Está en la página 1de 13

www.monografias.

com

El Fundamento Bíblico de los Landmark de la Masonería

Es vital para todos los maestros masones un profundo conocimiento acerca de los Antiguos Límites o
Linderos de la masonería. O “Señales” como llama Mackey, a los Landmark. Y, desde luego a todos los
Aprendices, Compañeros y Simpatizantes de la Venerable Fraternidad.

El futuro de la Institución depende de la fidelidad de cada maestro y de las logias a esos Antiguos Límites o
Signos de Identidad de la Masonería Universal. Por tanto la presente monografía desarrollará el origen de
Los Landmark en la Sagrada Escritura.
En primer lugar se debe definir un landmark como una marca que limita un terreno, una piedra, un monolito,
mojón, o señal de indica hasta donde llega una propiedad o terreno. Es común que en los campos surjan
conflictos porque un vecino corrió un palo, o una reja, o cualquier marca de la propiedad de otro para
aumentar sus tierras fraudulentamente. El conjunto de esas marcas unidas por líneas en el suelo permite
dibujar la forma del terreno, su perímetro y su superficie: sea cuadrada, rectangular, romboidal, pentagonal,
circular, etc. Y eso ya nos vincula con la geometría, ciencia muy amada por los egipcios, por los pitagóricos
y por los masones.
Las Sagradas Escrituras tienen referencias al respecto, prohibiendo el atravesar esos antiguos límites,
entrando a una tierra que no nos pertenece, como también su desplazamiento indeseable e injusto, en el
Libro de los Proverbios 23,10 y Proverbios 22,28:
“No traspases los linderos antiguos, no entres en la heredad de los huérfanos…”
“No traspases los linderos antiguos que pusieron tus padres”.
La norma va reforzada por el contexto, los Proverbios, un libro de sabiduría moral, inspirado por Dios, con
las mejores reglas de vida que los hombres pueden desear para ordenar su vida y la de la sociedad. Y si
aplicamos la Leyenda del Tercer Grado, que también pertenece a los landmark masónicos, debemos
considerar a los Maestros Masones como Huérfanos, pues son Hijos de la Viuda, su Padre, Hiram Abí, ha
sido asesinado. Su territorio espiritual no debe ser reducido o modificado, es territorio sagrado.
Y el texto agrega que Dios Fuerte es el defensor de los derechos de esos huérfanos y se les hará un juicio
condenatorio a quien despoje a los huérfanos de su propiedad. Así lo establece el versículo siguiente al
mencionado en primer lugar: Proverbios 23,11. “Porque el defensor de ellos es El Fuerte, el cual juzgará la
causa de ellos contra ti.
Y el salmo 24, 1 dice: “De Yahvéh es la tierra y su plenitud…”, por lo tanto la tierra es propiedad en primer
lugar de Dios y su Ley eterna debe regir en las conductas humanas, y la propiedad espiritual y material del
un ser humano es inviolable, como la patria y la fe en el corazón humano. Patria es el conjunto del
patrimonio material, moral y espiritual de un pueblo o nación, lo mismo es el territorio de doctrinas
espirituales, reglas y creencias esenciales del alma masónica. De allí el carácter sagrado de los landmark y
el peligro de modificarlos sin sabiduría ancestral como guía.
Los cristianos también son Hijos de la Viuda. Su maestro fue asesinado por injusta sentencia de crucifixión
pronunciada por Poncio Pilatos, y el Evangelio de Juan dice que María, la Viuda de José, hijo de David, fue
convertida en la madre adoptiva de Juan y de los Apóstoles, por el mandato mismo de Jesús desde la cruz.
Así Juan se hizo Hijo de la Viuda por adopción, lo mismo que los demás Apóstoles. Y Juan la recibió en su
casa. Pues la Madre de Cristo ya no tenía marido ni hijo que la sustentara.
Piadosa y significativa acción del discípulo amado, el Águila de Patmos. Viudas y Huérfanos recibieron
especial atención en la iglesia primitiva y a través de los siglos. Siguiendo las normas del libro de los
Proverbios y el mandato de Cristo, se convirtió en la base del tan conocido Tronco de Beneficencia de las
logias masónicas, también llamado el tronco de los pobres o el tronco de la viuda.
El libro de Proverbios contiene una larga serie de afirmaciones de alto contenido masónico, como por
ejemplo aquel principio que establece la costumbre de que una logia se compone de Siete Maestros. Al leer
encontramos una sorprendente semejanza con lo que nos dice Proverbios 9,1 “La Sabiduría edificó su
casa, labro sus siete columnas”. Las siete columnas son los maestros de cada logia, y ella misma es una
Casa de Sabiduría. Y en el Apocalipsis descubrimos que un cristiano victorioso se convierte en Columna del
Templo de Dios y no saldrá más de allí. El texto aparece en el mensaje de la Iglesia de Filadelfia, cap. 3,12.
Nótese que Filadelfia en griego significa el amor fraternal, valor fundamental que es el “cemento de unión”
de la vida de las logias.
Por eso sabemos que los maestros fundadores eran profundamente versados en las Sagradas Escrituras. Y
también nos introduce en la sabiduría misteriosa (Hocmah Nisterot) del Creador cuando diseña
geométricamente el universo en el capítulo 8,27 “Cuando formaba los cielos allí estaba yo, cuando trazaba
el círculo sobre la faz del abismo”. De allí que algunos artistas hayan dibujado un compás en las manos del
Gran Geómetra del Universo.

Para ver trabajos similares o recibir información semanal sobre nuevas publicaciones, visite www.monografias.com
www.monografias.com

