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Injerto de yema: injerto de escudete
18 mayo, 2016 | Fruticultura

injerto yema escudete

El injerto de escudete o en T, es un tipo de injerto de yema en el que se separa la corteza


del árbol a injertar para introducir una porción de corteza con una yema (escudete) de la
variedad deseada.

Época de injerto

Por ser un injerto de corteza se debe realizar en verde, cuando el cambium tiene actividad,
en caso contrario la corteza no despegaría adecuadamente. Si el injerto se realiza en
primavera, estamos hablando de un injerto a ojo velando o a yema viva, el cual brotará en
los días posteriores. Por el contrario, si realizamos el injerto de yema a finales de verano, la
yema brotará a la primavera siguiente, tratándose de un injerto a ojo dormido o a yema
dormida.

En este caso se realizó el injerto de escudete en el mes de octubre, brotando a la primavera


siguiente, siendo por tanto un injerto a yema dormida.

Técnica de injerto

Se realiza una incisión en forma de T en el patrón o portainjertos, y a continuación con la


paleta de la navaja se separa la corteza. No es necesario aplicar demasiada presión, al
llegar a la madera la corteza debe separar fácilmente.
A continuación, se realiza el escudete propiamente dicho mediante un corte longitudinal de
3cm, de abajo hacia arriba y alrededor de la yema, y otro en sentido transversal para
separar el escudo. En este caso hemos empleado un escudete con madera, la cual ayudará
a cicatrizar, mejorando el prendimiento, aunque se puede realizar sin ella (solo con la yema
y la corteza).

A continuación, se realiza el escudete propiamente dicho mediante un corte longitudinal de


3cm, de abajo hacia arriba y alrededor de la yema, y otro en sentido transversal para
separar el escudo. En este caso hemos empleado un escudete con madera, la cual ayudará
a cicatrizar, mejorando el prendimiento, aunque se puede realizar sin ella (solo con la yema
y la corteza).

Tras introducir el escudete en la incisión en forma de T, lo ajustaremos lo máximo posible


haciendo ligera presión hacia abajo.

Después se ata con plástico de injertar comenzando por debajo de la yema. Con dar unas
pocas vueltas (2-4) a cada lado de la misma es suficiente, no es necesario realizar vendajes
como si de una pierna rota se tratase.

Para rematar el atado, se pasa el extremo final del plástico de injertar por debajo de la
última vuelta, en el mismo sentido, y se tensa. Debe establecerse un contacto íntimo entre
el cambium de ambas partes, para ello el atado debe ser firme y el escudete no debe
sobresalir por encima de la T (si ocurre, se corta el sobrante, quedando a la misma altura).

A los 20 días se retiran los plásticos del injerto, se descabeza el patrón por encima del
injerto, dejando un tocón donde ataremos el futuro brote, y se reactiva el riego habitual.
Consideraciones a tener en cuenta

Para el injerto de escudete, y de forma general, para todos los injertos en verde, conviene
regar un par de días antes de practicar en injerto. Esto ayuda a que la corteza despegue
mejor. Una vez realizado el injerto, procede limitar el riego para evitar un aumento excesivo
en la circulación de savia, el cual dificulte el prendimiento del injerto por pudrición de las
heridas

Si la corteza no se separa con facilidad se puede deber a que no sea la época correcta y no
haya una buena circulación de savia, por falta de agua o por escoger una parte debilitada o
dañada del portainjertos.

A la hora de practicar el injerto, es muy importante realizar cortes limpios, con una navaja de
injertar que este bien afilada y desinfectada. El cambium es un tejido que posibilita la unión
de ambas partes, pero también es una pequeña capa de células que fácilmente se puede
llevar uno con los dedos. Por este motivo es muy importante no tocar las incisiones
practicadas, cogiendo el escudete por la yema o laterales muy cuidadosamente.

En el proceso de atado, la yema del escudete se puede o no tapar completamente. En


cerezo por ejemplo, se debe tener la precaución de dejar descubierto el pitón, es decir, la
punta de la yema, la cual puede romperse fácilmente por el tamaño que tiene. En otras
ocasiones, al tapar completamente la yema, la goma que el árbol exuda por los cortes
practicados llega a ahogar a la yema, impidiendo su brotación.

Para injertos de primavera, resulta conveniente emplear yemas del año anterior, las cuales
ya están formadas. Estas se recolectan en forma de varas al final del periodo vegetativo y
se reservan en el frigorífico a 4ºC hasta el momento del injerto. En este caso concreto, para
la injerta a ojo dormido, se obtuvo la yema y en el mismo momento se injerto. de haber
tenido que reinjertar marras en marzo-abril, de no haber conservado madera del año
anterior hubiese sido imposible injertar, ya que todavía no habría brotes lo suficientemente
desarrollados como para poder obtener los injertos.

