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APRENDIENDO A PENSAR COMO JESÚS

Replanteando tu vida - Parte 2


Rick Warren
10 de febrero de 2019
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Hola a todos. ¿Les he dicho últimamente que los amo? Esta semana desde Irvine, campus norte.
Y, la estamos pasando bien, pero quiero invitarlos a sacar sus notas, en cualquier campus donde
estén para continuar con la serie de la semana anterior: “Replanteando tu vida” , parte 2. En la 1,
te di nueve pilares de la serie que estudiaremos sobre cómo replantear tu vida. Y uno de esos
pilares fue que la meta de replantear la vida es tener la mente de Cristo. Y eso es lo que veremos
esta semana. De hecho, quiero que lo usemos como un índice de lo que vamos a ver en toda la
serie. Hoy voy a darte los principios luego en las siguientes sesiones veremos los detalles.

Bien , en el Antiguo Testamento, Isaías pregunta, en Isaías 40:13: «¿Quién puede decir que ha
entendido el pensamiento del SEÑOR?» Es decir, ¿quién entiende la mente del Señor? Pues,
en el Nuevo Testamento Pablo responde. Dice: “Nosotros podemos; podemos entender la mente
del Señor, porque Cristo ve la mente de Dios y Cristo está en nosotros”. Y en Primera de Corintios,
capítulo 2, 16 —al principio de sus notas vemos este versículo— Pablo dice: «Pero nosotros
entendemos estas cosas porque tenemos la mente de Cristo». ¿Qué significa? ¿Qué significa
que tengas la mente de Cristo?

Pues, que puedes aprender a pensar como Jesús, tener su mismo pensar, sus actitudes, sus
mismas reacciones. Es la meta de Dios para tu vida y la mía: que aprendamos a ser como Cristo.
Y no podemos hacerlo sin aprender a pensar como Él. Eso significa tener la mente de Cristo.
Pero, ¿cómo se hace? Pues, es lo que quiero enseñar esta semana. ¿Cómo se ve tener la mente
de Cristo? Voy a darte 10 características de una persona que piensa como Jesús. Y son tantas de
ellas, que las veremos rápidamente, pero en el futuro iremos a los detalles, de cada una.

¿Está bien? Así que empecemos. Si quieres anotar, cuando aprendo a pensar como Jesús,
cuando tengo su mente, número 1: YO SÉ PERFECTAMENTE QUIEN SOY. Sé perfectamente
quien soy yo, si tengo la mente de Cristo. No tengo confundida mi identidad. ¿Por qué? Porque
Jesús nunca llegó a dudar de su identidad. No tenía una idea borrosa de su identidad. Sabía
exactamente quién era. De hecho, 18 veces en el Nuevo Testamento, Jesús se define ante otras
personas. Voy a mostrarles unos cuantos de estos versículos. Están en sus notas. En Juan 6:35,
Jesús dice: «Yo soy el pan de vida». En Juan 8:12 dice: «Yo soy la luz del mundo». En Juan
10:11 dice: «Yo soy el buen pastor». En Juan 11:25: «Yo soy la resurrección y la vida». En
Juan 14:6: «Yo soy el camino, la verdad y la vida». Juan 15:1: «Yo soy la vid verdadera».
Marcos 14:61-62: «Yo soy el hijo de Dios».

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Y son solo unas pocas de las 18 declaraciones donde Cristo define quién es en realidad. No
dudaba de su identidad. Mira, hoy hay muchas películas que muestran a Jesús como confundido
de su identidad. ¡Es pura ficción! No tenía duda de quién era él. Y esto es lo interesante: Dios
quiere que tú conozcas tu verdadera identidad. Y escucha: solo tu creador puede decir-tela. Nadie
más puede decirte cuál es tu identidad, porque ellos no te crearon. Solo Dios te hizo, así que solo
Dios puede decirte para qué te creó, y qué quería que fueras.

¿Por qué es tan importante? Porque si no sabes para qué te creó Dios vas a caer en un
sinnúmero de trampas; muchas, ¡te vas a desperdiciar! Primero, si no sabes qué quiere Dios que
seas, otras personas te meterán a su molde y decidirán por ti. Serás manipulado por las
expectativas de otros: quizá un jefe, o una esposa, o un novio. Pero serás manipulado y moldeado
por otros. O, número 2, acabarás viviendo una falsedad; siempre fingiendo, aparentando , siempre
con una máscara, porque no sabes de cierto quién eres.

Número 3: confundir tu identidad causa estrés en tu vida. El estrés pasa cuando tratas de ser algo
que no eres. Y cuando aprendo a pensar como Jesús , y tengo la mente de Cristo, sé
exactamente quién soy, porque Jesús sabía exactamente quién era, y Él te creó. Déjame darte
otra. Segunda , si aprendo a pensar como Jesús, si tengo la mente de Cristo, no solo sé quién soy
, CONOZCO EL PROPÓSITO DE DIOS PARA MI VIDA. ¿Por qué? Porque Jesús sabía su
propósito. El sabía exactamente qué debía hacer con su vida, su visión, su propósito, sus metas.
¡Eran evidentes!