Además, estas siete columnas de la casa o templo de la sabiduría no solo representan a los siete maestros,
sino también a los Siete Landmark que algunos autores han descrito como esenciales, como por ejemplo la
nómina del Ilustre Hermano Carlos F. Betancourt, de nacionalidad cubana, mencionado en el libro
“Fundamentos Masónicos” del notable Maestro Masón chileno, Benjamín Oviedo:
Uno: El Monoteísmo: como la doctrina central del Libro del Conocimiento Sagrado o la Biblia que se pone
sobre el Ara.
Dos: La creencia en la persistencia de la personalidad más allá de la muerte, representada en la Leyenda
del Tercer Grado.
Tres: El uso del simbolismo arquitectónico derivado del Arte Operativo.
Cuatro: El uso del secreto en los ritos, signos, toques y palabras.
Cinco: La democracia en la toma de decisiones y en las relaciones fraternales de las logias.
Seis: La agrupación de los hermanos en Logias dirigidas por un maestro y dos vigilantes.
Siete: El masón ha de ser varón, adulto, libre y de buenas costumbres.
Comparada esta nómina séptuple de landmarks con los 25 de Albert Mackey se comprende que es una
excelente síntesis. En esta monografía utilizaremos esta nómina de siete principios inmutables de la
hermandad según Betancourt, y ocasionalmente la de Mackey, dado que él desglosa demasiado algunos
puntos que deben ser resumidos.
El monoteísmo y la biblia deben ser examinados en primer lugar. Mackey los nombra con los números 19 y
21 en su nómina.
El reconocimiento de un solo Dios, creador por su Palabra o Verbo, del universo visible e invisible es la
piedra fundamental de todo el edificio doctrinal de la masonería. La unidad fraternal entre los hombres como
meta del quehacer de los masones es el reflejo operacional de esa realidad única, divina y trascendente. El
Uno se hace múltiple en la creación y la creatura racional debe reconocer su origen en ese Uno Supremo.
Tal como afirma el Deuronomio 6,4 y Marcos 12,29: “Oye, Israel, Yahveh, Nuestro Dios, Uno es”. (Shemá
Yisrael, Yahveh Elohenú, Yahveh Ehad).
Justamente las palabras “Uno” en hebreo: Ehad. Y “Amor”, Ahabah, tienen valor gematrico de 13, es decir,
kabalisticamente un poder equivalente, y la suma de ambos en hebreo es 26, que es la cifra del nombre de
Yahvéh. Por eso san Juan en su primera carta nos enseña que Dios es Amor dos veces: en el versículo 8 y
en el 16 del capítulo 4 de esa carta doctrinal.
El masón debe reconocer que detrás de todas las fuerzas y energías del universo hay Una sola Energía
Todopoderosa, Consciente y Omnipresente, cuya Esencia es Luz e Inteligencia infinita. Si el masón es un
ser inteligente y racional debe reconocer que esa inteligencia y esa racionalidad de su propia mente son la
imagen y la semejanza de Aquel Otro que le dio el Ser. Pues Dios es el que Es y el que otorga el ser.
Precisamente, Yahveh en hebreo significa el que hace ser, o el que da el ser o la vida. Y la Presencia de
ese Ser en las logias se grafica en el Ojo Omnisciente y en la Luz Eterna del Ara sobre la Biblia. Según
Moisés Maimónides la verdadera pronunciación del Nombre de cuatro letras o el tetragrama sagrado que
aparece en los collarines de los venerables maestros y dentro del Delta Luminoso se perdió muchos años
antes de Cristo.
De allí que los masones anden en busca de La Palabra Perdida, del Nombre de Dios que Moisés reveló sus
sacerdotes. Pero ese aspecto meramente histórico y accidental oculta otros hechos misteriosos de carácter
más profundo. Para los masones operativos y para los re-fundadores de 1717 el hecho de que los seres
humanos sean seres caídos de un plano superior como es el Paraíso o el Eden, les indicaba que el nombre
de Dios y un cierto conocimiento sobrenatural poseído por Adán y Eva en los orígenes también se perdió
con la Caída. Por tanto el ser humano al buscar la verdad metafísica y su propia redención anda en realidad
buscando lo que perdió con la caída desde ese plano superior de conciencia.
Así “los viajes misteriosos” a los cuatro puntos cardinales para buscar la sabiduría, o al maestro asesinado,
al Ser Divino y su Nombre o su propia esencia divina, es la síntesis de todo el drama masónico y el
reconocimiento de ese Dios del cual el hombre se separó, es base o sustento de la gran obra, pues un
viajero dentro del espacio-tiempo debe tener a lo menos una idea aproximada de la meta u objeto de su
viaje, o por lo menos una intuición de lo que busca. Esa es la fe masónica. Y este antiguo límite o landmark
está avalado por el testimonio de los grandes iluminados de la humanidad. Sean ellos los Profetas de la
Biblia o por el mismo Cristo, como también por Lao Tsé, Pitágoras, Parménides, Platón, Artistóteles,
Aknatón, Sánkara, Gautama Budha, Sri Krishna y Mohamed.
El Universo es un edificio cuya primera Piedra es Dios mismo. Saco esa piedra y el edificio universal se
convierte en un ente vacio de sentido y de significado para la masonería. Y los trabajos se hacen inútiles, y
mera distracción social.

Para ver trabajos similares o recibir información semanal sobre nuevas publicaciones, visite www.monografias.com
www.monografias.com

La idea de una piedra angular y fundacional del “universo-templo” o “cosmos-edificio”, con medidas a cordel,
está sugerida por un texto de la literatura sapiencial de la Biblia, en el capítulo 38, 4-7 del Libro de Job, en
palabras que Dios mismo le dirige al Patriarca.
Dice así:” ¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra?… ¿Quién ordenó sus medidas, si lo sabes? ¿O
quién extendió sobre ella cordel? … ¿O quién puso su piedra angular?... “. Si unimos estos conceptos con lo
de Proverbios 8,27 del Gesto Divino de trazar un círculo o circunsferencia sobre la faz del abismo, ya
podemos concebir la noción de Dios como Gran Arquitecto y Gran Geómetra del universo, más aún cuando
el propio san Pablo nos habla de una Jerusalén celestial cuyo Arquitecto y Constructor es Dios mismo, en
Hebreos 11,10.
En cuanto a la vida orgánica del planeta tierra la piedra angular de la vida es el ADN, que tiene cuatro
aminoácidos, en un reflejo de las cuatro letras del Nombre del Dios de Israel, YOD-HE-VAU-HE. Elohim ha
reemplazado en la práctica al nombre de Yahveh en las comunidades judías. Y en los grados capitulares de
la masonería también se usa como palabra sagrada y como palabra de pase. Lo mismo Adonai, Emanuel,
Saday, Iehosua, etc. Esas son las pistas que el masón tiene para guiarse en sus búsquedas metafísicas y
así no perder la ruta.
El Concepto de La Palabra Creadora o del Logos o Verbo de Dios (hebreo “Davar”), está presente en todo
el Antiguo y el Nuevo Testamento. Por ejemplo: El Salmo 33,6 nos dice: “Por la Palabra de Yahvéh fueron
hechos los cielos y la tierra y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca”. Y en Isaías 40,8 dice:
“Sécase la hierba, marchítase la flor, mas la Palabra del Dios nuestro permanece para siempre”. San Pablo
tiene la misma doctrina del Evangelio de San Juan 1,1 y siguientes. Así nos dice en los Hebreo 11,2: “…
entendemos haber sido constituido el universo por la Palabra de Dios, de manera que lo que se ve fue
hecho de lo que no se veía”.
El profeta Isaías reitera en el cap. 55,10-11: “Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no
vuelve allá, sino que riega la tierra y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra y pan al que
come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mi vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será
prosperada en aquello para que la envié”. En Génesis 1,3 dice: “Hágase la Luz y la Luz fue hecha”. Y en el
evangelio de Juan 1,3 nos enseña: “Todas las cosas por El (Verbo divino) fueron hechas y sin El nada de lo
que ha sido hecho fue hecho”.
“El Verbo carne se hizo” y se hizo hombre. Así la Palabra perdida fue recobrada, por la Encarnación del Hijo
de Dios. (Ev. de Juan 1,14). Pero la Palabra fue crucificada y muerta, pero resucitó pues su naturaleza es
inmutable y eterna y no puede ser alterada o destruida por la muerte. Tal como san Pablo nos informa, en
Hebreos 13,8: Jesucristo es el mismo hoy, ayer y por los siglos”. Y se confirma esa doctrina con lo que dice
Juan en el capítulo 8,58 de su evangelio: “antes que Abraham fuese, yo soy”. Y en el cap. 17,5 del mismo
evangelio, Cristo dice: “Ahora, pues, Padre, glorifícame tu al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo
antes que el mundo fuese”.
Así entramos en el segundo Landmark, que se define como la fe en la supervivencia del alma o la
persistencia de la persona más allá de la muerte. Lo cual es una convicción profundamente arraigada en la
memoria de la humanidad, en la mayoría de las religiones y que ha sido confirmada por valiosos aportes de
los parapsicólogos en el siglo XX-XXI en las llamadas Experiencias fuera del cuerpo de miles de personas
en todo el mundo, en situaciones cercanas a la muerte.
La leyenda del tercer grado, que se hace vivir a cada maestro masón al ingresar por primera vez en la
Cámara del Medio, es el drama que jamás debe olvidarse en los diversos ritos masónicos, pues nos vincula
con la iniciación egipcia y con determinados eventos de la historia del Antiguo y el Nuevo Testamento, que
pasaremos a analizar.
Milagros o prodigios de muerte y de resurrección de personas concretas se narran en varios capítulos de la
Sagrada Escritura. Y en varios de esos testimonios los protagonistas son realmente “Hijos de la Viuda”
como se denominan simbólicamente a los maestros masones.
Veamos: En el primer libro de los Reyes, unos 850 años antes de Cristo, el Profeta Elías resucitó a un niño,
el hijo de una viuda de Sarepta, en Sidón. (Primer Libro de Reyes 17,8 al 24). Y en Lucas 7,11 al 17 se
narra la resurrección de un joven fallecido,. Hijo de una viuda de Naín, por la acción taumatúrgica del propio
Maestro Galileo, el León de la Tribu de Judá, según los términos de Apocalipsis 5.5 utiliza para referirse a
Jesús. Ese nombre leonino no ha de ser extraño a ningún maestro masón, por razones ritualísticas bien
conocidas en el saludo entre maestros y en el alzamiento del cadáver desde la tumba.
Jesús mismo muere y resucita venciendo a la muerte y a la traición de uno de sus discípulos, y a la de su
propio pueblo, y resulta que él es un Hijo de la Viuda, pues a la fecha de su sacrificio José su padre ya
estaba fallecido y María de Nazaret era viuda. De manera que bíblicamente hablando hay varios notables
Hijos de la Viuda, no solo Horus o Hiram, que pasaron por la muerte y retornaron a la vida.

