Está en la página 1de 31
~ AO RRS OS REPUBLICA DE VENEZUELA EN SU NOMBRE JUZGADO SEGUNDO DE PRIMERA INSTANCIA EN 10 CIVIL, ~ MERCANTIL Y DEL TRANSITO DE LA CIRCUNSCRIPCION JUDICIAL DEL ‘ AREA METROPOLITANA DE CARACAS Caracas, 11 de agosto de 1998, * DEMANDANTE: HYUNDAI DE VENEZUELA, C.A., sociedad mercantil domiciliada en Maracay, Estado Aragua, inscrita en el registro Mercantil de Ia ~ Cireunscripcién Judicial del Estado Aragua, en fecha 19 de Febrero de 1.992, bajo ef No. 43, Tomo 469°A y cuya iltima reforms fue inscrita en el citado Registro Mercantil el 10 de Julio de 1,992, bajo el No. 6, Tomo 500-B. APODERADOS JUDICIALES DELA DEMANDANTE: JUAN VICENTE AMENGUAL, OSWALDO LAFFE FORTOUL y PETRICA LOPEZ ORTEGA, abogados en ejercicio, de este domicilio e inscritos en el Inpresbogedo bajo los Nros. 4.109, 1.409 y 5.505 respectivamente. DEMANDADOS: HYUNDAI MOTOR COMPANY, compaiia organizada tle acuerdo a las eyes de Corea, debidamente inscrita en el registro de Comercio del Tribunal del Distrito Sei, bajo el No. de Registro 110111-0085450. Aron! L LUIS IGNACIO MENDOZA, RENE PLAZ BRUZUAL y PEDRO URIOLA, abogados en ejercicio, de este domicilio ¢ inscritos en ef Inpreabogado bajo los Nros. 1.436, 2.097 y 27.961. MOTIVO: ACCION DE DANOS y PERJUICIOS. EXP: N° 97/1145 Por libelo presentado en fecha 13 de agosto de 1998, previa distribucién, los abogados JUAN VICENTE AMENGUAL, OSWALDO LAFFE FORTOUL y PETRICA LOPEZ ORTEGA, actuando en su canicter de apoderados de HYUNDAI DE. VENEZUELA C.A., demandaron por DANOS Y PERJUICIOS a Ia empresa HYUNDAI MOTORS COMPANY, alegando que Ia sefialada empresa incumpli¢ el contrato suscrito entre ellas en fecha primero de abril de mil novecientos noventa y dos, y por tal motivo proceden a demandarla para que le pague la suma de CATORCE MILLARDOS CIENTO DIECINUEVE MILLONES SEISCIENTOS DOCE MIL CIENTO SETENTA BOLIVARES (Bs. 14.119.612.160,00), 0 a ello sea condenado por este tribunal. Acompafiaron recaudos de la demanda, la cual se admitié el 17 de eptiembre de 1997. Agotados los tramites de citacién, por diligencia de fecha 10 de marzo de 1998, el abogado Pedro Uriola consigné poder que le fuera otorgado a los abogados LUIS IGNACIO MENDOZA, RENE PLAZ BRUZUAL y PEDRO URIOLA, para ejercer la representacién de la parte demandada... Por escrito presentado el 01 de abril de 1998, la parte demandada en vez | de contestar la demanda, opuso las siguientes Cuestiones Previas, Ordinal Primero del 5 articulo 346 del Cédigo de Procedimiento Civil, es decir “ la falta de Jurisdiccin del | Juez...” para conocer de la demanda planteada por Hyundai de Venezuela y en caso de | ser declarada Sin Lugar Ia misma, promovi6 la Cuestion Previa contenida en el Ordinal | 11° del articulo 346 eiusdem. i Por escrito de fecha 29-04-98, la parte actora presenté escrito rechazando a Cuestién Previa opuesta. Siendo la oportunidad para decidir el tribunal pasa a hacerlo en los siguientes términos: Cérresponde a este tribunal pronunciarse sobre la oposicién de la Cuestién Previa fundamental del proceso, cual es, la de si el Juez venezolano tiene 0 no Jurisdiccién, es decir, lo que nuestro maestro Humberto Cuenta define como: “ el poder de administrar Justicia 0, mas coneretamente, como el poder de declarar el derecho y de aplicar la Ley. Chiovenda dice que es la actuacién concreta de la voluntad de la Ley”. En otro fallo ( Pepsi Co.) relativo a supuestos de hecho similares al presente, este Tribunal cité, como premisa a fa decisién de fondo, diferentes opiniones sobre el concepto de jurisdiccién y su importancia en el derecho procesal modem, la cuales se stan nuevamente en este fall, dada su pertinencia. En este sentido, trajimos la opinién de Calamandrei, el ilustre Florentino, comentando al entrada en vigencia del Codigo Ttaliano del 42, expuso en su obra Instituciones del Derecho Procesal Civil, su definicién de Jarisdiceién cuanto establece que: “ El estado, cuyo fin fundamental ¢s el mantenimiento del orden en Ia sociedad, regula tal objeto la convivencia de los ssociados estableciendo el derecho objetivo, esto es, las normas a las cuales los particulares deben, en sus relaciones sociales, ajustar su conducts, Los coasocindos encuentran pues, ya formulada exteriormente 2 ellos este superior voluntad del