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Mercurio

Mercurio es el planeta más próximo al Sol.


Pequeño y rocoso, su nombre es el del veloz
mensajero de los dioses romanos, por su
rápido paso a través del cielo, visto desde la
Tierra
Es el planeta más cercano al Sol y el segundo
más pequeño del Sistema Solar.

El movimiento de Mercurio es bastante


peculiar: gira muy lentamente, teniendo un
día en Mercurio la duración de 176 días en la
Tierra mientras que un año en Mercurio dura
unos 88 días terrestres. Es decir, en Mercurio
los años pasan más rápidamente que los días.
Al estar más cerca al Sol que la Tierra,
Mercurio sólo puede ser visto desde la Tierra
en los antes del amanecer y justo después de
la puesta del Sol
Si nos situásemos sobre Mercurio, el Sol nos
parecería dos veces y media más grande. El
cielo, sin embargo, lo veríamos siempre
negro, porque no tiene atmósfera que pueda
dispersar la luz.
Al estar muy cerca del Sol, sufre las mayores
diferencias de temperatura entre el día y la
noche de todos los planetas, diferencia que
puede ascender hasta los 600ºC.
Cuando un lado de Mercurio está de cara al
Sol, llega a temperaturas superiores a los 425
ºC. Las zonas en sombra bajan hasta los 170
bajo cero. Los polos se mantienen siempre
muy fríos. Esto lleva a pensar que puede
haber agua (congelada, claro).

En la siguiente imagen aparece Tritón, un


satélite tan frío que la mayor parte del
nitrógeno que contiene se encuentra en
estado condensado.
La superficie de Mercurio es parecida a la de
la Luna. El paisaje está lleno de cráteres y
grietas, en medio de marcas ocasionadas por
los impactos de los meteoritos.
Respecto de su composición interna, la
presencia de campo magnético indica que
Mercurio tiene un núcleo metálico,
parcialmente líquido.
Su alta densidad, la misma que la de la Tierra,
indica que este núcleo ocupa casi la mitad del
volumen del planeta.
El planeta Mercurio está constantemente
emitiendo átomos de diversos elementos,
hasta el punto de que tiene su propia estela.
Algunos de estos elementos, emitidos
generalmente en forma de gas, son más
difíciles de ver que otros. Recientemente,la luz
emitida por los átomos de sodio expulsados de
la superficie ha permitido a los astrónomos
generar imágenes de las fuentes de otros
gases más difíciles de ver que escapan de la
superficie del planeta.

Una vez expulsados estos gases, la débil


gravedad de Mercurio no puede retenerlos y la
presión de la luz solar los empuja lejos del sol,
con velocidades iniciales muy altas.
¿Cuál es el resultado? Una larga cola, muy
parecida a la de un cometa, detrás del
planeta.

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