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Lo que aprendemos con la historia del

nacimiento de Jesús
Jesús dejó su reino de gloria para vivir entre los hombres y
darles salvación. Entienda más de este tema en este artículo.

Jesús dejó su reino de gloria para vivir entre los hombres y darles salvación.
¿Cuántos bebés nacen diariamente en el mundo? Aunque no haya un número
exacto, podemos afirmar que cada día nacen más de 200 mil bebés. ¡Son muchos
niños!

En esta época del año, el cristianismo celebra el nacimiento de un bebé fuera de


lo común: Jesucristo. Y aunque debamos admitir que la fecha del 25 de diciembre
no es la correcta para su nacimiento, pienso que es muy importante reflejar cómo
el nacimiento de ese bebé, que se volvió el Salvador del mundo, alteró nuestra
historia para siempre.

No sé para usted, pero para mí, el relato del nacimiento de Jesucristo trae
profundas enseñanzas. Quiero compartir algunas de ellas.

1. Dios cumple su palabra

Entre las tantas profecías sobre el nacimiento de Jesucristo, veamos la del profeta
Miqueas, escrita siete siglos antes del acontecimiento: “Pero tú, Belén Efrata,
pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor
en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad”
(Miqueas 5:2).

El Señor había prometido y, en el momento indicado, “Dios envió a su Hijo, nacido


de mujer” (Gálatas 4:4). No antes ni después: el bebé Dios nació en el día
planificado por el Señor.

Aquí hay una lección esencial extraída de la historia del nacimiento de Jesús:
¡Dios siempre cumple su palabra! Él prometió el nacimiento de su Hijo, y eso
ocurrió en el día determinado. Ahora, deténgase y piense: “Este Dios es confiable,
y cumple lo que fue acordado”.

 ¿Prometió el cuidado de sus ángeles? (Salmo 34:7) ¡Él va a cumplir!


 ¿Prometió suplir sus necesidades? (Salmo 34:10) ¡Él va a cumplir!
 ¿Prometió sueño y descanso? (Salmo 4:8) ¡Él va a cumplir!
 ¿Prometió renovar sus fuerzas? (Isaías 40:31) ¡Él va a cumplir!
 ¿Prometió que nunca lo dejará ni lo abandonará? (Deuteronomio 31:6) ¡Él
va a cumplir!
 ¿Prometió protección contra los enemigos? (Romanos 8:31) ¡Él va a
cumplir!
 ¿Prometió que no habrá lágrimas y dolor? (Apocalipsis 21:4) ¡Él va a
cumplir!

“No faltó palabra de todas las buenas promesas que Jehová había hecho a la casa
de Israel; todo se cumplió” (Josué 21:45). ¡Qué espectacular! Tenemos todas las
razones del mundo para creer que el Señor cumple lo que promete.

2. Dios tiene infinito amor por el ser humano

El bebé Jesucristo nació en un lugar simple, en una familia humilde, sin pompas o
privilegios (Lucas 2:7). ¿y qué ganó a cambio? “A lo suyo vino, y los suyos no le
recibieron” (Juan 1:11). ¿Y cuál es la respuesta de él?

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para
que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no
envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo
sea salvo por él” (Juan 3:16-17).

Si eso no es amor, ¿qué es?

A lo largo de su ministerio, Jesucristo demostró amor incondicional. Sí, él amaba a


las personas. Sus palabras eran precedidas por gestos de amor. Para Jesús, todo
comenzaba con el amor. Juan 13:1 dice que él amó a sus discípulos hasta el fin.
Amor infinito: esa es la naturaleza del amor de Dios por nosotros.

¿Se siente triste, preocupado, angustiado? Estas son las amorosas palabras de
Dios para usted:

“Yo conozco sus lágrimas de tristeza; yo también lloré y estuve triste. Por eso,
esos pesares demasiado profundos para que los cuenten a alguien, yo los
conozco. Hijas mías, hijos míos, no piensen que están perdidos y abandonados.
Aunque su dolor no despierte la sensibilidad de nadie, sepan que, si miran hacia
mí y confían, YO les daré fuerzas para recomenzar”.

Entonces, guarde esto en su corazón: su Padre Celestial está listo a ayudar,


cuidar, y salvar porque tiene infinito amor por usted.
3. Dios es especialista en hacer por nosotros cosas positivas y que nos
marcan

“Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un


pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón” (Lucas 2:7).

Quien imaginaría que, para salvar al ser humano, Dios estaría dispuesto a
encarnar a su único Hijo, a fin de que viviera entre nosotros, como uno de
nosotros. Pues Dios hizo eso, uniéndose a la humanidad por lazos que jamás se
romperán.

Pensándolo bien, y tratándose de justicia, el Señor podría tratar a la humanidad


con la misma indiferencia con la que él suele ser tratado. Pero, él actuó de forma
diferente:

“Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: ‘Con amor eterno te


he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia’” (Jeremías 31:3).

“Más tú, Señor, Dios misericordioso y clemente, lento para la ira, y grande en
misericordia y verdad” (Salmo 86:15).

“Clemente y misericordioso es Jehová, lento para la ira, y grande en misericordia.


Bueno es Jehová para con todos, y sus misericordias sobre todas sus obras”
(Salmo 145:8-9).

“Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca


decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad”
(Lamentaciones 3:22-23).

Amor eterno, benignidad, compasión, bondad, misericordia, fidelidad. ¡Es de esta


forma que Dios nos sorprende!

En esta Navidad

Aparte su mirada de los regalos y las luces, y vea lo que de hecho le da sentido a
esta época, un Dios que:

 Cumple su palabra;
 Tiene amor infinito por el ser humano;
 Es especialista en hacer por nosotros cosas positivas y que nos marcan.

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