estado, que les ordena tener una clerta conducta y exige ser obedecida 2 toda "Seat". En efecto, 1a Jurisdicoién no es otra cosa que el imperium del Estado de 2 ’ : ‘ s ‘ REPUBLICA DE VENEZUELA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SALA POLITICO~ADMINISTRATIVA EI 15 de setiembre de 1999 se reconstituyé la Sala, quedando integrada de la siguiente forma: Presidente, Humberto J, La Roche; Vicepresidenta, Hildegard Rondon de Sans6; Magistrados, Hermes Harting, Héctor Paradisi Leén y Belén Ramirez Landaeta. Pasa este Maximo Tribunal a decidir, previas las siguientes consideraciones: I Mediante libelo de demanda interpuesto en fecha 13 de agosto de 1997, los abogados JUAN VICENTE AMENGUAL, OSWALDO LAFFE FORTOUL y PETRICA LOPEZ ORTEGA, inscritos en el Instituto de Prevision Social del Abogado bajo los N°s 4.109, 1.049 y 5.505, respectivamente, actuando con el cardcter de apoderados de HYUNDAI DE VENEZUELA, C.A., sociedad mercantil domiciliada en Maracay, Estado Aragua, inscrita en el Registro Mercantil de la Circunscripcién Judicial de dicho Estado, procedieron a demandar a HYUNDAI MOTOR COMPANY, corporacién organizada y existente bajo las Ieyes de la Reptiblica de Corea, estando su sede principal en: 140-2, Ke-Dong, Chongro-Ku, Setil, Corea, para que conviniese en pagar la cantidad de catorce millardos ciento diecinueve millones seiscientos doce mil ciento sesenta bolivares (Bs. 14.119.612.160,00) por concepto de dafios y perjuicios en virtud del ilicito mercantil cometido por la demandada. Alegaron como fundamento de dicha accién, lo siguiente: ~ Que las referidas empresas celebraron un contrato en virtud del cual HYUNDAI DE VENEZUELA, C.A., fue nombrada distribuidor exclusivo UW) fie ee ‘ C402) . fest LE ont REPUBLICA DE VENEZUELA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SALA POLITICO ~ADMINISTRATIVA para Venezuela de todos los productos de HYUNDAI MOTOR COMPANY (HMC) quedando en el mismo detallados los derechos y obligaciones de ambas partes, y en el cual se contemplaban obligaciones para la parte demandante relacionadas con la preparacién del mercado y la introduccién comercial de los productos "Hyundai" ~ Que para dar cumplimiento a las obligaciones de preparacién del mercado € introduccién de los Productos "Hyundai" en Venezuela, debid efectuar grandes erogaciones de dinero "para la breparacién y organizacién de instalaciones de acondicionamiento y servicio de reparacion, y el entrenamiento de personal para capacitarlos en los pormenores comerciales y téenicos de una nueva marca de vehiculos...", asi como para crear redes de coneesionarios y talleres autorizados, y campafias publicitarias a nivel nacional. ~ Que una vez efectuado el lanzamiento en forma cabal y por demas exitosa, de esa nueva marca de vehiculos, fue suspendida arbitrariamente la relacién comercial para otorgar similar contrato a una firma (MMC AUTOMOTRIZ, S.A.) con la que HYUNDAI MOTOR COMPANY estaba Vinculada por antiguas relaciones comerciales y econémicas, - Que la demandada pretende desconocer la obligacién de indemnizar a HYUNDAI DE VENEZUELA, C.A., tras haber cumplido el contrato y Togrado innegable éxito, empresa que ve ahora su patrimonio reducido a la ruina econémica. REPUBLICA DE VENEZUELA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SALA POLITICO-ADMINISTRATIVA ~ Que la concesién a Ta parte demandante de la franquicia de distribucién exclusiva para Venezuela constituyé en su esencia, su propésito expresa y tacitamente concebido para el largo plazo. En tal sentido, detallan los estudios efectuados, los gastos de organizacién, promocién y venta, administracién, servicios y costos financieros efectuados para el logro del objetivo. Asi arguyé que el contrato "pone de relieve que el negocio comercial que se pactaba tenia como mira, no la venta de un lote de automéviles, sino el establecimiento de una marea nueva de vehiculos en el pais, cuyos costos Sravitaban exclusivamente sobre el patrimonio de nuestra representada." ~ Que el 1] de mayo de 1995, once (11) meses después de vencido el lapso originalmente fijado para la duracién del contrato, HYUNDAI MOTOR COMPANY envié comunicacién por fax a su representada, en la cual exige que ésta cese el uso de anuncios distintivos 0 menciones que la