearía que estuvieras aqui mamá.”
Capítulo 3
Eres una necia
Cassian estaba en su despacho mirando la carta

que había recibido de Alessandro, cuando Maya
entró, se acercó a él, se sentó en la mesa del
escritorio y le preguntó.
“¿Qué pasa?, desde ayer pareces muy
preocupado.”
“Mi hermano me ha enviado una carta solicitando

mi ayuda en el palacio.”
“¿Te preocupa que te cargue de trabajo como hace

siempre?”
“Si, no quiero estar lejos de ti.”
“Estoy bien, Cassian.”
“Dices eso, pero sé que no es así.”
“Es verdad, no me encuentro muy bien, pero me

pondré mejor.”
Maya empezó a toser, el pañuelo con el que cubrió
su boca, se manchó de sangre, ella intentó
esconderlo, pero Cassian lo vio.
Tomó su rostro entre sus manos y le dijo.

“Deberíamos ir a ver a Abril, no estás bien.”
Maya pudo ver la ansiedad en el rostro de Cassian,

ella le abrazó y le dijo.
“Creo que tienes razón, iré contigo.”
“Nos iremos cuando te encuentres mejor.”
“Estoy bien, podemos irnos ahora.”
“Entonces pediré que preparen el carruaje.”
“Si usamos un pergamino de teletransportación,

llegaremos más rápido.”
“No, usaremos pergaminos.”
“¿Por qué no?”
“Porque tu no estas bien Maya, aunque el viaje en
carruaje sea más largo, será mejor para ti, los
pergaminos ponen demasiada carga al cuerpo.”
Maya sabía que sin importar lo que ella dijera, no

lo haría cambiar de opinión.
“Está bien, entonces será en carruaje.”
“Pediré que lo preparen inmediatamente.”
Cassian le dio un suave beso en los labios y le dijo.

“No tardaré.”
“De acuerdo, te espero aquí.”
Después de que Cassian saliera de la oficina, Maya

se recostó en el sofá más cercano y una pequeña
hada apareció de repente.
“Por qué le mientes al humano?”
“No le estoy mintiendo.”
“Si que lo haces, sabes que no estás bien y que no

lo estarás a menos que vuelvas a la tierra de las
hadas.”
“No pienso volver a la tierra de las hadas.”
“Entonces morirás.”
Maya apretó los puños con fuerza y le dijo.

“Deberías volver a la tierra de las hadas y decirle a
la reina hada que no pienso volver.”
“Eres una necia,deberias aceptar tu destino y ..”
“Ya te dije que no pienso hacerlo.”
La pequeña hada iba a replicar cuando escuchó el

ruido de la puerta al abrirse, ella desapareció
inmediatamente.
Maya se incorporó con rapidez, no quería que

Cassian la viera cansada y decaída, ya que eso solo
le provocaba sufrimiento.
“Ya están preparando nuestras cosas, nos iremos

dentro de un rato, ¿Quieres hacer algo antes de
irnos?”
Maya sentía el cuerpo pesado, ella no quería hacer
nada, solo cerrar sus ojos y dormir, pero si le decía
eso, Cassian exageraba todo y cancelaría el viaje,
así que se obligó a poner una sonrisa en los labios y
decir.
“Me gustaría dar un paseo por el jardín.”
Cassian le ofreció su mano para ayudarla a

levantarse, Maya tomó su mano y le dijo.
“Sabes que no necesitas tratarme como una
anciana, ¿verdad?”
“No hago eso.”
“A mi parecer si lo haces.”
“Solo quiero cuidar de ti, de mimarte y de

protegerte.”
“Lo de mimarme me gusta, de lo demás no creo

que sea necesario, no hay nada de lo que tengas
que protegerme.”
“Si lo hay y lo sabes.”
Maya no quería seguir con esa conversación asi
que cambió de tema.
“Sígueme.”
“Por supuesto, te acompañaré donde desees mi

lady.”
Maya se rio, el lenguaje formal que usaba Cassian

en algunas ocasiones le parecia divertido.
“¡Mi querido príncipe!, no pierdas más el tiempo y
llevame a dar mi ansiado paseo.”
“Ya no soy príncipe, ahora soy duque.”
“Para mi tu siempre serás mi príncipe de brillante

armadura.”
“¿Te estás burlando de mí?”
“Por supuesto que no, jamás haría tal cosa.”
Cassian al ver que Maya volvía a ser sus bromas se

sintió más tranquilo, y deseo creer que ella en
verdad estaba mejor.
Ellos dieron un corto paseo por el jardin, mientras
veían las flores blancas, Cassian preguntó de
pronto.
“¿Cuando aceptaras ser mi esposa?”
“No necesito el matrimonio para demostrar que te

amo, ¿Porque sigues insistiendo con eso?”
“El matrimonio es un lazo que une a dos

desconocidos y los convierte en familia.”
“Cassian, estamos bien de esta manera y yo ya te

considero mi familia.”
“Maya yo quiero que seas mi esposa.”
“Ya soy tu mujer, ¿Que no es lo mismo?”
“Maya..”
“Cassian ya sabes que a mi nunca me ha

interesado el matrimonio. Cassian te amo
muchisimo y creo que te lo demuestro cada dia,
¿Acaso no me crees?”
“Por supuesto que te creo, pero quiero tener una
boda y presentarte ante todos como mi esposa,
¿Porque te niegas a casarte?”
“¿En verdad vamos a volver a tener esta

conversación?”
“Si aceptas casarte conmigo esta sera la última vez

que tengamos esta conversación.”
“Cassian, no quiero seguir con esta conversación.”

Maya empezó a alejarse, Cassian tomó su mano y
le dijo.
“Por esta vez me detendré, pero no pienses que me
olvidaré del tema.”
“No me harás cambiar de opinión.”
“Eso ya lo veremos.”
Uno de los sirvientes se acercó a ellos y dijo.

“El carruaje ya está listo.”
“Será mejor que partamos, tu hermano debe estar

esperando por ti.”
“De acuerdo, vámonos.”
Maya recordó que tenia un regalo para la hija de

Abril.
“Espera, iré a por algo a mi habitación.”
“Te esperaré en la entrada.”
Cuando Maya entró a su habitación, la pequeña

hada volvió a aparecer ante ella y le dijo.
“¿Por qué no quieres casarte con el humano?
Dices amarlo,no entiendo por qué no aceptas
casarte con él.”
Maya sacó de uno de los cajones del tocador una

pequeña cajita, lo guardó en su bolsillo y
respondió.
“Se que moriré primero que él, por eso me niego a
ser su esposa, si acepto casarme con él, lo estaría
condenando a vivir solo por el resto de su vida
como viudo, no quiero eso.”
“Entonces vuelve a la tierra de las hadas, asi no

morirás.”
“Si vuelvo, la reina no me dejara volver a verle,
sería lo mismo que morir, así que no lo haré,
prefiero un tiempo corto a su lado, que una vida
larga sin él.”
Maya se dirigió a la puerta, la pequeña hada le

dijo.
“Eres una necia.”
“Sí, lo soy, no haré lo que me pides, así que

deberías volver a casa.”
Capítulo 4
Un lazo que no se puede romper
Alessandro se quedó esperando a su hermano

todo el día, pero este nunca llegó, él se preguntó si
le había pasado algo o si no había recibido su carta.
Cuando entró en su habitación, vio a Abril en el

balcón, él se acercó a ella, la abrazó por detrás y le
preguntó.
“¿Qué haces despierta a esta hora?”
“Te estaba esperando, no quería irme a dormir sin

verte.”
“Lo siento, al final no pude cenar contigo, Gabriel

me llenó de trabajo y no me dejó ir hasta ahora.”
Abril se dio la vuelta, ella quería ver su rostro,en

realidad lo necesitaba.
“No tienes que disculparte por eso, eres el rey,
tienes un reino que dirigir, se que eso no es fácil.”
“Gracias por tu comprensión.”
“No tienes por qué agradecer.”
Alessandro acarició su mejilla con suavidad y le
dio un suave beso en los labios.
“Desearía tener más tiempo para estar contigo,
¿No te sientes igual?
“Si, me siento exactamente igual, desearía estar

contigo cada minuto y cada instante de mi vida,
pero tenemos obligaciones y deberes que cumplir,
así que seré razonable y no pediré lo que no me
puedas dar.
“Odio eso.”
“¿Qué cosa?”
“Odio no poder darte todo lo que me pidas.”
“Cada dia me das más de lo que alguna vez soñé,

más de lo que nunca imaginé.”
“Aun así, a veces siento que no es suficiente.”
“Quita esas ideas de tu mente, porque si lo es.”
Alessandro la abrazó, hundió su cabeza en su

clavícula respirando el olor de cuerpo y le dijo.
“Te extrañaré mucho.”
“Yo también voy a extrañarte.”
“¿Sabes cuánto tiempo estarás fuera?”
“Quizás dos días o tres, no lo sé.”
“Vuelve pronto, de lo contrario iré a buscarte.”
“No tendrás que hacerlo, estaré ansiosa por

volver, además debes cuidar a nuestra hija en mi
ausencia, protegela.”
“Eso no tienes ni que pedirlo, cuidare bien de

ella.”
“¿Cassian aún no ha llegado?”
“No y eso me tiene preocupado.”
“Espero que esté bien y llegue pronto.”
Las campanadas del reloj, anunciaron que ya era

más de medianoche, Alessandro dijo.
“Ya es tarde, hoy ha sido un día largo, será mejor
que descansemos.”
“Si, eso será lo mejor.”
Ambos se fueron a la cama, Alessandro rodeo a

Abril con sus brazos, ella podía escuchar los latidos
de su corazón, su respiración, eso la hizo estar mas
tranquila, por que aunque no lo demostraba, el
tener que dejar a su familia la ponía muy nerviosa
y ansiosa tenía miedo de que les ocurriera en su
ausencia.
“Lessan.”
“¿Qué pasa?”
“Cuida de Lissana.”
“Aby cuidare bien de nuestra hija, ademas estaras

fuera poco tiempo, nosotros estaremos aqui
esperandote.”
“Sí, tienes razón.”
Abril enterró su rostro en su pecho y le dijo.

“Odio separarme de ti.”
“Yo me siento igual y si no fuera por Lissana, iría

contigo. Aby, ¿Pasa algo?”
“No, es solo que mi hermana aun sigue por ahí y

no sabemos cuando vendrá a atacarnos.”
Alessandro suspiro profundamente y dijo.

“Es verdad, pero si no ha hecho ningún
movimiento durante todo este tiempo, dudo que lo
haga ahora, así que no te preocupes.”
“Eso espero.”
Cassian tuvo que detenerse a descansar en una

posada ya que Maya había empezado a sentir
náuseas por el traqueteo del carruaje.
Él puso un paño de agua fría sobre su frente para

intentar aliviar un poco su malestar.
“¿Estás mejor?
“Si, y lo siento, solo te estoy retrasando.”
“No te preocupes por eso, lo importante es que

estés bien.”
“Por eso prefiero los pergaminos de

teletransportación.”
“Lo sé, pero creí que los pergaminos serían muy

desgastantes en tu estado, al parecer también me
equivoque con lo del carruaje, ahora por mi culpa
has enfermado aún más.”
Maya tomó la mano de Cassian y le dijo.

“Esto no es tu culpa.”
“Pronto estarás mejor, Abril hará que te mejores.”
“Sí, eso espero.”
Cassian le dio un suave beso en la frente y le dijo.
“Así será, aguanta un poco más, pronto estarás
bien.”
Esa noche Cassian se quedó despierto cuidando de

Maya, al día siguiente ella estaba un poco mejor,
así que retomaron su viaje. Cuando llegaron al
palacio, Cassian preguntó dónde se encontraba
Abril, quería que ella ayudara a Maya ya que ella
no tenía buena cara.
Una de las sirvientas los guío hasta el invernadero

donde ella se encontraba. Cassian llegó con Maya
desplomada eņ los brazos, Abril al verlos se
sorprendió mucho, sobre todo porque Maya no
parecía estar muy bien. Ella entregó a la bebé a
una de las sirvientas y se apresuró hacia ellos.
“¿Qué le pasa a Maya?
“No lo se, hace un tiempo que no se encontraba

muy bien, el viaje hasta aquí solo empeoró su
salud, ¿Puedes ayudarla?”
“Por supuesto.”
Abril tomó la mano de Maya e infundió su magia
en ella. Maya recuperó la conciencia y al ver a Abril
le dijo.
“Hola Aby.”
“¿Cómo estás?”
“Mucho mejor.”
“Creo que lo mejor será llevarla a una habitación

para que descanse.”
“Maya, ¿En verdad estás bien?”

Preguntó Cassian muy preocupado y con cierta
ansiedad en la voz.
Maya tocó su mejilla con su mano aún fría y le

dijo.
“Si Cassian, ya estoy bien, no te preocupes.”
Cassian la apretó contra su pecho y le dijo.

“Gracias a Dios.”
Cassian se quedó abrazando a Maya durante un

rato como si temiera perderla.
Abril puso su mano en su hombro y le dijo.
“Cassian, Maya necesita descansar.”
“Si.”
Cassian llevó a Maya hasta su habitacion, aunque

siempre le daban esa habitación. Él la depositó
suavemente sobre la cama y le dijo.
“¿Quieres algo?”
“Un poco de agua, estoy sedienta.”
Cassian sirvió un vaso con agua, la ayudó a

incorporarse y le dio de beber el agua, al terminar
Maya se rio.
“A veces exageras un poco, puedo tomar un vaso
con agua por mi cuenta.”
“Lo sé, pero cuando te veo así, solo quiero cuidar

de ti.”
“Cassian, estoy bien.”
“Entonces por que sigues viendote débil.”
“Solo sigo un poco mareada por el carruaje, si
descanso un poco estaré como nueva, asi que por
que no vas a ver a tu hermano mientras duermo, él
debe estar esperándote.”
“No quiero dejarte sola.”
“Quizás duerma toda la mañana, da igual que te

quedes, así que no te preocupes por mi y ve a haber
para que te mando a llamar tu hermano.”
“Está bien, no tardaré.”
Maya dio un gran bostezo y respondió.

“Tomate tu tiempo, yo dormiré un buen rato.”
Cassian le dio un beso en la frente y le dijo.

“No tardaré, si te encuentras mal no dudes en
llamar a una sirvienta.”
“De acuerdo, ahora vete.”
Cuando Cassian salió de la habitación, la pequeña
hada que la había estado siguiendo apareció de
repente, voló a su alrededor y le dijo.
“Te ves muy mal y no es por el viaje en carruaje, si
no vuelves a la tierra de las hadas morirás.”
“¿Podrías dejar de recordarme que moriré?
“Lo hago para que no lo olvides.”
“Pues no necesito que me lo recuerdes.”
“Seguiré recordandotelo hasta que decidas volver

o que mueras.”
“Así que tendré una pequeña hada de la muerte

hablando a mi oído cada día.”
“Mi misión no es anunciar tu muerte, es hacerte

entender que debes volver a tu hogar.”
“Ese no es mi hogar, nunca lo ha sido.”
“Lo es desde el momento que juraste lealtad a la
reina hada, estás atada a la tierra de las hadas al
igual que a la reina y lo sabes, el lazo que las una
no se puede romper, todo tu ser te lo esta diciendo,
te lo dice a gritos y seguira siendo asi hasta que
decidas volver.”
Capítulo 5
No quiero perderla
Maya estaba apunto de quedarse dormida cuando

escucho que tocaban a la puerta, era Abri, asomó
su cabeza por la puerta y preguntó.
“¿Puedo pasar?”
“Por supuesto, pasa.”
Abril se acercó, se sentó en la silla que había junto

a la cama y le preguntó.
“¿Cómo te encuentras?”
“Mejor.”
Abril se le quedó mirando como si supiera que

mentía, Maya suspiro pesadamente y respondió.
“De acuerdo, me siento fatal, pero estoy mejor que
cuando llegué.”
Abril tomó la mano de Maya e infundió una gran

cantidad de magia en ella, Maya se sintió un poco
mejor, pero no lo suficiente como para decir que
estaba bien.
“Mi magia no funciona en ti.”
“Lo sé.”
“¿Por qué?”
“Te lo contaré, pero no se lo digas a Cassian, no

quiero preocuparlo.”
“Mantendré en secreto lo que me digas.”
Esa era la primera vez que Maya iba a hablar

sobre lo que le estaba pasando con alguien más
que no fuera la pequeña hada que aparecía como
un fantasma cada vez que estaba sola.
“Mi vida en sí está siendo drenada por la tierra de

las hadas o eso es lo que me dijeron.”
“¿Que?”
“Cuando hice el juramento a la reina, mi vida y mi
alma quedaron ligadas a ella, al igual que a la
tierra de las hadas.”
“Pero la reina te libero.”
“Una vez haces ese juramento,no puedes

deshacerte de el, la reina me libero de mis cadenas,
pero no del lazo que me une a ella.”
“Ire a hablar con la reina de las hadas, hare que

ella…”
“Eso no servirá de nada, ni siquiera la reina puede

deshacer el lazo que nos une.”
“¿Entonces que pasara contigo?”
“Morire.”
La pequeña hada que seguía a Maya a todas partes

apareció ante Abril y dijo.
“Si ella vuelve a la tierra de las hadas eso no
pasará, al volver su energía y vitalidad serán
restauradas.”
“Cállate pixie.”
Grito Maya un tanto molesta.
Abril se interesó por lo que había dicho la pequeña

hada y preguntó.
“¿Entonces solo debe volver?”
“Sí, solo debe volver y se recuperara, tendrá una

larga vida,vivirá por siglos.”
“¡No voy a volver!”

Grito Maya mientras le lanzaba una mirada
asesina a la pequeña hada.
“¿Por qué te niegas a volver Maya?”

Preguntó Abril, ya que no entendía por qué se
negaba de tal manera a volver a la tierra de las
hadas.
“La reina hada me dejara volver, pero lo que no te

ha dicho esta pixie, es que nunca más me dejara
salir, que tendré una larga vida, pero sin Cassian;
no quiero eso, quiero estar junto al hombre que
amo, aun cuando eso no vaya durar mucho
tiempo.”
Abril abrazó a Maya, cuando sus cálidos brazos la

rodearon. Maya no pudo evitar llorar, hasta el
momento se había hecho la fuerte, pero ya no
podía más, estaba asustada, le tenía miedo a la
muerte, pero más temía vivir una vida entera sin
su amor. Cassian se había adentrado tanto en su
corazón, que separarse de él, sería como la muerte
misma.
Abril se quedó abrazándola hasta que Maya dejó

salir todo aquello que había estado guardando para
sí misma en su corazón y en parte se sintió
identificada con ella, porque ella también había
estado escondiéndole algo a Alessandro.
Cuando por fin se calmó, Abril le dijo.

“Encontraremos la manera de solucionar esto
Maya, no vas a morir y tampoco vas a renunciar a
Cassian.”
“En verdad desearía creer eso, pero por mas que lo

intento,mi razonamiento me traiciona y me dice
que no hay salida, que sin importar el camino que
tome, él final será el mismo.”
“Desearía poder hacer algo para ayudarte…”
“Ya me estas ayudando, si te soy sincera, esta es la

primera vez que lloro desde que me entere de lo
que me estaba pasando, desde que me entere que
nunca seria verdaderamente libre, me había estado
haciendo la fuerte y creo que eso me estaba
consumiendo, gracias por escucharme y quedarte a
mi lado, ahora me siento un poco mejor.”
“Siempre estaré ahí para ti, así que si necesitas

alguien con quien desahogarte o un hombre en el
cual llorar, solo tienes que decirlo.”
Maya limpió las lágrimas de sus mejillas y le dijo.

“Gracias Aby, y si algún día estas pasando por algo
dificil, yo tambien estaré ahi para ti, soy buena
escuchando y guardando secretos.”
En realidad Abril deseo contarle que ella también

estaba ocultando secretos, pero Maya ya tenía
suficiente con sus problemas, ella no quería
cargarla con los suyos.
“Muchas gracias por tu ofrecimiento, algún día
tomaré esa palabra.”
____ ༼⁠♡⁠༽ ____
Cuando Cassian fue anunciado, Alessandro le hizo

pasar inmediatamente, tras cruzar la puerta,
Cassian se encontró con los brazos de su hermano,
con una voz llena de alivio le dijo.
“Me alegro de que estés aquí, estaba muy
preocupado ya que no aparecías, creí que te había
pasado algo.”
Cassian le devolvió el abrazo a su hermano,

aunque los separaba una gran distancia, su
relación no había cambiado, Alessandro seguía
siendo el hermano sobreprotector que conocía.
“Yo también me alegro de verte hermano.”
Al separarse, Alessandro pudo ver las oscuras

sombras en los ojos de su hermano y se asustó un
poco al pensar que quizás su hermano estuviera
enfermo.
“Cass, no te ves nada bien, llamare al medico para
que te revise.. ¡No espera! Mejor llamaré a Abril.”
Cassian detuvo a su hermano y le dijo.

“No es necesario, estoy bien.”
“Te ves terrible, como puedes decir siquiera que

estás bien.”
“Solo es cansancio, el camino hasta aquí fue largo

y no pude dormir en toda la noche.”
“¿No usaste pergaminos de teletransportación

para venir?”
Cassian negó con la cabeza.

“Maya no se está bien, decidí viajar en carruaje ya
para evitar que ella empeorará, pero al final solo
terminé haciendo que se pusiera peor, se desmayó
cuando estábamos apunto de llegar, Abril ya la ha
tratado pero…”
Cassian revolvió su cabello, algo que siempre
hacía cuando se encontraba frustrado.
Alessandro le dijo.
“Siéntate, pareciera que vas a desmayarte en
cualquier momento.”
Alessandro le sirvió una taza de té y preguntó.

“¿Qué pasa hermano?”
“No sé qué le pasa a Maya, no está bien pero ella

sigue intentando ocultarlo de mi, en varias
ocasiones le pedí que viniéramos a ver a Abril, pero
ella se negaba diciendo que no era necesario, creo
que la magia de Abril no ha hecho mucho por ella.”
“Debe de ser imaginaciones tuyas, la magia de

Abril es capaz de revivir a un moribundo, tu ya lo
has visto.”
“Si, y eso es lo que me aterra, que lo que tiene

Maya sea algo que ni siquiera Abril pueda curar,
no quiero perderla, Lessan.”
Alessandro puso su mano en el hombro de su

hermano para transmitirle su apoyo y le dijo.
“Eso no va a pasar, no la vas a perder, Abril podrá
curarla, solo ten un poco de paciencia, seguro
mañana estará como nueva.”
“ċY si no es así? ¿Qué haré?”
“Deja de pensar negativamente, piensa en que ella

estará bien.”
“Eso espero, porque ya no me imagino una vida

sin ella.”
Capítulo 6
Lo siento
Alessandro había pensado en pedirle a su

hermano que acompañará a Abril al reino de Laios,
pero al ver en el estado de ansiedad en el que se
encontraba, dudaba que él se alejara de Maya
durante unos días, a menos que ella se encontrara
completamente bien.
Cuando Cassian se calmó, preguntó.

“¿Por qué me has mandado a llamar?”
Alessandro dudó un momento si contarle o no,

para que lo había mandado a llamar.
“¿Qué pasa Lessan?, ¿Por qué no dices nada?"
“Abril irá al reino de Laios a cerrar la grieta del

Hades, te hice venir porque quería que la
acompañaras..”
“Lo siento Lessan, quisiera acompañarla, pero no

quiero dejar sola a Maya.”
“No te preocupes, te entiendo perfectamente, si yo
estuviera en tu lugar también me hubiera negado.”
“Pero puedo quedarme a cuidar del palacio y hacer

tu trabajo, así podrias acompañarla tu.”
“No se si Abril aceptara que la acompañe.”
“No quiere que nos vayamos los dos y dejemos

sola a Lissana y la verdad es que tampoco me
sentiría cómodo al saber que no verá a ninguno de
sus padres.”
“Lo siento Lessan, en verdad desearía ayudarte,

pero si la acompaño en este momento, estaría
distraído, solo seria un estorbo.”
“No te preocupes, Sirius también irá con ella, me

hubiera gustado que fueras tú, para quedarme mas
tranquilo, pero si no se puede ni modo.”
“Aunque no vaya, me encargaré de buscar a los

mejores caballeros para que la acompañen.”
“No, Abril quiere que su viaje sea secreto, con un
grupo grande eso sería imposible.”
“Es verdad, ¿Entonces por qué no le dices a Taren

que la acompañe? ”
“Si, se lo diré.”
Cassian se puso en pie y le dijo.

“Ire a ver como sigue Maya.”
"Intenta descansar, si Maya te ve en ese estado

solo harás que se preocupe por ti.”
Antes de cruzar la puerta, Cassian se detuvo y le

dijo.
“Lessan, quizás me quede durante un tiempo en el
palacio.”
“Puedes quedarte todo el tiempo que desees, este

también es tu hogar.”
“Gracias.”
Cassian se dirigía a su habitación cuando se
encontró con Abril en uno de los pasillos del
palacio.
“Hola Cassian.”
“Aby, ¿Estabas con Maya?”
“Si.”
“¿Cómo está?”
“Mejor, solo necesita descanso, pero tu no te ves

nada bien.”
Abril se acercó, tomó su mano e infundió su magia
en él, todo el cansancio y la fatiga que tenia
desaparecio en un instante, él le preguntó.
“¿Por qué Maya sigue estando mal si haz hecho lo
mismo con ella?”
“¿Que?"
“Ella debería de estar bien después de que usaras

tu magia en ella, pero sigue viéndose pálida y
débil.”
“Maya es mitad hada asi que quizás mi magia

actúa de manera diferente en ella.”
“Quizás tengas razón.”
“Deberías ir con ella.”
“Aby, Lessan me dijo que irás al reino de Laios a

cerrar la grieta del Hades.”
“Si, lo había estado retrasando pero, pero es

peligroso dejar eso así.”
“¿Aún no sabes nada de tu hermana?”
“No, le he preguntado a Enzo, pero dice que

tampoco sabe nada de Cira.”
“¿Y le crees?”
“No creo que mienta, conociendo a Cira, ella

querrá matarlo cuando lo vea.”
“Ha pasado más de un año desde que desapareció,

ella estaba mal herida, ¿Crees que haya muerto?”
Abril recordó a la criatura que había intentado

atacar a Lissana un mes atrás, era una criatura
nacida de la oscuridad y sin duda alguna la había
enviado Cira, ella respondió.
“No lo creo, Cira debe estar esperando el mejor
momento para atacar, por eso quiero cerrar la
grieta que conduce al Hades, no dejaré que ella
tenga mas poder.”
“Lessan me pidió que te acompañara pero..”
“No puedes ir. ¿Verdad?”
“No quiero separarme de Maya.”
“No te preocupes, lo entiendo.”
“En verdad me hubiera gustado acompañarte.”
“En realidad, prefiero que te quedes en el palacio,

cuida a Lissana mientras no estoy.”
“No te preocupes, así lo haré.”
“Nos vemos después Cassian.”

Abril se dirigió a la oficina de Alessandro, al llegar
a la puerta, los guardias hicieron una reverencia.
Ella los saludó y preguntó.
“¿Alessandro está dentro? Gracias.”
“Si,? su majestad”
Abril asomó su cabeza por la puerta y al ver que

Alessandro no estaba solo, le preguntó.
“Si, has llegado en un buen momento.”
Abril entró, la persona que estaba con Alessandro

le hizo una reverencia y se presentó.
“Saludos me presento a su majestad la reina,
Taren Lacross, capitán de las sombras al servicio
del rey.”
“Encantada de conocerte Taren.”
Alessandro rodeó su escritorio, se puso al lado de

Abril y le dijo.
“Cassian no podrá acompañarte en tu viaje, así
que le pedí a Taren que lo haga, sus habilidades
son semejantes a las de Cassian.”
“Entonces cuento contigo para emprender este

viaje.”
Dijo Abril mientras se dirigía a Taren.
“Podemos partir cuando su majestad quiera.”
“Entonces partiremos mañana.”
“Como su majestad desee, me prepararé para

partir así que me retiro.”
Cuando Taren se fue, Abril le dijo.

“Podrías enviarle un mensaje a Sirius, ya no
quiero seguir retrasando mi partida.”
“Por supuesto.”
“¿Has tratado a Maya?"
“Si, lo he hecho.”
“¿Y cómo está?”
Abril no quiso hablar sobre la condición de Maya

así, eso era algo que ella le había contado en
secreto y no quería traicionar su confianza.
“Mejor.”
“Cassian estaba muy preocupado por ella, espero
que se recupere pronto.”
“Yo también.”
Alessandre la abrazo, se inclinó y la besó, Abril

devolvió el beso activamente. Al separar sus labios,
Alessandro apartó un mechón rojizo de Abril, lo
colocó detrás de su oreja mientras la veía con
dulzura y le dijo.
“Cuidate en tu viaje, no hagas nada imprudente.”
“No te preocupes, no lo haré.”

Abril se puso de puntillas, le dio un suave beso en
los labios y le dijo.
“No arriesgaré mi vida sabiendo que mi familia
me está esperando, volveré con ustedes lo más
pronto que pueda.”
Capítulo 7
Lo que los cuerpos gritan
Abril se quedó hablando un rato con Alessandro,

sobre su viaje al reino de Laios. Después Abril fue a
ver a Lissana, al entrar a la habitación sintió un
fuerte viento, la sirvienta que estaba cuidando de
Lissana, intentaba cerrar el balcón
desesperadamente. Aquel viento no era natural,
era Lissana quien lo había creado con su magia.
Abril usó su magia de anulación para calmar los
vientos. Ella se acercó a la cuna, la bebé sonrió
cuando vio a su madre, Abril tomó a la Lissana en
brazos y le dio un beso en las mejillas y con un
largo suspiro le dijo.
“¿Qué haré contigo mi pequeña traviesa?”
La sirvienta cerró el balcón y al ver que la reina

estaba ahí intentó excusarse.
“Su majestad, un fuerte viento empezó a soplar de
repente. ¿La princesa, está bien?”
“Si, ella está bien, no te preocupes, puedes

retirarte, me quedaré con Lissana.”
“Como ordene su majestad.”
Cuando la sirvienta salió, Abril usó su magia para

suprimir los poderes de Lissana, a ella no le
gustaba hacerlo ya que cuando lo hacía, Lissana
pasaba la mayor parte del tiempo durmiendo, ella
sabía que debía encontrar otra solución, ya que ella
no estaría para estabilizar su magia.
Abril recordó los pendientes que su madre le

había dado y deseo tenerlos en ese momento. Pero
lamentablemente se habían destruido cuando
había liberado todo su poder. Ella hubiera deseado
saber cómo había creado esos pendientes su
madre, pero no lo sabía y tampoco tenía manera de
saberlo.
Ella acarició una de las orejas de Lissana mientras

pensaba en los pendientes que su madre le había
dado para limitar su poder, de pronto un
pendiente apareció en la oreja de Lissana, ella hizo
lo mismo con la otra oreja y paso lo mismo, un
pequeño pendiente apareció en su oreja. Abril se
quedó muy sorprendida, jamás se imaginó que
fuera tan fácil crear los pendientes, aunque aún
seguía sin saber si funcionaban o no, pero tampoco
tenía de manera de comprobarlo, debía confiar que
funcionaran.
Ese día Abril se quedó el resto del día cuidando de

Lissana, cuando llegó la noche, Abril volvió a su
habitación, al entrar vio a Alessandro. Él acababa
de salir del cuarto de baño, iba envuelto en una
bata y caminaba lentamente hacia ella, su esposo
era un hombre muy atractivo y seductor, ella no
podía evitar que su corazón se acelerará cada vez
que le veía.
“Hoy has vuelto pronto.”

Le dijo sin apartar su mirada de él.
“Me he escapado del trabajo para estar contigo.”

Alessandro sirvió dos copas de vino, le paso una a
Abril y le dijo.
“¿Una copa?”
Abril tomó la copa que Alessandro le estaba

ofreciendo, le dio un sorbo, el vino era agrio, tenía
mal sabor; ella arrugó la cara y deseo escupirlo,
pero no lo hizo, se obligó a tragarlo.
“Sigo sin entender por qué te gusta esto, sabe
horrible.”
“Sigues sin acostumbrarte a su sabor.”
“No creo que vaya acostumbrarme jamás a esto,

sabe horrible.”
Alessandro acortó la distancia que los separaba, se

inclinó hacia ella, la besó con suavidad y le dijo.
“Ya me he comunicado con Sirius, estará aquí
mañana por la mañana.”
“Entonces partiré mañana a Laios.”
“Ten cuidado en tu viaje.”
“No te preocupes, lo tendré.”
Alessandro se inclinó para besarla en el cuello y le

susurro al oído.
“Deberíamos aprovechar nuestro tiempo juntos.
¿No crees?”
Abril tomó su rostro entre sus manos, buscó su

boca y tomó sus labios, pudo sentir el sabor agrio
del vino, aunque antes había odiado su sabor, en
los labios de Alessandro lo encontró dulce y
agradable.
“Sí, hagamos eso.”
Alessandro devolvió el beso, sus manos rodearon

su cintura y subieron por su espalda. Ella rodeó su
cuello con sus brazos y presionó su cuerpo contra
el suyo. Alessandro la tomó en brazos, la llevó
hasta la cama y la depositó suavemente.
Abril entrecerró los ojos; notaba sus propias

pestañas cosquilleandole las mejillas. Sintió el
cambio de peso de Alessandro sobre ella, sus
cabellos húmedos tocando su frente y un aroma a
pino que debía ser de los aceites esenciales que las
sirvientas solían poner en la bañera.
Ese aroma, le recordó el pequeño bosque qué

había en la parte más alejada del palacio, el cual
ella recorrió incontables veces cuando vivía sola y
olvidada. Le recordó el día en el que ella había
encontrado a Alessandro inconsciente en el bosque
y agradeció a Dios por ese día, ya que había sido el
inicio de su historia de amor.
Hundió los dedos en el cabello de Alessandro,
curvo las puntas, oyó Alessandro exhalar contra su
boca. Este apretó todo el cuerpo con más fuerza
contra el de Abril, como si quisiera volverse uno
solo con ella. Abril le deslizó los dedos hacia la
nuca y fue bajando hasta situarse en los músculos
de su espalda, firmes y fuertes.
Los labios de Alessandro eran como el roce de una

pluma sobre la piel de Abril, moviéndose por el
cuello, el mentón hasta llegar a la boca
nuevamente; sus manos recorrieron su cuerpo, en
una suave caricia, apreciando cada parte de ella,
sus respiraciones y sus latidos se unieron en una
sola. Abril sintió como si todo en el mundo hubiera
desaparecido y sólo hubieran quedado ellos dos,
como si las estrellas hubieran estallado a su
alrededor.
El amor que sentía el uno por el otro era como un

río desbordado, que inundaba y llenaba todo a su
paso.
Alessandro siguió recorriendo su cuerpo con sus

labios, suaves y cálidos.
Esa noche le hizo el amor como si en cada caricia y
en cada beso, quisiera decirle lo mucho que la
amaba y lo valiosa que era para él.
Las palabras no habían sido necesarias en lo

absoluto, porque sus cuerpos gritaban una y otra
vez lo mucho que se amaban. Ambos durmieron
abrazados el resto de la noche, con sus cuerpos
pegados, compartiendo su calor; porque aunque el
acto sexual había acabado, ellos querían seguir
haciendo el amor, querían seguir siendose, un solo
ser.
Capítulo 8
Mi primera y única amiga
Al día siguiente, Abril despertó primero; al ver el

rostro dormido de Alessandro, se acomodó en su
pecho, deseó quedarse así un poquito más antes de
partir, deseó no tener que separarse de su amado,
ni de su hija. Pero no podía hacerlo, no podía
ignorar al mundo entero cuando quizás ella era la
única que podría salvarlo.
Cuando Alessandro despertó, acaricio su cabeza y

le dijo.
“Buenos días, mi amor.”
Abril, se incorporó y respondió con una sonrisa

para ocultar la tristeza de su partida que guardaba
en su corazón.
“Buenos días.”
Alessandro al ver que el sol aún no había salido

por completo, le dijo.
“Aun es temprano, deberías dormir un poco más.”
Abril negó con la cabeza y respondió.
“Quiero partir lo más pronto posible.”
Los labios de Alessandro se posaron en su frente,

mientras la rodeaba con sus brazos.
“Por favor cuídate y no hagas nada imprudente,
piensa en mí y en Lissana. ¿Si?”
“Siempre estarán en mis pensamientos en todo

momento.”
Abril se levanto, saco una túnica
azul de su armario, unos pantalones negros y unas
botas a juego.
Mientras se cambiaba Alessandro se quedó

observándola y le preguntó.
“¿Y esas ropas?”
“Quiero poder moverme con facilidad si es

necesario, los vestidos son incómodos y poco
prácticos.”
“En eso tienes razón.”
Abril ató su cabello en un moño, pequeños

mechones rebeldes salieron a los lados, aunque se
vestía sencillo, seguia viendose hermosa.
“Iré a despedir de Lissana. ¿Vienes?”
“Por supuesto, dame un minuto.”

Alessandro se levantó y se puso lo primero que
encontró en el armario, después de lavar sus
rostros ambos se dirigieron a la habitación de
Lissana.
Abril abrió la puerta muy despacio intentando no

hacer ruido para no despertar a la bebé, pero ella
ya estaba despierta, la niñera la estaba cargando y
dando vueltas por la habitación intentando
dormirla. Cuando vio que la reina y el rey
acababan de entrar se giró hacia ella e hizo una
reverencia.
“Buenos días sus majestades.”
Lissana al ver a su madre estiró sus brazos hacia

ella para que la tomara en brazos. Abril tomó a su
hija y le dijo a la sirvienta que esperara fuera de la
habitación.
Una vez solos, Abril se dirigió a Alessandro.

“Cuida bien de Lissana en mi ausencia.”
“Así lo haré, cuidaré bien de nuestra hija.”
Lissana veía a su madre fijamente con sus

hermosos ojos dorados, mientras se aferraba a la
ropa de su madre como si supiera que ella se
marchaba.
Abril la miró con ternura, le dio un beso en la

mejillas y le dijo.
“Mi pequeña, mamá volverá pronto.”
La pequeña empezó a llorar como si con su llanto

quisiera decirle que se quedara, eso a Abril le
rompió el corazón, usó su magia para hacerla
dormir, por que no soportaría separarse de ella si
la escuchaba llorar. La depositó en la cuna y le dijo
a Alessandro.
“Sé que siempre estás muy ocupado pero, intenta
pasar más tiempo con Lissana.”
“No te preocupes, así lo haré, aprovecharé que

Cassian está aquí.”
“Deberíamos irnos y dejarla dormir.”

Dijo Abril mientras cubría a su hija con una
manta.
“Si.”
Después se dirigieron a la habitación de Maya, ella

tocó la puerta y esperó a que abrieran la puerta o la
invitaran a pasar.
Maya abrió la puerta e hizo una seña para que no

hicieran ruido ya que Cassian aun dormía, salió de
la habitación y cerró muy despacio para no hacer
ruido.
“Venía a ver como estabas, me alegra ver que estes

bien.”
Maya aun no se sentía completamente bien, pero

se sentía lo suficientemente bien como para
levantarse, ella quiso ser sincera con Abril, pero
Alessandro estaba de pie junto a ella, al final Maya
tuvo que mentir aun cuando no quería hacerlo.
“Si, estoy muy bien.”
Aunque Maya dijera que estaba bien, Abril podia

ver sobra bajo sus ojos y la falta de color en su piel,
ella tomo su mano e infundo su magia en Maya sin
que Alessandro se diera cuenta. Lo cual Maya le
agradeció.
“Muchas gracias Aby.”
“Vengo a despedirme, estaré fuera durante unos

días.”
“Suerte en tu viaje.”
“Muchas gracias, la necesitare.”
Alessandro vio pasar a una de las sirvientas, él se

excusó un momento para ir a pedirle a la sirvienta
que preparara un macuto con comida. Abril
aprovechó para hablar con Maya.
“Ayer recordé que en el reino de Laios, hay un
libro que hablaba sobre las hadas, creí que solo era
ficción pero, no sé, quizás pueda servirte de algo,
así que lo traeré para ti.”
Maya le dio un abrazo y le dijo.

“Muchas gracias Aby.”
“Prometí ayudarte y eso hare.”
“No tengo cómo agradecer tu ayuda, siempre me
salvas.”
“Eres mi primera amiga, lo hago con gusto, así que

no pienses en que tienes que agradecerme, por que
no es así.”
Cuando Alessandro regresó, ambos se dirigieron a

su oficina, Sirius y Taren ya estaban ahí
esperándolos, listos para partir. Abril les agradeció
por su disponibilidad.
“Muchas gracias a los dos por haber acudido tan
pronto, cuento con ustedes en este viaje.”
Ambos asintieron a una vez; Alessandro sacó

varias bolsas con monedas de oro, una se la
entregó a Sirius otra a Taren y la ultima bolsa se la
dio a Abril, era más grande y pesada que las
demás, cuando la recibió dijo.
“No crees que esto es demasiado, solo me voy por
tres días.”
“Lo sé, pero aunque solo sean tres días, espero que
te sobre y no que te haga falta nada.”
Alguien toco la puerta, interrumpiendo su
conversación, Alessandro la hizo pasar
inmediatamente, era la sirvienta que se había
encontrado en el pasillo, ella llevaba un macuto en
una mano y unas capas marrones en la otra,
Alessandro tomó la capa de Abril y la ayudo a
ponersela, Abril le dijo.
“Veo que has pensado en todo, muchas gracias.”
“Te deseo un buen viaje y un pronto regreso.”
Abril le beso y le dijo.

“Hasta pronto mi amor.”
Capítulo 9
Tierra árida
Antes de irse, Alessandro le encargó a Sirius que

cuidara de Abril, que la protegiera y la trajera de
vuelta sana y salva, lo mismo le dijo a Taren; que
dejaba su tesoro más preciado en sus manos.
Alessandro le dio un beso largo a su esposa, él

hubiera querido acompañarla hasta la puerta,
decirle adiós hasta el último momento, pero con
eso solo lograría llamar la atención, algo que no
querían, ya que el viaje de Abril era secreto.
Las últimas palabras antes de Abril, antes de salir

de la oficina de Alessandro, fueron.
“Cuida de Lissana y mantenla cerca, no sabemos
qué pueda acechar en las sombras.”
Al salir, se dirigieron a la entrada, Abril llevaba

puesta la capucha de su capa aun cuando hacía
calor, no quería que nadie la viera salir, que se
dieran cuenta de que no estaría en el palacio.
En la entrada estaba el carruaje en el que Sirius
había llegado, el cual los llevó hasta las afueras de
la ciudad. Sirius le pidió que los dejara en el
camino y que volviera a la torre de los magos. Una
vez solos, Taren preguntó.
“¿Cómo continuaremos nuestro viaje sin un
transporte?”
Sirius sacó unas pulceras de su bolsa, le entregó

uno a Abril y otro a Taren.
“Usaremos esto.”
“Usaremos una pulsera? ¡Dime que es una

broma!”
“No es una broma.”
Taren analizó la pulsera con escepticismo y le dijo.

“Deberías haber sacado un pergamino de
teletransportación por lo menos.”
“Esto es mejor que cualquier pergamino, estas

pulseras nos permitirán teletransportarnos de
manera más sencilla, aunque se usa de manera
personal, cada uno tendrá que usar su artefacto de
teletransportación, lo cual es una ventaja por si
hay problemas.
Abril se puso la pulsera y

preguntó.
“¿A qué te refieres con eso?”
“Estamos yendo al reino enemigo, podrían

atacarnos, si eso pasa el escapar será nuestra
máxima prioridad, los pergaminos solo puede
usarlos quien los lleva, seria peligroso si nos
separamos, con las pulseras aun separandonos
podremos escapar.”
Taren se quedó mirando la pulsera que llevaba en

la muñeca y preguntó.
“¿Y cómo funcionan?”
“Solo tienen que presionar dos veces la joya que

hay en el centro.”
“¿Y si la presionamos por error?”
“Hum... Intenten no hacerlo.”
Taren desconfiaba un poco del artefacto que Sirius
les había dado.
“Una pregunta. ¿Hace cuanto creaste estos
artefactos?”
“Hace poco.”
“Pero ya los has probado. ¿Verdad?”
“Por supuesto, un par de veces y no ha habido

ningún problema. Sirius se acercó a Abril y le dijo.
“En el reino de Laios hay una barrera que lo
protege, sólo podemos transportarnos a las
afueras del reino, hay procura no separarte de
nosotros en ningún momento.
Sirius señaló el anillo mágico qué Abril llevaba en

la mano y le dijo mientras lo señalaba.
“El color de tu cabello destaca mucho asi que
cambialo y procura cubrir tu rostro con la capucha,
no queremos que nadie te reconozca.”
Abril cambió el color rojo vibrante de su cabello,

por un rubio miel y respondió.
“No creo que alguien pueda reconocer mi rostro,
solo era una princesa de nombre, siempre estuve
encerrada en la parte más alejada del palacio
principal, los únicos que podrían reconocer mi
rostro son mis hermanos y la sirvienta que me
llevaba comida de vez en cuando y los guardias que
me trajeron aquí el día de mi boda.”
“Eso es bueno, no tendremos que ser tan

cautelosos entonces, debemos estar cerca para
aparecer en el mismo lugar.”
Taren se acercó y dijo.

“Solo espero que lleguemos enteros a nuestro
destino.”
“Deja de quejarte, todo saldrá bien, a la de tres.”
Todos llevaron sus manos al artefacto mágico lo

presionaron dos veces, en un abrir y cerrar de ojos,
llegaron a las afueras del reino de Laios.
Las torres doradas del inmenso palacio brillaron a

lo lejos. Taren se alejó y empezó a vomitar, sentía
como si el estómago le hubiera dado la vuelta
entera.
Abril y Sirius estaban bien. Taren miró a Sirius
como si quisiera asesinarlo con la mirada. Abril se
acercó, tomó su mano, infundo su magia en él y le
preguntó.
“¿Estás bien?”
“Ya estoy bien.”
Le lanzó una mirada furiosa a Sirius y le dijo.

“Mas te vale que usemos un pergamino de
teletransportación, no pienso volver a usar ese
maldito artefacto.”
“Te quejas por nada.”
Abril le preguntó a Sirius.

“¿Tu estas bien?
“Si, perfectamente.”
Abril se quedó mirando el reino de Laios desde la

distancia y dijo.
“Jamás pensé que volvería a Laios.”
Sirius le preguntó.
“¿Odias este lugar?”
“No tengo ningún buen recuerdo de este lugar,
pero se si lo odio o si me inquieta, así que démonos
prisa y cumplamos con nuestra misión para poder
volver a casa.”
Tarren al ver que aún estaban bastante lejos, dijo.

“Su majestad tiene razón, tenemos un largo
camino por recorrer, así que andando.”
Sirius empezó a caminar y les dijo.

“Nos detendremos en el primer pueblo y
conseguiremos un carruaje para continuar, no
queda muy lejos así que no tendremos que
caminar demasiado.”
Ellos caminaron durante medio día, al llegar al

primer pueblo, Abril se sorprendió al ver que toda
la tierra estaba contaminada y en lo que
anteriormente parecía haber sido un campo de
arroz, se había convertido en un un campo árido
en el que no crecía ni la mala hierba.
Tarren dijo.
“Creía que el reino de Laios era muy próspero.”
Sirius respondió.
“Y hasta hace unos meses lo era, uno de los magos
de mi torre tiene familia en Laios, cuando vino,
pasó por estos campos y no estaba así, lo recuerdo
claramente por qué estaba diciendo que el arroz de
estos campos era el mejor.”
Abril se acercó al campo, tomó un puñado de

tierra, sintió una oscuridad que provenía de
aquella tierra.
Unos aldeanos de aspecto enfermizo se acercaron

a ellos y les preguntaron si venían de la ciudad, si
ahí las cosas estaban mejor.
Abril respondió.
“No venimos de la ciudad, pero. ¿Podrían decirnos
que ha pasado aquí?”
Un anciano, que se sostenía a duras penas con un

bastón, respondió.
“Hace unos meses hubo un gran
temblor, un miasma negro cubrio los campos de
arroz, marchito todo y contamino el agua; si van de
paso será mejor que se vayan inmediatamente,
muchos de nosotros estamos enfermos.
Abril no podía irse de ese lugar sin ayudar a
aquellas personas, aunque ella no vivía en Laios,
seguía siendo una Venobich, ella tomo su mano
infundió una pequeña cantidad de magia en él,
para que no se diera cuenta de que lo había hecho
y le dijo.
“No se preocupe por nosotros, somos curanderos,
deje que los ayudemos en lo que podamos.”
Aquel anciano sintió un gran alivio y le dijo.

“Muchas gracias, le estaremos inmensamente
agradecidos si nos ayudan.”
Capítulo 56
Una línea de sangre manchada
Enora siguió observando su rostro, sus manos

tocaron sus mejillas y su cabello, aquella
muchacha era la viva imagen de la hermana que
había perdido y a quien tanto habia buscado.
Dantriel al ver que Enora parecia no creer lo que

Abril le había dicho, dio un paso al frente y le dijo.
“Mi reina, la muchacha no miente, ella es la hija
de la princesa Sophia, ella es su sobrina.”
Enora se apartó de Abril e intentó recobrar la

compostura, aun cuando en su interior sentía
como si acabara de perder a su hermana
nuevamente, si seguía viendo a aquella chica. Ella
sentía que se rompería, así que centró su atención
en otra cosa: En el hombre que la había
acompañado y aún tenía el rostro cubierto por la
capa que llevaba, ella le dijo.
“¿Por que aun no has descubierto tu rostro,
cuando di la orden de que lo hicieras?”
Alessandro retiró la capucha de su cabeza,
dejando al descubierto su rostro. Cuando Enora
vio que era un humano, sacó la saga que siempre
llevaba atada a la cintura y le apuntó con ella.
“¡¿Cómo has entrado a este lugar?!”
Alessandro levantó sus manos en alto en señal de

rendición y dijo.
“Solo la he atravesado.”
“Los humanos no pueden entrar a mi reino, la

barrera que nos rodea se los impide.”
Alessandro al ver que se mostraba tan

sorprendida, se dio cuenta que Ethan no le había
mentido y aquello le interrogó, ya que él no había
hecho nada especial, solo había dado un paso al
frente y cruzado sin más.
“No he hecho nada especial.”
“Mientes.”
Abril se puso entre Enora y Alessandro, y replicó

diciendo.
“¡Él no miente!, solo ha cruzado la barrera, así que
baja tu daga.”
“¡Calla!, no es a ti a quien le he preguntado.”
Abril fijó su mirada en la de la reina élfica, sus

ojos dorados era como él sol ardiente, mostraban
fiereza y valentia. Algo que hizo que Enora volviera
a confundir su mente, por un momento pensó que
aquella chica no era su sobrina, sino su amada
hermana a la cual había perdido.
Abril continuó diciendo.

“No he venido este día a pelear, pero si no bajas tu
arma, si te atreves a tocar un solo pelo de la cabeza
de mi esposo, veraz mi ira haciendo arder este
lugar.”
Aunque Enora estaba maravillada por la fiereza de

Abril, no pudo quedarse en silencio ya que habían
muchos ojos que les observaban fijamente.
“Aunque seas una reina en el mundo humano, no
lo eres en este lugar. Aquí solo eres una mestiza
cuya existencia es anatema, la reina aqui soy yo,
asi que baja tu cabeza ante mi.”
“No me inclinaré ante ti, porque tu no eres mi
reina.”
“Por tu cuerpo corre sangre élfica y por lo tanto

me perteneces, mi autoridad es sobre ti.”
“Por mis venas también corre sangre humana, tu

autoridad no está sobre mi.”
Cuando Abril mencionó su línea de sangre

humana, Enora se puso furiosa y explotó en ira.
“¡Eso ya lo sé!, tu línea de sangre está manchada y
por eso tu existencia misma es una mancha en este
mundo, guardias encierrenlos.”
Los guardias se acercaron a Alessandro y Abril

para encarcelarlos. Pero llegó un viento recio sobre
aquel lugar impidiéndoles avanzar, Alessandro
había invocado los vientos.
Enora conociendo el poder de Alessandro, usó su

magia de anulación, dos guardias aprovecharon el
momento para inmovilizar a Alessandro
sujetándolo de los brazos, pero él se defendió,
varios guardias fueron necesarios para someterlo.
Abril había intentado seguir el plan de Ethan, pero

al ver cómo estaban tratando al hombre que
amaba, toda la ira y rabia que hasta el momento
había contenido, explotaron como un volcán.
Llamas plateadas cubrieron toda la sala y a cada

uno de los que ahí se encontraban, a excepción de
Alessandro.
Todos empezaron a gritar con temor, incluso a la

reina se exaltó al ver su cuerpo en llamas.
“Sueltenlo, de lo contrario reduciré a todos a

cenizas.”
Aquellas llamas plateadas no tenían calor, Enora

pensó que solo era una artimaña de Abril, una
simple ilusión, ella se río y le dijo.
“¿Qué daño podrían causarnos con unas llamas
que no arden?”
“Mis llamas plateadas no arden.” Abril creo una
bola de fuego amarillo y continuo diciendo.
“Pero estas si, y no necesito de mucho para
cambiar el color de mis llamas, en un instante
puedo reducir todo a cenizas.”
La expresión de Enora se volvió dura, el desafío de

aquella chica la hizo enfadar como nunca antes lo
había hecho.
Dantriel al ver que ellas se encontraban en un

duelo de miradas tan intensas como la de dos
depredadores feroces, él se acercó a Enora y le dijo.
“Su majestad, calme los animos, no olvide que esta
chica es la única hija de su hermana, alguien por la
que ella estuvo dispuesta a dar su vida para
asegurar su seguridad, ella es su última voluntad.”
Aquellas palabras calmaron la ira de Enora,

dirigiéndose a aquella chica que desafiaba su
autoridad dijo.
“Puedo anular tu magia cuando me apetezca, deja
tu acto de valentía y haz desaparecer tu magia.”
“Primero ordena que lo suelten.”
Enora le hizo seña a los guardias para que lo
soltaran. Una vez liberado Abril se acercó y revisó
a Alessandro en busca de heridas, pero además de
unos cuantos golpes parecía estar bien.
Él tomó su mano y le dijo.

“Estoy bien Aby.”
Todos los presentes murmuraban y señalaban a

Abril como si de un monstruo se tratase, Abril
ignoró todos aquellos comentarios, ayudó a
Alessandro a levantarse del suelo y mantuvo su
frente en alta, si mostraba debilidad, ellos le
caerían como una manada de lobos hambrientos.
Enora volvió a tomar su lugar en el trono.

Cruzando su pierna se quedó mirando fijamente a
Abril y a Alessandro.
Abril no le apartó la mirada en ningún momento,

ella al ver que la reina no decía nada, decidió
romper aquel silencio ella misma.
“He venido a recuperar a mi hija, ¿Dónde está?”
“Está a salvo, mi hija ha cuidado muy bien de ella,
pero creo que al decir que has venido a recuperarla
te estás equivocando, ella no dejará este lugar, al
igual que tu tampoco lo harás.”
Enora se dirigió a Alessandro y le dijo.
“Tú tampoco te irás de este lugar hasta que no me
digas cómo has atravesado mi barrera.”
Capítulo 58
Reencuentro familiar
Cuando Kiara salió de la sala del trono, Dantriel se

acercó a ella y le preguntó.
“¿Qué ha pasado princesa?”
“De momento he convencido a mi madre para que

no envié a mi prima a la torre malva.”
“¿Y qué pasa con el humano?”
“Él insiste en que sólo cruzó la barrera, aunque mi

madre sigue sin creerlo.”
“¿Y usted qué cree princesa?”
Kiara se encogió de hombros y respondió.

“Si te soy sincera, no se que creer, es la primera
vez que un humano atraviesa la barrera desde lo
que paso con la tía Sophia; bueno supongo que
pronto lo descubriremos, debo irme, iré a buscar a
la bebé.”
“¿La reina piensa entregarla?”
“No, el humano solicitó verla y mi madre aceptó.”
“La reina está siendo muy suave con ellos, eso es

raro.”
“Mi madre no es tan cruel como suele ser, solo por

que esa chica se parece a la tía Sophia, esa es la
única razón por la cual, mi madre no la ha matado
a pesar de lo insolente que ha sido.”
“Supongo que tiene razón
“Debo irme, entre más tiempo les deje solos,

menos probabilidades tendrán de que mi madre
los dejara irse de Arkala.”
Kiara empezó a alejarse, camino a paso rápido en

los pasillos del palacio y fue a buscar a Lissana.
Cuando entró a su habitación, la criada que estaba

cuidando a la niña la estaba arrullando ya que
estaba muy inquieta, no paraba de quejarse y hacer
pucheros.
Kiara la tomó en brazos, mientras la sostenía le
dijo.
“Al parecer sabes que tus padres están aquí.”
“¿Han venido por la niña?”
“Si, pero no creo que mi madre deje que se la

lleven tan fácilmente.”
Kiara se dirigió hacia la puerta, antes de irse le

dijo a la criada.
“Puedes irte a descansar, me llevaré a la bebé.”
Mientras caminaba por los pasillos Lissana no
paró de moverse, parecía querer que la soltara en
todo momento.
“Que ingrata eres pequeña, te he estado cuidando
todos estos días y ahora no quieres estar conmigo
solo porque tus padres han llegado.”
Cuando Kiara llegó a las puertas de la sala del

trono, ella vio que Dantriel aun seguía junto a la
puerta.
Él daba vueltas de un lado a otro; Kiara no
entendía por que él había salido de la sala del
trono si iba a estar tan preocupado.
“¿Por qué no entras a la sala del trono?, pareces
muy preocupado.
“No creo que la reina quiera verme en este

momento.”
“Hum... quizás sea todo lo contrario, quizás ella

quiere que estés a su lado en estos momentos.”
“Pues su mirada decía todo lo contrario.
“Es verdad, pero se que le gusta que estés a su

lado, por algo son tan cercanos.”
“¡Princesa...!”
“Se lo que hay entre ustedes, así que no tienes que

esforzarte por ocultarlo.”
Lissana empezó a quejarse nuevamente, parecía

estar apunto de llorar.
“Sera mejor que entre antes de que empiece a
llorar.”
Antes de entrar, Kiara le dijo.

“Deberías volver a entrar, cuando esta reunión
termine, ella te necesitara.”
Cuando Kiara entró, Abril quiso correr a verla,

quería recuperar a su hija, tomarla en sus brazos y
asegurarse de que ella se encontraba bien, quería
besarla y decirle lo mucho que la amaba.
Alessandro parecía estar igual. Pero ninguno de los
dos pudo acercarse, los guardias se lo impidieron.
Cuando estuvieron lo suficientemente cerca,

Lissana les lanzó los brazos a sus padres.
“Aquí está su hija, ella se encuentra muy bien.”
Kiara iba a entregarles a la bebé cuando. Enora

dijo.
“Kiara, trae a la niña hacia mi.”
“Pero madre…”
“He dicho que permitiría que la vieran para que
así pudieran ver con sus propios ojos lo bien que
ella se encuentra, en ningún momento he dicho
que les entregaría a la bebé.”
Abril ya no podía seguir callando, no podía estar

un minuto más sin tener a su hija entre sus brazos.
Ella le dio un empujón al guardia que la retenía y

le arrebató a Kiara su hija.
Lissana parecía haber reconocido quien era su

madre, ella empezó a reír mientras veía a su
madre.
Desde que Abril se había enterado que se habían

llevado a su hija, le había estado haciendo falta una
parte de su corazón. Pero en el instante en el que
ella tuvo a su hija entre sus brazos sintió que aquel
dolor que había estado atravesando su pecho,
desapareció por completo.
Abril empezó a besar las mejillas regordetas de su

pequeña hija.
“Mi niña, mi bebé, por fin estás en los brazos de
mamá.”
Alessandro les dijo a los guardias.

“Suéltenme, dejen que me acerque a mi hija.”
Mientras forcejeaba por liberarse para llegar a su
hija y a su esposa.
Kiara al ver lo desesperado que se mostraba

Alessandro por llegar a su hija y a su esposa, le dijo
a su madre.
“Madre, para ellos no debió haber sido fácil estar
separados de su hija, deja que puedan estar
juntos.”
Enora deseaba negarse, pero no quiso seguir

alargando aquella reunión, así que les dijo a los
guardias.
“Guardias, sueltenlo, pueden dejar que se vaya.”
Cuando los guardias le dejaron ir, lo primero que

Alessandro hizo fue correr a abrazar a su familia.
Abrazo a Abril, Lissana quedó en medio de ellos.
“Por fin volvemos a estar juntos, volvemos a estar
completos.”
Abril respondió con lagrimas en los ojos, lagrimas

de alivio al volver a tener a su hija entre sus brazos.
“Si, por fin volvemos a reunirnos, a estar juntos.”
Kiara se acercó a su madre mientras Abril y

Alessandro estaban en su emotivo encuentro.
“Madre, ellos son una familia, por favor no les
separes.”
“¿Quieres que los deje juntos?”
“Si, porque si yo estuviera en su lugar, y me

separaran de ti madre, sentiría que me muero,
porque no hay nada peor que estar lejos de quienes
amas.
Capítulo 59
Hermanas
Kiara no sabía si su madre aceptaría dejar que se

quedaran los tres juntos, sobre todo porque su
ceño parecía estar aún más fruncido que antes.
Enora dio un suspiro y le dijo a su hija.

“Kiara, no siempre conseguirás lo que quieres con
tus dulces palabras, aunque en realidad ni siquiera
se por que te esmeras tanto por ayudar a alguien
que ni siquiera conoces.”
“Madre, no he intentado hacer nada para

manipularte, si es lo que estás insinuando, yo solo
siento pesar por la niña, ella debe extrañar mucho
a sus padres.”
Enora dirigió su mirada a Alessandro y a Abril,

quienes se aferraban fuertemente a su hija como si
temieran que se las pudieran arrebatar. Cuando
sus miradas se encontraron, Abril no gritó, no
replicó y no maldijo a la reina... solo se quedó muy
quieta y callada. La única señal de su enfado, de la
ira creciente que había en su interior, eran sus ojos
dorados que, centelleaban con una calma letal.
Enora se acercó a ella y le dijo.

“Ustedes no pueden estar juntos, vosotros tres
deberán permanecer separados, asi que dame a la
bebé, he dejado que la vean para que puedan
comprobar que ella está bien, pero jamas dije que
se las estuviera regresando.”
Abril había estado sufriendo durante días por no

tener a su hija entre sus brazos, ella había logrado
tenerla devuelta y no pensaba dejar que nada, ni
nadie se la arrebatara .
La invadió una ira tan abrumadora que Abril

apenas podía contenerse para no saltar sobre la
reina élfica y atacarla, liberar la ira que había
estado acumulando y la cual nunca llegó a pensar
que podría llegar a sentir.
Los recuerdos de la conversación que había tenido

con Enzo en el reino de Laios llegaron a su mente.
⟨‘Eres una Venobich hermanita, los lazos de
sangre no pueden ocultarse, aunque parezcas
buena, también hay cierta oscuridad dentro de ti’⟩
Ella había negado ser como él, pero al parecer se

había equivocado, aunque odiara darle la razón a
su hermano, no podía seguir negándolo. En su
interior también había cierta oscuridad.
Abril dio un pisotón en el suelo con todas fuerzas,

golpeó con toda la rabia que bullía en su interior.
“No te daré a mi hija, si quieres arrebatarmela,
tendrás que matarme.”
Si aquella chica no se pareciera tanto a su

hermana Sophia, si no fuera su viva imagen, Enora
no tuviera duda en hacer lo que ella le había dicho,
no hubiera dudado en matarla a la primera
provocación.
Pero no podía hacerlo, así que respondió con

cierto dolor en su voz.
“No te mataré, a ti y a tu hija, no podría matarlas,
sin embargo, a él si puedo matarle.”
Dijo mientras señalaba a Alessandro con el dedo.
“Él no tiene ningún valor para mi, es más, al ser
humano mi deseo por matarle es aún mayor, así
que piensa muy bien en lo que harás o dirás.”
Abril Asintió, con su boca apretada en una linea

fina. Tragó sus objeciones.
Enora estiró sus brazos y le dijo.

“Entregame a la niña.”
Aunque Abril había asentido con su cabeza, en

ningún momento había dicho que dejaría que le
volvieran a quitar a su hija.
“No te la daré, no te daré a mi niña.”
Una lágrima empezó a salir y en un momento,
empezó a llorar.
“¿Que te he hecho para que me quites lo que más
amo?, ¿Que he hecho para que quieras destruir mi
familia?, ¡Dimelo!, por que no logro entenderlo.
“Nacer.”
Entre gritos le dijo.

“¿Y acaso yo pedí nacer?”
“No, pero debes pagar el precio por haberlo
hecho.”
“¿Explicame por qué?, ¿Por qué debo perder todo

cuanto amo solo por haber nacido?”
Abril no sabia que mas decir, no sabia que hacer

para que aquella reina le regresara a su hija y
dejara a su familia en paz. En ese momento ella
deseó tener a su madre a su lado para que le
ayudará a resolver tan dificil situación.
De pronto escuchó la voz de su madre en su

cabeza que le decía.
“Mi niña, no llores, no te aflijas, me encargaré de
solucionar este problema.”
Abril cerró sus ojos, al volver a abrirlos. Algo en

ella parecía haber cambiado, limpio las lagrimas de
sus mejillas, y con una dulce sonrisa y una mirada
amable miró a Enora.
“Ya basta Enora, no castigues a mi hija por mis
pecados, ni por mis errores.”
La manera en la que aquella chica la miraba y
expresaba, hizo que Enora sintiera como si
estuviera hablando con su hermana Sophia.
Mientras veía a la bebé con una dulce expresión en

su rostro, aquella chica continuó diciendo.
“Los niños son ángeles que llegan como luz a la
vida de los padres, son la bendición de Dios dada a
los seres vivos, ellos no tienen la culpa de los
pecados de sus padres, no descargues tu ira contra
ella, Enora.”
Enora estaba algo confundida. Entre más la

escuchaba, más le recordaba a Sophia.
Alessandro supo que quien hablaba no era Abril, si

no su madre Sophia. Él le preguntó.
¿Por qué estás aquí?, ¿Creí que habías
desaparecido por completo?”
“Me fui, pero la conexión con mi hija aún

continúa.”
Enora al no entender qué estaba pasando dijo.
“No sé a qué estais jugando, pero nada me hará
cambiar de opinión.”
“Me sorprende ver que sigues siendo igual de

necia hermana.”
“Mi hermana está muerta, no quieras usar ese

truco para conseguir lo que desees.”
“También sigues siendo muy desconfiada.”
“Ya déjate de tonterías..”
“Soy Sophia hermana, aunque este cuerpo no es

mío, si no de mi hija, puse mi alma en su cuerpo
para crear un sello cuando ella nació, aun después
de muerta, quise seguir protegiendo a mi hija.”
“¡Estás mintiendo!”
“No miento, el usar mi alma como un sello, es algo

que solo los usuarios de luz conocen, mori cuando
mi hija era muy pequeña, así que no habría
manera de que ella lo conociera, cuando ella
rompió el sello, mi alma se liberó, pero la conexión
entre nosotras aun continua, por eso pude tomar el
control de su cuerpo por un momento.”
“¡Sophia!”
“Si, soy yo hermana.”
Capítulo 60
No huyas de mi
Enora no podía creer que pudiera volver a

escuchar la voz de su querida hermana, a quien
tanto anhelaba y extrañaba. Enora se acercó
lentamente hacia ella, dudando si en verdad era
ella o si solo la estaban engañando.
“¿ Cómo podré creer si lo que dices es cierto?”
Con una dulce sonrisa, la muchacha respondió.

“Puedes preguntar lo que quieras y lo responderé,
sigo recordando vívidamente todo el tiempo que
pase contigo querida hermana.”
Enora preguntó algo que solo su hermana podría

saber y que dudaba que hubiera compartido con su
hija.
“¿Qué te dije el día que dejaste Arkala?”
Con una expresión de tristeza, Sophia respondió.

“Que no volviera ya que si lo hacía sería encerrada
en la torre malva.”
Enora acortó la distancia que las separaba y la
rodeó con sus brazos.
Ella siempre había querido disculparse con su

hermana por haber dicho eso, por haberle negado
la opción de volver. Eso era algo que carcomía su
alma día con día, un gran peso que cargaba sobre
sus
hombros y el cual pensó que nunca se quitaria de

encima.
“Lo siento Sophia, lo siento... si yo no hubiera
dicho eso el dia que te fuiste, quizás tu no hubieras
muerto.”
“Mi muerte no es tu culpa Enora, así que no te

culpes por ello.”
Lissana estaba entre ambas, atrapada en aquel

aplastante abrazo, ella se sintió sofocada y empezó
a llorar. Alessandro empujó a Enora al escuchar el
llanto de su hija, deshaciendo su abrazo y le dijo.
“¡Aléjate!, ¡Estás aplastando a mi hija!”
Sophia le entregó la bebé a Alessandro y le dijo.
“Ten, cuida de ella.”
Sophia dio media vuelta y le dijo a su hermana.

“Quisiera hablar contigo, si me lo permites claro.”
Enora no podía negarse a ninguna de las

peticiones de su hermana, porque aunque ella le
dijera que dejara de sentirse culpable, eso era algo
que ella no podía dejar de sentir.
“Por supuesto, yo también quiero hablar contigo.”
“Me gustaría visitar el jardín, siempre desee poder

verlo una vez más.”
“Entonces vamos.”
Enora se dirigió a la salida y le dijo a sus guardias.

“No quiero que nadie nos interrumpa, no nos
sigan.”
Sophia se disponia a seguir a su hermana cuando

una mano grande fuerte la detuvo.
“¿A dónde crees que vas con el cuerpo de mi
esposa?”
“A convencer a Enora de que los deje ir.”
Alessandro siguió aferrándose al brazo de Abril,

Sophia pudo saber todo lo que él pensaba al ver
sus ojos, él era como un libro abierto, tenía miedo
de que ella se apoderara del cuerpo de su esposa,
que ella no regresara.
“Ya he vivido una vida, no pienso tomar el cuerpo
de mi hija para vivir una segunda vida, así que no
te preocupes.”
Alessandro aún parecía ansioso, así que Sophia le

dijo.
“Soy la única que puede convencer a Enora de que
los deje ir y aun mas cuando le diga a mi hermana
quien eres en verdad.”
“¿Quién soy de verdad?!, ¡¿Qué quieres decir con

eso?!”
“En el mundo espiritual, conocí a tu madre, me ha

pedido que te explique unas cuantas cosas.”
Alessandro se había dado cuenta de que en verdad

no conocía quien era su madre en realidad, por eso
cuando Sophia la mencionó, deseo hacerle un sin
fin de preguntas que pensó que nunca serían
respondidas.
“¡¿Cuáles?!”
“Te las diré después, ahora será mejor que me

sueltes antes de que Enora te arranque el brazo
para que lo hagas.”
Alessandro miro en la dirección en la que Enora se

encontraba. Ella le estaba lanzando una mirada
aterradora, él la soltó y le preguntó.
“¿Quiero saber qué es lo que te dijo mi madre?,
¿Quiero saber que es lo que le dirás a la reina
élfica?”
“Y lo sabrás, te lo contaré todo después, pero

ahora será mejor que vaya con mi hermana, parece
que ha empezado a impacientarse.”
Sophia al ver que Alessandro parecía estar aún

más ansioso que antes le dijo.
“Así como tu cuidas a tu hija, yo quiero cuidar de
la mía y planeo seguir haciéndolo, así que cambia
esa cara.”
“Por favor, regresame a mi esposa pronto.”
“Después de que haya cumplido con lo que he

venido hacer, te la devolveré.”
Sophia marchó con Enora, Alessandro no pudo

hacer otra cosa más que ver como desaparecía
detrás de la puerta.
Kiara se acercó a Alessandro y le preguntó.

“¿En verdad era el espíritu de la tía Sophia en el
cuerpo de la chica?”
“Si, lo era.”
“Mi madre siempre ha sentido que tiene una

deuda que saldar con la tía Sophia, quizás ella
logre lo que yo no he podido, hacer que mi madre
olvide esas estúpidas leyes arcaicas que aún
seguimos conservando.”
Alessandro no le había prestado mucha atención a

aquella joven, pero al escucharla hablar llamó su
atención, pensó que quizás ella en verdad era una
posible aliada.
“Ethan nos dijo que querías ayudarnos, ¿Es eso
cierto?”
“Si.”
“¿Por qué?, Tú ni siquiera nos conoces.”
“Porque si logran que mi madre cambie, también

saldré ganando, no les estoy ayudando porque sea
buena persona, los estoy ayudando porque
también me veré beneficiada.
*****
Barto fue a visitar a Maya a su habitación después

de que Abril y Alessandro dejaran el palacio real,
pero no la encontró, solo estaba la pixie que
siempre la seguía a todas partes comiéndose unas
galletas como si fuera un ratón.
Cuando le había preguntado dónde estaba Maya,

ella dio un largo suspiro y le dijo que no lo sabía.
Que Maya estaba demasiado molesta como para
atreverse a seguirla.
Barto después fue a buscar a Cassian, pensando

que ella estaría con él, pero tampoco fue así. Al
final los dos terminaron buscándola por el palacio
durante todo el día. El primero en encontrarla fue
Cassian, ella estaba tumbada en el suelo, sobre una
suave capa de hierba, habían muchas flores a su
alrededor que la cubrían y si no hubiera pasado lo
suficientemente cerca, no se hubiera percatado de
que estaba ahí.
“¿Qué estás haciendo aquí?”
Maya se incorporó, ella estaba tan absorta en sus

pensamientos que no le había escuchado acercarse.
Solo estaba pensando. Cassian extendió su mano y
le dijo.
“No estás bien, no deberías estar aquí.”
Maya no tomó la mano de Cassian, ella sentía que

no tenía el derecho de hacerlo, después de haberle
mentido.
“Abril usó su magia antes de irse, aunque no es
una cura, hace que me sienta bien.”
“Aun así no deberías estar aquí fuera, pronto
anochecerá y las noches suelen ser más frescas.”
“Si, tienes razón.”
Maya siguió sentada en la hierba, Cassian se sentó

junto a ella y le preguntó.
“¿Qué pasa Maya?”
“Cuando Abril hizo que me sintiera mejor, pensé

en ir corriendo hacia ti, pero luego pensé que
quizás no era buena idea, que quizás seguías
molesto conmigo y que no tengo el derecho de
estar a tu lado.
“No negaré que aun sigo molesto, pero eso es por

que me duele que no hayas confiado en mí.”
“Yo no quería que sufrieras al saber que tenemos

poco tiempo para estar juntos.”
Cassian tomó la mano de Maya y entrelazo sus

dedos con los suyos.
“Maya, te amo y quiero estar contigo, quiero que
me tomes en cuenta cuando tomes una decisión,
por que quiero compartir no sólo los buenos
momentos contigo, si no también los malos, así
que deja de esconderte por los rincones, aunque
este molesto deseo estar a tu lado, ¿O acaso ya no
quieres estar conmigo?”
“Claro que sí, eso es lo que más deseo.”
“Entonces deja de huir de mí y quédate a mi lado.”
Capítulo 61
Un nuevo enemigo
Sophia siguió a su hermana en silencio, mientras

atravesaba los pasillos del palacio, miles de
recuerdos inundaron su mente, ese era su hogar, al
cual siempre deseó regresar, pero que por miedo
nunca regresó.
Cuando llegaron al jardin, Sophia miró todo a su

alrededor con los ojos muy abiertos, brillantes de
emoción, aquel jardín estaba lleno de coloridas
flores, había un pequeño quiosco en el medio del
cual descolgaba enredaderas que tenían un cientos
de pequeñas flores azules. El sol había empezado a
ocultarse, una cálida y suave luz dorada bañaba el
jardín haciendo que se viera aun mas hermoso.
“Este lugar sigue exactamente igual a aquel día
que deje Arkala.”
“Este era tu jardín favorito, por eso pedí que

cuidaran de él, quería que cuando volvieras
pudieras disfrutar de tu jardin.”
“Muchas gracias, estoy muy feliz de haber tenido
la oportunidad de verlo una vez más.”
“No tiene por que ser solo una vez más Sophia,
podrías quedarte y …”
“¡NO!, ya he vivido una vida, esta le pertenece a

mi hija.”
“Pero... Quisiera poder estar contigo un poco más

hermana, no quiero despedirme de ti cuando
acabo de encontrarte, no digo que sea para
siempre, si no durante un tiempo.
Sophia negó con su cabeza, miró a la distancia,

donde el sol empezaba a desaparecer por completo
detrás de las altas montañas.
“Enora, no he venido para quedarme, solo vine
para convencerte de que dejes a mi hija ser feliz,
que no te empeñes en retenerla en este lugar.”
“Sabes que está prohibido tener mestizos, ellos
son peligrosos, deben estar encerrados en la torre
Malva, esas son nuestras leyes.”
“Y es justo por esas estúpidas leyes que nunca me

atreví a regresar, es por eso que escondí a mi hija
sellando su poder mágico, para protegerla
entregué mi vida.”
Sophia se acercó a Enora, tomó su mano, le miró
directamente a los ojos y le dijo.
“Enora, no tortures a mi niña, no la hagas sufrir,
porque cuando lo haces, es como si me lo hicieras a
mi, una parte de mi alma aun sigue ligada a la de
Abril, puedo sentir su dolor, su desesperación y su
tristeza.”
“Mientes.”
“No, aunque he cruzado al mundo espiritual, no

pude hacerlo por completo, creí que nuestro lazo
se rompería cuando ella rompiera el último sello
que bloqueaba su poder, pero no fue así.”
“A ella podría dejarla ir, pero no a su hija, esa
niña, aunque solo es una bebé, tiene un poder
abrumador, ella no puede habitar entre humanos.”
“De entre las dos, es a ella la única a quien no

puedes retener hermana, ya que por sus venas
corre sangre de guardiana.”
“¡¿Qué?!, ¡Eso no es posible!, los guardianes

desaparecieron hace mucho tiempo.”
“Y asi es, pero Alessandro es hijo de la última

guardiana, él y su hija son intocables, ningún clan
puede tocarlos.
“¡Es por eso que pudo atravesar la barrera sin

ningún problema!”
“Así es, aunque no lo sepan, él es parte de un clan

aún más antiguo que el de los elfos o el de las
hadas.”
“¿Estás segura de que ese hombre comparte lazos

de sangre con los guardianes?”
“Si y es por eso que la niña es tan poderosa.”
“¿El no lo sabe verdad?”
“No, al parecer su madre nunca les dijo quién era

realmente, de lo contrario tu no hubieras podido
llevarte a la niña, ya que al poseer sangre de un
guardián, se vuelve alguien intocable.”
Enora parecía muy confundida y no parecía creer

en lo que decía.
“Si piensas que te engaño, podrías llevarlo a la

puerta del guardián, así podrás comprobar que lo
que digo es verdad.”
“No es que no te crea Sophia, pero tú harías lo que

fuera por tu hija.”
“No te preocupes, no me ofendes, es la verdad, por

eso te pido que compruebes lo que digo. Y sobre mi
hija, esa es una decisión que tu debes tomar, ¿La
dejarás en libertad?, ¿ O la encerraras en la torre
Malva?, aunque espero que no elijas la segunda.”
“Lo pensaré.”
“Entiendo que no sea una decisión fácil de tomar,

pero espero que hasta que tomes tu decisión, no la
encierres en la torre Malva, no quisiera que ella
odiara el lugar que tanto ame.”
De acuerdo, no la encerraré, dejaré que se pasee

por el reino, aunque deberé ponerle vigilancia.”
“Lo entiendo, Enora, muéstrale a mi hija lo

hermoso y maravilloso que es Arkala.”
“Si, lo haré, le mostraré a tu hija tus lugares

favoritos, le mostraré el reino que tanto amabas.”
Sophia soltó su mano y caminó en dirección al

pequeño quiosco, antes de llegar dio media vuelta
y le dijo.
“Gracias, hermana, gracias por cumplir mi último
deseo.”
Enora sentía que su hermana desaparecería en
cualquier momento, ella corrió a su lado, la tomó
en sus brazos y le dijo.
“¡No te vayas Sophia!, quédate conmigo un poco

más.”
“Está bien, me quedaré un poco más.”
Ambas se sentaron en un banco que había en el

quiosco, Enora le resumió todo lo que había
pasado en los años en los que ella no había estado,
incluso se atrevió a contarle sobre su relación con
Dantriel.
Sophia escuchó atentamente todo lo que decía y

en más de una ocasión se rió por lo que le contaba.
Después de que Enora terminara de hablar, se hizo
el silencio, Sophia miraba el jardin iluminado por
la luna con una gran sonrisa.
“¿En qué piensas Sophia?”
“En qué has cambiado.”
“No lo creo.”
“Por supuesto que sí, ahora pareces más cálida

que antes.”
“¿Tan fría te parecía antes?”
“Quizás un poco.”
“Sophia, ¿Que paso cuando dejaste Arkala?,

Dantriel dijo que quedaste débil después de dar a
luz y que al usar tu magia para sellar los poderes
de tu hija, perdiste la vida.”
“Si, es verdad. Ese maldito humano..”
“Está muerto, cruzamos juntos la barrera

espiritual, aunque nuestro tiempo en el mundo
humano fue corto, en el espíritual podemos estar
juntos por siempre.”
“¿Cómo puedes querer estar a tu lado después de

todo lo que te hizo?”
“Por que se que no lo hizo por que quisiera, ni por
que lo sintiera, su mente fue manipulada por la
oscuridad.”
“Y eso es prueba de lo débil que era, de lo inútil.”
“Yo también fui débil, no pude salvarlo.”
“Hay algo que siempre me ha intrigado, por que

no pudiste deshacerte de la oscuridad en su
interior, aunque hubieras estado débil, tu magia
era poderosa.”
“Es por que lo que lo poseyó no era algo normal, la

oscuridad que había en él, era algo que había
salido de lo más profundo del hades y ahora algo
así acaba de salir nuevamente y amenaza con
destruir nuestro mundo.”
Capítulo 62
Un antiguo linaje
Todo lo que decía Sophia no hacía más que

intrigar y llenar de preguntas a Enora. Ella se
quedó en silencio durante unos minutos para
asimilar todo lo que Sophia le estaba contando.
“¡Creí que ya habían acabado con la oscuridad!”
“A veces lo que creemos que es el final tan solo es

el principio Enora, miles de monstruos y criaturas
aún peores han salido del Hades y acampan en
nuestro mundo, criaturas difíciles de matar incluso
para un portador de luz.”
“¡Eso no puede ser posible!”
“Enora, una gran guerra esta apunto de estallar y

esta vez será necesario que todos los clanes
estemos unidos, de lo contrario esta vez pude ser el
fin de todos y de todo lo que conocemos, elfos,
hadas, humanos, magos debemos estar unidos
para poder hacerle frente a lo que vendrá, debemos
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estar en unidad, como un solo clan liderados por el
guardián.”
Enora dirigió su mirada hacia el cielo y preguntó.

“¿Las puertas del hades estarán abiertas?”
“Si, esta vez será inevitable, por eso te pido que

cuides de mi hija y que seas su aliada, no su
enemiga, en los tiempos que vendrán, no hay
tiempo para enemistades.”
“Si no hubiera sido yo la que trajo a esa niña e hizo

venir a tu hija, hubiera pensado que todo esto es
un plan tuyo para lograr una alianza entre
nosotros.”
“El destino no es algo que podamos controlar

Enora, sus lazos son fuertes y firmes, por más que
intentemos romperlos, él se encargará de llevarnos
por donde quiere.”
“Sabes que nunca he creído en eso.”
“Lo sé, pero si esto no es el destino, ¿Qué lo es?”
“No lo sé.”
“Debería volver, antes de que ese muchacho

cometa alguna locura, no es alguien muy paciente
que digamos, así que volveré a la sala del trono
primero.”
“Entonces te acompañare.”
Mientras caminaban por los pasillos, Sophia

empezó a decir.
“Me alegra haber hablado contigo una vez más
Enora, siempre me arrepentí por no haberme
despedido correctamente de ti.”
“Yo también me sentía igual, ¿Alguna vez podré

volver a hablar contigo?”
“Espero que no, ya que solo puedo venir cuando

hay problemas, así que procura no dar problemas
Enora.”
“¿Y si causo problemas solo para verte?”
“Si lo haces me enfadaré mucho y te daré una
buena paliza, así que ni se te ocurra hacerlo.”
Cuando llegaron al salón del trono, Alessandro se

apresuró a llegar a su lado.
“¿Aby?”
“Lo siento, pero sigo siendo Sophia, no puedo

irme hasta que tengamos una pequeña charla.”
Alessandro no paraba de observar a Enora. Sophia

al ver que no le prestaría atención mientras Enora
siguiera presente le dijo a su hermana.
“Quisiera hablar a solas con Alessandro, ¿Podrían
dejarnos solos?”
“Por supuesto, Kiara, vámonos.”
Al salir Enora les hizo seña a los guardias para que

ellos también se fueran.
Al salir del salón del trono, Kiara le preguntó a su

madre.
“¿A qué se debe el cambio?, ¿La tía Sophia te
convenció para que les dejes libres?”
“Ese hombre, no es alguien a quien podamos
tocar, me guste o no debemos mostrar hospitalidad
hacia él, lo mismo pasa con su hija.”
Kiara nunca había escuchado a su madre decir que

debían mostrar hospitalidad hacia alguien, eso le
causo curiosidad.
“¿Quién es ese hombre realmente madre?”
“Pronto lo sabrás.”
Una vez solos, Alessandro preguntó.

“¿Me dirías que quisiste decir antes ?, ¿Y por qué
mencionaste a mi madre?”
“Si, por eso no me he ido todavía , hay algo muy

importante sobre tu linaje que debes saber.”
“i¿Sobre mi linaje?!”
“Así es, tu madre pertenencia a los guardianes.”
“¿Qué es eso de guardianes?”
“Los guardianes provienen de un linaje muy
antiguo. En tiempos antiguos ellos eran
considerados intocables, por eso ningun clan
puede hacerles daño; elfos, hadas y magos, todos
debemos obediencia a los guardianes, así que mi
hermana no te hará nada ahora que sabe quien
eres en verdad, al igual que tampoco puede tocar a
tu hija, ya que también es parte del linaje de los
guardianes.”
“¿Y porque no sabía nada de eso?”
“Al parecer tu madre no quiso decirles, aunque

desconozco la razón por la cual no lo hizo.”
“¿Y de que se supone que somos guardianes?”
“De las puertas del Hades.”
“¿Que?”
“Solo los guardianes saben donde están las

puertas y solo un guardián pueden cerrar las
puertas si alguna vez son abiertas, es por eso que
cuando Vritra estaba siendo dominado por la
oscuridad ataco a tu familia, es por eso que quiso
exterminar tu linaje.”
“Nunca entendi porque el rey Venobich empezó

una guerra, ya que nunca le dimos motivos, pero al
parecer sí lo había, pero en realidad no se donde
esta la puerta del Hades.”
“Si lo sabes, todos los guardianes lo saben, pero

solo pueden llegar cuando la puerta se abre.”
“Eso no tiene sentido.”
“Si lo tiene, si es que quieres proteger un lugar

peligroso.”
“¿Mi madre dijo algo más?”
“Que nunca olviden que los ama y que si quieres

saber más sobre tu linaje, que leas el libro que
dejó.”
“¿Solo eso?”
“Si.”
Sophia acarició la mejilla de la pequeña Lissana y
le dijo.
“Eso era todo lo que tenia que decirte, debo irme,
Abril está muy preocupada, explicale todo lo que
ha pasado.”
“¿Y qué pasará con Aby?”
“Convencí a mi hermana para que la dejara ir, así

que disfruten de sus días en Arkala, tomenlo como
unas vacaciones.”
“¿Ella en verdad accedió a dejarnos ir?”
“A ti no te puede retener al igual que a Lissana, te

lo dije antes, y sobre Abril, digamos que dije algo
convincente.”
“¡¿Entonces podremos irnos?!”
Si, pero te recomiendo dar una vuelta por Arkala

antes de irte, verás que es un lugar hermoso.”
“Preferiria irme.”
“Esa es tu decision, solo lo decia y supongo que es
hora de que me vaya, dile a Abril que la amo, que
siempre velaré por ella.”
“Yo se lo diré.”
Sophia le dio un beso en la mejilla a Lissana y le

dijo.
“Adiós pequeña, me alegra haber podido
conocerte.”
Sophia miró a Alessandro y le dijo.

“Cuida de Abril.”
“Siempre lo hago y siempre lo haré.”
Sophia dio una última mirada a Lissana y cerró

sus ojos, permaneció así unos momentos, cuando
volvió a abrir los ojos, la que habló ya no fue
Sophia, sino Abril, ella había desaparecido como si
de una ilusión se tratase.
Al abrir sus ojos, lo primero que Abril vio fue a
Alessandro y a Lissana que estiraba sus brazos
hacia ella.
Abril tomó a su hija en brazos, después dio una

mirada a su alrededor y al ver que estaban solos
preguntó.
“¿Dónde están todos?”
“Se han ido.”
“¿Que paso?”
“Al parecer provengo de un antiguo linaje, la reina

no puede hacerme nada y a Lissana tampoco, por
lo que entendí, ella debe tratarnos como invitados
y no puede retenernos.”
“¿Y que pasara conmigo?, ¿Ella me dejará ir?”
“Si, tu madre la convenció para que te dejara ir,

Aby ya podemos volver a casa.”
“¡¿ De verdad?!”
“Si, no hay nada que nos retenga aquíe, volvamos
a casa.”
Capítulo 63
Nadie volverá a separarnos
Abril se sintió sumamente aliviada cuando

Alessandro le dijo que podían irse, que ya todo se
había acabado, que su aflicción por fin había
llegado a su fin, o por lo menos una parte de ella,
ya que aun seguía muy preocupada por lo que
haría su hermana Cira, pero eso era algo que en ese
momento no deseaba pensar.
Ella apoyó su frente en el pecho de Alessandro y

dio un largo suspiro, sentía que volvía respirar
tranquila, como si le hubieran quitado un gran
peso de su pecho.
“Me alegra que todo haya terminado.”
Alessandro puso sus manos en los hombros de

Abril y le dijo.
“Yo también me siento aliviado, pensé que sería
más difícil dejar este lugar”
Lissana empezó a llorar y creó una ráfaga de
viento, Abril usó su magia para anular la de ella y
dijo.
“Creo que Lissana tiene hambre, suele crear
ráfagas de viento cuando tiene hambre.”
“Supongo que tendremos que buscar algo de

comida para Lissana antes de irnos.”
“Si, hay que darnos prisa, de lo contrario las cosas

podrían ponerse un poco feas, no quieres saber
como se pone cuando no le das su comida.”
Ambos se dirigieron a la puerta. Antes de abrirla,

Abril dudó un momento, aunque Alessandro le
había dicho que la reina les dejaría en paz, seguía
sin poder creerlo por completo.
Él colocó su mano sobre la de ella y le dijo.

“Todo estará bien Aby, no tengas miedo, no estás
sola.”
Abril se sintió reconfortada, era agradable sentir

que alguien la apoyaba.
“Si.”
Al abrir la puerta, vieron que habían varios
guardias junto a la puerta, ellos hicieron una
reverencia ante ellos y les dijeron.
“La reina nos ha ordenado que los guiáramos a la
habitación que usarán durante su estadia en
Arkala.”
“¡¿Qué?!, ¡Creí que podiamos irnos!”
“No lo sé, la reina solo nos ordenó que esperamos

a que salieran y los lleváramos a la habitación
donde se hospedarán mientras estén aquí, si
desean marcharse deberán esperar a que la reina
lo autorice.
Lissana seguía llorando, ya que tenía hambre,

aunque querían replicar, no podian seguir
ignorando el llanto de su bebé.
“Está bien, guíanos a nuestra habitación y dile a
una de las sirvientas que necesito un poco de leche
para mi hija.”
“No se preocupe, en la habitación que se les ha

asignado tendrán todo lo que necesiten.”
Ambos siguieron a los guardias, en un principio
pensaron que serían llevados a algún tipo de celda,
sin embargo no fue así, fueron llevados a una
amplia habitación, con grandes ventanales,
decorada hermosamente con tapetes bordados con
hilos de oro.
En la habitación había una mesa repleta de

comida, uno de los guardias dijo antes de retirarse.
“Estaremos fuera, si necesitan mas algo no duden
en pedirlo.”
Cuando los guardias salieron y la puerta se cerró,

Abril dijo.
“Al parecer no somos libres de irnos cuando
queramos, aunque esto no sea una celda, somos
prisioneros.”
“Pero por lo menos nos han dado una hermosa

celda, ¿No crees?”
“Si, supongo que no está tan mal.”
Alessandro al ver que Abril tenía el ceño fruncido
le dijo.
“Mañana hablaremos con la reina y volveremos a
casa, así que cambia esa cara, lo único que importa
ahora es que estamos juntos.”
“Tienes razón.”
Como Lissana seguía llorando, Abril se apresuró a

llegar a la mesa con la comida, ahí había un
biberón con leche tibia, ella lo tomó y se lo dio a
Lissana, ella lo agarró con un hambre voraz.
Alessandro le dijo.
“Aun no has comido, yo le daré el biberón
mientras comes algo.”
Abril negó con la cabeza y le dijo.

“Deja que lo haga yo , no quiero soltarla todavía.”
“Lo entiendo.”
Alessandro se sirvió un poco de comida y se acabo

todo antes de que Lissana se terminara el biberón,
después de que Abril se la pusiera en el hombro y
le diera unas suaves palmaditas en la espalda y le
sacara el aire, él tomó a Lissana para que Abril
comiera, aunque tuvo que quedarse muy cerca de
ella, ya que Abril no quería separarse de su
pequeña, era como si temiera que alguien fuera a
quitarse si la soltaba, ya que estuvo sosteniendo su
mano todo el tiempo.
Después de cenar se acostaron en la gran cama

que había en la habitación ya que Lissana se había
quedado dormida, ellos la dejaron en medio de
ellos dos, aun cuando había una cuna junto a la
cama.
Abril se quedó acariciando la cabeza de su

pequeña, quien dormía profundamente, mientras
lo hacía le dijo a Alessandro.
“Lo siento.”
“¿Por qué te estás disculpando?”
“Por no haberte dicho que el poder de Lissana

había despertado, me comporte como una gran
tonta al esconderlo.”
Alessandro acarició la mejilla de Abril y apartó
uno de los mechones rubios, colocándolo detrás de
su oreja, aunque se veía hermosa de rubio, él
prefería su cabellera rojo brillante.
“No negaré que eso me molesto mucho, pero no
quiero que peleemos por eso, estuve apunto de
perderte Aby, en estos momentos ya no me
importa lo que hiciste antes, ya te he perdonado y
lo he olvidado por completo, en estos momentos
solo quiero disfrutar de este momento en el que
volvemos a estar juntos como familia.”
Alessandro le dio un suave beso en los labios y le
dijo.
“Y ahora descansa, aun te estas recuperando.”
Abril estaba cansada, muy cansada en realidad,

pero no quería apartar su mirada de su hija, quería
seguir mirándola para asegurarse de que nadie se
la llevara, para asegurarse de que nadie le quitará a
su hija nuevamente.
Alessandro se percató de su preocupación y le

dijo.
“Duerme, yo me quedaré despierto, velaré por
ustedes dos.”
“Solo dormiré un rato, después despiertame para
hacer guardia y para que tu también puedas
dormir un poco, tú también debes estar cansado.”
“Me parece bien, ahora cierra los ojos y duerme,

cuando despiertes seguiré estando aquí, Lissana
seguirá estando aqui, así que no te preocupes, no
iremos a ningún lado.”
Abril cerró sus ojos e inmediatamente se quedó

dormida, todo el cansancio llegó de golpe
dejándola noqueada. Alessandro se quedó mirando
a Lissana y a Abril, ellas eran lo más importante
que él tenía y deseaba protegerlas, que nunca más
volvieran a pasar por una situación parecida a la
que habían pasado. Él protegerá a su familia, no
permitiría que nadie volviera a separarlos, aun
cuando la vida se le fuera en ello.
Él las rodeó con sus brazos y dio en lo que fue

apenas un susurro, para evitar despertarlas.
“No dejaré que nada, ni nadie les haga daño, nadie
volverá a separarlas de mí.”
Capítulo 64
El peligro de un gran poder
Dantriel fue a visitar a Enora a sus aposentos,

cuando entró ella acababa de darse un baño, su
cabello aun seguía húmedo. Dantriel se acercó a
ella y le dijo.
“Debería secarse el cabello antes de dormir, de lo
contrario podría enfermar.”
“¿Por qué no me dijiste que esa chica era igual a

Sophia?”
“No lo crei necesario.”
“¿Sabías que el alma de Sophia podía entrar en ese

cuerpo?”
“Si, pero la princesa Sophia me pidió que lo

mantuviera en secreto, por eso no lo mencione.”
“Son exactamente iguales, por un momento pensé

que era Sophia.”
“En realidad su cabello no es rubio, heredó el
cabello rojo de su padre, pero debe haberlo
cambiado.”
“¿Por qué?”
“Tu odias a su padre, si hubieras visto que se

parecía en algo a él, la hubieras tratado aún peor.”
“Supongo que tienes razón.”
“Y qué piensa hacer ahora?”
“Quiero cumplir con la última voluntad de Sophia,

además al no tener nada con que retenerla, estoy
segura de que ella terminará escapando.”
“¿Qué has querido decir con que no tienes nada

con que retenerla?”
“Su esposo e hija, son parte del linaje de los

guardianes.”
“¡Creí que ya no quedaba ninguno!”
“Al parecer no era así, ellos se han vuelto
intocables, aunque no me guste le debo obediencia
a los guardianes al igual que todos los clanes,
estamos atados a ellos.”
“Nunca he entendido eso, ¿Por qué todos los

clanes deben obediencia a los guardianes?”
“Porque ellos son los únicos que pueden cerrar las

puertas del Hades si en algún momento estas son
abiertas, ellos serían los únicos que podrían
salvarnos. Han pasado miles de años desde la
última vez que abrieron las puertas del Hades. Y
desearía que siguiera siendo así, pero no creo que
nuestra paz vaya a durar mucho más, las puertas
del Hades serán abiertas nuevamente.”
“¡¿Qué?!, creí que al vencer al rey Venobich, todo

había acabado.”
“Al parecer hay alguien que está intentando abrir

las puertas del Hades y por lo que me dijo Sophia,
esta vez es inevitable que suceda, una nueva guerra
se aproxima, los clanes deberán unirse
nuevamente y luchar contra la oscuridad.”
“Las hadas no participaron en la última guerra,

¿Cree que quieran ayudar?”
“Eso es por que ella no sabia que el chico era un

guardian, si el pide su colaboración, está obligada a
ayudar.”
“¿Está completamente segura de que ese chico es

un guardián?”
“Sophia lo aseguro, pero también pienso

comprobarlo.”
“¿Cree que ella mintió?”
“No lo creo, el poder que posee su hija es mayor

del que tendría un mestizo normal, eso debe ser
por que es la hija de un guardián.”
“Aun es muy pequeña, ¿tan poderosa es?”
“Sí y quizás eso sea un problema, su cuerpo no
podrá con tanto poder y terminará por romperse.”
“Entonces ella morirá.”
“Si no creo que viva mas del año, la única razón

por la que aun vive es por que hemos estado
usando nuestra magia para controlar su poder.”
“¿Se lo dirás a Abril?”
“Creo que ella también sospecha algo, al igual que

yo, ella puede ver todo el poder que hay en su
interior.”
“¿No hay ninguna manera de ayudarla?”
“Si, pero quizás no le guste, la niña tendría que

crecer aceleradamente para que su cuerpo pueda
contener todo el poder que hay en su interior.”
“¡Eso no es posible¡”
“En realidad.. sí lo es, si va a la tierra de las hadas

donde el tiempo fluye de manera diferente, su
cuerpo podría crecer aceleradamente en poco
tiempo, pero esa chica es muy celosa con su hija,
no creo que vaya aceptarlo.”
“Lo más probable es que no lo haga, eso

significaría dejar a su hija en el reino de las hadas,
por que si se avecina una guerra, ella no podrá
desaparecer del reino humano.”
“Pero si quiere salvarla, tendrá que aceptarlo.”
Enora abrazo a Dantriel y le dijo.

“Pero dejemos de hablar de eso, ayúdame a
relajarme.”
“Lo mejor será que me vaya, Ethan debe seguir

afuera, debe estar muy preocupado por Abril.”
Enora se molesto por la respuesta de Dantriel, ella

lo empujo lejos de ella y le dijo.
“Si no pensabas quedarte no sé para que has
venido.”
“Quería comprobar que estuvieras bien, por eso

vine.”
“Como podrás ver estoy perfectamente bien, así
que ya puedes irte.”
“¿Te molesta que no me quede?”
“¿Porque me molestaría que no te quedaras? Solo

quería pasar un buen rato, pero si no se puede,
quizás deba llamar a alguien más para que caliente
mi cama.”
Dantriel acortó la distancia que los separaba,

tomó a Enora por la cintura y le dijo.
“No tienes que llamar a nadie, ya que estoy aquí.”
“Crei que tenías prisa por irte, ¿no ibas a ver a tu

amigo?”
“Ethan puede esperar hasta mañana, pero al

parecer mi señora no, así que me quedaré contigo.”
***
Ethan seguía de pie junto a las puertas del palacio,

esperando a que Dantriel o quien fuera le dijera
que estaba pasando adentro, que le dijera que
había pasado con Abril.
Los guardias le dijeron.

“Ya es tarde, deberías irte.”
“No me iré de aquí hasta que sepa que está

pasando ahí dentro.”
“Haz lo que quieras, aunque ya sabes que es

inutil.”
Ethan se quedó de pie apoyado contra el muro del

palacio, aunque le dijeran que lo mejor era que se
fuera, él no podía hacerlo, ya que en parte se sentía
responsable de aquella situación.
“Buenas noches su majestad.”
Ethan levantó su mirada cuando escucho a los

guardias y al hacerlo vio a la princesa Kiara, ella
cruzó las puertas del palacio y le dijo.
“Acompáñame a tomar un trago.”
“¿Qué ha pasado?”
“Acompáñame y lo sabrás.”
Ethan siguió a Kiara hasta unas calles más abajo,

al doblar en una esquina lejos de la mirada de los
guardias, ella se detuvo, extendió su mano y le dijo.
“Regresame lo que te di.”
“Primero dime qué ha pasado con Abril, ¿Ha sido

encerrada en la torre Malva?”
“No, mi madre no hará nada, en estos momentos

mi prima y su familia están siendo tratados como
invitados, así que no tienes que preocuparte por
ellos.”
“¿La reina accedió a dejarlos ir?”
“Si, ya te he dicho lo que querias saber ahora

entrégame mi collar.”
Ethan sacó la pequeña brújula que llevaba en el

bolsillo y le dijo.
“Aquí está, gracias por prestarmelo.”
Kiara se lo arrebató de las manos, lo revisó
minuciosamente, comprobando que fuera el
original y no una copia, al comprobar que era su
colgante lo guardó en el bolsillo de su pantalón.
“De nada”
Kiara siguió caminando calle abajo y le dijo a
Ethan.
“Puedes irte a casa, no necesito que me
acompañes.”
“No tiene ningún guardia, lo mejor será que la

acompañe.”
“Sé cuidarme muy bien y quiero estar sola, que no

me sigas.
Kiara siguió caminado, Ethan le dijo.
“Tenga cuidado princesa.”
“Siempre lo tengo.”
Capítulo 65
La puerta de los guardianes
Cuando Abril despertó, lo primero que hizo fue

tocar el pequeño cuerpo de su hija, necesitaba
comprobar en verdad había recuperado a su hija
que aquello no fuera un sueño.
Alessandro estaba despierto, él puso una mano

sobre su hombro y le dijo.
“Tranquila Aby, todo está bien.”
“Me sigue pareciendo que esto es un sueño, que

cuando despierte volveré a estar sola.”
Alessandro acarició la mejilla de Abril, rozandole

suavemente con la llama de sus dedos y le dijo.
“No es sueño, esta es nuestra realidad, estamos
juntos Aby.”
“Sabes aun es muy temprano, duerme un poco

más.”
“Tú no has dormido nada, descansa tu, yo haré
guardia.”
“Yo estoy bien, asi que duerme un poco más,

debes descansar, en estas últimas semanas has
pasado por muchas cosas.”
Abril seguía sintiendo su cuerpo pesado, aunque

había recuperado su magia por completo, aún debe
lidiar con el cansancio que había acumulado
durante las últimas semanas.
“Cierra tus ojos y duerme, yo dormiré después.”
Abril dio un gran bostezo y le dijo.

“Está bien, dormiré un par de horas más, pero si
estás cansado no dudes en despertarme.”
“Así lo haré, ahora vuelve a dormir.”
Abril cerró sus ojos y se quedó dormida casi al

instante. Alessandro la dejó dormir hasta que el sol
salió, le dijo que dormiría un par de horas y
después lo despertara, pero ella no lo hizo, lo dejó
dormir hasta que Lissana los despertó con su
llanto por que tenia hambre, Abril se dirigió a la
mesa con comida que aún seguia rebosante en la
habitación.
Después ella usó sus llamas para calentar la leche

y alimentar a su bebé. Al terminar alguien tocó la
puerta de su habitación, era uno de los sirvientes
de la reina élfica.
“Princesa Abril, su majestad la reina solicita su
presencia.”
Alessandro y Abril se miraron el uno al otro, no

sabían cuales eran las intenciones de la reina al
verlos, pero ellos necesitaban hablar con ella si es
que querían dejar aquel lugar, así que abrió la
puerta.
“Llévanos con tu reina.”
“Siganme por favor.”
Abril y Alessandro siguieron a aquel sirviente, los

guardias que estaban apostados de la puerta iban
detrás de ellos a una corta distancia.
Aquel sirviente los llevó hasta un estrecho pasillo
que llevaba a una gran cúpula dorada, ahí se
encontraba la reina élfica frente a una gran puerta
marrón con extraños dibujos grabados en la
madera. Dantriel y Kiara estaban de pie junto a
ella.
“Ya pueden retirarse.”
Les ordenó la reina a los guardias y al sirviente
que los había llevado hasta aquel lugar.
Una vez solos Abril dijo.

“Se supone que ya todo esta arreglado, ¿Por qué
no podemos irnos?”
“En primer lugar porque le prometí a tu madre

que te mostraría Arkala, ella desea que conozcas el
lugar donde nació y en segundo lugar, porque
quiero comprobar que este hombre sea en verdad
un guardián, por eso los he hecho venir hasta
aquí.”
“No sabia que tenia que pasar una prueba.”
“Solo es para asegurarme de que en verdad tenga

sangre de guardian.”
“¿Y si no es así?”
“No querrás saberlo.”
“Así que el dejarnos ir era una mentira.”

Dijo Abril con el ceño fruncido y los ojos ardiendo
en ira.
“No es ninguna mentira, solo quiero comprobar

que su linaje no sea una mentira.”
“¿Y que se supone que tenga que hacer?” Preguntó

Alessandro mientras daba un paso enfrente,
cubriendo a Abril con su cuerpo.
“Solo debes abrir esa puerta.”
“¿Qué hay detrás?”
“No lo se, esta puerta sólo la pueden abrir los

guardianes y solo ellos pueden entrar, lo que hay
ahí dentro, es desconocido para mi.”
“¿Y si hay un monstruo?”
“No creo que haya un monstruo, por lo que he
escuchado lo que hay ahí dentro, es algo que solo
los guardianes pueden usar y consultar cuando
necesitan una respuesta, pero como he dicho
antes, no tengo la menor idea de que será.”
Enora cruzó miradas con Abril y continuó
diciendo.
“Además, tampoco se siente ninguna energía
negativa de esa puerta.”
Abril tampoco sentía ninguna energía negativa

detrás de aquella gran puerta, lo que sea que
hubiera ahí dentro, no parecía ser peligroso.
Alessandro miro a Abril, haciéndole una pregunta

silenciosa.
“¿No hay peligro?”
Ella respondió asintiendo con la cabeza.

“Está bien, abriré la puerta.”
Enora sonrió complacida ante la respuesta de

Alessandro y dijo.
“Me alegra ver que has tomado la decisión
correcta.”
Enora lanzó una mirada a la bebé y le dijo a Abril.
“Es peligroso que la niña este aqui, llevatela.”
Abril se alteró ante lo que la reina acababa de

decir.
“¡Entonces lo que hay ahí, si es peligroso!”
“Para nosotros no, pero para alguien tan pequeña,

con un poder descontrolado, puede ser peligroso.”
Enora señaló la puerta con él dedo y le dijo.
“Esa puerta contiene mucha magia y ha estado
cerrada durante décadas, cuando se abra su poder
nos golpeara, aunque no recibiremos ningún daño,
solo sentirán como sus cuerpos son empujados
ligeramente, pero un bebé con un cuerpo tan
delicado, puede no ser bueno.”
Abril no quería dejar solo a Alessandro, pero

tampoco quería exponer a su hija al peligro, sobre
todo porque ella sabía que su condición no era
muy buena, su poder seguia descontrolandose
constantemente.
“Puedes darle la niña a Kiara para que la saque de
la habitación si no quieres irte, ella ha estado
cuidando muy bien de tu hija y como lo pudiste ver
antes, ella está de tu parte.”
Sugirió Enora, Kiara se acercó a Abril y le dijo.
“Mi presencia aquí no es necesaria, pero no creo
que sea lo mismo contigo, dame a Lissana, yo
cuidaré de ella.”
Abril dudó si debía dejar a su hija en manos de

una desconocida, Alessandro puso su mano sobre
su hombro y le dijo.
“Si quieres quedarte, puedes dejar a Lissana a su
cuidado, estoy seguro de que ella cuidara bien de
nuestra hija.”
Alessandro parecía confiar en Kiara, así que Abril
tomó la decisión de hacer lo mismo que él y confiar
en ella. le entregó a su bebé y le dijo.
“No te preocupes, está en buenas manos.”
Después de que Kiara saliera con Lissana de la

habitación, Alessandro preguntó.
“¿Que tengo que hacer para abrir esa puerta?”
“Solo debes tocarla y ordenarle que se abra, es
muy fácil, ¿No?”
“¿Y si no logro abrirla?”
“Si eres parte del linaje de los guardianes se

abrirá, de lo contrario significará que eres un
embustero y pagarás por querer engañarme.”
Capítulo 66
Quiero conocerte más
Alessandro estaba un poco nervioso, Abril tomó su

mano, la apretó ligeramente y le dijo.
“Si mi madre ha dicho que eres del linaje de los
guardianes, es por que así es, así que no te
preocupes.”
Enora se complació al escuchar a la joven

muchacha hablar tan bien de Sophia.
“Tienes razón, si Sophia lo ha dicho, es por que es
verdad, así que no tengas miedo y abre la puerta,
mira esto como una simple formalidad.”
Alessandro soltó la mano de Abril y se dirigió

hacia la puerta, cuando estuvo frente a ella a
escasos pasos, se sintió atraído hacia ella, como si
alguien le estuviera llamando.
Él estiró su mano y se apoyo en la puerta, cuando

lo hizo sintió como si una extraña energía
recorriera todo su cuerpo, él deseo retirar su mano,
pero en eso escucho una voz en su cabeza. “Abre
la puerta y conocerás las respuestas a todas tus
preguntas.”
Enora al ver que Alessandro se había quedado

inmóvil le dijo.
“Ordenale a la puerta que se abra.”
La voz en la cabeza de Alessandro también lo

alentó para que abriera la puerta.
“Ábrete.” Ordenó con voz firme y la puerta se

abrió, dejando salir una luz brillante que cegó a
todos los presentes y les empujó ligeramente
moviéndolos de su lugar.
Cuando sus ojos se acostumbraron nuevamente a

la luz, las puertas ya se habían cerrado, pero
Alessandro no se encontraba por ninguna parte.
“i¿Dónde está Alessandro?!”

Preguntó Abril muy alterada mientras le buscaba
con la mirada por toda la habitación.
“Debe estar dentro.”
Respondió Enora con gran calma.
“Solo los guardianes pueden atravesar esa puerta,
ahora solo nos queda esperar a que regrese.”
“¿Él estará bien?”
“Si, nunca vi que un guardián saliera herido por

entrar ahí, así que deja de preocuparte, al parecer
ese es un lugar seguro para ellos.”
Abril se quedó mirando fijamente aquella puerta,

por más que la reina élfica le dijera que se calmara,
ella no podía calmar su turbado corazón.
“Deberemos esperar a que salga, ¿quieres que

hablemos mientras lo hacemos?”
“¿De qué quieres hablar?” Preguntó Abril sin

apartar su mirada de la puerta.
“De todo un poco.”

Enora le hizo señas a Dantriel para que se fuera.
Una vez solas, ella se sentó en el suelo apoyando
su espalda contra la pared contraria, para tener
una buena vista de la pared.
“¿Por qué no te sientas? Quizás tarde un poco en
salir.”
Abril se sentó en el suelo imitando a la reina elfica,

pero mantuvo su distancia de ella, no quería
acercarse demasiado.
“¿De qué quieres hablar exactamente?”
“Ya te lo dije, de todo un poco, me gustaría

conocerte un poco más y para ello podrías cambiar
el color de tu cabello, ya se que no eres rubia.
“¿Se lo dijo Dantriel?”
“Si, así que cambialo a tu color natural, no me

gusta que te parezcas tanto a Sophia.”
“Creí que se sentiría cómoda conmigo si me

parecía a ella.”
“Es al contrario, porque eso me recuerda que ella
ya no está.”
Abril giró el anillo que llevaba en su mano, su

cabello volvió a su color original, a un hermoso
rojo brillante.
“Al parecer has heredado el cabello rojo de tu

padre.”
“¿Usted conoció a mi padre?”
“Si, le permiti entrar a Arkala y selle el destino de

mi hermana, si no hubiera hecho eso, quizás...
bueno, eso ya da igual.”
“Yo no se mucho de mi padre, sólo conocí su lado

cruel ya que estaba poseído por la oscuridad, pero
cuando murió, dijo que me amaba, que siempre lo
había hecho.”
“Tu padre siempre fue un idiota de corazón

blando, por eso terminó siendo controlado por la
oscuridad.”
Esa era la primera vez que Abril escuchaba algo de
su padre que no fueran maldiciones, y quiso seguir
escuchando un poco más de él.
“¿Sabe cómo se conocieron mis padres?”
“Si, ¿quieres que te cuente su historia?”
“Si, no tengo ningún recuerdo sobre ellos, me

gustaría escuchar un poco más sobre ellos.”
“Tus padres se conocieron hace más de veinte

años, en el bosque de Norton, ese fue un caluroso
día de verano, Sophia y yo habíamos salido a cazar
al bosque, mientras lo hacíamos; vimos cómo un
joven pelirrojo luchaba con todas sus fuerzas por
salvar su vida, varios bandidos lo estaban
atacando, eran humanos, así que quise ignorarlos,
pero Sophia no lo hizo, ella se lanzó a la pelea
como una leona.”
“Al parecer mi madre era muy valiente.”
“Si y muy imprudente, en eso te pareces a ella.”
Enora continuó narrando la historia.
“Ella protegió a aquel muchacho con su cuerpo y
les dijo a los asesinos con voz de trueno: ‘Dejenlo,
cobardes.’ Los asesinos respondieron: ‘¿Y tú quién
eres?, apártate si no quieres morir.’ Sophia les
lanzó una mirada de desprecio, aquella no era una
pelea justa, solo eran cobardes que eran incapaces
de enfrentarse a él por separado. Ella tensó su arco
y escupió las palabras con gran enojo: ‘Eso debería
decir yo, apártense si no quieren morir malditas
escorias.’”
Enora veía todo desde la distancia, ella llevó sus

manos a su cabeza al ver lo que hacía su hermana.
Cuando aquellos bandidos se abalanzaron sobre

Sophia, Enora salió entre los árboles como una
pantera y les atacó por la espalda, reduciendolos a
todos en un instante.
“¡¿Qué crees que haces Sophia?!”
“No era una pelea justa, no podía ignorarla.”
El joven pelirrojo detrás de ella, le dijo.
“Muchas gracias por tu ayuda.”
Sophia dio media vuelta para ver a aquel joven,

era muy apuesto; cuando sus ojos se encontraron
fue como si un rayo les golpeara, la atracción que
hubo entre ambos fue claramente notoria.
Enora apareció interrumpiendo el momento.

“Ya has dado las gracias, así que vete.”
Sophia vio una mancha de sangre en las ropas de

aquel chico, ella le preguntó.
“¡Estás herido!”
El joven pelirrojo retiró la mano de su herida y la

sangre comenzó a salir a montones, haciendo que
se mareara.
“Creo que sí.”

