Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Unad-Ojs, UNAD - Corazón de Oro - Web
Unad-Ojs, UNAD - Corazón de Oro - Web
CUENTOS CORTOS
Jorge Quinto Mosquera
Autor:
Jorge Quinto Mosquera
Egresado ECEDU
808.543 Corazón de oro / Quinto Mosquera, Jorge -- [1.a. ed.]. Bogotá: Sello
Q7 Editorial UNAD/2019. (Escuela de Ciencias de la Educación - ECEDU)
ISBN: 978-958-651-694-5
eISBN: 978-958-651-695-2
©Editorial
Sello Editorial UNAD
Universidad Nacional Abierta y a Distancia
Calle 14 sur No. 14—23
Bogotá, D.C.
Diciembre 2019.
Esta obra está bajo una licencia Creative Commons — Atribución — No comercial — Sin Derivar 4.0 internacio-
nal. https://co.creativecommons.org/?page_id=13.
DEDICATORIA
Para mis compañeros escritores de parte de un
aprendiz del sagrado lenguaje de la comunicación
y escrituras.
- ¿Qué significa esto anciano Atalaya? Eres el ser más antiguo de este
reino y no apareces en público a menos que lo que tengas por decir
sea muy importante - Exclamó Iloz.
- Así es, tú lo has dicho y no hay mentira alguna en tus palabras - Re-
plicó el anciano Atalaya.
Capítulo 3 21
Con una voz que retumba, el anciano Atalaya empezó a inundar las
mentes de aquel pueblo que no perdía sus raíces y no había aban-
donado su verdadera esencia.
- Aquello que ven que brilla en lo alto, son las dos lumbreras que pro-
nuncié en el tiempo de Anomán. Una de ellas provocará la sombra
oscura de la esclavitud, pero en medio de la desesperación se levan-
tará una que tendrá el corazón de oro.
Las dos
Parece ser que la muerte y el miedo los visitarán nuevamente Iloz, lumbreras
pero tú no estarás para ayudarlos. serán tus
hijos, pues
Iloz preguntó al anciano Atalaya: - ¿Qué puedo hacer? son gemelos.
Según la
Él respondió al oído de Iloz: - Las dos lumbreras serán tus hijos, pues ley deberás
son gemelos. Según la ley deberás sacrificar a uno, pero confío en ti sacrificar a
porque tomarás la mejor decisión. uno, pero
confío en
En ese preciso momento todo volvió a la normalidad, pero antes de ti porque
irse el anciano Atalaya le dio dos diademas de oro a Iloz y le dijo: - tomarás
Las colocarás como manillas a los dos príncipes. Este es mi obsequio la mejor
para ti - Y enseguida desapareció. decisión.
UN NACIMIENTO
INESPERADO
24 Un nacimiento inesperado
Al cabo de algunos años Iloz con Tailí concibieron. Al llegar los do-
lores de parto a la hermosa Tailí, todo el pueblo estaba a la espera
del primer hijo de su rey. Ellos se preguntaban: - ¿Como será? ¿Pa-
recido a su madre? No. ¡Debe ser parecido a su padre! O ¿quién quita
que se parezca a su abuelo?.
Al pasar
unos meses
la naturaleza
vistió al
cielo de un Al pasar unos meses la naturaleza vistió al cielo de un traje gris,
traje gris pues el invierno acosó al otoño con tanta fuerza que lo destronó
con lluvias torrenciales y vientos helados por las noches y seducían
a cualquier mortal a la búsqueda de compañía.
—¿Qué debo hacer? Son tan solo pequeños que no han hecho nada
y los estamos juzgando. El anciano me dijo que confiaba en mí por-
que tomaría una buena decisión y lo que siento es que esto se sale
de mis manos.
Pero eran otras las emociones que sentía su padre, quien con la voz
un poco tosca e indecisa dijo: —Brillante estrella, saldremos a dar
un paseo por la ladera.
—Hijo —dijo Iloz—. En ese lugar no hay aurora porque allá no ama-
nece, la noche es continua, el nombre de ese sitio es la zona prohibida
de la peste oscura.
De pronto una bola de viento oscuro con olor a azufre golpeó a Itai-
loz. El golpe fue tal, que levantó al gran elefante blanco y lo estrujó
a una gran distancia. Un poco lastimado se reincorporó el rey para
seguir la batalla.
