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“Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican; si Jehová
no guardare la ciudad, en vano vela la guardia. Por demás es que os levantéis
de madrugada, y vayáis tarde a reposar, y que comáis pan de dolores; pues que
a su amado dará Dios el sueño” – Salmo 127:1-2
Usted no puede edificar una familia sin Cristo como el fundamento. Usted debe
tener una relación con Dios. Esa es la diferencia entre un buen hombre/mujer y
un hombre/mujer de Dios. Todas sus relaciones provienen de su relación con
Dios. Si alguien no está comprometido con Dios, esa persona tampoco se
comprometerá con usted.
Cuando usted no sabe quién es, los celos y el rechazo se aumentarán en una
relación. Saber quién es usted está conectado con saber Quién es Dios.
4. Usted debe conocer sus roles y funciones: usted no puede ser algo si
no se ha preparado para ello.
Hombres:
Deben aprender y prepararse para ser la cabeza. Si no se preparan no
sabrán cómo dirigir o gobernar un hogar. Adán nunca tomó autoridad y por
eso Eva lo llevó a la caída.
La cabeza es la cobertura, la protección. Un hombre debe estar preparado
para ser el sacerdote de su casa.
Usted no puede ser un sacerdote sin una vida de oración.
El hombre debe ser el proveedor principal del hogar. Si un hombre no
puede pagar sus propias cuentas antes de casarse, tampoco lo hará
después.
“Porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa,
ha negado la fe, y es peor que un incrédulo.” – 1 Timoteo 5:8
Mujeres:
Debe ser quien ayuda. La mujer es como el Espíritu Santo, está siempre
cerca, consuela, apoya y anima. Cuando el hombre no está en su
propósito la mujer no tiene nada en qué ayudar.
Debe someterse. El mundo ve la sumisión como debilidad, pero Dios lo ve
como fortaleza.
Debe tener también una vida de oración diaria.
Si los dos están en la voluntad de Dios se sentirán atraídos más allá de lo físico.
El propósito determina lo que usted atraerá, lo que vendrá a usted.
Estamos viviendo tiempos en que las personas escuchan las opiniones del
hombre en vez de lo que Dios dice. Para poder tener un matrimonio exitoso
usted tiene que hacer las cosas alineadas a la manera de Dios. Si sustituimos
Sus maneras con los consejos humanos, terminaremos en fracaso. Cuando
removemos a Dios, el diablo toma ese lugar. Por esta razón es importante poner
a Dios primero en todas las áreas de nuestra vida.
Todo representa una decisión que tenemos que tomar. Lo que escojamos
determinará nuestra bendición generacional. Usted debe preguntarse si está
dispuesto a alinearse con las ideas de Dios en vez de las del hombre. Si
hacemos lo que Dios nos ha llamado a hacer, seremos un ejemplo a seguir en
cada área de nuestras vidas.
En todo lo que Él hace, Dios pone una cabeza. Es un principio del reino de Dios.
Según este principio, la cabeza es una sola, no es un comité o varias personas.
Es una persona a cargo.
¿Qué es la cabeza?
Nadie debería resistir a la cabeza que Dios ha puesto. Cuando uno resiste a la
cabeza, está resistiendo lo que Dios ha establecido. Si nos salimos de nuestra
cobertura, no tendremos el respaldo de Dios.
“!Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía!
Es como el buen óleo sobre la cabeza, el cual desciende sobre la barba, la
barba de Aarón, y baja hasta el borde de sus vestiduras; como el rocío de
Hermón, que desciende sobre los montes de Sion;
Porque allí envía Jehová bendición, y vida eterna.” – Salmo 133
“Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la
cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo.” – 1 Corintios 11:3
Este verso dice que el hombre debe estar bajo la cabeza que es Cristo, y en el
matrimonio, la mujer debe estar bajo la cabeza que es el hombre. La cabeza del
hombre o el esposo es Cristo, la cabeza de la mujer o esposa es el esposo, y la
cabeza de Cristo es Dios el Padre.
Ser la cabeza no tiene nada que ver con ser mejor. En la tierra, todos
somos iguales, aún cuando Dios ha puesto una cabeza. También somos
todos espíritus, por lo tanto cualquiera puede recibir la autoridad de ser
cabeza de Dios.
“Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque
todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.” – Gálatas 3:28
Hoy, hay contiendas sobre el orden de la cabeza porque Dios fue removido.
Primero debemos entender que Dios puso leyes, orden y límites en la tierra. En
el comienzo, había caos debido a la rebelión de Satanás.
En la rebeldía las personas hacen lo que quieren. Cuando hay leyes, eso
significa que hay una autoridad definida. Debemos poner orden en cada área de
nuestra vida. Hoy hablaremos del orden en la familia. Por ejemplo, en una casa,
el padre es aquel que pone las leyes, por lo tanto él es la autoridad en el hogar.
“Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra
perversa” – Santiago 3:16
Esto trae consigo la prioridad que el padre siempre debería ser primero, él es la
cabeza del hogar. La mujer es la ayuda del hombre. Ayuda que es el principal
apoyo y quien primero respalda a su esposo. Así es como Dios lo dispuso.
1. Prevenir la rebelión
2. Prevenir que algo malo pase, y prevenir el fracaso
“Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte”
– Proverbios 14:12
Usted siempre pagará el precio por sus preferencias porque las preferencias
siempre están comprometidas. El orden de Dios es que la bendición siempre
viene sobre la cabeza primero. Cada vez que usted escoge sus preferencias por
encima de hacer lo correcto, terminará comprometiendo la verdad.
“Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.” – Mateo
24:12
Por eso es importante poner a Dios siempre primero y la persona a la que Dios
le ha dado la autoridad, que es el hombre de la casa.
No limite a Dios
Hay diversidad en la Escritura, pero cuando hablamos de ser llenos del Espíritu
Santo, vemos que hay una manera que las personas experimentan esta llenura
de diferente manera. No podemos meter a Dios en nuestras cajas teológicas. Él
es más grande que nuestras cajas.
“Y para ofrenda de paz, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y
cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Naasón hijo de Aminadab.” —
Números 7:17
“Y Josué hijo de Nun fue lleno del espíritu de sabiduría, porque Moisés había
puesto sus manos sobre él; y los hijos de Israel le obedecieron, e hicieron como
Jehová mandó a Moisés.” —Deuteronomio 34:9
Imposición de manos
La práctica de la iglesia fue que antes se debía recibir al Espíritu Santo. De
hecho, algunos obispos ridiculizaban a otros si no les imponían manos después
de ser bautizados. Esto lo vemos a través de la historia.
En Romanos 1:11 Pablo dice que quería ir a Roma para impartirles algún don
espiritual. En Hebreos 6, cuando se habla acerca de los fundamentos de la
iglesia apostólica, la doctrina de bautismos no aparece en singular sino en plural.
Tenemos el bautismo en agua y el bautismo en el Espíritu. Todos hemos sido
bautizados y todos hemos sido dados a beber del mismo Espíritu.
“Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la
imposición de mis manos.” —2 Timoteo 1:6
“No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la
imposición de las manos del presbiterio.” —1 Timoteo 4:14
Para los pentecostales: si usted ya fue bautizado con el Espíritu Santo, puede
ser lleno otra vez; porque ¡hay más! ¡mucho más! Y la segunda llenura va ser
mejor que la primera; y la tercera ¡aun mejor!
Es sorprendente lo que Dios hace. Hoy en día hay muchos Eliseos; gente que
recibe la unción de sanidad. Aun en una práctica médica, un doctor puede
impartir sanidad, luego de haber recibido la unción para sanidad.
Dios hace esto no solamente con los predicadores o apóstoles. Él lo hace con
quienes no son pastores, apóstoles, maestros ni misioneros. El hambre de ellos
y su fe jalan la unción.
¿Quién es un hijo(a)?
En la Biblia, la historia del hijo pródigo nos explica que el hijo fue a su padre y le
pidió su herencia. Pienso que el padre nunca se la negó, sino que permitió que
se fuera. Esto significa que el hijo pródigo se marchó con el consentimiento del
padre, pero no con su bendición.
Cuando el hijo pródigo retornó a su padre le rogó que lo aceptara como sirviente.
Él no vino demandando. Vino con una correcta actitud de arrepentimiento, lo
cual hizo que su padre lo recibiera con los brazos abiertos.
¿Qué heredamos?
Dios quiere que seamos fortalecidos. Dios nos fortalece y nos empodera.
“He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza
del enemigo, y nada os dañará.” -Lucas 10:19