En Juan 8:14, Jesús dice: «Yo sé de dónde vengo y a dónde voy». ¿Sabes eso? ¿Sabes de
dónde viniste y a dónde vas? Jesús sabía su propósito muy pronto en la vida. De hecho, la Biblia
habla de 12 años. Ya era un joven con propósito a esa edad, a los 12. En Lucas, capítulo 2,
versículo 49 , este, Jesús, a los 12, se había quedado en el templo, y, María y José regresaban a
su pueblo, y de pronto se dan cuenta de que no estaba en su grupo de viaje. Y regresan al templo
por Él. Estaba enseñando a ancianos, a sus 12 años, y dijo esto: «¿No sabían que tengo que
ocuparme de los asuntos de mi Padre?» Sabía su propósito a los 12.

Yo acepté mi llamado a servir a tiempo completo cuando tenía 10 años. Los niños pueden
entenderlo mucho antes de lo que pensamos. Y mi pregunta para los padres es: ¿preparan a sus
hijos para el propósito de su vida a una edad temprana? Y claro, con la expansión de su
ministerio, Jesús fue más específico y anunció diversos muy específicos propósitos para su vida.
Uno es Juan 10:10, tú lo conoces. Juan 10:10, Jesús dice: «Yo he venido para que tengan vida,
y la tengan en abundancia». Eso es saber no solo quién era, sino su propósito.

De hecho, incluso hasta su muerte en la cruz, tenía su propósito muy claro. Mira este versículo en
la pantalla. En Juan 12:27, dice que la noche antes de ser ejecutado , Jesús dijo: «Ahora estoy
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atribulado». Habla Jesús la noche antes de ir a la cruz. «estoy atribulado ¿Qué debo decir,
‘Padre, guárdame de este momento de sufrimiento que está por venir’? No, porque esta es
la razón por la cual vine». Entonces, Jesús sabía quién era, y su propósito. Quiere que tú sepas
quién eres y que sepas tu propósito. Eso viene con la mente de Cristo.

Número 3. Cuando tengo la mente de Cristo , SIEMPRE SÉ QUE DIOS ESTÁ CONMIGO. No solo
sé quién soy, sé mi propósito y siempre sé que Dios está conmigo. También vemos esto en la vida
de Jesús. Jesús vivía en la presencia de Dios. Estaba conectado al favor de Dios. No importa cuán
ocupado estuviera, seguía sintonizado con el Padre. Hacía tiempo para estar solo, y orar. Mira
estos versículos: Juan 16, versículo 32. Jesús dice: «No estoy solo, porque el Padre está
conmigo». ¿Sabías que el mejor antídoto para la soledad es pensar cómo Jesús? Que cuando
tengas la mente de Cristo podrás decir como Él: “No estoy solo porque sé que el Padre está
siempre conmigo”.

Si te sientes aislado, si te sientes solo, es porque en ese momento no estás viviendo la mente de
Cristo. Jesús dijo: “No estoy solo, sé que el Padre está conmigo”. Siempre estaba consciente del
cuidado constante de Dios. ¿Qué tal tú? ¿Cómo lo haces? ¿Cómo puedes estar siempre
consciente del cuidado constante de Dios? Respuesta: por la oración. Ja, ja, ja. Jesús hizo de la
oración un hábito diario. La razón de que supiera que dios estaba con él es que siempre estaba
hablando con Él. Lucas 5:16, «A menudo Jesús se retiraba a lugares donde podía estar solo
para orar». Si estás anotando, encierra la frase 'a menudo'. Jesús a menudo se retiraba para
estar solo para orar. Nota el 'a menudo'. ¿Qué significa? Significa que no es algo de una vez en la
vida. Esto es un hábito.

Su vida de oración era habitual. Era regular, era continua. A menudo se retiraba para estar solo
para orar. Por eso siempre sentía la presencia de Dios. Déjame ha-hacerte una pregunta muy
directa: ¿cuán a menudo te retiras a orar durante el día? ¿Cuán a menudo te retiras a orar durante
el día. ¿Podría tu día ir mejor si desarrollas el hábito de retirarte a orar durante el día? Digo, si
Jesús necesitaba retirarse a orar durante el día , cuanto más nosotros. Voy a resumir lo que estoy
diciendo. Tú, te pierdes los dones de Dios, cuando no te ves con Dios. Te pierdes los dones de
Dios cuando no te ves con Dios.

Si estoy muy ocupado para Dios estoy fuera de su voluntad. Muy ocupado. No es voluntad de Dios
que esté muy ocupado para Él. Y déjame darte un consejo: podrás hacer más aquí , y allá y en
todos lados si haces pausa en medio para orar. La oración sándwich, entre aquí, allá y acullá,
cuando pongas la oración en medio tendrás más éxito en la vida. Lograrás hacer mucho más.
Todos necesitamos quietud para reflexionar , renovarnos y recargarnos. ¿Sabes? dijo Pascal, el
famoso filósofo francés: “La mayoría de los problemas vienen de la incapacidad de estar quieto”.
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¿Puedes estar quieto, y consciente, en oración? El Salmo 46 dice: “En la quietud sabrás que soy
Dios”.