Dijo antes de desmayarse y caer al suelo, Sophia
se apresuró a su lado y revisó la herida.
Tenía un feo corte en el abdomen, ella aplicó

presión con sus manos y usó magia de luz para
curarle, cuando Enora se percató de lo que estaba
haciendo la aparto de un empujón.
“i¿Qué crees que haces Sophia?!”
“Intentó salvarle.”
“Está prohibido que mostremos nuestro poder a

los humanos, así que dejalo.”
“No pienso hacer eso, si no lo ayudó, él morirá.”
“Si su destino es morir, que muera.”
“De qué sirve tener tanto poder si no puedes

salvar la vida de quien lo necesita.”
Sophia volvió a poner sus manos sobre la herida y
le dijo.
“Si me castigan por salvar una vida, entonces que
lo hagan, no me importa.”
Sophia ignoró las palabras de su hermana quien

intentaba hacerla entrar en razón, usó su magia de
curación sobre la herida, haciendo que esta se
cerrara, aunque no por completo, ya que no sabría
como explicar que no había ninguna herida, así
que la dejó a medio cerrar.
“Necesito algo para vendar su herida.”
“Crei que lo canarias por completo.”
“No puedo hacer eso, él ya sabe que está herido.”
“Por suerte aún conservas un poco de sentido

común, si hubieras cerrado por completo la herida,
hubiera sido un gran problema.”
Enora se quitó una bufanda azul que llevaba atada
a la cintura y se la pasó a su hermana.
“No puedo creer que hayas aceptado ayudarme.”
“Si te ayudo tendremos más posibilidad de que no

nos descubran y terminen castigandonos, así que
date prisa, para que podamos irnos antes de que se
te ocurra hacer alguna tontería.”
Capítulo 67
Relatos
Sophia vendo con cuidado la herida de aquel

joven, al terminar se quedó mirando fijamente el
rostro de aquel chico, Enora al ver que su hermana
estaba embelesada con el rostro del muchacho le
cubrió los ojos y le dijo.
“Si le sigues viendo de esa manera me temo que
vendrá a tu mente el pensamiento de llevartelo a
casa, asi que vamonos.”
Sophia retiró la mano de su hermana y le dijo

“¡No podemos dejarlo aquí!, pronto anochecerá,
algún animal salvaje podría venir y comérselo.”
“Eso significa que su destino es morir.”
“¡Enora!”
“Ya sabía yo que esto pasaría, Sophia debemos

volver a casa antes de que se den cuenta de que no
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estamos, asi que vamonos, ya has hecho todo lo
que podías por él..”
“¡Enora!”
Sophia la miraba con ojos de borrego recién
nacido, al final Enora no tuvo más opción que
aceptar ayudar a aquel joven.
“¿Y qué quieres que haga?, Por que te aclaro que
no pienso llevarlo a casa, eso nunca.”
“¿Y entonces qué hacemos con él?”
“Cerca de aquí hay una cueva, podemos encender

una fogata y dejarlo allí.”
“¿Y si se apaga el fuego?”
“Usaré magia para evitar que eso pase.”
Sophia seguía sin convencerle mucho el plan de su

hermana, pero como no se le ocurría nada más,
tuvo que aceptarlo.
“Está bien.”
Ambas lo arrastraron hasta la cueva.
“Necesitaremos leña para la fogata, vere que

encuentro por aquí.”
Dijo Enora mientras salia de la cueva, ella empezó
a buscar ramas secas alrededor de la cueva,
después de reunir un montoncito volvió a la cueva.
Sophia estaba acariciando el cabello de aquel

joven, cuando ella se percató de la presencia de
Enora le dijo.
“¿Nunca había visto a alguien con el cabello rojo,
es muy hermoso.”
El cabello del joven era de un rojo intenso y

brillante, que llamaba la atención, Enora no pudo
negar que era verdad.
“Si, hay pocos humanos que tengan ese color de
cabello, pero seguro que existen más.”
“¿En verdad lo crees?”
“Si, todos los humanos suelen tener características

similares.”
Después de colocar todas las ramas en un
montoncito, Enora encendió fuego, las ramas
empezaron a arder rápidamente, una vez el fuego
se avivó, ella usó su magia para que la madera no
se quemara por completo y el fuego no se apagara.
“Esto ya está, deberíamos irnos, pronto oscurecerá
por completo.”
Sophia seguía mirando fijamente el rostro del

joven. Enora tuvo que tirar de ella para poder
sacarla de la cueva. Sophia seguía mirando hacia
atrás constantemente, como si odiara separarse de
él, y tener que dejarlo solo en aquel lugar.
“Enora, ¿en verdad crees que estará bien? ¿qué
pasa si no despierta pronto y su herida empeora?”
“Entonces curalo.”
“Pero eso nos metería en problemas.”
“Seguro estará bien, deja de preocuparte Sophia.”
“Pero.. ¿Y si no es asi?”
Enora se detuvo en seco, haciendo que su
hermana chocara contra ella.
“Sophia, no vas a llevarlo contigo.”
“Pero puedo quedarme con él.”
“¡Estás loca!”
“Tú puedes cubrirme.”
“Sin duda alguna te has vuelto loca.”
“Por favor Enor , no estaré tranquila si le dejamos

de esta manera.”
Sophia le miraba con ojos suplicantes, al final no
tuvo más opción que aceptar la loca petición de su
hermana.
“Está bien, pero ten mucho cuidado.”
“Lo tendré.”
“Vendré mañana temprano y traeré algo de

comida, esperame en la cueva.”
Sophia le dio un fuerte abrazo y le dijo.
“Muchas gracias.”
Después salió corriendo de regreso a la cueva
donde se encontraba aquel chico pelirrojo..
Al dia siguiente , cuando Enora volvió, vio que su

hermana se había vuelto más cercana a aquel chico
humano, al parecer esa noche había marcado el
inicio de su historia de amor.
Después de ese día, Vritra y Sophia, empezaron a

verse regularmente, hasta que un día Sophia dijo
que dejaba Arkala, que seguiría a su amor.
Enora se puso en pie de donde estaba sentada, los

recuerdos del pasado le había puesto nostálgica,
mientras caminaba hacia la puerta dijo.
“Tu madre fue una tonta por enamorarse de un
humano, si no lo hubiera hecho, su vida no se
hubiera acortado.”
Abril le contestó.
“Quizás mi madre fue una tonta por seguir a mi
padre, pero ella nunca se arrepintió de seguirlo y
de amarlo.
“Si, ella no parecía arrepentida.”
“El amor es difícil de entender y a veces puede

causar más dolor que felicidad, pero todo el que
ama es dichoso, independientemente de cuánto
pueda durar.”
“A mi eso me parece una tontería, ¿Para que

entregar tu corazón si te lo van a romper?”
“Yo pienso que amar es hacer una apuesta, no

sabes lo que ganarás o perderás.”
“Hablas igual que tu madre, eres una soñadora.”
“Yo nunca creí que sería amada por nadie, ya que

siempre estuve sola, creo que fue cuando me
enamore que me volví una soñadora.”
“Espero que tú tampoco te arrepientas nunca de
entregar tu corazón.”
“No lo haré, porque sé que ha valido la pena.”
***
Cuando Alessandro cruzó la puerta, una intensa

luz lo cegó por un instante, no fue hasta que su
vista se acostumbró a la luz que vio que aquel lugar
era un largo pasillo con un sin fin de cuadros
colgados en la pared, mientras caminaba por el
pasillo, se percató que todos los cuadros eran
retratos de personas.
“¿Dónde estoy?”
La misma voz que le había hablado en su cabeza,
tiempo antes. Alessandro se giró bruscamente,
para ver quien era el que le estaba hablando. Era
un niño pequeño, de cabello castaño, ojos verdes,
de piel pálida, parecía un fantasma, pero eso no
fue lo que más llamó su atención, si no que tenía el
mismo rostro de su hermano Maximilian, quien
había muerto a manos del rey Venobich.
“Max, ¿Qué haces aquí?”
“Estoy aquí para guiarte.”
“¿Para guiarme?, ¿Hacia dónde?”
Max señaló el pasillo y le dijo.

“Este es el pasillo de los guardianes, todos los
retratos que hay en la pared, son de cada uno de
los guardianes que ha existido.”
Max corrió por el pasillo y le dijo.
“Sigueme, te mostraré dónde está mi retrato..”
Alessandro corrió para alcanzarlo.

“Para, Max. ¡Tengo muchas preguntas que
hacerte!”
Cuando Alessandro pudo alcanzarlo, se quedó
muy sorprendido, en aquella pared, estaban
colgados todos los retratos de su familia.
“¿Qué hacen aquí, todos los retratos de nuestros
hermanos y de madre?”
“Son guardianes, es por eso que sus retratos están

en la pared, al igual que está el tuyo y el de
Cassian”
Capítulo 68
El poder de un guardián
Alessandro se quedó mirando todos los retratos,

cuando se topó con el de su madre, se quedó
mirándolo fijamente, se vio exactamente como la
recordaba, con su larga cabellera castaña trenzada
hacia un lado y con sus hermosos ojos verde
esmeralda que mostraban tranquilidad.
“¿Quieres hablar con mamá?”

Preguntó Max mientras flotaba a su alrededor.
“¿Puedo hablar con ella?”
“Puedes hablar con cualquier guardián muerto

que tenga un retrato en este pasillo.”
“¡¿En serio?!”
“Si, madre quería ser quien te explicara todo, pero

insistí en ser el primero en hablar contigo.”
“¿La voz que escuche en mi cabeza antes...?”
“Si, fui yo, no parecía que quisieras abrir la puerta,

así que te animé para que lo hicieras.”
“Lo que dijiste era verdad, ¿Aquí podrás encontrar

las respuestas a todas mis preguntas?”
“Por supuesto, este sitio funciona como un lugar

de conexión entre el mundo espiritual y el mundo
natural, puedes hablar con los guardianes y
consultar con ellos, se supone que transmiten su
sabiduría a otros guardianes, aunque si te soy
sincero no todos son muy sabios que digamos.”
Alessandro no quería despedirse de su pequeño

hermano Max, pero tenía muchas preguntas y
dudaba que su hermano se las pudiera responder,
así que le dijo.
“Max, ¿podrías pedirle a mamá que venga?”
“Por supuesto, me alegro mucho de haberte visto

Lessan, saluda a Cassian de mi parte y dile que
venga a este lugar para que pueda volver a verle.”
“Claro yo le paso tu mensaje.”
Antes de que Max desapareciera, Alessandro le

dijo.
“A mi también me ha gustado verte Max.”
Max se despidió con una amplia sonrisa. A los

pocos minutos apareció su madre, Soleia, cuando
Alessandro la vio, no pudo evitar llorar, su madre
había sido la primera en dejarlos y era a quien él
más extrañaba.
“¡Mamá!”
Soleia se acercó a él y lo rodeó con sus brazos, ella

no tenía un cuerpo físico, así que no pudo sentirla,
pero cuando lo abrazó, sintió una gran calidez,
como si un viento cálido lo rodeará.
“Mi pequeño, cuánto has crecido.”
“Mamá, me has hecho mucha falta, el vacío que

dejaste, nadie podrá llenarlo nunca.”
Soleia le dio una cálida sonrisa y le dijo.

“Me alegra poder verte una vez más, ver que has
crecido bien y te has convertido en un gran rey.”
Alessandro bajó su mirada y le dijo.
“Soy rey por el sacrificio de padre y de mis
hermanos, a veces siento que no merezco el trono.”
“No digas eso.”
“Es la verdad, si no fuera por que yo era débil en

ese entonces, padre y mi hermano quizás aún
seguirán con vida.”
“A veces hay cosas que son inevitables Lessan,

todos tenemos una linea de vida, unos una más
larga y otros, una muy corta, así que no te culpes
por la muerte de tus hermanos, ni por la muerte de
tu padre, mejor centrate en todo lo que has logrado
y en lo que tienes, en tu familia."
Cuando Soleia dijo a su familia, Alessandro

recordó que Abril y su hija le esperaban fuera, que
no podía seguir distrayéndose, debía volver con
ellas.
Él se tragó sus sentimientos y se obligó a centrar

su mente y para recordar por que estaba ahí.
“Madre, tengo muchas preguntas que hacerte.”
“Lo sé, por eso estoy aquí, para aclarar todas tus
dudas y responder todas tus preguntas.”
“¿Por que nunca nos dijiste quienes éramos en

realidad?”
“Los guardianes no fueron necesarios durante

siglos, creí que seguiría siendo igual para ustedes,
yo quería que mis hijos tuvieran una vida normal,
que no vivieran de un mal que quizás nunca
despertara, pero me equivoque, si yo les hubiera
dicho la verdad, ustedes no hubieran sufrido
tanto.”
“Podrías explicarme, que significa el ser

guardian.”
“Yo provengo de un linaje muy antiguo, los

guardianes, nosotros fuimos creados para cerrar
las puertas del Hades, ese siempre fue nuestro
único propósito, por eso alguna vez habitamos en
una aldea donde enseñaban a proteger nuestro
linaje, pero en algún momento dejó de nacer niños,
y nuestro linaje se vio en peligro, yo fui la última
guardiana en nacer, mi madre murió al darme a
luz ya que me tuvo una edad avanzada, mis padres
al igual que el resto de los guardianes
desaparecieron, y solo quede yo, cuando me quede
sola, deje mi aldea y estuve viviendo en el bosque
por mi cuenta mucho tiempo, pero un día conocí a
tu padre mientras cazaba en el bosque, nos
enamoramos y él me llevó a Cosset, pense que ahi
podria tener una nueva vida y que podría dejar mi
pasado atrás, pero no puedes negar tu linaje, por
mas que intentes esconderlo.”
“¿Papá sabía quién eras?”
“Si, se lo conté todo antes de salir del bosque, pero

ya sabes cómo era tu padre, dijo que no le
importaba nada de eso, que igualmente me
convertiría en su reina y así lo hizo.”
“Me hubiera gustado que nos lo contaras antes,

cuando el rey Venobich empezó a atacar nuestro
reino, siempre me pregunte ¿qué había hecho para
provocarle?, pero no había nada o eso creía.
“En ese entonces él estaba poseído por un príncipe
del Hades, es por eso que él buscó exterminar
nuestro linaje, porque si esas puertas llegan a ser
abiertas, sólo un guardián podrá cerrarlas.”
“Las puertas del Hades, ¿Acaso no están

cerradas?”
“Si, pero están intentando abrirlas y creo que esta

vez será inevitable que sean abiertas, por eso tienes
que estar preparado para lo que vendrá Lessan, al
igual que tu hermano Cassian, porque para cerrar
la puerta, se necesita de dos guardianes.”
“¿Tu sabes donde están las puertas del Hades?”
Soleia negó con la cabeza.

“Aun los muertos tenemos prohibido divulgar la
ubicación de las puertas del Hades. Solo se da a
conocer su ubicación cuando las puertas son
abiertas.”
“¡Eso significa que si sabes dónde están!”
“Si, pero como te dije antes, no puedo decirlo, ni
ningún otro guardián de los que están en estos
cuadros, eso es algo que sabrás cuando llegue el
momento.”
“Madre, ¿tengo algún poder el cual desconozca?”
“Los guardianes suelen ser más fuertes y rápidos,

pero no tienen ningún poder especial, solo un
corazón valiente, y que los guardianes son los
únicos que pueden tocar las puertas del Hades, si
una persona normal la toca, moriria al instante
corrompido por la oscuridad, pero debes tener
cuidado, por que si albergas malos pensamientos
cuando la toques, la oscuridad se apoderará de ti.”
“La reina élfica menciona que me debe obediencia

por ser un guardián, ¿Eso es cierto?”
“Si, en tiempos antiguos el mundo fue dividido en

cuatro clanes, elfos, hadas, magos y humanos, los
cuatro clanes deben obedecer a los guardianes, se
podría decir que los guardianes son los reyes y los
clanes sus pueblos.”
“¿Y si se niegan a estar bajo mi mando?”
“No pueden hacerlo, hay un lazo invisible que los

une si necesita ayuda de algún clan, ellos no
pueden negarse.”
“¿Hay algo más que deba de saber?”
“Si, que en el palacio en Cosset hay otra puerta

que puede traerte aquí, está oculta detrás de un
pasadizo secreto, si ocurre algún problema o si
tienes más dudas, no dudes en venir, yo estaré aquí
para ti, al igual que para tu hermano Cassian.”
“¿Dónde está ese pasadizo?”
“Busca en el libro de cuentos que escribi para

ustedes cuando eran ninos, alli podras encontrar la
respuesta a tu pregunta.”
Capítulo 69
Aun no me he rendido
Soleia le dio un abrazo a su hijo por última vez y le

dijo
“Deberias volver, tu familia te está esperando,
mientras estes aqui, puedes venir cuantas veces
quieras.”
“Madre, gracias.”
Alessandro se dirigió a la puerta, se giró para ver a
su madre, ella le dio una gran sonrisa y le dijo.
“Hasta pronto Lessan.”
Cuando Alessandro abrió la puerta, una gran luz

salió al mismo tiempo Antes de que sus ojos se
acostumbraron a la luz, Alessandro sintió como
unos cálidos brazos lo rodeaban, era Abril.
“¡¿Lessan, estas bien?!”
“Si, estoy bien, no te preocupes.”
“Estaba muy preocupada por ti, has tardado

mucho.”
Alessandro pensó que Abril estaba exagerando, ya
que para él, solo había pasado un rato.
“No creo que haya pasado tanto tiempo Aby.”
“Has estado más de medio día ahí dentro.”
“¿Que?”
Enora dijo.
“Creo que ahí el tiempo funciona diferente, por
eso para ti solo ha pasado un rato y para nosotros
han pasado horas.”
“¿Es igual que la tierra de las hadas?”
“No exactamente, ahí dentro es como si el tiempo

pasara más lento, la tierra de las hadas el tiempo
fluye más rápido o más lento, es difícil de decir ya
que el tiempo en la tierra de las hadas es algo que
su reina maneja a voluntad.”
“¿Cómo lo hace?”
“Ni idea, la reina hada nunca comparte sus
secretos, ya he comprobado tu linaje, no pienso
retenerte, y tampoco a tu hija.”
“¿Y qué hay de Abril?, ¿También la dejaras ir?”
“Si, se lo prometí a Sophia.”
“Entonces ya no hay nada que nos retenga en este

lugar, nos iremos inmediatamente.”
“Pero también le prometí que te mostraría

Arkala.”
Dijo mientras veía a Abril.
“Me gustaria que se quedaran un poco más de ser
posible, tu madre en verdad desea que conozcas la
tierra que tanto amaba."
Alessandro vio que Abril dudaba si irse o no, el

apretó su mano y le dijo.
“Te apoyare, no importa la decisión que tomes,
podemos quedarnos o imos, tu decides.”
“Quiero quedarme y conocer el lugar donde nació

y creció mi madre.”
“Gracias por aceptar mi petición.”
“Ahora deberíamos ir a comer algo, ya es hora de

comer.”
“Lissana debe extrañarnos quisiera verla

primero.”
“Lo entiendo, Kiara debe haberla llevado a su

palacio, le dire a uno de los sirvientes que te lleve.”
“Gracias”
“Este es tu palacio, siéntete libre de vagar por él,

ya que vas a ver a Kiara, dile que te muestre
Arkala, creo que te sentirás más cómoda con ella
que conmigo, ya que es de tu edad.”
Enora se dirigió a la puerta, antes de cruzarla les
dijo.
“Lamento todos los problemas que les causé.”
Después de decir eso desapareció.
Una vez solos Alessandro abrazo a Abril y le

preguntó.
“Si ¿Y tu como estas?, ¿Como te fue ahí dentro?”
“Mejor de lo que esperaba.”
Un sirviente apareció, interrumpiendo su

conversación y les dijo.
“Estoy aquí para guiarlos al palacio de la princesa
Kiara, siganme por favor.”
Alessandro y Abril lo siguieron, a diferencia de la

mañana, ningún guardia los escoltaba. Aquel
sirviente los guió hasta un hermoso jardín de
corado con cintas de seda de hermosos colores,
atadas a columnas de marfil, las enredaderas
subían por las columnas con pequeñas flores
blancas
En el centro junto a un pequeño estanque estaban

Kiara y Lissana sentadas en la hierba mientras
veían los peces a la orilla del estanque.
Abril se apresuró a tomar a su bebe.

“Mi pequeña, mi bebé, ¿has extrañado a mamá?”
“Ella ha estado bien.”
Dijo Kiara.
Abril acarició la cabeza de su pequeña y le dijo.

“Muchas gracias por cuidar de mi pequeña.”
“Es un ángel de niña, me ha gustado cuidar de

ella.”
“Aun así gracias.”
“¿Y has comido?”
“No, aun no hemos comido.”
“Entonces siganme, pediré que les preparen algo

para comer.”
Kiara camino hacia el interior del palacio, al pasar
al lado de una de las sirvientas le hizo señas para
que cumpliera su orden.
Cuando llegaron al comedor, las sirvientas ya

tenían preparado un gran festín.
La comida era deliciosa, mientras comían, Abril
no pudo evitar hacer la pregunta que llevaba
guardada en su interior desde que se habia
enterado que la princesa quería ayudar.
“¿Puedo saber por qué nos ha ayudado?, me lo he
preguntado un millón de veces, pero sigo sin
entenderlo.”
“Ya se lo he dicho a tu marido, aunque creo que

no te lo ha comentado, solo quiero ser feliz, pero
mi madre está empecinada en seguir leyes arcaicas
que me lo impiden, sólo los ayudó por mi propio
beneficio, esa es la verdad.”
“Así que solo me has usado.”
“Si, pero he cuidado a tu hija porque me agrada, es

una dulzura de niña.”
“Si lo es.”
“Mi madre dijo que los dejaría ir, ¿Qué piensas

hacer?”
“Quisiera conocer este lugar, tu madre me dijo que
te pidiera que me mostraras Arkala.”
“Lo haré con gusto.”
***
Barto fue a buscar a Maya, el dia anterior ella se

había negado a hablar con él, pero él ya no
esperaba seguir retrasando su conversación, la
pequeña hada que seguía a Maya a todas partes
había comenzado a seguir a Barto, ella estaba
sentada en su hombro y no paraba de decir lo
mismo.
“Debes convencerla para que vaya a la tierra de las
hadas, antes de que sea demasiado tarde.”
“Eres un maldito dolor de cabeza, si no paras de

hablar te aplastare como un mosquito.”
“Se nota que son hermanos, son igual de

violentos.”
Barto iba a aplastar al hada cuando desapareció.

Él dijo para sí mismo.
“No entiendo como Maya ha podido soportarla, es
insufrible.”
Maya estaba en el jardín atiborrandose de tarta,

cuando Barto la encontró, él se puso detrás de ella
y aclaró su garganta para llamar su atención.
“Por fin te encuentro, he estado buscándote por
todas partes.”
Maya ignoró a su hermano y se metió otro trozo

de tarta a la boca.
Barto dio la vuelta para quedar frente a ella, le

quitó la tarta y le dijo.
“Ya basta Maya, necesitamos hablar, no es hora
para comer tarta.”
“¿Por qué no?, tengo hambre.”
Barto levantó una de sus cejas, cada vez que él lo

hacía era porque estaba furioso, pero eso a Maya
no le importó, recuperó su plato y le dijo.
“Tengo hambre, asi que dejame comer tranquila.”
“¡Maya!”
“Si intentas hacer que vuelva a la tierra de las
hadas ya puedes irte por donde has venido”
“¡Te estas muriendo y lo único que te importa es

comer tarta!”
“Porque voy a morir quiero comer todo lo que me

gusta y esta tarta me gusta, así que ni se te ocurra
quitarme el plato otra vez o no respondo.”
Barto le dio un fuerte golpe a la mesa con las

palmas abiertas, derramando el té sobre la mesa,
lo único que se había salvado era el pastel que
Maya había levantado antes Barto golpeara la
mesa.
“¿Ya has acabado con tu rabieta?”
“¡¿En verdad no te importa morir?!”
“Yo no he dicho eso, estoy pensando en lo que

haré para evitar la muerte, pero tus gritos no
ayudan mucho que digamos.”
Barto tomó asiento, se quedó mirándola
fijamente, Maya dio un largo suspiro y le dijo
“¿Qué?”
“¿En verdad estás pensando en cómo evitar tu

muerte?”
“Si, y he estado pensando en algo, no soy la primer

hada que deja el reino de las hadas, o sea nuestra
familia tiene sangre de hada, seguro habrá una
manera de salvar mi vida.”
“Eso es cierto, quizás papá sepa algo.”
“Asi es, iré a verle y le preguntare.”
“¿Le dirás que te estás muriendo?”
“No me agrada la idea de hacerlo, pero creo que es

necesario, él sabe muchas cosas, quizás él me
ayude a encontrar una solución.”
“Se que en estos momentos puede parecer que me
he rendida, pero no es así, aun no me he rendido,
te lo puedo asegurar”
“Me alegra ver que no es así.”
Capítulo 70
Un beso de verdad
Después de tener una larga platica con Barto,

Maya fue a buscar à Cassian, él estaba en la oficina
del rey leyendo unos documentos cuando ella
entró, se acercó al escritorio, se sentó en su regazo,
él le pregunto.
“¿Cómo te encuentras?”
“Bien.”
“¿Estás segura?”
“Si, no me siento cansada ni fatigada, me siento de

maravilla.”
Cassian acarició la mejilla de Maya y le dijo.

“Le he pedido a Sirius que venga al palacio, quizás
el pueda ayudarnos con tu enfermedad.”
“En realidad venia para que habláramos sobre eso,
lo he estado pensando mucho y creo que quizás mi
padre sepa como ayudarme, él sabe mucho sobre
las hadas, así que he pensado en ir a hablar con él.”
“¿Iras a Farell?”
“Si, me iré con Barto y volveré en un par de días.”
“¿No puedes pedirle a tu padre que venga al

palacio?, no deberías viajar en tu condición.”
Mi padre no aceptará venir a menos que le cuente

la verdad y no quiero hacerlo por medio de una
carta, prefiero decírselo en persona, en estos
momentos me encuentro bien ya que Abril me
lleno con su magia, si no voy ahora, después será
demasiado tarde.”
Cassian no podía dejar solo el palacio ya que su

hermano no se encontraba, y él le había prometido
que se haría cargo de todo mientras él estuviera
fuera, pero en ese momento Cassian se arrepintió
de sus palabras, el solo quería dejar todo tirado e ir
a donde fuera maya.
Maya le dio un suave beso en los labios y le dijo.

“Se que no puedes ir conmigo ya que debes
quedarte a cuidar del palacio hasta que Abril y tu
hermano regresen, pero no tienes que preocuparte
tanto, iré con Barto asi que estare bien.”
Cassian abrazo a Maya duro.

“Odio la idea de tener que separarnos.”
“A mi tampoco me agrada, pero no se puede hacer

nada, eres mi principito y se que tienes que
cumplir aqui.”
“¿En verdad estarás bien?”
“Si, así que no te preocupes, solo serán unos días.”
“¿Cuándo planeas irte?”
“Había pensado irme mañana por la mañana, ¿Te

parece bien?”
Cassian deseo decirle que no, que esperara un
poco más ya que él no estaba preparado para
dejarla ir, pero el sabia que Maya tenía poco
tiempo, su vida se iba apagando día con día, por
más que le costaba separarse de ella, no podía
seguir aferrándose a ella.
“Si, me parece bien. Hace tiempo que no tenemos
una cita, así que invítame a algún buen lugar, haz
algo romántico por mi.”
“¿Y qué quieres que haga? Sorpréndeme.”.

Cassian se quedó pensando durante un momento
mientras abrazaba a Maya, mientras disfrutaba de
la calidez de su cuerpo y del dulce aroma a flores
que Maya desprendía.
Maya impaciente le dijo.

“Si no se te ocurre ningún lugar, podemos ir a la
ciudad y comer algo delicioso.”
“No, ya sé que vamos a hacer.”
“¿Qué cosa?” Preguntó Maya, emocionada como
una niña.
Cassian hizo que Maya se levantara de su regazo,

se puso en pie y respondió.
“Ya lo veras.”
Cassian tomó la mano de Maya y la llevó al lago,

ahí los estaba esperando un barco, con cortinas
blancas, cayendo a los lados.
El subió primero, agudizó su mano hacia Maya y

le dijo con una voz suave y dulce.
“¿Me da su mano mi lady?
Cada vez que Cassian la trataba como a una

señorita noble, ella no podía evitar pensar que era
cursi, pero en el fondo le encantaba que lo hiciera.
“Quieres dar un paseo por este hermoso lago y que

veamos juntos el atardecer?”
Maya tomó su mano con una gran sonrisa en sus

labios y le dijo.
“Por supuesto mi principe, llevame donde tu
quieras.”
Cassian ayudó a Maya a subir al bote, mientras

navegaban por el lago, Maya sacó su mano del bote
y la hundió en el agua. Mientras veía su reflejo en
el agua sentía paz y tranquilidad. Y deseó que
aquel día durará para toda la eternidad, que nunca
se acabara.
Cassian detuvo el bote en el centro del lago, justo

cuando el sol empezaba a ocultarse. Él se sentó al
lado de Maya, la rodeó con sus brazos, el lago se
tiñó de los colores del atardecer, ambos se
quedaron disfrutando de aquel momento sin decir
una palabra. Cuando el sol se ocultó, Maya le dijo.
“Deberíamos volver.”
“El atardecer no era lo que queria mostrarte.”
“¿Y entonces que era?”
“Pronto lo sabrás”
“¿Por qué no me lo dices y ya?”
“Porque no tendría sentido si te lo dijera.”
“¿Tendré que esperar mucho?”
“Hasta que anochezca por completo”
Maya se recostó en el pecho de Cassian, mientras

veía a la distancia le dijo.
“Hace mucho que no teníamos un tiempo como
este, en el que no importara nada, ni nadie, en el
que solo estamos tú y yo.”
“Es verdad.”
“Cuando vuelva, deberíamos repetirlo, tráeme a

este lago y quedémonos en medio como si solo
existieramos tu y yo en el mundo.”
“Deberíamos hacer de esto una costumbre.”
“¿El venir al lago?”
“No, el huir de todo y solo pensar en nosotros.”
“Esa me parece una excelente idea.”

Maya levantó su cabeza y le dijo. “Besame.”
Cassian le dio un suave beso en los labios, que fue

apenas un roce de sus labios contra los suyos,
Maya frunció el ceño, no parecía satisfecha con su
beso.
“Eso es un beso, no voy a romperme Cassian, así
que besame de verdad.”
Cassian tomó su rostro con sus manos, apretó sus

labios contra los suyos, al principio fue suave, pero
se fue volviendo más fuerte y salvaje a cada minuto
que pasaba. Sus lenguas se entrelazaron y sus
respiraciones se volvieron agitadas. Cassian siguió
profundizando su beso hasta dejar a maya sin
respiración, entre jadeos maya le dijo.
“Eso sí es un beso de verdad, era lo que deseaba y
continuo deseando, así que no te detengas.”
“Como desee mi lady.”
Capítulo 71
Un cielo estrellado
Cassian y Maya siguieron bésándose como si

desearan dejar sus besos grabados en el otro, lo
hicieron hasta que sus labios se cansaron.
Habían estado tan ocupados besándose, que

Cassian no se percató que las estrellas ya brillaban
sobre sus cabezas.
Pero Maya lo vio por un instante y apartó a

Cassian.
“Es hermoso.”
El cielo estaba lleno de estrellas, las cuales se

reflejaban en el lago mostrando una vista increíble,
pero eso no fue lo que más llamó la atención de
Maya, si no que aquella vista le grabó a la tierra de
las hadas, por un momento sintió como si hubiera
sido transportada a la tierra de las hadas y
extrañamente, sintiera que estaba en casa.
“El atardecer en el lago es hermoso, pero una
noche estrellada con el cielo despejado como
ahora, lo supera con creces.”
“La verdad es que si, es como si miles de

diamantes brillaran sobre nuestras cabezas y
debajo de nosotros.”
“¿Te ha gustado?”
Maya se recostó en su pecho, mientras

contemplaba las estrellas le dijo.
“Si, me encanta, esta ha sido la mejor cita de mi
vida, muchas gracias.”
Cassian le dio un beso en la frente y le respondió.

“Me alegra ver que te ha gustado.”
Maya respiró una bocanada de aire larga y

profunda, mientras disfrutaba de la agradable
brisa nocturna y despejaba su mente de toda
preocupación y temor.
“¿Sabes?”
Dijo Cassian con la voz queda.
“Me encanta esta vista, siempre me han gustado

las constelaciones, de pequeña, mamá y yo nos
escabulliamos a mitad de la noche para poder
verlas.
Cassian señalo hacia un grupo de estrellas a la

izquierda.
“Ese es el dragón.”
Trazó la forma con el dedo.
“¿Ves la cabeza, las patas y la cola?”
“No.”
Maya se rio bajito, mientras se acomodaba en sus
brazos.
Cassian señalo hacia otro grupo de estrellas.

“Ese es el cisne, las lineas a ambos lados son las
alas, y el arco es el cuello.”
“¿Y esa de ahí?”

Preguntó Maya mientras señalaba una estrella que
parecía brillar con más intensidad.
“Es el ciervo.” Murmuró Cassian. “La favorita de
mamá, ya que a diferencia de las otras, el ciervo
siempre permanece constante, da igual la estación,
siempre está ahí, siempre es la primera en
aparecer, mi madre decía que si alguna vez me
perdía, siguiera la estrella y ella me llevaría a casa.”
“¿Y es verdad?”
“La estrella marca el norte, así que para mi si lo es,

así que si alguna vez te pierdes, sigue la estrella y
encuentras el camino a casa.”
“Entonces lo tendré en mente.”
Cassian acarició gentilmente el cabello de Maya.

“Deberiamos quedarnos a dormir aqui, así
podremos ver el amanecer, debe ser hermoso.”
“Lo es, pero esta noche no, mañana partirás, es

mejor que tengas una buena noche de sueño.”
El que Maya no tuviera una buena noche de
sueño, no era lo que más preocupaba a Cassian.
Aunque en ese momento ella parecía estar bien, él

sabía que no era verdad, que la mejora era solo
temporal, por esa razón, no quería arriesgarse a
que ella se fuera a enfermar.
“Entonces hagámoslo cuando vuelva.” Sugirió

Maya.
“Si, hagámoslo a tu regreso.”
Maya había dejado de hacer planes a largo plazo,

había dejado de pensar en el mañana, ya que no
sabía si lo vería, pero en ese momento, deseo hacer
un y mil planes, porque era una manera de
aferrarse a la vida.
“Y también deberíamos casarnos.”
Cassian se levantó bruscamente haciendo

tambalear la barca.
“i¿Lo dices en serio?!”
“Si, cuando regrese, vamos a casarnos, bueno, eso
si aun deseas casarte conmigo.”
Cassian se inclinó, la besó y respondió con una

sonrisa de oreja a oreja.
“Por supuesto que quiero, es lo que más deseo.”
Cassian le había pedido matrimonio a Maya

incontables veces, pero ella siempre había
rechazado la idea del matrimonio, aunque estaba
feliz por que aceptara que se casaran, se preguntó
si ella en verdad lo deseaba, ya que no parecía muy
feliz con la decisión.
Cassian se sentó frente a ella, tomó sus manos y le

dijo.
“El casarme contigo y hacerte mi esposa ante Dios
y los hombres, es lo que más deseo, pero no quiero
que te cases conmigo si no lo deseas.”
“Si quiero casarme contigo.”
“¿Estás segura?, tú siempre has rechazado el

matrimonio.”
“Yo nunca pensé que podría casarme, no es algo
que considerara necesario, pero cambió mi manera
de pensar.”
Maya le dio un suave beso en los labios y continuó
diciendo.
“Quiero estar unida a ti, de todas las maneras
posibles, y el matrimonio es una de esas, así que
quiero casarme contigo y pasar el resto de mi vida
a tu lado, ¿Tu no quieres lo mismo?”
“Por supuesto que si, quiero estar contigo por

siempre, quiero estar hasta mi último aliento, y si
existe una siguiente vida, te elegiría a ti y te daría
mi vida otra vez.”
Maya lo abrazó y le dijo.

“Mas te vale no arrepentirte de lo que has dicho.”
“Jamás podría arrepentirme de amarte.”
Al dia siguiente Maya se despertó primero que

Cassian, ella se quedó mirando fijamente su rostro
dormido, ella nunca se imaginó amar a alguien de
una manera tan intensa, aunque en realidad, ella
nunca esperó amar a alguien de manera
romántica.
La pequeña pixie apareció de repente ante Maya y

le dijo.
“¿En verdad no piensas volver al reino de las
hadas?”
“No, así que lárgate.”

Murmuró Maya para no despertar a Cassian.
“¿Piensas morir por este humano?, que tonta

eres.”
“No pienso morir y tampoco pienso renunciar al

hombre que amo.”
“Pero si no vuelves al reino de las hadas, tu

moriras.”
“No moriré, encontraré la manera de salir de esta,

tengo una promesa que cumplir, no puedo morir.”
“Si sigues negandote a volver, solo encontraras la
muerte.”
Maya estiró su mano para tomar a la pixie, pero

esta desapareció al instante, Maya dio un largo
suspiro y dijo en voz baja para sí misma.
“Algún día te atraparé y te aplastaré como a una
uva, pequeña molestia.”
Cassian se despertó justo en ese instante y le

preguntó.
“¿Qué murmuras?”
“No me hagas caso, hablo conmigo misma.”
“¿Y te has enfadado contigo misma?”
Maya le había mentido a Cassian durante mucho

tiempo, ella no quería seguir haciendolo, por que
sabia que eso solo causaría heridas mas adelante.
“En realidad me he enfadado con la pequeña hada

que me sigue a todas partes.”
Cassian recordó haberla visto en el hombro de
Barto, así que siguió escuchando sin hacer
preguntas.
“Ella aparece y desaparece como un maldito

fantasma, uno muy molesto que no hace más que
irritarme.”
Maya se dio cuenta que se estaba alterando, ella
respiró profundamente para calmarse y continuó
hablando.
“Ella quiere que vuelva al reino de las hadas, sigue
insistiendo que es la única forma de salvarme.”
Cassian no quería admitir que tal vez esa era la

única forma de salvar a Maya, y aunque no
quisiera separarse de ella, prefería que volviera al
reino de las hadas a que muriera, por quedarse con
él.
Cassian tomó la mano de Maya y le dijo.

“Si no encontramos una manera de salvarte, por
favor vuelve al reino de las hadas.”
“Si lo hiciera nunca más podría volver a verte.”
“Yo encontraría la manera de traerte de vuelta,
pero no podría traerte de entre los muertos, así
que prométeme que si no encontramos otra
manera de salvarte, volveras al reino de las hadas.”
Aunque a Maya no le gustara lo que Cassian le

estaba pidiendo, ella sabía que lo que él decía era
cierto, asintió una vez con su cabeza.
Cassian no conforme con su respuesta tomo el

rostro de Maya entre sus manos y la obligo a
mirarla.
“Maya, prometemelo.”
“Esta bien, te lo prometo”
Capítulo 72
Bienvenida a casa
Maya y Cassian se reunieron con Barto en el

comedor, después de desayunar ambos se
dirigieron a la entrada.
Cassian le dio un beso a Meya y le dijo.

“Cuidate..”
“Tu también.”
“Vuelve pronto, recuerda que te estaré

esperando.”
“No podría olvidarlo jamás, hasta pronto Cassian.”
Cassian se dirigió a Barto.

“Cuida bien de Maya.”
“Es mi hermana, no tienes ni que decirlo.”
Barto se subió a un caballo que habían preparado
para ellos y extendió su mano hacia Maya para
ayudarle a subir.
Mientras se alejaban del palacio, Maya no paró de

agitar su mano, despidiéndose de Cassian, hasta
que ya no pudo verle.
“¿Estás segura que quieres viajar usando un

pergamino de teletransportación?”
“Si, quiero llegar lo más pronto posible, no tengo

mucho tiempo Barto.”
Barto no hizo ninguna otra pregunta, ni ningún

otro comentario hasta que salieron de la ciudad.
Barto sacó un pergamino de su bolsa y le preguntó

a su hermana.
“¿Estás lista?”
“Si, vámonos.”
Barto rompió el pergamino y en un abrir y cerrar
de ojos estaban a las afueras de Farell, Maya tenía
tiempo de no ir a su ciudad natal, aquella vista tan
familiar, la puso nostálgica.
“Maya, ¿Te encuentras bien?”

Preguntó su hermano mientras giraba su cuerpo
para veria, el teletransportarse le había provocado
un poco de nauseas, pero no era nada que no
pudiera manejar.
“Estoy bien, Barto.”
Barto tiró las riendas del caballo y continuaron su

camino, cuando llegaron a la taberna del gremio de
información.
Wallas dejó aun lado unas jarras de vino que

llevaba en la mano y corrió a abrazar a Maya.
“Pequeña, me alegra verte por aqui, crei que
nunca más volvería a verte.”
“Yo también me alegro de verte Wallas, ¿Sabes

dónde está mi padre?”
“El no ha venido, ¿Quieres que envie a alguien a
buscarlo?”
“No, ya iré yo, gracias Wallas.”
Wallas le dio otro abrazo antes de volver detrás de

la barra y le dijo.
“Bienvenida a casa Maya.”
Maya le dedicó una dulce sonrisa a Wallas antes

de que este volviera a la barra a guardar las jarras
de vino. Algunos de los informantes que
trabajaban para el gremio , que estaban presentes
se acercaron a ella para saludarla.
Despues Maya y Barto se dirigieron a su casa, la

casa quedaba a unas cuantas calles del gremio, así
que no tardaron mucho en llegar, la casa no era
muy grande, pero tenia un hermoso jardín de rosas
que su padre se esmeraban por cuidar, aunque
ellos tenían bastante dinero, su padre nunca quiso
mudarse a un lugar mas grande, el decia que esa
casa era perfecta ya que no era demasiado grande
como para no verse, ni tan pequeña como para
chocar entre ellos.
Maya se acercó a la puerta y sacó la llave de debajo

de una maceta que había junto a la puerta.
“Crei que quitarían la llave de aquí.”
“Yo quise quitarla, pero papá dijo que la dejara

donde la tenias, por si algún día regresabas.”
Una cálida sonrisa se dibujó en sus labios Abrió la

puerta y buscó a su padre por la casa, él estaba en
su despacho, Maya irrumpió como una tormenta,
corrió a los brazos de su padre y se sentó en su
regazo.
“¡Maya! ¿Cuando has regresado?”
“He vuelto hoy, ¿Como has estado papá?”
“He estado bien, pero tu no te ves tan bien, has

adelgazado mucho, ¿Ese principito no te ha
tratado bien?”
“Por supuesto que sí papá, él me ha tratado muy
bien.”
“¿En verdad eres feliz a su lado?”
“Si papá, no podría ser más feliz, sin duda alguna

he hecho la elección correcta.”
Barto entró a la habitación, al ver a Maya sentada

en el regazo de su padre le trajo recuerdos, ella
siempre hacia lo mismo cuando era pequeña.
“Sigues comportandote como una cria Maya.”
“Estoy feliz de volver a casa, déjame tranquila,

Barto.”
“Creí que nunca volverías.”
“Solo he estado unos días fuera padre.”
“Pero me ha parecido una eternidad, en tu

ausencia me he tenido que hacer cargo de todo.”
“Yo lo hago cada dia, no deberias quejarte por
unos días que te dejo a cargo de todo.”
“Cuando te cedi mi lugar era porque ya no quería

seguir haciéndome cargo del gremio de
información, estoy muy cansado, no tengo tiempo
para cuidar mi jardin.”
“Y has hecho un trabajo excelente con el jardin, es

hermoso.”
Dijo Maya.
Barto se quedó mirando a su hermana como

diciendo; 'deja de darle alas'.
“Hace mucho que no estamos los tres juntos,

tengamos una buena comida.
Dijo Maya ignorando la mirada de réplica de su
hermano, que claramente preguntaba, qué estaba
haciendo.
Maya había ido ahí para hablar con su padre, pero

no quería decirle que se estaba muriendo después
de no verse durante tanto tiempo.
Maya se dirigió a la cocina, al pasar al lado de su
hermano dijo en apenas un murmullo.
“Se lo diré después.”
Una vez solos, Rayan, el padre de Barto, le

preguntó
“¿Por qué ha venido Maya?”
“Creo que te extraña.”
Ryan se quedó mirando fijamente a su hijo, sus

ojos rojos resultaban muy intensos, Barto apartó
su mirada y cambió de tema.
“¿Cómo han ido las cosas en mi ausencia?”
“He recibido informacion sobre el reino de Laios,

al parecer las fronteras aun siguen cerradas,
muchos dicen haber visto mosntruos negros que
devoran humanos.
“¿Monstruos nacidos de la oscuridad?”
“Asi es, al parecer han invadido Laios.”
“Eso es un gran problema, compartimos fronteras
con Laios, los monstruos podrían invadirnos.”
“Si, por eso tengo a varias personas vigilando la

frontera, esperemos no tener que volver a
enfrentarnos a esos monstruos.”
Barto se quedó muy preocupado por lo que había

dicho su padre.
“Deberías ir a ayudarle a tu hermana, a Maya

nunca se le ha dado bien cocinar.”
Dijo Ryan para llamar la atención de su hijo ya
que parecía estar perdido en sus pensamientos.
“Tienes razón, iré a ayudarle, de lo contrario

acabaremos con mal de panza.”
Antes de que Barto se retirara Ryan le dijo.
“Barto, sé amable con tu hermana, o no querrá
volver a visitarnos.”
“No te preocupes padre, no pienso molestarla, a

mi también me gusta que esté en casa.”
Capítulo 73
El abrazo de un padre
Maya estaba en la cocina, cuando Barto apareció.

“¿Qué estás planeando Maya?”
“Voy a preparar algo delicioso, estofado de

ternera, el favorito de papa.”
El estofado que Maya preparaba sabia horrible,

pero aun así su padre se lo comía y decía que sabía
delicioso. Eso hizo que Maya los torturara con su
comida incontables veces.
Barto le quitó el cuchillo a Maya y le dijo.

“El viaje no debió ser fácil para ti, deberías
descansar.”
“Estoy bien, así que deja que cocine, que pueda

preparar la comida favorita de papá, no me he
dado por vencida, pero no se si pueda ganar esta
pelea, si muero, quiero el ultimo recuerdo que
papa tenga de mí, sea uno bueno.
“No vas a morir, así que deja de pensar en eso.”
“De igual manera, deja que cocine, hace tiempo

que no lo hago.”
Barto sabía que su padre se enfadaría cuando

viera que no había detenido a Maya, pero quizás
esa fuera la última vez que pudiera comer su
comida, así que decidió dejar que hiciera lo que
quisiera.
Ese dia lo pasaron en familia, riendo y disfrutando

como hacía mucho no lo hacían.
Cuando el día acabó, Maya fue al despacho de su

padre, el solía pasar la mayor parte del tiempo
leyendo.
“Papa, ¿Puedo pasar?”
“Por supuesto.”
Maya se acercó a él y se sentó a su lado.

“Hay algo que quiero contarte.”
Ryan al ver la cara seria de Maya dijo.
“Ya decía yo que tu visita aquí no era solo por que
me extrañabas.”
“En verdad te he extrañado, pero he de confesar

que no he venido solo por eso, estoy aquí porque
quiero saber más sobre las hadas.”
“Estuviste mucho tiempo en la tierra de las hadas,

creí que ya todas tus preguntas habían sido
respondidas.”
“No es sobre la tierra de las hadas que quiero

hablar, sino de nuestro linaje.”
“¿Qué es lo que quieres saber exactamente?”
“¿Quiero saber cómo es que nuestra familia ha

podido subsistir lejos de la tierra de las hadas?”
“Eso es por que solo somos mitad hada, por

nuestras venas corre sangre de hadas, pero
también sangre humana, es por eso que podemos
habitar entre humanos y no dependemos de la
“Papá, yo hice el juramento de servir a la reina y
até mi corazón a ella, creí que todo acabaría si la
reina me liberaba, pero estaba equivocada, el lazo
que me ata al reino de las hadas no se ha roto.”
“¿Qué quieres decir Maya?”
“Mi fuerza vital se escapa de mi cuerpo, si no

quiero morir, debo volver a la tierra de las hadas,
de lo contrario moriré.”
Ryan se quedó estupefacto, tardó unos minutos en

procesar lo que Maya le había dicho, después
sintió como si le hubieran dado un fuerte golpe en
el estómago, minutos después sintió que le costaba
respirar y tardó unos minutos más en poder
articular palabra.
“Eso no es verdad, tu no.”
Maya tomó la mano temblorosa de su padre, la

apretó fuertemente y le dijo.
“Papá, estaré bien.”
Ryan acarició la mejilla de su hija, ella siempre
había sido su pequeña, la luz de sus ojos, la sola
idea de perderla le rompia el corazon.
“Papa, ¿Quiero saber si hay alguna forma de

salvarme sin tener que volver a la tierra de las
hadas?, por eso estoy aquí, no soy la primer hada
que deja el reino, debe haber una manera de
romper mi conexión con la tierra de las hadas, de
romper los lazos que me atan a ella.”
Ryan abrazó a su hija, la abrazó con fuerza, como

si quisiera protegerla de todo lo que existía en el
mundo con su abrazo, por un momento, Maya
sintió que había vuelto a ser una niña pequeña.
“Si existe una manera de romper lo que te ata a la
tierra de las hadas, eso es algo que desconozco mi
niña.
“Pero la hija de la reina hada, ella dejo el reino,

ella..”
“Ella solo vivió dos años después de dejar la tierra

de las hadas, su vida en el mundo humano fue muy
corta.”
“¡¿Qué?!”
“Su enfermedad era incurable y nadie supo de qué

enfermedad se trataba o por lo menos eso era lo
que ponía en los libros, ella se debilitó hasta morir,
tu eres mitad humana, por eso pensé que tu
estarías bien, que no te afectaría dejar la tierra de
las hadas.”
Ryan se separó un momento para ver el rostro de
su hija. Ella se veía pálida, se veía impactada y a la
vez decepcionada.
“Mi niña, ¿Desde cuándo lo sabes?”
“Hace un año aproximadamente, empecé a

sentirme débil y enferma, un día apareció una
pequeña hada para decirme que era lo que tenia,
que debía volver a la tierra de las hadas para
recuperarme, y si me negaba moriría.”
“Entonces deberías volver.”
Maya se había negado incontables veces y en el

fondo seguia negándose a aceptar el tener que
volver a la tierra de las hadas. Pero tampoco quería
morir y le había prometido a Cassian que si no
había otra opción, ella volvería a la tierra de las
hadas..
Con la cabeza cabizbaja y lágrimas en sus ojos

respondió.
“Supongo que no tengo más opción que volver..”
Ryan le rompía el corazón ver a su hija llorando, él

la rodeó con sus brazos y le dijo.
“Lamento no haber podido ayudarte, entiendo que
no quieres volver a la tierra de las hadas, te
prometo hacer todo lo que esté en mis manos para
encontrar una manera de que rompas tu conexión
con la tierra de las hadas, no importa si tengo que
hablar con la misma reina de las hadas para que
me lo diga.”
Maya quería decirle a su padre que ya no le

quedaba tiempo, que su vida se estaba agotando
día con día y que quizás moriría pronto. Pero no
pudo decirle, al final se quedo llorando como una
niña pequeña en los brazos de su padre.
***
Enora había invitado a Abril y a Alessandro a
cenar, pero ninguno tenía nada que decir, ellos se
limitaron a comer en silencio.
“¿Les ha gustado mi reino?” Pregunto Enora

rompiendo aquel silencio incómodo.
“Si, es hermoso, ahora entiendo por que mi madre

lo amaba tanto.”
“Me gustaría mostrarte el lugar favorito de Sophia,

si quieres.”
“Por supuesto”
El silencio volvió a reinar. Al final terminaron de

cenar en silencio.
Enora se levantó de la mesa y le dijo.

“Yo me retiro, te veré mañana.”
Después de que Enora se fuera, Abril y Alessandro

no tardaron en retirarse, al llegar a su habitacion,
Abril alimento a su hija, después de acostarla en la
cuna.
Alessandro se acercó por detrás, la rodeo con sus

brazos, apoyó su barbilla en su hombro y le
preguntó mientras veía a su pequeña dormir
plácidamente en la cuna.
“¿Cuando nos iremos?”
“¿Ya quieres irte?”
“Te mentiría si dijera que no, estoy preocupado

por Cassian, no se veía muy bien cuando nos
vinimos.”
“Entonces deberíamos irnos mañana por la

mañana.”
“Habias quedado con la reina elfica, estas segura

que quieres que nos vayamos, me pareció que ella
quería pasar tiempo contigo.”
“No me emociona pasar tiempo con alguien que

ha intentado robarme a mi hija.”
“La reina usó una especie de portal para traer a
Lissana aqui, podemos pedirle que abra uno para
nosotros y podemos irnos por la tarde.”
“Eso seria mejor, Lissana aun es muy pequeña, no

quisiera exponerse a hacer un viaje con un
pergamino de teletransportación, aprovechare que
quiere verme para pedirselo.”
“Espero que todo esté bien en el palacio, también

me preocupa lo que pueda hacer tu hermana ahora
que tiene más poder.”
“A mi tambien, me pregunto ¿qué estará

planeando?”
“Quizás esté buscando las llaves del Hades.”
“Nosotros tenemos una, ¿Dónde estará la otra?”
“No tengo la menor idea, pero podría volver al

cuarto de los guardianes, preguntaré si saben algo
sobre la otra llave de la puerta del Hades.”
“Me parece bien, pero ten cuidado, No te
preocupes, no me pasara nada, ese lugar es seguro
para mi.”
Abril se recostó en el pecho de Alessandro, dio un

largo suspiro y dijo.
“Espero que todo esto acabe pronto, que no haya
nada porqué preocuparse y podamos ser felices.”
“Estoy seguro de que algún día acabará y

podremos centrarnos en ser felices. Eso es lo que
más deseo.”
Capítulo 74
Me he vuelto a enamorar
Al día siguiente, una sirvienta llegó con un ligero

vestido de gasa blanca, y varias joyas para decorar
sus brazos, cuello, cintura y piernas, también hubo
muchos adornos para su cabello.
“¿Qué es todo esto?”

Preguntó Abril un tanto desconcertada por todas
las joyas que le habían llevado.
“Es un regalo de la reina, ha pedido que lo use

hoy”
“¿Todo eso?”
“Si, la ayudaré a prepararse.”
“No lo necesito, lo haré sola.”
“La reina me ha dado una orden, no puedo

desobedecerla, su majestad..”
Abril vio que no podría ganar contra aquella
sirvienta, ella estaba decidida a ayudarla, y no
había nada que le hiciera cambiar de opinión.
Alessandro se quedó en una esquina jugando con

Lissana mientras ayudaban a Abril a arreglarse.
Alessandro estaba tan concentrado jugando con

Lissana, que no se percató que Abril ya estaba lista
hasta que se paró frente a él.
“Esta ropa es muy incómoda.”

Se quejó Abril mientras arreglaba la falda de su
vestido.
Alessandro al verla se quedó sin habla, Abril se vio

extremadamente hermosa, se vio como una
verdadera diosa. Alessandro sintió que volvía a
enamorarse de su esposa.
“¿Qué tal me veo?” Pregunto Abril un tanto

tímida, ya que el vestido que llevaba era muy
revelador, sus brazos quedaron completamente al
descubierto, y el escote era muy pronunciado, la
falda de su vestido tenía una abertura en su pierna
y subía escandalosamente. Las joyas que le habían
llevado fueron las que cubrieron un poco su piel
blanca, ya que las habían adornado con todo tipo
de joyas, Abril llevaba una fortuna encima.
“Te ves preciosa.” Respondió Alessandro aun con

la boca abierta por lo hermosa que se veía a su
esposa.
“¿Estás seguro?, siento que estoy demasiado

adornada.”
“Para nada, esas joyas sólo han aumentado tu

belleza, cuando volvamos te compraré muchas
joyas de oro y hermosas piedras preciosas para
resaltar aún más tu belleza.
Abril ya tenía una gran cantidad de joyas en el

palacio, aunque casi nunca las usaba ya que
siempre le había parecido incómodas, pero al ver
la reacción de Alessandro, decidió que las usaría
más seguido.
En esos momentos los ojos de su esposo brillaban
con emoción y amor, al parecer ella lo había vuelto
a cautivar. Una hermosa sonrisa se dibujó en sus
labios y le dijo.
“Si hubiera sabido que te gustaría tanto verme
adornada con joyas, lo hubiera hecho antes.”
“Ya debemos irnos.”

Dijo la sirvienta que había ayudado a Abril a
arreglarse, interrumpió su coqueteo.
“La reina los espera.”
Alessandro tomó la mano de Abril, mientras

sostenía a Lissana con la otra, ambos siguieron a la
sirvienta, ella los llevó por un largo pasillo hasta
un hermoso jardín, Enora estaba ahí vestida de
manera similar a Abril.
Ella llevaba un hermoso vestido de gasa azul, con

hermosas joyas decorando su cuerpo, ella
mostraba toda su dignidad de reina.
“Buenos días.”
“Buenos días su majestad.”
Respondieron Alessandro y Abril al mismo
tiempo.
Enora centró su mirada en Abril, ella se vio

hermosa con el vestido y joyas que le había
enviado, y se pareció aún más a su hermana
Sophia vestida de aquella manera, lo único que
cambió era su larga cabellera rojiza.
“He elegido bien, ese vestido te queda muy bien.”
“Muchas gracias por el vestido y las joyas, las

devolveré antes de irme.”
“No es necesario que lo hagas, el vestido y las

joyas eran de tu madre, estoy segura que ella
hubiera querido que los tuvieras tú.”
Abril se había sentido muy incomoda antes, pero

al escuchar que eran de su madre las joyas y el
vestido, la hizo muy feliz.
“Este era el jardín favorito de tu madre, deja que

te lo muestro.”
“Su majestad.” Hablo Alessandro para llamar la
atención de la reina élfica.
“¿Qué pasa?”
“Me gustaría volver a visitar la habitación de los

guardianes.”
“No tienes que pedirme permiso para hacerlo.”

Enora le dijo a la sirvienta que los había llevado
hasta ahí.
“Muestrale el camino."
Abril tomó a Lissana, Alessandro se fue con

aquella sirvienta.
“Vamonos.”
Dijo Enora mientras retomaba la marcha.
Abril la siguió unos pasos por detrás, Enora

empezó a decir.
“Este era el jardín favorito de tu madre, por eso no
he querido que cambien nada, cuando la extraño
vengo aquí, a veces me parece que me la
encontraré dando un paseo por el jardín o
cortando sus flores favoritas.”
“Es un hermoso jardín, entiendo por que le gustó

tanto.”
“Si, lo es.”
Cuando llegaron a un pequeño quiosco, Enora le

hizo señas a Abril para que se sentaran.
Sentadas bajo aquel quiosco Abril pensó que era el

momento perfecto para decir que se irían ese día y
pedirle que abriera un portal a Cosset.
Abril iba a decirle cuando Enora la interrumpió

preguntandole.
“¿Cómo está tu hija?”
“Ella está bien.”
“¿Segura?”
“Si, mi hija está bien.”
“¿Entonces su poder no ha vuelto a
descontrolarse?”
“Solo un par de veces, pero está bien.”
“Está bien de momento, pero dentro de poco tu

magia dejará de surtir efecto ella.”
“¿A qué te refieres?”
“Tu hija tiene demasiado poder y su cuerpo es

demasiado pequeño, no puede contener tanto
poder, si no haces algo pronto, su magia volvió se
descontrolara y morirá.”
“¡¿Qué?!, estás mintiendo.”
“No, no es ninguna mentira, el poder de tu hija es

demasiado grande y lo sabes, le ha puesto
limitadores, pero eso no ayudará.”
“Ella está bien, no dejaré que nada malo le pase a

mi hija.”
“Si quieres salvar a tu hija, deberás enviarla a la
tierra de las hadas, ahí el tiempo funciona de
manera diferente, tu hija debe crecer rápidamente,
esa es la única manera de salvarla.”
Capítulo 75
Un hermoso regalo
Abril acababa de recuperar a su hija, la sola idea

de tener que separarse de ella le rompía el corazón.
Ella abrazó con fuerza a su hija, y ella empezó a
llorar.
“Mi pequeña.”
“Entiendo que no quieras separarte de tu hija,

pero si la amas, la dejaras ir, ella no esta bien, asi
que no te engañes a ti misma, ¿Qué harás si su
poder se descontrola por completo?”
“Yo…”
La reina respondió ella misma la pregunta.

“No podrás hacer nada más que ver como sufre tu
hija, los mestizos son raros, pero los hijos de los
mestizos lo son aún más, tu hija tiene una mezcla
de muchas razas, humana, elfa y guardiana, su
poder es aún mayor es tan grande, que si quisiera
podría acabar con el mundo, pero tanto poder no
puede ser contenido en un cuerpo tan pequeño.”
“No quiero perder a mi hija.”

Admitió Abril mientras se aferraba a su hija.
“Debe haber otra manera de salvarla, si selló su

poder como lo hizo mi madre.”
“Si lo haces morirás, el precio para retener tanto

poder es la muerte.”
“i¿Que?!”
“Es mejor separarte de tu hija durante un tiempo

que durante toda tu vida, ¿No lo crees?”
Abril se quedó mirando a su hija, luego recordó el

sueño que había tenido hacía mucho. El sueño en
el que había una hermosa niña de cabello castaño y
ojos dorados.
La niña le sonreía alegremente y correteaba

persiguiendo una mariposa, a su lado estaba
Alessandro diciéndole lo feliz que era. Aquella niña
tenia 6 años.
“¿Los elfos pueden ver el futuro?”
“Por tu pregunta puedo ver que has heredado la

habilidad de tu madre , de ver lo que pasara.”
“Creí que tú también podrías hacerlo”
“No, eso es algo que era de mi hermana, mi poder

es un poco diferente, yo creo portales, puedo ir a
cualquier parte que recuerde con claridad, ¿Que
has visto?”
“A mi hija y a mi esposo.”
Abril acarició la mejilla de Lissana y continuó
diciendo.
“Ella tenía 6 años, ¿eso significa que vivirá hasta
los 6 años?”
“Creo que lo estás malinterpretando, ella debe

crecer hasta los seis años para que su poder se
estabilice.”
Enora posó su mirada en la niña y continuó
diciendo.
“Pero ella no tiene tanto tiempo, la única
oportunidad de vivir que tiene, es volver a la tierra
de las hadas.”
“Si hago eso, ¿Ella estará bien?”
“Creo que si.”
“Entonces me iré a la tierra de las hadas con ella.”
“No creo que sea el mejor momento para que

desaparezcas, una guerra se aproxima, tu lo debes
saber mejor que nadie.”
“¿Entonces quieres que entregue a mi hija a las

hadas?”
“Tienes una amiga hada, una que estuvo dispuesta

a pelear por tu hija, ella sería un buen guardián.”
“Ella no puede ir a la tierra de las hadas.”
“Solo te he hecho una sugerencia, lo que hagas a
partir de aquí es decisión tuya.”
Ambas quedaron atrapadas en un incómodo

silencio, Abril rompió el silencio después de un
rato.
“Debo volver a Cosset, pero el viaje puede ser muy
pesado para Lissana, podrías abrir un portal para
nosotros.”
“Por supuesto, creí que te quedarías más tiempo.”
“Kiara me mostró varios lugares de tu reino, todos

me han parecido hermosos y si fuera otro tiempo,
quizás me quedaría más tiempo.”
“Pero ese no es el caso, ¿Verdad?, se avecinan

tiempos oscuros, no hay tiempo para estar
dormidos.”
Abril odiaba admitir que era verdad, la oscuridad

fortalecía día tras día y se volvía cada vez más
difícil de vencer, y su poder ya no era suficiente
para vencerla.
“La oscuridad se ha fortalecido, esta guerra será
diferente a cualquiera que no hayamos
enfrentado.”
“Lo sé, pero esta vez todos los clanes tendremos

que estar unidos y luchar codo con codo, de lo
contrario, no quedará nada, sólo oscuridad.”
“¿Estás dispuesta a luchar a nuestro lado?”
“Que esté o no de acuerdo no importa, haré lo que

tu esposo me pida, él es el guardián.”
Abril se quedó mirando hacia la distancia,

pensando en cómo sería su vida en el futuro y
preguntándose, si algún día podría tener ese futuro
con el que había soñado.
Cuando Enora se puso en pie y le dijo.

“Cómo te irás hoy, deja que te muestre algunos
lugares que estoy segura de que Kiara no te ha
mostrado.”
Enora empezó agitar su mano y el paisaje frente a

ella cambió, un círculo mostró un lugar
completamente diferente, lo alto de un risco desde
donde se podía ver todo el reino de Arkala.
Enora lo cruzo y animo a abril para que lo hiciera,

pero ella dudo un momento si cruzar o no.
“No tengas miedo, no te haré nada, así que

sígueme.”
Abril la siguió y cruzó al otro lado, el portal que

había detrás de ella se cerró, y ella se asustó, temía
no poder regresar.
“Los portales consumen mucha energía, por eso

no puedo mantenerlo abierto, volveré a abrirlo
cuando nos vayamos, así que cambia esa cara de
susto.”
Abril se sintió un poco más tranquila con la

explicación de la reina élfica, ella centró su mirada
en lo que había frente a ella, él reino de Arkala, el
cual desde la distancia se veía muy hermoso.
Haciendo que deseara tener más tiempo para

poder conocer a detalle cada aquel lugar, pero ya
había tomado la decisión de irse y no esperaba
retractarse.
El viento soplaba ligeramente, sus cabellos se

movían al compás del viento. Por un momento la
vista de Abril se vio reducida, cuando apartó el
cabello de su rostro, vio un camafeo de oro frente a
ella.
“¿Qué es esto?” Preguntó Abril con curiosidad.
Enora lo puso en la mano de Abril y le dijo.

“Es un regalo para ti.”
“Ya he recibido muchos regalos de su majestad, no

puedo recibir otro regalo.”
“Deberías abrirlo antes de regresar.”
Abril lo abrió, en su interior había un retrato de su

madre, Abril solo había visto a su madre en sus
sueños, se alegró de por fin poder ver el rostro de
su madre.
“Sophia murió cuando tu eras solo una bebé, por
eso pensé que te gustaría conocer el rostro de tu
madre.”
“Y así es, muchas gracias, por tan hermoso

regalo.”
Capítulo 76
Vive
Alessandro entró una vez más a la habitación de

los quardianes, cuando sus ojos se acostumbraron
a la intensa luz del interior, lo primero que vio fue
el rostro de su madre, quien le esperaba con una
cálida sonrisa.
“Has vuelto más pronto de lo que creía”
“Hay algo que necesito preguntarte.”
“Entonces pregunta, para eso estoy aquí.”
Cada vez que Alessandro veía a su madre, sentía

como si volviera al pasado, al tiempo en el que ella
estaba viva y le daba sus sabios consejos.
“Es sobre las llaves del Hades, yo tengo una en mi

poder, pero no se donde esta la otra, ¿Podrias
ayudarme a encontrarla?”
“Se donde esta la otra llave que abre la puerta del
Hades, pero tú no la puedes obtener.”
“Porque ambas llaves no pueden reunirse, por eso

las llaves fueron separadas, cuando están juntas la
oscuridad las rodea y los que están a su alrededor
terminan siendo afectados por ella, así que no
intentes buscarla Lessan, no lleves la oscuridad a
nuestro reino.”
“Pero si me dices donde está, podría intentar

protegerla y..”
“No podras, el lugar en el que se encuentra la

segunda llave es muy peligroso, es mejor que se
mantenga donde está.”
“Pero…”
“Lessan, las puertas del Hades serán abiertas, no

importa lo que hagas, no podrás evitarlo, porque es
algo que ya está escrito, lo que no está escrito es el
final, lo que ocurra después de que las puertas se
abran, eso es lo que puedes cambiar.”
Alessandro apretó los puños con fuerza, hasta que

sus nudillos quedaron blancos por la presión.
Soleia puso su mano encima de la de él, como si

quisiera sostenerla, pero no podía ya que no poseía
un cuerpo fisico.
“Lessan, entiendo como te sientes, lo frustrado
que debes de sentirte en este momento, pero no
hay cosas que no podemos evitar, cosas que son
necesarias que ocurran, así que no intentes
evitarlo, el destino corre en una línea y aunque
intentes irrumpir su camino, encontrara otra
forma de seguir, no sirve de nada intentar
engañarlo, por que lo que ha de ser, será.
Alessandro se quedó mirando a su madre y le

preguntó.
“¿Tu muerte y la de mis hermanos también
forman parte de ese destino?”
“Aunque te parezca cruel, así es, nuestras muertes
eran parte de ese destino, para que tu y tu esposa
pudieran encontrarse.”
Alessandro se quedó en silencio, sintiéndose

culpable, por la muerte de su familia.
“No te sientas culpable por nuestras muertes

Lessan, como he dicho, el destino no es algo que
podamos cambiar, excepto en algunos momentos.
“¿Y esa excepción es la abrir las puertas del

infierno y dejar salir todo los demonios que en ella
habitan?”
“Así es, porque cuando llega el fin de un mundo,

es ahí cuando puedes crear uno nuevo, es ahí
cuando puedes crear tu propio camino y desafiar al
destino.”
“Supongo que no hay nada que pueda hacer en

estos momentos entonces.”
“No, en estos momentos disfruta de tu familia

mientras puedas y prepárate para lo que vendrá.”
“Entonces eso haré.”
****
Maya estaba sentada en el pequeño jardín de su

padre, las rosas estaban en plena floración y había
un dulce aroma en el aire. Ella cerró los ojos y se
quedó disfrutando de ese momento; la cálida brisa
que corría por el jardín revolvió sus cortos cabellos
y el cantar de las aves alegró su oído, Maya estaba
tan absorta en aquel momento, que no se dio
cuenta cuando su padre se sentó a su lado hasta
que escucho su voz áspera que decía su nombre.
“Maya.”
“¡Papá!, ¿Cuando llegaste?”
“Hace un instante, ¿Que haces?”
“Disfruto de esto.”
“Los jardines del palacio deben ser aún más

hermosos.”
“Si, pero este tiene algo especial, este lo has creado
tú, aquí las rosas son más dulces, sus colores son
más vivos y pareciera que todo brilla aún más,
incluso los pájaros cantan más bonito.”
Maya se recostó en el hombro de su padre y
continuó diciendo.
“Me encanta estar aquí.”
“A mi también me encanta, aunque a Barto le

parece una tontería, este lugar, este jardín y estar
con ustedes es lo que me hace sentir en casa."
“En realidad, a mi también y me recuerda a la

“Las hadas tenemos más afinidad con la

naturaleza, es por eso que nos gustan tanto los
jardines, aunque a ti y a tu hermano eso nunca les
interesó demasiado.”
“Es verdad, yo prefería los libros y Barto..”

Aquel comentario le arrancó una carcajada a
Maya.
“Tu hermano siempre ha estado loco por el oro, a
veces creo que es una parte duden y no hada.”
“Tienes toda la razón.”
“A ti te debe haber cambiado la tierra de las

hadas.”
“Así es, desde que volví, siento que algo ha

cambiado dentro de mi, como si todo fuera
diferente.”
“Deberías volver a la tierra de las hadas, si lo

haces tu vida será larga.”
“Si vuelvo, no podré regresar nunca más, no creo

que la reina me deje ir nuevamente.”
“Esa mujer es una tramposa, seguro encontrara la

manera de impedir que vuelvas, pero aun así,
aunque no pueda volver a verte prefiero eso que
verte morir.”
Maya levantó su cabeza y miró a su padre y le dijo.
“Pero si nunca me ves, es como si ya estuviera
muerta.”
“Entiendo que pienses de esa manera, pero te

aseguro que no es lo mismo, cuando mueres sabes
que todo acabó, pero mientras haya vida hay
esperanza Maya, así que no sigas dudando, ve a la
tierra de las hadas cuando sientas que ya no tienes
fuerzas y vive.”
Ryan tomó una rosa de uno de los arbustos que
había a un lado, la puso en el cabello de Maya y le
dijo.
“Eres mi hermosa e inteligente hija, estoy seguro
de encontraras la manera de engañar a la reina
hada y encontrar la manera de volver.”
“¿Y si no lo logro?, ¿Si me quedo atrapada en ese

lugar y nunca más puedo volver a verlos?”
“Si veo que tardas demasiado, entonces yo iré y te

ayudaré a encontrar una manera de huir.”
“Si vas a la tierra de las hadas tendrías que jurar

lealtad a la reina hada, perderías tu libertad.”
Y Maya sabía que la libertad era lo que su padre
más amaba.
“Si es el precio que tengo que pagar para salvar a

mi pequeña, lo haré.”
Maya abrazó a su padre y le dijo.

“Gracias papá, por darme el valor que me faltaba.”
“Siempre podrás contar conmigo, así que nunca lo

olvides, cuando me necesites o te sientas sola,
llámame, y yo iré.”
Capítulo 77
La marca de matrimonio
Cuando Alessandro salió de la habitación de los

guardianes, se encontró a Dantriel apoyó en la
pared del frente.
“Por fin apareces.”
“He estado mucho tiempo ahí dentro?”
“Ya es más de medio día.”
“¿Sabes dónde está Abril?”
“No está en el palacio.”
Cuando Dantriel dijo eso, Alessandro se preocupó

y le preguntó.
“¡¿Dónde está mi esposa?!”
“La reina se la ha llevado a conocer un lugar, pero

no te preocupes, ella está bien, volverá antes del
anochecer.”
Sin Abril ahí, Alessandro no supo qué hacer,
Dantriel pareció percatarse de lo perdido que
sentia sin Abril y sin su hija, y le dijo.
“¿Quieres ir a comer algo?”
“Si.”
Dantriel empezo a caminar, se giró un momento al

ver que no le seguía y le llamo.
“Sigueme, conozco un buen lugar para comer.”
“Preferiria esperar a que Abril regrese.”
“Ellas tardarán en volver, ¿Piensas quedarte todo

el día mirando la pared hasta que vuelvan?”
“Supongo que no es una buena idea.”
“Su majestad dijo que llevaría a Abril a visitar

varios sitios y después harían un picnic, es una
tontería que te quedes esperando a que regresen.”
Alessandro empezó a caminar, aunque no quería
irse, decidió hacer lo que Dantriel le estaba
sugiriendo.
“Camina, yo te sigo.”
“Buena elección.”
Dantriel retomó la marcha y Alessandro lo siguió
en silencio unos cuantos pasos por detrás.
Cuando Alessandro vio que se dirigian a la salida

del palacio, preguntó.
“¿A dónde me llevas?”
“A comer, ya te lo he dicho.”
“¿Saldremos del palacio?”
“Si, me siento sofocado si me quedo todo el dia

aqui.”
“No quisiera irme, quiero estar aqui cuando Abril

vuelva.”
Ethan apareció ante ellos, los saludo.

“Hola, ¿Estan solos?”
“Si, Abril está con la reina.”
La decepción se vio reflejada en el rostro de

Ethan, al parecer él había esperado verla ese día.
Algo que a Alessandro no le gusto, pero como sabía
que su interés no era en Aby realmente, si no en su
madre Sophia, no dijo nada.
“Ibamos a por algo de comer. ¿Quieres

acompañarnos?”
“Por supuesto.”
Acepto, Ethan sin ninguna emoción.
Ellos siguieron caminando unas cuantas calles

más hasta llegar a un restaurante. Cuando
entraron fueron recibidos respetuosamente. Todos
se levantaron e inclinaron sus cabezas, hasta que
ellos fueron llevados a su mesa en la segunda
planta, donde podian ver todo lo que acontecia en
la primera planta.
Varias jóvenes hermosas se acercaron y les

sirvieron una bebida en unos pequeños cuencos y
dejaron una tetera en medio de la mesa Dantriel se
quedo en silencio bebiendo, Alessandro hizo lo
mismo ya que no tenia nada mas que decir, fue
Ethan quien rompió aquel silencio incomodo al
preguntar.
“¿Abril está bien?”
“Si.”
“Me alegro de que así sea, espero verla antes de

que se vayan.”
“No iremos esta noche, asi que no creo que sea

posible.”
“¡Creí que se quedarían unos días más!”
“Estoy preocupado por mi reino y por lo que

puedo hacer Cira en mi ausencia.”
“Ya veo.”
Alessandro al ver la cara de decepción de Ethan se

quedó en silencio sin poder negar lo que
Alessandro estaba diciendo, ya que era de esa
manera, cuando él se había enterado de que el
espíritu de Sophia había tomado el control del
cuerpo de Abril el deseo volver a hablar con ella.
Alessandro le dio un sorbo a su bebida y continuo

diciendo.
“Ella ya está muerta y aunque tome prestado el
cuerpo de Aby en algunas ocasiones, eso no
significa que ella vaya a volver, asi que no lo
esperes, su vida ya termino, ella no volverà a tener
otra vida.”
Ethan se bebió su bebida de golpe y respondió con

gran ironía.
“Eso ya lo sé, sé que ella ya está muerta, se que no
volverá però sigo sin poder olvidarla, no importa
cuantas veces me diga que ella está muerta, mi
corazón sigue sin querer escucharme.”
Alessandro entendía perfectamente como se sentía

Ethan porque sabía lo que era amar a alguien más
allá del razonamiento.
Después de unos cuantos tragos, les llevaron la

comida, había varios platillos, pollo, carne y
verduras. Todo se veia delicioso, Alessandro le dio
un bocado a la came, era suave y se deshacía en su
boca, él estaba maravillado con aquel gran festín
cuando, Dantriel le preguntó.
“¿Qué piensas hacer cuando vuelvas a tu reino?”
“Aún no lo se.”
“Crei que habias encontrado las respuestas que

buscabas en la habitación de los guardianes.”
“Siento que solo me he quedado con más

interrogantes que antes, al parecer solo puedo
esperar a que las puertas del Hades se abran.”
Alessandro clavó el cuchillo en su carne, con tal
fuerza que hizo vibrar la mesa.
“No puedo hacer nada, para evitar que las puertas
del infierno se abran.”
Dantriel le dijo.
“Si sabes que no puedes evitarlo, no deberías
martirizarte por ello, vive el ahora y deja de
preocuparte por el mañana.”
Alessandro relajo un poco su mano, la cual estaba
blanca por sujetar con tanta fuerza el cuchillo.
“Supongo que tienes razón”
****
Maya fue a la taberna, ella quería despedirse de

todos sus amigos antes de irse, ya que no sabía si
alguna vez volvería a verles.
Mientras, todos le dieron cálidos abrazos y

bromeaban con ella , excepto Leo, él se había
quedado en una esquina observando con cara
seria. Maya se acercó a él y le preguntó.
“¿Que te pasa? ¿Por qué la cara seria?”
Leo se quedó mirándola fijamente, tardó unos

minutos en responder.
“No tienes buena cara.”
“Lamento no verme bonita para ti.”

Bromeo Maya, pero la cara seria de Leo no
cambio.
“¿Estás enferma?”
“Estoy bien, Leo.”
“Eso no es verdad, estas mal y el despedirte de

todos, me comprueba la gravedad de tu salud.”
“A veces me sorprende lo observador que puedes

llegar a ser, hace un buen dia, deberiamos ir a dar
una vuelta, como lo hacíamos antes.”
Leo seguía con su cara seria, pero la siguió,

cuando salieron de la taberna ella respiro
profundamente, hacia un excelente dia para dar un
paseo.
Mientras caminaban por las calles, Maya se

detuvo en varios de los puestos, en algunos compró
comida, en otros fruta y en otros algunos dulces.
Ella le iba entregando todo a Leo, cuando Maya se

detuvo en una tienda de accesorios Leo le dijo.
“No pienso cargar nada más.”
Después de probarse un sombrero, Maya lo dejo

donde estaba y continuo su camino.
“¿No piensas decirme que es lo que tienes?, Crei
que me habías hecho salir para que los demás no
nos escucharan.”
“No, solo quise salir a dar una vuelta y recordar

buenos tiempos.”
“¿Te aburriste de la vida de lujo junto al

principito?”
“Quizás un poco.”
“¿Entonces por qué no vuelves?”
“Tampoco he dicho que no quiera estar con

Cassian, es más, he pensado en casarme.”
“¡¿Lo dices en serio?!
“Si, ¿Por que te sorprende tanto?”
“Siempre rechazaste el matrimonio.”
“Eso era por que no habia encontrado a la persona

correcta.”
“¿Ya se lo has dicho a tu padre y a tu hermano?”
“Aún no, se los diré esta noche, eres el primero al

que se lo digo.”
“¿Por qué?”
“No lo sé.”
Maya se sentó en una banca que había en una
pequeña plaza y se quedó mirando cómo los niños
jugaban.
“¿Estás embarazada?”
Preguntó Leo de golpe.
“Claro que no, bueno, no lo creo.”

Maya había estado sintiendo náuseas, pero
desestimó la idea ya que debía ser por el viaje.
“¿Por qué lo preguntas?”
“Es que me cuesta creer que te vayas a casar.”
“Me casaré porque quiero estar unida de todas las
maneras posibles a la persona que amo.”
Maya miró su mano izquierda y dijo.
“Quiero tener la marca de matrimonio en mi
mano y recordar que no estoy sola.”
“Podrías usar un anillo, no necesitas una marca de

matrimonio para eso.”
“Las marcas de matrimonio forjan un vínculo más

profundo, así que la quiero.”
“¿Sabes que la marca de matrimonio te une a esa

persona para siempre, ¿verdad?”
“Lo sé, es una marca que no se quita con nada,

solo con la muerte, es por eso que la quiero.”
Capítulo 78
La maldición de los hermanos
Maya siguió paseando con Leo por la ciudad,

cuando regresaban a la taberna Leo se detuvo,
tomó la mano de Maya haciendo que ella también
se detuviera y le dijo.
“Espero que vuelvas pronto.”
“Yo también, espero poder volver pronto.”

Cuando lo dijo, no fue una mentira,
verdaderamente deseaba poder volver a la ciudad
en la que había crecido.
Leo la soltó al escuchar la sinceridad en las

palabras de Maya.
“Cuando vuelvas, repitamos esto.”
“Espero que la próxima vez no me detengas

cuando visite las tiendas, porque pienso comprar
muchas más cosas de las que he comprado ahora y
tendrás que cargar con todo.”
“Supongo que tendré que soportarlo.”
Maya le sonrió y continuó caminando. Leo se
quedó mirando la pequeña espalda de Maya
mientras se alejaba, él había estado ciegamente
enamorado de ella desde que tenia memoria y
aunque le dolía que ella no estuviera con él, la
amaba demasiado como para retenerla, ella había
tomado la decisión de casarse y deseaba de todo
corazón que fuera feliz, aunque no fuera con él.
Maya dio media vuelta al ver que Leo no la seguía

y le preguntó.
“¿No vienes?”
“Si, ahora voy.”
Cuando Maya volvió a la taberna, se despidió de

Leo y fue a buscar a su hermano.
Barto estaba en su oficina, él estaba hablando en

un tono fuerte, pero al no ver nadie más en la
habitación, ella pensó que estaba hablando solo.
“Barto, ¿Puedo pasar o interrumpo tu importante
conversación contigo mismo?”
“Pasa y no estoy hablando solo.”
La pequeña pixie apareció de repente, Maya al

verla no pudo evitar mostrar su cara de desprecio.
“¡¿Qué haces tú aquí?!”
“Me ha enviado la reina hada, debo seguirte a

todas partes hasta que decidas volver a la tierra de
las hadas.”
“Pues tienes mucho valor, para aparecer ante mi,

ya que aun sigo muy molesta contigo.”
Dijo Maya mientras hacía el ademán de atraparla.
“A pesar de ser tan pequeña, tienes una gran boca,
debería cocerla para que no vuelvas a abrirla..”
“Yo solo quiero ayudar, si no decides volver

morirás.”
“Ya para con eso, tu vocesilla diciendome que

vuelva a la tierra de las hadas se esta convirtiendo
en una verdadera tortura, a veces me pregunto si
esa fue la intencion de la reina al enviarte
conmigo.”
“Que grosera eres, la reina solo se preocupa por ti,
ella te tiene aprecio aunque no lo creas.”
“Si eso fuera como dices, su oferta no sería

tenerme atrapada en la tierra de las hadas hasta
que muera.”
“Tu no lo entiendes.”
“Es verdad no lo entiendo y tampoco quiero

entenderlo, así que desaparece, porque si te atrapo
hoy, si te aplasto como a una uva.”
La pixie le saco la lengua y le dijo antes de

desaparecer.
“Eres una amargada, si quieres morir hazlo de una
maldita vez.”
“¡Esa maldita pixie!, la haré papilla cuando la

atrape.”
“No te detendré, esa pequeña hada es insufrible.”
Maya se recostó en el sofá que había en la

habitación, Barto se sentó a su lado y le dijo.
“Papá me contó sobre su conversación ¿Qué
piensas hacer ahora?”
“Hum supongo que volveré a la tierra de las hadas,

se lo prometí a Cassian.”
“¿Entonces por qué no se lo dices a esa pequeña

hada para que te deje en paz?”
“Porque no pienso darle el gusto de aceptar que

volveré, de todas formas no pienso hacerlo ahora,
volveré cuando sienta que no puedo más.”
“De momento estoy bien, Abril me ayudó con su

magia, mientras pueda mantenerme como ahora,
no pienso volver, además pienso casarme, tengo
una boda que preparar.”
“¿Qué? ¡¿Cómo que vas a casarte?!”
“Tal y como lo escuchas.”
“¡Creí que odiabas el matrimonio!”
“No es que lo odie, nunca pensé que podría llegar
a casarme, así que lo descarte por completo, pero
ese ya no es el caso, así que quiero casarme.”
“¿Aun cuando quizás no puedas volver a verlo si

vas a la tierra de las hadas?”
“Si, y a Cassian también le pareció bien.”
“Ustedes dos están locos.”
“No estamos locos, solo enamorados, tanto que

queremos unir nuestras vidas, dejar de ser dos
para volvernos un solo ser, tu deberías entenderme
mejor que nadie deberías entender lo que se siente
querer atar tu vida a la persona que amas, aun
cuando no puedas tenerla cerca.”
“¿Se lo dirás a papá?”
“Si, pienso decírselo antes de irme.”
“Quizás a papá no le agrade lo que piensas hacer,

después de saber lo que te espera.”
“Lo sé, pero así como me dijo él, que haría hasta lo
imposible por estar conmigo si lo necesitaba, así
mismo me lo ha prometido Cassian y creo en él.”
“Al parecer esa ya es una decisión tomada.”
“Así es, así que solo asiste a mi boda cuando te

envíe una invitación.”
“Eso no tienes ni que pedirlo, en ese día tan

importante, ahí estaré para ti.”
“Si algún día logras casarte con tu bella elfa,

espero poder estar ahi para ti.”
“Yo también espero que así sea, aunque mi

relación es un poco complicada, el ser de razas
diferentes nos impide estar juntos.”
“Tú no puedes estar con la persona que amas por

ser de razas diferentes y yo porque me muero, al
parecer no tenemos buena suerte en nuestras
relaciones.”
“Es verdad, quizás no seamos buenos eligiendo.”
“No creo que sea un problema de elección, creo

que nuestros problemas van más allá de eso,
quizás alguien no ha echado un maleficio, uno que
impide que podamos estar con la persona amada.”
Barto se rió y le dijo.

“Pues habrá que hacer algo para romper esa
maldición.”
“Si tu encuentras la manera de lograrlo primero,

dimelo.”
“Si encuentro la manera de vencerla, serás la

primera en saberlo.”
Capítulo 79
Reino humano
Cuando Abril volvió al palacio, la reina le dijo a

uno de los sirvientes.
“Busca al rey humano y tráelo ante mi.”
Mientras esperaban a que Alessandro llegará,

Enora le dijo mientlas señalaba a Lissana.
“Deberías pensar detenidamente en lo que te dije,
su cuerpo no podrá soportar tanto poder por
mucho tiempo.”
“Lo haré.”
Faltaba poco para irse, y aun había una cosa que
Abril no había podido preguntar.
“Tengo a una amiga, es mitad hada, ella se está
muriendo, intente curarla con mi magia de
curación, pero no funciono.”
“Supongo que hablas de la chica de cabello negro

que estuvo cuidando de tu hija.”
“Así es.”
“Vi algo raro en ella, ahora entiendo que era, se

está muriendo.”
“¿Conoce alguna manera de ayudarla?”
“El estar cerca de tu hija le ayudara, pero sera solo

algo temporal, cada especie tiene sus
enfermedades, si no puedes curarla, ella debería
volver a la tierra de las hadas, en ese lugar suelen
tener más poder, en su reino, además puede que la
reina sepa como curarla, aunque no lo parezca, es
muy vieja, si alguien sabe que es lo que tiene, debe
ser ella.”
“Gracias.”
“Lamento no ser de mucha ayuda.”

Enora le hizo señas a uno de los sirvientas, ella se
acercó con una bandeja en la que había varios
frascos, de diferente colores, solo uno de aquellos
frascos, pudo reconocer Abril, era el mismo que le
había dado Ethan.
“Esto es un presente para ti, los elfos con magia de
anulación, no podemos usar muchas cosas para
curarnos, estas pociones te ayudarán para curar
más rápido y aumentar tu magia si la agotas, pero
procura usarlas solo cuando sea estrictamente
necesario, son muy difíciles de conseguir.”
“Gracias”
“Ten mucho cuidado y si algún día necesitas mi

ayuda, no dudes en pedirmela.”
“Se que no te agrado y que haces todo esto por mi

madre, pero aun así, te lo agradezco.”
“No es que no me agrades, solo me cuesta asimilar

lo diferente, lo antinatural.”
“Lo entiendo.”
Alessandro apareció, Abril se sintió feliz al verlo,

desde que había vuelto no quería volver a
separarse de su familia ni siquiera por poco
tiempo.
El la rodeó con su brazo y le preguntó.
“Todo bien.”
“Si, todo está bien.”
Enora preguntó.
“¿Cómo te fue en la sala de los guardianes?”
“Crei que ellos sabrían decirme donde esta la otra

llave del Hades, pero me dijeron que las dos llaves
no deben estar juntas, que sería peligroso.”
“Yo tambien lo pienso, lo mejor es que ambas

llaves estén lejos y si es posible que la llave que
falta, nunca aparezca.”
“Mi hermana Cira, no descansará hasta

encontrarla.”
“Entonces, solo queda prepararse para lo que

vendrá y resguardar la llave que está en su poder.”
“Eso haremos.”
Enora se dirigió a Alessandro.
“Eres un guardian, si necesitas a los clanes,
estamos obligados a ayudarte, no lo olvides."
“No lo hare.”
“Supongo que no se quedarán a la cena.”
“Supones bien, solo queremos volver a casa.”
“Entonces abriré un portal para ustedes.”
Enora iba a abrir el portal cuando Kiara apareció

de pronto diciendo.
“Madre, espera por favor.”
“¿Qué pasa Kiara?”
“¿Podemos hablar un momento?”
“¿Y tiene que ser ahora?”
“Si, tiene que ser ahora.”
“Está bien.”
“Si puede ser a solas.”
“Ahora vuelvo.”
Dijo Enora mientras se alejaba con Kiara detrás de
ella.
Cuando salieron de la habitación, Enora preguntó.
“¿Qué pasa Kiara?”
“Dejame ir con ellos.”
“No, no dejaré que vayas con los humanos.”
“¿Por que no?”
“Porque no.”
“Piensas que cometeré los mismos errores de la tía

Sophia, ¿Es por eso que me prohibes ir al reino
humano?”
“Solo no quiero verte sufrir, además no entiendo

como para que quieres ir con ellos.”
“Quiero ayudar, una guerra contra la oscuridad
está por comenzar, quiero ayudar con mi poder,
quiero apoyar a mi prima.”
“No estoy de acuerdo con que vayas con ellos.”
“¡Mama!”
“Pero te conozco y sé que terminarás haciendo lo

que quieras, así que no te impediré que vayas.”
“¡¿De verdad?!”
“Si, pero te pediré que tengas mucho cuidado

mientras estés ahí.”
“No te preocupes, se cuidarme muy bien.”
“Tendras que preparar tus cosas ellos quieren irse

ahora.”
“No te preocupes, ya tengo todo lo que necesito

aqui mismo.”
Dijo Kiara mientras señalaba su bolsa.
“Ahora tendrás que convencerlos a ellos para que
te lleven, pero dudo que les haga gracia que vayas
con ellos.”
“No te preocupes, estoy segura que no se

negaran.”
Cuando volvieron a la habitación en la que se

encontraban Alessandro y Abril. Kiara les pidió
que le permitieran ir con ellos, como ninguno se
opuso, Enora no dijo nada más para impedirle a
Kiara que se fuera al reino humano.
Enora abrió el portal que conducía al reino de

Cosset, directamente a la habitación de Alessandro
y Abril.
Antes de que atravesaran el portal, Enora les dijo.

“Dejo a mi hija en su cuidado.”
A lo cual Alessandro respondió.

“No se preocupe, cuidaremos bien de ella.”
Alessandro, Abril y Lissana cruzaron el portal al
mismo tiempo Kiara se giró para ver a su madre
antes de cruzar, Enora le dijo.
“Cuidate Kiara.”
Ella sonrió y respondió.

“Hasta pronto mamá.”
Kiara cruzó el portal, e inmediatamente se cerró,

Dantriel que había permanecido en una esquina, se
acercó a Enora y le dijo.
“Me sorprende que la hayas dejado ir.”
“No hubiera servido de nada impedírselo, ella

siempre termina haciendo lo que se le dé la gana,
solo espero que no haga ninguna locura mientras
está fuera.”
“Es una chica inteligente, seguro estará bien.”
“Eso espero.”
Capítulo 80
Una invitada en el palacio
Después de que se cerrara el portal, Abril no pudo

evitar preguntarle a Kiara.
“¿Por qué decidiste venir con nosotros?”
“Hay algo que tengo que hacer aquí, y me es muy

difícil salir de Arkala ya que mi madre me vigila
todo el tiempo, por eso le pedí venir con ustedes,
además, también poseo magia de luz, puedo ser de
ayuda.”
“Te debo una, tú cuidaste de mi hija, asi que

sientete como en tu casa.”
“Muchas gracias, pero no pienso quedarme mucho

tiempo, como mencioné antes, he venido porque
hay algo que tengo que hacer.”
“Pediré que te preparen una habitación, si

necesitas algo no dudes en pedirlo.”
Le dijo Alessandro.
“Iré a decir que hemos vuelto, también pediré que

nos preparen la cena, enseguida vuelvo.
Alessandro le dijo a Abril y le dio un beso antes de
salir de la habitación.
Una vez solas, Kiara dijo.

“Tienes una hermosa familia, me alegra ver que
has podido volver, que hayas hecho cambiar a mi
madre de parecer.”
“No creo haber sido yo la que la hizo cambiar de

opinión, si no mi madre.”
“Quizás tengas razón, mi madre siempre se sintió

culpable por haber desterrado a la tia Sophia, creo
que está intentando enmendar eso contigo, por
favor no la odies por lo que hizo.”
Aunque Abril seguía molesta por la manera en la

que se habían llevado a su hija, ella debía admitir
que había sido gracias a la reina élfica, que su hija
seguía con vida.
“No la odio, pero no puedo negar que aun sigo
molesta por lo que hizo, por el mal rato que me
hizo pasar.”
“Lo entiendo, eso no es algo fácil de olvidar,

debiste estar desesperada al perder a tu hija.”
“Si, como nunca antes lo estuve, no hay nada peor

que perder a un hijo.”
Lissana estaba jugueteando con los collares que

Abril llevaba, ella parecía estar bien, lo cual alivió
un poco la pesada carga que Abril tenia en sus
hombros.
“Tu hija tiene mucho poder, demasiado diría yo,

aun niño de 6 años que es la edad cuando la magia
despierta, puedes decirle que cómo controlar su
magia, enseñarle a usarla correctamente, pero no
puedes hacer eso con una bebé, así que ten
cuidado.”
“Ya lo sé, por eso estuve conteniendo su magia.”
“Eso no es recomendable, si no libera su poder

será aún peor y ella podria.."
“Lo se, ella podría morir, por eso pensé en dejar

de hacerlo, pero como dijiste, cuando ella usa su
poder descontroladamente, termino usando mi
magia por temor a que termine lastimándose.”
“Y es por eso que deberías pensar detenidamente

en lo que harás con ella, debes pensar en su
bienestar.”
Alessandro volvió a la habitación, pero no lo hizo

solo, Cassian iba con él.
“Aby, Lissana, gracias al cielo que están bien y que

han vuelto a casa.”
Cassian al ver que había alguien más en la
habitación, una hermosa chica rubia de ojos
dorados, no pudo evitar preguntar con cierta
desconcierto.
“¡¿Quién es ella?!”
“Ella es Kiara.”
Respondió Abril, sin aclarar la interrogativa de
Cassian, pero en eso, ella misma se presentó ante
él.
“Soy Kiara Babette, princesa elfica del reino de
Arkala, prima de Abril.”
“¿Qué hace la princesa elfica aqui?”

Preguntó aún más consternado que antes.
A lo cual Kiara respondió.

“Tengo algo que hacer en el reino humano, ¿Quien
eres tú para preguntar que hago aqui?”
“Me llamo Cassian, soy el hermano de

Alessandro.”
“¡Así que también eres un guardián!”
“¿Que? Soy un principe no un guardia.”
“Dije guardián, no guardia, supongo que tu

hermano tendrá muchas cosas que explicarte.”
“¿De qué habla Alessandro?”
“Te lo explicaré después, lo único que debes saber

ahora, es que ella es nuestra invitada, así que cuida
de ella y ayudala en lo que necesite.”
“En estos momentos solo quiero mi habitación,

¿me puedes llevar?”
Alessandro dijo.
“Hay una sirvienta fuera, ella te guiará a tu
habitación.”
Kiara se dirigió a la puerta y dijo antes de irse.

Una vez solos, Cassian preguntó

“¿Por qué la han traído con ustedes?”
“Porque nos lo ha pedido, ella nos ayudó mucho

mientras estuvimos en el reino élfico, así que no
podíamos negarnos.”
Alessandro puso su mano sobre el hombro tenso y
rigido de su hermano y le dijo.
“Después te contaré a detalle todo lo que ha
ocurrido, ¿Tu como estas?”
“Estoy bien.”
Cassian se veía cansado y demacrado, en su rostro
reflejaba palidez.
“Pues no te ves nada bien, ¿Ha ocurrido algo

mientras estábamos fuera?”
“No, todo está bien, me alegra ver que ya están de

vuelta.”
Abril al no ver a Maya pregunto.

“¿Maya se encuentra bien?”
“Ella no se encuentra en el palacio en estos

momentos, ha ido a visitar a su padre.”
Al escuchar que Maya había ido a visitar a su

padre, Abril se sintió un poco más tranquila, ya
que eso significaba que ella se encontraba bien,
aunque solo fuera de momento, pero Abril pudo
notar la preocupación en el rostro de Cassian, su
aspecto demacrado debía de deberse a la
preocupación, ya que no podía estar junto a Maya.
“Debéis estar cansados, lo mejor será que me vaya

y los deje descansar, ya nos pondremos al dia
mañana.”
Dijo Cassian mientras acariciaba la cabeza de
Lissana.
Alessandro le dijo antes de que se fuera.

“Gracias por cuidar del palacio en mi ausencia.”
“No tienes porque agradecerlo, en parte también

es mi obligación aunque en estos momentos no
constente el título de príncipe, eso no cambia el
hecho de que lo sea.”
“Aun asi gracias por siempre estar ahí cuando lo

necesito.”
Cassian le dedicó una leve sonrisa y salió de la

habitación sin decir nada más.
Alessandro se acercó a Abril y le explicó su
preocupación mientras tomaba a Lissana en
brazos.
“Cassian se veía muy extraño, ¿No lo crees?”
Aunque Abril había prometido compartir todo con

Alessandro y no volver a omitir información, lo
que estaba pasando Cassian era algo que a ella no
le concernia decir. Así que solo respondió.
“No te preocupes, seguro es cansancio.”
Capítulo 81
Tiempo en familia
Abril se sentía incómoda con tantas joyas encima,

se las quitó todas, menos el colgante con el retrato
de su madre que la reina le había dado. Cambió el
ostentoso vestido por un cómodo camisón.
Después volvió al sofá donde se encontró

Alessandro jugando con Lissana. El pensó que al
volver a casa, se vería más tranquila, pero no fue
asi.
“¿Qué pasa Aby?, Te ves preocupada.”
“Es sobre Lissana, hay algo que debo contarte.”
Alessandro al escuchar el tono tan serio con el que

Abril estaba hablando, empezó a preocuparse.
“¿Qué pasa Aby?, me estás preocupando.”
“La reina élfica me dijo algo que me preocupo, es

sobre el enorme poder que tiene Lissana, al
parecer su pequeño cuerpo no puede con tanto
poder.”
“¿Y eso que quiere decir?”
“Lissana debe crecer más rápido, para que así

pueda controlar su poder.”
“Pero eso es imposible.”
“En realidad no lo es, en el reino de las hadas el

tiempo funciona de manera diferente, si la
enviamos ahi, ella tiene más oportunidades de
sobrevivir.”
Alessandro abrazo a su hija, rodeando sus brazos

alrededor de su pequeño cuerpo como si quisiera
protegerla del peligro..
“¡¿Nuestra hija se está muriendo?!”
“No, pero tanto poder, podría terminar

destruyendo su pequeño cuerpo.”
“¡¿Entonces tenemos que dejar a nuestra hija con

las hadas?!”
“Aunque yo también odio la idea de separarme de
mi pequeña, lo odio con cada ápice de mi ser, pero
más odio la idea de perderla para siempre.”
“Ella es muy pequeña, ella puede olvidarse de

nosotros si está mucho tiempo lejos de nosotros.”
“Eso no pasará, iremos a visitarla, nos

aseguraremos de que ella no nos olvide.”
Alessandro acarició la cabeza de Lissana.

“Ella estará bien, ¿verdad?”
“Si, ella estará bien, nos encargaremos de que así

sea.”
Alessandro pasó su brazo por los hombros de

Abril, los tres quedaron atrapados en un abrazo.
“Si, nos encargaremos de que así sea.”
Después de cenar, Alessandro y Abril se fueron a

dormir, dejando a Lissana al medio, era su manera
de protegerla de todo peligro y de sentir que
estaban más cerca.
Abril se quedó dormida rápidamente al igual que
Lissana, ambas parecían agotadas.
Alessandro fue el único en quedarse despierto,

habían tantas cosas en su mente, que le fue
imposible conciliar el sueño. Su amada familia de
la cual no quería volver a separarse, parecía estar
desatinada a no estar junta.
El se quedó mirando el rostro dormido de su

esposa e hija, y pidió a Dios de los cielos, que
protegieran a su familia y no se los fuera a quitar.
A la mañana siguiente, Abril fue la primera en

despertar al escuchar el llanto de su bebé, ella se
levantó y llamó a una de las sirvientas que le
llevara la leche para Lissana.
Mientras paseaba por la habitación con su

pequeña, para calmar su llanto, vio que Alessandro
se movía inquieto en la cama, parecía estar
teniendo una pesadilla, ella se acercó a la cama,
puso su mano sobre su hombro, lo movió
ligeramente hasta despertarlo, Alessandro tenía la
respiración agitada y en sus ojos pudo ver el miedo
reflejado.
“¿Qué pasa Lessan?, ¿Estas bien?”
“Si, solo tuve una pesadilla.”
Abril acarició suavemente el hombro de

Alessandro y le dijo.
“Todo está bien Lessan.”
Alessandro tomó la mano de Abril, su calidez lo

reconfortó. Le hizo darse cuenta que lo que había
soñado no era real, que la cálida mano que lo
sostiene si lo era.
“Si, lo sé.”
***
Maya se había levantado muy temprano, había

planeado hacerle el desayuno a su padre antes de
irse, ya que el dia anterior no había tomado en
buen agrado la noticia de su boda con Cassian, al
parecer ni él, ni su hermano habían aceptado a
Cassian como su pareja.
Su padre le había repetido incontables veces, que
la marca de matrimonio en una persona, era algo
que duraba toda una vida, que no era algo con lo
cual jugar. Pero todo eso Maya ya lo sabía y estaba
completamente segura de que la queria.
Cuando Maya llegó a la cocina, se llevó una gran

sorpresa al ver a su padre preparando el desayuno,
Maya se acercó y le preguntó.
“¿Qué estás haciendo papá?”
“Preparo el desayuno para ti, hace mucho tiempo

que no lo hago.”
Maya abrazó a su padre, aquel gesto le resultaba

increíblemente tierno y deseo poder quedarse más
tiempo con su padre y recordar viejos tiempos.
“Es verdad hace mucho que no lo haces.”
Ryan le devolvió el abrazo a su hija y volvió a

preguntarle.
“¿Estás segura que quieres casarte con el príncipe
Cassian?”
“Si papá, no podía estar más segura.”
Ryan dio un largo suspiro, aunque no le gustará la
idea de que Maya se casará con Cassian, él sabía
que no podría hacer nada para hacerla cambiar de
opinión, ya que eso era algo que ella ya había
decidido.
“Espero que vengas a mi boda.”
“Por supuesto que si, ahí estaré.”
“De verdad, creí que no te agradaba Cassian.”
“Y no me agrada, pero tu eres mi pequeña, estaré

ahí por ti, además quiero tener una pequeña charla
con ese joven.”
“De acuerdo.”
“Ahora ve a sentarte, el desayuno no se prepara

solo.”
Maya tomó su lugar en la mesa que había en la

cocina, mientras veía como su padre cocinaba,
Barto llegó justo en el momento en el que su padre
había terminado de preparar el desayuno.
Ese día los tres tuvieron un animado desayuno,

dejando de lado los problemas y centrándose en
ese instante, en el que solo eran ellos.
Cuando terminaron de desayunar y recoger los

platos, Maya se despidió de su padre, le dio un
cálido abrazo y le dijo.
“Adiós papá.”
“No es adiós, es hasta pronto mi pequeña.”
“Tienes razón, hasta pronto.”
Barto se estaba colocando su bolsa al hombro,

Ryan se le quedó mirando por un momento y le
preguntó.
“¿Y tú a dónde crees que vas?”
“Llevare a Maya de regreso al palacio, o ¿acaso

quieres enviarla sola?”
“Hum.. No, lleva a tu hermana de regreso y vuelve
pronto esta vez.”
“No te preocupes, volveré hoy mismo, dejo el

gremio en sus capaces manos padre.”
“Mas te vale cumplir esta vez, de lo contrario

tendré que plantearme lo de mi retiro.”
“Esta vez volveré pronto, no tienes que plantearte

tu retiro.”
Capítulo 82
Traicionada y herida
Después de despedirse de su padre, Maya y Barto,

se dirigieron al punto donde usarían el pergamino
de teletransportación.
Antes de usarlo, Barto le preguntó a Maya.

“Te encuentras bien?”
“Si.”
“¿Estás segura?, quizás deberías quedarte un poco

más, hace muy poco usaste un pergamino de
teletransportación.”
“Estoy bien Barto, así que no te preocupes y rasga

ese pergamino de una vez.”
“De acuerdo.”
Barto rasgo en pergamino, en un momento

llegaron a las afueras de la capital real.
Maya se sintió mareada, todo empezó a darle
vueltas, tuvo que apoyarse de Barto.
“¡Maya!, ¿Te encuentras bien?”
“Si, estoy bien, solo estoy un poco..”

Maya no terminó de hablar cuando empezó a
vomitar en la calle, cuando había vaciado su
estómago por completo, Barto la bajo del caballo y
la llevó hasta un gran árbol que había junto al
camino.
Maya al ver la cara de preocupación de su

hermano, le dijo.
“Estoy bien Barto, solo tengo el estomago un poco
revuelto por el viaje.”
“No debimos volver tan pronto, y hubiera sido

mejor usar un carruaje en vez de un pergamino.”
Maya odiaba viajar en carruaje, ya que los viajes

largos le provocaba náuseas.
“Creo que hubiera sido aún peor, solo necesito
descansar durante un rato, pronto estaré bien.”
Barto se sentó junto a Maya, ella aprovechó para
apoyar su cabeza en el hombro de su hermano y le
dijo.
“Estaré bien, solo necesito quedarme así un rato y
estaré como nueva.”
La suave brisa movió sus cabellos, era refrescante,

eso hizo que Maya se sintiera mejor, lo cual
agradeció, porque no hallaba la hora de volver
junto a su amado.
Mientras veía el cielo azul y las nubes que eran

llevadas por el viento de un lado al otro, dijo para
sí misma en lo que fue un murmullo casi
imperceptible, pero gracias a su buen oído, Barto
pudo escuchar. “Pronto estaré contigo mi amor.”
Al escuchar a Maya mencionar a su amor, Barto

no pudo evitar pensar en el suyo. En su amada a la
cual tenía mucho tiempo sin ver, ni saber nada de
ella, y se preguntó si ella aún pensaba en él, si aún
seguía amandole.
****
Kiara se levantó muy pronto en la mañana, ella
llamó a una de las sirvientas y pidió que
prepararan un caballo, también solicitó una
audiencia con Abril, no quería irse sin despedirse
de su prima, ya que no tenía planeado volver
pronto.
Pero Abril no era alguien madrugadora, al final

tuvo que esperar toda la mañana para poder hablar
con ella.
Kiara estaba en el balcón, apoyada en la barandilla

con pereza cuando llegó la sirvienta que le estaba
sirviendo a decirle que la reina ya podía recibirla.
Ella la guio hasta el jardín donde se encontraba la

reina, jugando con la princesa, después de dejarla
ella se retiró inmediatamente.
Abril recibió a Kiara con una sonrisa.

“Buenos dias.”
Kiara se acercó acortando la distancia que había

entre ellas y le dijo.
“Me iré a atender unos asuntos que tengo
pendientes en el mundo humano, creo que me
llevaran un largo tiempo, pero si necesitas mi
ayuda, no dudes en pedirla, yo vendré en seguida.”
Kiara le entregó un pequeño libro y le dijo.
“Si escribes lo que quieras decirme en este libro,
las palabras allí escritas aparecerán en el mio, así
que úsalo para contactarme.”
“De nada.”
La mirada de Kiara se dirigió a Lissana, al verla
jugar tan animadamente, le preguntó a Abril.
“¿Cómo está tu hija?”
“Bien, de momento su poder no se a

descontrolado.”
“Es una niña muy fuerte.”
“Si, lo es.”
“Mi caballo ya ha sido preparado, así que me iré

ahora, solo quería darte ese libro antes de irme.”
“Buena suerte, que puedas arreglar tus asuntos y
que tengas un buen viaje.”
*Gracias y si mi madre llega a enviar a alguien

para que me vigile, no les digas que me fui.”
“No te preocupes, te cubriré las espaldas, te lo

debo.”
“Muchas gracias y espero que todo salga bien con

tu hija.”
Abril miró a su pequeña y respondió, deseando

con todo su corazón que todo saliera bien y que
pudiera ver crecer a su pequeña.
“Yo también.”
Kiara se despidió con un gesto de la mano y se

dirigió a la salida, o eso había creído ella, ya que se
había terminado perdiendo a mitad de camino, en
algún momento se encontró en un largo pasillo por
el cual no recordaba haber pasado.
Ella empezó a buscar con la mirada algo que le
resultara familiar, pero todo le resultaba
desconocido. Ella siguió caminando por los
pasillos buscando la puerta principal, hasta que
encontró a una de las sirvientas.
“La puerta principal, ¿Dónde se encuentra?”
“La puerta principal queda al otro lado de este

palacio.”
“i¿Qué?!”
“Debio despistarse en el camino, todos los pasillos

son muy parecidos en este palacio, por favor
permítame que le muestre la salida.”
Kiara siempre solía perderse con facilidad, aunque

solía ser más en los bosques o en las ciudades, esa
era la primera vez que se perdia en un edificio.
Ella dio un largo suspiro y respondió.

“Si por favor.”
Cuando llegaron a la entrada, aquella sirvienta
cubrió su boca con sus manos y dijo muy
emocionada.
“¡El joven Barto ha vuelto!”
Kiara al escuchar el nombre de Barto, le busco con

la mirada, él llevaba a una joven de cabello moreno
en brazos, por un momento ella se sintió
traicionada y herida, al pensar que él se había
olvidado de ella y encontrado un nuevo amor, ya
que la manera en la que veía a aquella joven, era la
de alguien que ve a alguien especial, Kiara apretó
sus manos en un puño, para resistir el deseo de ir a
romperle unos cuantos huesos a Barto.
Ella había ido hasta el mundo humano y se había

revelado a los deseos de su madre, solo para estar
con él, ella se sintió como una tonta por haber
creído que el amor que ambos se tenían era fuerte
y duradero, de esos que el paso del tiempo no
puede borrar, pero al final solo habia sido un amor
efímero como las flores de la primavera.
Barto levantó la mirada y al ver a su amada en

aquel lugar, pensó que su mente estaba jugando
con él, que su deseo de volver a verla por fin lo
había enloquecido.
Ambos cruzaron miradas y en aquel momento,

pareció que todo desaparecía, que se desvanecía en
el aire dejándolos solo a ellos dos.
Capítulo 83
No es el fin
Barto se había detenido a mitad de camino, Maya

se preguntó qué había pasado, abrió sus ojos que
había mantenido cerrados ya que todo le daba
vueltas, para ver qué estaba pasando. Su hermano
se había quedado mirando fijamente a una
hermosa chica rubia, a la cual parecía conocer por
qué había pronunciado su nombre.
“Kiara.”
“¿Quién es esa chica Barto?”
Barto dudo un momento en responder la pregunta

de Maya, ya que Kiara siempre había querido que
su relación se mantuviera en secreto, algo que él
había respetado hasta ese momento, ya que
aunque Maya sabía que él había estado saliendo
con una chica elfo, Barto nunca había mencionado
su identidad y mucho menos su nombre.
Kiara se acercó, echa una furia, cuando estuvo
frente a ellos, se detuvo y colocó sus manos en sus
caderas, algo que la hizo verse aun mas molesta de
lo que ya parecía.
“i¿Por qué no respondes a su pregunta?!
“¿Creía que no querías que nadie lo supiera?”
Kiara no podía refutar la respuesta de Barto, pero

eso no cambiaba el hecho de que él la estaba
engañando.
“i¿Y por eso me engañas?!”
“i¿Engañarte?!, ¿De que estas hablando?”
“¿Tienes a otra chica en tus brazos y tienes el

descaro de preguntarme?”
“Espera, esto no es lo que parece, puedo

explicarlo.”
“No quiero escuchar las mentiras que inventaras,

mis ojos ya me han mostrado la verdad.”
“Kiara…”
“Mi madre tenía razón, todos los humanos son
iguales.”
Kiara dio media vuelta y empezó a alejarse,
después de escupir aquellas palabras con gran
desprecio, irá y decepción.
Barto gritó su nombre.

“¡Kiara!”
Ella se detuvo y se giró para mirarle por última

vez, mientras gritaba exasperada.
“i¿Qué?!”
“Ella es mi hermana.”
Kiara desplazó su mirada a la joven que estaba en

brazos de Barto, aquella chica tenía el cabello
negro y los ojos rojos al igual que Barto, su mirada
se desplazó del uno al otro repetidas veces,
observandolos detenidamente, el parecido entre
ambos era innegable, pero aún había dudas en ella.
“¡Estás mintiendo!”
Maya al ver aquella escena se dio cuenta de quién
era aquella chica, era la amante de Barto, aunque
ella no sabía cómo había llegado al palacio, ni
como sabía que encontraría a su hermano en ese
lugar, ella quiso ayudar a su hermano a arreglar
aquel malentendido que se había creado.
“Barto no miente, soy Maya, su hermana pequeña,
no me encuentro muy bien, por eso él me está
cargando en brazos.”
No fue hasta que Maya lo mencionó, que Barto

recordó que su hermana no se encontraba para
nada bien.
El emprendió de nuevo la marcha, al pasar al lado

de Kiara, le dijo.
“Debo llevar a mi hermana a descansar, después
continuaremos con esta platica, asi que ni se te
ocurra irte.”
Kiara se quedó mirando como Barto se alejaba,

preguntándose si toda aquella situación solo había
sido un malentendido. Ella se quedó junto a la
puerta un momento, pensando en lo que haría,
hasta que decidió no quedarse esperándolo como
una tonta, aunque él le había dicho que se quedara
ahi esperandola, ella no pensaba hacerlo, asi que
decidio seguirlo en secreto, quedándose unos
cuantos pasos detrás de él.
Cassian había sido informado de que Maya había

vuelto al palacio, en ese momento él corrió como
un loco a su encuentro, en uno de los pasillos los
encontró.
Barto llevaba a Maya en brazos, ella se veía pálida

y débil, al verla de aquella manera hizo que su
corazón se estrujara en su pecho.
“¡Maya!”
Maya al ver la cara que estaba haciendo Cassian,

se arrepintió de no haber esperado a sentirse un
poco mejor antes de volver al palacio, ya que ver el
dolor y la impotencia reflejado en el rostro de su
amado, le rompía el corazón.
Maya le pidió a su hermano que la bajara, pero al

verla tan mal, él no quiso hacerlo.
“Aun no estas bien.”
“Estoy bien, bajame y regresa a arreglar el
malentendido con tu chica, de lo contrario puede
que termines perdiendola.”
Barto dejó a Maya en el suelo y se quedó un

momento a su lado para asegurarse de que ella no
fuera a caer al suelo.
Maya le dio un ligero golpe en el brazo, aunque su

propósito era darle un golpe aún más fuerte.
“Ya vete, estoy bien.”
Barto al ver que su hermana se encontraba mejor,

dio media vuelta y empezó a alejarse.
Cassian se apresuró a llegar junto a Maya. La

sujetó por la cintura, para que no fuera a caer.
“i¿Estás bien?!”
Maya le dio un beso en la mejilla.

“Estoy bien, así que cambia esa cara.”
“Estás muy pálida, te llevaré con Abril”
“iċYa han regresado?!, ¿Cómo les fue?”
“Regresaron ayer y están bien, han recuperado a
Lissana.”
Maya dio un suspiro de alivio.

“Que bien..”
Cassian al ver lo pálida y desmejorada que se veía,

volvió a preguntar.
“¿Qué ha pasado Maya?”
Pero esta vez el tono de su voz había cambiado,

como diciendo; ‘No me mientas, dime la verdad.’
“Solo me he mareado por usar el pergamino de

teletransportación, todavía siento el estomago
revuelto, por eso mi hermano me llevaba en
brazos.”
“¿No me estás mintiendo?”
“No, esta vez no lo estoy haciendo, fue por usar el

pergamino, me pasó lo mismo cuando lo use a la
ida, pero después de descansar me sentí mucho
mejor.”
“Aún así creo que sería mejor ir con Abril.”
“Preferiría descansar un poco antes de ir a verla,

aun siento que todo me da vueltas.”
“Está bien.”
Cassian la tomó en brazos, Maya acomodo su

cabeza en su hombro y le dijo.
“Perdón por preocuparte.”
“No tienes nada por lo cual disculparte, soy tu

pareja, tu compañero y aunque no lo haya hecho
ante un altar, he prometido estar contigo en las
buenas y en las malas, en la salud y en la
enfermedad, hasta que…”
Las palabras de Cassian se cortaron de golpe,
Maya fue quien terminó de decir lo que él no había
podido.
“Hasta que la muerte nos separe.”
Cassian continuó caminando en silencio, tiempo

atrás a él le había parecido que esas palabras eran
románticas, por que pensaba que la muerte llegaría
después de una larga vida junto a su amada, pero
la muerte rondaba a Maya y él pensó que aquellas
palabras se habían convertido en una maldición.
Maya al ver la expresión de dolor y tristeza que

figuraban en el rostro de Cassian, le dijo.
“No moriré pronto, así que ese hasta que la
muerte nos separe llegará cuando ambos seamos
viejos, con los cabellos blancos y la espalda
encorvada, así que no tengas miedo de
pronunciarlas.”
“¿Tu padre pudo ayudarte?”
“No, pero no me he rendido aún, así que aún no es

el fin.”
Capítulo 84
Amantes secretos
Kiara había seguido a Barto, pero cuando vio que

él empezaba a alejarse, ella se escondió, ya que no
quería que la viera siendo tan patética.
Barto pasó de largo, Kiara se quedó escondida un

rato más para asegurarse de no ser descubierta.
Cuando salió de su escondite, pudo ver como
aquella chica era abrazada por Cassian y sin
querer, escuchó la conversación entre ambos. Algo
que aclaró todas sus dudas.
Cuando ellos se fueron, Kiara escuchó la voz de

Barto detrás de ella que decía.
“Después de lo que has visto, ¿ahora si me crees?”
Kiara se sobresaltó al escuchar su voz, ya que ella

no se había percatado de su presencia.
“¡No me asustes de esa manera!”
“¿Entonces no te escondas?”
Kiara seguía algo molesta, aunque no sabía muy
bien el por que, ella lo empujó y le dijo.
“No te acerques tanto.”
“¿Sigues sin creer que la chica de antes es mi

hermana Maya?”
El hecho de que eran hermanos, era innegable,

ella no podía alegar lo contrario.
Pero hubo algo que hizo que manteniera su

distancia de Barto, un extraño sentimiento de
abandono, que nunca antes había sentido.
Barto al ver que ella evitaba el contacto visual,

tomó el rostro de Kiara en sus manos y la obligó a
mirarle.
“¡¿Por qué no me miras?!”
Kiara se quedó mirando como una tonta el

hermoso rostro de Barto, su profunda mirada, sus
ojos rojos que eran como joyas preciosas.
“¿Acaso ya no me amas?”
El trance en el que Kiara se encontraba se rompió

en mil pedazo, ella se molesto mucho por lo que
Barto le estaba diciendo, ella lo amaba, tanto que
estaba dispuesta a desobedecer y rebelarse contra
su madre por él, la sola idea de que él pensara que
sus sentimientos se habían acabado era un insulto
para ella. Empujándolo con gran fuerza respondió.
“i¿Olvidarte?!, aquí el único que parece haberme
olvidado eres tú.”
Kiara le dio la espalda y empezó a alejarse, no
quería tener aquella conversación ya que estaba
muy molesta.
Pero Barto la sujetó de la mano reteniéndola.