faculten como importador de productos Hyundai, ello por haber expirado el acuerdo de distribucién. ~ Que la conducta desplegada por HYUNDAI MOTOR COMPANY de Corea constituye un hecho ilicito mercantil, y concretamente un abuso de derecho. Afirman al respecto que “...es absolutamente imposible sostener que ef ejercicio que hizo Hyundai Motor Company de Corea de su derecho a Contratar (que envuelve el de resolver contratos) y del derecho al libre comercio que la asiste pueda estar conforme con la buena fe, la ética comercial y ni siquiera con el mas rudimentario sentido de decencia y probidaa”, » (lis) atte Ad US) pltile [lle / REPUBLICA DE VENEZUELA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SALA POLITICO -ADMINISTRATIVA ~ Que los tribunales venezolanos son competentes para procesar el presente caso, por cuanto “el fundamento de ta demanda proviene de un contrato ejecutado en el territorio de la Reptiblica de Venezuela”. ‘Admitida la referida demanda el 17 de setiembre de 1997, ordend el ‘Tribunal de la causa la citacién de ja empresa HYUNDAT MOTOR COMPANY, en la persona del sefior PARK BYONG-JAE, en su caracter de representante legal de la misma. En fecha 15 de octubre de 1997, habiendo sido infructuosas las gestiones para lograr Ia citacién personal del representante legal de la empres demandada, se oficié a la ONI-DEX a fin de lograr informacién sobre el movimiento migratorio o domicilio del sefior PARK BYONG-JAE. Vista la informacin suministrada por la Direccién General Sectorial de Extranjeria del Ministerio de Relaciones Interiores, se ordend la citacién por carteles, siendo los mismos consignados en la oportunidad legal. El 1° de abril de 1998, comparecieron los abogados LUIS IGNACIO MENDOZA, RENE PLAZ BRUZUAL y PEDRO URIOLA, inscritos en el Instituto de Previsin Social del Abogado, bajo los N°s. 1.436, 2.097 y 27.961, procediendo a consignar escrito contentivo de cuestiones previas. Opusieron en primer término, la falta de jurisdiccién del juez, contemplada en el ordinal 1° del articulo 346 del Cédigo de Procedimiento Civil, alegando el sometimiento por las partes a arbitraje de tales diferencias, que pudiesen las partes a arbi haber surgido entre ellas con motivo del convenio de distribucién. Afiaden al REPUBLICA DE VENEZUELA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SALA POLITICO-ADMINISTRATIVA respecto que en dicho contrato (seccién 24) se establecié con toda claridad que el arbitraje se llevaria a cabo en Seoul, Corea, en la forma alli pactada. Posteriormente, el 29 del mismo mes y afi, procedié layparte actora a rechazar y contradecir la cuestién previa de falta de jurisdiccién, sosteniendo una vez més que el fumdamento de la demanda proviene de un contrato ejecutado en el territorio de la Repliblica de Venezuela, De manera particular, sefiala que la demandada ignora la naturaleza y origen de la accién planteada, y al pretender aplicar una norma del contrato estipulada para regular las Y obligaciones de las partes durante su vigencia, a una accién de responsabilidad extracontractual consagrada en el articulo 1.185 del Codigo Civil, y surgida con posterioridad a la extincién del contrato. Por su parte, la parte demandada consigné escrito en fecha 11 de mayo de 1998, en el cual reitera que las partes manifestaron su voluntad de someter a arbitraje “cualquier disputa o reclamo que surja o en relacién con el presente convenio...”. Que no tratindose de controversias sobre bienes inmuebles situados en el territorio de la Republica 0 sobre materias que imteresen al orden puiblico o a las buenas costumbres, la voluntad de las partes de someterse a una jurisdiccién extranjera es perfectamente valida. Insistié, sin embargo, la parte demandante en destacar que el ilicito mercantil es un hecho de existencia real y una categoria juridicamente establecida, reconocida por la propia ley venezolana, la doctrina y la jurisprudencia. Que el mismo constituye la médula de su alegato y que “el ‘| (HWS) beeE LHL Wo REPUBLICA DE VENEZUELA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SALA POLITICO -ADMINISTRATIVA Tribunal sélo podria obviar su consideracin 0 soslayar el punto a costa de pronunciarse prematuramente sobre el fondo del asunto controvertido...". NY Mediante decisién del 11 de