Y cuando vemos la vida de Cristo sabemos que Él sabía quién era, sabía cuál era su propósito y
siempre estaba consciente de la presencia de Dios, porque tenía la mente de Cristo. Cuando
tengas la mente de Cristo tendrás eso también y siempre sabrás que Dios está contigo. Déjame
darte la cuarta. Cuando tengo la mente de Cristo DEJO QUE DIOS ME AYUDE A ELEGIR MIS
PALABRAS. ¿Quieres anotar? Cuando tienes la mente de Cristo, cuando piensas como Jesús ,
haces lo que Jesús. Y ¿qué hizo Jesús? Dejó que Dios lo ayudara a elegir sus palabras. Y, Jesús
dice: “Yo no hablo sin pensar. No dejo que se me vaya la lengua; pido a Dios que me ayude a
decir lo justo”. ¿Tú lo haces? ¿Le pides ayuda para manejar tu lengua?

Este es un versículo fascinante: Juan, capítulo 12, versículo 49. Jesús dice: «Yo no he hablado
por mi propia cuenta; el Padre que me envió me ordenó qué decir y cómo decirlo». ¿Quieres
encerrar eso? Jesús dice: “Yo nunca hablo—, no, cuando hablo, no hablo por mi voluntad”. Dice:
“Yo digo lo que el Padre me envió a decir. Y digo lo que Él me dijo que debía decir. No solo me
dijo qué debía decir , me dijo cómo decirlo”. Pregunta: ¿Crees tú que tendrías relaciones más
felices si dejaras que Dios Padre te dijera qué decir y cómo hacerlo? Sin duda. ¿Tendrías menos
conflictos con otras personas si dejas que Dios te diga qué decir y cómo hacerlo? Sin duda
alguna.

Ahora escucha. Si descubres que tu lengua con frecuencia te mete en problemas el antídoto es
pensar como Jesús. Ponte la mente de Cristo. Pues Jesús dice: “Cuando tienes la mente de
Cristo, Dios te dice qué decir y cómo hacerlo”. ¿De acuerdo? Número 5: cuando aprendo a pensar
como Jesús, y tengo la mente de Cristo NO ME PREOCUPO POR COMPLACER A TODO EL
MUNDO. Esta es muy importante, porque algunos son complacientes y se dejan dominar y
controlar. Siempre les preocupa lo que piensen los demás , y como siempre les preocupa lo que
piensen los demás, no pueden ser lo que Dios quiere que sean. Pero al ponerse la mente de
Cristo, si aprenden a pensar como Cristo —vamos a enseñarles cómo hacerlo en esta serie (cómo
pensar como Cristo)— entonces no les preocupará complacer a todos.

En cambio, como Jesús, solo se enfocarán en complacer a Dios. Jesús nunca fue manipulado por
la gente, ni por la aprobación o desaprobación de nadie. Vivió para una audiencia de uno. Y
cuando tienes la mente de Cristo, eso haces: vives para una audiencia de uno. Dices: “Yo—”. Mira
este versículo. Juan 5, versículo 30. Jesús dijo: «Yo solo trato de complacer al que me envió». Eso
simplificaría la vida, ¿no? Estás estresado porque tratas de complacer a todos , y, y, y, para
cuando complaces a un grupo, otro grupo se enoja contigo. Jesús dijo: “Solo trato de complacer a
Uno que me envió”. Eso lo simplifica. Si a Dios le gusta lo que hago, entonces está bien.

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Obviamente, Jesús lo hizo muy bien, porque en Mateo, capítulo 3, versículo 17, Dios dice: «Este
es mi Hijo, y estoy muy complacido con él». “Lo amo, y estoy complacido con Él”. Obviamente,
Jesús lo estaba haciendo bien. Déjame decirte un secreto. Tú ya lo sabes, pero quiero recordarte.
No se puede complacer a todos. Eh, ni aun Dios puede complacer a todos. Hoy mismo alguien le
pide que esté soleado, otro le pide que llueva, alguien quiere nieve, alguien no quiere nieve,
alguien quiere que su equipo gane, y del otro lado del, campo el otro equipo quiere ganar. Incluso
—. Ambos piden a Dios: “Dios, que ganemos”. Ja, ja. No puedes complacer a todos.

¿Sabes?, como pastor, estoy muy consciente del hecho, de que siempre, cada segundo de mi
vida decepciono a alguien. ¿Por qué? Porque no puedes complacer a todos. Jesús lo dijo. En
Lucas, capítulo 16, versículo 13, Él dice: «Nadie puede servir a dos amos». Odiará a uno y
amará al [Rick da por hecho que todos saben la cita, y no termina la frase] Así que debes decidir
por qué vas a vivir: ¿por la aprobación de Dios, o la de otras personas? ¿Vas a vivir para lo que
otros piensen, o lo que Dios piensa? Cuando tienes la mente de Cristo — escucha— estarás tan
seguro de tu identidad y tu propósito y de la presencia de Dios, que no tendrás que buscar en
otros validación. Cuando siempre buscas la aprobación de los demás significa que no estás
consciente de quién eres , para qué te creó Dios, y que siempre está contigo.

