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2 EXCLUSIÓN E INCLUSIÓN EN LA FORESTERÍA LATINOAMERICANA

Anne Larson, Pablo Pacheco,


Fabiano Toni y Mario Vallejo

Exclusión e inclusión
en la forestería latinoamericana
¿Hacia dónde va la descentralización?
4 EXCLUSIÓN E INCLUSIÓN EN LA FORESTERÍA LATINOAMERICANA

Centro para la Investigación Forestal Internacional CIFOR


Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo CIID/IDRC

Portada: Christiane Ehringhaus. Assentamento extravisita no Estado do Acre, Brasil.

Edición del texto: Martha Cuba-Cronkleton.

© Todos los derechos reservados. Este trabajo fue posible gracias al apoyo financiero del Centro Internacional
de Investigaciones para el Desarrollo, Ottawa, Canadá.
Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, almacenada en un sistema de recuperación o trasmitida
de forma alguna o por medio alguno, ya sea electrónico, mecánico, por fotocopia o de otro modo sin autorización
previa del CIFOR y el CIID . Las opiniones expresadas son las de los autores y no necesariamente reflejan los
puntos de vista de CIFOR , CIID y sus colaboradores

Primera edición, marzo de 2006.

DL: 4-1-495-06

Producción:
Plural editores
Rosendo Gutiérrez 595 esq. Ecuador
Teléfono: 2411018 / Casilla 5097, La Paz – Bolivia
Email: plural@acelerate.com

Impreso en Bolivia
5

Contenido

Lista de Siglas ........................................................................................................................ 7


Presentación ........................................................................................................................... 9

1. Introducción .................................................................................................................. 11

2. Un marco conceptual para la descentralización, la gobernanza


y los medios de vida .................................................................................................... 15
1. Conceptos de descentralización .......................................................................... 15
2. La descentralización, la gobernanza y los medios de vida ............................ 18
3. La descentralización como conjunción de políticas y demandas
sociales cambiantes ............................................................................................... 21
4. La descentralización y su efecto sobre la gobernanza..................................... 22
5. El impacto de la gobernanza sobre los medios de vida .................................. 23
6. La gobernanza y el uso de la tierra..................................................................... 25
7. La descentralización y los medios de vida en esta investigación.................. 26

3. El sector forestal y los usuarios forestales marginados ........................................ 27


1. Los grupos que dependen del bosque y sus medios de vida......................... 27
2. Principales problemas forestales......................................................................... 28
3. El marco jurídico de la descentralización forestal............................................ 32
4. Exclusión e inclusión de los grupos que dependen del bosque .................... 36

4. Los marcos jurídicos e institucionales de la descentralización .......................... 39


1. La descentralización fiscal y administrativa..................................................... 39
2. La descentralización, representación y participación política ....................... 41
3. La descentralización en el marco político nacional ......................................... 44

5. Las políticas forestales y los procesos de descentralización en la práctica ...... 47


1. Nuevas reglas de juego en el uso de los recursos forestales ......................... 47
2. El papel de las oficinas forestales municipales................................................. 51
3. Recursos municipales para la gestión forestal.................................................. 53
4. Iniciativas locales para el uso de recursos forestales y la conservación ....... 54

6. Los grupos que dependen del bosque, la descentralización


y los medios de vida .................................................................................................... 57
1. Los conflictos del bosque y barreras de acceso ................................................ 57
2. Las implicaciones de la descentralización......................................................... 63
3. El balance de la descentralización ...................................................................... 67
6 EXCLUSIÓN E INCLUSIÓN EN LA FORESTERÍA LATINOAMERICANA

7. Conclusiones: tendencias de la descentralización forestal en


América Latina .............................................................................................................. 71

Anexo 1. Agenda de temas futuros de acción e investigación....................................... 77


Bibliografía ............................................................................................................................. 85
7

Lista de siglas

ASL Asociación Social del Lugar


BOSCOM Proyecto para el Fortalecimiento de Bosques Municipales y Co-
munales
COHDEFOR Corporación Hondureña de Desarrollo Forestal
HIPC Highly-Indebted Poor Countries (Países Pobres Altamente Endeu-
dados)
IBAMA Instituto Brasileño para el Medio Ambiente y los Recursos Natu-
rales
INAB Instituto Nacional de Bosques (Guatemala)
INAFOR Instituto Nacional Forestal (Nicaragua)
OFM Oficina Forestal Municipal
PINFOR Programa de Incentivos Forestales (Guatemala)
RAAN Región Autónoma Atlántico Norte (Nicaragua)
SF Superintendencia Forestal (Bolivia)
WWF World-Wide Fund for Nature (Fondo Mundial para la Naturaleza)
8 EXCLUSIÓN E INCLUSIÓN EN LA FORESTERÍA LATINOAMERICANA
9

Presentación

Este documento presenta los re- El CIFOR se ha interesado en esta


sultados del estudio “Descentraliza- problemática, en analizar los impactos
ción Forestal en América Latina: Mi- que el proceso general de descentrali-
rando hacia el Futuro”, realizado por zación, y especialmente de la gestión
el Centro para la Investigación Fores- forestal, han tenido en el manejo de los
tal Internacional ( CIFOR ) con finan- recursos forestales y en la distribución
ciamiento del Centro Nacional de In- de los beneficios económicos derivados
vestigaciones para el Desarrollo ( CIID ). de ese aprovechamiento para todos los
Desde la década de los 1990, varios actores que dependen de los recursos
países de América Latina se han de- de los bosques. La realidad de la des-
dicado a promover la descentraliza- centralización forestal ha llevado a re-
ción administrativa, financiera y po- sultados bastante diversos. En ese or-
lítica de los estados nacionales hacia den, el CIFOR se ha interesado por estu-
niveles de gobierno más bajos en la je- diar cuáles son las condiciones que ex-
rarquía territorial, que en la mayoría plican por qué sólo en algunos casos se
de los países corresponde con el go- llegan a obtener buenos resultados, cuá-
bierno municipal. Aunque se han in- les son los factores que limitan la ges-
vertido mayores esfuerzos en la des- tión forestal local y que es lo que eso
centralización de los servicios socia- significa para el uso de los bosques y la
les (por ejemplo, educación y salud), equidad en el ámbito local. La investi-
gradualmente se ha dirigido mayor gación que aquí se presenta parte de la
atención a descentralizar la gestión de premisa de que el objetivo principal para
recursos naturales, y en particular de descentralizar las responsabilidades y
los forestales. la toma de decisiones sobre recursos
10 EXCLUSIÓN E INCLUSIÓN EN LA FORESTERÍA LATINOAMERICANA

forestales al nivel de gobierno munici- tal para los grupos sociales ligados a
pal debería ser el de mejorar las opor- actividades forestales.
tunidades para los grupos locales, y
sobre todo de los grupos sociales mar- Esta investigación incluye estudios
ginados, de participación en la toma de en Bolivia, la Amazonia brasileña, Gua-
decisiones sobre recursos forestales y temala, Honduras y Nicaragua, así co-
ampliar los beneficios que ellos obtie- mo este documento síntesis, que presen-
nen de esos recursos. Este estudio pre- ta una propuesta de agenda regional de
tende: 1) analizar el estado actual de la investigación. Cada uno de estos estu-
descentralización forestal en la región, dios es publicado por separado con la
2) identificar sus efectos en los grupos finalidad de facilitar su lectura y distri-
sociales que dependen de los recursos bución, y contribuir tanto al debate na-
del bosque, 3) desarrollar un marco con- cional sobre estos temas como también
ceptual para entender las interacciones al que tiene lugar en los foros interna-
entre descentralización, gobernabilidad cionales de discusión. El equipo de in-
y medios de vida y 4) identificar futu- vestigación ha sido compuesto por
ras direcciones para la investigación y Anne Larson, Pablo Pacheco, Mario
acción que pueden llegar a mejorar los Vallejo, Fabiano Toni, José Miguel Ba-
beneficios de la descentralización fores- rrios e Iván Guillén.

Doris Capistrano
Directora del Programa Bosques y Gobernanza, CIFOR
11

1. Introducción

Los gobiernos locales se están con- En el último tiempo se ha genera-


virtiendo en importantes actores de la do abundante literatura sobre la estruc-
gestión forestal debido a una crecien- tura y el proceso de descentralización
te tendencia hacia la descentralización forestal en el mundo (Colfer y Capis-
de responsabilidades y decisiones que trano 2005, Ferroukhi 2003, Ribot 2002).
afectan a los recursos forestales. Has- Estos trabajos tratan de comprender las
ta la fecha, por lo menos 60 países en nuevas configuraciones institucionales
el mundo afirman haber descentrali- y el nuevo balance en las relaciones de
zado algún aspecto del manejo de sus poder que resultan de la descentraliza-
recursos naturales, incluyendo los ción; los impactos sobre los recursos
bosques (Agrawal 2001). Aún cuando forestales y el bienestar de las poblacio-
la descentralización del sector fores- nes que dependen del bosque, así como
tal no sea parte de la política nacio- las interacciones entre gobiernos e ins-
nal, ciertos gobiernos locales han pro- tituciones locales en la gestión de los
movido la gestión de los recursos fo- recursos naturales (Andersson 2002,
restales sin contar con un mandato Gibson y Lehoucq 2003, Larson 2003,
formal (Larson 2005a, Mearns 2005); Pacheco 2003, Ribot y Larson 2005, Toni
y algunos incluso están exigiendo un y Kaimowitz 2003).
papel más activo en la toma de deci-
siones sobre los recursos naturales, Sin embargo, aún se necesitan es-
particularmente en contextos en que tudios adicionales para comprender
los gobiernos centrales se resisten a mejor la manera en que la descentrali-
compartir con ellos ciertas responsa- zación impacta la gobernanza local y,
bilidades. en especial, cómo ésta incide en los
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medios de vida de las poblaciones que Nuestro trabajo se fundamenta en


dependen del bosque, y también cómo investigaciones desarrolladas en Boli-
ella impacta sobre la condición de los via (Pacheco 2006), la Amazonia brasi-
bosques. Ello requiere de una compren- leña (Toni 2006), Honduras (Vallejo y
sión mayor del contexto en el que tiene Guillén 2006), Guatemala (Larson y
lugar la descentralización –por ejemplo, Barrios 2006) y Nicaragua (Larson
el desarrollo del sector forestal, las con- 2006a) y representa un documento sín-
diciones que reproducen la marginali- tesis de estos estudios de caso. Tam-
zación social y el papel de las institu- bién ofrece comparaciones con traba-
ciones que influyen sobre la gobernan- jos realizados el 2003 en dichos países
za– además de las dinámicas locales (Ferroukhi 2003). En general, la inves-
específicas, tales como los arreglos tigación determinó que la descentrali-
institucionales para el acceso y uso de zación ofrece tanto oportunidades
los recursos forestales, los sistemas de como desventajas a los gobiernos mu-
tenencia, y las estructuras locales de nicipales, con frecuencia dentro de un
poder. Todo lo anterior exige, a su vez, mismo país. Ello depende de la natu-
un marco conceptual que clarifique, raleza del proceso de descentralización
más explícitamente, las interacciones emprendido y de la respuesta obteni-
entre gobernanza y medios de vida de da en el nivel local, la que está influen-
las poblaciones. ciada por diversas fuerzas que empu-
jan en direcciones diferentes. En lo que
El presente documento constituye respecta a los grupos pobres y margi-
un primer esfuerzo en esa dirección y, nados, la investigación concluyó que
al mismo tiempo, ofrece un panorama las actividades forestales no mejoran
general de las tendencias, los proble- el bienestar de los pequeños produc-
mas, las limitaciones y oportunidades tores si no existen políticas específicas
de los procesos de descentralización que operen en su favor. Por lo tanto,
forestal emprendidos en América La- para que la descentralización tenga un
tina. La investigación parte de la pre- impacto positivo, debe estar acompa-
misa de que el objetivo principal de la ñada de otras iniciativas, tales como
descentralización de responsabilida- aquellas que amplían la participación
des y la toma de decisiones sobre los y la responsabilidad, así como el acce-
recursos al nivel de gobierno munici- so a recursos forestales, capital finan-
pal debería ser el de promover una dis- ciero y tecnología. Es decir, la descen-
tribución más equitativa de los benefi- tralización forestal no beneficia nece-
cios económicos entre los usuarios del sariamente a los grupos marginados y
bosque y también contribuir al mante- sólo parece hacerlo cuando se trata de
nimiento de los bienes y servicios am- un objetivo deliberado, ya sea a nivel
bientales del bosque. nacional o local.
INTRODUCCIÓN 13

El documento está dividido en siete en él desempeñan los grupos margina-


secciones, incluyendo esta introducción. dos. La cuarta evalúa las políticas nacio-
La segunda sección revisa los conceptos nales de descentralización y la siguiente
de descentralización para luego presen- la implementación de políticas foresta-
tar un marco conceptual que permita les y el papel de los gobiernos munici-
entender las interacciones entre gober- pales en la gestión forestal. La sexta sec-
nanza, descentralización y medios de ción revisa y analiza la situación de los
vida. La tercera sección examina el sec- sectores marginados y la última presen-
tor forestal de cada país y el papel que ta las conclusiones de este trabajo.
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15

2. Un marco conceptual para la descentralización,


la gobernanza y los medios de vida

1. Conceptos de descentralización clara de sus diferencias como resultado


de mucha negociación y compromiso),
La descentralización y la gober- en la práctica sugieren la existencia de
nanza han sido entendidas de distintas prioridades políticas, económicas y so-
formas por diversas personas (véanse ciales diferentes.
también Larson 2004, Meynen y Doorn-
bos 2005). Estas diferencias generalmen- Específicamente, la reducción del
te son ignoradas o pasan desapercibi- papel del Estado combinada con una li-
das. Ellas pueden ser agrupadas en dos beralización económica, de acuerdo a la
visiones principales que vinculan insti- primera de las dos visiones arriba men-
tuciones y desarrollo económico. Por un cionadas, no sólo ha disminuido el cam-
lado, está aquella que subraya la nece- po de acción del mismo sino que tam-
sidad de mejorar las condiciones bién ha debilitado la capacidad de cum-
institucionales para promover la inver- plir con sus responsabilidades ante los
sión privada, considerada condición ciudadanos (Fukuyama 2004). Es decir,
esencial de desarrollo y crecimiento eco- es muy probable que la naturaleza de
nómico. Por otro, se destaca la importan- las reformas institucionales promovidas
cia de proteger los medios de vida loca- en el marco de políticas neoliberales no
les, promover la acción colectiva en la lleve a estados más eficientes sino más
gestión de los recursos naturales y desa- bien, a estados más débiles, con lo cual
rrollar una cultura cívica que favorezca se ha obtenido un resultado totalmente
la democracia y la participación ciuda- opuesto al que se esperaba. Para que la
dana. Aunque no son necesariamente in- descentralización sea efectiva, los go-
compatibles (luego de una comprensión biernos centrales deben ser fuertes
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(Cousins y Kepe 2005, Ribot 2002), lo que que los órganos elegidos garantizarán
significa que el fortalecimiento de los la democracia, representatividad y res-
gobiernos locales no se debe dar a costa ponsabilidad. Más bien, las cuestiones
del gobierno central. Más bien, se pro- de representatividad y responsabilidad
pone la creación de nuevas instituciones deben ser examinadas caso por caso, lo
que sean legítimas y funcionen (Larson que también deja abierta la posibilidad
y Ribot 2005). Mientras que este enfoque de que existan bajo otro tipo de arre-
neoliberal ha sido el dominante, la glos institucionales.
institucionalización de la participación
popular y el fortalecimiento de los me- Además, para hablar de una des-
dios de vida de la población local tam- centralización democrática, los actores
bién han formado parte de la agenda de locales representativos y responsables
política pública como una manera de irse deben tener una esfera autónoma dis-
acercando a estrategias de alivio a la crecional y el poder –así como los re-
pobreza más efectivas. Por lo tanto, el cursos– para tomar decisiones relevan-
desarrollo en la práctica se ha caracteri- tes a las vidas de los residentes locales
zado por combinar estas dos visiones. (Ribot 2002). Por lo general, la descen-
tralización democrática es la vara que
Por lo general, la descentralización permite evaluar las transferencias de
ha sido definida como la transferencia poder en la práctica y se la utiliza como
de responsabilidades desde el gobier- tal en la presente investigación.
no central hacia niveles inferiores en la
jerarquía político-administrativa y local Asimismo, la descentralización es
(Agrawal y Ribot 1999, Manor 1999). una herramienta que permite promover
Esta transferencia puede ser de dos ti- el desarrollo y tiene como objetivo in-
pos. La descentralización administrati- crementar la eficiencia, equidad y de-
va, también conocida como descon- mocracia. La eficiencia debería aumen-
centración, se refiere a una transferen- tar, ya que una mayor participación lo-
cia de poderes hacia autoridades meno- cal debería resultar en políticas mejor
res del gobierno central o hacia otras diseñadas y menores costos de transac-
autoridades locales responsables ante ción (World Bank 1997). Con frecuen-
dicho gobierno. La descentralización cia, la eficiencia es la preocupación prin-
política, por su parte, implica la trans- cipal de los gobiernos centrales, o por
ferencia de poderes hacia “actores re- lo menos de los organismos donantes
presentativos y responsables”, como los que trabajan con ellos.
gobiernos elegidos a nivel local (Ribot
2002). Si bien la descentralización polí- Cuando la descentralización se lle-
tica y democrática son consideradas va a cabo para mejorar la eficiencia, ésta
equivalentes, no es suficiente asumir no tiene como prioridad específica los
LA GOBERNANZA Y LOS MEDIOS DE VIDA 17

temas de democracia y equidad, o la vida en las intervenciones externas, los


participación de actores marginados, proyectos integrados de desarrollo ru-
salvo cuando se trata de vincular mejor ral fracasaron la mayoría de las veces
las decisiones de inversión pública a las (Lutz y Caldecott 1996) y muchos pro-
necesidades locales. Sin embargo, para yectos de áreas protegidas aumentaron
las poblaciones locales, los beneficios de las pérdidas de biodiversidad así como
la equidad y la democracia, específica- los conflictos sociales (Enters y Ander-
mente un mayor control sobre los me- son 1999). Además, con frecuencia, la
dios de vida y una mayor porción de gente local ignora o filtra las reglas im-
los beneficios de otros recursos natura- puestas desde fuera. Bajo condiciones
les (Edmunds et al. 2003), son más im- propicias, es muy posible que respeten
portantes. Se espera que dichos bene- dichas reglas en cuya creación ellos mis-
ficios se hagan visibles cuando se “acer- mos participaron (Gibson et al. 2000).
que el gobierno a la gente” y se amplíe Por lo tanto, en teoría, el marco institu-
la participación local y la responsabili- cional de la descentralización democrá-
dad gubernamental (World Bank 1988, tica podría promover las condiciones
1997, 2000, Manor 1999). para una mayor participación a la luz
de estos problemas.
La mayor parte de los especialistas
reconoce que la participación local es Si bien las definiciones de descen-
esencial para un manejo efectivo y sos- tralización no especifican la forma en
tenible de los recursos naturales (Car- que ocurre la transferencia de poderes,
ney y Farrington 1998, Enters y Ander- ella implica –y con frecuencia los dise-
son 1999, Gibson et al. 2000, Edmunds ñadores de políticas lo entienden así–
et al. 2003). No obstante, ello no signifi- un proceso “desde arriba” hacia abajo.
ca necesariamente que una mayor par- Pero la participación y la democracia
ticipación implique mayor sostenibi- son, por lo menos en parte, procesos
lidad. De hecho, existen circunstancias “desde abajo”. El desarrollo que con-
específicas en las que la población local templa un alivio a la pobreza eficaz
elegiría la conversión de bosques, de mediante estrategias de medios de vida
presentárseles la opción (Larson 2002, (Ellis 2000) y empoderamiento local
Resosudarno 2005, Tacconi et al. 2005). (Chambers 1997) depende de procesos
Más bien, la reconocida importancia de que se generan desde abajo. Algunos
la participación se fundamenta, en par- autores, basándose en estas considera-
te, en experiencias que sugieren que una ciones y lo que ellos han ido descubrien-
falta de participación conlleva, por lo ge- do en la práctica, han propuesto el tér-
neral, a resultados opuestos. Por ejem- mino “descentralización desde abajo”
plo, debido a la incapacidad de integrar que se utiliza para designar a los acto-
las necesidades locales de medios de res locales que asumen poderes de toma
18 EXCLUSIÓN E INCLUSIÓN EN LA FORESTERÍA LATINOAMERICANA

de decisiones sin contar con la autori- 2. La descentralización, la


dad específica para ello (Larson 2005a), gobernanza y los medios de vidas
o “descentralización de facto”, defini-
da como un modo de descentralización En este trabajo consideramos que la
en el que los actores asumen la toma de descentralización es un proceso de
decisiones para llenar el vacío dejado gobernanza que está, o debería estar,
por la falta de una autoridad del gobier- estrechamente vinculado a la cuestión
no central (Mearns 2005). de los medios de vida locales1. Por ello,
reconoce la necesidad de establecer
Sin embargo, en la práctica, desde nexos más explícitos para entender la
la perspectiva del gobierno, la meta más interacción entre gobernanza y medios
común de la descentralización es redu- de vida, y evaluar la manera en que la
cir los costos del gobierno central, como descentralización afecta esa interacción.
los de la provisión de servicios (Colfer Esto es conceptualizado como un pro-
2004) y/o solucionar problemas de le- ceso que debería aumentar la participa-
gitimidad, o crisis económicas y políti- ción y representatividad eficaz de los
cas (Bazaara 2003, de Grassi 2003, Kassi- grupos sociales, principalmente de gru-
bo 2003, Oyono 2005a, Resosudarmo pos que fueron marginados anterior-
2004, Selee 2004). En lo que respecta al mente, en la toma decisiones que afec-
sector forestal específicamente, la des- tan sus vidas, aunque éste no siempre
centralización puede tener como obje- sea el caso.
tivo el aumento de los ingresos del ins-
tituto forestal (Muhereza 2003, Pacheco Algunos autores se han abocado a
2003) o el fortalecimiento del control del estudiar el vínculo entre la descentrali-
Estado sobre la gestión forestal (Con- zación y las estrategias de alivio a la
treras 2003, Sarin et al. 2003, Wittman pobreza para comprender las circuns-
2002). Si bien el fortalecimiento demo- tancias que permiten que los gobiernos
crático y la participación pueden ser municipales pongan en marcha inicia-
metas declaradas de la descentraliza- tivas exitosas a favor de los pobres (Bird
ción, es muy posible también que no y Rodríguez 1999, Blair 2000, Crook y
sean más que retórica oficial. Sverrisson 2001, Crook y Manor 1998,

1 Esta concepción se fundamenta en dos tipos de pensamiento. En primer lugar, se considera que la descentra-
lización mejora la provisión de servicios y promueve el desarrollo local. El acceso a servicios, como salud y educa-
ción, es un elemento importante de los medios de vida, y el desarrollo local está también, con frecuencia, vincula-
do a la provisión de estos servicios y al desarrollo de infraestructura. En segundo lugar, se concibe a la ciudadanía
como algo multidimensional no sólo como algo político (por ejemplo, el derecho al voto) o cívico (la libertad de
expresión e igualdad ante la ley) sino también como algo socioeconómico: la seguridad económica y el bienestar
social (Marshall 1963). Roberts (1995) argumenta que la definición más amplia de ciudadanía no sólo se refiere al
derecho de voto sino también a la forma en que “las personas ejercen ese derecho en forma colectiva” para influir
en la asignación de los recursos.
LA GOBERNANZA Y LOS MEDIOS DE VIDA 19

Fox 2002). Uno de los resultados más “real” ( SLSA Team 2003). Los enfoques
importantes, para los propósitos de este basados en los derechos buscan promo-
estudio, es que las experiencias son ver cambios legislativos que especifican
exitosas cuando los gobiernos locales claramente cuáles son los derechos a los
están comprometidos con políticas pro recursos, proporcionando por lo tanto
pobre, están dispuestos a enfrentar a las una base clara para la negociación
elites locales para asegurar la puesta en (Scoones y Woomer 2003). Asimismo,
marcha de dichas políticas (Crook y enfatizan una “mayor responsabilidad
Sverrisson 2001), y también cuando exis- por parte de los estados y actores inter-
te un alto capital social (Fox 2002). En nacionales, mayor énfasis en el
términos generales, sin embargo, estos empoderamiento, la participación y no
estudios, salvo el de Fox, definen la des- discriminación, así como atención a los
centralización como una política que tie- grupos vulnerables” (Tsikata 2005). Los
ne lugar desde niveles superiores hacia autores consideran que una descentra-
inferiores y simplemente se limitan a lización “real” debe tener en cuenta la
examinar la implementación de dicha complejidad política, social y económi-
política dentro del gobierno municipal, ca a nivel local, así como la devolución
sin tener en cuenta las complejidades que del “poder real y los recursos reales”
encierran los procesos de descentraliza- (SLSA Team 2003). Una de las conclu-
ción tal como se entiende aquí. siones centrales de este estudio es que
la redistribución de los recursos, o acti-
Scoones y Wolmer (2003) también vos, constituye un prerrequisito para el
han adoptado un enfoque de gober- éxito de las iniciativas de desarrollo ru-
nanza en el estudio de los medios de ral, sin importar la política dentro de la
vida. En su trabajo, critican los enfoques cual estén insertas, aunque es muy pro-
técnicos a la “buena gobernanza” que bable que un marco institucional descen-
no logran solucionar los problemas sub- tralizado contribuya a dicho éxito.
yacentes de política y poder. Entre ellos,
mencionan las políticas neoliberales que El marco conceptual propuesto
promueven un “crecimiento pro-pobre” aquí (Figura 1) resalta algunas de las
y la descentralización, tal como se la variables más importantes que influyen
implementa en la práctica, concluyendo en las interacciones entre descentraliza-
que dichas políticas “pueden no ser bue- ción, gobernanza y medios de vida. Se
nas para los medios de vida de esas per- han identificado cuatro tipos de
sonas”. Más bien, proponen un enfoque interacciones. La descentralización es
de medios de vida basado en derechos2 sólo una de las muchas dinámicas que
(ibid.) así como una descentralización afectan las estructuras institucionales

2 En inglés se lo conoce como “rights-based approach”.


20 EXCLUSIÓN E INCLUSIÓN EN LA FORESTERÍA LATINOAMERICANA

nacionales y locales relacionadas con la interacciones involucra las consecuen-


gobernanza forestal. Dichas dinámicas cias que la descentralización tiene so-
incluyen una serie de políticas sectoria- bre la gobernanza, tanto sobre institu-
les y diferentes aspectos relacionados ciones formales como informales (2).
con el mercado. Por lo tanto, se debería Como resultado de estos cambios en las
analizar su interacción con estas otras relaciones de gobernanza, la descentra-
esferas. Como lo demuestra la figura, lización tiene un impacto indirecto so-
la descentralización tiene un impacto bre los medios de vida, mediados por
directo y, a su vez, recibe el impacto di- las instituciones, políticas públicas y
recto de instituciones, políticas públicas mercados (3). Finalmente, los cambios
y demandas sociales. Este es el primer en la gobernanza también afectan el
tipo de interacción que se discute más cambio en el uso del suelo y la condi-
adelante (1) 3. El segundo grupo de ción del bosque (4).

