Está en la página 1de 1

1ª Estación. 4ª Estación 7ª Estación.

JESÚS ES CONDENADO A MUERTE JESÚS SE ENCUENTRA CON SU MADRE JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ
Y no respondió a ninguna acusación. ¿A dónde se te fue el amado, oh tú, la más hermosa Hasta los perrillos comen las migajas
(Mt. 27,14) de las mujeres? que caen de la mesa.
(Cant. 5,17) (Mt. 15,27)
Debí gritarles:
“¡Judíos, yo soy, ¿Por qué vas con esos hombres ¿Quién tiró el Pan de los hijos
yo soy el perverso; y a mí me dejas gimiendo? para dárselo a los perros?
a mí la hiel, las espinas, Yo, por Tí, diera mi vida, ellos...
a mí la cruz y el flagelo!”, ¡dan treinta dineros! Yo soy el pobre perrillo
pero se anudó a mi voz punzado de hambre y de miedo.
la vil serpiente del miedo. Cristo, Niño mío;
Lo condenaron a muerte
¿para dónde vas? Si no te hubieras caído,
su silencio y mi silencio: como lluvia, en mi desierto,
uno, silencio de amor; Pobre María, Mar de lágrimas, lleno de angustia y miseria
otro, silencio de miedo. no te canses de llorar. yo moriría sin remedio.
2ª Estación. 5ª Estación.
8ª Estación
JESÚS SE ABRAZA CON LA CRUZ EL CIRINEO AYUDA A JESÚS A LLEVAR
LA CRUZ JESÚS CONSUELA A LAS PIADOSAS
MUJERES
Levántate, Amiga mía, hermosa mía, y ven.
(Cant. 2,13) Mi Amado para mí, y yo para Él.
(Cant. 2,16) No lloréis por mí, llorad sobre vosotras.
(Lc. 23,28)
Con tus brazos extendidos
serás rosa de los vientos Yo seré tu cirineo, No quiero llorar por Tí:
que conduzca caminantes Tú, Jesús, serás el mío, quiero llorar mis pecados.
a mi Corazón abierto. Eres de mi mismo barro, Tu amor y yo, frente a frente,
Dios sudoroso y herido, a solas, los dos estamos.
Los que a Mí quieran venir te faltan muchas caídas ¡Y tus dos ojos me dicen:
Tendrán que amarte primero... para llegar al patíbulo. “Mucho se te ha perdonado”!
3ª Estación. 6ª Estación. 9ª Estación
BAJO EL PESO DE LA CRUZ JESÚS CAE LA VERÓNICA ENJUGA EL ROSTRO DE JESÚS CAE POR TERCERA VEZ
Y DA CON SU BOCA EN TIERRA JESUS Levántate y anda.
Como una marca de fuego sobre el corazón. (Mt. 9,5)
Béseme con el beso de su boca. (Cant. 8,6)
(Cant. 1,1) Enséñales a los hombres
Mi corazón es el lienzo esa ciencia necesaria
labios de Cristo, para que pintes tu rostro. de resurgir varoniles
caído en el camino tremendo, cuando en el camino caigan.
¿a la Tierra, vuestra esclava, En Tí quiero retratarme
como un espejo en el otro. Si Tú te quedas caído
así la tratáis, a besos...? derrumbas nuestra esperanza.
¡OH labios, yo no soy digna, Con tal que a Tí me parezca, Jesús, por los pecadores
pero... besadme de nuevo! sufrir me parece poco. mi voz te grita angustiada,
por nosotros pecadores,
Jesús, ¡levántate y anda!

También podría gustarte