Para ver trabajos similares o recibir información semanal sobre nuevas publicaciones, visite www.monografias.com
www.monografias.com

Saliéndonos del contexto estricto de los Hijos de la Viuda muertos y resucitado, la Biblia narra varios otros
prodigios de muerte y resurrección de personas: Dos resurrecciones efectuadas por el sucesor de Elías, el
profeta Eliseo (segundo libro de Reyes, cap. 4,8 al 37, y cap. 13,20-21). La de Lázaro, narrada por Juan 11,
y sendas resurrecciones efectuadas por san Pedro y san Pablo, descritas en los Hechos de los Apóstoles,
cap. 9,36 al 42 y cap. 20,7 al 12.
La Biblia incluso nos aporta datos clarividentes respecto del vínculo energético que une al cuerpo físico con
el alma, que se corta a la hora de la muerte, en el Eclesiástés 12,6. Y nos impulsa a buscar a nuestro
Creador “antes de que el cordón de plata corte o las cadenas de plata se rompan”, al desprenderse el alma
del cuerpo o como diría un teósofo, al separarse el cuerpo astral del cuerpo carnal, para ir a vivir en un
plano superior, que para los masones es la Logia celestial o el Oriente Eterno.
Por lo tanto, la esperanza o la fe masónica en la inmortalidad o en la supervivencia de la persona o del alma
más allá de la muerte tiene una poderosa base escritural y un aval potente en la ciencia contemporánea, y
constituye un genuino landmark que la masonería jamás podrá cambiar sin perder su esencia y su conexión
con los Antiguos misterios. Dramatizar la muerte de Hiram es una columna inamovible del edificio sagrado
de la masonería universal. Allí está el corazón del misterio y sus añadiduras esotéricas correspondientes del
Simbolismo del Arte Operativo y del Secreto.
Según san Pablo en la Primera Carta a Timoteo 6,16, el único ser que posee inmortalidad por naturaleza
propia es Dios, que habita en Luz inaccesible. Y según el evangelio de san Juan 17,21 al 24, los que se
unifican con Cristo y con el Padre logran gozar de la inmortalidad. De allí resulta significativo el que los ritos
del tercer grado procuran que el alma del maestro masón se unifique dramáticamente con un maestro
mártir, que encarna tanto a Cristo como a Osiris, ambos resucitados e inmortales en el reino del espíritu. Se
trata por lo tanto del concepto teológico de inmortalidad por participación y por gracia, no por naturaleza o
derecho propio.
Tercero: El uso del simbolismo arquitectónico como alegoría moral y espiritual para enseñanza de las
doctrinas masónicas.
Es decir, es un Antiguo Límite para todos los masones del mundo el uso de la historia de la construcción del
templo de Jerusalén, por iniciativa del rey Salomón, y una larga de serie de símbolos tomados del Arte de la
Albañilería, la geometría, y de la Ciencia de la Arquitectura, de los cuales la Biblia está llena. Y que los
Profetas y Cristo también usaron para proclamar sus mensajes a Israel y a la Iglesia naciente.
En realidad el arte arquitectónico va jalonando toda la historia bíblica de la salvación. En las escrituras se
mencionan las piedras brutas en la confección del altar de doce piedras que usaban los judíos desde los
tiempos de Jacob y de Moisés. También se menciona la escuadra, el compás, la cadena, el mosaico, la
plomada, las columnas, el tabernáculo, la piedra angular, la ciudad de la verdad, el templo celestial o
arquetípico, canteros, albañiles, maestros, fundidores, reglas, martillos, cinceles.
Y los profetas mismos usaron esos objetos como símbolos de enseñanza moral y religiosa. Basta recordar
el caso de Amos, 7,7 y 8 ss. O Zacarías 8,3-4. O Zacarías 3,9. O Zac. 1,16. O la necesidad de hacer una
cadena, mencionada en Ezequiel 7,23. O en Primera Timoteo 3,15. O Efesios 2,19 al 22.
Transcribo este último texto por ser de gran importancia en el uso alegórico y practico del Arte en lo moral y
religioso: “Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de
la familia de Dios, EDIFICADOS sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra
de ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio , bien coordinado, va creciendo para ser un templo
santo en el Señor; en quién vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el
Espíritu”.
O aquel otro texto de la primera carta de san Pedro 2,-5: “Acercaos a él, Piedra Viva, desechada
ciertamente por los hombres, más para Dios escogida y preciosa, vosotros también, como Piedras vivas,
sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales, aceptables a
Dios por medio de Jesucristo…” .Y continúa en los mismos términos del arte real de la construcción otros
versículos que buscará el lector estudioso.
También los evangelios contienen textos relativos al arte de la construcción, como es el caso de Mateo
16,18:”Y yo también te digo, que tu eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia, y las puertas del
Hades no prevalecerán contra ella”.
El evangelio de Juan en su capítulo 2,14-22, nos narra que tras purificar el templo de Jerusalén expulsando
a los mercaderes del Atrio externo, Jesús dijo a quienes le criticaban por su acción y le piden una señal que
lo justifique:”..Destruid este templo y en tres días lo levantaré”. Los judíos le responden: “en 46 años se
edificó este templo y ¿tú en tres días lo levantarás?”. Más él hablaba del templo de su cuerpo. Por lo tanto
sus discípulos se acordaron que había dicho esto; y creyeron la Escritura y la palabra que Jesús había
dicho”.