Figura 1
Esquema conceptual simplificado

Políticas públicas Demandas de los


Mercados • Política de tierras movimientos sociales
• Productos agrícolas • Políticas forestales y
• Bienes y servicios forestales ambientales
• Mercados financieros, etc. • Políticas económicas y de (1)
desarrollo
Descentralización
• Cambios en reglas-en-uso
• Reformas fiscales y
administrativas
• Impactos en medios de vida
(2)
Impactos en medios de vida
• Desarrollo económico local (3) Impactos en gobernanza
• Acceso a activos y servicios • Provisión de servicios
• Derechos de uso y control de recursos • Regulaciones de gobierno y
distribución del poder
• Reestructuración de instituciones
(4) formales e informales

Cambios en el bienestar,
condición de los bosques y
los paisajes

Impactos directos en la descentralización


Otras interacciones relevantes

3 Los números corresponden a los de la Figura 1.


LA GOBERNANZA Y LOS MEDIOS DE VIDA 21

3. La descentralización como complejas relaciones entre las reformas


conjunción de políticas políticas y legales e interacciones insti-
y demandas sociales cambiantes tucionales. Dichas interacciones propi-
cian la formación de nuevos arreglos
A diferencia del punto de vista tra- institucionales entre diferentes niveles
dicional, definimos la descentralización del gobierno formal (la esfera pública
como un grupo de arreglos institucio- del gobierno político y administrativo),
nales entre instituciones públicas y ac- instituciones locales de gobierno no in-
tores sociales que emergen de un pro- cluidas en la esfera anterior (como po-
ceso más amplio, caracterizado por dos blaciones indígenas y sus autoridades
dimensiones principales: (1) medidas tradicionales) y otras instituciones in-
desde arriba hacia abajo, que tienen formales que en ocasiones representan
como objetivo la transferencia de res- un elemento clave de la gobernanza,
ponsabilidades –políticas, administra- como arreglos informales de reciproci-
tivas y/o fiscales– hacia niveles inferio- dad, clientelismo o corrupción4 (Helm-
res de gobierno y (2) la apertura gra- ke y Levitsky 2003).
dual de espacios de participación des-
de los niveles inferiores, inducida por Esta definición tiene en cuenta el
la acción de movimientos sociales y enfoque interactivo propuesto por Fox
gobiernos locales, que cuestionan la for- para las relaciones Estado-sociedad así
ma tradicional (centralizada) de tomar como la incapacidad de las institucio-
decisiones de política pública. Desde nes formales de promover por sí solas
este punto de vista, la descentralización políticas pro-pobre (Fox 2004). Más
no sólo se limita a ser un acto adminis- bien, son las fuentes de poder informa-
trativo que involucra la transferencia de les, como el capital social y político, los
funciones sino que se trata también de que determinan los resultados. Fox ar-
un evento político que resulta en una gumenta que dichos resultados son
redistribución de poderes entre diferen- positivos cuando los actores que apoyan
tes niveles de gobierno y entre éste y la las reformas, tanto dentro como fuera del
sociedad. Es decir, se trata tanto de un gobierno, forman coaliciones para en-
proceso como de una política. frentar los grupos opuestos al cambio,
como las elites que acaparan el poder y
Definida así, la descentralización no los recursos e impiden la apertura de
representa un proceso desde arriba ha- espacios de participación para la socie-
cia abajo de reasignación de funciones dad civil. También señala que los éxitos
sino que más bien está motivado por de los grupos locales serán relativamente

4 Las instituciones informales se definen como normas sociales compartidas, que generalmente no están escri-
tas y que son creadas, comunicadas y practicadas fuera de los canales oficiales.
22 EXCLUSIÓN E INCLUSIÓN EN LA FORESTERÍA LATINOAMERICANA

limitados a menos que ellos no consi- de asignar responsabilidades o poderes,


gan en ámbitos mayores “enfrentar los o lo hagan tan sólo en forma parcial.
problemas que surgen a lo largo de la También es posible que estas políticas
cadena de toma de decisiones a nivel no logren apoyar en forma activa a los
institucional” (ibid.). Lo anterior exige grupos marginados en la solución de
la formación de redes y movimientos sus desventajas estructurales.
sociales amplios. Los movimientos so-
ciales han desempeñado un papel im-
portante en la apertura de oportunida- 4. La descentralización y su efecto
des para la participación y el sobre la gobernanza
empoderamiento así como la legitimi-
zación de los nuevos regímenes de de- Desde esta perspectiva, existe un
rechos de propiedad (Selee 2004, Tul- vínculo funcional entre la descentrali-
chin y Selee 2004, Van Cott 2003). zación y la gobernanza. El concepto de
gobernanza designa a todas las insti-
Por lo tanto, la descentralización no tuciones, formales e informales, me-
ocurre en el vacío. Más bien, sus resul- diante las cuales se ejerce el poder y la
tados están estrechamente vinculados autoridad en un país (Oyono 2005b).
a las condiciones históricas y existentes El ejercicio de la autoridad y el poder
a nivel social, económico y político. Por en el ámbito local es afectado no sólo
ejemplo, un estudio en cinco países la- por las instituciones a nivel local sino
tinoamericanos determinó que la des- también por su interacción con escalas
centralización había sido más profun- de gobernanza mayores. En relación a
da en países con poca experiencia con los bosques y los recursos forestales en
gobiernos centralizados (Seele 2004). particular, la gobernanza se refiere a
Como política, la descentralización es todas las instituciones, formales e in-
una de las muchas políticas públicas formales, públicas y privadas, reglas
que se ponen en marcha al mismo tiem- de juego y tipos de acción en diferen-
po, como las políticas fiscales o secto- tes niveles que afectan el acceso, ma-
riales (agricultura, forestería, medio nejo y control de los recursos foresta-
ambiente, alivio a la pobreza, participa- les en contextos socio-históricos espe-
ción ciudadana, etc.), que también de- cíficos (ibid.). Dado que la gobernanza
terminan las relaciones institucionales, es un concepto neutral, “la buena go–
generando a su vez sinergias y tensio- bernanza” consiste de acuerdos, inter-
nes. En la mayoría de los casos, esto re- acciones y maneras de ejercer la autori-
sulta en desequilibrios institucionales y dad que llevan a una distribución más
políticas contradictorias. Es muy proba- equitativa por parte de la sociedad, de
ble que las demás políticas no tomen en los recursos disponibles, al tiempo que
cuenta a los gobiernos locales a la hora mantiene el stock de bienes y servicios
LA GOBERNANZA Y LOS MEDIOS DE VIDA 23

forestales (véanse Keck y Sikkink 1995, limitados o poco eficaces para la parti-
Manor 1999, Oyono 2005b). cipación. Por lo tanto, las condiciones
socioeconómicas y políticas pre-
La descentralización afecta tam- existentes han desempeñado un papel
bién el marco de la gobernanza exis- determinante en los resultados de la
tente en diversos niveles de gobierno descentralización.
al introducir cambios en el balance de
poderes, nuevas estructuras insti- Sin embargo, no es nada fácil aislar
tucionales, una nueva distribución de los impactos de la descentralización
los recursos y nuevas formas de satis- sobre la gobernanza. Los cambios en los
facer las demandas sociales. En espe- regímenes de gobernanza también pue-
cial, tiene un impacto sobre: (1) la pro- den ocurrir como resultado de políticas
ducción y oferta de servicios públicos públicas diferentes de la descentraliza-
e infraestructura (Crook y Manor ción tales como –en lo que respecta a la
1998), (2) la distribución de poderes y gestión de recursos naturales– aquellas
recursos entre instituciones guberna- que fortalecen los derechos de tenencia
mentales (ibid.) y, por lo menos en al- locales y cambios en las reglas y nor-
gunos casos, dentro de la sociedad en mas del sector forestal y del ambiente o
su conjunto (Crook y Sverrisson 2001) prioridades de financiamiento para el
y (3) la forma en que las instituciones, desarrollo económico o políticas socia-
tanto formales como informales, fun- les. Las demandas sociales pueden tam-
cionan para alcanzar determinadas bién afectar la gobernanza, se haya
metas, ya sean individuales o grupales puesto en marcha o no la descentrali-
(Fox 2004). Se espera que, a nivel lo- zación. En tal sentido, entender el im-
cal, la descentralización facilite el ac- pacto de todos estos factores sobre la
ceso de los ciudadanos a los servicios, gobernanza exige no sólo un mejor co-
amplíe la participación local en las de- nocimiento de las condiciones de go-
cisiones referentes a la distribución de bierno existentes sino también de la in-
recursos y disminuya la conducta fluencia que ejerce la descentralización
clientelista o la corrupción. Por otro sobre esas condiciones.
lado, puede también reforzar la ten-
dencia a que el poder y los beneficios de-
rivados de este ejercicio sean acaparados 5. El impacto de la gobernanza
por las elites locales. Asimismo, la des- sobre los medios de vida
centralización puede promover cambios
parciales en el funcionamiento de insti- Los recursos forestales son impor-
tuciones sin alterar en forma sustancial tantes para los medios de vida porque
los arreglos que determinan la gober- permiten acceder a productos para con-
nanza local, como abrir espacios que son sumo directo, generan ingresos median-
24 EXCLUSIÓN E INCLUSIÓN EN LA FORESTERÍA LATINOAMERICANA

te la comercialización de productos fo- Según Scoones y Wolmer (2003),


restales, crean puestos de trabajo y ge- estos mecanismos de acceso represen-
neran servicios ambientales como fuen- tan las “instituciones y políticas [que]
tes de agua potable, protección del sue- afectan la forma en que las personas
lo, etc. (Kaimowitz 2003). El acceso a obtienen acceso a bienes y cómo, a su
estos recursos, mercados y servicios vez, se ponen en marcha las diferentes
depende, en gran parte, de las relacio- estrategias de medios de vida”. Es de-
nes de gobernanza. Ribot y Peluso cir, la definición de mecanismos estruc-
(2003) van más allá del concepto de pro- turales como mercados, tecnología, ca-
piedad como un “conjunto de dere- pital, etc. nos lleva a la siguiente impor-
chos” y más bien definen el acceso como tante pregunta: ¿Quién tiene acceso a
un “conjunto de poderes” que limita o estos mecanismos?, ¿Cómo? y ¿Por qué?
facilita la capacidad de actuar en nom- Por lo tanto, en nuestra formulación, las
bre de dichos derechos, o el acceso en la reglas, modos de acción e instituciones
práctica. Los mecanismos de acceso in- que determinan el acceso están influi-
cluyen no sólo los derechos que los gru- dos por el ejercicio de autoridad o las
pos han adquirido con el tiempo o aque- relaciones de gobernanza. En el mismo
llos que son legítimos desde el punto sentido, al ampliar el poder y la autori-
de vista legal (títulos de propiedad), dad de los gobiernos municipales, la
sino también medios ilegales o semi-le- descentralización puede tener conse-
gales de acceso (que pueden ser consi- cuencias directas sobre la gobernanza
derados como no legítimos).5 Pero in- al redefinir los factores que inciden en
cluso el acceso físico a los bosques no el acceso a los activos y la toma de deci-
garantiza un acceso pleno a sus benefi- siones. Esto puede suceder cuando los
cios. Estos se ven limitados o facilita- gobiernos municipales intervienen en la
dos por otros mecanismos estructura- distribución de derechos de usufructo
les o relacionales, como mercados, tec- de las tierras y del bosque, proveen ser-
nología, capital, empleo, conocimiento, vicios forestales y desarrollan infraes-
etc., y/o pueden ser mediados por iden- tructura, entre otras actividades 6.
tidades sociales o relaciones sociales ne-
gociadas (amistad, confianza, recipro- La descentralización, por lo tanto,
cidad, clientelismo, dependencia, obli- crea oportunidades pero también impo-
gación), incluyendo acceso a la autori- ne obstáculos a los grupos sociales que
dad (ibid.). tratan de obtener acceso a los recursos

5 Estos incluyen, por ejemplo, la membresía a un grupo social con acceso tradicional a los recursos que no
siempre es reconocido a nivel legal y por lo tanto, es clasificado como informal (e incluso, en ocasiones, ilegal).
6 Al mismo tiempo, los gobiernos municipales tienen muy poca influencia sobre otros factores que son determi-
nantes en los medios de vida de la población, como el funcionamiento de los mercados o cómo los ingresos deriva-
dos de dichos mercados es obtenido y distribuido.
LA GOBERNANZA Y LOS MEDIOS DE VIDA 25

forestales o legitimar dicho acceso. La derechos de propiedad, tienen poco


descentralización puede llevar a cam- campo de maniobra para tomar decisio-
bios en la gobernanza que privilegien nes debido al diseño e implementación
la seguridad de los derechos de propie- de regulaciones a nivel del gobierno
dad de las comunidades locales e incre- central.
menten sus oportunidades y poder de
negociación para hacer demandas. Más
aún, los gobiernos municipales pueden 6. La gobernanza y el uso de tierra
facilitar el acceso al crédito y la tecno-
logía, promover la organización a ni- Los diferentes arreglos institucio-
vel local y/o crear oportunidades que nales que resultan de los cambios en la
faciliten la participación local en la gobernanza pueden también influir en
toma de decisiones referente al uso y las condiciones del bosque. Por ejem-
la gestión del bosque así como la dis- plo, los cambios institucionales que
tribución de beneficios. Por otro lado, mejoran los medios de vida locales pue-
puede imponer nuevas cargas tribu- den no ser necesariamente beneficiosos
tarias y normas para el uso del bosque, para los bosques (Resosudarmo 2005,
restringir el acceso o incluso, vender Tacconi et al. 2005). Es decir, un mayor
recursos forestales que las comunida- acceso y poder de decisión a nivel local
des consideran suyos. pueden incluir prácticas de conserva-
ción o estar caracterizados por un uso
La descentralización puede no sólo sostenible, pero también puede llevar a
afectar la manera en que los usuarios la destrucción progresiva de los bosques
del bosque obtienen acceso a los recur- y a su conversión para otros usos7. Al-
sos forestales sino también influenciar gunos tomadores de decisión temen que
el poder de decisión que ellos tienen la descentralización resulte en una des-
sobre los bosques; es decir, la autono- trucción del bosque, particularmente en
mía de la que disfrutan al decidir cómo áreas de frontera agrícola, donde las
beneficiarse de estos recursos, incluyen- presiones para convertir bosques para
do su conversión a otros usos. En este la agricultura y la ganadería son por lo
sentido, la descentralización ha estado general bastante fuertes, ya sea que
acompañada, en algunos casos, de una provengan de grandes propietarios
devolución de derechos y poder de toma agrícolas y ganaderos acomodados, o
de decisiones a las poblaciones locales, campesinos pobres. Igualmente, algu-
aunque muchas de ellas, a pesar de te- nos conservacionistas temen que las
ner acceso e incluso, en algunos casos, áreas protegidas sean destruidas por

7 Sin embargo, no debemos asumir que toda conversión de bosques es necesariamente inapropiada (Kaimowitz
et al. 1998).
26 EXCLUSIÓN E INCLUSIÓN EN LA FORESTERÍA LATINOAMERICANA

las poblaciones locales pobres si se les por la investigación realizada para los
otorga mayor poder de decisión. Sin em- estudios nacionales, los mismos que
bargo, con frecuencia, estos problemas son analizados en las siguientes sec-
tienen su raíz en otros factores como los ciones del documento. No fue posible
mercados y las políticas de desarrollo na- cubrir cada una de las interacciones
cional (Angelsen y Wunder 2003, Kaimo- discutidas de igual forma; en particu-
witz y Angelsen 1998, Larson 2002). lar, no se abordó el impacto de la des-
centralización sobre los bosques y el
Además, como ya fue mencionado, paisaje. Más bien, el estudio se con-
la falta de participación local en la toma centró en un grupo reducido de polí-
de decisiones ha demostrado tener efec- ticas sectoriales, basadas en aquellas
tos contraproducentes, tanto sobre los que parecían las más relevantes en
medios de vida como sobre los bosques. cada país y trató, específicamente, de
Más aún, la descentralización y un me- definir las descentralizaciones fores-
jor acceso local a los recursos no signi- tales en el contexto del sector forestal
fican que los usuarios tengan un acceso y de las políticas nacionales de des-
libre y sin reglas. En condiciones propi- centralización, alivio a la pobreza y de
cias, tanto el diseño de normas cercano desarrollo.
al hogar, en particular si se basa en tra-
diciones locales (véase Gibson et al. 2000), Los investigadores identificaron
así como mejores beneficios locales del los impactos de la descentralización
acceso a los bosques, deberían resultar sobre la gobernanza en varios contex-
en una mayor sostenibilidad. Asimismo, tos locales, pero dada la naturaleza del
la descentralización que amplía los de- documento, no llevaron a cabo estu-
rechos locales para prevenir el ingreso dios específicos acerca de la micro-
de extraños a los bosques, puede mejo- política de la gobernanza. Nuestro
rar considerablemente los medios de análisis de los efectos sobre ciertos
vida y el mantenimiento del recurso. medios de vida es aún preliminar,
pues está basado en múltiples entre-
vistas más no en datos económicos
7. La descentralización duros. Esperamos que los resultados
y los medios de vida que se presentan a continuación de-
en esta investigación muestren la validez del marco teórico
y que muchas de las interacciones
El marco conceptual presentado identificadas sean útiles para la inves-
aquí influenció y estuvo influenciado tigación futura.
27

3. El sector forestal
y los usuarios forestales marginados

En todos los países estudiados, el presenta primero a los grupos que de-
sector forestal –si tenemos en cuenta penden del bosque para luego discutir
sólo la extracción y el procesamiento los problemas comunes que afectan al
primario– contribuye en forma oficial sector forestal y los ordenamientos ju-
con apenas un 1% al PIB nacional. En rídicos que influyen tanto en el aprove-
algunos países, el aporte de los produc- chamiento maderero como en otros
tos forestales a la industria aumenta usos del bosque.
dicho porcentaje. Además, es muy pro-
bable que las contribuciones “informa-
les” de los bosques sean mayores aún, 1. Los grupos que dependen
particularmente si consideramos la im- del bosque y sus medios de vida
portancia de los servicios ambientales
y de los productos de subsistencia para Dentro de la lista de grupos margi-
las personas que viven dentro los bos- nados o gente que depende del bosque
ques o alrededor de ellos. Varios gru- podemos considerar a los madereros de
pos marginados, como los pequeños pequeña escala, las comunidades indí-
productores, productores agroforesta- genas, las comunidades extractivas y los
les, siringueros y comunidades indíge- pobladores asentados dentro o en los al-
nas participan en el aprovechamiento rededores de zonas boscosas. Dentro de
comercial, la venta comercial de otros estos grupos, las mujeres están en situa-
productos forestales –incluyendo al- ción de alta marginalidad. Cada grupo,
gunos no maderables– y en el uso de a su vez, puede ser subdividido en fun-
recursos forestales para la subsisten- ción del acceso que tiene al bosque y la
cia, especialmente leña. Esta sección seguridad del acceso o de los derechos
28 EXCLUSIÓN E INCLUSIÓN EN LA FORESTERÍA LATINOAMERICANA

de tenencia; algunos propietarios son gresos mediante los programas de refo-


privados –individuales o colectivos– restación y protección de bosques.
mientras que otros dependen de tierras
públicas para su acceso. Si bien para Generalmente se considera que los
algunos de ellos la producción forestal bosques son espacios de dominio del
es central en sus medios de vida, para hombre (véase McDougall 2005). Muy
muchos otros las actividades forestales rara vez se reconoce que las mujeres
representan una de muchas actividades pueden también estar interesadas en
agrícolas y no agrícolas, importantes ellos o sus productos forestales, a pesar
para satisfacer sus necesidades de con- que ellas se desempeñan en todas las
sumo y de dinero en efectivo. Para los actividades arriba mencionadas e inclu-
propósitos de este estudio, hemos deci- so su participación es mayoritaria en
dido concentrarnos más en aquellos algunas de ellas, como la producción de
para quienes el comercio de los produc- artesanías, la recolección de plantas or-
tos forestales es importante. namentales y el abastecimiento de co-
mida para las actividades de turismo.
Lamentablemente, no se cuenta con Y aunque casi no participan en la ardua
datos sobre la contribución específica de labor de corta de árboles, sí lo hacen en
las comunidades y los madereros de todas las otras actividades de extracción
pequeña escala a la producción forestal maderera. Ellas son tan capaces como
por país, aunque hay indicios que es los hombres de realizar trabajos espe-
importante, y que incluso, puede estar cializados como colocar placas en los
aumentando con el tiempo, en la medi- árboles y medirlos, recabar datos y ha-
da que las comunidades están progre- cer un seguimiento del volumen apro-
sivamente formalizando su acceso a las vechado. Cabe mencionar también que
áreas forestales. Estos grupos extraen las mujeres son las más afectadas por
importantes productos forestales como la disponibilidad de leña para consu-
madera, resina, leña, plantas medicina- mo doméstico.
les, hojas de palma, palmito, nueces,
semillas, goma, aceites esenciales, plan-
tas ornamentales e insumos para arte- 2. Principales problemas forestales
sanía. Ellos también se benefician de los
servicios de los ecosistemas, como la Si bien cada país enfrenta proble-
conservación de provisión y calidad de mas específicos en su sector forestal,
agua y, en menor grado, de actividades todos ellos enfrentan problemas de ca-
de turismo. En aquellos países donde rácter general como por ejemplo la
se han puesto en marcha programas de conversión de la frontera agrícola,
incentivos, como en Guatemala, los gru- cuestiones relacionadas a la tenencia
pos marginados han mejorado sus in- de la tierra, aprovechamiento ilegal,
EL SECTOR FORESTAL Y LOS USUARIOS FORESTALES MARGINADOS 29

las burocracias forestales nacionales así en grado significativo la gestión fores-


como problemas económicos y de tal sostenible, aunque las tendencias
comercialización. sugieren que ella ha estado aumentan-
do con el tiempo (véase Molnar et al.
En todos los países, las dinámicas 2004).
de la frontera agrícola que llevan a la
conversión de bosques para otros usos Uno de los principales problemas
es central en el cambio de uso del sue- que enfrentan los sectores forestales gira
lo, aunque la rapidez y magnitud de en torno a la tenencia de la tierra. Para
dichos cambios, sus causas directas e comprender la forma exacta en que el
indirectas así como los tipos de actores ordenamiento jurídico y las autoridades
involucrados varían de un lugar a otro8. forestales interactúan con los diferen-
Las presiones para la conversión de tie- tes usuarios de los recursos forestales,
rras son mayores en áreas con abundan- es importante conocer la naturaleza de
tes bosques públicos y por lo tanto, el las relaciones de tenencia: quién es el
desmonte se convierte en la mejor ma- propietario del bosque, quién tiene ac-
nera de legitimar derechos propietarios ceso y quien lo controla en la práctica.
en un contexto donde la tenencia de tie- Los estudios de caso han identificado
rra es extremadamente desigual y las ambos polos, desde bosques privados
políticas de desarrollo rural son exclu- (individuales o comunitarios) en el caso
yentes. Sin embargo, la conversión de de la mayoría de usuarios (Nicaragua)
bosques para otros usos también ocu- hasta bosques públicos (Honduras y la
rre debido a la posibilidad de obtener Amazonia brasileña), así como ejemplos
ganancias de actividades agrícolas o intermedios (Bolivia y Guatemala).
ganaderas, en un contexto en que los Todo parece indicar que Bolivia es el
recursos forestales están subvaluados. país que más esfuerzos ha emprendido
Por lo tanto, los usos forestales no pue- para enfrentar los problemas de tenen-
den competir con usos alternativos de cia de la tierra mediante un programa
tierra, ante la ausencia de mecanismos de saneamiento y de titulación a gran
que compensen los servicios ecológicos. escala, a pesar de que los progresos han
Además de la deforestación, se intervie- sido lentos. En Guatemala, un progra-
ne un número importante de bosques ma similar no ha tenido el mismo éxito
para el aprovechamiento selectivo de y en Brasil, la reforma agraria y la regu-
especies valiosas, ya que no se practica larización de la ocupación de tierras son