Jesús no dejó que la desaprobación, ni el miedo al rechazo lo controlaran. Ya sabes, dijo: “No vine
a ganar popularidad”. De hecho, en un punto en la Biblia — Juan, capítulo 8, versículo 18, Jesús
dijo que no necesitaba, ni dependía de la opinión de otras personas para validarse porque “no
necesito que me validen”. Déjame hacerte una pregunta muy personal. ¿De la aprobación de
quién depende tu felicidad? ¿De la aprobación de quién dependes? “Pues, yo sería feliz si ” En
verdad, nadie puede presionarte sin tu permiso. Así que el quinto punto (no me preocupo por
complacer a otros), es resultado de aprender a tener la mente de Cristo.

Y ahora el sexto rasgo de quien piensa como Jesús (quien tiene la mente de Cristo). Es
importante. DEPENDO DEL PODER DE DIOS , EN LUGAR DEL MÍO. Cuando tengo la mente de
Cristo, dependo del poder de Dios , en lugar del mío. Si te has dado cuenta, todos los versículos
que he mostrado hoy, vienen directo de Jesucristo. Son palabras poderosas de nuestro Salvador
mismo. No hablan de Cristo, sino que están citadas de Jesús mismo. Y en Juan, capítulo 5,
versículo 19, Jesús dice: «Les aseguro que el hijo no puede hacer nada por su propia
cuenta». Jesús dice: “No puedo hacer nada por mi cuenta”. Dice que solo puede hacer «lo que ve
que su padre hace». Ahora, si Jesucristo era tan dependiente del poder de Dios Padre ,
¿nosotros no? Dice: “Yo no hago nada por mi cuenta. No hago nada con mi propio poder, porque
yo quiera, por mi voluntad, mi iniciativa. Hago lo que Dios me pide, y solo espero que me lo pida”.

Y ¿cómo sabes? ¿cómo sabes si estás actuando con tu propio poder humano nada más? Es muy
simple. Siempre estás cansado. Estás cansado todo el tiempo porque tratas de actuar con tu
poder, en lugar de hacerlo con Su poder. La energía humana se acaba. El poder humano se
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acaba. Y vamos a ver —repito— todos los puntos. Solo estoy dándoles un resumen. Porque
vamos a hacer un detallado y profundo estudio de cada aspecto de la mente de Cristo.

Voy a darte la siete. La séptima marca de quien tiene la mente de Cristo es: PERDONO A MIS
ENEMIGOS , Y A QUIENES ME LASTIMAN. Si tú quieres aprender a pensar como Jesús,
deberás perdonar a tus enemigos y a la gente que te ha herido o lastimado. Esta es una marca de
Jesucristo. Lo hace diferente a cualquier otro líder —ya sea religioso o no— de la historia. Y tú lo
sabes; incluso en la cruz, Jesús oró. En Lucas, capítulo 23, versículo 34, dice: «Padre,
perdónalos, porque no saben lo que hacen». Está colgado en la cruz, en agonía y dolor, con
sangre drenando la vida que le queda. Y ahí colgado, por la misma gente que lo colgó en la cruz
ora: “Padre, perdónalos , pues no saben lo que hacen”. Esa es la mente de Cristo. Eso significa
pensar como Jesús: estar dispuesto a perdonar a quienes te hirieron.

¿Quién te ha herido más en la vida? ¿A quién le estás guardando rencor? ¿A quién traes, ya
sabes, atorado, y no lo puedes pasar? Y estás ahí, aferrándote al dolor. Cuando te aferras al
dolor, ¿a quién lastimas? Solo a ti mismo. Perdona a esa persona, no porque lo merezca, porque
no, y tampoco tú, pero Dios te ha perdonado. Perdona a esa persona porque no quieres aferrarte
a la pena, no quieres aferrarte al dolor, ni al resentimiento. Ser inclemente es como tomar un
veneno muy fuerte, y esperar que mate al otro. Jesús dijo: «Ah, Padre, perdónalos, no saben lo
que hacen».

Pero la cosa es que no se conforma con perdonar; va incluso más allá , lo lleva hasta el límite. Él
hace una declaración radical, que dice: “No solo debes perdonar a quien te ha herido, si quieres
tener mi mente”. Dice: “Debes aprender a dar bien por mal”. Mira este versículo, Mateo capítulo 5,
versículo 44: «Amen a sus enemigos, bendigan a los que los maldicen, hagan bien a los que
los odian, y oren por quienes los persiguen». Ahora quiero que encierren los verbos que hay
ahí. ¿Está bien? Miren, encierren 'amen' —debo amar a mis enemigos. Dice 'bendigan',
enciérrenla. Debo bendecir a todos los que me maldicen, debo 'hacer el bien' a quienes me odian,
y debo 'orar' por los que me traten con desprecio o me persigan. Eso significa tener la mente de
Cristo.