Para ver trabajos similares o recibir información semanal sobre nuevas publicaciones, visite www.monografias.com
www.monografias.com

En el evangelio de san Lucas también hay ejemplos de esta docencia de Jesús que usa elementos del arte
de la construcción en sentido moral. Ver Lucas 14,28 al 30. O ver Mateo 7,24 al 29 acerca de construir la
propia vida sobre cimientos de roca o de arena. O Mateo 21,42 al 46, donde nos habla de la piedra angular
y las profecías.
Y suman y siguen muchísimos textos. Son tantos que resulta sorprendente la ceguera e insensatez de los
integrantes del Gran Oriente de Francia o de Uruguay, al eliminar la biblia y a Dios de sus talleres, y
pretender seguir siendo masones. Si estos hermanos buscan la verdad sin apoyo de las Escrituras y de los
tres primeros landmark digan que forman un Ateneo, o una Academia o un Liceo filosófico, o una logia
teosófica incluso, pero no son logias masónicas.
Cuarto Landmark: El uso del Secreto. Bien. La masonería no es una sociedad secreta, sino más bien una
sociedad que conserva o contiene algunos secretos. Sus ritos son secretos, sus toque de manos, signos y
palabras sagradas y de pase son secretas, pero tales prácticas con son relativamente secretas. Muchos de
esos contenidos están tomados de ritos egipcios, o judaicos, o cristianos o hindúes. Son secretos en la
práctica, no en la esencia. Y secretos que guardan relación con los grados de la institución o con los niveles
de conciencia de los que intentan comprender los misterios de la masonería. Los secretos se rompen de
acuerdo al mérito del buscador. Lo cual ya está bien explicado en la leyenda de la muerte de Hiram, quien
muere a manos de Compañeros que quieren conocer secretos de un grado de Ser y de Conocimiento que
no poseen y que quieren obtener por la violencia.
Jesús usó del secreto, para ocultar su mesianidad por un cierto tiempo, antes de su entrada triunfal en
Jerusalén, al final de su misión. Muchas veces hizo milagros y pidió a los que lo proclamaban mesías antes
de tiempo no lo hicieran. Era un secreto estratégico. También usó del secreto respecto a ciertas
experiencias místicas que fueron concedidas a los apóstoles más avanzados, como es el caso de Juan,
Pedro y Jacobo el mayor. La transfiguración de Jesús en Luz no debía contarse a nadie hasta que su misión
estuviera terminada.
Ciertas verdades demasiado profundas para el vulgo no debían decirse públicamente. Por eso el Evangelio
de Mateo 7,6 contiene una frase de Cristo que dice: “No deis vuestras perlas a los cerdos ni lo santo a los
perros”. El propio Juan dice en su evangelio que Jesús se abstiene de comunicar misterios o verdades del
Reino deDios a sus discípulos porque no podrían sobrellevarlas o comprenderlas. (Ev. de Juan 16,12-13).
Pero el Espíritu de la Verdad, os guiará a toda la Verdad…”. La masonería es, pues, un instrumento del
Espíritu de la Verdad puesto por la Providencia de Supremo Arquitecto para guía de los hombres que
buscan la Luz de lo Alto.
El Apocalipsis también menciona secretos que son propios del nivel de conciencia de quien los obtiene,
como es el caso de la piedrecita blanca que contiene un nombre nuevo que nadie conoce sino aquel que lo
recibe.(Ap. 2,17) O claves de comprensión que sólo entienden los iniciados, como es el número de la bestia
666. O el nombre en hebreo de Cesar Neron.(Ap. 13,18).
Corroborando lo dicho sobre la madurez o inmadurez del discípulo para tener derecho a un conocimiento
superior, el propio san Pablo, en la Primera carta a los Corintios 2,6-7 nos habla de un nivel iniciático de la
gnosis o del conocimiento espiritual de los discípulos de Jesucristo.
“Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez, y sabiduría no de este siglo, ni de
los príncipes de este siglo, que perecen Más hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la
cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria”.
Es decir, para los inmaduros ese conocimiento es secreto. Y justifica la tradición masónica de las edades
simbólicas de tres años para el aprendiz, cinco para el compañero y siete años o más para los maestros,
sean capitulares o no.
Finalmente, el secreto está vinculado al silencio y a la sagrada Presencia de Dios. En el Primer libro de
Reyes 6,7 se dice que en el sitio de construcción del Templo de Jerusalén, no se escuchó nunca ruido de
martillos o de hachas, pues las piedras y las maderas llegaban al lugar de su destino terminadas y listas
para ubicarse en el lugar que les correspondía en el sagrado edificio. De allí surge la importancia de los
períodos de meditación para los masones que realmente quieran avanzar por el sendero de perfección
espiritual. Y el silencio en logia, cuando lo ordena el venerable maestro.
El secreto corresponde a la intimidad del Conocimiento de Dios y de sus amigos los patriarcas y los
profetas. Así se nos informa en diversos lugares del Antiguo Testamento. Deuteronomio 29,29. Job. 11,6-7.
Amós 3,7. Jeremías 23,18. Jeremías 23,22.
De allí que la masonería refleja en su sistema una cadena progresiva de secretos esotéricos que van
revelando como en una escalera de Jacob, los distintos niveles de Conciencia que existen en el Universo
interior, representado por los Ángeles que suben y bajan por esos escalones misteriosos descritos en
Génesis 28,10 al 22. Esa es la razón por la cual se nos dice en el grado 33 del Rito Escocés Antiguo y

Para ver trabajos similares o recibir información semanal sobre nuevas publicaciones, visite www.monografias.com
www.monografias.com

Aceptado que el Maestro de ese Grado “Conoce al Arquitecto del Universo”. Pues en el Sueño hiperlúcido
del Patriarca Yahvéh estaba en el último y más alto nivel de la escalera.
Quinto: La democracia como fundamento de las relaciones fraternales.
La masonería es una organización fraternal, de hermanos iguales, con derechos y deberes semejantes en
sentido general, pero como organización jerárquica hay diferencias de grados y de funciones. Es una
gerontocracia, en que la democracia es colegiada, no universal, pues los aprendices y compañeros no
tienen plenos derechos en el ejercicio del derecho de voz y voto dentro de las logias. Los balotajes para
elegir hermanos para cargos dentro de la institución se hacen solo en las Cámaras del Medio, formadas sólo
por maestros. Salvo temas irrelevantes de la vida diaria de las logias en que se consulta a los aprendices y
compañeros.
Hay relaciones fraternales igualitarias con derechos de opinión pero no de voto en asuntos de otras logias,
en caso de visitas a otros talleres. Pero las jerarquías son gravitantes en autoridad e influencia, y los
hermanos se someten de buen grado a sus superiores.
Israel era una teocracia unida a una gerontocracia, pero se requería lo que se llama una aclamación popular
en ciertos momentos, o el voto favorable acompañado de un juramento de las cabezas de familias o de
tribus para respaldar las decisiones de los líderes carismáticos que aparecían de tiempo en tiempo en la
historia de los judíos.
Justamente con el profeta Samuel, con Saúl y David, se observa un comienzo de consensos democráticos
en la historia de Israel. El pueblo en masa le pide a Samuel profeta que nombre un rey, el no lo acepta, pero
el pueblo insiste y el profeta acepta y les escoge un rey, a Saúl.(ver capítulos 8 y 9 del Primer Libro de
Reyes).
Pero el comportamiento de este rey resulta ser deficiente y el profeta lo descalifica y deja de darle respaldo.
Y escoge a David en secreto, (Cap. 16 del Libro Primero de Samuel). Pero la decisión de Dios y del profeta
debió ser respaldada posteriormente por la totalidad de las doce tribus tras la muerte de Saúl en batalla
contra los filisteos, para que David pudiera ser coronado como monarca. (Ver cap. 5 del Segundo Libro de
Samuel).
El sanedrín, otra institución establecida por Moisés, compuesta por 70 ancianos, tomaba decisiones
judiciales por mayorías. Son democracias calificadas, es decir, compuestas por personas de un cierto nivel
de conocimientos, que integran una especie de colegio dirigente. Eso es el origen de la democracia
masónica, además de observar los procedimientos de la cámara de los Comunes y de los Lores en
Inglaterra.
Otro tipo de democracias colegiadas es el cuerpo de Cardenales de la Iglesia Católica, o las elecciones que
se llevan a efecto en las asambleas conciliares, entre obispos del mundo entero o continentales.
Lo mismo ocurre con los Conventos masónicos. O convenciones que las diversas órdenes organizan para
diversos fines. Sólo concurren jefes de logias, o solo maestros, no aprendices ni compañeros. Es decir, se
trata de una democracia DENTRO de los Landmark, con “límites” que preserven el espíritu o la esencia de
la institución. Y es bueno y sano que así sea.
Israel es una teocracia con apoyo popular. Lo mismo ocurre con el Reino de Judá al sur. La masonería es
una gerontocracia confirmada por una democracia colegiada. Ambos grupos humanos tienen la misma fe y
reglas de gobierno parecidas, apoyadas en leyes escritas y consuetudinarias o no escritas, pero respetadas
por la mayoría de los hermanos y de las logias del mundo.
Sexto Landmark: Los masones se deben reunir en agrupaciones llamadas Logias, las que deben estar
dirigidas o gobernadas por un Maestro y dos Vigilantes.
La iglesia primitiva tras la muerte y resurrección de Cristo estuvo dirigida por los tres más grandes
apósteles, que habían alcanzado el más alto grado de iluminación en la montaña de la Transfiguración:
Juan, Simón Pedro y Jacobo el mayor, eran quienes habiendo entrado en la nube de luz de la Shejinah que
apareció en el monte Tabor, y habían tomado el gobierno de la Iglesia en sus manos. El concepto de Logia
y de Iglesia son semejantes. Una comunidad masónica es una iglesia, o un colegio de enseñanza rabínica,
es decir, a cargo de un rabino o maestro.
El Nuevo Testamento nos da la noticia de que estos tres apóstoles eran considerados como las tres
Columnas principales de la comunidad del Rabí de Nazaret.(Gálatas 2,9). Se trataba de una típica escuela
de profetas de ambos sexos. Bautizados, Diáconos, y Presbíteros eran los tres grados fundamentales de la
hermandad naciente. Y uno de los presbíteros era escogido como el primero entre sus iguales, para
supervisar las tareas de los otros presbíteros, y se les llamaba obispos o epíscopos, o vigilantes, (Griego
“Episcopein”, el que mira de arriba o por encima), o supervisores.
Por eso en los talleres o logias los sitiales del Venerable Maestro y de los dos Vigilantes tienen 7, 5 y 3
escalones o gradas que los ponen más altos que el resto de los hermanos y a ellos se les solicita
autorización para hablar, es decir, hacer uso del Verbo o Logos, raíz de la palabra Logia.