8 Aunque también varía dentro de un mismo país, en Bolivia, la dinámica principal es el crecimiento de la produc-
ción de soya; en Honduras, la expansión de la ganadería a gran escala y en Nicaragua, el movimiento de pequeños
campesinos y ganaderos que buscan tierra más barata. Todos estos factores empujan la frontera agrícola en Brasil, un
proceso que a su vez se ha visto facilitado por la construcción de caminos y la apropiación ilegal de tierras.
30 EXCLUSIÓN E INCLUSIÓN EN LA FORESTERÍA LATINOAMERICANA

importantes en papel, pero no habido la corrupción. En Nicaragua, por ejem-


mayores logros en la práctica. En la plo, se sospecha que altos funcionarios
mayoría de los países, la especulación del gobierno o autoridades militares es-
de tierras es todavía un problema y el tán involucrados en la cadena de ilega-
desmonte se ha convertido en la mane- lidad. Sin embargo, el Instituto Forestal
ra más fácil de justificar la tenencia de ha emprendido grandes esfuerzos para
la tierra. Sin embargo, en todos los paí- limpiar su desvirtuada imagen. En Bra-
ses, los propietarios de tierra –pública sil, se han identificado varios casos de
o privada– ahora también son propie- corrupción dentro del Instituto Brasile-
tarios de sus bosques 9. ño para el Medio Ambiente y los Recur-
sos Naturales (IBAMA ), los mismos que
La ilegalidad abarca diversas activi- han sido sancionados. En Bolivia y Gua-
dades, como la extracción en áreas pro- temala, la reforma de los institutos fo-
hibidas, el aprovechamiento sin permi- restales ha reducido en forma signifi-
sos y el aprovechamiento con permisos cativa la corrupción interna y Bolivia,
pero en áreas o volúmenes no aproba- en particular, ha realizado grandes es-
dos. También contempla el transporte y fuerzos para reducir las prácticas ilega-
procesamiento de madera obtenida en les, aunque la capacidad institucional
forma ilegal o el contrabando de produc- es aún insuficiente.
tos forestales (Contreras-Hermosilla
2001). Los sectores forestales de todos los Los institutos forestales son perci-
países se caracterizan por un aprovecha- bidos de diferentes maneras: algunos
miento ilegal que alcanza proporciones son respetados (Guatemala y Bolivia)
importantes, aproximadamente la mitad mientras que otros están muy desacre-
de la producción de cada uno, pero no ditados (Honduras)10. Cualquiera sea el
es fácil disponer de datos que susten- caso, ningún país cuenta con el perso-
ten esta hipótesis. En ocasiones, las ac- nal o presupuesto necesarios para cum-
tividades ilegales han estado ligadas a plir a cabalidad con sus mandatos. Esta

9 Se trata de un cambio reciente en casi todos los países bajo estudio. La situación anterior permitía que el
gobierno central, como dueño de todos los bosques, no sólo autorizara las concesiones forestales en tierras públi-
cas ocupadas por campesinos o comunidades indígenas sino también en tierras privadas. En la mayor parte de los
casos, todas estas posibilidades han sido contempladas en la legislación o en la práctica, aunque en Honduras, los
campesinos tienen pocas opciones en el caso de tierras públicas.
10 La Corporación Hondureña de Desarrollo Forestal (COHDEFOR) está totalmente desacreditada después de

años de acusaciones de incompetencia y corrupción. Hoy, la administra una comisión interventora y se contempla
la creación de nuevas instituciones con la aprobación de la nueva ley forestal, aún pendiente. En Guatemala, la ley
forestal de 1996 creó el Instituto Nacional de Bosques (INAB) con la ayuda de un grupo de jóvenes profesionales
comprometidos y desde entonces, ha logrado mantener altos estándares profesionales. Una de sus principales
características es que se trata de un ente autónomo, cuya junta directiva está compuesta por varios organismos; el
gobierno central no tiene una mayoría. Por esta razón, no ha estado sujeto a politización por las autoridades del
gobierno central.
EL SECTOR FORESTAL Y LOS USUARIOS FORESTALES MARGINADOS 31

situación está estrechamente vinculada con un sistema de aprobación excesi-


a la forma en que son financiados, ya vamente burocrático puesto que invo-
que la mayoría de las veces dependen lucra tres departamentos diferentes del
de las tasas de aprovechamiento o con- IBAMA y numerosos puestos de inspec-
versión forestal. En algunos casos, los ción. No obstante, cabe destacar, que
problemas de financiamiento son bas- aún en aquellos países donde los pro-
tante visibles, como en el Brasil, donde cedimientos han sido simplificados, to-
el instituto forestal en un país de pro- davía constituyen un peso para los pe-
porciones tan grandes, está aún centra- queños propietarios. Los institutos fo-
lizado y simplemente no tiene la capa- restales también se caracterizan por te-
cidad para cubrir áreas remotas, donde ner conflictos con los ministerios del
se encuentran la mayor parte de los re- medio ambiente. En Bolivia, la delimi-
cursos forestales. Sólo en Bolivia y Gua- tación y creación de reservas forestales
temala, ello ha llevado a que los insti- municipales, a cargo del Ministerio de
tutos forestales depositen más confian- Desarrollo Sostenible, ha sido lenta
za en los gobiernos municipales, tam- mientras que en Guatemala y Nicara-
bién los más respetados y consolidados gua, los madereros se quejan los proce-
a nivel central, para poder cumplir con dimientos adicionales o diferentes esti-
sus responsabilidades. Sin embargo, en pulados para el aprovechamiento en
casi todos los países, las agencias fores- áreas protegidas. En general, el costo de
tales del gobierno central están suscri- las transacciones para cumplir con los
biendo acuerdos de cooperación con las requisitos y las normas tienden a dis-
municipalidades o con los estados en el criminar contra los usuarios pobres del
caso del Brasil, para transferir respon- bosque.
sabilidades específicas.
Los sectores forestales también en-
Los temas vinculados a la burocra- frentan serios problemas económicos en
cia representan también un problema la producción forestal en general: altos
serio en los institutos nacionales fores- costos de producción y transporte así
tales, aunque su magnitud varia depen- como infraestructura de caminos y
diendo del caso. En todos los países transporte precarios (particularmente
deben formularse planes de manejo fo- en áreas de frontera agrícola). En lo que
restal para obtener un permiso o con- concierne a la industria forestal, los cin-
cesión y, en todos ellos, los madereros co países adolecen de problemas de ca-
se quejan de la excesiva burocracia. Sin lidad, de la integración de las cadenas
embargo, los procedimientos y requisi- de mercado y de eficiencia en el proce-
tos han sido relativamente simplifica- samiento y uso de madera. Bolivia sólo
dos y racionalizados en todos los paí- aprovecha el 3% del potencial de apro-
ses con excepción de Brasil, que cuenta vechamiento de madera que alcanza
32 EXCLUSIÓN E INCLUSIÓN EN LA FORESTERÍA LATINOAMERICANA

teóricamente los 20 millones de metros Brasil y Bolivia, es más fácil conseguir


cúbicos al año. Los aserraderos de Ni- permisos para desmontar reducidas
caragua operan sólo a un 25% de su ca- cantidades de bosque con objetivos
pacidad instalada y gran parte de la agrícolas que para manejar ese mismo
maquinaria es obsoleta y poco eficiente bosque para explotación maderera. Por
(Guevara 2004). En Brasil han habido su parte, las políticas agrícolas de Ni-
avances importantes en el sector fores- caragua y Honduras simplemente rele-
tal de la Amazonia pero dicha región gan al sector forestal a un segundo o
está aún rezagada en comparación con tercer plano. Las políticas de tierra tam-
el moderno sector forestal del sur, asen- bién tienden a privilegiar los usos agrí-
tado en unas siete millones de hectáreas colas, que a su vez se ven fortalecidos
(Keipi 1999a) de plantaciones de pino y por políticas crediticias que tienen como
eucalipto, destinadas a la producción objetivo la modernización del sector
de pulpa y papel. En el caso de los bos- agrícola, especialmente en Brasil. Otras
ques naturales, se considera que la cer- políticas que operan en contra de los
tificación brinda una nueva e importan- bosques son las inversiones en infraes-
te oportunidad para mejorar la gestión tructura de caminos y los acuerdos co-
forestal y asegurar el acceso a los mer- merciales, que favorecen el desarrollo
cados; no obstante, es poco probable tanto de la agricultura como de la agro-
que resuelva el sinnúmero de proble- industria.
mas que enfrenta el sector forestal (véa-
se Keipi 1999b). Si bien Bolivia, Brasil y
Guatemala tienen más experiencia con 3. El marco jurídico
la certificación forestal, Bolivia cuenta de la descentralización forestal
con la mayor área de operaciones certi-
ficadas en bosques tropicales (dos mi- Desde la década pasada, todos los
llones de hectáreas). países bajo estudio propiciaron, o aún
lo están haciendo, cambios importan-
Asimismo, existen políticas extra- tes en los marcos de política forestal.
sectoriales que afectan al sector fores- Tanto Bolivia como Guatemala aproba-
tal. En general, el sector forestal en ron nuevas leyes forestales a mediados
América Latina tiende a estar inmerso de los noventa, Nicaragua lo hizo en el
como subsector dentro del sector agrí- 2003, Honduras viene discutiendo una
cola, o se lo discute en el marco de las nueva ley forestal en el Congreso Na-
agendas ambientales. Esto tiene nume- cional11 y Brasil sancionó una ley de
rosas consecuencias. Por ejemplo, en concesiones forestales a principios del

11 Si bien muchos estaban convencidos de que sería aprobada en 2005, la sanción de la ley fue pospuesta nueva-
mente en forma indefinida.
EL SECTOR FORESTAL Y LOS USUARIOS FORESTALES MARGINADOS 33

2006, a pesar de que la aprobación de la las dos regiones autónomas de la Costa


misma tomó más tiempo de lo previs- Atlántica. Sin embargo, esta dinámica
to. En relación al ordenamiento jurídi- no fue promovida por el instituto fores-
co anterior, cada una de ellas otorga tal; más bien formó parte de un proce-
beneficios y/o responsabilidades adi- so mayor de negociación con las auto-
cionales a los gobiernos municipales y ridades indígenas sobre la Ley de Au-
los usuarios forestales. No obstante, to- tonomía.
das son aún bastante conservadoras a
la hora de transferir la toma de deci- Además, la nueva ley de concesio-
siones sobre la gestión forestal hacia ni- nes forestales del Brasil otorga por pri-
veles inferiores de gobierno. En térmi- mera vez beneficios forestales a las
nos generales, Brasil se caracteriza por municipalidades y concesiones a gru-
contar con la legislación forestal más pos comunitarios. También amplía las
centralizada, seguido muy de cerca por responsabilidades y asignaciones de los
Nicaragua. Por su parte, Bolivia y Gua- gobiernos estatales. La nueva ley de
temala han puesto en marcha los pro- Nicaragua aumentó el porcentaje de
cesos de descentralización más agresi- tasas forestales que retornan a los go-
vos, aunque la descentralización ha biernos locales, regionales y las comu-
sido más bien de tipo instrumental en nidades indígenas pero a su vez, limitó
el caso de la agencia forestal en Guate- la discreción de los gobiernos munici-
mala. Honduras representa un caso in- pales, que había sido ampliada de facto
termedio. ante la ausencia de un control eficaz por
parte del gobierno central.
Sin embargo, tanto en Brasil como
en Nicaragua, existen excepciones al Tanto Bolivia como Guatemala, que
centralismo. Brasil ha descentralizado, cuentan con leyes forestales desde 1996,
por contrato, las responsabilidades de se caracterizan por tener los procesos
gestión forestal y el monitoreo de des- de descentralización más avanzados, ya
montes a los estados de Acre, Pará, que ambos países han creado oficinas
Amazonas y Mato Grosso; el estado de forestales municipales que reciben apo-
Rondônia ha asumido ciertas responsa- yo y capacitación de la autoridad fores-
bilidades sin haberlas negociado con el tal central (Guatemala), o por lo menos,
gobierno federal, lo cual ha suscitado coordinan con ella (Bolivia). Las respon-
una serie de conflictos. En el caso de Ni- sabilidades de dichas oficinas compren-
caragua, si bien este país no ha delega- den la fiscalización y control de activi-
do ningún poder de toma de decisiones dades forestales. Las oficinas de Gua-
a los gobiernos municipales, comparte temala también trabajan en la preven-
la toma de decisiones referente a los re- ción de incendios, educación ambien-
cursos naturales con las autoridades de tal, reforestación y en la identificación
34 EXCLUSIÓN E INCLUSIÓN EN LA FORESTERÍA LATINOAMERICANA

de áreas de protección de agua. Por su cumplir con su propio mandato. En al-


parte, las unidades forestales municipa- gunos casos, esto ha resultado en de-
les de Bolivia proponen la asignación mandas hechas por las mismas muni-
de las concesiones forestales a grupos cipalidades para desempeñar un mayor
de usuarios forestales locales ( ASLs)12 papel en la gestión forestal local, lo que
asentados dentro de áreas declaradas ha llevado a la suscripción de acuerdos
reservas forestales municipales y tam- formales para la delegación de ciertas
bién los ayudan a elaborar sus planes funciones relacionadas con dicha ges-
de manejo forestal. En Guatemala, las tión. Por ejemplo, cinco municipalida-
oficinas más activas y calificadas han des localizadas en el departamento de
preparado políticas forestales munici- Santa Cruz autorizan ahora diversos ti-
pales, facilitado la participación en el pos de permisos de aprovechamiento
programa de incentivos forestales de pequeña escala y llevan a cabo de-
PINFOR y vendido servicios a los usua- comisos de productos forestales ilega-
rios forestales locales, como la elabora- les. En el departamento de Pando se está
ción de planes de manejo forestal y la produciendo la delegación progresiva
realización de estudios técnicos. Sin de funciones a dos municipalidades,
embargo, ninguna de estas oficinas tie- siendo una de las principales atribucio-
ne el poder de toma de decisiones, sal- nes el control del origen de la castaña
vo para impedir el aprovechamiento ile- (bertholettia excelsa) y el cobro de im-
gal en tierras municipales en Guatema- puestos por su recolección.
la y llevar a cabo decomisos preventi-
vos de productos ilegales en el caso de En términos del marco jurídico a
Bolivia. En Guatemala, los permisos nivel nacional, es probable que Hondu-
para cortes domésticos pueden ser ad- ras sea el país que ha otorgado mayo-
ministrados a nivel local pero desde el res atribuciones a los gobiernos muni-
punto de vista legal, deben ser firma- cipales en la toma de decisiones del sec-
dos por el Instituto Nacional de Bosques tor forestal– aunque haya sido diferen-
(INAB ); sólo en el perímetro urbano son te en la práctica. Por ley, el instituto fo-
reguladas directamente por el régimen restal de Honduras debe coordinar to-
municipal. das las decisiones y los permisos de
aprovechamiento y otros usos del bos-
Aún así, en Bolivia, la Superinten- que con la municipalidad correspon-
dencia Forestal (SF) ha aceptado colabo- diente, lo que implica, de alguna ma-
rar con las municipalidades para poder nera, que las municipalidades de ese

12 Las Asociaciones Sociales de Lugar (ASLs) están conformadas por madereros en pequeña escala tradicionales
que pueden obtener beneficios de una concesión forestal localizada dentro de reservas forestales municipales
siempre y cuando se organicen como una asociación.
EL SECTOR FORESTAL Y LOS USUARIOS FORESTALES MARGINADOS 35

país pueden aprobar o rechazar todas países con estados unitarios existe cier-
las solicitudes de aprovechamiento. No to nivel de gobierno formal entre los
obstante, en la práctica, las municipali- gobiernos centrales y municipales, que
dades sólo tienen a su cargo la admi- en la actualidad involucra gobernado-
nistración de los ejidos y muy rara vez res o delegados designados13. Sólo en
tienen competencias de gestión en áreas Bolivia tienen estos gobiernos departa-
forestales nacionales o privadas, las mentales o prefecturas un papel espe-
mismas que se encuentran bajo respon- cífico en la gestión forestal, a pesar de
sabilidad del instituto forestal. Aún así, que ha ido disminuyendo a medida que
dado que los ejidos conforman aproxi- las responsabilidades de los gobiernos
madamente el 30% de los bosques del municipales han ido en aumento. La
país, las municipalidades de Honduras nueva ley forestal determinó que las
tienen poderes de decisión sobre parte prefecturas deben apoyar con acciones
importante de ellos. de fortalecimiento a las unidades fores-
tales municipales, formular planes de
Honduras también ha emprendido desarrollo forestal departamental y ha-
iniciativas importantes hacia la descen- cerse cargo de la investigación forestal.
tralización, precisamente por el descré- Mientras que algunas prefecturas han
dito y parcial desmantelamiento del ins- privilegiado el equipamiento de las
tituto forestal. Aunque otras entidades municipalidades (Santa Cruz), otras en
también han suscrito convenios y con- realidad han interferido al haber asu-
tratos de gestión forestal, principalmen- mido algunas de sus responsabilidades
te para áreas protegidas, las municipa- (Pando). Si bien a las prefecturas se les
lidades han ganado terreno gracias al ha asignado una porción de las tasas fo-
cabildeo de la Asociación de Municipios restales para cumplir con sus funciones,
de Honduras (AMHON ). Esto ha resul- en general los recursos han sido utiliza-
tado en una serie de arreglos contrac- dos para financiar otras actividades.
tuales con el instituto forestal, en parte
porque pocas municipalidades tienen En Brasil, como se mencionó antes,
ya sea la capacidad o están interesadas el gobierno estatal ha asumido mayores
en la gestión forestal local. responsabilidades ambientales con el
tiempo. En otros países, este nivel meso
Además del nivel estatal en Brasil de gobierno participa también en forma
y las regiones autónomas en Nicaragua, creciente en las decisiones que pueden
es también importante considerar el ni- afectar los recursos naturales. En Nica-
vel meso –regional o departamental– ragua, recientemente se ha recreado la
bajo otras condiciones. En los cuatro figura de los delegados presidenciales

13 En el caso de Nicaragua, este punto se refiere al país en su conjunto, aunque no incluye a las regiones autónomas.
36 EXCLUSIÓN E INCLUSIÓN EN LA FORESTERÍA LATINOAMERICANA

departamentales, luego de que este de derechos de tenencia y de acceso


puesto hubiera sido eliminado por mu- para las comunidades indígenas, pe-
chos años y por ley han sido designa- queños propietarios y otros usuarios
dos como jefes de los consejos de desa- tradicionales del bosque, así como en
rrollo departamentales14. Dichos conse- el diseño de programas y actividades
jos pueden discutir cuestiones referen- que apoyen la forestería comunitaria.
tes a los recursos naturales como parte
de su agenda de desarrollo, y por su- En el mejor de los casos, las leyes
puesto, otros aspectos de desarrollo que forestales reconocen que la pobreza con-
puedan incidir sobre los bosques. En tribuye a la deforestación del país (como
Guatemala, los gobernadores departa- por ejemplo, la política forestal de Gua-
mentales no tienen responsabilidades temala). En Bolivia, la Ley de Reforma
específicas sobre los bosques pero figu- Agraria y la Ley Forestal16, ambas apro-
ran de forma prominente en la política badas en 1996, tienen como objetivo
regional y también encabezan los comi- promover un acceso más equitativo a
tés de desarrollo; recientemente se ha los recursos y un mejor reparto social
decidido que dichos comités recibirán de los beneficios derivados de las acti-
fondos de reforestación 15. vidades forestales. Sin embargo, las dis-
cusiones referentes a los temas de ali-
vio a la pobreza y desarrollo económi-
4. Exclusión e inclusión de los co a nivel local constituyen todavía pro-
grupos que dependen del bosque cesos políticos paralelos que no se han
logrado integrar al sector forestal. Bási-
En general, la política forestal y el camente, la prioridad política y econó-
marco jurídico de los países bajo es- mica respecto a los bosques en los cinco
tudio no llegan a valorar la importan- países es promover el concurso de em-
cia potencial del vínculo entre el sec- presas privadas en el sector forestal, en
tor forestal y el alivio a la pobreza. No particular la inversión en plantaciones y
obstante, en algunos casos los progre- la construcción de una industria fores-
sos han sido importantes, particular- tal comercialmente viable; en un segun-
mente en relación a la formalización do o tercer plano hay diversos tipos de

