Como has podido apreciar, durante el proceso de entrevista periodística, el entrevistador se vale de una serie de recursos y técnicas para lograr que el entrevistado aporte las informaciones relevantes y así alcanzar un contenido interesante para el público. En tal sentido, el uso de oraciones interrogativas constituye un recurso de primer orden en los procesos de entrevista.
■ ¿Qué son las oraciones interrogativas? Son
aquellas cuya modalidad nos permite hacer preguntas o solicitar información del interlocutor. Se caracterizan por poseer una estructura y entonación específicas, cuya intención es lograr una respuesta por parte del interlocutor. De ahí, pueden tener diferentes propósitos, como obtener información, solicitar aclaraciones, expresar dudas, dar sugerencias, mostrar interés, generar reflexión, promover el debate, entre otros. Aquí radica su valor comunicativo, por ejemplo, durante la realización de una entrevista. Según su estructura, las oraciones interrogativas pueden ser: ►Interrogativas directas: mediante ellas se formula una pregunta de manera directa y explícita. Generalmente van introducidas por un pronombre interrogativo: qué, quién, cuándo, cuánto, cómo, dónde, por qué… Ejemplo: – ¿Cuántos años tienes? ►Interrogativas indirectas: son preguntas que se introducen dentro de una oración principal; y, aunque no llevan signos de interrogación, de igual modo tienen la intención de informarse acerca de algo, aunque de manera más sutil. Ejemplo: – Me resulta sospechoso por qué te fuiste tan tarde. Cabe señalar que, desde el punto de vista de la entonación, las oraciones interrogativas suelen tener un tono ascendente al final, lo que indica que se está formulando una pregunta. Sin embargo, este puede variar según el contexto y el énfasis que se quiera dar a la pregunta. Ejercicio: ● Cambia la estructura de la oración: las directas a indirectas, y viceversa: – Juan quiere saber si vas a llegar temprano. – ¿Cuándo será la actividad de reconocimiento al mérito? – Me muero por saber cómo estará mi cotorra. – ¿Cuánto cuesta ese libro? – No sé dónde piensas llegar.