agosto de 1998, el Tribunal de la causa \ declaré con lugar la cuestién previa de falta de jurisdiccidn, presentando como NY argumentos, entre otros, los siguientes: “Si se lee con detenimiento el libelo, se llega a la conclusién que el titulo fundamental de la accién propuesta es el contrato, tanto asi que es el anexo principal o, dicho en términos de la Ley, el instrumento fundamental de la demanda, De manera que, sin entrar a calificar si estamos en presencia de un caso de responsabilidad contractual o extracontractual, que no es materia del presente fallo dados sus limitaciones, en ambos casos derivaria (la responsabilidad) del contrato, por que resulta plenamente aplicable la Cldusula 24 del contrato tantas veces mencionado y asi se decide. Habiendo producido la actora como instrumento Jundamental de su demanda el contrato contentivo de la cldusula de sometimiento a Arbitraje de cualquier controversia que surgiera entre las partes, excepto en los casos de divergencias sobre propiedad industrial, tales como Patentes, marcas comerciales, razones sociales, secretos industriales y conocimiento téenico y a los reclamos por pagos de deudas vencidas adeudadas por el distribuidor, siendo a la vez este contrato reconocido por la demandada y mds aun haciéndolo valer a los fines de la legitimacin de declinatoria de Jurisdiccién del Juez Venezolano ante el Tribunal Arbitral a constituirse en la ciudad de Seoul, Repiblica de Corea, debe en nombre de la Repitblica y por autoridad de la Ley declinar la jurisdiceién de este Juzgado Segundo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Transito de la Circunseripeién Judicial del “Area Metropolitana de Caracas, ante el Tribunal Arbitral a constituirse en la Ciudad de Setil, Repiiblica de Corea, conforme a las normas substantivas y adjetivas escogidas por las partes en el Contrato cursante en autos. Y ASI SE DECIDE”. JUG aa lb REPUBLICA DE VENEZUELA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SALA POLITICOADMINISTRATIVA Por auto de fecha 2 de noviembre de 1998, habiendo transcurrido integramente los lapsos para interponer los recursos de ley, se ordené remitir el expediente a esta Sala, a tenor de Io dispuesto en el tercer aparte del articulo 59 del Cédigo de Procedimiento Civil, en concordancia con el articulo 62 ejusdem. i Para decidir, la Sala observa: En el presente caso, el juez remitente declaré con lugar la falta de jurisdiccién opuesta, al considerar que el conocimiento y decisién de la accion propuesta corresponde a un Tribunal arbitral extranjero, ubicado en la ciudad de Setil, Republica de Corea, con arreglo a la normas adjetivas escogidas por las partes. Contra dicha sentencia no fue ejercido cl recurso de regulacién de jurisdiccién, por lo que debe en primer término examinar este Alto Tribunal si procede la consulta obligatoria del fallo en cuestién, ello en razon de la entrada en vigencia de la Ley de Derecho Internacional Privado a partir del 6 de febrero del presente afio. Observa esta Sala que la consulta de la decision de fecha 11 de agosto de 1998, fue ordenada bajo la vigencia del articulo 6° del Cédigo de Procedimiento Civil, que imponia dicha revisién en todos los casos en que estuviese interesada 0 se discutiere la jurisdiccién de la Republica (Vid.s. S- PA.N® 1.098 de fecha 15 de diciembre de 1994, caso: Yolanda Salazar de Regnault). Sin embargo, por lo que se refiere a la falta de jurisdiccién, esta (Li2) Lem Mile REPUBLICA DE VENEZUELA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SALA POLITICO-ADMINISTRATIVA norma fue derogada por la novisima Ley de Derecho Internacional Privado al referirse a un aspecto reglado de manera especifica por su articulo 57, que respecto a la consulta obligatoria establece: En caso de afirmarse la jurisdiceién de los tribunales venezolanos la causa continuardé su curso en el estado en el que se encuentra al dictarse la decision, pero la decision que la niegue deberd ser consultada en la Corte Suprema de Justicia, Sala Politico-Administrativa, a cuyo efecto se le remitird inmediatamente los autos, y si es confirmada se ordenard el archivo del expediente, quedando extinguida la causa. Ahora bien, como viene sosteniendo esta Suprema Corte, traténdose de una materia de naturaleza procesal, se