14 Ante las protestas de varias organizaciones, el gobierno central se vio obligado a retractarse y designó, en
algunos casos, a otros prominentes líderes regionales para encabezar dichos consejos.
15 Los gobernadores hondureños no tienen responsabilidades en temas vinculados al desarrollo o los recursos

naturales.
16 Si bien Bolivia no cuenta con una política forestal, paradójicamente hay una proliferación de estrategias fores-

tales (cuatro en los últimos cinco años), aunque ninguna ha sido implementada oficialmente. Se está discutiendo la
posibilidad de formular una política forestal formal con metas específicas en lapsos determinados de tiempo, pero
la mayoría de partes interesadas teme que un debate de esa naturaleza genere mayor conflicto entre los actores
forestales.
EL SECTOR FORESTAL Y LOS USUARIOS FORESTALES MARGINADOS 37

apoyo o atención a pequeños produc- beneficio derivado del aprovechamien-


tores o pobladores que dependen del to legal. Sin embargo, la descentraliza-
bosque. ción a nivel estatal les permite obtener
permisos de aprovechamiento en sus
Sin duda, aquellos que reconocen áreas. El estado de Amazonas, por ejem-
la importancia que los bosques tienen plo, ha diseñado normas de manejo más
para la población pobre, cuentan con flexibles para áreas menores a 500 ha.
mejores marcos institucionales para No obstante, si bien los planes de ma-
apoyar a estos grupos. Un caso sobre- nejo no necesitan ser muy sofisticados
saliente lo constituyen las 450,000 ha de desde el punto de vista técnico, los per-
concesiones comunitarias en el Petén de misos son otorgados para una cosecha
Guatemala, las cuales son administra- máxima de sólo un metro cúbico por
das por el instituto de medio ambiente hectárea al año.
y no el instituto forestal, debido a que
ellas están ubicadas en áreas protegidas. Aún así, el manejo comunitario
También se han realizado esfuerzos en está proliferando con subsidios direc-
el resto del país por incluir a los grupos tos o indirectos de los gobiernos u or-
marginados en los programas de incen- ganismos de desarrollo así como es-
tivos para la reforestación y protección fuerzos por aumentar la disponibilidad
de los bosques naturales. La normativi- de recursos financieros para la gestión
dad forestal de Bolivia otorga ahora forestal sostenible. Se han emprendi-
concesiones a grupos comunitarios. A do varias iniciativas que tienen por ob-
la fecha, alrededor de un millón de hec- jeto formalizar el acceso de las comu-
táreas han sido otorgadas bajo el régi- nidades locales y los grupos agro-
men de concesiones a favor de grupos extractivistas a los recursos del bosque,
de madereros en pequeña escala (ASLs) siendo el mejor ejemplo para mejorar
dentro de las reservas forestales muni- las condiciones de medios de vida el
cipales. En Honduras, el instituto fores- de la creación de sistemas de reservas
tal incluye el Sistema Social Forestal, extractivistas. Dichas reservas, con al-
que acoge a 261 grupos agroforestales; gunas limitaciones sobre la expansión
lamentablemente, dicha entidad está agrícola, permiten que la gente local
marginada dentro del instituto. obtenga ingresos de los productos fo-
restales no madereros, particularmen-
En Brasil, la legislación, los costos te goma y nueces, así como del apro-
y la burocracia han prácticamente ex- vechamiento maderero 17. En el estado
cluido a la población pobre de cualquier de Acre, se creó un subsidio para au-

17 En la práctica, las comunidades locales tratan de invertir más de lo permitido en agricultura y ganadería pero
esto varía en función del lugar.
38 EXCLUSIÓN E INCLUSIÓN EN LA FORESTERÍA LATINOAMERICANA

mentar los precios de la goma y el go- Aunque Honduras, Guatemala y


bierno invirtió en infraestructura de Brasil, al igual que Bolivia, han suscri-
transporte y plantas procesadoras para to el Convenio 169 de la OIT sobre Pue-
promover las industrias de la goma y blos Indígenas y Tribales en Países In-
la castaña. dependientes, los resultados han sido
bastante pobres. En Honduras, algunos
Nicaragua es el único país que grupos indígenas han logrado benefi-
prácticamente no cuenta con un meca- ciarse más que otros: a los Lenca, por
nismo de apoyo estatal formal para ejemplo, se les ha extendido títulos de
grupos locales en el sector forestal. Sin propiedad comunal, mientras que en La
embargo, es al mismo tiempo uno de Mosquitia, ni una sola comunidad ha
los pocos países cuyo pequeño sector sido titulada (Korczowski, comunica-
forestal está conformado por dueños ción personal, Grunberg 2003). Prácti-
de bosque en lugar de concesionarios camente no se han otorgado títulos a
en tierras estatales. La reciente apro- grupos indígenas en Guatemala. En
bación de la Ley de Propiedad Comu- Brasil, los pueblos indígenas controlan
nal establece el derecho de los grupos la mayor parte de la tierra protegida en
indígenas sobre la tenencia de la tierra la Amazonia18 (cerca del 20% del total).
y los recursos naturales de las áreas Sin embargo, no están facultados para
que han ocupado tradicionalmente. La aprovechar madera en sus tierras. Si
situación también está cambiando para bien la Constitución no lo prohíbe, no
las comunidades indígenas en otros existen estatutos o mecanismos admi-
países, particularmente Bolivia, donde nistrativos que lo permitan, de tal for-
cerca de 20 millones de hectáreas han ma que no pueden obtener permisos de
sido inmovilizadas o reservadas para IBAMA . Algunos grupos venden made-
su titulación a pueblos indígenas y 7 ra en forma ilegal, mientras que otros
millones han sido tituladas ya como son víctimas de robos por parte de los
propiedades comunales. madereros comerciales.

18 En este trabajo, se refiere a la parte brasileña del bosque amazónico.


39

4. Los marcos jurídicos e institucionales


de la descentralización

Las políticas forestales así como las sos en el financiamiento de los gobier-
poblaciones que dependen del bosque nos municipales. Dichos gobiernos per-
se encuentran insertas dentro de siste- ciben ingresos locales así como transfe-
mas mayores que inciden en la gober- rencias del presupuesto nacional que
nanza forestal mediante el papel media- van desde moderados hasta sustancia-
dor de las autoridades municipales y tie- les. Entre los cambios recientes más
nen un impacto sobre el acceso de la gen- importantes conviene mencionar la
te local a los bosques. Esta sección dis- implementación, desde el 2004, de la
cute la descentralización fiscal, adminis- transferencia del 5% aprobada en 1990
trativa y política en los cinco países de en Honduras y la sanción de una ley
estudio, así como las prioridades de des- similar en Nicaragua que aumentó el
centralización, particularmente la forma porcentaje al 4% del presupuesto anual
en que ella se vincula con otras políticas para el 2004 con incrementos anuales
gubernamentales, como los planes de hasta alcanzar el 10% en el 2010 (las
desarrollo nacionales y las estrategias municipalidades recibieron un 6% en el
contra la pobreza, siempre y cuando és- 2005). En ambos países constituyen au-
tas existan. mentos importantes en relación al 1%
del presupuesto nacional que recibían
en años anteriores. En Bolivia, las trans-
1. La descentralización fiscal ferencias representan el 20% de los in-
y administrativa gresos nacionales totales mientras que
en Guatemala el 10% del presupuesto
En cada país, con la posible excep- general; además, una importante pro-
ción de Brasil, se han registrado progre- porción de fondos adicionales provie-
40 EXCLUSIÓN E INCLUSIÓN EN LA FORESTERÍA LATINOAMERICANA

ne del Impuesto Extraordinario y Tem- no federal y sus ministerios, así como


poral de Apoyo a los Acuerdos de paz19. los gobiernos estatales. Los alcaldes
deben solicitar y negociar directamen-
En Brasil, se dieron desarrollos im- te estos fondos, cabildeando ante las au-
portantes después de la Constitución de toridades estatales y centrales. Este sis-
1988, cuando las transferencias de los tema se presta a serios abusos mediante
gobiernos municipales alcanzaron 18.5%, el clientelismo y favoritismo político y
el porcentaje más alto de los recursos fi- lamentablemente convierten en caracte-
nancieros constitucionalmente designa- rística principal de un candidato, sus co-
dos para entidades públicas, luego del nexiones con otros niveles de gobierno.
cual hubo un pequeño declive (Bre-
maecker 2004). A los gobiernos munici- En todos los países, los gobiernos lo-
pales se les garantiza una porción tanto cales están facultados para recibir ingre-
del impuesto estatal (25% del impuesto a sos por concepto de impuestos: desde
las ventas y 50% del impuesto automo- impuestos sobre bienes inmuebles hasta
tor) como de los impuestos federales impuestos a las ventas municipales, im-
(22.5% del impuesto a la renta y del im- puestos sobre la industria y los servicios
puesto sobre productos industrializados como agua y electricidad y/o impuestos
y 70% del impuesto sobre el oro) en pro- locales a la renta. Asimismo, con excep-
porción al número de habitantes y la si- ción de las municipalidades de zonas ur-
tuación económica; sin embargo, en años banas, las fuentes de ingreso local tien-
recientes los gobiernos federales y esta- den a estar subutilizadas, aunque la aver-
tales se las han agenciado para disminuir sión a los impuestos locales es mayor en
las transferencias municipales, creando algunos países como Guatemala y Bra-
nuevos impuestos y tasas que no necesi- sil20. En Guatemala, el 67% de las munici-
tan ser distribuidos de acuerdo a ley. Tam- palidades recaudan menos del 10% de sus
bién son de vital importancia para el ingresos y tan sólo dos municipios (0.6%)
presupuesto de las municipalidades más del 50%. En el mismo sentido, un
pequeñas las transferencias extraordina- estudio realizado en 1994 en Brasil, de-
rias a través de acuerdos con el gobier- mostró que ni una sola municipalidad

19 En Bolivia, las transferencias están distribuidas en proporción al número de habitantes. En Honduras, el 40% es
distribuido en partes iguales a todos los municipios y el 60% basado en la población. En Nicaragua, el 25% se basa en
cada uno de los siguientes aspectos: igual distribución, población, ingresos por impuestos locales y niveles de pobre-
za. Guatemala ostenta, sin lugar a dudas, el sistema más complicado: 25% en partes iguales a todas las municipalida-
des, 25% en proporción al número total de habitantes, 25% proporcional al ingreso per cápita, 15% proporcional al
número de aldeas y caseríos y 10% proporcionalmente al inverso del ingreso per cápita ordinario de cada municipio.
20 En algunos países, las fuentes legales de ingresos por concepto de impuestos locales están limitadas u obsoletas,

como en Guatemala; otros tienen más opciones pero los gobiernos locales no los recolectan, como en Brasil. Las
autoridades guatemaltecas reconocen la necesidad de contar con un Código de Impuestos Municipales pero aun-
que se presentó un proyecto al Congreso, no existe la voluntad política para aprobarlo.
MARCOS JURÍDICOS E INSTITUCIONALES DE LA DESCENTRALIZACIÓN 41

había sido capaz de recaudar ni siquiera Nicaragua, cerca de 1/3 de las municipa-
el 50% de sus ingresos y cerca del 75 % lidades administra ahora sus fondos so-
había recaudado menos del 10%. La si- ciales (Fondo de Inversión Social de
tuación es todavía más grave en la Emergencia, FISE). Los organismos do-
Amazonia, donde las municipalidades nantes en Nicaragua también están em-
se caracterizan por tener economías dé- pezando a utilizar el mecanismo de trans-
biles y mayormente informales. En Boli- ferencias para desembolsar fondos a las
via, las municipalidades recaudan im- municipalidades, en lugar de hacerlo
puestos por concepto de bienes inmue- mediante proyectos o instituciones nacio-
bles, industria y servicios, pero los mon- nales centralizados. En gobiernos pasa-
tos sólo tienden a ser significativos en dos, los numerosos fondos sociales de
las capitales. Muchos expertos conside- Guatemala eran distribuidos en función
ran que la recaudación de impuestos es de las conexiones políticas. Aunque pa-
un requisito tanto de la autonomía real rece que el actual gobierno ha utilizado
como de autoridades responsables. las transferencias municipales y otros fon-
dos, como los fondos sociales, de manera
Los fondos sociales han estado alta- menos politizada, la tendencia hacia la
mente centralizados en todos los países centralización todavía es fuerte, especial-
con excepción de Bolivia, donde las mu- mente a nivel de los gobernadores depar-
nicipalidades manejan una parte impor- tamentales que son nombrados por el Pre-
tante de los fondos nacionales. Ellas no sidente. En Brasil, los fondos sociales son
sólo reciben una transferencia del 20% de administrados a nivel federal, y a diferen-
los ingresos nacionales sino que también cia de otros países, son financiados me-
han manejado más de la mitad de los fon- diante el presupuesto nacional en lugar
dos de asistencia, como por ejemplo los de donaciones internacionales.
fondos para los Países Pobres Altamente
Endeudados II (HIPC II por sus siglas en
inglés)21. Además, ahora reciben una 2. La descentralización, representa-
porción del Impuesto Directo a los Hi- ción y participación política
drocarburos (IDH). En Honduras, los in-
tentos por descentralizar los fondos so- Si bien la figura de las autoridades
ciales, el Fondo Hondureño de Inversión municipales electas ya existía en algu-
Social (FHIS), han ocurrido en el marco nos de los países, su creación o reapari-
de un programa piloto, mientras que en ción en todos ellos se ha dado sobre

21 Las municipalidades recibieron US$172 millones por concepto de transferencias en el 2004 y en los dos años
entre agosto del 2001 y junio del 2003, otros US$137 millones de los fondos HIPC II.
22 En Brasil, las elecciones para alcaldes –pero no así para concejales– fueron interrumpidas durante la dictadura

militar (1964-1985) en las capitales estatales, áreas de seguridad nacional y zonas mineras. Las dos últimas catego-
rías comprendían un número importante de municipalidades en la Amazonia.
42 EXCLUSIÓN E INCLUSIÓN EN LA FORESTERÍA LATINOAMERICANA

todo durante los últimos veinte años22. forma no consecutiva; en Brasil se con-
Incluso, en la mayoría de los países, la templan dos en forma consecutiva y
formalización del marco institucional una no consecutiva). Las elecciones pri-
que los reconoce y consolida como au- marias para elegir a los candidatos son
toridades legítimas a nivel local tan sólo sólo una parte oficial del proceso polí-
empezó hace diez años 23. tico de Honduras24. La cuestión del pa-
pel de los partidos políticos es impor-
En los cinco países estudiados, los tante, especialmente si se tiene en cuen-
ciudadanos eligen a sus autoridades ta el rechazo que generan en la opinión
municipales en forma directa y hay bo- pública latinoamericana25, a pesar del
letas separadas para los candidatos papel central en la vida pública. No
municipales (aunque sólo recientemen- obstante, ese tema va más allá de los
te en el caso de Honduras). En Brasil, objetivos de este estudio.
Bolivia y Nicaragua, las elecciones mu-
nicipales y nacionales tienen lugar en La cultura política en cada uno de
fechas separadas y en Guatemala, Hon- los países se ha visto fuertemente in-
duras y Bolivia (las dos últimas desde fluenciada por regímenes autoritarios,
2004), los candidatos que no son miem- revoluciones y/o guerras así como otros
bros de un partido político pueden pre- eventos importantes de sus respectivas
sentarse para alcalde o concejal muni- historias. Si bien es difícil comparar las
cipal. Todos los países contemplan la culturas políticas sin una investigación
reelección de alcaldes, pero en algunos más a fondo, vale la pena resaltar que
casos con limitaciones (en Nicaragua la en un estudio comparativo de encues-
reelección es sólo por un término y en tas de opinión pública, las municipali-

23 Honduras ratificó una nueva constitución en 1982, Guatemala en 1985, Nicaragua en 1987 y Brasil en 1988. En
todos los casos, salvo Nicaragua, la ratificación coincidió con el fin del régimen militar y el establecimiento (o
reestablecimiento) de la autonomía municipal. Las reformas a la ley municipal en Nicaragua (1997) y Guatemala
(2002) ampliaron su jurisdicción y autonomía en forma considerable. En Bolivia, las reformas de 1985 a la ley de
municipios aprobaron la elección de autoridades municipales pero no fue hasta 1994 que su jurisdicción se expan-
dió hacia áreas rurales al igual que la provisión de innumerables servicios básicos. En Honduras se aprobó una ley
municipal en 1991; en 1993 se separó a los candidatos municipales de los presidenciales pero ambos figuran en una
sola boleta. En 1997 se separaron en distintas boletas todas las elecciones: presidenciales, al congreso y las munici-
pales (PNUD 2005).
24 En la nueva ley electoral de Honduras, las primarias tienen boletas separadas con fotografías de los candida-

tos al Congreso y los consejos municipales (CIPRODEH 2005). En otros países, los candidatos para puestos locales
son elegidos mediante diferentes procedimientos, aún dentro de un mismo país y partido,. En Brasil, los candida-
tos son elegidos por la cúpula del partido.
25 Una comparación de encuestas de opinión realizadas en diez países latinoamericanos demostró que la opi-

nión acerca de los partidos políticos era una de las menos favorables entre ocho instituciones nacionales (Congre-
so, Corte Suprema, policía, tribunal de justicia, municipalidades, fuerzas armadas y la Iglesia católica) en cada uno
de los países, con una sola excepción (la policía en Bolivia); los partidos obtuvieron un puntaje promedio de 35.5
sobre una escala de 100 (Seligson 2004).
MARCOS JURÍDICOS E INSTITUCIONALES DE LA DESCENTRALIZACIÓN 43

dades recibieron opiniones relativamen- tanto en Bolivia como Nicaragua, la le-


te favorables en los países centroameri- gislación estipula que la formulación
canos (49-56 sobre un puntaje de 100) y del presupuesto se haga de manera
poco favorables en Bolivia (29). Brasil participativa. Asimismo, establece que
no fue incluido en el estudio (Seligson el gobierno central puede retener la
2004). Entre los aspectos negativos po- transferencia anual de aquellas muni-
demos resaltar la tendencia de los al- cipalidades que no logren proporcionar
caldes a dominar y manipular los con- evidencia que su presupuesto ha sido
sejos municipales, puesto que interpre- elaborado de manera participativa.27 En
tan la autonomía como “yo puedo ha- el mismo sentido, Bolivia ha creado co-
cer lo que se me venga en gana” y con- mités de vigilancia que pueden llegar a
sideran a la participación ciudadana, impedir el desembolso de transferen-
una interferencia. En el lado positivo, cias anuales (aunque la sanción debe ser
observadores en todos los países han aprobada por el Congreso), en el caso
detectado mejoras significativas así de que se detecten anomalías en el ma-
como importantes excepciones a la re- nejo del gasto municipal.
gla que proporcionan ejemplos alenta-
dores, tanto de procesos democráticos Las encuestas que miden la partici-
participativos como representativos. pación ciudadana en el ámbito munici-
pal revelan niveles similares en los paí-
Gradualmente, se han ido incorpo- ses centroamericanos y Bolivia, tenien-
rando a la legislación nacional y la prác- do este país el porcentaje más alto y
tica local mecanismos de participación Honduras el más bajo. Sin embargo,
ciudadana y de fiscalización de los go- cuando se controlan las tasas de morta-
biernos municipales. Dichos mecanis- lidad en relación con las mayores tasas
mos incluyen foros abiertos, comités de de participación, los bolivianos desta-
desarrollo municipal, consejos sectoria- can como ciudadanos activos en rela-
les, comités de vigilancia y/o procesos ción a los otros países de estudio. Los
de planificación participativa. Bolivia y bolivianos también demandan más de
Nicaragua han aprobado leyes de par- sus gobiernos locales, a diferencia de los
ticipación popular26. También son im- hondureños que exigen menos. Los
portantes los mecanismos de recurso guatemaltecos y nicaragüenses están si-
legal, a los que se puede acudir cuando tuados en un punto intermedio (Selig-
las municipalidades no desempeñan son 2004). Resulta singular, por decir
sus funciones a cabalidad o no permi- lo menos, que la población boliviana
ten la participación local. Por ejemplo, participe y exija más de sus gobiernos

26 En 1994 (Bolivia) y en el 2003 (Nicaragua).


27 Los ciudadanos también pueden solicitar que dichas transferencias sean retenidas.
44 EXCLUSIÓN E INCLUSIÓN EN LA FORESTERÍA LATINOAMERICANA

municipales pero a la vez esté menos descentralizadoras y sus oponentes, que


satisfecha con la gestión de los mismos. a su vez pueden variar de sector en sec-
tor, incluyendo actores del gobierno
En general, parece ser que el uso de central, asociaciones municipales gu-
mecanismos de participación a nivel bernamentales, organismos donantes y
local depende sustancialmente de la grupos ciudadanos, así como movi-
capacidad de la población para organi- mientos sociales.
zarse y utilizar esos espacios y del gra-
do en que les son abiertos por las auto- En general, en todos los países es-
ridades (Fox 1996, 2002, Larson 2005b). tudiados, los procesos de descentraliza-
Existen también numerosos mecanis- ción empezaron con la provisión por
mos informales de participación que la parte de los gobiernos municipales de
ciudadanía puede utilizar como los pa- algunos servicios básicos, como servi-
tronatos en Honduras. Sin embargo, cios de agua potable y sanitarios, alma-
dichos mecanismos pueden tener con- cenamiento de desechos sólidos y man-
secuencias negativas como cuando las tenimiento de caminos (AID 2004). Pa-
elites locales consideran que el gobier- ralelamente, muchas veces se han inver-
no local es de su patrimonio y utilizan tido esfuerzos en la descentralización de
la autoridad municipal en beneficio pro- los sectores de salud y/o educación. La
pio. Asimismo, existe temor entre los administración de los fondos sociales,
grupos ciudadanos respecto a que los que con frecuencia contempla impor-
espacios formales diseñados “desde tantes inversiones en infraestructura, ha
arriba” sean manipulados y controlados sido descentralizada en forma impor-
por las autoridades locales. En Guate- tante sólo en Bolivia aunque también se
mala, en particular, los grupos indíge- han dado pasos en todos los otros paí-
nas temen que estos espacios políticos ses, con excepción de Brasil. Con fre-
socaven las instituciones indígenas de cuencia, la descentralización de la ges-
gobernanza local, que las consideran tión de recursos naturales es lenta en
más apropiadas desde el punto de vis- relación a estos otros sectores.
ta cultural.
También es importante considerar
las características de los procesos de
3. La descentralización en el marco descentralización en cada una de las
político nacional áreas arriba mencionadas. Aún en los
sectores de salud y educación, por ejem-
No hay duda que la descentraliza- plo, ella varía significativamente de un
ción es más prioritaria en algunos paí- país al otro. En Guatemala y Nicaragua,
ses que en otros. Ello depende de la co- las descentralizaciones en el sector edu-
rrelación de fuerzas entre las tendencias cación han otorgado poderes a grupos
MARCOS JURÍDICOS E INSTITUCIONALES DE LA DESCENTRALIZACIÓN 45

de padres y madres de familia. En Boli- resistió a reglamentar la ley hasta el año


via, la Ley de Participación Popular de 2003. En Honduras, la administración
1994 transfirió nuevas responsabilida- de los ejidos forestales está a cargo de
des a los gobiernos municipales en las los gobiernos municipales mientras que
áreas de educación, salud y caminos en Bolivia, algunas municipalidades tie-
vecinales, mientras que en Brasil los nen a su cargo la asignación de algunas
gobiernos municipales reciben transfe- concesiones de pequeña escala en las re-
rencias automáticas que les permiten servas forestales municipales. En todos
administrar los servicios de salud y estos casos, el aprovechamiento de ma-
educación a nivel local. En contraste, en dera está sujeto a la aprobación del or-
Honduras no se ha promovido una des- ganismo central correspondiente.
centralización en el sector salud o edu-
cación, y ella tampoco está contempla- Tres de los cinco países han apro-
da en el futuro. bado leyes o políticas de descentrali-
zación: Honduras, Guatemala y Boli-
El tipo de funciones que se descen- via. En todos, las estrategias recono-
traliza también varía de país en país. cen el vínculo entre la descentraliza-
Por ejemplo, en lo que respecta a los ción y el alivio a la pobreza, pero sólo
recursos naturales, hemos identificado Bolivia ha incorporado a los gobier-
pocos procesos de descentralización nos municipales en su estrategia de
que otorguen poder de toma de deci- reducción a la pobreza. En Guatema-
siones sobre el uso comercial de bos- la y Bolivia, las estrategias contra la
ques. Las experiencias más salientes no pobreza y otros documentos de pla-
las brindan los gobiernos municipales nificación del gobierno reconocen el
sino más bien niveles más altos de go- papel que los bosques o recursos na-
bierno. Por ejemplo, el estado de Acre, turales pueden desempeñar en el ali-
en Brasil, ha negociado convenios con vio a la pobreza 28. En Bolivia específi-
IBAMA para asumir algunas de sus camente, la estrategia de reducción a la
funciones allí; por su parte, el Estatuto pobreza ha identificado, entre sus prio-
de Autonomía de las Regiones de la ridades, la creación de pequeñas y me-
Costa Atlántica de Nicaragua de 1987 dianas empresas, incluyendo el acceso
faculta a los gobiernos regionales au- a los recursos naturales, pero curiosa-
tónomos a manejar sus recursos natu- mente, los bosques no son mencionados
rales, aunque el gobierno central se de manera explícita.