“No me he olvidado de ti, mis sentimientos hacia
ti no han cambiado, sigo igual de enamorado que
hace un año atrás, no, quizás ahora lo esté un poco
más, por que mi amor por ti no puede no menguar,
solo crece.”
Kiara se giró para mirarlo, sus ojos fijos en ella, le

decían lo que las palabras expresaban. Le decían lo
mucho que la amaba y lo mucho que la había
extrañado.
Barto soltó la mano de Kiara, para sujetar su

cintura y le dijo.
“Te extrañe Kiara, el volver a tenerte entre mis
brazos es como un dulce sueño.”
Barto acarició las mejillas de Kiara, palpando la
suavidad de su piel.
“¿Me preguntó si esto será un sueño?”
“¿De verdad me extrañaste?”
“Cada instante en el que no estuviste a mi lado.”
El enojo de Kiara fue aplacado por las dulces

palabras de Barto, ella pasó su mano por sus
brazos, fuertes, firmes y fibrosos, subió por su
cuello hasta llegar a su hermoso rostro y le dijo.
“Yo también te extrañe.”
Barto pasó un dedo por los labios de Kiara,

mientras con su otra mano la atraía más hacia él,
no había distancia alguna entre ambos y le
preguntó.
“¿Puedo besarte?”
Kiara amaba esa parte Barto, lo caballeroso y

dulce que podía llegar a ser.
“Si.”
Los labios de Barto se sobrepusieron a los de

Kiara, sus labios se movieron al compás.
Cuando sus labios se detuvieron, Barto la abrazó y

le dijo.
“No te imaginas lo feliz que me hace volver a besar
tus labios, escuchar tu voz y tenerte entre mis
brazos.”
“Sí, puedo imaginarlo, porque yo me siento de la

misma manera.”
Ambos se quedaron abrazados durante unos

minutos, no hubo palabras, ni siquiera caricias, se
quedaron inmóviles, como si se dijeran todo lo que
necesitaban en ese abrazo.
Se escuchó el sonido de pasos acercándose, Barto

siempre había respetado mucho la decisión de
Kiara de mantener su relación en secreto, y aunque
no quería separarse de ella, se obligó a hacerlo.
“Alguien viene, será mejor que nos vayamos a otro
lugar.”
Kiara solo asintió con la cabeza, Barto tomó su

mano y la llevó a la primera habitación que
encontró vacía, una vez solos, donde nadie podía
verlos ni interrumpirlos, Kiara preguntó.
“¿No quieres que te vean conmigo?, ¿Acaso te
avergüenzas de mí?”
“¡¿Qué?!”
“Te esforzaste para que nadie nos viera.”
“Eso no lo hice por esa razón, no quería que nadie

nos viera por que tu asi lo querias, me pediste que
mantuviéramos en secreto nuestra relación, tú
nunca me has dicho lo contrario, así que solo
quería respetar tus deseos.”
Kiara abrazó a Barto y le dijo.

“Es verdad, lo había olvidado.”
“Si por mi fuera se lo diría a todos los que conozco

y te mostraría a todos, me encantaría que vieran lo
afortunado que soy de haber conquistado tu
corazón.”
Kiara alzó su mirada para ver la expresión que

estaba haciendo en ese momento y al encontrarse
con su mirada, su corazón empezó a latir como un
loco. Ella acarició su rostro,sus labios y le dijo.
“Yo también desearía gritarle al mundo lo mucho
que te amo y decir que eres mío.”
Barto inclinó su rostro, besó sus labios y

respondió.
“¿Y por qué no lo haces?”
“Mi madre no es alguien que acepte la relación
entre diferentes razas, ella lo ve como una
abominación, si ella se llega a enterar de lo
nuestro, se encargaría de separarnos para
siempre.”
Kiara le había repetido eso a Barto un sin fin de

veces, pero él seguía sin entenderlo, sin aceptar
que quizás su relación nunca llegará a nada.
“¿Entonces siempre tendré que esconderme y
esperar a que puedas escaparte un día para estar
conmigo?, ¿Quieres que me quede esperandote con
la incertidumbre de no saber si te has olvidado de
mi?”
“¡Claro que no!, estoy trabajando para cambiar

eso, haré que mi madre cambie esa forma de
pensar tan arcaica que tiene, haré que te acepte y
podremos estar juntos, no volveré a esconderte
nunca más.”
“En verdad deseo que eso sea verdad, porque

aunque te amo, no quiero seguir más de esta
manera, quiero dejar de ser solo tu amante
ocasional, quiero estar contigo el resto de mi vida
Kiara.”
Aquellas palabras parecían una propuesta de
matrimonio.
“Acaso quieres casarte conmigo?
“Si.”
Barto tomó la mano izquierda de Kiara, le dio un
beso en el dorso y dijo.
“Quiero ver la marca de matrimonio brillando en
tu mano y en la mía, quiero que todos vean que
nuestra unión es real y es para siempre.”
Nota
Mengua es un verbo que refiere a la disminución

de las capacidades físicas o a irse consumiendo
moralmente. Puede decirse que menguar es
disminuir o aminorar algo.
Capítulo 85
Ya no soy la única heredera al trono
Kiara estaba sumamente feliz, la propuesta de

matrimonio de Barto, era algo que no esperaba y si
hubiera sido en otro tiempo, en vez de alegrarla, la
hubiera entristecido, pero en ese momento todo
era diferente, porque estaba más cerca de lograr
que su madre le aceptara.
Ella lo besó y respondió.

“Si Barto, quiero ser tu esposa, quiero llevar en mi
mano la marca de matrimonio y estar unida a ti
hasta que la muerte nos separe.”
Barto estaba tan sorprendido, que tardó un

momento en digerir la respuesta positiva a su
propuesta de matrimonio.
“¡¿Lo dices en serio?!”
“Si, ¿Acaso pensabas que te rechazaría?”
Barto empezó a besar a Kiara, besó su frente, sus

mejillas, sus ojos, su barbilla, llenó todo su rostro
de dulces y tiernos besos, hasta llegar a los labios,
dándole un largo beso que la dejó sin respiración.
“Tenia mas posibilidades de ser rechazado que de
ser aceptado, por eso aun me cuesta creer que
hayas aceptado mi propuesta de matrimonio.”
Aunque la felicidad había embargado a Barto, un

pensamiento llegó a su mente. ¿Qué diría la madre
de Kiara de ese matrimonio?
“¿Se lo dirás a tu madre?”
“Aun no, pero pronto lo haré, conseguiré que te

acepte de alguna manera.”
“¿Y si no lo hace?”
“Entonces abandonaré mi posición de princesa y

huiré contigo.”
“Siempre dijiste que no podías abandonar a tu

gente, cuando he sugerido huir.”
“Si, por que en ese entonces yo era la única

princesa de mi reino, la única heredera al trono,
pero eso ahora ha cambiado, tengo una prima, ella
tiene los mismos derechos que yo de heredar el
trono, si yo desaparezco, el peso del trono caerá
sobre ella.”
Barto empezó a entrelazar cabos y se dio cuenta

por que estaba Kiara en ese lugar, no era solo por
él, ella estaba ahí para valorar a quien podría llegar
a tomar su lugar.
“Esta vez no has venido al mundo humano solo

por mí, ¿Verdad?”
Kiara sonrió y respondió.

“Estoy preparando todo para estar contigo, eso es
lo único que necesitas saber.”
★★★★
Cassian depositó suavemente a Maya sobre la

cama, ella se veía muy pálida.
*Creo que lo mejor será que le pida a Abril que
venga.”
Maya se aferró a la ropa de Cassian y le dijo.
“No te vayas, quédate conmigo, eso es lo único que
necesito en este momento.”
Cassian se recostó a su lado y la rodeó con sus

brazos.
Maya se acomodó en su pecho y le dijo.

“Que bien se siente estar entre tus brazos, creo
que me siento mejor.”
“Maya, no quiero que me mientas, si no te

encuentras bien, quiero que me lo digas, porque
cuando ocultas tu dolor, solo haces que me
preocupe aun mas.”
“Estoy mareada y mi estómago está revuelto, pero

aparte de eso estoy bien, ha sido por usar el
pergamino de teletransportación, si descanso
estaré bien, no miento.”
“¿No es tu enfermedad?”
“No, cuando es eso, pierdo las fuerzas, mi cuerpo

se debilita tanto, que no puedo mover ni un dedo,
pero ese no es el caso ahora, solo tengo mareos.”
Cassian empezó a acariciar su cabeza con ternura.
“Está bien, te creeré, pero si no mejoras, le pediré
a Abril que venga.”
“Me parece bien.”
Cassian siguió acariciando la cabeza de Maya, aun

cuando ella se quedó dormida. Se quedó mirando
su rostro, lo delicada y frágil que se veía en ese
momento, ella siempre había sido fuerte y vivaz,
verla en ese estado le rompía el corazón, sobre
todo porque no había nada que pudiera hacer para
ayudarla, más que quedarse a su lado.
Inútil; pensó, soy un completo inútil, que no

puede hacer nada para salvar a la mujer que
ama.
Maya durmió el resto del día, despertó cuando el

sol empezaba a ocultarse, al abrir sus ojos vio
como la luz naranja bañaba la habitación.
Cassian dormía a su lado, Maya acaricio su rostro

dormido, era guapo, sin duda alguna el hombre
más guapo con él que había estado, pero eso no era
lo que había robado su corazón, eran su bondad, su
dulzura, su amabilidad, su valentía y lo necio que
podía llegar a ser.
“Cuanto te amo, mi tonto principito.”
“Deberias de decir palabras más dulces, el te amo

me gusta, pero el tonto sobraba.”
“Es mi manera de demostrar mi amor.”
“¿Te encuentras mejor?”
“Si, ya no tengo náuseas, me encuentro mucho

mejor, es más, tengo mucha hambre.”
“¿Te apetece algo en especial?”
“Tarta de manzana.”
“No creo que sea buena idea que comas algo tan
dulce.”
“Lo sé, pero muero por un trozo de tarta, así que

no me lo niegues.”
“Está bien.”
Cassian llamó a una de las sirvientas, pidió que
llevara algo ligero para comer y una tarta de
manzana, también algo de agua fresca con limón.
La sirvienta asintió, se retiró y volvió poco

después con un plato de sopa y una tarta de
manzana, después de entregar la bandeja con la
comida, se retiró.
Maya al sentir el olor de la tarta de manzana, no lo

pensó dos veces y tomó un bocado, el dulce sabor
de la pasta con la acidez de la manzana, hizo que
una lagrima rodara por su mejilla, aquello sabía
delicioso.
“¡¿Estás bien Maya?!”
“Si, feliz de haber vivido hasta este día, esto está

delicioso.”
“Me has asustado, creí que te habías vuelto a

sentir mal.”
“Para nada, estoy de maravilla ahora que he
probado algo tan delicioso.”
Cassian se rió y le dijo.

“Me alegra oír eso.”
Maya devoró la tarta con gran entusiasmo, eso

hizo que Cassian se sintiera más tranquilo.
“Deberías comer un poco de sopa, no es bueno que
solo comas cosas dulces.”
A Maya no le apetecía para nada la sopa, ella

empujó la bandeja que había en sus piernas y le
dijo.
“No me apetece.”
Cassian tomó una cucharada de sopa y le dijo.

“Vamos, come un poco.”
Cuando Maya sintió el olor de la sopa, volvió a

sentirse mareada, Maya apartó su mano.
“Aparta eso de mi, harás que me sienta mal.”
Cassian retiró la bandeja con la comida, e
inmediatamente llamó a una de las sirvientas para
que se la llevara.
Después le sirvió un vaso de agua fresca con limón

a Maya.
“Será mejor que vaya a buscar a Abril.”
“No hace falta, iré a verla, pero no porque me

encuentre mal.”
Maya se levantó de la cama, se estiró un poco y
extendió su mano a Cassian.
“Ven,acompáñame.”
Cassian hubiera preferido que Maya siguiera

descansando, pero sabía que si seguía insistiendo
solo la haría enfadar, así que aceptó su mano sin
réplicas.
Al salir al pasillo se encontraron con Alessandro,

al parecer él estaba buscando a Cassian.
“Por fin te encuentro, te he buscado por todas
partes.”
“¿Pasa algo Lessan?”
“Te fuiste a mitad de nuestra plática, aun hay

muchas cosas que debemos hablar.”
Cassian al escuchar el tono serio en el que hablaba

Alessandro, no pudo ignorarlo, pero tampoco
quería dejar sola a Maya.
Maya puso su mano sobre su brazo y le dijo.

“Puedes irte, no tienes que preocuparte por mi,
estoy bien.”
Cassian le dio un beso en la frente y respondió.

“Ve con cuidado.”
“Estaré bien, así que vete de una vez.”
Capítulo 86
Pasadizo secreto
Cassian siguió a Alessandro hasta su oficina, su

hermano empezó a buscar algo en su escritorio.
Cassian ya no podía seguir con la incertidumbre y
le preguntó.
“¡Lessan!, ¿De qué querías hablar?”
“Mientras estuve en el reino de los elfos, descubrí

algo sobre nuestra madre, sobre quien era
realmente y sobre quienes somos nosotros.”
“¡¿Qué?!”
“Al parecer, nuestra madre no era alguien

normal.”
“Dime, ¿que es lo que descubriste?”
Alessandro seguía rebuscando en su escritorio, eso

puso aún más nervioso a Cassian.
“¿Se puede saber que estás buscando?”
“Estoy buscando el libro de cuentos que escribió

mamá, yo lo tenía por aquí.”
“Está en la estantería que hay detrás de ti.”
Alessandro dio media vuelta al ver el libro, lo

tomó y dijo.
“¿Cómo llegó aquí?, estaba seguro de que lo tenía
en mi escritorio."
“Yo lo puse ahí, tenías muchas cosas en tu

escritorio, lo organice un poco.”
Alessandro empezó a buscar entre las páginas de

aquel libro, lo cual molestó a Cassian.
“¿Puedes dejar eso y contarme qué es lo que
descubriste en el reino élfico?”
Alessandro dejó de rebuscar entre las páginas de

aquel libro y respondió.
“Nuestra madre era parte de un antiguo linaje, los
guardianes, y ahora nosotros también lo somos.”
Cassian estaba muy sorprendido y a la vez muy
confundido por lo que Alessandro le estaba
diciendo.
“¿Y eso qué significa?”
“Por lo que entendí, somos los únicos que pueden

cerrar las puertas del Hades.”
”Pero las puertas del Hades están cerradas y la

grieta que había en Laios también ha sido
cerrada.”
“Las puertas del Hades serán abiertas, y no hay

nada que podamos hacer para evitarlo.”
“Significa que todo lo que hemos hecho hasta

ahora, ha sido en vano.”
“Hemos retrasado que las puertas del Hades sean

abiertas y con eso hemos evitado muchas muertes,
asi que no creo que todo haya sido en vano.”
Cassian se quedó en silencio, tratando de digerir

lo que Alessandro le estaba contando.
“Cas, he visto a nuestra madre, ella me dijo que en
el palacio está escondida una puerta que lleva a la
habitación de los guardianes.”
“¿Habitación de los guardianes?, ¿Qué es eso?”
“Es una habitación en la que puedes hablar con

cualquier guardián que esté muerto, podemos ver a
nuestra madre y a nuestros hermanos una vez
más.”
“¿Y donde se encuentra esa habitación?”
“Eso no lo sé, mamá no quiso decirmelo, solo me

dijo que buscara en este libro, que ahí encontraría
la respuesta a mi pregunta.”
“¿Y por qué no te lo dijo y ya?”
“Pues no lo sé.”
Alessandro empezó a buscar entre las historias de
aquel libro algo que hablara sobre la puerta de los
guardianes, pero no pudo encontrar nada.
“Lessan, ¿Qué es lo que te dijo mamá
exactamente?”
“Busca en el libro de cuentos que escribí para

ustedes cuando eran niños, allí podrás encontrar la
respuesta a tu pregunta; eso fue todo.”
“Hum... ¿Y qué es lo que buscamos exactamente?”
“Es una puerta que conecta a una habitación

donde puedes encontrar los retratos de todos los
guardianes y consultarles cualquier duda que
tengas o cualquier problema, al parecer ese lugar
conecta al mundo espiritual.”
Cassian recordó una historia que mencionaba algo

parecido, él le quitó a Alessandro el libro de
cuentos y empezó a buscar entre las páginas hasta
encontrarla.
“Debe ser esta, la historia de Valor, el niño que
cruzaba al mundo espiritual a través de un
pasadizo secreto.”
Alessandro recordó que su madre había
mencionado que la puerta estaba escondida detrás
de un pasadizo secreto y añadió.
“Madre mencionó algo sobre un pasadizo secreto,
debe ser esta, pero ¿dónde está ese pasadizo?”
“Yo sé donde está, aunque nunca supe si era real

ya que nunca pude abrirlo.”
Alessandro se le quedó mirando, haciendo una

pregunta silenciosa.
“¿Cómo lo has descubierto?”
A lo cual Cassian respondió.

“Cuando era niño me encantaban estas historias,
pasaba horas jugando a ser los personajes que
aparecen en el libro, un día empecé a buscar
lugares parecidos y encontré un lugar que se
parecía al pasadizo que hay en el libro.”
“¿Deberíamos ir a comprobar si es ese lugar?”
“Espera, antes de que hagamos eso, explicame

bien que es eso de los guardianes, siento que todo
lo has dicho a medias.”
“Somos como los líderes de todos los clanes y
todos esos clanes nos deben obediencia, y no es
como que tengamos un poder en especial, solo que
somos los únicos que pueden cerrar las puertas del
Hades una vez que abiertas.”
“Espera, espera, qué es eso de que somos los

líderes de todos los clanes y que estos nos deben
obediencia?”
“Es tal cual lo has dicho.”
“¿Pero cuáles son esos clanes?”
“Las hadas, los elfos, los humanos y los magos.”
“¿Las hadas nos deben obediencia?”
“Eso parece.”
“Ellas tienen que ayudarnos con lo que pidamos.”
“Se podría decir que sí, aunque no sé qué tan

cierto sea esto.”
Una gran sonrisa se dibujó en el rostro de Cassian,
si las hadas debían rendir obediencia a los
guardianes, ellas no podían negarse a ayudarle
para encontrar una manera de librar a Maya de los
lazos que la ataban a la tierra de las hadas.
“Entonces ellas tendrán que decirme como liberar
a Maya.”
“¿Liberarla?, ¿Qué estás diciendo?”
“Maya está siendo afectada por haber dejado la

tierra de las hadas, su energía vital parece estar
abandonado su cuerpo, si no vuelve, ella terminará
muriendo.”
“¿Aby no puede ayudarla?”
“Ya lo ha intentado, pero su magia solo puede

retrasar los síntomas, no hay mucho que ella
pueda hacer.”
“¿Por qué no me lo habías dicho Cassian?”
“Por que no quería preocuparte más de lo que ya
estabas, Lissana había desaparecido.”
“Era por eso que te veías tan decaído, no te

guardes ese tipo de cosas, dímelo, cuando no lo
haces solo haces que me preocupe aun mas.”
“Bueno, eso ahora no importa, ahora tengo más

esperanzas de no perder a Maya.”
“Es bueno saber que nuestro linaje te servirá de

algo.”
“Si, así que no perdamos más tiempo, busquemos

esa puerta.”
Capítulo 87
Una petición egoísta
Cuando Maya encontró a Abril, se acercó a ella y le

dio un gran abrazo.
“Me alegra que todo haya salido bien y hayan
podido recuperar a Lissana.”
“Yo también me alegro de verte Maya, aunque no

te ves muy bien.”
Maya empezó a mover su mano frente a Lissana

para llamar su atención y respondió.
“Fui a visitar a mi familia, use pergaminos de
teletransportación para ir y volver, mi cuerpo no
está bien así que me afectó.”
“Entiendo como te sientes, me sentí muy mal la

primera vez que los use.”
Abril puso su mano en la mejilla de Maya,
infundió su magia en ella y le preguntó.
“¿Mejor?”
“Si, gracias.”
“Hemos descubierto algo muy interesante en el
reino de los elfos, creo que puede ser de ayuda
para tu condición.”
“Que han descubierto?”
“El linaje de Alessandro y Cassian,por sus venas

corre sangre de guardian.”
“Qué es eso?”
“Sigo sin entenderlo, pero lo que entendí es que

todos los clanes están obligados a obedecerlos,
incluido las hadas.”
“¡¿Qué?!”
“No tienes que rogar a la reina hada por su ayuda,

Cassian puede obligarla a que lo haga.”
“¿¡Hablas en serio!?”
“Si, no tuve que convencer a la reina elfo para que

me devolviera a Lissana, ella no pudo retenerla.”
“Por eso han vuelto tan pronto.”
“Así es, íbamos dispuestos a luchar para recuperar

a Lissana, pero al final no fue necesario.”
Una sonrisa se dibujó en el rostro de Maya.
“Puedes volver a la tierra de las hadas y

recuperarte Maya, pero ya no estás obligada a
quedarte.”
“Debo decirselo a Cassian.”

Dijo Maya mientras se alejaba. Abril la detuvo.
“Espera, Alessandro debe estar explicándoselo,
esperemos a que terminen de hablar.”
Abril se sentó en el sofá e invitó a Maya a que se

sentara a su lado.
“Cuentame, Como has estado?”
“Si te soy sincera, no muy bien.”
“¿Sigues debilitandote?”
“Lo que haces me ayuda, pero sigo sintiéndome

débil, quizás deba volver más pronto de lo pensado
a la tierra de las hadas, después de lo que dijiste,
puedo volver sin temor alguno.”
“Cuando vuelvas a la tierra de las hadas, me

gustaría que me hicieras un favor.”
“El que desees, te debo mucho.”
“Se que es egoista lo que te pediré, pero cuando

vayas a la tierra de las hadas, llévate a Lissana
contigo y cuidar de ella.”
“¡¿Quieres enviar a Lissana a la tierra de las

hadas!?, ¡¿Acaso te has vuelto loca?!, acabas de
recuperar a tu hija y ahora…”
“No es lo que piensas Maya, no es que quiera

separarme de Lissana, es más, si por mi fuera
nunca me alejaría de ella.”
“¿Y entonces por qué quieres enviarla a la tierra
de las hadas?”
“Lissana tiene un gran poder, demasiado para su

pequeño cuerpo, ella debe crecer rápido, por eso
debe ir a la tierra de las hadas, ya que ahí el tiempo
transcurre de manera diferente, es la única
oportunidad para que ella sobreviva.«
“¿Lissana se está muriendo?”
“No exactamente, lo que pasa es que su poder

puede descontrolarse y morir, por eso debe crecer
rápido para poder controlar su poder antes de que
sea consumida por el.”
“Aunque el tiempo pasa diferente en la tierra de

las hadas, sabes que no podrás verla crecer,
¿verdad?”
“Lo sé y por eso te pido que cuides de ella.”

Abril sonrió con tristeza.
“Te dije que mi petición era egoísta, puedes
negarte si lo deseas.”
“¿Cuánto tiene que crecer Lissana?”
“No lo sé.”
Maya dio un largo suspiro.
“Mientras esté en la tierra de las hadas, cuidare

bien de ella.”
“Gracias.”
“Aby, la tierra de las hadas puede parecer hermosa

y lo es, pero, no creo que sea el mejor lugar para
crecer.”
“Lo sé, pero si no va a la tierra de las hadas, ella no

crecerá.”
Abril acarició las mejillas de su hija.
“Prefiero eso, que perderla para siempre.”
“Antes de enviarla tendrás que hablar con la reina

de las hadas, a ella no le gusta recibir extranjeros
en sus tierras.”
“Lissana al igual que su padre tiene sangre de
guardián corriendo por sus venas, están obligados
a acogerla.”
“Supongo que ya habías pensado en todo.”
“Se que mi tiempo junto a Lissana es corto, no

puedo perderlo negandome a dejarla ir.”
Cassian llevó a Alessandro hasta el lugar en el cual

se encontraba el pasadizo que se describia en el
libro.
El pasadizo estaba en la parte más profunda del

palacio,era una pared gris con el dibujo de una
puerta curva, Alessandro se quedó mirándolo
fijamente y preguntó.
“¿Y como lo abrimos?”
Cassian empezó a toquetear la pared.
“¿Qué haces?”
“Intento abrirlo, debe haber alguna manera de

abrirlo.”
“¿En el libro como se abría el pasadizo?”
“Hum...no lo menciona, así que hay que buscar la

manera de abrirlo.”
Cassian se quedó mirando unas letras que habían

ocultas en el dibujo del marco de la puerta.
“Mira Lessan, hay letras ocultas en el dibujo del

marco de la puerta.”
Alessandro se quedó mirando fijamente el dibujo

de la puerta, había letras ocultas.
“Es verdad.”
“Por qué no lo vi antes?”
Cassian empezó a unir todas las letras hasta

descifrar su significado.
“Shandrian.”
“¡¿Y eso qué significa?!”
Cassian recordó que en el cuento que había escrito
su madre, ese era el nombre que se le daba a los
guardianes.
“Creo que significa guardián.”
“¿Pero cómo abrimos la puerta?”
Cassian dijo.
“Shandrian.”
En voz alta, el dibujo de la puerta empezó a brillar.
“Creo que la puerta está abierta.”

Dijo-Cassian mientras metía su mano en aquella
luz brillante.
“Lessan, deberiamos entrar.”
“Si, vamos.”
Ambos atravesaron la puerta, al estar al otro lado

esta desapareció dejando una pared de piedra
detrás de ellos. Las antorchas que estaban en la
pared se encendieron solas, iluminando un largo
pasillo. Cassian estaba muy emocionado, todo
aquello le resultaba fascinante, él comenzó a
caminar por el largo pasillo preguntándose cómo
había podido estar oculto ese lugar durante tanto
tiempo.
Al llegar al final del pasillo, se encontraron con

una gran puerta, con extraños grabados,
Alessandro al verla, la reconoció enseguida, era
exactamente igual a la puerta de los guardianes
que había en el reino élfico.
“La hemos encontrado Cassian, es la puerta de los

guardianes.”
“¿Estás seguro?”
“Si,esta es la puerta.”
Capítulo 88
No te aferres al pasado
Cassian se quedó mirando fijamente la puerta de

los guardianes. Tenía sentimientos encontrados,
estaba emocionado por descubrir que había detrás
de aquella puerta, pero también tenía un poco de
miedo.
Alessandro se percató de lo ansioso que se veía

Cassian, él puso su mano en en el hombro de su
hermano y le dijo.
“Vamos, debemos entrar, todo estará bien, no hay
nada que temer.”
“Dijiste que viste a mamá ahí dentro, ¿crees que

siga ahí?”
“Es lo bueno de esa habitación, puedes hablar con

cualquier guardián que desees y las veces que
desees,ella estará ahí, así que vamos.”
“Si, vamos.”
Ambos se acercaron a la puerta, cuando Cassian
estuvo a escasos pasos de la puerta, se sintió
atraído hacia ella, como si alguien le estuviera
llamando. Él estiró su mano y apoyo en la puerta,
cuando lo hizo sintió como si una extraña energía
recorriera todo su cuerpo, él deseo retirar su mano,
pero en eso escucho una voz en su cabeza, una voz
que nunca podría olvidar, que lo animaba a abrir la
puerta, era voz de su madre.
Sin pensarlo dos veces abrió la puerta, una intensa

luz lo cegó por un instante, no fue hasta que su
vista se acostumbró a la luz que vio que aquel lugar
era un largo pasillo con un sin fin de cuadros
colgados en la pared, mienras caminaba por el
pasillo, se percató que todos los cuadros eran
retratos de personas.
Alessandro quien estaba a su lado, le dijo.

“Esta es la habitación de los guardianes.”
“¿Dónde está mamá?”
Soleia apareció de repente.

“Estoy aquí Cassian.”
Cuando Cassian vio a su madre, a quien tanto
había extrañado, a quien tantas veces había
anhelado volver a ver, no pudo contener sus
lágrimas.
“Mamá.”
“Mi pequeño.”
Soleia se acercó y lo rodeó con sus brazos como si
lo abrazara.
“Cuánto has crecido.”
Cassian abrazó a su madre, pero ella no poseía un

cuerpo físico, sus manos la atravesaron.
La expresión del rostro de Cassian cambió, había

una mezcla de tristeza y dolor.
Soleia acaricio su mejilla sin tocarlo y le dijo.

“Mi niño, no estoy aquí físicamente, pero estoy
aquí y me alegra poder verte.”
Soleia miró a Alessandro y le dijo.
“Lessan, pudiste encontrar la puerta y lo hiciste
más rápido de lo que pensaba, me has
sorprendido.”
“Podías haberme dicho donde estaba la puerta y
evitarnos el trabajo de buscarla.”
“Si hubiera hecho eso, habría sido aburrido, me

gusta que se hayan unido en esta búsqueda secreta,
ver a mis dos niños unidos para encontrarme.”
Cassian se rió al escuchar la respuesta de su

madre, aun después de muerta seguía teniendo ese
sentido del humor que él aún recordaba.
“Me alegra que aun no has cambiado nada mamá.”
“Solo he perdido mi cuerpo físico, mi alma y

esencia sigue siendo la misma, eso no cambia con
la muerte.”
“Me alegra saberlo.”

Dijo Alessandro con una gran sonrisa.
“Si, a mi también me pareció una buena noticia

cuando me lo dijeron, fue tranquilizador saber que
seguiría siendo yo cuando dejara el mundo
humano.”
Cassian preguntó.
“Mamá, ¿Estás bien?”
“Si, el mundo espiritual no está tan mal, al fin y al

cabo es el lugar donde puedes ver a quienes creías
perdidos.”
“Papá y mis hermanos..”
“Si, también están ahí.”
“¿Ellos están bien?
“Si.”
A Cassian le alegró saber que su padre y sus

hermanos, se encontraban en un mundo mejor.
“También quería preguntarte por qué nunca nos
dijiste sobre nuestro linaje?, ¿Por que nunca nos
dijiste que eramos guardianes?”
“Nunca se los dije, por que no quería que vivieran

toda su vida preparándose para algo que quizás
nunca llegara, yo y todos los guardianes antes de
mi, vivieron de esa manera, es estresante, no
quería lo mismo para ustedes.”
“Y ahora quizás eso llegue y no estamos

preparados para enfrentarlo.”
“Lo están, son fuertes, muy fuertes, y estoy

orgullosa de ustedes dos.”
“Mamá hay algo que quiero preguntarte, estoy

enamorado de una chica mitad hada, ella se está
muriendo por haber dejado la tierra de las hadas.”
“Que vuelva a la tierra de las hadas, la tierra de las

hadas suele ser como medicina para las hadas, por
eso viven más que cualquier otra raza.”
“Si vuelve la reina de las hadas no la dejará

regresar al mundo humano.”
“Esa reina hada puede ser una maldita bruja, pero

como guardián puedes obligarla a que la deje ir, no
puede retenerla, es una de las ventajas de ser
guardián.”
“Gracias mamá, gracias.”
“Es una lastima que no pueda conocer a la chica

que hace que pongas esa sonrisa, pero debe ser una
chica genial.”
“Y lo es, Maya es maravillosa, por eso no puedo

imaginarme una vida sin ella.”
“Entonces no la dejes ir, porque significa que has

encontrado a la persona correcta.”
Alessandro se acercó y añadió.

“Yo pienso lo mismo.”
Cassian se quedó hablando con su madre,

haciéndole un sin fin de preguntas mientras
caminaban por aquel largo pasillo y su madre le
decía quien era cada uno de ellos, riendo por
alguna que otra queja que lanzaba su madre.
Después de unas horas, Soleia les dijo.

“Deberían irse, aunque me ha gustado verles, no
deben quedarse más tiempo del necesario.”
“¿Podemos volver para verte?”

“No vuelvan a menos que tengan preguntas que
necesiten respuestas de los guardianes, ahí fuera
tienen una vida, una familia a quien cuidar, no
pueden aferrarse al pasado, deben vivir su
presente.”
Soleia les dio una dulce sonrisa.
“Siempre estaré aquí para ustedes mis niños.”
Alessandro le dijo.
“Hasta la próxima mamá..”
“Hasta la proxima mis niños.”
Cassian y Alessandro se dirigieron a la puerta, tras

salir, Cassian se quedó mirando la puerta.
“¿Qué pasa Cassian?”
“Solo estaba pensando en mamá, papá y nuestros

hermanos, siempre me he sentido culpable por sus
muertes, después de escuchar lo que dijo mamá,
siento como si me hubieran quitado un peso de
encima.”
“Te entiendo, por que yo me senti igual y ahora

salgamos de aquí, él tiempo ahí funciona de
manera diferente, así que aquí deben haber pasado
horas.”
“Me preocupa Maya, ella no se encontraba muy

bien.”
“Entonces démonos prisa en salir de aquí, fuera

hay alguien esperándonos.”
Capitulo 89
Lazo con las hadas
Cassian salió del pasadizo secreto, vio que el sol

empezaba a salir, él se sintió un poco confundido.
“¡Ya está amaneciendo!”
“Si, te dije que el tiempo en la sala de los

guardianes fluye de manera diferente, lo que solo
fue un rato para nosotros, aquí fueron varias
horas, por eso mamá dijo que no nos aferramos a
ese lugar, porque si lo haces, dejarías de vivir.”
“!Maya!, necesito ir a ver como se encuentra.”
“Te veré después,hermano..”
Cassian salió corriendo hasta su habitación,

cuando llegó, vio que Maya estaba tumbada en la
cama, ella aun no se había despertado. Él se sentó
en el borde de la cama y se quedó mirando su
rostro dormido, su rostro ya no se veía pálido y
demacrado, se veía mucho mejor.
Cassian acarició la mejilla de Maya con la punta
de sus dedos, una caricia dulce y tierna. Ella abrió
sus ojos y le preguntó.
“Dónde estabas?, me quede esperandote.”
“Lo siento, estaba con mi hermano.”
“Ya te lo ha contado.”
“Supongo que Aby te puso al corriente.”
“Si.”
Maya se incorporó, puso su mano en la mejilla de
Cassian y con una gran sonrisa en los labios dijo.
“Ya no tenemos que preocuparnos por lo que hará
la reina hada, no tenemos que preocuparnos por
tener que separarnos, sé que lo tendremos que
hacer, pero solo será temporal, no definitivo.”
“Lo sé, pronto estarás bien Maya, ya no tendrás

que seguir sufriendo.”
Cassian abrazo a Maya.
“Pronto volverás a ser la misma de antes, la chica
fuerte, valiente y un poco loca que disfruta de
chocar espadas conmigo.”
“Y no te olvides de decir que me encanta viajar.”
“Eso también.”
Maya rodeó el cuello de Cassian con sus brazos y

le dijo.
“Por fin podré romper el lazo que me ata a la reina
hada y seré libre para amarte, no por un tiempo, si
no para toda una vida.”
“¿Aún sigue en pie lo de casarte conmigo?”
“Si, y ahora más que nunca.”

Maya liberó a Cassian, quería ver su rostro
mientras le decía.
“Quiero ser tu esposa y no quiero seguir
posponiéndolo, casémonos ya.”
“¿Ya?”
“Si, no quiero una ceremonia que tardará meses,

solo quiero una celebración sencilla en la que
estemos tu y yo, y las personas que queremos y que
nos quieren.”
Cassian siempre había deseado tener una gran
boda con Maya, de la cual el reino entero hablara,
pero en ese momento, todo aquello le pareció
innecesario, quería casarse con Maya y unir su vida
a la de ella de todas las maneras posibles, no
quería seguir esperando más tiempo.
“Me parece una buena idea, empezaré a
prepararlo todo, tu padre, necesitamos invitar a tu
padre, crees que pueda venir hoy, el templo,
también necesito contactar con ellos y…”
Maya puso su mano en la mejilla de Cassian y le

dijo.
“Cálmate, cuando dije ya no refería a este preciso
instante, puedo esperar unos días, preparemos
todo e invitemos a nuestros amigos más cercanos.”
“Yo me ocuparé de la boda, tú deberías

descansar.”
“No, también es mi boda, así que ayudaré.”
Cassian le dio un beso en la frente a Maya y le dijo.
“No puedo creer que vayamos a casarnos, siento
como si estuviera soñando.”
Maya pellizco a Cassian en el brazo.
“iAuch!, ¡eso duele!”
“Eso significa que no estás soñando, esta es la

realidad, nuestra realidad.”
“Lessan, debo decirle que vamos a casarnos.”
“Deberíamos decírselo durante la cómida, así

también se lo diré a mi hermano y a Aby,
digamosles a todos de una vez.”
“Eso me parece una buena idea, pediré a las

sirvientas que preparen un gran banquete.”
Cassian volvió a besar la frente de Maya y salió
corriendo por la puerta. Maya dio un gran suspiro
mientras se quedaba mirando la puerta.
“¡¿En verdad piensas casarte con el humano?!”

Preguntó la pixie tras aparecer ante Maya.
“Crei que ya habías vuelto a la tierra de las hadas.”
“Seguiré en el mundo humano hasta que decidas

volver, esa es mi misión.”
“Volvere a la tierra de las hadas, ve y dicelo a la

reina.”
“Si vas a volver a la tierra de las hadas, ¿Por qué te

vas a casar con el humano?”
“Por que le amo y quiero pasar el resto de mi vida

junto a él.”
“Si vuelves a la tierra de las hadas no podrás estar

con él.”
“En eso te equivocas, volveré a la tierra de las

hadas, pero no pienso quedarme. Así que vete y
dile a la reina de las hadas que pronto volveré.”
La pequeña pixie no estaba muy convencida de

hacer lo que Maya le estaba pidiendo, pero al ver la
seguridad que había en sus ojos, no pudo negarse.
“De acuerdo, haré lo que me pides, de todas
maneras, la reina estará complacida al escuchar
que volveras.”
“Vete.”
“Cuando quieras volver, solo debes llamarme y te

llevaré a la tierra de las hadas.”
La pixie desapareció tras decir eso, Maya se quedó

mirando a la nada, preguntándose si había hecho
bien al mandar a la pixie de regreso. Ella sacudió
su cabeza y se dijo.
“No, todo saldrá bien, he hecho bien.”
La reina de las hadas estaba en la sala del trono

cuando la pixie apareció de repente.
“Has venido a dar tu informe.”
“No su majestad, hoy traigo un mensaje de Maya.”
“Habla, ¿Cuál es el mensaje que me ha enviado?”
“Ella me ha pedido que le diga que pronto volverá

a la tierra de las hadas.”
Una sonrisa se dibujó en los labios de la reina.
“Así que por fin se ha rendido y ha decidido volver
a casa, sabía que terminaría entrando en razón, era
una estupidez el morir por ese humano, quizás le
resulte difícil al principio, pero terminará
olvidándolo.”
“No creo que eso pase su majestad, Maya se va a

casar con el humano, por lo que llegue a escuchar,
se casará dentro de unos días.”
“¿Que?, i¿Acaso se ha vuelto loca?!, ella no puede

casarse con ese humano.”
“Intente convencerla para que no lo hiciera, pero

no quiso escucharme.”
La reina frunció el ceño, parecía furiosa.

“Pues vuelve y convencela de que no lo haga, ella
no puede casarse con ese humano.”
“No creo que ella vaya a desistir, su majestad.”
“Pues si no lo hace, tendré que impedirlo
personalmente, así que vete y mantenme
informada de lo que haga a partir de ahora.”
Capítulo 90
Buenos y malos recuerdos
Cassian le pidió a las sirvientas que prepararan un

gran banquete ese día y que se encargaran de
pedirle a los reyes y a sus invitados que los
acompañaran a la hora de la comida, que tenía un
anuncio muy importante que dar.
Cuando llegó la hora de la comida, Maya y Cassian

fueron los primeros en llegar, ambos querían
recibirlos a todos en el comedor. Los primeros en
llegar fueron Barto y Kiara, ambos sostenían sus
manos, lo cual tomó por sorpresa a Cassian.
“¿Ustedes ya se conocían?”
“Si, por eso he venido al mundo humano, quería

ver a mi amado.”
“¿Eso no terminaría convirtiéndonos en familia?”
“No lo creo, así que tampoco lo menciones.”
“De acuerdo.”
Maya les dedicó una dulce sonrisa y les dijo.

“Me alegra ver que han arreglado el
malentendido.”
“Lo siento, no quise ser tan grosera, es que creí

que Barto me había traicionado.”
“No te preocupes, si yo hubiera estado en tu lugar

me hubiera puesto aún peor de lo que lo hiciste tú,
así que olvidémoslo.”
“Debería presentarme correctamente.”
“Eso seria bueno.”
Kiara extendió su mano hacia Maya.

“Soy Kiara Babette, princesa de Arkala,
primogénita de Enora Babette, reina élfica.”
Maya se quedó mirando a su hermano al escuchar

que aquella chica élfica era una princesa.
“¿Y tú hablabas de mí por tener a un príncipe
como pareja?”
Barto ignoró el comentario de su hermana y
cambió de tema.
“Nos han dicho que tienes un anuncio importante
para dar, ¿Cual es?”
“Esperemos a que vengan Abril y Alessandro, se

los diremos cuando estén todos.”
“Me estas preocupando hermana, ¿Qué pasa?”
“No tienes de qué preocuparte, no es nada malo, al

contrario, es algo bueno.”
“¿Por eso el banquete?”
“Si, así que no te preocupes.”
Alessandro y Abril no tardaron en llegar, una vez

todos reunidos, Cassian dijo.
“Por favor tomen asiento.”
Después de que todos se sentaran, las sirvientas

empezaron a servir la comida.
Abril estaba un poco intrigada por aquella reunión
y preguntó.
“Ahora si nos dirán para que nos han mandado a
llamar?”
Cassian tomó la mano de Maya, entrelazando sus

dedos con los de ella, después de dedicarle una
dulce mirada, empezó a decir.
“Maya y yo hemos tomado una decisión que
cambiará nuestras vidas para siempre, por eso
queríamos compartirla con ustedes.”
“¿Qué decisión han tomado Maya?”

Preguntó Barto.
“Hemos decidido casarnos.”

Respondió Maya con una gran sonrisa.
Abril y Alessandro los felicitaron al mismo tiempo.

Luego los felicitó Kiara, pero Barto no lo hizo;
Maya le preguntó.
“¿No piensa felicitarme?”
“Felicidades por tu boda.”
Abril estaba muy emocionada por la boda,
después de todo lo que había pasado, una boda era
algo maravilloso.
“¿Y cuándo será la boda?”
“En una semana.”
“jEn una semana!, eso es demasiado pronto.”
“Lo sé, pero ya hemos esperado suficiente, así que

haremos una boda sencilla y junto a las personas
que queremos.”
“Aun así una semana es poco tiempo." Dijo

Alessandro. Abril se había enterado que se casaba
el mismo día de su boda, así que ella no sabía lo
que era organizar una boda, pero quería ayudar a
Maya a que su boda fuera maravillosa, así que se
levantó de su asiento dejandó su comida a medias.
“Entonces debemos empezar inmediatamente, yo
te ayudaré a organizarla, aunque no sé muy bien
cómo son las bodas aquí.”
“Yo tampoco.”
Respondió Maya.
“Yo nunca he ido a una boda humana, pero si a
una boda de hadas, son maravillosas.”
“Es tu boda, puedes hacer lo que quieras, lo que te

haga feliz y te haga sentir cómoda, pero el vestido
es importante, así que llamaré a los mejores
diseñadores para que traigan sus mejores
vestidos.”
Abril se retiró a toda prisa, Alessandro se quedó
mirando como se marchaba y le dijo a Cassian.
“Puedes contar conmigo para lo que necesites.”
“Puedes empezar tomando tus obligaciones, estaré

muy ocupado preparando mi boda.”
“Cuenta con ello.”
Barto quien hasta el momento había permanecido

en silencio le dijo a Maya.
“También puedes contar conmigo para lo que
necesites.”
“Pienso tomarte la palabra, quiero que invites a
todos los del gremio a mi boda, he crecido con
ellos, son mi familia.”
“Solo dime el día, la hora y lugar, y me aseguraré

de que todos estén ahi.”
“También díselo a papá.”
“Será el primero en saberlo.”
“Gracias hermano.”
Después de la comida Barto y Kiara se retiraron,

Maya también se despidió alegando que tenía
cosas por hacer, pero la verdad era que la comida
le había sentado mal y sentía náuseas, ella solo
deseaba estar sola para poder vomitar sin que
nadie la viera ya que no quería preocupar a
Cassian.
Cassian y Alessandro se quedaron solos.
“Felicidades por tu matrimonio hermano, espero

que seas muy feliz.”
“Ya lo soy hermano.”
“Entonces que esa felicidad sea larga y duradera.”
Yo también lo espero y te deseo lo mismo.
Maya se había escondido en la primera habitación

que había encontrado y vomitado todo lo que había
comido.
“Esto es horrible, ¿Por qué siento tantas náuseas?”
Maya se tumbó en el suelo hasta que se sintió

mejor. Al salir de aquella habitación se encontró
con Abril en el pasillo, al ver que se veía tan pálida
le preguntó.
“Maya, ¿Te encuentras bien?”
“Si, no te preocupes.”
“Ya he pedido que vengan los diseñadores, estarán

aquí por la tarde.”
“Gracias por tu ayuda Aby.”
“¿Ya has pensado cómo quieres que sea tu boda?”
“Si, quiero que sea en el jardín, rodeada de flores,

con el cielo azul sobre nuestras cabezas.”
“Entonces deberíamos ir a dar un paseo por el

jardin y buscar el lugar que más te guste.”
“Si, me parece bien.”
Mientras daban un paseo por el jardín, Abril le

preguntó a Maya.
“¿Ya sabes cuando irás al reino de las hadas?.
“Todavía no lo he decidido, pero me gustaría irme

pronto.”
“¿Por eso quieres casarte tan pronto?”
“Si, aunque suene egoista, no quiero irme sin

haber unido mi vida a la de Cassian de todas las
maneras posibles, sin llevar en mi mano la marca
de matrimonio que me recordara que él estará
esperándome.”
Abril se quedó mirando la marca de matrimonio
que había en su mano y empezó a decir.
“Mi matrimonio no fue por amor, en ese entonces
yo no entendía el valor de esta marca, pero ahora
si, mi corazón y mi vida están unidas por un lazo
invisible a la de Alessandro, un lazo que nada
puede romper y que me recuerda que no estoy
sola.”
“¿Cómo fue tu boda?”
“Fue rápida y triste, tienes mucha suerte, el día de

tu boda serás la más feliz de todas las novias.”
“Si no te gustó tu boda, podrías celebrarla

nuevamente y reemplazar esos recuerdos tristes.”

“Aunque no tengo buenos recuerdos de mi boda,
no deseo cambiarlos, porque todo lo que he pasado
ha hecho que me conviertan en quien soy ahora,
así que me quedaré con mis recuerdos tristes, para
sonreir aun mas en mis momentos alegres.”
“Admiro tu fortaleza, no se si yo podría pensar
igual.”
“Tu eres fuerte Maya, más de lo que te imaginas,

es solo que aun no te has dado cuenta todavía.”
Maya se detuvo de golpe en el jardin de hortensias

rosadas.
“Aquí, quiero celebrar mi boda aquí.”
“¿Estás segura, hay un jardín de rosas más

adelante.”
“No, quiero que sea aquí, porque las hortensias

rosadas significan amor, por eso este lugar es
perfecto para jurarse amor eterno.”
Capítulo 92
Una nueva princesa
Solo faltaba un dia para la boda, pero Maya había

dejado de pensar en eso, la noticia de su embarazo
la había dejado en shock, sobre todo porque no
sabía si contárselo a Cassian o si esperar hasta
después de la boda para contarle.
Maya se fue a su habitación, aunque aún había

algunos detalles de la boda que organizar, pero en
ese momento ella no tenía cabeza para pensar en
ninguna otra cosa que no fuera su bebé. Ella se
tumbó en la cama y se quedó mirando hacia el
techo. La pequeña pixie apareció de pronto.
“No puedes casarte con ese humano.”
Maya atrapó a la pequeña pixie y le dijo.

“Cállate, no estoy de ánimos para escuchar tus
tonterías”
“No puedes casarte.”
Maya se sentó en la cama y le dijo.

“¿iQuieres que te aplaste?”
“Pero es que no te puedes casarte, debes cancelar
la boda.”
“Primero insistias en que fuera a la tierra de las

hadas y ahora quieres que cancele mi boda, ¿Por
que tu insistencia para que cancele mi boda?”
La pixie se resistía en hablar y como Maya no

tenía mucha paciencia, apretó un poco a la pixie.
“Habla o te aplasto como a una uva.”
“No me aplastes, no me aplastes, esta bien,

hablare.”
“Empieza a hablar.”
“La reina hada, fue la reina hada, dijo que te

convenciera para que cancelaras la boda.”
“¿Y a ella qué le importa si me caso?”
“No lo sé, solo dijo que no podías casarte.”
“¿Por qué?”
“No lo sé, la reina no lo mencionó.”
Maya soltó a la pixie.
“No pienso cancelar mi boda, así que ve y dicelo.”
“La reina no estará complacida con tu respuesta.”
“No me importa si le complace o no, voy a

casarme con el hombre que amo y nada podrá
impedirlo.”
“Bueno, yo se lo diré, espero que no te arrepientas

de la decisión que has tomado.”
“No lo haré.”
Antes de desaparecer, la pixie dijo.

“La reina hada no dejará que te cases, ella no se da
por vencida tan fácilmente.”
“Y yo tampoco.”
Una vez sola, Maya puso su mano sobre su

vientre, aun estaba plano y además de las náuseas,
no sentía nada, así que se preguntó si su bebé en
verdad estaba ahí. Maya se quedó absorta en sus
pensamientos hasta que cayó la noche y Cassian
volvió, él se acercó, le dio un beso en la frente y le
preguntó.
“¿Cómo estás?”
“Nerviosa, ¿Y tú?”
“Nervioso.”
Cassian acarició la mejilla de Maya y le acomodó
un mechón de pelo detrás de la oreja.
“Y feliz porque mañana por fin te convertirás en
mi esposa.”
Maya le dio un beso y le preguntó de pronto.

“¿Quieres tener hijos?”
Por supuesto, quiero que seas mi esposa, quiero

que tengamos hijos y seamos felices, lo quiero todo
contigo.”
La respuesta de Cassian hizo que todas las dudas y

temores desaparecieron mágicamente, aunque su
embarazo no hubiera llegado en un buen
momento, dejó de tener temor, no estaba sola,
tenía alguien en quien apoyarse.
Maya lo abrazó hundiendo sus dedos en el cabello

de Cassian.
“Yo también lo quiero todo contigo.”
Cassian la rodeó con sus brazos y preguntó.
Mientras respiraba el aroma de sus cortos cabellos
que cosquilleaban en su nariz.
“Nunca hemos hablado sobre tener hijos, ¿Quieres
hijos?”
“Nunca había pasado por mi mente la idea de

tener hijos, y cuando lleguen seguro estaré
asustada, pero si, si quiero tener hijos contigo, y
quizás más pronto de lo que pensamos.”
“Me pregunto cómo sería nuestro hijo.”
“No se, pero seguro sera hermoso y le amaremos

mucho.”
“Que no te quepa la menor duda de que así será.”
Cassian le dio un beso en el cuello a Maya y le dijo.

“Será mejor que me vaya.”
“¿A donde?”
“Mañana es nuestra boda, debemos dormir

separados esta noche.”
“¿Por qué?”
“No puedo ver a la novia el día de la boda.”
“Dicen que es de mala suerte.”
“Esas son tonterías, no me digas que crees en

ellas.”
“Un poco y como no quiero que nada empañe

nuestra felicidad, prefiero evitar tentar a la suerte.”
“¿Entonces dormiré sola esta noche?”
“Si.”
“Supongo que nada de lo que diga te hará cambiar

de opinión.”
“No.”
Cassian se apartó de Maya aun cuando ella se

habia resistido a dejarlo ir, le dio un suave beso en
los labios y le dijo.
“Te amo Maya, nos veremos mañana.”
“Yo también te amo.”
Cassian se dirigió a la puerta, antes de irse le

sonrió y le dijo.
“Te estaré esperando. no te vayas a arrepentir al
último momento.”
“Eso nunca.”
Cassian salió de la habitación cerrando la puerta

detrás de él, dejando sola a Maya en aquella
habitación. Ella salió al balcón, la suave brisa
veraniega revolvió sus cabellos, ella miró al cielo y
deseo con todo su corazón que llegará mañana
para volver estar con su amado y no volver a
separarse de él.”
“Al día siguien varias sirvientas fueron a despertar

a Maya muy temprano, ella se quejo pero sus
quejas no fueron escuchadas, ellas la hicieron salir
de la cama y la llevaron al cuarto de baño donde le
dieron un largo baño, en el cual masajearon su piel
y aplicaron aceites aromáticos, algo que en otro
momento a ella le hubiera parecido maravilloso,
pero en su estado era todo lo contrario, el aroma
de los aceites le provocan náuseas y tuvo que pedir
que le dieran otro baño para retirar el aceite de su
cuerpo.
Después las sirvientas le sirvieron el desayuno. Se

esmeraron en maquillarla, y peinarla, lo cual
resultó ser un reto por lo corto de su cabello.
Preguntó Abril mientras asomaba su cabeza por la
puerta.
“Por supuesto.”
Contestó Maya, contenta de tener a su amiga
cerca.
“Te he traído un regalo.”
Abril le entregó la una caja con una diadema con

diamantes a Maya y le dijo.
“Alessandro me ha pedido que te la entregue, es
un regalo para ti.”
Aquella diadema debía ser una joya real, era

hermosa y parecia muy cara.”
“¿En verdad es para mi?”
“Si, me pidió que te dijera que es el símbolo de
que hoy te convertirás en princesa, ya que a partir
de hoy serás parte de la familia real.
Maya no esperaba un detalle tan bonito por parte

de Aiessandro. Y aunque la diadema le parecía algo
excesivo, la usaría por el significado que tenía.
“Dile que muchas gracias, que cuidare bien de
ella.”
Después de vestirse Maya le pidió a las sirvientas

que acomodaran la diadema en su cabeza, junto al
velo. Cuando las sirvientas terminaron de
prepararla ella le preguntó a Abril antes de mirarse
al espejo.
“¿Cómo me veo?”
“Preciosa.”
Maya se miró al espejo y cuando lo hizo, le dieron

ganas de llorar, aunque no sabía muy bien el
porqué, ya que se veía hermosa.
Alguien tocó la puerta.
Preguntó una voz masculina del otro lado de la
puerta, la cual Maya reconoció enseguida.
“Si, pasa.”
La puerta se abrió, cuando Maya vio entrar a su

padre con lágrimas en los ojos, ella no pudo evitar
derramar unas cuantas lágrimas.
“Te ves preciosa pequeña.”
“Creí que no vendrías.”
“Jamás me perdería tu boda.”
Maya le dio un abrazo a su padre y le dijo.

“Te quiero papá, gracias por venir, no sabes
cuánto significa esto para mi.”
“El día en el que mi niña se convierte en mujer.”
“Hace mucho crecí papá.”
“Si, pero no es hasta este dia que me he dado

cuenta de que mi niña ya se ha convertido en una
mujer.”
Capítulo 93
Una hermosa boda
Cassian estaba muy nervloso, él no paraba de

caminar de un lado al otro. Alessandro le puso la
mano en el hombro y le dijo.
"Cálmate Cassian."
"Es que ya está tardando, Y si se arrepintió?, Será

que ya no quiere casarse conmigo?"
"No lo creo, Maya parece ser una mujer decidida,

si ya decidió casarse contigo, no creo que vaya a
arrepentirse."
"Si, pero ella nunca quiso casarse y si…"
"Deja de pensar en eso, ella ya está aquí."
Cassian levantó su mirada, al verla se quedó

estupefacto, Maya se veía tan hermosa que por un
momento se olvidó de respirar. Maya era mitad
hada, pero no fue hasta ese momento que fue
plenamente consciente de que ella era un hada.
Ella se acercaba lentamente con una hermosa
sonrisa dibujada en sus labios, en cada paso que
daba su vestido se movía ligeramente haciendo
parecer que no caminaba, si no flotaba.
Maya caminó del brazo de su padre hasta el jardín

donde se estaría celebrando la boda, cuando llegó,
se sorprendió al ver lo hermoso que había quedado
el jardín, sobre todo por que ella había dejado las
cosas a medias el dia anterior, pero cuando vio a
Cassian esperándola y sus miradas se
encontraron,todo dejó de tener importancia, todo
a su alrededor pareció desvanecerse, solo estaban
ellos dos.
Cuando Maya llegó a la capilla llena de flores que

habían preparado para la ceremonia, tomó la
mano de Cassian.
"Mas te vale que cuides de mi hija, es mi tesoro

mas preciado."
Le dijo Ryan.
"Y ahora será el mio, cuidare blen de su hija

señor."
"Mas te vale que asi sea, se me olvidara quien eres

y te haré sufrir, lo Juro."
Ryan tomó su asiento.
Maya se rió y le dijo a Cassian.
"Toma en serio su amenaza, mi papá no miente."
"Te ves preciosa."
"Gracias, tú también te ves muy guapo, creo que

he vuelto a enamorarme de ti."
Cassian apretó la mano de Maya.

"Yo también, cuando te vi llegar, volví a
enamorarme una vez más."
El sacerdote empezó la ceremonia. Fue larga y

hermosa, Abril se recostó en el hombro de
Alessandro y le preguntó.
"¿Así son todas las bodas?"
"Si."
"La nuestra fue corta, muy corta, no sabia que

fueran tan largas y hermosas."
"Cuando nos casamos estaba muy enojado, por

eso decidí acortar la ceremonia, ahora me
arrepiento de eso, quizás debamos repetir nuestra
boda."
"Maya me sugirió lo mismo, pero le dije que no, ya
soy tu esposa, no necesito volver a repetir la
ceremonia."
"¿Estás segura?"
"Si, muy segura."
Cassian y Maya empezaron a decir sus votos

matrimoniales en los que ambos juraron amor
eterno. Cassian tomó una de las dagas que había
en la mesa, se hizo un pequeño corte y derramó su
sangre en el pergamino matrimonial.
Era el turno de Maya, pero cuando iba a hacerlo

un invitado inesperado apareció de repente,
interrumpiendo la boda. Era la reina hada. Ella
cruzó la distancia que las separaba. Maya apretó
sus manos con fuerza, ella no entendía qué hacía la
reina en ese lugar, ni por qué estaba
interrumpiendo su boda.
"¿Qué hace aqui su majestad?, ¿Y por qué está

interrumpiendo mi boda?"
"He venido a buscarte Maya, así que podrías venir

conmigo."
"Volvere a la tierra de las hadas, pero no será en
este momento, le pido que se marches."
La reina hada retiró un mechón de pelo de Maya.

"No me iré sin ti, mi pequeña hada errante."
Su mano rozó la mejilla de Maya, que intentó no

retroceder ante el contacto y ante las palabras que
salieron de la boca de la reina hada.
"Tú te convertirás en mi sucesora, en la nueva

reina de las hadas."
"No puedo."
Contestó Maya sin vacilar, aunque fuera tentador,
ella no quería el trono de las hadas, solo quería ser
feliz con el hombre que amaba.
La reina hada dio un paso atrás.

"¿Por qué no?"
"Mi lugar está aquí, junto al hombre que amo."
"¿Qué tiene de especial este humano para que

desprecies un reino por él?"
"Mi corazón, por eso no puedo aceptar ser tu
sucesora."
Maya tocó su vientre, no era algo que quería decir

en aquel momento, pero debía dejarle en claro a la
reina hada que nunca podría aceptar ser la reina de
las hadas.
"Y además es el padre de hijo."
La cara de sorpresa de la reina, fue aún mayor de

lo que Maya había pensado.
"Maya, ¿Es eso cierto?, ¿Estás embarazada?"

Preguntó Cassian sin poder creer lo que había
escuchado.
Maya asintió con la cabeza.

"Si, ayer me enteré que estaba embarazada, por
eso no se me quitaban las náuseas."
Cassian abrazo a Maya, ese era sin duda el dia más

feliz de su vida, no solo por la boda, sino también
por la noticia de que tendría un hijo.
Maya apartó a Cassian, tomó la daga que habían

preparado para ella, con una daga que había en la
pequeña mesa ante ella, se hizo un pequeño corte
derramando su sangre sobre un pergamino, la
sangre de los dos se mezcló, el pergamino brillo y
una marca apareció en la mano izquierda de Maya
y otra en la mano izquierda de Cassian, lo cual
sellaba aquella boda.
La reina hada quien hasta el momento había

estado en shock por la noticia,dijo.
"iNO!, ¡¿Pero qué has hecho?!
"Esta es mi boda, puede quedarse o irse, pero no

dejaré que la siga interrumpiendo."
Maya vio cómo las expresiones revoloteaban por

la cara de la reina hada. Dolor. Rechazo. Ira.
Cassian se preparó para defender a Maya por si la

reina hada los atacaba, pero esta no lo hizo.
"Espero que no te arrepientas de la decisión que

has tomado."
Dio media vuelta.
Maya empezó a toser sangre.
"¡Maya!"
Hasta ese momento ella se encontraba bien, por

eso no entendía qué estaba pasando por eso, no
pudo decir nada para calmar a Cassian, quien se
escuchaba desesperado. De repente Maya dio un
grito de dolor.
"¡Maya!, ¡¿Dónde te duele?!
"Haa..!"
Maya sentía como si alguien estuviera apretando
su corazon para hacerlo explotar.
Abril corrió hasta Maya y usó su magia de

curación, pero no funciono, Maya seguía gritando
de dolor.
"Cassian...Duele mucho, no puedo morir asi."
Cassian tomó a Maya en brazos y le dijo.

"No te preocupes, no morirás."
"Me duele, siento que mi corazón va a explotar,

Cassian…"
"Resiste, todo saldrá bien, te pondrás bien, no

dejaré que mueras."
Capítulo 94
Verdades o mentiras
La reina hada había dado media vuelta, ella se

quedó mirando fijamente a Maya mientras
agonizaba de dolor.
“Maya está sufriendo, ¡Ayúdala!”
“Intente ayudarla, pero no quiso escucharme,

tomó su decisión, ahora debe pagar el precio.”
“No lo estoy pidiendo, ¡Te lo estoy ordenando!”
“Tienes muchas agallas para ordenarme algo

muchachito.”
Ryan se acercó a la reina hada y le dijo.

“Quieres que mi hija sea tu sucesora, ¿No?, asi que
ayudala.”
“Quiero que sea mi sucesora, pero ella no quiere,

me lo dejó muy en claro hace un momento.”
Barto se acercó a la reina, se inclinó ante la reina y
empezó a suplicar.
“Ayude a mi hermana, yo tomaré su lugar, pero
salvela.”
Kiara sabía que si Barto se convertía en el sucesor

de la reina hada, seria aun mas difícil para ellos
estar juntos, aunque no quería tener a la reina
hada como su enemiga, no podía quedarse con los
brazos cruzados viendo como su amado le
entregaba su vida a la reina hada.
“Su majestad, entiendo que se sienta ofendida,
pero Maya está embarazada de un guardián, asi
que debe ayudarle, está obligada a hacerlo.”
La reina hada se quedó mirando fijamente a Kiara,

después se acercó a Maya. Cassian se aferraba a
Maya como si la vida se le fuera en ello.
“Damela.”
“No pienso entregártela.”
“Entonces no puedo ayudarla, es esta maldita

boda que la está matando, la marca de matrimonio
es para humanos, no para hadas, así que si quieres
salvarla, deja que me la lleve a la tierra de las
hadas, mi poder es más fuerte ahí.”
Maya estaba sufriendo, no tenia tiempo que

perder.
“Está bien, pero yo iré con ella.”
“Te dije que no puedes volver a mis tierras.”
“Si, lo recuerdo, pero soy un guardián, no puedes

negarme la entrada.”
La reina hada resopló con fuerza.

“Pensé que nunca se darían cuenta de la maldita
sangre que corre por sus venas.”
La reina hada parecía molesta, pero aun así le dijo.
“Vámonos, no hay más tiempo que perder.”
Cassian tomó a Maya en brazos y siguió a la reina

hada, hasta un árbol grande con un tronco ancho.
La reina hada tocó el tronco del árbol y el árbol
empezó a brillar.
“Este es el portal, vamos, ya no le queda mucho
tiempo.”
Cassian le dio un beso en la frente a Maya quien
parecía estar sufriendo mucho y le dijo.
“Pronto vas a estar bien.”
La reina hada cruzó primero, Cassian lo hizo

después, en un abrir y cerrar de ojos, llegaron a la
tierra de las hadas.
Pero en el instante que lo hicieron, los guardias le

arrebataron a Maya de los brazos.
“¡¿Que está pasando?!”
“Me obligaste a que te trajera, pero eso no

significa que vaya hacer todo lo que quieras.”
La reina hadas le ordenó a los guardias que se lo

llevarán. Cassian se resistió, luchó por librarse,
pero no pudo hacerlo. Los guardias lo arrastraron
hasta una habitación y cerraron la puerta con llave,
Cassian intentó escapar por la ventana, pero no
pudo, algo le impedía salir de aquella habitación.
“Idiota, soy un Idlota por pensar que la reina hada
me ayudarla, ¿Maya, donde estas?”
Abrll se sentía muy Inquieta por la manera en la
que Maya y Cassian se habian ido a la tierra de las
hadas y Alessandro no era la excepción.
“¿Crees que Cassian y Maya están bien?”

Preguntó Alessandro muy preocupado.
“No lo sé, la reina hada es una tramposa, pero ella

está obligada a servir a los guardianes, no creo que
le haga daño.”
“Lo se, pero ella ya sabia que eramos del linaje de

los guardianes y lo mantuvo oculto para hacer su
voluntad, ella quiere a Maya y no se si algo la haga
Abril pensaba igual que Alessandro, pero no

quería poner más cargas sobre sus hombros.
“Todo saldrá bien Lessan, ellos estarán bien,
dentro de poco los tendremos de vuelta.”
“Eso espero.”
Abril abrazo a Alessandro y le dijo.

“Veras que así será.”
Cuando llegó la noche, Abril usó su magia para
hacer dormir a Alessandro, después fue a la
habitación de Kaira y tocó la puerta con sus
nudillos.
“Kiara, ¿Estás despierta?, necesito hablar
contigo.”
Kiara abrió la puerta y la hizo pasar. Barto estaba

durmiendo en la cama.
“No sabia que estabas acompañada, podríamos

hablar en otro lugar.”
“Lo he noqueado con mi magia, no se despertara

hasta mañana.”
“Debe de estar muy preocupado por su hermana.”
“Ni que lo digas, incluso pensó en ir a la tierra de

las hadas, nada de lo que dijera lo hacia calmarse,
por eso lo puse a dormir.”
“Alessandro está igual de preocupado por su

hermano.”
“Si yo estuviera en su lugar, también lo estaría, la
reina hada puede llegar a ser muy mala cuando lo
desea, la prueba está en que dejó a Maya sufriendo
un buen rato antes de llevársela, y eso que la
quiere.”
“¿Tú conoces bien a la reina hada?”
“No diría que bien, pero si la he tratado, es una

embustero, no puede mentir, pero es muy buena
ocultando la verdad.”
“Ella ya sabía que Cassian era parte del linaje de

los guardianes, pero nunca lo dijo, ¿Crees que se
revele contra ellos?”
“La reina hada es muy vieja y por lo tanto muy

sabia, así que no creo que ese sea el caso, aunque
seguro les pondrá las cosas difíciles, no es alguien
muy cooperativa.”
“Quiero ir a la tierra de las hadas, ¿Me

acompañarias?”
“No deberías de meterte en este asunto, recuerda
que necesitas que la reina hada cuide de tu hija, no
te conviene convertirte en su enemiga.”
“Eso ya lo sé, pero tampoco puedo quedarme de

brazos cruzados sin saber que les ha pasado a mis
amigos.”
Kiara empezó a peinar su cabello con los dedos,

algo que solía hacer cuando se sentía agobiada o
nerviosa, y en ese momento tenía un poco de
ambos.”
“De acuerdo, te llevaré a la tierra de las hadas e
intentaré ayudarte, pero no pienso enfrentarme a
la reina de hada, no soy tan tonta para ponerla en
mi contra.”
“Gracias Kiara, me alegra que estés aquí.”
Kiara miró a Barto quien se encontraba

durmiendo y dijo.
“Si, yo también me alegro de haber estado
presente y que Barto no cometiera una locura.”
Capítulo 95
Corazones entrelazados
Cassian se habia centrado tanto en escapar de

aquella habitación para llegar hasta Maya, que no
se percató que no tenia la marca de matrimonio en
su mano, ellos habían llevado a cabo la ceremonia,
sus sangres se habían mezclado, sellando así su
matrimonio, la marca debía de haber aparecido en
su mano, sin embargo no había nada.
Él hizo memoria y recordó que tampoco había

visto la marca de matrimonio en la mano de Maya.
Había miles de preguntas en su mente, pero la que
más rondaba en su cabeza era lo que la reina hada
le había dicho.
'La marca de matrimonio es para humanos, no

para hadas.'
Cassian empezó a dar vueltas alrededor de la

habitación, preguntándose si eso tenía algo que ver
con que la marca de matrimonio no hubiera
aparecido en sus manos y con que Maya hubiera
sufrido tanto tras terminar la ceremonia.
"¡Maldición!, ¿iQué demonios está pasando!?"
Maya fue llevada a una habitación llena de flores,
los guardias la depositaron en una cama de flores
blancas y después se retiraron dejándola a solas
con la reina hada. Ella casi no podía hablar por el
dolor, pero hizo un gran esfuerzo para preguntar
donde estaba Cassian, pero la reina la ignoró
diciendo.
"No hables, debes guardar tu energía."
"¿Dónde está?"
Volvió a preguntar en lo que fue apenas un
susurro.
"Está bien, es del linaje de los guardianes, no

puedo hacerle nada."
"¿Dónde está?"
"Ya deja de hablar, si no lo haces por ti, hazlo por

el bebé que llevas en tu vientre."
El dolor se volvió aún peor, Maya empezó a

retorcerse de dolor.
"¡Ha..!
"Esto te pasa por necia, el dolor que estás
sintiendo es la marca de matrimonio grabándose
en.. tu corazón, a los humanos la marca les aparece
en la piel, pero no es el caso de las hadas, la marca
se graba en el corazón creando un lazo irrompible,
lo que hiciste no fue una simple promesa de amor,
has atado tu corazón al de ese humano, ahora tú y
él se han vuelto un solo ser, la promesa de estar
juntos hasta que la muerte los separe, es literal, si
su corazón se detiene, el tuyo tambien lo hara, si él
muere, tu también lo harás."
La reina hada tomó la mano de Maya. Pero esta la

apartó de un manotazo.
"Estoy intentando ayudarte niña tonta, podrías

parar de una vez."
La reina hada volvió a tomar la mano de Maya,

entrelazándola con la de ella, la reina hada se
entrelazo con Maya y tomó todo su dolor. Después
le dio un beso en la frente y le dijo en un susurro.
"Duerme."
Maya cerró sus ojos, quedándose dormida

inmediatamente. La reina hada siguió sosteniendo
la mano de Maya, sufriendo su dolor, el cual era
agonizante, ella sabía que el dolor no pararía hasta
que la marca terminará de grabarse por completo
en el corazón de Maya, pero ella estaba débil por
haber permanecido lejos de la tierra de las hadas y
además estaba embarazada lo que hacía que su
posibilidad de sobrevivir fuera aún menor, esa era
la única forma de salvarla.
La reina estuvo entrelazada con Maya, sufriendo

aquel dolor insoportable durante un día entero.
Cuando el dolor se detuvo, una marca dorada
apareció de repente en la parte izquierda del pecho
de maya, sobre su corazón; era la marca de
matrimonio, la cual acababa de grabarse por
completo.
Cassian estaba sentado junto a la puerta cuando

sintió que el pecho le empezaba arder como si le
hubieran atizado con una braza ardiendo. Él abrió
su camisa, una marca dorada se estaba grabando
en su pecho, sobre su corazón, era la marca de
matrimonio, pero lo que él no entendía, era por
qué había aparecido en su pecho hasta ese
momento y por que habia aparecido en su pecho y
no en su mano.
El se puso en pie y empezó a golpear la puerta,
suplicando que lo dejaran salir y que lo llevaran
hasta donde se encontraba Maya, pero siguió sin
recibir ninguna respuesta, él sintió como si su voz
se desvaneciera en el aire y no le llegara a nadie.
Después de varias horas, de dar gritos y patadas,
Cassian terminó sin voz y sin fuerzas, cayendo
desmayado en el suelo.
____ ༼⁠♡⁠༽ ____
Cira entró a las profundidades de una montaña en

la cual no crecía nada, toda forma de vida parecía
haber muerto en aquel lugar. Liona había estado
siguiendo a la princesa Cira pensando que podría
vengarse de Abril, sin embargo lo único que había
hecho era correr de un lado a otro buscando una
llave que ni siquiera sabía si era real.
"Su majestad, ¿Cree que lo que busca está en este
lugar?"
"Creo que si, todo ha muerto aquí, la llave debe

haber contaminado la tierra, creo que cada vez nos
acercamos más a nuestro objetivo."
"¿Qué piensa hacer cuando tenga la llave en sus

manos?, ¿Nos vengaremos de esa maldita perra?"
"Aun no, la mejor manera de romper a alguien, es
la espera, es hacerle sentir ansiedad y temor, y
atacar cuando no lo espera."
"¿Entonces seguiremos escondidas en la

oscuridad, como ratas?"
"No, ya me he cansado de eso."
"¿Entonces qué haremos?"
"Pronto lo sabrás."
Cira siguió descendiendo a las profundidades de la
montaña, entre más lo hacían más espesa se volvia
la oscuridad, esa vez había llegado al lugar
correcto, todo su ser se lo decía, ella podía sentir
como la llave la estaba llamando. Pero a mitad de
camino empezó a sentirse mal, el aire era tan
pesado en ese lugar que apenas podía respirar.
Liona se sostuvo de las paredes y dijo.

"Su majestad, ya no puedo continuar, siento que
mis pulmones van a reventar."
"Entonces vuelve, continuaré sola."
Liona no se lo pensó dos veces y salió corriendo de
ese lugar.
Cira continuó avanzando, pero al final tuvo que

dar media vuelta y volver sin llegar a su objetivo,
ese cuerpo humano no podía soportar el poder de
la llave de hades.
"Maldito cuerpo, no podré llegar a la llave con él y
mucho menos usarla."
Cuando salió de la montaña, Liona le preguntó.

"Su majestad, ¿Pudo conseguir la llave?"
"No, no puedo llegar a hasta ella con este cuerpo,

tendré que encontrar una manera de llegar hasta
ella, pero ya se donde esta, solo es cuestión de
tiempo para que me haga con la llave."
Capítulo 96
La promesa de Barto
Después de hablar con Kiara, Abril fue a la

habitación de su hija, como era tarde pensó que la
encontraria dormida, pero para su sorpresa no fue
así, ella habia invocado a los vientos y había hecho
que todo los muñecos de la habitación salieran
volando. La sirvienta que estaba cuidando de
Lissana en ese momento se veía aterrada, sostenía
a Lissana contra su pecho.
Abril ánulo la magia de Lissana, se acercó a ellas y

preguntó.
"¿Están bien?"
"Su majestad lo ha visto, dígame que lo vio, los

muñecos estaban…"
"Debes estar cansada, dame a Lissana, dormirá

conmigo, ve a descansar."
Después de entregar a la niña, aquella sirvienta

salió corriendo de la habitación, como si hubiera
visto algún fantasma. Al usar los limitadores, la
magia de Lissana era mucho más débil, pero no lo
suficiente como para no dar problemas. Abril le dio
un beso en la frente a su hija, acarició su mejilla y
suprimió sus poderes.
Lissana cerró sus ojos y se quedó dormida

rápidamente.
Abril la llevó hasta su habitación y la depositó

suavemente en la cuna que había junto a su cama,
le dio una mirada rápida a Alessandro quien aun
seguía dormido y después volvió su mirada a
Lissana, aun con su magia suprimida y limitada,
ella podía sentir todo el poder que corría por el
pequeño cuerpo de su hija.
El tiempo de Lissana se estaba acabando. Abril ya

no podía seguir reteniendo a su hija, debía llevarla
a la tierra de las hadas, antes de que fuera
demasiado tarde..
____ ༼⁠♡⁠༽ ____
Al día siguiente cuando Alessandro despertó, Abril

le dijo.
"Lessan, tenemos que hablar."
"¿Qué ocurre?"
"Pienso ir a la tierra de las hadas, iré a buscar a

Cassian y a Maya."
"Yo te acompañare."

"El tiempo funciona de manera diferente en la
tierra de las hadas, Cira se ha vuelto más fuerte,
alguien debe proteger el castillo, una de las llaves
del Hades está aquí, debemos asegurarnos de que
Cira no se haga con ella."
Alessandro quería replicar, pero sabía que Abril

tenía razón, aunque lo odiara con todo su ser,
tenían que volver a separarse.
"No dejaré que vayas sola, le pediré a Sirius que
vaya contigo."
"No, Sirius debe quedarse, debe reforzar todas las

barreras que protegen el reino, no quiero que los
monstruos de Laios crucen las fronteras, e visto lo
que esos monstruos le hacen a las personas, toda la
muerte y destrucción que dejan a su paso, no
quiero volver a ver algo asi, por eso le he pedido a
Kiara que me acompañe, ella es la princesa
heredera de los elfos, dudo que la reina hada
quiera estar en malos términos con los elfos."
"No creo que la reina hada quiera una guerra entre

clanes en este momento."
"Me llevaré a Lissana conmigo."
"¡¿Qué?!"
"El poder de Lissana ha vuelto a descontrolarse,

no puedo seguir suprimiendo su poder o terminaré
matándola."
Alessandro abrazo a Abril y le dijo.

"Me pregunto, ¿Cuándo terminará todo esto?
¿Cuando podremos ser felices de verdad?"
Aunque estaban sufriendo adversidades, la verdad

era que Abril no se sentía infeliz, porque antes de
ellos, ella no tenía nada, ni a nadie, no había nada
que la motivara a seguir viviendo además de
respirar, la mayor parte de sus días eran pacíficos,
pero grises.
"Ya somos felices Lessan, quizás no como
quisiéramos, pero lo somos, vamos a superar esta
tormenta, estoy segura de eso, y volveremos a
tener días tranquilos en los cuales descansar."
"Si, tienes razón."
"Levántate, desayunemos juntos."
"¿Cuando te iras?"
"Después del desayuno, aunque para nosotros

hayan pasado solo unas horas, no sabemos cuánto
tiempo haya pasado para Maya y Cassian."
"Cuidate y cuida a nuestra hija.."
"Cuidare bien de ella, no te preocupes, también

me asegurare de que la reina hada cuide bien de
nuestra hija, ella me debe un favor y pienso
cobrárselo."
Alessandro miro en la cuna, Lissana estaba

durmiendo profundamente, pero cuando se habían
ido a dormir ellos no estaban ahi, así que preguntó.
"¿Qué hace Lissana aquí?, ayer la dejamos en su
habitación."
"Cuando senti que su poder se descontrolo la traje

aquí."
"Ella aún duerme, pediré que nos traigan el

desayuno a la habitación, así podremos estar los
tres juntos antes de que se vayan."
"Me parece una buena idea."
____ ༼⁠♡⁠༽ ____
Cuando Barto despertó, lo primero que vio fue el

rostro dormido de Kiara, él se levantó de la cama
con cuidado para no hacer ruido, pero aun así no
pudo evitar despertarla.
"¿A dónde vas?"
"Iré a buscar a mi padre, debe estar destrozado

después de lo que pasó ayer."
Kiara recordaba haber visto al padre de Barto muy
tranquilo después de que la reina hada se llevará a
Maya.
"Ayer no parecía muy afectado."
"El que no lo parezca no significa que no lo esté."
Barto se dirigió a la puerta, antes de que se fuera,

Kiara le preguntó.
"¿Qué piensas hacer?"
"Ire a recuperar a mi hermana, no creo que la

reina hada la deje regresar asi como asi."
"No estarás pensando hacer lo que le dijiste, ser su

sucesor."
"Si con eso logro que ella le dé la libertad a mi

hermana…"
"¡¿Y qué hay de mi?!, ¡¿Qué hay de nosotros?!"
Barto se quedó en silencio, sin poder responder la

pregunta de Kiara, porque aunque deseaba con
todo su corazón estar con ella, Maya era su familia
y no podía abandonarla.
"Barto, ¡Mirame!"
Barto siguió dándole la espalda a Kiara, ella se

levantó, se acercó a él y lo obligó a que la mirara.
"Me pediste matrimonio, dijiste que estarías

conmigo, que me amabas, ¿Acaso eran todas
mentiras?"
"No, nada es mentira, te amo y quiero estar

contigo el resto de mi vida, pero no puedo
abandonar a mi hermana."
"¿Piensas sacrificar lo nuestro por tu hermana?"
"Se lo prometí a mi madre, le prometí que cuidaría

de Maya, no puedo…"
Kiara le dio un empujón y empezó a darle

pequeños golpecitos en el pecho.
"Idiota, eres un maldito idiota, no tienes que
sacrificar tu felicidad por nadie, Cassian es parte
de los guardianes, estoy segura de que encontrara
la manera de traerla devuelta, solo tienes que
esperar, no vayas a la tierra de las hadas Barto."
"En otro tiempo y en otras circunstancias habria
esperado, Maya está embarazada, no puedo
abandonarla."
Capítulo 97
Un nuevo lazo
La reina hada se dirigía a su habitación cuando

uno de los guardias se acercó a ella.
"Su majestad, el príncipe humano se ha

desmayado."
"Llama a un sanador, procuren cuidar bien de él."
"Él no paró de llamar a la señorita Maya hasta

colapsar."
"Por el momento, que lo traten, ya me encargaré

de eso después, necesito descansar, no quiero que
nadie me moleste."
Al entrelazarse con Maya, la reina hada pudo

sentir no solo su dolor, también pudo sentir sus
emociones, el dolor, la desesperación y el amor,
que sentía, esas emociones siguieron resonando en
su interior y por primera vez en su vida, se dio
cuenta de porque había quienes daban su vida por
la persona que amaban, entendió por que Maya
estaba dispuesta a morir por el humano.
La reina hada estuvo descansando un día entero,
ya que sus emociones eran un caos. Al día
siguiente lo primero que hizo fue ir a ver a Maya,
ella aún seguía bajo los efectos de su magia,
sumida en un sueño profundo.
Después de asegurarse de que se encontraba bien,

fue a ver a Cassian. Cuando llego escucho como
golpeaban la puerta, una y otra vez desde el
interior.
"Que es todo este escándalo?"
"Es el príncipe humano su majestad, sigue

intentando salir de la habitación."
"Abran la puerta."
Cuando la puerta se abrió, Cassian intentó

escapar, pero antes de poner un pie fuera de la
habitación, sintió como una extraña fuerza lo
regresaba de vuelta a la habitación.
"¡¿Dónde está Maya?!"
"Descansando."
"Te ordeno que me lleves junto a ella."
"La verás cuando despierte, así que deja de hacer
tanto alboroto."
Cassian se veía cansado y demacrado, parecía que

no había comido, ni dormido desde que había
llegado.
"Tu también deberías descansar, te ves fatal, Maya

se asustara si te ve así."
"Quiero verla, llevame con ella."
"¿Acaso no escuchas lo que digo?"
"Te he escuchado, pero no te lo estoy pidiendo, te

lo estoy ordenando, soy del linaje de los
guardianes, estás obligada a obedecer."
"Es verdad, debo obediencia a los guardianes,

pero eso no significa que deba hacer todo lo que
me pidas."
"¡Maldita bruja!, ¡llevame con Maya!"
"Puedes parar de gritar, te estoy ayudando, asi que

deberias ser mas amable."
"¿Ayudarnos? ¡Tú solo quieres separarnos!
"Es verdad, pero ahora no puedo, así que deja de

hacer berrinches y descansa, porque ahora tu vida,
ha dejado de ser solo tuya, si quieres que Maya se
ponga bien, empieza a cuidar de ti mismo."
Cassian iba a volver a quejarse cuando varias

hadas entraron con bandejas de comida, la dejaron
sobre una mesa que había en la habitación y
marcharon rápidamente.
"Come, bebé y duerme."

Ordenó la reina hada antes de dar media vuelta.
"No pienso comer nada, ¡Llevame con Maya en

este instante!"
"La reina hada era alguien muy paciente y siempre

mantenía la cabeza fría, nunca se dejaba llevar por
sus emociones, pero en ese momento seguía
sintiendo algunas de las emociones de Maya. Ella
se dio la vuelta, levantó a Cassian en el aire con su
magia y le dijo.
"No haces más que culparme de todo, de hacerme
ver como la mala de esta historia, pero eres tú el
que hizo que Maya cometiera tal locura, casarse
contigo, tu corazón y el de ella quedaron
entrelazados, su dolor y sufrimiento, se lo has
provocado tú, no yo, ni siquiera puedes imaginar
cuánto tuvo que sufrir por esa maldita marca de
matrimonio."
"¡¿Qué?!"
"La marca de matrimonio es para humanos, para

las hadas se convierte en la entrega total de quien
eres, un juramento para toda la vida, las hadas
tenemos vidas largas, pero los humanos no, sus
vidas son efímeras y has sentenciado a Maya a
tener una vida corta que durará unas cuantas
décadas, si es que tienes una larga vida, claro está."
La camisa de Cassian estaba entreabierta, la reina
pudo ver la marca de matrimonio grabada en su
pecho, sobre su corazón y le dijo.
"Esa marca en tu pecho, une tu corazón al de ella y
no como una simple promesa, si no literalmente,
su vida está ligada a la tuya, si tu vives ella vive y si
tu mueres, ella también morirá, así que deja de
hacer berrinche como si fueras un niño pequeño y
has lo que te digo, no por ti, si no por Maya."
"¡Miente!"
"Las hadas no podemos mentir, no somos como
los humanos que solo dejan salir mentiras de sus
bocas."
"Pero sabe ocultar la verdad."
"Cuando no quiero decir algo, lo omito, pero en

este momento no lo estoy haciendo."
"Maya es mitad humana."
"Pero es su sangre de hada la que predomina en su

cuerpo, intente separarla de ti para protegerla."
"Intentó matarla al no romper los lazos con ella, vi

como se iba debilitando día con día."
"Es un hada, una vez que el lazo se ha creado, no

se puede romper, solo puede cambiar, al estar
atada a mi, su vida en la tierra de las hadas sería
larga, ahora ese lazo cambio, eres tú quien ha
atado su corazón."
"¿Qué quiere decir?"
"Mi lazo con Maya desapareció, ya no hay nada
que la ate a mi, intente protegerla, no quería que
tuviera el mismo destino que tuvo mi hija, la vida
de mi hija se acortó al casarse con un maldito
humano, pero al final escogió ese mismo destino al
elegirte a ti."
La reina estaba furiosa, lo tiró al suelo, antes de
irse le dijo.
"Cuando Maya despierte, hare que te lleven a
verla."
Luego se marchó cerrando la puerta detrás de ella,

dejando a Cassian sintiéndose miserable. Maya
nunca había querido una boda, pero él había
insistido una y otra vez hasta que aceptó casarse
con él, pero lo que nunca se había imaginado, que
lo que él consideraba una promesa de amor,
terminaría convirtiéndose en una maldición.
Él se quedó tumbado en el suelo, intentando

digerir lo que le había dicho la reina hada. Después
de un rato, se levantó del suelo y comió aun
cuando no tenía hambre, pero se obligó a hacerlo,
tenía que estar fuerte para Maya, para cuando
volvieran a reunirse.
Capítulo 98
Un mismo latido
Cuando Maya despertó, se encontró acostada

sobre una cama de flores, ella miró a su alrededor
y no pudo ver a nadie, estaba completamente sola,
pero supo donde se encontraba, la tierra de las
hadas, en la habitación de sanación.
Maya intentó levantarse, pero sentía su cuerpo

pesado, aun así se obligó a levantarse, aun cuando
le supuso un gran esfuerzo, debía buscar a Cassian
y asegurarse de que se encontrara bien.
Maya iba a abrir la puerta cuando, la puerta se

abrió, era la reina hada.
"Aún no estás bien, deberías estar descansando,

vuelve a la cama."
"¿Dónde está Cassian?"
"Descansando en otra habitación."
"Quiero estar con él, necesito verle."
"Estás débil y embarazada, vuelve a la cama."
Maya se sentía tan débil que las piernas no

pudieron seguir sosteniéndose, antes de caer al
suelo, la reina la tomó en brazos.
"Acuéstate, haré que te lo traigan.'
Maya no se sentía para nada bien así que volvió a

la cama de flores, aunque no lo pareciera era
bastante cómoda.
"No me siento bien, se suponía que me recupería
al volver aqui."
"Eso era antes de que te casaras, ahora tu

recuperación será más lenta."
"¿Por qué?"
"Eso no importa, debes descansar, esta habitación

hará que te recuperes mas pronto, asi que no
salgas de aqui."
"¡Quiero ver a Cassian!"
"Pronto lo verás."
La reina se dirigió a la puerta, Maya había
pensado recriminarle muchas cosas cuando la
viera, pero al final solo dijo.
"Gracias por salvarme."
La reina hada se detuvo un momento y continuó

su camino, sin decir nada.
Cassian estaba sentado junto a la puerta como

siempre, esperando a que alguien entrara y lo
llevara con su amada, cuando la puerta se abrió de
repente, varias hadas entraron, llevaban ropas
limpias y varias jarras con agua.
"¿Dónde está Maya?"
Una de las hadas respondió.

"Nos han pedido que lo preparemos."
"¿Para qué?"
La reina hada entró en ese momento y respondió a

su pregunta.
"Para que veas a Maya."
"Llevame con ella, ¿dónde está?"
"Primero date un baño y cambia tus ropas,
apestas, si te presentas de esta manera ante Maya,
solo harás que se preocupe."
Aunque a Cassian le daba igual su apariencia, no

quería que Maya lo viera hecho un desastre, no
quería preocuparla, asi que obedeció a la reina y se
dio un baño rápido. Una vez limpio y nuevas
vestiduras, le dijo.
"Llevame con Maya."
"Sigueme."
Mientras caminaban por los pasillos, Cassian le

preguntó.
"¿Cómo está Maya?"
"Ella ya estaba débil y la marca de matrimonio la

debilitó aún más, así que su recuperación será más
lenta, además al haber roto por completo el lazo
que tenia conmigo, no puedo hacer mucho."
"¿Y el bebé?"
Esa era una pregunta en la que Cassian había

intentado no pensar por temor, las mujeres
embarazadas eran delicadas, cualquier cosa podría
resultar dañino para el bebé. Maya había sufrido
mucho por la marca de matrimonio, le asustaba
que hubieran perdido al bebé.
"El bebé está bien, está bien aferrado a su madre."
Cuando la reina dijo eso, Cassian sintió que volvia

a respirar.
"Gracias a Dios."
La reina siguió caminando sin decir ni una sola

palabra, hasta llegaron a la habitación en la que se
encontraba Maya, cuando Cassian entró y la vio,
corrió hacia ella.
"¡Maya!"
Tomó su rostro entre sus manos y le pregunto
mientras revisaba su cuerpo con la mirada para
asegurarse de que no tuviera ninguna herida.
"¿Estás bien?, ¿Te duele algo?"
Maya lo abrazo, para calmarlo ya que Cassian se

veía ansioso.
"Estoy bien, no me duele nada, solo estoy algo
cansada."
Cassian la abrazó y dijo.
Gracias a Dios, no sabes lo preocupado que
estaba, temía que te hubiera pasado algo, que les
hubiera pasado algo."
"Estamos bien, aunque no entiendo qué fue lo que

pasó, me sentía bien y de pronto, sentía que
moría."
Cassian iba a contarle que era lo que había pasado

cuando la reina los interrumpió.
"Maya, deberías descansar, solo lo he traído para

que comprobaras que no le he hecho nada."
Cassian se aferró a Maya.

"No pienso separarme de ella."
"No puedes estar en esta habitación, se llama la

habitación sanación por una buena razón, solo las
personas enfermas pueden estar, puedes esperar
afuera si asi lo deseas."
Cassian no quería separarse de Maya, pero

tampoco quería interferir en su recuperación.
"¿Cuánto tiempo tendrá que quedarse en este
lugar?"
"Quizás unos días o unas semanas, no se eso
depende de la persona."
Cassian le dio un beso en la frente a Maya y le dijo.

"Estaré afuera, si necesitas algo no dudes en
pedirlo."
Maya se aferró a la mano de Cassian y le dijo.

"Quedate un poco más, solo un poco más."
Cassian miró a la reina hada, como si pidiera su

aprobación, algo que llamó mucho la atención de
Maya ya que Cassian siempre se había quejado de
la reina hada y demostrado su odio hacia ella, pero
en ese momento, parecía que algo había cambiado.
La reina hada dio media vuelta y se dirigió a la

puerta.
"Hagan lo que quieran, solo procuren no estar
demasiado tiempo juntos."
Cuando la reina hada salió de la habitación, Maya

preguntó.
"¿Qué pasó mientras dormía?"
"Nada, solo espere a que despertaras en otra

habitación."
"Tratas de manera diferente a la reina, ¿Por que?,
crei que la odiabas.
"No la odio, solo odiaba que intentara alejarte de

mí."
"¿Y crees que ya no lo hará?"
"Si, ya no puede hacer nada por separarnos,

porque él lazo que las unía ya no está."
"¿Lograste que me liberara, que rompiera nuestro

lazo?"
Cassian negó con la cabeza.

"Fue más algo que hicimos sin querer, la reina dijo
que el lazo que las unía no podía romperse, solo
cambiar."
"¿Y eso qué significa?"
"Ahora ese lazo lo tienes conmigo."

Cassian vio la marca de matrimonio que se
asomaba por el escote del vestido, puso su mano
en el pecho de Maya sobre la marca de matrimonio
y le dijo.
"La marca de matrimonio ha ligado tu vida a la
mía."
"Eso ya lo sé, aunque no entiendo por que la tengo

en el pecho y no en la mano."
"Al parecer las marcas de matrimonio actúan de

manera diferente en las hadas, tu marca ha unido
tu vida con la mía."
Cassian tomó la mano de Maya y colocó en su
pecho, sobre la marca de matrimonio.
"Ahora nuestros corazones, laten al mismo
tiempo, pero cuando uno se detenga, el otro
también lo hará, si hubiera sabido que esto iba a
pasar yo…"
Cassian se veía abatido y afligido mientras lo
decía, Maya lo beso y le dijo.
"Yo escogí casarme contigo, escogí esto, así que
cambia esa cara, iré contigo hasta la muerte, a mi
me parece romántico."
"Eso no es romántico, es…"
Cassian acarició la mejilla de la Maya.

"Al final, termina haciendo lo mismo que hizo la
reina hada limitando tu libertad."
Eso no es verdad, porque a ti me entregué
voluntariamente y volvería a hacerlo una vez más,
porque te amo, el vivir para mi, eres tu.
Capítulo 99
Relaciones rotas
Barto fue a buscar a su padre, él estaba de pie en

el jardín donde había desaparecido Maya, viendo
fijamente el árbol por el cual la reina hada había
abierto el portal a la tierra de las hadas. Ryan
parecía taciturno y ensimismado, guardaba un
tenso silencio y parecía hundido en un dolor, Barto
solo había visto así a su padre una vez, eso había
sido cuando su madre había muerto.
"¿Papá, estás bien?"
"No puedo dejar de pensar en tu hermana, si

estará bien."
"La reina hada parecía estar dispuesta a ayudarla,

creo que estará bien."
"Esto es culpa mía."
"¿Que?"
"Sabía que la unión entre hadas y humanos estaba
prohibida, pero aun asi no detuve a tu hermana,
todo esto es mi culpa."
"¿A qué te refieres con eso papá?"
"Maya estaba bien hasta que terminó la ceremonia

de matrimonio, su dolor creo que fue por la marca
de matrimonio."
"No se si fue por eso o no, pero no pienso seguir

haciéndome preguntas sin sentido, iré a buscar mis
propias respuestas, iré a la tierra de las hadas y
traeré a Maya de vuelta."
"No, no hagas nada innecesario."
"¡Acaso no piensas hacer nada para salvar a

Maya!"
"No, y tú tampoco lo harás."
"No te entiendo, ¡¿Acaso no te importa mi

hermana!?"
"Me importa, pero no hay nada que yo pueda
hacer, y lo que tu puedes hacer, no hará feliz a
Maya."
Ryan puso una mano sobre el hombro de su hijo y
le dijo.
"Si lo que me dijiste es cierto, Cassian encontrará
la manera de traer a Maya devuelta, pero si tu vas,
no podrás volver, no quiero perderte Barto, asi que
no cometas ninguna locura."
Barto apretó los puños con fuerza, se sentía

sumamente frustrado por no poder ayudar a su
hermana.
"Le prometí a mamá que cuidaría de Maya."
"Y yo le prometí que cuidaría de mis dos hijos, se

como te sientes, lo se perfectamente por que yo me
siento de la misma manera."
"¡¿Entonces debo quedarme aquí sin hacer

nada?!"
"Así es, aunque no lo parezca, el esperar es para

valientes."
"Papá, te puedo hacer una pregunta."
"Por supuesto."
"Mamá era humana, tú la amabas, lo sé con

certeza porque cada día muestras tu dolor por
haberla perdido, pero ¿Por que nunca te casaste
con ella?"
"Por temor, temía perderla."
"lgual la perdiste, Te arrepientes de no haberte

casado con ella?"
"Hum… quizás un poco, pero no se puedo volver

atrás en el tiempo, debo mirar hacia adelante y
vivir, porque estoy seguro que eso es lo que ella
hubiera querido."
____ ༼ ♡ ༽ ____
Después de desayunar, Abril fue a buscar a Kiara,

ella se veía molesta y a la vez preocupada.
"¿Ha pasado algo?"
"No."
"Ya he hablado con Alessandro, podemos marchar
cuando quieras."
"Entonces vámonos, tampoco es que tenga algo

mejor que hacer en este lugar."
Kiara volvió a la habitación, tomó algunas de sus
cosas, las guardó en una bolsa y le dijo.
"Vamonos."
"¿Te has despedido de Barto?"
"A él no le intereso, ¿Por qué debería despedirme

de él?"
"¿Han peleado?"
"No, solo me dejó en claro que no piensa elegirme

a mí, así que vámonos."
Kiara estaba hecha un basilisco, aunque dijera que
no, parecía que había tenido una fuerte discusión
con Barto, aunque ella tenía prisa por ir a la tierra
de las hadas, no quería que su prima se fuera
enojada con el hombre que amaba.
"Deberías hablar con Barto antes de irte, viniste

hasta aquí solo para estar con él, si desapareces sin
decir nada, lo harás sufrir."
"Para que sufra yo tendría que importarle, pero
ese no es el caso, así que no importa, ya nos
dijimos todo lo que teníamos que decirnos."
"¿stás segura?"
"Si, estoy segura, así que vámonos."
Abril y Kiara se reunieron con Alessandro y

Lissana en el jardín donde había desaparecido
Maya y Cassian.
Y para sorpresa de Kiara, Barto y su padre

también estaban ahí.
Barto al ver una bolsa en el hombro de Kiara le

preguntó.
"¿A dónde vas?"
Kiara aun seguía dolida y muy molesta, por la

conversación que había tenido con barto, así que
ignoró su pregunta.
Fue Abril quien respondió.
"Vamos a la tierra de las hadas."
"¿Pensabas irte sin decir nada?"
Le preguntó Barto a Kiara, pero ella sigue
resistiendose a responder.
"Kiara, ¡Por favor!, ¡Hablame!"
"Hace un rato me dejaste muy en claro que no te

importa lo que tenga que decir."
"Kiara yo…"
"Antes de que digas cualquier cosa, debes saber

que no es por que te vaya siguiendo, ayer Abril me
pidió que la acompañara a la tierra de las hadas, tú
me lo dijiste esta manana."
"Barto no irá a la tierra de las hadas."

Respondió Ryan, en lugar de su hijo.
Kiara se quedó mirando a Barto.
"Pensaba decírtelo cuando volviera a la

habitación."
"Eso ya no importa, eso no cambia lo que piensas

sobre mi."
"Kiara…"
:No me interesa lo que tengas que decir, ya me

dejaste muy en claro que yo nunca seré lo primero
para ti, fui una estúpida al pensar que me amabas
de la misma manera en la que yo te amo."
Barto se acercó a Kiara, intentó tomar su mano,

pero ella no se lo permitió, apartó su mano de un
manotazo y le dijo.
"No me toques."
"Yo te amo Kiara."
Yo estaba dispuesta a dejarlo todo por ti, estaba

dispuesta a luchar contra mi madre si era
necesario, pero ¿Y tu….? para ti tu familia es lo
más importante, y al parecer yo no formo parte de
ella."
Kiara dio media vuelta y empezó a alejarse, Barto

corrió detrás de ella, la tomó del brazo y le dijo.
"¡Por favor para!"
"No quiero, no quiero seguir hablando contigo,

¿Acaso no ves cuanto me duele esto?"
Kiara puso su mano en el brazo de Barto y le dijo.
"Duerme."
De repente Barto empezó a tener mucho sueño,

sus ojos pesaban y por mas que lucho no pudo
mantener sus ojos abiertos, él cayó al suelo
dormido.
Todos se quedaron viéndola, ella dijo.

"Él está bien, solo lo he puesto a dormir."
Kiara dejó a barto en el suelo, tocó el tronco del

árbol, después de decir unas cuantas palabras en
un idioma desconocido, el portal que había estado
cerrado, volvió a abrirse.
"Vámonos, no puedo mantener el portal abierto

por mucho tiempo."
Le dijo Kiara a Abril.
Alessandro le entregó a Abril a la bebé, les dio un

beso a ambas en la frente y le dijo.
"Te cuidado Aby, y cuida bien de nuestra
pequeña."
Abril le dio un beso en los labios y le dijo.

"Hasta pronto mi amor."
Abril se puso al lado de Kiara, antes de cruzar el
portal, Ryan le dijo a Kiara.
"Debiste haber escuchado lo que tenía que decir."
"¿Para qué? Eso no hubiera cambiado nada."
Capítulo 100
Un favor
Tras cruzar el portal, Kiara, Lissana y Abril se

vieron rodeadas por guardias, el portal que habían
abierto, llevaba directamente al jardín del palacio
de la reina hada.
"Soy Kiara Babette, princesa del reino de las

hadas, solicitó una audiencia con vuestra reina."
Los guardias las guiaron hasta la habitación donde

se encontraba la reina hada, ella estaba sentada en
su trono.
Con toda la belleza y tranquilidad que la

identificaba preguntó.
"¿Que hacen aquí?"
"¡Queremos saber cómo está Maya!
"Han abierto un portal sin permiso y venido hasta

aquí, ¿Solo para saber cómo están?"
"Si, ¿Podemos verlos?"
"A su príncipe, pueden verlo en cualquier
momento, a Maya no, aun se sigue recuperando,
está en una habitación especial así que no pueden
verla."
"Su majestad, me gustaría pedirle un favor."
La reina hada se acomodó en su trono y con tono

burlón preguntó.
"¿Y qué favor deseas pedir y qué ganaré a
cambio?"
"Mi hija debe crecer rápido, su magia es

demasiada para un cuerpo tan pequeño, aquí el
tiempo funciona de manera diferente."
"Supongo que el favor que quieres pedir, es que

ella se quede aquí, pero sigo sin saber qué es lo que
yo ganaré con eso."
"Creo que su majestad ya ha obtenido una

recompensa de mi parte, luché y protegí su reino
de la oscuridad."
"Y obtuviste algo por ello, libere a Maya."
"Su majestad, cuando estuve aquí, hice mucho por
su reino y por su gente, espero que pueda
ayudarme, ahora que lo necesito."
La reina hada no podía negar que lo decía era

cierto, así que no pudo negarse a su petición.
"Está bien, puedes quedarte el tiempo que desees
con tu hija."
"No puedo quedarme mucho tiempo."
"¿Quieres que apresure el crecimiento de tu hija?"
"¿Eso es posible?"
"En mis tierras todo es posible, pero no lo

recomiendo, puedo hacer que su cuerpo crezca,
pero su mente seguiría siendo la de un bebé, ya
que es cada pequeño recuerdo y momento de
nuestras vidas, lo que forma quienes somos, si tu
hija no tiene nada de eso, sería solo un cascaron
vacio."
"Lo comprendo, entonces pediré que cuide a mi

hija."
"¿Piensas dejarla aquí?"
"Desearía quedarme, desearía no tener que
separarme de ella, pero la oscuridad vuelve a
alzarse, tengo un deber que cumplir."
"¿Sabes algo sobre tu hermana?"
"Si, ella ya ha recuperado sus fuerzas y ha

obtenido más poder, aun no ha atacado, pero solo
es cuestión de tiempo para que lo haga."
"Entiendo, cuidare bien de tu hija."
"Se lo agradezco."
La reina le hizo señas a una de las hadas que

estaba detrás de ella y le dijo.
"Preparen una habitación para nuestras
invitadas."
La reina hada se levantó de su trono, antes de
retirarse les dijo.
"Lo que necesiten pueden pedirselo a ellas."
"Muchas gracias por su amabilidad y hospitalidad,

su majestad."
Después de que se fuera la reina hada, Abril pidió
que la llevaran a ver a Cassian.
Cassian estaba sentado en el suelo de uno de los

pasillos, apoyado contra una gran puerta blanca
con flores de colores dibujadas.
"¡Cassian!, ¿Qué estás haciendo ahí?"
"¡¿Qué están haciendo ustedes aquí?!, iLissana!,

¿Por qué la has traído?"
"Es una larga historia, ¿Por qué estás en el suelo?,

¿Estás bien?"
"Estoy bien, Maya está en esta habitación, no

puedo estar dentro y no quería irme, por eso decidí
quedarme junto a la puerta."
"La reina dijo que no podíamos verla, que aún se

estaba recuperando."
"Maya sigue débil, al parecer tendrá que

permanecer en esa habitación durante algún
tiempo."
Cassian hizo su cabello hacia atrás, en ese
momento.
Abril se percató que Cassian no tenía la marca de
matrimonio en su mano izquierda.
"Ustedes terminaron la ceremonia de matrimonio,
¿Por que no tienes la marca de matrimonio?"
"Si la tengo."
Cassian abrió su camisa y le mostró la marca de
matrimonio que había en su pecho.
"¡¿Por qué la tienes en el pecho y no en la mano?!"

Preguntaron Kiara y Abril, al mismo tiempo,
intrigadas al ver donde tenía Cassian su marca de
matrimonio.
"La marca de matrimonio para las hadas tiene

otro significado, une la vida de Maya a la mía,
literalmente."
"Nunca había escuchado algo así."
"Eso debe ser porque la reina hada, tiene

rotundamente prohibido el matrimonio entre
humanos y hada."
Mientras veía la marca, Kiara se preguntó si esa

marca era lo mismo para las hadas y los elfos, ya
que ella nunca había escuchado de un matrimonio
entre elfos y hadas.
"¿Estás seguro de su significado?"
Preguntó Kiara con gran curiosidad.
"Eso fue lo que me dijo la reina hada."
"¿Y le crees?"
"Las hadas no pueden mentir, así que no creo que

estuviera mintiendo."
Lissana empezó a llorar, Cassian acarició su

pequeña mano y le preguntó a Abril.
"¿Ahora me dirás por qué has traído a Lissana a
este lugar?"
"Lissana tiene un gran poder, el cual es demasiado

grande para su pequeño cuerpo, si no crece pronto
para poder controlar todo su poder, ella morirá."
Cassian quedó muy sorprendido con lo que

Cassian le estaba contando. Abril continuó
diciendo.
"El tiempo en este lugar ocurre de manera
diferente, por eso la he traído a este lugar, para
que pueda crecer y sobrevivir."
Cassian acarició la cabeza de Lissana y dijo.
"Esto no debe ser nada fácil para ti."
"No lo es, desde que me enteré que tenía que

traerla a este lugar, sentí como mi corazón se
rompía, pero aun asi lo soporte, porque mas me
doleria perderla, haré lo que sea para protegerla,
lucharé hasta mi último aliento para mantenerla a
salvo."
Capítulo 101
Acciones que dejan huella en el corazón
Cassian entendía perfectamente cómo se sentía

Abril, porque él se sentía de la misma manera,
amaba tanto a Maya, que prefería dejarla ir que
perderla por completo, prefería saber que estaba
bien, aunque no estuviera con él.
Después de que Cassian las pusiera al día con todo

lo que había pasado, desde que habían llegado a la
tierra de las hadas, Abril y Kiara fueron a la
habitación que les habían asignado, ya que no
podían ver a Maya y aunque había querido hacerle
compañia a Cassian, él había insistido que no era
necesario.
Abril estaba jugando con Lissana mientras Kiara

se había quedado absorta mirando a la distancia,
como si buscara algo.
"¿Pasa algo?"
"No, nada, no pasa nada."
"Pues no lo parece, luces preocupada, soy buena
escuchando así que si quieres hablar, te
escucharé."
"No tengo nada que decir."
"Yo creo que si, tu interior debe ser un caos en

este momento, ¿En verdad piensas renunciar a
Barto?"
"Él renunció primero."
"No creo que él lo haya hecho porque no te

ame,pero es complicado, su hermana estaba en
peligro y él pensó que era el único que podía
ayudarla."
"Eso es estupido, porque no era la única manera,

pero no quiso escucharme."
"Bueno, al final no vino a la tierra de las hadas."
"Si, y creo que eso es lo que más me duele, por que

no fue por mi."
Abril pudo ver el dolor, la ira y la decepción

reflejado en el rostro de Kiara. Ella le había dejado,
se había ido sin dejarlo hablar, pero no era por ira,
si no por dolor, lo había hecho para proteger su
corazón herido, porque quería escuchar nada más
que la hiciera romperse.
"Cuando huyes para no salir herido, terminas

cargando con un dolor insoportable que no te deja
respirar, asi que aunque te duela, aunque eso te
rompa, enfrentalo, no huyas."
"Es más fácil decirlo que hacerlo."
"Quizás tengas razón, pero creo que es lo mejor, si

no, vivirías toda tu vida preguntándote qué
hubiera pasado si le hubieras dado la oportunidad
de hablar."
Kiara volvió a fijar su vista en la distancia,

meditando en lo que Abril le había dicho, después
de unos largos minutos de silencio respondió.
"Supongo que tienes razón."
Al día siguiente. La reina hada fue a visitar a

Maya, ella parecía estar mucho mejor, pero no lo
suficiente como para dejar aquella habitación.
"Cassian me contó lo de la marca de matrimonio,

¿Por que no me lo dijo antes?"
"Porque quería protegerte."
"¿Protegerme?, solo no quería que fuera libre."
"Solo quería que tuvieras una mejor vida que…"
Maya sabía muy bien las palabras que

continuaban, y sabia la razón por la cual la reina
hada estaba obsesionada con ella, lo supo en el
momento que se habían entrelazado y ella había
tomado su dolor, aquello había respondido muchas
preguntas y dejado una huella duradera en su
corazón.
"¿Qué sucedió con su hija?"
La reina no respondió, pero no fue necesario.

Maya continuó diciendo.
"Desde que me conoció no ha parado de
compararme con ella, de ver a su hija reflejada en
mi, pero yo no soy su hija."
"Y aun así cometes los mismos errores que ella

cometió."
"El amar y querer unir tu vida a tu pareja, no es un

error, error sería escuchar la voz de los demás y
soltar la mano de quien amas y vivir una larga y
solitaria vida arrepintiendote cada dia, por haberle
dejado ir, no se si fue lo mismo para su hija, pero
aun sabiendo por todo lo que tendría que padecer,
volvería a derramar mi sangre en ese pergamino de
matrimonio, volvería a unir mi corazón con el de
Cassian."
"No sabes lo que dices."
"Lo sé, ahora más que nunca estoy segura de eso."
"En verdad espero que no te arrepientas de lo que

has hecho."
"A lo largo de mi vida, me he arrepentido de

muchas cosas, pero el casarme con el hombre amo,
no será una de ellas."
"Eres una tonta."
"Si, quizás lo sea, pero una muy feliz."
La reina hada dio media vuelta, antes de abrir la

puerta le preguntó.
"Maya, ¿Me odias?"
"Odiaba que no me dejara ir, odiaba estar atada a
la tierra de las hadas, pero creo que no la odio, por
lo menos no ahora."
"Ya veo."
Fue lo único que dijo la reina antes de salir de la
habitación. Tras salir y cerrar la puerta detrás de
ella, Cassian le preguntó.
"¿Cuánto tiempo más tendrá que estar Maya
encerrada en esa habitación?"
"Para empezar nadie la tiene encerrada, está ahí

para recuperarse, ella puede irse cuando lo desee y
si por lo que preguntas es por como está su salud,
yo diría que mejor, pero no lo suficiente, ella aun
debería quedarse unos días más, para asegurar que
se encuentre bien y el bebé no tenga ningún
problema."
Cassian se quedó en silencio, la reina hada

continuó su camino, pero antes de irse se giró y le
dijo.
"Deberías ir a descansar adecuadamente, no creo
que el verte tan mal deje tranquila a Maya."
Después de decir eso, la reina hada desapareció,

por el largo pasillo. Ella fue al salón del trono,
donde su hada consejera, Misha, le preguntó.
"¿Cómo se encuentra la chica?"
"Va mejorando."
La reina se acomodo en su trono, Misha le sirvió

una copa con vino de frutas y le dijo.
"Su majestad ha pasado por mucho estos días,
debería intentar descansar."
"Estoy bien."
"Pues no lo parece."
La reina hada dio un sorbo al dulce vino que

Misha le había servido.
"Su majestad, la chica no puede ser su sucesora,
debería buscar una nueva sucesora."
"Lo sé."
"¿Ya tiene a alguien en mente?"
"Hum...quizás."
"¿Me diría quien es?"
"El hermano de Maya se ofreció a ser mi sucesor,

él es parte de mi linaje."
"¿Y cuando piensa traerlo?, hay muchas cosas que
debe enseñarle a su sucesor, le recuerdo que el
poder que poseen los de su linaje, está sellado en
cada uno de ellos."
"Lo sé, y también sé que será un dolor de cabeza

enseñarles a controlar su poder."
"Si lo sabe debería darse prisa."
La reina se quedó mirando el líquido de la copa

por un momento, luego respondió.
"Creo que tienes razón, debería empezar a mover
mis piezas y entrenar a mi nuevo sucesor."
Capítulo 102
La cueva de los sueños
Cassian entró a ver a Maya después de que la reina

hada se fuera, cuando ella le vio, intentó
incorporarse, pero Cassian se lo impidió.
"No te levantes, debes descansar."
Maya dio un largo suspiro.
"Estoy cansada de estar acostada y el olor a flores

me está mareando."
"Sigo sin entender por qué la cama está llena de

flores, no parece cómodo."
Maya acarició los pétalos de las flores y le dijo.

"Son flores de seda, son muy suaves y cómodas y
no se estropean fácilmente, las hadas suelen
usarlas para sus camas ya que eso las hace estar
más conectadas con la naturaleza, con la tierra y
aquí eso significa que revitaliza, aunque no todos
las usan, algunos usan plumas para hacer sus
camas como un algodón."
"Entonces aguanta un poco más, la reina dijo qué
has mejorado mucho."
"Si, me dijo lo mismo, espero dejar pronto esta

habitación."
"Abril está aquí."
"¡¿Qué?!"
"Llegó ayer junto a Kiara y Lissana."
Maya no parecía sorprendida al escuchar que

Abril había traido a Lissana.
"¿No te sorprende que Lissana esté aquí?"
"Si te soy sincera, no, Abril ya me había contado

sobre la situación de Lissana y me pidió que
cuidara de ella mientras esté aquí."
"Supongo que era el único que no lo sabía."
"No quería preocuparte, por eso no te lo conté."
"Ahora eso no importa."
Maya tardó dos días más en poder dejar aquella
habitación, tras salir, lo primero que hizo fue
buscar a Abril, después de un emotivo encuentro,
ambas se quedaron platicando un rato.
"¿Cuánto piensas quedarte aqui?"

Le preguntó Maya a Abril.
"No lo sé, no quisiera dejar a Lissana."
"Te entiendo perfectamente."

Maya tocó su vientre.
"Mi hijo aún no ha nacido todavía, pero tampoco
podría separarme de él, sería como arrancarme el
corazón."
Eso era precisamente lo que sentía Abril, por eso

no había puesto fecha a su regreso. Abril empezó a
acariciar las mejillas regordetas de su pequeña y le
dijo.
"Cassian me contó que el lazo que te ataba a la
reina hada se ha roto por completo, que ya eres
libre, ¿Tú cuando te iras?
"Aunque me vea bien en estos momentos, sigo

sintiéndome cansada y fatigada, así que me
quedaré algún tiempo, creo que esperaré hasta que
nazca mi bebé."
"Eso me sorprende, creí que no querrías tener a tu

bebé en la tierra de las hadas."
"Lo hago por que tengo miedo de lo que me llegue

a pasar, miedo de que la guerra contra la oscuridad
nos alcance antes de que nazca mi bebé, aquí el
tiempo es diferente, lo que sería unos meses en el
mundo humano, aquí podrían ser años, y es sin
duda el reino más seguro de todos."
Maya entrelazo su mano con la de Cassian.