Si se realiza el injerto en primavera con yema de la época, se debe cortar la hoja, para
reducir la transpiración, manteniendo el peciolo. A los pocos días, este peciolo es el primer
indicador del posible prendimiento del injerto: si se seca y cae de forma natural es correcto,
si queda arrugado sin desprenderse, es posible que el injerto no haya prendido.
Paralelamente, si el escudete comienza a arrugarse significa que tampoco hay
prendimiento.

En zonas lluviosas puede resultar adecuado realizar este tipo de injerto bajo la modalidad
de T invertida, para reducir el riesgo de entrada de agua en el interior de la incisión.

El injerto de escudete es el equivalente en los injertos de yema al injerto de corona en los


injertos de púa, realizándose ambos en verde, separando la corteza. Cuando se injerta en
parada vegetativa, se sustituye el injerto de escudete por el injerto de chip, y el de corona
por el injerto de hendidura o incrustación, separando en ambos casos la madera del
portainjertos.

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© 2019 introducir el escudete en la incisión en forma de T, lo ajustaremos lo máximo


posible haciendo ligera presión hacia abajo.

injerto escudete chapa

Después se ata con plástico de injertar comenzando por debajo de la yema. Con dar unas
pocas vueltas (2-4) a cada lado de la misma es suficiente, no es necesario realizar vendajes
como si de una pierna rota se tratase.

Para rematar el atado, se pasa el extremo final del plástico de injertar por debajo de la
última vuelta, en el mismo sentido, y se tensa. Debe establecerse un contacto íntimo entre
el cambium de ambas partes, para ello el atado debe ser firme y el escudete no debe
sobresalir por encima de la T (si ocurre, se corta el sobrante, quedando a la misma altura).

injerto escudete plastico injertar

A los 20 días se retiran los plásticos del injerto, se descabeza el patrón por encima del
injerto, dejando un tocón donde ataremos el futuro brote, y se reactiva el riego habitual.

brote injerto yema

Consideraciones a tener en cuenta

Para el injerto de escudete, y de forma general, para todos los injertos en verde, conviene
regar un par de días antes de practicar en injerto. Esto ayuda a que la corteza despegue
mejor. Una vez realizado el injerto, procede limitar el riego para evitar un aumento excesivo
en la circulación de savia, el cual dificulte el prendimiento del injerto por pudrición de las
heridas

Si la corteza no se separa con facilidad se puede deber a que no sea la época correcta y no
haya una buena circulación de savia, por falta de agua o por escoger una parte debilitada o
dañada del portainjertos.

A la hora de practicar el injerto, es muy importante realizar cortes limpios, con una navaja de
injertar que este bien afilada y desinfectada. El cambium es un tejido que posibilita la unión
de ambas partes, pero también es una pequeña capa de células que fácilmente se puede
llevar uno con los dedos. Por este motivo es muy importante no tocar las incisiones
practicadas, cogiendo el escudete por la yema o laterales muy cuidadosamente.

En el proceso de atado, la yema del escudete se puede o no tapar completamente. En


cerezo por ejemplo, se debe tener la precaución de dejar descubierto el pitón, es decir, la
punta de la yema, la cual puede romperse fácilmente por el tamaño que tiene. En otras
ocasiones, al tapar completamente la yema, la goma que el árbol exuda por los cortes
practicados llega a ahogar a la yema, impidiendo su brotación.

Para injertos de primavera, resulta conveniente emplear yemas del año anterior, las cuales
ya están formadas. Estas se recolectan en forma de varas al final del periodo vegetativo y
se reservan en el frigorífico a 4ºC hasta el momento del injerto. En este caso concreto, para
la injerta a ojo dormido, se obtuvo la yema y en el mismo momento se injerto. de haber
tenido que reinjertar marras en marzo-abril, de no haber conservado madera del año
anterior hubiese sido imposible injertar, ya que todavía no habría brotes lo suficientemente
desarrollados como para poder obtener los injertos.

Si se realiza el injerto en primavera con yema de la época, se debe cortar la hoja, para
reducir la transpiración, manteniendo el peciolo. A los pocos días, este peciolo es el primer
indicador del posible prendimiento del injerto: si se seca y cae de forma natural es correcto,
si queda arrugado sin desprenderse, es posible que el injerto no haya prendido.
Paralelamente, si el escudete comienza a arrugarse significa que tampoco hay
prendimiento.

En zonas lluviosas puede resultar adecuado realizar este tipo de injerto bajo la modalidad
de T invertida, para reducir el riesgo de entrada de agua en el interior de la incisión.

El injerto de escudete es el equivalente en los injertos de yema al injerto de corona en los


injertos de púa, realizándose ambos en verde, separando la corteza. Cuando se injerta en
parada vegetativa, se sustituye el injerto de escudete por el injerto de chip, y el de corona
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portainjertos.

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