Pero sin darse Pero sin darse cuenta el viento, con hedor desagradable se dirigía
cuenta el viento, a él sin consideraciones; la presión de dicha energía era ahora más
con hedor fuerte que la primera vez que lo había golpeado. Un poco desorien-
desagradable tado, esperando el golpe que podía ser funesto, sintió miedo y grito
se dirigía a él sin fuertemente —Ayúdenme.
consideraciones;
la presión de Zotan exclamó: —El rey necesita ayuda —y con veloz despliegue
dicha energía de fuerza saltó para que esta gran cantidad de energía hiciera
era ahora más contacto con él, salvando así la vida del rey. Fue tan rápido el
fuerte que la suceso que nadie sabía dónde estaba Zotan. Qué gran sorpresa
primera vez tuvieron cuando el Centurión de fuego dijo: —Rey, la pelea tam-
que lo había bién es desde el aire—. Al mirar, para sorpresa de Itailoz, había una
golpeado. gran cantidad de zondas (murciélagos gigantes) lo que empeoró
Capítulo 7 43
la situación; pero esto era nada frente a lo que Itailoz vio y que
hizo temblar sus rodillas.
—¡Oh No! ¿Qué es eso? ¿Qué tiene en sus garras a Zotan como si fuera
un cachorro indefenso?
Zotan con voz débil dijo al rey: —Krim ha sido invadida mi señor —Y
fue lanzado frente al monarca, quien lo vio morir.
—¿Pero a quién? —dijo Itailoz— pues los mejores guerreros del reino
están heridos, otros muertos ¿Quién puede tener un poder similar al
de Krim? o ¿quién puede enfrentarse a las zondas sin temblar de mie-
do? No hablen disparates.
—Perdone rey, pero sí hay una fuente tan poderosa como Krim, tan
fuerte que ni los Tiranosaurios se atrevieron a vivir allí —compartió
Liu en un tono seco y muy serio.
... ¿quién
puede —¿Qué?... ¿Cuál? —replicó Itailoz.
enfrentarse
a las zondas —El Imperio de la Peste Oscura —pronunció Liu.
sin temblar
de miedo? —¿Qué, La peste oscura? —preguntó el monarca.
Capítulo 8 47
—Se dice que hay criaturas con tantas habilidades como las nuestras —Se dice que
e inclusive ellas apoyaron al gran Anomán porque peleó con integri- hay criaturas
dad y cerca de sus territorios en la gran liberación de Krim; también con tantas
resalto, oh rey, que ellos tienen plantas que aceleran el proceso de habilidades
sanación —pronunció Liu. como las
nuestras
—No se hable más, mandemos un embajador ya —ordenó el rey. e inclusive
ellas
Se hizo la selección y decidieron mandar a Gemalis, una guerrera apoyaron al
de los elefantes blancos, de los pocos que estaban bien y conser- gran Anomán
vaban aún el valor y la moral. porque
peleó con
Gemalis fue criada por la madre de Itailoz, pues su madre, que era integridad y
hermana de Tailí, murió al dar su parto. cerca de sus
territorios
Tailí se entristeció mucho cuando supo que Gemalis fue asignada en la gran
a buscar ayuda y a traer consigo plantas medicinales que sanaran a liberación
todas las criaturas malheridas del reino. de Krim ...
LA EVOLUCIÓN
DEL MIEDO
50 La evolución del miedo
—¿Dónde queda tu fuerza? ¡Ja! ¡ja! ¡ja! —Exclamaron las zondas y repli-
De repente caron de nuevo—: Prepárate, porque beberemos tu sangre hasta secarte.
salió un brillo
esplendoroso, De repente salió un brillo esplendoroso, era algo extraño, como
era algo una estrella de fondo negro, pero de brillo dorado.
extraño, como
una estrella —¡Oh! ¿Qué es esto? —dijo GEMALIS y argumentó—: Es como un sol
de fondo dorado, pero su concentración es negra.
negro, pero de
brillo dorado Aquello, fuere lo que fuera, calcinó a las zondas con solo su brillo.
Capítulo 9 51
—Pero si lloras porque te dije que tu padre está muerto, y no sabías que
partió al mundo de los que sueñan sin derecho a despertar, explícame
porque no entiendo y estoy muy confundida.
Cuando Kosmos expresó esto, una gran cantidad de seres de toda es-
pecie se arrodillaron ante él. Kosmos ordenó que le aplicaran las plan-
tas medicinales a Gemalis porque ella se encontraba muy malherida.
—Mi rey
¿qué te ha Pasaron tres días para Gemalis recuperarse de sus heridas. Al sentir-
causado se mejor, salió del sitio de descanso, para encontrarse con Kosmos,
tanta quien estaba sumergido en el estanque de cristal.
tristeza,
como —Señor, rey de este Imperio y príncipe legítimo de Krim, ¿nos ayudarás?
para verte Somos tu pueblo y necesitamos tu ayuda.
llorar? ...