Para ver trabajos similares o recibir información semanal sobre nuevas publicaciones, visite www.monografias.com
www.monografias.com

Iglesias o comunidades pequeñas tenían un solo presbítero a cargo, pero otras más grandes tenían varios
presbíteros en el gobierno y servicios religiosos de la comunidad. Desde muy temprano los obispos fueron
considerados como los sucesores de los apóstoles, es decir, de estas tres columnas ya mencionadas antes.
Y también debemos recordar que el propio san Pablo se sabía Maestro Masón, pues en una de sus
epístolas se nombra a sí mismo como tal. (Prim. Corintios 3,9-10). Por tanto, si Pablo, Juan y Pedro usan
lenguaje alegórico de arquitectos para hablar de sus tareas pastorales como dirigentes de las comunidades,
se entiende toda la Biblia contiene el espíritu de la masonería y sus sistemas de gobierno, y no solo el
Antiguo Testamento con la construcción del templo de Jerusalén con la supervisión de Salomón, Hiram Abí
e Hiram el Rey de Tiro.
Desde otro punto de vista el Nuevo Testamento nos informa de que la Autoridad dentro de las comunidades
cristianas eran ejercidas por tres tipos de servidores en jerarquía vertical: Eran Los Obispos, los Presbíteros
y los Diáconos. Lo cual concuerda con la jerarquía del Venerable maestro, el Primer Vigilante y el Segundo
Vigilante. Y con el uso de muchas logias en que tienen oficiales menores llamados Diáconos como
reminiscencia de aquellos usos y costumbres ancestrales.
Y desde luego el interrogatorio que los diáconos responden ante el Venerable Maestro, nos informa de un
trabajo en planos distintos de órdenes y comunicaciones entre los tres jerarcas que dirigen la logia.
Asi se conserva la idea central de la jerarquía y la parte del gobierno de las logias que corresponden al
Venerable y al Primer y Segundo Vigilante.
Es decir, Un Triangulo humano gobierna las logias del mismo modo en que La Santísima Trinidad
simbolizada en el Delta Sagrado gobierna el universo visible e invisible. Y nuevamente el principio o ley de
correspondencia “como es arriba es abajo” se cumple en la organización de las logias. Ese es un landmark
operativo de carácter permanente, sagrado e inmutable. Es el Nuevo Testamento el que nos informa del
gobierno del Universo por el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo, así como el gobierno tripartita de la iglesia
primitiva por obispos, presbíteros y diáconos. Ese es el fundamento escritural de este sexto landmark.
Este criterio de usar la ley de correspondencia entre el cielo y la tierra no es extraño al pensamiento de san
Juan, pues se menciona en la primera epístola de Juan, cap. 5, vers. 7 y 8, donde dice: “Porque tres son los
que dan testimonio en el cielo: El Padre, el Verbo y el Espíritu Santo, y los tres son uno. Y tres son los que
dan testimonio en la tierra, el Espíritu, el agua y la sangre, y esos tres concuerdan”. Así el Venerable
Maestro es el Espíritu, el Agua es el Primer Vigilante y la sangre es el Segundo Vigilante. Así pues,
debemos rendir homenaje al profundo conocimiento escritural de los fundadores de los ritos masónicos.
Siete: El masón debe ser varón, adulto, libre y de buenas costumbres.
Mirada superficialmente la Biblia es un documento machista, de una religión para hombres, en que las
mujeres quedan relegadas a un segundo plano, y como tal se justifica el landmark que establece que la
masonería debe estar constituida por hombres que forman logias de primer nivel y que las mujeres solo
pueden participar en algunas logias de adopción, o de caridad social, o separadas de los hombres.
Pero no es el criterio de Dios ni el de Jesucristo, el Verbo de Dios hecho hombre. El aceptó mujeres
discípulas y en el Antiguo Testamento se mencionan mujeres profetizas y reinas que gobiernan a Israel sin
marido. Débora, Hulda, como videntes. Judit como guerrera, la reina de Saba, Atalía, etc. Reinas heroínas
como Ester son ejemplos inmortales, que se unen a otras mujeres notables del Nuevo Testamento.
María de Magdala, la mensajera de la resurrección de Cristo y discípula destacada, Febe, la diaconiza de la
iglesia de Cencrea. Los Hechos de los Apóstoles mencionan a cuatro mujeres profetizas, hijas del Diacono y
evangelista Felipe. (Hechos 21, 8 y 9). Y diversas mujeres que acompañan a los doce apóstoles en sus
viajes y que siguen a Cristo. (Lucas 8, 1 al 3).
Los ritos cristianos se celebraban para ambos sexos en el mismo lugar, casa o templo. Solo los grados
superiores de la jerarquía como son los presbíteros y los obispos no se daban a las mujeres. Pero podían
ser diaconizas. (Rom. 16,1).
Vamos más atrás en el tiempo. En el Génesis, en el sueño de José la madre es simbolizada por la Luna y el
Padre por el sol, y esos dos símbolos están al oriente de los templos masónicos del mundo entero, junto al
ojo de Dios, para significar las luces masculinas y femeninas que deben alumbrar a la logia entera. Las dos
columnas, una masculina y la otra femenina, Boaz y Jakin , son los apoyos y las energías necesarias para
un trabajo masónico justo y perfecto.
Es rigurosamente ético el que se diga que el candidato a la masoneria debe ser adulto, libre y de buenas
costumbres, pero insistir en la condición masculina para marcar la regularidad masónica es un anacronismo.
El mismo san Pablo dice, en Gálatas 3, 26 al 28, comentando los efectos del bautismo : “…pues todos los
que habeis sido bautizados (o iniciados) en Cristo, de Cristo estais revestidos, PUES YA NO HAY JUDIO NI
GRIEGO, NI ESCLAVO NI LIBRE, NO HAY VARON NI MUJER, PORQUE TODOS SOIS UNO EN CRISTO
JESÚS”. Eso es fraternidad real, y sin embargo los masones siguen negando este texto claro y definitivo de