"Los dos decidimos que lo mejor será que nuestro
hijo nazca aquí."
"¿No tienes miedo de que la reina hada te lo

quiera quitar?"
"Mi hijo al igual que Lissana, tendrá la sangre de

un guardián, ella no podrá retenerlo."
"Tienes razón."
"Aby, cuidaremos de Lissana mientras estemos

aqui."
"Muchas gracias."
Cassian respondió.
"No tienes nada que agradecer, es mi querida

sobrina, mi familia, cuidare bien de ella, por favor
díselo a Lessan cuando vuelvas."
"¿Tu también te quedaras?"
"Si, esta vez no pienso irme sin ella."
"Aunque no pueda ver crecer a mi pequeña, estaré

más tranquila al saber que ustedes cuidaran de
ella."
Maya recordó que su hermano había mencionado

que habian unos espejos que podía reflejar a la
persona que más extrañabas y mostrártela, e
incluso hablar con ella, eran objetos muy raros que
se encontraban en la tierra de las hadas, si ellos los
conseguían, Abril podría ver como crecia su hija a
pesar de estar lejos, pero como no estaba muy
segura de que esos espejos fueran reales, no se lo
dijo a Abril en aquel momento, le preguntaría a la
reina sobre ellos, y dependiendo de la respuesta
que le diera, se lo comentaria a Abril.
Al día siguiente Maya se levantó muy temprano y

fue a ver a la reina hada, ella estaba en el jardín
practicando tiro con arco, algo que solía hacer por
las mañanas para despejar su mente o por lo
menos eso era lo que le había dicho una vez.
La reina acababa de lanzar tres flechas al mismo

tiempo y todas habían dado en el blanco, algo que
sorprendió mucho a Maya.
"¿Su majestad, podría darme un momento de su
valioso tiempo?"
La reina bajó su arco y se lo dio a una de las hadas

que le acompañaban.
"Aun no he desayunado, desayunamos juntas."
Las reina cambió sus ropas de entrenamiento con

un movimiento de su mano, algo que Maya
siempre había considerado muy practicó, pero que
la reina nunca le había revelado como lo hacía,
después hizo que las hadas pusieran una mesa con
dos sillas, llena de frutas. La reina se dirigió a la
mesa, tomó su lugar y le pregunto.
"¿Qué es lo que quieres?"
"Quería informarle y pedir su permiso para
quedarme más tiempo en la tierra de las hadas."
"¿Has decidido quedarte?"
"Si, por lo menos hasta que nazca mi bebe."
"Está bien, tienes mi permiso, supongo que el

principe humano también se quedará."
"Asi es, pero no es solo eso lo que venía a decirle,

en realidad quisiera preguntarle por unos espejos
que sirven para comunicarse, mi hermano me
mencionó que estaban aqui."
"Así es, son objetos feéricos, creados por el mejor

artesano que ha tenido nuestro reino."
"Abril debe volver al mundo humano y separarse

de su hija, usted podría prestarmelos, solo seria
durante el tiempo que estemos aquí, después se los
regresáremos."
"¿Y qué garantía tendré de que lo que dices es

verdad?, Como dije antes, esos son objetos feéricos
de gran valor, ya que la única persona que podía
hacerlo, está muerta, no es algo que pueda prestar
así como así."
"Pongo mi vida en garantía, no me iré de aquí

hasta que le sean regresados los espejos."
La reina se quedó pensando durante un momento

y dijo.
"Está bien, si los quieren, tendrán que ir a por
ellos."
"¿Creía que usted los tenía?"
"Un objeto tan valioso debe estar bien guardado."
"¿Y dónde están?"
"Está en la cueva de los sueños."
Maya había escuchado sobre la cueva de los

sueños, aunque tenía un nombre hermoso, ese
lugar era de todo menos hermoso, el obtener esos
espejos no sería nada fácil.
Después de desayunar Maya fue a buscar a Abril,

ella y los demás estaban desayunando en el
comedor, Cassian le preguntó.
"¿Por qué no me despertaste para que te
acompañara?"
Maya le dio un beso en la mejilla y le dijo.

"Lo siento, no quería despertarte, parecias
cansado."
"¿Para qué necesitabas hablar con la reina?"
"Fue por la conversación de ayer, recordé que mi

hermano me había hablado de unos espejos
mágicos que se encontraban en la tierra de las
hadas, fui a preguntarle a la reina por ellos."
Maya se dirigió a Abril.
"Podemos usar los espejos para que estemos en
contacto cuando vuelvas a Cosset, asi podras ver
como va creciendo Lissana aunque no estes con
ella."
"¿Y la reina aceptó darnoslos?"
"Aceptó prestárnoslos, pero tendremos ir a

buscarlos, están guardados en la cueva de los
sueños."
"Sabía que la reina no nos los daría tan

fácilmente."
Agregó Kiara.
"¿Por qué?"
Preguntó Abril, intrigada por lo que había dicho
Kiara.
"He venido varias veces a la tierra de las hadas por

diplomacia, en una de esas visitas, visite esa cueva
ya que me parecía interesante y a la reina le
pareció divertido así que no me lo impidió, te
aseguro que ese lugar no es para nada como dice
su nombre, debería ser la cueva de las pesadillas y
no la de los sueños, los horrores que vi en ese lugar
aun me atormentan."
"He ido literalmente al infierno, seguro estaré

bien."
Dijo Abril.
"Tu saliste de ese lugar, así que no debe ser tan

peligroso."
"Supongo que tienes razón, me gustaría

acompañarte, pero no pienso volver a entrar a esa
cueva, lo siento."
"No te preocupes, iré sola."
"Aby, ¿estás segura?"
Preguntó Cassian algo preocupado.
"Tengo una manera de poder ver crecer a mi hija,

aunque no esté cerca de ella y no pienso dejarla
pasar."
"Desearía poder acompañarte, pero…"
"Si te pasa algo afectará a Maya, tampoco dejaría

que me acompañaras, debes cuidar de ella, no te
preocupes por mi, yo estaré bien."
Capítulo 103
Mi peor temor
Abril estaba más que decidida en encontrar los

espejos que Maya le había mencionado, odiaba
dejar a su hija lejos, odiaba no poder verla crecer,
esos espejos eran una oportunidad de que su
separación fuera menos dolorosa.
Abril quería saber más sobre la cueva de los

sueños, así que empezó a atacar a Kiara con
preguntas. Ella mencionaba que había visto
muchos horrores, así que quería saber qué era
exactamente con lo que se iba a encontrar en esa
cueva.
“Kiara, ¿Qué fue lo que viste en esa cueva?”
“Mis peores pesadillas.”
“¿Qué?”
“En ese lugar, ves lo que más temes, lo que más

odias y lo que más amas, ese lugar juega con tu
mente, su único propósito es romperte.”
“¿Crei que habían monstruos?”
“Eso dependerá de que es lo que temes, si le temes
a un monstruo terrorífico, se materializará y
atacará, si lo vences, después vendra lo que mas
odias, deberás enfrentar tu mayor odio y por
último, aparecerá lo que más amas, la cueva
intentara retenerte, si no tienes una voluntad de
hierro, será mejor que no entres, olvidate de esos
espejos, creeme, no vale la pena que pases por todo
eso por unos simples espejos.”
“No puedo, mi hija es mi mayor tesoro, no puedo

dejar pasar la oportunidad de ver crecer a mi hija
solo porque tenga miedo.”
“Te veo muy decidida, no intentaré detenerte.”
“Te lo agradesco mucho, por que aunque lo

intentaras, no te serviría de nada, por que yo no
me daré por vencida, ya he tomado una decisión y
no habrá nada, ni nadie que me pueda hacer
“Entonces de que te acompañe hasta la cueva de

los sueños, pero no pienso entrar.”
“Te lo agradecería mucho.”
“¿Y cuándo quieres ir?”
“Hoy.”
Maya le dijo.
"Aby, no corras tanto, estaras unos dias aquí, no te
apresures, los espejos no se irán de donde están,
ahora céntrate en disfrutar de tu hija.”
“Supongo que tienes razón, aún hay tiempo.”
Kiara le dijo.
“Podemos ir dentro de tres días, así tendrás
tiempo para pensarlo mejor.”
Maya se había despertado muy pronto, así que se

despidió para ir a descansar un poco ya que aún no
se encontraba del todo bien.
Durante el resto del día, abril se dedicó a pasear

por el palacio.
Al día siguiente Maya los llevó a pasear por la

tierra de las hadas, mientras caminaban todos se
les quedaban mirando, varios reconocieron a Abril,
la santa que los había salvado de la oscuridad. Los
que lo hacían inclinaban su cabeza y daban las
gracias.
Maya le dijo.
“Las hadas suelen ser muy agradecidas.”
“Pues la reina no parece estar muy agradecida.”

Dijo Cassian.
“Lo está de lo contrario no habría dejado que Aby

se quedará aquí y mucho menos hubiera aceptado
a Lissana, solo lo permitió por que aunque su
orgullo le impida decirlo, ella les agradece mucho
el haber ayudado a salvar su reino."
Mientras caminaban por las calles coloridas y

llenas de hadas, que se divertían y reían, se alegró
de haber ayudado, de tener el poder para salvar y
luchar por los que no podían hacerlo.
Al tercer día, tal y como prometió, Kiara llevó a

Abril hasta la cueva de los sueños, la entrada de la
cueva estaba custodiada por dos guardias.
“¿Qué hacen en este lugar?"
“Quiero entrar a la cueva.”
Respondió Abril sin vacilar. Los guardias le
dijeron.
“Nadie puede entrar a esta cueva sin permiso de la
reina.”
“Entonces es bueno que tenga el permiso de la

reina.”
Abril sacó una pequeña nota en la que había un

sello dorado en ella. Los dos guardias la
observaron detenidamente y le dijeron.
“Entonces puede entrar.”
Antes de entrar, Kiara le dijo.

“Ten mucho cuidado y recuerda que nada de lo
que hay ahí es real.”
“Si, lo tendré en cuenta.”
Tras entrar a la cueva, Abril sintió una gran fuerza

atravesar su cuerpo. Una extraña sensación muy
leve que la absorbe y la empuja a salir al mismo
tiempo.
Abril continuó adentrándose en la cueva, entre

más lo hacía, más oscura y fría se volvía. Abril creó
una bola de fuego en su mano para alumbrar la
cueva, pero la luz parecía ser tragada por la
oscuridad.
Así que decidió hacer otra cosa, ya que el caminar

por la oscuridad sin saber qué era lo que tenía
enfrente la ponía muy nerviosa y ansiosa. Ella usó
su magia de luz, creó pequeñas luciérnagas que
iluminaron la cueva.
Cuando por fin pudo ver con claridad, le pareció

ver una figura humana dirigiéndose a ella.
“Hola.”
Grito Abril intentando obtener una respuesta.
Pero aquella figura que se acercaba, no respondió.
Abril sintió que algo gemía y se movía en su

corazón.
Una sensación como si un relámpago hubiera

impactado en la habitación secreta escondida por
su inconsciente.
'Espera, se supone que nadie puede entrar sin

autorización…'
Si alguien más hubiera entradó antes que ella, las
hadas que estaban en la entrada se lo hubieran
dicho.
Debía ser lo primero que Kiara había mencionado,

lo que ella más temía. Abril sintió una onda
palpitante aterradora que gemía en la esquina de
su corazón. Ella prendió sus manos con su fuego
plateado y se preparó para descubrir cuál era su
mayor temor.
De la oscuridad salio un monstruo alto, delgado,

completamente negro y con forma humana. Sus
afiladas garras rasgaron las paredes de la cueva, el
sonido que produjeron las garras al rasgar la
piedra, fue aterrador. Abril sintió que el alma le
salía del cuerpo cuando vio a aquella criatura, por
que lo Abril más temía, no era a la criatura en si, lo
que temía era no poder vencerla.
Desde que su magia había sido liberada por

completo, Abril había enfrentado a muchos
monstruos, aún más grandes y terroríficos qué el
que tenía enfrente, pero no les temía, porque sabía
cómo vencerlos con facilidad. Pero aquella
criatura, era algo que no sabía cómo lograr vencer
ella sola.
“Esto no es real, esto no es real. .”
Se repitió una y otra vez, deseando que aquello
desapareciera, las garras de aquella criatura
volaron hacia ella, Abril las esquivo
instintivamente, pero no había sido lo
suficientemente rápida, algo húmedo y caliente se
deslizó por su mejilla. Era sangre.
'¡Sangre!'
“¡Esto no es una ilusión!, ¡Es real!, ¡Esta criatura,

es real!”
Capítulo 104
El odio
Abril sentía que el corazón le latía a mil, ella

empezó a atacar a aquella criatura con su fuego,
pero esto no le hacía nada. La criatura atacó, Abril
solo tuvo tiempo de inclinar un poco la cabeza para
esquivar sus garras.
Las garras rozaron su cuello y un hilillo de sangre

calentó su cuello. Su cuello, si hubiera
profundizado un poco más hubiera cortado su
yugular y hubiera terminado muriendo
desangrada.
La criatura volvió a lanzar otro ataque, sus garras

hicieron un gran arco, tan cerca de su cabeza que
Abril tuvo que lanzarse hacia atrás, cayendo contra
el suelo.
Una voz áspera salió de la boca de aquella

criatura, poniéndole la piel de gallina.
"Hoy moriras portadora de la luz, haré que
supliques por tu vida y pagues por toda la sangre
que has derramado."
http://EsposaOlvidadaLazosDeSangreNovel
Aquella criatura le dio una sonrisa torcida en la
que dejó ver todos los dientes amenazadoramente.
"¡Tu no eres real!"

Grito Abril mientras atacaba alternando con sus
llamas plateadas y doradas, se las lanzaba a la cara
y se ponía en pie.
"Soy real, por que tu asi lo crees, y te lo
demostrare."
"Que hago ahora, como lo venzo."

Erguida, miró hacia atrás, buscando algo con lo
que luchar, ya que era más que evidente que no
ganaría esta pelea con su magia, debía pelear si
deseaba sobrevivir, aun cuando no sabía si lo que
estaba viviendo era real o no.
No muy lejos de donde ella se encontraba había

dos dagas doradas, solo debía retroceder un poco
más y podría alcanzarlas. Pero cada paso que ella
daba, eran dos de aquella criatura que la veia con
sus ojos completamente negros.
Abril tenía que ser mas rapida, ella corrió hasta

donde estaban las dagas, justo en el momento que
se agachó a recogerlas, el sonīdo de las garras
rompiendo el aire pasaron como un silbido de
viento.
Abril tomó las dagas, se levantó como un rayo.

Cuando las garras de las bestias atacaron de nuevo,
las dos dagas cruzadas detuvieron el siguiente
ataque.
La criatura soltó una risa ronca.

"¿Por que no te rindes? No puedes ganarme."
Abril apuntalo bien los pies contra el suelo.

Aquella criatura era tan fuerte que apenas y podía
resistir.
Era fuerte, rápido y su piel era dura. Abril no tenía

la menor idea de cómo iba a vencerlo.
Pero de pronto como un latigazo vinieron a su

mente las palabras de Kiara.
{"Recuerda que nada de lo que hay ahí es real"}
Y las palabras de la criatura resonaron en su

mente.
{"Soy real, por que tu asi lo crees."}
Era su mente, lo que lo había creado. Nada era
real, si ese monstruo se había materializado por
sus temores, eso significaba que solo debía pensar
en algo diferente, solo debía tener otro temor y
pensarlo con la suficiente fuerza como para
engañar a esa cueva.
Arañas, cuando era pequeña ella las había odiado

ya que estaban por todas partes en aquel palacio
maltrecho en el que había crecido.
Abril empezó a recordar el temor que había

sentido en aquel entonces, lo mucho que temblaba
cada vez que veía una pequeña araña dirigiendose
hacia ella.
Lo pensó con todas sus fuerzas, con todo su ser.

De pronto, aquella criatura desapareció en una
pequeña araña, ella la piso y así superó su temor.
Pero aun así no soltó las dagas que había
conseguido, ya que no sabía con que se encontraría
más adelante.
Abril continuó caminando, adentrándose aún más

en la cueva, era extremadamente larga y en el
camino se encontró con varios objetos extraños y
joyas preciosas, pero ningún espejo.
"Hola hermana."
De la oscuridad salió Cira, envuelta en ropas
oscuras como de niebla y con Lissana en brazos.
"No creí que fuéramos a vernos tan pronto
hermanita, mi sobrina es adorable."
Dijo Cira mientras apretaba las mejillas de
Lissana. Su pequeña empezó a llorar.
Abril sintió como la ira embargaba su ser. Era

como un veneno que recorría todo su ser, como
una olla hirviendo la cual estaba apunto de
explotar, deseaba hacerle daño, mucho daño,
hacerla sufrir, torturarla de todas las maneras
humanamente posibles y hacerla suplicar que se
detuviera. Abril no había sido consciente de lo
mucho que odiaba a su hermana hasta ese
momento.
Odiaba admitirlo pero su hermano había tenido

razón al decirle; Que era una Venobich, que los
lazos de sangre no podían ocultarse, y aunque
pareciera buena, también había cierta oscuridad
dentro de ella.
"¡Suelta a mi hija!"
"Te dije que te haria sufrir, que te quitaría todo lo
que amabas, creo que la quieres mucho, asi que
empezaré por quitartela."
Cira apretó el cuello de Lissana, ella se retorció y
lloró.
Abril se lanzó contra Cira y le clavó las dos dagas

doradas en el pecho, pero ella siguió estrangulando
a Lissana, como si aquello no hubiera sido nada.
Abril siguió atacandola, intentó hacer que se
detuviera, intentó hacer que abriera su mano y
soltará a su bebé, pero no pudo lograrlo.
Cira no la soltó hasta que Lissana dejó de

retorcerse, que abriera su mano y soltará a su
bebé, pero no pudo lograrlo.
Cira no la soltó hasta que Lissana dejó de

retorcerse, hasta que la luz en sus ojos desapareció
por completo. Ella arrojó a Lissana al suelo, Abril
corrió a tomar el cuerpo de su pequeña. Estaba
muerta. En ese momento, ella sintió como si algo
se rompiera dentro de ella.
Abril apretó el pequeño cuerpo sin vida contra su

cuerpo y un grito desgarrador salió de su garganta.
"iNO!, ¡Esto no es real!, ¡No es real!"
Abril intentó pensar en otra cosa, pero no pudo,
solo había ira y dolor en ella, un odio vivaz que la
consumía.
Abril dejó el cuerpo de su pequeña en el suelo y

saltó sobre Cira, la apuñaló una y otra vez hasta
que sus brazos se cansaron, y aun cansada queria
seguir haciendolo, no quería parar, ni lo haría,
pero no le hizo ningún daño, Cira solo reía
mientras disfrutaba de su dolor y desesperación.
"¡MALDITA!, ¡MALDITA!, ¡HARÉ QUE PAGUES

POR LO QUE LE HAS HECHO A MI HIJA!"
Gritó con todas sus fuerzas e intentó quemar su
rostro, con sus llamas doradas.
Arrancándole un grito de dolor, Abril se complació

al ver sufrir a su hermana. Abril se quitó de encima
de su hermana, asustada por lo que el odio le había
hecho hacer, en lo que la estaba convirtiendo.
Capítulo 105
Como vencer el odio
Cira se puso en pie, sus ropas estaban hechas un

desastre y manchadas de sangre, Abril había
estado tan cegada por el odio, que no fue hasta ese
momento que se dio cuenta que sus manos estaban
manchadas con su sangre, al igual que las dagas
doradas que estaban tiradas en el suelo.
Su cara, parte de su cara se veía

en carne viva por las quemaduras que ella le había
provocado.
Cira empezó a acercarse, Abril retrocedió

asustada, pero no de Cira, si no de ella misma y de
lo que era capaz de hacer.
“¡NO TE ACERQUES! ¡ALEJATE DE MI!”
Cira hizo caso omiso a su advertencia y continuó

avanzando. Abril chocó con la pared de la cueva a
su espalda, ya no tenía a donde ir.
Abril empezó a hiperventilar, el odio y la ira

seguían ahí, pero
ella era consciente de lo que pasaría si no se
detenía, sería
consumida por el odio y nunca podría dejar esa
cueva. Pero no
sabía cómo vencer a su hermana, ya que al odio no
se le podía vencer con ataques, porque eso solo
genera más odio.
Cira estaba tan cerca de ella que podía sentir su

respiración, Abril luchó por no volver a lanzarse
contra Cira.
Abril cubrió su propio cuerpo con sus llamas

carmesí, cuando Cira estaba apunto de tocarla,
quemándole así la mano. Abril no quería continuar
haciéndole daño, pero tampoco podía parar.
“¡ALÉJATE! Por favor déjame en paz, no quiero
continuar lastimándote.”
“Pues para no querer hacerme daño, me has

infringido mucho daño y parece que no tienes
planeado parar, supongo que deseas vengarte,
hacerme pagar por siempre el haber matado a tu
hija.”
Abril volvió a ver el pequeño cuerpo de su hija que
yacía inerte a escasos pasos.
Cira tenía razón, Abril deseaba seguir haciéndole

daño por siempre, eso era lo que gritaba una voz
en su cabeza, que aún no era suficiente, que todo el
daño que le había hecho, tan solo era el principio,
que vengará la muerte de su hija por siempre.
Pero eso no era lo que ella quería en el fondo.

Abril respiró profundamente, e intentó calmarse,
intentó aplacar todo el odio que había en su
interior, las llamas carmesi se volvieron plateadas,
unas llamas que no quemaban, si no que
purificaban,
llamas que debió usar en un principio para librar a
su hermana de la oscuridad que había en su
interior.
“No me digas que ya te has cansado, vamos, sigue

haciéndome más daño, aún no es suficiente.”
Abril se lanzó nuevamente hacia Cira, pero esta

vez no fue para hacerle daño, si no para abrazarla.
Solo había una cosa que podía combatir al odio, y
ese era el amor. Desde que Cira había aparecido, e
incluso desde la primera vez que se habían
enfrentado, Abril había querido vencerla y
destruirla, no hubo ni
un solo momento en el que ella hubiera pensado
en liberarla, pero en ese momento lo hizo, deseo
con todo su corazón que su
hermana fuese libre de la oscuridad que la
controlaba y al hacer eso, venció al odio.
Cira había desaparecido, no había ni rastro de ella,

al igual que el cuerpo de su pequeña hija.
Abril se quedó un rato sentada en el suelo,

recostada contra la pared de piedra a su espalda.
Se quedó pensando en todo lo que había hecho
hasta ese momento, en cómo había tratado a su
hermana en el pasado, cuando era niña Cira había
sido mala con Abril y quizäs la odiara, pero ella
también la había odiado, en el fondo, ella solo
había avivado las llamas de aquel odio con más
odio.
“No continuaré con esto.”

Se dijo Abril mientras se ponía en pie, no pensaba
seguir ese juego de odio que la llevaría a la
convertirse en un monstruo, siempre le habían
dicho que ella era muy buena, pero la realidad era
que ella había elegido ignorar lo que la dañaba, y
en ese momento elegía dejar de odiar a su hermana
y en vez de destruirla, salvarla de la oscuridad.
Abril continuó avanzando, de pronto, sin darse

cuenta vio a Lissana, no como una bebé, si no
como a una niña de seis o siete años que corría
delante de ella y le decía que la siguiera.
Abril corrió detrás de ella y sin darse cuenta, se

encontró en el jardín del palacio. Lissana y
Alessandro estaban delante de ella, bajo la sombra
de un gran árbol, ellos habían preparado un picnic
y la animaban a que se uniera a ellos.
Abril había pasado un calvario y se sentía agotada,

sin pensarlo dos veces, ella caminó hacia ellos y se
unió al picnic. Sentada bajo la sombra de aquel
gran árbol, Abril se sintió en paz, como si todo su
dolor y sufrimiento por fin llegará a su fin.
Abril no sabía si aquello era real o no, pero por un

momento, solo por un momento, deseaba pensar
que si lo era, que esa era su vida y no una ilusión.
Alessandro se acercó a ella, se sentó a su lado y le
dijo.
“Ya has hecho mucho Aby, ahora descansa.”
Acomodando su cabeza sobre su hombro y

entrelazando su mano izquierda en la que tenían la
marca de matrimonio Abril le preguntó.
“¿Esto es real?”
“Por supuesto que lo es, estoy junto a ti. ¿No lo

ves?”
“Lo veo, pero ya no se que es real y que es

mentira.”
Alessandro no respondió y eso era porque en el

fondo Abril deseaba que no lo hiciera. Lissana
corrió hacia ellos, se lanzó a sus brazos y le dijo.
“Mami, me he aprendido una nueva canción.
¿Quieres que te la cante?”
“Si.”
Lissana empezó a cantar.
♪ 𝑨𝒍 𝒂𝒎𝒂𝒏𝒆𝒄𝒆𝒓 𝒆𝒍 𝒔𝒐𝒍 𝒔𝒂𝒍𝒅𝒓𝒂, 𝒚 𝒍𝒂 𝒐𝒔𝒄𝒖𝒓𝒊𝒅𝒂𝒅 𝒔𝒆 𝒍𝒍𝒆𝒗𝒂𝒓𝒂,
𝒍𝒂𝒔 𝒃𝒓𝒊𝒔𝒂 𝒅𝒆𝒍 𝒂𝒕𝒂𝒓𝒅𝒆𝒄𝒆𝒓, 𝒆𝒍 𝒎𝒊𝒆𝒅𝒐 𝒚 𝒍𝒂 𝒕𝒓𝒊𝒔𝒕𝒆𝒛𝒂 𝒔𝒆 𝒍𝒍𝒆𝒗𝒂𝒓𝒂,
𝒚 𝒆𝒍 𝒅𝒆𝒔𝒄𝒂𝒏𝒔𝒐 𝒕𝒆 𝒅𝒂𝒓𝒂𝒏. ♪
La voz de Lissana era hermosa, dulce y melodiosa,

aquella canción hizo que Abril sintiera nostalgia, la
había escuchado antes, pero no podía recordar
dónde.
Lissana repitió varias veces esos versos,después le

dio un beso en la mejilla y le dijo.
“Te amo mami.”
Alessandro pasó su brazo por sus hombros y le

dijo.
“Ahora esta es nuestra realidad, aquí no hay nada,
ni nadie que nos amenace, podremos ser felices
por siempre.”
Capítulo 106
Salida
Cuando empezó a hacerse de noche, Kiara empezó

a preocuparse por Abril, ya que ella seguía sin salir
de la cueva. Ella se preguntó si estaba bien. Kiara
empezó a dar vueltas alrededor de la cueva, al final
no pudo más con la ansiedad y le dijo a los
guardias.
“Ya está tardando, por que no van por ella.”
“Tenemos prohibido entrar a la cueva, nosotros

solo la custodiamos, si alguien entra debe salir por
su propio pie.”
“¡¿QUE!?”
“Lo siento, pero no podemos hacer nada por su

amiga, si ella decidió entrar, también deberá tomar
la decisión de salir, de esta cueva solo salen los que
tienen el deseo de salir, recuerdo que tu entraste
una vez, pero saliste, aunque tardaste dos días en
hacerlo, así que sé paciente y espera a que salga.”
Kiara se quedó viendo la cueva, preguntándose si
debía entrar a buscarla, pero la verdad era que ella
no quería entrar, tenía miedo de lo que la cueva
pudiera mostrarle, así que se armó de paciencia y
decidió esperar.
Al día siguiente, Cassian vino a la cueva y

preguntó.
“¿Dónde está Aby?, Maya está muy preocupada ya
que aún no regresa.”
“Aun sigue en la cueva.”
“¡¿Todavía sigue ahí?!”
“Si, debemos esperar a que salga, que sus ganas de

vivir en el mundo real sean más fuertes que
cualquier cosa que vea ahi.”
“Ha pasado demasiado tiempo, ¿Crees que está

bien?”
“Ella es fuerte, así que creo que pronto saldrá.”
Abril estaba viviendo un feliz sueño, el más

hermoso de todos, viviendo con su familia y
disfrutando de días llenos de paz y tranquilidad,
ese día como tantos otros, Lissana cantó para ella.
Aquella canción le era familiar, aunque seguía sin
recordar dónde la había escuchado, en realidad
sentía que habían muchas cosas que estaba
olvidando.
“¿Que estoy olvidando?”

Se preguntó. En eso Alessandro le dijo.
“No olvidas nada.”
“Es que no puedo dejar de pensar que estoy

olvidando algo muy importante, peró no logro
recordar que es.”
“No es nada, así que deja de pensar en eso, todo

esta bien, aqui todo esta bien.”
Abril empezó a escuchar aquellas palabras tan

seguido, que empezó a preguntarse por qué todo
estaba bien. Todo era perfecto, era como un sueño.
“¿Un sueño? ¿Acaso esto no es real?”
Abril intentó pensar con todas sus fuerzas que era
lo que estaba olvidando y por que sentía que ese no
era su lugar, estaba con su familia, con su esposo y
su hija, pero no se sentía completa.
De pronto Abril lo recordó porque se sentía de esa
manera. Era porque nada de lo que ahí había era
real, todo eso era una ilusión, su familia no estaba
ahí.
Abril empezó a ver frenéticamente a todas partes,

Alessandro tomó su mano. Abril no sintió ningún
calor, su tacto era seco y frío.
“¿Qué pasa Aby?”
“Suéltame, tu no eres real, nada de lo que hay aquí

es real, debo irme.”
Aquella mano siguió reteniéndola y le preguntó.

“¿Por qué quieres irte? Aquí eres feliz, tienes todo
lo que siempre has querido una familia.”
“Por eso debo irme, porque mi familia me está

esperando.”
Lissana se acercó a ella, abrazó su pierna y le dijo.

“¡No te vayas, no me dejes, cantare para ti; Al
amanecer el sol saldrá, con su luz todo iluminará, y
la oscuridad se llevará, las brisa del atardecer, el
miedo y la tristeza se llevará, al anochecer, la luna
y las estrellas brillarán, y el descanso te darán.”
Abril por fin pudo recordar por que le parecía

familiar esa canción, ella la había escrito cuando
tenía seis años, cuando había sido desterrada a
vivir sola en un palacio maltrecho, y aquella voz
con la que hablaba y cantaba Lissana, era su propia
voz.
Abril apartó a la niña y le dijo.

“No puedo quedarme, hay quienes esperan por mi,
dejame ir.”
La niña se aferró a sus piernas y rogó para que no

se fuera. Pero Abril por fin había despertado del
letargo, por fin había distinguido lo real de la
ilusión, aunque le rompiera el corazón ver como
aquella niña, que tenía la apariencia qué tendría
algún día Lissana, se aferraba a ella, no podía
quedarse.
Abril debía destruir esa ilusión. Llamas plateadas

empezaron a cubrir todo, a reducir a cenizas
aquella ilusión. De pronto, Abril volvió a
encontrarse en la cueva, aunque en realidad nunca
se había ido. Ella miró todo a su alrededor, estaba
oscuro y vacío, todo había desaparecido.
Abril continuó adentrándose a la cueva, al llegar al

final, Abril vio luz, por un momento pensó que se
había equivocado y llegado a la salida, pero ese no
era el caso, se encontró con una habitación bien
iluminada con antorchas, en ella había oro y un sin
fin piedras preciosas, al igual que extraños objetos
y también estaban dos las dos dagas doradas que
ella había usado al inicio para pelear contra
aquella criatura y con Cira. Ella las había dejado
atrás, tiradas a mitad de camino, ella se preguntó
si eran las mismas o si solo se parecían a las que
había tomado antes.
No tenía tiempo para estar pensando en eso, así

que las ignoró y empezó a buscar los espejos que
había ido a buscar. Pero aquellas dagas aprecian
donde quiera que veía, incluso si las hacia aun lado
y buscaba debajo del oro, estas dagas volvían a
aparecer.
“¡¿Pero qué es esto?!”
Abril las tomó y en ese instante dejaron de
aparecer por todas partes. Era extraño, pero en esa
cueva todo era una locura así que guardó las dagas
en su cintura y continuó buscando los espejos.
Y por fin los encontró dos espejos uno al lado de

otro encima de un taburete, eran pequeños, Abril
los tomó, eran redondos, de color marfil, con el
dorado y cabían perfectamente en su mano. Eran
bonitos pero algo simples, cuando Abril había
escuchado hablar de espejos mágicos se había
imaginado algo más impresionante y más grande.
Como no estaba segura de que esos fueran los

espejos que estaba buscando continuo buscando
en aquella habitación algún otro espejo. Pero no
había ningún otro, esos eran los únicos espejos que
habían entre tantos tesoros, así que Abril pensó
que debían ser esos.
Después de obtener lo que había ido a buscar, dejó

las dagas en su sitio y se dirigió a la salida, pero
Abril volvía a toparse con ellas a cada paso, como
si quisieran ser sacadas de aquel lugar.
“No creo que a la reina le haga mucha gracia si me
las llevo.”
Abril intentó ignorarlas y salir de aquella cueva,

pero las dagas siguieron apareciendo en su
camino, incluso cuando estaba cerca de la salida.
“¡¿Acaso no piensan dejar de seguirme?!”

Les gritó Abril un tanto desesperada. No hubo
ninguna respuesta, aunque la verdad abril ya sabía
que no la recibiría, es más, le hubiera parecido aún
más raro que le contestaran.
Abril volvió a ignorarlas y continuó avanzando,

cuando estaba a escasos pasos de la salida, sintió
como si algo la retuviera. Ella miró hacia atrás, las
dos dagas doradas estaban detrás de ella. Al
parecer ese lugar no la dejaría irse si no se las
llevaba.
Abril volvió a tomar las dagas y las ciñó en su

cintura, cuando intentó salir por segunda vez,
pudo hacerlo sin ningún problema.
Al salir la luz del sol la cegó, había estado tanto
tiempo en aquella cueva que la luz del sol le resultó
molesta.
“¡ABY! ¡¿ESTAS BIEN?!”

Preguntaron Cassian y Kiara al mismo tiempo.
Abril se sintió aliviada cuando por fin pudo salir y

les dijo.
“SÍ, estoy perfectamente bien.”
Capítulo 107
Una nueva amenaza
“Será mejor que volvamos al palacio, debes estar

muy cansada.”
“¿Cuánto tiempo estuve en la cueva?”
“Estuviste un día entero, creí que ya no volverías a

salir, hasta pensé en volver a entrar a ese lugar aun
cuando me aterra hacerlo.”
Respondió Kiara.
Abril había pasado por un infierno en ese lugar,

sin duda alguna ella tampoco deseaba volver a
entrar a esa cueva.
“Gracias, se que incluso pensar en volver a entrar
a ese lugar.. No debió ser fácil para ti, esa cueva es
aterradora.”
Cassian sentía mucha curiosidad con que se había

encontrado Abril en esa cueva, así que preguntó.
“¿Que había en la cueva?”
“Lo peor de mi, mi miedo, mi odio, mi ira y mi
egoísmo, es un lugar horrible así que nunca entres
a esa cueva.”
Abril sentía mucha hambre, se sentía muy cansada

y deseaba ver a Lissana, solo había pasado un día
desde que no la veía, pero en esa cueva, a ella le
parecía que había sido un largo tiempo.
“Volvamos, quiero ver a Lissana.”
Cuando volvieron al palacio, dos guardias los

interceptaron.
“La reina solicita su presencia.”
Abril y los demás los siguieron hasta la sala del

trono donde se encontraba la reina.
“Saludos su majestad.”
Dijeron todos al mismo tiempo.
La reina se quedó mirando fijamente a Abril, al

observar las dos dagas que llevaba en su cintura, le
preguntó.
“¿Cómo obtuviste esas dagas?”
“Las encontré en la cueva, lamento haberlas
tomado, aprecian todo el tiempo en mi camino y
no me dejaban salir de la cueva, o eso me pareció,
se las regresare.”
“No puedes.”
“¡¿Qué?!”
“Esas dagas son especiales, ellas eligen a su dueño

y al parecer te han elegido a ti, no importa cuanto
intentes dejarlas atrás, ellas siempre se irán
contigo.”
“¿Cómo puede ser eso posible?”
“Esas dagas son armas feéras, creadas hace mucho

tiempo, se podría decir que están vivas, que tienen
conciencia, eligen a su portador y se aferran a el
hasta que este muere, cuando eso pasa, suelen ir a
la cueva de los sueños, se quedan ahí hasta que
encuentran un nuevo portador, esas armas ahora
son tuyas.”
“¿En verdad puedo quedarmelas.?”
“Si, puedes quedártelas, tómalas como tu
recompensa por tu valor, además, creo que pronto
las necesitarás.”
“¡Muchas gracias!”
“Veo que también conseguiste los espejos, esos si

que no pienso regalartelos, tendrás que regresarlos
cuando regreses por tu hija.”
“Cuidare bien de ellos y se los regresare.”
“Mas te vale que así sea. Solo quería ver cómo

habías salido de la cueva, si ese lugar había roto tu
mente, pero veo que no es así, así que ya puedes
irte.”
“Hay algo que quisiera preguntar, que es esa cueva

realmente, todo lo que vi ahí era una ilusión, pero
parecía muy real.”
Abril tocó su mejilla, aún tenía el corte que aquella

criatura le había hecho con sus garras y su cuerpo
se sentía adolorido, como si en verdad hubiera
tenido una pelea a muerte con esa criatura.
“Si te soy sincera, ni yo misma lo sé, aunque está
en mis dominios, es el único lugar donde mi magia
no funciona, es un lugar que no puedo dominar.”
“Gracias por responder a mi pregunta.”
Abril inclinó ligeramente su cabeza y dio media

vuelta, pero antes de irse, la reina le dijo.
“Reina humana.”
Abril dio media vuelta cuando escuchó que la

reina hada la llamaba.
“¿Si.?”
“Esas dagas se adaptan a su portador, pueden

convertirse en lo que desees.”
Abril se quedó mirando las dagas y volvió a

preguntar.
“¿En verdad está bien que me las quede?”
“Si, de todas formas a mi no me sirven de nada,

ellas desaparecen cada vez que intento tocarlas,
eres su dueña, si quieres puedo pedir que te
enseñen cómo utilizarlas.”
“Estare agradecida si lo hace.”
Abril volvió a agradecer a la reina hada, se
despidió y salió de la sala del trono, fue
directamente a la habitación donde se quedaba con
su hija, al entrar y ver a su pequeña sintió un gran
alivio.
Ella corrió a abrazarla, se la quitó a Maya de los

brazos y la abrazó y besó repetidas veces.
Maya le dijo.
“He cuidado bien de ella.”
“Gracias.”
“¿Pudiste encontrar los espejos?”
“Si.”
“¿Y fue difícil?”
De solo recordar todo lo que había vivido en esa

cueva, hizo que la expresión de su rostro se
ensombreciera.
“Lo fue, así que nunca entres a esa cueva.”
“Admito que esa cueva siempre me ha dado
curiosidad, pero no lo haré, con solo ver la
expresión de tu rostro, puedo darme cuenta que
ese lugar debe ser peor de lo que imagine.”
“Y lo es.”
Maya se acercó para tomar a Lissana y le dijo.

“Te ves y hueles fatal, deberías darte un baño y
comer algo, me quedaré con Lissana mientras lo
haces.”
Abril no quería separarse ni un minuto de su

pequeña, lo que había visto en esa cueva, le había
afectado mucho, pero sabía, que no podía hacer
eso. Entregó a Lissana y le dijo.
“Me daré un baño rápido, cuida de ella por favor.”
____ ༼ ♡ ༽ ____
Alessandro estaba en su oficina cuando Barto

irrumpió repentinamente.
“¡Su majestad! ¡Hay algo que debo informarle!”
Alessandro al ver la cara de preocupación de Barto

le preguntó.
“¿Qué pasa?”
“Al parecer, se han visto monstruos en el reino.”
“¡¿Qué?! ¡¿Dónde?!”
“Cerca de la frontera, algunos pueblos fueron

atacados y otros fueron…”
“¿Qué? ¿Fueron, qué?”
“Fueron completamente destruidos.”
“¿Ellos atravesaron la barrera?”
“No su majestad, dicen que un miasma apareció

de repente, todo lo que tocaba moría, poco después
aparecieron los monstruos.”
Alessandro no sabía cómo habían llegado los

monstruos a ese lugar ya que había una barrera
que los protegía, pero tampoco tenía tiempo para
ponerse a pensar en ello.
“Gabriel, reúne a los caballeros, diles que se

preparen, que usen las armas y armaduras que
fueron bendecidas, iremos a combatir a esos
monstruos.”
“Que mal que la reina no esté aquí, ella sería

necesaria.”
“No podemos depender solo del poder de Abril,

haremos lo que podamos, también llama a Sirius,
que traiga a algunos magos.”
Después de que Gabriel saliera, Barto preguntó.

“¿Puedo ayudar en algo?”
“¿Eres bueno peleando?”
“Por supuesto.”
“Entonces ve a la armería, toma una de las

espadas bendecidas, solo esas lastiman a los
monstruos.”
“Entendido.”
Barto salió rápidamente, mientras se dirigía a la
armería, la pequeña pixie apareció de repente.
“¡No puedes ir!”
“¿Qué haces aquí? ¿Cómo está mi hermana?”
“Maya está bien, pero eso no es lo que importa en

este momento, no puedes ir a pelear con esos
monstruos, debes ir a la tierra de las hadas
conmigo, la reina hada quiere verte.”
“¿Para qué?”
“Tú le dijiste que aceptarías ser su sucesor, ella

reclamara tu promesa.”
“Ella no aceptó mi propuesta en ese momento.”
“Pero ahora lo está haciendo, así que no debe

venir conmigo.”
“iNO! Ya lo pensé mejor y no quiero ser su

sucesor.”
“¿Mentiste sobre ser su sucesor?”
“No mentía en ese momento, pero ahora las cosas
han cambiado.”
“Eso no complacerá a la reina hada, hiciste una

promesa, puedes estar seguro de que ella no la
olvidara.”
Barto continuó caminando, dejando atrás a la

pequeña pixie.
“Estoy ocupado en este momento, así que no me
molestes.”
Capítulo 108
Compañeras de batalla
Mientras las hadas le preparaban el baño a Abril,

Kiara usó su magia para curar el corte que tenía en
la mejilla y los arañazos que tenía en los brazos.
Después de tomar un buen baño, se recostó en la
cama, y no fue hasta ese momento que se dio
cuenta de lo cansada que se encontraba, cuando su
cabeza tocó la almohada. Abril se quedó dormida
casi al instante.
Ella estuvo durmiendo todo el día y toda la noche,

y aun a la mañana quería seguir durmiendo, pero
su sueño fue interrumpida por un hada.
“Reina humana, por favor despierte.”
Abril entreabrió los ojos y le preguntó.

“¿Qué pasa?”
“Debe levantarse, la reina ha enviado a la persona

que le enseñara a utilizar las dagas que obtuvo en
la cueva de los sueños.”
Cuando Abril escuchó eso se despejó por completo
y preguntó.
“¿Ya está aquí?”
“Sí, así que apresúrese por favor, él no es alguien

muy paciente que digamos.”
Abril aún sentía el cuerpo agarrotado, pero se

obligó a levantarse de la cama y levantarse.
“¿Cuánto he dormido?”
“Durmió todo el día de ayer, ahora es de mañana,

le he traído el desayuno.”
“Gracias.”
Mientras se cambiaba abril preguntó.

“¿Dónde están mi hija y los demás?”
“La bebé está siendo cuidada por la señorita Maya,

el príncipe humano está con ellas, y la princesa
Kiara aún no se ha despertado.”
“Gracias por decirmelo.”
Después de vestirse y comer algo rápido, aquella
hada guío a Abril donde estaba la persona que le
enseñaría a usar las dagas. Ella la llevó hasta un
amplia sala, con grandes ventanales, la cual estaba
completamente vacía.
“Por favor espere aquí, su maestro está apunto de

llegar.”
Poco después de que aquella hada se fuera,

apareció un hada anciano, la cual tenía la piel
marrón, ojos verdes y con cabello de hojas, las
cuales se veía un poco secas, como si se estuvieran
marchitando.
Él caminó encorvado hacia ella, se quedó mirando

fijamente durante un minuto y después dio una
vuelta a su alrededor.
“Así que eres tu la nueva portadora de esas dagas,
te ves más débil de lo que pensaba, no entiendo
cómo es que te eligieron a ti como su nueva
portadora.”
“Si le soy sincera yo tampoco lo se.”
La hada anciana se hizo un poco hacia atrás y le
dijo.
“El manejar esas dagas es fácil o quizás no, todo
dependerá de tu concentracion, asi que intenta no
hacerme perder mi tiempo.”
“La reina hada dijo que estas dagas se adaptan al

poder del portador, ¿Como hago?”
“Escuche que usas magia de fuego, saca las dagas

e imagina que estas se encienden en llamas.”
Abril hizo lo que le dijo, pero no hubo ningún

cambio.
“Debes visualizar tus llamas en la hoja de las

dagas.”
Abril estuvo intentando hacer que aquellas dagas

se encendieran en llamas toda la mañana, al ver
que no había logrado nada preguntó.
“¿Está seguro que pueden encenderse? Suelo
cubrir cosas con mis llamas y decidir cuándo
quemar con ellas, pero con estas dāgas no puedo
hacerlo.”
“Eso es por que piensas en ellas como un objeto y
no lo son, debes pensar en esas dagas como tus
compañeras ya que tu vida dependerá de ellas y de
cómo las uses.”
Abril volvió a intentarlo una vez más, pero esta vez

les pidió a las dagas que se encendieran y de
pronto la hoja de las dagas se encendió en llamas.
“¡Lo logre!”
“Ahora apagalas.”
Abril extinguió las llamas y preguntó.

“¿Y eso es todo lo que pueden hacer?”
“No le restes valor a esas dagas, quizás pienses

que es inútil el usar esas dagas cuando puedes usar
tus dagas directamente.”
En realidad eso era exactamente lo que Abril

había pensado, pero no quiso responder ya que
aquel anciano parecía molesto.
“Las dagas pueden servirte de canalizador, en

pocas palabras podrás lanzar ataques más fuertes
sin gastar demasiada magia, ya que por mucha
magia que tengas, al tener un cuerpo humano este
naturalmente se cansara.”
Abril siempre acaba completamente agotada

después de cada batalla, ya que aunque el control
de su magia había mejorado muchísimo, todavía
no controlaba por completo como dejar salir solo
cierta cantidad de magia, ella no podía medirse,
solo dejaba salir su magia como un torrente.
“Además esas dagas también pueden adoptar la

forma que desees, ahora son dos dagas, pero qué
quieres que sean, pueden ser una espada, un arco o
una lanza, en que deseas que se convierta, que
consideras que necesitas.”
Abril no estaba acostumbrada a usar ningún arma,

pero las dagas era lo que consideraba más fàcil de
manejar.
“Me gusta que sean dos dagas, son ligeras y fáciles
de manejar, no quiero cambiarlas.”
“Esa debe ser la razón por la que no han cambiado

entonces, ya que normalmente estas armas
mágicas suelen cambiar tras ser empuñadas por su
nuevo dueño adaptándose a lo que necesita.”
“Me gustan, no quiero cambiarlas.”
“Pero igualmente puedes cambiar su forma para

guardarlas, así las tendrás contigo en todo
momento.”
“Abril consideró que era muy práctico el poder

tenerlas con ella todo el tiempo, ya que nunca
sabía cuando sería atacada nuevamente, así que
pensó en algo ligero y cómodo de llevar.”
Ella cerró sus ojos, e imagino que las dagas se

convertían en dos pulseras. Cuando volvió a abrir
sus ojos, las dagas se habían convertido en dos
pulseras doradas, Abril colocó una en cada una de
sus muñecas, estas se adaptaban perfectamente a
ella.
El anciano le dijo.
“Ahora imagina que vuelven a ser dos dagas.”
Abril lo hizo, las dos pulseras volvieron a ser dos

dagas, pero estas le hicieron un pequeño corte en
la palma de la mano cuando intentó atraparlas en
el aire.
“Debes tener cuidado y practicar arduamente, así
cuando tengas que pelear, no las dejarás caer ni te
lastimaras.”
“Lo tendré en cuenta.”
“Bueno, eso es todo lo que tenía que enseñarte, lo

demás dependerá de ti.”
Antes de que aquel hada anciana se fuera, Abril le

preguntó.
“¿Puedo saber su nombre?”
“Omael, ese es mi nombre.”
“Mi nombre es Abril, siento la presentación

tardía.”
„Ya sabía quién eres así que no importa.”
“Muchas gracias por su ayuda.”
“De nada.”
Durante los siguiente días, Abril estuvo
practicando con sus dagas, aprendiendo como usar
sus dagas correctamente, aunque pasaba la mayor
parte del tiempo con Lissana, ya que no podía
seguir en ese lugar, ella debía volver a Cosset,
sobre todo por que tenia un mal presentimiento,
como si algo no estuviera bien.
Abril se dirigía a ver a la reina hada cuando

escuchó como una de las hadas decía.
“Su majestad, el reino humano está siendo
atacado por monstruos de la oscuridad, no me
haga volver ahí.”
Abril entró de golpe y preguntó.

“¡¿Qué has dicho?! ¡¿Mi reino está siendo atacado
por monstruos?!”
Capítulo 109
Lágrimas y despedidas
Cuando Abril escuchó que Cosset estaba siendo

atacada sintió como si el aire le faltaba, ella sabía
que debía haber vuelto, pero tenía miedo de dejar a
su pequeña, por eso había dudado tanto.
“¿Por qué no me dijo que mi reino está siendo
atacado?”
“No te lo dije, porque tampoco lo sabía, esta pixie

me lo acaba de decir.”
Abril miró a la pequeña hada y le preguntó.

“¿Qué está pasando?”
La pequeña hada miró a la reina, al ver que esta

daba su aprobación empezó a hablar.
“Al parecer algunos pueblos fueron atacados por
monstruos.”
“¿Alessandro lo sabe?”
“Si, él y Barto partiran mañana por la mañana con

sus caballeros a hacerles frente.”
Sin pensarlo dos veces Abril le dijo a la reina hada.
“Debo volver a mi reino.”
“Esta es tu pelea, no pienso detenerte.”
“Iré a prepararme para marchar.”
Abril inclinó ligeramente su cabeza y le dijo.

“Gracias por todo lo que ha hecho por mí y gracias
por aceptar a mi hija, la dejare a su cuidado.”
“Ella estará bien cuidada, me encargare de que así

sea, puedes irte tranquila.”
“¿Podría abrir un portal para mí?”
“Prepárate, cuando tengas que irte, ven a

buscarme, te enviaré de regreso a tu reino.”
Abril volvió a agradecerle, antes de salir de la sala
del trono. Abril se apresuró a buscar a Lissana y a
los demás. Ellos estaban reunidos en el jardín.
Cuando vieron que Abril se acercaba a toda prisa,

le preguntaron.
“Aby. ¿Qué pasa?”
“Debo volver inmediatamente a Cosset, Kiara, tú

vendrás conmigo.”
Kiara no se sentía lista para enfrentar a Barto así

que le dijo.
“Creo que me quedaré unos días más aquí.”
“El reino de Cosset está siendo atacado por

monstruos.”
“¡¿Que?!”
Cassian se alteró mucho al escuchar que Cosset

estaba siendo atacado por monstruos.
“Yo también debería volver, Lessan…”

“No lo hagas, Maya y tú están conectados, ella está
embarazada necesita estar tranquila, no te
preocupes por nosotros, estaremos bien, Kiara está
de nuestra parte, seremos dos portadoras de luz
luchando contra los monstruos.”
“Pero no quiero volver.”
Dijo Kiara.
Abril le dijo.
“Dejamos que vinieras con nosotros porque
prometiste ayudar si era necesario, así que no te
quejes.”
“Supongo que no me queda de otra.”
Abril tomó a Lissana en brazos, la abrazó y le dijo.

“Mamá debe irse.”
Lissana no entendía lo que decía su madre, ella

solo sonrió.
“En cuanto pueda, volveré por ti mi pequeña, te lo
prometo.”
Abril hubiera deseado que su despedida fuera aún

más larga, pero no podía hacerlo, debía volver a
Cosset antes de que Alessandro partiera a
enfrentarse con esos monstruos.
Después de darle unos cuantos besos a Lissana

Abril se la entregó a Maya y le dijo.
“Eso no tienes ni que pedirlo, cuidaremos bien de
ella.”
“Gracias.”
“Aby, dile a mi hermano que lo siento, por no

estar ahi cuando mas lo necesita.”
“No te sientas culpable por no ayudar, ya has

peleado muchas batallas, tu lugar está junto a
Maya. No quiero perder mas tiempo, iré a por mis
cosas. Kiara, deberías hacer lo mismo.
Kiara dio un largo suspiro, estaba un poco molesta

de tener que volver. Pero no dijo nada más.
Mientras se alejaba Cassian preguntó.

“¿Y a esa que le pasa?”
“Tuvo una pelea con Barto antes de venir, creo que

aún no está preparada para volver.”
Maya preguntó.
“¿Por qué pelearon?”
“Creo que Barto intentó venir a salvarte, intentó
convertirse en el sucesor de la reina hada, para que
ella te salvará, eso molestó mucho a Kiara.”
“Ese idiota, yo tambien hubiera querido dejarlo si

fuera ella. ¿En qué estaba pensando al querer
hacer eso?”
“Creo que no lo hacía, estaba muy preocupado por

ti.”
“Cuando veas a mi hermano, dile que es un

imbécil, que no quiero que ponga su felicidad ante
la mía, ni un sacrificio inútil, que sea feliz y que no
piense en mí, sé cuidarme bien.. ¡No espera! Aun
tengo muchas cosas que decir, mejor escribiré una
carta.”
“Mientras la escribes iré a prepararme.”
Maya asintió y Abril marchó.
Después de que Abril recogiera sus pertenencias,

al salir al pasillo se encontró con Kiara.
“Lo siento.”
Fueron las primeras palābras que dijo Abril al ver
a Kiara.
“¿Por qué te estás disculpando?”
“Se que aun no estas lista para volver, que no

quieres ver a Barto, pero te necesito.”
“Solo son unos cuantos monstruos, con tu poder

no tendrás ningún problema para deshacerte de
ellos. ¿Porque te ves tan asustada?”
“Hay nuevos monstruos, monstruos difíciles de

vencer incluso con mi poder, tengo miedo que sean
esos monstruos los que estén atacando Cosset,
miedo de que Lessan se enfrente a ellos y pierda.”
“¿Tan difíciles son de matar?”
“La magia de luz no le hace nada, deben

decapitarlos y luego quemarlos si quieren
matarlos, esa criatura era extremadamente fuerte,
apenas y sobreviví a una batalla con él.”
“Ya veo, por eso tienes tanta prisa por volver.”
“Mi reino y el hombre que amo están en peligro y
Barto también.”
“¿Que?”
“Barto acompañará a Alessandro a luchar con los

monstruos.” +
“Ese idiota.”
“Se que estas molesta con él, pero no creo que

quieras que algo malo le pase.”
“Por supuesto que no, aunque me duela no ser lo

primero para él, le amo.”
“Démonos prisa, evitemos que se metan en

problemas.”
“Vamonos.”
Abril fue a la habitación de Maya, cuando entró,

ella acababa de escribir la carta, pero no se la dio a
ella si no a Kiara, se la entregó a Kiara.
“Podrías darle esta carta a mi hermano.”
“¿Por qué me la das a mi?”
“Abril estará ocupada, quizás olvide entregarla,

por eso te pido a ti que se la entregues a mi
hermano.”
Kiara sabía que le estaba entregando esa carta

para obligarla a hablar con Barto, para que no
huyera de él cuando volviera.
“Se la daré.”
Abril tomó a Lissana en brazos, todos se dirigieron

al salón del trono donde se encontraba la reina
hada.
Ella los estaba esperando, en el momento que

aparecieron abrió el portal.
Abril le dio un beso a Lissana y se la entregó a

Maya.
“Tienes el espejo, asegúrate de tenerlo cerca.”
“Te llamaremos cada día, por favor manténos

informados de cómo van las cosas por allá.”
Cassian le dijo.
“Cuidate Aby, cuida de Lessan.”
“Lo haré.”
“Dense prisa o el portal se cerrará.”

Dijo la reina hada.
Abril volvió a darle un beso a su pequeña y le dijo.

“Hasta pronto mi niña.”
Kiara cruzó el portal primero, Abril lo hizo de

último, antes de hacerlo ella giró a ver una vez más
a su pequeña, a su amada hija. Le rompía el
corazón tener que dejarla, pero debía hacerlo, era
por su bien.
Abril dio un paso al frente y cruzó el portal. En un

instante se encontró en Cosset, en los jardines del
palacio y frente a ella estaba Alessandro.
“Aby..”
Ella corrió a abrazarlo, cuando sintió la calidez de
sus brazos, no pudo seguir conteniendo las
lágrimas, ella empezó a llorar, lloró
desconsoladamente por haber tenido que dejar a
su hija atrás, por todo el tiempo que no estaría
junto a su hija.
Capítulo 110
El final de una relación
Abril lloró en los brazos de Alessandro durante un

buen rato. Lloro hasta que sus lágrimas se
gastaron.
Durante todo el tiempo que lloró, Alessandro no

dijo nada, se mantuvo en silencio mientras le daba
palmaditas en la espalda, para intentar censolarla.
Cuando por fin pudo calmarse, Abril le preguntó.

“¿Has visto a Kiara?”
“Después de cruzar el portal, dijo que tú vendrías

y se fue, parecía tener prisa.”
“Te extrañe.”
“Fueron muchos días en la tierra de las hadas?”
“Si, ¿Y aquí?”
“Solo fueron tres días, pero me parecieron una
eternidad, sin ustedes el palacio se volvió
solitario.”
Era de noche, todo el palacio estaba en silencio,

pero Aby sabía a qué era lo que se refería
Alessandro, un lugar donde no estaría su hija, sería
sumamente solitario.
“Y creo que será así durante algún tiempo.”
Una lágrima rodó por la mejilla de Abril.

Alessandro la limpió con sus largos dedos y le
preguntó.
“¿Cómo está Lissana? ¿Lloró cuando la dejaste?”

“Nuestra pequeña me despidió con una sonrisa.”
“Ella se parece a ti, es igual de fuerte y valiente,

ella estará bien.”
“Lo sé, pero eso no disminuye la tristeza en mi

corazón.”
“Ni en el mio, me duele no verla crecer, perderme

sus primeras palabras, sus primeros pasos, pero
más me dolería perderla, esto es solo temporal,
algún día estaremos todos juntos y estaremos
felices.”
Abril ya había visto ese futuro en el que ellos eran

felices, así que no dudo que algún día todo eso
acabaría, que algún día serían felices.
“Lo sé.”
“Ya es tarde, será mejor ir a descansar, mañana

me iré muy temprano.”
“Yo iré contigo.”
“Desearía que no lo hicieras.”
“No, te enfrentarás a monstruos, no puedo dejar

que vayas tú solo.”
“Supongo que no podré hacer que cambies de

opinión.”
“No, no lo harás, así que solo acepta que vaya

contigo.”
“Está bien.”
“Kiara también vendrá con nosotros.”
“Preferiría que ella se quede en el palacio por si

aparece Cira, aquí hay una llave del Hades, me
preocupa que ella intenté robarla mientras no
estamos.”
Alessandro tomó en brazos a Abril y le dijo.

“Vamos a dormir, mañana nos espera un largo
día.”
Abril sentía que las fuerzas la abandonaban, así

que no se quejó, recostó su cabeza en el hombro de
Alessandro y se quedó en silencio.
Cuando Alessandro llegó a la habitación, Abril ya

se había quedado dormida. Él la depositó
suavemente sobre la cama.
El verla llorar desconsoladamente le había roto el

corazón. Él solo deseaba hacer feliz a su familia,
pero seguía sin lograrlo, se sentía impotente de por
no poder evitar que su amada derramara lágrimas
tan amargas, se sentía impotente por no poder
proteger a su familia, tanto que hasta llegó a
preguntarse cuándo se había vuelto alguien tan
inútil.
Alessandro se inclinó y besó la frente de Abril.

“Te amo, espero algún día poder hacerte feliz.”
Dijo en apenas un susurro, para no despertar a
Abril, después se recostó a su lado y se quedó
mirando su rostro dormido hasta que el sueño lo
venció.
____ ༼ ♡ ༽ ____
Kiara estaba frente a la puerta de la habitación de

Barto, ella se quedó de pie frente a la puerta
durante un buen rato, hasta que reunió el valor
para tocar la puerta.
Cuando Barto salió de la habitación, se sorprendió

mucho al ver a Kiara en su puerta.
“Kiara! ¿Maya también está de regreso?”
Kiara entendía que Barto se preocupara por su

hermana, pero seguía doliéndole saber que ella
nunca sería lo primero en su vida.
“¿Dónde está Maya?”
“Ella no volvió, aún sigue en la tierra de las

hadas.”
“¿Qué?”
“Pero no se quedó en contra de su voluntad, se

quedó en la tierra de las hadas por qué es lo mejor
para ella, así podrá recuperarse por completo.”
“¿Aún no se ha recuperado?”
“La condición de Maya era muy mala, ahora está

bien, pero lo más seguro para ella es permanecer
ahí.”
“¿Entonces fue su elección quedarse?”
“Así es, fue su elección quedarse, asi que no hagas

nada estúpido, ella no necesita ser sálvada.”
Kiara le entregó la carta que Maya le había escrito.
“Maya me pidió que te entregara esto.”
“Gracias.”
“No vayas mañana a matar monstruos, es
peligroso.”
“Aunque no lo parezca soy ágil y diestro con la

espada.”
“No es contra humanos contra los que pelearas, si

no contra monstruos, quédate aquí y no te pongas
en peligro.”
“Si esos monstruos siguen avanzando, llegaran a

mi ciudad y atacaran a las personas que quiero,
quiero pelear por quienes no pueden hacerlo, para
proteger lo que amo.”
“Amas demasiadas cosas y al parecer yo soy la

última de todas.”
“Eso no es cierto Kiara.”
“Antepones a todos ante mi, no importa cuanto te

pida que te quedes conmigo, tu no lo harás, porque
no soy tan importante para ti.”
Kiara empezó a alejarse, Barto fue detrás de ella,
deslizó una mano en torno su cintura, la otra mano
trepó por su cuello, tomó su barbilla y la obligó a
que lo mirara.
“Kiara, eso no es verdad, eres muy importante
para mi, te amo más de lo que puedas imaginar.”
Kiara sentía que la sangre le palpitaba con fuerza

por cada centímetros de su cuerpo. Entreabrió los
labios cuando Barto acercó su rostro… Pero
cuando sus labios estuvieron a punto de tocarse,
ella lo empujó y dio un paso atrás.
“No.”
Dijo con voz pastosa, mientras trataba de no
ceder, al ver el rostro perplejo de Barto, al ver su
rechazo.
“Te amo Barto, pero lo nuestro nunca podrá ser.”
“Se que me equivoque Kiara, en ese momento no

pensaba con claridad, pero te amo y quiero estar
contigo, quiero casarme contigo y pasar el resto de
mi vida a tu lado.”
“¡Eso nunca sucederá! Las hadas no pueden

casarse con humanos, ni con elfos.” +
“Porque la marca de matrimonio para las hadas,

es como una marca de esclavitud que une tu vida a
tu pareja, y es literalmente, yo no quiero eso y
tampoco quiero seguir amándote, porque tu amor
y el mio son muy diferentes, porque siempre sere
yo la que ame mas y la que termine perdiendo y no
quiero eso, lo mejor será que terminemos con esto
de una vez por todas, no sigamos lastimandonos
Barto.”
“No quiero perderte Kiara.”
“Lo nuestro nunca ha tenido futuro, fuimos unos

necios al pensar lo contrario, una elfa y un medio
hada, nunca podremos estar juntos.”
Kiara dio media vuelta, Barto intentó seguirla,
pero cuando Kiara escuchó el sonido de sus pasos
detrás de ella se giró y le dijo.
“Barto, quiero estar con alguien que esté dispuesto
a darlo todo por mi y ese alguien no eres tú, así que
deja de insistir.”
Después de decir eso ella se fue, dando pasos a
grandes zancadas hasta desaparecer por el pasillo,
ya que no quería que Barto viera como se rompía.
Capítulo 111
Un excelente guerrero
Al día siguiente Abril se levantó muy temprano y

fue a buscar a Kiara, cuando fue a su habitación la
encontró sentada en el balcón mirando a la
distancia. Kiara parecía perderse en sus
pensamientos y tenía una expresión de tristeza en
su rostro.
“Kiara, ¿Estas bien?”
“Si. ¿Ya es hora de irnos?”
“De eso venía hablarte, quiero que te quedes en el

palacio, aquí está una de las llaves de Hades, Cira
puede estar usando loș monstruos para llamar
nuestra atención, puede ser una trampa para
intentar robar la llave mientras no estamos.”
“¿Estás segura de eso?”
“No, pero estaré más tranquila si te quedas en el

palacio y custodias la llave.”
“Está bien, me quedaré.”
“Te lo agradezco.”
“Ten un viaje seguro y pronto regreso.”
“Por cierto. ¿Pudiste hablar con Barto?”
“Lo hice.”
“¿Cómo fueron las cosas?”
“Ya todo terminó entre nosotros.”
“Creí que harías las paces con él al regresar.”
“Él y yo no estamos destinados a estar juntos, no

sirve de nada seguir alargando lo inevitable.”
“¿Pero qué tonterías dices? ¿Destino? ¿Quién ha

dicho que el destino está escrito? Cada uno
decide cómo será su vida, no te rindas antes de
haber luchado siquiera.”
“Dices eso porque tu amor es correspondido.”
“Y el tuyo también, sabes la cara que tenía Barto
cuando nos fuimos a la tierra de las hadas, el té
ama, aunque quizás no de la manera en la que tu
quieres, pero estoy segura de que te ama.”
“Deberías irte, se te hace tarde.”
“Crei que dejarías de huir cuando volvieramos,

pero al parecer me equivocaba.”
“Lo que haga con mi relación no te importa, así

que ocúpate de tus asuntos, que yo me ocuparé de
los míos.”
“Supongo que fui demasiado entrometida, lo

siento, me voy o se me hará tarde.”
Al salir de la habitación Abril se dirigió a la

entrada del palacio donde se encontraba
Alessandro, reunido con los caballeros, algunos
cuantos magos también estaban ahí.
Cuando ella se acercó todos la saludaron e

hicieron una reverencia. Alessandro le preguntó.
“¿Hablaste con Kiara?”
“Si, ha accedido quedarse.”
Entre los caballeros Abril pudo ver a Barto.

“¿Barto también ira?”
“Insistió en ir, no pude negarme.”
“Supongo que por eso Kiara estaba tan molesta.”
“¿Qué?”
“No es nada, olvídalo, está todo listo.”
“Si,! solo te esperabamos a ti.”
Abril vio a Sirius, pero no vio a Taren.

“Taren no vendrá?”
“Le he pedido que se quede y proteja el castillo

junto a Kiara.”
Sirius se acercó y les dijo.
“Ya estamos listos, podemos irnos cuando

quieran.”
“Entonces vámonos, prepara los pergaminos.”
Sirius les entregó un pergamino de

teletransportación y les dijo.
“El primer pueblo en ser atacado es Riera, así que
iremos ahí primero, si su majestad está de acuerdo
en que así sea.”
“Me parece bien, así que vámonos.”
Kiara se asomó por la ventana y buscó a Barto con

la mirada hasta que lo encontró, él llevaba el
cabello atado en una cola alta y una brillante
armadura. Desde la distancia se veía sumamente
atractivo, él nunca había podido ocultar su belleza
feera y eso había sido lo que había llamado la
atención de Kiara en un principio.
“Es un idiota. ¿Por que no me hace caso?”
BBarto pareció darse cuenta que ella estaba ahí, ya

que sus miradas se encontraron y por un segundo,
fue como si todo desapareciera a su alrededor y
solo quedaran ellos dos. Hasta que Kiara se apartó
de la ventana.
Sirius dijo en gran voz que rasgaran los
pergaminos, que su destino era el pueblo de Riera.
En un instante todos desaparecieron, al llegar a
Riera todos se quedaron estupefactos al ver cómo
había quedado ese lugar después del ataque de los
monstruos.
Riera había sido completamente destruido, los

cadáveres estaban regados por todas partes, una
espesa niebla oscura cubría todo el lugar, era de
día, pero ahí parecía que la luz escaseaba.
“¿Que paso aqui?”

Preguntó Abril.
“Dijeron que algunos pueblos habían sido

destruidos, pero jamás me imaginé ver algo así.”
Todo en aquel lugar parecía haber muerto, los

árboles, las plantas y los animales, no había
quedado nada con vida.
Abril ya había visto un escenario parecido en

Laios, pero aun así no dejaba de horrorizarse con
lo que veía, los monstruos habían arrasado con
todo, incluso la tierra bajo sus pies parecía muerta.
Pero aquella niebla, Abril podía sentir como una
gran oscuridad provenía de ella.
“No se alejen, hay algo mal con esta niebla.”
Después de decir eso, varios monstruos salieron

de la niebla y empezaron a atacar.
Alessandro se colocó frente a Abril, cubriendola

con su cuerpo y le dijo.
“No te separes de mí en ningún momento.”
Abril no había ido ahí para ser protegida, si no

para luchar a su lado. Ella transformó sus pulseras
en dagas, cuando las tuvo en sus manos las cubrió
con sus llamas y le dijo.
“Yo también pelearé, no he venido solo a ver, si no
a luchar a tu lado.”
Después de decir eso Abril se abalanzó como un
gato hacia el monstruo que tenía más cerca, le
clavó sus dagas y con sus llamas plateadas los
redujo a ceniza. Alessandro se quedó muy
sorprendido ya que nunca había visto a Abril
manejando un arma. Ella era más fuerte de lo que
él creía.
Cuando un monstruo se abalanzó hacia
Alessandro, él empezó a atacar con su espada
reduciéndolo a polvo negro.
Barto también se unió a la pelea y dejó a todos

muy impactados, se movía a una gran velocidad y
su habilidad con la espada era admirable.
Cuando Abril lo vio, pensó. Kiara no tenía nada

de qué preocuparse, Barto era un excelente
guerrero.
Después de acabar con todos los monstruos, Abril

usó su magia de luz para limpiar toda la oscuridad
que se había esparcido por el pueblo. Alessandro le
pidió a Sirius y a los magos que revisaran la
barrera para ver por donde habían entrado los
menstruos. Cuando los mágos terminaron de
revisar la barrera, Sirius se acercó a Alessandro y le
dijo.
“No hay ninguna brecha en la barrera, los
monstruos no vinieron de fuera, no se como pero
ellos aparecieron aquí.”
“¿Pero cómo? Después de la guerra exterminamos
a todos los monstruos que quedaban, no debería
haber ninguno.”
Dijo Abril.
“La barrera está intacta, así que debemos

averiguar cómo llegaron aquí.”
Capítulo 112
Destino
Después de que todos los cuerpos fueran

enterrados. Los caballeros empezaron a montar el
campamento, ya que al día siguiente se moverían
al pueblo vecino, el cual también había sido
atacado.
Abril estaba de pie frente a las tumbas, culpandose

por no haber llegado antes, por no haberlos
saivado, cuando llegó, Alessandro y le preguntó.
“¿Como estas?”
“Estoy bien.”
“Se que no lo estás, esto debe haberte afectado y

debes estarte culpando en este momento por sus
muertes, pero no es tu culpa Aby, nada de esto es
culpa tuya.”
“Lo se, pero es difícil no sentirse culpable, no paro

de preguntarme qué hubiera pasado si hubiera
estado aquí, si…”
“Quizás no hubiera cambiado nada, Aby, no
siempre podremos salvar a todos.”
“Eso también lo sé, pero por más que me lo repito,

no puedo evitar que esos pensamientos ronden por
mi mente.”
Alessandro rodeó a Abril con sus brazos, cubrió

los pequeños hombros de su esposa como si
quisiera quitar la pesada carga que había en ellos.
“No pienses en eso, centrate en lo que hay delante
de ti y en lo que puedes hacer, no te cargues con la
culpa.”
Abril rodeo la cintura de Alessandro, y se quedó

quieta en sus brazos, disfrutando de la calidez de
su esposo. Alessandro se quedó abrazándola hasta
qúe Abril se mostro mas tranquila, después fueron
a la tienda en la que dormirían, cuando entraron
Abril se sorprendió al ver lo elegante y hermosa
que era la tienda. Era blanca, con hermosos tapices
rojos cubriendo el suelo y en medio había varias
piezas blancas qué formaban una cama; Abril se
sentó en ella, era tan suave y mullida que no pudo
evitar las ganas de tumbarse, mientras veía el
techo de la tienda Alessandro le preguntó.
“¿Cuando aprendiste a manejar las dagas y donde
conseguiste las que tenías hoy?”
“Esas dagas las conseguí en la tierra de las hadas

por casualidad, ahí me enseñaron cómo usarlas.”
“Debiste tener un buen maestro.”
“En realidad creo que son fáciles de usar, como si

ellas impulsaran mi cuerpo para pelear, solo tuve
que aprender a sostenerlas correctamente y a
controlarlas.”
“Es increíble, nunca había escuchado de un arma

como esa.”
Abril se quedó mirando los brazaletes de sus

manos y respondió.
“Creo que estas dagas son raras incluso en la tierra
de las hadas.”
“Me sorprende que la reina hada te haya dado algo

tan valioso.”
“No me las dio por que hubiera querido, las dagas
me eligieron a mí, ella no tuvo más opción que
dejar que me las quedara.”
“Me alegra de que así sea, son muy útiles en

batalla y saber que tienes un arma poderosa para
defenderte, hace que me sienta más tranquilo, ya
que el pelear sin ningún arma contra los
monstruos siempre me resulto incómodo, hacia
que me preocupara mucho.”
Alessandro empezó a quitarse su armadura,

después de quitársela por completo, humedeció
una toalla en la vasija que había sobre la mesa, se
acercó a Abril y empezó a limpiar su rostro.
“Hoy ha sido un día difícil, debes estar muy
cansada.”
Abril lo estaba, aunque las dagas hacían que

moviera su cuerpo, ella no estaba acostumbrada a
pelear, por eso sentía todo su cuerpo entumecido.
“Lo estoy, tanto que solo quiero dormir.”
Al terminar de limpiar su rostro, Alessandro le

dijo.
“Te traeré un poco de comida, debes reponer
fuerzas, no sabemos con qué nos encontraremos
mañana.”
“Es verdad, esto apenas está empezando, aún hay

otros pueblos que han sido atacados, me preguntó
si los otros también fueron completamente
destruidos.”
“Según el informe que recibimos, no todos fueron

destruidos, algunos solo fueron atacados por los
monstruos.”
“Sigo sin entender de donde salieron esos

monstruos y esa neblina.”
“¿Crees que sea obra de Cira?”
“Debe ser ella, pero no entiendo por que ataca los

pueblos. ¿Qué gana con ello?”
“No hay manera de saber que está tramando tu

hermana.”
“Tienes razón, no sirve de nada cargarnos con

eso.”
Abril dio un largo bostezo, Alessandro le dijo.
“Iré a por algo de comer, asi que no te duermas.”
Cuando Alessandro salió de la tienda se encontró

a Sirius.
“¿Podemos hablar un momento su majestad?”
“Por supuesto. ¿Qué pasa?”
“Deberíamos ir a otro lugar, acompáñeme a mi

tienda.”
“De acuerdo.”
Alessandro siguió a Sirius, una vez solos, le

preguntó.
“¿Qué pasa Sirius?”
“Mientras revisabamos el pueblo hemos

encontrado el lugar de donde han salido los
monstruos, o eso es lo que creo.”
“¿De donde salieron?”
“Del pozo que había en el pueblo, ahora está

completamente seco.”
“El pozo estaba en medio del pueblo, por eso
debieron haber acabado con todo al salir.”
“Yo pense lo mismo, creo que deberíamos

decírselo a la reina, hay que sellar ese pozo para
que no vuelvan a salir más monstruos.”
“Abril está muy cansada, se lo diré mañana, por el

momento crea una barrera alrededor del pozo para
que no salga ningún otro monstruo.”
“Ya lo he hecho.”
“Gracias.”
“Espero que los otros pueblos hayan corrido con

mejor suerte.”
“Yo también.”
Alessandro también estaba cansado.

“Debo irme, te veré mañana.”
“Buenas noches su majestad.”
Alessandro había tardado tanto en volver, que
Abril ya estaba dormida. Él intentó despertarla
paŕa qué comiera algo, pero fue imposible, Abril
estaba sumida en un sueño profundo, al final se
rindió, se acostó a su lado y la cubrió con sus
brazos. Su esposa era una mujer pequeña y
delgada, pero con un espíritu fuerte.
Alessandro estaba orgulloso de ella y feliz de que

ella fuera su esposa.
Abril se encontró en un hermoso campo cubierto

por flores de lavanda, y en medio de aquel campo
estaba su madre Sophia, recogiendo flores, ella se
acercó con un ramo en sus manos y le dijo.
“Hola mi pequeña.”
Abril se arrojó a los brazos de su madre.

“Hola mamá.”
“Últimamente has pasado por mucho, las cargas

sobre tus hombros ha sido muy pesada.”
“Extraño a Lissana, mamá.”
“Lo se, por eso vine hoy a visitarte en tus sueños,
he venido a consolar a mi pequeña y ha decirte que
todo saldrá bien, tu bebé crecerá y se volverá una
hermosa flor al igual que tu.”
“¿En verdad he hecho lo correcto al dejarla en la

tierra de las hadas?
“Si, ese era su destino desde un principio.”
“¿Que?”
“Es necesario que ella esté en la tierra de las

hadas, para que pueda ser quien necesita ser.”
“No te entiendo nada mamá, ¿Qué significa eso?”
“Lissana será quien gobierne los cuatro clanes,

será quien unifique el mundo, un gran futuro le
espera, pero para que eso pase, debe aprender de
todos los clanes, por que solo puedes unificar lo
que conoces y amas, asi que no se turbe tu corazón,
por que esa niña sera aun mas fuerte que tu.”
Capítulo 113
Ojos febriles
Cuando Alessandro despertó, Abril estaba

tumbada a su lado, como debía ser. Cada vez que
se separaban era una tortura para él, se sentía solo
y vacio, e! mundo perdía su color y todo se volvía
oscuro. Abril y Lissana era lo que él más amaba,era
lo que le daba color y felicidad a su vida, sin ellas,
el mundo no tenía sentido.
Alessandro abrazo a Abril y le dio un beso en la

frente. En momentos como ese, era cuando
Alessandro se daba cuenta de cuánto la amaba y de
lo mucho que la necesitaba.
“Te amo.”
Le susurro al oído para no despertarla, porque
aquellas palabras no las decía para que ella las
escuchará, sino para él, por que necesitaba
expresar con palabras lo que su corazón gritaba.
Ese día retomarian su viaje, Alessandro se levantó

aun cuando odiaba la idea de separarse de Abril y
fue a hablar con Sirius.
Al llegar a su tienda le preguntó.
“¿Ha habido algún cambio?”
“No, su majestad, todo ha estado muy tranquilo.”
“Revisa la barrera una vez más.”
“Así lo haré su majestad.”
Cuando Abril abrió los ojos, se sintió un poco más

tranquila gracias a las palabras de su madre.
Era temprano pero Alessandro ya no estaba, Abril

se levantó, lavó su rostro y al abrir la tienda vio a
Alessandro dandole ordenes a los guardias. Las
tiendas ya estaban siendo desmontadas y los
guardias se preparaban para salir.
Alessandro al ver a Abril se acercó a ella y le

preguntó.
“Cómo estás?”
“Estoy bien.”
“Pronto nos iremos, deberías desayunar algo, ayer
no comiste nada.”
“Lo siento, estaba muy cansada y terminé

quedándome dormida.”
“Aun tengo algunas cosas que hacer, ven y

desayuna, por que hay algo que necesito que
hagas.”
“¿Que cosa?”
“Te lo dire despues de que desayunes.”
Abril fue a desayunar y volvió rápidamente.

“Ya he desayunado, ¿Que quieres que haga?”
“Acompáñame.”
Alessandro llevó a Abríl hasta el pozo y le dijo.
“Creemos que los monstruos han salido de aquí.”
Abril se acercó al pozo, se asomó para ver en su

interior, como era profundo y estaba oscuro, no
pudo ver nada, aunque sentía una extraña
presencia qué provenía de aquel lugar, lo cual le
provocó escalofríos.
“Hay algo extraño en este pozo, deberias alejarte
Lessan.”
Alessandro se alejó, en ese momento Abril lanzó

varias bolas de fuego plateadas al interior del pozo,
poco después, la tierra empezó a temblar y
monstruos empezaron a salir del pozo.
Debían haber estado a gran profundidad, por eso

Abril no había sentido su presencia. Cuando
aquellos monstruos se abalanzaron hacia ella,
Alessandro usó su magia de viento creando un
muro entre Abril y los monstruos, impidiendoles
que llegaran hasta ella.
Sirius creó una barrera para aprisionarlos

mientras los caballeros llegaban. Abril ya tenía sus
dagas en sus manos cuando Alessandro se acercó y
le preguntó.
“Si.”
“Eso ha sido muy peligroso no vuelvas a hacerlo.”
Abril ignoró a Alessandro y fue a donde estaban
los monstruos y empezó a atacar.
“Abril cortaba todo lo que se atravesaba en su
camino con sus dagas, reduciendo a polvo negro a
los monstruos con su fuego. Mientras Alessandro
se encargaba de proteger su espalda, cortando con
su viento a los monstruos, aunque eso no los
mataba los mantenía a raya hasta que Abril los
mataba con su fuego.
Cuando ya no quedó ni un solo monstruo,

Alessandro le dijo a Abril muy enfadado.
“Aby, Porque no has escuchado lo que te he dicho,
no puedes abalanzarte contra los monstruos de esa
manera.” +
“Lo siento, no estaba pensando.”
Alessandro la abrazó y le dijo.

“Si te pierdo, no podría soportarlo, no hagas nada
imprudente Aby.”
“Lo siento, cuando vi a esos monstruos quise

destruirlos por todo el daño que causaron, vengar
a todos los que por su culpa murieron.”
“No seas imprudente, siempre piensa en mi y en
Lissana antes de hacer cualquier cosa.”
Alessandro y Abril se quedaron un rato abrazados

hasta que el turbado corazón de Alessandro se
calmo. Después Abril purificó el pozo y el agua
volvió a fluir nuevamente.
El viaje sē retomó poco después, ellos llegaron al

medio día al siguiente pueblo, el cual estaba en un
estado parecido al anterior, una neblina negra
cubría todo el pueblo y habían monstruos por
todas partes. Después de acabar con todos los
monstruos y purificar el pueblo, buscaron
supervivientes, eran pocos pero algunos habían
logrado mantenerse con vida, esa ncche ellos
acamparon en ese pueblo.
! Cuando llegó la noche, Alessandro se acercó a

Abril, quien seguía curando las heridas de los
caballeros y le dijo.
“Deberías descansar.”
“No es necesario, no estoy cansada, todavía puedo
seguir.”
Alessandro tomó en brazos a Abril.

“¿Qué estás haciendo? ¡Bajame!”
“No, debes descansar o terminará colapsando.”
Alessandro llevó a Abril a la tienda, la depositó

suavemente entre las mantas y le dijo.
“Necesitas saber cuándo parar.”
“Pero aun hay caballeros heridos.”
“Ya has curado a los que estaban graves, solo han

quedado los que tienen rasguños, estarán bien.”
“Pero…”
“Pero nada, debes descansar Aby.”

Alessandro baño una toalla y le dijo.
“Ni siquiera te has cambiado la ropa.”
“Es que he estado muy ocupada.”
“Hazlo ahora, no tenemos agua para tomar un
baño ya que el pozo está seco, así que limpia tu
cuerpo con la toalla.”
“Es verdad, aun no he purificado el pozo…”
Abril se levantó, antes de que saliera de la tienda

Alessandro la atrapó y le dijo.
“¿A dónde crees que vas?”
“A purificar el pozo.”
“Ya te dije que no, Aby eso lo harás mañana.”
“Pero.. ¿Y si salen más monstruos?”
“Sirius ha puesto una barrera, nada saldrá de ese

pozo.”
“Pero.. ¿Y si…?”
Alessandro tomó en brazos a Abril, la depositó

nuevamente entre las mantas y empezó a quitarle
la ropa.
“¿Qué crees que estás haciendo?”
“Te ayudo.”
“Puedo hacerlo sola.”
“Te he visto desnuda un sin fin de a veces. ¿Acaso

te molesta?”
“No me molesta, es solo que…”
Alessandro siguió quitando la ropa, cuando vio su

piel desnuda, su sangre empezó a calentarse. Él
pasó la toalla húmeda por su cuerpo, Abril sintió
como su cuerpo también se calentaba, su
respiración empezó a volverse irregular.
Alessandro quitó sus botas y sus pantalones y

síguió pasando la toalla húmeda por sus piernas.
Ella no dijo nada, ni lo apartó, solo le observaba
con ojos febriles. Él le dio un beso en la
entrepierna, aquello le arrancó un pequeño gemido
a Abril cuando sintió sus labios, cálidos y húmedos
sobre su piel.
“Para, alguien podría venir.”
“No vendrá nadie.”

Alessandro rozó sus labios y le preguntó.
“O acaso no quieres?”
Abril le rodeó el cuello con los brazos y le cubrió

los labios con los suyos, su beso fue largo y
profundo, con la respiración entrecortada y con las
mejillas sonrojadas, le dijo.
“Sí quiero.”
Alessandro se había estado controlando, pero

aquello rompió todo su autocontrol. Él se dejó ir,
vencido. Todo el cuerpo se le contrajo, el corazón
se le desbocó, las venas le martilleaban cargadas de
sangre y energía. La estrechó contra él, fuerte y
desnuda en sus brazos, con una voz apenas audible
le dijo.
“Te amo Aby, te amo.”
Ella no pudo articular palabra, pero en su mente y

corazón, lo repitió una y otra vez.
“Te amo, te amo.”
Capítulo 114
Una buena madre
Abril estaba descansando sobre el pecho de

Alessandro, al estar de aquella manera podía
escuchar los latidos de su corazón, aquel sonido, la
hizo sentir como si todo estuviera bien, como si
nada de lo que había vivido fuera real.
“Esto ha sido imprudente, alguien podría
habernos oído.”
Alessandro pasaba sus dedos por la espalda de

Abril, dibujando círculos, acariciando su piel,
mientras lo hacía, respondió.
“Nuestra tienda está más alejada, nadie ha
escuchado nada.”
“Al estar así contigo, siento que estoy en un sueño,

¿Lo es?”
“No, este no es un sueño.”
“Ya quiero que todo esto acabe.”
“Yo también.”
Abril sentía sus ojos pesados y terminó

quedándose dormida, aun cuando quería seguir
hablando, seguir escuchando el rítmico latido del
corazón de su amado, pero el cansancio terminó
venciendola.
Al día siguiente cuando abrió los ojos. aún se

encontraba en los brazos de Alessandro y se sintió
feliz de que así fuera.
Ella se quedó mirando el rostro de su esposo hasta

que este despertó.
“¿Llevas mucho tiempo despierta?”
“No, acabo de despertar.”
“Deberíamos levantarnos.”
“Si.”
Abril se levantó y sacó un conjunto de ropa limpia

de uno de los baúles que ahí había, Alessandro
hizo lo mismo, después de ponerse su armadura le
dijo.
“Hoy no hagas nada imprudente.”
“No lo haré.”
Al salir de la tienda, fueron a desayunar algo

rápido, después Abril purificó el pozo, algunos
monstruos que permanecían en su interior salieron
del pozo, pero esta vez Alessandro ya lo esperaba y
los eliminó antes de que atacaran a Abril.
Antes de irse, Abril se acercó a los sobrevivientes y

se disculpó por no haber llegado antes a ayudarlos,
pero ellos no los culparon, al contrario, les
agradecieron mucho por haberlos salvado y por
haber acabado con todos los monstruos.
Ellos se pusieron en marcha, Abril iba en el mismo

caballo que Alessandro, él le dijo.
“El siguiente pueblo está cerca, no te excedas.”
“Ya lo sé, esperemos que estén bien.”
“Sí, esperemos que hayan corrido con mejor

suerte.”
Antes de llegar al pueblo, Abril sintió la presencia
de monstruos acercándose a ellos.
“Detente Lessan.”
“Son monstruos. hay muchos y se están

acercando.”
Alessandro bajó del caballo y ayudó a Abril a

bajarse, los demás caballeros hicieron lo mismo y
se prepararon para la batalla.
Tal y como había dicho Abril, una horda de

monstruos los rodeó por completo. Eran tantos
que Sirius tuvo que levantar un barrera alrededor
de ellos y abrir solo una parte, para poder acabar
con ellos. Cuando ya no quedó ningún monstruo,
buscaron algún pozo. Ya que la cantidad de
monstruos que los había atacado debía haber
salido de algún lugar. Había un pozo no muy lejos
del camino, el cual estaba cubierto por una niebla
oscura, después de purificar la tierra y el
pozo, ellos siguieron avanzando, él pueblo parecía
estar bien, al parecer los monstruos no habían
llegado ahí.
En ese pueblo no había ningún pozo ya que hàbía

un rio que pasaba por el pueblo y obtenían el agua
de ahí, fue entonces cuando comprobaron que los
monstruos salían de los pozos y que se quedaban
cerca de él, como si protegieran algo.
Había algo que Abril debía comprobar, ella se

acercó a Barto y le dijo.
“Barto, ¿Podríamos hablar un momento?”
“Por supuesto su majestad.”
Barto se levantó de donde estaba sentado y siguió

a Abril a su tienda, una vez solos le preguntó.
“¿Crees que puedas enviar un mensaje al reino de
Laios? Hay algo que necesito comprobar.”
“Debido a la presencia de monstruos en Laios,

ningún mensajero aceptara ir, pero si es algo
urgente, yo podría hacerlo.”
“Kiara se molestara mucho si se entera que te he
enviado solo a un lugar lleno de monstruos.”
“Soy un excelente guerrero, ya lo ha visto antes, ni

siquiera he recibido un rasguño de los monstruos.”
“Tienes razón, pero me preocupa que vayas tú

solo.”
“Creo que quiere comprobar algo de los

monstruos, de lo contrario no habría pedido enviar
un mensaje a Laios, si puedo ayudar con todo esto
lo haré, y no tiene que preocuparse por mí, sé muy
bien como moverme por Laios, estaré bien.”
“Gracias, escribiré una carta y quiero que se la

entregues a mi hermano.”
“Así lo haré”
Abril busco algo con qué escribir, después de

escribir una carta se la entregó a Barto y le dijo.
“Asegurate de entregársela a mi hermano y ya que
vaz, averigua cómo están las cosas por ahí, si los
monstruos han sido menguados.”
“Así lo haré su majestad, si eso es todo me retiro.”
“Espera, vete mañana por la mañana, viajar por la

noche puede ser peligroso.”
“No se preocupe, saldré al amanecer e intentaré

volver lo más rápido que pueda.”
“Muchas gracias Barto.”
No tiene nada que agradecerme su majestad, todo

esto lo hago por el reino, por la gente que vive
aquí.”
“En eso te pareces a Maya, siempre ayudando a los

demás.”
Cuando Abril mencionó a Maya, Barto le preguntó.

“¿Cómo vio a mi hermana antes de volver? ¿Ella
está bien?”
“No tienes nada de qué preocuparte, Maya está

bien.”
“¿En verdad está bien o solo lo dice para que esté

tranquilo?”
“Lo digo por que es la verdad, Maya no odia la
tierra de las hadas Barto, ella no quería volver por
que no queria separarse de Cassian, pero por lo
que yo he visto, cuando ella está en la tierra de las
hadas se siente como en casa, ella decidió dar a luz
a su hijo en la tierra de las hadas, por que se siente
segura ahi, asi que no te preocupes por ella.”
Barto se sintió mucho más tranquilo después de

escuchar que su hermana estaba bien, feliz y
cómoda en el lugar en el que se encontraba.
“Muchas gracias por decirmelo.”
“La tierra de las hadas no es un lugar tan malo

como crees, es más, creo que es un buen lugar para
crecer, sobre todo en estos momentos de guerra.”
“Escuche que tuvo que dejar a su hija en la tierra

de las hadas, debió ser difícil separarse de ella.”
“Lo fue, pero se que es el mejor lugar donde puede

estar, además está con Maya y con Cassian, estoy
segura que ellos cuidaran bien de ella.”
“Mi hermana quiere mucho a su hija, estoy seguro
de que cuidara bien de ella.”
“Lo sé, es por eso que pude dejarla, porque sé que

Maya sería una buena madre para mi pequeña, así
como lo será para su bebé, por eso estoy muy
agradecida con ella.”
Capítulo 115
Un nuevo príncipe
La reina hada estaba en su trono cuando su

asistente se acercó y le dijo.
“Su majestad, creo que debería darse por vencida
con el hada errante y elegir un sucesor que si ame
nuestro reino.”
La reina había estado pensando mucho en eso,

Barto parecía negarse a ser su sucesor con aún más
fiereza que Maya, ya que aunque ella se había
negado a permanecer en la tierra de las hadas, ella
sabía que esta amaba su reino, lo sentía como su
hogar, podía notarlo en sus ojos. Pero ella ya no
podía heredar su reino porque su vida había sido
acortada al unir su vida a la del príncipe humano.
“¿Por qué no hace a Fay su sucesor?”
Antes de que Maya apareciera, ella también había

pensado en Fay, pero él seguía negándose a
convertirse en rey, ya que según él era molesto.
“Ese niño ya me ha dejado en claro que no quiere
ser mi sucesor.”
“¿Y qué hay de su hijo?”
“Esa puede ser una buena idea, aunque aun debo

asegurarme de que haya heredado la sangre de su
padre, los lazos de sangre son importantes para la
sucesión.”
“Pediré que lo hagan venir, junto a su hijo.”

La asistente de la reina salió y envió un mensaje a
la casa de Fay, para que se presentara
inmediatamente junto a su hijo, al palacio.
Cuando Fay recibió la carta no se extrañó que lo

llamaran al palacio, pero sí lo hizo el que pidieran
que llevara a su hijo Tarik.
Tarik solo tenía un año y ese día no se encontraba

muy bien, él había estado llorando toda la-noche
con fiebre alta, pero no podía negarse a la orden de
la reina Hada, su esposa Lorrei tomo le entrègó a
su pequeño y le dijo.
“Cuidalo.”
Cuando Fay llegó al palacio, vio a Maya y el
príncipe humano, estaban dando un paseo por el
jardín, con un bebé en brazos.
Fay había escuchado que Maya había vuelto, no

había tenido la oportunidad de verla, ya que había
estado reatizando una misión fuera de la tierra de
las hadas y al volver había encontrado a su hijo
enfermo.
Fay se acercó a saludar un momento antes de ir

con la reina.
“Hola Maya, tiempo sin vernos.”
“Fay, es bueno verte.”
Cassian nunca se había sentido cómodo con la

amistad que había entre Maya y Fay, ya que alguna
vez habían estado comprometidos.
Él pasó un brazo por los hombros de Maya y

aclaró su garganta para llamar la atención de Fay,
para que supiera que Maya no estaba sola.
“Hola, príncipe humano.”
“Me llamo Cassian.”
El bebé en los brazos de Fay, llamó la atención de

Maya y de Lissana también, ya que ella estiraba su
pequeña manita como si quisiera alcanzarlo.
“¿Y ese bebé?”
“Este es mi hijo, Tarik.”
“Es hermoso, aunque no parece estar bien.”
“Eso es por que no lo esta, ha tenido mucha

fiebre.”
“¿Y por qué lo has traído al palacio?”
“La reina me ordenó traerlo, aunque se trate de mi

hijo, no puedo desobedecer.”
Lissana seguía estirando su mano, intentando

alcanzar a Tarik.
“¿Qué pasa Lissana?”
“Esta bebé debe ser la hija de la reina humana,
escuche que la reina la ha acogido.”
“Sí, aunque no se que le pasa, suele ser muy

tranquila.”
“Quizás le de curiosidad Tarik.”
“Debe ser eso, ella no había visto otro bebé.”
Fay se acercó un poco más, para que la pequeña

mano de Lissana tocará a Tarik.
Ella sujetó su brazo y una cálida luz cubrió a Tarik.

Fay ya había visto eso antes, era la magia de
curación que usaba la madre de la pequeña.
La fiebre de Tarik desapareció. Él abrió sus ojos y

se quedó mirando fijamente a la pequeña niña que
estaba frente a él.
“Creo que le agrada Tarik, lo ha sanado.”

Dijo Fay.
“Debió percibir que estaba mal y por eso se

esforzó en alcanzarlo.”
“Es sorprendente que a su edad ya pueda usar
magia.”
“Es verdad, lo es.”
La asistente de la reina se acercó a ellos y le dijo a

Fay.
“La reina los espera, deberías darte prisa.”
“En seguida voy.”

Le respondio,despues se dirigio a Maya.
“Debo irme, pero me alegra verte aquí.”
“A mi también me ha gustado verte, cuando

tengas tiempo ven a visitarme.”
Después de que Fay se fuera, Lissana se quedó

llorando, estirando sus bracitos como si dijera que
no lo dejara ir.
Maya la arrullo y le dijo.

“No llores Lissana, Tarik no puede quedarse, pero
pronto podrás volver a verlo.”
Cuando Fay entró a la sala del trono, la reina le
dijo.
“Acércate, quiero ver a tu hijo de cerca.”
Fay se acercó, tal y como se lo había pedido la

reina, ella se quedó mirando fijamente a su hijo.
“Es un niño hermoso.”
“Su majestad, puedo preguntar, ¿Porque me ha

pedido que trajera a mi hijo?”
“Necesito un sucesor, tú ya te has negado a serlo,

así que estoy pensando en hacer a este niño, mi
sucesor.”
Fay no pudo ocultar la expresión de su rostro, se

mostró renuente a que su hijo se convirtiera en
rey.
“¿No quieres que tu hijo se convierta en mi

sucesor?”
Fay no podía mentir, la verdad salió de su boca.
“No, quisiera que mi hijo fuera un general, un
soldado a las órdenes de nuestra reina, pero no
quiero que sea rey.”
“Aunque no lo quieras, lo será, este niño es

perfecto para ser mi sucesor, ha heredado tu
sangre, él puede controlar el poder para ser rey.”
“Yo seré tomaré su lugar, aceptare convértirme en

rey, así que por favor desista de la idea de que
Tarik séa rey.”
“Tu no quieres el trono, nunca lo has querido, lo

tuyo son las espadas, tu lugar está en el campo de
batalla, no serias un buen rey, pero èste niño, aún
no ha elegido su camino, instruirle y enseñarle a
controlar el flujo del tiempo de la tierra de las
hadas es mucho más fácil.”
“Pero…”
“Entiendo que quieras quitar esa pesada carga de

los hombros de tu hijo, pero el convertirte en rey
no cambia el hecho que será un príncipe, tu
sucesor, no retrases lo que será inevitable, además
no dejaré mi trono todavía, pasarán décadas o
quizás siglos cuando le entregue el trono.”
Fay miró a su pequeño, la reina tenía razón,

aunque él no quisiera, Tarik sería rey, antes o
después, lo que él hiciera no cambiaría su futuro.
“Fay, cuidare de tu hijo.”
Las hadas no podían mentir y aquellas palabras

tampoco ocultaban nada, eran claras y
transparentes.
“De acuerdo, dejaré que Tarik sea su sucesor, pero

le pediré que si alguna vez él elige otro camino, no
le impida tomarlo.”
“Quince años, le daré un margen de quince años,

si en ese tiempo él renuncia a ser mi sucesor, no se
lo impediré. ¿Te parece bien?”
“Sí, me parece bien, se lo agradezco mucho su

majestad.”
Capítulo 116
Un mejor cuerpo
Abril estaba en su tienda, mirando fijamente el

espejo que la reina hada le había dado para
comunicarse con Lissana cuando Alessandro entró
y le preguntó.
“¿Qué estás haciendo?”
“Llegas a buen momento, quiero ver a Lissana.”
“¿Ese es el espejo que mencionaste antes?”
“Si.”
Alessandro se sentó a su lado y le preguntó.

“Pareces dudar. ¿Porque no lo has usado?”
“Tengo miedo.”
“¿De que no funcione?”

“No es así, los probé y sé que funcionan, tengo
miedo de que Lissana haya crecido demasiado,
aunque aquí hayan pasado solo unos días aquí, no
se cuanto tiempo haya pasado en la tierra de las
hadas.”
“Todo estará bien Aby.”
“Sí, tienes razón.”
Abril pensó en Lissana y en Maya, en lo mucho

que quería hablar con ellas, por un momento no
ocurrió nada y eso preocupó a Abril, pero poco
después pudo ver el reflejo de Maya, cargando a
Lissana en brazos.
“Hola Aby.”
Cuando Lissana vio a su madre, sonrió de alegría,

ella parecía estar muy emocionada de verla y estiro
sus bracitos, para que la tomara en brazos, eso le
rompió el corazón a Abril, ella sintió como si un
nudo se le formará en la garganta y le impidiera
hablar, las lágrimas amenazaban a salir.
Alessandro habló en su lugar.

“Hola Maya. ¿Cómo se encuentra Lissana?”
“Muy bien, ella es una buena niña.”
“¿Y tú cómo te encuentras?”
“Ya me he recuperado por completo, pero debo de

tener cuidado ya que estoy embarazada.”
“Enhorabuena por tu embarazo, lamento no

haberlo dicho antes.”
“Lo dije el día de la boda y luego regresé a la tierra

de las hadas, no te preocupes por eso.”
“¿Y Cassian? ¿Como se encuentra?”
Cassian asomo su cabeza y respondió.

“Me encuentro muy bien Lessan. ¿Ustedes cómo
están?”
“Estamos bien, aunque los extrañamos mucho.”
Abril limpió sus lágrimas y les preguntó.

“¿En verdad están bien?”
“Si Aby, nuestros días aquí son muy tranquilos y

Lissana está creciendo sin problemas, no te
preocupes, todo esta bien.”
“Cuando nos encarguemos de los monstruos,
espero poder volver a verlos.”
“¿Ya saben como empezó el asunto de los

monstruos?”
“No estamos muy seguros todavía.”
“¿Cira aún no ha atacado?”
“No, seguimos sin saber nada de ella.”
Cassian dijo.
“Lo siento por no estar con ustedes en estos
momentos de peligro, a veces me siento culpable
de estar viviendo mis días tranquilamente cuando
ustedes están sufriendo.”
“No te culpes por eso Cassian, siempre nos has

ayudado y protegido el reino, pero en estos
momentos ese es el lugar donde debes estar, juntó
a tu esposa, además, es gracias a que cuidan dé
Lissana, que puedo sentirme tranquila.”
Lissana empezó a querer agarrar el espejo, ella
parecía querer hablar con sus padres, ya que no le
estaban prestando atención. Maya enfoco el espejo
en Lissana, Abril y Alessandro llenaron de
cumplidòs y de palabras melosas a su hija,
estuvieron un buen rato hablando con ellos antes
de cortar la comunicación.
Abril se quedó mirando fijamente el espejo, el cual

estaba boca abajo frente a ella, Alessandro no dijo
nada, por que sabia perfectamente como se sentía
Abril, ya que él se sentía de la misma manera que
ella, solo se limito a pasar su mano por su espalda
para confortarle, para que supiera que no estaba
sola en eso.
Al día siguiente antes de retomar su viaje,

Alessandro le preguntó a Abril, ya que parecía muy
distraída.
“Aby. ¿Estás bien?”
“Si, no te preocupes, muy bien.”
“Pues no lo parece, luces cansada, hoy intenta no

usar tu magia a menos que sea estrictamente
necesario.”
“Es más fácil si yo ayudo.”
“Eso cuando estas bien, pero si estas mal, no.”
“Lo siento, me he perdido en mis pensamientos.”
“No te disculpes Aby, entiendo como te sientes,

solo recuerda que no estás sola y que esto no
durará para siempre, pronto tendremos a nuestra
pequeña de vuelta, te lo prometo.”

“Lo siento, he estado pensando solo en mis
sentimientos y me he olvidado de los tuyos, tu
debes estar pasando por lo mismo y aun así
mantengo la compostura.”
“Yo tuve que aprender a mantenerme firme en

medio del dolor Aby, aunque no fue de la mejor
manera, durante la guerra perdí mucho, pero aun
así tuve que mantenerme firme, no podía darme el
lujo de flàquear, todo el reino dependía de mi, pero
tu no tienes que hacerlo, no tienes que obligarte a
estar bien, porque no estas sola, yo me encargare
de todo.”
Abril nunca había pensado en lo que había
significado la guerra para Alessandro, en que la
oscuridad le había quitado mucho más de lo que
ella podía imaginar, ella le apretó fuertemente y le
dijo.
“No tienes que hacerte cargo de todos Lessan, tú
tampoco estas solo, soy tu esposa, tu compañera,
puedes apoyarte en mi, asi como yo me apoyo en ti,
ya no tienes que cargar con todo tu solo.”
“Gracias Aby.”
Cira intentó llegar donde estaba la llave del Hades

nuevamente, pero no pudo hacerlo, su cuerpo no
podía soportar la presión que había en aquella
cueva.
Ella había intentado fortalecerse consumiendo

oscuridad. Como la grieta del Hades había sido
sellada, ella usó un pozo como canal, ya que debido
a su profundidad, no necesito mucho poder, para
así abrir una puerta temporal al Hades, toda la
oscuridad y los monstruos que de ahí salieron,
fueron absorbidos por ella, pero su cuerpo seguía
siendo inestable, aun no podía llegar hasta la·llave,
debia encontrar la manera de poder fortalecerse.
Cuando volvió a salir de la cueva, Liona se acercó

a ayudarla, ya que apenas y podía mantenerse en
pie.
“Pudo llegar a la llave, su majestad.”
“No, este cuerpo es demasiado débil, no puedo

llegar hasta ella.”
“¿Seguirá consumiendo monstruos?
“Tendré que hacerlo hasta que pueda llegar a ella

hasta que encuentre un cuerpo más fuerte, que
pueda ayudarme a llegar a ella, o un cuerpo que
soporte su poder.”
Liona casi nunca entendía lo que decía Cira, pero

ella solía hablar mucho de su cuerpo como si no le
perteneciera y eso la intrigaba un poco, pero aun
asi no pregunto nada, porque si algo había
aprendido en sus días de sirvienta, es que entre
menos preguntaba mejor le iba, así que decidió
guardar sus preguntas para sí misma.
Sólo deseó, que el día en el que pudiera vengarse
de Abril, llegará pronto, deseaba verla
arrastrándose por el suelo, como una rata.
Cira le ordenó a Liona que la llevara hasta el pozo

ya que se estaba quedando sin poder, necesitaba
recargar sus fuerzas usando la energía de los
monstruos.
Liona hizo lo que Cira le ordenó, la llevó hasta el

pozo que había al pie de la montaña, había una
cantidad de monstruos alrededor, pero Cira los
absorbió todos, despejando su camino,
recuperando su fuerza y su poder.
Capítulo 117
Un rey piadoso
Barto tardó tres días en llegar a la capital real de

Laios. Aunque se había topado con algunos
cuantos monstruos en el camino, no tuvo ningún
problema para llegar. Cuando llegó a las puertas
del palacio pidió una audiencia con el rey, diciendo
que llevaba una carta para el rey la cual era de
suma importancia y debía ser entregada en
persona.
Los guardias lo dejaron frente a las puertas, todo

el día,pero al final consiguió entrar al palacio, el
que parecía ser el asistente del rey lo llevó hasta la
oficina de Enzo. Cuando Barto entró a la oficina,
vio a un joven de cabello rojo sentado detrás del
escritorio, con la cabeza agachada revisando unos
documentos.
“Saludos a su majestad, rey Venobich.”
“No menciones mi apellido, cuando lo haces

siento que hablas de mi padre y no de mi.”
“Lo siento su majestad, no fue mi intención
ofenderle.” +
Enzo le lanzó una mirada exhaustiva a Barto, viera

por donde lo viera él no parecía ser un mensajero,
sino más bien un caballero.
“Me han dicho que tienes una carta para mí, la
cual es de suma importancia. ¿Dónde está la carta?
¿Y quién la envía?”
Barto sacó la carta de su bolsa y la puso sobre el

escritorio, frente a Enzo y le dijo.
“Esta carta la ha enviado su hermana, la reina
Abril.”
Enzo no tenía una buena relación con su hermana,

pero en esos momentos de guerra, era bueno
tenerla de su lado. Él abrió la carta.
{Hola hermano, te escribo esta carta, por que
necesito saber como están las cosas en Laios, si los
monstruos han sido reducidos, o si aun siguen en
problemas. Y si la grieta del Hades aún sigue
sellada. En Cosset también estamos siendo
atacados, todos los monstruos están saliendo de
los pozos, por favor dime si es lo mismo en Laios y
si tienes alguna información sobre nuestra
hermana Cira.
Att.Abril Venobich.
Posdata. Tiempos oscuros se acercan, prepárate.}
Enzo no sabía nada de su hermana Cira, él

esperaba su venganza, ya que sabía que ella no se
quedaría con los brazos cruzados después de que él
la hubiera traicionado. Pero por alguna razón aún
no había hecho nada y eso lo asustaba. Aunque su
situación con los monstruos había mejorado
mucho.
“¿Eres uno de los caballeros al servicio de mi
hermana?”
“No su majestad, soy un simple mensajero.”
“Si llegaste hasta aquí no eres un simple

mensajero, aún estamos limpiando el reino, ya no
queda ninguno en la ciudad, pero todavía quedan
algunos monstruos por los caminos, además nunca
había visto a un humano de ojos rojos.”
“Es verdad, me encontré con algunos monstruos,

pero acabé con ellos y si soy humano, solo he
entrenado mucho con la espada, se como
defenderme.”
“Bueno, da igual quien seas, pero me interesan las

personas hábiles, si no tienes un señor al cual
servir, puedo darte un buen lugar en mi guardia
real.”
“Gracias por su ofrecimiento su majestad, pero no

me interesa servir a nadie.”
“Tu viaje hasta aquí debió ser duro, así qué

descansa esta noche, puedes irte mañana por la
mañana, te daré la carta antes de que te vayas.”
“Gracias su majestad.”
“Si algún día reconsideras mi ofrecimiento,

puedes venir a mi.”
Después de decirle eso a Barto, Enzo le dijo a su
asistente.
“Asegurate de que sea bien atendido.”
Barto hizo una reverencia y siguió al asistente del
rey, el cual lo llevó a su habitación. Y varias
sirvientas lo atendieron, preparando un suntuoso
baño y una gran cena. Esa noche Barto descansó
toda la noche. Al día siguiente Barto se levantó
muy temprano, después de desayunar el asistente
del rey fue a buscarlo y lo llevó ante la presencia
del rey.
Enzo le entregó la carta personalmente y le dijo.

“Asegurate de entregarla a mi hermana y dile que
si necesita mi ayuda la tendrá, aunque me deberá
un favor.”
“Me encargaré de pasar su mensaje.”
“Mis guardias te acompañarán hasta a donde

puedas usar un pergamino de teletransportación,
asi podrás llegar más pronto.”
“Se lo agradesco su majestad.”
Barto se reunió con Abril en el pueblo de Shader.
Cuando le entregó la carta a Abril, ella le

preguntó.
“¿Cómo están las cosas en Laios?”
“Aun hay monstruos en los caminos, por eso el

comercio aún sigue cerrado, pero ya han limpiado
la ciudad de los monstruos y por lo que escuche de
la gente, los pueblos cercanos a la ciudad también
han sido limpiados y el rey ha abierto las puertas
del palacio para los que han perdido todo.”
“Al parecer mi hermano es un rey piadoso que se

preocupa por su gente.”
“Eso parece.”
“Gracias por hacer esto Barto.”
“No tiene nada que agradecer, estuvo ayudando a

Maya cuando se encontraba débil, estaré
eternamente agradecido por eso.”
“Maya es mi amiga, solo hice todo lo que pude

para ayudar a una amiga, además ella ha hecho
también ha hecho mucho por mi.”
“Por cierto, cuando venia hacia aqui, pase por el
gremio de información para saber qué lugares
están siendo atacados, al parecer solo es la parte
norte del reino, la que está siendo atacada por
monstruos.”
“Eso significa que lo que sea que esté causando las

apariciones de los monstruos, se encuentra en la
parte norte del reino.”
“Así es.”
“Muchas gracias por decirmelo, es bueno saber

que no todo el reino está siendo atacado por
monstruos.”
“Si se de algo lo informaré inmediatamente.”
“Me retiraré para que pueda leer la carta, por

cierto, su hermano me pidió que le dijera, si
necesita su ayuda la tendrá, aunque le deberá un
favor.”
“Típico de Enzo, pero es bueno saber que cuento
con él.”
Barto salió de la tienda. Abril leyó la carta que le

había enviado Enzo, en la carta le decía que la
grieta del Hades seguía sellada y que la presencia
de monstruos se había reducido
considerablemente, que no tenían ningún
problema con los pozos y que no había vuelto a ver
a Cira.
Después de lo que Barto le había dicho a Abril, por

su mente pasó el pensamiento que Cira no se
encontraba en Laios, si no en Cosset y debía estar
en la parte norte del reino, ya que ese era el lugar
donde todos los monstruos habían aparecido y
donde había encontrado niebla de oscuridad, ella
no sabía qué era lo que estaba tramando Cira al
hacer todo eso, pero pensaba descubrirlo y hacer
todo lo que pudiera para salvar a su hermana, aun
cuando ella, no lo merecía.
Capítulo 118
Una fuerte amistad
Fay fue a visitar a Maya al día siguiente y llevó a

Tarik con él. Ella estaba dando un paseo por el
jardín, así que fue a buscarla, cuando la encontró y
ella lo vio llegar, se alegró mucho y le dijo.
“Qué alegría verte, si te soy sincera no esperaba
verte tan pronto.”
“Siempre piensas lo peor de las personas.”
“No es cierto.”
Lissana parecía estar muy contenta de ver a Tarik,

ella sonreía, gritaba y estiraba sus brazos de
emoción. Maya le dijo.
“Creo que a Lissana le agrada mucho Tarik.”
Fay intentó bajar al suelo a Tarik, pero este se

aferraba a su cuello con gran esmero.
“Tarik es tímido con los extraños.”
“Es un niño precioso, me alegra que seas feliz.”
“Y por lo que veo tu también has encontrado tu
propia felicidad.”
Cassian abrazo a Maya y le dijo.

“Así es, no te imaginas lo felices que somos, tanto
que incluso tendremos un hijo.”
Fay ignoró el comentario de Cassian y le preguntó

a Maya.
“¿Estás embarazada?”
“Si.”
“Siempre has querido estar en el reino humano.

¿Piensas irte pronto?”
“No, daré a luz a mi hijo aquí.”
“Sabes lo que eso significaría. ¿No?”
“Las circunstancias de mi hijo son algo diferentes,

así que no te preocupes, él estará bien.”
“Espero que así sea. ¿Pero porque quieres dar a

luz a tu hijo aquí? ¿Es por lo que está pasando en
el reino humano?”
“¿Sabes algo sobre eso?”
“Tuve que ir a una inspección por parte de la reina

hada, está algo preocupada por los monstruos,
tiene miedo de que nuestro reino vuelva a ser
azotado por la oscuridad.”
“¿Descubriste algo?”
“La parte norte del reino de Cosset está siendo

atacada por monstruos.”
“¿No sabes que está causando los ataques?”
“No, eso fue todo lo que pude averiguar, los

monstruos no están cerca de nuestro reino, así que
no tienes que preocuparte por eso en este
momento y tampoco te preocupes por el reino
humano, escuche que la reina humana ya se estaba
haciendo cargo de eso.”
“Esperemos que todo salga bien y que esto acabe

pronto.”
“Esperemos que así sea.”
“Si no tienes prisa sentémonos.”
Como no había ningún lugar donde sentarse,

Maya se sentó en la suave hierba y dejó a Lissana
en el suelo.
Fay hizo lo mismo, en la tierra de las hadas era

normal el sentarse en el suelo para descansar, ya
que eran criaturas que amaban la naturaleza. Pero
eso era algo que a Cassian seguía sin parecerle
buena idea, sobre todo porque Maya estaba
embarazada.
“No deberías sentarte en el suelo Maya.”
“No te quejes principito, para las hadas esto es

mejor que sentarse en una dura e incómoda silla.”
“Fay tiene razón Cassian, deja de quejarte y

siéntate.”
“Deberíamos haber puesto una manta por lo

menos.”
Maya tiró de la mano de Cassian y le dijo.
“Y deja de quejarte y siéntate.”
Cassian se sentó a su lado, Lissana empezó a

gatear y se acercó a Fay, ella parecía querer estar
cerca de Tarik, pero él se escondía en los brazos de
su padre.
“Tarik, deberías ser amigo de la princesa, deja de

esconderte.”
Tarik dejó de esconder su rostro y miró a la

pequeña bebé que le sonreía. Aquella sonrisa hizo
que se sintiera más calmado y bajará de los brazos
de su padre, Tarik era unos meses mayor que
Lissana y ya comenzaba a caminar. Con pasos
torpes se acercó a la princesa, se sentó frente a ella
y se le quedó mirando fijamente.
“Creo que se llevarán bien.”

Dijo Maya mientras los veía.
“Es bueno que sean amigos.”

Dijo Fay.
Era bueno que Tarik tuviera amigos poderosos,
que lo apoyaran cuando fuera rey.
“Ayer trajiste a Tarik ante la reina. ¿Puedo saber

para qué era?”
Preguntó Maya, ya que desde el día anterior se lo
había estado preguntando, ya que el que solicitara
la presencia de Fay era normal, pero no la de su
hijo.
Fay tardó un minuto en responder, acarició la

cabeza de Tarik y dijo.
“La reina quiere que Tarik se convierta en su
sucesor.”
“¡¿Que?!”
“Tarik es el nuevo príncipe del reino de las hadas.”
“¿Y tú, quieres eso?”
“Intente tomar su lugar, pero no quiso, aunque

dijo que dejaría que él eligiera si quería ser rey o
no.”
“¿Y no piensas hacer nada más?”
“No puedo oponerme a los deseos de la reina, solo
me queda esperar a que Tarik tome su decisión, si
quiere o no ser rey.”
“Supongo que no tienes más opción, además, no

sabemos si él quiere hacerse cargo del reino.”
Maya se rió y le dijo.

“Es gracioso que mientras muchos desean
convertirse en rey y pelean para obtener el trono,
nosotros lo rechazamos.”
“Ser rey en el mundo humano es fácil, pero ser rey

en la tierra de las hadas no lo es, aquí el reino
entero depende de su rey.”
“Yo odio estar atada a un lugar, por eso no quise

convertirme en reina, pero tú por qué lo
rechazaste, escuche que la reina pensó en ti antes
de que yo viniera.”
“Yo amo este reino, pero no quiero llevar una

carga tan pesada sobre mis hombros, por eso no
quería que Tarik se convirtiera en su sucesor, pero
aunque sea su padre, no puedo decidir su futuro,
eso es algo que cada persona toma en algún
momento de su vida.”
“Eso es verdad.”
Para Cassian eso era algo totalmente diferente,

había nacido como un príncipe, había tenido que
seguir los deseos de los demás toda su vida, solo
después de quedar cojo, fue que dejaron que
hiciera lo que quisiera porque ya nadie esperaba
nada de él.”
“Supongo que es bueno pensar de esa manera, que

las hadas vivan con tal libertad.”
____ ༼ ♡ ༽ ____
A partir de ese día, Fay empezó a llevar a Tarik al

palacio con regularidad. Aunque al principio Tarik
se había mostrado tímido, empezó a llevarse mejor
con Lissana y a medida que iban creciendo, su
amistad parecía volverse aún más fuerte.
Los meses pasaron rápidamente en la tierra de las

hadas y el bebé de Maya nació. Era un niño
hermoso de cabello castaño y ojos rojos, Cassian
estaba tan feliz, que en ocasiones se sentía
culpable, ya que su hermano y Abril, no podían
estar con su hija, no podía estar juntos como
familia, por más que lo quisieran.
Lissana crecía apresuradamente, pero de la misma
manera crecía su poder, aunque solo tenía un año
y medio, su poder superaba a cualquiera.
Maya estaba alimentando a su bebé, mientras

Cassian dormía a Lissana, ella al verlo tan
pensativo le preguntó.
“¿Qué pasa?”
“Solo pensaba en mi hermano y en Lessan, en lo

mal que deben de estarla pasando por no poder
estar con su hija.”
“Esta ha sido la única manera que han tenido para

salvar a su hija, ya has visto cuánto poder tiene, si
estuviera en el mundo humano, su cuerpo no
hubiera podido soportar tanto poder.”
“Lo se, se que el que ella esté en este lugar, fue la

única manera que Aby y Lessan encontraron para
salvar a su hija, aun cuando esa decisión les
rompiera el corazón.”
Capítulo 119
No tardes
Cada día que Abril se comunicaba con Maya a

través del espejo y veía lo grande que estaba su
hija, ella no podía evitar llorar al cortar la
comunicacion, porque no podía estar con su
pequeña, se había perdido sus primeros pasos, sus
primeras palabras.
Solo deseaba salir corriendo a su encuentro, pero

no podía hacerlo, los monstruos seguían atacando
el reino, aunque a pesar de todo no había vuelto a
encontrarse con ningún monstruo con forma
humana, algo que ella agradeció, por que ella sabía
que no eran fáciles de vencer.
Y estaba que aún no sabía nada sobre Cira, ella dio

un largo suspiro y se dijo.
“¿Cuando acabará todo esto? ¿Cuando podré estar
con mi hija nuevamente?”
Alessandro entró a la tienda, abrazó a su esposa y

le dijo.
“No te desesperes, esto acabará pronto.”
“¿Pronto? Ya no se si eso es verdad, a veces solo
deseo que Cira aparezca y me ataque y así poder
acabar con todo, pero las cosas nunca son tan
sencillas. ¿Verdad?”
“No.”
Abril apoyó contra Alessandro y le preguntó.