De repente apareció Sou, el unicornio llamado “padre del trueno”.
que antes era tan transparente como el viento— Krim nunca amó a —Ya
nuestro rey, intentaron matarlo ¿cómo piensan que les ayudaremos? ¿No puedes
fueron sus hechos torcidos? ¿Cuál debe ser su retribución? volver,
porque
Kosmos interrumpió: —Sou, no te corresponde a ti hablar por tu rey. una
guerra te
—Perdone su majestad. —Dijo Sou—. Y después de una señal de reve- espera y
rencia y respeto, se desplegó por los aires. necesitan
de
Kosmos por su parte entregó a Gemalis las plantas medicinales y le alguien
dijo: —Ya puedes volver, porque una guerra te espera y necesitan de al- tan
guien tan valiente como tú, que pueda hacer que el miedo evolucione y valiente
se transforme en solo una cosa, en ti misma. como tú
—Ella es la única guerrera que vale más que un guerrero, que despre-
ció al miedo y no le temblaron las rodillas frente a las zondas. La que
vio a través de la oscuridad y no le da tregua al mal, que domine para
opacar las conciencias que necesitan libertad.
—Ella es la
única guerrera Gemalis con un rostro lánguido pronunció: —No es tiempo de feste-
que vale jar y no estamos en condiciones de dar felicitaciones a nadie. Dónde
más que un está el consejo y el rey porque es apremiante que hable con ellos.
guerrero, que
despreció al Temuno expresó: —El consejo está aquí, pero el rey se fue y no quiso
miedo y no le escuchar razones.
temblaron las
rodillas frente —¿Se fue? ¿No quiso escuchar razones? Explíquenmelo.
a las zondas.
La que vio a Temuno agregó: —Él, al ver que no llegaba ayuda, ni las plantas
través de la medicinales y preocupados por el cumplimiento del plazo dado por
oscuridad y no Kemeldad fue a encontrarse con el gran dragón para rendirse y en-
le da tregua tregarse a una sumisión total.
al mal, que
domine para —¿Qué ha hecho el rey? Nos ha entregado a la esclavitud, el miedo y
opacar las la pobreza. Esa ley no respetará nuestra vida. —Se lamentó Gema-
conciencias lis—. ¡Oh! Es la reina Tailí.
que necesitan
libertad. Tailí la abordó: —¿Cómo te fue? Mi pequeña, estuve preocupada por ti.
Capítulo 10 57
—Mi reina, no tienes que llorar más. Escúchenme todos los habitan-
tes de Krim. He traído las plantas medicinales, pónganselas a los
guerreros para que sanen.
Ese momento fue como si se hubiera echado un balde de agua fría a El rey les
todo el pueblo. El poco ánimo en los corazones de algunos terminó de ha dado en
extinguirse hasta que Tailí y Gemalis resonaron con un tono valiente: esclavitud
con el
Así dijo Gemalis: —No lloraré más elogiando lo incorrecto, mendi- objetivo de
gando unas pocas migajas de piedad; no nos uniremos a la escla- conservar
vitud para abrazarla como hermana, porque nunca tuvimos pacto sus vidas ...
de sangre con ella. Seremos pobres si la cantidad de vida que ten-
gamos dura tres días, pero eterno será nuestro clamor que se per-
petuará mediante una tinta que quien se pringue, llorará porque su
color será rojo.
... Era un ave —Mi reina —dijo Gemalis—. Cuando se me aplicaban las plantas
luminosa, medicinales pude hablar con una criatura llamada Kum. Era un ave
hermosa luminosa, hermosa y es quien sostiene la luz en ese reino. Su brillo
y es quien es tanto que parece el sol. Ella me dijo: Observa a lo lejos el horizon-
sostiene la te. Y allí estaba él, tu hijo, tan serio como siempre; lo acariciaban las
luz en ese sombras como diciéndole: la soledad y el silencio se enamoraron de
reino. Su ti, quisieron expresarlo, pero tu ternura las envejeció sin que ellas
brillo es opusieran resistencia. Clamaron entonces haciendo que el silencio
tanto que gritara la esperanza del amor, pero fueron presas en su gemir, con
parece el sol. lágrimas que entrecortaban la agonía de amarte sin revelártelo, que
Capítulo 11 63
—No quiero morir, ni quiero que muera mi reino. Así que delego mi
autoridad al dragón y todo habitante de Krim deberá honrarlo como
su rey —Y enseguida se arrodilló delante de él.
—¿Será posible? Pero si lo es, yo sueño. Y si lo puedo soñar, puede ser real.
... fue Parecía que Sol Dorado (el halcón y señor de las nubes) tendría
interrumpido una tarde tranquila para descansar, hasta que fue interrumpido
con unos con unos gritos emergentes que secuestraban la tranquilidad ar-
gritos mónica del ambiente y todo lo apretaban mediante la alternativa
emergentes del escándalo.
que
secuestraban —Abuelito, hoy salí temprano de la escuela, gracias a Dios porque es-
la tranquilidad toy cansado de ir a la facultad. Ojalá no existiera ese lugar, no sabes
armónica del cuán feliz sería yo —Llegó diciendo muy emocionado Brin (conoci-
ambiente do como ojo de plata).