Para ver trabajos similares o recibir información semanal sobre nuevas publicaciones, visite www.monografias.com
www.monografias.com

la doctrina, simplemente amparados en criterios de trabajadores medievales del arte operativo que quedo
atrás.
Con ese criterio el valor iniciático del bautismo sería superior al de la iniciación masónica y eso, para los que
saben no puede ser.
Es contradictorio con la doctrina esotérica y kabalística la insistencia en esas viejas costumbres que no
constituyen principios eternos como los landmark anteriores. Dejar a las mujeres fuera de las logias y
declarar irregulares a las logias que las reciben es una verdadera “irregularidad” contraria a las leyes del
universo visible e invisible. Se rompe el principio de la fraternidad y de la igualdad que la propia sociedad
profana ya acepta desde hace mucho tiempo.
Ser libre y de buenas costumbres significa, en términos bíblicos, no ser esclavo, y tener honradez moral, lo
cual es otra manera de ser justo, en términos escriturales. El pueblo judío, como el pueblo masónico, ha de
cumplir con los preceptos del decálogo y de toda justicia, lo mismo el pueblo cristiano, y cualquier seguidor
del Código de Manú o de las Reglas de Confucio, o las de Pitágoras, o las de Patanjali, o la ley del Dharma
búdico.
La ley eterna está escrita en lo profundo del alma humana, pero las debilidades humanas, la los malos
ejemplos ambientales, la ignorancia, impiden leer esa ley oculta en el corazón, y se necesitan entonces los
maestros, los pastores, los profetas, que enseñen exteriormente esa ley para que sea vivida y practicada en
todos los ambientes, incluidas las logias masónicas. Todo el simbolismo apunta hacia ese objeto, el cual ya
está señalado en el landmark número 3, de usar el simbolismo arquitectónico en sentido moral y espiritual.
Efectivamente, la Biblia, en el Antiguo Testamento, establece que los picapedreros y los albañiles que
participaron en la construcción del Templo de Salomón eran varones, no esclavos, gente de buenas
costumbres. Y también establece que sólo los hombres van a la guerra y sólo los hombres actúan como
sacerdotes. Eso da pie a los tradicionalistas de las distintas órdenes masónicas a insistir en el género
masculino de los miembros de las logias.
Sin embargo, en la sociedad profana existen mujeres arquitectos, mujeres policía, mujeres soldados,
políticas, periodistas, médicos; incluso la iglesia anglicana ya tiene mujeres obispos y presbíteros. Y en
diversas Ordenes Iniciáticas como la Orden Hermética del Amanecer Dorado y en las Ordenes Rosacruces,
muy cercanas a la masonería, hay mujeres maestros y sacerdotisas. Ellas están más cerca del ideal de
fraternidad real señalada en Gálatas 3, 26-28, y del ideal iniciático que la masonería masculina.
Evolucionar sin perder la esencia de la institución es el secreto, y evolucionar en la dirección de las leyes
divinas expresadas en la Biblia es la ruta que algún día las logias estrictamente masculinas habrán de
tomar. No obstante, la esencia del landmark es que los candidatos a la iniciación masónica sean seres
humanos de limpia conducta, de integridad moral, de espíritu creyente, sin prejuicios que obstaculicen el
desarrollo del plan de estudios de la masonería y su perpetuación en el tiempo.
Recapitulando y expandiendo las ideas respecto de los landmark masónicos debe hacerse notar que
algunos masones, muy cercanos al pensamiento del Gran Oriente de Francia y de Uruguay, opinan que los
landmark son un molesto anacronismo que impide la fraternidad universal. Que sólo abandonando el
nombre del Gran Arquitecto del Universo y el uso de la Biblia en las Aras de los Talleres se podría ejercer
una verdadera fraternidad universal. Y eso es un error, pues significa cortar todas las raíces espirituales y la
identidad de la institución de un modo tan grave que ya la masonería dejaría de ser lo que es. Y mejor se
podría llamar un Rotary Club o una Sociedad Teosófica, o una Academia Platónica-búdica-vedántica, de las
que ya hay varias.
En realidad se trata de que la tolerancia en masonería es TOLERANCIA CON LANDMARK, ES DECIR,
TOLERANCIA QUE NO DESTRUYA LA ESENCIA DEL TRABAJO MASÓNICO. Es tolerancia y fraternidad
dentro de la Ley Cósmica, tal como ella está expresada en los libros sagrados. Unir a los hombres también
es ordenarlos y ponerlos en sintonía con la luz y con la ley eterna revelada por Jesucristo, el Verbo de Dios,
Moisés, y otros iluminados a través de la historia. Una célula o un grupo de células que no obedecen a las
leyes del organismo universal o del Cuerpo resurrecto de Osiris son un elemento canceroso contrario a ese
Ser, Sanga o Cuerpo Místico de Cristo. Esas leyes son los landmark. Son las leyes que garantizan la
circulación de la vida del espíritu masónico en las logias del mundo entero.

Autor:
Fernando Edmundo del Cármen Laredo Cárter
felaredo@gmail.com

Para ver trabajos similares o recibir información semanal sobre nuevas publicaciones, visite www.monografias.com
www.monografias.com

Los 25 Landmarks, Mackey

Los Landmark según la codificación de Albert Gallatin Mackey publicada en 1858 en la revista trimestral
americana de la Francmasonería.

Los medios de reconocimiento son, de todos los Landmark, los más legítimos e incuestionables. No admiten
variación. Y si alguna vez han sufrido alguna alteración o adición, la maldad de tal violación de la ley
antigua, se ha manifestado posteriormente por sí misma.

II

La división de la Masonería Simbólica en tres grados es un Landmark que ha sido conservado mejor que
cualquier otro; aunque también en este caso el espíritu malévolo de la innovación ha dejado sus huellas. Y
por medio de la dilaceración de sus partes concluyentes del tercer grado, ha originado la falta de
uniformidad con respecto a la enseñanza final del grado de Maestro. Y el Arco Real de Inglaterra, Escocia,
Irlanda y América, así como los altos grados de Francia y Alemania, están formados para diferir en el modo
en que conducen al neófito a la consumación suprema de toda la Masonería Simbólica. En 1813, la Gran
Logia de Inglaterra vindicó el Landmark, decretando solemnemente que la Masonería del gremio antiguo
constaba de tres grados: aprendiz iniciado, compañero del gremio y maestro masón, incluyendo el Arco
Real Sagrado. Pero esta dilaceración jamás ha sido cicatrizada, y el Landmark, aunque reconocido en su
integridad por todos, aún continúa siendo violado.