“¿Ahora a dónde iremos?”
“Iremos a la ciudad de Zather.”
La ciudad de Zather era el territorio de la duquesa

Mollin y era el lugar donde Abril había dejado a
Otis y a Joe.
“¡La ciudad de Zather está siendo atacada!”
“Todavía no, pero sí sus alrededores, por eso

quiero ir, nos quedaremos en la mansión de la
duquesa Molli ya que será más fácil movernos y
también podremos tener un buen descanso.”
“Espero que la duquesa y los niños estén bien,

ellos ya han sufrido mucho, no quiero que vuelvan
a pasar por algo parecido.”
“Nos aseguraremos de que no le pase nada malo.
que no vivan más horrores.”
“¿No podríamos irnos hoy?”
“No, los caballeros están cansados, necesitan

descansar y tu también lo necesitas.”
“Estoy bien.”
“Aun asi, no sabemos con qué nos encontraremos,

pelear con los monstruos ya es difícil durante el
día, durante la noche sería un suicidio.”
“Si, así que descansemos, nos iremos muy

temprano en la mañana.”
Aunque Alessandro le había dicho que descansara,

Abril no pudo hacerlo, estaba demasiado
preocupada, ella no podía dejar de pensar en la
duquesa Mollin y los niños; Joe y Otis, en si ellos
se encontraban bien y si estaban a salvo.
Al día siguiente, Abril se despertó muy temprano
en la mañana y movió a Alessandro para que
despertara, ella quería marchar lo antes posible.
“Lessan, despierta.”
“Ya ha amanecido, debemos irnos, quiero llegar

inmediatamente y comprobar que la duquesa y los
niños se encuentran bien.”
Alessandro se levantó inmediatamente y empezó a

poner su armadura.
“Creo que lo mejor será ir con la duquesa Mollin,
así ella nos proporcionará más información de lo
que está sucediendo y asi podrás comprobar que se
encuentran bien.”
“Graciās Lessan.”
“Se que no estarías tranquila si no vamos primero

y es peligroso distraerse durante una batalla.”
“Esos niños ya han sufrido suficiente, quiero que

el resto de su infancia sea tranquila, que no sigan
teniendo más heridas en sus corazones.”
Ellos marcharon inmediatamente a la ciudad de
Zather, cuando llegaron a la mansión de la
duquesa Mollin, Abril se sintió aliviada al ver que
no había rastros de oscuridad, la mansión aún no
había sido atacada.
Un sirviente corrió a avisarle a la duquesa, que el

rey y la reina acaban de llegar. Ella se apresuró a la
entrada para recibirles, cuando los vio hizo una
reverencia y les saludo.
“Bienvenidos a mi casa, majestades.”
“Hola duquesa, tiempo sin verla.”

Dijo Abril, con cierta dulzura en su mirada, ya que
aquella mujer había sido la primer en aceptarla
como reina, aun cuando su posición no estaba
clara.
“Es un placer y un honor tenerla en mi casa

nuevamente su majestad.”
Otis y Joe salieron corriendo de la mansión, ellos

se abalanzaron sobre Abril, saludándola con gran
emoción.
“Hermana, has venido a visitarnos.”
Dijeron al tiempo.
La duquesa se puso pálida y les dijo.

“Niños, no hagan eso, acaso no les he dicho cómo
deben saludar.”
Otis y Joe se separaron, hicieron una reverencia y

dijeron.
“Saludos a su majestad la reina.”
La duquesa le dijo a Abril.

“Lamento esta falta de respeto a su majestad, ellos
siguen siendo muy efusivos.”
Abril se quedó mirando a Otis y a Joe, no había ni

rastro de aquellos niños desnutridos que Abril
había rescatado de las calles. Ella acarició sus
cabezas, feliz de ver que ellos estaban creciendo
adecuadamente y por el brillo en sus ojos, ella
pudo ver que tenían una vida feliz.
“No se preocupe por eso duquesa, no me han

ofendido, me alegra tener este recibimiento.”
“Ellos siempre pasan pidiéndome que la invite a
venir, pero sé que su majestad es alguien
ocupada.”
“Ellos se ven muy bien, has hecho un buen trabajo

cuidando de ellos.”
“Ellos le han devuelto la vida a este ducado, todos

en la mansión los queremos mucho.”
Alessandro le dijo a la duquesa.

“Mis hombres están hambrientos y cansados,
espero que pueda darles un lugar en el cual
descansar.”
“Por supuesto que si su majestad, perdón por no

haberlo sugerido antes.”
“También me gustaría hablar contigo a solas.”
La duquesa sabía la razón de aquella visita, así que

le dijo.
“Por favor sígame, tengamos esa charla en mi
oficina.”
Alessandro le dijo a Abril.
“No hace falta que nos acompañes, puedes
quedarte con los niños si así lo deseas.” +
Aunque la conversación con la duquesa era

importante, Abril no quería separarse de los niños
todavía:
“Quisiera quedarme con los niños un poco más.”
“Entonces nos vemos después.”
Otis y Joe se alegraron mucho al escuchar que

Abril no se iba todavía, cada uno tomó una mano
de Abril y le dijeron.
“Vamos al jardín, tenemos un perro que se llama
Son.”
Abril siguió a los niños, cuando llegaron al jardín,

Otis grito, “Son” y un enorme perro peludo
apareció corriendo, se abalanzó sobre él y empezó
a lamerle la cara.
Joe le dijo.
“Este perro nos lo regaló la duquesa cuando te
fuiste.”
Abril acarició la cabeza peluda del perro, el perro
meneó la cola alegremente. Abril se acordó de su
mascota Koda y se pregunto si se sentía solo, ya
que había pasado un tiempo desde la última vez
que ella había estado con él.
Otis le preguntó.
“¿Te quedarás mucho tiempo?”
“No lo creo.”
“Que lástima, queríamos jugar mucho contigo.”
“Pero les prometo que algún día vendré y traeré a

mi hija para que jueguen juntos.”
“¿Tienes una hija?”
“Si.”
“Nos encantaría jugar con ella, así que traela sin

falta, le prestaremos nuestros juguetes.”.
“La traeré sin falta la próxima vez que venga, lo

prometo.”
“Pero, ¿Por qué no la has traído contigo ahora?”
Preguntó Joe.
“Ella debe de sentirse sola sin ti.”
Aquello rompió el corazón de Abril, ya que era en

algo que ella había intentado no pensar, pero se
aguantó las lágrimas ya que no quería que los
niños la vieran llorar y respondió.
“Porque ahora estoy en una misión muy
importante y no puede estar conmigo, ella está en
un lugar especial, para poder crecer sin problemas,
cuando termine mi misión iré con ella
inmediatamente.”
“No tardes mucho, ella debe extrañarte mucho.”
“No lo haré, no tardaré.”
Capítulo 120
Nuestra prioridad
La duquesa le explicó todo lo que estaba pasando

en el ducado. Alessandru escuchó atentamente,
cuando ella terminó de hablar dijo.
“Nos quedaremos aquí mientras limpiamos los
pueblos cercanos.”
“Sera un placer ayudar a su majestad, si necesita

algo para ayudarme, no dude en decirmelo.”
“Así lo haré, esperemos poder acabar con todos los

monstruos lo más pronto posible, no quiero que
hayan más víctimas de estos ataques, los
monstruos se están acercando mucho, así que
intente no salir de la mansión.”
“No lo haré, desde que empezaron los ataques me

preocupa dejar solos a los niños, temo que haya un
ataque mientras no estoy.”
“Nos iremos ahora, volveremos antes de la

anochecer.”
“Debería comer antes de irse, necesitarán energía,
pediré que preparen algo de comer
inmediatamente.”
“Se lo agradesco.”
Cuando Alessandro salió de su oficina, fue a

buscar a Abril, ella estaba en el jardín jugando con
los niños, ellos le habían hecho una corona de
flores y se la estaban acomodando en la cabeza.
“Eso te queda muy bien.”
“Gracias, ya has terminado de hablar con la

duquesa.”
“Si, partiremos después de la comida, así que

deberías aprovechar para darte un baño.”
“Si, quiero darme un buen baño, niños jugaré

después con ustedes.”
Los niños mostraron una expresión de tristeza en

su rostro y dijeron.
“Mañana juega con nosotros.”
“Si tengo tiempo, jugaré con ustedes.”
Alessandro tomó la mano de Abril y le dijo.
“Vamos, te llevaré a nuestra habitación.”
Mientras caminaban Abril le dijo.

“Cuando todo esto se acabe, vengamos aquí otra
vez y traigamos a Lissana, este lugar me trae
buenos recuerdos.”
“Entonces volveremos aquí a pasar unos días y

podremos ir a la playa, a las montañas, iremos
donde tu quieras.”
“Si hagamoslo.”
Cuando llegaron a la habitación, Alessandro se

despdió de Abril.
“Te veré a la hora de la comida.”
“¿Vas a alguna parte?”
“Si, tengo algunas cosas que hablar con Sirius.”
“¿Debería acompañarte?”
“No es necesario, después te diré lo que
hablamos.”
“No lo había preguntado. ¿Qué te dijo la

duquesa?”
“Me ha dicho cuales son los lugares que han sido

afectados por los monstruos, por suerte parece que
no han atacado los pueblos, solo caminos y
pequeños bosques.”
Abril dio un suspiro de alivio y le dijo.

“Gracias a Dios.”
. Alessandro le dio un beso en la frente y le dijo.
“Te veré después.”
Abril dio una mirada rápida por la habitación, el

baúl con sus cosas estaba en una esquina de la
habitación, después de sacar una muda limpia, fue
al cuarto de baño, la bañera ya estaba preparada,
ella quitó sus ropas, entró en la bañera y se hundió
en ella.”
Después de estar tanto tiempo fuera del palacio,
había tenido muy pocas oportunidades para tomar
un buen baño, aquello fue como un lujo para ella.
Mientras estaba recostada en la bañera, se

preguntó dónde estaría Cira, aquellos ataques no
parecían tener ningún sentido y aun no había
atacado el palacio, lo cual significaba que aún no
estaba detrás de la llave del Hades que ellos tenían.
“Se supone que quiere reunir las llaves del Hades.

¿Por que aun no ha venido por la que está en
nuestro poder?”
De pronto, como un rompecabezas, todas las

piezas se fueron uniendo en la cabeza de Abril.
“Porque puede obtenerla cuando quiera, ella
necesita la otra llave.”
Abril salió de la bañera, se vistió a toda prisa y fue

corriendo a buscar a Alessandro, cuando la vio
acercarse a toda prisa le preguntó.
“Aby. ¿Qué pasa?”
“Los ataques de los monstruos, los está

provocando Cira.”
“Eso ya nos lo imaginábamos.”
“Pero lo hace sin querer.”
“¿Qué quieres decir?”
“Si lo que quisiera es atacarnos, ya lo habría hecho

y no lo haría poniendo a los monstruos en caminos
poco transitados, ni en bosques, lo haría atacando
la capital real o las ciudades más grandes, para
causar un mayor daño, cuando estuve en Laios, vi
como ella absorbía la oscuridad, creo que quiere
fortalecerse aún más y de alguna manera ha
logrado abrirse paso hacia el Hades a través de los
pozos.”
“Lo que dices tiene sentido, pero no sabemos

dónde está.”
“No, pero se a donde ira, ella está buscando la

segunda llave del Hades, si encontramos la llave,
encontraremos a Cira.”
Sirius le dijo.
“Tiene razón, pero no tenemos ni la menor idea de
dónde podrá estar la segunda llave del Hades, así
que estamos en las mismas.”
“Ya hemos encontrado una llave, seguro podremos

encontrar la siguiente.”
“Eso no será posible.”

Dijo Alessandro.
“Ambas llaves no pueden reunirse, por eso las

llaves fueron separadas, cuando están juntas la
oscuridad las rodea y los que están a su alrededor
terminan siendo afectados por ella, mi madre me
dijo que no intentara buscarlas, si lo hacemos solo
atraeremos aún más la oscuridad a Cosset, además
parece que el lugar donde se encuentra la segunda
llave es muy peligroso, es mejor que se mantenga
donde está.”
“Pero si Cira se hace con la otra llave…”
“Cuando eso pase, ya nos ocuparemos de ello, no

te preocupes.”
“Aunque digas eso, me es imposible, cada día vivo
en ansiedad al no saber cuándo seremos atacados,
ni si estaremos listos cuando eso ocurra, solo
quiero que todo esto acabe de una vez.”
“Lo entiendo Aby, pero si Cira aún no ha

recuperado la llave es por que no puede hacerlo,
mi madre me dijo que era un lugar peligroso,
quizás ella no pueda llegar hasta el final, hasta el
lugar donde se encuentra la llave.”
“Pero encontrará la manera de legar.”
“Mi madre dijo que las puertas del Hades serán

abiertas, eso es algo inevitable, que estaba escrito
en el destino, si eso es verdad, lo mejor es dejar
que lo haga y prepararnos para la batalla que
habrá.”
“Solo nos pides que nos rindamos.”
“No, solo que no sabemos dónde está la llave y si

al ir a por ella solo empeoráremos las cosas, en
estos momentos ocupémonos de los monstruos,
Cira no es nuestra prioridad, si no la gente de
nuestro reino qué está sufriendo por los ataques de
los monstruos.”
Aunque Abril odiaba admitirlo, Alessandro tenía

razón, en ese momento, la prioridad era limpiar el
reino.
“Limpiar el reino es nuestra prioridad, ya nos
ocuparemos de Cira después.”
Capítulo 121
Muéstrame con hechos cuanto me amas
Abril, Alessandro y los caballeros, empezaron esa

misma tarde a limpiar los ducados, como era tarde,
solo se encargaron de limpiar el camino más
cercano, el cual quedaba más cerca de la ciudad y
de la mansión.
Durante varios días siguieron haciendo lo mismo,

se levantaban muy temprano y regresaban tarde.
Eran dias cansados para Abril, ya que en muchas
partes donde habían aparecido los monstruos eran
campos agrícolas, los cuales habían muerto por
culpa de la oscuridad, convirtiéndose en un
pantanos de fango negro. Abril había tenido que
purificar la tierra y sus alrededores, lo cual era más
cansado ya que eso consumía una gran cantidad de
magia.
Cuando ya no quedó ningún monstruo en la

ciudad de Zathier, Abril le bendijo todas las armas
del ducado y le dijo a la duquesa Mollin.
“Sus armas han sido bendecidas, si los monstruos
vuelven a atacar, usen esas armas para pelear, solo
esas armas pueden lastimarlos.”
La duquesa tomó las manos de Abril y le dijo.

“Muchas gracias su majestad, siempre estaré en
deuda por lo que ha hecho mi nosotros.”
“No tienes nada que agradecer, solo he hecho mi

deber como reina.”
“Veo que ha cambiado mucho desde la última vez

que la vi, me alegra ver que se ha convertido en
una buena reina.”
“Tú fuiste la primera en tratarme como una reina,

aun cuando todos me despreciaban por ser la hija
del enemigo, nunca olvidaré eso.”
“Ahora no hay nadie que se atreva a pensar de su

majestad, se convirtió en nuestra salvadora,
muchos la consideran una santa, ahora no hay
nadie que la desprecie.”
Alessandro rodeo la cintura de Abril y dijo.
“Y mas les vale que así sea, a menos que quieran
perder su cabeza.”
“Debemos irnos, por favor cuidese duquesa y siga

cuidando de los niños, como lo ha hecho hasta
ahora.”
“Así lo haré su majestad, cuando todo esto

termine, por favor venga a visitarnos.”
“Lo haré, lo prometo.”
Los caballeros ya estaban listos para partir, Sirius

se les acercó y les dijo.
“Deberíamos irnos.”
Abril le dio un abrazo a la duquesa y le dijo.

“Hasta pronto.”
“Le deseo un buen viaje su majestad.”
Abril y Alessandro volvieron al palacio. Kiara los

estaba esperando en la entrada y lo primero que
hizo fue buscar a Barto con su mirada, cuando
comprobó que no tenían ninguna herida, centró su
mirada en Abril y Alessandro que estaban frente a
ella.
“¿Cómo ha ido todo en nuestra ausencia?”
“Aburrido, no había nada que hacer, no hubo

ningún ataque.”
“Eso es bueno.”
Dijo Abril, ya que le preocupaba un poco que las
personas del palacio salieran heridas si Cira
atacaba el palacio.
“¿Y cómo les fue a ustedes?”
“Hubieron muchos ataques, pero ya todo está

controlado.”
“Deben estar cansados, así que los dejaré.”

Kiara dio media vuelta y empezó a alejarse. Barto
fue detrás de ella, cuando dejaron de estar a la
vista de la gente, ella le preguntó.
“¿Qué quieres? ¿Por qué me estás siguiendo?”
“¿Aún sigues molesta?”
“No.”
Barto intentó tomar la mano de Kiara, pero ella la

apartó.
“Pero eso no significa que lo nuestro aún continúe,
ya se terminó.”
“¿Por que haces esto? Yo te amo y se que tu

tambien me amas.”
“Es verdad, aun te amo, pero no quiero seguir

haciéndolo, porque se que tu nunca me amaras de
la misma forma en la que yo te amo, volveré a mi
reino, solo me he detenido porque quería
decírtelo.”
“¿Por qué te vas?”
“Ya no tengo nada más que hacer aquí, no hay

ninguna razón para que me quede.”
“¿Piensas huir de mí de esta manera?”
“No estoy huyendo.”
Barto se puso enfrente de Kiara y la obligó a que lo
mirara.
“Mírame a los ojos y dime que no estás huyendo.”
“Esto no es bueno para ninguno de nosotros

Barto, nuestra relación nunca debió ser y nunca
será, todo nos separa, es como si nadara contra
corriente, y me he dado cuenta que lo estoy
haciendo sola, y ya me canse.”
“Lo siento, yo me equivoque, no me dejes.”
“Tú no dudaste en dejarme primero.”
“Y me arrepiento de ello, dame otra oportunidad

Kiara, no me dejes, no quiero estar sin ti, si te vas a
la Arkala, nunca más podré volver a verte y eso me
mataría.”
“Me costó mucho tomar está decisión. ¿Por qué

haces esto aún más difícil de lo que ya es?”
“Porque te amo y no quiero perderte.”

Barto acercó su rostro al de Kiara. Estaba tan
cerca que Kiara casi deja de respirar por un
momento. Los dedos de Barto se hundieron en sus
cabellos rubios.
“¿Puedo besarte?”
Preguntó con voz de suplica.
Kiara sabía que si ella no daba su permiso, él no la

besaría, esa hada obstinada nunca hacía nada sin
su permiso, algo que en algún tiempo le había
gustado, ya que siempre mostraba el respeto que
sentía por ella, pero en ese momento en el que su
mente decía que no, pero su cuerpo le gritaba lo
contrario, deseo que no pidiera su permiso, si no
que la besara sin mas, por que anhelaba volver a
sentir sus labios húmedos sobre los suyos.
Kiara negó con la cabeza, los ojos de Barto se

mostraron vidriosos, estaba rompiendo algo
dentro de él con esa respuesta, ya que lo que él
quería no era sólo tomar sus labios, si no para
saber si seguiría con él.
“iKiara!”
Su nombre salió como una súplica de sus labios,

eso le rompía el corazón también a ella, la hacía
pedazos de una manera que nunca se imaginó que
podía ser posible, pero no quería seguir siendo
lastimada por esa relación que no la llevaría a
ningún lugar.
“¡¿En verdad esta será nuestra despedida?!”
“Para con esto Barto, dejemos de lastimarnos.”
“No me importa si eres tú quien me lastima, si

rompes en mil pedazos mi corazón o si lo haces
sangrar, sólo no lo tires, no me dejes.”
Había desesperación y dolor en su voz.
Y al final Kiara dudo una vez más, quería dejarle

ir, pero no podia, le había entregado su corazón
hacia tanto tiempo, que si le dejaba seria solo un
muerto andante, un cuerpo sin alma, solo existe,
por que la agria y la felicidad, todo eso se lo
quedaría él.
Kiara lo beso. Y Barto la recibió con pasión, todos

sus sentimientos se desbordaron como una presa
que ya no puede retener más el agua.
Kiara se dejó caer de cabeza en el beso, como si

realmente se estuviera cayendo de la montaña,
hacia el mar. Los labios de Barto sobre los suyos
eran firmes y dulces. Lanzó un suave grito cuando
separó sus propios labios y el calor donde sus
bocas se fusionaron pareció doblarse.
Fue Barto quien se separó primero, aunque solo a

una distancia suficiente como para tomar la cara
de Kiara en sus manos.
“Mi Kiara, eres la dueña de mi corazón, de mi
amor, de todo cuanto tengo y cuanto soy, estos
días lejos de ti, me han hecho darme cuenta que
una vida sin ti, es una vida triste y sin sentido, una
vida que no quiero vivir.”
Barto rozó la mejilla de Kiara. Ella se estremeció,
después de probar sus labios y escuchar sus
palabras, su cuerpo ardía al igual que su corazón.
Su amor era más fuerte que ella.
“Te veo en mi mente durante mis días y por las
noches te sueño constantemente.”
Barto habló en un susurro; su cabello negro

azabache estaba pegado a sus mejillas y cuello.
“Te he amado desde el momento en el que te
conocí. Te he amado todo este tiempo que
estuvimos separados, creyendo que nunca más
volvería a verte. Te he amado sin esperanza ni
expectativa.”
Kiara agarró la parte delantera de la camisa de

Barto con violencia.
“Ámame, entonces y no renuncies a mi tan
fácilmente.”
Dijo, con voz áspera.
“Muéstrame con hechos y no solo con palabras
cuánto me amas.”
Capítulo 122
Nunca te dejare ir
Fuego oscuro estalló en los ojos de Barto; ahuecó

las manos en la parte pusterior de la cabeza de
Kiara y la sostuvo en su lugar mientras se inclinaba
para explorar su boca a fondo, haciendo que ella
jadeara: chupó el labio inferior de Kiara, se burló
de las comisuras de sus labios, embistió su boca
con largas caricias. Su lengua dejó a Kiara
presionando su cuerpo ardiente contra el de Barto,
queriendo más. Ella se había propuesto terminar
su relación por completo cuando le viera, en ese
momento todo lo que había pasado dejó de
importarle.
No sintió nada más que a Barto y el calor de su

cuerpo y la torturada sensualidad de su boca.
Fue Kiara quien los desenredo. Finalmente, Kiara
fue quien tomó por la muñeca a Barto y lo llevó a la
habitación más cercana.
Caminaron a tropezones sin separar sus bocas

hasta llegar a la cama que había al fondo, se
arrodillaron en la cama y se besaron
frenéticamente, desgarrándose mutuamente la
ropa. La tela se rasgó, descartando sus ropas, y
cuando ambos estuvieron desnudos, cayeron de
nuevo entre la maraña de capas y tela, se besaron
hasta que Kiara se emborrachó de Barto. Largos
besos oscuros y lentos como las negras aguas del
mar que hicieron olvidar a los marinos, así se
sintió ella en aquel momento.
“Te amo. ¿Te quedarás conmigo?”
Kiara pensó en cuán injusta era aquella pregunta,

ya que en aquel momento en la que ella había
dejado de pensar y era su corazón quien respondía.
“Si, me quedaré contigo, pero sé solo mio, mente,
cuerpo y corazón, lo quiero todo.”
La respuesta de Barto fue clara.

“Todo lo que tengo y todo lo que soy, ya es tuyo.”
Kiara se detuvo, su mano extendida sobre el pecho

desnudo de Barto. Era hermoso, su piel pálida y el
cabello oscuro como tinta, y lo mejor de todo, es
que era suyo. Lo había reclamado como suyo hace
siete años atrás, cuando sólo era una elfo
adolescente llena de curiosidad, lo había
reclamado como suyo cuando él solo era un
muchacho tímido y tierno, ese día, volvía a
reclamar al hombre en el que se había convertido.
“Deja que te muestre con mi cuerpo cuánto te

amo.”
Kiara asintió y Barto se puso a trabajar con sus

manos y su boca. Fue sin prisa en su intensidad; la
tocó con tal cuidado como si ella fuera una
delicada flor a la cual podía destruir si tocaba
descuidadamente. Donde las manos de Barto se
movieron, atrajo el placer desde lo más profundo
del cuerpo de Kiara.
La respiración de Kiara llegó rápido, y luego más

rápido. Alcanzó a tocar a Barto, queriendo
devolver algo de lo que estaba recibiendo, y casi se
deshizo por el agudo grito de placer de Barto. Por
la sensación del cuerpo de Barto bajo sus manos:
su piel suave y fina como la seda, la angulosidad de
sus huesos, su intensa sensibilidad, sensible al
toque más ligero de Kiara. Ya estaba temblando
cuando Kiara acarició su cuerpo,
lamió y chupó su piel: finalmente gritó y atrajo a
Kiara debajo de él, apoyándose sobre ella sobre sus
codos.
Tenía los ojos vidriosos, desenfocados: Kiara

sentía una sensación de intenso orgullo, de que
podía hacer perder los estribos a ese hombre tan
firme y serio de esa manera. El orgullo solo duró
un momento: Barto sonrió perversamente y movió
sus caderas de una manera que disparó fuego a
través de las venas de Kiara, y todo lo demás
desapareció. Ella se aferró a Barto: estaban
apretados pecho contra pecho y muslo contra
muslo, piel contra piel.
Las manos y los dedos de Barto que rozaban su

piel eran como fuego, fuego que producía una
alegría indescriptible. Kiara cerró los ojos, su
cuerpo se arqueó impotente hacia el de Barto. Él
jadeaba también, su cuerpo temblaba, y cada
estremecimiento traía más fricción y más placer
hasta que Kiara pensó que podría morir de eso.
Extendió la mano para capturar la cara de Barto
entre sus manos y lo besó, profundo y duro, el beso
pareció aplastar la última resolución de la chica,
aplastando y desechando toda idea de dejarlo y de
olvidarlo
“Nunca más diré que te dejaré.”
Dijo Barto mientras sus dedos se hundían en el
cabello de rubio de Kiara.
“Nunca mas te dejaré ir, eres mia, al igual que yo
soy tuyo, ya no puedes dejarme atrás.”
____ ༼ ♡ ༽ ____
Al día siguiente, Abril fue a buscar a Kiara, ya que

había algo que quería preguntarle, pero ella no
estaba en su habitación y las sirvientas le dijeron
que desde el día anterior no la habían visto.
Mientras caminaba por los pasillos, ella se

preguntó si le había pasado algo, ya que la había
visto actuar un tanto extraña el día anterior. Pero
todas sus dudas fueron resueltas cuando la vio
salir de una habitación con una gran sonrisa
dibujada en los labios, y besar descuidadamente a
Barto.
“Al parecer estos ya han hecho las paces, creo que

no había nada por lo que preocuparme.”
Kiara vio de reojo a Abril, estaba un tanto

avergonzada de que ella los viera juntos, así que le
pidió a Barto que fuera en la dirección contraria,
que después iría a buscarla.
Abril se acercó a ella y le dijo.

“Veo que ya has arreglado las cosas con Barto.”
“Si, al final he terminado cayendo en su seducción,

ese maldito hombre sabe como hacer que pierda la
cabeza.”
“Él en verdad te ama.”
“Supongo que si, espero no arrepentirme de mi

decisión más adelante.”
“Hay algo que quería preguntarte.”
“¿Qué cosa?”
“He aprendido a controlar mi magia de luz por los

sueños que tuve con mi madre, pero creo que en
realidad no sé muy bien cómo utilizarlos, ya que
siempre termino cansándome rápidamente, aun
cuando todos dicen que tengo un gran poder.”
“Eso es por que aun no sabes como controlar
correctamente el flujo de tu magia.”
“Un mago me enseño como controlarlo. ¿Será que

no lo hago bien?”
“La magia de luz es un poco diferente a la magia

normal, eso solo te sirve para controlar sus llamas,
pero no te preocupes, te ayudaré a manejar tu
magia de luz correctamente.”
Los meses pasaron rápidamente para Abril, pero

para Cassian, Maya y Lissana, aquellos meses se
convirtieron en años..
Capítulo 123
Nunca me olvides
Los meses pasaron rápidamente para Abril, pero

para Cassian, Maya y Lissana, aquellos meses se
convirtieron en años.
Lissana estaba en el jardín del palacio, ese día ella

estaba cumpliendo cinco años y estaba haciendo
una fiesta de té con Tarik y Uzziel, ella había
querido una fiesta sin adultos, así que Maya y
Cassian los vigilaban desde la distancia,
escondidos detrás de unos arbustos, ya que aunque
Lissana y Tarik tenían cinco años, Uzziel solo tenía
tres años y medio, para Maya su hijo seguía siendo
aún un bebé.
Cada vez que Uzziel levantaba su taza de té se

ponía nerviosa, preocupada de que se le derramara
encima, por eso ella había elegido un té frío, no
quería que su pequeño se fuera a quemar.
Cassian le puso su mano en el brazo y le dijo.
“Estas siendo demasiado sobreprotectora Maya,
podrías calmarte, ellos estarán bien.”
“Uzziel sigue siendo solo un bebé, me preocupa

que se haga daño.”
“Tiene tres años, con esa edad mi padre me regaló

mi primera espada.”
Maya le lanzó una mirada asesina a Cassian y le

dijo.
“Ni se te ocurra darle algo tan peligroso a mi bebé
si no quieres morir.”
“Me sorprende lo mucho que has cambiado,

primero estabas dispuesta a morir por mi y ahora
me amenazas de muerte.”
“No te mataría, solo es una forma de decir que te

daría una gran paliza, mi vida está ligada a la tuya,
si tu mueres yo también lo haré, y ¿Qué sería de
nuestro bebé?”
“Me preocupa que tu razonamiento sea solo lo que

le pasaría a Uzziel, a veces incluso me pregunto si
aun me amas.”
“Te sigo amando cariño, es solo que el primer
lugar en mi corazón lo tiene Uzziel, así que
siempre pensaré primero en él, pero ocupas el
segundo puesto.”
Lissana les dijo a los niños.

“Gracias por asistir a mi fiesta.”
Tarik sacó una pequeña cajita de madera de su

bolsillo y le dijo.
“Te he traído un regalo.”
Lissana se apresuró a tomarlo, antes de abrirlo

hizo sonar la caja y preguntó.
“¿Qué es?”
“Abrelo y lo sabrás.”
Lissana abrió la cajita, dentro había un pequeño

pendiente de color rojo en su interior, ella se busco
el otro a su alrededor pensando que lo había
dejado caer al abrir la caja, pero no encontró nada,
así que le pregunto a Tarik.
“¿Solo hay un pendiente?”
“Si, solo hay uno.”
Respondió el niño un tanto avergonzado.
“Le pregunté a la reina que podía darte como
regalo, ella me entregó esos pendientes, son
mágicos y hace que las personas se sientan cerca
aun cuando están lejos, se que pronto te iras asi
que…”
Tarik tocó su oreja, él llevaba puesto el otro
pendiente.
“Aunque estemos lejos, podremos sentirnos cerca.
¿No te gusta?”
Lissana tomó el pequeño pendiente e intentó

ponerselo, pero no pudo.
Tarik se acercó y le ayudó a ponérselo, cuando

terminó le volvió a preguntar.
“¿Te gusta mi regalo?”
Lissana tocó su oreja, en la que estaba el

pendiente y con una gran sonrisa le dijo.
“Me encanta, muchas gracias.”
Y le dio un pequeño beso en la mejilla, haciendo
que Tarik se sonrojara.
Cassian se les quedó mirando fijamente y le dijo a
Maya.
“Si mi hermano hubiera visto esta escena seguro
no dejaría que ese mocoso se volviera acercar a
Lissana.”
“Si, tu hermano es un poco sobreprotector.”
“No quiero escuchar eso viniendo de ti, creo que

tu eres peor que él.”
Maya le dio un golpe en el brazo y este se quejó de

dolor. Los niños se acercaron para ver que había
sido ese ruido y al verlos Lissana les preguntó.
“¿Qué hacen los tíos escondidos en los arbustos?”
Maya y Cassian habían estado en cuclillas, ellos se

levantaron y dijeron.
“Nada, solo buscábamos algo que se me cayó por
aquí el otro dia.”
“¿Quieren que los ayudemos?”
“No, ustedes sigan con su fiesta.”
Uzziel al ver a su madre, extendió sus brazos a ella
para que lo tomará. Maya lo alzó y le preguntó.
“¿Te estás divirtiendo?”
Uzziel asintió con la cabeza. Su boca estaba llena

de crema de los pastelillos, Maya sacó su pañuelo y
limpió su rostro.
“Sigan divirtiendose y portense bien.”
Después de decir eso bajo a Uzziel y dijo.

“Nosotros nos iremos, sigan con su fiesta.”
Maya tomó a Cassian del brazo y empezaron a

alejarse, cuando estuvieron lo suficientemente
lejos como para no ser escuchados, Cassian
preguntó.
“¿En verdad nos iremos?”
“Claro que no, solo buscaremos otro lugar en el

cual escondernos.”
Lissana, Tarik y Uzziel volvieron a sentarse en la

manta que había debajo del árbol, donde estaban
teniendo su fiesta de té, al sentarse Uzziel le
entregó un pequeño ramillete de flores a Lissana y
le dijo.
“Este es mi regalo para ti.”
Lissana olió las flores, eran dulces, unas flores

como las de un cerezo con un dulce aroma, las
cuales brillaban en la oscuridad, sus flores
favoritas.
Ella le dio un abrazo a su primo y le dijo.

“Me encantan.”
Los niños siguieron comiendo y riendo, hasta que

al final Uzziel se quedó dormido. Maya al ver a su
pequeño durmiendo en la manta no pudo más y
fue a buscarlo.
Cuando Lissana la vio. Le preguntó.

“Qué haces aquí tía Maya?”
“Esta es la hora de la siesta de Uzziel, pensé que se

quedaría dormido, por eso vine.”
Uzziel dormía profundamente, Maya lo tomó en

brazos y les dijo.
“Me lo llevaré, así ustedes podrán seguir jugando.”
Lissana estaba triste de que Uzziel se fuera, pero si
estaba dormido no podía hacer nada, así que
replicó cuando Maya se lo llevó.
Una vez solos, Tarik le preguntó.

“¿Quieres ir a nuestro lugar secreto?”
“Si.”
Los niños habían encontrado en el jardín, un lugar

al que pocos iban, así que habían decidido que
sería su lugar secreto.
Era un pequeño jardín con un gran árbol en el

medio, el cual cambiaba de color segun la estacion,
rosado para la primavera, amarillo para el verano,
rojo para el otoño y azul para el invierno, ese día el
árbol era rosado, significaba que era primavera,
Lissana se quedó mirándolo fijamente y le dijo.
“Hoy es rosado, es primavera.”
En la tierra de las hadas, las estaciones no eran

muy visibles, ya que en algunas partes siempre
podía ser invierno, en otras siempre era otoño o
verano, pero donde ellos estaban el clima siempre
se mantenía igual, aquel árbol era lo único que les
decía que la estación había cambiado.
Tarik no le dio una mirada rápida, en realidad él

no estaba prestando atención a nada de lo que
había a su alrededor, solo veía a Lissana mientras
se preguntaba si ella le recordaría cuando se fuera.
Lissana al ver que Tarik no decía nada le

preguntó.
“¿En que piensas?”
“¿Solo me preguntaba si me seguirás recordando

cuando vayas al reino humano?”
Lissana tomó la pequeña mano de Tarik y le dijo

con una gran sonrisa.
“Por supuesto, eres mi mejor amigo y siempre te
recordaré, además también está el regalo que me
diste, el cual siempre nos hará sentirnos cerca, aun
cuando estemos lejos, yo no te olvidare. así que tú
tampoco me olvides.”
“No lo haré, tu siempre estaras en mi mente y mi

corazón.”
Capítulo 124
Lo mejor para mi hija
Abril estaba entrenando con Kiara, ella le había

estado enseñando cómo podía usar su magia de
luz, para atacar, no solo a los monstruos, sino
también a cualquier humano que intentará
atacarle.
También le enseñó cómo manejar su magia para

no gastar demasiada y no se cansara. Ese día ella
estaba entrenando con las dagas, en los últimos
meses Abril se había vuelto mucho más hábil, algo
por lo que Kiara la felicito.
“Has mejorado mucho, eres una buena aprendiz.”
“Siempre he tenido buena memoria, eso me ha

ayudado mucho.”
“Y es bueno, también ayuda durante una pelea, si

memorizas los movimientos de tu oponente,
puedes saber lo que hará.”
Kiara derribó a Abril y ella le dijo.

“Aunque sigo sin evitar que me tires al suelo.”
“Mi estilo de pelea es complicado, seria raro que
anticiparás lo que haré, pero si te sigues
esforzando, quizás un día lo hagas.”
Kiara le ofreció su mano y le preguntó.

“¿Puedes levantarte?”
“Si, todavía puedo ponerme en pie.”
Abril tomó la mano de Kiara, al estar en pie Kiara

le dijo.
“Ya han pasado varios meses desde que dejaste a
tu hija en la tierra de las hadas. ¿Cómo está?”
“Esta muy bien, la reina le ha enseñado a

controlar su poder y desde que está ahí su magia
no se ha vuelto a descontrolar.”
“Debe ser por que ha crecido. ¿Cuántos años tiene

ahora?”
“Ha cumplido cinco años.”
“A partir de los seis la magia suele estabilizarse.

¿Piensas traerla de vuelta?”
“Por supuesto, ya quiero tener a mi pequeña de
vuelta.”
“En estos momentos no hay tantos ataques de

monstruos, ya que entre las dos el deshacernos de
los monstruos ha sido más fácil, pero no creo que
este sea el lugar más seguro para ella, aquí hay una
llave de la puerta del Hades, cuando tu hermana
venga a por ella, este será peor lugar donde estar.”
Abril no había pensado en eso, siempre había

creído que el lugar más seguro para su hija, era
estar junto a ella, pero en ese momento le entró la
duda.
“No pongas esa cara, solo es algo que he pensado,

si cuidamos bien de ella seguro estará bien.”
“Si te soy sincera no había pensado en eso, solo

había pensado en cuanto la extraño, en cuanto
deseo volver a tenerla entre mis brazos, pero la
verdad es que tienes razón, Cira juro quitarme
todo lo que amaba, hasta no derrotar a Cira, creo
que lo mejor será que Lissana se quede en la tierra
de las hadas.”
“Creo que ese es el lugar más seguro en ese
momento, ya que la reina hada es quien controla
todo lo que pasa en ese lugar, incluso el tiempo.”
“Pero una vez su magia esté estable, puedes

traerla de paseo, pasar unos días mientras todo
esté en calma, después puedes enviarla de regreso
a la tierra de las hadas, no tienes que privarte de
verla.”
“Es verdad, esperare un poco más y la traeré de

vuelta, aunque sea solo por unos días, quiero
volver a abrazar a mi hija y decirle lo mucho que la
amo.”
“Quizás no es lo mismo, pero yo me sentía de la

misma manera cuando estuve lejos de Barto, cada
día sin él, era como si… Sentía que nada tenía
sentido.”
“¿Ahora las cosas están bien entre ustedes?”
“Si, de momento todo está bien, aunque a veces
me pregunto si tome la decisión correcta al
perdonarlo.”
“¿Eres feliz en este momento?”
“Si, lo soy.”
“Entonces tomaste la decisión correcta, el amor no

es solo estar bien y ser feliz, es también pasar
momentos difíciles, supongo que por eso cuando te
casas juras estar en las buenas, en las malas, en la
salud y en la enfermedad, por que no es estar con
la persona que amas solo cuando todo es felicidad,
si no es saber perdonar y no rendirse con sus
sentimientos.”
“Creo que nunca lo había visto de esa forma.”
“O por lo menos es lo que yo pienso, tu eres libre

de elegir qué pensar.”
Alessandro empezó a acercarse, antes de que

llegara donde ellas estaban Kiara le dijo.
después.
“Vienen a buscarte, ya me voy, te veo después.”
“¿Vas a ver a Barto?”
“Si, no tengo nada mejor que hacer.”
Poco después de que Kiara se fuera, Alessandro

llegó a donde estaba Abril y le preguntó.
“¿Cómo ha ido tu entrenamiento?”
“Muy bien.”
“¿He interrumpido?”
“No lo has hecho, así que no te preocupes.”
“Te he visto desde la distancia, aun no logras

derribar a Kiara.”
“No, pero ella dice que quizás algún día lo logre.”
“Yo pienso lo mismo que tu, eres buena en todo lo

que haces.”
“Gracias por tu confianza, por cierto. ¿Cómo va

todo?”
“De momento bien, no han habido más ataques,
de momento todo está controlado.”
Alessandro tomó a Abril de la cintura y le dijo.
“Así que.. ¿Por qué no nos tomamos el día libre?
Escapemos de nuestras obligaciones por un día.”
“Suena tentador, pero no, aún no es el momento

de descansar.”
“Sabes que las cosas no irán más rápido por que

las desees. ¿Verdad?”
“Lo sé, pero hace que me sienta menos inútil.”
“Tú no eres inútil, creo que en esta guerra tú has

sido la más útil de todos nosotros.”
“Pero a veces siento que lo que hago no es

suficiente, por que aun no he logrado vencer a Cira
y por que aun no he podido traer
a mi hija de vuelta.”
“Pero pronto lo harás, Lissana pronto tendrá seis

años y su vida ya no estará en peligro, pronto
nuestra familia volverá a estar completa.”
Abril había pensado no traer de vuelta a Lissana,
pero era algo que aún no estaba preparada para
hablar con Alessandro, lo decidiría cuando Lissana
cumpliera 16 años.
“Tienes razón, pronto volveremos a estar juntos.”
“Lissana ha crecido mucho, quizás debamos

decorar su habitación.”
“Si, es verdad, seguro que ya no cabe en su cuna.”

Dijo Abril mientras se reía.
“Me encanta tu sonrisa y últimamente no suelo

verla.”
“Es difícil reír en estos tiempos.”
“Lo sé, pero te prometo que haré todo lo posible

para que esto acabe y volvamos a ser felices, como
debería haber sido.”
“¿Quieres hablar con Lissana?”
“Si, hagamos eso, veamos a nuestra pequeña.”
Abril sacó el espejo del bolsillo de su pantalón,
Alessandro al ver que lo llevaba encima le
preguntó.
“¿Siempre lo llevas contigo?”
“No quiero perderlo, además nunca se sabe

cuando me llamaran, el tiempo ahí es tan
impredecible, que nunca se si es de día o es de
noche, por eso siempre lo llevo conmigo.”
Abril se comunicó con Lissana, Maya contestó

rápidamente, ella parecía estar en el jardín, en el
fondo se escuchaba el sonido de risas, Abril pudo
identificar la de Lissana y la de Uzziel, pero había
una más que no pudo identificar.
“Hola Aby, ¿Cómo están?”
“Bien y ustedes.”
“Muy bien.”
“¿Y Lissana?”
“Estan divirtiendose.”
Maya enfocó a los niños que corrían por el jardín,
con Lissana y Uzziel había un hermoso niño hada,
Alessandro le preguntó.
“¿Quién es ese niño que está pegado a mi hija?”
Capítulo 125
Solo son niños
Alessandro no apartaba su vista de aquel hermoso

niño hada que sostiene la mano de su hija, Abril
puso su mano en el hombro de su esposo para que
se calmara y le dijo.
“Cálmate Lessan, debe ser un amigo de Lissana.”
“Así es.”
Respondió Maya.
“Ese niño se llama Tarik, es el hijo de Fay, lo
recuerdan, fue conmigo al mundo humano como
emisario de la reina hada.”
“¿Y por qué tiene que sostener la mano de mi

hija?”
Preguntó Alessandro intentando no alterarse.
“Ellos son amigos desde que eran bebés, no

pienses mal.”
“¿Por qué hasta ahora me entero de eso?”
“Porque nunca lo preguntaste.”
Respondió Maya tranquilamente.
Alessandro le lanzó una mirada a Cassian

preguntando: '¿Por qué no me dijiste nada?'
Cassian desvió su mirada como diciendo: 'Ami no

me pregunten nada.'
Lissana al darse cuenta de que estaban hablando

con sus padres, se acercó a Maya y a Cassian,
arrastrando con ella a Tarik.
“Ven Tarik, te presentaré a mis padres, mi mamá
es muy hermosa y mi padre es muy guapo.”
Lissana saludo alegremente a sus padres y les dijo.

“Papá, mamá, quiero presentarles a Tarik, él es mi
mejor amigo.”
Alessandro le preguntó.
“¿No era Uzziel tu mejor amigo?”
“No.”
Respondió Lissana sin una pizca de duda.
“Uzziel es familia, no puede ser mi mejor amigo,
mi mejor amigo es Tarik.”
Tarik levantó su mano y les dijo.
“Es un placer conocerles.”
Como las Hadas no podían mentir, Alessandro le

preguntó a Tarik.
“¿Qué quieres con mi hija?”
Tarik tardó un momento en responder.

“No entiendo muy bien su pregunta.”
“Te estoy preguntando; ¿Qué intenciones tienes al

tomar la mano de mi hija y estar tan cerca de ella?”
“Lissana es mi amiga, una muy especial, supongo

que quiero que sea mi esposa en un futuro cuando
me convierta en rey.”
Alessandro se encendió en ira y empezó a decir.
“No te quiero cerca de mi hija, mocoso, así que no

vuelvas a verla si no quieres que vaya a donde estás
y te de una buena zurra.”
Tarik no se inmuto ante la amenaza de Alessandro

y le dijo.
“Me da igual lo que diga, no me alejaré de Lissana
solo por que lo diga.”
Antes de que Alessandro dijera alguna barbaridad

Maya cortó la comunicación y les dijo a los niños
que se fueran a jugar, una vez solos, Maya le dijo a
Cassian.
“Temo que esto será un gran problema.”
Cassian dio un largo suspiro y le dijo.

“Si, yo pienso lo mismo, ese niño ha revuelto un
avispero, el cual será difícil de dispersar.”
Tarik empezó a alejarse, Lissana lo siguió y le

pidió que se detuviera varias veces, pero él no lo
hizo, parecía estar muy molesto.
“Tarik, por favor, para, me cuesta mucho

alcanzarte.”
Tarik se detuvo y le dijo.

“Deberias volver, tus tios estarán preocupados si
te alejas sin avisar.”
“No lo haré, a menos que vuelvas conmigo.”
Tarik dio media vuelta y le preguntó.
“¿No estas enojada?”
“¿Por qué?”
“Me presentaste a tus padres y creo que fui

grosero, pero me molesto mucho que tu padre me
haya prohibido estar cerca de ti.”
“No estoy enojada contigo, en todo caso tendría

que ser con papá, fue muy grosero contigo, yo no
quiero que te alejes de mi Tarik, ya que yo pienso
de la misma manera que tu, cuando sea grande y
me haya convertido en una reina, quiero casarme
contigo, por que eres mi mejor amigo.”
Tarik sonrió y le dijo.

“¿Entonces no te irás? ¿Te quedarás conmigo en la
tierra de las hadas?”
“Se que mis padres quieren llevarme de regreso,

pero haré todo lo posible por convencerlos de que
no lo hagan, porque quiero quedarme aquí, a tu
lado.”
____ ༼ ♡ ༽ ____
Alessandro empezó a dar vueltas en círculo
mientras decía.
“Ese mocoso, ya verá cuando le ponga la mano
encima, como se atreve querer robarme a mi
bebé.”
Abril le dijo.
“Estas exagerando Lessan, ellos solo son unos
niños, es natural que digan ese tipo de cosas,
piensan en el matrimonio como si fuera un juego,
como la manera de estar cerca de su mejor amigo.”
“¿Tú crees?”
“Son aún muy pequeños, ni siquiera saben que es

lo que quieren, además cuando Lissana regrese esa
amistad se acabara y esos pensamientos
desaparecerán.”
____ ༼ ♡ ༽ ____
Unas semanas después..
Abril y Alessandro fueron al pie de una montaña
en la cual se había visto una gran cantidad de
monstruos. Ahí había un pozo el
cual estaba rodeado de oscuridad, la niebla que lo
rodeaba era aún más espesa y espeluznante que
toda la que habían visto antes, toda aquella
oscuridad, parecía salir del mismo Hades.
“Lessan, hay que tener cuidado, creo que esto será

aun peor, este pozo y esta oscuridad se sienten
diferentes.”
Dijo Abril mientras empuñaba con fuerza sus
dagas. Alessandro desenfundo su espada y le dijo a
Sirius.
“Crea una barrera a nuestro alrededor, creo que
esta pelea será diferente.”
Sirius hizo lo que Alessandro le dijo, Abril usó su

magia de luz para bendecir a los caballeros, algo
que le había enseñado Kiara, así evitaba que los
monstruos los tocaran y tenian menos
posibilidades de morir.
Después de hacer eso, los monstruos se

abalanzaron contra ellos, pero acabaron siendo
detenidos por la barrera, la cantidad de monstruos
que había no era mucha, pero en se iban
aumentando poco a poco, los monstruos iban
saliendo del pozo a gran velocidad e intentaban
romper la barrera,
Sirius les dijo.

“Hay muchos monstruos, no creo que esta barrera
soporte mucho.”
“Abre una parte de la barrera cuando te lo diga.”
Sirius asintió con la cabeza.
Abril rozó su mano con la de Alessandro y le dijo.
“Ten mucho cuidado Lessan.”
“Tu también, quédate detrás de nosotros, no te

agotes antes de tiempo.”
Normalmente Abril se lanzaba a la batalla,

liberando su poder como un torrente, pero ese día
no podía hacerlo, algo en su interior le decía que
aquellos monstruos solo eran una distracción.
Alessandro se puso en el frente.
“¡Prepárense!”
Grito Alessandro.
Los caballeros alzaron sus escudos, preparados

para la batalla.
Alessandro dijo a gran voz.

“¡Ahora, Sirius!”
Sirius abrió una parte de la barrera y los

monstruos entraron en tropel, Alessandro usó su
viento para retenerlos y solo dejar pasar a unos
cuantos. Los caballeros los herían con sus espadas
y flechas, matándolos con rapidez. Abril se quedó
detrás de ellos, buscando observando todo lo que
pasaba a
a su alrededor y hubo algo que llamó su atención,
en medio de aquel caos.
Había una figura humana entre los monstruos,

quieto, como si esperara algo.
Abril se quedó mirándolo fijamente y pudo sentir

como unos ojos completamente negros
le devolvian la mirada, era una de las criaturas con
la que ella había peleado en el reino de Laios, ella
había esperado no volver a encontrarse con otra de
esas criaturas, rogándole a los cielos por no volver
a toparse con ellas, pero ahí estaba, de pie frente a
ella, con una gran distancia entre ellos,
sonriéndole con una boca torcida.
Abril apretó sus dagas y se preparó para

enfrentarlo, ya que sabía que solo era cuestión de
tiempo para que llegara hasta ella.
Capítulo 126
El propósito de los monstruos
Abril sujetaba sus dagas con fuerza, esperando el

momento en el que aquella criatura la atacara.
Pero la criatura no se movió, solo la veía con una
sonrisa demoníaca que hacía qué se le helara la
sangre. es más a Abril le
pareció que estaba disfrutando el ver la tan tensa,
preparada para luchar.
“¿Por qué no ataca? ¿A que está esperando, a que
espera?”
Se preguntó Abril sin apartar su mirada.
Ella sabía lo fuerte que era y por cómo la miraba,

sabía que iba a por ella, pero seguía sin entender
por qué no atacaba.
En aquel caos, ellos parecían ser los únicos que

estaban en calma. Un monstruo logró llegar hasta
donde se encontraba Abril, ella lo redujo a cenizas
con sus llamas, solo había dejado mirar a la
criatura un momento, pero eso fue todo lo que
necesito para perderlo.
Ella empezó mover su cabeza de un lado a otro,
frenéticamente.
Buscándole en aquel mar de monstruos que había

a su alrededor, cuando volvió a encontrarlo, él ya
se estaba lanzando hacia u Alessandro. Enterrando
sus garras en el vientre de Alessandro, o por lo
menos eso era lo que había visto Abril, ella corrió
hacia él, esquivando a los caballeros que había
frente a ella.
Sirius le gritó que se detuviera, pero ella no lo

hizo, su mente se había bloqueado por completo, lo
único que veía era a Alessandro y a aquella criatura
atacandolo.
Cuando llegó donde ellos estaban, Abril le clavó

una de sus dagas en el cuello a aquella criatura y le
gritó.
“¡Suelta a mi esposo!”
La criatura seguía mostrándole aquella sonrisa

perversa y llena de maldad, ella se coloco frente a
Alessandro para protegerlo con su propio cuerpo si
era necesario y le preguntó a Alessandro si apartar
su mirada de aquella criatura.
“¡ABY! ¿Que haces aquí?”
Al escuchar el regaño de Alessandro, ella supo que

estaba bien y ella sintió que podía volver a respirar.
De repente ella sintió como como algo se enrollaba

en su tobillo, pero no lo suficientemente rápido
como para prever lo que pasaría, ella fue
arrastrada fuera de la barrera, ella usó su magia de
fuego para intentar zafarse y lo logró, pero tarde,
ella estaba fuera de la barrera con cientos de
monstruos rodeándola, ella se puso en guardia,
empuñando sus dagas en alto y aquella criatura
que la había estado vigilando le hablo con una voz
gutural y rasposa.
“Te matare, portadora de la luz y matare a todos
los que te rodean.”
Ella cubrió su propio cuerpo en

llamas plateadas para evitar que los otros
monstruos la tocaran, a lo lejos pudo escuchar los
gritos de desesperación de Alessandro qué
gritaban su nombre y que intentaba abrirse paso
entre los monstruos para llegar hasta ella.
Abril no podía permitirse distraerse, así que le
ignoró y centró toda su atención a la criatura que
había frente a ella.
“Supongo que tu también quieres vengarte por
matar a tus amigos los monstruos.”
“Si, pero esa no es la única razón, hay muchas

cosas más por las que quiero matarte.”
“¿Cómo cuáles?”
“Eres un fastidio, esa sería la primera, estás

impidiendo que tomemos este mundo, nunca no
había tomado tanto apoderarnos de un mundo de
seres inferiores.”
“¿Que?”
“Por eso quiero destruirte, aunque aun quedaran

mas insectos como tu a los cuales acabar, pero una
vez la puerta del Hades sea abierta, eso no será un
problema. ¿Su gente perecerá?”
“Eso no pasará.”
“Hemos conquistado muchos mundos y en todos
he escuchado eso, pero ninguno pudo detenernos.
¿Que te hace pensar que este si podrá? ”
“Por que en esos mundos no estábamos nosotros."

Le dijo Alessandro mientras balanceaba su espada
hacia la criatura.
Pero esta la detuvo con su mano, Abril aprovechó

para atacar, ella le clavó las dagas en el brazo, pero
su piel era dura, y solo pudo hacerle una herida
superficial, pero fue lo suficientemente molesto
como para que la criatura soltara la espada de
Alessandro.
Aquella criatura se había distraído hablando con

Abril y no le prestó atención a Alessandro que cayó
del cielo, al parecer había usado su magia de viento
para volar sobre los monstruos y llegar hasta ellos.
Alessandro continuó blandiendo su espada contra

la criatura, Abril hizo lo mismo con sus dagas
cubiertas en llamas, la pelea fue difícil, sobre todo
porque los monstruos no paraban de atacarlos. Los
caballeros seguían ocupándose de los monstruos,
lejos de ellos, Abril y Alessandro estaban solos,
debían acabar ellos mismos con esa criatura, ya
que no había nadie más que pudiera ayudarlos.
Alessandro era fuerte y Abril había mejorado

mucho con las dagas, así que la lucha no estuvo tan
desigual como la vez anterior que se había
enfrentado a una de esas mismas criaturas en el
reino de Laios, ella era más fuerte y su esposo no
se quedaba atrás.
Aunque la criatura era fuerte y se movía con

rapidez. Los ataques de magia de luz de Abril lo
hacían perder agilidad.
“¡CORTALE LA CABEZA!”
Grito Abril mientras le clavaba las dagas en la
espalda a la criatura y hacía que las llamas
plateadas lo cubrieran por completo. Cuando Abril
se agachó, Alessandro no dudo en cortarle la
cabeza de cuajo, la cabeza de la criatura salió
rodando por el suelo, Abril siguió quemando el
cuerpo de aquel monstruo, cuando se convirtió en
cenizas siguió con su cabeza, mientras Alessandro
la protegía del resto de los monstruos. Una vez
destruida la criatura. Abril libero su magia como
un torrente, inundando aquel lugar con sus llamas
plateadas y consumiendo todo rastro de oscuridad
que había cerca de aquel lugar. Al terminar, ella se
sintió mareada y estuvo a punto de caerse, pero
Alessandro la atrapó y le preguntó.
„¿Estás bien?”
“Si, solo un poco cansada.”
Cuando no quedó ningún monstruo, Sirius se

acercó a ellos junto a los caballeros y les dijo.
“Creo que lo mejor será retirarnos.”
“Pero.. ¿Y el pozo?”
Dijo Abril.
“Aun no lo he purificado.”
“11Olvídalo, has gastado mucha magia, te ves

pálida, lo mejor será que nos vayamos, no sabemos
con que más podamos encontrarnos.”
Abril sabía perfectamente a lo que Sirius se

refería, él temía que hubieran más criaturas como
la que acaban de vencer, ya que los caballeros se
veían agotados, aquella pelea había durado
demasiado.
“Vete y llévate a los caballeros, el
pozo está cerca, lo purificaré y luego me iré, aun
tengo mucha magia, no te preocupes.”
Sirius iba a replicar cuando los caballeros dijeron.

“Nosotros también nos quedaremos con su
majestad, nuestro deber es protegerla, no nos
iremos hasta terminar lo que empezamos.”
Alessandro le dijo.
“No nos iremos a ninguna parte, has lo que tengas
que hacer, nosotros nos quedaremos contigo.”
Sirius dio un largo suspiro y dijo.

“Crearé una barrera a nuestro alrededor, pero date
prisa, no sabemos que si hay más de esas criaturas
por aquí, recuerda que tu magia no les afecta de la
misma manera que a los monstruos.”
“Lo sé.”
Todos se dirigieron hacia el pozo, Abril usó su

magia para matar a los monstruos que salieron y
luego lo purificó, aunque tuvo que usar más magia
que en los anteriores, ya que parecía que aquel
pozo era aún más profundo.
Cuando terminó, ella se sentía agotada, pero
perdió el conocimiento. Alessandro la rodeó con
sus brazos y le dijo a Sirius.
“Sácanos de aquí.”
Capítulo 127
Miedo de perder a quien amas
Cuando Abril llegó al palacio en brazos de

Alessandro, Kiara que bajaba las escaleras en ese
momento, se sorprendió mucho, ella bajó
corriendo las escaleras y le preguntó.
“¡¿Qué ha pasado?!”
Abril le dijo.
“Estoy bien, así que cambia esa cara, use más
magia de la que debería, solo estoy algo cansada.”
Kiara se sintió aliviada y le preguntó.

“¿Las cosas no han ido bien?”
“Fue más difícil de lo que creíamos, pero al final

fue bien, porque todos hemos podido regresar.”
“¿Explica que ha pasado?”
“Te lo contare despues, estoy agotada, solo quiero

ir a descansar.”
Kiara tocó el brazo de Abril, é infundió magia en
ella.
“Las portadoras de la luz no aceptamos muy bien
la magia de curación de los mago o sanadores, pero
sí la de otra portadora de la luz.”
“Gracias.”
“Espero que te recuperes pronto.”
Alessandro llevó a Abril a su habitación y la llevó

directamente al cuarto de baño, ya que sus ropas
estaban llenas de tierra, él le ayudó a quitarse las
ropas y la metió en la bañera, mientras pasaba una
esponja por su espalda le dijo.
“Hoy he sentido mucho miedo, por un momento
sentí que te perdía.”
Abril atrapó la mano de Alessandro cuando pasó

por su hombro y le dijo.
“Yo me he sentido igual, creí que esa criatura te
había herido, que sus garras habían atravesado tu
armadura.”
“No lo hicieron y en realidad creo que tampoco
tenía muchas ganas de pelear conmigo, parecía
que solo hacía eso para atraerte.”
“A mi también me lo pareció, esas criaturas son

diferente a los monstruos, son más fuertes y sobre
todo, piensan y razonan, esa criatura habló de
otros mundos. ¿A qué crees que se haya referido
con eso?”
“No lo sé, creí que el Hades en las profundidades

de la tierra, pero al parecer no es así, deberíamos
preguntarle a Kiara que saben los elfos sobre el
Hades, también le preguntare a mi madre, al ser
una guardiana, ella debe saber que es exactamente
ese lugar.”
“Si, deberíamos hacerlo.”
Alessandro abrazó a Abril por la espalda y le

preguntó.
“¿Estás segura que estas bien?”
“En verdad estoy bien, solo estoy

cansada.”
Alessandro derramó agua sobre la cabeza de Abril
y empezó a lavar su cabello, el cual estaba lleno de
tierra y polvo negro de los monstruos, ella cerro
sus ojos mientras lo hacía y le dijo.
“No deberías estar haciendo esto, las sirvientas
pueden ayudarme, tú también debes estar
cansado.”
“No quiero estar lejos de ti, quiero estar contigo,

después de lo que pasó hoy, hacer esto me calma.”
Abril entendía a lo que Alessandro se refería,

después de esa batalla, ella no quería estar lejos de
él. Cuando terminó le dijo.
“Ya he terminado.”
Abril se puso en pie, Alessandro la cubrió con una

bata y la llevó a la habitación, la sentó sobre la
cama y con su magia de viento seco el cabello
rojizo de Abril.
“Ahora podrás dormir tranquila.”
“Esto me ha gustado, ser mimada por ti, hace que

me sienta protegida y tranquila, siento como si
todos mis temores desaparecieran.”
“Entonces lo haré más seguido, para que siempre
te sientas asi.”
Abril estaba tan cansada que sentía que se

quedaría dormida tal y como estaba, Alessandro
hizo que se recostara y acomodo su cabeza en la
almohada, ella cerró sus ojos, Alessasdro se quedó
acariciando su cabello hasta que Abril se quedó
dormida.
Después fue a darse un baño, cambió sus ropas, se

tumbó al lado de Abril y la rodeó con sus brazos
atrayéndola hacia él, la calidez de su cuerpo y el
rítmico sonido, calmó su atormentado corazón.
Ese día pensó que casi la perdía y eso lo hizo

enloquecer, por eso juró acabar todo aquello y
destruir a quienes quisieran lastimar a su familia.
____ ༼ ♡ ༽ ____
Maya estaba peinando el cabello de Lissana, ella

se llevaba muy bien con Uzziel, pero ella se
preguntó por qué había dicho que no era su mejor
amigo cuando había hablado con Abril y
Alessandro.
“Lissana, ¿Quien es tu mejor amigo?”
“Tarik.”
Volvió a afirmar Lissana.
“¿Y Uzziel?”
“Uzziel no es mi amigo, Uzziel es mi familia.”
“Pero también puede ser tu amigo.”
“Pero las pixies nos dijeron que solo se puede

tener un mejor amigo, que todos los demás eran
familia o conocidos.”
“Malditas pixies, ya verán cuando las atrape.”

Pensó Maya mientras apretaba el peine.
“¿Y por qué elegiste a Tarik como tu mejor
amigo?”
“Si, aunque también es por que me agrada, incluso

hemos pensado en casarnos cuando seamos
grandes.”
Maya pensó.
“Si Alessandro llegara a escuchar las palabras de
Lissana seguro le daría algo.”
“Lissana. ¿Acaso sabes lo que es el matrimonio?”
“Es prometer estar siempre con tu mejor amigo,

apoyarse en todo momento, jugar y divertirse
siempre.”
“¿Quién te dijo eso?”
“El padre de Tarik se lo dijo a él, y Tarik me lo dijo

a mi, yo quiero que Tarik siempre sea mi amigo,
por eso prometimos casarnos.”
Maya sintió ternura por la respuesta de Lissana,

aunque también quiso darle un puñetazo en la cara
a Fay por darle una respuesta tan ambigua sobre el
matrimonio a su hijo, aunque recordaba que en
alguna ocasión Fay le había dado ese significado al
matrimonio y en el fondo tampoco es que fuera
errado, solo estaba incompleto.
Lissana aún era una niña, así que daba igual que
significado le diera al matrimonio, cuando creciera
un poco más se lo explicaría adecuadamente.
“Tia Maya. ¿Porque papá se ha enojado con Tarik?
¿Por qué no quiere que estemos juntos y que
seamos amigos?”
“Eso es por que tu papá te quiere mucho y tiene

miedo de que Tarik se lleve toda tu atención y tu
cariño.”
“¿Entonces no puedo estar con Tarik?”
Los ojos de Lissana se pusieron vidriosos al pensar

que tendría que perder a su compañero de juegos,
a su fiel amigo y a su cómplice de travesuras.
Maya acaricio su cabeza y le dijo.

“No, solo ignora lo que diga tu padre y si algún día
te pregunta a quién quieres más, solo dile que a él
y estará feliz.”
“Yo quiero mucho a papá y a mamá, también

quiero a los tíos y a Uzziel.”
Maya le dio un beso en las mejillas regordetas y le

dijo.
“Nosotros también te queremos mucho.”
“Pero también quiero mucho a Tarik.”
“Y no tienes que cambiar eso, puedes seguir

queriéndolo, solo no se lo digas a tu padre.”
Capítulo 128
un nuevo plan
Cuando Cira salió de la cueva que había en las

profundidades de la montaña. Liona se inclinó
ante ella y le dijo.
“Su majestad, hubo un problema.”
“¿Que paso?”
“Los caballeros de Cosset estuvieron aquí, el rey

Alessandro y la princesa Abril estuvieron con
ellos.”
Cira sentía un fuerte dolor de cabeza, no tenía

ganas de seguir escuchando a Liona, así que la
apresuro para que hablara.
“Me duele la cabeza, habla rápido.”
“Ellos mataron a todos los monstruos de los

alrededores y purificaron el pozo.”
El dolor de cabeza se intensificó, Cira había

gastado mucha energía en abrir aquel pozo. Ella
llamó a uno de los monstruos que tenía forma de
caballo, completamente negro, con cabello de
humo y niebla, se subió en su lomo y se dirigió al
pozo.
El pozo había sido completamente purificado, al

igual que sus alrededores, aquel lugar ya no podría
volver a ser usado para conectarse al Hades.
“Maldita sea, esa maldita perra ha arruinado mis

planes.”
Cira se subió a su caballo, volvió a la montaña,

Liona le preguntó.
“¿Podemos volver a usar el pozo para conectarnos
al Hades?”
“No, el pozo y sus alrededores han sido

completamente purificados, eso ya no puedo usar
ese pozo, tampoco he podido llegar a la llave y sin
los monstruos me sera aun mas difícil poder
tomarla, tendré que encontrar otra manera de
poder llegar hasta la llave, de momento ya no
podemos hacer nada en este lugar, asi que
vámonos, tenemos que trazar un nuevo plan.”
____ ༼ ♡ ༽ ____
Abril estuvo durmiendo un día entero, Alessandro

se preocupó por ella, sin embargo Kiara le dijo que
no era nada, solo cansancio.
Pero él la había visto estar semanas durmiendo e

incluso meses, por eso se preocupó tanto cuando
no despertó. Cuando cayó la noche, y ella despertó,
Alessandro sintió que volvia a respirar. Él la abrazó
y le dijo.
“Gracias a Dios has despertado, no te imaginas lo
preocupado que estaba por ti.”
“Lo siento, no quise preocuparte, ¿Cuánto tiempo

estuve durmiendo?”
“Un día, creí que no despertarías.”
Abril le devolvió el abrazo y le dijo.

“Ya estoy bien.”
“¿Ha habido algún otro ataque de monstruos?”
“En este momento no debería preocuparte eso,

solo reponer tus magia, sin ella no puedes pelear.”
“No has comido nada en todo el día, debes de

tener hambre, pediré que te traigan algo ligero
para comer.”
“Gracias.”
Alessandro llamó a las sirvientas, mientras

esperaban a que llevaran la comida, Kiara asomo
su cabeza por la puerta y le preguntó.
“Escuche de las sirvientas que habías despertado y

vine a ver como estas.”
“Estoy bien, aunque sigo algo cansada y

hambrienta.”
“Estás cansada por que tu magia aun no se ha

recuperado del todo, usaste mucha magia, te
enseñe a controlar tu magia para que esto no
pasara, no tienes que soltar tanta magia de golpe
para pelear.”
“Lo sé, pero esta vez mi enemigo era más fuerte.”
“¿Qué?”
“Nos encontramos con una criatura, a la cual no

parece afectarles mucho mi magia de luz, se que
esas criaturas no son fáciles de matar, por eso no
controle mi magia a la hora de atacar.”
“Ya veo.”
“Kiara, esa criatura dijo que estaba impidiendo

que tomarán este mundo, que nunca les había
tomado tanto apoderarse de un mundo de seres
inferiores, que habían conquistado otros mundos.”
“¿Qué demonios es el Hades?”
“Creí que tú lo sabrías.”
Kiara negó con la cabeza.

“Mi madre no hablaba mucho sobre el Hades, así
que no sé exactamente qué es.”
“Debí preguntárselo cuando estuve en la tierra de
los elfos.”
“No sabia que los monstruos hablaran.”
“Todos no, solo me he topado con dos monstruos

que lo hacen y tenían forma humana, tenían
conciencia y al parecer también tenían un plan.”
“Lamento no saber más, era algo que para mi solo

era una historia, por eso nunca mostré interés por
saber sobre el Hades.”
Alessandro dijo.
“Visitare la habitación de los guardianes cuando
Aby se recupere, seguro ellos saben más sobre lo
que es el Hades.”
“Seguro que los guardianes saben más sobre el

Hades, al fin y al cabo, ellos son los encargados de
cerrar las puertas cuando sean abiertas.”
“Solo pase a saludarte, te dejo para que

descanses.”
“Gracias Kiara.”
Cuando Kiara salió, las sirvientas entraron poco

después con un plato de sopa.
Después de cenar, Abril se levantó de la cama y se

asomó al balcón, ese día había luna llena, la luna y
las estrellas brillaban con gran esplendor ese día.
“Hoy hace una hermosa noche, vamos a dar un

paseo por el jardín, Lessan.”
“Estoy bien, en este momento solo quiero estirar

mis piernas.”
“Entonces vamos.”
Mientras caminaban por los pasillos, sumidos en

el silencio de la noche, Abril no pudo evitar pensar
en Lissana, en que ella no crecería ahí, ni correría
por los pasillos del palacio llenándolos de gritos de
diversión y risas.
Cuando llegaron al jardín, Alessandro tomó la
mano de Abril, su paseo fue lento y silencioso,
Alessandro fue el primero en romper el silencio.
“Nada.”
“Se que te pasa algo, estas aqui, a mi lado

sosteniendo mi mano, pero tu mente está lejos,
prometimos que no me ocultarías nada. ¿Dime que
te pasa? ¿Que es lo que te preocupa? Ya te lo he
dicho muchas veces, no tienes que cargar con todo
tu sola Aby.”
“Estaba pensando en Lissana, en que quizás no

sea buena idea traerla de vuelta todavía.”
“¿Por qué no? Lissana pronto cumplirá los seis

años, su magia ya no la pondrá en peligro.”
“Su magia no, pero Cira juró vengarse de mí, juro

quitarme todo lo que amo, no quiero que ella
intente hacerle daño a Lissana.”
“Aquí en el palacio ella estará segura.”
“Este lugar, pronto dejará de ser un lugar seguro,
Cira vendrá por la llave del Hades que está en
nuestro poder y esto se convertirá en un campo de
batalla y tengo miedo de que mi hija este aquí
cuando eso suceda.”
“¿Quieres que se quede en la tierra de las hadas

hasta que todo esto se acabe?”
“Si, pienso que eso es lo mejor. ¿Tú qué piensas?”
“Odio tener lejos a mi hija, no poder verla crecer,

pero más odiaría perderla, si eso es lo que tu
quieres lo aceptaré.”

“Gracias por aceptar mi decisión.”
“Se que solo quieres lo mejor para nuestra hija.

¿Cómo voy a oponerme a eso? Además tienes
razón, este lugar pronto dejará de ser un lugar
seguro.”
Capítulo 129
El primer guardián
Al día siguiente Alessandro espero que Abril se

levantara, ya que estaba preocupado que ella no
fuera despertar. Cuando ella abrió sus ojos, él le
dio un beso en la mejilla y le dijo.
“Buenos días Aby.”
“Buenos días Lessan. ¿Hace mucho que estás

despierto?”
“No, acabo de despertar.”
“¿Quieres que desayunamos juntos?”
“Si.”
Abril se levantó, después de lavar su cara y

cambiar sus ropas
los dos desayunaron en el comedor, al terminar
Alessandro
le dijo.
“Entraré en la habitación de los guardianes, el
tiempo ahí funciona de manera diferente, pero
intentaré no quedarme demasiado tiempo y volver
lo más pronto posible.”
Se que esto es necesario, asi que tomate tu tiempo,

yo estare aqui esperandote.”
Alessandro le dio un beso en la frente y le dijo.

“Descansa, aunque te sientas bien, debes hacerlo,
porque no sabemos qué es lo que vendrá.”
“Lo sé.”
Alessandro se fue, cuando llegó a la puerta que

llevaba a la habitación de los guardianes, se quedó
mirando la puerta durante un momento antes de
abrirla. Al cruzar la puerta, sus ojos quedaron
cegados por un momento, cuando su vista se
aclaró, lo primero que vio fue a su madre frente a
él, con una cálida sonrisa dibujada en su rostro.
“Hola Lessan.”
“Madre.”
“¿A qué has venido?”
“Hay algo que necesito saber sobre el Hades.”
“¿Qué quieres saber sobre el Hades?”
“¿Qué es ese lugar exactamente? Hace unos días

nos enfrentamos a un monstruo que habló del
Hades, como si no fuera un lugar, dijo que habían
conquistado muchos mundos, por eso quiero saber
que es exactamente el Hades, quiero saber a que
me estoy enfrentando.”
“Creo que yo no soy la mejor para hablarte de eso,

deberás preguntarle al primer guardián, él
responderá todas tus preguntas, sigueme.”
Alessandro siguió a su madre, mientras

caminaban por el largo pasillo lleno de retratos, le
preguntó.
“¿Por qué no puedes responder tú mis preguntas?
Creí que lo sabías todo sobre el Hades.”
“Cuando yo nací, ya casi no existían los

guardianes, mis conocimientos son básicos, el
primer guardián, es el que más sabe sobre el
Hades, ya que él estuvo ahí, cuando se abrieron las
puertas del Hades por primera vez.”
“¡¿Qué?!”
“Podrás hacerle todas tus preguntas a él, Lessan.”
Cuando llegaron al final del pasillo, Alessandro vio

el cuadro de un joven de cabello castaño, y de ojos
verdes, Alessandro le encontró cierto parecido con
Cassian, aunque el joven del cuadro tenía el cabello
largo y Cassian siempre lo llevaba corto.
“Este fue el primer guardián.”
“Si, yo debo irme para que puedas hablar con él,

hasta pronto Alessandro.”
Tan pronto como su madre desapareció,

Alessandro deseo hablar con aquel hombre, él
apareció ante él, Alessandro se le quedó mirando
fijamente, ya que era aún más parecido a Cassian
de lo que se veía en el cuadro, era como ver a su
hermano con el pelo largo.
“No piensas decir nada?”

Preguntó a aquel chico.
“¿Eres el primer guardián?"
“Si, pero también tengo un nombre, pero nunca

nadie lo recuerda, solo recuerdan que fui el primer
guardián, como si solo hubiera sido un guardián, si
quieres hablar conmigo deberías aprenderte mi
nombre.”
“Cómo podría saber cual es tu nombre si nunca lo

he escuchado.”
“Esa no es excusa, si no dices mi nombre no

responderé a tus preguntas.”
Alessandro pensó que AQUEL chico era una

molestia, él le lanzó una mirada asesina.
“No tengo tiempo para tus tonterías.”
“¡¿Tonterías?! Que niño tan maleducado, nunca

me había topado con un guardián tan irrespetuoso
como tu, no responderé nada hasta que no
muestres un poco de respeto.”
“Si no lo haces quemaré tu retrato, así que más te

vale que empieces a hablar.”
El espíritu del chico le dio la espalda y le dijo.
“No pienso hablar contigo.”
Alessandro tuvo ganas de matarle, pero no se

podía matar a un espíritu.
Alessandro respiró profundamente para poder

calmarse y empezó a hacer sus preguntas,
esperando que el espíritu del chico hablara con él.
“Necesito saber. ¿Qué es exactamente el Hades?,
¿Por qué uno de los monstruos dijo que el Hades
había conquistado otros mundo?”
“El Hades es el nombre que recibe cada mundo

conquistado por esos monstruos, cada mundo
destruido y corrompido por la oscuridad.”
Dijo el espíritu mientras se quedaba mirando
fijamente su propio cuadro.
“Mi madre dijo que tú fuiste el primer guardián.

¿Cómo te convertiste en guardián?”
El espíritu se quedó en silencio, no respondió la

pregunta de Alessandro.
“ćQué pasa? ¿Por qué no me lo dices?”
“Es algo que no necesitas saber, solo debes saber

que no puedes dejar que ellos ganen, ni que el rey
oscuro cruce las puertas, porque si lo hace, será el
fin de este mundo.”
“¡¿El rey oscuro?!”
“No tengo nada más que hacer aquí, así que me

voy, no vuelvas a llamarme a menos que sepas cual
es mi nombre.”
El espíritu desapareció, Alessandro intentó

llamarlo, varias veces, pero él no apareció, así que
llamó a su madre.
“Mamá, necesito hablar con el primer guardián

pero desapareció. ¿Como lo hago volver?”
“Solo está obligado a hablar contigo una vez, si no

quiere no volverá. ¿No respondió tus preguntas?”
“No, solo me dejo con más preguntas sin

respuestas, mamá. ¿Sabes cuál es el nombre del
primer guardián?”
“No, nunca lo escuche decir de los otros
guardianes, solo le decían el primer guardián.”
“Dijo que sólo aparecería si decía su nombre.

¿Podrías averiguar cómo se llama?”
“Hum... eso será un poco dificil, seria mejor que se

lo preguntaras directamente a alguno de los otros
guardianes, el mundo espiritual es inmenso, sera
muy dificil saber donde se encuentran los otros
guardianes para preguntarles, pero si quieres lo
intentare.”
“No hace falta, les preguntare yo mismo. ¿Cuales

son los guardianes más viejos?”
“¿En edad o antigüedad?”
“Los que vivieron al mismo tiempo que el primer

guardián.”
“Son los retratos que están más cerca al del primer

guardián.”
“Gracias mamá.”
“Hijo mio, espero que descubras pronto su
nombre, hasta pronto hijo.”
Después de que su madre desapareciera

Alessandro empezó a preguntarle a los espíritus de
los otros guardianes como se llamaba, pero
ninguno lo recordaba o nunca lo habían
escuchado, solo decían que era el primer guardián.
Al no obtener el nombre del guardián Alessandro
les preguntaba por el Hades y el rey oscuro, del
Hades decían lo mismo que su madre, que no
sabían mucho sobre el tema, pero que nunca
habían escuchado hablar del rey oscuro.
Alessandro decidió volver, había estado

demasiado tiempo en aquella habitación, él se
preguntó cuánto tiempo había pasado desde que
estaba ahí, cuando salió, vio que el sol empezaba a
salir, había pasado un día entero. Alessandro fue
directamente a su habitación, Abril se despertó
cuando él abrió la puerta.
“¿Qué hora es?”
“Aun es temprano.”
“¿Acabas de salir de la habitación de los

guardianes?”
Alessandro se acercó, se sentó a su lado y se

disculpó.
“Lo siento, me tomó más tiempo de lo que pensé.”
“¿Tu madre sabía algo?”
„No, pero encontré a alguien que sí, al primer

guardián, pero al final solo me dejo con más
preguntas que respuestas.”
Capítulo 130
De regreso a casa
Alessandro le contó a Abril, todo lo que le había

dicho el primer guardián, le contó sobre el rey
oscuro, del cual parecía que solo el primer
guardián sabía.
“No entiendo por qué no me respondió con
claridad.”
“Quizás sea doloroso para él recordar.”

Dijo Abril.
“Recuerdo que hubo un tiempo en el que me era
doloroso hablar del pasado, quizás a él le pasa lo
mismo, por eso solo te dijo lo que considero que
era necesario.”
“Aunque por lo menos ahora sabemos que el

Hades no es un lugar en sí y también sabemos, que
aunque no podamos evitar que las puertas se
abran, si podemos evitar que lo que sea que haya
ahí dentro salga.”
“El rey oscuro, jamás me imagine que todos los

monstruos tuvieran un rey.”
Abril se levantó y le dijo.
“Lo que sabemos es suficiente, ahora deberíamos
centrarnos en acabar con los monstruos que atacan
nuestro reino.”
“Tienes razón, lo que verdaderamente importa es

nuestra gente en este momento, asegurarnos de
que estén seguros.”
Durante las siguientes semanas, Alessandro y

Abril se centraron en limpiar, el reino, en todos los
lugares donde aparecían monstruos, los pozos por
los cuales habían salido, ya estaban sellados, como
si hubieran sido purificados, Abril se preguntó si
eso se debía a que había sellado el pozo que había
al pie de aquella montaña, si estaban conectados,
ya que cuando lo había purificado, había usado
mucha más magia que en los otros pozos, como si
hubiera que sellar algo enorme.
Un mes después, ya no quedaba rastro de los

monstruos. Todo parecía haber vuelto a la
normalidad en el reino, aunque Abril no podía
disfrutar de esa paz, no hasta que derrotaran a Cira
y supiera que nada amenazaba a su familia.
Lissana cumplió seis años en la tierra de las hadas,
en una de sus conversaciones, Lissana le dijo a
Abril qué deseaban verla en persona, a ella y a su
padre.
Aquello había dejado pensando a Abril, todo

parecía estar en calma en el reino de Cosset.
Mientras comian, Abril le dijo a
Alessandro.
“He pensado en traer a Lissana por unos días.”
“¿Estás segura? Creí que no querías traerla de

vuelta.”
“Solo quiero ver a mi hija y tenerla en mis brazos

una vez más, en este momento todo parece estar
en calma, aunque si hay algún otro ataque de
monstruos podemos enviarla de regreso
inmediatamente. ¿Te parece bien?”
“Por supuesto, yo también deseo volver a ver a mi

pequeña, abrazarla y decirle lo mucho que la amo.”
“Entonces me comunicaré con Maya después y se

lo diré.”
Abril se había encargado de cambiar la decoración
de la habitación de su hija, aunque no esperaba
que fuera a usarla, solo lo había hecho para
mostrarle que aún tenía un lugar al cual volver, un
lugar en el cual era extrañada.
Por suerte la habitación de Lissana ya ha sido

cambiada.
“Espero que le guste.”
“Estoy seguro de que le encantará.”
“Pediré que preparen dulces y postres para

Lissana, deseo que tenga un buen recuerdo de este
lugar y que piense en el como su hogar, que se
sienta cómoda y feliz.”
Abril se levantó de su asiento y dijo.

“Hay muchas cosas que quiero que preparen para
su llegada, tevere esta noche.”
Abril salió corriendo del comedor y empezó a dar

órdenes a los sirvientes, quería que el palacio
entero estuviera lleno de flores frescas, para
cuando llegara Lissana y que todo estuviera
perfecto.
Abril usó el espejo para comunicarse con Maya,

era de noche en la tierra de las Hadas, cuando
Maya se veía adormecida.
“Hola Aby. ¿Pasa algo?”
“No pasa nada, solo quería ver como están y

quería decirte que he decidido traer a Lissana a
Cosset, aunque solo será por unos días.”
Maya se despejo al escuchar que Abril llevaría a

Lissana de regreso.
“¿Estás segura? ¿No será peligroso?”
En estos momentos el reino está muy tranquilo,

por eso pensé en traerla de vuelta, por lo menos
por un tiempo, si las cosas se llegan a complicar, la
enviaré de regreso a la tierra de las hadas.”
“Quizás yo también deba ir, mi padre y Barto aún

no conocen a Uzziel.”
“Puedo pedirle a tu padre que venga al palacio, así

podríamos estar todos juntos.”
“Agradecería mucho que hicieras eso. ¿Ya has
pensado cuando quieres que lleve a Lissana?”
“Me gustaría que fuera lo más pronto posible.”
“Mañana se lo diré a Lissana entonces y

organizare todo para irnos pasado mañana.”
“Te lo agradezco Maya.”
“De nada Aby.”
Cuando la comunicación se cortó, Cassian medio

dormido le preguntó.
“¿Por que te agradecia Abril?”
“Volveremos al reino humano.”
“¡¿Qué?!”
“Abril quiere ver a Lissana, quiere pasar tiempo

con su hija, por lo menos mientras aún haya paz.”
“¿Tú también quieres volver?”
“Quiero ver a mi padre y a mi hermano, hablo con
Barto usando el colgante mágico, pero no es lo
mismo, extraño a mi familia, además quiero que
conozcan a Uzziel.”
“¿Cuándo nos iremos?”
“Nos iremos pasado mañana.”
“El estar aquí está bien, pero no podemos huir

para siempre.”
“Así es, aunque vivir aquí ha sido como un sueño,

ya es tiempo de despertar.”
Cassian miró la ventana, aún era de noche, él

rodeó a Maya con sus brazos y le dijo.
“Todavía es de noche, sigamos en este sueño un
poco más.”
Maya se acomodó en su pecho, Cassian empezó a

peinarle el cabello con los dedos hasta que Maya se
quedó dormida.
Al día siguiente, Maya fue a la habitación de

Lissana a despertarla, cuando entró la pequeña
aun estaba dormida, así que le hizo cosquillas para
despertarla.
“Buenos días Lissana.”
Lissana respondió entre risas.

“Buenos días tía Maya.”
“¿Has dormido bien?”
“Si.”
Lissana se levantó de la cama y fue hasta una

mesa en la que había un recipiente con agua y lavó
su rostro, Maya le pasó una toalla y le dijo.
“Ayer hable con tu madre y adivina que me dijo.”
“¡¿Que?!”
Preguntó la niña muy emocionada.
“Pronto podrás ver a tus padres.”
Lissana empezó a saltar de emoción, ella siempre

veía a sus padre a través del espejo, en realidad no
recordaba nada de ellos, a veces sentía que no
tenía padres, que aquellas personas en el espejo no
era reales, por eso le había pedido a su madre que
fuera a verla y al parecer la había escuchado.
“Si, si, si, por fin podré verlos.”
De pronto Lissana dejó de saltar y toda la emoción

que había sentido, desapareció.
“Tía Maya, y si no le agrado a mis padres.”
“Eso es imposible, ellos te aman mucho y cuando

te vean, lo harán aún más.”
Lissana volvió a sonreír y empezó a decir.

“Cuando mis padres vengan, les mostraré mi lugar
secreto en el jardín, también les mostraré mi poni
alado y…”
“Lissana, tus padres no vendrán a la tierra de las

hadas.”
Le dijo Maya.
“¿Entonces como los vere?”
“Nosotros volveremos al reino humano,

volveremos a casa.”
La sonrisa desapareció del rostro de Lissana, ella
preguntó.
“¿Y cuánto tiempo estaremos ahí?”
“No lo sé.”
“¿Ya no podré volver a ver a Tarik?”
“Por supuesto que lo haras, podrás volver a verle.”
“¿Y cuándo nos iremos?”
“Nos iremos mañana, así que deberías despedirte

de Tarik, ya que no sabemos cuánto tiempo
estaremos fuera.”
Maya ayudó a Lissana a cambiarse, mientras

peinaba su cabello, vio un tanto decaída a la niña,
ella le preguntó.
“¿Qué pasa Lissana? No pareces muy feliz.”
“¿Por qué mis padres no vienen aquí?”
“Eso es porque son los reyes de Cosset, ellos no

pueden solo desaparecer por un tiempo, tienen
muchas obligaciones, por eso no pueden venir,
pero ¿Acaso no quieres ir al reino humano?”
“Si, solo lo preguntaba, estoy ansiosa de ver a mis

padres.”
Capítulo 131
No es un sueño
Después de que Maya terminará de peinarla,

Lissana fue a busca a Tarik, él estaba en el jardin, a
esa hora Fay solia enseñarle a usar la espada, algo
que a Tarik le encantaba, cuando él la vio, hizo
movimientos aún más exagerados, intentando
impresionar a Lissana.
A Fay le pareció que Tarik se comportaba como un

pavo mostrando sus plumas, presumidamente.
“Será mejor que demos el entrenamiento por
terminado.”
A Tarik le encantaba practicar con la espada,

normalmente él siempre pedía seguir un poco más,
pero Lissana le estaba esperando, así que ese día
no dijo nada.
Al terminar le entregó la espada de madera a su

padre y salió corriendo a saludar a Lissana.
“¿Lo has visto? Mi padre dice que estoy
aprendiendo rápido, que pronto me convertiré en
un excelente espadachín.”
“Si, te veias genial moviendo tu espada, tanto que
me dieron ganas de aprender a manejar la espada.”
“Eso seria genial, le dire a mi padre que te enseñe

también, no debe de ir lejos, iré a buscarlo.”
Lissana tomó la mano de Tarik, impidiéndole que

se fuera y le dijo.
“Se lo preguntare despues, quedate conmigo.”
“Está bien.”
Lissana arrastró a Tarik debajo de un árbol rosa,

ella se sentó en el suelo y él hizo lo mismo. Tarik
empezó a hablar de lo bien que se le daba practicar
con la espada, pero al ver que Lissana no le
prestaba atención, le preguntó.
“Lissana. ¿Qué pasa? Pareces triste.”
“Por fin veré a mis padres en persona.”
Tarik sonrió ampliamente, sabía lo mucho que su

amiga deseaba ver a sus padres en persona.
“Me alegro por ti, pero no pareces muy feliz. ¿Ya
no quieres verles?”
“No es eso, estoy feliz porque por fin podré
abrazarlos.”
“Entonces. ¿Por que te ves tan triste? Tus padres

vendrán y podrás estar con ellos, eso es lo que
siempre has deseado.”
“Es que mis padres no vendrán, seré yo la que

vaya a verlos, volveré al reino humano.”
Una expresión de tristeza se posó en el rostro de

Tarik.
“¿Eso quiere decir que no volveré a verte?”
“La tía Maya dijo que solo me iré por un tiempo.”
“¿Cuánto tiempo será? Falta un mes para mi

cumpleaños. ¿Ya habrás regresado?”
“No lo se, pero lo intentare.”
“¿Y cuando te iras?”
“Nos iremos mañana.”
“Tus tíos y Uzziel también se irán.”
“Si.”
“Me sentiré solo en el palacio cuando se vayan, así

que no tardes mucho en volver, para que podamos
seguir jugando juntos, no te olvides de mi.”
Lissana tomó su mano y le dijo.

“No lo haré, nunca podría olvidarme de ti, tu
tampoco te vayas a olvidar de mi mientras no
estoy.”
Tarik apretó la pequeña mano de su amiga y le

respondió.
“Nunca podría olvidar a mi mejor amiga.”
Ese día, Lissana jugó con Tarik todo el día, incluso

cuando llegó la noche, no se separaron, ellos
durmieron juntos tomando sus manos.
Al día siguiente, cuando llegó la hora de partir,

Tarik le dio un abrazo a su amiga y le dijo.
“Diviértete con tu familia y vuelve pronto, te
estaré esperando.”
Una gran sonrisa se dibujó en los labios de
Lissana y le dijo hasta pronto Tarik.
El portal ya estaba abierto, Maya le dijo a Lissana.

“Ya es hora de irnos.”
Lissana tomó la mano de Maya y se dirigió al

portal, antes de atravesarlo, se giró para ver a su
amigo una vez más y le dijo a Dios con la mano.
Lissana cerró sus ojos cuando cruzo el portal, ya

que una intensa luz brillo, cuando volvió a abrirlos,
se encontró en un lugar completamente diferente,
en un hermoso jardín, detrás había un enorme
palacio con altas torres que se elevaban hacia el
cielo, era hermoso, pero eso no llamó la atención
de Lissana, si no la pareja que había frente a ella,
una hermosa mujer pelirroja qué intentaba
contener las lágrimas y un hombre alto y atractivo
que la veía fijamente.
Eran sus padres, aunque Lissana los había visto

incontables veces a través del espejo mágico, el
sentimiento que tuvo fue completamente diferente,
como si los personajes de su libro favorito
cobrarán vida.
Abril fue la primera en acercarse, ella se quedó
mirando a su pequeña, había crecido mucho, ella
había dejado de ser la bebé que arrullaba en sus
brazos, Abril la abrazó, quería sentir su calor y
comprobar que era real.
“Mi pequeña, por fin te puedo tener en mis brazos
otra vez, no te imaginas lo mucho que te he
extrañado.”
Abril se separó un poco, tomo el rostro de su hija
entre sus manos, acaricio sus mejillas regordetas y
le dijo.
“Eres aun mas bonita de lo que recordaba.”
Lissana le dio un gran sonrisa y acarició con

timidez el rostro de su madre y le dijo.
“Tú también eres muy bonita mamá.”
Alessandro se acercó a ellas, puso una rodilla en el

suelo para quedar a la misma altura de Lissana y
Abril, quien estaba de rodillas acariciando el rostro
de su hija.
“Hola Lissana, soy papá. ¿Me recuerdas?”
Lissana se había separado de sus padres cuando

era una bebé, ella no recordaba nada de sus
padres, solo sabía que eran ellos porque los había
visto a través del espejo mágico.
“No te recuerdo, pero sé que eres mi padre.”
Él las abrazó y le dijo a su pequeña quien le veía

con grandes ojos.
“Bienvenida a casa, Lissana.”
“Ya estoy de vuelta.”

Respondió Lissana con una gran sonrisa.
Abril siguió llorando durante un rato mientras se

aferraba a su hija, se pellizcaba el brazo de tanto en
tanto para comprobar que aquello no era un sueño
y de que en verdad tenía a su hija en sus brazos
nuevamente.
Cuando Abril por fin pudo calmar su ansiedad y

sus lágrimas, miró a Maya y Cassian, y les dijo.
“Muchas gracias Maya, gracias Cassian, gracias
por cuidar de mi hija todo este tiempo y muchas
gracias por habermela traído de vuelta.”
Alessandro se separó un momento de su esposa e

hija, y le dio un fuerte abrazo a su hermano y a
Uzziel, quien se aferraba a los brazos de su padre y
escondía su rostro en su cuello.
“Bienvenidos a casa.”
Capítulo 132
Grata bienvenida
Aunque para Alessandro sólo habían pasado unos

meses, para Cassian habían sido años, él bajó a
Uzziel y le devolvió el abrazo a su hermano.
“No te imaginas cuanto me alegro de verte
Lessan.”
“Espero que hayas disfrutado de tus vacaciones en

la tierra de las hadas, ya que pienso hacerte
trabajar mucho, yo necesito unas en este
momento.”
“Ya lo veía venir, tus recibimientos siempre son

gratos.”
Cassian le dijo a Uzziel, quien estaba aferrado a su
pierna como un pulpo.
“Este es tu tío Alessandro, saludalo.”
“Hola.”
Dijo Uzziel mientras ocultaba su rostro.
“Es un poco tímido con los extraños, pronto se

llevarán bien.”
Alessandro revolvió el cabello de Uzziel y dijo.
“Se parece mucho a ti cuando eras pequeño,
recuerdo que siempre te escondías detrás de papá.”
Cassian cargo en brazos a su hijo. Uzziel se aferró

a su cuello.
“Me alegra que todo haya salido bien.”
Cassian miró a Maya y le dijo.

“Si, es una suerte.”
Abril cargó en brazos a su hija, pero ella se quejó,

diciendo que ya no era una bebé. Abril beso su
mejilla y le dijo.
“Aunque seas grande, sigues siendo mi bebé, mi
preciosa bebé.”
Lissana acarició el cabello de su madre, era aún

más brillante y suave de lo que se veía a través del
espejo.
“Deberíamos ir dentro.”
Les dijo Abril.
“Sus habitaciones ya han sido preparadas, la de
Uzziel está al lado de la de ustedes.”
“Gracias Aby.”
“Quiero mostrarle su habitación a Lissana, nos

vemos a la hora de la comida.”
Maya entendía, que Abril quisiera estar a solas

con Lissana, que quisiera recuperar parte del
tiempo perdido. Además ella también quería ver a
su hermano y a su padre. Maya los busco con con
la mirada, al no verlos preguntó.
“¿Dónde está Barto y mi padre? Creí que estarían
aquí cuando llegaramos.”
“Barto fue a buscar a tu padre, asi que no deben

tardar en llegar.”
“Lo entiendo, seguro papá tenía cosas que arreglar

antes de venir.”
“Quizá todo fue muy rápido, creo que no tuvieron

que prepararse.”
“No te preocupes por eso.”
Maya entrelazo su brazo con el de Cassian, lo
arrastró y dijo.
“Disfruten de su tiempo, iremos a ver nuestras
habitaciones, nos vemos después.”
Después de que Maya, Cassian y Uzziel se fueran,

Alessandro tomó en brazo a Lissana y le dijo.
“Bienvenida a casa.”
Lissana se quedó mirando el imponente palacio

que había frente a ella y preguntó.
“¿Esta es mi casa?”
“Si, este es tu hogar.”
Abril y Alessandro le mostraron a Lissana su

habitación, está decorada con osos de peluches y
muñecas, los ojos de Lissana brillaron al ver todos
aquellos juguetes y les preguntó.
“¿Esta es mi habitación?”
“Si.”
Respondió Abril.
“Esta era la habitación que usabas cuando eras
una bebé, ahora has crecido, así que cambié un
poco la decoración. ¿Te gusta?”
“Sí, me encanta.”
Lissana abrazo a su madre y le dijo.
“Muchas gracias, mamá.”
Aunque Lissana le había dicho a Abril, incontables

veces mamá, ese día parecía especial, como si fuera
la primera vez que lo hiciera.
“No sabes cuanto te extrañe, cuán difícil fue para

mi estar lejos de ti.”
“Yo también los extrañaba, siempre quise estar

con ustedes, aunque los tíos fueron muy buenos
conmigo, siempre quise estar con ustedes.”
Alessandro se unió al abrazo y le dijo.

“Perdónanos por no haber estado contigo.”
“Se que no han estado a mi lado por mi bien, la tía

Maya me explicó que debía estar en la tierra de las
hadas hasta que tuviera el control de mi magia, no
los culpo por no haber estado conmigo.”
Abril le dijo.
“Quizás tengamos que separarnos otra vez, pero
nunca dudes de cuanto te aman tus padres.”
“No lo haré.”
Ellos se quedaron abrazados un buen rato,

después Alessandro y Abril le hicieron un sin fin de
preguntas a Lissana, sobre que le gustaba y que no,
las respuestas de Lissana era cortas y precisas.
Había algo que había estado incomodando a

Alessandro y que no había tenido oportunidad de
preguntar.
“Lissana. ¿Sigues siendo amiga de ese niño hada?”
“¿Hablas de Tarik?”
“Si. ¿Aún siguen siendo amigos?”
Lissana siempre solía decir la verdad, ya que era lo

siempre vio en la tierra de las hadas, asi que
respondió con la verdad.
“Si, Tarik sigue siendo mi amigo, Tarik es bueno,
papá, así que no te enojes con él.”
Alessandro acarició la cabeza de su hija y le dijo.
“No estoy molesto, solo tengo curiosidad por saber
cómo es tu amigo.”
“Tarik siempre ha sido muy bueno conmigo, él

hacía que nunca me sintiera sola.”
Abril le dio un golpe en el brazo a Alessandro y le

dijo en voz baja para que Lissana no escuchara.
“No empieces con tus cosas, no hagas que nuestra
hija se sienta incómoda.”
Maya estaba viendo la habitación que habían

preparado para Uzziel, cuando Kiara asomo su
cabeza por la puerta y preguntó.
“Por supuesto.”
“No veo a Barto aqui, supongo que aun no ha

llegado.”
“A mi padre siempre le ha costado dejar el gremio,

seguro que Barto no lo ha tenido facil para lograr
traerlo.”
“Me alegra ver que estas bien y que tu hijo
también lo este.”
Maya acarició la cabeza de su hijo y respondió.

“Si, por suerte todo terminó bien para nosotros,
por cierto, mi hermano me dijo que ustedes dos
volvieron a estar juntos, mi hermano te ama
sinceramente, me alegro que le hayas dado otra
oportunidad.”
“Sé que me ama y yo también le amo, por eso le di

otra oportunidad, porque aunque duela, quiero
permanecer a su lado.”
“Se que te molesto mucho lo que él hizo, el

intentar dejarte por ir a salvarme, pero se que lo
hizo sin pensar.”
“Lo se, eres su familia, eres importante para él, al

saber que estabas en peligro, su mente se nublo.”
“Mi hermano a veces es un bruto impulsivo, asi

que tenle un poco de paciencia, nunca dudes de
cuánto te ama.”
“No lo haré. he decidido creer en él.”
Capítulo 133
La familia
Cuando llegó la hora de la comida, todos se

reunieron en el comedor. Había pasado un largo
tiempo desde la última vez que Alessandro había
tenido a toda su familia reunida. Él levantó su copa
en alto y dijo.
“Propongo un brindis por esta reunión.”
Cassian levantó su copa en alto y dijo.

“Por la familia reunida.”
Todos levantaron sus copas en alto, incluso

Lissana y Uzziel, levantaron sus copas con jugo de
frutas para acompañar a los demás. La comida fue
alegre y animada, Lissana se sintió sumamente
feliz y por primera vez, se sintió completa, porque
su familia se encontraba reunida.
Después de comer, todos salieron a dar un paseo

por el jardín, Lissana y Uzziel corrían por todas
partes admirando las flores. Abril mandó a una de
las sirvientas que le llevará a Koda, su zorro
mascota, quería mostrárselo a Lissana.
Cuando la sirvienta trajo a su mascota, Abril los

llamó.
“¡Lissana, Uzziel, acérquense!”
Lissana pudo ver desde lejos que su madre tenía

una bola de pelos rojiza, en sus brazos, ella se
acercó con curiosidad y al ver que su madre, tenía
un zorro en su brazos le preguntó.
“¿Es real?”
Koda estaba tan quieto en sus brazos, que debió

pensar que era un peluche, Abril se rió y movió un
poco a Koda, este abrió sus ojos y se movió
perezosamente en sus brazos.
“Si que es real, este es mi amigo, Koda.”
“Es hermoso. ¿Puedo tocarlo?”
“Por supuesto.”
Abril se inclinó para que Lissana pudiera tocarlo,
también animó a Uzziel para que lo tocara. Ambos
niños acariciaron el pelaje rojizo del zorro, era
suave y esponjoso.
Una gran sonrisa se dibujó en el rostro de los
niños y preguntaron al mismo tiempo.
“¿Podemos jugar con él?”
“Por supuesto.”
Abril le entregó el zorro a Lissana y le dijo.
“Cuiden bien de él, es un amigo muy preciado
para mi.”
Lissana y Uzziel se sentaron en la hierba,

Alessandro les dijo.
“No deberían sentarse en el suelo, pediré que
traigan una manta.”
En la tierra de las hadas, el sentarse en la hierba o

caminar descalzo sobre ella, era algo normal, ya
que para las hadas, esa era una manera de conectar
con la naturaleza, incluso la reina hada solía
hacerlo. Pero en el reino humano, el que alguien
tan noble como lo era Lissana y Uzziel lo hicieran,
no estaba bien visto.
Maya había estado viviendo durante tanto tiempo

en la tierra de las hadas que lo había olvidado por
completo, que los humanos vivían con reglas
absurdas que los limitaban.
“Ellos están acostumbrados a sentarse en la hierba
y correr descalzos por ella, estarán bien, asi que
dejalos estar.”
Lissana y Uzziel, a pesar de ser de noble cuna,

habían crecido viviendo de manera diferente y
Abril sabía lo difícil que podía ser para ellos, seguir
unas normas que nunca habían conocido y las
cuales ella seguía considerando inútiles. Ya que
ella ya lo había vivido. Ella puso su mano sobre el
brazo de Alessandro y le dijo.
“Dejalos Lessan, deja que se diviertan.”
Alessandro no dijo nada más, Lissana y Uzziel

siguieron jugando con Koda, mientras sus padres
hablaban sentados en unas bancas cerca de ellos.
“Ellos no conocen las normas de este mundo.”

Dijo Maya.
“Han crecido viendo a las hadas, las cuales tienen

una gran libertad, así que tengan un poco de
paciencia con ellos.”
“Lo entendemos, las hadas suelen vivir de manera
diferente, lo que para nosotros no está bien, para
ellos si lo es.”
“Estuvimos viviendo tanto tiempo ahí, que habia

olvidado que el reino humano se rige por normas y
costumbres diferentes, sobre todo para los nobles,
ya que para los plebeyos esas normas no
importan.”
Les dijo Maya mientras alzaba su mirada al cielo.
Cassian pasó un brazo por los hombros de Maya y
le dijo.
“Uzziel puede hacer lo que quiera, a mi no me
importa.”
“Veo que has cambiado, antes te escandalizabas

todo el tiempo cuando me veías sentarme en el
suelo.”
“Supongo que estar tantos años en la tierra de las

hadas cambian a cualquiera.”
Maya aunque hubiera sido un comentario sin

importancia, aquellas palabras alegraron el
corazón de Maya, se alegró de que Cassian
respetara que ella y su hijo también fuera parte
hada y que al igual que ella, anhelaba esa libertad.
Barto llegó antes de la cena, junto a su padre,

cuando Maya los vio, corrió a abrazarlos.
Ryan le dijo.
“Hola mi pequeña, no sabes cuanto me alegra
volver a verte.”
Ryan tomó el rostro de su hija, después de

observarla detenidamente le dijo.
“Te ves mucho mejor que la última vez que te vi,
eso prueba que has estado bien.”
“Ya no puedo ser sucesora debido a que me case

con Cassian, la reina hada ahora pasa de mi, a
veces es incluso amable.”
“Me alegra ver que todo ha salido bien. ¿Dónde

está mi nieto?”
Uzziel estaba escondido detrás de su padre. Maya

le hizo señas para que se acercara. Él se acercó
tímidamente, Maya lo tomo en brazos y le dijo.
“Uzziel, este es mi padre y tu abuelo.”
Uzziel le miró furtivamente, Ryan abrió sus brazos
y le dijo.
“Ven a darle un abrazo a tu abuelo.”
Maya pensó que sería imposible que Uzziel le

abrazara tan pronto, ya que era un niño tímido,
pero ese no fue el caso, él estiró sus brazos y se fue
con su abuelo. Maya estaba muy sorprendida.
“Uzziel suele ser tímido con los desconocidos, me
sorprende que deje que lo cargues.”
“Eso es por que no soy un desconocido, hay lazos

de sangre que nos unen, somos familia.”
Cassian se había quedado unos pasos atrás,

aunque se habían convertido en familia, Cassian
seguía sin sentirse parte de la familia de Maya.
Ryan se le quedó mirando y le dijo.
“¿Qué haces? ¿Por qué no te acercas?”
Cassian respondió.
“No quería interrumpirlos.”
“Ahora eres parte de esta familia, no
interrumpes.”
Cassian sonrió complacido al escuchar que su

suegro lo aceptaba.
“Y muchas gracias por cuidar de Maya todo este
tiempo, por estar siempre a su lado y por amarla.”
Capítulo 134
Promesas y mentiras
Los días fueron pasando tranquilamente, Abril y

Alessandro se sentían dichosos, porque por fin
podían estar reunidos con su hija. Ese día habían
hecho un picnic, ellos estaban en el jardín debajo
de un gran árbol, mientras veía a Lissana que les
sonreía alegremente y correteaba persiguiendo una
mariposa.
Alessandro abrazo a Abril y le dijo.

“En estos momentos soy muy feliz, me siento el
hombre mas feliz del mundo, ojalá esto durara
para siempre.”
Abril sentía que ya había vivido aquel momento,

de pronto las lágrimas rodaron por sus mejillas,
Alessandro muy nervioso le preguntó.
“¡¿Qué pasa Aby?!”
“¿Recuerdas el sueño que tuve antes de que

Lissana naciera?”
“En el que estábamos los tres y éramos felices.”
“Si.”
“Ese sueño, es este momento, no se que será de

nosotros, ni si podremos estar juntos en un futuro,
de aquí en adelante todo es incierto, ya no tengo
nada a lo cual aferrarme.”
“Aby, el futuro siempre es incierto, pero eso no

quiere decir que sea malo, trabajaremos para que
nuestro futuro sea bueno, para ser felices.”
Alessandro limpió las lágrimas de Abril y le dijo.
“No te preocupes por lo que vendrá, disfrutemos
el ahora, porque es lo que tenemos.”
Abril siempre había vivido el día a día, ella se

preguntó en qué momento había dejado de vivir un
día a la vez y se había obsesionado con su futuro,
ignorando así su presente. Ella miró a Lissana, su
preciosa hija, en el pasado ella no había tenido
nada que amar, ni nadie que la amara, pero en ese
momento tenía una familia, algo que nunca en su
vida pensó que podía tener.
“Tengo que dejar de ser tan egoísta.”
Pensó mientras su mirada pasaba de Lissana a
Alessandro.
“Tienes razón, por un momento perdí mi enfoque,
olvidando lo que verdaderamente importa, gracias
por recordármelo, Lessan.”
Alessandro le dio un suave beso en los labios y le

dijo.
“Se que todo esto es muy difícil, que a veces cuesta
ver más allá de los problemas, pero recuerda que
no hay mal que dure mil años.”
Lissana se acercó a ellos corriendo, al ver el rastro

de lágrimas en los ojos de su madre le preguntó.
“Mamá. ¿Por qué lloras? ¿Estás triste? ¿Te duele
algo?”
Abril abrió sus brazos para recibir a su pequeña, la

abrazó y le dijo.
“Claro que no, mis lágrimas son de felicidad, ya
que por fin puedo tenerte a mi lado y abrazarte
cada vez que lo desee, eso me hace inmensamente
feliz, tanto, que no puedo evitar que las lágrimas se
derramen.”
“Yo también estoy muy feliz de estar con mis
padres, aunque la tía Maya y el tío Cassian siempre
han estado conmigo, siempre sentí que me hacía
falta algo, Tarik y Uzziel siempre parecían muy
felices cuando estaban con sus padres, yo también
quería eso, también quería estar con mi familia.”
Abril le dio un beso en la frente y respondió.

“Lo siento mi niña, por no estar ahí para ti, por
perderme tus primeras palabras, tus primeros
pasos, por no levantarte cuando aprendías a
caminar por no arroparte por las noches, ni leerte
un cuento antes de dormir, por no estar ahí para
darte todo el amor que necesitabas.”
Alessandro se unió al abrazo y le dijo.

“Perdónanos por no verte crecer y perdernos esos
momentos tan invaluables de tu vida.”
Lissana no dijo nada, solo se quedó aferrada a los

brazos de sus padres, deseando no tener que
separarse nuevamente de sus padres.
____ ༼ ♡ ༽ ____
Tarik siempre iba al lugar donde se había abierto
el portal que había llevado al reino humano, él se
quedaba viendo fijamente ese lugar, deseando que
se abriera y ver nuevamente a Lissana, pero eso no
pasó, los días pasaron y él seguía sin saber nada de
su amiga.
Durante uno de sus entrenamientos, Tarik le

preguntó a su padre por el mundo humano y si
Lissana estaría bien, la respuesta de su padre, lo
dejo aun mas preocupado, no porque fuera un mal
lugar, sino porque temía que Lissana decidiera no
volver a la tierra de las hadas, tuvo miedo de que
ella lo olvidara y nunca mas volviera a verla.
El día del cumpleaños de Tarik, él se quedó todo el

día de pie frente aquel lugar esperando a Lissana
ya que ella le había prometido que regresaría para
su cumpleaños, pero el día se acabó y Lissana no
volvió.
Fay se acercó a su hijo y le preguntó.

“¿Que haces aquí Tarik?”
“Estoy esperando a Lissana, ella prometió que

estaría aquí para mi cumpleaños.”
Fay puso su mano en el pequeño hombro de su
hijo y le dijo.
“Ella no vendrá.”
“Si que lo hará, ella me lo prometió y yo le creo.”
“Tarik, no te aferres a la princesa Lissana, ambos

son de mundos completamente diferentes, algún
día el tiempo y la distancia los separará y solo
quedarán los recuerdos de una bonita amistad.”
Tarik retiró la mano de su padre y gritó.

“¡MIENTES! Lissana y yo no nos separaremos,
nosotros prometimos que siempre estaríamos
juntos.”
Fay se inclinó apoyando una rodilla en el suelo,

para quedar a la altura de su hijo.
“Tarik, las hadas no podemos mentir y lo sabes,
solo digo lo que es, no te digo esto porque quiera
herirte, si no al contrario, te digo esto porque no
quiero que salgas herido.”
Tarik empezó a llorar como un bebé y le dijo a su

papá.
“Lissana prometió que vendría, ella lo hará, ella
no me haría daño.”
Fay abrazo a su hijo.

“Las hadas no podemos mentir, siempre somos
transparentes, nuestras palabras son verdad, pero
no es lo mismo para los humanos, ellos mienten y
engañan constantemente, por eso sus promesas
carecen de valor.”
Fay le dio unas palmaditas en la espalda a su hijo
y dijo.
“Creí que una amistad entre ustedes sería buena
idea, pero creo que me equivoque.”
Aunque era más para sí mismo que para su hijo

quien parecía abatido.
Tarik se quedó en aquel jardín hasta que el día

acabó y las luces de la noche brillaron, se quedó
esperando aun cuando sabía que ella no llegaría y
que quizás nunca más lo haría.
Capítulo 135
Besos y caricias
Abril estaba contando un cuento para dormir a

Lissana, cuando esta le hizo una pregunta.
“Mamá. ¿Cuándo podré volver a la tierra de las
hadas?”
“¿Qué pasa cariño, acaso no quieres estar con

nosotros?”
Lissana negó con la cabeza.

“Es que pronto será el cumpleaños de Tarik y
prometí que estaría con él.”
“¿Y cuando es su cumpleaños?”
Lissana empezó a contar con sus dedos, habían

pasado diez días desde que había llegado al reino
humano, significaba que solo faltaban cuatro días
para el cumpleaños de Tarik.
“El cumpleaños de Tarik es a fin de mes, faltan
veinte días.”
El tiempo en la tierra de las hadas fluía de manera
diferente, aunque solo habían pasado diez días en
el reino humano, en la tierra de las hadas ya debía
de haber pasado un mes.
Abril dudó un momento si decírselo a Lissana o

no, pero al final decidió que lo mejor era decirle la
verdad.
“Lissana, el tiempo en la tierra de las hadas fluye
de manera diferente, aquí puede que solo hayan
pasado diez días, pero en la tierra de las hadas
quizás ya pasó un mes, así que puede que no
puedas cumplir tu promesa con tu amigo.”
“Entonces he roto mi promesa.”

Pregunto Lissana con los ojos vidriosos, no por el
simple hecho de no haber cumplido lo que había
prometido, si no por que Tarik debía de haber
estado muy triste al pensar que ella le había
olvidado.
Abril la rodeó con sus brazos y le dijo.

“No has roto tu promesa porque hayas querido,
estoy segura que si se lo explicas a tu amigo, él lo
entenderá.”
“Seguro que sí, pero el dolor, la tristeza que debió
sentir, es algo que no puede borrarse.”
“Mi niña es muy inteligente y sabe el dolor que

puede causar el no cumplir una promesa, lo herida
que debe sentirse la otra persona, aunque es
verdad que el dolor no puede borrarse, puedes
sanar ese dolor al pedir perdón, así que cuando
vuelvas a ver a Tarik, discúlpate con él.”
Lissana seguía sintiéndose mal, pero no dijo nada

más, ya que no quería que su madre pensara que
no quería estar con ella. Abril siguió abrazando a
su hija hasta que se quedó profundamente
dormida. Al ver que ya no se despertaría, le dio un
beso en la frente y le dijo.
“Buenas noches, mi bebé.”
Después volvió a su habitación, Alessandro acaba

de darse un baño, estaba envuelto en una bata con
el cabello aun húmedo.
Él se acercó, le dio un beso a su esposa y preguntó.
“¿Lissana ya duerme?”
“Sí, creí que vendrías a darle las buenas noches.”
“Tuve algunos problemas y no podía ir a verla sin
darme un baño antes.”
“¿Qué problemas?”
“Escuché que algunos pueblos estaban siendo

atacados por monstruos.”
“¡¿Qué?!”
“Tranquila, no es lo que piensas, no se trataba de

ningún monstruo, eran asesinos y ladrones que
usaban disfraces para cometer crímenes, ya me he
encargado de ellos.”
Abril sintió que volvía a respirar, al tener a

Lissana en el palacio la más mínima mención de
monstruos la alteraba.
“Gracias a Dios, pensé que era algún ataque de
Cira.”
“Todo está tranquilo de momento, así que no te

preocupes.”
“Es difícil no hacerlo, estos días hemos sido muy
felices, tanto que temo que solo sea un sueño y que
pueda despertar en cualquier momento.”
Alessandro rodeo la cintura de Abril y le dijo.

“Es verdad no sabemos cuando nuestros días
tranquilos llegarán a su fin, pero con más razón
debemos aprovechar estos momentos, disfrutar de
cada uno de ellos al máximo. ¿No lo crees?”
Alessandro se inclinó hacia ella, sus labios se

juntaron y se movieron al compás. Movieron sus
labios hacia arriba, hacia abajo, dando besos y más
besos. Besos cortos y largos que los dejaron con la
respiración entre cortada.
Alessandro la tomó en brazos y la llevó hasta la

cama y la depositó suavemente, le dio un beso
tierno que solo rozaba la piel suave de sus labios,
que casto se acerca reconociendo su aliento,
probando el sabor de su respiración, uno dulce que
se deja caer poco a poco, tomando todo el tiempo
del mundo para recorrer cada milímetro de su
boca.
Un beso seguido de otro más explorador y
provocativo, uno que se apropio de sus labios
como si fueran los suyos.
Abril le veía con ojos febriles y las mejillas

sonrojadas, aunque tenía años de estar casados,
ella seguía comportándose tímidamente en la
intimidad.
Alessandro volvió a besarla, saboreo sus labios, los

acaricio, dio pequeños mordisquitos a su boca
haciéndola estremecer. Su lengua recorrió sus
labios de lado a lado como quien prueba un
delicioso postre. Durante un instante se alejó un
poco para mirarle a los ojos y sonreírle
pícaramente y decirle.
“Mi hermosa esposa, no sabes cuanto te amo.”
Abril enredo sus manos sobre su nuca, acariciando

su cabello y antes de que sus labios volvieran a
juntarse le dijo.
“Lo se por que yo te amo de la misma manera.”
Mientras sus bocas se movían a un compás, sus

manos bajaron, sintiendo los firmes músculos de
su espalda, el roce de sus dedos hizo que el fuego
de la pasión ardiera fuertemente en él y empezó a
devorar su boca con un hambre voraz.
Desde que Lissana había llegado, ellos no habían

tenido tiempo para amarse, ya que toda su
atención y afecto iba dirigido hacia ella. Pero ese
día, sintieron la necesidad de decirse cuanto se
amaban, no solo con palabras si no con todo su
cuerpo, apreciarse el uno al otro con dulces
caricias que llegaran hasta el alma.
Alessandro susurro dulces palabras a su oído,

mientras recorría todo su cuerpo con sus manos,
palpando cada centímetro de su piel, palabras que
repetían una y otra vez, lo hermosa y maravillosa
que ella era y lo mucho que la amaba.
Capítulo 136
La pesada carga de gobernar
Lissana soñó esa noche con Tarik, en su sueño

pudo ver la tristeza reflejada en su rostro, ella se le
acercó y le dijo.
“Tarik, perdón por no haber cumplido con mi
promesa.”
“Te espere, pero no llegaste.”
Lissana abrazo a su amigo para consolarlo, le dijo.

