EXULTAD JUSTOS EN EL SEÑOR

EXULTAD, JUSTOS, EN EL SEÑOR,

DE LOS SANTOS ES PROPIA LA ALABANZA.
DAD GRACIAS AL SEÑOR CON LA CÍTARA,
CON EL ARPA DE DIEZ CUERDAS TOCAD PARA ÉL.

Cantad al Señor un cantar nuevo,

tocad la cítara con arte y aclamadle,
porque recta es la palabra del Señor,
Verdad son todas sus obras,
en Él están la justicia y el derecho,
de su amor está llena la tierra.

La palabra del Señor hizo los cielos,

el aliento de su boca, sus ejércitos.
El Señor anula los planes de las naciones,
hace vanos los proyectos de los pueblos.
Mas el proyecto del Señor,
el proyecto del Señor subsiste por siempre.
 ME ENSEÑARAS EL CAMINO DE LA VIDA

Me enseñarás el camino de la vida,

me enseñarás el camino de la vida.
Me saciarás de gozo en tu presencia,
de alegría perpetua a tu derecha.

Protégeme Dios mío, en ti me refugio.

Yo digo a Dios, tú eres mi Señor.
Sin ti no tengo nada.

El Señor es mi heredad y mi copa, mi vida está en sus manos,

Me ha tocado en suerte un lote hermoso, me encanta mi
heredad.
Bendigo al Señor que me aconseja, hasta de noche instruye mi
corazón,
Tengo siempre delante de mí al Señor, está a mi derecha, no
vacilaré.

Por eso se alegra mi corazón, exulta mi alma,

Y mi carne descansa serena,
Porque no abandonarás mi vida en el sepulcro,
Ni dejarás que tu santo experimente la corrupción, la
corrupción.
 CANTO DE MOISÉS.
Cantemos al Señor,
Cantemos al Señor,
que se cubrió de gloria,
de gloria, de gloria,
precipitó en el mar
caballo y caballero.
MI FUERZA Y MI CANCIÓN
ES EL SEÑOR,
ÉL ES MI SALVACIÓN,
ES MI DIOS,
Y YO LO ENSALZARÉ.
PRECIPITÓ EN EL MAR
CABALLO Y CABALLERO,
CABALLO Y CABALLERO.
El Señor es un guerrero,
Su nombre es Yahveh.
Los carros de Faraón
y a todos sus valientes
precipitó en el mar.
Tu diestra poderosa
gloriosa por su fuerza,
tu diestra, oh Señor,
aplasta al enemigo,
aplasta al enemigo.
El enemigo había dicho:
LA VOZ DE MI AMADO
desnudaré la espada,
se saciará mi alma,
los aniquilaré."
Soplaste con tu aliento
y el mar los sepultó.
Se hundieron como plomo
en las aguas de la muerte,
en las aguas formidables.
¿Quién como tú, Señor,
glorioso en santidad,
terrible en las empresas,
autor de maravillas,
autor de maravillas?
Rescatas a tu pueblo,
lo llevas a tu casa.
Los príncipes de Edom
se estremecen
al paso de Jacob.
Lo llevas y lo plantas
en el lugar sagrado
sobre tu monte santo,
el santuario
que tus manos prepararon.
¡La voz de mi amado!
Helo aquí que viene,
Cazadnos las raposas,
saltando por los montes,
las pequeñas raposas
brincando por los collados.
que devastan nuestra
Semejante es mi amado a una gacela,
viña,
o a un joven cervatillo,
porque nuestra viña ya
semejante es mi amado a una gacela.
está en flor. (Bis A)
Vedle que ya se para
detrás de nuestra cerca,
Mi amado es para mí y
mira por la ventana,
yo soy para mi amado.
atisba por la reja.
Antes que sople la brisa
empieza a hablar mi amado y me dice:
y se alarguen las
sombras con la muerte.
¡LEVÁNTATE, AMADA MÍA,
LEVÁNTATE
HERMOSA MÍA, Y VENTE!
RETORNA, RETORNA,
RETORNA (Bis)

Porque, mira, ha pasado ya el invierno,

han cesado las lluvias y se han ido,
aparecen las flores en la tierra
el tiempo de las canciones ha llegado.
Se oye el arrullo de la tórtola,
echa la higuera sus yemas
y la viña exhala su fragancia.

Paloma mía que vives en las grietas de la roca

en escarpados escondrijos
déjame oír tu voz, déjame oír tu voz.

GRITAD JUBILOSOS
GRITAD JUBILOSOS:
"QUÉ GRANDE ES EN MEDIO DE TI
EL SANTO DE ISRAEL".

El Señor es mi Dios, y mi Salvador,

confiaré y no temeré
porque mi fuerza y mi canto es el Señor,
Él es mi salvación.

Sacaréis aguas con gozo

de las fuentes de la salvación.
Dad gracias al Señor,
invocad su nombre,
proclamad entre los pueblos sus hazañas.

Cantad al Señor, que hizo proezas,

anunciadlas por toda la tierra,
gritad jubilosos,
exultad, habitantes de Sión.

SHEMÁ ISRAEL
Shemá Israel, Shemá Israel, Shemá Israel, Shemá
Adonai Elohenu, Adonai Ehad. Israel,
Escucha Israel, Escucha Israel, Adonai Elohenu,
El Señor es nuestro Dios, Adonai Ehad.
El Señor es uno.

Amarás al Señor, tu Dios,

con todo tu corazón,
con toda tu alma,
con todas tus fuerzas.

Graba estas palabras como señal

en las palmas de tus manos,
como memorial entre tus ojos,
en las jambas de tu casa
y en las puertas.

Enséñalo a tus hijos, Israel.

Háblales en casa y
cuando camines por la calle,
cuando te acuestes y
cuando te levantes.

Porque éste es el primer

mandamiento de la vida.
El segundo es igual a éste:
Ama a tu prójimo como a ti mismo,
y tendrás la vida eterna.

OS TOMARÉ
OS TOMARÉ DE ENTRE LAS NACIONES,
OS REUNIRÉ DE TODOS LOS PUEBLOS.
OS ROCIARÉ CON AGUA PURA
Y YO OS PURIFICARÉ.

Os daré un corazón nuevo,

infundiré en vosotros un espíritu nuevo,
os quitaré el corazón de piedra,
os daré un corazón de carne.

Pondré mi Espíritu dentro de vosotros

y haré que caminéis según mi Palabra.
Vosotros seréis mi pueblo
y yo seré vuestro Dios.
SALMOS DE LA VIGILIA PASCUAL