III

La leyenda del tercer grado es un Landmark importante, cuya integridad ha sido bien preservada. No existe
Rito de la Masonería, practicado en cualquier país o idioma, en el que los elementos esenciales de esta
leyenda no se enseñen. Las lecturas pueden variar y, en efecto, su cambio se verifica constantemente. Pero
la leyenda, substancialmente, ha permanecido siempre la misma. Siendo necesario que así sea, pues la
leyenda del Arquitecto del Templo constituye el punto esencial e identidad de la Masonería. Cualquier Rito
del que fuese excluido o alterado materialmente, cesaría desde ese momento, por la exclusión o alteración,
de ser un Rito masónico.

IV

El Gobierno de la Fraternidad por medio de un presidente llamado Gran Maestro, el cual es elegido del
cuerpo del gremio, es el cuarto Landmark de la Orden. Muchas personas suponen que la elección del Gran
Maestro se efectúa como consecuencia de una ley o reglamentación de la Gran Logia. Pero ese no es el
caso, en absoluto. El cargo debe su existencia al Landmark de la Orden. Los Grandes Maestros o las
personas que desempeñan las funciones bajo diferente pero equivalente título, se encuentran en los
registros de la institución desde mucho antes de que las grandes logias fueran establecidas. Y si el sistema
actual de gobierno legislativo de las grandes logias fuese abolido, aun seguiría siendo necesario el Gran
Maestro.

La prerrogativa del Gran Maestro de presidir todas las asambleas del gremio, en cualquier lugar y en
cualquier tiempo, es la quinta señal. Es, en consecuencia, de esta ley derivada de la costumbre antigua y no
de ningún mandato especial, por lo que el Gran Maestro asume el Poder o, como se llama en Inglaterra, el
Trono, en todas las reuniones de la Gran Logia. Y de ella le viene el derecho también a presidir todas las
logias subordinadas en las que esté presente.

VI

Para ver trabajos similares o recibir información semanal sobre nuevas publicaciones, visite www.monografias.com
www.monografias.com

La prerrogativa del Gran Maestro de conceder dispensa para conferir grados en ocasiones irregulares, es
otro y muy importante Landmark. Conforme a las normas establecidas por la ley de la Masonería se
requiere un mes u otro período determinado, entre la presentación de la petición de aumento de grado y la
elevación del candidato. Igualmente ha de pasar un tiempo mínimo para pasar de un grado al superior. Pero
el Gran Maestro tiene poder para dispensar del cumplimiento de esos períodos y permitir que el candidato
sea iniciado a un grado superior. Esta prerrogativa la poseía el Gran Maestro desde antes de la existencia
de la ley que marca los períodos de cadencia, y como ninguna norma puede degradar sus prerrogativas,
aún conserva el poder.

VII

La prerrogativa del Gran Maestro de dar dispensas para la apertura o disolución de las logias es otro
Landmark. Puede conceder, en virtud de esto, a un número suficiente de masones, el privilegio de reunirse
en asamblea y conferir grados. Las logias de este modo establecidas, se llaman logias de dispensación.

VIII

La prerrogativa del Gran Maestro de crear masones a primera vista es un Landmark que está íntimamente
relacionado con el anterior. Existe un mal entendimiento en relación con este Landmark que ha llevado, a
veces, a negar el mantenimiento de esta prerrogativa en la jurisdicción donde tiene su sede el Gran
Maestro. Pero debe de quedar claro el derecho a ejercer dicha prerrogativa sin la oposición u observación
menor.

IX

La necesidad de los masones de congregarse en las logias es otro Landmark No debe entenderse con esto
que la señal antigua ha sido formada como consecuencia de la organización permanente de logias
subordinadas, rasgo característico de la organización masónica en nuestros días. Las señales de la Orden
prescriben desde siempre que el masón debe periódicamente congregarse con el propósito de realizar el
trabajo activo o especulativo, y que estas congregaciones se llaman logias. Antiguamente, estas juntas eran
extemporáneas y se reunían para fines específicos, disolviéndose una vez cumplido el objetivo;
separándose por lo tanto los hermanos y reuniéndose en otras ocasiones u en otros lugares, de acuerdo
con la necesidad o circunstancias. Los poderes de constitución, estatutos, oficiales permanentes, y
reuniones anuales son innovaciones modernas fuera del todo de las señales, y dependientes totalmente de
los actos especiales de un período comparativamente reciente.

El gobierno del gremio, siempre que se congrega la Logia, por el Maestro y dos Vigilantes, es también una
señal. La congregación de masones reunidos bajo cualquier otro gobierno, por ejemplo, como el de
presidente y vicepresidente, o regidor y subregidor, no sería reconocida como Logia. La presencia del
Maestro y de los dos Vigilantes es tan esencial para la válida organización de la Logia como el Poder de la
constitución en nuestros tiempos. Los nombres, por supuesto, varían en los diferentes idiomas. Pero los
oficiales, su número, prerrogativas y deberes son en todas partes idénticas.

XI

La necesidad de que siempre que se reúnan todas las logias, sean debidamente vigiladas, es una señal
importante de la Institución que jamás se olvida. La necesidad de esta ley tiene su origen en el carácter
esotérico de la Masonería. Por lo tanto, el deber de guardar la puerta y vigilar a los cobardes y escuchas es
antiguo y, por lo mismo, constituye una señal.

XII

El derecho de todo masón de ser representado en todas las juntas generales del gremio, y de instruir a su
representante, es la señal duodécima. Anteriormente, estas juntas, que por lo general se reunían una vez al
año, se llamaban asambleas generales y a toda la fraternidad, aun al aprendiz iniciado más joven, se le

Para ver trabajos similares o recibir información semanal sobre nuevas publicaciones, visite www.monografias.com
www.monografias.com

permitía estar presente. Ahora se llaman "Grandes Logia" y únicamente los Maestros y Vigilantes de las
logias subordinadas son admitidos. Pero esto es simplemente como representante de sus miembros.
Originalmente, cada masón se representaba por sí mismo. En la actualidad es representado por sus
oficiales.

XIII

El derecho de todo masón de apelar a la decisión de sus hermanos de logia, a la Gran Logia o Asamblea
General de masones, es una señal sumamente esencial para la preservación de la justicia, y para evitar la
opresión. Algunas Grandes Logias modernas, al adoptar el reglamento de que la decisión de las logias
subordinadas, en caso de expulsión no puede diferirse por medio de apelación, viola incuestionablemente la
señal, así como los principios del gobierno justo.

XIV

El derecho de todo masón de visitar y sentarse en todas las logias regulares es una señal incuestionable de
la Orden. A esto se le llama el derecho de visita. Este derecho, por supuesto, puede ser alterado o
suspendido en casos especiales y por diversas circunstancias. Pero cuando se niega la admisión a un
masón en el pleno disfrute de sus derechos, es necesario que se deba a alguna razón suficiente y
razonable, y deberá exponerse el porqué de la violación de lo que es, en general, un derecho masónico,
fundado en las señales de la Orden.

XV

Es una señal de la Orden, que ningún visitante desconocido de los hermanos como masón, puede entrar en
la logia sin pasar primero por el examen, de acuerdo con la costumbre antigua. Por supuesto, si el visitante
es conocido de algún hermano de los presentes como masón en uso de sus derechos, y si ese hermano
testifica sus calificaciones, puede dispensársele del examen, pues la señal se refiere únicamente a los
casos de extraños.