Dirás: "¿Por qué haría eso?" Porque la mente de Cristo —pensar como Jesús—, es la más sana
forma de vivir, es la más sanadora forma de vivir, es la más feliz forma de vivir, es la más completa
y holística forma de vivir: tener la mente de Cristo. Sin la mente de Cristo podrías tener la del
diablo. Tendrás la mente del mundo. ¿Qué te deja eso? Solo dolor. ¿Está bien? Vamos a la
siguiente.

Número 8. ¿Cómo sé, cómo sé o cómo se ve tener la mente de Cristo? Bien, cuando tengo la
mente de Cristo, cuando aprendo a pensar como Jesús, número 8, ESTOY DISPUESTO A
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SACRIFICARME POR LOS DEMÁS. Estoy dispuesto a sacrificarme por otros. Muchos se
sacrifican por sí mismos; pero para ser como Cristo debes querer sacrificarte para beneficio de
otros. En Juan 10, versículos 14 y 15, Jesús dice: «Yo soy el buen pastor sacrifico mi vida por
las ovejas». Yo soy el buen pastor, y sacrifico mi vida por las ovejas. La frase 'sacrifico mi vida' es
'entrego mi vida', 'me sacrifico yo mismo para beneficio de los demás. Eso es pensar como Jesús.

De hecho, dice, otras veces más en la Biblia, que él vino a servir, a hacer un sacrificio, él vino a
dar. Marcos 10:45, otro versículo, dice así: Porque ni aun el Hijo del hombre vino para que le
sirvan, no para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por
muchos. Ahora, este versículo aquí amigos contiene la esencia del cristianismo. Ahora subraya
dos verbos servir y dar Seguir a Jesús es aprender a servir a otros y a entregar la propia vida, por
el bien de mucha gente. Como dijo Jesús: “Es dando tu vida como comprenderás lo que significa
re, realmente vivir” dirás: “Entiendo que Jesús se sacrificó, él es el Hijo de Dios, el salvador del
mundo. ¡Yo no salvaré el mundo! No debo entregar mi vida, por otros ” Pero no importa porque si
vas a aprender a pensar como Jesús, tienes que aprender a sacrificarte tú.

Y si vas a ser como Jesús, él te hará pasar por todo lo que pasó ¿Conoces el versículo más
famoso de la Biblia? que es Juan 3:16 Juan 3:16, quizás todos pueden citarlo: “Tanto amó Dios al
mundo que dio a su único hijo, para que el que cree en él no muera y tenga vida eterna”. Un
versículo famoso, “Dios amó tanto al mundo, que dio”, puedes dar sin amar, pero no puedes amar
sin dar. Dios dice, amar y dar van juntos ahora conoces Juan 3:16, ¿conoces Primera de Juan
3:16? Es otro libro corto al final del Nuevo Testamento, que también fue escrito por Juan el
apóstol, que es el autor de Juan, el libro de Juan. También escribió 3 cartas; son tres cartas de
Juan.

Te sabes Juan 3:16: “Dios amó al mundo”, pero, ¿también te sabes Primera de Juan 3:16? Que
habla de una responsabilidad, y dice que: En esto hemos conocido el amor, el verdadero amor,
así lo conocemos, en que él dio su vida por nosotros Recuerda que él dijo “Yo soy el buen
pastor que entrega su vida”, así como Jesús dio su vida por nosotros, Así también nosotros
debemos dar nuestra vida por los hermanos, ¡vaya! Es otra perspectiva de lo que es seguir a
Cristo, es otra visión sobre lo que es ser un creyente, otra comprensión de lo que es ser parte de
una iglesia. Que debemos dar nuestra vida por otros Eso es tener la mente de Cristo, eso es
pensar como Jesús, que así como Dios amó tanto que dio, debemos dar nuestras vidas por los
otros.

¿Muy bien? Voy a darte un par más. La novena característica de aprender a pensar como Jesús
es esta:

QUIERO HACER LA VOLUNTAD DE DIOS, NO LA MÍA. Cuando pienso como Cristo, cuando
tengo la mente de Cristo, entonces quiero ser como Cristo, ¿y cómo fue él? Él buscó hacer la
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voluntad de Dios, y no la suya. En toda la Biblia Jesús dice lo mismo una y otra vez, te daré un par
de ejemplos. En Juan 6:38 dice así: He bajado no para hacer mi voluntad sino la del que me
envió. ¿Cómo, cómo? ¿te das cuenta de lo radical que esta declaración ya es? Es decir, casi
nadie dice algo así, “yo vine, yo, yo vivo para hacer lo que Dios quiere, no lo que yo quiero”, no,
no, me gusta decir: “voy a hacer lo que quiero y lo haré cuando quiera, y lo haré dónde quiera y
será con quién me dé la gana”, y es tan egocéntrico.

Pues hoy, todo es sobre mí, hacer lo que quiero y no muchos dicen: “Yo vine a dar mi vida, yo, yo,
yo vine por otros, yo vine a servir y dar. Más bien dices: “Haré lo mejor para mí”. Otro versículo,
Juan capítulo 14, versículo 31, Jesús dice: El mundo debe saber que amo a mi Padre me voy a
detener, ¿Quieres que todos sepan que amas a Dios? Es en serio ¿quieres que el mundo sepa
que amas a Dios? Jesús dijo: “El mundo debe saber que amo a mi Padre, por eso ” Esta es la
razón por eso hago exactamente todo lo que mi Padre me mandó hacer. Él dice: “Yo, yo, yo
obedezco a Dios con precisión, y de forma exacta, lo que él me pide hacer es exactamente lo que
hago, porque lo amo”.