28 Esto contrasta con las políticas forestales, mencionadas anteriormente, que no reconocen este vínculo.
46 EXCLUSIÓN E INCLUSIÓN EN LA FORESTERÍA LATINOAMERICANA
47

5. Las políticas forestales y los procesos


de descentralización en la práctica

Las nuevas políticas forestales y/ 1. Nuevas reglas de juego en el uso


o leyes aprobadas en Guatemala, Ni- de los recursos forestales
caragua y Bolivia, y en proceso de ser
sancionadas en Brasil y Honduras, de- Varios aspectos deben ser conside-
muestran un gran interés en asegurar rados en lo que respecta a las nuevas
prácticas de gestión forestal soste- regulaciones que gobiernan la gestión
nibles y la mayoría trata, al mismo forestal: la definición de los derechos de
tiempo, de incrementar los beneficios uso forestal, las normas para la gestión
de los recursos forestales para los forestal, los sistemas de patentes, y los
usuarios locales. Muchas de dichas mecanismos de fiscalización e incenti-
leyes han sido aprobadas dentro de un vos para promover la regeneración de
marco institucional descentralizado, bosques y plantaciones. Si bien las re-
subrayando por lo tanto, el papel de gulaciones se diferencian entre países,
los gobiernos municipales en la gestión también hay muchas semejanzas, dado
de los recursos naturales (véase Cua- que la mayor parte de normas han sido
dro 1); las funciones y los recursos que formuladas dentro de un paradigma co-
se les asigne, hoy o en el futuro, varían mún de gestión forestal sostenible.
de país en país. Esta sección discute las
normas y regulaciones que resultan de La distribución de los derechos fo-
las nuevas leyes forestales y examina restales en los cinco países ha sido dis-
sus vínculos principales con la descen- cutida más arriba. Estos incluyen con-
tralización en la asignación de funcio- cesiones a tierras nacionales, diferentes
nes y recursos financieros. mecanismos relacionados a los ejidos y
Cuadro 1
El papel de los gobiernos municipales en la gestión forestal 48

País ¿Ingresos por con- ¿Aprobación de ¿Propietarios? ¿Supervisión? ¿Provisión/venta ¿Oficinas Forestales
cepto de impuestos permisos/ de servicios? Municipales?
de aprovechamiento? concesiones?
Brasil En la nueva ley, por pri- Las concesiones forma- Sólo de áreas protegidas, No, pero gradualmente se Sólo algunas municipali- Oficinas ambientales pe-
mera vez. (pendiente) les han sido aprobadas aunque los gobiernos del la está delegando a los dades ofrecen asistencia ro en muchos casos no
en la nueva ley estado son dueños de los gobiernos estatales técnica para la agrofo- contemplan el manejo de
bosques resteria recursos naturales
Bolivia Sí, el 25% de aprovecha- Sólo en áreas declaradas No, pero una parte de las Sí, por ley, control y su- Sí, principalmente a las Sí, en 110 municipalida-
miento y 25% de permi- como reservas forestales reservas forestales muni- pervisión de responsabi- ASLs, pero ocasionalmen- des con recursos fores-
sos de desmonte por ley, municipales que consisten cipales es distribuida co- lidades: inventario de re- te a pequeños propieta- tales, pero en la práctica
14-21% respecto al total de hasta el 20% de bos- mo concesiones foresta- cursos forestales dentro rios y comunidades indí- existe una gran diversi-
de patentes de aprove- ques públicos dentro de les a ASLs de las jurisdicciones genas como resultado de dad de capacidades
chamiento en la práctica las jurisdicciones mu- municipales una demanda específica
(1998-2003) nicipales
Honduras Sí, 1% en la mayoría de Sí, por ley pero en la Sí, ejidos, estimados en Sí por ley pero en la Sí, por contrato con la Sólo ocasionalmente
áreas, 10% en las áreas práctica sólo por contrato aproximadamente 30% práctica sólo por COHDEFOR
afectadas por el Huracán o en ejidos de los bosques; en estas contrato
Mitch, 20% sobre una áreas pueden decidir a
base experimental quién entregarle bosques
y si se aprovechan o no
Guatemala Sí, 50%, pero más me- No, aunque con frecuen- Sí, en algunos ejidos, pe- Sí, por acuerdo con el Sí, en algunos casos es Sí, en un tercio de las
diante los programas de cia, las OFMs adminis- ro subsisten problemas de INAB una fuente importante de municipalidades, progra-
incentivos a la refores- tran permisos tenencia con comunida- ingreso para la OFM ma oficial de apoyo me-
tación permisos domésticos des indígenas (área total diante Boscom/INAB
de tierras comunales y
municipales estimada en
23% de los bosques)
Nicaragua Sí, 25%-35%; en las re- Opinión sobre todos los Sí, pero solo quedan Por ley, sólo por contrato; Sólo en casos Sólo ocasionalmente;
giones autónomas, 25% contratos; los gobiernos áreas pequeñas, aunque gobiernos autónomos excepcionales son más comunes las
a gobiernos regionales, regionales autónomos las municipalidades regionales sí oficinas ambientales
25% a comunidades deben aprobar todos pueden adquirir tierras que el personal forestal
indígenas los contratos para áreas protegidas
EXCLUSIÓN E INCLUSIÓN EN LA FORESTERÍA LATINOAMERICANA
POLÍTICAS FORESTALES Y PROCESOS DE DESCENTRALIZACIÓN EN PRÁCTICA 49

derechos de propiedad privada. En la regímenes de propiedad, las normas


actualidad, todos los países contemplan que regulan el uso comercial de made-
la figura de las concesiones forestales, ra exigen la aprobación de un plan de
excepto Brasil, aunque la nueva ley de manejo por la entidad forestal nacional
concesiones forestales incluye este tipo que autoriza los volúmenes y las áreas
de derecho. Nicaragua no cuenta con de aprovechamiento. Sólo en el caso de
concesiones 29 en la actualidad. En Boli- Guatemala, las regulaciones exigen per-
via, una parte de las reservas forestales misos para usos de subsistencia o no
municipales es distribuida como conce- comerciales, aunque no necesitan de
siones forestales a las ASLs. En Hondu- planes de manejo.
ras, las concesiones representan el me-
canismo principal mediante el cual los Existen algunas diferencias a la
usuarios forestales comunitarios obtie- hora de distinguir los diversos tipos de
nen acceso tanto a los bosques naciona- operaciones forestales. Por ejemplo, en
les como a los bosques ejidales (o mu- Guatemala hay planes de manejo fo-
nicipales) mientras que en Guatemala restal simplificados para áreas foresta-
existe un tipo de concesión forestal social les menores a 45 hectáreas. En Nicara-
en tierras nacionales: las concesiones co- gua, el Instituto Forestal ha estableci-
munitarias del Petén. En otras partes del do tres rangos de aprovechamiento
país, la administración de los ejidos de- comercial: fincas con áreas boscosas
pende de las circunstancias históricas menores a 10 hectáreas, fincas con más
particulares, ya que fueron creados origi- de 10 hectáreas de bosque y áreas de
nalmente para el uso comunal de pobla- bosque no fragmentado. Los requisi-
ciones indígenas. Por lo tanto, algunos tos para la aprobación de los planes de
son reconocidos como propiedad muni- manejo aumentan según el área en
cipal mientras que otros no lo son. cuestión. Por ejemplo, el primero sólo
necesita un plan de reposición fores-
Cabe destacar también que en to- tal, el segundo, un plan mínimo de ma-
dos los países hay bosques privados, nejo forestal y el tercero, un plan ge-
tanto individuales como comunales. La neral de manejo con planes operativos
propiedad comunitaria está más desa- anuales. En Bolivia, si bien es necesario
rrollada en Bolivia que en los otros paí- elaborar planes de manejo y planes
ses, aunque Nicaragua ha empezado operativos para todas las propiedades y
recientemente un proceso de titulación concesiones privadas, existen normas
en dichas áreas. En todos los países y específicas en el caso de las concesiones

29 La última concesión fue declarada ilegal por una corte internacional porque fue otorgada en tierras indígenas
sin haber seguido los canales legales apropiados. El veredicto ordenó al gobierno de Nicaragua a aprobar una ley
que garantizara el derecho de las comunidades indígenas y étnicas a sus territorios ancestrales.
50 EXCLUSIÓN E INCLUSIÓN EN LA FORESTERÍA LATINOAMERICANA

forestales, propiedades privadas con Las patentes de aprovechamiento


áreas menores a 200 hectáreas y comu- también varían en función del país. En
nidades indígenas, así como en el caso Bolivia, hubo un cambio drástico en la
de aprovechamientos en áreas menores patente pues ahora se paga por super-
a las 3 hectáreas. Estos mecanismos di- ficie en lugar de volumen, un monto
ferenciados han sido introducidos para que originalmente era de US$ 1 por hec-
distinguir las operaciones comerciales tárea de la superficie aprovechada. Esto
de las no comerciales y las pequeñas de ha tenido consecuencias importantes.
las grandes. Por un lado, redujo en forma significa-
tiva el área de concesiones forestales y
En ocasiones, los pequeños propie- promovió un manejo más integral del
tarios pueden verse afectados por las bosque; por otro, disminuyó la corrup-
normas que regulan el uso de recursos ción en la recolección de patentes. El
forestales, en especial aquellos que no monto de la patente fue reducido en el
ostentan un título legítimo de propie- 2003 debido a que un grupo importan-
dad. La mayoría de las regulaciones fo- te de concesionarios no cumplieron con
restales no permiten la aprobación de los pagos, resultando en deudas acumu-
un plan de manejo forestal en tierras sin ladas. Hoy, la patente no se aplica al área
titular, dificultándoseles a los pequeños total de la concesión sino más bien al
propietarios la venta de recursos en for- área intervenida anualmente. En Gua-
ma legal. Esta situación es particular- temala, Nicaragua y Honduras, las pa-
mente evidente en Brasil, ya que mu- tentes forestales aún se aplican al volu-
chas comunidades tradicionales y pe- men aprovechado. Por ejemplo, en Gua-
queños propietarios locales carecen de temala es equivalente al 10% del valor
derechos, aunque algunas normas han de la madera en pie, mientras que en
sido aprobadas para formalizar las ope- Nicaragua al 6%. No hay duda que es
raciones forestales de pequeña escala en mucho más fácil manipular los pagos y
la Amazonia. Aún cuando cuenten con que haya corrupción bajo un sistema
derechos plenos sobre su propiedad, la basado en el volumen.
inversión de capital necesaria para ela-
borar los planes de manejo y los costos En general, la aplicación de las nor-
de transacción relacionados a su apro- mas forestales es problemática en todos
bación, les hace difícil a ellos y las co- los países. Ello sucede no sólo porque los
munidades indígenas, llevar a cabo ope- organismos forestales nacionales carecen
raciones forestales comerciales. En mu- de la capacidad operativa necesaria para
chos casos, estos grupos no tienen otra monitorear el manejo y el cumplimien-
alternativa que entrar en acuerdos con to de los planes de manejo forestal sino
las empresas madereras para financiar también porque, en algunos casos, las
tales iniciativas. normas son simplemente poco realistas
POLÍTICAS FORESTALES Y PROCESOS DE DESCENTRALIZACIÓN EN PRÁCTICA 51

y, en otros, no logran regular la ocupa- gestión forestal local. Cerca de un ter-


ción de las fronteras agrícolas y el uso y cio de las municipalidades en Guate-
conversión de los bosques. En lo que se mala (116) y un número similar en Bo-
refiere a la implementación de normas, livia (110) cuentan con una oficina fo-
algunos países como Nicaragua y Gua- restal o ambiental, aunque no todas es-
temala han creado la figura del regente tén funcionando en la actualidad.
forestal, es decir, se contrata a un profe- Aproximadamente dos tercios de la
sional especializado en el ámbito fores- municipalidades de Nicaragua han es-
tal para diseñar y supervisar los planes tablecido Comisiones Ambientales
de manejo. Sin embargo, los regentes fo- Municipales, foros de carácter delibe-
restales pueden recibir sobornos o ser rativo conformados por representantes
manipulados y, en ningún caso significa del gobierno, la ciudadanía y ONG s
su presencia que la supervisión del ins- para discutir cuestiones ambientales y
tituto forestal sea innecesaria. El proble- referidas a los recursos forestales. Si
ma de la colonización espontánea de la bien no hay datos disponibles, muchas
frontera agrícola es particularmente se- cuentan con una oficina que se ocupa
rio en Brasil pero afecta también a todos de los problemas ambientales o de re-
los países estudiados. cursos naturales así como de proyec-
tos. De manera similar, las municipa-
El resultado, como se lo mencionó lidades de Honduras disponen de ofi-
antes, es un alto grado de ilegalidad, cinas técnicas que tienen a su cargo las
tanto en el aprovechamiento de la ma- actividades forestales o la gestión de
dera como en la conversión forestal. En los recursos naturales. En Brasil, varias
realidad, es muy probable que sea más municipalidades han creado secreta-
rentable aprovechar bosques sin permi- rias ambientales, aunque la mayor par-
sos o licencias y por lo tanto, sin cum- te sólo funciona en áreas urbanas.
plir con las prácticas de aprovechamien-
to exigidas, que llevar a cabo estas acti- Como se mencionó antes, las mu-
vidades cumpliendo con las regulacio- nicipalidades desarrollan diversas acti-
nes forestales vigentes. vidades relacionadas con el sector fo-
restal. Sin embargo, muchas decisiones
importantes referentes a la asignación
2. El papel de las oficinas y el uso de los recursos forestales aún
forestales municipales (OFMs) se toman en niveles centrales de gobier-
no. En Guatemala y Bolivia, las muni-
Las unidades forestales municipa- cipalidades monitorean la extracción ile-
les, o cualquiera sea el nombre que gal y la conversión forestal, desarrollan
ellas adopten en cada país, se están viveros y promueven la reforestación,
convirtiendo en actores claves de la que en el caso de Guatemala consiste
52 EXCLUSIÓN E INCLUSIÓN EN LA FORESTERÍA LATINOAMERICANA

principalmente en la promoción y par- ampliar sus actividades para incluir a


ticipación en el programa PINFOR . estos grupos de usuarios. Este esque-
En algunos casos, las oficinas foresta- ma institucional es nuevo y por lo tan-
les municipales otorgan permisos de to, enfrenta una serie de dificultades y
aprovechamiento doméstico y de des- limitaciones. No obstante, el mismo ha
monte para agricultura de pequeña es- probado ser eficaz en tanto ha mejora-
cala. En Nicaragua, las municipalida- do el acceso de grupos sociales, que
des deben revisar y emitir opinión anteriormente se encontraban en situa-
acerca de todas las solicitudes de apro- ción de marginalidad, a los recursos
vechamiento bajo su jurisdicción, y forestales.
aunque entre sus atribuciones no figu-
ran las de monitoreo, han asumido por En todos los países, muchas de las
iniciativa propia y/o mediante progra- municipalidades están elaborando pla-
mas de protección ambiental, la mayo- nes de ordenamiento territorial que
ría de actividades antes mencionadas. contemplan la identificación de los me-
Asimismo, algunas tienen a su cargo jores usos potenciales del suelo y la pla-
la prevención y control de incendios, nificación espacial de actividades eco-
la protección de cuencas y el estableci- nómicas. En algunos casos, como por
miento de áreas protegidas. En Hon- ejemplo, Cotzal en Guatemala e Ichilo
duras, la participación de las munici- y Sara en Bolivia, los gobiernos muni-
palidades varía enormemente: si bien cipales están formulando políticas fo-
algunas han asumido la mayor parte restales municipales; estos procesos
de las actividades mencionadas, es más participativos representan mecanis-
probable que aquellas con ejidos cuen- mos importantes de participación ciu-
ten con una oficina forestal, aunque su dadana en el sector forestal. Sin embar-
función principal sea la de negociar go, no han logrado incluir estas inicia-
con empresas madereras. tivas forestales dentro de los procesos
de planificación de las municipalida-
En Bolivia, los gobiernos munici- des, y en general no cuentan con re-
pales desempeñan un papel importan- cursos financieros suficientes como
te en la administración de una parte de para poner en marcha las políticas fo-
los bosques públicos –las reservas fo- restales. La Región Autónoma del At-
restales municipales– y brindan servi- lántico Norte ( RAAN ) creó la Secreta-
cios forestales a los grupos locales que ria de Recursos Naturales y diseñó, con
tienen acceso a concesiones forestales. apoyo de ONG s internacionales, una
En algunos casos, como resultado de estrategia forestal regional. Hoy, dicha
las demandas de campesinos y/o co- estrategia está siendo utilizada en las
munidades indígenas, las unidades fo- negociaciones con los gobiernos centra-
restales municipales han tenido que les y locales para articular actividades
POLÍTICAS FORESTALES Y PROCESOS DE DESCENTRALIZACIÓN EN PRÁCTICA 53

e iniciativas institucionales, aunque 3. Recursos municipales para


persiste cierto cuestionamiento en tor- la gestión forestal
no al compromiso del gobierno central,
en este caso, el Instituto Nacional Fo- El monto de recursos que los go-
restal ( INAFOR) para colaborar con las biernos municipales reciben para inver-
autoridades regionales. tir en actividades vinculadas al manejo
de los recursos naturales es bastante
Cabe destacar que en todos los paí- desigual. Esto se hace evidente en la
ses, los gobiernos municipales pueden distribución de los impuestos por apro-
suscribir acuerdos con los organismos vechamiento. En Honduras, por ejem-
forestales nacionales para ampliar sus plo, los gobiernos locales reciben un 1%
funciones hacia áreas que originalmen- a nivel nacional, 10% en áreas afecta-
te no estaban contempladas en la ley das por el Huracán Mitch y 20% en cua-
forestal. Este es el caso de Honduras, tro regiones sobre una base experimen-
Nicaragua, Bolivia y Brasil. En Guate- tal. A la mayor parte de los gobiernos
mala, la normatividad prohíbe espe- municipales de Nicaragua se les trans-
cíficamente la descentralización de la fiere el 35% de los impuestos recauda-
toma de decisiones sobre los bosques, dos, mientras que en el caso de las re-
aún mediante acuerdos específicos. En giones autónomas, el 25% de los fon-
Bolivia, la Superintendencia Forestal dos está distribuido en partes iguales
ha suscrito acuerdos de colaboración entre instituciones del gobierno nacio-
con algunas municipalidades para nal, regional y municipal así como la
transferir ciertas responsabilidades comunidad donde tiene lugar el apro-
como emitir permisos para operacio- vechamiento. En Guatemala, los gobier-
nes forestales de pequeña escala y vi- nos municipales reciben el 50% de los
gilar la recaudación de las patentes fo- impuestos sobre el valor de la madera
restales. En Brasil, IBAMA ha suscri- que cobra el gobierno para licencias de
to convenios para transferir ciertas fun- aprovechamiento forestal, aunque hay
ciones a varios estados amazónicos. En algunos que reciben montos mayores
Nicaragua, la nueva ley forestal deja mediante el programa de incentivos a
abierta la posibilidad de firmar este la reforestación. En Bolivia, los montos
tipo de acuerdos, pero a la fecha, nin- desembolsados a los gobiernos muni-
guno ha sido suscrito. Dichos conve- cipales deberían alcanzar el 25% por
nios son también usuales en Hondu- concepto de patentes de aprovecha-
ras, pero no todos involucran la parti- miento forestal y de desmonte; sin em-
cipación de los gobiernos municipales; bargo dichos montos han venido dismi-
por ejemplo, algunos han sido firma- nuyendo desde que el sistema de pa-
dos por ONG s u asociaciones de usua- tentes forestales sufriera algunos ajus-
rios forestales. tes debido a la inclusión de una tarifa
54 EXCLUSIÓN E INCLUSIÓN EN LA FORESTERÍA LATINOAMERICANA

de regulación forestal que se le destina sobre temas forestales, aunque no siem-


íntegramente a la Superintendencia pre han probado ser efectivos. Ningu-
Forestal. no de los otros países cuenta, a nivel
local, con foros específicos para la par-
La distribución de las patentes fo- ticipación ciudadana en estos temas. No
restales varía en función del país estu- obstante, en Honduras se han identifi-
diado; no obstante, es también impor- cado importantes novedades de gestión
tante analizarla dentro de cada uno de a nivel local, particularmente en lo que
los países. Por ejemplo, en Bolivia, en- se refiere a los temas de conservación.
tre 1997 y 1999, apenas 30 municipali- En Guatemala, se conformó una Mesa
dades recibieron el 80% del total de los de Concertación a nivel regional en Las
recursos obtenidos por concepto de pa- Verapaces con tanto éxito que el INAB
tentes forestales (Pacheco 2005). En Ni- está fomentando la formación de me-
caragua, en el año 2003, un departamen- sas similares en otras regiones del país.
to y una región autónoma se hicieron En Bolivia, a pesar de los importantes
acreedoras a más del 50% de los im- mecanismos de participación creados a
puestos. Esto demuestra que las áreas nivel municipal, en especial para la pla-
con mayores recursos forestales son nificación, no existe un foro formal que
también las que generan mayores im- promueva la participación en los deba-
puestos. Por lo tanto, si sólo existe una tes referentes al sector forestal.
única fuente de financiamiento en el
sector forestal, estas municipalidades
estarán en mejores condiciones de con- 4. Iniciativas locales para el uso
tribuir al desarrollo eficaz y la conser- de recursos forestales
vación del sector forestal 30. y la conservación
A nivel municipal, la participación La intervención de los gobiernos
de las organizaciones de base en el con- municipales en los bosques y el sector
trol de las autoridades locales y sus de- forestal en América Latina depende no
cisiones así como en la definición de sólo del modelo de descentralización
prioridades de política es más retórica vigente sino también de un conjunto
que real, en especial en el sector forestal. de factores que los lleva a emprender
Las Comisiones Ambientales Municipa- dichas iniciativas. Estos factores han
les en Nicaragua son el principal meca- sido identificados y evaluados
nismo para la participación ciudadana (Andersson 2003, Larson 2003, Pacheco

30 No obstante, las actividades forestales, particularmente las actividades de conservación, también son financia-
das por ONGs así como organismos y proyectos internacionales y gubernamentales. Asimismo, hay oficinas am-
bientales en muchas zonas urbanas, donde la base tributaria facilita tales inversiones.
POLÍTICAS FORESTALES Y PROCESOS DE DESCENTRALIZACIÓN EN PRÁCTICA 55