impone la consideracién del articulo 44 de la Carta Magna, conforme al cual “..Las leves de procedimiento se aplicarén desde el momento mismo de entrar en vigencia, aun en los procesos que se hallaren en curso..." principio igualmente contenido en el articulo 9 del Cédigo de Procedimiento Civil. Es por ello que procede esta Sala a resolver este aspecto previo en atencidn a lo dispuesto en el articulo 57 de la Ley de Derecho Internacional Privado, parcialmente transcrito. Conforme se lee en la referida norma, sélo tendrén consulta obligatoria aquellas decisiones mediante las cuales se niegue la jurisdiccién de los tribunales venezolanos para conocer y decidir las causas sometidas a éstos. En el caso de autos, el Juzgado Segundo de Primera Instancia cn lo Civil, Mercantil, y del Transito de la Circunscripcién Judicial del Area Metropolitana de Caracas negé, en efecto, su jurisdiccién respecto de un N Yl Che N S REPUBLICA DE VENEZUELA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SALA POLITICO ~ADMINISTRATIVA ‘Tribunal arbitral extranjero, pot lo cual su decision si es objeto de consulta obligatoria, y asi se declara. dts Aclarado lo anterior, pasa esta Sala a pronunciarse sobre Ia jurisdiccién de los tribunales venezotanos para conocer del caso de autos y al respecto observa que 1a parte actora en su Tibelo de demanda, para justificar la jurisdiccién de los tribunales venezolanos, afirma como fundamento de la accion, el contrato ejecutado en el territorio de Ta Reptiblica de Venezuela, aun cuando demanda los dafios y perjuicios de fuente extracontractual, con motivo (09) del supuesto ilicito mercantil euya comision imputa a la empresa HYUNDAI MOTOR COMPANY. Por su parte, la parte demandada opuso la falta de jurisdiceién con base cn la existencia de una cléusula arbitral contenida en el referido contrato, la cual es del siguiente tenor: dseecién 24. Ley Prevaleciente y Arbitraje 24.1 El presente Convenio se regird por y sera interpretado, je cta el maximo extremo permitido por las leyes, drdenes ° vrcretos locales, de acuerdo con las leyes de la Repiiblica de Corea. 512 Excepto como sea estipulado en la Seecién 24.3 mds vralante, cualquier disputa o reciamo que surja de 0 én sc macian con el presente Convenio o cualquier violacién del presente seré saldado definitivamente mediante arbitraje. El vrbitraje tendrd lugar en Seill, Corea y sera conducido de ooo con las Normas de la Junta de Arbitraje Comercial de Corea, por tres jueces de arbitraje nombrados de acuerdo con caus nermas, Los jueces de arbitraje tendrén poder para sretaminar sobre su propia comperencia y sobre la validez del sometimiento del presente Convenio al arbitraje.” 10 aa Aor \ REPUBLICA DE VENEZUELA \ CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SALA POLITICO -ADMINISTRATIVA Observa esta Sala que la sentencia consultada consideré que, dado que el titulo fundamental de la accién propuesta lo constituia el contrato, debe set) éste aplicado a los efectos de la determinacién de la jurisdiccién del caso de autos, sin importar el origen de la responsabilidad demandada, por lo cual, al existir en el Convenio celebrado, remisién expresa al arbitraje que debia | efectuarse en la ciudad de Sedil, esta clausula resultaba aplicable. \S En criterio de esta Sala la afirmacién del juez a guo antes mencionada, N no puede ser considlerada de manera absoluta. En efecto, si bien es cierto que \ N en el Convenio celebrado entre las partes existia una cldusula expresa de sometimiento a arbitraje, debe efectuarse un andlisis minucioso de la situacién especifica para determinar la aplicabilidad de tal cldusula al caso de autos, r Expresamente ha seflalado la representacién judicial de la parte actora que la demanda intentada en contra de Hyundai Motor Company se fundamenta en el supuesto hecho ilfeito cometido por ésta, Asimismo alegé la comisiOn de un abuso de derecho, que le ocasioné dafios a su representada Ahora bien, con respecto a las mencionadas denuncias de responsabilidad, a decir de la sentencia consultada, no cabe pronunciamiento alguno acerca de su naturaleza contractual 0 extracontractual ya que tal pronunciamiento no puede Ser decidido en una simple incidencia, Al respecto, observa esta Sala, que no “

También podría gustarte