Está en la página 1de 1

CARTA DE JESÚS

Querido amig@:
Hemos compartido estos pequeños tiempos juntos; tú sabrás
hasta donde te esforzaste para que este tiempo fuese fructífero.
Yo también lo se, no olvides que te conozco desde siempre.

Pero no hablemos de lo que hemos vivido, sino de lo por vivir.


¿Sabes…? Yo siempre estoy contigo, aunque a veces no te
percatas, porque nunca te he olvidado, es más, te necesito,
tenemos mucho que compartir todavía.
Sí, no te sorprendas, como tú necesitas de mí, yo necesito de tu palabra. Y tú
presencia para hablar y presentarme en tantos lugares que frecuentas.
Es decir: necesito que tu vida sea imitación de la Mía, para darme a conocer en el
mundo.

En tu casa, por ejemplo, ¿lo ves? Ellos necesitan de mí, y yo


necesito de ti para llegar a ellos. En tu escuela o facultad,
obsérvalo, tantos jóvenes, como tú que a veces no
encuentran el camino, que no saben buscarme, que están
perdidos y yo necesito de tu voz para llamarlos hacia Mi. En
tu club, en la calle, o con tus mismos amigos, cuantos que
me buscan aunque no quieren manifestarlo; y…tu, que ya
me has encontrado, puedes compartirme con ellos.

¿Te das cuenta? Podemos hacer tantas cosas juntos: tu como instrumento mío; Yo
dando a conocer la vida del Padre a través de tu vida; ¿aceptas que así sea?
Entonces, estos días que tanto espere para encontrarme
contigo, serán el comienzo de un camino distinto y nuevo
cada día.
Confío en ti, recuerda que espero tu respuesta con cada
minuto de tu apreciada vida.
Recibe los saludos y bendiciones de mi Madre, que está
leyendo tu carta y que te ama como a mí mismo.

Con el amor de siempre

Jesucristo

También podría gustarte