2004) e incluyen, entre otros, la econo- caragua, el gobierno municipal de Bo-


mía política de las municipalidades, el nanza siempre ha tenido una visión
grado en que la población local depende conservacionista y en este sentido, ha
de los recursos forestales para ganarse la tratado de proteger la reserva de la
vida y la naturaleza de las relaciones de biosfera ubicada dentro de sus fronte-
poder a nivel local. El tipo de interven- ras y los intereses de la población indí-
ción municipal en el sector forestal pue- gena que allí vive.
de ser caracterizada por lo menos en tres
escenarios diferentes. En el primero, el go- Varios proyectos han desempeña-
bierno municipal es el propulsor de ini- do un papel importante, lo que ha au-
ciativas que tienen como objetivo promo- mentado tanto la capacidad del gobier-
ver el uso y conservación de los recursos no municipal como el interés en la ges-
naturales. En el segundo, encontramos un tión sostenible, resultando en iniciati-
tipo de co-manejo, donde participan mu- vas conjuntas de todo tipo. El Proyecto
nicipalidades, organizaciones privadas y para el Fortalecimiento de Bosques
usuarios forestales. En el tercero, los go- Municipales y Comunales ( BOSCOM )
biernos municipales están simplemente del INAB de Guatemala tiene como ob-
ausentes y son otros los actores que des- jetivo el desarrollo y capacitación de los
empeñan un papel prominente en la pro- gobiernos municipales en la gestión fo-
moción y el apoyo de las iniciativas de restal así como la promoción del mane-
manejo forestal sostenible31. jo forestal comunal entre comunidades
indígenas. BOSCOM ahora coordina con
Existen varios casos en que los go- otros proyectos similares, como la Red
biernos municipales han tomado las de Ambiente y Recursos Naturales Re-
riendas para mejorar las condiciones del novables de Huehuetenango, el Proyec-
uso de los recursos forestales y la con- to ProBosques HELVETAS y el proyecto
servación, aunque ello ha sido posible de Manejo Integrado de Bosques
gracias al apoyo de organismos finan- (MIBOSQUE ) para desarrollar activida-
cieros internacionales, ONGs e incluso des tendientes al fortalecimiento de la
institutos nacionales o ambientales. En capacidad de gestión municipal.
Guatemala, la municipalidad de Sayix-
ché administra su bosque certificado En Brasil, el Proyecto de Gestión
por el FSC en el ejido municipal. En Ni- Ambiental Integrada (PGAI), con apoyo

31 Un cuarto escenario, por supuesto, es aquel en que el gobierno municipal o los actores principales dentro del
mismo socavan, activa o pasivamente, buenas prácticas de manejo, con frecuencia debido a intereses personales
en el aprovechamiento, la conversión forestal o corrupción. El tipo de iniciativas emprendidas en los otros tres
escenarios parecen ser los mejores antídotos contra dichas prácticas, especialmente cuando aumentan la capaci-
dad local (tanto de los ciudadanos como del gobierno), la responsabilidad, la transparencia, los flujos de informa-
ción, etc.
56 EXCLUSIÓN E INCLUSIÓN EN LA FORESTERÍA LATINOAMERICANA

de la Agencia Alemana de Cooperación Otras iniciativas tienen como obje-


Técnica ( GTZ ) ha permitido descon- tivo reconciliar la gestión sostenible con
centrar algunas funciones de la agen- las metas de desarrollo. Por lo general,
cia ambiental federal IBAMA a nivel es- son impulsadas por actores de la socie-
tatal, creando y fortaleciendo institucio- dad civil, movimientos sociales y ONGs
nes ambientales en cada estado, princi- y en ocasiones, involucran complejas re-
palmente Pará, Amazonas y Acre. En des de colaboración entre el ámbito lo-
Bolivia, se han impulsado varias inicia- cal e internacional. Por ejemplo, en Ni-
tivas de apoyo a los gobiernos munici- caragua se han creado varias empresas
pales para desarrollar planes de orde- comunitarias. La empresa indígena
namiento territorial municipales y for- Limi-Nawah está estableciendo empre-
mular políticas forestales, como en San- sas forestales comunitarias en 16 comu-
ta Rosa del Sara, con el apoyo del Pro- nidades misquitas y suma-mayangna
grama de Desarrollo de las Provincias de la RAAN . Por su parte, la comunidad
de Ichilo y Sara (PRODISA ). Por su par- indígena de Layasiksa, ha creado, con
te, las municipalidades de Bolpebra y apoyo del WWF , una empresa forestal
Filadelfia, con el apoyo del Fondo Mun- comunitaria que logró obtener la certi-
dial para la Naturaleza (WWF ), también ficación de su madera por el Consejo de
están promoviendo la creación de un Manejo Forestal ( FSC ). Finalmente, la
área de conservación municipal como Cooperativa de Silvicultores de Bonan-
elemento central de sus programas de za ( COOSBA ) está tratando de levantar
desarrollo. En Honduras, gracias a una una industria maderera local en Bonan-
alianza entre la Corporación Hondure- za. Existen iniciativas similares en otros
ña de Desarrollo Forestal (COHDEFOR ) países. En Bolivia, por ejemplo, se han
y 35 gobiernos municipales se desarro- creado varias asociaciones forestales co-
lló un programa para la prevención y munitarias como la Asociación Forestal
combate de incendios forestales. Tam- Indígena de Guarayos ( AFIG ), que arti-
bién hay experiencias importantes cula las operaciones forestales de varias
como los “Pactos por la Conservación”, comunidades y COINACAPA, una coo-
una iniciativa emprendida por los go- perativa de pequeños propietarios de-
biernos locales y la sociedad civil de dicados a la recolección, el procesa-
Catacamas y Dulce Nombre de Culmí. miento y la exportación de castaña.
57

6. Los grupos que dependen del bosque,


la descentralización y los medios de vida

Los grupos que dependen del bos- 1. Los conflictos del bosque
que enfrentan numerosos obstáculos y barreras de acceso
en lo referente al acceso y manejo de
los recursos forestales. Dado que la Tenencia de la tierra
descentralización incide en las relacio-
nes de gobernanza, ella tiene impac- Sin lugar a dudas, la tenencia de la
tos, tanto directos como indirectos, tierra es uno de los problemas o varia-
sobre algunos de esos obstáculos, aun- bles centrales que afectan a los grupos
que no en todos, así como en los mer- rurales pobres. Aunque todos los paí-
cados. Esta sección aborda un conjun- ses enfrentan problemas de distribución
to de cuestiones relacionadas al bos- de tierras, titulación, demandas sobre-
que que afectan a los grupos que de- puestas, etc., las cuestiones específicas
penden de él para luego revisar las o conflictos que inciden sobre el sector
barreras de acceso más comunes. Lue- forestal y los grupos que dependen del
go sigue una discusión del papel de bosque varían en función del país.
la descentralización. La sección fina-
liza con una breve evaluación de los En términos generales, los derechos
efectos de la descentralización sobre de tenencia afectan la seguridad y el
los grupos marginados en los países acceso al bosque. Si bien en todos los
estudiados. países, los propietarios de tierra son
58 EXCLUSIÓN E INCLUSIÓN EN LA FORESTERÍA LATINOAMERICANA

ahora también propietarios de sus bos- hacia el aprovechamiento de madera, los


ques, en Honduras, la legislación fores- cuales son poco entendidos por los tec-
tal establece que dichas tierras no son nócratas y los profesionales del sector
susceptibles de titulación a favor de forestal. Las relaciones desiguales de te-
particulares32. Por ello, la gran mayoría nencia y el predominio de minifundios
de los bosques del país pertenecen a los entre los pobres rurales, también han
gobiernos nacionales o municipales. dificultado la capacidad de la población
Los grupos comunitarios, campesinos indígena de participar en el principal
pobres e incluso algunos grupos indí- programa de reforestación nacional, de-
genas (aunque por ley, éstos últimos bido a las estipulaciones referidas a la
deberían recibir títulos) deben negociar extensión de áreas.
el acceso con estos propietarios estata-
les y, con frecuencia, competir con las En Nicaragua, donde el Estado po-
empresas madereras. see reducidas áreas forestales fuera de
las áreas protegidas, los principales pro-
En Guatemala, los principales pro- blemas de tenencia incluyen la falta de
blemas se refieren a la desigualdad ex- títulos debidamente inscritos (aunque
trema en la tenencia de la tierra, las mis- se aceptan ahora otros documentos que
mas que resultan de políticas histórica- justifican la posesión de la tierra para
mente anti-indígenas. Este hecho, la las actividades de aprovechamiento),
guerra reciente y la actual discrimina- demandas sobrepuestas y la invasión de
ción –junto a la falta de esfuerzos para áreas protegidas. El problema más se-
hacer frente a las raíces de la desigual- rio enfrentado por los grupos que de-
dad– dan forma al contexto socioeco- penden del bosque es, probablemente,
nómico y político y por lo tanto, inciden la invasión de tierras indígenas, por lo
sobre las políticas de recursos naturales general bosques, por parte de colonos.
y la reacción que ellas generan. Al igual Si bien en ocasiones, los grupos indíge-
que en otros países, la administración nas disponen de títulos históricos o tí-
forestal implica la imposición de mayo- tulos de reforma agraria para una par-
res controles sobre el aprovechamiento te o todas sus tierras, la titulación de los
comercial de madera, aunque Guatema- territorios indígenas es central en la lu-
la también ha realizado esfuerzos por cha por los derechos indígenas en Ni-
regular el aprovechamiento doméstico caragua y se la considera un componen-
de leña. Estos controles se suman al te- te importante en el proceso para prote-
mor que tienen los pueblos indígenas de ger sus fronteras de la invasión de ter-
perder sus tierras y al rechazo cultural ceros. En la práctica, sin embargo, es

32 En contraste, la legislación agraria, sí permite dicha titulación.


GRUPOS DE DEPENDENCIA 59

poco lo que se ha logrado para resolver exageradamente lento (definiendo las


los problemas de colonización. fronteras, resolviendo demandas sobre-
puestas, etc.), cerca de 20 millones de
En Brasil, la falta de claridad en la hectáreas han sido demandadas por
tenencia de la tierra ha sido uno de los pueblos indígenas –y todavía no se sabe
catalizadores de la deforestación y el que porción de estas áreas que serán ti-
aprovechamiento ilegal. El uso de títu- tuladas efectivamente en su favor– 2.8
los falsos para probar la propiedad de la millones son ocupadas por pequeños
tierra es una estrategia usada con fre- colonos y cerca de dos millones por co-
cuencia por los madereros y ganaderos munidades agroextractivas. Además, se
para aumentar sus posesiones. Además han otorgado concesiones en bosques
de las consecuencias para el medio am- públicos a empresas madereras (5.3 mi-
biente, la apropiación masiva de tierras llones), madereros de pequeña escala
también genera o exacerba los conflic- (alrededor de un millón) y 2.5 millones
tos entre estos actores y los pequeños de hectáreas podrían ser otorgadas
propietarios. En años recientes, dichos como concesiones de no maderables.
conflictos han sido particularmente se- Aproximadamente 14.5 millones de
rios en áreas productoras de caoba en el hectáreas de tierras públicas han sido
centro del estado de Pará y a lo largo de declaradas como áreas protegidas.
la carretera BR 163. Los conflictos por la Como en otros países, también hay pro-
tierra en el Brasil han estado íntimamen- blemas de demandas superpuestas, in-
te relacionados con la construcción de vasión de tierras indígenas y de áreas
carreteras (véase Margulis 2004) o la protegidas.
pavimentación de las mismas, como en
este caso, debido a las expectativas de La distribución de tierras tiene im-
rápidos aumentos en los precios de tierra pactos directos a nivel local sobre las
y mejor acceso a los recursos naturales. relaciones sociales y por lo tanto, sobre
las relaciones de gobernanza, median-
En Bolivia, los problemas de tenen- te la distribución de poder y autoridad.
cia de la tierra vienen siendo enfrenta- Si bien se necesita mayor investigación
dos a través de la puesta en marcha de comparativa, al parecer, las áreas de
un programa de saneamiento que tie- colonización con una distribución de
ne como objetivo legitimar los dere- tierras más equitativa tienden a tener
chos de propiedad de los actores rura- gobiernos locales más democráticos y
les, incluyendo territorios y comunida- participativos en lo que se refiere a la
des indígenas así como propiedades política local. Lo contrario ocurre cuan-
privadas de diferente tamaño. Si bien do la distribución de tierras es desigual:
aún quedan por titular la mayor parte las relaciones con el Estado muestran
de tierras porque este proceso ha sido una tendencia hacia el clientelismo.
60 EXCLUSIÓN E INCLUSIÓN EN LA FORESTERÍA LATINOAMERICANA

La conservación como mecanismo de Asamblea Nacional y el gobierno de la


exclusión Región Autónoma de la Costa Atlánti-
ca Norte34.
Aunque la conservación y el desa-
rrollo no necesariamente suponen me- Al igual que Honduras y Nicara-
tas contradictorias, las ideologías de la gua, en Brasil, las ONGs internaciona-
conservación, particularmente las pro- les también promueven algunas prácti-
puestas, o incluso las impuestas por cas de exclusión. El concepto de parques
organismos de conservación internacio- como áreas despobladas no puede ser
nales, presentan por lo general políti- aplicado tan fácilmente al contexto lo-
cas tendientes a la exclusión. Esto es cal, ya que incluso en un territorio de
evidente en Honduras y Nicaragua, extensiones tan importantes como la
donde una combinación de factores ha Amazonia, prácticamente no existe tie-
resultado en importantes iniciativas que rra que no haya sido reclamada por
exigen una veda forestal 33. Dichos fac- pueblos indígenas, extractivistas o pe-
tores incluyen la percepción de que el queños propietarios. Por otro lado, las
aprovechamiento de madera está fuera elites también hacen uso de una retóri-
de control y en manos de mafias co- ca desarrollista para acusar a los am-
rruptas y que la explotación maderera bientalistas de impedir el desarrollo del
rampante se debe a la escasez de agua. país al limitar la expansión de la gana-
En Honduras, esto ha llevado a la con- dería y la explotación maderera. Se tra-
formación en el departamento de Olan- ta pues de un escenario bastante parti-
cho, uno de los más pobres y con ma- cular, donde el sector más vulnerable
yor aprovechamiento forestal del país, de la población rural se halla atrapado
de la Marcha por la Vida que, en varias en el fuego cruzado de un conflicto po-
ocasiones, ha movilizado a miles de ciu- larizado entre el discurso conservacio-
dadanos a marchar hacia la capital para nista y el de desarrollo. Las reservas
demostrar su apoyo a una veda nacio- extractivistas fueron propuestas como
nal. En Nicaragua, la idea de declarar una opción para sobrellevar dicha dife-
una veda forestal ha surgido de grupos rencia, pero más de una década después
de ciudadanos así como de representan- de su creación, aún no existe consenso
tes de los gobiernos municipales, la si es que han logrado cumplir con su

33 Existe una diferencia notable entre estos países y el Petén de Guatemala, donde grandes áreas manejadas por
el Consejo Nacional de Áreas Protegidas han sido contratadas por concesiones forestales comunitarias. Sin embar-
go, la razón es histórica y tiene que ver con la coyuntura particular y las opciones disponibles durante el período
en que las concesiones fueron negociadas. Las comunidades lograron presentarse como “el mal menor” entre las
empresas madereras (Gómez y Méndez).
34 Una ley de veda fue aprobada por la Asamblea Nacional a finales de 2005, poco antes de que este documento

entrara a la imprenta. No obstante, queda pendiente una discusión detallada de sus cláusulas.
GRUPOS DE DEPENDENCIA 61

objetivo. Asimismo, los defensores del ceremonias y ritos. Muchos líderes in-
modelo de desarrollo, basado en las dígenas han emprendido esfuerzos por
fuerzas libres del mercado, aún consi- reafirmar esta identidad cultural maya.
deran que las reservas representan un Otras razones son más bien de índole
impedimento al crecimiento económi- político 35, en el sentido que, por lo ge-
co de la frontera agrícola. neral, la población pobre identifica el
aprovechamiento de madera, ya sea con
Otro problema común con las accio- ciertos privilegios y/o corrupción y
nes de conservación es la falta de inclu- muchos vinculan éstos con el abuso al
sión de los gobiernos municipales. En que han sido sometidos durante siglos.
algunos casos, son los mismos gobiernos
municipales los que rechazan la creación Acceso a los activos
de áreas protegidas, a menos que pue-
dan identificar beneficios específicos, Los problemas de tenencia de la tie-
como ingresos generados por concepto rra antes mencionados son uno de los
de turismo o la conservación de provi- aspectos que inciden en el acceso a los
sión de agua. Pero en otros casos, los recursos forestales para los grupos mar-
gobiernos centrales y los proyectos de ginados. Después de todo, el derecho
conservación prefieren ignorar a los go- legal de acceso a los recursos constitu-
biernos municipales o no son capaces de ye un primer paso para actuar en nom-
identificar un papel a largo plazo para bre de ese derecho y en realidad, adqui-
estas autoridades locales, prefiriendo rir el recurso o beneficiarse de él. Pero
crear en su lugar comités paralelos para aún cuando se cuente con todas las ga-
el manejo de áreas protegidas. rantías, ya sea mediante títulos o dere-
chos concesionarios seguros, los grupos
En el caso de Guatemala, la conser- que dependen del bosque no necesaria-
vación no es tanto una ideología im- mente tienen la posibilidad de acceder
puesta por los organismos de conserva- a los beneficios de los recursos foresta-
ción. En realidad, muchos pueblos in- les (véase Ribot y Peluso 2002).
dígenas rechazan el aprovechamiento
de madera por diversas razones. Algu- Los problemas más comunes inclu-
nas son de tipo cultural, en el sentido yen acceso a capital, información de
que los mayas históricamente se han mercado y mercados, caminos y otra
identificado con el mundo de la natu- infraestructura de transporte así como
raleza y tomaban “sólo lo que necesita- la burocracia estatal. En general, los gru-
ban”, después de haber realizado sus pos que dependen del bosque se quejan

35 Sin embargo, es importante reconocer que la afirmación de la identidad maya no es sólo cultural sino también
política.
62 EXCLUSIÓN E INCLUSIÓN EN LA FORESTERÍA LATINOAMERICANA

de los altos costos y los bajos precios. internacional cuadriplicó el precio neto
Otro problema es la distribución de los de venta de una comunidad. El acceso
activos dentro de las comunidades y al mercado también está relacionado a
organizaciones. otros problemas como el aislamiento y
la precaria infraestructura de caminos,
En ningún país tienen los grupos particularmente en las áreas remotas de
que dependen del bosque fuentes espe- frontera agrícola. En algunas áreas,
cíficas de capital o préstamos, con la ex- como en la costa atlántica de Nicaragua,
cepción de algunos proyectos u ONGs. sólo es posible llevar a cabo activida-
Al igual que en el caso de las empresas des de aprovechamiento durante tres o
madereras, se espera que los madereros cuatro meses al año debido a las lluvias.
de pequeña escala paguen, por adelan-
tado, el costo del plan de manejo fores- La burocracia forestal, en especial
tal así como los impuestos de aprove- donde no ha sido descentralizada, in-
chamiento. Con frecuencia, estos requi- curre por lo general en gastos adiciona-
sitos obligan a los actores a aceptar les y necesita de más tiempo para via-
mecanismos informales de crédito y/o jar, en ocasiones repetidas veces, a la
relaciones de dependencia con las em- oficina respectiva para realizar los trá-
presas madereras o intermediarios a mites necesarios. Y aún cuando el insti-
quienes pretenden venderle su produc- tuto forestal cuenta con oficinas espe-
to. También necesitan capital para em- ciales para tramitar las solicitudes de
prender mejoras a nivel tecnológico o forestales comunitarios como en Hon-
inversiones en aserraderos, u otra ma- duras, estos grupos aún consideran el
quinaria que aumente el valor agrega- peso de la burocracia intimidante. To-
do de su producción a nivel local. dos estos problemas proporcionan in-
centivos para operar ya sea en forma
En parte debido a estas relaciones ilegal o para vender árboles en pie a
de dependencia y la dificultad para dar empresas madereras o intermediarios,
valor agregado a nivel local, y en parte actividades que posiblemente resulta-
debido a su limitada capacidad de ne- rán en menores ingresos de los que en
gociación, en todos los países, los gru- realidad hubieran podido obtener. Es-
pos que dependen del bosque se queja- tos problemas sugieren también una
ron de inadecuada información y falta exclusión estructural dominante, la mis-
de acceso a mercados. En Honduras, los ma que será muy difícil de superar a
mercados para la madera, resina y otros menos que se diseñen políticas especí-
productos forestales están controlados ficas que favorezcan la inclusión.
por oligopolios nacionales que tienden
a deprimir los precios. En un caso en El acceso a los activos también es
Nicaragua, la intervención de una ONG un problema en términos de su distri-
GRUPOS DE DEPENDENCIA 63

bución dentro de las comunidades. No de los gobiernos municipales sino que


todas las comunidades u organizacio- también induce cambios de todo tipo en
nes, tienen relaciones armoniosas. Más las relaciones institucionales. Algunos
bien, hay numerosas causas de división, de ellos son directos y transparentes,
como la familia, religión, clase social, como trasladar a las municipalidades la
nivel de educación, género, edad, orien- responsabilidad de la gestión forestal en
taciones políticas, etc. En algunos casos, tierras municipales en Honduras y sin
los líderes pueden actuar en forma duda, pueden tener un impacto claro
transparente y responsable, mientras sobre los medios de vida de los grupos
que en otros llegan a ser autoritarios, de usuarios locales. Asimismo, las con-
abusivos y corruptos. Cuando los siste- secuencias del proceso de titulación de
mas vigentes no permiten controlar el tierras son bastante obvias. Sin embar-
trabajo de los líderes y utilizar mecanis- go, la descentralización incide sobre los
mos de recurso en caso de ser necesa- medios de vida mediante transforma-
rio, cuando los miembros temen a los ciones en otros aspectos de la
líderes o cuando las sanciones impues- gobernanza, mucho menos directos y
tas por conducta corrupta o irrespon- con consecuencias que dependen de
sable no son suficientes, las comunida- numerosas variables. Las respuestas y
des y organismos locales sufren las con- acciones de los gobiernos municipales
secuencias. Por ejemplo, en una comu- o sus oficinas forestales constituyen
nidad indígena de Guatemala se pudo cambios en las instituciones formales,
prevenir que la junta directiva se asig- pero la diversidad de respuestas a las
nara a sí misma el ingreso de un año otor- variaciones en otros espacios disponi-
gado por el programa PINFOR, gracias a bles, incentivos y relaciones de poder
que un líder se negó a firmar un docu- son ejemplos de cambios en las institu-
mento. En Nicaragua, docenas de síndi- ciones informales.
cos a cargo de bosques comunales indí-
genas han sido removidos de sus cargos Los programas de titulación de tie-
después de haber vendido importantes rras han otorgado a las comunidades
áreas de bosque y no haber distribuido indígenas y otras comunidades el dere-
las ganancias en forma equitativa. cho legal a propiedades que ellos ha-
bían ocupado durante generaciones. Si
bien esto no les reporta ganancias eco-
2. Las implicaciones nómicas inmediatas, sí los beneficia en
de la descentralización términos del empoderamiento y les da
acceso seguro a sus recursos. En algu-
Teniendo en cuenta la definición nos casos, estos cambios han generado
propuesta en este trabajo, la descentrali- también beneficios financieros y, por
zación no sólo modifica las atribuciones ejemplo, han aumentado el poder de
64 EXCLUSIÓN E INCLUSIÓN EN LA FORESTERÍA LATINOAMERICANA

negociación de las comunidades ante Honduras, estos grupos habían sido


las empresas madereras. Asimismo, es- antes ocupantes ilegales y precarios en
tos grupos no necesitan preocuparse áreas de concesiones madereras y hoy
más de las multas por operar en forma tienen derecho de acceso, por lo que su
ilegal; tampoco están sujetos a ninguna vulnerabilidad ha disminuido. El orde-
decisión del gobierno central para ven- namiento jurídico también estipula que
der sus bosques bajo la forma de con- las “reservas municipales” deben ser
cesiones a empresas madereras. Los distribuidas a estos grupos locales,
derechos de tenencia les dan el derecho mientras que la legislación en Hondu-
legal de decidir si aprovechar o no, ex- ras deja la decisión referente a los con-
traer otros productos forestales e impe- cesionarios en manos del gobierno mu-
dir el ingreso de terceros a sus tierras. nicipal, en calidad de propietario.