“En verdad lo siento, yo no quería romper mi
promesa.”
“Supongo que ahora eres feliz con tu familia, y ya

no volveras.”
“Volvere, te lo prometi.”
“No tienes que volver si no quieres, porque se

cuanto has querido estar con tu familia, ahora
estás con ellos, sonríe y sé feliz Lissana, no tienes
que cumplir tu promesa.”
A la mañana siguiente, Lissana se despertó

llorando.
Abril iba abrir la puerta cuando escuchó el llanto

de su hija, ella abrió la puerta y al verla llorar se
acercó a ella, rodeándola con sus brazos le
preguntó.
“¿Qué pasa?”
“No volveré a ver a Tarik.”
“Por supuesto que si, por que dices eso.”
“Soñe con él, Tarik se despidio de mi, me dijo que

no volviera a la tierra de las hadas.”
“Solo fue un sueño mi niña, no llores.”
“Tarik se veía triste, está triste porque no cumplí

mi promesa.”
“Claro que no, no llores solo fue un sueño, hoy
hace un hermoso día. ¿Quieres desayunar en el
jardín? Invitemos a la Maya y a Uzziel. ¿Te parece
bien?”
Lissana asintió con la cabeza. Abril limpió el

rostro de su pequeña con una toalla húmeda y la
ayudó a vestirse, después ordenó a las sirvientas
que sirvieran el desayuno en el jardín. Mientras
preparaban todo Abril y Lissana fueron a invitar a
Maya y a Uzziel.
“Hoy desayunaremos en el jardín. ¿Quieren
unirse?”
“Por supuesto.”
“¿Y Cassian?”
“Está con su hermano, mencionó que quería ir a la

habitación de los guardianes, creo que quiere ver a
su madre.”
“Ya veo, también deberíamos pedirle a Kiara que

se nos una.”
“Ayer la vi muy cariñosa con mi hermano y por lo
que se, compartieron habitación, no creo que esos
dos se despierten antes del desayuno.”
“Entonces vamos, seremos solo nosotros.”
Uzziel se animó a caminar cuando vio a Lissana,

ellos caminaron tomados de las manos hasta llegar
al jardín, donde habían preparado una mesa con
comida.
Lissana y Uzziel comieron algo rápido y después

se fueron a jugar, aunque Lissana se veía algo
decaída.
“¿Qué le pasa a Lissana? Parece algo decaida.”
“Ha soñado con su amigo, dice que está triste

porque no ha cumplido su promesa de estar en su
cumpleaños, ahora cree que él la odia.”
“Ese niño la adora, la sigue como un pollito a

todas partes desde que eran bebés.”
“¿Tan bien se llevan?”
“Han crecido juntos y tienen la misma edad, es

normal que se lleven bien.”
“Espero que siga llevándose bien con ella cuando

regrese a la tierra de las hadas.”
“Él seguirá queriendola, pero no creo que su

amistad siga siendo la misma, el tiempo en la
tierra de las hadas fluye más rápido, cuando
volvamos quizás Tarik ya sea un adulto.”
“Eso hará que Lissana esté triste, porque cuando

ella vuelva, quizás su amigo haya desaparecido, ya
no será más el niño del cual ella se despidió.”
“Aunque no sea fácil, seguro lo superará.”
“Eso espero.”
Habían pasado dos días desde el cumpleaños de
Tarik. Desde aquel dia él se mostraba triste y
decaído.
La reina le estaba dando sus clases de sucesión,

pero al ver que no estaba mostrando interés alguno
por lo que ella decía, le preguntó.
“¿Qué pasa Tarik?”
“¿Lissana no volverá a la tierra de las hadas?”
“Seguro lo hará, aunque quizás tarde mucho en

volver.”
“Creo que no lo hará, ella es feliz en el reino

humano.”
“Lo hará, porque su reino está en guerra, cuando

empiece la batalla, sus padres la enviaran de vuelta
aquí, para protegerla.”
La expresión de tristeza desapareció del rostro de

Tarik y preguntó muy emocionado.
“Entonces. ¿Ella volverá pronto?”
“Quizás sea pronto para ella, pero no para
nosotros, el tiempo sigue fluyendo y no se detiene,
los años pasaran volando y tú crecerás, cuando ella
vuelva, quizás siga siendo la pequeña Lissana que
conoces, pero tu ya no serás un niño.”
“¿Que?”
“Si prestaras atención a tus clases lo sabías, te lo

he estado explicando, el tiempo aquí fluye de
manera diferente, lo que puede ser un mes en el
reino humano, para nosotros pueden ser meses o
incluso años, aunque a veces puede ser solo un día,
el flujo del tiempo lo manejo yo dependiendo de la
necesidad y cuando seas rey, tu lo haras.”
“Entonces puedes hacer que el tiempo no pase,

puedes hacer que no crezca hasta que Lissana
vuelva.”
“Podría, pero no lo haré.”
“¡¿Por qué no?!”
“¿Quieres que te diga por qué el tiempo aquí es
tán voluble?”
Tarik asintió con su cabeza.
“Es así para evitar enemigos, para proteger

nuestro reino, las hadas tenemos una larga vida,
pero no es así para los humanos, hubo un tiempo
en el que las hadas y los humanos vivieron en un
mismo reino, las hadas fuimos convertidas en
esclavos, fuimos sometidos y torturados por los
humanos, por eso cree la tierra de las hadas, llena
de maravillas y libertad, un mundo en el que
tenemos largas y pacíficas vidas, un mundo donde
no somos esclavos.”
“Pero todos obedecemos a su majestad la reina.”
“Eso es por que todo reino necesita un rey,

necesita algo que lo mantenga unido como un solo
pueblo, cuando te conviertas en rey, tú te
encargaras de mantener a nuestro pueblo unido,
pero para que eso suceda debes crecer y
convertirte en un hombre, por que los niños
piensan como niños y actuan como niños, mas los
hombres piensan como hombres y actúan como
hombres, un rey necesita una mente fuerte.”
La reina acarició el cabello de Tarik y le dijo.
“Debes crecer para ser rey.”
Tarik seguía dudando, por que seguía queriendo

estar con Lissana.
“Lissana es princesa en su propio reino, algún día
ella será reina y llevará la pesada carga de
gobernar sobre sus hombros, tu eres principe aqui
y llevaras la pesada carga de gobernar, si es que
decides tomarla, pero sin importar lo que hagas,
nunca podrás estar con esa humana, porque tu y
ella son de mundos diferentes, no solo la distancia
los separa, el tiempo también juega un papel
importante. ¿Que quieres hacer Tarik?”
“No lo sé.”
Capítulo 137
No quiero ser tu amigo
Kiara apareció en el jardín cuando Abril y Maya

estaban terminando de desayunar. Ella tomó una
magdalena y les dijo.
“Te he estado buscando por todas partes.”
“¿Necesitas algo?”
“Es sobre tu hija, ahora que su poder está estable,

creo que deberías quitarle los limitadores y
enseñarle cómo manejar su magia.”
Abril miró a su hija quien jugaba con Uzziel, cerca

de ella y dijo.
“¿Crees que ya es el momento?”
“Si, ese es el momento correcto, estamos en

guerra, así que lo mejor es que la niña sepa como
defenderse, además no sabemos cuánto tiempo
estará con nosotros.”
“¿Quieres hacerlo ahora?”
“Si, solo deja que se lo diga.”

Abril se acercó a Lissana. Maya llamó a Uzziel,
para que les dejara hablar tranquilamente.
“Lissana, hoy empezaré a enseñarte cómo usar tu
magia. ¿Quieres hacerlo?”
Le dijo Abril con una sonrisa.
“Por supuesto, se supone que tengo mucha magia,

pero nunca he sabido cómo usarla.”
“Mientras estés con nosotros, te enseñaremos a

usar tu magia correctamente, ya que puedes usar
varios tipos de magia.”
Lissana se emocionó mucho con la idea de

aprender a controlar su magia. Sobre todo porque
queria mostrarle a Tarik de lo era capaz de hacer
cuando volviera.
“¿Cuando empezaremos?”
“Lo haremos ahora, Kiara nos ayudará.”
Abril le hizo señas a Kiara para que se acercara.
Cuando ella llegó miro fijamente a Lissana y le dijo
a Abrll.
“Quita los limitadores, cuando lo hagas su magia
saldrá como un torrente, si es necesario anulare su
magia, aunque eso la pondrá a dormir.”
“De acuerdo.”
Lissana empezó a sentirse un poco nerviosa, Abril

acaricio su cabeza y le dijo.
“No pasa nada cariño, todo estará bien.”
Abril se concentró y tocó las orejas de Lissana y
retiró los pendientes que limitaban su poder.
Lissana sintió como si una fuerza corriera por

todo su cuerpo, el viento empezó a arremolinarse a
su alrededor.
Abril intentó detenerla, pero ella parecía no

escuchar, fue entonces cuando Kiara usó su poder
para anular la magia de Lissana, la niña se quedó
dormida.
“Por suerte la magia que mostró era de viento, su
poder necesita estabilizarse, así que deja que
duerma todo lo que quiera”
“Si.”
Abril tomó a Lissana en brazos y la llevó a su

habitación, ella durmió todo el día, pero al día
siguiente ella se veia bien, asi que Abril empezó a
enseñarle cómo controlar su magia, como ella
poseía varios tipos de magia, empezó por enseñarle
a controlar la magia de luz ya que era con la que
mejor se manejaba. Lissana era una niña muy
inteligente y con una buena memoria al igual que
la de su madre, así que no tardó en aprender lo que
se le enseñaba.
Al mantenerse ocupada, Lissana dejó de pensar en

aquel sueño que había tenido con Tarik, ella se
esforzaba por aprender deseando sorprender a
Tarik cuando lo viera.
Los días fueron pasando en completa paz,

mientras Lissana aprendía a controlar su magia de
luz, de fuego e incluso su magia de aire, la cual se
convirtió en su favorita cuando su padre le mostró
que si tenía un buen control de su magia de aire,
podría volar.
____ ༼ ♡ ༽ ____
Tarik fue llamado al salón de la reina, ese dia no

tenia ninguna lección con ella, asi que se preguntó
para qué lo habían mandado a llamar.
Al entrar Tarik vio a una niña de cabello azul y

ojos azules, junto a la reina.
“Hola su majestad. ¿Me mandó a llamar?”
“Si, no se si la conoces, ella es Ela y será tu

compañera y tu amiga.”
La niña hada hizo una reverencia y saludo a Tarik.

“Saludos príncipe Tarik.”
“Mi amiga es Lissana, no quiero tener otra amiga.”
“Y podrá seguir siendo tu amiga, pero Ela será tu

amiga también y tu compañera, ya que necesitarás
a alguien que te ayude cuando seas grande, alguien
que siempre esté a tu lado y te apoye.”
“Las pixies dicen que solo se puede tener una
amiga, una compañera, Lissana es mi amiga y
compañera no aceptare a nadie más como mi
amiga.”
“Tarik, creo que estas confundiendo las cosas,

puedes tener más de una amiga y más de una
compañera, ya que las compañeras son personas
que comparte con otra u otras la estancia en un
lugar, los estudios, un trabajo o la práctica de otra
actividad, es una persona con la que se comparten
ideas, dudas o preocupaciones.”
“Pero amiga y compañera es la persona con la que

te casas cuando eres mayor.”
La reina hada se sintió un tanto molesta.

“No se quien te haya dicho eso, pero no es verdad
o por lo menos no del todo.”
“Pero..”
“Ela puede ser tu amiga, alguien que te apoye y te

da un consejo cuando lo necesitas, mientras vayas
creciendo Ela será tu amiga y compañera.”
Ela se acercó a Tatik y le dijo.
“Yo seré una buena amiga y compañera para su
majestad el principe, asi que no me rechace por
favor.”
La reina hada le dijo.

“Tarik, ya lo hablamos antes, no puedes aferrarte
a la princesa Lissana, dale una oportunidad a Ela
de ser tu amiga.”
Tarik parecía molesto y no respondió.
“Tarik. ¿Lo intentaras?”
“Si.”
Respondió Tarik de mala gana.
“Deberian salir a dar un paseo y conocerse mejor

ya que a partir de mañana, todas sus clases serán
conjuntas.”
Tarik asintió y salió del salón de la reina. Ela fue

detrás de él, cuando se hubieron alejado lo
suficiente Tarik se detuvo de golpe y le dijo.
“Yo nunca seré tu amigo, mi única amiga es
Lissana, siempre ha sido así y siempre lo será.”
“Y si es así. ¿Por qué ella no está aqui?”
“Ella está con su familia en estos momentos, pero

estoy seguro de que volverá, por eso no puedo ser
tu amigo, no puedo, ni quiero remplazar a Lissana
contigo.”
Capítulo 138
La verdad sobre los guardianes
Liona se quedó mirando la caverna de alto techo a

la cual Cira la había llevado, esa parecía ser
diferente a todos los lugares en los que habían
estado, la iluminación era muy tenue y daba la
impresión de ser un inmenso espacio que se perdía
en la oscuridad.
Una bola de fuego apareció en la mano de Cira e

iluminó el espacio, y Liona ahogó un grito.
Ante ellas había una enorme figura hecha de

huesos y cráneos con una capa cubriendo lo que
debía ser un rostro, con una especie de aro de
hierro negro detrás de él.
También había una mesa de piedra. Se alzaba

hasta la altura del pecho, áspera e irregular.
Parecía haber sido tallada en lava. Un amplio
círculo tallado en el suelo la rodeaba.
Sobre la mesa estaba el esqueleto de una persona,

con los tobillos y las muñecas sujetas con cadenas
fijadas con unos aros de hierro a las patas de
piedra de la mesa. Un cuenco de metal, salpicado
con inquietantes marcas se hallaba a la altura de lo
que debió haber sido su corazón. Con un cuchillo
negro clavada en el pecho.
Liona miró a su alrededor, habían más esqueletos

con las manos y pies sujetos a las paredes. Liona
había visto muchos monstruos y muchos horrores,
pero ninguna de esas cosas le provocaron temor,
pero al estar en esa cueva, sentía que todo su
cuerpo le gritaba que corriera, que huyera de ese
lugar.
“¿Qué es este lugar princes?”
“Este era un altar que se usó para adorar a la

oscuridad, para adorar al rey oscuro.”
“¿El rey oscuro?”
“Si, por eso abriremos las puertas del Hades, para

dejarle entrar y que él transforme este mundo,
para que erradique de la faz de la tierra, a todos
nuestros enemigos y ser libres por fin, pero para
hacer eso necesito las llaves para abrir las puertas
del Hades, pero este cuerpo no puede soportar su
poder letal, por eso necesito encontrar una manera
de fortalecerlo y poder tomar la llave que me hace
falta.”
“Pero la otra llave la tiene la princesa Abril.”
“Ellos solo la están cuidando, cuando pueda

alcanzar la llave que está en esa cueva, iré a tomar
la llave que ella tiene.”
Cira empezó a caminar, Liona la siguió, ya que

aquel lugar hacía que se le pusiera la piel de
gallina.
“Por favor su majestad, no me deje atrás.”
“¿Acaso tienes miedo?”
“No, solo no quiero perderme, este lugar parece

ser muy grande.”
Cira ignoró la respuesta de Liona y siguió

caminando, por un largo pasillo, el cual era
iluminado por su fuego, hasta llegar a una sala
amplia con varias estanterías llenas de libros.”
“¿Es una biblioteca?”
„Si, en este lugar hay un libro que puede
responder cualquier cosa que le preguntes, pero
primero hay que encontrarlo, así que empieza
abrir libros y preguntale como tomar la llave con
un cuerpo mortal.”
En aquel lugar habian miles de libros, Liona se

sintió abrumada.
“¿Tenemos que buscar en todos?”
“Así es, así que deja de perder el tiempo y empieza

a buscar y recuerda hacer la pregunta que te he
dicho, ya que sólo puedes hacerle una pregunta,
luego el libro desaparecerá.”
“¿Y si alguien ya lo uso?”
“El libro sigue aquí, nadie lo ha usado asi que

empieza a buscarlo.”
“Si princesa.”
Alessandro llevaba un tiempo entrando en la

habitación de los guardianes, para hablar con el
primer guardián, pero el seguía diciéndole que no
hablaría con él hasta que dijera su nombre. Asi que
decidió decir nombres al azar hasta dar con su
nombre.
“Tomas, Saul, Barto, Ulises, Frederik.”
“¿Qué crees que estás haciendo, niñato? ”
“No se tu nombre y al parecer ninguno de los otros

guardianes lo sabe, asi que decidi decir nombres al
azar, para adivinar cual es tu nombre.”
“Eso solo hace que me sienta aún más ofendido.”
“Entonces dime lo que quiero saber y dejaré de

molestarte.”
“No quiero.”
„Entonces seguiré viniendo hasta que me lo digas,

aunque quizás la próxima vez venga mi hermano
Cassian ya que no puedo estar todo el tiempo en
esta habitación.”
“¿Que?”
Alessandro vio que el nombre de Cassian llamaba
la atención del primer guardián.
“Espera. ¿Acaso tu nombre es Cassian?”
“No, aunque se parece.”
“Hum… ¿Castiel?”
El primer guardián se veía emocionado, como si

estuviera apunto de decir su nombre. Asi que
Alessandro empezó a decir nombres que se
parecieren al de su hermano hasta que adivino el
nombre del primer guardián.
“Cassiel.”
El rostro del primer guardián se iluminó al

escuchar su nombre y una lágrima rodó por su
pálida mejilla.
“Hacía mucho que nadie me llamaba por mi
nombre.”
“Eso es por que no se lo dijiste a nadie.”
“No es eso, todos sabían mi nombre, se los repetía

una y otra vez, pero ninguno lo recordaba, como si
negaran mi existencia y solo recordaran lo que
había hecho y no quien era, supongo que ese es mi
castigo.”
Alessandro no tenia la menor idea de lo que estaba

hablando Cassiel, pero en realidad eso no era lo
que le interesaba, asi que lo ignoró.
“Ya he dicho tu nombre, ahora cuéntame toda la

historia de los guardianes y el Hades, cuéntame.
¿Quien eres realmente?"
“Hace mucho que no cuento mi historia.”

Cassiel se quedó mirando hacia la distancia como
si viera lo que había más allá de aquellas paredes.
“Mi historia y la del rey oscuro es parecida, ya que
ambos fuimos expulsados del cielo, por
desobedecer a Dios.”
“¡¿Qué?!”
“El señor oscuro ha tenido muchos nombres a lo

largo del tiempo y de los mundos, Satanás el
príncipe de los demonios y el rey oscuro, pero el
nombre que tenía como ángel, era Lucifer, cuando
caminó sobre el monte santo de Dios y fue ungido
para servir a Dios como miembro del querubín
guardián, entre el rango más alto de ángeles en el
ejército santo de Dios, solo superado por los
serafines, él fue el más cercano a Dios; pero su
corazón se enorgulleció a causa de su hermosura, y
se corrompió su sabiduría a causa de su esplendor.
Él quiso ser igual a Dios y se reveló así contra él
cielo; Lucifer fue arrojado del cielo junto a sus
seguidores, fue ahí cuando se dio cuenta de que no
tenía el poder para quitarle directamente el trono a
Dios. En cambio, Lucifer fijó su mirada en
dominar lo que él más amaba, la humanidad, su
preciosa creación, por eso el domina cada mundo y
destruye todo lo que toca.”
“¡¿Entonces tú también eres un ángel?!”
“Lo fui hace mucho tiempo, pero en comparacion

a mi hermano, mi castigo no fue por rebelión, no
fue porque me negará a inclinarme ante la
humanidad, sino porque no podía amarla más que
a mi padre, fui castigado por esto profundamente;
expulsado del cielo y obligado a vivir en la tierra.”
“Antes dijiste que él había conquistado muchos

mundos.”
“Existe más de un mundo, ya que cada vez que el
rey oscuro consumía un mundo, Dios creaba uno
nuevo en el cual habitaba la humanidad, y algunos
de los habitantes de otros mundos, como las hadas,
los magos y los elfo; aunque nunca ame a la
humanidad, ya estaba cansado de ver cómo
destruía lo que mi padre tanto amaba, asi que le
encerré robando las llaves del Hades, impidiéndole
que entrara a este mundo, pero perdí casi todo mi
poder divino al hacerlo y me convertí en humano,
por eso aunque perdí mi cuerpo físico, no puedo
morir, ni tampoco mi descendencia, es por eso que
todos los guardianes habitamos entre este mundo
y el otro; somos los encargados de vigilar al rey
oscuro, por eso los guardianes somos los únicos
que pueden tocar las llaves del Hades, al igual que
las puertas, sin ser corrompidos por la oscuridad.”
Alessandro se había imaginado que escucharía

una historia loca, pero nunca se imaginó una
historia como esa.
“¿Por qué los demás guardianes no saben que son
descendientes de un ángel?”
“Eso es por que decidi que fuera de esa manera,
para que no se sintieran superiores a los humanos,
ni a ninguna de las otras razas, es por eso que
ningún otro guardián sabe lo que era realmente,
ahora que tu lo sabes, tendrás que cargar con esta
pesada carga.”
Capítulo 139
El libro oscuro
Cuando Alessandro salió de la habitación de los

guardianes, se sintió impactado por la historia que
acababa de escuchar y extraño al saber que su
linaje era aún más antiguo de lo que había
pensado, era descendiente de un ángel.
Eso sin duda alguna jamás se le podría haber

cruzado por la cabeza, su lucha era contra algo más
poderoso de lo que él había creído.
Él rascó su cabeza y se preguntó qué debía hacer y

si tenían alguna oportunidad para vencer al rey
oscuro.
“Esto será un gran problema.”
Cassian le estaba esperando en la entrada, al verlo

tan confundido le preguntó.
“¿Qué pasa Lessan?”
Alessandro se quedó mirando a su hermano, por

un momento dudo si contarle o no lo que el primer
guardián le había dicho, pero al final decidió no
hacerlo, no quería que su hermano se sintiera igual
de confundido que él y preocupado que él, no
quería poner una carga innecesaria sobre sus
hombros.
“No pasa nada, solo estoy un poco cansado.”
“¿Cansado? ¡Pero si estoy haciendo todo tu

trabajo!”
“Has tenido años de descanso. ¡Deja que yo me

tomé un respiro!”
“Estuve hablando con Barto, todo parece estar

muy tranquilo en el reino, no han habido más
ataques de monstruos.”
“Si, pero me temo que esta paz solo es temporal.”
“El silencio de Cira no puede ser algo bueno.”
“Yo pienso igual que tu.”
Alessandro había estado un largo rato en la

habitación de los guardianes y ya era de noche.
“Ya es tarde, iré darle las buenas noches a
Lissana.”
“Quizás ya esté durmiendo.”
“Aun así, quiero ver su rostro ya que quizás dentro

de poco no pueda hacerlo.”
“Es tu única hija y no has podido verla crecer, no

debe haber sido fácil para ti.”
“No, no lo fue, sobre todo por que su crecimiento

ha sido tan acelerado, en unos meses creció lo que
tardaría años, años en los que no ha tenido a sus
padres, aunque por suerte los tuvo a ustedes,
gracias por cuidar de mi hija Cassian.”
“Ella es mi sobrina, el cuidarla no ha sido ningún

problema para mi.”
“Aun así, gracias.”
Alessandro se despidió de su hermano y fue a ver

a Lissana.
Ella ya se había quedado dormida y Abril junto a
ella, el se quedó mirándolas un momento, las dos
lucían como ángeles durmiendo y eso le recordó lo
que había dicho Cassiel sobre su descendencia. Él
había insistido en conocer la verdad, pero se dio
cuenta que eso había cambiado su vida y la manera
de ver las cosas por completo.
Alessandro se tumbó en la cama al lado de

Lissana, viendo su hermosa familia. Rogó al Dios
de los cielos, que les ayudara a ganar esa batalla,
que no permitiera que su mundo fuera destruido
por la oscuridad. Que todo cuanto amaba,
desapareciera.
Al día siguiente, Alessandro pasó todo el día con

Lissana, enseñándole a controlar su viento,
preparándola para un futuro que era incierto para
todos.
____ ༼ ♡ ༽ ____
Dos meses después.
Liona estaba cansada de estar en aquella
habitación carente de luz,
cansada de buscar un libro que quizás no existía.
Ella había seguido a Cira porque quería poder,
quería vengarse de Abril y hacerla sufrir, verla
arrastrándose por el suelo suplicando clemencia.
Pero hasta el momento lo único que había hecho

era seguir como un perrito faldera a Cira, esperar
entre las sombras que ella diera alguna orden.
Ella estaba pensando en dejar a Cira e ir en busca

de su venganza, cuando Cira dijo.
“¡Lo encontré!”
Liona se apresuró a llegar donde estaba Cira y le

preguntó.
“¿Ha encontrado el libro?”
“Si, sabía que estaba aquí, el libro oscuro, que te

da la respuesta a cualquier pregunta.”
El libro que Cira tenía en su mano estaba forrado

con cuero negro, era grueso y tenia una especie de
cerradura con forma de serpiente, y un enorme ojo
en el forro, el cual se veia sumamente grotesco.
Liona agradeció no ser ella quien lo encontrara, ya
que no se creía capaz de tocarlo, el solo verlo le
provocaba repulsión.
Aunque en realidad todos los libros de ese lugar

eran escalofriantes, ella nunca podría olvidar los
horrores que había escrito en aquellas páginas.
“Está cerrado, parece que necesita una llave.”
Cira pasó su mano por el lomo del libro, lo

examinó por unos segundos, en la parte de atrás
del libro había unas letras que decian.
{'Solo el derramamiento de sangre despeja el
camino y abre cualquier puerta.'}
“No es una llave lo que este libro necesita, si no

sangre fresca.”
Cira miró a Liona con una sonrisa malévola

dibujada en su rostro. Liona retrocedió
instintivamente, preguntándose si ese seria su
final, pero en eso Cira mordió su muñeca
rompiendo la piel, la sangre salió y ella la derramó
sobre la cerradura, la cual empezó a moverse y a
sisear, cuando el libro dejó de estar bloqueado, el
ojo en el forro se abrió, miró a Cira y después ella
abrió el libro.
Cira hizo su pregunta.

“¿Cómo puedo tomar la llave con un cuerpo
mortal?”
Un rayo de luz negra salió de las páginas del libro.

Disparado hacia el techo oscuro, rompiendo la
piedra, creando un gran estruendo que resonó por
la caverna, como un gran zumbido.
Aquel lugar se estaba derrumbando, pero Cira

seguía sosteniendo el libro, la luz negra seguía
saliendo de las páginas. Cira lo veia atentamente
como si estuviera leyendo algo.
“¡Este lugar se está derrumibando princesa,

debemos salir de aquí!”
Cira parecía no escuchar, Liona quería huir, pero

no sabia donde estaba la salida, ella siguió
llamando a Cira desesperada hasta que él libró en
las manos de Cira se convirtió en cenizas.
Entonces ella reaccionó, se acercó como un rayo
hacia ella, sombras oscuras rodearon sus cuerpos y
en un momento se encontraron fuera de la
caverna, la cual se empezó se derrumbó por
completo.
“¿Pudo obtener lo que quería?”
“Sí, ya sé como obtener la llave del Hades, pero

hay algo que necesito encontrar antes de tomarla,
necesito sangre de ángel.”
Los ángeles eran seres celestiales en los cuales

Liona nunca había creído, ella se preguntó si es
que Cira por fin había perdido la cordura buscando
algo que era imposible de encontrar, pero como no
podía decírselo directamente, le preguntó.
“¿Y sabe dónde buscar?”
“Si, así que vamos, no perdamos más el tiempo.”
Capítulo 140
Un amor inmerecido
Alessandro iba a tomar un sorbo de vino de su

copa cuando un temblor comenzó a sacudir todo a
su alrededor, las copas se dieron vuelta, algunos
cuadros se cayeron y unos jarrones se dieron
vuelta y se rompieron.
"¿Qué está pasando?”

Preguntaron todos desconcertados ya que no
sabian qué era lo que estaba pasando.
Cuando todo volvió a quedar tranquilo,

Alessandro les preguntó a todos si estaban bien.
Los niños estaban asustados y Cassian tenia vino

sobre su camisa, pero ninguno estaba herido, asi
que asintieron.
Cassian dijo.
“Parece que todos estamos bien.”
Alessandro se apresuró hacia el balcón para ver
qué habia pasado.
Kiara le preguntó a Abril.

“¿Lo has sentido?”
“Si.”
Aunque no estaba cerca, Abril pudo sentir como

algo oscuro había y malévolo había provocado
aquel temblor.
Alessandro volvió a entrar y les dijo.

“Las barreras están intactas, no creo que sea un
ataque de fuera.”
“Debió ser dentro de las barreras, pero parece ser

un ataque de Cira, pude sentir algo oscuro y
malévolo, al norte.”
Dijo Abril. Kiara la secundo.

“Yo también lo pude sentir, aunque parece haber
desaparecido, fue como si dejaran salir algo, que
encierra un gran poder, aunque ya no se siente.”
Alessandro miró a Lissana, Abril supo que era lo
que estaba pensando sin que dijera una palabra.
Debían enviar de regreso a Lissana a la tierra de

las Hadas. Pero no era algo que quería hacer
inmediatamente, así que se centró en su reino, ya
que ese temblor debía de haber causado problemas
en la ciudad.
“Aby, quédate con Lissana, yo debo ir a ver cómo

está todo por la ciudad y si necesitan ayuda, el
temblor pudo haber causado problemas.”
“De acuerdo, ten cuidado.”
Kiara le dijo.
“Deja que te acompañe, si hay heridos seré de
gran ayuda.”
Cassian dijo.
“Yo también iré con ustedes.”
Cassian miró a Maya y le dijo.

“Cuida de Uzziel.”
“Si.”
Alessandro organizó rápidamente a los caballeros

y a los soldados, después se dirigieron a la ciudad.
El temblor no habia sido tan fuerte como para
derribar las casas, pero algunos animales se habian
asustado y armado un gran alboroto, los heridos
eran personas que habían caído o que en el
momento del temblor se encontraban en lugares
peligrosos, donde carleles de madera habian caido
o personas que habían sido arrastradas por la
multitud y habian caídoal suelo.
Ellos estuvieron todo el día ayudando en la

ciudad, cuando llegó la noche, Alessandro volvió al
palacio junto a Cassian, mientras caminaban por
los pasillos, Cassian le preguntó.
“¿Qué piensas hacer con Lissana? ¿La enviarás de
vuelta a la tierra de las hadas?”
“No lo se, es algo que debo consultarlo con Aby,

aunque si te soy sincero, creo que lo mejor será que
vuelva, tengo miedo de que nos ataquen cuando
ella este aquí. ¿Y tu que haras?”
“Me quedaré aquí un poco más para ayudarte en
lo que pueda, pero si te soy sincero me gustaria
que Maya y Uzziel regresen a la tierra de las
hadas.”
Alessandro dio un largo suspiro y le dijo.

“No tienes por que quedarte, Barto se quedará en
el palacio mientras Kiara este aqui y es un buen
guerrero, supongo que es por que es mitad hada.”
“En pocas palabras es mi reemplazó.”
“Algo así, le he pedido que se una a nuestros

caballeros, pero sigue negándose, dice que prefiere
ser el lider del gremio de información.”
"¿En verdad no quieres que me quede?”
“No quiero que te separes de tu familia, ademas, si

estas con Lissana, estoy más tranquilo, la pelea
principal seguro tendrá lugar aquí, pero en
realidad no hay ningún lugar seguro, ademas me
gustaria que hablaras con la reina hada y le pidas
su colaboración, ya que cuando la guerra empiece,
seguro lo necesitaremos, también he pensado en
pedir ayuda a los otros reinos.”
“¿Crees que los demás querrán ser parte de esto?”
“La guerra que se avecina, no será solo contra

nuestro reino, si no contra el mundo entero, si
queremos vencer, tenemos que estar unidos y
marchar todos bajo un solo estandarte.”
“Supongo que no es una guerra que podamos

ganar solos.”
Alessandro pasó su brazo por el cuello de su

hermano y le dijo.
“Disfruta un poco más de tu vida en la utopía de la
tierra de las hadas, pero no descuides tu
entrenamiento.”
“Nunca lo hago, y aunque quisiera Maya no me lo

permitiría, aunque se vea tranquila,. es muy
competitiva, siempre estamos entrenando.”
“Supongo que el ser madre no cambió eso.”
“Eso solo lo empeoro, entrena aún más, dice que
debe ser fuerte por Uzziel, para poder protegerlo.”
“Por cierto, nunca he visto a Maya usar magia.

¿Tiene algún poder?”
“Eso es por que no sabe controlarla muy bien, la

reina hada le está enseñando a controlarla, aunque
Maya tuvo que rogarle para que lo hiciera.”
“¿Que tipo de magia usa?”
“Si te soy sincero no sé muy bien cómo explicar el

tipo de magia que usa, es rara, al parecer es algo
heredó por parte de las hadas, pero ella es más de
cuchillos y espadas.”
“Si creo que eso le pega mas.”
“Aunque no creo que le gane a Aby, su poder es

abrumador, y pensar que el rey Venobich la
desprecio por no tener magia.”
“Aunque fue gracias a eso que pude casarme con

ella, el rey Venobich la mandó aquí para morir al
pensar que su hija era una inútil, alguien a quien
podía desechar, en ese entonces yo estaba lleno de
rencor y odio, varias veces pensé en matarla.”
“Y qué bien que no lo hiciste, ahora es la mujer de

tu vida.”
“Si, me alegra no haberme dejado llevar por el

dolor y el odio.”
Cuando pasaron frente a la habitación de Cassian,

ambos se detuvieron. Antes de que Alessandro se
fuera Cassian le dijo.
“Lessan. ¿Aun sigues culpándote por lo que le
pasó a nuestros hermanos?”
“¿A que viene esa pregunta?”
“Contesta. ¿Aún sigues pensando que fue tu

culpa?”
“Aunque haya pasado el tiempo, creo que hay

cosas que nunca podré olvidar y tampoco podré
dejar de sentirme culpable, si yo no hubiera sido
tan inmaduro e infantil, quizás nuestros hermanos
estarían aquí.”
Alessandro empezó a alejarse y le dijo.
“Buenas noches Cassian.”
Cassian le dijo.
“Lessan..”
Alessandro se detuvo por un momento, para

escuchar lo que tenía que decir su hermano.
“No fue tu culpa que el rey Venobich los matara.”
Alessandro no dijo nada y se fue.
Él fue a su habitación, cuando entró vio a Abril y a

Lissana durmiendo abrazadas. Él se sentó en el
borde de la cama, él quitó un mechón de pelo del
rostro de Aby y se lo colocó detrás de la oreja.
Hacía mucho que Alessandro no recordaba el
pasado y eso era por que todo aquello solo le traía
dolor. Cuando sus hermanos murieron, Alessandro
vivió en un infierno, Abril lo había salvado, aun
cuando ella no lo supiera, ya que era algo de lo cual
él nunca hablaba.
Alessandro beso la frente de Abril y le dijo en
apenas un susurro.
“Gracias por salvarme y darme la paz que tanto
necesitaba, por darme tu amor, aun cuando no lo
merecía.”
Capítulo 141
Un lugar lejos de la batalla
Al dia siguiente cuando Abril despertó y vio a

Alessandro que dormía a su lado, rodeándola con
sus brazos, se preguntó a qué hora había llegado y
como había ido todo en la ciudad.
Ella se sentía algo culpable, ya que como reina su

obligación era mirar por la gente de su reino, pero
ella se había quedado en el palacio a cuidar de su
hija.
Lissana estaba acurrucada a su lado, ella acarició

su cabello castaño y pasó por un dedo por su
rostro, era una niña muy bonita, la cual tenía un
gran parecido con su padre.
Abril abrazó a su pequeña, al moverse Alessandro

se despertó y la rodeo aún más con sus brazos, los
cuales abarcaron a Lissana también. Abril quedó
en medio de ellos.
Ella no sabía si moverse o despertar a Alessandro,
ya que las estaba apretando con demasiada fuerza.
Pero Alessandro se despertó por su cuenta.
“Buenos días, Aby.”
“Buenos días, Lessan. ¿Cómo está la ciudad?

¿Hubo muchos heridos?”
“Si, pero no eran heridos de gravedad, Kiara se

encargó de ellos.”
Abril dio un suspiro de alivio y le dijo.

“Gracias a Dios, Lissana estaba algo nerviosa, por
eso la traje a nuestra habitación.”
“Hiciste bien.”
“¿No había monstruos?”
“No, no había ni rastro de la oscuridad.”
Abril miro a Lissana, preocupada del siguiente

movimiento que Cira fuera a realizar.
Alessandro le dijo.
“Creo que deberíamos enviar de regreso a
Lissana.”
“¿Crees que sea el momento?”
“No lo se, pero me da miedo esperar y que ella

salga herida y creo que tu sientes lo mismo,
aunque he pensado que podrías irte con ella unos
días, si los monstruos vuelven a atacar te pediré
que vuelvas.”
“No quiero dejarte solo.”
“Para mi solo será un corto tiempo.”

Alessandro miró a su hija, hecha una bolita, se
veía sumamente pequeña en aquella gran cama.
“Pero para Lissana pueden ser meses o incluso
años, no quiero que siga creciendo sin sus padres,
aunque sea quiero que uno de nosotros esté con
ella mientras se pueda.
“Supongo que tienes razón, tampoco quiero volver

a separarme de Lissana, ella aun es muy pequeña.”
“Además, quiero que sigas enseñándole a

controlar su magia, porque quizás llegue un
momento en el que tenga que pelear para salvar su
propia vida.”
Abril acarició el cabello castaño de Lissana y dijo.

“No quisiera que crezca tan rápido, pero creo que
eso es lo mejor para ella, crecer y dejar de ser una
niña.”
“No importa cuánto crezca, ella nunca dejará de

ser nuestra niña, nuestra bebé.”
“Soñamos con tener una familia feliz, con muchos

hijos, pero parece que no será así.”
“¿Tienes miedo de que si tenemos otro hijo, tenga

el mismo problema que tuvo Lissana con su
magia?”
Abril nunca lo había hablado con Alessandro, pero

era así, por eso ella había estado tomando tónicos
anticonceptivos, para no quedar embarazada,
aunque también se debía, ya que esos eran tiempos
oscuros, no era el mejor momento para estar en
cinta, en parte por eso Maya se había quedado en
la tierra de las hadas, porque quería dar a luza su
hijo con seguridad.
“Si te soy sincera, me da miedo que el destino de
nuestros hijos sea crecer lejos de nosotros.”
Alessandro la abrazó y le dijo.

“Ahora sabemos más de nuestras líneas de sangre,
la próxima vez será diferente.”
Aunque Alessandro decía eso, Abril no podía

creerlo.
Lissana se despertó, ella se sentó en la cama, al

abrir sus ojitos lo primero que vio fue a sus padres
que le veían fijamente y ella se preguntó si aún
seguía soñando o si era real, aquella pregunta solía
hacérsela con frecuencia, había estado tanto
tiempo lejos de sus padres que cada dia junto a
ellos era como un sueño, un dulce sueño del cual
no quería despertar.
Una hermosa sonrisa se dibujó en su rostro

cuando la cálida mano de su madre acarició su
mejilla y le dijo.
“Buenos días, mi pequeña dormilona.”
Lissana abrazo a su madre y le dijo.
“Buenos días, mamá.”
Alessandro se sintió excluido.

“¿No hay un buenos dias para tu padre?”
“Buenos días, papá.”

Dijo Lissana y le dio un abrazo a su padre, feliz al
sentir la calidez de sus cuerpos, ya que le
confirmaban que no se trataba de un sueño, que
eran reales.
Alessandro empezó a hacerle cosquillas, la

animada risa de Lissana inundó la habitación y el
corazón de sus abatidos padres.
Alessandro deseaba quedarse jugando con su

preciosa hija, deseaba seguir escuchando su jovial
risa que hacía desaparecer sus preocupaciones,
pero aun tenía muchos asuntos pendientes que
atender.
Alessandro le dio un beso en la frente a Lissana y

le dijo.
“Te quiero mucho peque.”
“Yo también te quiero mucho papà.”
“¿Más que a mamá?”
Lissana dudó un momento en responder, ella miró

a su madre en busca de ayuda, Abril le hizo señas
para que dijera que era su padre la persona que
más amaba.
“Si, más que a mamá.”
Alessandro sonrió complacido. Después se levantó

y les dijo.
“Tengo trabajo pendiente, hoy no podré estar con
ustedes.”
Mientras Alessandro buscaba sus ropas, Lissana

preguntó.
“Papá, ¿quieres que te ayude? Asi podrías seguir
enseñándome a volar.”
Abril acarició la cabeza de su hija y le dijo.

“Aun eres muy pequeña, no puedes ayudar a papá
con su trabajo, pero lo harás cuando crezcas un
poco más.”
Después de escoger sus ropas, Alessandro se
acercó a la cama, acarició la cabeza de su hija y le
dijo.
“Hoy no podré estar con ustedes, pero mamá
estará contigo, puedes mostrarle nuestros
progresos a ella.”
Lissana se mostró decepcionada.
“Hoy no puedo pero mañana intentaré dedicarte

mi día y te seguiré enseñando cómo controlar tu
viento y quizás podamos surcar los cielos juntos.”
Los ojos de Lissana brillaron de emoción.

“¿Lo prometes?”
“Si, lo prometo.”
Alessandro le dio un beso en la frente y le dijo.

“Asi que portate bien con mamá.”
Lissana asintió enérgicamente.
Alessandro beso la frente de Abril y le dijo.

“Nos vemos después.”
“Hasta después, Lessan.”
Alessandro salió de la habitación, con sus ropas en

la mano, se cambió en la primera habitación que
encontró vacia y después se fue a su oficina a
trabajar.
Cuando Maya despertó, buscó a Cassian con la

mirada, El estaba en el balcón. Maya se acercó a él,
lo abrazó por la espalda y le preguntó.
“¿Está todo bien?”
“Si.”
“Entonces, ¿por qué luces preocupado.”
“Siento que Alessandro me está ocultando algo,

desde que entró a la habitación de los guardianes
está actuando raro.”
¿Y por qué no le preguntas qué le pasa?”
“Por que se que no me lo dirá, siempre ha sido así,

él siempre lleva todas las cargas sobre su lomo.”
“Entonces es igual que tú.”
“No quiero escuchar eso de ti.”
“Se que fui egoísta cuando quise llevar mi carga

sola y al tomar decisiones que nos competian a los
dos, yo sola, pero he cambiado, ahora te lo cuento
todo, quizás tu hermano necesita eso, que le digas
que estás ahí para escuchar sus problemas, para
ayudarlo en lo que necesite, que no está solo.”
Cassian tomó la mano de Maya y le dio un beso en

ta palma de la mano.
„Muchas gracias por tu sabiduría, no se que haría
sin ti.”
“Nada.”
“Tienes razón, no podría hacer nada y mi vida no

tendría sentido.”
“Me encanta que me alabes pero ve ha hablar con

tu hermano, no quiero verte preocupado.”
“iré a hablar con él, te veo después, me gustaría

que habláramos de nuestro regreso a la tierra de
las hadas.”
Maya ya lo veía venir, así que no se sorprendió, ya
que ella también había pensado en regresar.
“Claro.”
Cassian se dirigía a ver a Alessandro cuando se

encontró con Barto en el pasillo.
“Hola. ¿Podemos hablar?”
Cassian asintió.
“Por supuesto.”
Ambos fueron a la sala de estar que había al final
del pasillo.
“¿De qué querías hablar?”
“Es sobre Maya y Uzziel, es peligroso que estén

aquí.”
“Lo se, aun no lo he hablado con Maya, pero

estamos pensando en regresar.”
“Mi padre me envió un mensaje esta mañana,

pronto vendrá al palacio, quiere pasar tiempo con
Maya y Uzziel antes de que se vayan.”
Cassian dio un largo suspiro y dijo.
“Creí que podríamos quedarnos más tiempo.”
“Todos sabíamos que esto era temporal, estamos

en guerra contra fuerzas y no tenemos lucha contra
sangre y carne, sino contra las tinieblas, contra
huestes espirituales de maldad, y en realidad no
hay lugar seguro, solo un lugar más alejado de la
batalla y al parecer Cosset será el epicentro de esa
batalla, por eso es mejor que ellos estén lejos de
aquí.”
Capítulo 142
Preocupaciones
Después de terminar su conversación con Barto,

Cassian fue a la oficina de su hermano, él estaba
hablando con Taren cuando llegó.
“¿Interrumpo?”
“Para nada, pasa.”
Taren hizo una reverencia.

“Buenos días, principe Cassian.”
“Buenos días, Taren”
Taren sintió que sobraba, así que hizo una

reverencia y les dijo.
“Yo me retiro, volveré después con un reporte más
detallado, su majestad.”
Después de que Taren se fuera, Cassian preguntó.

“¿De qué hablabas con Taren hace un momento?”
“Está investigando el incidente de ayer.”
“¿Ya se sabe que es lo que ocurrió?”
“Aun no, Taren aun sigue investigando.

¿Necesitabas algo?”
“Solo quería preguntarte. ¿Qué es lo que te pasa?”
“En estos momentos solo estoy algo cansado.”
“No es lo que estoy preguntando Lessan, desde

que entraste en la habitación de los guardianes la
última vez, has estado actuando muy extraño,
como si llevaras una pesada carga en tus hombros,
la cual no puedes compartir con nadie.”
“Creo que te lo estás imaginando.”
“Te conozco bien, no te había preguntado qué es lo

que te preocupa antes, porque no quería forzarte a
hablar, quería esperar a que tu me lo dijeras, pero
pronto me iré y no quiero que sigas cargando solo
con todo. ¿Qué pasa Lessan?”
“Parece que me conoces muy bien.”
“Por supuesto que sí.”
Alessandro se quedó en silencio durante unos
minutos, pensando si debía decirle o no a su
hermano.
“Creo que lo mejor es que no te lo diga.”
“Si no quieres contarme, por no preocuparme,

déjame que te diga que eso solo hará que me
preocupe aun mas, no podría irme sabiendo que
no estás bien.”

“Creeme cuando digo que es mejor no saber.”
“La ignorancia no es una solución Lessan.”
Alessandro sabía que su hermano no se daría por

vencido, que seguiría insistiendo hasta que él le
contara lo que le preocupaba, asi que al final
decidió que lo mejor era contarle todo.
“Cuando estuve en la habitación de los guardianes,
hablé con el primer guardián.”
“Creí que se había negado a hablar.”
“Y lo hizo, pero al final, respondió todas mis
preguntas.”
Alessandro empezó a contarle a su hermano, la

conversación que había tenido con Cassiel, le contó
todo sin guardarse nada. Al terminar de hablar,
Cassian se veía confundido y a la vez asustado
“¡Las puertas del Hades no deberían abrirse
nunca!”
“Lo mismo he pensado yo.”
“Debe haber una manera de impedirlo.”
“Se supone que es inevitable que suceda.”
“Pero si el rey oscuro escapa del Hades mientras

que las puertas están abiertas, eso sería
catastrófico para nuestro mundo, nuestro mundo
estará perdido.”
“Nosotros somos los únicos que pueden tocar las

puertas del Hades, además de nuestros hijos, así
que debemos procurar cerrar esas puertas en el
momento que se abran.”
“Pero, ¿cómo lo haremos? Si no sabemos donde
están las puertas del Hades?”
La ubicación de las puertas del Hades, era algo

que Alessandro había intentado encontrar desde
que se había enterado de la existencia del rey
oscuro, del peligro que era para el mundo entero,
pero no sabia donde buscar, ni a quién preguntar.
“No lo sé, Cassian, eso es algo que he estado

investigando, pero no tengo la menor idea por
donde empezar a buscar.”
“¿Y si le preguntamos a mamá?”
“Ella no nos dirá nada, ya nos lo ha dejado bien

claro, asi que estamos solos en esto.”
____ ༼ ♡ ༽ ____
Maya se encontró con Abril en el comedor, aunque

no habían salido a ayudar, ambas se veían igual de
cansadas. Abril le pasó una taza de café y le dijo.
“Deberías probar esto, hará que te despejes.”
Maya la tomó deseando que fuera cierto y le dijo.
“¿Una mala noche?”
“He dormido, pero como si no lo hubiera hecho,

sigo sintiéndome cansada.”
Maya miró a Lissana quien comía una rodaja de

pan con mermelada, pensando en que reacción
tendría Lissana cuando volviera a encontrarse con
Tarik, ya que él debía haber crecido mucho en esos
dos años.
Lissana se percató que la veían, le dijo con una

sonrisa.
“¿Quieres tia Maya?”
“No, aunque se ve delicioso.”

Maya le preguntó a Abril.
“¿Qué piensan hacer después del desayuno?”
“Iremos a dar una vuelta por el jardin, y

jugaremos un rato con Koda, ¿quieren unirse?”
“Por supuesto.”
Después del desayuno, todos fueron al jardin,

Uzziel y Lissana iban delante, intentando atrapar a
Koda. Al estar lejos los niños Maya aprovecho para
preguntar.
“¿Enviaran a Lissana de regreso a la tierra de las
hadas?”
“Si, aunque esta vez iré con ella.”
“¿En serio?”
“Si, aunque solo será mientras mi presencia aquí

no sea requerida, aunque no me guste, ambos
decidimos que lo mejor es que Lissana crezca
pronto.”
“Aunque Uzziel también está creciendo rápido,

hemos estado con él, le hemos vemos crecer y
estamos con él, creo que por eso no nos molesta
que crezca apresuradamente, pero en su caso es
distinto.”
“Por eso decidimos que esta vez iré con ella.”
Abril miró a Lissana y le dijo.

“Me quedaré a su lado todo el tiempo que pueda,
aunque sea uno de nosotros estará con ella.”
“Estará feliz de escuchar, que ya no estará sola.”
“¿Tú también piensas volver?”
“Si, aunque aún no he hablado muy bien con

Cassian, supongo que lo hablaremos después.”
“Espero que podamos volver juntos.”
“Supongo que así lo haremos, no dejaremos que

vuelvan ustedes solas, aunque para Lissana será
como volver a casa ya que ha crecido en el palacio,
no puedo decir lo mismo de ti, dejaras todo,
estarás lejos de tu reino, de las personas que te
importan y quieres proteger y lejos del hombre
amas, no sera nada facil, pero podrás contar con
nosotros, estaremos ahí para apoyarte.”
Capítulo 143
Hasta pronto
Maya se quedó un rato con Abril y Lissana, hasta

que Cassian fue a buscarla, como parecía que
quería hablar algo importante dejó a Uzziel con
Abril y Lissana.
Mientras se alejaban, Maya le preguntó.

“¿Pudiste hablar con tu hermano?”
“Si.”
“¿Y cómo te fue?”
“Bien.”
“¿Entonces por qué te ves más desanimado que

antes?”
“No es nada. ¿Quieres que choquemos espadas

mientras hablamos?”
Maya podía percibir la ansiedad en Cassian, y si el
chocar espadas lo tranquilizará, lo haría.
“Está bien, hace un tiempo que no lo hacemos.”
Cuando llegaron al patio de entrenamiento,

Cassian tomó su espada habitual y Maya tomó una
espada larga, ambos empezaron a chocar espadas y
mientras lo hacían, un poco de las preocupaciones
que habían en su mente.
“¿Y de qué querias hablar?”
“Era sobre nuestro regreso a la tierra de las

hadas.”
“¿Ya has decidido cuándo nos iremos?”
“Barto me dijo que tu padre vendrá a despedirse.”
“¿Y mi padre cómo sabe que volveré a la tierra de

las hadas?”
“Tu hermano debió imaginar que volverías, al

igual que tu padre, al enterarse de lo que pasó
ayer.”
“Me alegra que vaya a venir, que pueda ver a
Uzziel antes de que nos vayamos.”
“¿No quieres volver?”
“No me molesta volver, me gusta la tierra de las

hadas y eso es por que tu estas ahi conmigo, por
que estoy con mi familia, pero extrañare a Barto y
a mi padre, aunque no estaba aquí, pude verlo muy
seguido, pero bueno, es inevitable y es lo mejor
para Uzzlel.”
“Si.”
“Estuve hablando con Aby, ella también irá a la

tierra de las hadas junto a Lissana.”
Después de la conversación que había tenido

Cassian con su hermano, eso no le sorprendió.
“Ya veo.”
“Deberiamos irnos todos juntos, nosotros ya

estamos habituados a la tierra de las hadas, pero
Abril no, al principio será dificil para ella.”
“Por supuesto.”
Maya hizo un movimiento extraño con sus
espadas, haciendo que Cassian perdiera su espada
y le dijo.
“Yo he ganado.”
“Siempre terminas quitandome mi espada.”
“Eso es por que soy mejor que tu y por que no me

distraigo en batalla.”
“Es que eres demasiado hermosa, es imposible no

distraerse mientras te tengo enfrente de mi.”
Como ya no tenía su espada, Cassian abrazo a

Maya, ella le dijo.
“No me abraces, estoy toda sudada.”
“No pasa nada, aun asi hueles bien, solo

quedémonos asi un ratito más.”
Maya dejó caer su espada y le devolvió el abrazo a

Cassian.
“No, creo que no lo estoy, estoy cansado de todo
esto, deseo que todo termine y que podamos ser
felices.”
“Todos queremos eso, pero aunque no sea fácil,

todo estará bien porque estamos juntos.”
Aquellas palabras alentaron a Cassian y por un

momento sintió que nada más importaba, que no
había nada que le preocupara.
“A veces eres más mimado que Uzziel.”
“Eso es por que casi no me prestas atención,

también necesito que me mimen de vez en
cuando.”
“Mas te vale que asi sea.”
“Deberíamos ir a tomar un baño.”
Cassian apretó la cintura de Maya y le dijo.

“Esa me parece una genial idea, un baño juntos,
sin duda alguna será lo mejor.”
“No dije que juntos tonto, no haremos lo que estas
pensando.”
“¿Por qué no? Uzziel está con Abril, tenemos

tiempo para estar solos, aprovechémoslo.”
“No lo haremos, este no es el mejor momento.”
“Solo será un ratito.”

Volvió a insistir Cassian.
“Se que no será solo un rato, por eso mejor

dejemoslo para la noche, cuando no haya ninguna
prisa, cuando puedas tomarte el tiempo de
apreciarme como se debe.”
“Si lo pones de esa manera dejaré de insistir.”
“Ire a darme un baño te vere despues.”
Cassian vio apesarado como se iba Maya y deseo

que la noche llegará rápido.
____ ༼ ♡ ༽ ____
El padre de Maya llegó por la tarde. Cuando Maya
le vio, le dio un fuerte abrazo y le dijo.
“Es bueno verte papá.”
“Quería verte una vez más antes de que te fueras,

aunque a quien mas queria ver era a mi nieto,
quizás sea todo un hombre la próxima vez que le
vea.”
“Si, esa puede ser una posibilidad, te extrañare

papá.”
“Y yo a ti mi niña, cuidate mientras estés lejos.”
“Y cuida de mi nieto.”
“Eso siempre.”
Ryan miró a su nieto quién se escondía detrás de

su padre y le dijo.
“Ven aquí Uzziel.”
A Uzziel le gustaba su abuelo, sobre todo porque
se parecía a su madre y a su tío Barto, pero seguía
siendo tímido cuando le veía, aunque solo durante
un rato.
Él se acercó a su abuelo tímidamente, Ryan lo

tomó en brazos y le dijo.
“Me alegra verte Uzziel.”
Uzziel le devolvió eI abrazo tímidamente. Aunque

después de un rato tomó confianza y jugó con su
abuelo durante el resto del día, esa noche, Maya
pasó con su padre y con su hermano, disfrutando
de sus últimos días en familia antes de volver a la
Abril y Alessandro también disfrutaron de sus

últimos días como familia y al dia siguiente,
Alessandro cumplió la promesa que le había hecho
a Lissana y le enseñó a controlar su viento, para
poder surcar los cielos.
Lissana seguía sin controlar correctamente su

magia de viento y solo logró elevarse durante unos
minutos, antes de caer al suelo.
“No puedo papá, esto es muy difícil.”
Se quejó mientras estaba sentada en el suelo.
“Solo necesitas practicar un poco más y verás que
lo conseguirás.”
“¿De verdad?”
“Si, el viento es difícil de controlar ya que es

cambiante, pero una vez logras dominarlo conoces
la libertad que solo el viento puede dar.”
“Entonces seguiré esforzándome.”
Alessandro extendió su mano a Lissana para

ayudarla a ponerse en pie y le dijo.
“Así se habla cariño, nunca dejes de esforzarte, tú
puedes hacer todo lo que te propongas, nunca lo
olvides.”
Lissana se puso en pie y volvió a intentarlo una

vez más, al final del día, no consiguió estar más de
unos minutos en el aire, pero aun así padre la
alabo y la felicito por su progreso y tal y como lo
había prometido, volaron juntos, surcando los
cielos, mientras los últimos rayos del sol bañaban
el reino con una cálida luz.
Aunque estaban a una gran altura, Lissana no tuvo
miedo, porque se sentía segura en los brazos de su
padre y miró maravillada la capital real del reino
de Cosset.
Cuando cayó la noche, después de leerle un

cuento, sus padres le dijeron que ella y su madre
partirían al día siguiente al reino de las hadas.
Lissana se puso feliz ya que volvería a ver a Tarik,
pero también se sintió triste, ya que tendría que
despedirse de su padre y no sabía cuando volvería
a verle.
“Papá. ¿Por qué no vienes tú también?”
“No puedo, debo quedarme para cuidar de nuestro

reino y a todas las personas que en el viven.”
Cuando sobrevolaron la ciudad, Lissana pudo ver

a muchas personas, ella le dijo.
“Pero son demasiadas. ¿No pueden cuidarse
solo?”
Alessandro negó con la cabeza mientras

alborotaba el cabello de Lissana.
“No mi pequeña, por que ese es mi deber como
rey, debo quedarme, pero mamá irá contigo y no
estarás sola, además, hablaremos cada día a través
del espejo mágico.”
“¿Cuándo volveremos a estar juntos?”
“Más pronto de lo que tu te imaginas.”

Abril le dijo.
“¿Y por qué debemos irnos?”
“Porque en estos momentos hay personas malas

en el reino, que quieren hacernos daño.”
“¿Y qué te pasara a ti, papá? Estarás solo.”
“No estaré solo, mis guardias me protegerán,

además se defenderme muy bien, yo estaré bien,
así que no te preocupes.”
Lissana abrazo a su padre y le dijo.

“Te extrañaré, papá.”
“Y yo a ti mi pequeña, nunca olvides cuanto te
quiero.”
Esa noche, Lissana durmió en medio de sus

padres, durmieron abrazados, retrasando todo lo
que pudieran su separación.
Al día siguiente, todos se reunieron en el comedor

para desayunar, después fueron al jardín donde
tuvieron una emotiva despedida, Maya se despidió
de su familia, ella y Uzziel fueron los primeros en
atravesar el portal a la tierra de las hadas.
Cassian le dio un abrazo a su hermano y le dijo.

“Si me necesitas, vendré corriendo a ayudarte.”
“Lo sé, cuida de mi familia.”
“Cuenta con ello.”
Cassian se dirigió al portal, antes de atravesarlo.

Ryan le dijo a Cassian.
“Cuida de mi hija y de mi nieto.”
“Cuidare bien de ellos suegro.”
“Confío en que así lo harás.”
Alessandro cargó a su hija en brazos por última

vez, ya que quizás la próxima vez que la viera, no
podría hacerlo, porque ella dejaría de ser una niña.
Le dio un beso en la mejilla y le dijo.
“Hasta pronto... mi pequeña.”
“Hasta pronto papá.”
Abril se unió al abrazo y le dijo a Alessandro.

“Hasta pronto Lessan, cuidate.”
Abril tomó a Lissana en brazos y ambas le dieron

adiós a Alessandro agitando su mano
enérgicamente, después cruzaron el portal,
dejando atrás a Alessandro y al reino de Cosset.
Capítulo 144
¿Te conozco?
Cuando llegaron a la tierra de las hadas y sus ojos

se aclararon, lo primero que hizo Lissana fue
buscar a Tarik con la mirada, pero él no se
encontraba ahí, solo estaban los guardias de la
reina, Fay y la reina hada, la cual les dio la
bienvenida.
Lissana le dijo a su madre que la bajara, cuando la

dejó en el suelo, Lissana se acercó a Fay y le
preguntó.
“¿Por qué no está Tarik aqui?”
“Tarik se encuentra en el campo de

entrenamiento, él está entrenando en este
momento, lo podrá ver después princesa.”
“No quiero esperar, quiero ir a verle, debo

disculparme por no haber cumplido mi promesa,
por no estar en su cumpleaños.”
“No tiene que preocuparse por eso princesa, eso es
algo del pasado, Tarik ya no debe recordarlo.”
“Aun asi debo disculparme.”
Lissana salió corriendo, Abril le gritó.

“¡LISSANA! ¡¿A DONDE VAS?!”
“Ire a buscar a Tarik, te vere despues madre.”
Abril iba a ir detrás de ella, pero Maya la detuvo

diciendo.
“No te preocupes por ella, se ha criado en este
palacio, lo conoce a la perfección, ella no se
perderá.”
“Pero me preocupa un poco..”
“Creo que es bueno darle un poco de espacio, deja

que se vaya, hace mucho que no ve a su amigo, por
eso tiene prisa por verle, aunque quizás se lleve
una gran sorpresa.”
“¿Que?”
“Aquí ya han pasado años, su amigo Tarik ya no es
el mismo.”
____ ༼ ♡ ༽ ____
Cuando Lissana llegó al campo de entrenamiento

buscó a Tarik con la mirada, pero no lo vio por
ninguna parte, solo habían dos niños de algunos
diez años entrenando con espadas. Lissana se
acerco a los niños para preguntarles si habian visto
a Tarik, cuando él niño se quedó viéndola
fijamente y le dijo.
“Sigues viendote igual que el dia en el que te
fuiste.”
“¡¿Me conoces?!”
Aquel niño le resultaba familiar a Lissana, pero en

realidad ella no jugaba con el resto de los niños
hada, solo era cercana a Tarik, ya que todos
parecian mantener su distancia de ella.
Una sombra de tristeza se pozo en el rostro del

niño y respondió con voz queda, como si le
acabaran de dar un fuerte golpe y apenas pudiera
hablar.
“Supongo que al final si te olvidaste de mi.”
Lissana intentó hacer memoria, intentó recordar

quién era aquel niño que le resultaba tan familiar,
pero en su memoria no existia tal recuerdo.”
“Lo siento, pero no te recuerdo, no se quien eres,
si me dices tu nombre quizás te recuerde.”
Tarik sabia que él había cambiado en los últimos

años, ya que habían pasado cuatro años desde la
última vez que habia visto a Lissana y ese año él
estaría cumpliendo once años, pero aun asi se
sintio herido al ver que su preciada amiga, a quien
él tanto queria y había estado esperando, no lo
reconociera.”
Tarik iba a decirle su nombre, cuando un hada con

cabello rosado y ojos como de gato se acercó a ellos
y dirigiéndose al niño dijo.
“Principe, su clase empezará dentro de poco, deje
el entrenamiento con la espada por hoy.”
“Si, en seguida iré.”
Lissana sabía que el único príncipe en la tierra de
las hadas era Tarik y al mirarle detalladamente
supo porque le parecía tan familiar, ese niño
también tenía el cabello, la piel blanca y los ojos
grises.
“¡¿Tarik?!”
Tarik volvió a mirar a Lissana y le dijo con una

sonrisa que mostraba tristeza en vez de felicidad.
“Bienvenida Lissana.”
“¡¿En verdad eres tu Tarik?!”
“Si.”
Ela aun seguía al lado de Tarik, al escuchar el

nombre de aquella niña, supo quien era, la
princesa del reino humano, la amiga que Tarik
decía querer tanto y por la cual no permitía que
ella se volviera cercana a él, ya que solía decir que
solo tenia una amiga y que no estaba interesado en
ser su amigo. Ela se había quedado al lado de Tarik
como una simple compañera, pero al ver que
aquella niña ni siquiera le recordaba, hizo que ella
se molestara y le dijo.
“Eres muy grosera al no reconocer a quien se
supone es tu mejor amigo, pero que se puede
esperar de una humana.”
“¡CÁLLATE ELA! Vete y déjanos solos.”
“Pero…”
“¡AHORA! ¡ES UNA ORDEN!”
Lissana solo conocía la parte dulce y amable de

Tarik, el escucharlo hablar con una voz tan fría y
grave, hizo que ella se asustara.
Después de Ela se fuera Lissana volvió a

preguntar.
“¿En verdad eres tú, Tarik?”
“Si, supongo que no me reconoces porque he

crecido.”
“Has crecido demasiado.”
“Veo que tu no has crecido nada, ¿Cuánto tiempo

pasó para ti en el reino humano?”
“No lo sé, pero no creo que haya sido tanto tiempo

y si crecí un poco.”
“Supongo que si lo hiciste, pero no lo suficiente.”
“Quiero disculparme contigo, perdón por no

cumplir mi promesa, por no estar en tu
cumpleaños.”
“No tienes que disculparte, eso ya está en el

pasado, ya no pienso en ello.”
“Pero debiste sentirte solo.”
“Si, pero eso me ayudó a entender, que…”

Tarik recordó que Lissana seguía siendo una niña
pequeña, así que no terminó de decir lo que iba a
decir.
“Eso ya no importa.”
“¿Quién era la niña con la que estabas antes?”
“Ella me ayuda a entrenar.”
Lissana recordó que ambos habían dicho que

aprenderian juntos a usar la espada, se sintió un
poco traicionada al ver que Tarik la había
reemplazado con alguien más.
“Ahora estoy aqui, podemos aprender a usar la
espada juntos.”
Tarik hacía mucho que había dejado el

entrenamiento básico, pero no quiso decirselo a
Lissana, solo dijo.
“Podemos entrenar cuando tenga tiempo libre,
aunque ahora tengo más responsabilidades así que
casi no tengo tiempo.”
“Eso significa que ya no jugaremos como antes..”
En ese momento Tarik entendió lo que le había

dicho la reina hada, cuando le había dicho que los
niños pensaban como niños, él había crecido y su
mente había cambiado, el jugar era algo que había
dejado atrás.
“Como antes ya no es posible, pero intentaré jugar
contigo cuando pueda.”
La misma hada de cabello rosado qué se había ido

antes, volvió y le dijo a Tarik.
“Principe, se le hace tarde para su próxima clase.”
“Si, ya voy.”
Tarik acarició la cabeza de Lissana y le dijo.
“Debo irme Lissana, te vere despues.”
“Quedate conmigo, aun hay mucho que te quiero

contar.”
“Y estaré encantado de escucharte, pero será

después, ahora estoy algo ocupado, me alegra que
hayas vuelto Lissana, bienvenida a la tierra de las
hadas.”
Después de decir eso Tarik empezó a alejarse.
Dejando atrás a su pequeña amiga.
Capítulo 145
Todos los clanes deben estar unidos
Lissana se quedó en el campo de entrenamiento,

viendo como se marchaba Tarik, y preguntándose
si en verdad ese niño era su amigo, ya que no
parecía ser el mismo Tarik a quien ella había
conocido.
Ella se quedó ahí de pie un buen rato, hasta que

Fay llegó y le preguntó.
“¿Qué hace aquí princesa? ¿Pudo ver a Tarik?”
“Si, pero Tarik se veía diferente.”
“Tarik ha crecido durante este tiempo princesa.”
“¿Y parece que ha cambiado?”
“Sigue siendo el mismo, solo ha cambiado un poco

su forma de pensar, a medida vaya creciendo, su
forma de pensar también cambiará princesa.”
Lissana se quedó en silencio durante unos

minutos, después le dijo.
“¿Cuánto tiempo tardaré en alcanzar a Tarik?”
„Hum... Eso ahora es un poco complicado

princesa, dentro de cinco años, tendrá la misma
edad que tiene Tarik ahora, pero él seguirá
creciendo y para ese entonces él ya se habrá
convertido en un adulto.”
“¿Eso significa que nunca más podré volver a

jugar con Tarik?”
“Eso le dijo Tarik?”
Lissana negó con la cabeza.

“No, él dijo que jugaría conmigo cuando tuviera
tiempo, pero ahora él tiene otra amiga la cual
parece ser de su misma edad y yo…”
Los ojos de Lissana se pusieron vidriosos y
empezó a hacer pucheros, parecía estar a punto de
llorar.
Fay miro a los lados intentando encontrar a

alguien para que se hiciera cargo de Lissana, ya
que él no era muy bueno consolando y no sabía
muy bien qué decir, pero Abril y Maya habían ido a
la sala del trono, ya que tenían cosas que hablar,
no había nadie que le ayudará.
“Princesa, Tarik la quiere mucho, él siempre ha
pensado en usted y siempre ha considerado que
usted es única amiga, así que no llore, aunque en
estos momentos sienta como si una gran distancia
los separará, dentro de unos años, eso no
importara.”
Lissana no había entendido todo lo que había

dicho el padre de Tarik, sin embargo se sintió
reconfortada.
“¿De verdad?”
“Si.”
“Ahora Tarik tiene más obligaciones como

príncipe, pero estoy seguro de que él seguirá
jugando con usted, así que no se ponga triste,
animese.”
Cuando llegaron al salón del trono, la reina se

sentó en su trono, se puso cómoda y preguntó.
“¿De que querían hablar?”
“Su majestad, aunque la guerra aún no ha
empezado, pronto lo hará, esta guerra será un más
violenta que cualquiera de las otras guerras, ya que
las puertas del Hades serán abiertas y ya sabe lo
que para cuando eso pase, si unas cuantas grietas
dejan salir tantos horrores, no quiero ni imaginar
lo que ocurrirá cuando eso suceda.”
La reina lo sabía mejor que nadie, ya que ella ya

había sido testigo de lo que pasaba cuando las
puertas del Hades eran abiertas, todo era
consumido por la oscuridad y toda vida perecía.
“¿Porque no impides que las puertas sean
abiertas, en lugar de esperar a que eso pase? Eres
una tonta si piensas que vas a poder detener la
oscuridad con tu poder, eres fuerte pero tu no
sabes lo que hay detrás de esas puertas, una
oscuridad absoluta, los monstruos que has visto
tan solo son la basura del Hades, los verdaderos
horrores aún siguen atrapados y te aseguro que no
querrás pelear con ellos.”
“¿Cómo sabe que es lo que hay detrás de la

puertas del Hades?”
“Porque alguna vez lo vi”
“¿Cómo puede ser eso posible?”
“Yo soy mucho más antigua de lo que parezco, he

vivido durante tanto y he visto cosas que desearia
nunca haber visto, que desearia no saber que
existen.”
“¿Acaso las puertas del Hades ya fueron abiertas

en el pasado?”
“Si, pero no en este mundo, sino en otros mundos,

lo hay detrás de esas puertas es la muerte misma,
mata, destruye y consume todo cuanto toca.”
“¿Cómo que otros mundos?”
“Te sorprenderà saber que este mundo no es el

único que existe, que hay más sitios como estos,
más personas que han peleado ferozmente y han
intentado ganar contra la oscuridad, ni siquiera tu
raza, seres con el poder de la luz, pudo detener al
rey oscuro, ni las hadas, ni los elfos, ni los magos
podemos detener lo que ahí hay.”
“Está tratando de decir que las diferentes razas
que hay vienen de diferentes mundos.”
“Asi es y los guardianes no son la excepción.”
“Si eso es verdad. ¿Cómo llegaron todos a este

mundo?”
“En el caso de los magos, ellos rompieron el velo

que hay entre mundos y huyeron antes de que sus
mundos fueran completamente destruidos.”
“¿Las hadas y los elfos también?”
“Los elfos no se como llegaron aquí, las hadas

usamos nuestro poder para abrir una grieta, una
puerta que nos llevara a otro lugar, ocho princesas
y cuatro príncipes tuvieron que entregar todo su
poder, pereciendo para darme el poder que
necesitaba para salvar a las pocas hadas que
quedábamos.”
Maya estaba tan sorprendida que no sabia que

pensar, pero Cassian, no parecía para nada
sorprendido y eso la intrigó.
“¿Y los guardianes? ¿Cómo llegaron aquí?”
La reina miró a Cassian, él siguió neutral, como si
no le importara lo que la reina hada fuera a decir.
“Los guardianes no provienen de un mundo en sí
o por lo menos eso fue lo que me dijo el primer
guardián.”
“¿Tú le conociste?”
Pregunto Cassian muy sorprendido ya que no
esperaba escuchar eso.
“Por supuesto, era un idiota que no paraba de

coquetear conmigo y tiene cierto parecido contigo,
creo que es por eso que no me agradas, me
recuerdas a él.”
“A juzgar por tu reacción, creo que ya sabes de

donde viene el primer guardián. ¿O me equivoco?”
Cassian miró hacia otro lado, ignorando las

miradas de Abril y Maya que se posaban sobre él,
esperando una respuesta, él dijo.
“No sé de qué está hablando.”
“Supongo que es algo que no quieres responder.”
Abril le dijo.
“Su majestad, muchas de las razas que habitan en
este mundo ya fueron vencidas por la oscuridad,
pero eso fue porque lo hicieron solos, si todos los
clanes nos unimos, podremos vencer y salvar el
mundo en el cual estamos viviendo, por eso le pido
que nos ayude en esta batalla, que nos ayude a
ganar esta guerra y a vencer de una vez por todas
la oscuridad y toda la oscuridad que nos acedía.”
Capítulo 146
Seré tu protector
La reina se rio al escuchar a Abril, sobre todo por

que en algun tiempo, ella también había pensado
con la misma ingenuidad que ella, había pensado
que podría salvar su mundo si se esforzaba, si
luchaban y le hacian frente y por su culpa todos
sus hermanos y hermanas habían perecido igual
que su mundo.
“Entiendo como te sientes, pero no puedo enviar a
mi gente a morir, no participaremos en esta
guerra.”
“Esta guerra nos afecta a todos, su reino no estará

a salvo si las puertas del Hades son abiertas.”
“Yo me encargare de salvar mi reino, tu encargate

de salvar el tuyo.”
“Su majestad…”
“Si eso era lo que tenías que hablar, ya puedes irte,

si piensas quedarte en mi reino recibirás mi
hospitalidad, pero nada más, asi que retirate.”
Abril no pensaba darse por vencida en conseguir
la ayuda de la reina, pero si seguía insistiendo solo
la haría enfadar y solo conseguiría que la echara de
su reino, asi que decidió retirarse por el momento.
“Gracias por su amabilidad su majestad, entonces
me retiro.”
Al salir de la sala del trono, Cassian le dijo.

“¿Piensas darte por vencida?”
“No, pero si sigo insistiendo solo lograre que se

enfade.”
“Si, la reina hada no tiene mucha paciencia,

seguro que es por su edad.”
Bromeo Cassian.
Abril y Maya se rieron.

Abril les dijo.

“Ire a buscar a Lissana.”
“¿Quieres que te acompañemos?”

Le dijo Maya.
Abril había usado el campo de entrenamiento la
última vez que había estado en la tierra de las
hadas y aun recordaba cómo llegar.
“No hace falta que me acompañen, estaré bien, se

como llegar, será mejor que vayan con Uzzlel.”
“Entonces te veremos después.”
Cuando Abril llegó al campo de entrenamiento vio

a Lissana que hablaba con Fay. Cuando se acercó,
Lissana corrió a sus brazos y le dijo.
“Crei que estarías con tu amigo Tarik.”
“Lo vi, pero... él está ocupado.”
Fay agradeció que alguien hubiera aparecido, así

que se despidió.
“Aun tengo cosas que hacer, asi que me retiro.”
Antes de que se fuera, Abril le dijo.

“Fay, muchas gracias por quedarte con Lissana.”
“De nada.”
Después de que Fay se fuera, Abril le preguntó.
“Cuéntame, ¿cómo fue tu encuentro con Tarik?”
“Tarik creció mucho, es mucho más alto que yo

y..”
“¿Qué pasa Lissana?”
“Tarik se ve muy diferente, eso no me gusta, ya no

parece ser el Tarik que yo conocía, él señor Fay
dijo que él sigue siendo el mismo, pero…”
“Aunque para ti solo hayan pasado un par de

meses, para Tarik fue mucho más tiempo, es
normal que este diferente, pero a medida que
pasen tiempo juntos, todo volverá a ser igual, ya lo
veras.”
Lissana creyó en las palabras de su madre, pensó

que el cambio de Tarik se debía a que tenía mucho
tiempo sin verle, que había olvidado la amistad
que había entre los dos y en su inocencia creyó que
solo necesitaba permanecer a su lado para que
todo volviera a ser como antes.
Pero las cosas no fueron asi. Al dia siguiente ella
se levantó muy temprano y fue a buscar a Tarik
para pedirle que jugaran juntos, pero él estaba
ocupado entrenando con Ela, él decía que no era su
amiga, pero parecia divertirse mucho con ella
mientras entrenaban. Cuando terminó su
entrenamiento Lissana se acercó, Tarik se
sorprendió y le preguntó.
“¿Qué haces levantada tan temprano, Lissana?
Deberías seguir durmiendo.”
“Me desperté pronto, vine para preguntarte si

podiamos jugar juntos.”
“Hoy no puedo, tengo clases con la reina despues

del desayuno.”
La hermosa sonrisa de Lissana, desapareció en un

instante, ella parecía triste y eso lastimo el corazón
de Tarik, asi que le dijo.
“Pero podríamos desayunar juntos. ¿Qué te
parece?”

La niña volvió a animarse.
“¿Ya has terminado?”
“Si, así que vamos.”
Tarik extendió su mano, Lissana la tomó sin

pensarlo, pero el que su mano fuera mucho más
grande que la que ella recordaba, la hizo sentir
extraña.
Mientras se alejaban, Lissana se volvió una vez

para ver a Ela, ella se les había quedado mirando
fijamente.
“¿No invitaras a Ela?
“Ella nunca desayuna conmigo, siempre desayuna

sola.”
“Pero eso es triste, la comida con compañia

siempre sabe mejor.”
“¿Podemos invitarla para que se una a nosotros?”
“No, ella está algo ocupada, asi que no te

preocupes por ella, estará bien.”
Lissana volvió a mirar una vez más a Ela, pero ella
ya había dado media vuelta y había empezado a
alejarse, así que no dijo nada más.
Mientras caminaban de vuelta al palacio, Lissana

se sintio super pequeña al caminar junto a Tarik y
durante el desayuno, se percató que él la trataba
como una niña pequeña, limpiando sus mejillas
cuando se ensuciaba y ayudándole a cortar la
comida, tal y como ella lo hacía con Uzziel, lo cual
la hizo enfadar y le dijo.
“No soy una niña PEQUEÑA, Tarik.”
“¿Por qué dices eso?”
“Me tratas igual que a Uzziel.”
Ellos siempre habían tratado a Uzziel como a un

bebé, debido a que él era menor que ellos, pero en
ese momento. Tarik tenía once años y estaba
próximo a cumplir doce, a su parecer Lissana era
una bebé y por eso sin darse cuenta empezó a
tratarla al igual que lo hacían con Uzziel.
“Es verdad, por un momento lo olvidé, aun no he
visto a Uzziel, pero debe seguir siendo igual de
pequeño.”
“Uzziel no ha crecido, sigue igual.”
“Después iré a saludarlo.”
“Tarik. ¿Yo sigo siendo tu mejor amiga?”
Tarik se quedó en silencio durante unos minutos,

antes lo habría respondido sin pensarlo, pero en
ese momento las cosas eran diferentes, pero no
podía mentir y tampoco quiso huir así que
respondió con tal franqueza.
“No lo se Lissana, ahora las cosas han cambiado,
pero aun sigo queriendo ser tu amigo, quiero estar
a tu lado y protegerte, y ahora que he crecido,
podré hacerlo mucho mejor. ¿No crees?”
“No tienes que protegerme, ahora soy mas fuerte,

mi madre me enseñó a usar mi magia de fuego, al
igual que mi magia de luz, aunque aún no se como
controlarla muy bien, y mi padre me ha enseñando
como usar la magia de aire, ¿sabias que puedo,
incluso volar si controlo bien la magia de viento?
Asi que quizas deberia ser yo quien te proteja.“
“Hum… Yo soy el mayor, así que de momento yo

seré tu protector, y cuando crezcas, podrás
protegeme tu. ¿Te parece bien?”
“¡Si!”
Respondió Lissana muy emocionada, de solo
imaginar que algún día ella le protegería a él.
Capítulo 147
El poder de los espíritus
Después de desayunar, Tarik volvió a sus

obligaciones y Lissana volvió a buscar a su madre a
la habitación, pero se encontró con ella en el
pasillo, Abril le preguntó.
“¿Dónde estabas Lissana? Me preocupé al no verte
cuando desperté.”
“Estaba con Tarik, hemos desayunado juntos.”
“La próxima vez no te vayas sin decir nada, ¿de

acuerdo?"
“Sí mamá.”
“Si ya has desayunado deberíamos ir a entrenar,

¿te parece bien?”
“Si, ya quiero mostrarle a Tarik lo que puedo

hacer, además quiero volverme más fuerte, para
asi poder protegerlo.”
“¿Protegerlo?”
“Él ha dicho que será mi protector, así que yo haré
lo mismo, por eso tengo que volverme mucho más
fuerte.”
“Asi es mi niña, debes volverte muy fuerte.”
Abril y Lissana, entrenaron toda la mañana,

después ambas se reunieron con Maya, Cassian y
Uzziel. Comieron todos juntos, después Abril dejó
a Lissana con ellos y fue con la reina hada para
intentar convencerla para ayudarla pero ella volvió
a negarse.
Tarik se dirigía a ver a la reina, cuando se

encontró con la madre de Lissana en el pasillo y se
detuvo un momento a saludarla,
“Saludos su majestad, reina humana.”
En el palacio no habían muchos niños y aquél

tenía rasgos parecidos al niño que Lissana le había
presentado.
“¿Eres Tarik? Tú debes ser el príncipe Tarik.”
“Asi es, perdón por no presentarme
correctamente.”
“Gracias por cuidar de mi hija y por estar con ella

cuando más lo necesitaba y gracias por seguir
siendo su amigo, y dedicarle tu tiempo, aun
cuando debe ser molesto para ti.”
“Ella es mi preciada amiga, no es ninguna

molestia pasar tiempo con ella.”
“Me alegra escuchar que piensas asi de mi hija,

que a pesar de que ahora hay una gran diferencia
de edad entre ustedes, sigas considerándola tu
preciada amiga.”
“Se que por nuestra diferencia de edad, nuestra

relación no volverá a ser igual, ya no podré ser más
su compañero de juegos, ni su cómplice de
travesuras, ni podré estara su lado como antes,
pero en mi corazón ella siempre sera mi preciada
amiga y siempre podrá contar conmigo cuando lo
necesite, al igual que siempre será bienvenida en la
Cuando Tarik dijo eso, una idea cruzó por la
mente de Abril.
“Tarik, ¿tú serás el próximo rey de las hadas?
¿Verdad?”
“Si.”
“¿Hay algún otro príncipe aparte de ti?”
“No, soy el único.”
“¡La reina hada, tiene prisa por dejar su trono y

cederte el reino de las hadas?”
“No se si decir que tiene prisa, pero me dijo que

debo tomar pronto el trono.”
“Ya veo, Tarik, si alguna vez Lissana necesita tu

ayuda. ¿Se la darias?”
“Por supuesto, no lo pensaría dos veces.”
“Me alegra escuchar que piensas de esa manera,

¿vas a reunirte con la reina hada?”
“Si, mi próxima clase es con ella.”
“Entonces no te retrasaré mas, espero volver a
verte pronto.”
Mientras se alejaba, Abril se sintió mal al pensar

en usar a Tarik, pero si ella no lograba convencer a
la reina hada, Tarik sería su última oportunidad de
crear una alianza con las hadas y
obtener su ayuda.
Cuando Tarik entró a la habitación donde se

encontraba la reina, ella le dijo.
“Has tardado.”
“Lo siento, me entretuve hablando con la reina

humana.”
“No deberías estar muy cerca de esa mujer Tarik.”
“¿Por qué no? Es la mamá de Lissana, no creo que

sea una mala persona.”
“Pero eso no quiere decir que sea buena para ti.”
“¿A que se refiere?”
“No tienes por que saberlo, solo intenta mantener
tu distancia de ella.”
La reina empezó a caminar y le dijo.

“Acompáñame, hoy nuestra clase será algo
diferente.”
Tarik siguió a la reina hada, ella abrió una puerta

secreta que había detrás de una estantería y le dijo
que la siguiera.
Ellos descendieron por una escalera de caracol,

estaba oscuro, pero a medida que avanzaban, las
antorchas en la pared se encendían y se apagaban
cuando quedaban detrás de ellos. Aquel lugar le
pareció genial a Tarik y deseo poder mostrárselo a
Lissana, aunque dudaba que la reina hada se lo
permitiera.
Cuando llegaron al final de la escalera, caminaron

por un largo pasillo hasta salir a una habitación
con una amplia cúpula, la cual parecía estar llena
de estrellas y en el centro parecía haber una luna
llena.
“¿Para qué hemos venido aquí?”
“Hay algo que quiero mostrarte, algo que nadie
más puede ver.”
El interés en Tarik creció.

“¿Qué cosa?”
La reina hada chasqueó los dedos y lo que

parecían estrellas en lo alto de la cúpula,
descendieron y flotaron a su alrededor, iluminando
todo a su alrededor. Aquella habitación estaba
vacia, no había nada. Tarik se preguntó qué era
exactamente lo que quería mostrarle ya que no
veía nada.
Aquellas luces como luciérnagas se reunieron

alrededor de la reina, ella extendió su mano hacia
Tarik, invitándole a acercarse más. Aquellas luces
se reunieron alrededor de èl y sintió como si una
cálida sensación.
“Es hermoso, ¿que son?”
“Son espíritus.”
“¿iEspiritus!?”
Tarik retrocedió, la reina le dijo.
“No te asustes, no te harán daño, estos espíritus te
ayudarán cuando te conviertas en rey, en tu
debilidad ellos serán tu fuerza.”
La reina extendió su mano con la palma hacia

arriba y uno de los espíritus se posó en su mano,
era pequeño pero poseía una luz brillante. Con su
otra mano ella lo cubrió, como si la aplastara,
aquella luz iluminó el cuerpo de la reina, por un
momento brilló con una luz intensa, Tarik tuvo que
cerrar sus ojos por un momento, ya que la luz lo
cegaba.
Cuando volvió a abrir sus ojos,

el cuerpo de la reina solo tenia un leve resplandor.
“Ahora intentalo tu Tarik.”
Tarik extendió su mano con la palma hacia arriba,

de la misma manera en la que la reina lo había
hecho, uno de los espíritus se posó en su mano,
después él puso su otra mano encima, cubriéndolo
ligeramente.
“Tienes que hacerlo con un poco más de fuerza

Tarik.”
Tarik apretó un poco más y una luz brillante
cubrió todo su cuerpo, Tarik sintió como si tuviera
un subidón de azúcar, su cuerpo se sentía
acelerado y lleno de energía.
“Eso ha sido increíble.”
“Estos espíritus te prestan su poder, hacen que

estés lleno de energía, pero recuerda que ellos se
sacrifican a sí mismos para que tu puedas
fortalecerte, por eso sólo puedes hacer esto cuando
sea necesario, cuando te encuentres sin fuerzas y
tengas que continuar peleando para proteger el
reino.
“De acuerdo.”
“Tarik, quizas algun dia tengamos que hacer uso

de todos estos espíritus, para poner a salvo a
nuestro reino, por eso quise mostrártelo, quiero
que sepas que cuando las cosas se pongan feas y no
haya salida, debes venir aquí y pedirle ayuda a los
espíritus, ellos te guiarán, te mostraran que es lo
que debes hacer.”
La reina levantó su mano hacia el techo de la
cúpula y todos los espíritus volvieron al techo,
volviendo a parecer estrellas.
“Recuerda que este es nuestro secreto, no puedes
contarle a nadie sobre este lugar, ni siquiera a tu
padre.”
Tarik asintió energéticamente con la cabeza.

“Ya no hay nada más que hacer aquí, así que
volvamos, aún nos queda una clase por empezar.”
Capítulo 148
Solo
Solo había pasado un día desde que Abril y

Lissana se habían ido a la tierra de las hadas, pero
Alessandro había empezado a sentir la soledad.
Cuando habían tenido que dejar ir a Lissana, Abril

siempre había estado a su lado, ambos habían
compartido su sufrimiento y había sido menos
duro. Pero esta vez le tocaba sobrellevarlo todo
solo.
Gabriel entró a su oficina y le dijo.

“Ya es tarde, debería irse a descansar.”
“Prefiero quedarme aqui y trabajar.”
“Entiendo que extrañe a su esposa, pero debe

descansar o terminará colapsando.”
“Siempre te quejas de que no trabajo y ahora que

lo hago te quejas porque lo hago.”
“Es por que si colapsa, yo tendré que hacerme
cargo de todo el trabajo, el principe Cassian ya se
ha ido.”
“Quizás debí aceptar que se quedara.”
“Si hubiera aceptado que se quedara, yo no estaría

tan preocupado por usted y tendría más tiempo
para ir a casa y estar con mi familia.”
“Deja de quejarte, subiré tu sueldo, ¿Taren aun no

ha regresado?”
“No.”
“Espero que encuentre algo esta vez. ¿No hay

avistamientos de monstruos?”
“No.”
“Y supongo que tampoco se sabe nada sobre Cira.”
“Nadie la ha visto.”
“Tanta calma hace que tenga más miedo de lo que

vendrá.”
“Deberia dejar de pensar en eso, él preocuparse no
sirve de nada.”
Alessandro se recostó en su silla, dio un largo

suspiro y le dijo.
Después de organizar los documentos que había

sobre el escritorio, Gabriel le dijo.
“Ya me retiro a descansar, su majestad debería
hacer lo mismo.”
Después de que Gabriel atravesara la puerta y

quedará completamente solo, Alessandro sintio
aquella silenciosa habitación sofocante, así que
volvió a su habitación, aunque solo se sintió más
solo al ver que su cama estaba vacía y que quizás
seguiría así durante un largo tiempo.”
El se tumbò en la cama y pasó su mano por el lado

en el que Abnl dorma
“Te acabas de ir y ya te extraño, siempre que te
vas, dejas un hueco en mi vida y en mi corazón,
espero volver a verte pronto, mi amada esposa.”
El espejo que Abnl usaba para comunicarse con
Lissana estaba en la mesita de noche, Alessandro
lo tomó y pensó fuertemente en Abril y Lissana, a
los pocos minutos pudo ver el reflejo de su esposa
e hija en el espejo.
“Aby..”
“Hola Lessan, ¿cómo van las cosas por allí?”
“Todo sigue igual, no hay nada nuevo, ¿y tú como

estas?”
“Estoy bien.”
Lissana asomo su cabeza y le dijo.

“Yo tambien estoy bien papá, hoy estuve
practicando con mamá y ya puedo mantenerme un
poquito más en el aire.”
Le contó la niña orgullosa de su avance.
“Me alegro de que así sea, esfuérzate, pequeña, así

cuando volvamos a vernos, podremos volar
juntos.”
“Si y por cierto, ¿cuando volveremos a verte

papá?”
“Pronto mi niña.”
Abril sabía que ese pronto quizás tardaría en

llegar, sobre todo para ellas, ya que estaban en un
lugar donde el tiempo fluía de manera muy
diferente. Ellos siguieron hablando, aunque fue
Lissana quien acaparó toda la atención de su padre
contandole como eran sus días en la tierra de las
hadas y de lo mucho que lo extrañaba.
Cuando la comunicación terminó, Alessandro se

quedó mirando durante un buen rato el espejo que
había boca abajo. Esa
noche el solo pudo dormir unas cuantas horas, ya
que las pesadillas llenaron sus sueños,
recordándole el pasado y a atormentándolo al no
poder salvar a su familia.
Alessandro se despertó entre sudores fríos, él se

levantó de la cama, lavó su rostro y después salió al
jardín, se sentía sofocado en aquella habitación.
Alessandro llegó al jardín donde estaba el árbol

por donde se había abierto el portal, él tocó el
tronco del árbol, deseando que el portal se abriera
y así poder cruzar a la tierra de las hadas y tomar a
su familia en brazos una vez más. Pero nada pasó,
el portal no se abrió. Al final decidió volver a su
oficina y continuar trabajando.
Al dia siguiente, cuando Gabriel llegó muy

temprano en la mañana, al ver al rey que ya
trabajaba le preguntó.
“¿No ha ido a dormir?”
“Lo intente, pero no pude, al final decidí que lo

mejor era volver.”
“¿Las pesadillas otra vez?”
“Asi es, cuando no tengo a Aby cerca, ni a Lissana,

las pesadillas vuelven.”
“Esta es la segunda noche que no duerme, le

pediré al médico que le prepare una medicina para
dormir.”
“No quiero, esas medicinas me aturden.”
“La princesa Kiara está en el palacio, deberia

pedirle su ayuda.”
“Si, lo veré después.”
“Iré a buscarla y le pediré que venga.”
“Ya te dije que no es necesario Gabriel, ahora

tengo trabajo que hacer, se lo pediré esta noche
para poder dormir”
“Está bien, si eso es lo que su majestad quiere no

seguiré insistiendo.”
Alessandro continuó trabajando todo el día, como

si evadiera su soledad con el trabajo, cuando llegó
la noche, no parecía que se iría pronto a dormir,
así que Gabriel fue por Kiara. Ella tocó la
puerta de la oficina con sus nudillos y le preguntó.
Después de echarle un vistazo rápido,Kiara le dijo.

“Te ves fatal.”
“¿Qué quieres? A parte de insultarme.”
“Tu asistente me pidió que viniera.”
Alessandro dio un largo suspiro.

“Ese Gabriel, le dije que estaba bien.”
“Tu no estas bien, por eso me pidió que te

ayudará, antes de que colapsarás, debes descansar
como se debe.”
“Cuando duermo, siempre tengo pesadillas, me

levanto aun mas cansado, por eso prefiero no
dormir, puedo estar varios días sin dormir, estaré
bien.”
“Cuando no descansas correctamente, tu mente se

nubla y no piensas, ni actuas bien, eres un rey así
que no puedes darte el lujo de tener tu mente
nublada, todos en este reino dependen de ti y de
las decisiones que tomes.”
“Eso ya lo sé.”
“Te ayudaré a dormir, no tendrás pesadillas esta

noche, así
que vuelve a tu habitación.”
“Esa habitación me sofoca.”
Alessandro se levantó y se recostó en el sofá.

“Dormire aqui.”
“Si eso es lo que prefieres.”
Kiara se acercó a él, puso un dedo en su frente y le

dijo.
“Ellas están bien, no te martirices y quizás estén
contigo pronto.”
“Eso espero.”
“Ahora duerme.”
Inmediatamente Alessandro cerró sus ojos y cayó

en un profundo sueño.
Cuando Kiara salió de la habitación, Gabriel le

preguntó.
“¿Y su majestad?”
“Está durmiendo, no quiso ir a su habitación asi

que está en el sofa.”
“Supongo que debe ser difícil para él estar en esa
habitación solo.”
“Entiendo como se siente, pero un rey no debe

dejarse influenciar por sus sentimientos, carga con
el peso de todo un reino, su esposa e hija están
bien, no hay razón para que se derrumbe.”
“Para su majestad fue difícil dejar ir a su hija, pero

en todo ese tiempo, la reina estuvo con él
apoyándolo, ahora está solo, no tiene a nadie en
quien apoyarse y están lo de sus pesadillas, no
encuentra descanso ni siquiera durmiendo, así que
no hable de esa manera de su majestad.”
“¿Por qué tiene pesadillas?”
“Empezó cuando sus hermanos murieron a manos

del rey Venobich durante la guerra, él siempre se
culpo por ello y creo que era una manera de
autoculparse, solo empezó a dormir bien cuando
empezó a dormir junto a la reina, cuando la reina
estuvo fuera, estaba su hija y no tuvo problemas,
pero ahora que está solo, las pesadillas volvieron.”
“Lo he puesto a dormir con mi magia, esta noche
no tendrá pesadillas, él dormirá bien, así que no te
preocupes por él, ve a descansar.”
Capítulo 149
Ya no te conozco
Cuando Gabriel llegó a la oficina y vio la cara

descansada del rey le preguntó.
“¿Tuvo una buena noche de sueño?”
“Si, gracias a su poder no tuve ninguna pesadilla.”
“Le pediré que le ayude a dormir cada noche, la

princesa Kiara ayer dijo algo, 'un rey no puede
tener la mente nublada', ella tiene toda la razón.”
“Ella también me lo dijo y se que tiene razón, por

mucho que extrañe a mi familia, no puedo
derrumbarme, debo estar firme y atento por
cualquier ataque.”
“Creo que el dormir bien le regresó la cordura e

hizo que se centrara.”
“Fui yo quien dejo ir a su familia, quien las envió

lejos para que estén seguras, ahora no puedo dar
marcha atrás.”
Alessandro le entregó unas cartas a Gabriel y le
dijo.
“Quiero que envíes estas cartas.”
Gabriel al leer las cartas, vio que todas eran para
los reinos vecinos, incluso había una invitación
para el reino de Laios.
“¿Puedo preguntar para qué son estas cartas?”
“Es para pedir ayuda a los otros reinos, quiero

celebrar una reunión y saber con quiénes
contamos, para saber quienes están dispuestos a
luchar en esta guerra y prestarnos su apoyo.”
____ ༼ ♡ ༽ ____
Los meses pasaban con rapidez en la tierra de las

hadas, Lissana crecía dia a dia, pero también lo
hacia Tarik, poco a poco fue consciente que de que
ya no eran tan cercanos, eso era por que ella era
una niña y él estaba dejando de serlo.
Cuando Lissana cumplio 7 años, Tarik ya tenia

doce, él solía estar mas ocupado y pocas veces
pasaba tiempo con ella, en ocasiones ella le
reclamaba y le pedía que pasara más tiempo con
ella, pero sus respuesta siempre era la misma.
'Lissana, estoy muy ocupado con mis estudios.'
Cuando Lissana cumplio ocho años y Tarik tuvo

trece, ella empezó a darse cuenta que la diferencia
de edad era lo que los estaba separando, que ya
casi no había cosas en común entre ellos, que solo
era ella la que hablaba y que él solo escuchaba, y
no le compartía nada.
Cuando Lissana cumplio 9 años y Tarik tuvo

catorce, se dio cuenta que el decía estar ocupado y
que no pasaba casi tiempo con ella, pero que
empezaba a pasar más tiempo con otras hadas,
todas eran chicas hermosas las cuales coqueteaban
descaradamente y ella veía como él les
correspondía.
Tarik llevó a Lissana a ver el árbol de las

estaciones, el árbol estaba azul, dando a saber que
era invierno mientras lo veía ella le preguntó.
“Tarik, ¿ya no quieres ser mi amigo?”
“Por supuesto que si Lissana, tu eres mi preciada

amiga y siempre lo seras.”
“¿En verdad es asi?”
“Por supuesto.”
“Eres un mentiroso.”
“Las hadas no mentimos Lissana.”
“Dices que soy tu preciada amiga, pero no pasas

tiempo conmigo, desde que volví del reino
humano, tú ya no eres el mismo.”
“Cuando las personas crecen, también cambian
Lissana.”
Lissana se le quedó mirando, él era mucho más

alto que ella, sus hombros eran más anchos, é
incluso su voz había cambiado.
“Haz cambiado tanto, que cuando te veo, ya no te
reconozco, ya no veo a mi amigo.”
“¿Ya no me quieres como tu amigo?”
“Si, pero quiero que vuelvas a ser el mismo Tarik

que conocí, el Tarik que jugaba conmigo y siempre
hacía tiempo para estar a mi lado, no el Tarik que
corre detrás de las hadas y a penas me mira.”
“¿Estás enojada por que no pasó suficiente tiempo

contigo?”
“Estoy enojada porque aunque digas que soy tu

preciada amiga, desde hace un tiempo no me tratas
como tal.”
Tarik alborotó el cabello de Lissana y le dijo.

“No te enojes, intentaré pasar más tiempo
contigo.”
“¿Lo dices en serio?”

“Si, intentaré pasar más tiempo contigo.”
Las promesas para Tarik tenían un gran peso y

aún cargaba con promesas que había hecho
cuando era un niño y que eran imposibles de
cumplir. Él iba a decirle a Lissana que no podía
hacerle promesas que no sabía si podría cumplir,
cuando Ela apareció y los interrumpió.
“Príncipe, la reina pidió que fuera a verle.”
“Lissana, te veré después, ahora debo irme.”
“Siempre debes irte.”

Susurro Lissana mientras le veía marchar.
Ella volvió a ver aquel árbol y se preguntó si algún

día, su relación con Tatik volvería a ser la misma.
Lissana fue a ver a su madre ya que había quedado

con ella para comer, cuando la vio su madre le
preguntó.
“¿Por qué estás enojada?”
“No estoy enojada.”

Respondió Lissana mientras tomaba su lugar en la
mesa junto a su madre.
Abril enarco una ceja, como diciendo. *No me
mientas se que estas enojada'.
“Bueno me enojé con Tarik.”
“¿Porque te enojaste con él? ¡¿Acaso te hizo

algo?!”
“No, solo... Tarik ya no es el mismo, ya casi nunca

me presta atención, dice que está ocupado pero
últimamente pasa jugando con otras hadas, siento
que me ha dejado de lado.”
Tarik estaba en su adolescencia, era natural que él

sintiera interés por otras chicas de su edad y que
hubiera dejado de pasar tanto tiempo con Lissana,
pero eso era algo difícil de entender para una niña.
“Él no te ha dejado de lado, solo está en la edad en

la que quiere tener más amigas.”
“Pero nosotros prometimos que siempre

estaríamos juntos.”
“Esa es una promesa difícil de cumplir Lissana,

recuerda que ambos son de mundos diferentes,
aunque ahora estemos en la tierra de las hadas,
algún día volveremos al mundo humano y tendrán
que separarse.”
“Pero…”
“¿Acaso no quieres volver a casa? ¿No quieres

volver con papá?”
“Claro que quiero, deseo volver a ver a papá, le

extraño mucho.”
“Y él nos extraña de la misma manera, por eso,

por muy hermoso que sea este lugar, no es nuestro
hogar, debemos volver a casa, tu padre nos espera
y por eso no puedes aferrarte a Tarik Lissana,
debes dejar que él tenga nuevas amigas, para que
no se sienta solo cuando tu ya no estés.”
Lissana terminó su comida en silencio, el resto de

la tarde siguió pensando en las palabra de su
madre y no pudo negar que todo lo que había
dicho era verdad, que ella se había estado
aferrando a Tarik, aun cuando ella estaba
pensando volver a su reino.
A partir de ese día, Lissana dejó de insistirle a

Tarik de que le dedicara más tiempo y se centró en
su magia, la cual había mejorado muchísimo
durante los últimos años.
Capítulo 150
Nuevos aliados
Las invitaciones a los otros reinos fueron enviadas

y la respuesta no tardó en aparecer. Todos
aceptaron reunirse en el reino de Cosset, aun
cuando no tenían muy en claro que era lo que
estaba pasando.
Una semana, los representantes de los reinos

vecinos, empezaron a llegar al palacio, el primero
en hacerse presente fue el reino de Battet, el
principe Calum, se presentó, junto a su hermana
Sefora, varios sirvientes les acompanaban con
varios cofres llenos de regalos.
“El príncipe Calum Donvert, del reino de Battet,

saluda a su majestad el rey Alessandro Veriatte, del
reino de Cosset.”
La joven hizo una elegante reverencia y se
presento.
“Sefora Donvert, princesa del reino de Battet,
saluda a su majestad el rey Alessandro Veriatte, del
reino de Cosset.”
“Sean bienvenidos a mi reino, agradezco que

hayan atendido a mi llamado.”
“Siempre hemos deseado ser más cercanos al
reino de Cosset, no podíamos dejar pasar esta
oportunidad.”
El príncipe Calum al no ver a la reina pregunto.

“Además pensé que tendría la oportunidad de ver
a su majestad la reina, pero no la veo por ninguna
parte.”
“Mi esposa no se encuentra en el reino en este

momento, asi que no podrá verla.”
“Ya, es una lastima.”

Alessandro le hizo señas a Gabriel para que
apareciera y dijo.
“Deben estar cansados del largo viaje que hicieron
para llegar aquí, mi asistente los llevará a sus
habitaciones para que puedan descansar.”
“Agradezco su amabilidad su majestad.”

Sefora se inclinó ante Alessandro, lanzándole
miradas coquetas y le dijo.
“Agradezco sus cuidados y su amabilidad su
majestad.”
Gabriel les dijo.

“Siganme por favor, los llevaré a sus
habitaciones.”
Sefora siguió mirando hacia atrás repetidas veces,
intentando llamar la atención de Alessandro, pero
él no volteó a mirarla.
Mientras caminaban por los pasillos Sefora

preguntó.
“¿El rey tiene concubinas?”
“No princesa, el reino de Cosset, es muy

conservador en ese tipo de cosas, su majestad tiene
una sola esposa y no piensa tener otra, ni ninguna
concubina.”
Sefora sonrió, eso no hizo que perdiera las

esperanzas, si no que su interés por él aumentará.
Calum dijo.
“Un rey no debería tener una sola esposa, la
monogamia se deja para los plebeyos y los nobles,
no para la realeza.”
En el reino de Battet, la familia real solía tener

muchas esposas y muchos hijos. Gabriel entendía
que él pensara de esa manera y como no quería
entrar en conflicto con los invitados no dijo nada.
Después de dejarlos en sus habitaciones, Gabriel

fue a buscar al rey, él ya estaba en su oficina
trabajando, Gabriel le dijo.
“Ya he dejado a los invitados en sus habitaciones.”
Gabriel empezó a organizar el escritorio de
“Me parece que el reino de Battet ha enviado a una
de sus princesas para que sea su concubina.”
“También me di cuenta de eso.”
“No debió decir que la reina no estaba, ahora la

princesa Sefora verá esto como una oportunidad
para acercarse a usted.”
“Si hubiera dicho que Abril no había asistido por

que estaba indispuesta, hubieran dicho que ella era
débil y que necesitaba otra esposa, prefiero decir
que no esta, asi solo debo decir lo mucho que amo
a mi esposa y que jamás tomaré otra mujer.”
“Supongo que tiene razón, aunque no me

sorprendería que el reino de Battet intente
negociar a través de un compromiso.”
“Tambien lo he pensado, pero eso es por que no

saben que no es solo nuestro reino el que está
siendo amenazado, si no el mundo entero, ningún
reino estará a salvo cuando la guerra comience.”
“Esperemos que entren en razón sin pedir cosas
innecesarias.”
“Eso espero.”
____ ༼ ♡ ༽ ____
Al día siguiente, Sefora empezó a buscar a

Alessandro, intentando hacer parecer que sus
encuentros eran casuales, pero él la rechazó
diciendo que estaba ocupado y alejándose
rápidamente de ella.
Tres días después llegaron los emisarios del reino

del reino de Xurt. Ellos presentaron varios baules
con joyas y finas telas como presentes.
Una hermosa joven de piel morena, alta, cabello

castaño y ojos grises hizo una elegante reverencia
ante Alessandro.
“Elisha Lombart, princesa heredera del reino de
Xurt, se presenta ante su majestad el rey
Alessandro Veriatte.”
“Es un placer tener a la princesa heredera del

reino de Xurt en mi palacio, le agradezco mucho el
haber atendido a mi llamado.”
“He escuchado muchas cosas acerca del reino de
Cosset y he venido a comprobar si son ciertas o
no.”
“¿Qué cosas ha escuchado sobre mi reino?”
“He escuchado que hay monstruos atacando

Cosset, ¿es
verdad?”
“Es verdad y es por eso que le pedí venir, en la

reunión tendrá todos los detalles.”
“Su majestad es inteligente, hace crecer mi interés

para que espere ansiosa esa reunión.”
“Espero saciar su curiosidad sobre mi reino

mientras se encuentre aquí.”
“Yo también lo espero, ya que he hecho un largo

viaje para llegar hasta aqui.”
Alessandro le hizo señas a Gabriel, él dio un paso

al frente y Alessandro dijo.
“Ya que ha hecho un largo viaje para llegar hasta
aquí, serà mejor que se vaya a descansar.”
“Muchas gracias por su consideración, su

majestad.”
Alessandro se sorprendió al ver a la princesa
heredera del reino de Xurt entre los emisarios que
habían llegado. Pero en parte se alegró de que
fuera ella quien estuviera presente en la reunión ya
que se decía que los mejores guerreros estaban en
el reino de Xurt, y deseaba contar con su ejército.
Elisha siguió a Gabriel y salió de la sala sin mirar

atrás. Mientras se dirigían a su habitación ella
preguntó.
¿Esta la reina?, escuche que tiene un gran poder.”
“Ella no está en el palacio en este momento, no

creo que tenga la oportunidad de conocerla.”
“Es una lástima, también vine a Cosset porque

quería conocerla.”
Gabriel no dijo nada y siguió caminando.
Elisha apresuró el paso y camino a su lado.

“¿El principe Cassian aún está soltero?”
“No, él se casó hace unos meses atrás.”
“Qué lástima, pensé que volvería con un marido,

¿tu eres guapo, estás soltero?”
“No princesa, estoy casado, tengo dos hijos y mi

esposa esta embarazada.”
“No tenias que decirlo de esa manera, con decir
que no bastaba.”
. Elisha dio un largo suspiro y dijo.
“Se que vendrán otros representantes de otros
reinos, ¿Quienes han llegado?”
“Solo ha llegado el príncipe Calum y la princesa

Sefora del reino de Battet.”
“Al parecer aún no ha llegado nadie que valga la

pena, tendré que esperar un poco más.”
Después de dejar a la princesa Elisha en su

habitación, Gabriel regreso con el rey.
“¿Cómo te fue con la princesa Elisha?”
“Ella no tiene interés en usted, si eso es lo que està

preguntando, ella mostró interés por el príncipe
Cassian, preguntó si estaba soltero, cuando le dije
que estaba casado, ella dijo que era una lástima.”
“Mantén vigilados a nuestros invitados, aunque

hayan venido no puedo decir que sean mis
aliados.”
“Asi lo haré su majestad.”

Capítulo 151
Como un perro abandonado
Alessandro se dirigía a su habitación cuando se

topó con la princesa Sefora en uno de los pasillos,
él intentó evitarla, pero ella le habló antes de que
diera media vuelta.
“Su majestad, me alegra verlo.”
“Buenas noches princesa Sefora, ya es tarde,

debería estar descansando.”
“Es que no podía dormir, por eso decidí salir a dar

un paseo, ¿su majestad tampoco puede dormir?”
“No es eso, estaba ocupado, estoy muy cansado,

así que me retiraré a descansar, buenas noches,
princesa.”
“Si está cansado, yo podría darle un masaje a su

majestad, ¿me invitaria a sus aposentos?”
La princesa Sefora era muy directa, asi que
Alessandro decidió ser igual de directo.
“La única mujer con la que comparto mis
aposentos y mi cama, es con la reina, así que si me
disculpa, me retiro.”
“Entonces lo invito a mis aposentos y a mi cama.”
“No tengo ningún interés en engañar a mi esposa

princesa Sefora, y tampoco tengo ningún interés
en usted.”
“Los intereses de una persona varían conforme las

circunstancias y aunque ahora diga eso, estoy
segura que pronto cambiará de opinión.”
“No lo creo, buenas noches princesa Sefora, que

tenga una buena noche.”
Kiara había visto la escena desde lejos, cuando

Alessandro pasó a su lado le dijo.
“Me alegra ver que conoces la fidelidad.”
“¿Qué haces aqui?”
“Te estaba buscando, ya es hora de dormir.”
“Hoy no lo necesito, déjame solo.”
“Dentro de poco será la reunión con los príncipes
de otros reinos, necesitas estar descansado.”
“Las princesas humanas son un poco tontas, sobre

todo la que te acabas de encontrar, piensan en
pescar marido en tales circunstancias.”
“Ellos aun no lo saben, por eso los he hecho venir,

para hacerles saber cual es la situación y que todos
debemos estar unidos.”
“Aun así, poco creo que cooperen, sus reinos no

han sido atacados, seguro diran que esta guerra no
es suya.”
“Eso también lo sé, pero espero poder

convencerlos.”
“No pierdes nada con intentarlo, pero no esperes

mucho dé ellos.”
Cuando llegaron a la habitación, Alessandro se

tumbó en el sofa.
“¿No piensas dormir en la cama?”
“No, dormiré aqui.”
“No se por que evitas dormir en tu cama, aunque

da igual, no es como si me importara.”
Kiara puso un dedo sobre la frente de Alessandro,
antes de que lo durmiera preguntó.
“¿Cuento con tu ayuda en esta guerra?”
“Por supuesto, ¿por qué crees que estoy aqui?”
“Pensé que la única razón de que sigas aquí es

Barto.”
“Es una de las razones, pero si solo fuera eso mi

madre ya me hubiera obligado a volver, pero ella
sabe que el peligro nos acecha, sabe que no hay
lugar seguro, que debemos pelear si queremos
sobrevivir, cuentas con el apoyo de los elfos en esta
lucha.”
“Ahora duérmete, Barto me está esperando.”

Kiara puso a dormir a Alessandro y después se fue
a su habitación, Barto la estaba esperando.
“¿Te he hecho esperar mucho?”
“No, ¿cómo está el rey?”
“Sigue pareciendo un perro abandonado, pero por

lo menos se ocupa de su reino.”
Barto abrazó a Kiara y le dijo.

“No te intereses por ese perro abandonado.”
Kiara pasó una mano por los músculos del pecho y

el abdomen de Barto y respondió.
“Mi interés es todo tuyo.”
Barto apretó ligeramente las caderas de Kiara.

“Si, eres el único que roba mi atención, asi que

hazte responsable por ello.”
Barto se inclinó y le dio un beso largo y

placentero, mientras sus manos subían y bajaban
por su espalda.
“¿Asi te parece bien?”
“Es una buena manera de empezar.”
Alessandro despertó muy temprano en la mañana,
después de entrenar con su espada, fue a su
oficina, Gabriel le recito su
agenda tras entrar.
“Los representantes del reino de Vania llegarán
hoy, también los del reino Sator y Elfrin.”
“Si ellos llegan hoy, solo faltara el reino de Laios,

¿no sabes cuando llegaran?”
“Aun no su majestad.”
“Ya veo, está pendiente de su llegada, ¿Taren aun

no se ha reportado?”
“Hoy ha enviado un reporte, sigue sin encontrar

nada, los representantes de los otros reinos
llegarán pronto, deberia prepararse.”
“Lo haré ahora.”

Alessadro se dio un baño y se puso ropas
adornadas con bordados de oro y botones de oro,
después de peinar su cabello hacia un lado se
reunió con Gabriel nuevamente.
“Ya podemos ir a la sala del trono, los
representantes del reino de Vania han llegado.”
Alessandro tomó su lugar en la sala del trono, a los
pocos minutos entraron los representantes de
Vania.
El principe Lion hizo una reverencia y se presentó

formalmente.
“El principe Lion Green, principe heredero del
reino de Vania se presenta ante su majestad el
rey.”
“Bienvenido a Cosset principe Lion, espero que su

estancia aqui sea agradable.”
“Le agradezco su invitación.”
“Yo le agradezco por haber hecho un viaje tan

largo.”
Alessandro llamó al mayordomo, él se encargó de
llevar al principe Lion a su habitación, ya
necesitaba que Gabriel se quedara a su lado.
El príncipe Jaren Farret, del reino de Sator, fue el

siguiente en pasar y presentar sus respetos ante el
rey.
El último en pasar fue el príncipe Damian Galdier,
el cual era un joven de 17 años, cabello rubio
oscuro y ojos marrones, de entre los príncipes era
el más joven, pero Alessandro pudo ver mayor
astucia en sus ojos.
Ya solo faltaba el reino de Laios para poder dar

inicio a la reunión de los reinos.
____ ༼ ♡ ༽ ____
Cira se quedó mirando el palacio desde la

distancia, Liona le preguntó.
“Desde hace unos días estamos vigilando el
palacio, ¿por que no entramos y tomamos lo que
necesita?”
“Han varias barreras protegiendo el palacio, no

tengo mucho poder en este momento, así que
esperaremos a que haya una brecha en la barrera y
así poder entrar y tomar lo que necesito para
fortalecer mi cuerpo y poder tomar por fin, la llave
del Hades, asi que se paciente, ya falta muy poco
para que alcancemos nuestro objetivo.”
Liona se quedó mirando el palacio y se preguntó si
eso era verdad, si cada vez estaba más cerca de
cumplir su venganza.
Capítulo 152
El amor no se olvida
Enzo estaba dándoles las órdenes que seguirán los

caballeros mientras él estuviera fuera del palacio,
cuando Hans se acercó a él y le dijo.
“Ya está todo listo su majestad.”
“Ahora voy.”
Enzo se dirigió al capitan de los caballeros. Robert
Reece.
“Dejó el reino a su cuidado mientras no estoy,
asegurence de proteger a la gente por si algún
monstruo aparece y si mi hermana viene, no la
enfrenten, solo huyan, ustedes no podrian contra
ella, su prioridad son las personas, no lo olviden.”
“Si, su majestad.”
Enzo dio media vuelta y se fue con Hans.
“¿En verdad cree que la princesa Cira vendrá?”
“No se, pero prefiero dejar mis ordenes, por si aun
caso.”
Hans había sido el amante de Cira, sin duda

alguna él seguia añorandola.
“Hans, mi hermana está siendo controlada por la
oscuridad, ella ya no es la misma, ya no hay
emociones en ella aparte de la oscuridad.”
“Lo sé, solo lo preguntaba por curiosidad.”
“Si ella viene huye, no intentes acercarte, ni

intentes razonar con ella, ella es igual a las
marionetas de carne con las que hemos estado
luchando.”
“Si, lo sé perfectamente.”
Enzo se detuvo de golpe y le dijo.

“¿Aún tienes sentimientos hacia Cira?”
Hans se quedó en silencio durante unos minutos.

