https://www.losandes.com.ar/espectaculo/el-precio-de-la-verdad-la-pelicula-que- desnuda-la-realidad-de-los-productos-contaminates-en-articulos-de-uso-diario-en- cualquier-hogar/ Resulta interesante mencionar que, en la actualidad, en el mundo los niveles de contaminación han tenido un crecimiento absurdo en el agua, el aire y la tierra. El cambio climático por la altas temperatura, las lluvias torrenciales y constantes sismos han sido la muestra de la crisis ambiental que atraviesa el mundo. En particular, las empresas químicas, industriales, extractivas y de construcción han sido los principales focos de emisión de estos contaminantes donde por sus intereses particulares y creciente codicia por el aumento del capital, terminan generando consecuencias graves como sucede con las enfermedades cancerígenas, anemia, conjuntivitis, deformaciones en recién nacidos e incluso muertes por esos compuestos o ácidos que se encuentran en todas partes. En primer lugar, Colombia no es ajena a esta realidad. Muchas han sido las quejas por parte de los civiles a base del descontento contra las empresas químicas y multinacionales que a diario arrojan desechos al agua o expulsan por las chimeneas grandes cantidades de humo junto a otros compuestos y cuyo merito nos ubica como el sexto país con el aire más contaminado en Latinoamérica. Así las cosas, la única forma de parar con ello es tener la iniciativa con un grado de valentía de exigir derechos intrínsecos en la humanidad contra esos gigantes de la economía que como bien es cierto, deja mucho que decir los retrasos que provocan en los trámites judiciales. Mucha gente ha sido afectada por estos intereses egoístas, por ende, las acciones colectivas son la herramienta más adecuada para cuidar lo que queda del medio ambiente. Son el instrumento apropiado para que el Estado colombiano cumpla con el deber que el sistema interamericano de derechos humanos ha establecido, de consagrar las normativas del derecho y hacer efectivo los derechos al punto de vivir en tranquilidad. Además, que garantice la posibilidad de acceder a la justicia, el respeto, la protección y garantía del debido proceso legal en procesos de gran contenido público y de derechos humanos. Las acciones colectivas por excelencia son; la acción popular y acción de grupo. La primera, ha permitido mostrar voces de alerta frente a las falencias del Estado frente a vulneraciones de derechos colectivos por intereses particulares, las acciones populares han permitido prevenir o dar el pare al Estado frente a las negligencias y omisiones por parte de su deber. La acción de grupo por su parte cuando el daño este hecho, busca indemnizar el daño ocasionado por las grandes empresas o particulares que en ejercicio de su actividad lesionan el interés de un determinado grupo y, donde un abogado es fundamental. En segundo lugar, la constitución de 1991 reconoció al medio ambiente el carácter de interés superior mediante la acepción de “constitución ecológica” o “ constitución verde”, el Estado Social de derecho hace énfasis en la relevancia del medio ambiente sano, un derecho fundamental por conexidad al derecho a la vida y la salud (artículos 11 y 49), un Omar Augusto Ropero García
derecho colectivo que compromete a la comunidad (articulo 88) y un deber constitucional
en la cabeza de todos, porque si no exigimos dichos derechos y deberes; nadie lo hará. La contaminación de los ríos, mares, el suelo, la progresiva desaparición de la fauna y la flora, la irreparable atmosfera de muchas grandes ciudad industrializadas y países en desarrollo, la desaparición de la capa de ozono, el ruido, la contaminación lumínica, el uso de productos químicos como el PFOA presente en utensilios de cocina o el agua que tomamos, la lluvia acida, la deforestación, son cuestiones vitales de primera necesidad, es nuestra obligación que en virtud de la constitución de 1991 nos corresponde proteger. Lo que realizan las grandes empresas es un despropósito porque la protección del medio ambiente es un asunto de “vida o muerte” en virtud de la supervivencia del ser humano. “Desconocer la importancia que tiene el medio ambiente sano para la humanidad es renunciar a la vida misma, a la supervivencia presente y futura de las generaciones” Corte Constitucional, sentencia C-595 de 2010. En resumen y para aproximarnos a una definición satisfactoria del concepto de “constitución ecológica”, habría que comenzar por reconocer que el constituyente otorgo un peso preponderante al derecho a un medio ambiente sano y dispuso múltiples normas, valores y principios, puesto que, se refiere a un derecho colectivo y deber. En el derecho ambiental, existe una serie de principios rectores, entre ellos; el principio de desarrollo sostenible, donde esta corriente de pensamiento económico occidental, hace el entendido que la no protección del medio ambiente conducirá al estancamiento y colapso del crecimiento financiero de todo un país, desarrollo no es desempleo, contaminación, desplazamiento ni violencia. Por otra parte, el principio de prevención, regula que las acciones de los Estados y las grandes empresas deben evitar o minimizar los daños ambientales, porque no tendría sentido que todo el territorio colombiano llegue a un estado de no retorno sin regulación para no salvar algo tan esencial como el medio ambiente. Por ultimo el principio de precaución donde con el fin de proteger el medio ambiente, cuando haya peligro de daño grave o irreversible, debe de haber certeza científica absoluta y que de no ser así se evite a fines, para no degradar el medio ambiente. En la jurisdicción de lo contencioso administrativo los derechos colectivos respecto os cuales se solicita su protección o restitución por medio de las anteriores acciones colectivas son en el derecho a la seguridad y salubridad publica (20.7%), el derecho al medio ambiente sano (17,1%), el derecho al espacio público (15,1%) y el acceso a los servicios públicos (12.5%). En los juzgados administrativos coinciden las solicitudes de los demandantes en que el derecho a la seguridad y salubridad publica es el más vulnerado y, por supuesto, requiere de una protección eficaz por parte de los operadores judiciales, así como lo quiso el constituyente de 1991 y el legislador hace 24 años en la ley 472 de 1998. Omar Augusto Ropero García
En virtud de la constitución, el derecho administrativo y ambiental, es claro que el concepto
del medio ambiente es complejo, donde se involucran los distintos elementos que se resumen en la preservación de la vida humana, dentro de la fauna y flora que se encuentra en el país. Es un elemento transversal que incluso recoge el pluralismo cultural y étnico con ayuda de los saberes ancestrales de tribus indígenas, comunidades negras y roms. En conclusión, se ha observado que en nuestro país se le ha dado una posición de gran importancia al derecho a un medio ambiente sano, a la salubridad publica y los derechos colectivos de la población en general o por grupos por medio de la acción popular y de grupo, en aplicación de principios como el desarrollo sostenible, el de prevención y precaución. Dicho de otra forma “el que contamina paga” pero, no solamente estos mecanismos se establecieron con fines económicos sino de preservación humana. El planeta es la casa común de los seres humanos y nuestro país en virtud de sus riquezas naturales le otorga el poder de armarse en defensa integral del medio ambiente y los derechos colectivos por ello en el siglo XXI, se tiene que dar a conocer dentro de las comunidades todos los medios legales como las acciones colectivas para hacerla útil y valedera en nuestro entorno.