Cuando los gobiernos municipales Además de estos problemas, convie-


administran sus propios bosques, como ne señalar que, en general, los gobiernos
en Honduras, los forestales comunita- municipales no tienen atribuciones ofi-
rios en los ejidos deben negociar sus ciales en lo que se refiere a los temas de
derechos de acceso con ellos y no con la tenencia de la tierra, como disputas de
autoridad central. Es muy probable que tenencia, demandas sobrepuestas, inva-
estos grupos, particularmente como siones y titulación. En el mejor de los
clientes del Programa Forestal Social del casos, pueden tratar de fungir como
Instituto Forestal y con frecuencia, como facilitadores y, por medio del cabildeo,
miembros de asociaciones nacionales, instar a la institución correspondiente
tengan mayor capacidad de negocia- del gobierno central para que se haga
ción ante la autoridad forestal nacional. cargo de los problemas locales. En el peor
A nivel local, ellos deben competir con de los casos pueden, de manera infor-
las empresas madereras para el acceso, mal, fomentar disputas en respuesta a
en circunstancias en que los gobiernos intereses políticos o personales.
locales necesitados de dinero en efecti-
vo tienden a favorecer a aquellos que La descentralización también pue-
pueden pagar en efectivo y por adelan- de modificar el balance entre conserva-
tado. Sin duda, esta situación aumenta ción y desarrollo pero los resultados
la vulnerabilidad de los grupos que dependen de muchos factores, particu-
dependen del bosque. larmente las características de dicho
balance: los actores e intereses involu-
En Bolivia, los grupos forestales lo- crados, el valor de los recursos foresta-
cales también deben negociar su acce- les, etc. Con frecuencia, los defensores
so a la tierra con los gobiernos munici- de la conservación temen a la descentra-
pales. Sin embargo, a diferencia de lización que ocurre en áreas de frontera
GRUPOS DE DEPENDENCIA 65

agrícola, ya sea porque los puestos mu- naturales en el largo plazo. Pero, ade-
nicipales tienden a ser dominados por más precisan tener una cierta autoridad
líderes poderosos con intereses made- para hacerlo, como es el caso de la co-
reros (o mineros), o porque la presión munidad de Bonanza en Nicaragua. Es
de los colonos puede forzar la apertura importante mencionar aquí que el go-
del bosque para su conversión a otros bierno municipal de Bonanza no tiene
usos. En la mayoría de los casos parece la autoridad legal para tomar decisio-
ser que por lo menos donde existen re- nes referentes a la gestión forestal; más
cursos forestales valiosos, los gobiernos bien, éstas son el resultado de dinámi-
locales rara vez promueven la conser- cas informales a nivel institucional que
vación, a menos que haya donantes fueron negociadas luego a través de ca-
influyentes u ONGs, problemas serios nales formales.
con el abastecimiento de agua, poblacio-
nes indígenas que defienden las ideolo- La descentralización también per-
gías de conservación y/o poblaciones mite acercar los controles gubernamen-
extractivas que dependen de productos tales a la población local, facilitando así
forestales no maderables. En los dos úl- su implementación. Cuando los contro-
timos casos, estos grupos deben contro- les son considerados justos, la mayoría
lar o ejercer cierta influencia sobre el de la población local no los considera
gobierno para que sus intereses incidan un problema. Lamentablemente, las
en la política local. Por otro lado, hay personas pobres que dependen del bos-
indicios de que es importante involucrar que consideran, con relativa frecuencia,
a los gobiernos municipales en la admi- que las normas de uso de los recursos
nistración de áreas protegidas y otras operan más bien en contra de ellos. De
iniciativas de conservación para promo- hecho, puede ser que a los gobiernos
ver cambios de largo plazo y un senti- municipales se les facilite implementar
miento de responsabilidad a nivel local. esas reglas con la gente pobre porque
los actores más acomodados pueden ser
En algunos casos, la descentrali- demasiado poderosos o contar con apo-
zación ha favorecido el desarrollo de yo en la capital. No obstante, en ocasio-
soluciones interesantes a problemas nes, algunas autoridades hacen una ex-
locales. Ello ocurre cuando gobiernos cepción a la regla cuando se trata de los
locales responsables tratan de respon- pobres precisamente porque las nece-
der a intereses locales en conflicto y, al sidades de estos pobladores son ma-
mismo tiempo, proteger los recursos yores 36. La descentralización también

36 Esto puede ser hecho de manera responsable o no. En un municipio de Nicaragua la gente se refirió a la extrac-
ción forestal como algo totalmente fuera de control. Se sospecha que el gobierno municipal no implementó ninguna
norma con la esperanza de que la población también ignorara sus cuestionables actividades (Larson 2006b).
66 EXCLUSIÓN E INCLUSIÓN EN LA FORESTERÍA LATINOAMERICANA

puede traer beneficios directos donde empresas madereras y el instituto fores-


estos ya existen. En Guatemala, por tal consideran que las oficinas munici-
ejemplo, las oficinas forestales munici- pales les facilitan su trabajo al promo-
pales han facilitado el ingreso de gru- ver su concepción de la gestión forestal.
pos locales al programa de incentivos
forestales PINFOR , aún en casos donde Los gobiernos municipales pueden
no cumplían con todos los requisitos. ejercer cierta influencia en temas vin-
culados al acceso a capital, mercados,
Sin duda, las oficinas forestales lo- caminos y a la burocracia estatal. Por
cales pueden ayudar a que el sector fo- supuesto, algunos gobiernos municipa-
restal sea menos tecnocrático y respon- les están a cargo de la infraestructura
da mejor a las preocupaciones locales, de caminos dentro de una municipali-
ya que ellas tienen un contacto más cer- dad, pero es muy probable que tengan
cano con la población local y además que efectuar una solicitud al gobierno
porque los gobiernos locales deben central para la construcción de otros
atender una serie de necesidades, no caminos. En cuanto al capital, no cono-
sólo las referidas a la gestión forestal. cimos ni un solo caso donde el gobier-
Por otro lado, la toma de decisiones en no municipal haya otorgado crédito
la gestión forestal está todavía tan cen- para actividades forestales locales pero
tralizada que hay poco campo de ma- los forestales municipales pueden dise-
niobra para posibilitar tales respuestas. ñar los planes de manejo de los grupos
Más bien, las unidades forestales mu- marginados sin costo alguno o a un
nicipales están encargadas principal- precio muy módico. Algunas autorida-
mente de cumplir con las responsabili- des municipales han apoyado la for-
dades asignadas por los institutos fo- mación de organizaciones locales y han
restales y pueden ser capacitadas en las llevado su cabildeo a ONG s y organis-
mismas escuelas profesionales donde mos donantes para conseguir financia-
existe poca educación, si es que existe, miento y apoyo logístico para estos
acerca de los aspectos sociales o cultu- grupos; también han apoyado las soli-
rales del bosque. Aún en las regiones citudes de dichas organizaciones para
autónomas de Nicaragua, donde hay un establecer aserraderos locales, por
interés en diseñar planes de manejo in- ejemplo, y han donado tierras para es-
tegrales y no simplemente planes de tos proyectos. En cuanto a la burocra-
aprovechamiento de madera, legalmen- cia estatal, las oficinas forestales mu-
te es el instituto nacional forestal el que nicipales pueden servir como interme-
define la naturaleza de los planes a ser diarias ante las oficinas centrales y aho-
desarrollados; las escuelas de foresteria rrarle a los grupos locales tanto tiem-
tampoco entrenan a profesionales en po como dinero en viajes a la oficina
estas alternativas. En Guatemala, las forestal más cercana.
GRUPOS DE DEPENDENCIA 67

Los gobiernos municipales en Gua- Los fondos del sector forestal que se
temala han apoyado a los grupos loca- asignan al ámbito local generan com-
les en sus esfuerzos por ganar acceso a petencia para el uso de dichos fondos.
incentivos de reforestación al proporcio- La titulación de tierras y la descentrali-
narles tierras municipales para reforesta- zación aumentan los beneficios poten-
ción o firmar documentos como el pro- ciales y riesgos del sector forestal. El
pietario legal pero permitiéndoles reca- blanco de las demandas ya no es el Es-
bar los fondos. En Nicaragua, una mu- tado si no que más bien se encuentra
nicipalidad le ha otorgado a una comu- ubicado dentro de la misma comunidad
nidad local acceso libre a una reserva (Peluso 2002). Sin embargo, la poca ca-
forestal municipal para obtener leña, in- pacidad para llevar a cabo los cambios
cluso para fines comerciales, a cambio perpetúa la falta de poder de estas co-
de la protección que dicha comunidad munidades. Ellas brindan oportunida-
brinda contra los incendios. En Bolivia, des de control local en la gestión de re-
los gobiernos municipales han presiona- cursos así como mayores beneficios lo-
do a la Superintendencia Forestal para cales. La cuestión aquí no es si las co-
que haga excepciones en las operacio- munidades locales se beneficiarán sino
nes forestales dentro de las reservas fo- más bien cómo esos beneficios serán
restales municipales, ya que a los pro- distribuidos. Estos son los tipos de pro-
ductores de madera en pequeña escala blemas que podrían ser abordados de
no les era posible cumplir con todos los manera más eficaz, si la gestión fores-
requisitos exigidos por ley. Estos ejem- tal no fuera considerada un mero ejer-
plos demuestran que los gobiernos mu- cicio técnico.
nicipales pueden emprender una serie de
acciones tendientes a apoyar a grupos
que dependen del bosque en un contex- 3. El balance
to de descentralización. Sin embargo, es de la descentralización
importante anotar que en la mayoría de
los casos, se trata de excepciones y no En Honduras, todo indica que los
de la regla. grupos que dependen del bosque son
los que están más preocupados con la
La descentralización que en la prác- descentralización debido a que ella con-
tica logra transferir el poder a nivel lo- lleva mayores riesgos e inseguridad en
cal puede, sin duda, aumentar los con- la tenencia, así como la necesidad de
flictos sociales. Una mayor autoridad negociar el acceso a los recursos ante
local sobre los recursos, como por ejem- las municipalidades en competencia
plo mediante la titulación de tierras in- con las empresas madereras. En con-
dígenas y/o comunales, multiplica las traste, los grupos que dependen del
instancias de abuso de esa autoridad. bosque en Bolivia parecen haber sido
68 EXCLUSIÓN E INCLUSIÓN EN LA FORESTERÍA LATINOAMERICANA

los más beneficiados mediante exten- acceso a las autoridades, no es usual-


sos programas de titulación y la provi- mente reconocida como parte de las es-
sión de acceso legal a los bosques para trategias de forestería diseñadas por los
las asociaciones comunitarias. grupos marginados. Por otro lado,
cuando se tiende a resolver los proble-
Los resultados son mixtos en Gua- mas locales sin interferencia del gobier-
temala y Nicaragua. En Guatemala, la no central, o cuando la descentraliza-
percepción es que las oficinas foresta- ción responde a las demandas indíge-
les municipales imponen las reglas del nas de autonomía, los grupos que de-
gobierno central aunque, al mismo penden del bosque tienden a ver más
tiempo, han facilitado la participación favorablemente al proceso de descen-
en el programa PINFOR y el acceso a ser- tralización. En otros casos, genera du-
vicios más económicos, como apoyo en das, en parte porque la descentraliza-
la elaboración de planes de manejo para ción, especialmente como ha sido pues-
aquellos que aprovechan madera. En ta en marcha en la práctica, crea confu-
Nicaragua, la existencia de gobiernos sión respecto a la autoridad, y por lo
regionales autónomos no ha sido cele- tanto, sugiere una dispersión de esfuer-
brada pero sí en cambio la autonomía, zos en términos de las demandas gene-
así como el respeto a los territorios in- radas desde las bases. Por último, cuan-
dígenas. En general, los gobiernos mu- do se teme la presencia de las elites lo-
nicipales son sólo vistos como el ente cales, como sucede en algunas partes de
que impone impuestos adicionales y la Amazonia brasileña, las autoridades
aumenta la burocracia, pero aunque del gobierno central son consideradas
fuera cierto, algunos grupos que depen- como importantes interlocutores en la
den del bosque prefieren trabajar con protección de los derechos de los gru-
ellos y no con el instituto forestal. pos marginados.

Es notable que el país que ostenta Con frecuencia, la política y nor-


los mejores resultados –Bolivia– sea el matividad forestal no llegan a tomar en
más descentralizado de todos, lo que cuenta los principales factores que in-
sugiere que los resultados ambiva- fluyen sobre lo que sucede con los bos-
lentes experimentados en otros países ques en la práctica. Estos incluyen des-
puedan deberse en parte a la imple- igualdades estructurales –como los de-
mentación mixta de las políticas de rechos de tenencia– e instituciones in-
descentralización. formales que sirven de fundamento a
las formales. Los estudios de caso ana-
La descentralización, como proce- lizados aquí demuestran la necesidad
so democrático que tiene la capacidad de incluir a los grupos marginados en
de aumentar la participación local y el decisiones de política, no sólo a nivel
GRUPOS DE DEPENDENCIA 69

local sino también nacional; mayor con- ayudar a los sectores menos privilegia-
trol social sobre los líderes municipales dos. En condiciones propicias, la des-
y responsabilidad gubernamental; y centralización puede facilitar por lo
apoyo económico y organizacional para menos las dos primeras.
70 EXCLUSIÓN E INCLUSIÓN EN LA FORESTERÍA LATINOAMERICANA
71

7. Conclusiones: las tendencias de la descentralización


forestal en América Latina

La descentralización no es un pro- designado el control de algunos permi-


ceso lineal; más bien las ganancias y sos y pequeñas concesiones y, en casos
pérdidas resultan de negociaciones po- específicos, tareas adicionales; la ley fo-
líticas y la correlación particular de fuer- restal que se viene discutiendo en el
zas en contextos y momentos específi- Congreso ampliaría el papel de las mu-
cos. Como tal, la descentralización en nicipalidades en la gestión forestal. En
general, y en lo forestal en particular, Nicaragua, las municipalidades final-
ha avanzado y retrocedido en América mente consiguieron la aprobación de
Latina, por lo general en un mismo país una ley que garantiza un aumento en
a la vez. las transferencias fiscales (del 1% al 6%
en dos años); la ejecución del reglamen-
La descentralización ha avanzado de to de Estatuto de Autonomía aclara y
alguna manera en todos los países estudia- fortalece las competencias de los gobier-
dos. El gobierno actual de Guatemala ha nos de las regiones autónomas sobre la
diseñado una estrategia de descentrali- gestión de los recursos naturales, y la
zación que contempla acciones especí- nueva ley forestal permite que el Insti-
ficas para su puesta en marcha. PINFOR tuto Forestal suscriba acuerdos para de-
ha dado lugar a otros dos proyectos de legar la autoridad de gestión a los go-
incentivos para la reforestación con el biernos municipales.
objetivo de incorporar a los sectores
más pobres y las comunidades indíge- En Bolivia, desde el 2004, se ha per-
nas. Honduras también cuenta con una mitido la participación de candidatos
política clara de descentralización; a locales en las elecciones municipales sin
los gobiernos municipales se les ha ser miembros de un partido político; las
72 EXCLUSIÓN E INCLUSIÓN EN LA FORESTERÍA LATINOAMERICANA

tierras tituladas a grupos comunitarios y las tres leyes de descentralización apro-


pueblos indígenas, así como el número badas el 2002 recién han empezado a ser
de concesiones otorgadas a ASLs ha con- implementadas; y una propuesta inter-
tinuado aumentando, aunque lentamen- na del instituto forestal para transferir
te; en algunos municipios, la Superin- la autorización de los permisos de uso
tendencia Forestal ha comenzado a dele- doméstico a las oficinas forestales mu-
gar funciones cada vez más importantes nicipales no ha progresado. En la Ama-
a algunas unidades forestales municipa- zonia brasileña, rara vez hay demandas
les, incluyendo el poder de toma de deci- para una descentralización o mayores
siones sobre diferentes tipos de permisos atribuciones para los gobiernos muni-
de pequeña escala. Si bien no es común cipales en la gestión forestal.
que se demande la descentralización en
la región amazónica del Brasil, algunos Por lo general, la descentralización de
gobiernos estatales han negociado con la toma de decisiones sobre los bosques re-
IBAMA para asumir las funciones de la au- sulta de políticas que se ubican fuera del
toridad estatal, con el objetivo de dismi- sector forestal . Como hemos podido
nuir la burocracia y facilitar la participa- apreciar, la toma de decisiones sobre los
ción de los pequeños productores; la nue- bosques rara vez es descentralizada. Las
va ley forestal que se viene discutiendo excepciones son las dos regiones autó-
en el Congreso brindaría beneficios adi- nomas de Nicaragua, donde sí ha habi-
cionales a los gobiernos municipales y las do una descentralización de la toma de
comunidades locales. decisiones sobre los recursos naturales,
y aquellos que disfrutan nuevos dere-
En algunos casos, la descentralización chos de tenencia a tierras y/o bosques.
ha sufrido retrocesos o se ha estancado. En Estos incluyen las comunidades indíge-
Bolivia, por ejemplo, el monto y el por- nas en Nicaragua y Bolivia y municipa-
centaje de la patente forestal que retor- lidades en Honduras (que antes poseían
na a las municipalidades han sufrido tierras pero no bosques), las cuales tie-
recortes; algo similar ha sucedido con nen el derecho ahora de excluir a otros
los montos destinados a las municipa- de sus bosques y decidir si llevan a cabo
lidades provenientes del fondo HIPC II- o no actividades de aprovechamiento.
Plus. En Nicaragua, la nueva ley fores-
tal estableció procedimientos estrictos La legislación forestal no descentraliza
para asegurar que las opiniones de los la toma de decisiones sobre los bosques; sin
gobiernos municipales sobre los planes embargo, algunos institutos forestales lo es-
de manejo forestal en su distrito se ba- tán haciendo caso por caso mediante con-
sen en criterios técnicos del instituto tratos. A varios estados en Brasil así
forestal y no en criterios locales. En como a municipalidades en Bolivia y
Guatemala, muchos argumentan que Honduras les ha sido otorgado el poder
CONCLUSIONES 73

de autorizar ciertos permisos y/o con- Por lo general, el sector forestal no es


trolar y sancionar actividades foresta- un sector donde los pequeños productores
les. La nueva ley forestal de Nicaragua puedan obtener beneficios económicos im-
también brinda la posibilidad de trans- portantes a no ser que existan políticas es-
ferir responsabilidades a los gobiernos pecíficas a su favor. Aún cuando obten-
municipales mediante contratos. Si bien gan el derecho de acceso a sus recursos
la ley de Guatemala prohíbe forestales, los grupos marginados gene-
específicamente la descentralización del ralmente enfrentan serios problemas en
poder de toma de decisiones, estas nor- lo que concierne al crédito y la comer-
mas han sido flexibilizadas en algunos cialización, lo que a su vez los hace de-
casos y por cierto, una iniciativa que se pendientes de empresas madereras
viene discutiendo en el Congreso po- para obtenerlos y, al no contar con ca-
dría propiciar enmiendas a la ley. pacidad de negociación suficiente, sus
ingresos se ven seriamente disminui-
La descentralización de poderes dos. Las políticas e institutos forestales
caso por caso, a través de contratos, es que promueven la forestería comunita-
una manera de garantizar que aquellos ria y/o la forestería como una estrate-
que reciben la autoridad tienen la ca- gia de alivio a la pobreza parecen brin-
pacidad de asumirla de manera eficaz dar el diseño de un marco que reconoz-
y responsable. No obstante, algunos ca mejor las necesidades específicas de
expertos han expresado serias dudas en esos grupos. Con frecuencia, el apoyo
torno a tales políticas. Ribot (2004, 2005) de los organismos donantes y ONG s es
señala que los poderes que han sido vital para proporcionar fondos de inver-
delegados utilizando este mecanismo se sión y capacitación en la gestión fores-
convierten en decisiones discrecionales tal, tecnologías de transformación así
de ministros y administradores y por lo como organización y administración.
tanto, se instauran no como derechos
sino más bien como privilegios que Las descentralizaciones forestales no
pueden ser retirados en cualquier mo- benefician necesariamente a los grupos mar-
mento. El gobierno local que recibe es- ginados que dependen del bosque y parecen
tos poderes tiene que rendirle cuentas hacerlo sólo cuando se trata de un objetivo
a la oficina que se los otorgó en vez de de política específico, ya sea a nivel nacio-
a la población local. Sin embargo, la nal, estatal o local; las políticas más impor-
transferencia de derechos a la gestión tantes son las que garantizan o aumentan
de recursos incentiva a que los gobier- sus derechos de acceso a, o tenencia de, los
nos locales y los ciudadanos inviertan recursos forestales. La descentralización
en ellos largo plazo, y es esta responsa- puede representar una condición nece-
bilidad la que sienta las bases para un saria pero no suficiente para obtener
gobierno democrático. dichos beneficios, ya que los cambios
74 EXCLUSIÓN E INCLUSIÓN EN LA FORESTERÍA LATINOAMERICANA

actuales dependen de la forma en que porcionan a las oficinas forestales mu-


está implementada. Por ejemplo, los nicipales. El resultado para los grupos
pueblos indígenas en Nicaragua, Boli- locales de una creciente autoridad mu-
via y, en menor grado, Honduras se han nicipal sobre otros aspectos de la ges-
beneficiado de políticas que les otorgan tión forestal, como inspecciones y con-
títulos para sus tierras, aunque en rea- trol, la autorización de ciertos permisos
lidad pueden no ser consideradas como o provisión de servicios, también de-
parte de las “políticas de descentraliza- penden de esta correlación de fuerzas.
ción”. Ello no significa necesariamente
que estos mismos grupos, por diferen- La descentralización en general y la ge-
tes razones, hayan logrado beneficiar- neración de resultados positivos para los pe-
se en forma importante e inmediata de queños productores enfrentan aún serios obs-
la gestión forestal, pero en ocasiones, táculos. Algunos países todavía no logran
este es el caso. La política boliviana de reconocer la importancia de vincular la
crear reservas municipales para las descentralización con el alivio a la po-
ASLs ha beneficiado sin duda a los gru- breza, mientras otros han llevado a cabo
pos de productores de pequeña escala. grandes esfuerzos en ese sentido. Aún
En el mismo sentido, la política gua- así, el sector forestal no forma parte de
temalteca de otorgar importantes exten- esta ecuación en ninguno de los países
siones de bosque en el Petén bajo la for- estudiados. Vinculada a esta situación
ma de concesiones comunitarias ha be- está la persistente resistencia de algunos
neficiado en forma directa a las comu- gobiernos centrales a descentralizar res-
nidades receptoras. ponsabilidades forestales y, en especial,
los poderes de toma de decisión. Los es-
Cuando la descentralización inclu- fuerzos nacionales emprendidos para
ye creciente autoridad municipal sobre establecer y ampliar la capacidad muni-
tierras y bosques municipales de los que cipal en países como Guatemala y Boli-
la población local depende, el resulta- via muestran una visión muy diferente
do para los últimos depende de las re- a de los otros países.
laciones de poder local: la relación his-
tórica de las comunidades con la tierra, A nivel local, la planificación y el
su capacidad de organizarse y negociar ordenamiento territorial comprenden
y movilizar aliados, el valor de los re- por lo general los bosques pero no es-
cursos forestales, la ideología específi- tán necesariamente vinculados al cum-
ca del gobierno local, las características plimiento, en el largo plazo, de metas
de los actores en competencia y su rela- de gestión forestal. Tampoco se contem-
ción con el gobierno local y, donde fue- pla la incorporación de planes de orde-
ra relevante, las orientaciones y capaci- namiento o de la gestión forestal inte-
tación que los institutos forestales pro- grada en las políticas más amplias de
CONCLUSIONES 75

desarrollo y planes de inversión anual, convirtiendo en un interlocutor recono-


los mismos que aún priorizan el desa- cido y legítimo de los ciudadanos,
rrollo de infraestructura. Con frecuen- ONGs, organismos donantes y gobier-
cia, aquellas personas que proporcionan nos centrales.
apoyo técnico a la gestión y planifica-
ción forestal –los profesionales foresta- Con mayor frecuencia también, al-
les– no están capacitados, ya sea en as- gunos gobiernos municipales están in-
pectos sociales del bosque o el manejo teresados en participar de manera res-
de productos forestales diferentes a la ponsable en la gestión forestal, incluso
madera. Por último, las cuestiones re- en beneficio de los grupos marginados
feridas a la capacidad, transparencia y y por ello, están apoyando dichos pro-
responsabilidad del gobierno local re- cesos. Existen numerosas iniciativas
presentan preocupaciones constantes, municipales y de las bases de las que se
aunque en muchos países la percepción puede aprender, analizar dinámicas
es que éstas han ido mejorando. institucionales y buscar modelos repli-
cables. Los organismos de base y sus
Existen numerosas oportunidades de redes están mejorando el acceso a la in-
progreso. Los marcos jurídicos de cada formación y los mercados, incremen-
uno de los países estudiados apoyan la tando el volumen comercial y el poder
autonomía municipal y en algunos ca- de negociación.
sos, dichos marcos y las estrategias na-
cionales promueven la descentraliza- No hay duda que con una adecua-
ción, incluso la del sector forestal. Con da combinación de políticas, los grupos
mayor frecuencia, la sociedad civil – marginados pueden beneficiarse de la
nuevas organizaciones, asociaciones y descentralización forestal y que se pue-
alianzas de pequeños productores, gru- den obtener mayores logros en el futu-
pos indígenas, etc.– está dispuesta a tra- ro, siempre y cuando se tomen en cuen-
bajar con el gobierno municipal para ta los riesgos que encierran los proce-
hacer conocer su opinión y demandas. sos de descentralización y los proble-
Por ello, tanto desde arriba como des- mas que estos grupos enfrentan en el
de abajo, este nivel de gobierno se está sector forestal.
76 EXCLUSIÓN E INCLUSIÓN EN LA FORESTERÍA LATINOAMERICANA
ANEXOS 77

Anexo 1
Agenda de temas futuros de acción e investigación

Anne Larson, Pablo Pacheco, Fabiano Toni y Mario Vallejo,


con Peter Cronkleton y Alvaro Luna

La agenda regional que se propone aquí para investigación y acción ha sido desarro-
llada en base a consultas y estudios llevados a cabo en cinco países como parte del proyec-
to CIFOR/IDRC sobre “Descentralización Forestal en América Latina: Mirando hacia el Fu-
turo”. Dicho proyecto tiene como objetivo identificar tendencias y oportunidades así como
los problemas y las limitaciones que enfrentan en la actualidad los procesos de descentra-
lización en Bolivia, Brasil, Guatemala, Honduras y Nicaragua. En particular, analiza el
vínculo entre las condiciones de gobernanza y los medios de vida de grupos de usuarios
del bosque que han sido tradicionalmente marginados o excluidos de procesos económi-
cos y políticos más amplios.