XVI

Ninguna logia puede intervenir en los asuntos de otra logia, ni conferir grados a hermanos que sean
miembros de otra logia. Esto es indudablemente una señal antigua, fundada en los grandes principios de la
cortesía y bondad fraternal, que son la base de nuestra institución. La señal ha sido reconocida repetidas
veces en épocas posteriores, de conformidad con las disposiciones de los estatutos y decretos de todas las
Grandes Logias.

XVII

Es una señal que todo francmasón está sujeto a las leyes y reglamentos de la jurisdicción masónica en que
reside, a la vez que no puede no ser miembro de ninguna logia. La falta de afiliación no excluye al masón de
la sujeción a la jurisdicción masónica.

XVIII

Ciertas calificaciones de los candidatos para la iniciación se derivan de la Señal de la Orden. Estas
calificaciones se refieren a que debe ser un hombre no mutilado; de nacimiento libre, y de edad madura. Por
consiguiente, la mujer, el que ha perdido el uso de sus facultades, el esclavo o el que ha nacido en
cautiverio, están descalificados para la iniciación en los ritos de la Masonería. Los estatutos, es cierto, han
decretado de vez en cuando, ya sea vigorizando o explicando estos principios. Pero las descalificaciones
provienen de la propia naturaleza de la Institución masónica y de sus enseñanzas simbólicas, y han existido
siempre como señales.

XIX

La creencia de la existencia de Dios como el Gran Arquitecto del Universo, es una de las más importantes
señales de la Orden. Ha sido siempre admitido que la negativa de la existencia del Poder Supremo como

Para ver trabajos similares o recibir información semanal sobre nuevas publicaciones, visite www.monografias.com
www.monografias.com

Autoridad Preeminente es una descalificación absoluta para la iniciación. Los anales de la Orden nunca han
otorgado hasta la fecha, ni podría contemplar el caso de que un ateo declarado fuese constituido masón.
Las mismas ceremonias de iniciación al primer grado prohíben y desde luego impiden la posibilidad de tal
incidente.

XX

Subsidiaria a esta creencia en Dios, como una señal de la Orden, existe la creencia de la resurrección a la
vida futura. Esta señal no es impresa tan positivamente al candidato por las palabras exactas como la
precedente. Pero la doctrina que se enseña por inducción es perfectamente clara, y comprende el sistema
entero del simbolismo de la Orden. El creer en la Masonería, y no creer en la resurrección, sería una
anomalía absurda que solamente podría explicarse por medio de la irreflexión, pues aquel que confunde de
este modo su creencia y su escepticismo, es tan ignorante del significado de ambas teorías, como si no
tuviese principio racional para el conocimiento de una cosa o de la otra.

XXI

Es una señal que el Libro de la Ley debe constituir una parte indispensable del mobiliario de toda Logia.
Digo deliberadamente Libro de la Ley, porque no se requiere que en todas partes se usen los Testamentos
Nuevo y Antiguo. El Libro de la Ley es ese volumen que, por religión del país, se cree contiene la voluntad
manifiesta del Gran Arquitecto del Universo. Por lo que, en todas las logias que existan en los países
cristianos, el Libro de la Ley se compone del Antiguo y Nuevo Testamento. En un país donde el judaísmo
fuese la fe predominante, el Antiguo Testamento sería suficiente y, en los países mahometanos y entre los
masones mahometanos, podría ser sustituido por el Corán. La Masonería no pretende interponerse con la fe
religiosa de sus discípulos, excepto en los que se relaciona con la creencia en la existencia de Dios, y en lo
que necesariamente se relaciona con esa creencia. El Libro de la Ley es para el masón Especulativo su
tablero de trazado espiritual pues sin este no puede laborar. Y cualquier cosa que cree ser la voluntad
manifiesta del Gran Arquitecto constituye para él este tablero espiritual, y debe estar siempre delante de él
en sus horas de labor especulativa, pues es regla y guía de su conducta. Por consiguiente, la señal,
requiere que el Libro de la Ley, código religioso de la misma especie, designado como el ejemplar de la
voluntad manifiesta de Dios, debe formar una parte esencial en el mobiliario de toda logia.

XXII

La igualdad de todos los masones es otra señal de la Orden. Esta igualdad no se refiere a ninguna
subversión de esas graduaciones del rango que han sido constituidas por el uso de la sociedad. El monarca,
el noble, o el caballero, tiene derecho a ese afecto y, por lo mismo, se le otorga el respeto, que corresponde
justamente a su posición. Pero la doctrina de la igualdad masónica implica que, como hijos de un Padre
supremo, nos reunimos en la logia con la misma igualdad, bajo esa igualdad en la que todos nos
conducimos a un sólo fin predestinado. Pues,en la logia, los verdaderos méritos reciben más respeto que
una opulencia infinita, y la virtud y la inteligencia únicamente los que serían recompensados con la
preeminencia. Una vez que laslabores de la logia hayan terminado, y los hermanos se hayan retirado de su
soledad pacífica para confundirse de nuevo con el mundo, cada uno vuelve a su posición social y ejerce los
privilegios de ese rango, cuyas costumbres le otorga la sociedad.

XXIII

La discreción de la Institución es otra señal y la más importante, de forma que la discreción absoluta es algo
inherente a la Masonería, existiendo con ella desde su misma fundación, y protegida por ella por medio de
sus señales antiguas. Si es desposeída de su carácter secreto pierde su identidad y cesa de ser
Francmasonería. Por consiguiente, todas las objeciones que puedan hacerse a la Institución en lo relativo a
su discreción deben de ser rechazadas. Sin prestar atención a los muchos torpes y mal intencionados que,
por cuestión de conveniencia, intenten desposeerla de su carácter secreto, tomando las medidas que hagan
siempre imposible la perdida de la señal, aún en el caso en el que ésta no se interpusiera ante nosotros
como obstáculo. Por que un cambio de tal naturaleza ocasionaría el suicidio social y la muerte de la Orden.
La Francmasonería, que como asociación secreta ha vivido inalterable por signos, no permanecería por
muchos años como una sociedad libre y abierta.

Para ver trabajos similares o recibir información semanal sobre nuevas publicaciones, visite www.monografias.com
www.monografias.com

XXIV

La ciencia especulativa aplicada al arte activo, el uso simbólico y la explicación de los términos de ese arte
con los propósitos de enseñanza religiosa o moral, constituyen otra señal de la Orden. El templo de
Salomón fue la cuna simbólica de la Institución, y, por lo tanto, la referencia de la Masonería activa que
construyó ese magnífico edificio, a los materiales y herramientas que fueron empleados en su construcción,
todas son partes componentes y esenciales de la Francmasonería que no podrían substraerse de ella sin
ocasionar la destrucción completa de la identidad entera de la Orden. Por lo que, todos los Ritos
comparativamente modernos de la Masonería, como quiera que difieran en otros conceptos, conservan
religiosamente esta historia del Templo y estos elementos activos.

XXV

La última señal y complemento de todas es que estas señales nunca pueden ser cambiadas. Nada puede
ser sustraído de ellas -y nada puede ser adherido a ellas-. Ni la menor modificación puede efectuarse en
ellas. Del mismo modo que nos fueron otorgadas por nuestros predecesores, del mismo modo estamos
obligados por los compromisos más solemnes del deber a trasmitirlas a nuestros sucesores. Ni un sólo
ápice de estas leyes escritas puede ser revocado o abolido pues, en lo que se refiere a ellas, no solamente
estamos obligados, sino que deseamos adoptar la frase de los atrevidos barones antiguos de Inglaterra
Nolumus leges mutari.

Para ver trabajos similares o recibir información semanal sobre nuevas publicaciones, visite www.monografias.com

También podría gustarte