“Cuando amas de verdad, por más que ya no
estén, aunque no vuelvan más, el amor que sientes
por esa persona, no se puede olvidar.”
Enzo nunca se había enamorado, así que no podía
entender a Hans, pero él era alguien muy eficiente
y no quería perderlo, asi que le dijo.
“Aunque la sigas amando y no la olvides, piensa
que ella ya ha muerto, porque no puede volver a
ser la persona que amabas.”
“¿En verdad, no hay ninguna forma de salvarla?”
“En el momento en el que entró en el Hades, ella

murió y la oscuridad se apoderó de su cuerpo.”
Enzo empezó a caminar y le dijo.
“Deja de pensar en eso Hans, solo te haces mas
daño.”
Por más que le dijeran que Cira había muerto, que

ya no había rastros de ella, Hans seguía sin
aceptarlo, el seguía teniendo la esperanza de que
ella volviera a ser la misma, que volviera a ser la
princesa caprichosa de la cual él se había
enamorado.
A Hans ni siquiera le importaba que ella no

estuviera con él, solo quería ver que estuviera bien
y que fuera feliz.
Enzo partió al reino de Cosset, muy temprano en
la mañana, él no quería estar lejos de Laios, ya que
la situación ahí apenas y se habían calmado, así
que uso varios pergaminos para acortar su viaje.
Él llegó al mediodia al palacio real de Cosset,

donde fue recibido rápidamente, a diferencia de
los otros dignatarios. Enzo era un rey, así que no se
inclinó cuando estuvo en presencia de Alessandro.
“Enzo Venobich, rey de Laios, saludo al rey
Alessandro Veriatte.”
“Bienvenido a Cosset, rey Venobich.”
Enzo odiaba ser llamado por su apellido, ya que

sentia que se refererian a su padre y no a él.
“Prefiero ser llamado por mi nombre.”
“De acuerdo, Enzo.”
“No veo a mi hermana, ¿tan ocupada está que no

ha podido venir a saludar?”
“Ella no se encuentra en el reino en este

momento.”
“¿Dónde está?”
“Está en la tierra de las hadas.”
“Odie ese lugar, no puedo creer que ella haya

vuelto.”
“Por diferentes circunstancias ella tuvo que volver,

pero pronto estará de regreso.”
“Espero poder verla antes de irme, ¿cuando será la

reunión?”
“Solo faltabas tú, mañana mismo daremos inicio a

la reunión y me gustaría que contaras lo peligrosos
que son los monstruos y del peligro que correrán
todos los reinos si no colaboramos.”
“Lo haré aunque no creo que ellos se convenzan

tan fácilmente, porque ellos no han sido atacados
por monstruos todavía.”
“Lo se, por eso solicito tu ayuda.”

Alessandro se percató que Enzo no se veia muy
bien y le dijo.
“Tienes mala cara, pediré que vayan a revisarte.”
“He usado varios pergaminos para llegar aquí,
solo estoy cansado.”
“Aun así pediré que te revisen, necesito que estés

perfectamente bien durante la reunión, ya que
nadie escucha a los débiles y enfermos.”
“En eso tienes razón.”
“Deberias ir a descansar, te veré mañana.”
Gabriel llevó a Enzo a su habitación. Poco después

llego una joven de cabello rubio y ojos dorados a
verle.
“Escuche que no te encuentras bien.”
Enzo se le quedó mirando fijamente y le dijo.

“Te pareces a mi hermana.”
“Somos familia, es natural que me parezca a ella.”
“La madre de Abril era mi tía, Abril y yo somos

primas.”
“No sabia que tuviera más familia.”
“Ella tampoco lo sabía, lo descubrió hace poco.”

Kiara puso su mano en el hombro de Enzo, una
luz brillo ligeramente en él y todo el cansancio y
malestar que sentía se desvaneció en un instante.
“¡¿También usas magia de luz?!”
“Asi es.”
“¿Cómo te llamas?”
“Soy Kiara.”
“¿Te casarias conmigo?”
Kiara apartó su mano y le dijo.

“¡NO!”
“Soy el rey de Laios, si te casas conmigo, te

convertiré en mi reina.”
“No me interesa convertirme en la reina de

humanos, soy la princesa heredera de mi reino,
además, ya tengo a un verdadero hombre a mi
lado, no me interesan los niños.”
“Yo no soy un niño.”
“Si te comparo con mi hombre, lo eres, además

está claro que tu solo quieres mi poder, eres igual a
tu padre, el cual quiso tener el poder de la luz.”
“Yo no soy igual a mi padre, asi que no vuelvas a

decirlo.”
“Ya he cumplido con lo que me han pedido, asi

que me voy, espero que no vuelvas a escupir tal
tontería otra vez.”
Enzo se quedó mirando la puerta por la que se

acababa de ir Kiara, él nunca había pensado que
pudieran haber más personas con ese poder y sin
duda alguna hubiera sido bueno el poder tenerlo,
porque se avecinaban tiempos oscuros e iban a
necesitarlo.
Después de pensar un momento se dio cuenta que

el pedirle matrimonio a una desconocida había
sido una tontería, pero no lo había pensado mucho
cuando lo había dicho.
Enzo ya no se sentía cansado, así que decidió salir

a dar un paseo para despejar un poco su mente de
la preocupación que sentía por estar lejos de Laios.
Mientras caminaba por los pasillos, se encontró

con una hermosa joven de piel morena, cabello
castaño, alta y ojos grises.
Ella aI verlo le dijo.
“Por el inusual color de tu cabello, rojo como el
carmesí, tu debes ser el príncipe Enzo.”
“Ahora soy rey.”
“Es verdad, lo había olvidado, el rey murió y tú

eres el nuevo rey.”
“Es descortés no presentarse, sobre todo cuando la

persona que habla es inferior en rango.”
“Elisha Lombart, princesa heredera del reino de

Xurt, ya nos conocíamos, pero supongo que lo ha
olvidado.”
Al escuchar su nombre, Enzo recordó que aquella
joven, había
sido su prometida, pero que el compromiso había
sido roto al poco tiempo ya que todos los príncipes
del reino de Xurt había muerto por una epidemia
que había azotado el reino de Xurt y ella se había
convertido en la sucesora.
“Ahora recuerdo quien eres.”
“Si no está ocupado, ¿me acompañaría a dar un

paseo?”
“Estaría encantado de acompañarla.”
Capítulo 153
Un enemigo en común
Enzo y Elisha dieron un paseo por el jardín, ella se

veía hermosa a luz de la luna, entonces recordó
que la primera vez que la había visto, también le
había parecido hermosa, aunque eso había sido
cuando ambos eran niños.
“¿Qué haces aqui?”
“Vine como representante de mi reino.”
“¿Ya te casaste?”
“No, estoy en busca de un prometido, pensé que lo

encontraría aquí, pero la persona que tenía en
mente ya se casó, llegue tarde, ¿usted ya se casó?”
“Aun no me he casado.”
“Escuche que su reino sufrió ataques de

monstruos.”
“Si, pero hemos erradicado a la mayoría de los
monstruos.”
“Los monstruos, ¿eran reales?”
“Muy reales, por eso estoy aqui.”
“Crei que solo eran rumores infundados para

evitar que atacaran el reino de Laios después del
cambio de rey.”
“Puse una barrera en mi reino no para evitar que

la gente entrará, si no para evitar que los
monstruos escaparan, aunque solo haya sido el
reino de Laios y Cosset lo que hayan estado bajo
ataque de monstruos, pronto se desatara una
guerra en la que todos los reinos estarán bajo
ataque, si no quiere ver destruido su reino, le
aconsejaria que acepten unir fuerzas con Cosset.”
„Mi reino tiene grandes guerreros, no es fácil

derribarnos.”
“Lo será, si no tienen las armas adecuadas.”
“¿A que se refiere?”
“Esos monstruos no pueden ser matados con
armas normales, solo con armas bendecidas con
magia de luz.”
“¿Magia de luz? Eso no existe.”
“Sí que existe y las únicas que pueden usar esa

magia está en Cosset.”
“Me es difícil creer lo que me cuenta.”
“Se que puede parecer una historia de fantasia,

pero lo que digo es verdad, la guerra que
enfrentaremos es contra un enemigo que no es
humano, al igual que su ejército tampoco lo es.
Piense en eso esta noche y haga lo mejor para su
reino.”
“Gracias por decirmelo, lo tendré en cuenta.”

Alisha caminó delante de Enzo y le dijo.
“Me ha gustado hablar contigo, creí que nunca
más volveríamos a vernos.”
“También me ha gustado verte, te has vuelto muy

hermosa.”
“Lo sé.”
“Es una lastima que nuestro compromiso se haya

roto.”
Alisha se acercó a Enzo, hasta quedar a escasos

centimetros y le dijo.
“Si, sin duda alguna, has perdido a una gran
mujer.”
“Si, es verdad, envidio a la persona que pueda

tenerte.”
“¿De verdad?”
“Si.”
“Me ha gustado escuchar eso.”

Alisha dio media vuelta y empezó a alejarse.
“Buenas noches rey Enzo, nos vemos mañana en
la reunión y si luego tiene tiempo, acompáñame a
dar otro paseo.”
“Buenas noches princesa.”
Enzo volvió a su habitación, esa noche no paró de
pensar en Alisha y la hermosa mujer que se había
convertido y por primera vez, odio que su
compromiso con ella hubiera sido roto.
Al día siguiente, después de desayunar Enzo, al

igual que todos los representantes de los otros
reinos, incluida Kiara, se reunieron en una sala, en
la cual había una gran mesa redonda donde todos
los representantes se sentaron sin tener distinción
alguna por sus rangos.
Alessandro dio inicio a la reunión diciendo.

“Agradezco a todos los presentes por haber
venido, ya que hay un tema muy importante del
cual debemos hablar, se que muchos habrán
escuchado que Laios y Cosset se han enfrentado a
monstruos.”
El principe Lion preguntó.

“¿Y eso que tiene que ver con nuestros reinos?”
“Mucho, los monstruos a los que se ha enfrentado

Laios y Cosset, solo eran una pequeña parte de lo
que verán nuestros reinos si no luchamos juntos
para vencer a un enemigo en común.”
El principe Calum fue el siguiente en preguntar.
“¿Y cual es ese enemigo en común?”
“La oscuridad, están intentando abrir las puertas

de un lugar llamado 'el Hades', los monstruos que
nos atacaron salieron de ese lugar, lo que saldrá
del Hades una vez las puertas sean abiertas sera
aun peor, esa oscuridad consumirá nuestro mundo
y lo reducirá a ceniza si no nos unimos para
hacerle frente.”
“Esa parece una historia ficticia su majestad,

¿cómo quiere que creamos en su palabra y que
confiemos nuestros ejércitos a Cosset?”
“Ya quisiera que esa fuera una historia ficticia y

que el peligro que se ciñe sobre nosotros no sea
real, pero no es así, principe Lion.”
Enzo habló.
“Todo lo que dice el rey Alessandro es cierto, la
amenaza de la cual habla no es ninguna mentira,
los monstruos nacidos de la oscuridad, son
demonios salidos de las profundidades del infierno
y creanme cuando digo que no quieren enfrentarse
a esos
demonios ya que las armas convencionales no
pueden matarlos, solo las armas bendecidas con
magia de luz pueden matarlos y esa bendición sólo
pueden darla mi hermana Abril, reina de Cosset y
esta chica.
Dijo Enzo mientras señalaba a Kiara.
“Esta guerra será una guerra total, por más que
quieran permanecer al margen de todo esto, no
podrán hacerlo, ya que si Cosset cae, el mundo
entero caerá.”
Aunque sea dificil de creer, espero que puedan

creer no solo en mis palabras, sino también en las
de el rey Enzo y en las de la princesa Kiara.
El príncipe Damián preguntó.

“¿De qué reino es esta princesa?”
“Soy Kiara Babette, prima de Abril Venobich,

reina de Cosset, hija de la reina elfo del reino de
Arkala.”
Cuando Kiara declaró ser la hija de un elfo, los

príncipes empezaron a reir, a excepción de
Alessandro, Enzo y la princesa Elisha, ya que
después de la conversación que había tenido con
Enzo, creía cada una de las palabras que decian.
“Los elfos solo existen en los cuentos e historias

que se leen a los niños antes de dormir, al igual
que las hadas.”
Dijo el principe Lion mientras se reia.
“Toda historia oculta algo de verdad, los elfos nos

hemos mantenido ocultos de los humanos, pero
eso no quiere decir que no existamos.”
Respondió Kiara, molesta ante la actitud que
estaban mostrando aquellos principes.
“Si siguen pensando que todo es una historia

inventada, que el peligro que se ciñe sobre sus
cabezas no es real, acabaran muertos deseando que
sus últimos dias no sean reales.”
Un silencio sepulcral reinó en la sala, todos los

príncipes se preguntaban lo mismo. Esa historia
era real o una ilusión. Elisha fue la primera en
hablar y romper aquel silencio.
“El reino de Xurt, se unirá al reino de Cosset.”
Elisha miró a Enzo y continuó diciendo.
“Y al reino de Laios, yo si creo lo que han dicho y
pienso luchar a su lado para salvar a mi reino de la
oscuridad, si alguno no está dispuesto a creer lo
que sus oídos escuchan, pueden dejar de hacernos
perder el tiempo e irse.”
Las palabras de Elisha habían sido duras, pero

hizo que los demás la siguieran.
El principe Damian fue e primero en hablar.

“El reino de Elfrin, también se unirá y ayudará en
todo lo que pueda para luchar contra la oscuridad.”
Los demás príncipes seguian reacios a creer lo que

se había hablado en esa reunión, así que pidieron
tiempo para pensar en la respuesta que darían.
Aunque no lograron convencer a todos los reinos
para que colaboraran en la primera reunión,
Alessandro se alegró al ver que dos de los reino,
habían tomado la decisión de seguirles.
Capítulo 154
No quiero despedirme
Cuando la reunión terminó, Elisha se acercó al rey

y le dijo.
“Su majestad, he decidido creer en usted y poner a
su servicio mi ejercito, espero que lo valore.”
“Nunca olvidaré que fue la primera en creer en

mi.”
“Espero que podamos reunirnos nuevamente para

hablar correctamente sobre lo que está pasando,
tengo que saber a qué me estaré enfrentando.”
“Por supuesto, princesa.”
Elisha se despidió y dejó la sala, Enzo fue detrás

de ella.
“Princesa Elisha, ¿podemos hablar un momento?”
Elisha había sido rodeada por sus guardias, los

cuales eran todas mujeres. Ella asintió y ordenó a
sus caballeros que les dieran algo de espacio. Ellas
se alejaron.
Elisha continuó caminando con Enzo a la par.

“¿De que quería hablar su majestad?”
“Me alegra que haya escuchado mi consejo.”
“No soy una necia, solo quiero lo mejor para mi

reino y creo que unir fuerzas con Cosset, será
bueno para mi reino, ¿tiene algo más que quiera
decir?”
“¿Tiene prisa?”
“No, pero soy alguien muy directa, no me gusta

perder mi tiempo, asi que, ¿por qué mejor no me
dice que es lo que quiere y nos ahorramos
aburridas conversaciones?”
“Si que es alguien directa.”
“Se que en otros reinos las mujeres suelen ser

sumisas y mojigatas, pero en mi reino es todo lo
contrario, las mujeres tienen los mismos derechos
que los hombres, por eso me convertiré en reina.”
“Solo quería pasar un poco más de tiempo con
usted antes de irme, pero supongo que la he
incomodado, asi que me retirare.”
“No me ha incomodado, es solo que odio darle

tantas vueltas a las cosas, quizás pensaba dar un
largo paseo antes de decirme que solo quería pasar
más tiempo conmigo, ¿o me equivoco?”
“No se equivoca.”
Elisha se acercó a Enzo y le preguntó.

“¿Le gusto?”
“Me resulta una mujer muy atractiva y hermosa, la

verdad es que he quedado fascinado con usted y
estoy apesarado de que nuestro compromiso se
haya roto.”
“A mi siempre me gusto su majestad y ahora que

vuelvo a verlo, recuerdo por que me gustaba, es
atractivo y me gusta la manera en la que me mira.”
“¿Y cómo la miro?”
“Como si estuviera viendo algo maravilloso y
novedoso.”
“Eso es por que lo es, es una mujer preciosa, mas

hermosa que las piedras preciosas.”
“Me hubiera gustado que no fuera rey, si no un

príncipe sin derecho al trono, porque así lo hubiera
tomado como mío, pero no estamos destinados a ir
por el mismo camino.”
“¿Ese es un rechazo?”
“Si, por que estoy en busca de un marido, el cual

gobierne a mi lado, no uno que quiera llevarme al
suyo, asi que el pasar tiempo juntos, aunque me
resulte agradable, es inutil.”
La expresión del rostro de Enzo cambió por

completo, estaba siendo rechazado y de manera
muy directa.
Elisha empezó a alejarse y le dijo.

“Pero aunque sea inútiI, creo que quiero pasar un
poco màs de tiempo con usted, ¿aún quiere?”
Enzo también sabía que eso era inútil, que debía
dejar esas tonterías y volver a Laios, pero aun así,
quiso caminar a su lado un poco más.
“Aunque sea inútil, aun quiero.”
Ellos dieron un largo paseo por el jardín, después

ambos se despidieron, pero con la promesa de
cenar juntos cuando llegara la noche.
Enzo se reunió con Alessandro después de

despedirse de Elisha.
“¿Sabe algo de su hermana Cira?”
“No, después de entrar en la grieta, no ha vuelto.”
“¿La grieta aún sigue sellada?”
“Así es.”
“Su padre sabía muchas cosas sobre el Hades, ¿de

casualidad, alguna vez mencionó algo sobre donde
estaban las puertas del Hades?”
“No, nunca lo mencionó, aunque no solia hablar

mucho conmigo en esos tiempos, yo siempre me
mostré incomodó con la oscuridad, creo que sabia
que podia traicionarlo, por eso solo me dijo lo
necesario, la que sabía un poco màs era mi
hermana Cira.”
“Si recuerdas algo no dudes en decirmelo.”
“Si recuerdo algo se lo diré.”
“¿Te irás hoy?”
“No, me quedaré un día más, me iré mañana por

la mañana.”
“Gracias por tu ayuda en la reunión y gracias por

venir, se que las cosas en tu reino no están bien.”
“Aún siguen apareciendo monstruos de vez en

cuando, pero ahora tenemos armas para luchar.”
“Espero que cuando la guerra empiece, nuestros

reinos no se vean tan afectados.”
“Eso dependerá del lugar en el que se encuentren

las puertas del Hades, ya que ese lugar será el que
se convertirá en el campo de batalla.”
“Es verdad.”
Alessandro le dio una pequeña esfera a Enzo y le

dijo.
“Esta esfera es un artefacto de comunicación,
mantenlo cerca de ti, cuando la guerra empiece, lo
usare para avisar a donde debes dirigirte con tu
ejército.”
Enzo se quedó mirando aquella esfera y preguntó.

“¿Le darás uno de estos artefactos a la princesa
Elisha?”
“Si, me reuniré con ella mañana, después de

explicarle a detalle lo que pasara, se lo daré.”
“Ella necesitará armas bendecidas para luchar con

los monstruos, ¿también se las darás?”
“No tengo suficientes armas para darselas, pero le

pediré a Kiara que bendiga su arsenal, aunque para
hacerlo deberán traer sus armas a Cosset, ya que
ella no puede dejar el reino en este momento, ¿Por
que tienes tanto interés en la princesa Elisha?”
“Alguna vez ella fue mi prometida, solo lo hago
por eso.”
“Y supongo que fue por eso que ella te escucho y

fue la primera en ponerse de nuestro lado, por
cierto, intenta no volver a mencionarle a Kiara que
quieres casarte con ella, su amante dijo que te
mataría si volvias hacerlo.”
“Ella ya ha dejado bien en claro eso, no volveré a

mencionarlo, aunque tampoco tendría
oportunidad, volveré mañana a Laios.”
Enzo se despidió de Alessandro, en la noche se
reunió con Elisha para cenar, ellos estuvieron
hablando de trivialidades. Al terminar la cena,
Enzo sintió pesar, ya que no queria despedirse.
“Ya es tarde, deberíamos irnos.”

Dijo Elisha mientras movia su copa.
“Desearía no tener que despedirme todavía.”
“Entonces vamos a mi habitación, tengo un

delicioso vino, compartamos una botella.”
Enzo sabía que no estaba bien visto que fuera a la
habitación de una joven soltera, pero aun así,
aceptó.”
“Me parece bien, ¿pero sus guardias no dirán
nada?”
“Mis guardias hace rato que se fueron a

descansar.”
“¡¿No es eso peligroso?! ¿No tiene miedo de que

intente hacerle daño o que alguien de este lugar lo
intente?”
Elisha se rió y le dijo.

“No, ya que debería ser usted el que debería
temerme, mi hermoso aspecto, oculta lo que soy,
una guerrera fiera, que es capaz de acabar con
cualquier enemigo.”
Elisha se puso en pie.
“Así que, ¿está seguro de seguirme?”
“Creo que es un riesgo que estoy dispuesto a

correr.”
Ambos fueron a la habitación de Elisha, tras

cerrar la puerta, ella se abalanzo sobre él y lo besó.
Enzo se sorprendió mucho, ella ni siquiera había
abierto el vino, cuando empezó a besarlo, pero aun
así se dejó llevar por el beso. Sus bocas se
movieron al compás, ella empezó a desatar el corsé
de su vestido. Enzo la obligó a detenerse un
momento.
“¿Estas segura?”
Ella le acarició la mejilla, explorando cada curva.

“Nunca antes había estado tan segura de lo que
quiero.”
Afirmó ella.
Los ojos de Enzo ardían con un ansia infinita.

Arrastrandolo hacia la cama, Elisha volvio a
besarlo, Enzo respondió a su beso activamente y se
dejó llevar por aquel intenso momento de pasión,
ambos estaban medio desnudos cuando Elisha dijo
entre jadeos.
“Se amable, es mi primera vez.”
Enzo se aparto bruscamente.

“¡¿Que?!”
Elisha se incorporó y le dio un suave beso en los
labios y le dijo.
“¿Por que estas tan sorprendido?”
“Crei que tu…”
“Aunque la pureza en una mujer no importa en mi

reino, soy la princesa heredera, no habido ningún
hombre que se haya atrevido a tocarme, serás el
primero.”
Aunque Enzo moría de ganas por continuar, no lo

hizo, se quitó de encima de ella y le dijo.
“No podemos continuar.”
“¡¿Por qué?!”
“¿Cómo podría tomar la pureza de una mujer que

no es mi esposa?”
“Hace un momento eso no parecía importarle.”
“Eso es porque pensé que tu…”

Enzo despeino su cabello rojizo y no terminó sus
palabras.
“Creí que querías lo mismo que yo, pasar una
noche agradable y placentera.”
“Y lo quiero, en verdad lo deseo, pero el que sea el

primero cambia mucho las cosas.”
“Supongo que prefieres estar con mujeres con

experiencia.”
“Eres la primer mujer a la que toco.”
“¡¿Que?!”
“Fuiste mi única prometida.”
“Nuestro compromiso se rompió cuando éramos

niños, ¿qué estuviste haciendo todo este tiempo?”
“Estuve muy ocupado luchando con mi hermana

por el trono.”
Elisha se rió y le dijo.

“Vaya, así que ambos somos inexpertos, creí que
eras activo.”
Al final Enzo también se rió y le dijo.
“Creo que ninguno de los dos pensó en esto.”
“Si, es divertido.”
Elisha lo beso y le dijo.

“Pero yo quiero terminar, esta noche, conviérteme
en mujer y yo te convertiré en un hombre.”
Enzo la cubrió con la sábana y le dijo.

“Si aún fueras mi prometida no lo dudaría, te
haria mia, pero lo dijiste antes, no estamos
destinados a caminar juntos, así que lo mejor será
detenernos.”
Enzo acaricio su mejilla.
“Entrega tu cuerpo a la persona que le hayas
entregado tu corazón, para que no te arrepientas
en un futuro.”
Capítulo 155
El último deseo
Elisha tomó la mano de Enzo y le dio un beso en el

dorso de la mano, lo cual significaba que sentía un
profundo respeto, admiración y amor, por que una
vez más, volvió a recordar por que habia sido su
primer amor, aunque eso era algo que no pensaba
decir con palabras.
“Desearía que no fueras rey, para que fueras mio.”
“Yo digo lo mismo, ojala no fueras la princesa

heredera de tu reino.”
“Me gusta ser la princesa heredera, no pienso

dejar todo para ir detrás de ti, pero si algún día te
aburres de ser rey,puedes venir a mi, te estaré
esperando con los brazos abiertos.”
“No creo que eso suceda, yo tuve que hacer mucho

para ser rey.”
“Ya me lo imaginaba, pero aun así, no pierdo nada

con decírtelo.”
Enzo se rio, durante mucho tiempo el reir era algo
que le parecía lejano, pero Elisha lograba hacerle
reir, lo hacía olvidar sus problemas y pesares. Él se
le quedó mirando fijamente, ella le dijo.
“Si no vamos hacer nada deberiamos cambiarnos.”
Enzo empezó a recoger las ropas que estaban

esparcidas por el suelo y empezó a vestirse. Elisha
acomodo sus ropas mientras Enzo terminaba de
vestirse.
Al terminar él le dijo mientras hacia una elegante

reverencia.
“Hasta la próxima princesa Elisha.”
“Hasta la próxima Enzo.”
Enzo se dirigió a la puerta, antes de cruzar el

umbral, se giró para verla por última vez.
Ella le dijo adiós, agitando su mano. Él se quedó

fuera de la habitación por un momento, apesarado
de tener que despedirse.
____ ༼ ♡ ༽ ____
Hans se quedó trabajando hasta tarde en la oficina

del rey, lo había hecho porque prefería estar con su
mente ocupada para así no pensar en su amada
Cira, a quien extrañaba cada día, al final terminó
quedándose dormido sobre el escritorio.
Liona le preguntó a Cira.

“¿Por qué estamos en Laios princesa?”
“Hay algo que necesito de aqui.”
Cira entró al palacio por una puerta secreta se

escabullo hasta llegar a la oficina de su padre y ahí
vio a Hans, ella se acercó con la intención de
matarle, pero cuando vio su rostro dormido, algo
se lo impidió, una voz en su cabeza le dijo.
“No lo hagas, no lo toques.”
“Supongo que le tienes cariño a este humano, asi

que no lo tocare.”
Hans pensó que estaba soñando o alucinando,
porque escuchaba la voz de Cira, al abrir sus ojos
vio a Cira de pie frente a él.
“Cira, ¡¿En verdad eres tú?!”
Ella no respondió, solo se le quedó mirando

fijamente. Hans sabia que era una mala idea, que
no debía estar cerca de Cira, que debía huir, pero
no lo hizo, su corazón se lo impidió, habían pasado
un poco más de dos años desde la última vez que
había estado tan cerca de Cira.
Hans, estiró su mano, toco su mejilla y pudo sentir

la calidez de su cuerpo, la suavidad de su piel. Cira
se retorció, como si su toque le provocará dolor.
“¡¿Estás bien?!”
Cira apartó su mano y le dijo.

“No me toque, tu toque hace que este cuerpo se
estremezca.”
“¿No eres ella?”
“Si y no, ambas seguimos coexistiendo en este

cuerpo, aunque ella pronto desaparecerá por
completo y este cuerpo me pertenecerá, hace
mucho que no escuchaba su voz, pero parece que
tu eres especial para ella.”
Hans al escuchar que Cira aun seguía ahí, la

abrazó y le dijo.
“Cira, vuelve, lucha contra la oscuridad y vuelve
conmigo.”
Ella lo apartó y respondió.

“Te dije que no me tocaras, lo que este cuerpo
siente al tocarte me repugna.”
Ella creó una bola de fuego negro en su mano y le
dijo.
“Aunque ella no quiere que te mate, puede ser
peligroso para mi dejarte con vida.”
Hans no retrocedió, aun cuando ella le estaba

amenazando de muerte, por que si ella aun estaba
ahí, confiaba en que ella no le mataría y aunque lo
hiciera, la realidad era que desde que la había
perdido se había convertido en un muerto
caminante, asi que ella simplemente le liberaría.
Hans dio un paso hacia al frente, acortando la

distancia que había entre ellos, le acarició el
cabello, ella siempre lo había llevado corto, pero en
ese momento lo tenía largo, el cual caía como una
cortina por sus hombros.
“No me importa que me mates, pero déjame
hablar con ella una última vez, quiero decirle
cuánto la amo antes de morir.”
Cuando Hans dijo eso, las llamas en la mano de

Cira desaparecieron y una lagrima rodo por su
mejilla y sus hermosos ojos azules, los cuales hasta
el momento habían parecido muertos, volvieron a
tener esa hermosa luz que habia enamorado a
Hans, ella le golpeó en el pecho, golpecitos suaves
que no le causaron ningún daño y le dijo.
“Idiota, eres un completo idiota, no quiero que
mueras y aun menos por mi mano.”
Hans limpio las lágrimas que no paraban de rodar

como pequeños cristales por su mejilla y con una
suave sonrisa respondió.
“Crei que nunca más volvería a verte.”
Cira le beso. Sus labios se apretaron contra los

suyos y se movían lentamente. Sus labios suaves y
deliciosos, su boca la cual no había besado desde
hacía mucho tiempo, y se había sentido como un
millón de años de deseos silenciosos, desesperados
exhalando su nombre en un suspiro. Sus manos se
apretaron sobre sus hombros y él tomó su boca con
suavidad, ya que temía hacerlo con demasiada
fuerza y que ella desapareciera.
El beso llenaba todos sus sentidos, suavidad,

dulzura, el olor de su pelo y piel, la vista de sus
ojos cerrados, el aleteo de sus pestañas. Su Cira
había vuelto con él, ella estaba agarrándolo de
nuevo, ella estaba sosteniéndolo contra ella, duro,
devolviendo cada parte del beso.
“Te amo Hans, aunque nunca lo dije, en verdad te

amo, eres el único a quien me he permitido amar.”
Sus manos se levantaron y le tocaron la nuca, y

sus suaves cabellos dorados.
“Lo se, siempre lo he sabido, pero me alegra
haberlo escuchado, aunque sea la primera y última
vez que lo haga.”
Una lágrima rodó por la mejilla de Hans, Cira
limpio sus lágrimas y le dijo.
“Eres un lloron, un tonto y un idiota.”
Cira le dio un suave beso en los labios y continuó
diciendo.
“Pero creo que es precisamente eso lo que me
enamoro de ti.”
Èl puso sus manos en su cintura. Le encantaba

abrazarla así, como si fuera a levantarla en sus
brazos, como si estuvieran bailando.
Las manos de Cira se deslizaron por su pecho y le

dijo.
“Quizás esta sea la última vez que nos veamos, hoy
quiero ser tuya.”
Hans negó con la cabeza.

“Prometimos esperar.”
“Mi tiempo se acaba Hans.”
“Las cosas no tienen por que terminar de esta

manera, si luchas contra ella…”
“Ya no me quedan fuerzas Hans, estos son mis

últimos momentos y quiero pasarlos contigo.”
“No quiero vivir una vida sin ti.”
“No puedo darte una vida, solo este instante.”
Dijo Cira mientras besaba sus labios una vez más.
Él la besó profundamente; murmuró contra su

boca, sus manos sobre su espalda, acercándole
más.
Ella se arqueó contra él, contra su cuerpo que le

dolía, podía oir su voz, diciendo su nombre, y por
primera vez, dijo lo que había en su corazón sin
encubrir nada, sin restricción alguna.
“Te amo tanto, que quiero darte todo de mi.”
Oyó que su respiración se aceleraba. Ella lo

arrastró al sofá e hizo que cayera acostado sobre su
espalda. El vestido negro que
llevaba cayó al suelo, su cuerpo apenas cubierto
por la delgada ropa interior, cayó encima de él.
Cira nunca se había entregado a él por el miedo
que le tenía a su padre y por el miedo de perder su
valor, él había respetado sus limites y nunca había
exigido nada, aun cuando la deseaba con la misma
intensidad que ella lo
deseaba a él.
En ese momento, como dos moribundos
cumpliendo con su último deseo, los dos se
entregaron por completo.
Cira se despertó entre los brazos de Hans, ella

podía sentir su respiración y el latido de su
corazón, en ese momento se dio cuenta que él, le
había dado valor que no tenía, que el trono y la
venganza, nada de eso tenía valor alguno, era
Hans, lo más precioso que ella había tenido, pero
se había dado cuenta demasiado tarde de eso.
Ella podía sentir como la oscuridad en ella

empezaba a consumirla, solo era cuestión de
tiempo para que desapareciera.
“Perdoname Hans, por no quedarme a tu lado.”
Cira debía irse antes de que la oscuridad tomara el

control de su cuerpo nuevamente, antes de que lo
que había en su interior matara a Hans.
Ella se levantó, recogió sus ropas del suelo, tomó

el diario de su padre, le dio un beso en la frente a
Hans y le dijo en apenas un susurro, ya que no
quería despertarlo.
“Adiós Hans, espero que no nos volvamos a
encontrar, porque esa.. ya no seré yo.”
Capítulo 156
Sigue siendo un niño
Al día siguiente Enzo volvió a Laios.
Cuando Elisha despertó, una de las sirvientas le

llevó una espada y una daga, junto a una nota que
decía.
Elisha miró la daga y la espada que Enzo le había

dejado, pasó su mano por la espada y la daga. Eran
armas magníficas, una sonrisa se dibujó en su
rostro.
“Las cuidare bien, porque será nuestra promesa de
volver a vernos.”
Ese día Elisha se reunió con Alessandro y acordó
los términos de su colaboración, él también les
habló sobre los monstruos y sobre las puertas del
Hades.
“Enviare las armas para que sean bendecidas en
unos dias.”
“Cuando las armas sean bendecidas, las

enviaremos inmediatamente.”
“Muchas gracias, ya que si lo que dicen es cierto,

quiero estar preparada para lo que vendrá.”
“Si no está convencida de que todo lo que le he

dicho es cierto, ¿por qué aceptó esta alianza?”
“El rey Venobich me dijo que era lo mejor y le creo

a él.”
“Me dijo que alguna vez estuvieron

comprometidos, él aprecia preocupado por usted.”
“Desde que se rompió mi compromiso con él, no

había vuelto a verle, pero gracias a esta reunión he
podido verle otra vez, gracias por eso.”
“¿Piensa retomar su compromiso?”
“Soy la princesa heredera de mi reino, no pienso

dejar eso por un hombre, pero los recuerdos que
hice estos días, los guardaré en mi corazón.”
Para la realeza, no tenía la libertad para amar, ni

de estar con la persona que se deseaba, para él
había sido igual, se había casado odiando a su
esposa, pero había terminado ganando a casarse,
ya que Abril era a quien mas amaba, pero Elisha
como princesa heredera y Enzo como rey de Laios
no tenían esa libertad, ellos no estaban destinados
a estar juntos.
“Ya no tengo nada más que hacer aquí, volveré

hoy mismo a
mi reino.”
“Le deseo buen viaje princesa Elisha.”
____ ༼ ♡ ༽ ____
Cuando Hans despertó, no encontró a Cira por

ninguna parte, ella se había ido y se había llevado
su corazón con ella. Hans sentía que apenas y
podía respirar, había perdido por segunda vez a su
amada.
Ese dia Hans no pudo trabajar, estuvo todo el dia

preocupado por Cira, ella se había despedido como
si su vida se estuviera agotando, como si fuera a
desaparecer por completo. Él había estado tan
absorto en sus pensamientos que ni siquiera se
percató cuando Enzo llegó hasta que golpeó el
escritorio.
“¡HANS!”
“Su majestad, ¿cuándo volvió?”
“He llegado justo ahora, ¿estás bien?”
Hans dio un largo suspiro, si le contaban que

había visto a Cira, él se pondría como loco, no
sabía si debia contarle o no que la habia visto, pero
al final decidió que lo mejor era hacerlo, lo mejor
era contarle que Cira aún seguia viva, que todavía
no habia sido consumida por la oscuridad.
“La princesa Cira estuvo aqui.”
“¡¿QUÉ?! ¡¿ELLA ATACÓ EL REINO?!”
“No, no hizo nada.”
“Ella no pudo venir, solo a hacer una visita.”
“No sé a qué vino, pero cuando nos encontramos

ella recuperó la conciencia, ella aun esta viva, no
ha sido consumida por la oscuridad, aún no es
demasiado tarde para ella.”
“¿Estás completamente seguro de eso?, quizás ella

solo fingió que aun estaba ahí, que era ella, ya
sabes lo astutos que son las marionetas humanas,
nosotros lo sabemos mejor que nadie, ella estuvo
en el Hades, que siga viva es casi imposible.”
“Se que quizás no me crea y piense que todo me lo

he imaginado por el deseo que tengo de que ella
esté viva, que esté bien, pero no le he mentido, era
ella.”
“Aunque sea ella, nosotros no podemos ayudarla y

tampoco creo que lo que hay en ella se lo permita.”
“Digaselo a su hermana Abril, pidale que la salve.”
“Para empezar ellas nunca se han llevado bien,
Cira siempre odio a Abril por ser la primogénita,
ella hizo su vida miserable, no se si Abril querrá a
ayudarla.”
“A ella ya no le importa el trono, ella no será una

amenaza para usted, ayúdeme a salvar a la mujer
que amo.”
Hans se puso de rodillas y le dijo.
“Se lo suplico, salvela.”
Enzo dio un largo suspiro, él sentía lástima por

Hans, le había entregado su corazón a quien no
debía, desde un principio su relación estaba
destinada al fracaso.
“Levántate, haré lo que pueda Hans, pero no
puedo prometerte nada, no se que rumbo vaya a
tomar esta guerra, pero nuestra prioridad no es
Cira, es salvar y proteger nuestro mundo de la
oscuridad, como rey esa es mi prioridad, aunque
como hermano, aunque no lo creas, es ayudar a
Cira.”
“Lo sé.”
____ ༼ ♡ ༽ ____
Abril estaba enseñándole a Lissana a utilizar las
dagas, cuando vio que Tarik se había detenido a
observarlos.
“Tarik se ha detenido a verte, ¿quieres tomar un
descanso para ir a saludarlo?”
“No es necesario, él debe estar muy ocupado.”
“En este momento no lo parece, es más, creo que

quiere hablar contigo.”
“No quiero hablar con él mamá, prefiero pasar

tiempo contigo.”
“Te has peleado con Tarik? Me parece que ya no

pasas mucho tiempo con el.”
“Tarik ya no quiere pasar tiempo conmigo,

prefiere pasar tiempo con sus amigas las hadas.”
“¿Él te dijo eso?”
“No, pero es así, cada vez que me acerco dice estar

ocupado, pero tiene bastante tiempo para estar con
las hadas, a veces pienso que solo lo dice para que
no le moleste.”
“Yo pienso que deberías hablar con él, si no lo

haces, nunca sabrás qué es lo que piensa y al final
serás tú quien termine alejándose y perdiendo su
amistad.”
Lissana bajo las dagas y dijo.

“Supongo que tienes razón, iré a hablar con él.”
“Buena suerte mi niña y no olvides de decir lo que

hay en tu corazón, por que si lo guardas todo, no
podras con el gran peso que se posara en tu
corazón.”
Lissana se acercó a Tarik, ella tenía meses de no

hablar con Tarik, de solo saludarlo y verle pasar de
lejos, por eso no se había percatado de que él
estaba más alto.
“Hola, Tarik.”
Saludo tímidamente.
“Hola Lissana, si no estás ocupada, ¿me

acompañarias a dar un paseo?”
Lissana volvió a ver a su madre, pero ella ya se
estaba alejando.
“Claro.”
Mientras caminaban por el jardín, Tarik le

preguntó.
“¿Cómo has estado?”
“Bien.”
“¿Estás molesta conmigo?”
“No.”
“Entonces, ¿por qué estás siendo tan fría

conmigo? ¿Por que parece que me has estado
evitando?”
“No te he estado evitando.”
“Tus respuestas son cortas, como si quisieras

terminar esta conversación lo más rápido posible e
irte, ultimamente solo me saludas y te vas sin dejar
que diga algo siquiera.”
“Eres alguien muy ocupado, no quiero hacerte
perder tu tiempo.”
“Lissana, pasar tiempo contigo nunca lo he

considerado como perder el tiempo, eres mi
preciada amiga.”
'Mi preciada amiga.' Aunque Tarik se lo decía

constantemente, ella no sentía que fuera de esa
manera. Había tristeza en el rostro de Lissana, de
la pequeña niña que había frente a él.
“En un tiempo sentí que así era, que eras mi

preciado amigo, pero ahora ya no es así.”
“¿Ya no me consideras mas tu mejor amigo?”
“¿Como puedo considerar mi mejor amigo a

alguien que nunca esta para mi?”
“Lissana yo…”
“Lo se y no tienes que repetirlo, es por que estas

ocupado, por que ya no eres más un niño y yo sigo
siendo una niña, y se que es precisamente por eso
que no puedes seguir siendo mi mejor amigo.”
“+Una lágrima rodó por la mejilla de Lissana.
Tarik limpió la lágrima de Lissana con la yema de
sus dedos y con tristezale dijo.
“No llores, me rompe el corazón ver tus lágrimas.”
Ella apartó su mano, limpió las lágrimas que caían

por sus mejillas y le dijo.
“Mi madre me está esperando, debo irme.”
Lissana salió corriendo, Tarik se quedó mirando
como se alejaba y mientras lo hacía, se preguntó si
las cosas hubieran sido diferentes si ella no se
hubiera ido.
Ela apareció de pronto y le preguntó.

“¿Por qué sigues insistiendo en llamar a esa niña
tu preciada amiga? Quizás lo fue cuando eran
niños, pero ahora solo parecen conocidos, sus
edades son una gran brecha, la cual es difícil de
superar.”
“Eso es algo que a ti no te importa Ela.”
“Yo solo digo lo que veo.”
Tarik le lanzó una mirada asesina, aquella mirada

feroz que solo le daba a ella. Pero Ela no se
intimidó, acortó la distancia entre ellos sin apartar
su mirada y le preguntó.
“¿Por qué me odias tanto?, desde que nos
conocimos siempre me has visto con odio y
desprecio, ¿es por que piensas que tome su lugar?”
Tarik no respondió, Ela continuó diciendo.

“Yo no he tomado su lugar, ya que desde un
principio fue ella quien te dejo, asi que no
desquites tu odio conmigo.”
Ela se apartó, antes de irse le dijo.
“Ya no eres un niño, así que deja de actuar como
uno.”
Tarik se molesto por las palabras de Ela, pero

todas sus palabras eran verdad, y eso fue lo que
más lo molesto, que él trataba a Lissana como a
una niña, pero en realidad era él quien parecía
haberse atascado en aquel tiempo, quien en el
fondo, no era más que un niño.
Capítulo 157
El camino a recorrer
Tarik pronto cumpliria quince años y pronto

terminaria el plazo que la reina hada le había dado
para rechazar ser su sucesor, Fay le había
explicado infinidad de veces a Tarik el peso que
cargaría sobre sus hombros si aceptaba ser rey,
pero él seguía insistiendo en ser el sucesor de la
reina Hada, estaba decidido en convertirse en rey.
Fay invitó a Tarik a cabalgar por el bosque, los dos

dieron un largo paseo hasta llegar al lago que había
en las profundidades del bosque y se sentaron a la
orilla del lago.
“Pronto cumplirás quince años Tarik, ¿hay algo
que desees como regalo?”
“Hum... no creo que haya nada que desee padre.”
Tarik se veía decaído, Fay le preguntó.

“¿Qué pasa Tarik?”
“Odio haber crecido tan rápido.”
“¿Es Lissana?”
“A medida que crezco, siento que me alejo mas de

ella, que la brecha que hay entre nosotros se vuelve
cada vez más grande.”
“Y esa brecha se volverá aún más grande cuando

seas nombrado oficialmente el sucesor de la reina.”
“Lo se.”
“Aun estas a tiempo de retractarte Tarik, estas a

tiempo de elegir otro camino.”
“Aunque elija otro camino, nada cambiara.”
“El ser rey de las hadas es una carga muy pesada,

porque a diferencia de los humanos, el que
gobierna la tierra de las Hadas, queda atada a ella.”
“Eso ya lo se padre, me lo has repetido cientos de

veces.”
“Solo faltan dos meses para tu cumpleaños Tarik,
dentro de poco no podré volver a decirlo.”
Tarik se quedó mirando a la distancia, la tierra de

las hadas era hermosa y pacifica, él quería proteger
eso.
“Se que piensas que la reina ha influenciado en mi
decisión, pero no es así padre, he decidido ser rey
porque amo este lugar, porque este reino y sus
habitantes es algo que quiero proteger.”
“Te entiendo, yo también amo nuestro hogar y por

eso me convertí en un soldado, porque quiero
protegerlo.”
“Yo no cambiaré de opinión, seré rey y protegeré

nuestro reino.”
Fay alboroto el cabello de Tarik y le dijo.

“Todavia queda algo de tiempo, piensalo un poco
más. Si esa es tu decisión, la respetaré y te apoyaré
siempre, seré la espada que te protegerá, pero no
lo ignores, piensa un poco más si en verdad quieres
ser rey.”
“Así lo haré y gracias papá, por apoyarme.”
“Tarik, pronto iré al reino humano, ¿No quieres

venir conmigo?”
“¿Qué harás en el reino humano?”
“Cada cierto tiempo voy al reino humano y

compruebo cómo están las cosas, si vas al volver
quizás la distancia de la edad que hay entre
Lissana y tu se acorte, aunque sea por un tiempo,
ambos pueden volver a ser amigos, ese será mi
regalo de cumpleaños para ti, si decides tomarlo,
claro está.”
Tarik había deseado muchas veces el volver a

aquellos días en los que ambos eran mejores
amigos y su padre le estaba dando la oportunidad
de cerrar la brecha que había entre ellos.
“¿Lo dices en serio?”
“Si.”
“Pero y la reina, no creo que ella me permita ir al

mundo humano.”
“De ella me encargo yo, por eso sería mi regalo
para ti.”
Tarik no lo pensó dos veces.

“Si, iré contigo al reino humano, padre.”
____ ༼ ♡ ༽ ____
Lissana estaba intentando atrapar los peces de

colores junto a Uzziel, en el estanque que había en
el palacio. Mientras Abril y Maya estaban hablando
en una banca cerca de ellos. Abril se veía pensativa
mientras veía a Lissana, Maya le preguntó.
“A veces me preguntó si hice bien en venir aquí.”
“Han pasado más de cuatro años, debes extrañar

mucho a Alessandro.”
“Si, pero no es solo eso, desde hace unos días

tengo un extraño presentimiento, como si algo
malo fuera a pasar.”
“¿Quieres volver a Cosset?”
“Si, pero no quisiera dejar a Lissana, que vuelva a

estar sola.”
“Tu corazón está dividido, pero si estas tan

preocupada por Alessandro, podrías irte unos días,
comprobar que todo esté bien y volver, yo cuidare
de Lissana mientras no estas.”
“Gracias, Maya en verdad te lo agradezco, se lo

diré a Lissana esta noche, ahora iré a hablar con la
reina hada.”
“Ella aun sigue negándose a cooperar.”
“Si, esa mujer no da su brazo a torcer.”
“Yo he intentado convencerla, pero siempre corta

el tema de raíz.”
“Solo espero que cuando su ayuda sea necesaria,

no se niegue a ayudar.”
“Espero que entre en razón.”
“Ire a ser mi último intento, te veré después.”
Abril fue a ver a la reina, ella estaba en su oficina,

en la cual habían grandes ventanales, enredaderas
que subían por las paredes, varias estanterías de
libros y un enorme escritorio de madera, por lo
menos esa era la decoración ese día, ya que aquella
habitación cambiaban constantemente.
“Su majestad, me gustaría hablar con usted un

momento.”
“Si vienes a lo de siempre, vete, en estos

momentos estoy ocupada y no tengo tiempo para
perderlo en algo sin sentido.”
“Por favor considérelo su majestad, lo que vendrá

no es algo que pueda enfrentar sola, usted dijo que
ya se habia enfrentado a la oscuridad, ya vio
sucubir su mundo una vez, no permita que eso
vuelva a suceder.”
Los ojos de la reina hada, los cuales no tenían un

color especifico, se fijaron en Abril y le dijo.
“Mi respuesta siempre será la misma, así que vete
antes de que mi paciencia se acabe y deje de ser
amable.”
“Volveré al reino humano durante unos dias.”
“Que bien, así me dejaras en paz.”
“Por favor reconsidere lo que le he dicho.”
“Si eso era todo lo que tenias que decir, vete.”
Abril estaba molesta, ella no entendía por qué la

reina hada se
negaba a ayudar en la guerra contra la oscuridad,
pero a lo largo de los años que habia estado ahi,
habia llegado a saber que cuando la reina hada
estaba de mal humor como ese dia, lo mejor era no
seguir insistiendo, ella hizo una reverencia y se
retiró.
Mientras caminaba por el pasillo, ella se encontró

a Fay, él se detuvo a saludarla.
“Hola, reina Abril.”
“Hola, Fay.”
“¿Una visita con la reina?”
“Si, pronto dejaré el reino de las hadas por un

tiempo, por favor cuide de mi hija.”
“En realidad yo también estaré fuera durante

algún tiempo y hay algo que me gustaría pedirle.”
“¿Qué cosa?”
“¿Podría llevarse a Tarik y mostrarle el mundo

humano, el mundo de Lissana?”
“No tengo ningún problema para llevarlo

conmigo, pero, ¿en verdad cree que la reina hada le
dejará ir?”
“Si, me encargaré de que ella lo deje ir.”
“El reino humano no es un lugar muy seguro en

estos momentos, puedo preguntar, ¿por que quiere
que su hijo vaya? Yo traje a mi hija a la tierra de las
hadas para que estuviera segura.”
“Eso es porque quiero que él tome la decisión
correcta, que no se equivoque al elegir el camino
que va a recorrer.”
Capítulo 158
Promesa de hada
Cuando Fay llegó a la oficina de la reina, vio que

parecía estar de muy mal humor y que se pondría
aún peor cuando le dijera que se llevaría a Tarik al
reino humano, pero él estaba a decidido a cumplir
con lo que había prometido y si era posible, sacar
de la influencia de la reina a hada a su hijo.
“Mi reina.”
“¿Qué quieres Fay?”
“Pronto partiré al reino humano y esta vez no

quiero ir solo, quiero un compañero.”
“¿Ya has pensado en alguien?”
“Asi es, me levaré a Tarik conmigo.”
La reina le lanzó una mirada asesina a Fay.

“¿Qué has dicho?”
“Quiero llevar a Tarik al reino humano.”
“No.”
“Aunque Tarik sea su sucesor aún sigue siendo mi

hijo su majestad, le he prometido que le llevaría al
mundo humano como regalo de cumpleaños, así
que permita que cumpla mi promesa, que le de un
último regalo antes de que se convierta
oficialmente en su sucesor.”
“¡Fay!”
“Además, creo que le vendrá bien ver como es el

mundo humano, pienso que eso le ayudará a tomar
una mejor decisión, ¿no lo cree?”
La reina no quería perder a su sucesor, sobre todo

porque Tarik era fuerte y estaba segura de que
seria un buen rey.
“Está bien, permitiré que te lo lleves, pero cuando
vuelva, no habrá más tiempo, Tarik hará la
ceremonia como mi sucesor.”
“Por supuesto su majestad.”
“Y fay, intenta que tu viaje al reino humano sea lo
más corto posible, recuerda que el tiempo aquí y
en el reino humano fluyen de manera diferente.”
“Lo sé su majestad, procuraré que mi viaje sea

corto.”
“Mas te vale que así sea.”
Cuando Fay salió de la oficina de la reina, fue a ver

a Tarik y le dijo.
“Prepara tus cosas Tarik, nos iremos mañana.”
“¿La reina accedió?”
“Si, te dije que lo conseguiría.”
“Iré a decirselo a Lissana, le diré que iré al reino

de los humanos y que estaré fuera durante algún
tiempo.”
“Me parece bien, pero no tardes, debemos

despedirnos de mamá.”
“Si.”
Tarik fue corriendo a buscar a Lissana, ella estaba
de cuclillas junto mirando el estanque, él se se
puso a su lado y le preguntó.
Lissana se sorprendió al ver a Tarik a su lado y por

poco y cae de cabeza al estanque, pero Tarik la
sostuvo.
“¡Me asustaste!”
“Lo siento, esa no fue mi intención.”
“Qué haces aquí?”
“Queria verte y también quería contarte algo.”
“¿Qué cosa?”
“Voy a ir al reino humano.”
“¿Que?”
“Y cuando vuelva, nuestra edad ya no será un

problema.”
Le dijo Tarik con una hermosa sonrisa.
Lissana había sufrido mucho cuando había vuelto
y se había encontrado con una persona
completamente diferente, ella no quería que él se
fuera, agarró su mano y le dijo.
“No te vayas.”
“Crei que estarías feliz de que volviéramos a tener

la misma edad.”
“Eso me gustaria, pero no quiero que te vayas, yo

no quiero que hagas esto solo por mi.”
Tarik acarició la cabeza de Lissana y le dijo.

“Quiero ir al reino humano, en parte por que
quiero que volvamos a ser amigos que comparten
intereses, pero también es por que quiero conocer
tu mundo, asi como tu conociste el mio.”
“Pero aunque para ti será un corto tiempo, para

mí no lo será, yo te voy a extrañar.”
“Y yo a ti, pero ten paciencia, solo será una

separación temporal, volveré antes de que te des
cuenta.”
“Si, espero que no me ignores cuando vuelva.”
“No lo haré, pero tú tampoco lo hagas.”
Tarik entrelazo su dedo meñique con el de Lissana

y le dijo.
“Promesa de hada, no volveré a ignorarte.”
Lissana le dio un abrazo a Tarik y le dijo.

“Te estaré esperando, vuelve pronto.”
Tarik estuvo un rato con Lissana, después se fue a

su casa para despedirse de su madre. Cuando entró
su madre lo abrazó y le dijo.
“¿Dónde estabas? Mi bebé y mi marido se van,
podrías haber venido antes.”
“Ya no soy un bebé mamá.”
“Tengo más de cien años, para mi siempre serás

mi bebé.”
Dijo Naiana mientras le abrazaba fuertemente.
“Volveremos pronto, no te pongas así.”
“Van al reino humano, pasarán años antes de que
vuelva a verlos, por eso debiste venir
inmediatamente a casa, ¿que estabas haciendo?”
“Fui a despedirme de Lissana.”
“¿Aún sigues siendo amigo de esa niña?”
“Por supuesto, siempre será mi amiga.”
Naiana sintió lástima por su hijo, por que las vida

de la hadas era larga, pero la de los humanos era
apenas un suspiro.
“¿Sabes que siempre estaré para ti, ¿verdad?”
“Si, pero, ¿por qué lo dices ahora?”
„Solo quiero que recuerdes que eres mi preciado

bebé y que siempre estaré para ti.”
“Lo se mamá, pero no me digas bebé frente a

otros, seré el próximo rey, tengo una imagen que
cuidar.”
“Antes de ser rey eres mi hijo, mi preciado bebé, el
cual estuvo diez meses en mi vientre, no olvides
eso.”
Fay le hizo señas a Tarik para que no dijera nada

más, ya que si seguía llevando la contraria a su
madre las cosas no terminarían bien para él.
“Lo siento mamá, no quise…”
“Si vuelves a decir algo más, no dejaré que te

conviertas en rey.”
“Ya perdoname mamá.”
“Está bien, te perdonaré, pero no vuelvas a

decirlo.”
Naiana apretó con fuerza a Tarik, tanto que lo

estaba dejando sin aire.
“Para mamá, no puedo respirar.”
Naiana lo soltó y se centró en Fay, lo abrazó y le

dijo.
“Te voy a extrañar.”
“Y yo a ti, mi amor.”
“No entiendo por qué quieres llevar a Tarik

contigo.”
“Por que es necesario.”
Naiana sabia que Fay no le diría que era lo que

estaba planeando al llevarse a Tarik al reino
humano, así que no dijo preguntó nada más.
“Solo tengan cuidado.”
“No te preocupes, lo tendremos.”
____ ༼ ♡ ༽ ____
Abril le dijo a Lissana que volvería al reino

humano, eso la dejó muy triste, había pasado tanto
tiempo juntas, que no pensó que volverían a
separarse.
“¿En verdad tienes que irte?”
“Si, pero volveré pronto.”
“Tarik también irá al reino humano, me sentiré
sola sin ustedes dos.”
“Lo siento mi niña, intentaré volver lo más pronto

posible.”
“Saluda a papá y dile que le extraño.”
“Yo se lo diré y sigue entrenando Lissana, debes

volverte aún más fuerte.”
“Así lo haré, me volveré muy fuerte mamá, cuando

vuelvas te sorprenderé.”
“Lo se, tu seras aun mas poderosa y fuerte que yo,

mi niña.”
Capítulo 159
El ataque de Cira
Liona siguió a Cira hasta una cueva, mientras

entraban ella se preguntó por qué a Cira le
gustaban tanto las cuevas, desde que había
decidido seguirla, solo se habían quedado en
lugares oscuros y lúgubres en los que ningún
humano debería vivir.
“¿Porque hemos venido aquí princesa? Creí que
iríamos por la sangre de angel.”
“Y es justo lo que haremos.”
“¿La sangre de angel está aquí?”
“No, está en Cosset, pero necesito una distracción

y la encontraremos aqui.”
Cuando llegaron al final de la cueva, Cira acarició

tres piedras grandes con forma de huevo.
“Aquí está nuestra distracción.”
“¡¿Estas piedras serán nuestra distracción?!”
“No son piedras, son huevos de dragón.”
“Crei que los dragones estaban extintos.”
“Y lo están, estos huevos no pudieron eclosionar,

pero yo los traeré a la vida, serán una buena
distracción para entrar a Cosset.”
Cira tomó uno de los huevos y le dijo.
“Trae los otros dos, necesito espacio.”
Liona tomó uno de los huevos, era pesado como

una piedra. Liona se preguntó si en verdad eran
huevos y no piedras. Ella tuvo que llevar uno por
uno fuera de la cueva.
Cuando los tres huevos estuvieron en un solo

punto, Cira se puso en medio de ellos y usó su
fuego negro con ellos, la tierra que rodeaba los
cascarones se desprendió y los huevos empezaron
a moverse y no tardaron en romperse.
Cira detuvo su fuego e infundió magia negra en los

dragones, estos crecieron rápidamente y se
convirtieron en grandes dragones.
Liona estaba muy sorprendida, aquellos dragones
habían crecido en un momento.
Cuando alcanzaron el tamaño deseado, Cira

acarició el costado de uno de los dragones y una
sonrisa malévola se dibujó en su rostro.
“Ahora si, vamos a Cosset.”
Cira se subió al lomo de uno de los dragones y le

ordenó a Liona que ella hiciera lo mismo.
“¿A qué esperas? hoy mismo obtendré lo que
deseo no me hagas perder el tiempo.”
Liona se subió a uno de los dragones y fueron en

dirección a la capital real de Cosset.
Cuando llegaron a la capital real, los dragones

empezaron a atacar la barrera, su entrada había
sido escandalosa, la ciudad entera empezó a gritar
al ver a los dragones intentando romper la barrera.
Alessandro estaba reunido con los dignatarios que

seguían sin aceptar el tratado. Cuando escucharon
un gran estruendo, todos se dirigieron al balcón y
se sorprendieron al ver los dragones que estaban
intentando romper la barrera.
Alessandro saltó del balcón y fue lo más rápido
que pudo a la % entrada y ordenó a los guardias
que reunieran a los caballeros y se prepararán para
defender la ciudad.
Él voló usando su magia de viento cerca de la

barrera, para ver mejor lo que estaba pasando.
Al lomo de uno de los dragones estaba Cira y a

otro, había otra mujer la cual él no reconoció.
Alessandro ignoró a la otra mujer y centró su

atención en Cira, él se sintió inútil, ya que no podía
atacarlos por que la barrera los dividía, solo podía
quedarse quieto observando como atacaban la
barrera, esperando a que la atravesaran para poder
atacarlos.
Los dragones eran criaturas sumamente

persistentes y fuertes, siempre golpeaban el mismo
sitio hasta que lograban su objetivó, el cual era
romper la barrera en ese momento.
El primer dragon en romper la barrera fue el que

estaba solo, Alessandro usó su magia de viento
para crear una barrera e impedirle entrar, pero en
eso el dragón sobre el que estaba Cira atravesó la
barrera, ella le atacó mientras intentaba contener
al otro dragón, haciendo que él perdiera la
concentración y haciéndole caer.
Alessandro reaccionó justo a tiempo, justo antes

de chocar contra el suelo. Usó su magia de viento
para evitar el golpe.
Él se levantó, al elevar su mirada al cielo, vio a los

dragones atacando la ciudad, destruyendo todo a
su paso.
Alessandro iba a elevarse del suelo cuando una

fuerza oscura lo golpeó. Era Cira.
“¿A dónde crees que vas? Yo soy tu oponente.”
“¿Qué quieres? ¿Por qué estas atacando mi

reino?”
“Hum... Lo atacó como distracción y sobre qué es

lo que quiero, eso es.. tu sangre.”
Alessandro se levantó del suelo y empuñó su

espada.
“Si quieres mi sangre, lo tendrás difícil, no pienso
rendirme tan fácilmente.”
Cira creó dos espadas con su magia negra y le dijo.

“No espero menos de ti, guardian.”
Alessandro se preguntó cómo era que Cira sabia

que él era un guardián, pero esas preguntas
desaparecieron rápidamente de su mente cuando
ella le atacó. Él bloqueó su ataque pero ella tenía
una gran fuerza a pesar de ser pequeña y delgada,
sus brazos sufrieron un gran impacto y dolieron.
Alessandro usó su viento para contraatacar, pero

ella era rápida y esquivaba sus ataques. Cira se rió
y le dijo.
“Me sorprende que hayas aguantado un ataque
directo, me
pregunto cuántos golpes tengo que dar para
hacerte caer o quizás tus brazos se rompan
primero.”
Cira sabía que era fuerte y no lo ocultaba, pero

Alessandro no pensaba darse por vencido, él se
había enfrentado al rey Venobich quien también
era alguien poderoso, pero no se había rendido y
ese dia no pensaba caer, tenía un reino que
proteger y una familia a la cual volver a ver.
“Deberías dejar de hacerte preguntas estúpidas,
porque no verás ninguna de las dos.”
Alessandro balanceó su espada y se creó una gran

rafaga de viento, Cira no podía ver nada por el
polvo que se había levantado, Alessandro
aprovechó ese momento para lanzar una estocada
de su espada, pero Cira bloqueo su ataque e hizo
que su viento desapareciera.
“Eres bueno, ahora entiendo por que mi padre no
pudo matarte, pero no lo suficiente como para
vencerme.”
“No necesito conocerte, solo hacer que

retrocedas.”
Le dijo Alessandro mientras atacaba a Cira.
Ella bloqueaba todos sus ataques y los devolvía

con el doble de fuerza, Alessandro sentía sus
brazos tensos, pero bloqueó todos sus ataques. El
sabia que no podría vencerla, solo debía aguantar
hasta que Kiara apareciera.
“Estás esperando a que esa perra aparezca, si es
tan buena como dicen, no creo que ignore el
desastre que cree, ya habré obtenido lo que quiero
cuando ella aparezca.”
Detrás de Cira los dragones estaban atacando la

ciudad, los caballeros estaban atacando, pero eran
tres dragones que estaban en el aire, lo cual hacia
difícil el atacarlos. La torre de los magos no estaba
cerca, pero ya debían haberse dado cuenta de que
la barrera había sido rota y no tardarían en llegar.
Alessandro volvió a atacar y le dijo.

“No deberías distraerte durante la pelea.”
Cada ataque que él lanzaba, Cira lo esquivaba con

facilidad, pero Alessandro apenas y podía soportar
sus ataques, ya que no podía esquivarlos, entre
más se alargaba la batalla, más difícil era para él
seguirle el ritmo a Cira.
Ella lo estaba atacando sin piedad alguna, aunque

no estaba usando su magia, solo se limitaba a usar
sus espadas, algo que extraño a Alessandro, ella no
parecía querer matarlo, sus ataques parecían estar
pensados para inmovilizarlo.
Cira siguió atacando ferozmente hasta que
Alessandro no pudo más y con uno de sus ataques
salió volando y se estrelló contra una pared.
Ella se acercó a Alessandro, él estaba apenas

consciente, con todo el cuerpo adolorido. Ella lo
levantó del suelo, agarrándolo del cabello y le dijo.
“Aunque eres bueno, no tenias ninguna
oportunidad contra mi, no eres lo suficientemente
como para vencerme.”
Capítulo 160
No soy alguien débil
Kiara estaba en la biblioteca cuando sintió una

presencia oscura acercándose a la ciudad, ella fue
corriendo a la entrada, ahí se encontró a Barto que
tenía su mirada fija en el cielo, ella busco que era
lo que veía. Eran dragones atacando la barrera,
varios caballeros llegaron donde ellos estaban,
Taren estaba entre
ellos.
“iDragones! Se supone que estaban extintos.”
En tiempos antiguos, era necesario un ejército

para vencer a un solo dragón, ahí había tres
dragones atacando la ciudad, todos se preguntaban
como harian para vencerlos, estaban abrumados
ante aquellos monstruos. Sobre todo porque él rey
acababa de ser derribado por uno de los dragones.
“Este no es momento de dudar.”

Les dijo Barto.
“Los dragones son fuertes y difíciles de vencer,
pero no son invencibles, ataquen al abdomen, es la
parte más blanda de los dragones, ya que es el
único lugar donde no tiene escamas.”
“Si.”
Todos se pusieron en marcha y se dirigieron a la

ciudad, Kiara se subió a unos de los caballos, Barto
le dijo.
“Kiara lo mejor será que te quedes.”
“No pienso quedarme, siento una fuerte presencia

maligna, los dragones no son lo único que están
atacando la ciudad, pero es de lo que tenemos que
encargarnos primero.”
“Entonces iré contigo.”
“No, ve con los otros caballeros y diles donde

deben atacar a los dragones.”
Barto tomó las riendas del caballo de Kiara y le

dijo.
“No pienso dejar que vayas tú sola.”
“No soy alguien débil Barto, soy una guerrera, yo

estaré bien, pero estos humanos, no lo estarán si
no los ayudamos a vencerlos, ve con ellos, yo iré a
ayudar al rey.”
“Cuidate Kiara.”
Kiara se inclinó, le dio un beso y le dijo.

“Ten cuidado Barto, no hagas ninguna locura.”
Barto soltó las riendas y dejó que Kiara se fuera.

Èl sacò un pergamino de su bolsillo, lo rasgó y en
un instante apareció en la ciudad. Para usar los
pergaminos se necesitaba precisión y energía, por
eso había sido el único que había podido usar, ya
que todos debían usar toda su magia para vencer a
aquellos monstruos. El fue el primero en llegar,
organizo a los caballeros que ahí estaban y les dijo
donde debían atacar a los dragones, pero a lomos
de uno de los dragones había una mujer, la cual
parecía controlarlo, Barto era rápido y fuerte
debido a su sangre de hadas, ėl escalo y saltó varios
tejados para alcanzar a la mujer y derribarla del
dragón.
Liona no era tan fuerte como Cira, pero era mucho

mas fuerte que un humano normal. Ella se levanto
rápidamente y miro fijamente a Barto y quedo
cautivada con el.
“Hermoso, eres muy hermoso, te quiero para mi.”
Ella corrió hacia él e intentó inmovilizarlo, pero
Barto la esquivo.
“¿Tu quién eres?”
Liona se arregló el cabello y le dijo.

“Me llamo Liona, ¿tú como te llamas?”
“No me importa como te llamas. quiero saber por

que estas atacando la capital.”
“No tengo ningún motivo, solo hago lo que se me

ordenó.”
Liona intentó atrapar a Barto, pero él la lanzó lejos
con una patada. Ella se levantó furiosa y le dijo.
“Esa no es manera de tratar a una dama, supongo
que tendré que educarte.”
Liona creó una lanza hecha de oscuridad y empezó

a pelear contra Barto, ella nunca había sido una
guerrera, así que sus ataques eran torpes, pero su
fuerza los volvía peligrosos, lanzaba golpes a lo
loco, Barto esquivo la mayoría, pero ella era rápida
y terminó recibiendo más de un golpe.
Liona lo derribó, cuando estuvo en el suelo ella

llegó hasta él, acarició su rostro y le dijo.
“Te convertiré en mi esclavo, en mi hermoso
sirviente.”
Barto la apuñaló con una daga en el vientre y le

dijo.
“No creo que eso vaya a suceder.”
Liona se quedó mirando la daga que tenia clavada

en el vientre y retrocedió unos cuantos pasos, pero
no parecía que aquella daga la hubiera herido, si
no que solo la había hecho enfadar. Ella retiró la
daga y la herida se cerró
inmediatamente.
“¡¿Cómo te atreves a lastimarme?! Dime, ¿que
harías si dejas una cicatriz en mi hermoso cuerpo?”
Barto se quedó muy sorprendido, pero se obligó a

reaccionar, él se puso en pie rápidamente y
recuperó su espada la cual había caído a escasos
pasos de él.
“¡¿Qué demonios eres?!”
Liona intento atacar nuevamente a Barto, él
bloqueo el golpe con su espada, sus ataques eran
más fuertes, como si ella se hubiera estado
conteniendo y por fin mostraba su verdadera
fuerza, él apenas y había podido resistirlo, si él
hubiera sido un humano normal, hubiera
terminado con los huesos rotos.
“Nunca antes había peleado, pero esto es más

divertido de lo que pensé, por fin puedo liberar
toda la ira y enojo que he estado conteniendo.”
Liona se dio una gran carcajada, miró a Barto y le
dijo.
“Has hecho que me sienta viva otra vez, por eso te
haré una oferta, es que no quiero arruinar tu
hermosa cara mientras peleamos, se mio.”
“¡Estás loca!”
“Si me dices que no, tendré que matarte, siempre

puedo traerte a la vida con la oscuridad y podré
seguir admirando esa hermosa cara y disfrutar de
tu cuerpo.”
Barto se puso en guardia, esperando el ataque de
Liona para bloquearlo, cuando ella se abalanzó
sobre él, chocó contra un muro invisible.
Liona buscó con la mirada a su alrededor en busca

del mago que había creado esa barrera, cuando lo
encontró, ella se abalanzó contra él, pero este tenía
una barrera que lo separaba de ella.
“A ti te recuerdo, eres la sirvienta que fue

castigada por el rey Enzo, creí que estabas
muerta.”
“Tú estabas con esa perra, ustedes arruinaron mi

vida.”
Dijo Liona mientras intentaba romper la barrera
que tenía Sirius a su alrededor.
“Ya que has venido a mí, te mataré primero.”
Sirius usó su magia para crear una bola de fuego y

justo en el momento que Liona rompió la barrera,
él la atacó, pero no le hizo ningún daño, solo sus
ropa estaban chamuscadas, ella apagó las llamas
con su mano, le lanzó una mirada asesina y le dijo.
“¡Has quemado mi ropa! Te haré pagar por ello.”
Liona empezó a atacar a Sirius, él creó otra
barrera para protegerse, pero a medida que crecía
su ira, su fuerza parecía aumentar en ella. Barto
volvió a atacar, haciéndole un corte en la espalda,
un humo negro salió de su cuerpo, a diferencia de
la herida que le habia hecho con la daga, esta no se
cerró, ella sintió que la quemaba y abrazaba su
piel, ella dio un salto lejos de Barto y se quedó
mirando su espada.
Barto le dijo.
“Las armas normales no te hacen daño, pero las
armas bendecidas con magia de luz si, al final solo
eres un monstruo controlado por la oscuridad.”
“Esas no son maneras de tratar a tu futura ama.”
Kiara apareció de pronto y dijo.

“¿¡Tu futura ama!? ¿Qué demonios crees que estás
diciendo, maldita loca?”
Kiara creó una flecha y un arco con su magia de

luz y se la disparó a Liona, la cual se clavó en su
brazo y la hizo chillar de dolor.
“¡Este hombre es mío, así que ni se te ocurra
tocarlo!”
Liona estaba herida, sabía que no podría ganar,

así que llamó a uno de los dragones, el cual lanzó
un ataque de hielo de sus fauces, Sirius creó una
barrera y los protegió. Liona aprovechó ese
momento para subir al dragón y huir.
Kiara intentó alcanzarla con sus flechas, pero

aquel dragón era rápido y ya estaba lejos. Barto se
alegró de que Kiara hubiera llegado, pero se
preocupo ya que no había nadie ayudando al rey.
“¿Por qué estás aquí? El rey necesita ayuda. ”
“No te preocupes por eso, ya le están ayudando.”
“Ningún humano podría ayudarlo.”

Dijo Sirius.
“Esa mujer debe haberse aliado con Cira, ella debe
estar aquí.”
“No es un humano el que la está ayudando, es

Abril, ella ha vuelto.”
Barto estaba malherido, Kiara puso su mano en él,
curó sus heridas y dijo.
“Todavía nos quedan dos dragones, centrémonos
en vencerlos, antes de que destruyan por completo
la ciudad.”
Capítulo 161
Cuando nos volvamos a encontrar
Abril, Tarik y Fay se reunieron todos en el jardín

donde se encontraba la puerta al reino humano,
Lissana se veía sumamente triste ya que Tarik
también se estaba marchando al reino humano.
Abril abrazó a su hija y le dijo.
“Perdon por irme, solo iré a ver a papá y volveré.”
“No tienes por que disculparte mamá, papá debe

sentirse solo, así que no tienes que darte prisa,
durante cuatro años has estado solo para mi, ya es
tiempo de que papá pase algo de tiempo contigo,
estoy segura de que estará feliz de verte.”
“Mi niña, gracias por entenderme, cuidate

mientras no estoy.”
“Asi lo haré.”
Lissana miró a Tarik y le dijo a su madre en voz

baja para que él no le escuchara ya que no queria
ofenderlo.
“Mamá, cuida de Tarik.”
“No te preocupes, cuidare bien de él.”
Cuando Abril soltó a Lissana, le dio un abrazo a

Maya y le dijo.
“Cuida de mi pequeña.”
“Siempre lo hago.”
Abril le dio un abrazo a Uzziel, él le dijo.

“Vuelve pronto, tia Aby.”
“Lo haré, asi que no crezcas demasiado mientras

no estoy.”
Abril miró a Cassian, él se veía muy preocupado y

le dijo.
„Cuando llegues, dime cómo está mi hermano,
estoy algo preocupado por él.”
“Asi lo haré.”
Abril se dirigió al portal, antes de cruzarlo Tarik le

dio un abrazo a Lissana y le dijo.
“Lissana, quiero que me prometas algo.”
“¿Que cosa?”
“Cuando vuelva, corre a abrazarme, quiero ser

bien recibido por mi amiga.”
“Asi lo haré.”
Fay le dio un beso a su esposa para despedirse,

ella le dijo.
“Cuida de mi bebé.”
“Asi lo hare.”
Tarik al escuchar las palabras de su madre se

sintió avergonzado, ella lo llamó para que se
acercara: cuando lo hizo, él pensó que ella lo
abrazaría, pero para su sorpresa, su madre puso
algo en su mano. Tarik al ver lo que su madre le
había dado se sorprendió. era su espada mágica, la
cual se volvía tan pequeña como una pluma.”
“¿Por qué me das esto?”
“¿Tu aun no te has ganado tu arma, así que te

prestare la mia, mas te vale que no la pierdas.”
Las hadas solían recibir una arma adaptada a cada
guerrero cuando cumplian la mayoria de edad a los
quince, un guerrero nunca se separaba de su arma,
ni dejaba que nadie la tocara, por eso Tarik estaba
tan sorprendido de que su madre le estuviera
prestando algo que era tan valiosa para ella.
“No lo haré, cuidare bien de ella.”
Naiana le dio un abrazo y le dijo.

“Cuidate mi bebé.”
“Tu también, no te excedas y no tortures a los

caballeros mientras no estoy.”
“No los torturo, solo los hago entrenar, los

extrañaré, así que tendré que mantenerme
ocupada.”
Tarik sintió lástima por los caballeros que estarían

al cuidado de su madre.
“Mamá, por favor cuida de Lissana mientras no
estoy.”
Naiana miró a la niña humana que tenía loco a su
hijo, después de ver sufrir a su hijo por su partida,
ella no sentía ninguna simpatía por Lissana, pero
quería que su hijo se fuera tranquilo asi que tuvo
que aceptar su petición.
“Lo haré.”
“Gracias.”
Después de varios besos en las mejillas, Naiana

soltó a Tarik y dejó que atravesara el portal junto a
Abril y a Fay.
Cuando Abril llegó al palacio de Cosset, al jardin

donde estaba el árbol que abría el portal, antes de
que su mirada se aclarara Abril sintió un oscuro
poder, ella restregó sus ojos desesperada, quería
ver que estaba pasando, ya que se escuchaba un
fuerte ruido como si intentarán romper algo.
Cuando sus ojos se acostumbraron a la luz, lo que
vio la sorprendió, tres enormes monstruos
voladores estaban intentando romper la barrera.
Fay dijo.
“¡Creo que hemos llegado en mal momento!”
Abril había estado teniendo un mal
presentimiento, pero nunca se imaginó que era
porque el reino sería atacado. Ella vio como una
persona volaba por los cielos en la dirección en la
que estaban esos monstruos y de seguida supo que
era Alessandro que iba a intentar detenerlos.
Cuando la barrera se rompió, Alessandro contuvo a
uno de esos monstruos durante unos minutos ya
que fue atacado y derribado por otro de los
dragones.
“¡NO!”
Grito Abril, ella quería salir corriendo a buscar a
Alessandro, pero su cuerpo no se podía mover,
estaba congelada del miedo, ella quería ver con sus
propios ojos que él se encontraba bien.
“¡Necesito ir ahí!”
Empezó a decir desesperada, golpeando sus
piernas para que la obedecieran. Fay la agarró por
los hombros y le dijo.
“Primero calmate, en este estado no será de ayuda
para nadie, respira profundamente.”
Tarik quiso ayudar, asi que puso su mano en el

tronco del árbol, haciendo que el portal se abriera
otra vez y llamó a su montura, un caballo alado con
pelaje blanco atravesó el portal poco después,
cuando Abril se calmó, Tarik se subió en su
montura y extendió su mano hacia Abril.
“Vamonos, yo te llevaré.”
“Es muy peligroso Tarik, quédate aqui.”

Le dijo Fay, él le contestó.
“He sido entrenado para pelear, soy un guerrero al
igual que tu padre, no tienes que preocuparte,
estaré bien, venceremos esos monstruos en un
instante.”
“Esos no son monstruos Tarik, son dragones,

criaturas con un cuerpo duro, no son fáciles de
matar, así que no te enfrentes a ellos, busca un
lugar seguro para esconderte…”
“¡No lo haré papá! Este es el hogar de Lissana, no

dejaré que sea destruido.”
Abril tomó la mano de Tarik, ignorando las

réplicas de Fay, ambos se elevaron al cielo.
“Date prisa, siento una gran fuerza malévola del
lugar que cayo Alessandro.”
“Si.”
Tarik fue en la dirección que Abril le señaló,

cuando los dos llegaron Abril sintió como si el
corazón se le fuera a salir del pecho, Cira había
vencido a Alessandro y parecía estar apunto de
matarlo.
“¡Ahí están! ¡Desciende!”
Ellos bajaron en picada, Abril lanzó una de sus

dagas a Cira, haciéndole un corte en la mejilla.
Cira miro la dirección en la que había venido la

daga, al ver a Abril, ella se apresuró a hacerle un
corte a Alessandro y guardar la sangre en un
frasquito.
“¡Suelta a mi esposo, Cira!”

Dijo Abril al llegar al suelo y bajar de un salto del
pegaso de Tarik.
Cira apretó fuertemente la cabeza de Alessandro y

le dijo.
“Haz llegado justo a tiempo para que le veas
morir.”
“Cira no hagas esto, lucha contra la oscuridad que
hay en ti, aun no es demasiado tarde, te puedes
salvar.”
Cira se rió a carcajadas y le dijo.

“Te equivocas, yo tengo el control de este cuerpo,
ahora es mio, le di el poder que tanto deseaba,
aunque aun debo cumplir con mi promesa, hacerte
sufrir, si le mato, estoy segura de que sufrirás
mucho aunque, creo que haré algo mejor.”
Las manos de Cira fueron rodeadas por un humo

negro, ella apretó fuertemente la cabeza de
Alessandro. Abril había intentado convencer a Cira
con palabras, pero al ver que no lo lograría, rodeo
su cuerpo entero en llamas plateadas y le dijo.
“¡Suéltalo!”
Cira tenia toda su atención centrada en Abril, asi

que Tarik aprovechó para atacar, como no quería
lastimar al padre de Lissana, la mandó a volar con
una patada, haciendo que soltara a Alessandro,
Abril se acerco a Alessandro y uso su magia de luz
para curar sus heridas.
Tarik hizo que la espada de su madre creciera, la
empuñó firmemente y le dijo a Cira.
“Harè que pagues por lo que has hecho.”
“Eres tú el que pagará esta insolencia niño, hoy tu

moriras.”
Partes de la ciudad estaban en llamas y habían

tres monstruos voladores atacando la ciudad.
Capítulo 162
Somos familia
Alessandro se había quedado inconsciente, las

heridas de su cuerpo eran graves, necesitaba
curarlas o de lo contrario él moriría, Tarik solo era
un niño, Abril deseo ayudarlo, pero no podía.
“¡Tarik, ten cuidado!”
“No se preocupe señora Abril, yo puedo con ella.”
“Ella no es alguien fácil de vencer Tarik, retírate.”
Tarik sonrió y le dijo.

“Yo tampoco lo soy.”
Tarik se quedó en guardia esperando a que aquella
mujer atacará primero.
“Eres un mocoso ingenuo, ¿como puedes pensar

que me vas a vencer? He vencido al rey, tu solo
eres una mosca.”
Cira lanzó un ataque de llamas negras, Tarik las

bloqueo con su espada, estas desaparecieron. Lo
cual molestó a Cira, ella pensaba que aquel niño de
aspecto débil, no aguantaría ni un golpe, aunque
para su sorpresa sí lo hizo.
“Las moscas suelen ser molestas, así que eso haré,

la molestare y la venceré.”
Las palabras de Tarik lograron hacer que se

molestara, ya que ella no lanzó un ataque si no que
se lanzó sobre él empuñando una espada oscura,
Tarik bloqueo el ataque, aún cuando sintió que sus
brazos se rompían al hacerlo.
“He de reconocer que eres más molesto de lo que

creí, niño.”
“Y eso que vamos empezando, no se imagina lo

molesto que puedo llegar a ser.”
Cira intentó atacar a Tarik nuevamente, pero esta

vez él no hizo ningún ademán de esquivar o
detener el ataque, Abril se quedó helada al verlo.
“iTarik!”
Una sonrisa triunfante se dibujó en el rostro del

niño y una luz azul brilló justo antes de que Cira le
atacara. Ella no pudo llegar a él, siguió repitiendo
una y otra vez el mismo ataque sin poder tocarlo.
“¡¿QUE HICISTE, MALDITO MOCOSO?!”
“Está atrapada en un bucle, seguirá repitiendo ese

mismo ataque hasta que yo quiera.”
Abril se sintió aliviada al ver que Tarik estaba

bien, ella no se habría perdonado si algo le pasara,
ni habría tenido cara para ver a Lissana, ella le
había pedido que le protegiera y ella solo lo había
puesto en peligro.
Alessandro parecía estar estable, pero aun seguía

inconsciente, Abril lo dejó en el suelo, empuño sus
dagas y se acercó.
“Debes detenerte Cira, deja que te ayude.”
Una horrible risa salió de garganta de Cira.

“No necesito ayuda.”
Cira rompió el bucle en el que Tarik le había
encerrado y estuvo apunto de tocar a Tarik, pero
Abril bloqueo su ataque con sus dagas y le dijo.
“Tu oponente soy yo, así que deja al nino.”
“Podría matarte en este instante, pero no lo haré,
te dejaré vivir, quiero que veas el regalo que te he
dejado o debería decir lo que te he quitado.”
“¿De que estás hablando Cira?”
“Pronto lo descubrirás.”
Cira llamó a uno de los dragones que alba sobre
ellos, el dragón la agarró de los hombros y se la
llevó. Ella se alejó tan rápido que no pudieron
hacer nada para impedir que escaparan.
“Qué cobarde, escapó.”
“Haz sido muy imprudente Tarik, me has asustado

mucho, no vuelvas a hacer eso.”
“Lo siento, creo que me deje llevar, nunca antes

había usado mis poderes en una verdadera pelea.”
“En una verdadera pelea puedes morir y sobre

todo porque subestimaste a tu enemigo, Cira
rompió tu bucle, ella podría haberte matado.”
“Tiene razón, en verdad lo siento.”
“Aún queda un dragón, necesito ir a ayudar,
¿podrías quedarte con Alessandro y cuidarlo?”
“También puedo pelear, soy fuerte.”
“Ya lo he visto y es por eso que te pido que te

quedes con él, por que se que contigo estará
seguro.”
“Está bien.”
Abril se acercó a Alessandro, le dio un beso en la

mejilla y le dijo.
“Volveré pronto.”
Abril se dirigió al centro de la ciudad donde estaba

la batalla, donde el dragón que había quedado
estaba causando estragos en la ciudad. Al llegar vio
a Sirius que intentaba encerrar al dragon en una
barrera y a los soldados intentando atacar, pero las
flechas rebotaban en su piel y los ataque mágicos
no le hacían nada.
También vio a Kiara usando magia de luz para

sanar a los heridos. Ellos apenas y estaban
resistiendo los ataques de aquel dragón.
Abril busco un lugar alto en el que tuviera más
alcance y uso su llamas plateadas para atacar al
dragón, este empezó a retorcerse, momento que
los demás aprovecharon para atacar, Barto fue
quien le dio el golpe definitivo, dio un salto, clavó
su
espada el abdomen y lo abrió en canal, derribando
al dragón.
Sin la amenaza del dragón, Abril se reunió con

Kiara para ayudar a los heridos.
“¿Cómo está el rey?”
“Está inconsciente, cure sus heridas pero seguía

sin despertar.”
“Puedes ir con él si quieres, yo ayudaré a los

heridos.”
Abril deseaba volver con Alessandro, pero no solo

era esposa y madre, también era reina y debía
ayudar a su gente, cumplir con su deber.
“No, es mi deber como reina ayudar a mi gente.”
“Podemos curarlos a todos a la vez, uniendo
nuestros poderes, pero quizás quedemos algo
débiles, al hacerlo a gran escala.”
Cira acababa de irse, Abril dudaba que volviera

pronto.
“Está bien, hagámoslo, así habrá menos personas
que mueran.”
“Si nos ponemos en el centro de la ciudad será

mejor.”
Taren al escucharlas hablar les llevó un caballo a

cada una.
“La torre del reloj, queda en medio de la ciudad,
solo deben seguirla.”
“Gracias.”
Antes de que se fueran, Barto le dijo a Kiara.

“No te excedas.”
“No te preocupes, estaré bien, intenten sacar a los

heridos de debajo de los escombros, de lo contrario
no servirá de nada usemos nuestra magia.”
“Así lo haremos.”
Cuando llegaron al centro de la ciudad Abril

preguntó.
“¿Qué es lo que debemos hacer?”
“Debemos unir nuestras manos e imaginar que tu

magia de luz cubra toda la ciudad con una cálida
luz, y que toda herida y lesión es curada.”
“¿Solo eso?”
“Si, en realidad no es muy difícil, pero eso te

dejará débil por unos días. ¿Estás segura de que
quieres hacerlo?”
“¿Que tan débil quedare?”
“Hum... no lo se, yo he aprendido a expandir mi

magia al máximo, pero tu aun no lo manejas por
completo.”
“¿Tu te recuperaras primero?”
“Creo que sí.”
“Entonces hagámoslo, si una de las dos está bien,
el reino estará protegido de la oscuridad.”
“¿Cómo puedes estar segura de que lo haré?”
Abril tomó las manos de Kiara y respondió.

“Por que somos familia, por eso sé que puedo
contar contigo.”
Capítulo 163
No me asustes
Abril hizo lo que Kiara le dijo, ambas unieron su

magia, una gran luz cubrió la capital, todo el que
estaba herido, fue curado en un instante.
“Ya está, puedes parar.”

Le dijo Kiara, después de que su magia alcanzará
cada rincón del reino.
“Si.”
Abril dejó de liberar su magia. Su agotamiento la

golpeó en el momento que Kiara le dijo que podía
parar.
“La magia de curación es la más difícil, ya que se

necesita liberar una gran cantidad de magia para
sanar heridas profundas o revivir a los que están al
borde de la muerte. ¿Te encuentras bien?”
El liberar tanta magia, no fue fácil para Abril,
tanto que sus piernas empezaron a temblar y
empezó a sentirse mareada.
“Creo que no.”
“Hemos liberado mucha magia, nos sentiremos

fatal durante un rato.”
“También te sientes mal.”
“Si, fatal.”
Ambas se sentaron en el suelo ya que ninguna de

las dos podía mantenerse en pie.
“¿En verdad crees que haya sido suficiente?”
“Si, nuestra magia los alcanzó a todos.”
“Espero que Alessandro ya haya despertado, me

preocupan un poco las palabras que dijo Cira antes
de irse.”
“¿Qué te dijo?”
“Me dijo que podría matarme en ese instante, pero
que no lo haría, que me dejaría vivir, que quería
que viera el regalo que me había dejado o lo que
me había quitado.”
“No creo que le haya dado tiempo de llevarse

nada, quizás lo digo para molestarte, para hacerte
enfadar.”
“Eso espero.”
“¿Puedes levantarte?”
“No, no creo que mis piernas me sostengan.”
“Yo me siento igual, descansemos un poco más.”
Las dos estaban esperando a recuperar sus fuerzas

cuando llegó Barto y les preguntó.
“¿Qué están haciendo?”
“Descansando.”
Respondió Kiara.
“Curar una ciudad entera no es nada fácil, estamos
agotadas.”
“El rey fue llevado al palacio, crei que querria
saberlo.”
“¿Él ya despertó?”
“No, aun seguia inconsciente.”
Abril intentó levantarse, pero su agotamiento era

tal, que le impedia levantarse.
Barto la ayudó a levantarse.

“Deje que la lleve, reina.”
Kiara aun seguia en el suelo, al ver que se iban y la

dejaban atrás le dijo.
“¡¿Piensas dejarme aqui?!”
“Volvere por ti después.”
“¿Soy tu pareja y me abandonas?”
“Ella es la reina y debería estar junto a su esposo

el cual está inconsciente, tú puedes seguir
descansando, regresaré pronto.”
Barto subió a Abril a su caballo, mientras se
alejaban ella le preguntó.
“¿Está bien que la dejes aquí?”
“Si, ella estará bien, no se preocupe.”
Al atravesar la ciudad, Abril vio muchos cuerpos

en el suelo cubiertos con mantas, estaban muertos.
“¿Hubo muchos heridos?”
“Si, pero pudo ser peor.”
“Gracias por todo, Barto.”
“No tiene nada que agradecer su majestad.”
“No eres un caballero, ni un soldado pero has

peleado ferozmente a nuestro lado, siempre te
estaré agradecida por eso.”
“Este reino es mi hogar, yo soy fuerte ya que soy

mitad hada, si no usara mi fuerza para ayudar a
quienes lo necesitan, solo seria un inutil y no
quiero eso.”
Abril se sintió agradecida por esas palabras.
“Aun así, gracias.”
Cuando llegaron al palacio, Tarik se acercó a ella.

“Se que me dijo que la esperara, pero pensé que lo
mejor sería traerlo al palacio en vez de dejarlo en el
frio suelo.”
“No te preocupes por eso, hiciste bien, ¿y tu

padre?”
“Estaba ayudando en la ciudad, aún había

personas bajo los escombros.”
“Le daré las gracias cuando le vea.”
Grabriel salió del palacio, al ver a Abril hizo una

reverencia y dijo.
“Sea bienvenida su majestad.”
“¿Dónde está Alessandro?”
“El rey está en sus aposentos, su majestad.”
Abril miró a Tarik y le dijo.

“Te veré después, Tarik.”
Después se dirigió a Gabriel.
“Él es mi invitado, que preparen una habitación
para él en el palacio principal, si es posible una
cerca de la mía.”
Los únicos que se quedaban en el palacio principal

era la familia real y sus familiares, Gabriel se
preguntó quién era aquel muchacho, pero no se
atrevió formular la pregunta, solo aceptó las
órdenes de la reina.
Abril fue directamente a ver a Alessandro, él

estaba acostado en su cama, aunque se veía bien, él
seguía sin despertar, algo que le preocupó a Abril.
Ella se sentó en el borde de la cama y le dijo.

“Despierta pronto Lessan, ya estoy de vuelta.”
Abril estaba muy cansada, asi que se recostó a su

lado esperando a que Alessandro despertara.
A la mañana siguiente, ella despertó primero, él

seguía profundamente dormido y las palabras que
le había dicho Kiara antes de irse tomaron más
peso y las dudas de si él despertaría o no,
inundaron su mente.
Desesperada ella empezó a moverlo.

“Lessan, despierta.”
Ella repitió esas palabras una y otra vez, pero él

seguía sin despertar. Abril iba a usar su magia, a
pesar de que no se había recuperado por completo,
cuando Alessandro abrió los ojos. Ella se abalanzó
sobre él, rodeó su cuello con sus brazos y le dijo.
“Gracias a Dios que despertaste, tenía tanto miedo
de que no volvieras a despertar.”
Abril se separó un poco, tomó su rostro entre sus

manos y empezó a preguntar.
“Lessan ¿Estas bien? No te duele nada?”
Él se quedó mirándola confundido y apartó sus

manos de un manotazo.
“¡Suéltame! ¡¿Cómo te atreves a tocarme?!”
“¡¿Qué pasa Lessan?!”
“Eres una insolente, como te atreves a ser tan

informal conmigo.”
“Lessan me estas asustando, Qué te pasa? Me
estás asustando.”
Alessandro tocó su cabeza, sentía como si algo le

faltara, como si se hubiera olvidado de algo muy
importante.
“Sal de mi habitación en este instante.”
“¡NO ME IRÉ, LESSAN!”
“Entonces tendré que llamar a los guardias para

que te saquen. No entiendo ¿como llegaste hasta
aqui?”
Abril estaba conmocionada por la manera en la

que Alessandro la estaba tratando. Ella intentó
tomar su mano, pero él se lo impidió llamando a
los guardias.
Los guardias al escuchar los gritos del rey.

“¿Pasa algo su majestad?”
“¿Cómo permitieron que esta mujer entrara en mi

habitación?
Los guardias buscaron a la mujer de la cual
hablaba el rey, pero no había nadie más aparte de
la reina.
“¿A qué mujer se refiere su majestad?”
Se atrevió a preguntar uno de los guardias.

Alessandro lo fulminó con la mirada y le dijo.
“La que tienes enfrente, ¿no puedes verla?”
Abril agarró a Alessandro por los hombros y lo

obligó a que la viera.
“Soy Abril Lessan, ¿acaso no me reconoces?”
Alessandro volvió a apartarla y le respondió.

“No se quien eres, guardias encierrenla.”
Los guardias se quedaron viendo fijamente a la

reina, incapaz de ponerle un dedo encima.
Abril les dijo.

“Salgan.”
Los guardias salieron de la habitación, Alessandro

iba a reclamarles cuando Abril le preguntó.
“¿En verdad no sabes quien soy?”
“No, nunca antes te había visto, que demonios les
pasa a los guardias que no obedecen mis órdenes.”
“Yo soy tu esposa, Lessan.”
“¡¿ESPOSA?!”
“Te has vuelto loca, yo no me he casado.”
Abril tomó la mano izquierda de Alessandro,

mostrándole la marca de matrimonio, la cual era la
prueba de su unión, del pacto que unía sus vidas
como pareja.
“Soy tu esposa y esta es la prueba, la marca de
matrimonio en tu mano, es la misma que tengo
yo.”
Alessandro se quedó mirando la mano, las marcas

de matrimonio, eran siempre diferentes, solo la
pareja compartía los mismos patrones y detalles
demostrando que eran pareja.
“Esto no puede ser, ¿cómo hiciste para que me
casara contigo?”
Alessandro sintió un pinchazo en su cabeza.
“¿Por qué no puedo recordar nada?”
Abril puso sus manos sobre la cabeza de
“Cira hizo algo cuando toco tu cabeza, quizás es
por eso que has perdido la memoria.”
Alessandro apartó las manos de Abril.

“Dices que he perdido la memoria, pero recuerdo
todo y a todos, menos a ti.”
“¿Que?”
“Sé quiénes son mis guardias, sé quién es mi

hermano y que estamos en guerra contra la hija del
rey Venobich, recuerdo a mi sobrino Uzziel, el cual
está en la tierra de las hadas y a su madre Maya,
los recuerdo a todos, menos a ti.”
“¿También recuerdas a Lissana?”
“¿Quien es Lissana?”
“Lissana es nuestra hija.”
Capítulo 164
No insistas mas
“¡Una esposa! ¡Una hija! Yo no las recuerdo.”
Abril volvió a insistir en usar su magia de luz en

Alessandro, pero él la apartó.
“¿Qué crees que haces?”
“Curarte.”
“Oye no te conozco, aléjate de mí.”
Abril volvió a tomar la mano izquierda de

“Yo soy tu esposa, no importa si me has olvidado o
no, esto prueba que no miento, así que deja que te
cure para que puedas recuperar tus recuerdos.”
Alessandro no la recordaba en absoluto, es más,

para él esa era la primera vez que la veía, no sabía
cómo es que esa mujer se había convertido en su
esposa, pero aquella marca era una prueba
absoluta de su matrimonio.
“Aunque digas eso no confío en ti, dile a Kiara que
venga, ella puede usar magia de luz, si tengo algo
malo, ella me curara.”
“¿También recuerdas a Kiara?”
“Si.”
“¿Y recuerdas cómo la conociste?”
Los recuerdos de Alessandro estaban incompletos,

la recordaba, sabía que ella le habia estado
ayudando a vencer a los monstruos, pero no
recordaba muy bien de cómo la había conocido.
“Yo no… Haces que me duela la cabeza, vete.”
Abril salió de la habitación, no por que Alessandro

se lo hubiera pedido, si no porque necesitaba una
explicación a lo que estaba pasando.
Abril tocó la puerta de la habitación de Kiara

constantemente hasta que abrió la puerta. Ella
tomó su mano y le dijo.
“Debes acompañarme, a Alessandro le pasa algo.”
Kiara se paró en seco y le dijo.
“Espera, primero debo cambiarme.”
“No hay tiempo para eso.”
“Oye, no iré por ahí de esta manera.”
Abril estaba tan afectada que no se había dado

cuenta que Kiara solo llevaba un pequeño y ligero
camisón.
“Lo siento, es que estoy desesperada.”
“No tienes ni que decirlo, ya lo veo, me cambiare

en seguida y en el camino explicame que es lo que
está pasando.”
Kiara volvió a la habitación, se cambió

rápidamente y al salir le preguntó.
“¿Qué es lo que pasa?”
“Alessandro no me recuerda.”
“Pasaron unos cuantos años en la tierra de las

hadas para ti, pero no creo que hayas cambiado
mucho, a partir de los veinte el envejecimiento en
los elfos es mucho más lento.”
“No es eso, él no recuerda quien soy, es como si
nunca nos hubiéramos conocido y tampoco
recuerda a nuestra hija.”
“Vamos.”
Cuando Kiara entró, Alessandro le preguntó.

“¿Por qué has traído a esta mujer?”
“En seguida me iré, solo usaré un poco de mi

magia.”
Respondió Kiara.
“No es de ti de quien hablo, sino de la persona que

está detrás de ti.”
Abril le dijo.
“No me iré.”
Kiara se acercó, puso su mano en su cabeza y le

dijo.
“Usare mi magia su majestad.”
Alessandro no se quejó.
Después de infundir su magia de luz en él. Abril
preguntó.
“¿Ya me recuerdas?”
Alessandro la miró fijamente y le dijo.

“Por qué sigues insistiendo en eso, no te
recuerdo.”
Kiara miro a Abril, como diciendo, no entiendo lo

que está pasando.
“¿Recuerdas a Kiara?”
“Ya te dije que si.”
Kiara se acercó a Abril y le dijo.

“Tu hermana dijo que había robado algo, creo que
se robó los recuerdos que tenía de ti, por eso eres
la única a quien no recuerda.”
“¿Y cómo recuperamos sus recuerdos?”
“No se, pero quizás en la habitación de los

guardianes, encuentre una manera de como
recuperar sus recuerdos de ti.”
Alessandro se levantó de la cama, un tanto
molesto por ser ignorado, se acercó a Abril y le
dijo.
“Quizas no te recuerdo por que no estas en mis
recuerdos, es imposible que solo te haya olvidado a
ti si eras mi esposa, debe ser una mentira tuya.”
“¿Y la marca de matrimonio en nuestra mano

izquierda también lo es?”
“No se como hiciste para que me casara contigo,

quizás estaba borracho y por eso no lo recuerdo.”
“¿Has estado borracho por ocho años?”
“¿Ocho años?”
“Si, ese es el tiempo que llevamos casados, aunque

para mi son más ya que he estado en la tierra de
las hadas por cuatro años.”
Abril le dio golpecitos a Alessandro en el pecho

con sus puños y le dijo.
“Nos casamos cuando yo tenía quince años, los
primeros años me ignoraste, cuando cumpli
dicinueve me trajiste a tu palacio y desde entonces
siempre hemos estado juntos, los dos hemos
pasado por momentos difíciles, pero los hemos
superado, tu me amas al igual que yo te amo.”
Una lágrima rodó por la mejilla de Abril.
“Asi que no me digas que estabas borracho o que
estoy mintiendo, no te atrevas a decirlo.”
Alessandro al verla llorar, sintió una opresión en

su corazón y tuvo deseos de consolarla, limpio las
lagrimas que habia empezado a empapar su rostro
y le dijo.
“Aunque insistas en que no lo diga, yo no te
recuerdo, esa es la verdad, no tengo ni un solo
recuerdo de ti.”
“Su majestad, en su pelea con Cira, ella robó parte

de sus recuerdos o los borró de su memoria,
debería ir a la habitación de los guardianes y
preguntar cómo recuperarlos.”
“Está bien iré y les preguntare.”
Alessandro le dijo a Abril.

“Deja de llorar, eso me incomoda.”
“¿irás a la habitación de los guardianes ahora?”
“No puedo, tengo asuntos más importantes que
resolver, mi reino ha sido atacado, además
también tengo que ocuparme de los representantes
de los otros reinos, no puedo solo desaparecer en
este momento.”
“Yo me ocuparé de los representantes de los otros

reinos.”
“Aunque dices ser mi esposa, no te conozco, no

puedo dejar que hagas algo tan importante.”
“Entonces le diré a Cassian que vuelva, de él

puedes fiarte.”
Abril se dirigió a la mesita de noche en la que
Alessandro tenía el espejo mágico y llamó
inmediatamente a Cassian.
“¿Pero qué haces?”

Le preguntó Alessandro.
“Tú no pareces tener prisa por recordarme, pero

no es lo mismo para mi, por eso haré que Cassian
vuelva.”
Cassian escuchó las palabras de Abril y le
preguntó.
“¿Qué está pasando Aby?”
“Necesito que vuelvas Cassian, te lo explcaré

cuando llegues.”
“Iré ahora mismo.”
Cuando Cassian cortó la comunicación, Abril dijo.

“Haré que recuperes todos tus recuerdos, sin
importar que, lo haré.”
Capítulo 165
El reflejo en el espejo
Cassian se apresuró a volver al reino de Cosset,

después de que Abril cortara la comunicación. Ella
jamás habría pedido su regreso, a menos que algo
grave estuviera pasando en el reino.
Cuando atravesó el portal, corrió al palacio

principal, se encontró a Gabriel y le preguntó.
“¿Dónde está mi hermano?”
“Él se encuentra en su oficina en este momento,

aunque…”
Cassian se apresuró a ir a la oficina de Alessandro,

cuando su hermano le vio entrar le dio un abrazo y
le dijo.
“Me alegra verte.”
Cassian miró detenidamente a su hermano en

busca de alguna herida, aunque con Abril ahí era
imposible que su hermano tuviera alguna herida,
tras comprobar que se veía bien, le preguntó.
“Si, estoy bien.”
“Abril parecía muy preocupada, sonaba como si

algo malo hubiera pasado.”
“Esa mujer es un dolor de cabeza.”
“¡¿Qué dijiste?!”
“Que esa mujer es un dolor de cabeza, desde que

llegó no ha parado de molestarme y de decir un
montón de tonterias, incluso se atrevió a decir que
tenemos una hija.”
“¿Qué te pasa Lessan?”
“No me pasa nada, ya te lo dije.”
“Entonces ¿por qué estás hablando asi de tu

esposa e hija?”
“Tú también vas a insistir con eso, no se como

termine casado con esa mujer, pero no tengo
ninguna hija.”
Cassian no podía creer lo que estaba escuchando,
su hermano amaba con locura a su esposa y a su
hija, pero decía no recordarlas.
“¡¿Has perdido la memoria?!”
“Claro que no, lo recuerdo todo y recuerdo a

todos, menos a esa mujer, la cual ni siquiera se
quien es, ni cómo hizo para casarse conmigo.”
“Será mejor que hable con Aby y me explique qué

es lo que está pasando”
Antes de que Alessandro dijera algo más, Cassian

salió como un vendaval de la habitación.
Cassian preguntó a uno de los sirvientes donde se

encontraba Abril, cuando la vio en lo alto de las
escaleras.
“Cassian, ya estás aqui.”
Abril descendió por las escaleras, él le dijo.

“¿Qué le pasa a Alessandro? Está actuando raro.”
“Veo que ya te lo has encontrado.”
“Explícame ¿qué ha pasado y qué le pasa a mi
hermano?”
“Deberiamos ir a hablar a otro lugar.”
Abril y Cassian se movieron a una habitación

vacía.
“Será mejor que te sientes.”
Cassian le hizo caso a Abril, cuando ella empezó a

hablar, contándole todo lo que había pasado el día
anterior y que cuando Alessandro había
despertado esa mañana, parecía haberla olvidado
por completo, al igual que a Lissana.
“No puedo creer que te haya olvidado y que haya

olvidado a su hija.”
“Él recuerda todo, pero nosotras fuimos borradas

de su mente, para él, nosotras nunca hemos
existido, antes de que Cira se fuera, me dijo que se
había robado algo, creo que fueron los recuerdos
de Alessandro en los que estamos Lissana y yo lo
que robo.”
“Debe haber una manera de que las recuerde.”
“Por eso te pedí venir, por favor ve a la habitación
de los guardianes y ayúdame a recuperar todos los
recuerdos de Alessandro.”
“Eso no tienes ni que pedirlo, te ayudaré en todo

lo que pueda.”
“Ustedes son guardianes, Kiara piensa que quizás

tus antepasados tendrán alguna manera para que
Alessandro recupere sus recuerdos, se lo dijimos a
Alessandro, pero debido al ataque y a los
representantes de otros reinos que están en el
palacio, se negó a ir a la habitación de los
guardianes, por eso te hice venir.”
“Hiciste bien, iré ahora mismo, encontraré una

manera para que mi hermano recupere sus
recuerdos.”
Después de hablar con Abril, Cassian se dirigió a

la habitación de los guardianes, en el camino se
encontró a Alessandro y le preguntó.
“¿A dónde vas Cassian?”
“Voy a la habitación de los guardianes, necesito
preguntar cómo podemos recuperar tus
recuerdos.”
“¿Por qué crees las mentiras de esa mujer? No la

recuerdo por nunca ha estado en mis recuerdos.”
“Le creo porque yo lo he visto, he visto cuanto la

amas, no la recuerdas por que robaron tus
recuerdos, pero eso no significa que todo lo que
ustedes ha vivido vaya a desaparecer.”
“Recuerdo todo y a todos, si la amo con locura,

¿porque la he olvidado?”
“Porque querían lastimarla haciendo que la

olvidaras.”
Cassian miró a su hermano directamente a los

ojos y le dijo.
“Hare que recuperes tus recuerdos y estoy seguro
de que me darás las gracias cuando eso pase.”
Cassian siguió su camino dejando a su hermano
atrás.
Alessandro se preguntó si era verdad, si en verdad
amaba a esa mujer y si era él quien estaba
equivocado, en su mente habían muchos vacíos,
recuerdos incompletos, él se preguntó si era por lo
que había dicho Cassian, porque habían robado
sus recuerdos.
Él estaba confundido y entre más intentaba

recordar, más le dolía la cabeza, él tenía muchos
asuntos que atender, no tenía tiempo para
distraerse, así que decidió dejar de pensar en eso y
volver a sus obligaciones.
Alessandro ya había pedido a los dignatarios que

se reunieran con él, debía aprovechar la
oportunidad para convencerlos de que se unieran
para crear una alianza contra las fuerzas de la
oscuridad.
Al entrar a la habitación de los guardianes,

Cassian vio a su madre esperándole con una
hermosa sonrisa.
“Hola Cassian, me alegra verte.”
“Mamá, necesito tu ayuda.”
La dulce sonrisa en los labios de su madre
desapareció.
“¿Qué pasa?”
“Es Alessandro, ha perdido sus recuerdos.”
“¿Perdido?”
“Alessandro no recuerda a Abril y a su hija, es

como si los recuerdos de ellas hubieran sido
borrados, ¿hay alguna manera de que vuelva a
recuperarlos?”

“No que yo conozca, pero quizás el primer
guardián si, deberías hablar con él.”
Soleia acompañó a Cassian hasta el final del largo

pasillo de cuadros, cuando Cassian vio el último
retrato preguntó.
“¿Este es el primer guardián?"
“Si, es él, me iré para que puedas hablar con él, me

ha gustado mucho verte mi niño, espero que
puedas recuperar los recuerdos de Lessan.”
“Eso espero.”
Soleia desapareció, Cassian empezó a hablarle al

cuadro.
“Necesito hablar contigo, primer guardián.”
Cassian se quedó esperando a aquella persona

retratada en el cuadro apareciera, pero este no lo
hizo, por más que lo llamara, luego Cassian
recordó que su hermano había dicho que el primer
guardián solo aparecía cuando decían su nombre.
“Cassiel.”
El primer guardián apareció ante él, los dos se

parecían mucho, tanto, que por un momento
Cassian sintió como si estuviera viendo su reflejo.
“Crei que nunca dirias mi nombre.”
“Y yo que nunca aparecerías.”
“Si no dices mi nombre, ¿como saber que es a mi a

quien llamas?”
“Eres el primer guardián, ¿como puedes
confundirte?”
“El primer guardián no es mi nombre.”
Cassian dio un largo suspiro, él primer guardián

parecía alguien molesto, en ese instante Cassian
supo por qué Alessandro salía completamente
agotado cuando hablaba con él.
“Tengo algo que preguntarte, mi hermano

Alessandro ha perdido sus recuerdos ¿hay alguna
manera de hacer que los recupere?”
“Hum... puedes usar el espejo del alma que está

guardado en esta habitación, ese espejo te muestra
lo que más deseas, si tu hermano desea recuperar
sus recuerdos, él espejo le mostrará lo que olvidó.”
“¿Dónde está ese espejo?”
Cassiel le dijo que detrás de su retrato había una

puerta, que solo debía moverlo para descubrirla.
Cassian retiro el cuadro y encontró una puerta

blanca, la cual pasaba desapercibida en aquella
habitación blanca, el pomo de oro que había
escondido detrás del cuadro era lo único que
mostraba que ahí había una puerta, él abrió la
puerta, en su interior había otra habitación blanca,
pero en vez de cuadros había un sin fin de objetos,
espadas, armaduras y algunos otros objetos
exquisitos y hermosos.
“ċQué es este lugar?”
“Este es como un almacén, donde guardo mis

tesoros más preciados.”
“¿Eso significa que todo esto es tuyo?”
“Si, estos objetos eran míos cuando tenía un

cuerpo humano, yo creo estas habitaciones, así que
guarde algunas de las cosas que consideré que eran
importantes.”
Cassian entró en la habitación, Cassiel le mostró

donde estaba el espejo del alma y le dijo.
“Es esto, asegurate de devolverlo, esto es algo muy
valioso para mi.”
“Lo devolveré después de usarlo y hacer que
Lessan recupere sus recuerdos y vuelva a ser el
mismo de antes.
Capítulo 166
Un arma forjada en el cielo
Antes de salir de aquella habitación, hubo un

arma que llamó la atención de Cassian, era una
lanza dorada, la cual brillaba con un cierto
resplandor, la lanza tenia extraños grabados.
“¿Esa lanza también era tuya?”
“Si, esa es mi arma.”
“Es preciosa.”
“Lo es, es un arma forjada en el cielo.”
“¿Que?”
“Esa es el arma que tenía cuando mi padre me

desterró del cielo y es el arma que empuñe cuando
vencí al señor oscuro.”
“Quizás nosotros nos enfrentemos a él, no sería

bueno que nos prestaras tu arma para luchar
contra él.”
“Esa arma fue diseñada para mi, solo yo puedo
empuñarla, pero creo que quizas tu puedas
empuñarla, somos idénticos, tu hermano te dijo
que los guardianes no morimos, si dejamos
nuestro cuerpo físico, pero en si no es como si
estuviéramos completamente muertos, eso es
porque podemos volver al mundo humano,
siempre y cuando encontremos un buen recipiente
o la línea entre el mundo espiritual y el de los vivos
se rompa, lo cual solo pasa cuando un mundo se
está acabando.”
“¿Qué es lo que quieres decir?”
“Si me dejas entrar en tu cuerpo, puedo volver a

empuñar esa lanza, si en algún momento te ves
superado por los problemas, ven a buscarme, yo te
ayudare.”
“Gracias por decirmelo, pero no te entregaré mi

cuerpo.”
“Su misión como guardianes es cerrar la puerta, la

cual no tardará en ser abierta, es necesario hacerlo
antes de que él señor oscuro entre en sus cuerpos,
pero si fallan, yo soy el único que podrá detenerlo,
no lo olvides.”
“No lo haré.”
Cuando Cassian salió de la habitación de los

guardianes ya era de noche, así que decidió esperar
hasta el día siguiente para entregarle el espejo del
alma.
Alessandro había tenido un dia difícil, él pensó

que convencer a los dignatarios sería fácil después
de lo que habían visto, pero eso no pasó, todos
tenían muchas preguntas y al final de la reunión
dijeron que necesitaban más tiempo para pensar.
Solo estaba deseando llegar a su cama y descansar,
pero se llevó una gran sorpresa cuando vio a Abril
durmiendo en su cama.
Él iba a despertarla, cuando escucho que dijo su

nombre en sueños.
“Lessan…”
Alessandro se quedó mirando su rostro dormido,

ella era preciosa, su cabellera rojiza había llamado
su atención, solo la familia Venobich tenía el
cabello rojo, él no se había atrevido a preguntar,
pero estaba seguro de que esa mujer era parte de la
familia Venobich, él debería sentir un gran odio
por ella ya eran enemigos, pero por alguna extraña
razón, lo que menos sentía era odio cuando la veía.
No sabia que era lo que sentía, pero estaba seguro
de que esos sentimientos no eran de odio.
“¿Qué es lo que siento por ti? ¿Porque me siento
de esta manera, si ni siquiera te conozco?”
Alessandro dio un largo suspiro, ella estaba

profundamente dormida, no quiso despertarla, así
que la dejó dormir en su cama. Él aflojó sus ropas y
se acostó en el sofá, estaba cansado y deseaba
dormir, pero su mirada no paraba de ir en
dirección a la mujer que dormía en su cama.
Estuvo dando vueltas en el sofá, hasta que
finalmente el sueño se apoderó de él.
Abril había esperado a que Alessandro volviera a

la habitación, pero había terminado quedándose
dormida. Cuando abrió sus ojos y miró a su lado,
estaba vacío. Durante los cuatro años que había
estado en la tierra de las hadas, había despertado
estando sola, pero ese día fue especialmente
doloroso para ella, porque aunque estaba cerca,
sentía que estaban más lejos que nunca.
Abril se levantó de la cama y le vio durmiendo en

el sofá, ella se acercó a él, mientras veía su rostro
dormido, por un momento se imaginó que todo era
como siempre, que él aún la recordaba, que aun la
amaba.
“Lessan.”
Alessandro abrió los ojos, al ver a Abril le dijo.

“¿Qué me estás haciendo?”
“No te estoy haciendo nada.”
Alessandro se incorporó, ella le preguntó.

“Cómo fue la reunión con los dignatarios?”
“Eso no tiene nada que ver contigo.”
“¡SOY LA REINA! Claro que tiene que ver

conmigo.”
Al alzar la voz, Alessandro se sorprendió.
“¡Aunque tu no me recuerdes, eso no cambia
quien soy, seguiré haciendo mi trabajo como reina,
ya no dejaré que me excluyas, soy tu reina así que
tratame como tal!”
Abril dio media vuelta. Cuando se había casado,

ella había soportado muchos malos tratos de parte
de Alessandro, pero ella no pensaba tolerarlo una
vez más, ella era su reina y le debía respeto.
“Hoy me reuniré con los dignatarios, yo me
encargaré de convencerlos para que acepten
ayudarnos en esta lucha.”
Ella abrió su armario, después de sacar un
conjunto de ropa se dirigió al baño, se dirigió al
cuarto de baño y cerró la puerta de golpe.
“¿Y a esta que le pasa?”

Pensó Alessandro mientras veía la puerta del
cuarto de baño.
Alessandro se cambió de ropa rápidamente y salió

de la habitación, se reuniría con los dignatarios esa
mañana y ya se le estaba haciendo tarde, pero
Cassian le detuvo.
“¿Que haces aqui, Cassian?”
Cassian le mostró el espejo del alma que había
traído de la habitación de los guardianes.
“Me dijeron que esto podría ser de ayuda para que
recuperes tus recuerdos.”
“¿Un espejo?”
“Si.”
“Estoy ocupado Cassian, lo veré después.”
“Cassian, recuperar tus recuerdos es importante,

no puedes dejarlo para después.”
Abril apareció y le preguntó.

“¿Qué pasa, Cassian?”
“He traído este espejo de la habitación de los

guardianes, el primer guardián me dijo que este
espejo te muestra lo que más deseas, Lessan, solo
debes desear recuperar tus recuerdos, el espejo te
mostrará lo que has olvidado.”
Abril tomó la mano de Alessandro y tiró de él,

arrastrándolo de vuelta a la habitación, hizo que se
sentara en el sofá y le dijo a Cassian.
“Trae ese espejo.”
Abril lo puso en la mano de Alessandro y le dijo.

“Debes recuperar tus recuerdos, hazlo ahora.”

“No tengo tiempo para esto.”
Abril le lanzó una mirada asesina, como diciendo.

'No es una opción, hazlo ahora.'
Cassian al ver a Abril, se preguntó cuándo se había

vuelto una persona tan autoritaria.
Alessandro no pudo negarse.