Jesús dijo: "Si me amas, me obedecerás". La obediencia es la evidencia del amor. Hago
exactamente todo lo que mi Padre me dijo ¿por qué? Porque yo amo al Padre Ahora es fácil hacer
lo que Dios te pide si es fácil y es fácil hacerlo cuando es divertido, si lo disfrutas, pero ¿qué hay
de esas veces en que Dios te pide hacer algo que podría dolerte? podría dolerte Bueno, se
incluyen también. La Biblia dice que Dios no alejó a su hijo del dolor, lo dejó ir a la cruz y si Dios
no libró a su hijo del dolor, ¿por qué me libraría a mí o a ti? ¿Por qué asumimos que Dios debe
hacerlo? Es parte.. del plan.

Ahora pensar como Jesús, significa que quiero hacer su voluntad, aunque sea doloroso, aunque
sea difícil, y aunque parezca imposible. Eso es tener la mente de Cristo. Y el supremo ejemplo de
esto de hacer lo que Dios me pide, aunque sea doloroso, es Jesús.. la noche antes de ir ah rumbo
a la cruz. Ahí en el jardín de Getsemaní, que era el lugar a donde iba a orar. Yo estuve en ese
jardín, es un, es un huerto de olivos muy, muy viejos. Algunos tienen poco más de mil años y
siguen allí, con sus mil años, él iba al Getsemaní a orar, como acostumbraba.

Y la noche antes de ir a la cruz, siente agonía por el dolor emocional, físico, espiritual que
enfrentará al otro día, con los seis juicios, tres romanos, y tres de los judíos y la tortura, y con esa
ah corona de espinas, ser escupido, y golpeado, azotado 40 veces con látigo y clavado en la cruz.
Él sabía, de todo el dolor físico, y del emocional por cargar los pecados del mundo. La culpa y la
pena de eso y en Getsemaní Jesús dice que él hará la voluntad de Dios, no la suya, aunque le
duela.

En Marcos capítulo 14 versículo 36, Jesús dice estas famosas palabras; por cierto, se llaman la
oración del Getsemaní, y que tú puedes hacer cuando sientas dolor. Se divide en tres Jesús dice:
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Abba, Padre voy a detenerme aquí, recuerda que te dije antes, que Abba, es la palabra aramea
para “padre”, pero es, es es más que padre, es algo mucho más íntimo. Literalmente es “papi”, y,
e incluso suena así, es de lo primero que un bebé del Medio Oriente dice, “Abba”, porque es fácil
decir, “abba, papa, dada”, Abba es papi y, y Jesús está clamando en agonía antes de ir a la cruz, y
dice “papá, papi” un término íntimo «Abba, Padre—clamó—, todo es posible para ti. Te pido
que quites esta copa de sufrimiento, esta copa de sufrimiento de mí. Sin embargo, noten esto,
sin embargo, quiero que se haga tu voluntad, no la mía».

Amigos habrá veces en la vida, no será solo una, que pasarás por tu propio Getsemaní te dolerá,
y lastimará, y, y, y, y orarás, y buscarás alivio y cuando algo duele y lastima, y no conoces la
voluntad de Dios; su voluntad para Jesús fue la cruz no aliviar su dolor, sino dejarlo pasar por ahí,
por el bien de otras personas. A veces tú sufres por el bien de otros, eso se llama sufrimiento..
redentor.

Y, cada que pases por un gran dolor, es apropiado orar la oración del Jardín del Getsemaní, que
tiene tres partes. La primera es la fe y Jesús dice: "Padre, papi, yo sé que tú puedes cambiar esta
situación". Tú puedes orar así, No sé por qué estás pasando justo ahora. Puede ser algo
financiero o en alguna relación un problema mental o algo emocional, o cualquiera que este sea,
e, empiezas diciendo con fe: "Ah, Dios yo sé que puedes cambiar esto". Si así no fuera, no habría
razón por la cual orar. Con fe, puedes decir: "Dios, sé que tienes la capacidad, sé que tienes el
poder. Padre sé que todo es posible contigo". Eso dijo Jesús.

