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El futuro del petróleo y su reto crucial para la sustentabilidad

Nuestra civilización depende de fuentes energéticas ricas en carbono, en el contexto


mexicano, el petróleo ha sido un pilar económico y energético durante décadas. El
mercado del petróleo es una de nuestras principales fuentes de energía,
desempeña un papel fundamental en la transición energética y requiere una gestión
estratégica para maximizar su aprovechamiento y minimizar su impacto en el
cambio climático.

La explotación tradicional de los recursos petroleros ha contribuido


significativamente a los problemas del cambio climático y de sostenibilidad. La
quema de combustibles fósiles libera grandes cantidades de dióxido de carbono y
otros gases de efecto invernadero emitidas a la atmósfera están sobrecalentando el
planeta, así es como surge la necesidad de encontrar la solución para reducir las
emisiones de gases y no dejar de aprovechar las reservas de hidrocarburos en el
país.

La transición energética plantea grandes retos científicos y tecnológicos para la


solución de estos problemas ya que se debe fomentar investigaciones y proyectos
que impulsen la captura y almacenamiento de carbono, haciendo búsqueda de
alternativas más limpias y la implementación de tecnologías más eficientes esto con
el objetivo de transformar a las reservas petroleras en activos compatibles con los
objetivos medioambientales.

Una posible alternativa podría ser la absorción del dióxido de carbono emitido por
las refinerías podría ser una buena ruta tecnológica fundamental para la reducción
de las emisiones a nivel global. Estos gases pueden ser capturado mediante
sistemas de absorción química o almacenado en el subsuelo, para así evitar que
llegue a la atmósfera. Otra opción es reutilizarlo, en un marco de economía circular,
como materia prima para la manufactura de polímeros, materiales de construcción
y, por supuesto, de combustibles sintéticos o eco combustibles
The Future of Oil and Its Crucial Challenge for Sustainability

Our civilization relies on carbon-rich energy sources, and in the Mexican context, oil
has been an economic and energy cornerstone for decades. The oil market is one
of our primary energy sources, playing a fundamental role in the energy transition
and requiring strategic management to maximize utilization while minimizing its
impact on climate change.

Traditional exploitation of oil resources has significantly contributed to climate


change and sustainability issues. The burning of fossil fuels releases substantial
amounts of carbon dioxide and other greenhouse gases into the atmosphere,
leading to global warming. Hence, there is a pressing need to find solutions to reduce
emissions while still harnessing hydrocarbon reserves in the country.

The energy transition poses significant scientific and technological challenges to


address these problems. It is crucial to foster research and projects that promote
carbon capture and storage, exploring cleaner alternatives and implementing more
efficient technologies. The goal is to transform oil reserves into assets aligned with
environmental objectives.

One potential alternative could be the absorption of carbon dioxide emitted by


refineries, representing a fundamental technological route for reducing global
emissions. These gases can be captured through chemical absorption systems or
stored underground to prevent their release into the atmosphere. Another option is
their reuse within a circular economy framework, serving as raw material for the
manufacturing of polymers, construction materials, and, of course, synthetic fuels or
eco-friendly alternatives.

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