“Solo debo desear que mis recuerdos vuelvan,
¿verdad?”
“Desea recuperar tus recuerdos de tu hija y de mi,

esos son los recuerdos que has olvidado.”
Alessandro miró su reflejo en el espejo e hizo lo

que le dijeron, pero no pasó nada, solo seguía
viendo su reflejo.
“¿Ves algo?”
Le preguntó Abril.
“Solo me veo a mí mismo reflejado.”
“Vuelve a intentarlo.”
Alessandro volvió a intentarlo, pero solo se veía a

si mismo reflejado.
“Esto no funciona, ¿ya me puedo ir?”
Abril tomó el espejo, pensó en Lissana, ya que

verla era lo que ella más deseaba y apareció
reflejada en el espejo.
“Vuelve a hacerlo, no lo has hecho bien.”
“Ya lo intente, de verdad lo hice, pero no veo nada

y quizás sea por que no hay recuerdos que
recuperar, por que no los hay.”
Capítulo 167
Ya no llorare
Abril se sentía muy frustrada y molesta, con Cira

por haber robado los recuerdos de Alessandro y
hacer su vida miserable una vez más y con
Alessandro por no mostrar ningún interés en
querer recuperar sus recuerdos.
“Eres un idiota, un maldito idiota.”
Alessandro pensó que ella iba a llorar otra vez y le

dijo.
“Me molesta verte llorar, así que no lo hagas.”
Por primera vez Abril le lanzó una mirada llena de

rabia e ira contenida.
“¿Llorar? No pienso derramar ni una sola lagrima
por un maldito imbécil que se ha olvidado de su
esposa e hija y el cual no tiene ningún interés en
recordarme.”
Cassian y Alessandro quedaron muy sorprendidos

al ver tan enfadada a Abril. Ninguno de los dos
pudo decir nada.
Abril dio media vuelta y dijo antes de atravesar la
puerta.
“Ya no me importa si me recuerdas o no, pero no
te olvides que soy tu esposa y tu reina, asi que mas
te vale que empieces a tratarme con respeto,
idiota.”
Después de decir lo que quería salió hecha una
furia de la habitación, tirando la puerta con fuerza.
“Ella en verdad está furiosa, yo que tu, no haría

nada que haga que se enoje aun mas.”
Le dijo Cassian mientras veía la puerta.
“No me asusta.”
“Pues debería, usar magia de fuego y de anulación,

así que estás indefenso ante un volcán.”
“Ella siempre es asi.”
“No y por eso es aún más peligroso, nunca sabes

como reaccionará alguien calmado ante la ira.”
Mientras caminaba por los pasillos sin rumbo,

Abril se encontró a Gabriel.
“Buenos días, su majestad.”
“¿Qué tiene de bueno este día? No tiene nada de

bueno. Nada que valga la pena decir.”
“Entiendo como se siente, porque yo también pase

por algo similar hace un tiempo.”
“¿Qué estás diciendo?”
“Mi esposa tuvo ciertos problemas después de

tener a nuestro segundo hijo, ella tenía depresión
después del parto y en algún momento empezó a
odiar a los niños y a mi, ella no quería vernos y se
alejaba de nosotros, en ese entonces yo se sentía
igual a usted, herido, traicionado y molesto.”
“¿Por qué nunca nos dijiste nada?”
“¿Cómo podía decir que mi esposa me odiaba y

que odiaba nuestra familia de la noche a la
mañana?”
“¿Ella se recuperó o aun te odia?”
Ya ha pasado un tiempo, ahora ella está bien,
aunque eso no fue nada fácil, lo que quiero decirle
con todo esto es que aunque lo que haga su
majestad la hiera, no lo odie, sea paciente con él,
aunque a veces la mente nos engaña, el corazón no,
aunque no la recuerde, estoy seguro de que él la
sigue amando.”
“Gracias por decirmelo, intentare seguir tu

consejo.”
“La reunión con los dignatarios empezará pronto,

debo irme.”
“Yo también iré. quiero ayudar.”
“Su majestad, si quiere ayudar, ¿le parecería

escuchar mi plan?"
“Claro.”
“Los dignatarios siguen negándose en unirse a la

batalla, pero creo que podemos hacer algo para
cambiar eso, haciendo una entrada triunfal, su
majestad póngase lo más extravagante que
tenga y venga a las salas de reuniones, intente
mostrar su poder y que su actitud arrogante
demuestre que ahora que está aquí, no
necesitamos de ellos, convénzase de que son ellos
los que necesitan de nosotros.”
“De acuerdo, lo convencere.”
Abril volvió a su habitación y le pidió a las

sirvientas que la ayudarán a prepararse. Abril
busco en su armario, sus ropas eran elegantes,
pero solo tenia un vestido que cumplia con lo que
Gabriel había pedido, era el vestido que la reina
élfica que le había dado.
Las sirvientas maquillaron su rostro y adornaron

su cuerpo con joyas. Una vez lista se dirigió a la
sala de reuniones.
Gabriel se quedó observando en silencio como

transcurría la reunión, Cassian se había unido a la
reunión e intentaba convencer a los dignatarios
que debían unir sus fuerzas para enfrentarse a la
oscuridad, pero todos daban excusas y pedian más
tiempo para pensar.
Las puertas de la sala de reuniones se abrió de
golpe, llamando así la atención de todos, cuando
Abril entró, todos se quedaron sorprendidos y
fascinados con lo hermosa que se veía, llamando
así la atención de todos, cuando Abril entró, todos
se quedaron sorprendidos y fascinados con lo
hermosa que se veía, incluso Alessandro, ella los
dejó a todos sin habla.
Abril se acerco a la mesa con la frente en alto y se

paró junto a Alessandro.
“Me presentaré ante ustedes ya que parece que no
me conocen o estarían haciendo una reverencia
ante mi. Soy Abril la reina de Cosset.”
Cuando Abril reveló su nombre todos se pusieron

en pie, hicieron una reverencia ante ella.
“Bienvenida su majestad.”
“Estuve fuera por algunos asuntos, perdón por

llegar tarde a la reunión, aunque no se por que esta
reunión aún no ha terminado.”
Alessandro susurro a su oído.

“Ayudarte.”
El príncipe Jaren preguntó.

“¿A que se refiere su majestad?”
“Pronto estallará una guerra contras las fuerzas de

la oscuridad, por esa razón no entiendo el por qué
se está alargando tanto esta reunión, solo deben
responder si estan dispuestos a unirse a esta
batalla y salvar vuestros reinos o perecer con
ellos.”
“¡¿Nos està amenazando?!”
“No, solo estoy exponiendo lo que hay, las armas

normales no matan a los monstruos, solo las armas
bendecidas con magia de luz, magia que solo yo y
la princesa Kiara poseemos, si están con nosotros
nos aseguraremos que estén preparados para la
batalla, si no es asi, dejen de hacernos perder
nuestro tiempo y el suyo ,ya que no creo que les
quede demasiado.”
Las palabras de Abril eran duras, eran una clara

amenaza, la cual dejaba en claro que si no se unían
a ellos, serían los primeros en morir cuando la
guerra estallara.
El principe Calum fue el primero en hablar.
“Su majestad muy buena negociando, si lo dice de
esa manera, no nos deja más opción que aceptar su
unirnos a usted.”
“Solo he dicho la verdad, el reino de Laios y el

reino de Cosset son los únicos que se han
enfrentado a los monstruos, por eso sabemos a lo
que nos enfrentaremos, a una guerra sin cuartel en
la que nadie estará a salvo, si queremos seguir
viviendo en paz, el luchar es lo principal en este
momento ya que nuestra lucha no es contra carne,
ni sangre, sino contra monstruos nacidos por la
oscuridad, contra seres que solo desean una cosa,
nuestra destruccion, asi que levante la mano el que
haya decidido crear una alianza y unirse a la lucha
contra la oscuridad.”
Las palabras de Abril habían sido convincentes,

todos levantaron sus manos. Ella sonrió y dijo.
“Me alegra ver que han entrado en razón,
discutiremos los términos de la alianza
individualmente, así que ya pueden retirarse,
gracias por su valioso tiempo.”
Todos los príncipes hicieron una reverencia ante
Abril y Alessandro, y se despidieron.
Kiara felicito a Abril y salió detrás de ellos,

Cassian y Gabriel también inventaron una excusa y
se fueron dejando solos a Alessandro y a Abril.
“No hagas nada sin consultarmelo primero, no me

gustan las sorpresas.”
“Los he convencido, eso es lo que importa.”
“Los has intimidado.”
“Pero ha funcionado, así que da igual.”
Alessandro no podía concentrarse en la

conversación, el escote en el vestido de Abril se lo
impedía, él se quitó la chaqueta y se la ofreció a
Abril.
“Cúbrete, tus ropas son indecentes.”
Abril no agarró la chaqueta.

“¿Indecentes? ¿Qué parte es indecente?”
El vestido tenía una abertura al lado y el escote era
pronunciado.
Alessandro la cubrió con la chaqueta acercándose

a ella y le dijo.
“Todo, ese vestido es demasiado provocador, si en
verdad eres mi esposa deberías saber que odio que
otros codicien lo que es mio.”
Capítulo 168
Hasta que me recuerdes
Estaba tan cerca de Abril, que Alessandro se sintió

tentado a besar sus labios rojos, él pasó un dedo
por sus labios, agarró la barbilla de Abril y la besó
íntimamente en los labios. Eran dulces tan dulces
como la miel, tan suaves como la seda, como
pétalos de flores.
Abril se sorprendió ante el beso repentino, pero no

lo apartó.
Cerró los ojos y envolvió sus brazos alrededor de

Alessandro y
respondió activamente a su beso, porque ella
misma había deseado hacerlo, besar a su amado, a
quien tanto había extrañado.
Mientras le besaba, levantó a Abril y la sentó sobre

la mesa con facilidad, mientras continuaba
besándola.
Dentro de la silenciosa habitación, lo único que se

podía
escuchar, era el sonido de sus labios y su
respiración. Él se tragó sus labios como ciruelas
mientras se apoderaba del interior de su boca. Su
beso causó revuelo en todo su cuerpo. Los brazos
débiles de Abril que sostenían sus hombros
temblaron.
Después de que su duradero beso terminó, le dio

un ligero beso en los labios hinchados. Él arrastró
sus besos hasta su cuello
mientras sostenía firmemente su pecho debajo de
su ropa.
Aprovechó esta oportunidad para separarle las

piernas con la rodilla, pero eso causó un gran
impacto en Abril.
“¿Me recuerdas?”
“No, pero eres mi esposa, ¿no?”
Ella lo apartó con todas sus fuerzas con ambas

manos. Se sintió ofendida, él quería tenerla por
posesión, no por amor.
“Soy tu esposa, pero eso no significa que puedas
hacer conmigo lo que quieras, si no recuperas tus
recuerdos, ni sueñes con tocarme.”
Abril se bajó de la mesa, empezó a alejarse y abrió
la puerta. Antes de atravesar la puerta le dijo.
“Si quieres disfrutar de tu vida matrimonial,
esfuérzate en recuperar tus recuerdos.”
Una vez solo, Alessandro se rio. Aunque no la

recordaba, su cuerpo parecía si hacerlo. Ya que la
dulzura y suavidad de sus labios le eran familiares.
“Ella en verdad sabe como hacer que hagan lo que
desee, creo que tendré que esforzarme por
recuperar mis recuerdos.”
Abril se sentía incómoda con las ropas que

llevaba. Ella se dirigía a su habitación, en ese
momento encontró a Tarik. Ella se había olvidado
por completo de él.
“Tarik, ¿estás bien?”
“Si,estoy bien.”
“Has elegido un mal momento para visitar el reino

humano, deberías volver al reino de las hadas.”
“No lo haré, no volveré.”
“Este es un lugar peligroso.”
“Ya lo he hablado con mi padre también, me
quedaré aquí un poco más, todavía no volveré.”
“¿Qué pasa Tarik? ¿Por qué no quieres volver?”
“Todavía no puedo volver, no me pida que lo

haga.”
“No lo haré si me dices la razón.”
“Quiero borrar la brecha que hay entre Lissana y

yo, quiero que ya deje de ser mayor que ella, quiero
volver a tener la misma edad y que seamos amigos
otra vez, si vuelvo ahora, esa distancia nunca se
acortará, solo se volverá a un mayor, por eso no
puedo volver todavía.”
“Pero este ya no es un lugar seguro, no me

perdonaría si te pasara algo.”
“Se cuidarme muy bien, ya lo ha visto, así que no

me obligue a volver, deje que me quede un poco
más.”
Tarik se veía muy decidido, Abril sabía que no
podría convencerlo, así que dejó de insistir en que
volviera.
“Esta bien, pero debes prometerme que no harás
nada peligroso y que si vuelve a ver otro ataque
volverás al reino de las hadas.”
“Se lo prometo.”
____ ༼ ♡ ༽ ____
Cassian volvió a la habitación de los guardianes.

Soleia apareció ante él tras cruzar la puerta y le
preguntó.
“¿Por qué has vuelto Cassian?”
“Debo hablar con el primer guardián.”
“Por tu expresión creo que no pudiste ayudar a tu

hermano.”
Cassian le mostró el espejo del alma a su madre.

“Este espejo debería haberle mostrado sus
recuerdos, pero no lo hizo, quiero saber por que no
funcionó.”
“Entonces buena suerte mi niño, espero que
puedas ayudar a Alessandro.”
“Yo también.”
Cuando Cassian llegó al retrato del primer

guardián le dijo.
“Cassiel.”
“¿Qué pasa?”
“El espejo no funcionó, dime ¿por qué?”
“No lo sé.”
Respondió Cassiel sin mostrar ninguna sorpresa.
“Pero dijiste que…”
“Dije que recuperaría los recuerdos que había

olvidado, pero si no los tiene, es imposible que los
logre recordar.”
“Algunas vez lo vi, los portadores de oscuridad con

un gran poder, podían robar los recuerdos.”
“¿Y cómo se recuperan?”
“No existe ninguna manera, cuando roban los

recuerdos, suelen perderse en la oscuridad, el
dueño nunca vuelve a recuperarlos.”
“No he visto a tu hermano, asi que no puedo estar

seguro de eso.”
“¿Cómo puedo saber si sus recuerdos fueron

tomados?”
“Eso solo lo puedo ver yo, aunque ustedes sean

parte de mis descendientes, no tienen mi poder, así
que si quieres saber que paso con los recuerdos de
tu hermano, deberás dejarme salir de esta
habitación, prestarme tu cuerpo, pero no hagas esa
cara, te lo devolveré tras comprobar que paso con
sus recuerdos.”
Cassian se quedó pensativo, Cassiel le preguntó.

“¿Qué pasa? ¿No confías en mí?”
“Mi esposa es mitad hada, al casarme con ella, la
marca de matrimonio unió nuestros corazones,
todo lo que me pase a mi, le afecta a ella, mi vida y
la de ella están ligadas, no puedo hacer lo que me
pides.”
“¿Mitad hada? Eso es interesante, jamás pensé

que Leriana permitiria que sus hadas se unieran a
un humano.
“¿Leriana?”
“La reina hada, ella mostraba un gran desprecio

por los humanos, aunque como culparla después
de lo que ellos le hicieron a su pueblo.”
“¿Tú conoces a la reina hada?”
“Por supuesto, éramos íntimos amigos, pero

dejando eso de lado, no tienes de qué preocuparte,
no le pasara nada a tu cuerpo ni a tu esposa.”
“Si, no hare nada para lastimar tu cuerpo ya que si

lo hiciera sería yo quien sentiria el dolor, ya que tu
conciencia estará dormida, así que no te preocupes
por eso, ni a ti, ni a tu esposa les pasara nada.”
“Está bien, te prestaré mi cuerpo, pero debes

volver rápido.”
“No te preocupes, volveré rápido, solo veré como

es la condición de tu hermano y regresare, será
como si tomaras un siesta.”
“¿Qué debo hacer?”
“Solo debes decir, Cassiel, mi cuerpo es ahora tu

cuerpo, te dejo entrar.”
“¿Solo es?”
“Si, en pocas palabras, necesito tu permiso.”
Cassian hizo lo que Cassiel le dijo, al instante su

vista se volvió nublosa y sus ojos empezaron a
cerrarse, como si tuviera mucho sueño. Cuando
cerró sus ojos completamente, Cassiel tomó el
control de su cuerpo.
Y en ese instante Soleia apareció ante él.
“¿Qué crees que estás haciendo, primer
guardián?”
“Solo ayudo a tu hijo.”
“¡Sal de su cuerpo ahora!”
“Puedo hacerlo, pero si lo hago puede que tu hijo

Alessandro nunca recupere sus recuerdos, ¿es eso
lo que quieres?”
“Si le haces daño a mis hijos te juro que no me

quedaré quieta.”
“No tienes que amenazarme, eso ya lo sé y no haré

nada que los dañe, solo dejaré el mundo espiritual
un momento y volveré.”

Dijo Soleia y después desapareció.
Cassiel salió de la habitación, busco la salida al

exterior, cuando llegó al jardín, el fresco aire
primaveral acaricio su rostro. Él respiró
profundamente, habían pasado siglos desde la
última vez que se habia sentido tan bien.
“Sin duda alguna, él estar vivo es lo mejor.”
____ ༼ ♡ ༽ ____
Después de beber la sangre de ángel, Cira sentía

como si su interior se estuviera quemando, ella se
retorcia de dolor y se preguntó si era la sangre de
ángel que luchaba con la oscuridad que había en su
interior.
Liona se acercó a ella y le preguntó.

“Princesa, ¿se encuentra bien?”
“Lárgate.”
Liona se alejó, Cira llevaba dos días gritando de

dolor. Liona empezó a preguntarse si llegaría a
sobrevivir o si moriría sin poder resistir la sangre
de ángel.
Ella se quedó mirando a cierta distancia, como

Cira se retorcía de dolor. Preguntándose ¿qué
haría si la princesa moría? ¿cuál sería su futuro?
Ya que no tenía a donde ir. Lo había perdido todo
por culpa de Abril, ya no tenía hogar, ni familia, su
odio por ella creció aún más y empezó a idear
maneras para destruirla, quería hacerla sufrir de la
misma manera en la que ella lo había hecho.
Capítulo 169
¿Quién eres?
Cuando llegó la noche, Alessandro volvió a su

habitación, Abril estaba en el balcón, mirando
hacia la distancia, él se acercó y le preguntó.
“¿Qué haces?”
“Creí que no vendrías.”
“Esta es mi habitación, ¿por que no vendría?”
Abril dio un largo suspiro y le dijo.

“Porque estoy aquí.”
“No me molesta tener a una mujer hermosa

esperando en mi habitación.”
Abril le lanzó una mirada asesina y le dijo.

“Supongo que cualquiera te valdría.”
Abril dio media vuelta, Alessandro la detuvo

agarrando su brazo.
“No era eso lo que quería decir, no te enfades.”
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“Se que no me recuerdas, pero yo sí te recuerdo y
por eso me hieren tus comentarios estupidos.”
“Lo siento, esa no era mi intención.”
“No te disculpes si ni siquiera lo sientes de

verdad.”
“No me estoy disculpando solo por que si, lo hago

porque en verdad me siento mal al herirte, aunque
no te recuerdo, por alguna extraña razón, deseo
protegerte.”
“¿De verdad?”
“Si.”
Abril puso sus manos sobre el corazón de
Alessandro y le preguntó mientras le veía
directamente a los ojos.
“Los recuerdos que teníamos los has olvidado,
pero, ¿tus sentimientos también? ¿Ya no sientes
nada por mi? ¿Ya no me amas?”
Alessandro se quedó hipnotizado por los

hermosos ojos dorados de Abril. Él no la
recordaba, no sabía qué era lo que sentía, así que
no pudo responder.
Ella lo aparto y le dijo.

“Supongo que esa es tu respuesta, creí que estaba
en tu corazón, pero me equivoque, solo llegue a
estar en tus pensamientos.”
Alessandro al ver que se iba la abrazo por la

espalda, lo había hecho por impulso, su cuerpo
reaccionó antes que su mente.
“Suéltame.”
“No se que siento por ti, por que no lo recuerdo,

pero no quiero que te vayas.”
Abril se dio la vuelta, quería ver si había

sinceridad en sus palabras. Los ojos eran las
ventanas del alma, cuando miro sus ojos verdes,
pudo ver algo que ni él mismo debía saber que
había.”
Ella acarició su rostro y le dijo.

“No me iré a ninguna parte.”
“Lo siento.”
“¿Y ahora por qué te estás

disculpando?”
“Por haberte olvidado.”
“Si en verdad lo sientes, recuérdame.”
“No se como hacerlo, pero lo intentare.”
Alessandro se quedó mirando a Abril, era preciosa

y después de besar sus labios, no podía pensar en
otra cosa que no fuera su boca, sus dulces labios,
su suavidad y calor. Moria de ganas de volver a
besarla. Él se inclinó para besarla pero ella cubrió
sus labios con su mano y le dijo.
“No, ya te lo dije antes, si quieres volver a
disfrutar de tu vida matrimonial, recupera tus
recuerdos.”
“Si me amas, ¿por qué te niegas?”
“Yo te amo, no tengo ninguna duda de eso, pero

tu solo te estas dejando llevar por la lujuria,
cuando me ames como yo te amo,
volveré a ser tuya, hasta entonces, vive como un
eunuco.”
Le dijo Abril mientras se alejaba.
“¡No estarás hablando en serio!”
“Muy en serio.”
“Pero ¿qué hay de los hijos, como reyes nuestro

deber es tener un heredero.”
“Ya tenemos una heredera, Lissana es la princesa

heredera y mas te vale nunca cambiar eso, además
no quiero tener más hijos.”
“Solo, no quiero.”
Abril se metió en la cama y se dio la vuelta, dando

así por zanjada la conversación.
Alessandro se quedó de pie observándola durante

un momento, preguntándose por qué no quería
tener más hijos, él había tenido una familia grande
y siempre había deseado lo mismo, pero ella había
dejado en claro que no tendrían más hijos.
Abril se quedó muy quieta hasta que Alessandro se

fue a acostar al sofá. Ella no quería tener más hijos
ya que sabía que no podia estar con ellos, que por
más que lo deseara, no podría criar a ninguno de
ellos, el separarse de Lissana siempre era doloroso,
ella no quería volver a pasar por lo mismo.
Al día siguiente Abril despertó primero, cuando

Cassian tocó su puerta y preguntó si podía pasar,
ella ya se había cambiado.
“Espera un momento, Cassian.”
Abril se acercó al sofá, movió ligeramente el
hombro de Alessandro y le dijo.
“Despierta, Cassian está aquí, creo que quiere
hablar con nosotros.”
Alessandro se sentó en el sofá y rodeó la cintura

de Abril con sus brazos, estando medio dormido.
Ella le dio ligeros golpecitos en la espalda y le dijo.

“Despierta Alessandro.”
Él la liberó y fue a lavar su cara para despejarse.
“Lo siento, ayer no dormí bien, por eso me ha
costado despertar.”
“¿Por qué no pudiste dormir?”
“Dormir en el sofá no es muy cómodo que

digamos, me duele la espalda.”
“Entonces deberías dormir en la cama a partir de

hoy.”
“Creí que habías dicho que viviría como un

eunuco.”
“Solo dormirás en la cama, nada más.”
Alessandro secó su rostro, se acercó a Abril y le

dijo.
“Aunque quieras que viva como un eunuco, no lo
soy, no puedo dormir contigo tomando solo tu
mano.”
Cassian volvió a tocar la puerta, Abril se alejó y le

dijo que podía pasar.
“Buenos días, Cassian.”
Dijo Abril agradeciendo la interrupción, ya que no
quería seguir con la conversación.
Alessandro se quedó mirándolo fijamente y

cuando este abrió su boca y empezó a hablar, él lo
tomó del cuello de la camisa y le preguntó.
“¡¿quién eres?! ¡¿Qué has hecho con mi
hermano?!”
“Veo que tienes una mirada muy aguda, te has

dado cuenta muy rápido de que no soy tu
hermano.”
Abril veía a Cassian exactamente igual, ella se

preguntó cómo se había dado cuenta Alessandro
de que ese hombre no era su hermano.
“¡¿Dónde está mi hermano?!”
“No te preocupes por él, tu hermano está

durmiendo en este momento.”
Alessandro levantó el puño, para estamparlo en su

cara, pero se detuvo cuando le dijo.
“¡Soy Cassiel! Este es el cuerpo de tu hermano, así
que no me pegues.”
“¡¿Cassiel?! Pero qué mentira tan grande estás
diciendo.”
“No estoy mintiendo, te lo había dicho antes, los

guardianes no morimos, si encontramos un
recipiente adecuado podemos volver a ver a
habitar en el mundo humano.”
“¡¿Así que has tomado el cuerpo de mi hermano?!”
“No lo tome, él me lo prestó.”
“¡Él no haría algo así!”
“Lo hizo por ti, para que pudiera ayudarte a

recuperar tus recuerdos.”
Alessandro aflojo un poco el agarre.

“¿Y cómo me ayudaras?”
“Él espejo del alma siempre saca a relucir los

recuerdos importantes que fueron olvidados..”
“Ese espejo no funcionó conmigo, debes estar

equivocado.”
“Por eso he venido a ver que pasa, a averiguar por
qué no ha funcionado, así que suéltame de una vez,
dejaré este cuerpo y volveré a la habitación de los
guardianes una vez que haya terminado con lo que
tu hermano me pidió.”
Capítulo 170
La bendición del primer guardián
Alessandro se sentía incómodo en que su hermano

hubiera aceptado dejar a su cuerpo al primer
guardián. Aunque sabía que su hermano lo había
hecho por su bien, se sentía muy molesto.
Cassiel sentía que le faltaba el aire, ya que

Alessandro no paraba de apretar su cuello.
Estás apretando demasiado, me está costando

respirar, si sigues así terminarás matando a tu
hermano.
Alessandro lo soltó y le dijo.

“Date prisa para que puedas dejar el cuerpo de mi
hermano.”
Alessandro lo soltó y le dijo.
“Aunque hayas perdido algunos de tus recuerdos

sigues siendo un idiota.”
Alessandro le lanzó una mirada asesina y le dijo.
“¡¿Tú en verdad quieres morir?!”
“Yo ya estoy muerto, aunque sienta dolor, si me

lastimas será el cuerpo de tu hermano el que
sufrirá, aunque en realidad tampoco lo permitiré,
le prometí a tu hermano que cuidare de su cuerpo,
así que si intentas lastimar este cuerpo, tendré que
defenderme.”
Alessandro parecía furioso, Abril se puso en medio

de ellos ya que temía que terminarán
enfrentándose.
“Ya basta, los dos, no creo que Cassian haya
prestado su cuerpo para que se enfrentarán entre
ustedes, sino para ayudar a que Alessandro
recupere sus recuerdos, así que deténganse.”
Cassiel dijo.
“Yo solo quiero ayudar, es él quien me mira como
si me quisiera asesinar.”
Alessandro frunció el ceño, Abril le dijo.

“Alessandro, ya para, él solo quiere ayudar, sé que
no te gusta que él haya tomado el cuerpo de tu
hermano, pero entiende que Cassian hizo esto
porque quiere ayudarte.”
Aunque su mirada seguía siendo un témpano de

hielo, Alessandro le dijo a Cassiel.
“¿Qué tengo que hacer?”
“De momento siéntate.”
Alessandro hizo caso a lo que Cassiel le dijo y se

sentó en el sofá, él se acercó, sujeto su cabeza y le
dijo, necesito ver qué es lo que hay en tu cabeza,
así que cierra los ojos e intenta pensar en los
recuerdos que tienes de tu esposa.
“Si, lo intentare.”
Alessandro intento buscar en sus recuerdos a

Abril. pero no habia nada, solo momentos en
negro, de pronto sintió como si las manos de
Cassiel se adentraran en su mente, era molesto e
incomodo, cuando él soltó su cabeza se sintió
aliviado.
Abril preguntó.
“¿Puedes hacer que recupere sus recuerdos?”
Cassiel negó con la cabeza.

“Sus recuerdos no están, no fueron olvidados, se
los quitaron.”
“¿Eso qué significa?”
“No puedes recordar lo que no tienes, sus

recuerdos fueron extraídos de su memoria, así que
no podrá recuperarlos nunca ya que una vez quitas
un recuerdo, este desaparece por completo.”
Abril sintió como si le lanzaran un cubo de agua

fría, en el fondo ella pensaba que cualquier día él
se levantaría y le diría que la recordaba, seguía
teniendo la esperanza de que volvería a hacer el
mismo de antes, volvería a hacer el hombre que la
amaba con locura y al cual ella amaba, pero si
nunca recuperaba sus recuerdos, ella se preguntó
qué sería de ellos.
Alessandro al ver a Abril tan pálida, se acercó a

ella, pasó un brazo alrededor de su cintura y le
preguntó.
Abril lo apartó.
“Quiero estar sola.”
Abril se dirigió a la puerta, Alessandro quiso ir

detrás de ella,pero al final se contuvo. Cassiel le
dijo.
“No ha de ser fácil para ella saber que nunca la
recordarás, deja que se calme y después búscala y
dile que todo estará bien, si es que aun quieres
seguir con este matrimonio y si no es así,
divórciate de ella y deja que sea feliz con otra
persona.”
Tras decir eso Alessandro volvió a agarrarlo del

cuello.
“Ella es mía, no pienso dejar que nadie más la
tenga.”
“Supongo que tus sentimientos te hacen actuar

aun cuando no la recuerdas, pero no es a mi a
quien debes decirle esto, es ella la que necesita
escuchar esas palabras, necesita que le digas que
aunque no la recuerdas, sigues queriendo estar con
ella.”
Alessandro sabía que Cassel tenía razón, así que

soltó a Cassiel y antes de ir detrás de Abril,le dijo.
“Vuelve a la habitación de los guardianes y haz
que mi hermano regrese.”
Alessandro atravesó la puerta y la cerró de golpe

detrás de él.
Cassiel le gritó.
“¡Deberías dar gracias y no echarme como si fuera
un perro!”
Cassiel se dirigió al jardín a dar un pequeño paseo,

quería sentir el viento su rostro y sentir los cálidos
rayos del sol, antes de volver a la habitación de los
guardianes, ahí se encontró a una hada joven
viendo fijamente el tronco de un árbol, las hadas
no dejaban la tierra de las hadas y aún menos
siendo tan joven, Cassiel se sintió curiosidad, así
que se acercó a él y le preguntó.
“Señor Cassian, yo solo estaba pensando en la
tierra de las hadas, es la primera vez que dejo mi
hogar, creo que siento nostalgia.”
“¿Y por qué estás en el mundo humano si deseas

volver a la tierra de las hadas?”
Tarik respondió.
“Porque no puedo volver todavía, ha pasado muy
poco tiempo, quiero esperar a que Lissana sea un
poco mayor,”+ para que la distancia que hay entre
nosotros sea acortada, por que cuando me
convierta en el sucesor de la reina hada, será aún
más difícil para mí estar con ella.”
“¿Eres el sucesor de la reina hada?”
Tarik al escuchar la pregunta que le estaba

haciendo Cassian, se le quedó mirando fijamente,
aquella persona era igual a Cassian, pero había
algo extraño en él, su mirada, forma de caminar y
actuar era diferente.
“¿Quién eres?”
“Soy un amigo de tu reina, así que respóndeme,
¿ella está bien?”
Cassiel se dirigió al árbol que la joven hada había

estado mirando tan fijamente, al poner su mano
sobre el tronco, pudo sentir la magia de la tierra de
las hadas en aquel árbol, era una puerta al reino de
las hadas.
“Jamás me imaginé que encontraría una puerta a

la tierra de las hadas en este lugar.”
Cassiel miró al niño hada y le dijo.
“¡Oye niño! Abre la puerta a la tierra de las hadas
para mí.”
“¿Para qué?”
“Quiero ir a visitar a mi vieja amiga, así que abre

la puerta, prometí devolver este cuerpo hoy así que
no tengo mucho tiempo.”
Tarik no sentía ninguna malicia de parte de él, así

que dudó un momento si debía abrir o no la
puerta.
“Si no abres la puerta, tendré que forzarla, pero al
hacerla quedará completamente destruida, así que
no podrás volver a usarla para ir para volver a la
tierra de las hadas, así que elige, abres la puerta
para mi o la forzare.”
“No dejaré que lo hagas.”
“Pequeño hada, tú no tienes poder suficiente para

vencerme.”
Tarik desenvainó su espada, pero en ese mismo

instante, la espada se le fue arrebatada, aquello
había sido tan rápido, que Tarik no tuvo tiempo de
reaccionar. Aquel hombre le sonrió y le dijo.
“Ya te lo dije, eres demasiado joven, tú no podrías
vencerme.”
Cassiel le devolvió la espada y le dijo.

“No tengo ninguna mala intención, solo quiero ir a
la tierra de las hadas a visitar a mi amiga, por favor
abre esa puerta, como te dije, debo devolver este
cuerpo antes de que se acabe el día.”
“La reina se pondrá furiosa si abro la puerta sin su
permiso.”
“Soy su amigo, así que no lo hará, por favor abre la

puerta para mi y a cambio te daré mi bendición,
¿no te parece un buen trato?”
“¿Tu bendición?”
“Así es, una bendición que te protegerá del mal,

¿no crees que es un buen trato? Sobre todo en
estos tiempos donde la oscuridad está al acecho.”
Tarik, sentía que aquel hombre solo estaba

diciendo tonterías para intentar convencerlo, pero
no quería que destruyera la puerta a la tierra de las
hadas, ya que sería un gran problema si lo hacía,
así que aceptó abrir la puerta, la reina sabia de
toda persona que ingresaba a sus tierras, así que
ella se ocuparía de él si era una amenaza.
“Está bien, abriré esa puerta para ti.”

Tarik tocó el tronco de aquel árbol y la puerta se
abrió.
Cassiel se acercó a él, le dio un beso en la frente y
le dijo.
“Esta es mi bendición, te protegerá del mal,
aunque no de los monstruos, así que no descuides
tu espalda.”
Tarik no sintió nada diferente con aquella

bendición y pensó que aquel hombre era un
charlatán.
Antes de irse Cassiel le dijo.

“Si Alessandro pregunta por mi, tú no me has
visto, ¿de acuerdo?”
“Ya vete, la puerta se cerrará en cualquier

momento, no tengo poder suficiente para
mantenerla abierta.”
Cassiel le dijo adiós con la mano.

“Adiós pequeña hada y gracias por abrir la puerta
para mi, y si guardas el secreto de que me has
visto, nunca olvidaré este favor.”
Capítulo 171
Yo soy su dueña
Cuando Cassiel llegó a la tierra de las hadas, lo

primero que vio fue a la reina Hada, él sonrió al
verla y le dijo.
"Qué grata bienvenida, me alegra que lo primero
que vea sea tu hermoso rostro, mi reina.”
Cassian por fin se había vuelto loco y también se

preguntó cómo había aumentado tanto su poder.
“Este cuerpo es muy parecido al que tenía antes,
¿en verdad no me recuerdas Leriana?”
Ese nombre, era el que poseía cuando vivía como

princesa en su mundo y era algo que solo a una
persona le había dicho.
“¿Quién te dijo ese nombre?”
Cassiel se acercó, tomó la mano de la reina hada y

le dijo.
“Tu, fuiste tú la que me dijo tu nombre, ¿acaso lo
has olvidado?”
Cassiel tomó su mano y le dijo.
“Soy Cassiel, mi amada Leriana.”
La reina hada lo lanzó lejos y le dijo.

“No se a que estas jugando, pero si vuelven a decir
ese nombre, te arranco la boca.”
“Mi amada reina, aunque ha pasado tanto tiempo,

no has cambiado nada.”
Cassiel se levantó y le dijo.
“En verdad soy yo, aunque como sabrás este no es
mi cuerpo.”
Cassiel volvió a acercarse.
“He venido a verte, mi amor.”
“No eres tú, no puedes ser tú.”
“Se que puede parecer mentira, pero es la verdad,

soy Cassiel.”
Le dijo mientras le robaba un beso.
Maya apareció de repente y al ver a Cassian besar

a la reina hada gritó.
“¡Cassian! ¡¿Qué crees que estás haciendo?!”
“¿Tu quién eres?”
Maya se acercó con un aura asesina y le dijo.
“No me digas que tu también me has olvidado y
por eso estas besando a la reina.”
“Espera, tu debes ser Maya, la esposa de Cassian,

se que esto puede ser difícil de creer pero, yo no
soy quien tu crees, Cassian me ha prestado su
cuerpo, mi espíritu entró a este cuerpo yo soy el
primer guardián, Cassiel.”
Maya estaba furiosa y pensó que lo que decía solo

eran excusas.
“¿Esperas que crea esa mentira? ¿Tú piensas que
soy estúpida?”
“Oye es verdad, soy Cassiel, el primer guardián,

tome este cuerpo para ayudar a Alessandro a
recuperar sus recuerdos.”
“Y si eso es cierto. ¡¿Qué demonios haces aquí

besando a la reina hada?!”
“Nosotros éramos pareja cuando estaba vivo,
cuando escuche que ella aun seguía con vida, quise
venir a verla.”
Maya le preguntó a la reina.

“¿Eso es verdad, su majestad?”
“No es que fuéramos pareja exactamente, pero

teníamos una relación cercana en la que nos
hacíamos sentir bien al unir nuestros cuerpos.”
“A eso se le llama tener una relación, Leriana.

Éramos tan íntimos que incluso me dijiste tu
preciado nombre.”
Maya se quedó observándolos durante unos

minutos, diferente, Maya no tuvo más opción que
creer lo que le estaban diciendo.
“Está bien creeré lo que dices, pero ya estarías
devolviendo el cuerpo de mi esposo, entiendo que
en algún momento hayas sido el amante de la reina
hada, pero ese cuerpo no te pertenece, así que no
dispongas de él como te plazca.”
La reina hada le dijo.
“Ella tiene razón, no puedes besarme así de la
nada, ya estás muerto, ese debería haber sido el fin
de lo que sea que hayamos tenido.”
Cassiel tomó la mano de la reina, él la miró

directamente a los ojos y le dijo.
“Para seres como nosotros ni la muerte puede dar
fin a nuestros sentimientos, han pasado miles de
años, pero aún sin un cuerpo físico, sigo amándote
Leriana.”
“¡Oye! ¿No escuchaste lo que te dije?”

Grito Maya una vez más.
“Te dije que no hicieras lo que te plazca con el
cuerpo de mi esposo, me hierve la sangre verte
coquetear con la reina hada, me hace sentir que me
estás engañando en mi cara.”
Cassiel ignoró a Maya.

“Dime, ¿ya no me amas?”
“Él amor es efímero.”
“No quiero versos, quiero una respuesta clara,

¿me amas?”
“Ya no debería amarte, estás muerto.”
Cassiel sonrió y la abrazó.

“Yo también te amo, lo sigo haciendo como el
primer día, Leriana.”
Maya se estaba hartando de esa situación, le quitó

la espada a uno de los guardias y le dijo.
“Contaré hasta cinco para que me devuelvas a mi
esposo o haré que te arrepientas.”
La reina hada lo empujó y le dijo a Maya.

“Baja esa espada Maya.”
“Entiendo que él alma de su amante quiera estar

con usted, pero no dejaré que tome el cuerpo de mi
esposo”
“No es a eso lo que me refería, Cassiel es tonto,

por mas que le digas que se aleje de mi no lo hará,
él no piensa y si te soy sincera también tengo ganas
de darle una paliza, pero me contengo por que tu
estas unida a ese cuerpo, lo que le pase a tu esposo
te afecta a ti.”
Cassiel le dijo.
“Se que este no es mi cuerpo, no cruzaré los
límites.”
“Has besado a la reina hada, ya has cruzado esos

límites.”
Si salía una palabra más por boca del primer

guardián, Maya le hundiría el puño hasta la
garganta. Ella ladeó la cabeza y cerró la mano,
preparándose para golpearlo, cuando la reina hada
hizo crecer unas enredaderas que ataron a Cassiel
y cubrieron su boca.
“Te lo dije Maya, no tiene caso que discutas con él,

todo lo que digas lo refutara y terminara
convenciéndote de lo que quiera, te lo digo por
experiencia.”
“¿En serio se enamoró de un tipo así?”
“Yo era joven y tonta en ese tiempo, perdí contra

él.”
Cassiel logró liberarse y dijo.
“No lo digas de esa manera, lo haces sonar como si
te hubiera obligado a estar contigo.”
“No parabas de perseguirme y decir que me

amabas, no podía contra ti, así que al final me
rendí.”
“Pero me entregaste tu corazón, eso lo hiciste

voluntariamente.”
Maya le dio una patada en el estómago.
“¡¿Pero qué haces?! ¡¿Te has vuelto loca?! Es el

cuerpo de tu esposo, ¿acaso lo quieres ver
lastimado?”
“Si, se merece una buena paliza por prestarte su

cuerpo, por tu reacción tú sientes el dolor en este
momento, así que me asegurare que no vuelvas a
tomar prestado su cuerpo.”
“Espera, prometí que cuidaría de este cuerpo, no

puedo permitir que lo lastimes.”
“Lo lastimaré ahora para que sufras tú y después
para que sufra él, haré que recuerde su cuerpo no
es solo suyo, me pertenece, me convertí en su
dueña el día en el que me case con él, pero parece
que lo ha olvidado, asi que hare que lo recuerde.”
Capítulo 172
Esposa olvidada
Alessandro salió a buscar a Abril, pero no la

encontró por ninguna parte, mientras la buscaba,
se encontró con Gabriel y le pregunto.
“¿Has visto a Abril? La estoy buscando pero no la
encuentro por ninguna parte.”
“¿Ya la busco en la pequeña casa que hay en el

fondo del jardín?”
“¿Por qué estaría en ese lugar?”
“Ese fue su hogar durante algún tiempo, quizás

debe estar ahí.”
“Ella es mi esposa, ¿por que fue su hogar esa

casa?”
“Ella era la hija de su enemigo, durante mucho

tiempo usted la descuidó o mejor dicho, la olvidó,
su majestad ha vuelto a olvidarla, una vez más es
una esposa olvidada, debe haber ido al lugar que
ella considera su refugio.”
Alessandro fue allí, cuando llegó a la pequeña

casa, se quedó de pie frente a la puerta,
preguntándose qué clase de esposo había sido.
Él intentó abrir la puerta, pero estaba cerrada.

Después le dijo.
“Abril, si estás ahí, podrías abrir.”
Una vez más no hubo ninguna respuesta,

Alessandro siguió llamándola, siguió insistiendo
para que le abriera la puerta, pero ella no
respondió.
“Abril, si no abres la puerta, la derribaré, no me
iré hasta que hable contigo.”
Abril abrió la puerta con los ojos hinchados como

si hubiera estado llorando.
“Quiero estar sola, así que vete.”
“¿Podemos hablar?”
“No, no quiero hablar, quiero estar sola.”
“Pero tendrás que escucharme, sé que no es fácil

para ti, aceptar que no podré recuperar mis
recuerdos sobre ti, pero eso no cambia que eres mi
esposa.”
“Eso ya lo sé.”
“Aunque ahora no te recuerde, haremos nuevos

recuerdos.”
“Eso también lo sé, sé que incluso puedes volver a

enamorarte de mí, pero ¿qué hay de nuestra hija?
Nuestros recuerdos con ella son pocos ya que ha
tenido que crecer lejos de nosotros y quizás aún
deba ser así, no puedes recuperar recuerdos con
quien no pasas tiempo.”
Abril dio un largo suspiro y dijo.
“Quiero estar sola para poder asimilar todo lo que
está pasando, así que me quedaré aquí por un
tiempo, aunque seguiré cumpliendo con mis
deberes como reina, por eso no tienes que
preocuparte.”
Alessandro no quería presionarla, al no recordarla
él sentía que no tenía derecho de nada. Así que
aceptó su petición.
“Está bien, haré lo que me pides.”
Alessandro empezó a alejarse, Abril cerró la

puerta y se tumbó en la pequeña cama durante un
rato, hasta que se tranquilizó un poco. Después fue
a la ciudad, para ver si podía ayudar en algo.
Muchas de las casas habían sido destruidas por los

ataques, los hechiceros estaban ayudando a
reparar las casas con su magia y los caballeros
ayudaban a quitar los escombros.
Abril vio a Taren, ella se acercó y le preguntó.

“¿Hay algo en lo que pueda ayudar?”
Taren hizo una reverencia y respondió.

“Su majestad, me alegra volver a verla.”
“Aunque me alegra verte, desearía que hubiera

sido en otra circunstancias.”
“Tiene razón.”
“¿Hay algo que pueda hacer para ayudar?”
“Hum... Aquí ya está todo controlado.”
“¿No hay heridos?”
“Solo unos cuantos, pero están siendo tratados por

los hechiceros, debería descansar, debió haber
usado mucha magia para sanar a todos.”
Abril sabía que aquella sugerencia de descanso no

era otro ataque, a lo cual ella dio la razón, ella aún
no había recuperado toda su magia, si volvían a
atacarlos, necesitaría todo su poder.
“Entonces me iré.”
Abril no quería seguir pensando en que

Alessandro, no volvería a recuperar sus recuerdos,
así que dio una vuelta por la ciudad antes de volver
al palacio, mientras lo hacía ella se encontró con
Fay.
“Creí que ya te habías ido.”
“Me quedaré unos días en la ciudad, quiero
estudiar un poco más a profundidad el dragón que
mataron, los dragones se extinguieron hace mucho
tiempo, será un caos si esa mujer crea un ejército
de dragones.”
“Agradecería que me dijeras que descubres sobre

ellos, eran dragones pero su presencia era como la
de un monstruo.”
“Así lo haré, también intentaré buscar más puntos

débiles en ellos, aún quedan dos dragones por ahí.”
“Gracias.”
“Necesito llevar el cuerpo del dragón a otra parte,

ya que sería un problema para los que viven aquí
cuando el cuerpo del dragón empiece a
descomponerse.”
“Sirius es el dueño de la torre de los hechiceros,

deberías pedirle que te ayude con eso.”
“Ya se quien es, lo conocí durante la guerra contra

el rey Venobich.”
Mientras caminaba Abril lo había visto unas
cuantas calles atrás, aunque no se había acercado a
él, ya que no quería interrumpirlo, ya que parecía
ocupado dando órdenes a los otros hechiceros.
“Si caminas dos calles más abajo lo encontrarás.”
Fay empezó a alejarse, Abril se giró y le dijo.

“Fay.”
“¿Qué pasa?”
“El reino ahora mismo es peligroso, ya que no

sabemos cuando volveremos a ser atacados,
deberías enviar a Tarik devuelta a la tierra de las
hadas.”
“De momento no estamos bajo ataque, esperare

un poco más.”
“Yo deje a mi hija en la tierra de las hadas para

mantenerla a salvo, ¿por que has traído a tu hijo
aquí? Se que él lo hace porque quiere acortar los
años que lo separan de Lissana, pero no creo que lo
hayas traído por esa razón.”
“Cuando Tarik cumpla quince años, se convertirá

en el sucesor de la reina hada, oficialmente, quiero
que piense bien en la decisión que tomará sin ser
influenciado por la reina hada.”
“¿Lo has traído para apartarlo de ella?”
“La reina puede ser muy persuasiva, si él se

convertirá en el nuevo rey de las hadas, quiero que
sea por él lo decidió, para que asi no se arrepienta
mas adelante.”
“¿Tu no quieres que él sea rey?”
“Ser rey en el mundo humano es algo que produce

codicia, los humanos quieren tener tal posición de
poder, pero en la tierra de las hadas no es así, ser el
rey hada es una carga muy pesada, por que nuestro
reino estará ligado a reino.”
“Ya veo, supongo que de cierta manera, al traerlo

aquí lo estás protegiendo.”
“No se lo digas, quiero que tome su decisión por
su cuenta, yo tampoco quiero interferir.”
“No te preocupes, no se lo diré.”
____ ༼ ♡ ༽ ____
Cassiel no quería lastimar a Maya, ya que si lo

hacía, Cassian no le volvería a prestar su cuerpo,
aunque si recibía una paliza, dudaba que él
volviera a prestarle su cuerpo. Cassiel se sintió
atrapado, así que decidió que lo mejor era
rendirse. Levantó sus manos en alto y dijo.
“Haré lo que quieras, pero no me pegues.”
Maya sonrió dulcemente y siguió avanzando hacia

él. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, cerró el
puño y se lo estampo en la cara.
“¡¿Pero qué haces?!”
“Ya te lo dije, haré que no quieras volver a tomar

ese cuerpo.”
Cassiel iba a usar sus poderes para poner a dormir
a Maya, cuando la reina hada puso su mano sobre
su hombro, haciendo que se distrajera. En ese
instante Maya le dio una patada en el estómago
que lo dejó sin respiración. Al sentir el dolor,
Cassiel empezó a reírse.
“¿No me digas que eres de eso que les gusta que

les peguen?”
La reina hada dijo.

“Ahora que lo pienso, entre mas te golpeaba, más
te acercabas a mi, con que esa era la razón.”
“No es por eso que me estoy riendo.”
“El sentir dolor hace que me sienta vivo una vez

más, pero agradecería que te detuvieras, si me
sigues golpeando de esa manera, terminarás
matándome una vez más y matando al dueño de
este cuerpo.”
Capítulo 173
Volveré
Maya deseaba seguir golpeando a Cassian, hasta

dejarlo medio muerto, después lo llevaría con Abril
para que lo curara, estaba furiosa y se sentía
traicionada. Pero la reina hada la detuvo.
“Ya es suficiente Maya, necesito hablar con él, lo
tomaré prestado durante un rato.”
“No pienso dejarlos solos, quiero que devuelva el

cuerpo de mi esposo y quiero que lo hagas ahora.”
“Me iré mañana y regresare eI cuerpo de tu

esposo.”
“¡Hazlo ahora!”
“No puedo, tengo que estar en la habitación de los

guardianes para poder dejar este cuerpo y volver al
mundo espiritual.”
Maya se le quedo viendo con desconfianza, él le

dijo.
“Yo no miento Maya, no haré nada con él, solo
hablaré, así que deja que me lo lleve.”
La reina le dijo a Cassiel.

“Levántate, hablaremos dentro.”
Cassiel se levantó, al pasar al lado de Maya le dijo.

“Solo dame un día, después me iré y devolveré el
cuerpo de tu esposo, lo prometo.”
“Mas te vale que así sea o haré que te arrepientas.”
“No tengo duda de que lo harías.”
Cassiel siguió a la reina hada hasta su habitación.

Una vez solos él la abrazo, ella lo aparto y le dijo.
“Yo no miento Cassiel, no te he traído aquí por lo
que estás pensando.”
“Lo sé, esa es una de las cosas que hicieron que me

enamorara de ti, tu sinceridad.”
Cassiel se acerco, puso sus manos en su cintura y
le dijo.
“Solo quiero tenerte entre mis brazos.”
“Ahora recuerdo por que nunca me cayo bien este
chico, era por que se parecía a ti.”
Le dijo mientras acariciaba su mejilla.
“¿Habías olvidado mi rostro?”
“Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que

estuvimos juntos.”
“Eso ya lo sé, tu rostro fue lo último que vi y sigo

recordandolo, tu rostro lloroso, por eso vine
cuando me enteré de que estabas viva, quería
cambiar ese recuerdo, por qué no sonríes para mi.”
“No tengo motivos para sonreír.”
“No seas tacaña, regálame una sonrisa.”
“Sabes que no sonrió fácilmente.”
“Lo sé.”
Cassiel la abrazó y le dijo.

“Las puertas del hades pronto serán abiertas,
cuídate, esta vez no estaré aquí”
“No, yo no participaré en esta guerra.”
Cassiel se separó para ver el rostro de la reina

hada.
“¡¿Qué?!”
“No quiero que mi gente muera, no quiero volver a

repetir eso.”
“Si no luchas ellos tendrán menos probabilidades

de vivir.”
“No es así, yo dejaré este mundo.”
“¿Piensas huir?”
“Si las puertas del hades son abiertas, este mundo

estará condenado, sería inútil luchar, ya lo hice
una vez y perdí todo cuanto amaba, no quiero
tener que volver a pasar por lo mismo.”
“Ahora será diferente, esta lucha no será igual,

hadas, magos, elfos y humanos, con todos los
clanes unidos, podremos ganar.”
“Si, pero no lo estarás, te irás porque estás
muerto.”
“Volveré, estaré aquí contigo, pelearemos juntos

esta batalla.”
“Ese cuerpo no es tuyo.”
“No pienso tomarlo, se lo prometí al dueño de este

cuerpo, volveré con mi propio cuerpo.”
“¿Cómo piensas hacer eso?”
“Soy un ángel, encontraré la manera de recuperar

mi cuerpo.”
“Mientes.”
“Volveré, porque quiero volver a verte, quiero

estar contigo.”
“Cuando vuelvas con tu cuerpo, hablaremos de

ello.”
“Tengo un día para estar contigo, aprovechemos
nuestro tiempo.”
“Tú solo escuchas lo que quieres.”
“Eso es por que nunca me rindo.”

Cassiel tomó a la reina hada en brazos.
“Solo tengo un día y quiero pasarlo contigo.”

Cassiel la depositó suavemente sobre la cama, se
acostó a su lado, tomó su mano y le dijo.
“Solo quiero pasar una noche mirando tu rostro.”
Leriana sonrió y le dijo.

“Eres un tonto.”
“Por fin me dejas ver tu sonrisa, sigue siendo igual

de hermosa como la recordaba.”
“Y tu sigues siendo igual de molesto como

recordaba.”
Cassiel la abrazo, ambos se quedaron así hasta el
día siguiente. Cuando amaneció, Cassiel se levantó,
besó la frente de la reina hada y le susurro al oído.
“Hasta pronto, mi amor.”
Cuando Cassiel salió de la habitación se encontró

con una espada apuntando su cuello, era Maya.
“¿Qué demonios has hecho con el cuerpo de mi
esposo?”
“Nada de lo que estás imaginando, solo dormí a su

lado, lo juro, me iré ahora, así que baja tu espada,
no querrás matarnos.”
“¿En verdad te irás?”
“Si, se lo prometí a tu esposo, prometí devolver

este cuerpo antes de que termine el día, en el
mundo humano el día aún no ha terminado, así
que te agradecería si me dejas ir.”
“Dile que se ponga en contacto conmigo cuando

recupere su cuerpo.”
“Así lo haré, debo irme, puedes acompañarme
hasta la puerta si no me crees.”
“El portal solo lo puede abrir la reina, por lo

menos la que lleva al palacio de Cosset.”
“Por eso debo darme prisa, ella ya debe haberlo

abierto.”
“¿Ella no vendrá?”
“A ella no le gustan las despedidas.”
Maya bajó su espada y acompañó a Cassiel hasta

el jardín donde el portal al reino humano había
sido abierto. Antes de que Cassiel se fuera le dijo.
“No vuelvas a tomar prestado el cuerpo de mi
esposo.”
“No te preocupes, no lo haré a menos que sea

necesario.”
“¿Y eso qué significa?”
“Quiero recuperar mi propio cuerpo, es más fácil
para mi usar este cuerpo, pero quiero intentarlo, le
dije a Cassian que si el rey oscuro se libera de su
prisión cuando abran las puertas del Hades, yo
seré el único que podrá detenerlo, si para entonces
no he recuperado mi cuerpo, tendré que usar este,
aunque ahora que te conozco y que veo como se
preocupa Leriana por ti, no quiero hacerlo.”
“Te ayudare a recuperar tu cuerpo, no quiero qué

vuelvas a tomar el cuerpo de mi esposo.”
“Gracias.”
“Ya vete.”
“Adiós.”
Cassiel atravesó el portal, al llegar al jardín del

palacio, vio al pequeño niño hada sentado en la
hierba.
“¿Cuánto tiempo ha pasado aquí?”
“Unas horas.”
Cassiel al ver la posición del sol le dijo.
“Ya falta poco para que el día termine, así que me
iré, gracias por lo que hiciste por mi joven hada.”
Cassiel volvió a la habitación de los guardianes,

cuando se paró frente a su retrato, el cual estaba
vacío en ese momento, volvió al cuadro regresando
el cuerpo de Cassian.
Al recuperar la conciencia Cassian se quejó del

dolor que sentía en las costillas.
“Eso es culpa de tu esposa.”
“¿Qué?”
“Lo siento, fui a la tierra de las hadas, por que

tenia algo importante que hacer, tu esposa sabe
que me prestaste tu cuerpo, me pidió que te dijera
que te comunicaras con ella cuando recuperaras tu
cuerpo.”
“Maya debe estar furiosa, nunca mas dejare que

vuelvas a tomar mi cuerpo, dejando eso aun lado,
¿pudiste ayudar a mi hermano?”
“No, sus recuerdos fueron robados, no pude hacer
nada por él, tu hermano no volverá a recuperar sus
recuerdos, lo siento, pero ahora hay algo que
necesito que hagas por mi.”
“¿Qué cosa?”
“Quiero que recuperes mi cuerpo.”
Capítulo 174
El titulo de reina
“¡¿Que recupere tu cuerpo?! ¡¿Acaso es eso

posible?!”
“Lo es, aunque no es fácil, por eso no te había

pedido que lo hicieras, pero hay alguien que quiero
proteger, quiero volver y no en un cuerpo prestado,
quiero volver en mi propio cuerpo.”
“¿Y cómo se supone que voy a recuperar tu

cuerpo?”
“Primero debo saber donde enterraron mi cuerpo

los guardianes, es un cuerpo divino así que pueda
que aun siga intacto, preguntare donde esta, vuelve
mañana.”
Cassian sabía que si el rey oscuro salía del Hades,

él tendría que volver a prestar su cuerpo y eso era
algo que no quería hacer, así que aceptó ayudar a
Cassiel a recuperar su cuerpo.
“Está bien, te ayudaré, no quiero tener que prestar
mi cuerpo otra vez, así que volveré mañana.”
“Te estaré esperando.”
Cuando Cassian salió de la habitación de los

guardianes, era tarde, así que decidió hablar con su
hermano a la mañana siguiente, pero cuando entró
a su habitación, se sorprendió al verle.
“¡Lessan! ¡¿Qué haces aquí?!”
“Quería asegurarme de que recuperarás tu

cuerpo.”
“Cassiel me dijo que no podrás recuperar tus

recuerdos, ¿Abril ya lo sabe?”
“Si.”
“¿Cómo se lo tomó?”
“Dijo que quería estar sola, Cassian, ¿cómo fue mi

matrimonio con ella?”
“Al principio no muy bien, tu la odiabas por ser la
hija del rey Venobich.”
“Sabes, cuando la vi supe que era su hija, pero por

extraño que parezca, no la odie.”
“Supongo que aunque los recuerdos no están, los

sentimientos permanecen.”
“¿La hice sufrir?”
“¿Por qué preguntas eso?”
“Ella está en una pequeña casa en la parte más

alejada del palacio, se refugió en ese lugar, Gabriel
dijo que es por que significaba mucho para ella ya
que estuvo viviendo en ese lugar por tres años, por
eso me preguntaba si la había hecho sufrir.”
“No creo que ella tomara el que la enviaras a ese

lugar como un castigo, sino como una bendicion,
asi que no te martirices por eso.”
“Desde esta tarde no dejo de preguntarme si he

sido un buen esposo y si podré serlo otra vez.”
“Creo que lo eras, por eso ella te ama, y estoy
seguro de que lo volverás a ser, por que sigues
siendo tú y aunque no la recuerdes, creo que aun la
amas.”
“Yo no se cuales son mis sentimientos, no se que

es lo que siento por ella, solo se que no quiero
perderla.”
“El saber que no podrás recordarla, debió ser un

duro golpe para Abril, asi que ten paciencia y
espera a que organice sus pensamientos, ella te
ama asi que no se dará por vencida tan fácilmente,
ella no irá a ninguna parte.”
“Gracias Cas, tus palabras me han ayudado,

duerme bien.”
Antes de que Alessandro se fuera, Cassian lo llamó

y le dijo.
“Lessan,? podrías prestarme el espejo mágico que
está en tu habitacion? ”
“¿El espejo de comunicación?”
“Si,ese.”
“Lo siento, pero no lo tengo, Abril se lo quedo.”
“Supongo que tendré que esperar hasta mañana,

buenas noches Lessan.”
“Buenas noches hermano.”
Alessansro volvió a su habitación, y extrañamente

la sintió sumamente grande y vacía, como si
hiciera falta algo. Esa noche apenas y pudo dormir,
no paraba de pensar en Abril, preguntandose,
¿cómo se estaría sintiendo en ese momento y si
ella también lo añoraba?
Al día siguiente, Alessandro seguía pensando en

Abril y no podía concentrarse en su trabajo.
Gabriel al verlo tan distraído le dijo.

“¿Está preocupado por la reina?”
“¿Ella está bien?”
“Si, ayer fue a la ciudad.”
“Es peligroso que vaya sola, puede encontrarse

con personas que todavía le tienen rencor a los
Venobich.”
“No tiene que preocuparse por eso, aunque sea

una Venobich, ella se ha ganado su título de reina,
nadie la ve como la hija del hombre que hizo sufrir
a Cosset, si no como su salvadora.”
“Aun asi, no deberia ir sola, asignarle algunos

caballeros.”
“Lo consultare con ella después.”
“Es una orden la que he dado, no tienes por qué

consultarlo con ella.”
“Se lo dije hace un momento, ella se ha ganado su

título de reina, no haré nada que ella no quiera.”
“Veo que tu lealtad ya no es solo para mi.”
“Sirvo a la pareja real, mi lealtad es para ambos.”
Gabriel cambió de tema.
“Las negociaciones con el reino de Sator y Vania
ya han terminado, solo queda el reino Battet, hoy
tendrá que reunirse con ellos y acordar los
términos de la alianza.”
“Espero que no sean tan difíciles.”
“Ellos quieren que usted tome a la princesa Sefora

como una segunda reina, estoy seguro de que
intentaran crear una unión matrimonial así que
manténgase alerta. Y ni se le ocurra aceptar tal
cosa, la reina le matara si lo hace.”
“No pienso tomar otra reina.”
“Por su bien, espero que asi sea.”
Alessandro se reunió con los representantes del

reino de Battet, él estaba con ellos cuando escuchó
la voz de Abril en el pasillo y salió inmediatamente.
Quería volver a verla.
Al salir de la habitación, la vio y su corazón se

aceleró.
“Hola, me alegra verte, Abril, te echaba de
menos.”
Una sonrisa jugueteó en la comisura de los labios

de Abril. Aunque él no la recordara, pero la había
echado de menos.
Abril iba a decirle que ella también le había

echado de menos, pero de repente se abrió la
puerta de la oficina de Alessandro.
“¡Alessandro!”
Protestó entre risas una joven de cabello negro y
ojos azules.
“¿Por qué tardas tanto?”
La chica vio a Abril. Al ver lo hermosa que era dejó

de sonreír al pensar que era una rival. Una
sonrisilla felina se extendió por los deslumbrantes
rasgos de la chica, que avanzó sigilosa hacia ellos.
Abril se fijó en los movimientos de sus caderas, en

el ángulo elegante de su mano, en el exquisito
vestido, tan escotado que dejaba a la vista buena
parte de su generoso busto.
Abril ronroneó, y Alessandro las miró a ambas con
cautela cuando la joven se plantó a su lado.
Demasiado cerca como para que la proximidad
fuera casual.
Sefora saludó a Abril a su vez.
Una tranquilidad perversa y letal inundó las venas

de Abril mientras escuchaba hablar a la chica.
“Soy Sefora Donvert, princesa del reino de Battet,

¿tú quién eres?”
Preguntó al mismo tiempo que

posaba una mano esbelta en el brazo de
Alessandro.
Abril advirtió sorprendida que ardía en deseos de

arrancarle la mano de cuajo, o de tirarla por la
ventana, quizá de ensayar con ella alguna de las
muchas técnicas que Kiara le había enseñado,
también.
“¿Quién soy? Soy la reina de Cosset y la esposa del
hombre al que te estás aferrando.”
Alessandro al ver la cara de Abril, carraspeó y se
irguió.
“Solo estábamos hablando sobre los términos del
tratado.”
“Si, solo hablábamos.”

Dijo Sefora intentando dar a entender que no era
solo eso lo que habían estado haciendo.
Abril estaba a punto de estallar. Si salía una

palabra más por boca de la princesa, le hundiría el
puño hasta la garganta. Ella ladeó la cabeza y cerró
la mano.
Al advertir el ademán, Alessandro apartó la mano

de Sefora y le dijo.
“Princesa vuelva a la oficina por favor.”
La princesa le sonrió otra vez a Abril y luego volvió

a mirar a Alessandro.
“No tarde su majestad.”
Abril hizo un puchero con aquellos labios rojos y

carnosos.
“No me gusta estar sola.”
Por un momento Abril había pensado que aunque

él no la recordara, la seguía amando, pero mientras
ella no estaba, él estaba coqueteando con otra
mujer. Abril ya no podía resistirlo más, dio media
vuelta.
“Sigue disfrutando de tu grata compañía.”

Le dijo a Alessandro por encima del hombro.
“¡Abril!”
La llamó él, mientras se alejaba.
Abril no giró la cabeza, ni siquiera cuando oyó que

la princesa Sefora soltaba una risita y
cuchicheaban algo, aunque se moría por tomar la
daga y lanzarla con todas sus fuerzas al hermoso
rostro de la joven princesa.
Capítulo 175
Vuelve
Alessandro no había hecho nada malo, pero sin

duda alguna, aquella situación se había prestado
para malentendidos, él no estaba solo con la
princesa Sefora, el príncipe Calum también estaba
con ellos, pero la actitud de la princesa había dado
a entender que estaba los dos solos pasando un
momento agradable, cuando solo habían estado
hablando los términos de la alianza entre el reino
Battet y el reino de Cosset.
“Princesa vuelva a la oficina y dígale a su hermano

que volveré enseguida.”
“Mi hermano no es un hombre paciente su

majestad.”
“Yo tampoco lo soy princesa Sefora, así que

agradecería que no diga nada que pueda crear un
malentendido.”
Después de decir eso, Alessandro se fue corriendo
a buscar a Abril.
Sefora volvió a la habitación, Calum al ver a su

hermana tan molesta le preguntó.
“¿Qué te pasa? ¿Dónde está el rey?”
“Se ha ido corriendo detrás de su esposa.”
“¿La reina vino?”
“Sí, y no me pareció alguien tan hermosa como

decían todos.”
“Claro que lo es, tiene cierto parecido con la

princesa Kiara, pero el color de su cabello, rojo
como la sangre, hace que te sientas cautivado al
verla, por eso no creo que el rey Alessandro se fije
en ti, solo tiene ojos para su esposa, lo vi durante la
reunión, no apartaba sus ojos de ella, le veía con
admiración, fáscinación y amor, a ti ni siquiera te
mira hermana, así que date por vencida, no hay
sitio para ti en este lugar.”
“Eso ya lo veremos.”
Cuando Alessandro alcanzó a Abril, le pidió que se
detuviera, que quería hablar con ella, explicarle lo
que había pasado, pero le ignoró, estaba furiosa y
no quería verle.
Alessandro al ver que no se detendría, tomó su

mano y le dijo.
“No te vayas, escúchame.”
“¿Qué quieres que escuche? Lo bien que te la

estabas pasando con esa mujer?”
“No estábamos solos, el príncipe Calum estaba con

nosotros, estábamos acordando los términos de la
alianza, yo ni siquiera estaba hablando con ella, no
sé por qué hizo eso.”
“¿No lo sabes? Pues yo si lo se, es más que obvio

que esa mujer tiene interés en ti, de lo contrario no
se pavonearía delante de ti con tanto descaro.”
“¿Estás celosa?”
“Claro que lo estoy, eres tú quien no me recuerda,

yo sigo recordando quien es mi marido.”
“Es verdad que no te recuerdo, pero se quien es mi
mujer.”
Alessandro levantó la mano de Abril con la marca
de matrimonio, le dio un beso en el dorso y le dijo.
“Tu eres mi mujer, y esto es prueba de ello.”
Abril apartó su mano bruscamente y le dijo.

“Pues no lo parece.”
“No tengo ningún interés en esa mujer, no tienes

que estar celosa de ella, tu eres mucho más
hermosa que ella.”
“¿Te parezco hermosa?”
“Si, aunque no te recuerde, no soy ciego, eres

preciosa, Eres mi esposa preciosa. ¿Cómo podría
poner mis ojos en otra mujer?”
Alessandro no mentía al decirle eso, ella era

preciosa, hermosa como una flor de invierno, que
se abre paso en la nieve y muestra una belleza aun
mayor al mostrar su fortaleza. Él la sujetó por la
cintura, la distancia que había entre ellos era casi
inexistente, acarició sus labios con un dedo, eran
suaves, rojos y delicados como el pétalo de una
rosa, deseaba besarla, desde que había probado
sus besos, no podía dejar de pensar en ellos.
“¿Te puedo besar, esposa mía?”
Pregunto temeroso de que le dijera que no, porque
anhelaba tanto su boca, anhelaba tanto sus besos,
que su mente se perdía en el recuerdo y su cuerpo
le suplicaba tomarlos. Pero no quería un beso
forzado, quería un beso recíproco, en el que sus
bocas se movieran a un mismo compás.
Abril no respondió, se le quedó

mirando un momento y le beso. Porque en sus ojos
vio lo que ella pensaba que había perdido, vio a su
esposo anhelante, vio verdad y muy en el fondo vio
amor. Gabriel tenía razón, puedes olvidar tus
recuerdos, pero no dejar de amar. Ella no estaba
en sus recuerdos, pero si en su corazón.
Alessandro la abrazo y devolvió activamente el

beso, mientras sus labios se movían a un mismo
compás y mientras lo hacía, sentía como si hubiera
vuelto a casa después de un largo viaje.
Cuando sus bocas se separaron, sus miradas se

encontraron, él acarició su cabello rojizo y le dijo.
“No me dejes, se que mi petición
podrá ser egoísta por que no te recuerdo, pero me
duele que te alejes de mi.. vuelve al palacio.”
“Volveré.”
Una sonrisa se ensanchó en el rostro de

Alessandro. De la emoción quiso besarla, pero esta
vez ella no se lo permitió, cubriendo su boca con su
mano.
“Aunque vuelva, quiero que vayamos despacio,
todavía hay muchas cosas que debo asimilar.”
“Está bien, esperaré pacientemente hasta que te

sientas cómoda conmigo.”
“Gracias por entenderlo.”
“Mi reunión aún no ha terminado, ¿Quieres

acompañarme?”
“No, hay algo más que tengo que hacer, termina tu

reunión, nos veremos después.”
Alessandro le dio un beso en el dorso de la mano y

le dijo.
“Hasta pronto.”
Alessandro volvió a su oficina. Abril se dirigió a la
ciudad, tras encontrar a Sirius le preguntó.
“Ayudaste a Fay con el dragón?”
“Si, en este momento él está en la torre de los

hechiceros estudiándolo.”
“Quiero ir ahí, envíame.”
Sirius le dio un pergamino y le dijo.

“Procura no romper nada y si descubres algo
quiero ser el primero en saberlo.”
“¿Por qué no vienes conmigo?”
“Ya he reparado la barrera, pero quiero reforzarla,

por si vuelven a atacarnos, no será irrompible,
pero dará tiempo para que la gente se resguarde.”
“Gracias por tu ayuda.”
“Ya puedes irte, esa hada lleva toda la noche en mi

laboratorio, seguro ha descubierto algo.”
“Eso espero, aún quedan dos dragones que
destruir.”
Abril rasgó el pergamino que Sirius le había dado

y en un instante llegó a la torre de los hechiceros,
lugar que le trajo nostalgia. Ella fue directamente
al laboratorio de Sirius, la torre parecía estar casi
vacía ya que todos los magos estaban ayudando a
restaurar la ciudad.
Al abrir la puerta vio al dragón en medio de la

habitación, el cual
ocupaba casi todo el espacio, y que Sirius debía
haberlo hecho aparecer en la habitación.
“¿Has descubierto algo?”
“Si, este es un verdadero dragón, pero no nació de

forma natural, los dragones ya están extintos, esa
mujer debió hacer algo para traerlos a la vida.”
“Mi padre usaba la oscuridad para mantener vivo

los cuerpos de quienes se oponían a él, cuando lo
hacía, esas personas se convertían en marionetas.”
“Creo que tu hermana hizo lo mismo con estos

dragones.”
“La grieta del Hades fue cerrada y los monstruos
exterminados, si quiere volver a atacarnos, ella
necesitará un ejército.”
“Y con este poder, puede crearlo ella misma, si

crea un ejército de dragones, ella tendrá la ventaja,
ya que los dragones son muy difíciles de matar,
necesitas muchos soldados y poder para vencer a
un solo dragón, vencer a un ejercito, seria casi
imposible.”
Capítulo 176
Te extraño
Después de obtener el espejo, Cassian se

comunicó con Maya. Ella estaba furiosa y empezó a
replicarle por haberle prestado su cuerpo al primer
guardián.
“¡¿Qué estabas pensando al prestarle tu cuerpo al
primer guardián?!”
“Lo siento Maya, solo quería ayudar a

Alessandro.”
“Vuelve a la tierra de las hadas.”
“No puedo, todavía hay algo que debo hacer.”
“¿Seguirás prestando tu cuerpo?”
“No, se que te pondrías furiosa si lo hiciera.”
“Te romperé más de un hueso la próxima vez que

lo hagas, tuve miedo de que no regresaras, no
quiero perderte Cassian.”
“Siento mi amor.”
“Si en verdad lo sientes, no vuelvas a hacerlo.”
“No lo haré.”
“Vuelve pronto, te extraño.”
“Yo también te extraño, los extraño a los dos,

¿Cómo está Uzziel?”
“Está bien, creciendo y extrañándote.”
“Intentaré volver pronto, mi sitio está a su lado,

pero también tengo un deber con mi reino.”
“Lo sé, cuídate.”
Tras terminar de hablar con Maya. Cassian fue a

ver a Alessandro, quería hablar con él antes de
volver a la habitación de los guardianes, ya que no
quería preocuparlo, al desaparecer
repentinamente.
Cuando llegó a su oficina, uno de los guardias lo

detuvo.
“El rey está en una reunión en este momento.”
“¿Con quién?”
“Con el príncipe Calum y la princesa Sefora,

¿Quiere que lo anuncie?”
“No, esperaré a que termine.”
Cassian se quedó cerca de la oficina de Alessandro

hasta que vio salir a el príncipe Calum y a la
princesa Sefora. Al entrar vio que su hermano se
veía agotado y le preguntó.
“¿Cómo han ido las negociaciones?”
“Bien, aunque no ha sido nada fácil acordar los

términos de la alianza, no paraban de insistir en
una alianza a través del matrimonio.”
“Siempre hay más de algún reino que quiere una

alianza más duradera, que la firmada en un papel,
por eso buscan una unión matrimonial.”
“Si, pero a mi no me interesa eso, ya estoy casado,

un matrimonio, una sola unión.”
Alessandro miro la marca de matrimonio en su
mano.
“Esta marca es prueba de ese pacto, de la unión
perfecta que hay entre dos personas, unión que no
puede borrarse, ni olvidarse, aunque no recuerde a
mi esposa, sigo creyendo que es así.
“Me alegra que eso no haya cambiado, Abril no

soportaría que tomaras otra esposa.”
“Ya me he dado cuenta de eso, esta mañana se

puso furiosa al ver que estaba con la princesa
Sefora. ¿Necesitas algo?, ¿Por que has venido a
verme?”
“Volveré a la habitación de los guardianes.”
“¿¿Por qué?, ya estuviste ahí ayer.”
“Ayer no tuve oportunidad de decírtelo, el primer

guardián quiere que le ayude a recuperar su
cuerpo.”
“¿Es eso posible?”
“El dice que si, aunque aun no se como, por eso
debo volver a la habitación de los guardianes, lo
necesitaremos para ganar esta guerra si el rey
oscuro escapa del Hades, si el tiene que luchar
contra él, lo mejor será que lo haga en su propio
cuerpo y no en el mio.”
“Tienes razón, dime si hay algo en lo que pueda

ayudar.”
Cassian fue a la habitación de los guardianes, él

siempre buscaba a Cassiel, pero ese día él le estaba
esperando.
“¿Por qué has tardado tanto?”
“Estaba ocupado, tengo una vida fuera de esta

habitación, ¿ya sabes cómo puedes volver a tu
cuerpo?”
“Primero que nada deberías recuperarlo, se

encuentra en la aldea de los guardianes en el
bosque de Hath.”
“¿Y cómo sabré cual es tu tumba?”
“Es fácil de encontrar, por lo menos eso dice tu
madre, está en el árbol más grande del bosque, él
cual está en medio de la aldea, cuando lo
encuentres regresa con mi cuerpo y traelo a esta
habitación, este lugar está en un punto intermedio
entre el mundo de los vivos y los muertos, para mi
seria mas facil volver a mi cuerpo en este lugar ya
que mi alma está aquí, aunque eso dependerá del
estado en el que se encuentre mi cuerpo.”
“Está bien, iré a buscarlo.”
“Trata mi cuerpo con cuidado.”
“Si, lo haré.”
Cassian salió rápidamente de la habitación de los

guardianes tras hablar con Cassiel, como aun era
temprano fue a hablar con Alessandro, para
contarle que tendría que partir al bosque de Hath.
Alessandro se mostró renuente a dejar que su

hermano partiera en un viaje solo, sobre todo
porque el reino no era un lugar seguro.
“No quiero que vayas solo Cassian, pero tampoco
puedo acompañarte, ni pedirle a nadie más que lo
haga, en estos momentos todos están muy
ocupados ayudando en la ciudad.”
“Estare bien Lessan, no tienes que preocuparte de

nada.”
“Aunque digas eso, no estaré tranquilo si vas

solo.”
Tarik irrumpió en la habitación y dijo.

“Yo podría acompañarlo.”
Alessandro al ver al muchacho que acababa de

entrar le preguntó.
“¿Y tú quién eres?, ¿Porque entras así en mi
oficina?”
“Solo pasaba por aquí, mientras buscaba a la

reina, cuando escuche su conversación.”
Cassian le dijo a Tarik.

“No puedo permitir que me acompañes Tarik, si
algo te pasara la reina hada me despellejaría vivo.”
“Soy fuerte, no me pasará nada, además tengo
algo de curiosidad por el lugar al cual llamas la
aldea de los guardianes.”
“Tarik, no puedes tomar esa decisión por tu

cuenta.”
“Le preguntaré a mi padre si puedo acompañarte,

aunque no creo que se niegue, ya que si lo piensas
bien, este no es un lugar seguro.”
“Me iré mañana, si Fay aun no ha regresado y te

da su permiso, me ire solo.”
Alessandro dijo.
“Niño, aún no te has presentado, ¿quién eres?”
“Soy Tarik, se podría decir que soy el sucesor de la

reina hada, el príncipe heredero de la reina de las
hadas, aunque aún no es oficial, seré nombrado su
sucesor cuando regrese, y ya no soy un niño, tengo
catorce años.”
Alessandro encaró una ceja y preguntó.

“¿Qué haces aquí? ¿Vienes representando a las
hadas? ¿Las hadas se unirán a la batalla?”
“Eso no es así, no estoy aquí como representante
de mi reino, la reina aún no ha decidido si se unirá
a la batalla, y sobre qué hago aquí, nada realmente,
solo vine a pasar el tiempo.”
“Esta guerra nos afecta a todos, ¿por qué la reina

hada no quiere unirse a la batalla?”
“Eso es algo que solo ella sabe, como lo mencione

antes, aun no soy su sucesor oficial, eso es algo que
ella no me ha dicho.”
“Ya has visto lo que pueden hacer esos monstruos,

intenta convencerla para que se una a la batalla.”
“La reina hada sabe mejor que nadie lo que la

oscuridad puede hacer, si ella sigue negándose a
unirse a vosotros, sus razones tendrá, no creo que
sea algo que mis palabras puedan cambiar, pero
aun así lo intentare.”
“Te lo agradecería mucho si lo hicieras, aunque la

tierra de las hadas por ahora es un lugar seguro, no
estará a salvo cuando la guerra comience.”
Capítulo 177
No nos rendiremos
Tarik salió de la habitación, dejando solos a

Cassian y a Alessandro.
“No se por que, pero me desagrada ese chico.”
“Pues a tu hija le gusta.”
Alessandro no había hecho demasiadas preguntas

sobre su hija, pero cuando Cassian sacó el tema a
colación le preguntó.
“¿Cómo es mi hija?”
“Es bonita, y fuerte, ella posee magia de aire y se

la pasa flotando por todas partes desde que le
enseñaste a volar controlando el viento, cada vez
que la veo me recuerda a ti y a lo mucho que te
gustaba volar.”
“Odio no poder recordarla, desearía que ella

volviera y conocer a la hija que olvide.”
“En estos momentos eso no es buena idea, pronto

empezará la guerra.”
“Tienes razón, si la envíe a la tierra de las hadas
debió ser por alguna razón de peso.”
“Para protegerla, tus recuerdos con ella eran pocos

ya que tuviste que separarte de ella cuando solo era
una bebé, pero puedo asegurarte que la amabas,
Tarik no te agrada por que antes tampoco te
agradaba, eras un padre sobreprotector y celoso,
los recuerdos han desaparecido de tu mente, pero
permanecen los del corazón, los que no de se
borran, ni se olvidan.”
“En verdad deseo creer eso.”
“Cuando vuelvas a ver a tu hija me darás la razón,

aunque pueda que sea demasiado mayor la
próxima vez que la veas, debes estar ocupado, será
mejor que me vaya, intentaré convencer a Tarik
para que se quede.”
“Se ha ofrecido a acompañarte, deberias llevarlo

contigo.”
“Es el príncipe heredero de la reina hada y un
niño, no se si este viaje será peligroso, por eso no
quiero llevarlo conmigo.”
“Y es por eso que yo no quiero que vayas tú solo,

no hagas nada imprudente Cassian y si te ves en
peligro huye.”
“Mi vida ya no es solo mía, no haré nada

imprudente, no te preocupes.”
“Ten mucho cuidado.”
“Lo tendré, así que no te preocupes.”
“Te veré después.”
Al salir de la habitación Cassian se topó con Abril

y con Fay, Tarik quien se acaba de ir también
estaba con ellos.
“Cassian, me alegra que estes aqui, hay algo que

debes saber.”
Cassian volvió a entrar a la habitación, Alessandro

se alegró al ver a Abril, aunque le molestó un poco
que estuviera con Fay, ya que al ser un hada, era
un ser hermoso, no pudo evitar sentir celos.
Cassian preguntó.
“¿Qué es lo que debo saber Aby?”
“Es sobre los dragones que nos atacaron.”
“¿Eran monstruos?”
Fay respondió.
“En realidad eran dragones, pero en lugar de
sangre tenían algo oscuro en sus venas, esos
dragones fueron traídos a la vida con magia negra,
con el poder de la oscuridad, ya que los dragones
estan extintos, además suelen ser territoriales y
solitarios, nunca atacan en grupo.”
Alessandro dijo.
“Pero los que atacaron eran un grupo.”
“Eso era por que estaban siendo controlados.”

Abril añadió.
“La grieta del Hades está cerrada en este

momento, Cira vendrá a por la llave del Hades que
esta aquí guardada, y para eso necesitará un
ejército, si no puede usar a los monstruos, creará a
sus propios monstruos usando la oscuridad, sus
monstruos pueden ser incluso los humanos.”
Cassian dijo.
“No sería mejor entregar la llave que tenemos, las
puertas del Hades serán abiertas sin importar lo
que hagamos, si la lucha se alarga en este lugar, el
reino acabará destruido.”
“No haremos eso Cassian.”

Dijo Alessandro.
“Pelearemos, no les dejaremos las cosas fáciles.”
“Ya hemos visto el daño que pueden causar esos

dragones, ¿qué crees que pasara si nos ataca un
ejército?”
Alessandro no respondió, porque sabía

perfectamente lo que pasaría, si la lucha llegaba a
Cosset, sería destruido.
“Se lo que pasaría, pero no podemos entregar la
llave así como así.”
Fay dijo.
“Pero podemos cambiarla de lugar, a uno en el
que, el reino no se vea afectado.”
Cassian respondió.
“Pienso que eso es lo mejor, nuestra gente ya ha
sufrido bastante por la culpa de los monstruos.”
Abril puso su mano sobre el hombro de

“Yo también creo que eso es lo mejor, llevar la
batalla lejos de nuestra gente, no permitamos que
más sangre se siga derramando.”
“Supongo que tienen razón, pero ¿dónde

podríamos esconderla, que sea lo suficiente lejos
de nuestra gente, sin afectar a ningún otro reino?”
“Eso es algo que tenemos que estudiar

detenidamente, porque tampoco entregaremos la
llave sin dar pelea, aunque sea inevitable que las
puertas del Hades sean abiertas, eso no significa
que no podemos retrasarlo.”
____ ༼ ♡ ༽ ____
Habían pasado algunos días desde que Cira había
tomado la sangre de angel, ella sentía como si todo
su cuerpo hubiera sido destruido y vuelto a armar.
Los días que estuvo jadeando del dolor, cansada y
adolorida, parecían estar llegando a su fin, así que
debía buscar un lugar en el cual descansar
adecuadamente para poder recuperarse. Ella llamó
a Liona para que le ayudará a levantarse.
“¿En qué puedo ayudarla princesa?”
“Nos vamos.”
“¿A dónde?”
“Volvemos a Laios.”
“Usted aún no se ve bien, quizás deberíamos

permanecer ocultas un poco más.”
“Por eso nos vamos, ayúdame a salir de aquí, no

podemos estar escondidas siempre en cuevas.”
“¿Volveremos al palacio?”
“No, eso sería demasiado peligroso en mi estado

actual, hay una mansión abandonada en el bosque,
nos quedaremos ahí hasta que me recupere por
completo.”
Liona ayudó a Cira a salir de la cueva en la que

estaban, ella caminaba casi arrastrándose, después
de tantos días sin comer y dormir adecuadamente,
ella se encontraba débil.
Al salir los dragones que Cira había revivido

estaban enroscados fuera de la cueva, ella se acercó
al dragón más grande, el cual parecía ser el
preferido de Cira, ella se subió como pudo al lomo
del dragón, el cual incluso le ayudó con el ala a
subir.
Cira se aferró al cuello del dragón, e

inmediatamente el dragón empezó a elevarse,
Liona se subió al otro dragón y le siguió. Al llegar
al reino de Laios, se encontraron con una barrera,
pero Cira conocía los lugares más vulnerables de
barrera, así que entraron casi sin problemas.
La mansión abandonada a la que se dirigían

estaba bastante lejos del lugar por el cual habían
entrado, así que sería que las encontraran. Al
llegar a la mansión, Liona ayudó a Cira a entrar,
aquel lugar no se veía tan mal para estar
abandonado, eso sorprendió a Liona.
“¿Hace cuanto fue abandonada esta mansión?”
“Fue abandonada cuando los monstruos

invadieron Laios, los que sobrevivieron se
mudaron a la capital, aunque ahora no hay tantos
monstruos, deben de tener miedo de volver, la
habitación principal está en el segundo piso,
llevame.”
Liona hizo lo que Cira le ordenó sin hacer ninguna

pregunta. Al dejarla en la cama, Cira le ordenó que
le preparara un baño.
Liona preparó el baño, un tanto molesta, ya que a

pesar de tener poder, seguía siendo tratada como
una sirvienta. Ayudó a Cira a darse un baño y a
cambiar sus ropas, después ella le pidió que hiciera
la cena. Como aquel lugar estaba abandonado,
Liona tuvo que ir al bosque a buscar algo con lo
cual prepararle la comida.
Ella casó varios conejos, mientras lo hacía, se

percató de que alguien la estaba observando.
“Mas te vale que dejes de esconderte.”
Una figura oscura salió de entre los árboles.

“Deberías preguntar que soy, No?
“Ya sé que eres, un monstruo del Hades.”
“Tú también eres un monstruo, por lo menos en

parte.”
“Los monstruos nos reconocemos.”
“Te he visto llegar con esa chica, ella no es como

nosotros, no deberías estar con ella y mucho
menos servirle.”
“Ella me dio poder, está intentando abrir las

puertas del Hades, está de nuestro lado, ¿por que
no te unes a nosotros?”
“No, prefiero seguir entre las sombras, esperando

el momento para actuar, el momento en el que los
monstruos reinemos.”
“Si eso es lo que quieres, deberías ayudar para que
pase.”
“No me gusta ser carnada.”
“¿Por qué dices eso?”
“Los monstruos son usados en las primeras filas,

son los que se sacrifican en la batalla, por eso
prefiero esconderme hasta que las puertas del
Hades sean abiertas.”
“Tu tienes inteligencia, he visto pocos monstruos

como tu.”
“Eso es por que muy pocos hemos logrado escapar

del Hades, ¿sabes por qué?”
“No, pero estoy segura de que me lo dirás.”
“Por que la grieta fue abierta para la basura,

porque los humanos, es lo único que pueden
controlar, los seres como yo, damos órdenes, no las
recibimos, por lo menos no de cualquiera.”
“¿Eres fuerte?”
“Sí.”
“Entonces, ¿por qué no recuperas la llave del

Hades? Se donde está."
“La llave del Hades, no es algo que los monstruos

podamos tocar y mucho menos un mortal, porque
esas llaves fueron creadas para encerrarnos, no
para liberarnos.”
“Eso significa que no podemos abrir las puertas

del hades.”
“Si pueden ser abiertas, pero no por monstruos, ni

humanos, dices que esa chica abrirá las puertas,
estare deseando verlo.”
Aquella criatura empezó a alejarse y le dijo.

“Si decides dejar a la chica que sigues como
basura, te ayudaré a ser libre.”
“Quiero ser libre ahora, ella está débil y puedes

destruirla.”
“No puedo hacerlo ahora, ten paciencia, ya llegará
el momento, pero ese momento no es ahora.”
Capítulo 178
No cruces la línea
Fay estaba cansado, se habia quedado toda la

noche revisando el cadáver del dragón, después de
decir lo que había descubierto de los dragones,
decidió irse a descansar.
“Ya he dicho todo lo que sabía, asi que me retiro.”
Cuando Fay salió, Cassian fue detrás de él.

“Fay, ¿podría hablar contigo un momento? ”
“¿Que pasa?”
“Voy a partir en un viaje, para recuperar el cuerpo

del primer guardián, Tarik se ha ofrecido a
acompañarme, en estos momentos el reino no es
un lugar muy seguro, creo que lo mejor será que no
venga conmigo.”
“Si lo que te preocupa es la seguridad de Tarik, no

deberías de hacerlo, se que es joven y parece débil,
pero no lo es, por algo es el sucesor de la reina
hada, si quiere acompañarte no lo detendré.”
“Confías mucho en su fuerza.”
“Eso es por que yo mismo lo entrene, yo sé lo

fuerte que es, por eso confío en él.”
“Le dije que si tu lo aprobabas, dejaría que me

acompañe, asi que lo llevare conmigo.”
“Estoy seguro de que te será de ayuda para ti, si

eso era todo, me iré a descansar, no he dormido
nada desde que llegué aquí.”
“Espera, hay algo que me gustaría preguntarte.”
“¿Qué cosa?”
“¿Cuánto tiempo te quedarás en Cosset?”
“Aun no lo sé, ¿por qué preguntas?”
“Solo tenia curiosidad, ya que estas aquí por

petición de la reina hada, quería saber, ¿cuál es tu
misión en el mundo humano?”
“Mi misión es ver que sucede aqui, para que mi
pueblo pueda estar preparado.”
“¿Para luchar?”
Fay no respondió, Cassian le preguntó.

“La reina hada se niega a formar parte de esta
guerra, se que ella está planeando algo, ella no se
arriesgaría a desobedecer a los guardianes si no
fuera porque ya tiene un plan de salida, ¿o me
equivoco?”
“Cassian, soy uno de los generales de la reina por

una razón, no puedo hablar sobre ella, pero no
negaré, ni afirmaré nada, saca tus propias
conclusiones.”
“Gracias Fay.”
“Te veré mañana, necesito descansar.”
Fay no tenía una habitación asignada, asi que fue

a la Tarik, cuando entró vio a su hijo en el balcón.
“Ya he vuelto Tarik.”
“Bienvenido, ¿estás bien?”
“Si, solo un poco cansado, ¿tu estas bien?”
“Si, perfectamente.”
Tarik se acercó a su padre y antes de que él le

preguntara si podía acompañar a Cassian, le dijo.
“Tienes mi permiso.”
“¿Te encontraste a Cassian?”
“Si, me dijo que habías decidido acompañarlo.”
“Gracias por dejarme ir.”
“¿Puedo saber por qué has decidido

acompañarlo?”
“Este es el mundo de Lissana, quiero protegerlo,

por ella.”
“Tarik, cuando seas rey tu…”
“Lo se papá, se que me tendré que separar de ella,

se que no podemos estar juntos, pero eso no
cambia el hecho de que ella sea mi mejor amiga,
por eso quiero hacerlo que esté a mi alcance para
que cuando ella vuelva a su mundo, este sea un
poco mejor.”
“¿Solo es por eso?”
“Si.”
Fay se quitó sus armas, se tumbó en la cama y le

dijo.
“Siempre debes ser consciente de eso Tarik, que
entre ustedes hay una línea, que nunca puedes
cruzar.”
Fay cerró sus ojos, cuando Tarik le preguntó.

“¿Qué quieres decir con eso papá? ¿De qué línea
hablas?”
Fay no respondió, ya se había quedado dormido.

Tarik tuvo que quedarse con la interrogante, ya
que su padre no despertó hasta el dia siguiente.
Cuando Fay abrió los ojos, Tarik le preguntó.

“¿De que línea hablabas?”
“Buenos días, Tarik.”
“Responde mi pregunta.”
“Aun sigo medio dormido, ¿podrías darme un

poco de espacio para lavarme?”
“Te daré tu espacio cuando respondas, ¿de que

linea no debo cruzar?”
“De que no te enamores de Lissana, Tarik, ella

puede ser tu querida amiga, pero nada más.”
“¿Enamorarme de ella? No veo a Lissana de esa

manera, padre.”
“Espero que eso continúe asi, Lissana era una niña

la última vez que la vimos, pero no seguirá siendo
una niña cuando regresemos, no cambies tu forma
de verla, Tarik, por que eso solo te traería dolor,
ella no esta destinada para ti, no podrá estar nunca
contigo de esa manera, ya que ambos son de
mundos diferentes.”
Fay miró por la ventana, los primeros rayos del sol

habían empezado a salir y le dijo.
“Deberias darte prisa o te dejaran atrás, Cassian
me dijo que partirá temprano.”
“¿Tu qué harás?”
“Seguiré estudiando el dragón que mataron,

quiero averiguar todos los puntos débiles que
puedan tener los dragones, así que estaré aqui
cuando vuelvas.”
“¿No tenias que cumplir con las órdenes de la

reina?”
“Sus órdenes eran ver lo que pueda ser un peligro

para nuestro pueblo, esos dragones lo son, por eso
debo estudiar cuáles pueden ser sus debilidades.”
“¿Cuánto tiempo nos quedaremos en el mundo

humano?”
“Aun no lo sé, si hay algún problema

signifcativo,volveremos antes, asi que procura no
tardar tanto.”
“Si debes irte, hazlo, yo volveré después.”
“No puedo irme sin ti, la reina me mataría si te
dejo atrás, aunque eres mi hijo, eres su sucesor.”
“Intentaré volver pronto.”
“Cuidate, Tarik.”
“Lo haré, hasta pronto, papá.”
Tarik fue a la cocina, le pidió a los sirvientes que le

prepararan una bolsa con comida. Después se
dirigió a la entrada a esperar a Cassian.
“¿Hace mucho que esperas?”

Pregunto Cassian al ver a Tarik sentado en la
entrada.
“Me desperté pronto, ¿ya nos vamos?”
“Tomaremos unos caballos, usaremos pergaminos

para teletransportarnos, pero solo conozco parte
del camino.”
“Tengo un caballo alado, será más rápido que un

caballo normal y tendremos una mejor vista.”
“Me parece bien, ve a por tu amigo.”
“No tengo que ir a por él.”

Tarik dio un silbido, poco después apareció su
montura.
“Ya podemos irnos.”
Tarik se subió a su montura y le dijo a Cassian que

se subiera, su caballo alzó en vuelo, era mucho más
rápido que un caballo, en seguida dejaron el
palacio atrás, tras salir de la ciudad, Cassian usó
un pergamino de teletransportación y un instante
aparecieron en la ciudad de Farell.
Tarik nunca había usado un pergamino de

teletransportación, él se sintió fatal y por poco y se
cae de su montura, si no es porque Cassian lo
sostuvo.
“¿Te encuentras bien?”
“No.”
“Has que el caballo descienda.”
Tarik hizo que su caballo descendiera, una vez en
el suelo, Cassian lo recostó bajo un árbol y le dijo.
“Descansa, esta es la primera vez que viajas
usando un pergamino de teletransportación, te
sentirás mal un rato.”
“Mi caballo es rápido, no volvamos a usar esos

pergaminos.”
“Aun con tu caballo, hubiéramos tardado días en

llegar hasta aquí, por eso usamos los pergaminos.”
El caballo alado se recostó al lado de Tarik,

preocupado por su amo.
“Parece que tienes un buen amigo.”
“Lo tengo desde que tengo memoria, fue un regalo

de papá.”
“Crei que las hadas no podían salir de la tierra de

las hadas.”
“Soy el sucesor de la reina, hay excepciones.”
“Descansa, para que podamos seguir nuestro
camino, quiero cumplir esta misión y volver pronto
a casa, mi esposa me está esperando.”
Capítulo 179
El bosque de Hath
Cuando Abril despertó, sintió sus ojos cansados y

pesados, se había quedado en la misma habitación
que Alessandro, eso le había quitado el sueño y
apenas había dormido. Estar con él, antes le había
resultado confortable, pero en esos momentos no
lo era, si no al contrario, era sumamente
incómodo. Porque aunque eran marido y mujer, en
esos momentos para Alessandro ella era una
completa desconocida.
Ella se sentó en la cama abrazando sus rodillas,

mientras le veía dormir en el sofá y se preguntó, si
algun dia volverían a ser los mismos, si él volvería
a amarla.
Miles de preguntas atacaron su mente y no pudo

evitar que la duda empezará a anidar en su mente.
Abril dio un largo suspiro, Alessandro despertó en

aquel momento y al escucharla suspirar pregunto.
“¿Qué pasa?”
“Buenos días.”
Alessandro se incorporó, se sentó en el sofá y

respondió.
“Buenos días. ¿No contestaras a mi pregunta?”
“Eso es porque no se como responderla, están

pasando tantas cosas, que no se por cual de todas
empezar.”
“¿Te sientes incómoda por compartir habitación?”
Abril se quedó en silencio durante un minuto y

respondió.
“Sería mentira si dijera que no, para mi sigues
siendo el hombre del que me enamore, pero soy
consciente de que para ti soy una completa
desconocida en estos momentos.”
Alessandro se levantó del sofá, se acercó a la

cama, se sentó a su lado y le dijo.
“Es verdad que no te recuerdo, pero no siento que
seas una completa desconocida para mi.”
Alessandro acarició la mejilla de Abril suavemente
y dijo.
“Me siento cómodo cuando estoy a tu lado, como
si llegara a casa después de un largo viaje.”
“¿De verdad?”
“Si, aunque si mi presencia te incómoda, dormiré

en otra habitación.”
“No tienes que hacerlo.”
“¿No estarás pensando en irte?”
“No, no estoy pensando en irme, aunque sea un

poco incómodo en estos momentos no quiero
huir.”
“Me alegra escucharte decir eso, porque cuando

no estas me siento vacío.”
Alessandro quería besarla, pero no quería hacerla
sentir más incómoda, así que se levantó y empezo
a alejarse.
“Tengo mucho trabajo, será mejor que me
prepare.”
“¿irás a despedirte de Cassian?”
Alessandro miró el reloj que había en la
habitación, eran las nueve de la mañana, Cassian
ya debía de haberse ido.
“Creo que él ya se ha ido, dijo que partiría pronto.”
“¿En verdad crees que el primer guardián pueda

resucitar?”
“No lo sé, él dice que es posible, quiero creer que

así será.”
“Yo también lo espero, quizás esta guerra termine

más rápido con el aquí.”
“Yo espero lo mismo, que todo esto llegue a su fin

lo más pronto posible.”
Alessandro tomo su ropa, fue al cuarto de baño,

cuando volvió a salir, Abril ya se había levantado y
lavado el rostro.
“¿Qué harás hoy?”
“Quiero seguir estudiando el cadáver del dragón,

encontrar más puntos débiles, para saber como
destruir a los que quedan.”
“¿Irás con Fay?”
“Si, él sabe mucho sobre dragones. ¿Tú te reunirás

con la princesa Sephora?”
“Ya he dejado en claro los términos de nuestro

acuerdo, no pienso seguir negociando con ellos,
deben comprender que ellos nos necesitan más
que nosotros a ellos, ya que somos los únicos que
pueden darles las armas que necesitan para luchar
contra los monstruos, además se que eso no te
gustaria, no quiero hacer nada que no te guste,
eres mi reina y quiero respetarte como tal.”
Cuando Abril escucho eso, se sintió mucho más

tranquila, ya que odiaba la idea de que Alessandro
estuviera cerca de la princesa Sefora, tenía miedo
de que él pudiera enamorarse de ella y dejara atrás
todas sus promesas, ya que él no recordaba
ninguna de ellas.”
Alessandro pareció percatarse de sus

preocupaciones y le dijo.
“No me acercaré a la princesa Sefora, te lo
prometo.”
“Gracias por ser tan considerado.”
“Ya te lo dije, quiero respetarte como mi esposa y

que vuelva a resultar cómodo estar a mi lado, tal y
como lo es para mi.”
____ ༼ ♡ ༽ ____
Después de unas horas de descanso, Tarik se

sintió mucho mejor y retomaron su viaje. Aunque
tuvieron que hacerlo a lomos de su caballo, porque
no estaba en condiciones de volver a usar otro
pergamino de teletransportacion.
Cuando llegaron al bosque de Hath, el sol

empezaba a ocultarse, dando paso a la noche. Ellos
descendieron en un pequeño claro, ya que no
podian continuar con la busqueda de la aldea de
los guardianes.
Mientras descansaban, Tarik pregunto.

“¿A Lissana le gusta el reino humano?”
“No lo sé, este reino es su hogar, pero ha crecido
en la tierra de las hadas, quizás para ella la tierra
de las hadas se sienta más como un hogar que
Cosset.”
“Pero aun así volverá aquí.”
“Asi es, porque su familia y su vida están aquí.”
“Me hubiera gustado ver el reino humano con ella,

pero eso nunca podrá pasar.”
“Podrás venir a visitarla siempre que quieras,

siempre seras bienvenido.”
“Gracias por decirlo, pero cuando me convierta en

rey, no podré dejar el reino de las hadas.”
“¿Estás seguro de que quieres ser el proximo rey

de las hadas?”
“Si, estoy completamente seguro, quiero proteger

mi reino y todos los que, en él, habitan, esa es una
decisión que ya he tomado y que nada, ni nadie me
hará cambiar de opinión.”
Ni siquiera Lissana. Pensó Tarik mientras
expresaba su voluntad.
“Espero que no te arrepientas de tu decisión.”
“Yo también.”
Tarik se tumbó en el suelo, usando sus brazos

como almohada, se quedó mirando el cielo, aunque
era hermoso, el anoro el hermoso cielo estrellado
de la tierra de las hadas y deseo volver pronto, para
asi tambien, volver a ver a Lissana.
____ ༼ ♡ ༽ ____
Al día siguiente, Cassian lo despertó tras la salida

del sol.
Después de un desayuno rápido, ellos empezaron

a buscar la aldea de los guardianes. Intentaron
buscarla desde el cielo, pero los arboles eran tan
grandes y tupidos, que les impedían ver, asi que
descendieron y empezaron a buscar la aldea desde
tierra.
Ellos buscaron durante todo el día, pero no
tuvieron ninguna suerte, ya que seguían sin
encontrar la aldea. Mientras buscaban por los
alrededores Tarik preguntó.
“¿No te han dado ni una pista de como podemos
encontrar la aldea de los guardianes?”
“No, Cassiel solo dijo que era fácil de encontrar

que solo debía encontrar el árbol más grande del
bosque, que ese árbol estaba en medio de la aldea,
pero ya lo hemos buscado desde el cielo y no
hemos encontrado nada, creo que debí preguntar
por indicaciones a mi madre y no creer en lo que
Cassiel me dijo.”
“Hum.. Quizás haya alguna barrera que protege la

aldea y por eso no lo hemos visto desde el cielo.”
“Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que

alguien habito en la aldea, espero que aun quede
algo de ella.”
Cassian y Tarik siguieron internándose en el

bosque, intentando llegar al centro del bosque,
pero en algún momento habían terminado dando
vueltas en círculos, Tarik se detuvo de golpe y dijo.
“No estamos yendo a ninguna parte, solo estamos
dando vueltas en círculos.”
“Ya me he dado cuenta de eso, aunque no

entiendo por que, íbamos recto. ¿En qué momento
nos desviamos?”
“En la tierra de las hadas hay un bosque que hace

que te pierdas, eso es por el polen de sus plantas,
pero aquí no veo ninguna.”
Tarik y Cassian empezaron a marcar los arboles,

para asegurarse de no volver al mismo lugar,pero
una y otra vez terminaban volviendo al mismo
lugar, hasta que se percataron que había unas
rocas que tenían grabado unos extraños símbolos.
Cassian no tenia la menor idea de que decían

aquellos símbolos,
pero Tarik los reconocio, la reina hada le habia
ensenado a leer en
toda clase de idiomas, algunos eran tan antiguos
que nadie los
usaba
“Estas rocas dicen que debemos ir hacia atrás.”
“¿Entiendes lo hay ahí escrito?”
“Si, se leer en todo los idiomas conocidos y no

conocidos, aquí dice: 'Si hacia al frente quieres
llegar, atrás deberás caminar'”
“Pero si es el sentido contrario.”
“¿Qué quieres que te diga? Eso es lo que dice ahí.”
“No hay nada más que podamos hacer, hagamos

lo que dice.”
Cassian y Tarik caminaron en dirección contraria,

pero terminaron volviendo al mismo lugar, aunque
en esta ocasión encontraron algo que no habían
visto, en uno de los árboles había una marca que
Tarik tradujo.
“Sangre.”
“¿Què significa eso?”
“Creo que debes derramar tu sangre para poder

llegar a la aldea de los guardianes.”
“Pero, ¿dónde?”
“Puedes hacerlo en el suelo, quizás este bosque
está vivo y solo deja pasar a quienes reconoce.”
Respondió Tarik.
Cassian se hizo un pequeño corte en la palma de la

mano y el bosque pareció cobrar vida, los árboles
empezaron a moverse creando un sendero.
“Tenías razón, el bosque está vivo, por eso no

podíamos encontrar el camino, ya que solo se
revela ante los guardianes.”
Capítulo 180
La protección del bosque
Cassian y Tarik, siguieron avanzando por el

sendero, al llegar al final del camino, vieron un
enorme árbol en medio, con un tronco ancho,
tanto que era imposible imaginar que tan viejo
seria aquel árbol y a su alrededor había una
hermosa aldea, la cual se suponía que llevaba años
abandonada, pero no se veía descuidada, la aldea
la aldea se veía limpia, la hierba era corta y las
casas parecían recién construidas.
“¿No se suponía que estaba abandonada?”

Preguntó Tarik mientras miraba alrededor.
“Así es, se supone que este lugar está abandonado,

mi madre era la última guardiana, cuando los
demás guardianes murieron, ella abandonó la
aldea, dejándola completamente sola.”
“¿Crees que haya alguien viviendo aquí?”
“No lo sé, será mejor que revisemos la aldea.”
Tarik hizo lo que Cassian le dijo. Mientras
revisaba la aldea, Tarik vio que en muchas de las
casas había comida preparada, la mesa estaba
servida y el fuego de las chimeneas estaba
encendido, pero no vio a ninguna persona, como si
fuera una aldea fantasma. Tarik volvió a reunirse
con Cassian y le preguntó.
“¿Has encontrado a alguien?”
“No, aunque he visto comida y el fuego de las

casas encendido.”
“Yo también lo he visto, pero no he encontrado a

nadie.”
“¿Cree que se han ocultado?”
“Si, alguien vive aquí y al parecer es muy bueno

para ocultarse, pero no podemos jugar a las
escondidas todo el dia, vamos al árbol, antes de
que anochezca.”
Mientras se dirigían hacia el árbol, Cassian le dijo.

“Permanece alerta, no sabemos cuando saldrán a
atacar.”
“Si.”
Cuando llegaron al árbol más grande que había en

la aldea, Cassian se acercó al tronco del árbol, era
enorme, pero no parecía estar hueco.
“¿La persona que buscas, está enterrada aquí?”
“Él dijo que no estaba enterrado, pero ¿dónde

estará?”
Tarik sacó su espada y dijo.

“Quizás esté dentro del árbol, deberíamos
cortarlo.”
En ese preciso instante, una voz grave a su espalda

le dijo.
“¡No lo hagas!”
Tarik dio media vuelta y vio a un hombre de baja

estatura, incluso para él, quien no era muy alto.
Cassian preguntó.
“¿Quién eres? ¿Y qué haces aquí?”
Aquel pequeño hombre se acercó a ellos y les dijo.
“No toquen el árbol, el bosque se enojara si lo
hacen.”
“Guarda tu espada, Tarik.”

Dijo Cassian, después se dirigió al pequeño
hombre, el cual parecía aún más pequeño de cerca.
“Soy Ran.”
“Este es el bosque de los guardianes, se supone

que estaba abandonado, ¿qué haces aqui?”
“Hace unos años, tuvimos que dejar nuestro

hogar, cuando llegamos a este bosque, el bosque
nos mostró el camino hacia la aldea, nos
proporciona comida y seguridad, pero nunca
debemos tocar el árbol, si lo hacemos el bosque se
enoja y nos expulsa del bosque.”
“Dijiste tuvimos, eso significa que hay mas como

tu.”
“Si.”
Ran hizo una seña y varias personas salieron de
entre los árboles, todos eran pequeños y al igual
que Ran.
“Ustedes son enanos.”
“Si y tú debes de ser el guardián, el bosque dijo

que vendrias.”
“Debo llevarme al primer guardián y está en ese

árbol.”
“Si vas a tocar el árbol, deberías pedirle permiso al

bosque antes de hacerlo y te aconsejo no usar
armas.”
Cassian se acercó un poco al árbol y se dirigió a él,

como si fuera una persona.”
“Necesito recuperar el cuerpo del primer
guardián, el cual estás custodiando.”
Cassian avanzó unos cuantos pasos al árbol, al ver

que no pasaba nada, se acercó un poco más hasta
llegar al tronco del árbol. Como no podía usar
armas, intentó usar su poder, puso su mano en el
tronco del árbol y en ese instante vio como el
tronco del árbol se abría, ahí estaba el primer
guardián.
Su cuerpo estaba en perfectas condiciones, no

parecía estar muerto, solo parecía estar dormido.
Pero cuando intentó acercarse al cuerpo, no logro
tocarlo, una fuerza invisible se lo impidió, había
una barrera. Cassian intentó romper la barrera,
pero no pudo hacerlo.
Tarik al ver que Cassian intentaba romper la

barrera y no lo conseguía, intentó acercarse, pero
en ese momento las ramas del árbol lanzaron lejos
a Tarik.
Ran dijo.
“El bosque es algo sensible, no le gusta que le
ataquen, ni que los extraños se acerquen al árbol,
aunque nos ha permitido vivir aquí, nunca deja
que nos acerquemos a ese árbol.”
Cassian le habló al árbol, intentando convencerlo

de que le dejara tomar el cuerpo del primer
guardián.
“Por favor, deja que me lleve el cuerpo del primer
guardián, lo necesito.”
Asi siguió suplicándole al árbol, pero él seguia sin

quitar la barrera, cuando cayó por completo la
noche, los enanos se retiraron, volvieron a sus
casas y les dejaron solos. Varias luciérnagas se
reunieron alrededor del árbol, iluminándolo.
Cassian se sentó en el suelo observando al primer

guardián. Estaba sumamente cerca, pero no podía
alcanzarlo. Él dio un largo suspiro y dijo su
nombre.
“¿Cómo se supone que recupere tu cuerpo,
Cassiel?”
Al pronunciar el nombre de Cassiel, una tenue luz

parpadeo alrededor del tronco del árbol. Cassian
extendió su mano para tocar la barrera, en ese
momento se percató de que la barrera había
desaparecido y pudo llegar hasta Cassiel.
Su cuerpo estaba frio, revelando que estaba

muerto. Pero por lo demás, el cuerpo parecía estar
en perfectas condiciones.
Cassian intentó sacarlo, pero era pesado, asi que
tuvo que llamar a Tarik para que le ayudará. Tarik
se acercó con cautela, ya que no quería salir
volando por los aires nuevamente, pero esta vez
eso no pasó, el árbol no le atacó.
Los dos se llevaron el cuerpo del primer guardián

hasta la aldea. Ya que ninguno de los dos quería
permanecer cerca de ese árbol.
Los enanos al ver que habían sacado el cuerpo del

primer guardián del tronco del árbol se quedaron
sorprendidos, Ran se acercó a ellos y les preguntó.
“¿Esa persona está viva?”
“No, pero espero que vuelva a estarlo.”

Respondió Cassian.
“¿Esta aldea es de los guardianes, Debemos

regresarla?”
“No pienso quedarme, ni volver a este lugar, ahora

este es su hogar.”
“Les agradecemos mucho su amabilidad, pero soy

consciente de que esta aldea es suya, así que
pueden volver cuando deseen, nosotros no
pelearemos por ella.”
“Yo tengo un hogar y una familia lejos de aquí, al

igual que mi hermano, nuestra vida no esta en este
bosque, considera este tu hogar Ran y pelea por el,
ya que pronto habrá una guerra, en la que el
enemigo serán monstruos, asi que prepárate para
lo que vendrá.”
Cassian le entregó a Ran varios pergaminos de

teletransportación y les dijo.
“Si el bosque no puede protegerlos, usen estos
pergaminos para escapar.”
“Ya hemos visto lo que los monstruos pueden

hacer, gracias por darnos una vía de escape.”
“¿Fueron atacados por monstruos?”
“Si, creo que fue hace veinticinco años, aunque no

estoy muy seguro de ello, nuestras tierras se
volvieron áridas, todo empezó a marchitarse y la
aldea fue cubierta por una niebla negra, luego
empezó el ataque de los monstruos y de criaturas
oscuras, ellos casi aniquilaron por completo,
fuimos muy pocos enanos los que pudimos
escapar.”
“¿Dónde vivían antes?”
“En las montañas de Vaizel.”
“Eso queda cerca del reino Xurt.”
“Así es.”
“El reino de Xurt, nunca mencionó ningún ataque

de monstruos.”
“No creo que atacaran el reino de Xurt, los

monstruos que atacaron nuestra aldea, no nos
persiguieron al huir, ellos se quedaron en ese
lugar.”
“¿Había alguna barrera?”
“No, ellos se quedaron en nuestra aldea, como si

protegieran algo.”
“¿Qué cosa?”
“No lo sabemos, en realidad ni siquiera estamos
seguros de que así hubiera sido, pero esa fue la
impresión que nos dio, ya que no nos persiguieron
cuando huimos.”
“Gracias por decírmelo Ran y espero que no

tengan que volver a huir.”
Cassian sacó un pergamino y le dijo a Tarik que

llamara a su caballo y que le ayudará a sujetar al
Cassiel.
Tarik hizo lo que le ordenó, mientras esperaba a

que su montura apareciera preguntó.
“¿No podríamos irnos volando? No quiero volver a
usar esos pergaminos.”
“No tenemos tiempo, debemos volver

rápidamente.”
Cuando el caballo alado de Tarik apareció, Cassian

rompió el pergamino sin previo aviso,
desapareciendo en el aire. Ellos llegaron hasta la
ciudad de Farell, y casi al instante rompió el
siguiente pergamino que los llevó a las afueras de
la ciudad de la capital.
Tarik sentía que el estómago se le había puesto de
cabeza, estaba mareado, tuvo que apoyarse en su
montura mientras se esforzaba por sujetar al
primer guardián y le dijo a Cassian.
“Odio estos pergaminos.”
“Lo sé, pero tengo prisa, hay algo importante que

debo informar, así que te agradecería si me ayudas
a llevar el cuerpo del primer guardián al palacio
real.”
Tarik tuvo que usar su fuerza de voluntad para

mantenerse en pie y ayudar a Cassian a llevar el
cuerpo del primer guardián al palacio real.
Capítulo 181,
LAZOS de
sangre
Lazos de sangre
cap 183

1-192 - Esposa Olvidada - Lazos de Sangre 11-01-2024

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1-192 - Esposa Olvidada - Lazos de Sangre 11-01-2024

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Capítulo 1

Abril estaba arrullando a su bebé cuando una de

“Su majestad, traigo una carta para usted.”

Abril al ver el sello que había en la carta, puso a su

La carta era corta, solo decia. “{Ven al reino de

Abril le había prometido a su hermano que iría al

Lissana, su hija acaba de cumplir seis meses,

Abril negó con la cabeza y respondió en voz baja

“No se preocupe, cuidare bien de la princesa.”

Abril fue a la oficina de Alessandro, los dos

Aquellos saludos, Abril los encontraba algo

Abril abrió la puerta, Alessandro al verla se

“Ella está durmiendo.”

Alessandro la sujeto de la cintura y con una voz

Abril se vio tentada por un momento, pero luego

“Debo ir al reino de Laios.”

“¿Que? ¿Por qué debes ir a ese lugar?”

“Le prometí a mi hermano que iría a ayudarle para

“Entonces iré contigo, no pienso dejar que vayas a

“No, Lissana aún es muy pequeña no estaré

“Pero no quiero que vayas sola.”

“No dije que iría sola, no te preocupes estaré bien,

Alessandro sabía que Sirius era un gran mago y

Abril negó con la cabeza.

“Pero no te dejaré ir sola con Sirius, le pediré a

“Me parece bien y podrías pedirle a Sirius que

“Sabes que puedo obligarlo, ¿No?"

“Si, pero prefiero que vaya por su voluntad.”

“Si es lo que quieres, no me opondre.”

Esa misma tarde, Alessandro envío un mensaje a

“Hola Sirius, hace tiempo que no nos vemos.”

“Saludos si majestad la reina.”

“No seas tan rígido, puedes decirme solo Aby, eres

“Esta bien, aunque ya no soy su maestro, ya no

“No creo que sea así, tengo muchas preguntas que

“¿Y, supongo que el rey no puede saberlo?”

“Agradeceria si mantienes está conversación en

“Pero, ¿Por qué a venido a emboscarme?”

“No, aún no he tenido el honor de conocer a la

“Alessandro te llevará a conocerla, estoy segura de

“¿Hay algo mal con la princesa?”

“No es que sea algo malo, pero no quiero que

“Te agradezco mucho, solo quería decir eso, nos

Abril empezó a relajarse, Sirius se pregunto que

Alessandro le lanzó una mirada indiferente, como

“Para que me ha mandado a llamar su majestad?”

“Quiero que protejas a Aby.”

“¿Que?, ¿No tiene caballeros para que se

“Ella debe ir al reino de Laios, su visita será en

“Y supongo que está no es una pregunta, de si

“Preferiría que aceptaras ir voluntariamente, ya

“Esta bien, seré el guardia de su majestad la

“Cuida bien de ella.”

“Aun no conoces a mi hija, vamos, quiero que la

Sirius se rió, al darse cuenta que la reina había

“El rey en verdad se a vuelto un tonto que adora a

“¿Has dicho algo?”

“No, no he dicho nada.”

“Entonces vamos, no hagamos esperar a la reina.”

Mientras caminaban por los pasillos Sirius no

Al llegar a la habitación en la que se encontraba la

Alessandro se dirigió a dónde estaba ella, la tomó

“¿Acaso no piensas decir nada?”