Y luego él dijo: "Te pido que me ayudes, me gustaría ser librado de esto” Y es apropiado para ti
decir: "Dios, necesito ayuda. esto me duele mucho, y te pido alivio, y te pido que hagas un milagro
". Está bien. "Sé que tú puedes hacerlo, y te pido que lo hagas, cambia la situación". Fe y petición,
pero la tercera parte de esta oración es rendirse y él dice: "Oh, Señor, aunque te pido que me, me,
me quites el dolor, y lo que me lastima, y te lleves el mal momento que atravieso me rindo a ti, y
más que otra cosa, más que alivio sea tu voluntad no la mía. Y sin importar, se haga tu voluntad,
no la mía”

Eso es lo que dijo Jesús en su hora de mayor crisis: "No se haga mi voluntad, sino.. la tuya". Y
esa, amigos es la mente de Cristo. Requiere una enorme cantidad de madurez, madurez
espiritual. ¿Estás dispuesto a decir esto? "Dios, quiero hacer tu voluntad, no.. la mía. Quiero hacer
tu voluntad, no la mía". Esa es la mente de Cristo. Ahora, noten en este versículo, Filipenses
capítulo 2: versículos 8 y 9, estos.. son los resultados de tener la mente de Cristo. Dice esto
Filipenses 2:8 y 9, [Jesús] se humilló a sí mismo, fue su decisión en obediencia a Dios y murió
en una cruz se humilló a sí mismo en obediencia a Dios, y murió en una cruz, Por lo tanto, este
es el resultado, por haberse humillado a sí mismo, Dios lo elevó al lugar de máximo honor y le
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dio el nombre que está por encima de todos los demás nombres.

El nombre de Jesús es el más grande de todos los nombres y lo será por siempre en el Cielo, ¿por
qué? Porque al humillarse a sí mismo, Dios dice: “Yo rechazo el orgullo y elevo al humilde”, él te
levanta no sé qué enfrentas ahora, y quizás sea algo que es muy humillante, pero si tú te humillas
ante Dios, él te va a levantar en su tiempo. Hay varias promesas sobre eso, en la Biblia.

Y, por último la décima característica de aprender a pensar como Jesús, y tener la mente de Cristo
e, e, es esta: PIENSO MIRANDO HACIA LA ETERNIDAD. Cuando tienes la mente de Cristo,
cuando empiezas a pensar cómo lo hace Jesús sobre tu pasado, tu presente, tu futuro, sobre
Dios, sobre la vida, sobre la muerte, sobre el pecado y la salvación, sobre tus amigos, sobre las
recompensas en el cielo, sobre tu futuro, sobre tu confianza, y demás. Cuando empiezas a tener
la mente de Cristo y pensar como Jesús vas a pensar mirando hacia la eternidad. De pronto
entiendes que hay más en la vida que aquí y ahora.

Verás, de esta forma Jesús pudo manejar el dolor, y escucha, de esta forma tú lo harás también.
Lo que es insoportable es sufrir sin propósito pero los humanos podemos soportar mucho dolor, si
podemos a) ver un propósito en él, y b) ver una recompensa detrás del dolor Fue lo mismo que
hizo Jesús cuando fue a la cruz, vio más allá del dolor. Experimentó un gran dolor pero él logró ver
la recompensa en el Cielo, desde una perspectiva eterna, no solo el aquí y el ahora. Si te enfocas
en aquí y ahora, te desanimarás y rendirás te deprimirás.

Jesús vio más allá del dolor la recompensa en el Cielo y esa recompensa eterna fue mucho más
grande que los placeres de la tierra. ¿Y tú? La única forma de superar las dificultades de la vida,
por las que pasas es ver delante del dolor, la recompensa en el Cielo Hebreos capítulo 12,
versículo 2, dice así: Jesús estuvo dispuesto a morir de manera vergonzosa en la cruz, ¿por
qué? a causa del gozo que sabía le esperaba más adelante. Subraya eso, anótalo. Él pudo
resistir la fea muerte en la cruz, porque sabía que el gozo le esperaba adelante. Es en la
eternidad, en el cielo, para siempre. Ahora, ¿dónde está? En el cielo está sentado en el lugar
del más alto honor junto al trono de Dios en el cielo.

Pensemos como Jesús, acabamos de ver una lista muy rápida de 10 cosas, y lo hice, porque lo
vamos a ver en profundidad como parte de aprender a re-plantear tu vida. Es hora de replantear tu
vida ¿Sabes? La semana pasada dije que hay un verbo que voy a retomar, y que es arrepentir. El
día de hoy esta palabra tiene un sentido negativo, de hecho, hasta violento. Podemos asociarla
con gente gri, gritándole a otros, "¡Arrepiéntete o arderás ah te te irás al infierno”! Y, y es es un
término negativo pero, yo voy a retomar la palabra, porque es muy positiva.

Arrepentimiento, viene de metanoia, Meta que es cambiar en griego o revertir, Noia proviene de
nous o mente Arrepentirse significa cambiar tu mente Cambias tu mente de tinieblas a luz,
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cambias tu mente del infierno al cielo, pasas de la culpa al perdón, cambias tu mente de prisionero
a libre, pasas de estar sin propósito al propósito, del sinsentido al significado Cambias tu mente
del estrés a la calma etcétera. Es el cambio más positivo del mundo, arrepentirse cambiar de
mente

¿Y qué significa tener la mente de Cristo? Arrepentirse y decir: "No voy a pensar sobre la vida
como he pensado por 10, 20, 30, 40, 70 años. Voy a empezar a pensar como lo hizo Jesús, eso
es arrepentirse, me voy a poner la mente de Cristo. Es la más sana, feliz y santa forma de pensar
Dices: "Bueno, ¿có, cómo se hace eso, Rick? ¿Có, cómo aprendo a pensar como Jesús?” Bueno,
lo vamos a ver en detalle en futuras sesiones, por eso no pierdas ninguna de ellas Pero
rápidamente, ya casi cierro, te daré dos formas, en las que ¡volveremos a esto!

