En este cuento de H.P. Lovecraft, el protagonista relata su
experiencia en un castillo tenebroso y solitario, lleno de recuerdos perturbadores de su infancia. Aunque se siente extrañamente satisfecho con esos recuerdos, extraña la luz y la felicidad. Después de escalar una torre en ruinas, llega a otro castillo donde presencia una celebración que se convierte en caos cuando su presencia causa terror. Al tocar una abominación, recupera su verdadera identidad y su conexión con un mundo más allá de la realidad humana, encontrando cierta libertad en su alienación. Los escenarios quieren reflejar lo sombrío del momento, hacen que el lector se sumerja y sienta terror junto con el personaje principal; esta escrita en primera persona ya que es narrada por su mismo protagonista.