En términos generales, la investigación determinó que los grupos marginados no ne-


cesariamente se benefician de los procesos de devolución y de descentralización forestal.
Aún así, dichos grupos muchas veces consideran que la descentralización les puede traer
beneficios. Sin embargo, se puede afirmar que la descentralización forestal ha sido limita-
da y el impacto de la misma sobre los sectores pobres ha estado estrechamente vinculado
al balance de poder económico o político y las relaciones de tenencia en cada una de las
configuraciones nacionales o estatales (como es el caso del Brasil). Cuando la descentraliza-
ción no se lleva a cabo en combinación con otras políticas que abordan desigualdades –como
el acceso inseguro a recursos forestales– puede ser que los grupos marginados no se bene-
ficien de tales políticas y su vulnerabilidad incluso aumente.

En aquellos casos en que los gobiernos centrales se han interesado en descentralizar


algún aspecto de la gobernanza o regulación forestal, las iniciativas normalmente han
involucrado a los gobiernos municipales en sus esfuerzos por lograr una mejor fiscaliza-
ción y control del sector, pero sin otorgar mayor autoridad de toma de decisiones, ya sea a
los gobiernos o poblaciones locales. Por su parte, muchos gobiernos locales aún muestran
poco interés en participar más activamente dado que no tienen incentivos suficientes como
para asumir mayores responsabilidades, y a todo nivel, los gobiernos no han logrado inte-
grar al sector forestal dentro de sus agendas de alivio a la pobreza o de desarrollo.

Por otro lado, con o sin políticas formales de descentralización, las poblaciones locales
usan, administran e influencian el futuro de los recursos forestales de cada Nación. Ellas
han desarrollado experimentos innovadores en el uso de recursos naturales que vinculan el
mejoramiento de los medios de vida con la conservación e influencian la toma de decisiones
78 EXCLUSIÓN E INCLUSIÓN EN LA FORESTERÍA LATINOAMERICANA

en diferentes niveles del gobierno. Incluso, algunas comunidades, asociaciones de producto-


res y gobiernos municipales están tratando de promover un sector forestal sostenible así
como mejorar los medios de vida locales. En este sentido, la agenda que aquí se presenta
tiene como propósito entender y facilitar dichos procesos de gobernanza forestal local.

Las propuestas de investigación y acción identificadas aquí tienen en cuenta las suge-
rencias de los grupos marginados o excluidos, las ofrecidas por los organismos que traba-
jan con ellos, así como los resultados de la investigación llevada a cabo en estos cinco
países. Dichas propuestas tienen como objetivo incorporar a estos grupos tanto en los pro-
cesos forestales como en los beneficios que se derivan de ellos y también en los debates en
torno a la descentralización. La primera sección de este documento presenta una serie de
acciones prioritarias. La segunda identifica ocho áreas de investigación comparada entre
países. La última sección menciona muy sucintamente otros temas de investigación im-
portantes en algunos países y presenta también áreas de investigación afines.

Acciones prioritarias

Las siguientes son acciones prioritarias para trabajo futuro en la región:

a) Aumentar la visibilidad de los temas de descentralización forestal en general y la rela-


ción entre gobernanza y medios de vida en particular.
b) Desarrollar metodologías, herramientas y materiales de educación popular para pro-
mover el desarrollo de capacidades a nivel local y municipal.
c) Incrementar la participación e influencia de expertos afines en el análisis, debate y
desarrollo de políticas forestales a nivel regional, nacional y municipal.
d) Propiciar cambios en la currícula de las universidades para que se otorgue mayor
importancia a los temas de gobernanza, incluyendo los aspectos sociales y culturales
del sector forestal.
e) Facilitar la integración de los actores marginados y promover la formación de redes
así como brindar apoyo a las ya existentes.

La investigación determinó también la importancia de contar con un conocimiento gene-


ral de los bosques y sus productos que no esté circunscrito a la madera, así como una integra-
ción de los enfoques de gobernanza y medios de vida que podría ayudar a mejorar el bienestar
de poblaciones que dependen del bosque a través de la gestión forestal y territorial.

Áreas propuestas de investigación

1) Sistematizar y analizar experiencias innovadoras de gestión forestal

Los gobiernos municipales, las oficinas forestales municipales y/o la población local
de todos los países han desarrollado experiencias innovadoras en la gestión local de
bosques, la conservación de recursos naturales y la mejora de los medios de vida de la
ANEXOS 79

población. Dichas experiencias necesitan ser identificadas y analizadas a fondo. En


especial, es importante estudiar las experiencias endógenas de las comunidades, re-
des y gobiernos locales, el grado en que éstas representan empoderamiento local y
mejoras en los medios de vida locales, los factores que contribuyen a su desarrollo,
mantenimiento y éxito y el grado en que pueden ser replicadas, ya sea en otros luga-
res o en mayor escala.

Estas experiencias deberían ser diseminadas y utilizadas para propiciar intercambios


entre actores que enfrentan situaciones similares, así como para formar y consolidar
redes, desarrollar visiones más amplias de gestión territorial y fortalecer la capacidad
y cooperación entre municipios.

2) Estudios comparativos de los sistemas de fiscalización y control forestal

Es preciso conocer mejor las estructuras, tanto formales como informales, de la fiscali-
zación, control y sanción forestal y ambiental en la cadena de productos forestales desde
el bosque hasta la comercialización del producto. Las estructuras formales incluyen ins-
tituciones del Estado como la policía, los procuradores generales para el medio ambien-
te o jueces locales así como la legislación vigente, mientras que las informales contem-
plan la forma en que estas estructuras funcionan en la práctica, el grado de flexibilización
de la normatividad para abordar problemas prácticos al igual que el campo de manio-
bra dentro (o fuera) de la ley para encontrar soluciones creativas. Mientras que en algu-
nos países las leyes o prácticas consuetudinarias son reconocidas formalmente, en otros
no lo son; aún así, en ambos casos son importantes. En estos y otros casos, a veces se
utilizan mecanismos de consenso para la resolución de conflictos.

El control de delitos forestales también depende de numerosos incentivos y


desincentivos institucionales. Dichos incentivos están vinculados en su mayor parte a
la cuestión de lo que se puede ganar o perder, y por quién, con la imposición de con-
troles e incluyen también aspectos ecológicos, económicos, políticos y morales. Por
ejemplo, cuando los gobiernos municipales sancionan a los transgresores por aprove-
chamiento ilegal y al mismo tiempo, pueden mantener el ingreso generado por estas
multas, es muy probable que esto incentive la implementación de dichos controles.
Por otro lado, su imposición puede conllevar altos riesgos políticos. Asimismo, la fis-
calización de actividades ilegales puede incentivar informalmente la corrupción.

Asimismo, la manera en que se controlan los actos ilegales puede incentivar una con-
ducta legal o fomentar los delitos forestales. Por ejemplo, en ciertos casos, los sobor-
nos se han hecho tan comunes que son necesarios aún cuando se trate de actividades
legales. En otros, es mucho más atractivo adquirir en subastas madera que le fue de-
comisada a uno, que asumir los costos burocráticos y económicos que acarrea el apro-
vechamiento legal. Por otro lado, hay ejemplos de auto-regulación y control social que
promueven prácticas legales.
80 EXCLUSIÓN E INCLUSIÓN EN LA FORESTERÍA LATINOAMERICANA

La cuestión del control y la fiscalización contempla también un análisis de los diferentes


tipos de fiscalización a los que están sujetos aquellos que tienen a cargo el control. Estos
incluyen mecanismos de recurso formales e informales que permiten que las personas
puedan objetar lo que ellos consideran un cumplimiento injusto de la normativa.

3) Modelos de gestión forestal municipal – estudios piloto

En los países estudiados, varios gobiernos municipales y asociaciones de usuarios


forestales están interesadas en demostrar que, bajo condiciones adecuadas, la gestión
forestal descentralizada puede funcionar. En la mayoría de los países, los gobiernos
municipales han recibido algunas responsabilidades de gestión forestal, y muchas le-
yes nacionales contemplan la suscripción de convenios con el instituto nacional fores-
tal que permiten delegar el otorgamiento de licencias forestales y otras actividades
forestales a las municipalidades. En Guatemala y Bolivia ya existen iniciativas de este
tipo que tienen como objetivo monitorear el manejo forestal municipal (aunque la
legislación guatemalteca prohíbe delegar la toma de decisiones por medio de acuer-
dos, existe en la actualidad un proyecto que permitirá poner en práctica proyectos
piloto de gobernanza forestal participativa a nivel municipal).

Estos experimentos o estudios piloto contemplarían también el acompañamiento, la


formación de capacidades y el apoyo a autoridades forestales municipales y otros
actores locales involucrados en la gestión forestal municipal, y estarían basados en los
procesos en marcha en cada país. Las áreas de interés de los gobiernos municipales
comprenden principalmente la planificación territorial, servicios de extensión y la
promoción de esfuerzos de colaboración entre actores. Los estudios piloto promove-
rían también mecanismos que fomenten la participación de organismos de base para
la planificación territorial y la gestión participativa en general, así como la incorpora-
ción del sector forestal en las estrategias y programas de planificación de desarrollo y
de alivio a la pobreza diseñados en los municipios. Estos estudios también enfatizarían
el diseño de procesos participativos para construir escenarios futuros, dejando en cla-
ro la contribución de los bosques al desarrollo económico local.

Asimismo, los proyectos piloto compararían las ventajas y desventajas de los diferen-
tes modelos de acompañamiento, apoyo y toma de decisiones, incluyendo los impac-
tos sobre las poblaciones que dependen del bosque, principalmente los usuarios po-
bres, para desarrollar un conjunto de indicadores que permitan una descentralización
forestal exitosa. Sin duda, contribuirán a los debates nacionales referente a los ajustes
necesarios en la arquitectura institucional de la gestión forestal.

4) El acceso a los recursos forestales y los medios de vida de los actores marginados

El acceso a los recursos forestales depende de numerosos factores e incluye pero no se


limita a cuestiones referidas a la tenencia. Ribot y Peluso (2003) definen los mecanismos
ANEXOS 81

de acceso como un “conjunto de poderes”, a diferencia de la tenencia en sí, usualmente


definida como un “conjunto de derechos”. Este no sólo incluye derechos sino también
mecanismos estructurales y relacionales tales como mercados, capital, mano de obra, tec-
nología y el acercamiento a las autoridades que facilitan el acceso en la práctica.

La investigación que permitió la elaboración de esta agenda constituyó un primer


esfuerzo por examinar la problemática de acceso y su vínculo con los procesos de
descentralización en América Latina. Sin embargo, aún es necesario realizar estudios
más profundos, en particular estudios cuantitativos que demuestren vínculos especí-
ficos con las implicaciones sobre los medios de vida de los diferentes tipos de acceso.
Si bien Ribot y Peluso tienen en cuenta diferentes variables, este estudio enfatizaría
los aspectos de tenencia de tierra, tipos de acceso a los mercados y al capital, conducta
institucional y las relaciones socio-políticas que limitan el acceso a las autoridades con
poder de toma de decisiones. La investigación tendría como objetivo comprender la
interacción entre estas variables y sus efectos sobre los medios de vida y, en particular,
la forma en que este “conjunto de poderes” funciona para asegurar, mantener e incre-
mentar aquellas formas de acceso que mejoran el nivel de ingresos.

En lo que se refiere a la tenencia de tierra, esta investigación podría contemplar temas


como la creación de reservas o áreas protegidas en territorios ocupados y la titulación
de tierras llevada a cabo sin la necesaria resolución de conflictos en las fronteras. Con
respecto a la conducta institucional, podría evaluar si las experiencias de autogestión
llegan a disminuir la dependencia de instituciones burocráticas o poco eficaces y tam-
bién, su impacto sobre los medios de vida.

5) Instituciones informales y gobernanza forestal a nivel local

Para comprender los efectos de la descentralización u otras dinámicas sobre los proce-
sos de gobernanza, es necesario conocer la dinámica de las instituciones formales e in-
formales de gobernanza forestal. En algunos casos, las instituciones informales ocupan
puestos clave en la cadena productiva pero no son reconocidas legalmente o considera-
das dentro de los sistemas de regulación, como es el caso de las redes de comerciantes
en Bolivia que identifican y acopian madera para aserraderos locales y toman decisio-
nes importantes de manejo, pero que no figuran en ninguna documentación del proce-
so. Otro ejemplo, esta vez de la Amazonia brasileña, son los sistemas informales de
crédito, como el habilito, utilizado en el aprovechamiento tanto de productos forestales
madereros como no madereros. Estos mecanismos proporcionan financiamiento cuan-
do el crédito formal es escaso ya que los bancos no están dispuestos a asumir riesgos y
otorgar préstamos forestales. Si bien algunas de estas instituciones informales aumen-
tan la dependencia de los actores locales y reducen su capacidad de auto-gestión, otras
tienden a favorecer el aprovechamiento de los recursos forestales. La gama de institu-
ciones informales es variada e incluye la ilegalidad, el clientelismo, la corrupción y la
violencia, aunque es poco aún lo que se conoce acerca de su dinámica e impacto.
82 EXCLUSIÓN E INCLUSIÓN EN LA FORESTERÍA LATINOAMERICANA

Por otro lado, es muy probable que las instituciones formales, así como las leyes y las
normas que regulan el sector forestal, no tengan en cuenta la situación actual de los
productores pequeños. La ley forestal de Nicaragua, por ejemplo, simplemente no
reconoce en sus definiciones que la madera puede ser aprovechada de bosques secun-
darios; tampoco contempla la venta de árboles de áreas que no sean bosques naturales
o plantaciones. En Bolivia, la Superintendencia Forestal ha incluido medidas “extraor-
dinarias” dentro de la ley forestal. Se introdujeron estas excepciones porque se habían
dejado a importantes actores forestales sin mecanismo legal alguno que les permitiera
continuar con sus operaciones, como es el caso de las empresas madereras pequeñas
que no tenían tierra o acceso a una concesión. Estas excepciones también tienen como
objetivo desincentivar el empleo de vacíos legales que permiten un uso forestal no
sostenible, al tratar de simplificar los procesos administrativos requeridos por la
normatividad forestal. Si bien no se las contempló en la legislación en un principio,
estas instancias existen a nivel formal y muestran un proceso de adaptación. Sin em-
bargo, también pueden tener consecuencias no deseadas.

Este estudio también examinaría la forma en que las instituciones informales se


institucionalizan y eventualmente se adoptan como parte del marco legal.

6) Instituciones y condiciones que incentivan o desincentivan prácticas de uso de suelo

Este estudio tendría un enfoque territorial en el análisis de las dinámicas de paisaje y


examinaría las fuerzas motrices que posibilitan la conversión, mantenimiento o restau-
ración de tierras. Asimismo, enfatizaría los incentivos en competencia y las demandas
de los diferentes actores para utilizar la tierra en una forma particular o para implementar
estrategias específicas así como los impactos de tales dinámicas sobre el crecimiento
económico regional, los medios de vida y la conservación de los bosques. Esta investi-
gación tendría en cuenta el papel que desempeñan los instrumentos institucionales, los
incentivos financieros y los discursos más amplios dentro de los que se hallan insertos.

Los instrumentos institucionales, por ejemplo, incluyen procesos de planificación te-


rritorial y los mecanismos o instrumentos por medio de los cuales éstos son utilizados
para generar incentivos de uso de suelo así como el diseño de corredores, la construc-
ción de visiones o escenarios y el diseño de programas de recuperación de cuencas.
Los incentivos financieros incluirían elementos que promuevan, bajo diferentes con-
diciones de tenencia, acceso a programas de incentivos como el programa PINFOR en
Guatemala así como incentivos de mercado que alienten el uso de ciertas prácticas o
conductas como los programas de certificación. Todos estos enfoques se encuentran
insertos dentro de los diferentes discursos que los justifican y apoyan y son cuestiona-
dos tanto por otros discursos como por la práctica misma.

La investigación también analizaría la interacción y los beneficios relativos de los diver-


sos enfoques. Identificaría cómo se diseñan los incentivos, los ganadores y perdedores
ANEXOS 83

y aquellos que sí funcionan. Finalmente, el estudio analizaría tanto los resultados es-
perados como los no esperados y construiría escenarios a futuro que visualicen los
efectos sobre los medios de vida a mediano y largo plazo.

Este tema de investigación, en parte, podría ser incorporado sistemáticamente en los


cinco puntos de la agenda antes mencionados.

7) Sistematizar y analizar las experiencias de mujeres que usan recursos forestales

Generalmente, las discusiones acerca de los recursos forestales, gobernanza y medios


de vida no tienen en cuenta a las mujeres. Con frecuencia, los esfuerzos por promover
un “enfoque de género” en los proyectos forestales han consistido básicamente en orga-
nizar a las mujeres para que participen en un aspecto particular del proyecto, que en
realidad puede estar relacionado sólo en forma tangencial con los bosques. Sin embar-
go, son muchas las mujeres cuyos medios de vida dependen de los recursos del bosque:
desde el uso doméstico y comercial de leña y plantas específicas de todo tipo hasta la
producción de artesanía o su participación en diversos aspectos del ecoturismo. Algu-
nas de ellas incluso trabajan en empresas de aprovechamiento maderero como
motosierristas, carpinteros, contadoras, etc. Sin embargo, la importancia de los recursos
forestales en sus medios de vida es, por lo general, invisible. Usualmente, las organiza-
ciones o asociaciones de mujeres tienen otras prioridades, aunque algunos temas como
el acceso a la tierra o al crédito, o el empoderamiento de mujeres para participar en foros
de desarrollo local pueden figurar en sus agendas. Las agrupaciones de mujeres que
trabajan en forma directa en el sector forestal enfrentan, en muchas ocasiones, los mis-
mos problemas que los hombres, aunque más serios aún. El acceso a la tierra y los recur-
sos forestales, al crédito, la información de mercados y comercialización así como a las
autoridades a cargo del desarrollo es aún más limitado en el caso de las mujeres.

Para poder participar más plenamente en los debates de gobernanza forestal, las mu-
jeres deben identificar y reconocer el papel que los recursos forestales desempeñan en
sus vidas. La investigación participativa se llevaría a cabo con asociaciones de muje-
res que dependen de los recursos forestales utilizando un marco de acceso como el
discutido en el punto 4. Luego, esta investigación sería diseminada para hacer la con-
tribución de las mujeres en el sector forestal más visible y ayudar en la formulación de
enfoques de género mas efectivos en el sector forestal en cada país.

8) Comunidades indígenas: liderazgo, representación, identidad y manejo de recursos


naturales

El tema del manejo de los recursos forestales por pueblos indígenas está estrechamen-
te vinculado con los temas de identidad y cultura. En ciertos países, los pueblos indíge-
nas han obtenido títulos para territorios comunales que han ocupado ancestralmente
así como el derecho a manejar los recursos forestales de estas tierras. En algunos casos,
84 EXCLUSIÓN E INCLUSIÓN EN LA FORESTERÍA LATINOAMERICANA

las experiencias forestales han sido exitosas mientras que en otros, han generado divi-
siones entre miembros de la comunidad, mayores desigualdades y preocupación en
torno al liderazgo y los valores. También existen grupos que rechazan la venta comer-
cial de madera, ya que está en conflicto directo con sus creencias y valores.

Al mismo tiempo, las políticas de descentralización han aumentado el papel de los


gobiernos municipales elegidos a nivel local. Estas nuevas autoridades pueden o no
incluir representantes de comunidades indígenas y es muy posible que sean conside-
rados, por lo menos en parte, en competencia o incompatibles con las autoridades
tradicionales existentes, especialmente cuando las elecciones se basan en la membresía
a un partido político específico. Las oficinas forestales municipales a veces pueden
facilitar el aprovechamiento en áreas indígenas, pero no necesariamente para el bene-
ficio de las propias comunidades.

La presente investigación se basaría en estudios existentes que analizan la relación


entre autoridades indígenas y municipales en la gestión forestal. Específicamente, exa-
minaría la relación entre la gestión de recursos forestales e identidad, tanto en contex-
tos indígenas como multiculturales.

Otras áreas de preocupación

A nivel nacional, también se identificó la necesidad de llevar a cabo los siguientes


estudios:

1) Brasil: comparación de las políticas forestales estatales; estudios detallados de gestión


forestal municipal fuera de la Amazonia con el objetivo de compararlos a nivel nacional.
2) Guatemala: comparación detallada de la experiencia de la Oficinas Forestales Munici-
pales; existen pocos estudios sistemáticos de gobernanza forestal a nivel municipal en
Guatemala, a pesar del establecimiento de oficinas forestales municipales en mas de
un tercio de los municipios de la nación.
3) Honduras: efectos de la tenencia de tierra y mecanismos potenciales que tienen como
objetivo aumentar la seguridad de la tenencia de los pequeños propietarios que sólo
cuentan con derechos de usufructo a bosques públicos (en Honduras no es posible
titular tierras forestales, con excepción de los gobiernos municipales y algunas comu-
nidades indígenas).
4) Se incluyen otras propuestas en cada uno de los informes nacionales.

Por último, conviene mencionar que muchos países consideraron prioritario estudiar
los recursos hídricos, aunque dicho tema esté relacionado sólo de manera indirecta con el
sector forestal. Otro tema que debería ser incluido en investigaciones futuras es el referen-
te a la leña. Si bien es uno de muchos productos forestales, por lo general es ignorado en
los estudios del sector forestal a pesar de que en varios países se lo considera una de las
principales causas de deforestación.
85

Bibliografía

AGRAWAL, A.
2001 The Regulatory Community: Decentralization and the Environment in the
Panchayats (Forest Councils) of Kumaon, India. Mountain Research and
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