Si tú quieres pensar como Jesús, primero debes, ESTUDIAR SU VIDA Y PALABRAS EN LA


BIBLIA. Estudia su vida y palabras en este libro, esta Palabra. La Biblia dice: “La verdad los hará
libres” Hebreos 12:2 en paráfrasis dice así: Mantengan sus ojos en
Jesús, quien comenzó y terminó esta carrera en la que estamos La vida es una carrera, y
todos estamos en ella, y luego dice:

Estudien cómo lo hizo estudien cómo lo hizo Jesús, estudien cómo corrió la carrera. Entre más
estudies su Libro, más vas a tener la mente de Cristo, más aprenderás a pensar como Él Debes
estudiar su vida y palabras si quieres pensar como Él. La feliz, sana y santa forma de vivir.

La segunda cosa, a la que volveremos en otras sesiones, es: PEDIRLE A DIOS QUE ME
ENSEÑE EL SIGNIFICADO DE UN TEXTO Y CÓMO PUEDO PONERLO EN PRACTICA HOY.
Después de leer un versículo, puedo preguntar: “Dios, ¿qué quiere decir esto y cómo puedo
aplicarlo a mi vida hoy?” Leamos el Salmo 119:18, dice: Ábreme los ojos, para que contemple
las maravillas de tu ley Ábreme cuando leo la Biblia, yo repito el versículo, Salmo 119:18,
muchas, muchas veces en silencio: “Dios estoy aquí con mi Biblia, abre mis ojos para que vea las
maravillas de tu ley”. La Biblia lo llama “iluminación” Es la tarea del Espíritu Santo iluminarte.
Entonces cuando leo la Biblia, no, no, no solo debo leerla, necesito su Palabra, y que el Espíritu
Santo, en mi vida, me ilumine.

En Juan 16:15 Jesús dice: el Espíritu tomará de lo mío y se lo dará a conocer a ustedes. ¿Te
das cuenta, qué este es el único libro con el que puedes hablar con el autor mientras lo lees? “El
Espíritu tomará de lo mío”, lo que Jesús dijo en en la Biblia, y lo compartirá contigo Si confías en
su Palabra y dependes de su Espíritu, tu mente empezará a cambiar. Comenzarás a trabajar en
estas 10 cualidades de carácter, o características de una mente formada por Jesucristo. ¿Y qué
pasará? Habrá avivamiento. Se avivarán tu alma y corazón tu trabajo tu hogar tus amistades, tus
relaciones, tu matrimonio, tu paternidad, y todo lo que ocurre en tu vida Por eso oramos que,
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arrepentidos, al cambiar de mente, al replantear la vida ¡es hora de replantear tu vida!

Has seguido un patrón, un guion demasiado. Debes replantear tu vida si no viste el primer
mensaje, puedes verlo en Los nueve pilares para replantear tu vida, y luego tómalos como una
guía para saber dónde vamos en lo que significa pensar como Jesús. Quisiera orar por ti para, ir
cerrando. Inclinemos el rostro.

“Padre, te doy gracias por esta familia y, y, y te pido que hoy tú levantes a toda una generación de
personas que piensen como Jesús Porque la mente de la gente se oscurece con pecado,
enfermedad, tristeza, dolor y con la secularización, y muchas otras cosas. Nuestro mundo es un
desastre total Señor, faltan hombres y mujeres que piensen como tú. Solo los que han cambiado,
cambiarán el mundo, empieza conmigo aquí estoy, cambia-me y transforma mi mente y la forma
en la que pienso. Te pido que en estos días, mientras vemos cómo tener la mente de Cristo en
humilde obediencia y en ah ah una fe valiente, y en todas las cualidades que ya mencionamos
aquí, un panorama te pido que nos transformen a todos, eh, en, en líderes piadosos que puedan
hacer una diferencia en el mundo para gloria de Dios.

También oro que esta semana, todo aquel que escuche mi voz, tenga un, claro entendimiento de
su identidad, quiénes deben ser, de su propósito, para qué están en la tierra de tu presencia, que
siempre estás aquí ah de tus valores, de, de invertir su tiempo en cosas que durarán por siempre,
y no en las que no permanecen . Sobre todo, Señor que te conozcamos así como estamos, si
alguien que todavía no ha invitado a Jesucristo a su vida, no hay forma de pensar como Jesús, si
no lo tienes en tu vida lo diré otra vez. No hay forma de que puedas pensar como Jesús, si no lo
tienes en tu vida.

Haz esta oración. “Señor Jesús, ven a mi vida y cámbiame. Hazme quien quieres que sea. Hazme
hazme la persona que quieres, enséñame cómo pensar como tú Quiero amarte, y confiar en ti ”
Padre, oro que cada persona pueda oír tu voz en su mente, y pueda ver el increíble potencial de
sus vidas, al entregarlas a ti, al rendirlas para tener la, la mente de Cristo. Los bendigo así, y esta
serie nos bendecirá en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo amén.

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