Capítulo 13 75
Los lowtanes eran los seres más poderosos del universo y ejercían
su autoridad y habilidades para mantener el equilibrio de la vida,
en especial la de la especie humana. Ellos eran hermanos y perte-
necían a una casta admirable por ser príncipes poderosos, y para
muchas culturas, tenidos como dioses. Pero ¿lo serían?
Los lowtanes Todo empezó un día que el mayor Tex, padre de los océanos (el
eran los mar), llamara a una reunión a sus hermanos, Lúcido (el sol, conoci-
seres más do también como el señor de la luz), Kánum (la tierra o artífice de
poderosos las lunas planetarias) y Plúmuz (el viento).
del universo
y ejercían su —Tenemos que ponernos de acuerdo para evitar las asperezas entre
autoridad y nosotros. —Dijo Tex.
habilidades
para —Sí, evaluemos qué tan eficaz ha sido nuestro trabajo para que me-
mantener joremos en nuestro servicio a la humanidad. —Afirmó Lúcido.
el equilibrio
de la vida La reunión de ellos duró un minuto de eternidad, en la que convi-
Capítulo 14 81
Cada uno volvió a su lugar con una mentalidad muy clara sobre el
papel y su objetivo existencial.
Cada uno
El señor del clima, hermano menor de los lowtanes, Plúmuz, era volvió a
muy juguetón, a veces provocaba la caída de nieve en el desierto su lugar
lo que enojaba mucho a Lúcido; también congeló grandes mareas con una
que las consideraba sus amigas dándoles el nombre de témpanos, mentalidad
lo que por supuesto disgustó a Tex. En sus juegos de carrera con su muy clara
poder y fuerza removía montañas y una vez dividió un continente sobre el
de otro ganándose así un gran regaño de Kánum. papel y su
objetivo
A Plúmuz le encantaba divertirse y no prestaba mucha atención a existencial.
la cara malhumorada de sus hermanos.
Cierto día miró atentamente que una niña lloraba en el río y se acer-
có como solía hacerlo, pues los mortales nunca detectaban su pre-
sencia, pero se asombró cuando la niña le dijo:
—¡Eres una La niña expresó: —Me llamo Yulis y lloro porque mi pueblo está en
bruja! Por guerra y con mis ojos he visto su final.
eso puedes
sentir mi —Sé quién eres y te conozco antes de que vinieras aquí. No creas que
presencia soy un dios y mucho menos. Soy como tú; soy una mortal pero mis
y el motivo ojos tienen la visión del Ibis.
por el cual
tu cabello —¡Eres una bruja! Por eso puedes sentir mi presencia y el motivo por el
es tan duro cual tu cabello es tan duro y no se deja menear por mi suave silbido.
y no se deja
menear —¡Eres tonto! Yo no soy ninguna bruja y mi cabello es crespo duro
por mi porque mis ancestros fueron así. ¡Vete! Porque definitivamente tú no
suave sabes tratar a nadie, prefiero estar sola que en tu compañía.
silbido.
Plúmuz, un poco malgeniado por la conversación que sostuvo con
la niña, se fue sin averiguar si lo que ella decía era cierto o simple-
mente era una bruja buscando engañarlo. Pero el transcurso del
tiempo y las vueltas de la vida lo conllevarían a resolver ese enigma.
—¡Oh! Parece ser que aprendiste a ser cortés, gracias por tus pala-
bras, no pude evitar escucharlas, porque me hicieron olvidar de mi
desventura, me hicieron sentir segura y fuera de peligro.
Todos los hermanos observaron cómo entró al lugar del eterno y Se escuchó
dijeron para sí: un estruendo
inefable y salió
—El viento pide un cuerpo nuevo porque ama a alguien, más que a un mortal al
sí mismo. que se le dio
un caballo
Se escuchó un estruendo inefable y salió un mortal al que se le dio con alas y sin
un caballo con alas y sin esperar, con una armadura refulgente y esperar, con
una espada como el sol, cabalgó hasta Yulis, quien se encontraba una armadura
ciega y a punto de ser perforada por la espada de Lemo. Pero a la refulgente y
velocidad de una estrella, descendió Plúmuz y golpeó muy fuerte a una espada
Lemo estrujándolo a una gran distancia. como el sol,
cabalgó hasta
Lemo se incorporó y dijo: Yulis, quien se
encontraba
—Gracias a la visión del Ibis, sé quién eras y sé quién eres. Te destruiré ciega y a punto
y tomaré tus poderes. de ser perforada
por la espada
La lucha fue fuerte y Plúmuz peleó con todo su ímpetu, pero Lemo de Lemo.
le quitó la espada de sol y lo traspasó con ella. Agonizando cayó en
los brazos de Yulis y esta le dijo: