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Libro de Etica
Libro de Etica
IV
Roberto Cañas
Ética y Política
V
Producción académica Diagramación
y asesoría metodológica Víctor Hugo Fallas Araya
Víctor Hugo Fallas Araya
Especialista de contenidos
Yubi Bonilla
Andrés Gallardo Corales
Corrección de estilo:
© Roberto Cañas Quirós Alejandro Lizano Fernández
© Universidad Estatal a
Distancia Ilustraciones
Víctor Hugo Fallas Araya
Roberto Cañas Quirós
VI
Dedico este libro a mi hijo. Si él no lo lee, tal vez un lector amable le dé su propia
versión.
“La persona perfecta es el mejor de los animales, pero apartado de la ley y de la justicia se convierte
en el peor de todos”. Aristóteles, Política 1253a32-33.
VII
Agradecimientos
Mi más cordial agradecimiento a Víctor Hugo Fallas Araya, Yubi Bonilla, Rafael Ángel
Méndez A. y Jorge Zeledón, quienes fueron el equipo gestor de la producción de esta
unidad didáctica
VIII
Prólogo
Me complace facilitarle al lector una unidad didáctica que trata sobre exponentes y
temáticas de la Filosofía. Este campo en ocasiones resulta áspero y escabroso, pero en
las siguientes páginas se intenta que sea digerible intelectualmente. Aquí se
selecciona y delimita una nómina de autores destacados que han vertebrado el curso
de la historia del pensamiento filosófico occidental, detallando sus propuestas éticas
y políticas.
Primero, se pasa a puntualizar una síntesis de los aspectos teóricos de este escrito:
Por ética se va a entender lo mismo que filosofía moral. Implica una reflexión sobre
las costumbres que se estiman rectas y las que se juzgan desviadas de acuerdo con el
contexto fijado en cada período. Además, consiste en una disciplina que plantea
principios o normas para guiar hacia las acciones buenas y encontrar un propósito
para la existencia humana. Para eso, propone los caminos para adquirir las virtudes,
el deber, los valores, el placer o la felicidad. No hay una sola ética, sino una
diversidad de rutas según diversos autores y escuelas.
Relativismo. Esta postura remarca la dimensión particular de cada cual para elegir los
actos que le favorezcan según el entorno. El sofista Protágoras del siglo V a. E. C.
cuestiona las normas definitivas y aboga que el individuo es quien posee el criterio
para sopesar lo útil según las circunstancias. Este enfoque ha derivado un conjunto
de subgéneros que se mencionan de pasada:
Utilitarismo. Se trata de una variante moderna del siglo XIX, donde se hacen las cosas
porque en el futuro redundan en el beneficio o utilidad para el mayor número de
personas (Jeremy Bentham y John Stuart Mill).
Ética posmoderna. Aquí se presentan autores de las últimas décadas que abordan el
fenómeno moral sin acordar jerarquías en cuanto a las normas o valores. Jean-
François Lyotard considera que el posmodernismo es aclimatarse a pensar sin moldes
ni criterios. Las ideologías se desplomaron en los últimos tiempos, por lo que ha de
darse una pluralidad de puntos de vista sin una autoridad suprema que se imponga.
Intelectualismo moral. Esta es una posición ética que la inicia Sócrates. En esta
concepción la moralidad y las virtudes se basan en el conocimiento del bien. Si este
se llega a conocer realmente, se actuaría siempre de conformidad con lo bueno y la
justicia. Los vicios, en cambio, son efecto de la ignorancia; es decir, las malas acciones
son producto del desconocimiento. Conociéndose a sí mismo es que se puede
alcanzar ese conocimiento de la verdad. Platón escribe las tesis socráticas y a la vez
las amplía. Su ética está en función de la política, pues únicamente en el Estado ideal
se podrían formar más sólidamente las virtudes (prudencia, valentía, moderación y
justicia). Propuso un mundo de las Ideas o Formas, por encima de la realidad
sensorial, de carácter absoluto y eterno, donde el Bien, la Justicia, la Belleza, entre
X
otros, son los modelos de las cosas materiales. Quien pueda adquirir el conocimiento
de ese ámbito suprasensible, siempre obrará con rectitud.
Vitalismo ético. Filosofía que considera que los organismos vivientes están inmersos
en un acontecer natural ininterrumpido, en que opera una fuerza impulsora,
dinámica o vital, por encima de las consideraciones científicas o la razón. Uno de sus
grandes expositores es Friedrich Nietzsche, quien aboga por la aparición del
superhombre, el cual valora lo que circunda la vida terrenal en todas sus expresiones,
ya sean vivenciales, mundanas, irracionales, trágicas o finitas. Hay que abrazar la
existencia en toda su oscuridad, horror y sufrimiento. La filosofía se resume entonces
en un problema de valores. Por tanto, el individuo superior es el que mediante su
voluntad de poder transmuta todos los que existen y funda una moral superior.
Ética axiológica. Esta se centra en lo valores como realidades ideales, esencias que
residen más allá de los objetos físicos y que se perciben con las emociones. Tal
perspectiva ha sido defendida por Max Scheler, quien a su vez agrega que los valores
poseen polaridad (uno es positivo y otro negativo) y se pueden ordenar de modo
jerárquico de lo inferior a lo superior: 1. valores de lo placentero
(agradable/desagradable), 2. vitales (sano/enfermo), 3. espirituales: a) estéticos
XI
(bello/feo), b) jurídicos (justo/injusto), c) intelectuales (verdadero/falso), y d)
religiosos (santo/profano).
Ética existencialista. Corriente que tiene su auge durante la primera mitad del siglo XX
y no suele ser homogénea en sus representantes. En este texto se aborda a Jean Paul
Sartre. Su enfoque consiste en que el acontecer del mundo es fundamentalmente un
absurdo (su mayor expresión son las guerras). El individuo está arrojado a
circunstancias problemáticas y debe enfrentarse a ellas con responsabilidad y
autenticidad según su situación particular. No hay una condición previa que lo
determine, sino que son sus actos los que lo definen. Lo crucial para el ser humano
radica en ejercer la libertad, no echándole la culpa de nuestros actos a los demás y
ejerciendo una vida auténtica.
Existen, también, más concepciones de la filosofía moral que en este texto no van a
ser abordadas, pero siempre tendrán mucho interés y resulta necesario dar una
pincelada sobre ellas.
Otra que debe mencionarse corresponde a la bioética, que además de incluir el área
médica, atiende problemáticas relativas al medio ambiente y un trato correcto hacia
los animales. Pueden darse algunos ejemplos como eutanasia, fertilización in vitro,
clonación, aborto, experimentación animal, ingeniería genética humana, entre otros.
XII
La ética constituye una rama específica de la filosofía. Sin embargo, su extensa
repercusión la enlaza con otras disciplinas, que abarcan la antropología, la economía,
la biología, la historia, la sociología y teología. En este libro se atenderá,
esencialmente, a la relación de la ética con la psicología y la política.
En este texto la ética también se va a enlazar con la filosofía política, la cual atiende a
las relaciones idóneas de las personas con respecto al Estado, el Gobierno, las leyes y
la sociedad. Tanto la ética como la política concuerdan en que son disciplinas
filosóficas prácticas, vinculadas a la sabiduría de la experiencia. No son ciencias
exactas porque existen factores imprevisibles que eventualmente incidirían sobre los
hechos. Aristóteles en sus Éticas no concebía de modo separado a la ética de la
política, pues ambas persiguen el buen vivir y la felicidad humana. No obstante, la
política tiene una ventaja y es que el que tenga poder puede realizar mayores bienes
que si solo poseyera una vida no vinculada con lo público. La política tendrá como
meta formar ciudadanos virtuosos y, sobre todo, que los políticos también posean
virtudes. La política sin ética desencadena corrupción e injusticias. Ambas ramas son
indesligables. La ética le suministra insumos a la política a fin de que en la sociedad
se generen acciones justas, buenas y nobles. Un individuo con un cargo político y
falto de ética acarrea en sus gobernados sufrimientos y privaciones.
XIII
En esta obra se vierten una serie de teorías y propuestas políticas desde los antiguos
griegos. Estos, a su vez, son reformulados por filósofos posteriores. Dicho conjunto
de tendencias políticas que han articulado la historia del pensamiento resulta factible
encuadrarlas del siguiente modo:
Utopismo político. Esta corriente fue fundada por Platón. Concibe un Estado ideal que
describe en el diálogo República. Su plan consistió en establecer un gobierno de
filósofos, instaurando la mejor educación y forjando altas cualidades en sus
integrantes, con igualdad para las mujeres y como una especie de familia estatal.
Tales ideas las reacondicionó Thomas Moro en el Renacimiento con la novela Utopía.
Realiza una narración literaria imaginando una organización social muy por encima
de lo dado en su tiempo. A pesar de que su realización resulta difícil, presenta la
utilidad de despertar la conciencia social y ser críticos ante un contexto de profundas
desigualdades e injusticias.
Socialismo. Desde una visión crítica del entorno aparece una constelación de escritores
y gestores de proyectos comunitarios. Los representantes más sobresalientes del
primer brote socialista son Henri de Saint-Simon y Charles Fourier en Francia; y
Robert Owen en Inglaterra. En sus propuestas plantearon formas de asociación
colectivistas con el propósito de extender los beneficios sociales y denunciar al
capitalismo moderno como un sistema de explotación laboral, heredero de la
esclavitud antigua y el vasallaje medieval. Pero sus detractores los llamaron
“socialistas utópicos”, por sus formulaciones soñadoras y reformistas.
XIV
relaciones que entablan los individuos generan conflictos entre las clases sociales y el
substrato económico condiciona las actividades de cada una de ellas.
También hay que analizar otros replanteamientos del pensamiento marxista, desde
una perspectiva interdisciplinaria, que realizó en el siglo XX la Escuela de Frankfurt
y, en especial, Herbert Marcuse. Este llevó a cabo una denuncia de la
deshumanización provocada por el sistema político del comunismo soviético y del
capitalismo de la civilización industrial avanzada de Occidente. Mantuvo de Hegel y
Marx la dialéctica y una visión utópica en el cual los agentes revolucionarios serán
los sectores no adscritos al sistema productivo.
Otras posiciones políticas que se analizan en este libro son las siguientes:
XV
emplear el arte de la manipulación y el engaño, recordar las audacias del pasado,
poseer buenas armas y ejército propio, suelen ser diversas prescripciones para los
gobernantes eficaces.
En esta tendencia resalta el inglés Thomas Hobbes en sus escritos Sobre el ciudadano y
Leviatán. En ellos presenta un punto de vista absolutista del Estado, en el que este
controla las instituciones judiciales, militares, civiles y eclesiásticas. A partir de un
convenio en el que los ciudadanos le otorgan mucho poder al monarca, él los protege
de su naturaleza destructiva y tomará las medidas atemorizantes para instaurar la
paz y el bienestar material.
En una línea distinta aparece después su compatriota John Locke y su ensayo Segundo
tratado sobre el gobierno civil. Más bien le resta supremacía a la autoridad presidencial
y se la asigna al cuerpo legislativo las principales facultades. En el parlamento se
manifiesta la soberanía popular y se realizan las leyes que deben acatar tanto el jefe
supremo o rey y el pueblo. Los ciudadanos, originalmente, realizaron un contrato con
estos órganos gubernamentales, a fin de que ambos se comprometieran a proteger
sus vidas, libertad y propiedad privada.
XVI
contrato social. Aquí se instituye un Estado regido por la Voluntad General
(búsqueda del bien común) por parte del cuerpo colectivo. La soberanía recae en este
y no debe confundirse con el gobierno, el cual siempre pretenderá abusar de su
puesto.
Los aspectos pedagógicos que se emplean en esta publicación pretenden ser variados,
porque está dirigida a diversos lectores y, sobre todo, para los que estudian a
distancia. No obstante, tal material sirve para todo aquel que quiera dotarse de una
cultura humanística y resulta vital para la formación científica.
Roberto Cañas
XVII
Carta al estudiante
Estimado estudiante:
XVIII
manera más amplia los desafíos y problemáticas axiológicas y políticas
contemporáneas.
Lo anterior constituye una fortaleza que estamos seguros de que será bien
aprovechada en el abordaje que se haga de los materiales didácticos que usted
encontrará más adelante.
El texto que usted se dispone a analizar está compuesto de dos grandes secciones.
Cada una de ellas, a su vez, se divide en una serie de capítulos, con un conjunto de
elementos que buscan brindar apoyo, de distinta naturaleza, en la aventura que
significa incursionar en el modelo de estudio a distancia.
Entre los insumos que usted encontrará a lo largo del texto destacan los objetivos de
aprendizaje, actividades, conceptos claves, enlaces web, preguntas generadoras,
herramientas de mediación y ejercicios de autoevaluación, entre otros, diseñados con
la idea de que usted se familiarice con la atmósfera que le brindará la formación
académica por parte de la UNED, tanto dentro del Programa de Humanidades como
en la formación profesional que usted ha elegido para especializarse.
XIX
La primera parte de esta obra se dedica al estudio de los inicios de la filosofía, en una
época donde el mito constituía un elemento esencial como factor explicativo de la
realidad. Ligado a ello, se analizan las primeras críticas hacia el mito, la ruptura entre
este y el “lógos” y la trascendencia que tales cuestiones tenían para el pensamiento
en la Grecia antigua. Se presenta aquí un interés por determinar las causas del
filosofar, así como una revisión de las figuras que representaron a la denominada
filosofía presofística.
Es nuestro interés que esta obra del destacado autor costarricense Roberto Cañas
Quirós le acerque de forma clara y precisa, aunque compleja, (no está de más decirlo),
a este recorrido histórico de la ética y la política, que nace con la antigua Grecia y se
adentra hasta el pensamiento contemporáneo. Estamos seguros que su estudio
brindará una serie de insumos que permitirán una mejor comprensión del
pensamiento humano y de las rupturas y continuidades que ha experimentado a lo
largo del tiempo, hasta nuestras sociedades actuales.
XX
Iconos utilizados en esta unidad didáctica
Objetivos
Ejercicios de autoevalución
Actividad virtual
¡Atención!
Relevantes
XXI
¿Sabe qué es Promade? ¿Quiere colaborar en la
mejora de este material didáctico?
El libro que está en sus manos fue especialmente diseñado para usted. Un equipo
multidisciplinario de profesionales veló por su calidad académica, gracias a un
riguroso proceso de revisiones y una mediación didáctica apropiada, de acuerdo con
las necesidades propias de una persona que estudia en el sistema de educación a
distancia.
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XXII
Indice
XXIII
Capítulo IV ...........................................................................................................
Ética y filosofía política en Aristóteles.................................................................
I. VIDA Y OBRAS ..............................................................................................
II. LA ÉTICA COMO FLORECIMIENTO DEL CARÁCTER Y DEL INTELECTO ..............
A. El propósito práctico de la ética......................................................................
B. La “felicidad” como el fin de la vida humana ..................................................
C. Las virtudes éticas ...........................................................................................
D. Las virtudes intelectuales ...............................................................................
Capítulo V ............................................................................................................
Las concepciones de la ética durante el período Helenístico .............................
I. HEDONISMO ...............................................................................................
II. EPICUREÍSMO ..............................................................................................
III. CINISMO ..................................................................................................
IV. ESTOICISMO ............................................................................................
Segunda Parte .....................................................................................................
Del Renacimiento a la Ilustración ........................................................................
Capítulo VI ...........................................................................................................
Maquiavelo y el realismo político .......................................................................
I. VIDA Y OBRAS REPRESENTATIVAS ...............................................................
II. HUMANISMO CÍVICO-HISTORICISTA ...........................................................
III. LA REALIDAD DE LO HUMANO ANTE EL PODER ......................................
IV. LA VIRTUD Y LA FORTUNA .......................................................................
Capítulo VII ..........................................................................................................
Pensamiento político utópico .............................................................................
I. CONCEPTO DE UTOPÍA ................................................................................
II. LA UTOPÍA COMO “HUMANISMO CRISTIANO” EN TOMAS MORO .............
III. EL SOCIALISMO UTÓPICO........................................................................
IV. CRÍTICA CONTRA LAS UTOPÍAS ...............................................................
V. REIVINDICACIÓN DE LOS IDEALES DE LAS UTOPÍAS ....................................
XXIV
Capítulo VIII .........................................................................................................
Pensamiento político liberal inglés: ....................................................................
Hobbes y Locke ...................................................................................................
I. Thomas Hobbes ..........................................................................................
II. LOCKE Y LA TEORÍA DEL ESTADO LIBERAL ...............................................
A. El estado de naturaleza ...............................................................................
B. El “contrato” que origina el gobierno civil ..................................................
C. La distinción entre los poderes ...................................................................
D. Derecho de insurrección .............................................................................
Capítulo IX ...........................................................................................................
El pensamiento político de ..................................................................................
Montesquieu, Rousseau y Kant ...........................................................................
I. MONTESQUIEU. EL EQUILIBRIO DE LOS TRES PODERES .............................
II. ROUSSEAU. SOCIEDAD CORRUPTA Y SOLUCIONES POLÍTICAS....................
A. Crítica contra la civilización .........................................................................
B. El contrato social y la Voluntad General ....................................................
C. La soberanía ................................................................................................
D. La ley y el legislador ....................................................................................
E. El gobierno como sospechoso de atentar siempre
contra la soberanía .............................................................................................
III. KANT. LA ÉTICA DEL DEBER ABSOLUTO ..................................................
A. La ley moral del imperativo categórico .......................................................
B. La formulación del imperativo categórico ..................................................
C. Elevación de lo moral ..................................................................................
D. ¿Es ético mentir por amor a la humanidad? ...............................................
Tercera Parte ......................................................................................................
Siglo XIX ...............................................................................................................
Capítulo X ............................................................................................................
La filosofía política de Marx ................................................................................
I. CRÍTICA DE MARX A HEGEL .........................................................................
XXV
II. MATERIALISMO HISTÓRICO ........................................................................
III. LUCHA DE CLASES SOCIALES ...................................................................
IV. ADVENIMIENTO DEL COMUNISMO.........................................................
Capítulo XI ...........................................................................................................
La filosofía del superhombre de Nietzsche .........................................................
I. LA MUERTE DE DIOS Y EL SUPERHOMBRE ..................................................
II. LA TRANSMUTACIÓN DE TODOS LOS VALORES ..........................................
Cuarta Parte ........................................................................................................
Capítulo XII ..........................................................................................................
Sigmund Freud: el problema de la moral ............................................................
I. EL INCONSCIENTE Y SU EMERSIÓN EN LOS SUEÑOS...................................
II. LA LÍBIDO.....................................................................................................
III. “ELLO”-“YO”-“SUPERYÓ”.........................................................................
IV. GÉNESIS DE LA CONCIENCIA MORAL ......................................................
V. EL MALESTAR EN LA CULTURA ....................................................................
Capítulo XIII .........................................................................................................
La ética de los valores de Max Scheler ................................................................
I. CRÍTICA CONTRA LA MORAL KANTIANA......................................................
II. LOS VALORES Y SUS CARACTERÍSTICAS FUNDAMENTALES .........................
III. LA SIMPATÍA Y EL AMOR .........................................................................
Capítulo XIV .........................................................................................................
El existencialismo ................................................................................................
I. CARACTERÍSTICAS COMUNES .....................................................................
II. JEAN-PAUL SARTRE: EL COMPROMISO CON LA LIBERTAD ..........................
Capítulo XV ..........................................................................................................
La Escuela de Frankfurt .......................................................................................
I. DESARROLLO Y PROPÓSITOS DE LA ESCUELA DE FRANKFURT ....................
II. MARCUSE. CRÍTICA A LA CIVILIZACIÓN INDUSTRIAL AVANZADA
Y ALTERNATIVA DE CAMBIO................................................................................
Capítulo XVI .........................................................................................................
Filosofía y posmodernidad ..................................................................................
I. FUNDAMENTOS DEL PENSAMIENTO POSMODERNO.......................................
XXVI
A. Entorno político y cultural de la posmodernidad............................................
B. Características comunes de la posmodernidad ..............................................
III. LYOTARD. FUNDADOR DEL PENSAMIENTO POSMODERNO ....................
Referencias .........................................................................................................
XXVII
Índice de figuras
Capítulo I
Capítulo II
Figura 2.1. Protágoras y el relativismo………………………………………….
Capítulo III
Figura 3.1. El Estado justo y su manifestación en el alma……………………
Capítulo IV
Figura 4.1. La ética: las virtudes del carácter y de la inteligencia……………
XXVIII
Figura 5.5. Zenón y el estoicismo……………………………………………….
Capítulo VI
Figura 6.1. El humanismo cívico y la historia son vitales
para la política…..
Figura 6.2. Una perspectiva realista de lo humano y la política…………….
Capítulo VIII
Figura 8.1. Hobbes. Estado de naturaleza y rapacidad humana…………….
XXIX
Figura 9.4. Rosseau. Pretensiones para la ley y el legislador…………………
Capítulo XI
Capítulo XII
Capítulo XIII
XXX
Figura 13.2. Tabla axiológica para explicar a Scheler ………………………..
Capítulo XIV
Capítulo XVI
XXXI
Indice de cuadros
Capítulo I
Capítulo II
XXXII
Primera Parte
Grecia Antigua
2
Capítulo I
El origen de la filosofía
3
Objetivos de aprendizaje
Objetivo general
Objetivos específicos
4
Sumario
Conceptos clave
• Filosofía
• Mito
• Principio/Arché
• Lógos
• Cosmogonía
• Antropogonía
• Politeísmo
• Naturaleza/Phýsis
• Antropoformismo
5
En el siguiente apartado se encontrará cuáles fueron los comienzos de la Filosofía a
partir de Tales, Anaximandro y Anaxímenes. Se conocerán sus soluciones para
dilucidar el problema: ¿de qué está hecho el cosmos?
También veremos los diversos aspectos que caraterizan el mito como el modo más
ancestral de interpretación del mundo. Se notará que estos relatos manifiestan rasgos
comunes en todos los pueblos. Los filósofos son los primeros en formularles críticas
a las narraciones religiosas afincadas en las creencias y en su lugar emplean el
razonamiento (lógos) como instrumento de interpretación.
En este sentido, se apreciará una lista de los iniciales pensadores griegos, que se
ubican en diversas ciudades-Estado y que representan escuelas que difunden
corrientes filosóficas. Cada una planteó uno o varios “principios” (que después se
llamarán causas, elementos, substancias), para explicar la composición (de qué está
hecho) el universo. En Jonia están los que postulan una sola substancia como Tales,
Anaximandro, Anaxímenes y Heráclito; en el sur de Italia se localiza a los
matemáticos Pitágoras y los pitagóricos; en Elea los metafísicos Parménides, Zenón
y Meliso; y los filósofos que proponen múliples principios en los casos de
Anaxágoras, Empédocles, Leucipo y Demócrito.
“Hermoso y divino, ten por seguro, es el impulso que te lleva a razonar” (Platón,
Parménides 135d).
“Todos los hombres desean por naturaleza saber”. (Aristóteles, Metafísica 980a).
6
I. LOS COMIENZOS DE LA FILOSOFÍA
Los términos “filosofía” y “filósofo” se anuncian, por primera vez, con Pitágoras de
Samos (580–500 a. E. C.). Provienen de las palabras phílos, amado, querido, amante;
y sophía, sabiduría, ciencia, habildad, agudeza. La filosofía se identifica con un modo
de vida teórico, consagrado a alcanzar el conocimiento y reflexionando sobre las
maravillas del universo.
Hay una referencia que describe la conversación que sostuvieron Pitágoras y León,
gobernante de Fliunte, en el sur de Italia. En esta interlocución se distinguen tres
propósitos fundamentales de la existencia humana:
7
Tales, el introductor de la filosofía, dijo que el “Agua” constituía ese principio,
posiblemente porque observó que el alimento de todos los organismos permanece
húmedo; Anaxímenes que es el “Aire” por ser el principio de vida por medio de la
respiración; y Anaximandro lo “Infinito”, al estimar en ese concepto rasgos de la
divinidad. Ellos presumieron que el mundo aflora a partir de una unidad originaria
y esa sustancia única continúa siendo la base permanente de todos los seres. Los
cambios y sus diversas manifestaciones se deben a esa materia primaria y no a
agentes personales-divinos que operan alrededor de modo caprichoso.
La palabra griega “mito” (mỹtos) cuenta con diversos significados: palabra, discurso,
relato, noticia, conversación, reflexión, proyecto, rumor, invención y cuento. Para las
diversas culturas sus narraciones representan revelaciones divinas y, por tanto,
significan historias verdaderas y sagradas.
No hay hecho alguno que escape de ser irradiado por los mitos: la génesis del
universo (mitos cosmogónicos), el origen del ser humano (mitos antropogónicos), las
raíces de las cosas (mitos etiológicos), de su destino futuro (mitos escatológicos o de
renovación) y sobre todas las actividades significativas como el trabajo, la
alimentación, el arte y la moral.
8
Los poetas griegos antiguos fueron quienes difundieron los mitos y las creencias
religiosas, por lo que se los laureó como los más grandes educadores. De estos el que
recibió mayúscula aclamación fue Homero (siglo VIII a. E. C.), el probable autor de
la Ilíada y la Odisea. Considerado el mayor formador de Grecia desde los ámbitos
religioso, moral y literario. Son narraciones llenas de imaginaciones cautivadoras,
con protagonistas que sobresalen como héroes y que versan sobre guerras y
aventuras de viajes. Su obra ejerce mucha inflencia sobre toda la cultura griega.
Podría considerarse que en estas composiciones poéticas se halla en germen algunas
características que aparecerán después en la filosofía. Su genealogía de los dioses
sugiere principios cosmológicos y las acciones de sus personajes manifiestan un
sentido de la excelencia (ética). Empero, estos mitos homéricos no se apartan de las
creencias para explicar el porqué de las cosas, como las arbitrariedades de los dioses
o la contundencia del Destino (una especie de ley eterna que se impone
absolutamente a todos).
Otro poeta celebrado fue Hesíodo, quien compuso la obra titulada Teogonía, que versa
sobre la descendencia de los dioses. Su narración cosmogónica la plasma como fruto
de la revelación:
“En primer lugar existió, realmente, el Caos. Luego Gea, de ancho pecho, morada
siempre perenne y segura de todos los inmortales que habitan las cumbres del
nevado Olimpo; el tenebroso Tártaro, en lo más profundo de la esoaciosa tierra; y
Eros, el más bello entre los dioses inmortales, que libra de preocupaciones a todas las
deidades y a todos los hombres su inteligencia y prudente decisión somete” (Teogonía
116).
Los mitos, sin embargo, se toparon con objeciones. El primer autor en criticarlos fue
el poeta y filósofo Jenófanes (570-480 a. E. C.). Lanza su ataque contra las narraciones
antropomórficas (dioses con formas y características humanas):
“Los hombres suponen que los dioses nacen, y tienen vestidos y voz y forma como
ellos” (fr. 14 DK).
“Los etíopes imaginan a sus dioses negros y con nariz chata. Los tracios, con ojos
azules y pelirrojos” (fr. 16 DK).
9
“Pero si los bueyes, los caballos y los leones tuvieran manos, y pudiesen pintar y
representar obras como los hombres, los caballos pintarían a los dioses con forma de
caballo y los leones como leones, haciendo que los cuerpos de los dioses se pareciesen
a sus formas propias” (fr. 15 DK).
1. Los jónicos. Abogan por una sola substancia. Tales plantea como elemento el
Agua; Anaximandro lo Infinito; Anaxímenes el Aire; y Heráclito el Fuego.
3. Los eleáticos. Zenón, Parménides y Meliso, quienes subrayan la vía verdadera del
Ser único, eterno e inmóvil, siendo las cosas corpóreas simples apariencias. Niegan
el movimiento de las cosas, la credibilidad de los sentidos y la multiplicidad de los
seres (la vía falsa de la opinión).
10
Escuelas pluralistas. Filosofías que sustentan una diversidad de elementos
Cuadro 1.1.
Principales filósofos de los siglos VI y V a. E. C.
Los primeros filósofos griegos disfrutaron del “ocio reflexivo”. Privilegio obtenido
gracias a la esclavitud, institución que permitía a los ciudadanos recrearse de tiempo
libre para sí mismos.
El asombro es una causa psicológica del filosofar, una disposición mental de los
primeros autores de los siglos VI y V a. E. C. Ellos indagaron acerca del problema de
la “naturaleza”, la “física” o la “realidad” (phýsis). Abarcan, en este sentido, el
“período naturalista”, donde el estudio preferente versa sobre el universo; gira en
torno a los principios que lo integran (cosmología) y su ordenación (cosmogonía). Sus
exponentes se llaman physiólogos, al estudiar la condición primaria de los seres.
12
13
Resumen
• La etimología de “filosofía”: phílos, amado; y sophía, sabiduría. Pitágoras acuña los
términos “filosofía” y “filósofo”, sugiriendo un tipo de vida contemplativa o teórica,
distinta de los que pretenden obtener fama y dinero.
• Para la sociedad en que los mitos están insertos se trata de historias que se asumen
de manera verdadera y sagrada.
• Los mitos tienen como protagonistas a los dioses, semidioses y héroes, quienes
protagonizaron los acontecimientos que explican los orígenes del universo
(cosmogónico), de cómo nacieron los dioses (teogónico), de cómo fueron creadas las
cosas (etiológico), del origen del ser humano (antropogónico), de sus actividades
significativas (moral) y de su destino último (escatológico).
• Homero y Hesíodo (siglos VIII a. E. C.) son los principales poetas educadores y
difusores de los mitos griegos. En ellos aparecen aspectos germinales que después
brotarán en la filosofía (cosmología y éica).
• Los mitos fueron criticados por primera vez por el poeta y filósofo Jenófanes, quien
atacó su antropomorfismo (características humanas en las divinidades).
• La filosofía da un salto del mito hacia el lógos. Significa que emplea la razón, la
lógica y el pensamiento conceptual, como modo de interpretar el mundo, dejando
atrás a las creencias, fe e imaginación emotiva.
Monismo filosófico:
14
• La Escuela de Elea (Parménides, Zenón y Meliso) postula el Ser único, eterno e
inmóvil como principio y las percepciones sensoriales como apariencias.
15
Pluralismo filosófico:
• Empédocles establece cuatro raíces o elementos (Tierra, Agua, Aire y Fuego) unidos
por el Amor y separados por la Discordia.
2) Ocio activo (espacio creativo para filosofar más allá de la utilidad económica).
16
Ejercicio de autoevaluación
Comentario de texto
2. ¿Por qué la filosofía antigua surge por encima de las necesidades económicas?
3. En este capítulo se ha afirmado que los mitos cumplen, entre sus funciones,
explicar, por medio de dioses y divinidades, el origen del universo y las cosas.
Lea el siguiente pasaje que narra una leyenda mexicana sobre el origen del Sol y la
Luna.
17
consejo. Resolvieron que habría un torneo: uno de ellos se sacrificaría por
el bien común, arrojándose a las llamas para convertirse en la luz que
iluminaría el mundo, ante la promesa de gloria inmensa. Por un lado
asume el mortal reto el vanidoso Tekuksistekatl, quien tres veces corre
hacia la hoguera, solo para descubrir que le abandona el valor en el último
salto. Al no consumarse ningún sacrificio, la destrucción del cosmos
parecería inminente.
Compare esta narración con el siguiente pasaje de las explicaciones griegas sobre el
origen de los astros y los eclipses:
Los astros se generan como un círculo de fuego, separándose del fuego del
mundo, circundado cada uno por aire. Hay orificios, conductos en forma de
flautas, a través de los cuales se muestran los astros, por lo cual, cuando los
orificios son obstruidos, se producen los eclipses (12 A 11) HIPÓL., I 6, 4-5.
18
Respuestas del ejercicio 1.
1. Aunque el mito envuelve mayor antigüedad y se fundamenta en la fe o creencia,
la filosofía se separa de este por medio de la razón (lógos). Sin embargo, sigue
existiendo un vínculo entre ambos saberes. Así lo interpreta Aristóteles, para quien
la admiración resulta ese puente común entre el mito y la filosofía. El que ama los
mitos de cierta manera también ama la sabiduría pues en ambas actividades se
comparte una predilección hacia lo pasmoso y cautivante de las cosas. En el mito hay
un deslumbramiento por las narraciones que versan sobre lo sobrenatural; y en la
filosofía ese arrobamiento se da al contemplar la naturaleza o el cielo estrellado. Por
eso, Aristóteles asocia los términos “filómito” (amante de los mitos) y “filósofo”
(amante de la sabiduría), que encierran ambos un gusto por lo asombroso.
2. De acuerdo también con Aristóteles, los primeros filósofos buscaron un “saber por
saber” para abandonar la ignorancia e indagar respuestas frente a los fenómenos del
cosmos. No pretendieron alcanzar una ganancia económica. La complacencia por el
conocimiento está por encima de la adquisición de dividendos materiales. Incluso el
saber filosófico refleja una libertad que no tienen otros saberes utilitarios, que
dependen de una remuneración. Los primeros pensadores realizaron su actividad
porque ya habían resuelto casi todas las cosas necesarias para la vida, incluso para
una vida cómoda; filosofando entonces no en vistas a una recompensa, sino con un
fin en sí misma, basados en una satisfacción puramente intelectual.
19
Glosario
cosmogonía. Del griego kósmos, orden del mundo; y de goné, acción de engendrar.
Explicación sobre la génesis, ordenación o formación del universo. Las cosmogonías
pueden ser de tipo religioso, filosófico o científico.
mito. Del griego mŷthos, palabra; discurso; razón; dicho; relato; mensaje;
conversación; pensamiento; comunicación; designio; consejo; historia imaginada;
rumor; fábula. El mito consiste en una narración transmitida desde época inmemorial
y que se cree verdadera y sagrada. Forma parte fundamental de todas las religiones
y sus relatos se reactualizan mediante ritos que recuperan los tiempos originarios
(como los mitos de la creación del mundo, de los dioses, de los héroes, los santos, los
salvadores, etcétera). Los fenómenos de la naturaleza, la creación humana, su
comportamiento y su destino futuro son explicados por el mito, apelando a entidades
sobrenaturales. El pensamiento mítico, afincado en la fe, el misterio, la magia, el
sentimiento, lo irracional, lo supersticioso, fue por primera vez quebrantado por la
filosofía griega antigua con Jenófanes (570-480 a. E. C.).
20
politeísmo. Término que viene del griego polýs, “mucho”; y theós, “dios”. Se trata de
un sistema religioso compuesto por diversas divinidades. Estas suelen tener
jerarquía, inmortalidad, características propias; se les invoca de manera separada y
son la causa de todos los acontecimientos naturales y psicológicos. Ejemplos de las
religiones politeístas son el hinduismo, y las antiguas religiones egipcia, griega,
romana y nórdica.
21
22
Capítulo II
23
Objetivos de aprendizaje
Objetivo general
Caracterizar cuáles fueron las condiciones culturales y políticas que favorecieron el
movimiento sofístico.
Objetivos específicos
1. Explicar el significado para Protágoras del relativismo ético y político.
2. Comprender por qué según Gorgias la retórica ejerce una supremacía sobre
cualquier disciplina.
24
Sumario
Conceptos clave
• Excelencia/virtud (areté)
• Sofista
• Ética
• Moral
• Relativismo
• Naturaleza (phýsis)
• Retórica
• Paradoja
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Este capítulo trata sobre la revolución en el filosofar griego antiguo, al cambiar su
soporte: ya no se caracteriza por ofrecer modelos explicativos de la realidad, sino que
se esfuerza por indagar las problemáticas humanas. Quienes dan ese giro son los
sofistas. Aquí se abordarán los grandes maestros que aportaron ideas significativas
en el campo antropológico. En esta dirección, encontraremos a los siguientes autores
más importantes del movimiento: Protágoras y su promoción del relativismo ético y
político; Gorgias que exalta el poderío de la retórica; Pródico que de manera literaria
exhorta a la virtud y fundamenta su ateísmo; Alcidamante el crítico de la esclavitud;
Trasímaco el realista político; y Sócrates que dialoga para reconocer la mutua
ignorancia y hacer que otros fecunden la verdad. En este grupo de exponentes, se
verá una gran riqueza de propuestas éticas y políticas, que dieron origen a una nueva
fase humanista de la filosofía.
“Los que son de padres nobles los respetamos y honramos; en cambio, a los que
descienden de una casa humilde ni los respetamos ni los honramos. En tal aspecto,
nos comportamos como bárbaros los unos con los otros, puesto que por nacimiento
somos todos naturalmente iguales en todo, tanto griegos como bárbaros. Y es posible
observar que las necesidades naturales son igualmente necesarias a todos los
hombres. Ninguno de nosotros ha sido distinguido, desde el comienzo, como griego
ni como bárbaro. Pues todos respiramos el aire por la boca y por las narices y
comemos todos con las manos” (Antifonte, fr. 2 DK).
“¿No te avergüenza andar preocupado por el dinero y por conseguir lo más que
puedas, y por el honor y la fama, descuidando y abandonando la sabiduría y la
verdad y tu alma, y la manera de hacerla lo mejor posible?” (Platón, Apología de
Sócrates 29d-e).
26
I. EL MOVIMIENTO SOFISTA: EL GIRO DE LA FILOSOFÍA DESDE EL
COSMOS HASTA EL SER HUMANO
Este vocablo viene del griego sophistés, que deriva de los términos “sabio” (sophós) y
“sabiduría” (sophía). Equivale a un talento práctico, una prudencia en el arte de
gobernar, dar consejos morales mediante frases cortas que encierran sabiduría
(aforismos) o en actuar con sensatez. Un “sabio” como “experto en el saber” y un
“sofista” son palabras equivalentes. Igualmente, significa poeta, maestro en
elocuencia, educador, retórico y filósofo.
Los sofistas emergen con otros intereses, los cuales enfocan el hombre y su ciudad.
Los nuevos temas conciernen a la vida de las personas en sociedad: la ética, la política,
la cultura, la educación, el arte, la lengua, la poesía y la religión.
2) Con la sofística se registra el alba de la ética o filosofía moral. Abordan temas como
la justicia, la virtud, la belleza, la igualdad política, social y racial, entre otros. Los
sofistas inician la ética a partir de una actitud escéptica, que objeta los dogmas.
27
objetivo de culminar siendo un líder dentro de la comunidad. La herramienta más
eficaz para triunfar, que los sofistas enseñaron, fue la retórica (el arte de persuadir
con el discurso).
Algunos sofistas tienen tesis novedosas para su tiempo. Por ejemplo, Protágoras,
Pródico y Critias impugnan la veracidad de la religión; Antifonte e Hipias
promueven la igualdad social y racial; y Alcidamante cuestiona la esclavitud.
Los sofistas influencian con sus puntos de vista a destacados personajes de la política
ateniense: Pericles y su compañera Aspasia, el dramaturgo Eurípides y el historiador
Tucídides. Por el contrario, la sofística fue criticada por Aristófanes, Platón y
Aristóteles.
¡Atención!
“El hombre como medida de todas las cosas” de Protágoras, indica que, a nivel moral
y político, cada cual puede apreciar las cosas como le plazca. Sin embargo, no todos
los juicios tienen el mismo valor, pues habrá cosas más eficaces que otras. No hay
nada “bueno” o “malo” siempre, ya que los valores morales y las acciones políticas,
se subordinan a las circunstancias y se eligen en función de que procuren las mejores
consecuencias para uno mismo y los demás.
28
De los libros perdidos de Protágoras se pueden mencionar los Discursos demoledores,
Antilogías o Argumentos contrarios, Sobre la verdad, Sobre los dioses (manifiesta la
imposibilidad de conocer algo acerca de los dioses) y De la organización primitiva
(expone el tema del progreso humano por medio de la educación).
La filosofía del sofista se basa en la relatividad de los valores éticos y políticos. Así se
estipula en su frase:
“El hombre es la medida de todas las cosas, de las que son en aquello que son, y de
las que no son en aquello que no son”. Protágoras, Sobre la verdad (fr. 1 DK).
Con este enunciado arranca el humanismo occidental, en donde cada cual construye
sus propias normas y no el Estado y la religión. En efecto, las cosas son o no son según
la “media” o criterio de cada cual: para unos una misma cosa se valúa “buena” y,
para otros, “mala”. El “hombre como medida” indica que el individuo particular es
el único con el juicio necesario para determinar cómo son las cosas, pues no hay que
partir de reglas absolutas y respetar las visiones contrarias.
Por “cosas” se entiende todo lo que arroje utilidad o beneficio para las personas, como
los negocios, la política, la educación de los hijos, etcétera. Así se enmarcan también
los valores morales: lo “bueno” depende de las circunstancias particulares. Cada cual
cuenta con su verdad y la que se suele consolidar se asienta en la que ha hecho un
uso persuasivo del discurso.
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30
III. GORGIAS. EL PODER DE LA RETÓRICA
Nace en Leontinos, Sicilia, alrededor del año 490 a. E. C. y llega a vivir más de cien
años. Es alumno de Empédocles, de quien recibe las bases del arte de la retórica.
Para Gorgias la atracción que ejercen las palabras supera el uso de la fuerza o la
coacción legal. Ante ese empuje irresistible que ejerce la retórica, todas las disciplinas
se convierten en sus siervas:
“El arte de la persuasión supera con mucho todas las otras artes y es con gran
diferencia el mejor, porque hace de todas las demás sus esclavas, mediante sumisión
voluntaria, no por violencia” (Platón, Filebo 58ª).
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“Las palabras producen aflicción o alegría, miedo o confianza, otras predisponen a la
audacia a aquellos que las oyen, y otras, por una cierta persuasión nefasta, pueden
drogar y hechizar la mente” (Gorgias, Defensa de Helena 9).
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33
IV. PRÓDICO. EL PRIMER ATEÍSMO FILOSÓFICO
Su propuesta se fundamenta en que los creyentes han mezclado las cosas “útiles” de
la vida con la divinidad o han supuesto que estas las han creado. En los comienzos
sucedió que los astros, ríos, fuentes, y otros, algunas sociedades ancestrales los
reverenciaron. Por otra parte, los griegos cuando cosechan cereales se lo agradecen a
Deméter, cuando beben vino exaltan a Dionisio, cuando disfrutan del agua le rinden
pleitesía a Poseidón, etcétera; ante cada cosa útil se cree que hay una divinidad que
la obsequia. Elaboraron, entonces, muchos dioses (politeísmo) imaginando que son
la causa de esos beneficios. La religión tiene como origen el sentimiento de gratitud.
El culto a las divinidades acontece por costumbres y no por naturaleza.
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V. TRASÍMACO. REALISMO POLÍTICO
“La justicia no es sino el interés del más fuerte” (Platón, República o de la justicia 338c).
Ese enunciado alega que, en los Estados, quienes ejercen el mando elaboran las leyes
a favor de su propia conveniencia y, al promulgarlas, declaran que solo existe justicia
para los súbditos que las obedecen, aunque, en realidad, tan solo se desprenden
beneficios para los gobernantes. Además, la injusticia consiste en la infracción de esas
leyes: se castiga a todo el que se aparte de ellas como a malhechores.
La justicia se constata del mismo modo en todos los regímenes políticos: lo que
conviene a la autoridad establecida, lo que beneficia al más fuerte. Los gobernantes,
como los pastores de ovejas, buscan aparentemente el bienestar de sus rebaños al
mantenerlas sanas y gordas; pero, en última instancia, no se trata del provecho de las
ovejas, sino el de sus dueños, al trasquilarlas y matarlas.
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El siguiente esquema resume los aspectos relevantes que Trasímaco establece en su
descripción política realista:
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VI. ALCIDAMANTE. LA REPROBACIÓN HACIA LA ESCLAVITUD
Alcidamante posee como origen de nacimiento a la ciudad eolia de Elea y se ubica en
el siglo IV a. E. C. Recibe enseñanza de Gorgias y se especializa en realizar discursos
improvisados. Escribió Sobre los que componen discursos escritos o Sobre los Sofistas, en
que censura a los que componen textos descuidando la investigación y la cultura.
1. “Algún dios ha hecho a todos los hombres libres; la naturaleza no ha hecho a nadie
esclavo” (Aristóteles, Retórica 1373b).
2. “Aunque un hombre sea esclavo, tiene la misma carne; nadie fue nunca esclavo por
naturaleza, aunque el azar esclavice el cuerpo” (Filemón, fr. 95).
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VII. SÓCRATES. FILOSOFÍA MORAL
Sócrates dice recibir una advertencia divina, una señal acostumbrada que le dice “no”
cuando va a realizar algo indebido. Una voz interna disuasiva, proveniente de una
especie de semidiós o hijo de dioses (daímon). Este lo desanima de participar
activamente en política. Afirma, incluso, que “un verdadero defensor de la justicia
debe evitar la política, o de otra forma no durará mucho”. Desde su óptica, el hombre
de Estado que cuenta con poder, fama y honores, no es nada en comparación con
quien cuida su alma.
Hacia los setenta años a Sócrates se lo acusa y sentencia a muerte por los cargos de
impiedad y malear a la juventud mediante doctrinas contrarias a la religión y al
Estado. El destierro como pena parece la mejor opción durante el juicio, pero decide
no temer a la muerte y enfrentarla. Durante su estancia en la cárcel, rehúsa el
ofrecimiento de sus amigos para fugarse, para no quebrantar su deber ante las leyes
de su ciudad. Al final, bebe el veneno extraído de la planta cicuta en el año 399.
No hay ningún libro que pueda ser atribuido a Sócrates porque este cree que el acto
de escribir no suscita transformaciones en el alma y está por debajo del diálogo. Su
pensamiento pasa a ser reconstruido por creaciones de críticos y admiradores.
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Jenofonte, el militar y cronista, escribe Económico, Apología, Banquete y Recuerdos de
Sócrates, donde retrata a su maestro Sócrates como un hombre de grandes virtudes y
que hacía mejores a los que estaban con él.
Nadie idealiza más a Sócrates que Platón. Lo incorpora como personaje central en sus
diálogos y se suelen confundir las diferencias exactas entre ambos.
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44
Resumen
Sofística
1) El eje de la reflexión filosófica griega gira por completo. Los tópicos que enseñan
son humanísticos y antropológicos. Los temas que dan énfasis son la ética, la política,
la cultura y la educación, el arte, la poesía, la lengua y los mitos.
2) Con los sofistas se registra el alba de la ética o filosofía moral. Abordan cuestiones
como la justicia, la virtud, la belleza, la igualdad política, social y racial, entre otros.
Protágoras
• Los individuos poseen el criterio para valorar lo bueno y lo malo, lo útil; y nocivo,
y no se deben dejar arrastrar por las costumbres que imponen un único punto de
vista.
Gorgias
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• Las palabras tienen un influjo mágico dispensando una “conducción de la mente”
(psicagogía).
Pródico
Trasímaco
• Sostiene que “la justicia es el interés del más fuerte”. Cada Estado establece sus
leyes (la justicia) en beneficio de los gobernantes (los más fuertes), quienes abusan de
su autoridad y someten a los individuos haciéndolos creer que su obediencia es la
justicia.
Alcidamante
Sócrates
• Usa como método la “mayéutica” (obstetricia mental), con preguntas que ayudan
a dar a luz ideas o conceptos universales y absolutos.
46
• Pretende definir qué es cada concepto o virtud (justicia, sensatez, valentía).
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Ejercicios de autoevaluación
Comentario de texto
La mayéutica
“Lo que tienes son dolores de parto querido Teeteto, puesto que no eres estéril; estás
preñado. —No lo sé, Sócrates; digo lo que me pasa. —¿No has oído decir, pobre
inocente, que yo soy hijo de una muy hábil y renombrada comadrona, de Fenareta?
—Sí he oído esto. —¿Quizás hayas oído también que yo practico el mismo arte? —
Eso no. —No vayas a denunciarme, pero así es en verdad, y que no tengo rival en
esto de cortar el cordón umbilical. Reflexiona en lo del oficio de las parteras, y
comprenderás mejor lo que quiero decir. Sabes, en efecto, que ninguna mujer
mientras se encuentra en edad de concebir ejerce como partera, sino solo cuando vive
ya el tiempo de la infertilidad [...] —Ahora bien, mi arte de partero se asemeja en todo
al de ellas, y solo difiere en que se aplica a los varones y no a las mujeres, y que
atiende no a sus cuerpos, sino a sus almas en el momento de su alumbramiento. Y el
privilegio principal de mi arte es la posibilidad de verificar si el pensamiento del
joven alumbra una mentira, un malparto, o bien algo auténtico o fructífero. También
aquí me ocurre precisamente como a las parteras. Y la causa es que un dios me
impone el deber de ayudar a parir a los otros, pero a mí me ha negado el poder de
engendrar. No soy sabio en absoluto, y no tengo ningún descubrimiento que mi alma
haya dado a luz. En cuanto a los que buscan mi compañía, hay algunos que a primera
vista dan la impresión de ser unos ignorantes; pero todos, a medida que progresa
nuestra convivencia, y con tal que la divinidad les ayude, causa admiración ver cómo
adelantan. Y una cosa hay clara: que de mí nunca han aprendido nada, sino que por
sí mismos, en su propio interior, han encontrado y alumbrado muchas y bellas cosas”
(Platón, Teeteto 148e y ss).
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Respuestas
1. ¿Cómo se compara el oficio de la partera con la técnica intelectual que Sócrates
ejerce?
Respuesta
La retórica es la técnica de la persuasión con el discurso. Para Gorgias las palabras
poseen una magia capaz de conducir y hechizar la mente (psicagogía) sobre una
persona o un grupo. La retórica constituye la disciplina más poderosa puede acabar
con el miedo, desterrar la aflicción, producir la alegría o intensificar la compasión.
Además, el arte del bien hablar induce a la audacia, convence a los jueces de los
Tribunales o al pueblo reunido en actividades políticas. El influjo de la elocuencia
sobre el oyente es similar al que provoca una droga.
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Glosario
areté. Virtud, excelencia, éxito, pericia, mérito, nobleza, honor, capacidad para
realizar óptimamente una función. Los sofistas enseñan la areté política, el conjunto
de habilidades para ser un gran orador y convertirse en un líder del Estado (la mayor
ambición del mundo griego). Para Sócrates, las virtudes son la mejor manera de
cuidar el alma.
ética. Del griego éthos, costumbre; y de êthos, carácter, manera de ser; hábito; morada,
residencia, patria. Es equivalente a “filosofía moral”. Es una parte fundamental de la
filosofía práctica, en cuanto trata de establecer qué es el “obrar acertado”. En un
sentido amplio, la ética es una reflexión, un examen o una crítica sobre la moral.
moral. Este vocablo procede de la locución latina mos, moris, que significa costumbre,
género de vida, conducta. La moral, en tal dirección, tiene un carácter popular o
inconsciente, pues se asienta en tradiciones ancestrales y preceptos religiosos. La
moral no transita, necesariamente, por vías argumentativas mediante criterios
razonados. Son reglas o valores aceptados por una mayoría, que ejerce presión sobre
los particulares.
retórica. Del griego rhétor, orador. El arte de la persuasión y del bien decir por medio
del discurso (improvisado o escrito). Los sofistas enseñan la retórica con vistas a que
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el ciudadano sea un orador eficaz en su intervención en sus asuntos privados y
públicos.
paradoja. Del griego pará, en contra de, contrario a lo esperado; y dóxa, opinión,
parecer, creencia; fama, reputación; ilusión, apariencia. Paradoja significa un punto
de vista opuesto a la opinión común. Las paradojas arrojan contradicciones,
callejones sin salida intelectuales. Sócrates representa un maestro de las paradojas.
Algunos ejemplos: “Solo sé que no sé nada”; “Mientras más se sabe menos se sabe”.
51
52
Capítulo III
53
Objetivos de aprendizaje
Objetivo general
Objetivos específicos
54
Sumario
• Vida y obras
• El Estado platónico y la naturaleza de la Justicia
• El comunismo platónico
Conceptos clave
• Justicia
• Prudencia
• Valentía
• Moderación
• Comunismo
• Racional
• Irascible
• Concupiscible
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En esta sección veremos a Platón, uno de los mayores filósofos de la historia. Se
inciará con su vida, vínculos con otros autores, la organización de su escuela, sus
intentos por fundar un Estado ideal y los períodos de sus escritos. Su pensamiento lo
vertió mediante doctrinas no escritas y diálogos con interlocutores y personajes.
“En la justicia están incluidas todas las virtudes” (Teognis, Elegías 147).
I. VIDA Y OBRAS
Después del deceso de Sócrates, viaja a Megara, Egipto, Cirene y el sur de Italia. En
las ciudades de la Magna Grecia entra en contacto con las comunidades pitagóricas,
de las que recibe una gran influencia. Abreva cuestiones como la importancia de las
matemáticas, la inmortalidad del alma y la reencarnación
56
Platón, durante tres ocasiones, visita Siracusa, con la intención de fundar su proyecto
de Estado. Sin embargo, sus intentos fracasaron.
Platón traza una sociedad ideal, la cual no existe en la práctica. Se trata de una utopía,
que para su creador constituiría la mejor comunidad posible. Su modelo de Estado
se concentra en la aristocracia (“el poder de los mejores”); no obstante, lejos de
57
referirlo a las clases nobles, entroniza a los “filósofos”, cuya elevada preparación y
méritos, los capacita con miras a gobernar.
Para Platón resulta un gran castigo para un personaje excelente, ser mandado por
alguien inferior. Como salida, propone que los males de la política nunca se van a
extinguir, hasta que los filósofos obtengan el poder, o que los gobernantes se
conviertan en filósofos. Sin embargo, los verdaderos filósofos no presiden los Estados
existentes, porque nacería en ellos la “ambición”, a partir de la cual se corromperán.
Solo en el Estado ideal se podrían hacer cargo del poder, pero por deber ciudadano:
una forma de retribuir a su comunidad lo que esta ha destinado en su formación.
La ciudad platónica estaría integrada por las siguientes tres clases sociales:
• Los gobernantes-filósofos: pueden ser uno o unos pocos. Deben superar los
más altos niveles educativos y predomina en sus almas la facultad de la razón
y la virtud de la sabiduría. Esa excelencia, a escala política, equivale a una
prudencia o buen consejo, una aptitud práctico-cívica para regir la ciudad y
velar por el mejor modo de llevar sus relaciones en el interior y con los demás
Estados; y, a escala individual, cumple como objeto de estudio lo eterno e
inmutable, orientándose hacia la mayor lección de todas, el conocimiento del
Bien.
• Los guerreros (auxiliares): constituyen un cuerpo más numeroso, defienden
la ciudad y sobresale en ellos la facultad de la voluntad. La valentía, fortaleza
o bravura pasa a ser su virtud fundamental, entendida, a nivel político, como
el mantener con firmeza la recta opinión con respecto a lo que debe temerse y
a lo que no debe temerse (lo que se infunde por medio de las leyes y la
educación); y a nivel individual, como la capacidad para sobrellevar la
adversidad, peligros, dolores, pasiones y placeres.
• Los artesanos: son la mayoría y se encargan de producir lo necesario para la
subsistencia de todo el conglomerado social, puesto que en ellos abundan las
necesidades físicas. En tal clase debe prevalecer la virtud de la templanza, la
cual, en el plano político, se refiere a la capacidad para someterse de modo
conveniente a las clases superiores; y, en el plano individual, envuelve una
especie de orden, dominio y disciplina sobre los placeres y deseos. Dicho
grupo social administra exclusivamente los bienes materiales y estos no deben
ser ni escasos ni excesivos.
58
Los tres estamentos conformarían una jerarquía o pirámide social; un sistema de
castas en el cual asuman el lugar que les corresponde por naturaleza. Esto se
inculcaría mediante creencias religiosas. Por medio de mitos se proclama que los
filósofos atesoran oro en sus almas; los guerreros, plata y bronce; y los productores,
hierro. Estos dos últimos, al pertenecer a metales inferiores, nunca podrán gobernar.
En la ciudad ideal, los filósofos poseen todas las virtudes: sabiduría, valentía,
moderación y justicia; mientras los guerreros tienen como virtudes la valentía y la
moderación, y los artesanos solo cuentan con la moderación.
La justicia se instaura en la ciudad porque cada clase social “realiza lo mejor posible
las funciones que le son propias por naturaleza”. Para que haya justicia, no debe
haber intromisión en los roles de las clases sociales: por ejemplo, los guerreros no
deben meterse a producir bienes materiales o a gobernar, y los productores tampoco
deben dedicarse a la guerra o mandar la ciudad.
A nivel individual para Platón existe también un gobierno interior. Este se conforma
por tres “partes” en el alma:
Los tres aspectos internos están presentes en todos los seres humanos, aun cuando
solo sea el filósofo, según Platón, el más capacitado para dirigirlos. La justicia en el
alma se da cuando la razón, en la cual reside la sabiduría, se convierte en la parte
dominante; la voluntad se hace su aliada y constituye la sede de la valentía; y los
apetitos obedecen a las anteriores, al ser el sitio donde se aloja la moderación.
59
Las partes del alma tienen como analogía un ser constituido por tres integrantes: el
hombre (quien representa la razón), que manda sobre el león (el coraje) y sobre el
monstruo de muchas cabezas (los apetitos). Asimismo, en el cuerpo humano se
ubican tres órganos centrales, donde cada uno de ellos refleja una parte del alma
respectiva: el cerebro envuelve la sede de la razón; el corazón, de lo irascible; y el
estómago, de lo concupiscible.
La justicia es la armonía de las partes tanto del alma como del Estado perfecto. Cada
de ellas realiza su función propia y no se entromete con la de las demás.
Partes del Cuerpo Partes del alma Clases sociales Virtudes cardinales
60
sujeto. La voluntad y los apetitos deben encauzarse por el rumbo de la filosofía y no
necesariamente anularlos. De esta manera, justicia e injusticia representan
condiciones internas, estados saludables o enfermos del alma.
61
62
63
III. EL COMUNISMO PLATÓNICO
Las mujeres, según sus diversas capacidades, pueden ser excelentes en diversos
campos y algunas serán adecuadas para ser guardianas y, ¿por qué no?, filósofas-
gobernantes. Platón estima que las ciudades de su época desaprovechan su talento:
una ciudad ideal dará a la mujer igualdad de oportunidades con los hombres en las
faenas de la milicia y el gobierno.
64
gobernantes, a fin de que solo salgan favorecidos los mejor dotados. Así no reinará la
discordia entre los guardianes poseedores de menos cualidades.
Los políticos del Estado ideal realizarán una “mentira-remedio”, orientada al bien
público antes que al bien particular. Su finalidad es la eugenesia (los buenos
nacimientos), como el mecanismo para mejorar o conservar las cualidades del Estado.
65
66
Resumen
• Platón propone un sistema político ideal. Su fin es mostrar qué es la justicia “en
grande”. Este Estado se divide en tres clases sociales: 1. Los filósofos, quienes lo
gobiernan y poseen la prudencia, valentía, moderación y justicia; 2. los guerreros,
quienes lo defienden y poseen la valentía y la moderación; y 3. los artesanos, quienes
producen y satisfacen las necesidades básicas de todos y poseen la moderación.
• La justicia en el Estado ocurre cuando cada clase social realiza su función propia
sin entrometerse en la de las demás.
• Las partes del Estado y sus virtudes concuerdan con las del alma, que se dividen
en tres: 1. Lo racional, que posee la sabiduría, 2. La voluntad, que posee la valentía; y
3. Los apetitos, que poseen la moderación.
• La justicia en el alma es la armonía entre sus partes (la razón gobierna, la voluntad
la auxilia y los apetitos obedecen).
67
Ejercicio de autoevaluación
Comentario de texto
https://elpais.com/diario/1992/03/28/opinion/701737205_850215.html
68
Respuestas
69
Glosario
comunismo. Palabra que carga el acento sobre la puesta en común de los bienes. Fue
previsto en la Antigüedad por Platón para su Estado ideal en el diálogo República,
pero restringido para filósofos y guerreros, excluyendo las clases productoras. Su
propuesta se resume en compartir las pertenencias materiales, conjuntar una familia
en grande con uniones seleccionadas por méritos y unificada por sus mutuas alegrías
y tristezas.
70
Capítulo IV
71
Objetivos de aprendizaje
Objetivo general
Comprender la relación entre la ética y la política en la filosofía de Aristóteles.
Objetivos específicos
4. Puntualizar por qué, según Aristóteles, solo la ciudad-Estado regida por la clase
media es el sistema más estable.
72
Sumario
• Vida y obras
• La ética como el florecimiento del carácter y de la inteligencia
o El propósito práctico de la ética
o La “felicidad” como el fin de la vida humana
o Las virtudes éticas
o Las virtudes intelectuales
o La filosofía política: las formas del Estado
• Relaciones entre la ética y la política
• El surgimiento de la ciudad-Estado
• Las formas naturales del Estado y sus desviaciones
• El equilibrio de la “clase media”
Conceptos clave
• Felicidad/eudaimonía
• Virtud ética
• Virtud dianoética
• Ciudad-Estado/pólis
• Ciudadano
• Mesocracia
73
En el presente apartado se explicará el pensamiento moral y las reflexiones sobre el
Estado por parte de Aristóteles. Este puede considerarse uno de los mayores filósofos
de todos los tiempos. Durante la Edad Media con solo que dijeran que “así lo había
dicho el filósofo”, era suficiente para saber que se trataba de él. Su obra abarca una
amplitud de temáticas, en las que incluye todos los campos del conocimiento de su
época.
Escribe los primeros tratados sistemáticos y aquí es donde veremos sus propuestas
en torno a “la filosofía de la vida humana”, donde los temas se aprenden actuando.
Sus ponderaciones morales y políticas la trazan como dos áreas indesligables, pues
ambas desembocan en el bien humano: la excelencia individual solo puede gestarse
en un Estado bueno.
“Porque una golondrina no hace verano, ni un solo día, y así tampoco ni un solo día
ni un instante bastan para ser venturoso y feliz” (Aristóteles, Ética Nicomáquea 1098ª).
I. VIDA Y OBRAS
74
suspenderse porque el futuro emperador es forzado a afrontar escaramuzas
militares.
En el 323 a. E. C. muere Alejandro Magno, por lo que Aristóteles pierde ese apoyo.
Algunos atenienses pretenden imputarle los mismos cargos que a Sócrates, de
“impiedad”, solo que Aristóteles prefiere emigrar a Calcis, en Eubea, a una propiedad
materna. Pero muere sin haber transcurrido un año, en el 322 a. E. C., a los 63 años.
Los textos que se conservan de Aristóteles son los que destinaba para dar clases, el
resto se ha perdido y probablemente haya sido un buen escritor. Compuso tratados
sobre casi todos los campos del saber de su época y se pueden catalogar en las
siguientes temáticas:
75
A. El propósito práctico de la ética
Una de las obras sobre filosofía moral que más han ejercido influencia a lo largo de
la historia, ya sea en favor o en contra, corresponde a la Ética Nicomáquea de
Aristóteles. Sus páginas abordan con gran claridad y penetración temas
concernientes al bien, la felicidad, el deber, las virtudes, entre otros. El libro
representa una guía práctica para vivir, donde su autor conjuga valores de su época,
con los que él mismo logra reflexionar.
76
bueno puede morir por su patria o por sus familiares, y eso puede entrañar
considerable dolor y sufrimiento.
La felicidad se tasa de diversos modos. La mayoría cree que esta reside en el “placer”.
No obstante, una consagración exclusiva a la voluptuosidad acarrea una “existencia
digna de las bestias”.
Otros sitúan la felicidad en la “fama”. Este afán se posa sobre los que se aplican a la
vida política. Pese a eso, el poder alude a un bien externo y se lo requiere no tanto
por sí mismo, sino con vistas al reconocimiento público.
Tampoco existe un estado definitivo del alma en el cual haya plena posesión de la
virtud, como si se hubiera llegado a la meta de una carrera. Se requiere, por tanto, ser
tenaces y asiduos a lo largo de toda la vida.
77
Todo ser posee su excelencia (areté), lo cual implica la posibilidad de que pueda llevar
a cabo su función propia (la visión aguda en el ojo, la agudeza en el hacha, la
racionalidad y la bondad en la humanidad).
78
tampoco el sentir: ese estado lo comparten todos los animales. La obra peculiar del
hombre se circunscribe en la actividad del alma según la razón, la “sabiduría”, el
“pensamiento filosófico” o la “vida teórica”. Constituye la forma de vida más
independiente y, contrariamente a las acciones prácticas, elegidas por sus
consecuencias, ella encuentra su fin en sí misma.
Con el siguiente esquema, se pueden visualizar los dos tipos de virtudes y sus
característas imprescindibles, según el estagirita:
79
!
! De Estagira, Tracia Aristóteles! Estudió!20!años!en!la!A cademi a!de!
Figura!4.1.!La!ética:!las!virtudes!del!carácter!y!de!la!inteligencia!
Roberto!Cañas,!2019.!
!
80
I. LA FILOSOFÍA POLÍTICA: LAS FORMAS DEL ESTADO
“Pues, aunque sea el mismo el bien del individuo y el de la ciudad, es evidente que
es mucho más grande y perfecto alcanzar y salvaguardar el de la ciudad; porque
procurar el bien de una persona es algo deseable, pero es más hermoso y divino
conseguirlo para un pueblo y ciudades” (Aristoteles, Ética Nicomáquea 1094b7-10).
La ciudad, al estar por encima del individuo, implica que la política tenga que
construir las bases para que los ciudadanos puedan desarrollar sus virtudes, vivir
bien y obtener la felicidad.
El Filósofo describe al ser humano como alguien con carencia, a menos que agregue
vínculos sociales con otros. Solo un dios o una bestia viven en total aislamiento. Por
eso, la plenitud del individuo reside en la ciudad-Estado (pólis):
“Resulta manifiesto que la ciudad es una de las cosas naturales, y que el hombre es
por naturaleza un animal social, y que el insocial por naturaleza y no por azar o es
mal hombre o más que hombre” (Aristóteles, Política 1253a).
81
un lugar, ni gozar del derecho de iniciar una acción judicial, ni tampoco con ser
descendiente de ciudadanos. Con miras a adquirir, verdaderamente, esa condición,
se debe colaborar en los tribunales o en las magistraturas, “tomar parte en la
administración de la justicia y participar en la Asamblea que legisla y gobierna la
ciudad” (Aristóteles, Política 1275a). El ciudadano tiene la doble y simultánea facultad
de ocupar un cargo político y obedecer a la autoridad.
82
83
Aristóteles realiza una clasificación de los Estados. Los tres primeros constituyen las
formas acertadas o naturales porque persiguen el bienestar general:
Desde una perspectiva ideal, si en una ciudad se diese un individuo que sobresaliera
por encima de todos, merecería ser acreedor del poder monárquico; y, si aparecieran
individuos excelentes por sus méritos, se les transferiría un gobierno aristocrático.
El sentido realista de Aristóteles le hace ver que estos casos son muy difíciles de
cumplir en la práctica. Por eso, asume la “República” como la mejor forma de
administración estatal, porque no requiere ni de uno ni de algunos hombres
sobresalientes, sino de muchos, que, a pesar de no contar con altos dotes de virtud
política, al menos pueden mandar y obedecer a partir de las leyes.
84
Para Aristóteles, la República emerge como la mejor forma de gobierno. Su
justificación se concentra sobre el fortalecimiento de la “clase media”:
“En cuanto le es posible, una ciudad trata de estar formada por ciudadanos iguales y
parecidos entre ellos, esto sucede sobre todo con ciudadanos que pertenecen a las
clases medias; por ello, la ciudad mejor gobernada será aquella en la que se realizan
las condiciones de las que por naturaleza se deriva la posibilidad de la comunidad
de ciudadanos. Por lo demás, precisamente la clase que constituye la base de esta
85
posibilidad, es decir, la clase media, es aquella cuya existencia queda garantizada en
la ciudad. En realidad, los que pertenecen a ella, al no ser pobres, no desean las
condiciones de los demás, ni los otros desean la suya, como sucede en relación con
los ricos cuya posición envidian los pobres. Por ello, los que pertenecen a la clase
media, al no tramar engaños contra los demás y no siendo, a su vez, objeto de abusos,
pasan su vida sin peligros […] Está claro, pues, que la mejor comunidad política
(politeía) es la que se basa en la clase media y que las ciudades que se encuentran en
estas condiciones pueden ser gobernadas, me refiero a aquellas en las que la clase
media es más numerosa y más poderosa que los dos extremos, o al menos que uno
de ellos” (Aristóteles, Política 1295b).
Los dos extremos son los ricos y los pobres. En la República, el mando lo poseen el
mayor número de ciudadanos (como en la democracia) y no unos pocos (como en la
oligarquía). Pero no se trata de una multitud pobre, como acontece en muchas
democracias: es una multitud que disfruta de un bienestar suficiente y que el quórum
dentro de ella tiende a ser una “clase media”, garantizando así una mayor
estabilidad.
La República surge cuando los ricos y los pobres están endulzados con ciertos
beneficios que no son excesivos ni carenciales. Por otra parte, esta “posición media”
conecta a la política con las virtudes éticas del “justo medio”, que son el fundamento
para la realización de un Estado feliz.
Del mismo modo, con un esquema se puede advertir cómo Aristóteles subraya el
régimen de gobierno a gobierno en el cual la clase media de la población en la clase
la mass media ejerce en la cual supremacía la clase media de la población ciudadana.
86
!
!
! República! Régimen' mixto:'
Duración' y'
! todas' las' clases' se'
estabilidad'política'
! representan'
!
Término'
! Ética' M esocracia'
medio'
! La' más'
! recomendable'
! Pobres' forma'de'gobierno'
Clase' Ricos'
!
! media'
! Carga'y'amenaza'
Egoísmo'y'ambi ción'
!
!
! Deben' recibir' Deben' recibir'
! beneficios' y' no' beneficios' y' sus'
! bienes' no' ser'
ser'oprimidos'
!
confiscados'
!
!
! Gobiernan' Deben' constituir'
! respetando'las'leyes' la' clase' más'
! numerosa'
!
!
N o' se' dejan' convencer' por'
! N o' envidian' a'
discursos'demagógicos'
! las'otras'clases'
!
!
Figura!4.4.!La!estabilidad!de!un!gobierno!en!el!que!domina!la!clase!media!
Roberto'Cañas,'2019.'
'
87
Resumen
ÉTICA
• Las virtudes éticas se ubican en el punto medio entre dos extremos (por ejemplo, la
generosidad tiene como excesos el derroche y la tacañería).
POLÍTICA
• La política garantiza las condiciones sociales para vivir bien, adquirir las virtudes
y alcanzar la felicidad.
88
• El auténtico “ciudadano” debe participar de la administración de justicia y del
gobierno de la ciudad.
89
Ejercicio de Autoevaluación
Comentario de texto
“La virtud ética tiene que ver con las emociones y las acciones, en las que existe el
exceso, el defecto y el término medio. Por ejemplo, el miedo, la confianza, el deseo, la
cólera, la piedad, el placer y el dolor en general pueden darse en demasía o en muy
poca medida, ninguna de cuyas cosas es buena; pero si tenemos estas pasiones
cuando es debido, y por aquellas cosas y hacia aquellas personas debidas, y por el
motivo y de la manera que se debe, entonces hay un término medio y lo excelente; y
en ello radica, precisamente, la virtud. En las acciones hay también exceso, defecto y
término medio” (Aristóteles, Ética Nicomáquea 1106b18-24).
Texto 2. Compare esa apreación con la siguiente nota, publicada por el Diario de
España:
https://www.eldiario.es/canariasahora/lapalmaahora/sociedad/consumismo-genera-
infelicidad-individualismo-competitividad_0_936506443.html
¿Cuáles son los factores que, para las autoras, inciden en la felicidad humana? ¿Se
asemejan o se diferencian de la visión de Aristóteles?
Este ítem requiere una elaboración y análisis propios. Se debe enfatizar la noción de
que Aristóteles no le concede a la riqueza el rol principal para alcanzar la felicidad,
lo cual puede relacionarse con las sociedades de consumo contemporáneas: la
felicidad no se alcanza mediante el consumo. Asimismo, mientras las autoras en el
reportaje enfatizan las relaciones humanas y las relaciones colectivas como factores
relevantes de felicidad, para Aristóteles un elemento fundamental lo constituye el
cultivo de la razón y la sabiduría.
91
Glosario
ciudadano. Para Aristóteles remite a un sentido natural de pertenencia a una
determinada asociación política. Además de residir en un lugar, contar con la
posibilidad de iniciar una acción judicial y ser descendiente de ciudadanos, también
debe colaborar en los tribunales de justicia y participar en la Asamblea que legisla y
gobierna la ciudad. El ciudadano al mismo tiempo ocupa un cargo político y obedece
a la autoridad del Estado.
eudaimonía. Del adverbio griego eû, buen, bueno, favorable; y del sustantivo daímon,
dios o divinidad inferior. En la cultura griega antigua poseer un “buen daímon”,
remitía a ser favorecido por un ser sobrenatural benefactor. De acuerdo con el poeta
Hesíodo en Trabajos y días (120-127), hubo hombres de la raza de oro, quienes al
extinguirse se convirtieron en daímones protectores, guardianes de los mortales y
dispensadores de riqueza. Por eso, la eudaimonía es equivalente a “felicidad”, puesto
que se asocia a la suerte propicia, a la prosperidad enviada desde el exterior por
entidades superiores. Las éticas eudemonistas buscan la felicidad. El primero en
sistematizarlo fue Aristóteles, quien postula la felicidad como fin de la vida humana;
y como medios, el florecimiento de las virtudes del carácter y del intelecto.
virtud. Del griego areté. En Aristóteles todo ser posee su excelencia, lo cual implica
que posee el potencial de llevar a cabo su función óptima (la agudeza del ojo, la
racionalidad y la bondad en la humanidad). La virtud no se afianza solo en un asunto
moral, sino también en el talento en un arte o desempeño particular; se funda en la
excelencia que capacita a cualquier criatura, órgano o instrumento, para realizar su
actividad específica. En el estagirita, se diferencia la virtud ética y la virtud
dianoética.
virtudes dianoéticas. Del griego diánoia, pensamiento; designio, propósito; idea, juicio;
conocimiento, inteligencia, mente. En Aristóteles son las perfecciones humanas en
cuanto ser pensante, que hacen captar la verdad y asemejan con la divinidad. Las
virtudes dianoéticas son, por ejemplo: ciencia o conocimiento, sabiduría teórica, arte,
habilidad técnica, prudencia y buen consejo.
92
defecto de las acciones). Algunos ejemplos de virtudes éticas son: generosidad,
valentía, autodominio, amistad y etcétera.
93
94
Capítulo V
95
Objetivos de aprendizaje
Objetivo general
• Distinguir las principales ideas sobre la vida ética de las escuelas
pertenecientes al periodo helenístico.
Objetivos específicos
96
Sumario
• Hedonismo
o Aristipo y la filosofía del placer
• Epicureísmo
o Epicuro: vida y obras
o El ideal del “sabio” y su alejamiento de la actividad política
o Clasificación de los placeres
o La elección de los placeres naturales y necesarios
• Cinismo
o Antístenes. La virtud como fin de la vida y la negación del placer
o Diógenes. Desafío punzante ante las convenciones
• Estoicismo
o Zenón. Las virtudes son los únicos bienes del alma
Conceptos claves
• Apatía
• Aponía
• Ataraxia
• Cirenaicos
• Hedonismo
• Epicureísmo
• Cinismo
• Estoicismo
97
En este capítulo se llega a los últimos grandes exponentes de la ética y la filosofía
política de los griegos antiguos. También en él se verán las propuestas durante el
período helenístico o alejandrino; es decir, la cultura desarrollada por los helenos y
que corresponde a un período marcado por dos importantes acontecimientos
políticos: la muerte del emperador griego Alejandro Magno (323 a. E. C.), hasta el año
30 a. E. C., fecha en que el emperador romano Octavio Augusto incorpora Egipto a
Roma luego de derrotar a Marco Antonio y Cleopatra. Esos hechos significan la
desaparición de las ciudades-Estado autónomas y la consolidación de extensos
imperios.
“Por lo que la carne clama es por no pasar hambre ni sed ni frío. El individuo que
tiene estas cosas y espera seguir teniéndolas rivaliza con el mismo Zeus en felicidad”
(Epicuro, Gnomologium Vaticanum 33).
“Las virtudes son los únicos bienes del alma” (Zenón de Citio).
citado por el biógrafo del siglo III d. E. C. (Diógenes Laercio Vidas y opiniones de los
filósofos ilustres VII, 30).
98
I. HEDONISMO
Un discípulo de Sócrates se halla en Aristipo. Nace en los últimos decenios del siglo
V y muere hacia el 350 a. E. C. Funda la filosofía cirenaica de la experiencia centrada
en el “placer”. Procede de Cirene, colonia griega en África del norte. Por eso, sus
seguidores se les denomina los “cirenaicos”. Su hija Areté y su nieto Aristipo el Joven
continúa su filosofía.
Para Aristipo las investigaciones matemáticas y físicas son inútiles pues no tienen
ninguna relación con respecto al bien o a la felicidad.
El dolor, que lo sentimos como en el mar acontece una tempestad; el placer, percibido
como un leve movimiento de las aguas; y en el que no hay dolor ni placer; estado
intermedio afín a la quietud del mar.
99
De los tres, el momento positivo es el placer que favorece nuestro navío, el cual nos
impulsa sin destrozarnos y nos permite la travesía sin anclarnos.
El placer, según Aristipo, se limita al instante en que se siente. Solo debe disfrutarse
en el presente. El placer pasado o futuro no es algo real; fue lo que ya pasó y lo que
todavía no será. Dejarse arrastrar por los recuerdos o anhelos próximos significa no
gozar y perder el poder sobre lo presente. Por tanto, la felicidad reside en los placeres
particulares, que se disfrutan viviendo el momento actual, sin atormentarnos por lo
ocurrido o lo que vendrá.
Aristipo sostiene que las sensaciones agradables se amoldan a la propia persona. Por
lo tanto, en su filosofía se aplica un subjetivismo del placer; lo importante de las
impresiones gratas es como a mí me parezca y no como otros lo perciban, aunque
sean la mayoría. No hay una objetividad del placer; cada cual lo asume según su
complacencia interna. Somos jueces de nuestras propias excitaciones: lo que me
parece a mí es para mí y nadie está en disposición de decir a otro que se equivoca. Si
lo que yo siento placentero lo siente desagradable, ocurre porque somos diferentes,
cada uno con su propia subjetividad.
El hedonismo de Aristipo se basa en una virtud que se agencia placeres según el gusto
personal, no cayendo en su ausencia o exceso, gozando la inmediatez del presente y
a veces tomando un rumbo distinto de las costumbres. Estos aspectos de su escuela
pueden esquematizarse del siguiente modo:
100
II. EPICUREÍSMO
El epicureísmo o Escuela El Jardín proviene de su fundador Epicuro, quien la
organiza en el año 306 a. E. C. en Atenas. Compra una casa con un extenso patio para
albergar a un grupo de compañeros y así compartir los deleites reposados que ofrece
la vida. Replantea el tema de los placeres de un modo más profundo para poder ser
feliz. Esto llevará a una tranquilidad interior, alejada de ambiciones, disfrutando
sobre todo de delicias naturales y necesarias y en compañía de amigos. Dicha
corriente ética brinda caminos para ahuyentar dolores, sufrimientos, temores y
supersticiones.
101
Epicuro nace en la isla de Samos en el 341 a. E. C.-270 a. E. C., en el ámbito de una
familia ateniense. La principal influencia filosófica la recibe de Demócrito, aunque no
lo cita.
Epicuro llega a Atenas en el 306 a. E. C. y como tenía la ciudadanía compró una casa,
donde vivió con sus discípulos. Las enseñanzas las impartía en el patio, por lo que su
escuela se conoce como los “filósofos del Jardín”. Es un lugar ubicado en las afueras
de Atenas, lejos del bullicio de la vida pública ciudadana. Se admiten mujeres,
esclavos, personas respetables y de vida disoluta entre sus miembros.
102
El sabio epicúreo se ahuyenta de las costumbres de las masas y rechaza los cargos
gubernamentales, no vota y solo vive para el placer de su mundo interior. Prefiere
cultivar la amistad, complaciéndose con conversaciones inteligentes. No se atarea por
un puesto estatal que desencadene la intranquilidad del alma. La felicidad no estriba
en ser el amo absoluto de la tierra, sino en la apacibilidad de nuestro ser: “la corona
de la serenidad es incomparablemente superior a la corona de los grandes imperios”.
La mayor aspiración del hombre antiguo residía en el éxito político y el epicureísmo
contradice esa ambición.
Para Epicuro, el fin del placer radica en adquirir la ataraxia, entendida como la paz
bienaventurada del alma o la “santa serenidad”. Corresponde a una vida adversa al
dolor (aponía), a la avidez y a todo tipo de vanidades: “el placer que hablamos consiste
en la ausencia de sufrimiento físico y de perturbación del alma”.
El sabio prudente debe desembarazarse de los temores que provienen de los mitos
religiosos, de divinidades castigadoras, la superstición y del horror a la muerte. Solo
cuenta con una vida para disfrutarla y no hay más allá.
103
La doctrina de Epicuro sobre el sabio prudente que calcula los placeres que conducen
a no turbación interior, la podemos representar de la siguiente manera:
104
III. CINISMO
Antístenes escribe numerosas obras sobre una variedad de temas, como la ética, la
lógica, la dialéctica (técnica de debatir) y la interpretación mitológica. Empero, solo
nos han llegado algunos fragmentos y los títulos de sus escritos. Uno de ellos se llama
Heracles, de contenido ético, en el cual exalta el trabajo duro y los sacrificios del
legendario héroe.
105
y madre tracia. Kynós en griego equivale a perro o perra. Antístenes enseña en este
lugar y sus visitantes más frecuentes no se oponen a que se les apellide “perros”.
En Antístenes hay un rechazo por los conocimientos generales, incluso decía que “los
prudentes no debían aprender a leer libros para no dejarse distraer con escritos
ajenos”. Los consejos de viva voz sí resultan fructíferos para las personas. Ante esto,
prescinde de saberes como la geometría, la física y otros semejantes. Solo se debe
investigar la ética, y aspectos relativos a lo “bueno” y lo “malo”.
106
107
El representante que más ha llamado la atención del cinismo es Diógenes de Sinope
(412-323 a. E. C.). Nunca se opone a que lo apoden “perro”. Más afirma que morder
u orinar sobre aquellos que no viven de modo natural y menear la cola para el que se
aparta de las convenciones. Intensifica lo que había planteado Antístenes, adoptando
una austeridad radical y un culto a la pobreza, durmiendo en un tonel, vistiendo con
un manto roto y usando un bastón y un bolso como distintivos de mendigo.
Diógenes conserva un desprecio total por las apariencias sociales, sobre todo con
deliberada burla, transgrediendo las normas aceptadas de decencia. No lega ningún
escrito y su enseñanza se debe a su carisma y sucesos personales.
Cuando Diógenes transita por las populosas calles de Atenas con una lámpara
encendida en pleno día declara: “busco al hombre”. Indica, cabalmente, que anda
examinando al humano que sabe vivir de acuerdo con la naturaleza y ser feliz, más
allá de todas las convenciones, etiquetas y máscaras sociales.
Para Diógenes, el bien más preciado es la libertad. Como libertad interior, repudia la
dependencia hacia las necesidades superfluas. Como libertad social, elige el tipo de
vida que le place (es incluso sexualmente exhibicionista) y no se inhibe de decir lo
que piensa ante quien sea, sin importar si tiene poder o fama.
108
importante. Una famosa anécdota lo pone de relieve: cuando Diógenes tomaba el sol
y se le acercó Alejandro Magno, el hombre más poderoso de la tierra y le dijo:
“Pídeme lo que quieras”, a lo que Diógenes respondió: “No me tapes el sol”
(Diógenes Laercio, Vidas y opiniones de los filósofos ilustres VI, 38). Lejos de necesitar
algo que le pudiese conceder el Emperador, estaba satisfecho con el sol, lo más
natural y a disposición de todos. La felicidad no reside en el exterior, en el poder, las
riquezas o el renombre, sino en el interior del ser humano.
109
!
! D iógenes!
! De'Sinope'
! N o'escri bió' nada'
!
!
Discípul o'de'A ntístenes' Diversas'anécdotas'
!
!
! Conducta'escandalosa'
!
!
! Filosofía'
!
!
Retorno'a'lo'que'se' Libertad ' A utarquía' o'
! da'por'naturaleza' autosufi ciencia'
!
!
!
Pocas' necesidades'
!
sobre' comida,' bebida'
!
y'sexo'
!
!
!
! M étodo'
A patía'
!
!
Reproche'o'amonestación'
!
!
!
! Convenci ones'
Otros'continuadores'de'
Crates,'H iparquia'y'M etrocles'
la'filosofía'cínica'
Figura!5.4.!D iógenes.!Filosofía!cínica!y!corrosión!hacia!las!convenciones!
Roberto'Cañas,'2019.'
'
110
IV. ESTOICISMO
Estoicismo viene de la palabra griega stoá, columna o pórtico. Así se llamó la escuela
de Zenón de Citio cuando este filosofaba alrededor de una galería de columnas
pintadas en un monumento en la plaza de Atenas hacia el 301 a. C. Así empieza la
filosofía de más difusión en el periodo helenístico y que se extendió hasta la época
imperial romana. Se trata de una una serie de teorías abiertas a la discusión y
mejoramiento, que subraya la importancia de las virtudes para el alma, las cuales se
forjan soportando con aplomo los sucesos desventurados.
En Citio nace Zenón en el 333 a. E. C., en la isla de Chipre. Pudo haber sido
comerciante antes de filósofo. Se traslada a Atenas en el 312 a. E. C. a la escuela de
Epicuro, pero luego rechaza que el placer sea el fin de la vida. Más tarde Zenón se
hace discípulo de Crates, el cínico; y aunque no se adapta a su comportamiento
desvergonzado, abreva de esta filosofía el que la virtud sea la meta a obtener.
Al no ser ciudadano ateniense, Zenón carece del derecho de comprar un edificio para
efectos de organizar su propio centro de enseñanza. En el 301 a. E. C. funda su escuela
para impartir lecciones junto a un pórtico. En griego el término stoa quiere decir
“pórtico”, lo cual suscita que a sus seguidores se les llame “los de la stoa” o “los del
pórtico” o, simplemente, “los estoicos”.
Zenón muere en Atenas en el 264 a. E. C., dejando muchas obras, pero se conservan
fragmentos y solo los títulos de algunas. Entre estos, se pueden mencionar: Acerca de
la vida acorde a la Naturaleza, Sobre la naturaleza humana, Sobre el deber, Sobre la ley, Ética,
entre otros.
Para los filósofos de la Stoa, el fin de la vida humana se afinca en la virtud, que se
obtiene “viviendo según la naturaleza”, obrando para que “el propio ser se conserve,
se incremente y viva conforme a su racionalidad” (lógos).
Prevalece en el estoicismo una tendencia humana a valorar todo aquello que conserve
e incremente el auténtico ser, y a rechazar aquello perjudicial y destructor. Así, se
estiman las cosas como bienes cuando acrecientan el alma y corresponden con las
virtudes (prudencia, justicia, valentía y templanza, etcétera). Por el contrario, los
vicios (insensatez, injusticia, cobardía e inmoderación, etcétera) hay que reputarlos
como verdaderos males y equivalen a lo que disminuye la naturaleza interior.
111
Las cosas corporales, sean benéficas o nocivas, son consideradas moralmente
“neutras” o “indiferentes”. De estas hay que despreocuparse porque no afectan el
alma. Se pueden distinguir las positivas a nivel físico como la vida, la salud, la
belleza, la fuerza y la riqueza; y las negativas, como la muerte, la enfermedad, la
fealdad y la pobreza (Diógenes Laercio, Vidas y opiniones de los filósofos ilustres VII, 92-
96).
Esa división tajante entre “bienes” y “males” (lo moral) y “cosas indiferentes” (lo
físico), indica que la felicidad se alcanza independientemente de los acontecimientos
externos, por desdichados que estos parezcan. Los “males”, en realidad, residen solo
son los vicios. Estos merman nuestra naturaleza y no los sucesos extrínsecos que la
gente en general llama males. Los acontecimientos del mundo material corresponden
a “cosas indiferentes”. Los “bienes” y “males” pertenecen estrictamente al ámbito
interior.
Las acciones humanas concordantes con la razón, o sea los “bienes”, son las “acciones
convenientes” o “deberes”, los cuales son moralmente perfectos, distintos de las
acciones viciosas y las indiferentes.
A nivel ético solo queda proceder de acuerdo con los “bienes”, rechazando los
“males” y siendo apático con respecto a las “cosas indiferentes”. El sabio está ayuno
de dolor, pasión y desasosiego. Vivir de acuerdo con la naturaleza (según la razón)
significa para el sabio guiarse acorde con el orden divino del universo.
112
obediente a las leyes y conciente de la convivencia social; piensa más en la ventaja de
todos que en la de alguien o de él mismo.
La filosofía del pórtico respalda una ética para toda la humanidad: todos los pueblos
son capaces de alcanzar la virtud y ser ciudadanos del mundo. Según el estoicismo,
las “leyes de la naturaleza”, previas y por encima de las “leyes por convención”
establecidas en los Estados, desconocen límites fronterizos y disparidades entre amo
y esclavo, heleno y bárbaro. El estoico se adhiere al cosmopolitismo y su ciudadanía
le pertenece al mundo entero.
113
114
Resumen
HEDONISMO
• Representantes del hedonismo son Aristipo de Cirene (fundador), Areté (la hija) y
Aristipo el Joven (el nieto).
• Hay que ser dueño de uno mismo, liberándose de los prejuicios que se dan “por
convención”, disfrutar el presente y de acuerdo con la propia subjetividad.
EPICUREÍSMO
• Se debe optar por los “placeres naturales y necesarios”, contrarios al dolor (aponía),
y que proporcionan salud al alma y al cuerpo.
• Se deben minimizar los “placeres naturales no necesarios”, y rechazar del todo los
“placeres no naturales y no necesarios”.
• La tranquilidad del alma incluye aprender a liberarse del temor a los dioses, al
destino y a la muerte.
CINISMO
115
• Antístenes recomienda minimizar los placeres y el disfrute. También aconseja el
trabajo duro. La virtud es desprenderse de las ilusiones sociales (fama, poder político,
dinero y placeres).
ESTOICISMO
116
Ejercicio de autoevalución
Comentario de texto
¿Desde cuál filosofía se enmarca este texto y cómo se podría comentar teóricamente
su contenido?
117
Actividad virtual
Epicuro y la felicidad
https://www.youtube.com/watch?v=Z8kGrgOPHAM&list=PL5vKBXTlx6jfW4FMht
InIB9Yw4hc53giI&index=2999
¿En cuáles acciones concretas podríamos hablar de que seguimos una posición
hedonista y cuáles no se corresponden con el hedonismo?
Actividad Virtual
Séneca y la ira
https://www.youtube.com/watch?v=D3vFZ7ES9Wc&list=PLcAVB6EZezrodC5tRl39
92HgHWIoqs42S&index=7
118
¿Cómo se relacionan las ideas del estoicismo con mundo actual? ¿Cuál estrategia se
podría adoptar para controlar mejor la frustración o la ira?
Este ítem es de elaboración propia. Se deben poder aplicar las nociones sobre la
felicidad de Epicuro a situaciones y vivencias actuales.
Este ítem es de elaboración propia. Se debe atender a la visión ética estoicista que
afirma que “la libertad se funda en aceptar de manera racional el Destino. Adquirir
la conciencia de que los “sucesos desgraciados” o las cosas más “pequeñas” e
“insignificantes”, responden a una necesidad cósmica”. En este sentido, el
documental relaciona esta máxima estoica con el manejo de las pasiones y la ira.
119
Glosario
apatía. Del griego a, ausencia de; y de páthos, pasión, tristeza, miedo, emoción,
consternación. La palabra griega apathés quiere decir indemne, intacto; insensible;
desconocedor de algo como lo relativo al placer, amor, piedad, odio, cólera, aflicción,
pena. Es un concepto propio de la filosofía ética helenística que indica
desapasionamiento: en el cinismo de Diógenes la apatía radica en la indiferencia por
los bienes superfluos que los individuos estiman como lo más importante; en el
epicureísmo, la apatía se refiere a la desgana hacia la actividad política y las
muchedumbres, puesto que eso atenta contra la serenidad del alma; en el estoicismo
la apatía apunta a no verse afectado por los sucesos externos que no atañen ni a la
virtud ni al vicio.
aponía. Del griego a, ausencia de; y de pónos, trabajo, fatiga, dificultad. Término
empleado en el epicureísmo para significar el alejamiento del dolor. Esto se alcanza
mediante la serenidad del alma y la escogencia de los placeres naturales y necesarios.
La felicidad epicúrea se funda en la aponía como carencia de dolores, que se derivan
de un cálculo apropiado de los placeres.
ataraxia. Del griego atáraktos, no turbado; ordenado, sin confusión. Concepto clave de
las filosofías helenísticas que remite a la serenidad, tranquilidad o imperturbabilidad
del alma, requisito fundamental para alcanzar la felicidad. En el epicureísmo, la
ataraxia es una virtud propia del sabio, que consigue la paz del alma al saber
distinguir los placeres necesarios de los que no lo son o que tienen carácter superfluo
y vano, así como perder el miedo a la muerte y al castigo divino. Para los estoicos, la
ataraxia es la virtud por la cual el sabio se pone en consonancia con la racionalidad
de la naturaleza: se aprende a discernir las cosas que son indiferentes o que no
dependen de nosotros, aunque se trate de sucesos lamentables, de modo que estos no
afecten la ecuanimidad interior.
cinismo. Del griego kynós, perro, perra; y como insulto desvergonzado, impúdico,
cínico. Escuela filosófica iniciada por Antístenes y llevada a su mayor expresión por
Diógenes de Sínope. Son llamados de esa manera por su sarcástica forma de oponerse
a los valores culturales. Su identificación con el perro radica en su aspiración a vivir
según la naturaleza y rechazar las convenciones.
120
cirenaicos. Seguidores del hedonismo, fundado por Aristipo de Cirene, antigua
ciudad griega al norte de África.
hedonismo. Del griego hedoné, placer, gusto, agrado, complacencia. Doctrina que
enseña que el supremo bien y la meta del obrar moral es el placer. Aristipo centra el
placer en las sensaciones físicas; mientras que Epicuro aboga en primer lugar por los
placeres necesarios (comida y bebida) y de modo esporádico por los placeres
naturales (sexo).
121
122
Segunda Parte
123
124
Capítulo VI
125
Objetivos de aprendizaje
Objetivo general
Comprender las principales características de la visión y doctrina política formulada
por Nicolás Maquiavelo.
Objetivos específicos
1. Detallar el significado que en Maquiavelo tiene el humanismo cívico.
4. Explicar de acuerdo con Maquiavelo la importancia que tiene para la política las
relaciones entre la Virtud y la Fortuna.
126
Sumario
Conceptos claves
• Humanismo cívico
• Historicismo
• Virtud/virtù
• Fortuna
127
En este apartado se abordará a Maquiavelo, uno de los filósofos políticos más
notables del Renacimiento. Sus estudios los traza de un modo objetivo, realista y
científico. En esta dirección, constituye un agudo observador de las acciones públicas
como hechos palpables y no a partir de meras imaginaciones.
Con su estilo incisivo, tajante y crudo deshilacha las hebras revueltas del poder
estatal, donde sus protagonistas combaten por su posesión, permanencia e
incremento. Con vista a ese fin se recurre, si fuera inevitable, de los medios que haya
que emplear para obtenerlo.
“Trate, por tanto, un príncipe de adquirir y conservar el Estado: los medios que
emplee serán siempre considerados honrosos y alabados por todos” (Maquiavelo, El
príncipe XVIII).
128
I. VIDA Y OBRAS REPRESENTATIVAS
Nicolás Maquiavelo (Niccolò Machiavelli) nace en Florencia en 1469. Es vástago de
una ilustre familia, aunque económicamente venida a menos. En 1500 ingresa a la
vida política como secretario de la segunda cancillería; es el mensajero de la
correspondencia de los representantes de la República de Florencia en el extranjero.
Es un funcionario mal pagado que solo ejecuta órdenes. No obstante, el puesto le da
experiencia sobre la política acontecida en Francia y Alemania.
Una vez liberado, Maquiavelo se retira a una propiedad en San Casiano, cerca de
Florencia, distribuyendo su tiempo entre su esposa y sus cinco hijos. En ese entonces,
redacta El príncipe (Il Principe) y se lo dedica Lorenzo de Médecis. Sin embargo, la
obra no se publica en vida de Maquiavelo.
En 1519 Maquiavelo acaba los Discursos sobre la primera década de Tito Livio; pero no
llegan a la imprenta. Aquí comenta las afirmaciones de Tito Livio, historiador
romano, y las relaciona con circunstancias de su propio tiempo, partiendo de la idea
de que en todas las épocas los hechos del pasado se reiteran en el presente.
129
II. HUMANISMO CÍVICO-HISTORICISTA
El humanismo de Maquiavelo se manifiesta a partir de su admiración por la
Antigüedad greco-romana. Pero además, porque ese retorno a los orígenes permite
tomar las decisiones más acertadas en un contexto actual. Para que un político
destaque tendrá que adquirir la experiencia de los hechos de su propia época, junto
a la continua lectura de las acciones antiguas.
“El que estudia las cosas de ahora y las antiguas conoce fácilmente que en todas las
ciudades y en todos los pueblos imperan desde siempre los mismos deseos y las
mismas pasiones. Por tanto, quien examine con atención los sucesos de la
Antigüedad, podrá prever con facilidad lo que ha de ocurrir en cualquier Estado y
utilizar los mismos remedios que utilizaron los antiguos; y en caso de no
encontrarlos, podrá inventarlos dada la semejanza de los acontecimientos”
(Maquiavelo, Discursos I, XXXIX).
El humanismo cívico se posa sobre una vuelta a los principios patrióticos, una forma
en la que su sociedad puede renovarse y no caer en la decadencia. Es el retorno a los
comienzos prestigiosos de un pueblo y retomar las virtudes ciudadanas originales.
El estudio de la historia cobra una vital importancia para el príncipe, quien debe
aprender de los aciertos y errores de los diversos personajes, con el objetivo de
realizarlos o evitarlos. También debe inspirarse en héroes cuyas hazañas siempre las
quiera imitar: por ejemplo, Alejandro que emuló a Aquiles o Julio César a Alejandro.
130
III. LA REALIDAD DE LO HUMANO ANTE EL PODER
A Maquiavelo le interesa detallar la figura del príncipe, como el político que
comprenda las circunstancias pretéritas y presentes de manera realista, y no basadas
en formas de gobierno que no han conocido jamás el mundo de la experiencia:
“Pero siendo mi intención escribir algo útil para quien lo lea, he considerado más
apropiado ir directamente a la verdad objetiva de los hechos, que a su imaginaria
131
representación. Muchos han imaginado repúblicas y principados que nunca vieron
ni existieron en realidad. Hay tanta distancia de cómo se vive a cómo se debería vivir,
que el que deja el estudio de lo que se hace para estudiar lo que se debería hacer
aprende más bien lo que debe obrar su ruina que lo que debe preservarle de ella:
porque un hombre que en todas las cosas quiera hacer profesión de bueno, entre
tantos que no lo son, no puede llegar más que al desastre. Por ello es necesario que
un príncipe que quiera mantenerse aprenda a poder no ser bueno, y a servirse de
ellos o no servirse según las circunstancias” (Maquiavelo, El príncipe XV).
132
Estos enunciados muestran que el príncipe tiene como fin primordial obtener,
conservar y ampliar el poder político. Igualmente, debe procurar no ser siempre
bueno y actuar “según la necesidad”. Esto porque lo humano es imperfecto y nunca
hay que confiarse:
“Porque de los hombres en general se puede decir esto: que son ingratos,
inconstantes, hipócritas y disimulados, que huyen de los peligros y están ansiosos de
ganancias; mientras les haces bien cuando la necesidad está cerca, te son enteramente
adictos, te ofrecen su sangre, su caudal, su vida y sus hijos; pero cuando la necesidad
desaparece, se rebelan” (Maquiavelo, El príncipe, capítulo XVII).
La reputación del monarca resulta imprescindible y, por tanto, surge la pregunta: “¿Si
vale ser más amado que temido, o todo lo contrario?” Ambas cosas son deseables;
aunque es difícil que se cumplan al mismo tiempo. Lo que da más seguridad reside
en ser temido por encima de amado.
Los individuos suelen tener menos consideración en ofender a quien aman que a
quien temen. El amor puede cambiarse por la utilidad propia y transformarse en
ingratitud; en tanto el temor al castigo es un lazo que no suele romperse entre los
hombres. La suficiencia para amedrentar depende del príncipe, mientras que el afecto
resulta cambiante por parte de los súbditos.
Ser temido no significa en modo alguno provocar odio. El desprecio es cosa grave
porque siembra conjuraciones. Maquivelo propone para evitarlo el abstenerse “de
robar la hacienda de sus ciudadanos y a sus mujeres” (El príncipe, XVII).
133
los bienes ajenos: porque los hombres olvidan más pronto la muerte del padre que la
pérdida del patrimonio” (Maquiavelo, El príncipe XVII).
Hay una frase que se atribuye a Maquiavelo, pero que no está en ninguno de sus
escritos: “El fin justifica los medios”. Dicha afirmación debe ser matizada pues el
filósofo florentino censura a quienes emplearon medios abominables para llegar al
poder:
“No se puede llamar virtud a matar a sus conciudadanos, traicionar a los amigos, y
carecer de clemencia, de humanidad y de religión; estos medios pueden llevar a
adquirir el imperio, pero no la gloria” (Maquiavelo, El príncipe VIII).
“Los actos reprensibles pueden justificarse por sus efectos; y cuando el efecto es
bueno, como lo fue en el caso de Rómulo, siempre justifica la acción” (Maquiavelo,
Discursos I, IX).
Para Maquiavelo, existe una diferencia entre el buen y el mal uso de las crueldades:
“Podemos llamar bien empleadas (si es lícito hablar bien del mal) a aquellas que se
ejercen de una vez, por la necesidad de proveer a la propia seguridad, y en las que
después no se insiste, sino que se convierten cuanto es posible en mayor utilidad de
los súbditos; mal empleadas son aquellas que, aunque al principio sean pocas, con el
tiempo aumentan rápidamente en vez de disminuir” (Maquiavelo, El príncipe VIII).
Al nuevo príncipe le toca ejecutar atrocidades solo cuando se presente una ocasión
necesaria, irremediable y excepcional, aplicándola en bloque para no tener que volver
134
a ella en otra circunstancia y así ofender menos; los beneficios, a la inversa, se deben
hacer poco a poco, a fin de que se saboreen mejor.
Cuando el monarca se tope con conflictos que deban ser resueltos, existen dos
maneras de afrontarlos: uno con las leyes, como propio de lo humano; y otro con la
fuerza, de modo similar a los animales. Empero, como muchas veces la primera no
basta, conviene valerse de la segunda. Por consiguiente, a un príncipe le es ineludible
adquirir la naturaleza del centauro, mitad bestia y mitad hombre, para hacer buen
uso de la una y de la otra, ya que si se emplean por aparte no son duraderas.
“Existen dos maneras de combatir: una con las leyes, la otra con la fuerza. La primera
es propia del hombre; la segunda de las bestias [...] Un príncipe debe saber de tal
suerte utilizar eficazmente la bestia, el hombre, o las dos” (Maquiavelo, El príncipe
XVIII).
Requiere, al mismo tiempo, la astucia de la zorra para eludir las emboscadas de los
enemigos y de la fuerza del león para aniquilarlos. Dentro del ámbito de los
compromisos políticos el príncipe ha de ser como la zorra y no cumplir con la fe
pactada, si eso redunda en perjuicio propio. Cuando las ventajas de un juramento
han desaparecido, no tiene por qué respetarse. El poco valor de las promesas se
asienta en las características humanas:
135
“Si los hombres fueran todos buenos, este precepto no sería bueno; pero, como son
malos y no cumplirían su fe con respecto a ti, tú tampoco tienes que cumplirla con
respecto a ellos. Nunca le faltan a un príncipe razones legítimas para disimular el
incumplimiento de lo pactado” (Maquiavelo, El príncipe XVIII).
Los gobernantes que saben actuar como zorras suelen ser los que más prosperan,
pues entienden que, en el arte de disimular y traicionar según la conveniencia, reside
el éxito político. El parecer, la hipocresía y el disimulo son los que llevan a obtener
los mejores resultados:
“Es necesario saber encubrir la verdad y tener gran habilidad para fingir y disimular:
los hombres son tan simples y se someten hasta tal punto a las necesidades presentes,
que quien engaña encontrará siempre quien se deje engañar” (Maquiavelo, El príncipe
XVIII).
Lo vital para un regente no es que posea todas las cualidades, sino que parezca
poseerlas. Resulta bueno para él aparentar innumerables excelencias humanas,
incluso el serlo realmente resultaría algo magnífico; no obstante, un príncipe en
ocasiones tiene que volverse hacia lo contrario y se ve obligado, para preservar el
Estado, a obrar contra la caridad, la humanidad y la religión misma.
Lo primordial para un estadista es el éxito, sin importar que haya habido buena o
mala intención. El pueblo juzga por la apariencia, sobre todo dejándose arrastrar por
la opinión pública y lo que ve. En política, la “verdad” reside en lo que la gente cree:
“En las acciones de los hombres, y sobre todo de los príncipes, que no pueden ser
investigadas ante un tribunal, lo que se considera es el resultado. Procure, pues, un
príncipe conservar y mantener el Estado: los medios que emplee serán siempre
considerados honorables y alabados por todos; porque el vulgo se deja seducir por la
apariencia y los acontecimientos, ¿y no es el vulgo lo que constituye la
136
muchedumbre? Los pocos espíritus penetrantes no tienen lugar en él, cuando la
mayoría tiene dónde apoyarse” (Maquiavelo, El príncipe XVIII).
Lo idóneo para que un mandatario conquiste el poder reside en que utilice “armas
propias” y se distinga por sus cualidades. Por el contrario, no debe buscar “las armas
de otro”. En consecuencia, tendrá que conjuntar un ejército nacional y patriótico, y
evitar milicias mercenarias.
Seguidamente, este tema del realismo político puede estudiarse mediante esta
sinopsis gráfica:
137
! La#realidad#de#lo#humano#ante#el#poder#
Realismo Político
!
1. No imaginar Conquistarlo, No se depende de
! repúblicas y Poder político
conservarlo y la moral y la
atenerse a la religión
! verdad objetiva ampliarlo
Fin
último
!
2. Pesimismo Príncipe o político Medios
! antropológico
! Crueldades
Sana máxima: los
Ser humano Centauro actos malignos se
! justifican si
Bien Mal suscitan efectos
! aplicada aplicada Razón Bestia beneficiosos
s s l
!
De una sola Repetidas
veces y sin
Leyes Zorra León
vez y con
resultados resultados
favorables favorables Astucia Fuerza
138
IV. LA VIRTUD Y LA FORTUNA
Pero existen potencias que contrarrestan las cualidades de los mandatarios, sobre
todo si son escasas:
“Donde los hombres tienen poca virtud, la Fortuna puede hacer un gran despliegue
de sus poderes” (Maquiavelo, El príncipe XXV).
La Fortuna no influye por completo sobre los grandes personajes, porque estos
“permanecen siempre resueltos” y saben que “no deben ceder nunca”. Pero ningún
príncipe, por capaz que fuera, vive ajeno a las fuerzas determinantes de la Fortuna.
Esta procede de la mitología romana y recibe otros nombres como Destino, Fatalidad,
Hado o Suerte (fatum). La visión del mundo de Maquiavelo supone que para el éxito
político se requiere 50 por ciento de virtud y 50 por ciento de Fortuna.
A la par de la diosa Fortuna está la Ocasión. Esta es una mujer con un pequeño
mechón de pelo y por poco calva. Para Maquiavelo la Ocasión aparece en estrecho
vínculo con la Fortuna y la Virtud. La Ocasión se asoma como un ofrecimiento
fortuito de la Fortuna, condicionando el éxito o el fracaso en las acciones humanas.
Al estar la Ocasión con un pie en la rueda de la abundancia y casi alopécica, no se
puede agarrar con facilidad, ni tampoco hay que desaprovechar el fugaz lapso en que
aparezca. Exige, igualemente, prudencia para contenerse a la hora de realizar
acciones cuando la Ocasión no se ha asomado. En caso de que lo haga, se debe
proceder con virtud y determinación sin demora para tomarla en el momento justo.
139
¿Pero puede hacer algo una persona “virtuosa” cuando la Fortuna no favorece y la
Ocasión no despunta?
!
Virtud!y!Fortuna!
! 50% 50%
! Virtud' Fortuna'
Ocasión'
!
Cuado ambas coinciden
!
Divinidad Fugaz y
! No se
romana referente calva o
refiere a un Éxito escurridiza
! asunto al destino, suerte
moral o o hado
! religioso
!
Capacidad política que Audacia y Prudencia y
! involucra energía, agresividad determinación
fuerza, empuje,
! resolución, astucia,
ingenio, prudencia
! calculadora, ferocidad, Político, príncipe o gobernante
gallardía y tenacidad
140
Resumen
• Las naciones deben recuperar los valores patrióticos antiguos, con el fin de hacerlos
revivir en el presente.
• Sana máxima: “Los actos reprensibles pueden justificarse por sus efectos”.
• Las crueldades se aplican como último recurso y se efectúan de una sola vez y no
poco a poco.
• Ante los problemas el político debe usar las leyes (lo humano). Pero si eso no
resulta, tendrá que recurrir a la fuerza (lo bestial).
• La “virtud” del individuo de acción política consiste en que posea voluntad férrea,
fuerza, empuje, resolución, astucia, ingenio, capacidad previsora y combatividad.
• El político sabrá aprovechar la ocasión para realizar sus actos y será audaz y
agresivo contra los embates de la Fortuna (fuerza ciega imprevisible).
141
Ejercicio de autoevalución
Comentario de texto
Texto 1. El principio del que debe partir quien disponga de un Estado y de sus
leyes
“Es necesario que el que funda un Estado y le da leyes, suponga que todos los
hombres son malos y que están dispuestos a emplear su malignidad siempre que
tengan una ocasión propicia para ello. Si en algún caso esa malignidad está oculta
algún tiempo, es por razón desconocida que, a causa de no tenerse experiencia de lo
contrario, no se manifiesta; pero el tiempo, del cual dicen que es padre de todas las
verdades, no tarda en ponerla al descubierto” (Maquiavelo, Discursos sobre la Primera
Década de Tito Livio I, IX).
Actividad virtual
142
¿Cuáles características del pensamiento de Maquiavelo se atribuyen a estos
presidentes? A raíz de lo estudiado en el capítulo, ¿está de acuerdo con esta
caracterización?
Compare esta afirmación con ley costarricense n.o 9288, “Proclamación de la Paz
como derecho humano y de Costa Rica como país neutral” disponible en:
Actividad virtual
http://www.pgrweb.go.cr/scij/Busqueda/Normativa/Normas/nrm_texto_completo.a
spx?param1=NRTC&nValor1=1&nValor2=79024&nValor3=99732&strTipM=TC
143
Respuesta al ejericio 1. El principio del que debe partir quien disponga de un
Estado y de sus leyes
Tampoco lo anterior implica que actúe insistentemente con fiereza excesiva porque
generaría aborrecimiento de su pueblo. Una crueldad es un acto extraordinario que
las circunstancia exigen y que debe ejecutar en bloque. El Estado y las leyes tienen
que ser protegidas por una milicia patriótica que cuente con buenas armas.
144
Glosario
fortuna. En la tradición romana la Fortuna es la diosa del tiempo, la ocasión y la
suerte, porque en su palacio hace girar las ruedas que cambian repentinamente las
cosas del mundo. En Maquiavelo aparece con un significado político, al asociar de
manera indesligable a la Fortuna con la virtù (virtud). La propuesta del florentino es
que el éxito o el descalabro estatal dependen de la convergencia o el desencuentro
entre la Fortuna y la acción humana. De manera imprevisible, existe una
determinación para los individuos o personajes de la vida pública (“Fortuna
particular”) y para los Estados o naciones (“Fortuna general o universal”). En El
príncipe su autor precisa que el libre arbitrio de la mitad de las acciones no queda
totalmente anulado por la Fortuna; pero con la condición de que la virtud política
esté predispuesta a ejecutar actos impetuosos y osados.
145
quien establece cuáles son las “necesidades” del Estado. 6. La política es efectiva si se
alimenta de los resultados, comprendiendo que a veces las circunstancias conducen
a que se opte por los males menores (cuando haya que emplear crueldades, faltar a
la palabra, hacer uso de la fuerza o de la astucia, etcétera).
virtud o Virtù. Término que usa Maquiavelo y que no lo desliga de Fortuna. La virtud
maquiavélica posee un carácter político, aunque está presente tanto en gobernantes
como en ciudadanos pues de ambos depende la grandeza del Estado. La virtud lejos
de concebirse como buena voluntad, pureza o integridad moral, hay que redirigirla
como firme determinación, audacia, astucia, fuerza y el uso de un cálculo que mide
las consecuencias efectivas de las decisiones. Cobra énfasis una virtud propensa a la
acción y un descrédito de la pasividad y contemplación. Incluso la virtud, si se quiere
sobreponer contra los embates de la Fortuna, debe ser imprudente, osada y violenta.
Empero, la Fortuna muchas veces derrota a la virtud, la cual en estos casos se
restringe a una heroica tenacidad.
146
Capítulo VII
147
Objetivos de aprendizaje
Objetivo general
Analizar la noción de utopía en tanto guía social y política.
Objetivos específicos
1. Explicar el humanismo cristiano presente en la utopía de Tomás Moro.
148
Sumario
• Concepto de utopía
• La utopía como “humanismo cristiano” en Tomás Moro
• El socialismo utópico
• Crítica contra las utopías
• Reivindicación de los ideales de las utopías
Conceptos clave
• Utopía/eutopía
• Humanismo cristiano
• Socialismo/socialismo utópico
149
En este apartado se examinará el tema de la utopía. Para eso, se puntualiza en autores
que critican su entorno estatal y plantean su reorganización desde ficciones literarias.
Se trata de proyectar escenarios políticos imaginarios, ligados con la ética, con la meta
de contrarestar los males que aquejan la civilización. Quizás en un futuro se pudieran
fundar sistemas colectivos cercanos a estos modelos. Tomás Moro en el Renacimiento
revitaliza esos presupuestos mediante su novela Utopía de 1516, que en la
Antigüedad había tenido como precedente la República de Platón. También en esta
sección se explicará el “socialismo francés” del siglo XIX, llamado después
“socialismo utópico”, que llevará a la práctica algunos modelos interesantes de
comunidades, rompiendo con las formas de convivencia basadas en la desigualdad.
De cualquier modo, si en el pasado numerosas cosas eran utopía y hoy ya no lo son,
eso despierta la necesidad de seguir insistiendo en ideales orientadores que
transformen al ser humano y la sociedad.
“Así toda la isla forma como una gran familia”(Tomás Moro, Utopía II).
“Nada mejor que el sueño para engendrar el porvenir. La utopía de hoy es carne y
hueso mañana” (Víctor Hugo, Los miserables VIII).
150
I. CONCEPTO DE UTOPÍA
El anhelo por mundos terrenales perfectos resulta muy antiguo; sin embargo, la
invención del vocablo “utopía” proviene de Tomás Moro en 1516, en su obra del
mismo nombre. La etimología del término procede del griego oὐ = carencia de, y tópos
= lugar. Significa, entonces, ausencia de un sitio localizable o país de ninguna parte.
Otra palabra similar es eutopía (de eὖ = buen), un “sitio magnífico”.
151
Utopía!
ὐ
tópos
E utopía+ eὖ+
tópos
Características
152
II. LA UTOPÍA COMO “HUMANISMO CRISTIANO” EN TOMAS
MORO
Tomás Moro nace en Londres en 1478. Se desempeña en las ramas de derecho, poesía
y teología. Siempre se mantiene en el catolicismo y rechaza la Reforma protestante
encabezada por Martín Lutero. Moro entabla amistad con el gran humanista Erasmo
de Rotterdam.
Moro ocupa importantes cargos políticos: jurista, miembro del Consejo privado del
rey Enrique VIII, tesorero de la Corona y Canciller de Inglaterra. En 1535 Moro es
procesado por mandato de Enrique VIII por el cargo de alta traición. Este le había
pedido al Sumo Pontífice la nulidad de su matrimonio con Catalina de Aragón y el
Papa la rechaza. Enrique VIII, ante la negativa, se declara cabeza de la Iglesia de
Inglaterra. Moro no se pone de parte de su monarca y, por eso, este lo condena a ser
decapitado.
La obra principal de Moro está escrita en latín y se llama (Libro del estado ideal de
una república en la nueva isla de Utopía) (Libellus de optimo republicae statu deque
nova insula Utopia). Aunque usualmente solo se denomina (Utopía).
Al inicio de este texto exhibe el ambiente social de Inglaterra a inicios del siglo XVI.
Vastos terrenos que antes se dedicaron a la agricultura, se modifican en campos de
pastoreo para ovejas, cuyos productos cesan de aprovisionar las necesidades del
consumo humano para las mayorías, Se convierten en comercio textil que concentra
la riqueza en una minoría. Los campesinos, empujados por la miseria, concurrieron
en masa a las ciudades, sin adquirir un trabajo decoroso. De eso solo pueden irrumpir
problemáticas: hambre, enfermedades, desocupación, criminalidad y otras. El Estado
impone medidas represivas y violentas, en lugar de buscar las causas y remedios de
los conflictos sociales.
Moro denuncia esas injusticias de su época, aspirando a una reforma social. Deja de
lado dar consejos al monarca. Los atropellos que padecen los sectores marginados
constituyen el foco de atención de su “humanismo cristiano”.
153
Aquí se recalca la común aceptación de que la esencia del cristianismo no consiste
únicamente en reverenciar los sacramentos, dogmas y rituales de la Iglesia. La
verdadera naturaleza del cristianismo es una “forma de vida”, que se expresa por
medio de “acciones” justas, buenas o virtuosas. En el relato del canciller inglés, los
utópicos “están convencidos de que solo una vida activa y la práctica de la caridad
hacia su prójimo les valdrán la felicidad después de la muerte” (Moro, Utopía II).
La igualdad de recursos colectivos Moro la enuncia con estos términos: “el único
medio de distribuir equitativamente los bienes y de asegurar la felicidad de la
sociedad humana es la abolición de la propiedad” (Utopía I). La justicia social no
existe donde las posesiones las concentran unos pocos. El oro es un metal sin valor
en esta asociación ideal con el que fabrican juguetes y orinales.
El autor de Utopía imagina también la destrucción de las escalas sociales del “grado”
por nacimiento o dinero. En su lugar, se le debe tributar distinción a las personas de
verdadera virtud. Esto quizás sería tildado de ilógico por muchos, que han sido
sometidos para creer que el buen apellido y el capital constituyen la categoría más
grande que se puede aspirar.
154
155
III. EL SOCIALISMO UTÓPICO
Las concepciones de dicha corriente surgen como reacción contra las condiciones
laborales nefastas en la era de la Revolución Industrial, cuando tomó auge el
liberalismo capitalista. Desde entonces, unos pocos concentran monopolios
multiplicando sus ganancias por los medios de producción, mientras que las masas
de obreros se empobrecieron. Empiezan a operar las leyes de la oferta y la demanda,
las cuales determinan los precios, excluyendo toda intervención estatal.
Uno de ellos fue Charles Fourier (1772-1837), un crítico del liberalismo industrial y
de la familia tradicional centrada en la monogamia. Su principal obra es El nuevo
mundo industrial y societario (1829). Aquí desaprueba la empresa privada, pues el
156
capitalismo produce una industria que entra en crisis de superproducción,
arrastrando a una anarquía económica que disemina legiones hambrientas de
proletariados.
“El grado de civilización que las diferentes sociedades han alcanzado siempre, ha
sido proporcional al grado de independencia del que han gozado en ella las mujeres”
(Fourier, Oeuvres Complètes, 132-33).
En los falansterios de Fourier cada cual producirá lo que le guste elaborar. Podrá
incluso realizar diversos oficios. Así terminará encontrando más satisfacción en su
“trabajo atrayente”, que en las fiestas, bailes o espectáculos. Esto porque cada cual
eligirá el empleo según su vocación.
157
158
IV. CRÍTICA CONTRA LAS UTOPÍAS
Los socialistas utópicos mantienen la presunción novelesca de que los seres humanos
son esencialmente buenos y aquilatan en su naturaleza sobresalientes aptitudes de
sociabilidad y cooperación. Creen que con reformas sociales basta para extinguir la
codicia hacia el lucro, al que se le rinde culto casi religioso en el mundo capitalista.
Pero la realidad es que los grupos dirigentes y económicamente más poseedores,
difícilmente van a tener un súbito desprendimiento, por el cual repartan sus
beneficios hasta el punto de que salgan perdiendo con él.
Los escritos utópicos parecen un resguardo contra las desgracias que se soportan en
una época específica y hasta un mecanismo para activar las conciencias, pero en la
práctica no han variado la marcha imperante de los sucesos. Las utopías reprobaron
un periodo problemático, pero nunca demolieron, ni siquiera parcialmente, el curso
de los acontecimientos. El juego literario crea un reverso de la sociedad imperfecta,
pero esos proyectos no pasan de ser una ilusión.
Una fuerte objeción contra las utopías es que sus gobernantes al asumir que tienen la
“sabiduría” y la “verdad”, los lleva a instituir Estados represivos. El ciudadano se
convierte en un instrumento al servicio de la organización estatal. Los mandatarios
se valen de sus supuestos conocimientos superiores y establecen planes por encima
de los derechos de sus subordinados.
Así lo señala Karl Popper en La Sociedad Abierta y sus Enemigos de 1945 con respecto
a la República de Platón. Pero esto se puede extender a casi todas las utopías
posteriores. El convencimiento absoluto en un sistema que se cree ideal y perfecto,
conlleva, irremediablemente, a la intolerancia y el totalitarismo sobre cualquier otra
propuesta diferente. Es más: si hay opiniones en contra que puedan desestabilizar la
supervivencia de la “sociedad ejemplar”, deben ser segregadas o aplastadas.
159
Las inconsistencias de las utopías se esquematizan con el siguiente cuadro:
160
V. REIVINDICACIÓN DE LOS IDEALES DE LAS UTOPÍAS
Nunca se debe renunciar a los ideales y a la iniciativa por renovar nuestro entorno.
La utopía sirve para reforzar la fantasía creadora, en medio de un mundo que se
puede tornar totalitario. Al mismo tiempo, representa un sendero para romper con
la ideología conservadora basada en la adaptación al orden establecido.
Cuando acontecen crisis existe la necesidad humana de acudir a la utopía. ¿Por qué
entonces hay que extirpar el impulso a soñar en sociedades mejores? Quien, por una
parte, considera que la única forma de asociación justa es cuando se mutilan las
libertades personales, equivale a un modo pobre de entender el pensamiento utópico.
Por otra parte, desestimar de plano las propuestas que hoy son imaginarias, podría
conducir a aceptar indolentemente sistemas de convivencia deshumanizantes.
161
Seguidamente, se presenta el esquema que resume la significación de retomar los
ideales utópicos:
162
Resumen
• Los orígenes antiguos de la utopía se remontan a la República de Platón.
• La palabra “utopía” fue acuñada por Tomás Moro en 1516 en su obra del mismo
nombre. Su etimología se deriva del griego oὐ: ausencia de; y tópos: lugar.
• Ataca los grupos sociales (la nobleza y la burguesía), que han descalabrado el bien
público y apadrinado el bien individual.
• El relato de la isla Utopía describe a habitantes que aplican los principios cristianos
por medios racionales, superando a los europeos que han contado con la ventaja de
la revelación divina.
• La isla Utopía se caracteriza por ser un sistema igualitario entre hombres y mujeres;
es comunista al no existir la propiedad privada y todos trabajan para todos.
• Moro pretende invertir los criterios de valoración social, pues de acuerdo con la
“opinión pública”, la nobleza de nacimiento y el dinero otorgan el mayor prestigio,
cuando en realidad es algo que depende exclusivamente de la vida virtuosa.
163
• El socialismo francés o utópico acaece durante el siglo XIX, como crítica frente a los
abusos hacia el proletariado que se produjeron a raíz de la Revolución Industrial y el
liberalismo económico.
• Son débiles los medios que proponen los autores utópicos para cambiar el orden
existente.
• Karl Popper argumenta que las utopías, al postular que sus mandatarios poseen la
“verdad”, conllevan intolerancia y crueldad contra los sectores disidentes.
164
• Los ideales utópicos que se pueden reivindicar e en presente son: 1. Pacifismo; 2.
Conservacionismo ecológico; 3. Igualdad de oportunidades; 4. Los derechos
humanos; y 5. La solidaridad planetaria.
165
Ejercicio de autoevalución
Comentario de texto
166
Actividad virtual
https://elpais.com/elpais/2015/05/27/opinion/1432724543_688680.html
¿Qué funciones le atribuyen a las visiones utópicas en el siglo XXI? ¿Está de acuerdo
con la función que le otorga a la utopía, en la actualidad, el sociólogo Zygmunt
Bauman?
167
Respuesta al ejercicio 3. El lugar de la utopía en el siglo XXI
La utopía puede ser útil, en la actualidad, para valorar los programas electorales que
se nos ofrecen, para pensar en la sostenibilidad ecológica, la familia o las ciudades
inteligentes. Lo importante de la utopía es que “busca pensar más allá de los límites
convencionales del pensamiento social y político y dibujar la imagen de una sociedad
buena, incluso perfecta, lo hace dentro del margen de lo posible, esto es, partiendo
de las realidades psicológicas, sociales y tecnológicas existentes”.
168
Glosario
utopía. Sociedad ideal no ubicable. Del griego oὐ = carencia de, y tópos = lugar, sitio,
puesto; país, territorio, localidad, distrito, región; espacio; condición, categoría.
Palabra acuñada por Tomás Moro en su relato Utopía de 1516, en el cual describe
mediante una fantasía literaria una organización político-social, que concibe como
ideal de sociedad o como modelo para criticar los Estados existentes. En Moro el
pensamiento político utópico se mezcla con el “humanismo cristiano”. El “socialismo
utópico” de los siglos XVIII y XIX fustiga el capitalismo e intenta, mediante reformas,
llevar a la práctica Estados renovados, que proporcionen las condiciones necesarias
para la felicidad humana.
socialismo. Doctrina política que refleja la inmemorial lucha entre los ricos y los
pobres, entre los poseedores y los desposeídos, a fin de instaurar una reivindicación
igualitaria, un espíritu “de reparto”. El socialismo surge estrictamente como reacción
frente al desarrollo de la gran industria y del liberalismo económico en la Europa de
finales del siglo XVIII, y ve propagarse al proletariado como una clase nueva y
marginada de condiciones dignas de vida. Aparecen filósofos, filántropos y
economistas en Francia e Inglaterra que crean el denominado “socialismo utópico”,
a partir de los escritos y prácticas sociales emprendidas por Saint-Simon, Fourier,
Owen, Blanc y Proudhon. El término “socialismo” es acuñado en 1832 por el
saintsimoniano Pierre Leroux, en oposición a individualismo. Aunque en este grupo
no existe una completa uniformidad en sus propuestas, se puede decir que, en
términos generales, sostiene una hostilidad hacia el capitalismo y anhela organizar la
sociedad a partir de una plataforma cooperativista, fundada en el intenso cultivo de
la tierra, un Estado que distribuya el trabajo y preste el dinero, sin necesidad de
recurrir a medios violentos.
169
170
Capítulo VIII
Hobbes y Locke
171
Objetivos de aprendizaje
Objetivo general
Objetivos específicos
172
Sumario
THOMAS HOBBES
• Vida y escritos políticos
• El Estado de naturaleza
• El Estado-Leviatán
JOHN LOCKE
• Vida y escritos
• El estado de naturaleza
• El “contrato” que origina el gobierno civil
• La distinción entre los poderes
• Derecho de insurrección
Conceptos clave
• Estado de naturaleza
• Absolutismo
• Guerra de todos contra todos
• El hombre es un lobo para el hombre
• Estado/Leviatán
173
En este apartado se examinará una filosofía política realista, cuyo propósito es la
defensa de un Estado a la vez atemorizante y bienhechor. Se trata de Thomas Hobbes
(1588-1679) y su elaboración de una brillante teoría sobre el origen de la sociedad y
el poder.
Desde su punto de vista, los seres humanos se agrupan en sociedades por el miedo a
la muerte, al encontrarse en un “estado salvaje”, ausente de reglas o justicia, y donde
la vida se convierte en una “guerra de todos contra todos”, en un contexto de abuso,
violencia y fraude. El egoísmo y el deseo de poder humanos los arrastran hacia su
autodestrucción, por lo cual los individuos deseosos de evitarlo transfieren mediante
un pacto toda su fuerza a un solo hombre. Estos establecen un Estado atemorizante
con la capacidad de hacer respetar las leyes.
Con una coherencia en sus propuestas justifica el poder absorbente estatal como
correctivo ante las inclinaciones antisociales humanas. El monarca debe ser exitoso y
generar paz y prosperidad entre sus gobernados; y en caso de no lograrlo hay que
darlo por muerto. No se trata, entonces, de exaltar la conjunción del poder en uno
solo para endiosar al gobernante, sino que se obtengan los resultados que impidan
retornar a la miserable condición del estado de naturaleza.
“El gobierno de muchos no es bueno, ¡haya un solo jefe!”(Homero, Ilíada II, 204).
“De manera que doy como primera inclinación natural de toda la humanidad, un
perpetuo e incansable deseo de conseguir poder tras poder, que solo cesa con la
muerte” (Hobbes, Leviatán I, 11).
174
I. Thomas Hobbes
En 1642 Hobbes publica Sobre el ciudadano (De Cive). Y en 1651 se edita Leviatán: o la
materia, la forma y el poder de un Estado eclesiástico y civil (Leviathan: Or the Matter, Form,
and Power of a Commonwealth Ecclesiastical and Civil).
También en 1651 Hobbes regresa a Inglaterra y bajo la protección del rey Carlos II se
le concede una pensión vitalicia. Sin embargo, sus postreros años son afligidos por
las acusaciones de ateísmo y herejía que se desprenden de su pensamiento. Aunque
no es procesado, a Hobbes se le excluye de la vida intelectual y sus escritos son
censurados. Muere a los 91 años, en 1679.
En medio de este deseo natural de acrecentar superioridad, cada hombre tiene que
disputarlo con los demás:
175
“La competencia por alcanzar riquezas, honores, mando o cualquier otro poder, lleva
al antagonismo, a la enemistad y a la guerra. Porque el modo como un competidor
consigue sus deseos es matando, sometiendo, suplantando o rechazando a quien
compite con él” (Hobbes, Leviatán I, 11).
Ante el temor de ser derrotados o muertos por el adversario, los hombres toman
previsión y buscan incrementar su fuerza, a fin de perjudicar con mayor eficacia a
quien le amenace. Dicha situación se denomina “estado de naturaleza” y se define
mediante la frase: “La guerra de todos contra todos (bellum omnium contra omnes)”.
(Hobbes, Leviatán I, 13).
Tal estado bélico impide el desarrollo de la cultura, de las leyes, la justicia y la moral.
La paz no es la forma de vida que se da naturalmente entre las personas. La condición
humana se describe por su implacable rapacidad: “El hombre es un lobo para el
hombre” (homo homini lupus est). (Hobbes, Sobre el ciudadano, Epístola dedicatoria).
La tendencia de los humanos a infringirse perjuicios unos hacia otros, tiene como raíz
la vana estima que tienen de sí mismos, ocasionando que en el estado natural pululen
en todas partes envidias y sospechas constantes, que amenazan contra su propia
preservación.
176
177
Según Hobbes, previo a la organización política se da un escenario de constante
miedo, sufrimiento y hostilidad. Los hombres deciden, impulsados por “las
necesidades de su propia naturaleza”, a buscar el modo remediar tan deplorable
situación. Ante el insufrible estado de guerra y el aniquilamiento mutuo, resulta
necesaria la instauración de un poder gubernamental, cuyo fin es procurar la
supervivencia humana y el que la vida sea más grata. El Estado se define en estos
términos: “un poder visible que los mantiene atemorizados y que, con la amenaza
del castigo, los obliga a cumplir sus convenios”. (Hobbes, Leviatán II, 17).
Las leyes por sí solas son insuficientes para constituir una sociedad, pues requieren
de un poder tangible que obligue a los individuos a respetarlas: “los convenios,
cuando no hay temor a la espada, son solo palabras que no tienen fuerza suficiente
para dar a un hombre la menor seguridad” (Hobbes, Leviatán II, 17).
El Estado se establece para Hobbes porque los habitantes calculan que es conveniente
para ellos. El único modo de institucionalizar esta autoridad superior es
estableciendo un convenio entre todos y cada uno de sus miembros, confiriéndole el
poder a un solo hombre o a una asamblea de hombres, en aras de que sustituya la
voluntad de todos y que represente a todos.
Para Hobbes, el Estado posee supremacía sobre lo religioso. Por eso es, a la vez,
“eclesiástico y civil”. Ninguna autoridad espiritual puede erigirse en rival del
soberano y la obediencia ciudadana resulta prioritaria.
Una frase bíblica que describe al Leviatán es: “no hay poder sobre la tierra que se le
compare” (Job 41). Su figura se mide con la de un gigante descomunal, cuyo cuerpo
se halla compuesto por individuos adheridos y aglomerados en sus brazos y torso.
Es poseedor de una doble naturaleza, pues encarna, por un lado, los símbolos de la
fuerza militar y, del otro, del poder religioso.
178
Hobbes identifica al Leviatán con su propuesta de Estado, concebido como una
especie de “dios mortal”, un monstruo invencible, espeluznante y bienhechor.
Armado de las potestades temporales y espirituales, impone el temor necesario para
que sus subordinados lo obedezcan y no tengan una regresión al estado retorcido de
naturaleza, donde se da el acometimiento de todos contra todos.
Los individuos se someten de modo sumiso al Estado, que posee todos los derechos
y poderes (judicial, legislativo y ejecutivo). No hay división de autoridades o partidos
políticos, porque eso sería debilitarlo. Se trata de un absolutismo político en el cual el
gobernante lo decide todo ante el pesimismo sobre la naturaleza humana.
Cuando el Estado es débil, o cuando una guerra interna o extranjera le dan un golpe
mortal, sus habitantes no registran más relación con él que la que se tiene con un
“cadáver”. Los súbditos, sin ningún sentimentalismo, se preservan el derecho a
buscar su protección en otra parte. Si el soberano, con la ventaja de poseer un poder
absoluto y no sometido a las leyes, cuando resulta incompetente de proporcionar a
su pueblo paz y prosperidad, hay que darlo por muerto y unirse al que esté en
condiciones de lograrlo.
179
180
!
!
Evita. el. estado. de.
! guerra.en.su.interior. Estado' Leviatán. Debe.ser.exitoso.
!
Tiende.a.ser.una.monarquía. Representa.a.todos..
y.tal.vez.una.asamblea.
! Bien.
No.hay.división.de.poderes. común. Tienen.un.origen.
!
ni.partidos.políticos. estatal.y.orientan.sobre.
lo.que.se.puede.o.no.
!
Forma:.monstruo.o.Dios.mortal.
Leyes. hacer.
! Proporciona.paz.y.
Civil.y.eclesiástico.
prosperidad.material.
! Un.poder.evidente.que.
intimide.y.coaccione.con. Una.construcción.
! sanciones.la. no.natural,.sino.
contravención.de.las. artificial,.por.
! leyes. Pacto.de. conveniencia.
sumisión.
!
El. poder. militar. resulta.
Materia.
! persuasivo. para. hacer. Ciudadanos.
respetar.los.convenios..
Temor. Anticipación.de.
! males.futuros.
Fuerza.invariable.
! y.duradera. Virtud.política.
181
Resumen
• El egoísmo humano y querer obtener siempre provecho ajeno llevan a que “el
hombre sea un lobo para el hombre”.
• Los individuos se someten al Estado, que posee todos los derechos y poderes.
• El soberano debe ser exitoso y proporcionar paz y bienestar; pero, si no lo logra, los
súbditos, sin ningún reparo, deben deshacerse de él y buscar otro.
182
II. LOCKE Y LA TEORÍA DEL ESTADO LIBERAL
En esta sección se analizará el aporte de John Locke (1632-1704) a la teoría política.
Su obra tiene una gran influencia sobre el el movimiento ilustrado, el liberalismo, la
teoría de la división de poderes y el Estado laico. Su época en Inglaterra corresponde
con luchas encarnizadas entre los partidarios del rey y los del Parlamento, entre la
nobleza y la burguesía.
En apoyo de estos últimos, surge el Tratado sobre el gobierno civil de 1690, justificando
la Revolución Liberal inglesa de 1688. Por eso, la perspectiva de Locke está en
oposición contra los sistemas absolutistas, que apoyan una autoridad política
desmedida del monarca.
Sus propuestas se basan, por tanto, en establecer pautas concretas para una
delimitación y separación de dos poderes fundamentales, el Ejecutivo y el
Legislativo; así como un énfasis por el derecho a poseer propiedad privada, como
fruto del esfuerzo y de las libres transacciones, sin que el gobierno intervenga en ello.
“Concedo sin dificultad que el poder civil es el remedio apropiado para los
inconvenientes que ofrece el estado de naturaleza; esos inconvenientes tienen
seguramente que ser grandes allí donde los hombres pueden ser jueces en su propia
causa” (John Locke, Segundo tratado sobre el gobierno civil, II, § 13).
En 1689, Locke publica Carta sobre la tolerancia. Considera que se debe promover, con
respecto a las creencias adoradoras, un “derecho absoluto y universal a la tolerancia”.
Separa lo político de lo religioso, pregonando la secularización del Estado: “todo el
183
poder del gobierno civil afecta exclusivamente a los intereses civiles, se limita a las
cosas de este mundo y no tiene nada que ver con el otro”.
En 1690, Locke da a la luz dos libros que lo harán famoso. Uno de ellos es una obra
epistemológica, el Ensayo sobre el entendimiento humano: sostiene una filosofía
empirista en la cual la mente humana desde que nace se asemeja a una “tabla rasa”
que la experiencia sensorial graba; no existen ideas innatas. Y el otro es una obra
política, titulada Dos tratados sobre el gobierno civil (Two Treatises on Civil Government).
A. El estado de naturaleza
En el Segundo tratado sobre el gobierno civil, Locke parte del “estado de naturaleza” y
del “contrato originario”, que originan gobierno político.
El “sentido común” del ser humano equivale a una guía para saber que todos son
libres e iguales, impidiendo atropellar a los demás. Eso protege al inocente y castiga
al abusador. En ese periodo anterior a la sociedad, nadie se topaba con el abuso de
“un poder absoluto y arbitrario”. No había caos, desenfreno ni guerra.
184
precavidos, se percataron que su exposición a ciertas dificultades podía empeorarse.
El estado natural es perfectible y puede llegar a ser mejor.
Según Locke, el punto débil del estado de naturaleza es que carece de leyes y jueces
revestidos de autoridad, a quienes recurrir en casos de agresiones y conflictos.
Tampoco existía una policía capacitada para imponer la resolución de los juicios
fallados. Se podría degenerar en un ambiente destructivo donde cada cual, por
propia mano, hace prevalecer sus derechos. Habría que delegar el poder en un
gobierno, que sea capaz de proteger de forma más completa la igualdad y la libertad
primitivas, y, sobre todo, la propiedad privada.
185
B. El “contrato” que origina el gobierno civil
El “contrato originario” es lo que da nacimiento a las sociedades políticas:
“Siendo los hombres libres, iguales e independientes por naturaleza, ninguno de ellos
puede ser arrancado de esa situación y sometido al poder político de otros sin que
medie su propio consentimiento. Este se otorga mediante convenio hecho con otros
hombres de juntarse e integrarse en una sociedad destinada a permitirles una vida
cómoda, segura y pacífica de unos con otros, en el disfrute tranquilo de lo que les
pertenece en propiedad, y una salvaguardia mayor contra cualquiera que pretendiese
perjudicarles y hacerles daño” (Locke, Segundo tratado sobre el gobierno civil, VIII, § 95).
Un gobierno absoluto no es válido, puesto que los hombres nunca habrían esperado
entrar en una situación peor que la del estado de naturaleza. Las personas tendrían
que estar dementes para otorgarle un poder inmenso a uno solo, con el cual, en vez
de sacarlas de los males y la ruina, las haga creer dulcemente que es bueno para ellas
ser devoradas.
A criterio de Locke, el poder político legítimo es un custodio que protege los derechos
de los propietarios. Estando a su servicio para administrar y asegurar su bienestar y
prosperidad. Las pertenencias otorgan dicha y placeres, y su protección constituye el
propósito primordial del gobierno.
La idea del contrato que funda la sociedad civil se muestra en el siguiente esquema
sintético:
186
187
C. La distinción entre los poderes
De acuerdo con Locke la delimitación de poderes, o el que cada sector estatal tenga
su cuota de autoridad, sea el monarca o el Parlamento, significa la respuesta para
evitar un abuso indebido. Constituye, además, la clave para lograr un gobierno
representativo y constitucional.
Resulta inconveniente que las entidades legislativa y ejecutiva estén en las mismas
manos. Hay dos razones: una, de carácter práctico, según la cual resulta innecesario
que el cuerpo legislativo esté siempre en ejercicio pues no hay que crear códigos
constantemente; lo conveniente es que haya un poder ejecutivo que permanezca
siempre activo en la aplicación de los estatutos; otra, de índole moral, en que unir
ambos poderes en un solo sujeto o grupo significa “una tentación demasiado fuerte
para la debilidad humana, que tiene tendencia a aferrarse al poder”. Tal circunstancia
daría lugar a que las leyes “las redactasen y aplicasen de acuerdo con sus intereses
particulares, llegando por ello a que esos intereses fuesen distintos de los del resto de
la comunidad” (Locke, Segundo tratado sobre el gobierno civil, XII, § 143).
188
variables que quedan a la discreción del ejecutivo. Este asume un puesto de confianza,
una concesión que no debe extenderse más allá de lo exigido por el bien común.
D. Derecho de insurrección
Locke considera que el pueblo al consentir unirse en sociedad presta su aval al poder
legislativo y ejecutivo para formar un gobierno, cuya meta es la cristalización del bien
público, como la seguridad de los ciudadanos y el resguardo de la propiedad
privada. El poder es un “depósito” (trust), confiado a los gobernantes en beneficio de
los propietarios.
Este derecho de insurrección prorrumpe cuando alguno de los cuerpos estatales lesiona
los derechos naturales, en especial la libertad y la propiedad. La dejadez del pueblo
hace que esté más propenso a aguantar las injusticias, que a luchar en defensa de sus
derechos.
Pero si son muy pesadas las cadenas del absolutismo, la obediencia desaparece. La
resistencia a la autoridad se asoma cuando al público se le han ultrajado sus garantías.
Para sacudirse de esas injusticias, los ciudadanos pueden restablecer un nuevo poder.
La rebelión acontece porque ha aparecido una faceta de guerra, un escenario peor
que al que había en el estado de naturaleza.
¿Acaso el pueblo debe resignarse como un cordero, que presenta sin la menor
resistencia su cuello para que lo desgarre el lobo dictador? No se trata de incitarlo a
sublevars porque antes hay que recurrir a la prudencia e, incluso, invocar al cielo.
189
190
Resumen
• En el estado de naturaleza, para Locke, existe la libertad (ordenar los actos y
propiedades dentro de los límites de la ley natural) e igualdad (nadie posee más
poder que otro).
• La razón natural dicta que todos son libres e iguales, e impide abusar de los demás.
• La felicidad reside en tener posesiones, las cuales dispensan placer y el Estado debe
ser un custodio para ellas.
191
• El poder legislativo no puede preverlo todo, por lo que le otorga un puesto de
confianza al ejecutivo para que en algunos casos actúe según su discreción.
192
Ejercicios de autoevaluación
Comentario de texto
Explique a qué se refiere Hobbes con esos “tiempos de guerra” que describe.
Texto 2. Aclare cómo Locke distingue y subordina los poderes dentro del Estado.
Hobbes identifica los “tiempos de guerra” con el “estado de naturaleza”. Esto se debe
a que la naturaleza es insaciable y no hay un “supremo bien” que la llene. Busca
entonces poder durante toda su vida de manera voraz. Esto lleva a los individuos a
la constante confrontación, enemistad y la guerra de todos contra todos. Este período
bélico paraliza el desarrollo de la cultura, de las leyes, la justicia, la moral y el
193
progreso. La paz no es la forma de vida que se da naturalmente entre las personas,
porque “el hombre es un lobo para el hombre”. El estado de naturaleza es la peor
condición que puede existir por la mutua destructividad.
Por otra parte, para Locke el estado de naturaleza se caracteriza por los rasgos de la
libertad y la igualdad. Un aspecto fundamental de este estado consiste en la posesión
de la propiedad privida. El Estado civil asegura, mediante un contrato voluntario,
que se respeten estas condiciones, junto con una protección absoluta de la propiedad
privada. En el momento en que el Estado atente contra los individuos que lo
instauraron, estos pueden sublevarse contra él de manera legítima.
194
Glosario
absolutismo. Forma de gobierno en la cual el poder reside en una única persona, a
quien deben de obedecer y no le pueden pedir cuentas sobre sus actos. Además, sus
decretos reales son superiores a cualquier Constitución o ley. No hay que confundirlo
con totalitarismo, en el que gobierna un partido único. Hobbes es el mayor teórico
del absolutismo monárquico, como solución a la depravada naturaleza humana y
cuyo sistema autoritario y amenazante puede proporcionar la seguridad y el
bienestar social.
Para John Locke, en su Segundo tratado sobre el gobierno civil (II, § 4), el estado natural
es donde los individuos tienen completa libertad de ordenar sus actos y disponer de
sus propiedades, y una igualdad con respecto a los miembros de su misma especie.
Al ser personas razonables, no viven en una situación de desenfreno (II, § 6). Se
abandona el estado de naturaleza para fundar el gobierno civil, para que este se
encargue de garantizar mejor la propiedad privada.
bellum omnium contra omnes. Expresión latina que significa “la guerra de todos contra
todos”. Hobbes la expone en Sobre el ciudadano (Prefacio) y el Leviatán (I, 13), para
indicar la condición natural humana anterior a la institución de un Estado absoluto.
homo homini lupus. “El hombre es un lobo para el hombre”. Frase original latina del
comediógrafo romano Plauto en su escrito Asinaria (verso 495). Hobbes le otorga un
carácter serio, con el fin de determinar la naturaleza humana destructiva.
195
mantenerlos atemorizados y con amenaza de castigo para hacer cumplir las leyes. Se
trata de una forma de Estado absoluto, de tipo monárquico, en que se concentran
todos los poderes (ejecutivo, legislativo y judicial), pero buscando la paz social y el
bien común. De no haber estas condiciones, se retorna a la insufrible situación de
guerra.
196
Capítulo IX
El pensamiento político de
197
Objetivos de aprendizaje
Objetivo general
Comprender las propuestas políticas y éticas de Montesquieu, Rousseau y Kant.
Objetivos específicos
1. Detallar, según Montesquieu, el significado que envuelve la libertad política.
3. Comprender según Rousseau los aspectos que abarca su noción de contrato social.
4. Explicar las razones que Kant establece sobre el carácter injustificable de la mentira.
198
Sumario
Conceptos clave
• Libertad política
• Voluntad general
• Absoluto
• Razón práctica
• Deber
• A priori
• Deontología
199
Montesquieu (1689-1755) fue un aristócrata y pensador francés, uno de los autores
más influyentes del Iluminismo. Desarrolla la tesis sobre la armonización de los tres
poderes en su obra Del espíritu de las leyes. Aquí establece que las proclamas
constitucionales deben limitar la hegemonía de los monarcas, dado que estos suelen
caer en la violencia y abuso. Para eso, traza un fraccionamiento en la autoridad de los
órganos que rigen la nación, de modo que se contrarresten entre sí o que alguno no
sobrepase a los demás.
“Pero es una experiencia eterna, que todo hombre que tiene poder siente la
inclinación de abusar de él, yendo hasta donde encuentra límites”.
(Montesquieu, Del espíritu de las leyes XI, 4).
200
I. MONTESQUIEU. EL EQUILIBRIO DE LOS TRES PODERES
Después deja su cargo y viaja por Italia, Suiza, Alemania, Holanda e Inglaterra. En
esta última nación vive entre 1729-1731, investigando sobre sus instituciones políticas
y valorándolas en alto grado.
Regresa a Francia en 1731 y en algunos cortos periodos en París, pues desde 1727 lo
nombran miembro de la Academia francesa que está ahí ubicada. Muere en su castillo
La Brède en 1755.
Montesquieu escribe sobre temas literarios y de filosofía política. Las Cartas persas las
publica de manera anónima en 1721. Consisten en una correspondencia entre dos
aristócratas de Persia que están de viaje por Europa; realiza una sátira de la sociedad
francesa, critican al clero y a las clases dirigentes absolutistas. Este texto representa
uno de los primeros escritos de la Ilustración.
Por “espíritu” Montesquieu entiende “las diversas relaciones que las leyes pueden
tener con diversas cosas”. Una cadena de innumerables vínculos que las leyes
guardan entre ellas: “con sus orígenes, con el objeto del legislador y con el orden de
las cosas sobre las que se legisla”. Es preciso saber leer no solo la letra de la ley, sino
su espíritu, cómo este se enlaza con la historia, tendencias y modos de ser de los
diversos pueblos.
Las “leyes” Montesquieu las entiende, “en su significación más amplia”, como “las
relaciones necesarias que se derivan de la naturaleza de las cosas”. Estas deben tener
una relación necesaria y objetiva con la geografía y costumbres de los coterráneos, de
los que habrá que derivar las instituciones políticas:
201
“Deben adaptarse a los caracteres físicos del país, al clima helado, caluroso o
templado, a la calidad del terreno, a su situación, a su tamaño, al género de vida de
los pueblos según sean labradores, cazadores o pastores. Deben adaptarse al grado
de libertad que permita la constitución, a la religión de los habitantes, a sus
inclinaciones, a su riqueza, a su número, a su comercio, a sus usos y costumbres”
(Montesquieu, Del espíritu de las leyes I, 3).
Los códigos no pueden ser establecidos como una mera imitación de otras latitudes,
aun cuando hayan sido exitosas. Hay que crear las leyes atendiendo a innumerables
indagaciones, que son específicas para determinados residentes de un lugar, y que
tienen que ver con su forma de gobierno y libertad política, e incluso con los climas
y el espíritu general, carácter o genio de cada nación.
Montesquieu centra sus esfuerzos en la teoría sobre la libertad política, donde aborda
también el tema de la distinción de poderes. ¿En qué consiste, entonces, la libertad?
No consiste en hacer todo lo que se quiera, como a veces eso cree el pueblo en las
democracias; en “el derecho de hacer todo lo que las leyes permiten” (Del espíritu de
las leyes II, 3).
¿Qué se puede hacer ante ese perpetuo mal? La única salida para impedir la
usurpación gubernamental es que “el poder frene al poder”. Cuando el fin del Estado
es la libertad política, no puede haber un dominio exclusivo y centralizado. Ha de
haber, en su lugar, una distribución del poder en tres instancias superiores.
La descripción sobre cómo deberían estar delimitados los poderes del Estado,
Montesquieu lo expone de una manera general: por el poder legislativo, el príncipe, o
el magistrado, promulga leyes para cierto tiempo o para siempre y enmienda o
deroga las existentes. Por el segundo poder, dispone de la guerra y de la paz, envía o
recibe embajadores, establece la seguridad y previene las invasiones. Por el tercero,
castiga los delitos o juzga las diferencias entre particulares. Llamaremos a este poder
judicial, y al otro, simplemente, poder ejecutivo del Estado (Del espíritu de las leyes XI,
6).
202
En Montesquieu la libertad corre peligro, cuando el poder legislativo está unido al
poder ejecutivo en la misma persona o cuerpo político porque se podría temer que el
monarca o los diputados “promulguen leyes tiránicas para hacerlas cumplir
tiránicamente”.
Por otra parte, resulta necesario ponerle fronteras al poder judicial: “tampoco hay
libertad si el poder judicial no está separado del legislativo ni del ejecutivo. Si va
unido al poder legislativo, el poder sobre la vida y la libertad de los ciudadanos sería
arbitrario, pues el juez sería al mismo tiempo legislador. Si va unido al poder
ejecutivo, el juez podría tener la fuerza de un opresor”. (Montesquieu, Del espíritu de
las leyes XI, 6).
Es preciso indicar que las palabras “separación de poderes”, en Del espíritu de las leyes
nunca aparecen. Puede recordarse que Locke sí separa dos órganos gubernamentales,
el legislativo y el ejecutivo, pero los actos judiciales son una extensión de este último.
Montesquieu se satisface con que llegue a existir una armonía y un equilibrio de las
autoridades del Estado.
Lo importante es que cada parte del engranaje político se regule mediante pesos y
contrapesos, que cada uno sea una especie de “lastre” o “freno” para los otros y así
se contrarrestan mutuamente. La burguesía poco después adapta las ideas de
Montesquieu y la separación de poderes se termina convirtiendo en una especie de
dogma.
203
204
II. ROUSSEAU. SOCIEDAD CORRUPTA Y SOLUCIONES POLÍTICAS
En este apartado se explicará a la filosofía de Rousseau. Para eso, hay que empezar
con su crítica a la sociedad corruptora y su idealización del estado de naturaleza y
del “buen salvaje”. También se abordará sus objeciones hacia los gobiernos que hacen
perder la libertad y la autenticidad. La filosofía política roussoniana parte de un
concepto de Estado más participativo y radical que cualquier otro autor de su época,
pues aboga por la imposición de lo que denomina la “Voluntad General”, en
detrimento incluso de las libertades individuales.
“El Poder Legislativo pertenece al pueblo y no puede pertenecer más que a él”.
(Rousseau, El Contrato Social III, I).
205
En 1745, conoce a Thérèse Lavasseur, de veintitrés años, con quien engendra a cinco
hijos, que son entregados a un orfelinato. En 1749, Rousseau redacta artículos sobre
música para la Enciclopedia. En 1750, la Academia de Dijon exhibe un concurso de
ensayo con la pregunta: ¿ha contribuido el conocimiento científico y el arte a mejorar
las costumbres? Eso propicia el opúsculo roussoniano Discurso sobre las ciencias y las
artes. Presenta una visión en la que los gobiernos despóticos las emplean para
manipular a los súbditos. La obra le vale el primer lugar.
En 1755, escribe el Discurso sobre el origen de la desigualdad entre los hombres. Después
publica la novela Julia o la nueva Eloísa en 1761. Un año después dio a conocer El
Contrato Social o principios del derecho político y Emilio o de la educación. Con rapidez las
autoridades civiles y eclesiásticas de París y otras ciudades censuran estos dos
escritos y se dicta orden de arresto contra su autor, aunque nunca fue procesado.
En 1765, acepta la invitación de David Hume, el filósofo escocés, para vivir en su casa
en Inglaterra como huésped. Después de dos años en Inglaterra, Rousseau parte a
París. Aquí empieza a redactar las Confesiones, concluida en 1768, con el objeto de
conocerse a sí mismo.
Más tarde, Rousseau escribe en torno a temas variados: unos diálogos, acerca de la
botánica y sobre el origen de las lenguas. Su último manuscrito inacabado lo titula
Las ensoñaciones del paseante solitario. Aquí realiza descripciones imaginativas, en
contacto con la naturaleza y donde el sentimiento resalta como el factor primordial.
Aquejado por la enfermedad, accede a la solicitud de hospitalidad del marqués de
Girardin, en cuyo castillo pasa sus últimos mesesy muere en 1778.
206
cercar un terreno, y se le ocurriese decir: ‘esto es mío’; y después encontrara personas
lo bastante simples como para creérselo, fue el verdadero fundador de la sociedad
civil” (Rousseau, Discurso sobre el origen de la desigualdad II, 248).
“Encontrar una forma de asociación que defienda y proteja de toda la fuerza común
la persona y los bienes de cada asociado, y por la cual, uniéndose cada uno a todos,
no obedezca, sin embargo, más que a sí mismo y quede tan libre como antes”
(Rousseau, El Contrato Social I, VI).
“Cada uno de nosotros pone en común su persona y todo su poder bajo la suprema
dirección de la Voluntad General, y recibimos en cuerpo a cada miembro como parte
indivisible del todo”. Rousseau, El Contrato Social I, VI.
¿Qué es la Voluntad General? Rousseau la describe como “un acto puro del
entendimiento que razona, permaneciendo las pasiones en silencio”. Significa una
alta moralidad, renunciando a los intereses egoístas y particulares, en beneficio del
bienestar colectivo. Lejos de ajustarse a una totalidad absoluta, involucra a una
207
mayoría moralmente calificada, para decidir sobre el bien común. La Voluntad
General implica decidir y actuar según el deber moral.
C. La soberanía
El soberano se constituye a partir de una totalidad política y estas constituyen sus
características esenciales:
3. Infalible. La voluntad general no puede errar, porque esta “es siempre recta y
nunca cesa de buscar la utilidad pública” (Rousseau, El Contrato Social II, III). El
principio democrático consiste en que el pueblo se ha colectivizado, ha enmudecido
los intereses particulares y quiere, perpetuamente, el bien de todos.
4. Absoluta. Rousseau había efectuado la distinción del doble rol de los individuos:
1) como “ciudadanos” o partícipes en la autoridad soberana; y 2) en cuanto
“súbditos” o sometidos a las leyes del Estado. Este último aspecto establece una
obediencia a la autoridad suprema de la soberanía, siempre que no sea “ninguna
cadena inútil a la comunidad” (El Contrato Social II, IV).
208
209
D. La ley y el legislador
La ley surge por la voluntad general y le otorga movimiento al cuerpo social. Los
mandatos constitucionales poseen un carácter sagrado y debe sentirse hacia ellos un
respeto prácticamente religioso. Colocar en lo más alto las normas constituye la meta
de la dirección estatal:
“El gran problema de la política es encontrar una forma de gobierno que coloque la
ley por encima del hombre” [Rousseau, Carta a Victor Riquetti, Marqués de Mirabeau
(4) ]. Se deben concebir las regulaciones que beneficien al país y no a los particulares.
La tarea sagrada de elaborar las leyes no reside en la totalidad del pueblo, los cuales
más bien suelen tener necesidad de guías. Se requiere, entonces, la figura de un
legislador (Rousseau, El Contrato Social III, VI).
Rousseau alaba a varios autores que crearon códigos para sus ciudades: Moisés,
quien dio mandamientos a los judíos, Solón a Atenas, Licurgo a Esparta y Calvino a
Ginebra. El legislador no se parece a los que ocupan cargos en los parlamentos
actuales porque quien crea las leyes renunciará a ocupar un puesto político.
El legislador es parte del Estado. Sin embargo, las leyes que este crea no las ratifica
ni ejecuta. Esa acción solo le corresponde a la soberanía del pueblo. Pero hay dos
inconvenientes: uno, un personaje tan fuera de serie no aparece con frecuencia; y otro,
la autoridad jurídica de turno deberá decidir respaldarlo (Rousseau, El Contrato Social
III, VII).
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211
E. El gobierno como sospechoso de atentar siempre contra la soberanía
Después de comentar la dificultad de encontrar al legislador, (ese personaje
infrecuente), aparece otro obstáculo: ¿cómo aplicar la ley?
La mayor parte de los gobiernos, históricamente, no han sido más que la usurpación
de la soberanía. Por eso, no hay un sistema en esencia bueno, ni siquiera si se hacen
mezclas entre ellos como en los casos de regímenes mixtos. Tampoco la organización
popular resulta adecuada, sobre todo la representativa moderna. Esta se limita a
nombrar periódicamente a sus “representantes”, quienes lo que traman es sustraer la
soberanía de la nación. A los ciudadanos hay que “obligarlos a ser libres”, lo que
significa que no se mal acostumbren a delegar el poder político. Una verdadera
democracia solo es benéfica para “un pueblo de dioses”, pues “un gobierno tan
perfecto no conviene a los hombres” (Rousseau, El Contrato Social III, IV).
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III. KANT. LA ÉTICA DEL DEBER ABSOLUTO
“Hay dos cosas que llenan mi ánimo de una admiración y un respeto siempre nuevos
y crecientes: el cielo estrellado por encima de mí y la ley moral que hay en mí” (Kant,
Crítica de la razón práctica, A 288).
“Haz aquello mediante lo cual te haces digno de ser feliz” (Kant, Crítica de la razón
pura A 809).
Entre las obras principales kantianas se distingue la Disertación, de 1770. Once años
después, aparece la Crítica de la razón pura, que expone sus objeciones a la metafísica
y presenta su análisis de ciencia natural.
214
de las costumbres, de 1797; En su filosofía moral se transparentan influencias del
estoicismo y el cristianismo. En 1790, publica Crítica de la facultad de juzgar, donde
reflexiona sobre los temas concernientes a lo bello en el arte y lo sublime en la
naturaleza.
Así como existe un mundo físico gobernado por leyes universales que son
descubiertas por la razón teórica, hay un universo moral con leyes aplicables a
cualquier situación y que son postuladas por la razón práctica.
La voluntad no es una fuerza ciega e irracional, sino lo que distingue a los seres
reflexivos. Esta actúa de conformidad con la rectitud o el deber. Los seres humanos,
en vez de gobernarse por los instintos y apetitos (como ocurre con los animales),
quieren poner en práctica leyes concebidas por su inteligencia.
Dicha razón práctica, para que sea estrictamente moral, ha de ser “pura”. Esto
significa que la razón no está mezclada con lo empírico y que es a priori
(independiente de la experiencia).
La razón práctica pura es capaz de obrar por sí sola, desligada de todas las
condiciones concretas. En cambio, la razón práctica no pura, condicionada por
impulsos, necesidades, costumbres y pasiones, está gobernada por estímulos y no
por la voluntad.
215
Para Kant, los principios de la moral no dependen de la experiencia ni de las
motivaciones empíricas. La ética se basa en la razón pura práctica y la voluntad, que
no dependen de los estímulos sensibles. Desvincularse de los incentivos materiales
lleva a proponer principios morales universales, válidos para toda la humanidad sin
excepción. Se trata, por tanto, de alcanzar leyes morales o normas generales con
validez incondicionada.
Las máximas son principios prácticos que solo remiten a las personas que se las
proponen a sí mismas y no son para todos. Son subjetivas, porque varían de un
individuo a otro, y dependen de las circunstancias de la vida. Así, por ejemplo,
alguien que se haya desenvuelto en un ambiente agresivo podría tener como máxima
“véngate de todas las ofensas que recibas”. Para este sujeto, resulta justo comportarse
de ese modo, pero tal acción no se puede aplicar universalmente.
Los imperativos son principios prácticos objetivos o válidos para todos. El imperativo
es un “deber hacer”. La razón le ordena a la voluntad que actúe de acuerdo con una
regla, sin que intervengan factores emotivos y empíricos que la desvíen, como suele
suceder.
216
las eventualidades en que se encuentra. No son universales porque dependen de las
metas de cada cual.
Los imperativos categóricos impelen la voluntad no para obtener una meta deseada,
sino haciendo a un lado las consecuencias que se puedan derivar. El calificativo
“categórico” afirma algo de modo explícito y absoluto, es decir, de manera
incondicional. Implica un deber en forma de mandato y exigencia.
La ética kantiana es el cumplimiento “del deber por el deber”, o, también: “Si puedes,
debes”. Este no es el caso de compromisos morales realizados por el propio interés,
como el de un vendedor que, por temor de perder su clientela, sirve con honradez
aun a los compradores inexpertos. Tampoco se trata de seguir conductas
espontáneas, en las que a veces se ayuda a un necesitado por simpatía o lástima.
El deber de nuestro filósofo implica seguir la “ley moral”, la cual no admite intereses
personales. Consiste en la norma suprema de todos los imperativos, que impone al
sujeto, de manera objetiva, un comportamiento moral recto: “hacer el bien y evitar el
mal”.
El imperativo categórico es una “ley moral” en la que se debe actuar sin atenerse a
las consecuencias. Por el contrario, la “ley material” sí depende del contenido o de
las secuelas que se desprendan (lo que pase después de la experiencia: a posteriori).
Así, por ejemplo, “si matas, vas a la cárcel”, “si mientes, pocos te creerán”, etcétera.
Son prescripciones prácticas que se justifican en las sensaciones de placer y
desagrado.
El imperativo categórico es “formal”. Significa que ordena una acción por su propia
bondad, sin esperar obtener algún provecho. La razón práctica considera que se trata
de una realización moral necesaria y que la humanidad entera debería efectuarla.
Cuando se realiza algo es por la calidad moral de la acción y nunca porque se deriven
factores materiales: que los demás hablen bien de mí, el Ser Supremo me premie, que
la persona receptora de mi acto me retibuya, etcétera.
Por tanto, la ética kantiana no es “material”, la cual hay que comprenderla en cuanto
a que el fin último de los actos está en el resultado, ya sea la felicidad o el placer
(inmediato o futuro).
217
El aspecto formal conduce al principio de que lo moral no es lo que se ejecuta, sino la
intención con que se obra. En este sentido, Kant escribe: “lo único incondicionalmente
bueno es la buena voluntad” (Fundamentación de la metafísica de las costumbres I). Una
intención honesta debe estar presente siempre y darse no de manera relativa, según
la conveniencia o el interés particular. La bondad incondicional solo se realiza por
deber y eso significa que es moralmente correcto.
Los entes públicos podrían sancionar a los infractores y eso conduce a que por miedo
se respete su normativa. La ética no se opone al derecho, pues lo que las distingue es
su motivación.
En el caso de pagar los impuestos, a nivel ético se realiza por cumplir con el deber de
acatar la ley interior de amar y respetar a los demás y de ser buen ciudadano ante las
necesidades del Estado, habiendo siempre una buena intención, incluso aunque no
haya peligro de ser alcanzado por el “peso de la ley”; pero cuando alguien se conduce
según sus propios intereses y necesidades, las normas jurídicas se cumplen por
amenaza al castigo: “Si no pago, recibo un embargo”.
Para entender mejor las clasificaciones kantianas, se ofrece el siguiente esquema que
las resume:
218
219
B. La formulación del imperativo categórico
La ley fundamental de la razón práctica plantea el imperativo categórico. Kant la
redacta de este modo: “obra de tal modo que la máxima de tu voluntad pueda valer
siempre como principio de una legislación universal” (Kant, Crítica de la razón práctica
A 54).
Aquí presenta un concepto elevado de ser humano, que debe ser valorado en toda su
dignidad, y nunca hay que reducirlo a un mero instrumento u objeto a nuestro
servicio.
Una tercera formulación del imperativo categórico así se expone: “obra según aquella
máxima por la cual puedas querer que al mismo tiempo se convierta en ley universal.
Actúa de modo que tu voluntad, con su máxima, pueda considerarse como
legisladora universal” (Kant, Fundamentación de la metafísica de las costumbres IV, 421).
C. Elevación de lo moral
La razón formula el imperativo categórico y mueve a la voluntad a actuar sin
importar las consecuencias.
Aquí pueden suceder dos situaciones: una, que el amor a la vida propia sea lo más
importante, por lo que haya que ceder, declarar una falsedad y luego tener
remordimiento; y otra, que es posible ser sinceros, porque existe una ley moral en
nosotros que nos obliga, a pesar de los acontecimientos, a que debemos decir la
220
verdad y nuestra conciencia de la libertad nos garantiza que podemos hacerlo. El
arrepentimiento irrumpe cuando no hicimos lo que pudimos haber hecho.
La ética kantiana exige ser “autónoma”. Esto significa que la ley moral provenga de
la propia conciencia y no de una instancia ajena al fuero interno. Las éticas anteriores
son “heterónomas”, en donde el sujeto está compelido por instancias como la
felicidad, la sensualidad, los acontecimientos, etcétera. La ética de Kant es formal y
no material porque no prescribe realizar nada concreto, ninguna acción que esté
acomodada por las sensaciones de júbilo, miedo, esperanza u otra. La mayor parte
de las escuelas éticas han tenido, fundamentalmente, una base “eudemonista”
(tendiente a la búsqueda de la eudaimonía o felicidad). Kant, por el contrario, propone
una filosofía moral que subraya el deber. Este se independiza de las ganancias
personales que contaminan la pureza de la intención. Estamos ante una moral
“deontológica” (del griego déon: lo debido, lo obligatorio). La bondad de un acto
depende de su elevada calidad moral y no de ventajas prácticas que se obtengan.
La ética de Kant subraya dentro de los sentimientos morales el “respeto”. Este nace
sobre la valoración que efectuamos sobre la dignidad de los seres humanos y nunca
como objetos a nuestro servicio.
Por eso, se refiere de manera exclusiva a las personas y no a las cosas; los cuerpos
inanimados y los animales suscitan amor, temor, pánico, pero no respeto. Se puede,
por ejemplo, amar, odiar o admirar a una gran inteligencia o a un poderoso.
Empero, el respeto emerge frente a aquellos que encarnan la ley moral en su interior
y proceden de acuerdo con la santidad del deber, incluso marginando su propia
seguridad y placer.
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222
D. ¿Es ético mentir por amor a la humanidad?
En el imperativo categórico decir la verdad es una obligación, pero sin estar
determinado por las circunstancias particulares (su contenido o situaciones
concretas). ¿Pero se podría mentir por amor a la humanidad? En esa línea, se localiza
la objeción que le hizo a Kant su contemporáneo, el escritor y político francés
Benjamin Constant:
“El principio moral, por ejemplo, de que decir la verdad es un deber, si se tomase de
manera absoluta y aislada, haría imposible toda sociedad. Tenemos la prueba de ello
en las consecuencias muy directas que de ese principio ha sacado un filósofo alemán,
que llega hasta pretender que, ante asesinos que te pregunten si tu amigo a quien
persiguen se ha refugiado en tu casa, la mentira sería un delito: […] decir la verdad
no es, pues, un deber más que para con aquellos que tienen derecho a la verdad.
Ahora bien, ningún hombre tiene derecho a una verdad que perjudica a otro” (Kant,
Teoría y Práctica, 61).
Pero, en caso de no poderse evitar una respuesta, habría que atenerse al principio de
la veracidad, por grave que sea el perjuicio para uno mismo o para otros. Los motivos
humanitarios no justifican la mentira, porque se dependería de factores casuales,
contingentes o accidentales.
223
es moralmente mala y reprochable” (Sobre el fracaso de todo ensayo filosófico en la teodicea
VIII, 270).
La prohibición del engaño es un deber, a pesar de que produzca agrado, evite una
molestia o que se considere una “mentira piadosa”. La obligación de decir las cosas
de manera verídica hay que cumplirlo sin excepción, incluso si esto nos alejara de la
felicidad.
224
225
Resumen
• “Espíritu” se concibe como las diversas relaciones que las leyes guardan con
diversas cosas o vínculos con la materia que se legisla.
• Las leyes “son las relaciones necesarias que se derivan de la naturaleza de las
cosas”.
• Las leyes deben poseer una dimensión objetiva y relacionada con las costumbres y
condiciones específicas de los pueblos.
• Las leyes deben adaptarse con las formas de gobierno, la libertad política, los climas
y el carácter de cada región.
• Solo los Estados con instituciones moderadas son los que llevan a buen término la
libertad política, pues hay una tendencia inmemorial humana a abusar del poder
hasta donde le pongan freno.
• El equilibrio de poderes debe darse para evitar la apropiación desmedida del poder,
siendo el remedio para que el poder detenga el poder.
• Cada uno ejerce un contrapeso, con el objetivo de que el poder no se resbale hacia
un solo lado.
• La corrupción política sucede cuando se pierde la libertad política, una vez que el
poder legislativo y el ejecutivo convergen en una sola persona o que el ejecutivo se
convierta en un juez opresor.
226
ROUSSEAU
• Rousseau considera que la única asociación política legítima, la cual protege a todos
sus miembros y estos continúan siendo libres, es el contrato social.
3. Infalible: no puede equivocarse porque procede del pueblo calificado, que se dirige
a la utilidad pública y que ha amordazado su egoísmo.
4. Absoluta: el cuerpo político posee un poder absoluto sobre todos sus afiliados, los
cuales mantienen obligaciones con respecto a aquel.
• La ley es lo que activa al cuerpo social y debe tener una dimensión de respeto
reverencial.
• El éxito de un sistema político germina cuando la ley está por encima del individuo.
227
• El legislador no debe detentar un derecho legislativo, pues contaminaría su obra
con intereses particulares.
• El gobierno es un ministro del soberano, a fin de aplicar las leyes y velar por la
libertad.
• Hay que estar pendientes y vigilantes del gobierno, ya que es propenso a caer en
su vicio primordial: apropiarse de la soberanía.
KANT
Voluntad y apetitos:
Determinación de la voluntad:
“Principios prácticos”:
228
• Los imperativos son un “deber hacer”. La razón práctica le ordena a la voluntad
que actúe de acuerdo con esa regla.
Imperativos:
• “Obra de tal modo que la máxima de tu voluntad pueda valer siempre como
principio de una legislación universal”.
Racionalismo ético:
Respeto:
• Respetamos a quienes hayan realizado la ley moral según el deber, aun a costa de
su bienestar.
Mentira:
• La prohibición de la patraña es un deber moral para con los demás, que se concreta
de modo preciso, sin contradicción, sin excusas.
230
Ejercicio de autoevaluación
Comentario de texto
¿Cómo puede relacionar los enunciados de ese pasaje con la filosofía política de
Rousseau?
Actividad virtual
Texto 3. ¿Se equivocó Montesquieu?
Lea la siguiente nota periodística titulada ¿Se equivocó
Montesquieu?, disponible en:
https://elpais.com/elpais/2012/10/17/opinion/1350477103_640975.html
231
¿En qué consiste el denominado “determinismo geográfico” y cómo se relaciona con
la posición de Montesquieu? ¿Cuáles ejemplos se mencionan como casos que no
encajan en el determinismo geográfico?
El Gobierno equivale a los “ministros del soberano” y posee un rol subordinado con
respecto a este. Sin embargo, se necesita del poder ejecutivo para que aplique las leyes
mediante la coerción a los súbditos. Pero hay que vigilarlo, porque siempre será
sospechoso de estar en contra de los que lo nombraron. La mayor parte de los
gobiernos han sido la usurpación de la soberanía. Por eso, no hay un sistema en
esencia bueno; ni siquiera la democracia o mezclas como en los casos de regímenes
mixtos.
Asimismo, para Rousseau el inicio de las civilizaciones está vinculado con el origen
de la propiedada privada. En la medida en que la sociedad “civilizada” corrompe a
las personas, la propiedad privada sería el paso fundacional de los males humanos.
232
Para Locke, por el contrario, la propiedad privada es un elemento esencial de la
libertad que se posee en el estado de naturaleza y que los Estados deben proteger.
Este ítem es de elaboración propia. Sin embargo, se debe atender a la noción de que,
para Montesquieu, las leyes no deben ser idénticas para todos los Estados, sino que
deben atender a las diferencias de tipo climático y geográfico, entre otras.
En este sentido, las ventajas de una nación sobre otra pudrían ser explicadas por este
tipo de diferencias (esto es el “determinismo geográfico”). El artículo en cuestión
señala que esta es una reducción del problema y que el éxito y la riqueza de los
Estados se deben a muchos factores, por lo que no es posible señalar una única causa
(como la ubicación geográfica) para ella.
233
Glosario
absoluto. En Kant significa desligado de todas las condiciones y limitaciones y, por
tanto, incondicionado o ilimitado. En Kant el deber es absoluto, porque no depende
de las inclinaciones de los apetitos, los intereses materiales, recompensas o castigos,
sino de una ley interior universal que obliga ineludiblemente a acatarla.
deontología. Del griego déon: lo debido, lo obligatorio. Significa seguir el puro deber,
de manera desinteresada. Aquí la bondad de un acto depende de su elevada calidad
moral y no de ventajas prácticas que se obtengan. La ética kantiana es deontológica
porque privilegia el deber por encima de la felicidad.
razón práctica. Para Kant se trata de la facultad de la inteligencia que se da sus propias
leyes morales, basadas en la dignidad humana y no dependientes de ningún interés
subjetivo ulterior. Es la fuente de la verdadera moralidad.
234
voluntad general. No es un concepto que Rousseau defina con exactitud, pues con este
se refiere a un contexto político. Se vincula a su idea de un contrato social del pueblo
para conservar sus derechos naturales, sobre todo la libertad, y garantizar la
elevación de sus facultades morales. Resulta contrario a la voluntad particular con
intereses egoístas y se refiere a una organización estatal que vela prioritariamente por
el bien común y la soberanía en sus actos políticos.
235
Tercera Parte
Siglo XIX
236
Capítulo X
237
Objetivos de aprendizaje
Objetivo general
Objetivos específicos
238
Sumario
• Vida y obras
• Crítica de Marx a Hegel
• Materialismo histórico
• Lucha de clases sociales
• Advenimiento del comunismo
Conceptos claves
• Dialéctica
• Tesis
• Antítesis
• Síntesis
• Alienación
• Burguesía
• Proletariado
239
En este apartado se examinará a Karl Marx, uno de los autores contemporáneos de
más influencia. Su lema de que la filosofía no debe tanto pensar el mundo, sino sobre
todo transformarlo, se convirtió más tarde en un hecho tanto para Oriente como para
Occidente. Marx lanza críticas severas contra el capitalismo, en el que la burguesía o
los círculos acaudalados acaparan la riqueza, adueñándose de los medios de
producción y donde los obreros son meros utensilios. Sin embargo, está seguro de
haber descifrado el desarrollo histórico desde leyes científicas, las cuales anticipan la
inevitable revolución del proletariado. Esta teoría dialéctica Marx es tomada del
filósofo Hegel con diversas modificaciones.
“Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero
de lo que se trata es de transformarlo”. Marx, Tesis sobre Feuerbach XI
240
Karl Marx nace en 1818 en Tréveris, Alemania, y su origen familiar es judío. Realiza
estudios superiores en la Universidad de Berlín para cursar historia y filosofía; se
licencia en 1841 con una tesis titulada Diferencia entre la filosofía de la naturaleza de
Demócrito y la de Epicuro.
241
I. CRÍTICA DE MARX A HEGEL
Todo el progreso histórico no es más que el desarrollo de este Espíritu, con el objetivo
de alcanzar la verdadera conciencia y conocimiento de sí mismo.
“Mi método dialéctico es no solo diferente del hegeliano, sino lo opuesto. En Hegel
el método está de cabeza. Hay que ponerlo de pie”. El Capital, Prólogo, vol. I 13.
242
El Estado y la religión, para Marx, no se producen a partir del desarrollo de un
Espíritu, pues todo esto no es más que consecuencia de las condiciones materiales y
opresivas de vida.
243
244
II. MATERIALISMO HISTÓRICO
245
“No es la conciencia de los hombres la que determina su ser, sino que, al contrario,
es su ser social el que determina su conciencia”. Marx, Contribución a la crítica de la
economía política, Prólogo.
Las personas protagonizan la historia, pero de ningún modo según su voluntad, bajo
condiciones escogidas por ellos mismos. Los individuos están supeditados por
situaciones que encuentran, que les son dadas y transmitidas del pasado. Los
componentes materiales del desarrollo económico-social son los que condicionan lo
que acontece durante el presente y el futuro.
Hay una relación tan estrecha entre la estructura y la superestructura (a causa del
dominio y condicionamiento de la primera sobre la segunda), que se pierde de vista
que el dinero, la propiedad privada o la producción material mueven y justifican la
moral, las leyes, la educación, las guerras, el arte, y casi todo lo que conforma la
civilización. Estas últimas son formas ideológicas que carecen de autonomía, pues si
se modifica la estructura económica todas ellas cambian junto a esta.
246
III. LUCHA DE CLASES SOCIALES
“I. Burgueses y proletarios. La historia de todas las sociedades que han existido hasta
nuestros días, es la historia de las luchas de clases […] luchas entre clases explotadas
y clases explotadoras, entre clases dirigidas y clases dirigentes, en los diversos
estadios de la evolución social […] En la actualidad la clase explotada y oprimida es
el proletariado; la clase que la explota y oprime, la burguesía”. El Manifiesto Comunista
I.
La “burguesía” encaja con los capitalistas modernos, los dueños de los medios de
producción social que generan riqueza y, para lograrlo, contratan obreros. Estos son
los “proletarios”. En la época actual, carecen de medios de producción propios,
teniendo que vender su fuerza laboral, a cambio de un salario para poder subsistir.
¿Por qué el pueblo se ha dividido, cada vez más, en dos grandes campos enemigos,
en clases sociales que se enfrentan directamente?
El Renacimiento europeo, por medio del mercantilismo, hace surgir los primeros
brotes de la burguesía. Durante la Baja Edad Media aparece una nueva clase social
247
que abre inesperadas rutas hacia África, Asia y América, desarrollando como nunca
la navegación y el comercio. Ese grupo emergente propicia la formación de las
nacientes ciudades (los “burgos”), intensificando los medios de intercambio y las
nuevas necesidades de consumo humano.
La Revolución Industrial, a finales del siglo XVIII, transforma por completo el modo
de vida social. La máquina de vapor aplicada al transporte marítimo y terrestre
acelera prodigiosamente el mercado mundial del comercio; las fábricas con
innovadoras máquinas y herramientas, en vez de pequeños talleres domésticos y
artesanales con objetos hechos a mano, incrementan la productividad y la
especialidad laboral. Los recursos finacieros se concentran en pocas manos y se
entronizan los nuevos cabecillas de la gran fábrica industrial, los burgueses.
El proletariado pasa por diversas etapas de su desarrollo y libra una lucha contra la
burguesía desde el momento en que surge. Al inicio de la aparición de esta esfera
social, las demandas de los obreros son aisladas; después se organizan en una misma
fábrica contra el burgués que los explota directamente; pueden, incluso, destruir
mercancías, averiar y desvaratar máquinas, incendiar fábricas, entre otros sabotajes.
El trabajo que debe ser la esencia humana pierde ese sentido para el obrero y se
convierte en fuente de alienación, porque disminuye su potencial y lo empobrece en
lo interior solo para enriquecer al capitalista.
En una segunda fase los trabajadores se aglomeran en masas cada vez más grandes,
de manera que su fuerza aumenta y adquieren más conciencia de ella. Las colisiones
248
contra la burguesía ya no son un altercado a ciegas, sino que se hace consciente la
“lucha de clases”. Los obreros forman coaliciones en defensa de sus salarios. Gracias
a los nuevos medios de comunicación los proletariados consiguen unirse, advirtiendo
que la disputa no solo guarda un carácter local, sino también internacional. El
hundimiento de la burguesía y la victoria del proletariado son inevitables: “la
burguesía produce, ante todo, sus propios sepultureros” (Marx y Engels, El Manifiesto
Comunista I).
Los proletariados son la nueva clase revolucionaria, que organiza los fundamentos
de su dominación por el derrocamiento violento de la burguesía, hasta formar la
verdadera democracia. La consigna comunista es: “¡Proletariados de todos los países,
uníos!” (Marx y Engels, El Manifiesto Comunista IV).
249
250
IV. ADVENIMIENTO DEL COMUNISMO
251
Este arribo inevitable del comunismo para Marx puede graficarse del siguiente modo:
252
Resumen
• Los fundamentos filosóficos de Hegel son utlizados por Marx con modificaciones.
• Para Marx las condiciones materiales de vida, históricas, dan lugar a las
instituciones políticas, jurídicas y religiosas y no como Hegel creía, que estas eran el
resultado de una racionalidad espiritual.
Materialismo histórico
• El materialismo histórico consiste en que las bases económicas son los cimientos de
toda transformación social; el motor del cambio no es la conciencia humana tomada
individualmente, las ideas o la voluntad divina, sino lo material, el tejido económico
y los intereses lucrativos de las clases sociales dominantes.
253
Lucha de clases sociales
• Por “burguesía” se entiende el grupo conformado por los capitalistas, los dueños
de los medios de producción, y por “proletariado” las masas empobrecidas, que
venden su fuerza laboral a aquellos a cambio de su subsistencia.
• Los países donde haya acontecido la revolución del proletariado, tomarán las
siguientes diez medidas: 1. abolición de la propiedad privada; 2. impuestos a
artículos extranjeros; 3. abolición del derecho a la herencia; 4. confiscación de la
propiedad a todos los emigrados y rebeldes; 5. solo habrá monopolio de bancos
estatales; 6. el transporte solo estará controlado por el Estado; 7. incremento de las
fábricas y la producción; 8. obligación de trabajar para todos; 9. combinación
armónica entre la agricultura y la industria; y 10. educación pública y gratuita de
254
todos los niños; eliminación del trabajo infantil; régimen de educación combinado
con la producción material.
255
Ejercicios de autoevaluación
Comentario de texto
“El resultado general al que llegué y que, una vez obtenido, sirvió de hilo conductor
a mis estudios, puede resumirse así: en la producción social de su vida, los hombres
contraen determinadas relaciones necesarias e independientes de su voluntad,
relaciones de producción, que corresponden a una determinada fase de desarrollo de
sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas relaciones de producción
forma la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la que se levanta la
superestructura jurídica y política y a la que corresponden determinadas formas de
conciencia social. El modo de producción de la vida material condiciona el proceso
de la vida social, política y espiritual en general. No es la conciencia del hombre la
que determina su ser, sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su
conciencia. Al llegar a una determinada fase de desarrollo, las fuerzas productivas
materiales de la sociedad chocan con las relaciones de producción existentes, o, lo
que no es más que la expresión jurídica de esto, con las relaciones de propiedad
dentro de las cuales se han desenvuelto hasta allí. De formas de desarrollo de las
fuerzas productivas, estas relaciones se convierten en trabas suyas. Y se abre así una
época de revolución social. Al cambiar la base económica, se revoluciona, más o
menos rápidamente, toda la inmensa superestructura encogida sobre ella. Cuando se
estudian esas revoluciones, hay que distinguir siempre entre los cambios materiales
ocurridos en las condiciones económicas de producción y que pueden apreciarse con
la exactitud propia de las ciencias naturales, y las formas jurídicas, políticas,
religiosas, artísticas o filosóficas, en una palabra, las formas ideológicas en que los
hombres adquieren conciencia de este conflicto y luchan por resolverlo”. Marx,
Contribución a la crítica de la economía política, p. 37.
¿Cómo podría comentarse esta cita de Marx a partir de sus fundamentos políticos?
256
Ejercicio de autoevaluación
Marx dijo que Hegel estaba de cabeza y él lo puso de pie. El pensamiento marxista
parte de un materialismo que determina las condiciones de vida y la dialéctica se
expresa como la lucha de clases sociales en la historia: amos y esclavos en la
Antigüedad, señores feudales y siervos de la tierra en la Edad Media, y burgueses y
proletariados en la Edad Moderna. Cada una de esas polaridades supera a la anterior.
Marx considera que en su época la burguesía equivale a la tesis, engendrando su
negación o antítesis, el proletariado; y este, después de la revolución que realizará, se
convertirá en la clase opresora y dominante. Más adelante, se suscitará la síntesis: la
sociedad sin clases sociales.
Actividad virtual
https://www.bbc.com/mundo/noticias-40611669
257
Identifique al menos una de las ideas del marxismo que se consideran vigentes en la
actualidad. ¿Por qué se trata de un aspecto relevante para el mundo de hoy?
¿Tienen estas ideas importancia para nuestro propio país?
Este ítem es de elaboración propia. Sin embargo, se debe enfatizar el hecho de que el
legado marxista tiene muchas repercusiones para las sociedades actuales. Aspectos
como la inequidad social o las crisis económicas pueden aplicarse a nuestra propia
realidad nacional, recurriendo a algunos ejemplos recientes.
258
Glosario
Alienación. Del latín alienus, extraño a uno, ajeno; deuda, hipoteca; enajenado,
perturbado. Hegel se refiere desde una perspectiva religiosa que el Espíritu se aliena
o extraña para comprenderse mejor a sí mismo a lo largo de la historia. Marx en los
Manuscritos económico-filosóficos (1844) considera que los obreros se alienan con el
trabajo explotador del capitalismo. Ellos venden su fuerza laboral empobreciendo su
interior a cambio de la subsistencia, convirtiéndose en mercancías y no desarrollando
sus auténticas facultades. Dicho término resulta equivalente a contradicción o
antítesis.
Antítesis. Término compuesto. Del griego antí y antíos, en frente, de frente, de cara;
en vez de, en lugar de; al encuentro; opuesto, contrario. También la palabra thésis,
proposición; colocación. Y el sufijo sis, que indica presencia o acción. La antítesis
señala la confrontación o desencuentro entre dos ideas, substancias o principios. Un
vocablo afín de la antítesis es “contradicción”. Hegel incorpora la antítesis o
contradicción como uno de los componentes de la tríada dialéctica. Propone que la
autocontradicción es la fuerza motriz objetiva del Espíritu, dada como una negación
o escisión que impulsa su desarrollo. En Marx, la antítesis es la clase social carente de
los medios de producción económica y que recibe explotación a cambio de la
subsistencia. En diferentes periodos de la historia aparece como esclavo, siervo de la
tierra y proletariado.
259
Dialéctica. El término “dialéctica” posee diversos significados a lo largo de la historia
de la filosofía. Entre los sofistas la dialéctica versa sobre el arte de debatir o disputar
con argumentos, es decir, una especie de “diálogo” donde hay dos razones en pugna.
En Platón la dialéctica consiste en un método de razonamiento abstracto, a fin de
ascender por encima de los sentidos y alcanzar las Ideas inteligibles. En Hegel y Marx
(este último junto a Engels), la dialéctica trata sobre el desarrollo de lo real con base
en las contradicciones que lo constituyen (tesis/antítesis/síntesis). El enfoque
dialéctico de Hegel es idealista, atinente a un Espíritu y sus diversas manifestaciones
históricas. La dialéctica de Marx y Engels es materialista, puesto que analiza los
conflictos de las clases sociales y lo que se conserva y supera después de esos
antagonismos. En los tiempos modernos, la burguesía representa la tesis y el
proletariado la antítesis; y después de la revolución y de la dictadura del proletariado
arribará la síntesis conformada por la sociedad sin clases sociales antagónicas.
Proletario. Del latín proles, raza, descendencia, linaje. Durante el Imperio romano en
la Antigüedad, los proletarios (proletarius) eran los ciudadanos de la clase más baja y
aportaban sus hijos o prole para el ejército. Marx entiende por proletarios a los
trabajadores asalariados modernos, quienes están privados de los medios de
producción propios y se ven obligados a vender su fuerza laboral para poder
subsistir.
Síntesis. Del griego sýn, juntamente; a la vez; de acuerdo con; al mismo tiempo que.
Y thésis, propuesta, afirmación. Sýnthesis equivale a combinación, arreglo, mezcla;
reunión, composición, síntesis; invención. Para Hegel la dialéctica tiene tres
momentos: a) tesis, b) antítesis y c) síntesis. La tesis consiste en la fase afirmativa; la
antítesis es la negación de la tesis; y la síntesis subsume a ambas; o sea, conserva la
tensión de la tesis y de la antítesis en una superación o progreso. Estas se manifiestan
en el devenir, el pensamiento, la historia humana y el Espíritu Absoluto. Tales tríadas
se pueden rastrear en la historia: 1. en el arte: a) arte oriental, b) arte clásico, y c) arte
románico; 2. en la religión: a) religión oriental, b) religión griega, y c) religión
260
cristiana; y 3. en la filosofía: a) la Antigüedad griega-romana, b) la cristiandad
medieval, y c) la Modernidad.
261
Capítulo XI
262
Objetivos de aprendizaje
Objetivo general
Objetivos específicos
4. Examinar el alcance que tiene para Nietzsche la transmutación de todos los valores.
263
Sumario
• Vida y obras
• La muerte de Dios y el Superhombre
• La transmutación de todos los valores
Conceptos clave
264
Aquí se abordará a Friedrich Nietzsche, un autor que no escribe de manera
sistemática. Su redacción la suele ofrecer en formato de prosa poética y tiende a ser
simbólica. Esta filosofía intenta plasmar un desenmascaramiento de los valores
tradicionales que inmovilizan y empobrecen al individuo, a fin de remover esas capas
que adormecen su genuino yo, su ser creador que ama la vida mundana y finita. Su
obra se enmarca, entonces, desde una doble vertiente: una de carácter negativa,
crítica, demoledora de las teorías y conceptos que han vertebrado durante siglos la
cultura occidental; y otra de carácter positivo, de captar la vida en su fondo intuitivo,
metafórico y efervescente original. La paradoja de la propia vida de Nietzsche es que,
a pesar de haber padecido de locura durante la última década de su vida, ha sido una
de las mentes más lúcidas del pensamiento contemporáneo. Resulta difícil encontrar
un filósofo de renombre posterior que no deje entrever alguna carga de la dinamita
de sus palabras.
“Gris es toda teoría, pero eternamente verde el áureo árbol de la vida”. Wolfgang
Goethe, Fausto, p. 31
265
de Dios, la voluntad de poder, el eterno retorno de lo mismo y el superhombre. El
primer libro que inicia esta etapa es Humano, demasiado humano.
En 1879 la salud de Nietzsche empeora y decide jubilarse por enfermedad, por lo que
la Universidad de Basilea le otorga una pensión. Pasa temporadas en Italia y el sur
de Francia. En 1881 publica Aurora. Pensamientos sobre los prejuicios morales, y en 1882
ve la luz el texto La gaya ciencia.
En 1886 publica Más allá del bien y del mal, preludio de una filosofía del futuro. En 1887
se le imprime Genealogía de la moral, un escrito polémico. En 1888 se establece en Turín.
En ese mismo año aparece su ensayo El caso Wagner. Un problema para amantes de la
música, e inicia el escrito Crepúsculo de los ídolos, o cómo se filosofa con el martillo, que se
deja ver en 1889.
Después redacta El Anticristo. Maldición contra el cristianismo, que se edita hasta 1894.
También elabora Ecce homo. Cómo se llega a ser lo que se es, que se presenta de manera
póstuma en 1908. Finalmente, en Turín trabaja en su última obra, La voluntad de poder,
que no logra terminar. En 1900 muere en medio de la demencia, sin percatarse del
gran éxito que habían alcanzado sus libros.
Zaratustra, quien no dialoga con lo celestial, sí tiene muchas cosas que decir a los
hombres, les habla en el lenguaje de lo propiamente humano. Luego de la muerte de
la divinidad ya no se invoca lo sagrado y no hay por qué doblegarse ante lo
sobrenatural. La defunción de Dios es el hecho más grandioso que divide la historia
de la humanidad; no el nacimiento de Cristo. Quien viva en esta etapa estará en una
historia más alta que ninguna de las que hayan transcurrido porque significa la
muerte de todos los valores absolutos que han lisiado al individuo.
Uno de los discursos de Zaratustra más atractivos es el que lleva el título “Las tres
metamorfosis”. Se trata de la transformación de la esencia del hombre que se
desprende a partir de la muerte de Dios, ello es, de la conversión que se opera de las
cadenas del desvarío religioso a la libertad creadora:
“–Os indicaré las tres metamorfosis del espíritu: cómo el espíritu se convierte en
camello; el camello, en león; y el león, finalmente, en niño”. Nietzsche, Así habló
Zaratustra I, 10.
267
El camello representa al hombre que se doblega ante el ídolo religioso, el que se
inclina hacia el poder de Dios, el que se apresura a cargar con su joroba grandes pesos
en un desierto abrasador y que se asusta de los “fantasmas” de la trascendencia. Está
sometido de manera resignada y voluntaria a sus pesados mandamientos y
“deberes”.
El león supera al “tú debes” del camello, convirtiéndolo en “yo quiero”, en una
voluntad que todavía no posee la soltura de la creatividad, de la libertad para
concebir nuevos valores. Esta la tiene solo el niño: su inocencia, olvido, un nuevo
comienzo, un juego, una rueda que gira sobre sí misma, un primer movimiento, una
afirmación santa.
268
269
II. LA TRANSMUTACIÓN DE TODOS LOS VALORES
270
cristianismo, por su parte, eleva a Dios y al más allá por encima de lo terreno. Pero
son inversiones de mundos, deformaciones de la vida. Una vez transmutados todos
los valores, de acuerdo con la filosofía nietzscheana, “bueno” y “malo” acreditan otro
significado: bueno es todo lo que otorga “grandeza”, que eleva la vida en este mundo,
lo que la confecciona en su genuino realce; mientras que lo malo es lo bajo, el instinto
de venganza contra la condición superior, que glorifica la atrofia de los pobres y
desteñidos de espíritu. Si la moral de señores es activa, creadora de nuevos valores,
la moral de esclavos es pasiva, reverente ante una tabla de valores impuesta.
“¡Los miserables son los buenos; los pobres, los impotentes, los bajos son los únicos
buenos!; ¡los que sufren, los indigentes, los enfermos, los deformes, son también los
únicos piadosos!” Nietzsche, La genealogía de la moral I, 7.
“Todos los instintos que no se desahogan hacia fuera se vuelven hacia dentro [...]
Todo el mundo interior, originalmente delgado, como encerrado entre dos pieles, fue
271
separándose y creciendo, fue adquiriendo profundidad, anchura, altura, en la
medida en que el desahogo del hombre hacia fuera fue quedando inhibido”.
Nietzsche, La genealogía de la moral II, 16.
El hombre, al estar atrapado por las cadenas sociales, y al resultarle difícil poder
descargar sus instintos hacia fuera, los canaliza hacia dentro. En el ser humano los
instintos se enmascaran, como ocurre con el instinto de crueldad, la parte inseparable
de su ser. El placer de ver sufrimiento es una alegría, una festividad en la historia de
la humanidad. Estos instintos básicos de crueldad, enemistad, agresión, destrucción,
constituyen el sótano oculto de la cultura humana. Cuando estas inclinaciones se
vuelcan hacia fuera, se expresan como actos delictivos, prácticas penales
desproporcionadas, la “domesticación” del animal humano, etcétera. La conciencia
moral no es más que el instinto de crueldad refrenado en su desahogo hacia los demás
y que, por consecuencia, se dirige hacia dentro. La bestialidad, ingrediente
primordial del ser humano, cuando se reprime se convierte en una “cámara de
suplicios” contra sí mismo.
Ahora bien, ¿de dónde nace la “mala conciencia”? Una genealogía de la moral implica
remontarse a tiempos prehistóricos. La mala conciencia, auto-martirio o
remordimiento se originan de la “culpa”. Pero la culpa no se refiere a la
responsabilidad moral, sino que es una “deuda”. Hay que notar la relación entre un
acreedor y un deudor; pero cuando el acreedor es la sociedad y el individuo no
cumple sus compromisos y promesas, entonces es deudor, se vuelve culpable y la
organización estatal descarga sobre él su crueldad revestida de moralidad y
legalidad.
272
En el siguiente esquema sinóptico se grafica la transmutación de todos los valores de
Nietzsche. En ella intenta desbaratar la moral de esclavos y crear valores guerreros
de exuberancia:
273
274
Resumen
La muerte de Dios
• La muerte de Dios significa la muerte de todos los absolutos, sea de Dios, del bien
y del mal, etcétera.
El Superhombre
• Nietzsche pretende invertir, romper con todos los valores que estrechan la
existencia y promover los que exalten la vida en su carácter mundano.
275
• Se critica la filosofía a partir de Platón en adelante, que ha calumniado al mundo
terrenal para supuestamente escapar a un “mundo real”.
• La religión cristiana representa los valores de los esclavos orientales, una “moral
de rebaño”, basada en los enfermos y los dolientes, que logra reprimir la “moral de
amos”, basada en la voluntad audaz y poderosa.
• La conciencia moral surge del instinto natural humano hacia la crueldad. Esta, en
lugar de verterse hacia afuera, se inhibe canalizándose hacia adentro.
276
Ejercicio de Autoevaluación
Comentario de texto
277
Actividad virtual
https://elpais.com/elpais/2018/03/26/opinion/1522079873_884931.html
278
Respuesta pregunta B. Sobre la muerte de Dios
279
Glosario
Muerte de Dios. Nietzsche fue ateo, por lo que desde su punto de vista Dios nunca
ha existido y su deceso es simbólico. Anuncia que la creencia en Dios ha caducado y
eso implica una nueva época gloriosa para la humanidad. La credibilidad hacia Dios
es un efecto de la vida decadente. La idea de Dios es un refugio para los que no
pueden aceptar la existencia en su finitud y dimensión trágica. En la primera parte
de Así habló Zaratustra, Nietzsche propone la “muerte de Dios”, como la
rehabilitación de los valores concernientes a la vida mundana en su exuberancia. El
ser humano solo puede superarse si elimina la idea de Dios que estaba por encima
de él. La muerte de Dios equivale a destruir los absolutos, el idealismo, el desprecio
del cuerpo, la infidelidad hacia lo terrenal y gestar las condiciones para la llegada del
Súperhombre.
Nihilismo. Del latín nihil, nada. En Nietzsche, significa atribuirle a la vida un valor
de “nada”, desvalorizando la existencia. Budismo, cristianismo y metafísica
occidental son nihilistas porque menosprecian lo mundano, lo cambiante, lo físico y
la vida misma, en aras de defender una ficción religiosa o filosófica (un trasmundo
eterno o reino suprasensible).
280
Superhombre. Término de Nietzsche para la palabra alemana Übermensch. El prefijo
über, significa “superior” o “sobre”; mientras que el sustantivo Mensch quiere decir
“hombre”, “humano”, “persona”. El concepto Superhombre es equivalente a hombre
superior, ultrahombre, sobrehombre o suprahombre. Nietzsche aplica el término
para el individuo que crea un sistema de valores mundanos, vitales y que exaltan la
existencia terrenal en todas sus fases. Parte de la muerte de Dios, a fin de destruir sus
valores decadentes y transmutarlos. El superhombre representa el último paso de
superación del hombre de la moral mórbida.
281
282
Cuarta Parte
Siglo XX
283
284
Capítulo XII
285
Objetivos de aprendizaje
Objetivos generales
Objetivos específicos
1. Explicar, según Freud, en qué consiste la primera tópica del psiquismo o las tres
partes de la mente humana.
4. Detallar cuál es, según Freud, el origen del sentimiento de culpa y la conciencia
moral.
286
Sumario
• Vida y obras
• El inconsciente y su emersión en los sueños
• La libido
• “Ello”-“yo”-“superyó”
• Génesis de la conciencia moral
• El malestar en la cultura
Conceptos clave
• Psicoanálisis
• Cultura
• Libido
• Ello
• Superyó
• Tabú
• Cultura
• Malestar
• Neurosis
• Sublimación
• Eros
• Thánatos
• Yo
287
En este apartado, se estudiará a Sigmund Freud. Usualmente, es abordado dentro de
la historia de la psicología, pero sus alcances la desbordan pues involucran aspectos
que nos interesan en el campo de la ética. Como creador de la teoría del psicoanálisis,
generó un cambio en la imagen del hombre. No hay actos de su conducta que no
puedan ser revelados por los procesos inconscientes de la mente, sean sueños,
equivocaciones, olvidos, u otros. Por primera vez, aparece una teoría por la que la
sexualidad es la raíz explicativa de las acciones humanas, desde la infancia hasta la
vejez, y se convierte en la perspectiva que interpreta la vida normal y las
enfermedades mentales. Esas profundidades humanas dan cuenta también de
manifestaciones culturales como la conciencia moral. Con Freud se origina una
percepción de un sujeto destronado: ya no se puede ver como un ser estrictamente
racional, al sacar a flote toda su maraña de traumas, complejos, aberraciones y
conflictos.
Sigmund Freud nace en Freiberg, Moravia (actual República Checa), en 1856. Procede
de familia judía, perteneciente a la baja burguesía vienesa. En 1881 obtiene su
doctorado en medicina en Viena, aunque decide no ejercerla. Durante un tiempo se
especializa en anatomía cerebral y, para ganarse la vida, abre una consulta privada
para suministrar terapia contra las “enfermedades nerviosas”.
A partir de 1885-86 entra en contacto con las técnicas hipnóticas para el tratamiento
de la histeria desarrolladas por Jean-Martin Charcot. Si alguien es sugestionado en
un estado intermedio entre la vigilia y el sueño, puede atreverse más fácilmente a
expresar las vivencias traumáticas de su pasado, liberando sus pulsiones reprimidas.
Sin embargo, Freud más tarde desestima ese método, pero sigue de Charcot la
preocupación por contar con un diagnóstico del paciente (una perspectiva racional),
a fin de poderlo tratar.
288
Entre 1882-95 Freud entabla vínculo con Joseph Breuer, que incluso asume como una
figura paterna. Aprende de él el método catártico, que le sirve de base para esbozar
su propia teoría psicoanalítica. La catarsis es un procedimiento de liberación
emocional, cuando un individuo habla acerca de sus problemas íntimos y
experimenta una “purgación” de sus conflictos inconscientes.
Sin embargo, durante los últimos años del siglo XIX Freud abandona la catarsis
porque revivir verbalmente un mismo hecho pretérito doloroso continuamente no
supone más alivio. Por eso ensaya su método propio: el de la “asociación libre”, con
el objetivo de aplacar en sus pacientes la histeria e interpretar sus sueños.
Entre las numerosas obras de Freud encontramos Estudios sobre la histeria (1895); La
interpretación de los sueños (1900); Tres ensayos sobre teoría sexual (1905); Tótem y
tabú (1913); Introducción al psicoanálisis (1917); Más allá del principio de placer
(1920); Psicología de las masas y análisis del “yo” (1921); El “yo” y el “ello” (1923); El
porvenir de una ilusión (1927) y El malestar en la cultura (1930). La fama de Freud en
esos años crece y se organizan congresos, asociaciones y revistas de psicoanálisis en
Europa y Norteamérica. Debido a su origen judío, Freud ante la presión ejercida por
el régimen nazi, se vio obligado a abandonar Austria, e instalarse en Inglaterra,
donde muere al año siguiente, en 1939, como consecuencia de un cáncer en el maxilar.
289
Lo inconsciente, de acuerdo con Freud, es lo psíquico propiamente dicho o su
realidad esencial. Lo consciente no es lo verdaderamente psíquico, sino lo
inconsciente. Así, problemas sexuales, histerias, chistes, distracciones y lagunas
mentales, entre otros, están conectados con el olvido de situaciones penosas,
dolorosas, temibles o traumatizantes que se viven en el pasado, y son, por
consiguiente, “reprimidas” por la conciencia. Esas tendencias inhibidas, al volverse
inconscientes, hacen borrar de la mente nombres, personas, ambientes y sucesos.
Freud explica que en las raíces ocultas de los sueños se localizan impulsos reprimidos
que el sueño trata de satisfacer, pues este no es más que la realización de un deseo.
Si durante la vigilia se produce un férreo bloqueo del “yo” hacia el inconsciente,
durante el sueño; ese “yo” se desembaraza, logra zafarse en gran medida de
mecanismos represores, careciendo de frenos contra algunos aspectos que se
consideren reprochables, vergonzosos o indignantes.
290
En suma, el sueño es la realización (enmascarada) de un deseo (reprimido). Los
sueños son, por tanto, el camino seguro para desentrañar lo inconsciente.
291
II. LA LÍBIDO
Desde la infancia brotan los instintos y, por consiguiente, las pulsiones eróticas. La
sexualidad infantil responde a numerosas clases de sensaciones placenteras. La
principal fuente de placer sexual en los infantes consiste en la excitación de
determinadas zonas del cuerpo especialmente sensibles, además de los órganos
sexuales: la boca, el ano, la uretra, así como la epidermis y otras zonas sensibles. El
autoerotismo o el estímulo de específicas partes corporales es la meta de la sexualidad
infantil (Freud, Tres ensayos sobre teoría sexual 3). La sexualidad infantil es, entonces,
“autoerotismo”, ya que se exterioriza como una conquista del placer que el niño
encuentra en las áreas erógenas de su propio cuerpo.
292
En la fase fálica surgen los “complejos”, que pueden entenderse como un conjunto
de ideas y recuerdos ligados a emociones muy intensas. Aquí aparece el conflicto
edípico, caracterizado por sentimientos infantiles ligados a la presencia simultánea
de deseos amorosos y hostiles hacia los progenitores. Esta hostilidad-amorosa se
puede manifestar de dos maneras:
A) Complejo de Edipo positivo: odio hacia el ascendiente del mismo sexo y atracción
hacia el progenitor del sexo opuesto.
B) Complejo de Edipo negativo: amor hacia el ascendiente del mismo sexo y rechazo
hacia el progenitor del sexo opuesto.
En la tragedia griega Edipo rey de Sófocles, Edipo, sin saberlo, mata a su padre y toma
como esposa a su propia madre. Estos mitos son modificaciones magnificadas del
deseo infantil de odio hacia el progenitor del mismo sexo y del enamoramiento hacia
el progenitor del sexo contrario. Cuando se trata de los niños, ellos concentran sus
deseos placenteros en la persona de la madre y desencadenan impulsos hostiles
contra su padre, al que asumen como un rival. En sentido contrario, las niñas
incorporan una actitud semejante. Esa situación, que engendra celos, ansiedad y
temor de las represalias del progenitor del propio sexo, se supera en los casos
normales mediante una “identificación” posterior con el modo de comportamiento
del progenitor temido, con lo que se adquieren las líneas básicas del rol del propio
sexo.
293
294
III. “ELLO”-“YO”-“SUPERYÓ”
Más tarde, se amplifica como una interiorización con las demás autoridades, dando
cabida a los modelos, valores y modos de conducta promulgados por la sociedad, la
295
religión, y la ideología, etcétera, cuyos representantes (que sustituyen la autoridad
de los padres) son los maestros, amistades influyentes, sacerdotes y otros. El
“superyó” en un inicio responde a una autoridad paterna, después se convierte en
un “superyó” social.
Al “yo” se le exige la difícil labor de arbitrar entre los instintos agresivos, egoístas y
biológico-sexuales del “ello”, y las prohibiciones, los tabúes y la moralidad que la
cultura le impone interiorizando su “superyó”. El “yo” ha de lidiar en medio de dos
principios: el de placer y el de realidad.
Sobre la segunda tópica del psiquismo y sus tres instancias de la personalidad puede
observarse el siguiente esquema sinóptico:
296
297
IV. GÉNESIS DE LA CONCIENCIA MORAL
En Tótem y tabú, Freud analiza los orígenes del oscuro sentimiento de culpa que
asedia a la humanidad desde tiempos inmemoriales y que en muchas religiones se
ha condensado en la aceptación de una culpa primitiva, un pecado original. Es, en el
fondo, un delito de sangre que la humanidad primordial ha echado sobre sus
espaldas. El crimen antiguo más atroz que se produjo para la horda primitiva fue el
asesinato del padre, quien acaparaba para sí solo a las mujeres, incluyendo a sus hijas,
sin compartirlas con sus hijos; estos cometieron un parricidio, porque deseaban
adquirir sexo y poder, aunque se generó en ellos un sentimiento de culpa colectivo.
Resulta preciso aclarar que ese hecho pudo haberse efectuado en diversas
comunidades o, simplemente, haberse solo anhelado cometer, lo cual generaría el
mismo desenlace.
Ese peso de desconsuelo por una culpa cometida y que se transmite de generación en
generación desde los inicios de la vida social, todavía acompaña a los seres humanos.
Esa antiquísima culpa desencadena las religiones patriarcales (que son la adoración
e idealización inconsciente hacia el padre asesinado).
298
resto de la naturaleza, todavía no se ha adquirido el equilibrio con respecto a las
influencias del mundo exterior y los instintos que internamente nos asedian.
La “conciencia moral” o “superyó” se vuelve más severo mientras más “buena” sea
la persona de acuerdo con los parámetros sociales. En efecto, aquellos que transitan
por el camino de la santidad son precisamente los que se acusan de la peor
pecaminosidad. Es más, los sucesos externos desgraciados -muchas veces vistos
como expresión de la voluntad divina, suelen acrecentar el sentimiento de
culpabilidad y hacen fortalecer un “superyó” estricto, inflexible y riguroso.
El fracaso contribuye mucho más a suscitar la reacción moral que cuando se obtiene
el éxito. La frustración exterior intensifica enormemente el poderío de la conciencia
en el “superyó”; mientras la suerte sonríe, la conciencia moral es indulgente y
concede grandes libertades al “yo”; en cambio, cuando la desgracia golpea, se hace
examen de conciencia, reconociendo los pecados, elevando las exigencias de la
conciencia moral y se imponen privaciones, castigos y penitencias.
299
300
V. EL MALESTAR EN LA CULTURA
“Parece indudable, pues, que no nos sentimos muy cómodos en nuestra actual
civilización”, dice Freud al inicio de su ensayo El malestar en la cultura. Con esas
palabras, expresa el desencanto con respecto hacia los logros culturales porque estos
no tienen como misión fomentar la felicidad humana. La cultura, incluida en ella la
ciencia y la técnica, no contribuye al bienestar de la humanidad; dota a las personas
de muchos objetos, pero no incrementa su felicidad. Es más, el sentimiento de
culpabilidad se acrecienta a partir del desarrollo cultural. El progreso de la cultura
exige un precio y este se paga con la pérdida de felicidad y el aumento del sentimiento
de culpabilidad.
La “felicidad” es, por un lado, evitar el dolor y el displacer y, por otro, experimentar
intensas sensaciones placenteras; consiste, entonces, en la continua aplicación del
principio de placer. La felicidad surge de la complacencia, casi siempre instantánea
y episódica, de necesidades acumuladas que han alcanzado un cierto nivel de
tensión.
301
Las necesidades instintivas proceden de la energía de la libido y si no son satisfechas,
se subliman o desplazan hacia otras actividades a fin de eludir la frustración del
mundo exterior. Por medio de actuaciones artísticas, científicas, religiosas, narcóticas,
u otras, se canalizan como “satisfacciones sustitutivas”, las pulsiones biológico-
sexuales.
Existe una situación paradójica, pues, por un lado, los seres humanos buscan
necesariamente su propia felicidad y, por otra, deben adaptarse a la cultura, la cual
le impone pesadas obligaciones, no solo mediante medios externos coactivos, sino
mediante mecanismos psíquicos represivos para que restrinja su sexualidad y sus
tendencias agresivas. Ser feliz es un espejismo cultural, a pesar de ser proclamado
como un derecho inalienable.
Por otra parte, el proceso social de la especie humana refleja en grande las
características de los individuos que la componen, de manera que también puede
captarse un superyó cultural, análogo al superyó del sujeto particular. Es así como
hay una sublimación cultural: el egoísmo de felicidad individual se desplaza hacia el
altruismo de entrega hacia los demás. En lugar de buscar satisfacer nuestros instintos,
el superyó cultural pone como precepto:
El “superyó” cultural, al elaborar sus ideales y normas en torno a las relaciones que
los seres humanos deben llevar entre ellos, forma la “ética” (obsesión narcisista de
considerarnos mejores que los demás). Pero las exigencias morales de este “superyó”
social exceden sus límites y el individuo dominado se vuelve neurótico e infeliz. El
302
imperativo “amarás al prójimo como a ti mismo” es, por un lado, un desperdicio,
pues cada quien ha de procurar darle amor a quien se lo merece; y, por otro, es un
mandamiento irrealizable, una inflación del amor que menoscaba su valor. Pero para
la cultura que exige renuncia personal, estima que “cuanto más difícil sea obedecer
el precepto, tanto más mérito tendrá su acatamiento”.
En todo caso, el desdichado yo tiene una difícil tarea por realizar pues sirve a tres
amos y pone empeño en armonizar sus exigencias y órdenes: el mundo exterior, el
superyó y el ello. El malestar y las neurosis envuelven a un yo que debe conciliar las
exigencias de la realidad exterior, los impulsos agresivos del ello y la estricta
autoridad del superyó. Es más, de la tensión entre el yo y el superyó aparece el
sentimiento de culpabilidad, que lo mantiene incómodo, reprimido e insatisfecho. La
cultura ha fundado instituciones, leyes y sistemas políticos, orientados a castigar la
destructora agresividad humana; pero no ha fomentado las condiciones para
instaurar la felicidad.
303
función de defendernos de la naturaleza, por el contrario, nos puede arrastrar hacia
nuestra propia aniquilación, haciendo que el instinto de muerte llegue a imperar, por
haber descuidado la pulsión de vida.
304
Resumen
B) Contenido latente: el sentido del sueño que el sujeto no logra descifrar (es su
verdadero significado, que se expresa por medio de modificaciones y símbolos).
La libido
• Como una fuerza primaria cuantitativamente variable, la “libido” se asocia con los
instintos o deseos sexuales.
Fases de la sexualidad:
305
2. Fase anal: abarca el segundo y tercer año de vida; y el placer se da en las
evacuaciones.
3. Fase fálica: abarca de los 4 a los 6 años; el placer se da tocándose los órganos
genitales, y hay un gran interés hacia los padres. Surge el conflicto edípico; el niño
descarga deseos placenteros hacia la madre y la niña hacia el padre, así como un odio
hacia el progenitor del mismo sexo (complejo de Edipo positivo). Puede haber otra
variante: los niños (varones o mujeres) aman el progenitor del mismo sexo y rechazan
el del sexo contrario (complejo de Edipo negativo).
5. Fase genital: que se extiende hasta el final de la vida y tiende en primer lugar al
placer y únicamente de modo secundario a la reproducción.
• El “ello” es inseparable del “principio de placer”, según el cual toda acción satisface
como fin lograr placer.
306
• El “yo” tiene la difícil labor de mediar entre los instintos agresivos, egoístas,
sexuales del “ello”, que se resumen en el principio de placer, y las prohibiciones, los
tabúes, la moralidad y los deberes, resumidos en el principio de realidad, que la
cultura le impone interiorizando su “superyó”.
Eros y Thánatos
• Son los impulsos sexuales o libidinales, procedentes del “ello”, que son opuestos,
y que se suelen presentar juntos en un mismo individuo.
307
El malestar en la cultura
• El “yo” debe arbitrar entre las exigencias de la realidad exterior, los impulsos
agresivos del “ello” y la estricta autoridad del “superyó” individual y colectivo; esa
ardua tarea le provoca malestar, culpabilidad e infelicidad, lo que podría incluso
poner en peligro la sobrevivencia de la especie humana.
308
309
Ejercicio de Autoevaluación
Comentario de texto
“Ahora que osamos aproximarnos al análisis del Yo, podemos volvernos a aquellos
que, sintiéndose heridos en su conciencia moral, han propugnado la existencia de
algo más en el hombre y responderles: ‘Ciertamente, y este elevado ser es el ideal del
Yo o Superyó, representación de la relación del sujeto con sus progenitores”. Cuando
niños, hemos conocido, admirado y temido a tales seres elevados y, luego, los hemos
acogido en nosotros mismos. El ideal del Yo es, por tanto, el heredero del complejo
de Edipo, y con ello, la expresión de los impulsos más poderosos del Ello y de los
más importantes destinos de su libido. Por medio de su creación se ha apoderado el
Yo del complejo de Edipo y se ha sometido simultáneamente al Ello. El Superyó,
abogado del mundo interior, o sea del Ello, se opone al Yo, verdadero representante
del mundo exterior o de la realidad [...] La tensión entre las aspiraciones de la
conciencia y los rendimientos del Yo es percibida como sentimiento de culpabilidad.
Los sentimientos sociales reposan en identificaciones con otros individuos basados
en el mismo ideal del Yo`.” Sigmund Freud, El Yo y el Ello, p. 571-572.
310
Actividad virtual
https://www.bbc.com/mundo/noticias/2014/09/140925_freud_frases_comunes_finde
_jgc
Respuestas
El Superyó, que se forma hacia los 5 años en el vínculo de los padres con la imposición
de normas, reglas, religión y moral. Aquí opera la conciencia que se forja a partir la
imitación de modelos humanos y se sacrifican los placeres personales.
312
Glosario
Cultura. Del latín colere, cultivar, fomentar. En sentido extenso, el modo en que los
seres humanos moldean o transforman la naturaleza, constituyéndola en su mundo
o realidad. En Freud el término “cultura” sitúa el conjunto de las producciones e
instituciones que distancian nuestra vida de la de nuestros antecesores animales y
que sirven a dos fines: proteger a los seres humanos contra la naturaleza y regular las
relaciones entre ellos.
Eros. De los vocablos griegos erõ, estar enamorado; eroé, fuerza, ímpetu, empuje;
alcance; y éros, amor; pasión; deseo vehemente; exaltación, alegría. Según Freud, Eros
es el instinto de vida, de conservación de la especie humana, ligado a la naturaleza
del “ello” y coexistente con el Thánatos. En el adulto se manifiesta como pulsión
sexual o satisfacción genital, aunque a nivel de la cultura el Eros es reprimido; es un
instinto coartado en su fin (aunque inconscientemente siga siendo sexual). Esta
reordenación psíquica permite llevar a la práctica el amor universal a todos los seres
humanos que prescriben ciertas éticas; pero sirve, sobre todo, a un fin cultural: al
eliminar el carácter exclusivo que tiene el amor sexual hace posible, de manera más
amplia, los vínculos de amistad y los vínculos con la comunidad.
Libido. Del latín libido, deseo, inclinación, gana, voluntad; capricho, fantasía; vejar a
su antojo a alguien en sus bienes; deseo desarreglado, desenfrenado, violento; pasión;
sensualidad, voluptuosidad. Para Freud por libido se entiende la energía de las
pulsiones biológico-sexuales. Propone una “consideración económica” de la libido,
en el sentido de que su energía es mensurable y no puede destruirse; es una
perspectiva cercana a la dinámica, por cuanto esa energía circula por los diversos
lugares del aparato psíquico, no siempre con el mismo ritmo, intensidad y sentido;
313
otras veces se almacena cuando el “yo” se lo impide, produciendo represión. Su
significado también se extiende como energía del Eros o pulsiones de vida.
Neurosis. Del griego neûron, nervio; fuerza, vigor; y osis, que es un sufijo empleado
en la terminología médica para nombrar enfermedades o procesos mórbidos. Las
neurosis constituyen estados alterados de la conducta, distintas de las psicosis.
Incluye diferentes casos de inadaptación: fobias, histerias y obsesiones. Las neurosis
según Freud se originan de conflictos internos a escala inconsciente que,
secundariamente, son exteriorizados.
Psicoanálisis. Término usado por Freud en al menos tres sentidos: 1. como método
terapéutico, que intenta curar o alivianar las enfermedades nerviosas y las
perturbaciones neuróticas (reconciliándose con el pasado o haciendo consciente lo
inconsciente); 2. como método de investigación, que busca averiguar las causas
(etiología) que originan los procesos y desencadenan los síntomas de las
enfermedades nerviosas; y 3. como teoría científica sobre el ser humano y la cultura,
que generaliza la existencia de procesos inconscientes en todos los sujetos, lo que
lleva consigo prolongar la vida psíquica más allá de los procesos conscientes. De esa
manera, el psicoanálisis es una hermenéutica o interpretación del sentido latente,
oculto, enmascarado, del que se acoraza el “yo” consciente. Si los actos y
producciones humanas no son siempre lo que parecen, es preciso proceder a
otorgarles una interpretación, un sentido profundo y completo.
Sublimación. Del latín sublimis, suspendido en el aire; alto, elevado; sublime. Proceso
psíquico postulado por Freud para explicar ciertas actividades humanas valoradas
por la cultura como el arte y la investigación intelectual que aparentemente no
guardan nexo con la sexualidad, pero que sí encuentran su energía en la pulsión
314
sexual. Estas son actividades sustitutivas que canalizan la libido sexual hacia fines
“sublimes”.
Tabú. Es un término polinesio que significa “lo prohibido”. Son las conductas
moralmente inaceptables para un grupo humano o religioso. Romper con esas
contravenciones equivale a una falta gravísima contra la sociedad que lo impone. En
la mayoría de los pueblos el incesto, el parricidio, el canibalismo, entre otros actos,
exhiben una infracción terrible.
315
316
Capítulo XIII
317
Objetivos de aprendizaje
Objetivo general
Objetivos específicos
3. Indicar, con base en el pensamiento de Scheler, cuáles son los criterios para
clasificar los valores.
318
Sumario
• Influencias y obras
• Crítica contra la moral kantiana
• Los valores y sus características fundamentales
• La simpatía y el amor
Conceptos clave
• Axiología
• Valor
• Simpatía
319
En esta sección se estudiará la axiología o filosofía de los valores según Max Scheler.
La trascendencia de esta temática ocupa un espacio primordial en la educación
humana tanto familiar como institucional y tiene sus gérmenes de reflexión en este
pensador de la época contemporánea. Su concepción filosófica posee bases religiosas
y se circunscribe dentro de la “ética material de los valores”. Su propuesta remite a
la importancia de las emociones en los vínculos que entablan los seres humanos y
cómo estos generan valores.
“El hombre en cuanto hombre, es decir, en cuanto ser espiritual o persona, es el lugar
y la ocasión del surgir de los valores sentimentalmente perceptibles”. Max
Scheler, Ética, t. II, p. 45
Max Scheler nace en 1874 en Munich. Ejerce como docente en las Universidades de
Jena, Munich y Colonia. Se aplica a áreas del conocimiento como la antropología
filosófica y la ética. Es uno de los primeros en percibir el peligro para Alemania del
surgimiento del nazismo. En 1928 es llamado por la Universidad de Francfort del
Meno, pero muere antes de iniciar sus cursos.
El fuerte de la obra de Scheler reside en el terreno de la ética y está escrita con una
prosa emotiva que refleja fielmente su doctrina. La influencia que recibe gira en torno
a la “filosofía de la vida”, dándole una especial importancia a lo espiritual. Admira a
Agustín de Hipona, Pascal, Nietzsche, Dilthey y Bergson.
320
ensayos con los títulos Acerca de la subversión de los valores (1919) y De lo eterno en el
hombre (1921). En esta época Scheler es un cristiano fervoroso, volcánico, alguien que
intenta transmutar todos los valores, pero haciéndolos colgar de los valores
religiosos. Sus escritos tienen una destacada influencia sobre el campo de la filosofía
de la religión.
En una etapa posterior, Scheler toma un rumbo filosófico distinto pues abandona su
concepción cristiana del Dios trascendente; el hombre se convierte en “el escenario
único de la divinización”. Es la idea de Hegel de que Dios adquiere conciencia de sí
mismo en la humanidad. No obstante, la muerte de Scheler trunca el desarrollo de
este giro filosófico. Esos temas los esboza en textos como Las formas del saber y la
sociedad (1926) y, sobre todo, en El puesto del hombre en el cosmos (1928).
A pesar de los elogios que Scheler le tributa a la filosofía moral de Kant, pretende
superar sus limitaciones, en especial su formalismo y racionalismo. La ética kantiana
subraya la importancia de actuar por deber ante la exigencia de una ley moral, formal
y universal; y censura los actos cuyas motivaciones corresponden a objetos físicos o
materiales que susciten placer, bienestar o felicidad. Estas, de acuerdo con Kant,
atañen a éticas materiales, que se adecuan a la experiencia, a lo empírico, y tienen
como fundamento el egoísmo instintivo humano.
Sin embargo, Scheler asevera que Kant produce una ética del resentimiento (“la
tensión entre el deseo y la impotencia”), castrando la alegría de vivir. Por eso la ética
de Scheler no es la del deber, sino la del “valor”. Kant confunde los bienes con los
valores, cuando son distintos.
Los bienes para Scheler son cosas que poseen valor; los valores, por su parte, son
esencias, intuiciones a priori, independientes de la experiencia, conceptos ideales que
permiten estimar o desestimar los hechos individuales. Los valores no son objetos
físicos, a pesar de que se relacionen con ellos: su forma de ser es, justamente, el valer
para el hombre; son cualidades esenciales que se convierten en bienes. Una máquina,
por ejemplo, es un bien, y el valor es su utilidad; una obra de arte es un bien, suscitado
321
por el valor de la belleza; un acto heroico es un bien, cuyo valor es la nobleza; la ley
es un bien, a causa del valor de la justicia.
322
II. LOS VALORES Y SUS CARACTERÍSTICAS FUNDAMENTALES
Los bienes son hechos o cosas, mientras que los valores son esencias. Los valores
están adheridos a los bienes u objetos y el componente emotivo del ser humano los
concibe como objetos ideales. Estos no se extraen a partir de una actividad teórica,
sino de una “intuición emocional”. Los valores no se captan por la razón o la facultad
cognoscitiva, sino por el “sentir emocional”. El aprecio, la preferencia, el gusto o el
agrado originan y confieren el valor a los bienes objetivos. Para que algo sea
catalogado como “bien” es porque posee un atractivo para el individuo, quien lo
concibe como valioso. Los bienes, en resumen, son, mientras que los valores se
aprecian.
“Existe un modo de experiencia cuyos objetos son inaccesibles para el intelecto: éste,
en relación con ellos, se muestra tan ciego como el oído y la oreja ante los colores”.
Scheler, Ética, t. II, p. 26.
Por medio de la vía emotiva captamos los valores, de orden eterno, los cuales se nos
revelan intencionalmente en el preferir, amar y odiar algo.
Por tanto, los valores para Scheler son esencias (reales, objetivas, invariables,
absolutas), anteriores a la experiencia (a priori), independientes de los sujetos que los
valoran y develados como vivencias por la intuición emotiva.
La polaridad indica que todo valor contiene para el sujeto un nexo a dos partes
contrapuestas, producidos por el encanto o por la repulsión; de manera que puede
hablarse de un polo positivo y un polo negativo del valor; todo valor posee su
323
contravalor: la paz encuentra su contraste con la guerra, la tolerancia con la
intolerancia, etcétera.
La cualidad implica que el valor sea superior o inferior, que invista niveles
cualitativos; un valor no se aprecia cuantitativamente, bajo escalas numéricas. El
amor y el odio, por ejemplo, concentran grados de intensidad y no se pueden apresar
en cifras matemáticas. También los valores que se derivan de las personas son
superiores a los que se derivan de las cosas apreciadas o bienes materiales.
La polaridad y la cualidad hacen que los valores cuenten con jerarquía porque están
escalonados u ordenados según su importancia.
A continuación, se puede mostrar una tabla axiológica para explicar a Scheler. Aquí
se parte de los valores inferiores, que son los sensibles; hasta llegar a los más
elevados, que son los religiosos:
324
325
III. LA SIMPATÍA Y EL AMOR
Pero la simpatía tiene límites. La comprensión profunda con las demás personas
depende de que se comparta nacionalidad, familia y amigos, etcétera. Resulta difícil
sentir con los otros si no pertenecen a la esfera de mi colectividad. No obstante, el
amor sí supera esos linderos con los que colisiona la simpatía y resulta superior a
esta.
Para Scheler, el amor es un valor y puede orientarse hacia lo más alto o bajo en una
escala. El amor tiene su opuesto en el odio. De aquí surgen tres direcciones: las
formas, las especies y los modos.
Se distinguen tres formas de amor y de odio, que se basan en los actos emocionales.
En el estrato inferior de los movimientos vitales o corporales está el amor pasional,
que se relaciona con los valores de lo noble y de lo vulgar. En los eventos psíquicos o
del yo está el amor intelectual, dirigido a los valores del conocimiento y de lo bello.
En el nivel de los actos anímicos se halla el amor espiritual de la persona, apuntado
hacia los valores de lo sagrado y lo profano.
De estas formas se disciernen las especies de amor y odio. Aquí se aprecia una
intensidad distinta en las emociones. Ejemplos de especies de amor son el amor
materno, el amor a la patria o el amor sexual.
326
Los modos del amor y del odio se relacionan con la simpatía y se expresan con
tonalidades distintas porque dependen de condiciones socialmente establecidas y
cambiantes. Cada pueblo marca diferencias con respecto a sus manifestaciones de
valores como cortesía, piedad, agradecimiento y amistad, entre otros.
327
328
Resumen
• Scheler antepone, en su lugar, una moral de los valores, con un carácter material y
emocional.
Valores
• Se debe distinguir entre los “bienes”, que son hechos, cosas, con un contenido
“material”; y los “valores”, que son esencias (reales, objetivas, invariables y
absolutas), anteriores a la experiencia (a priori).
• Los valores están adheridos a los bienes u objetos y el componente emotivo del ser
humano los concibe como objetos ideales, a partir de una “intuición emocional”; los
bienes son, mientras que los valores se aprecian.
329
Jerarquía de los valores (de menor a mayor)
Simpatía
• La simpatía tiene límites porque no se suele dar en ámbitos más allá de la propia
nacionalidad o colectividad.
Amor
• El amor es un valor que puede ser elevado o bajo y tiene su polaridad en el odio.
• Hay tres direcciones del amor: las formas (corporal, intelectual y espiritual), las
especies (intensidades distintas) y los modos (expresiones singulares en los diversos
pueblos).
330
Ejercicios de Autoevaluación
“Aunque nunca se hubiera ‘juzgado’ que el asesinato era malo, hubiera continuado
el asesinato siendo malo. Y aun cuando el bien nunca hubiera ‘valido’ como ‘bueno’,
sería, no obstante, bueno”. Max Scheler, Ética, t. I, p. 80.
¿Cómo puede explicar partiendo de ese pasaje la naturaleza de los valores de acuerdo
con Scheler?
“Los valores más inferiores de todos son, a la vez, los valores esencialmente
“fugaces”; los valores superiores a todos son, al mismo tiempo, valores eternos [...]
En la profundidad de la satisfacción que los valores producen, es, no obstante, una
conexión de esencias que el valor “más alto” produce también una satisfacción más
profunda [...] Todos los posibles valores se “fundan” en el valor de un espíritu
personal e infinito y de un universo de valores”. Max Scheler, Ética, t. II, p. 136, 140.
¿Cuáles criterios son los que utiliza aquí Scheler para establecer su jerarquía de
valores?
331
Actividad virtual
https://canal.uned.es/video/5a6f95a8b1111fc5248b4820
¿Por qué se afirma que, según este autor, hay algunos valores que no pueden
cambiar?
¿Cómo se conectan los seres humanos y los pueblos con los valores?
332
Respuesta al texto 1. Naturaleza de los valores
Scheler considera que los valores no solamente valen, sino también que realmente
son. Poseen existencia como esencias ideales y se hayan anteriores a la experiencia
humana. Por tanto, los valores se dan a priori en el percibir emocional de la persona.
Los valores tienen la característica de la objetividad y su captación depende de la
intuición sentimental. No hay una relatividad de los valores, al ser estos
permanentes. Por eso, el asesinato es un valor negativo y el bien uno positivo,
independientemente de las circunstancias históricas o situaciones personales. Estas
condiciones variables pueden incidir en el modo de percibir los valores, pero estos
permanecen siempre los mismos en su verdadera realidad y jerarquía. Los valores
son objetivos, trascendentes e inmutables; el individuo cambia.
Para Scheler, los valores se dan de acuerdo con una escala: en inferiores y superiores.
Esta jerarquía es objetiva y se manifiesta a priori en la intuición emocional con la
preferencia de la persona. Los valores inferiores como el placer y el gusto son fugaces.
Estos también por ser materiales envuelven divisibilidad y relatividad. Empero, al
manifestarse los valores del placer solamente en los sentidos, la intuición que se tiene
de ellos como valores pertenece al orden espiritual. Por otra parte, los valores más
elevados dados en lo santo o religioso (que tienen su opuesto en los antivalores de lo
profano o sacrílego) constituyen los valores espirituales más elevados, indivisibles,
absolutos e independientes de los objetos en que se los ubica. El valor supremo es
Dios y la persona abierta al universo infinito de valores lo capta. Ese sentimiento
espiritual provoca la satisfacción más profunda, por encima de las valoraciones
culturales, vitales, sociales y sensoriales.
333
Respuesta al texto 3. Sobre los valores que no pueden cambiar.
Este ítem es de elaboración propia. El estudiante debe ser capaz de comprender que
ciertos valores poseen una “permanencia”, como por ejemplo el odio, lo cual no
puede ser positivo o loable. Por otra parte, debe comprender que la empatía
emocional también juega un papel importante en la escogencia de los valores, tanto
para seres humanos, como para pueblos enteros.
334
Glosario
Axiología. Del griego áxios, de gran valor; digno, merecedor; estimable, que vale la
pena; proporcionado, conveniente; precioso; y de lógos, palabra; razón, explicación;
discusión filosófica; tema, cuestión, materia. Max Scheler plantea una ética axiológica
en la que defiende la objetividad de los valores, donde estos se dan a priori (es decir,
existen independientemente de que haya algún sujeto que los llegue a experimentar).
Esa objetividad de los valores significa también que sean materiales y que se capten
por medio de las vivencias emocionales.
Simpatía. Del griego sýn, juntamente; a la vez, en favor de; de acuerdo con; por medio
de; y páthos, todo lo que uno experimenta o siente; sufrimiento, desgracia, infortunio;
suceso, coyuntura; estado del alma, disposición moral; afecto, pasión. En Scheler
equivale al sentir de la vida emocional que permite la comprensión de las otras
personas, internalizando parte de sus vivencias o identificándose con ellas. La
simpatía como sentir lo que experimentan otros, no rebasa los límites de la
nacionalidad, el contexto familiar ni los amigos.
Valor. El término “valor” es una ampliación del concepto clásico “bien” o “bondad”.
Aparece por primera vez en la filosofía de la segunda mitad del siglo XIX. A partir
de Nietzsche el valor cobra una dimensión filosófica, cuando acuña las expresiones
“juicio de valor” y “transmutación de todos los valores”. Posteriormente, el tema de
los valores ha sido investigado por diversos autores, entre ellos Max Scheler y su
reflexión axiológica.
335
336
Capítulo XIV
El existencialismo
337
Objetivos de aprendizaje
Objetivo general
Objetivos específicos
338
Sumario
Conceptos clave
• Absurdo
• Existencialismo
• Libertad
• Mala fe
339
En esta sección, se abordará la corriente filosófica existencialista. Frente a las filosofías
que interpretan al ser humano de manera colectivista, las filosofías de la existencia
son, en cambio, una afirmación del individuo particular, de su ser propio y singular,
con sus peculiaridades distintivas de angustia, temporalidad, libertad, conciencia de
los otros y ser para la muerte. El existencialismo no puede reducirse al mal clima de
las dos guerras mundiales ni tampoco a la moda de los años cincuenta. Implica una
forma de pensar la vida -si se quiere sombría y pesimista- aceptando el sinsentido del
mundo, desde la propia subjetividad y no amparada a conceptos universales del
hombre; el existencialismo es una búsqueda personal de autenticidad, de un
humanismo en que cada individuo es un proyecto por realizar de factura irrepetible.
En esta corriente, no vamos a encontrar una escuela homogénea pues sus
representantes divergen en las temáticas y estilos expositivos, que van desde el
tratado, la novela y hasta el teatro, entre otros.
los dioses ya no tienen ningún poder sobre él”. Sartre, Las moscas, Acto II, Segundo
Cuadro, Escena V
340
El existencialismo o filosofía de la existencia es un movimiento filosófico
contemporáneo que aparece en Europa; inicia después de la Primera Guerra Mundial
(1914-18) y se extiende durante las dos décadas siguientes a la Segunda Guerra
Mundial (1939-45). Su origen y desarrollo refleja la situación histórica de un
continente devastado: se trata de una filosofía de la crisis, no solo por los conflictos
bélicos apuntados, sino también en razón de una pérdida de la libertad por parte de
regímenes totalitarios comunistas y fascistas.
341
Otro precursor del existencialismo es Arthur Schopenhauer (1788- 1860), cuya
filosofía pesimista e irracionalista descarta que se pueda construir un sistema que
interprete racionalmente la historia humana, la cual no es más que un azar ciego, una
voluntad irracional de la naturaleza. La vida para los seres humanos es dolor,
sufrimiento, desgarramiento trágico, “el peor de todos los mundos posibles”, del que
el arte redime solo temporalmente.
Los representantes más prestigiosos del existencialismo son los alemanes Martin
Heidegger y Karl Jaspers, los franceses Gabriel Marcel, Jean-Paul Sartre, Maurice
Merleau-Ponty y Albert Camus, y el italiano Nicola Abbagnano.
Entre ellos no se concede una unidad, como en otras corrientes de pensamiento. Por
un lado, aparece un existencialismo ateo en Heidegger, Sartre y Camus, y, por otro,
un existencialismo cristiano en Jaspers, Marcel y Abbagnano. Sin embargo, Sartre es
el único que aprueba esa calificación.
342
El análisis de la existencia humana no solo se aborda mediante tratados filosóficos,
sino también es objeto de una vasta obra literaria, como en los casos de teatro y
novela, que se dan mediante la pluma de Sartre, Camus y Simone de Beauvoir,
quienes acentúan las expresiones más sombrías del ser humano.
I. CARACTERÍSTICAS COMUNES
A pesar de que el existencialismo no es una escuela homogénea de pensamiento, se
pueden estructurar los siguientes rasgos comunes.
La obra sartriana es prolija. Con su novela La náusea (1938), comienza a crecer su fama
de escritor. En 1945 sale de la imprenta su tratado filosófico principal, El ser y la nada.
Después siguen El existencialismo es un humanismo (1946) y Crítica de la razón dialéctica
(1960), que trata de compaginar el existencialismo con el marxismo. Su narrativa
como novelista continúa con la publicación de La edad de la razón (1945), El
aplazamiento (1945) y La muerte en el alma (1949). Publica, además, varias piezas de
teatro: Las moscas (1943), A puerta cerrada (1945), La mujerzuela respetuosa (1946), Las
manos sucias (1948), El Diablo y el Buen Dios (1951), Nekrassov (1956) y Los secuestrados
344
de Altona (1960). Otros escritos suyos son: Cuestiones de método (1957), que expresa una
crítica al marxismo; Las palabras, que evoca su infancia; y los tres tomos de El idiota de
la familia.
La libertad de acuerdo con Sartre no es un hecho dado, definitivo, natural, sino algo
que se construye:
“El hombre no es nada más que su proyecto, no existe más que en la medida
en que se realiza, no es por lo tanto más que el conjunto de sus actos, nada más
que su vida. De acuerdo con esto podemos comprender por qué nuestra
doctrina horroriza a algunas personas. Porque a menudo no tienen más que
una forma de soportar su miseria, y es pensar así: las circunstancias han estado
contra mí; yo valía mucho más de lo que he sido; evidentemente no he tenido
un gran amor o una gran amistad, pero es porque no he encontrado ni un
hombre ni una mujer que fueran dignos [...] En el fondo es esto lo que la gente
quiere pensar: si se nace cobarde, se está perfectamente tranquilo, no hay nada
que hacer, se será cobarde toda la vida, hágase lo que se haga; si se hace héroe,
también se estará perfectamente tranquilo, se será héroe toda la vida, se beberá
como héroe, se comerá como héroe. Lo que dice el existencialista es que el
cobarde se hace cobarde, el héroe se hace héroe; hay siempre para el cobarde
una posibilidad de no ser cobarde y para el héroe de dejar de ser héroe. Lo que
tiene importancia es el compromiso total, y no un caso particular, una acción
particular lo que compromete totalmente”. Sartre, El existencialismo es un
humanismo [18, 43].
Una vez que el ser humano ha sido arrojado a la vida, se vuelve responsable de todo
lo que hace, de su proyecto fundamental: su vida. Ninguno puede externar excusas
convincentes: si fracasa es porque ha elegido fracasar. Buscar pretextos significa tener
“mala fe” o auto-compadecerse. Se trata de una actitud negativa del ser humano con
respecto a sí mismo, negándose en lo que es, mediante un auto-enmascaramiento.
En la mala fe se pretende ser algo que no se es, renunciando a tomar las riendas de la
vida para refugiarse en la trascendencia. La mala fe trama astutas ficciones: se soslaya
que el sujeto es aquello que proyecta ser. Si soy movilizado, por ejemplo, en una
guerra, esta es mi guerra; me la he merecido porque podía no enrolarme mediante el
suicidio o la deserción, y si por el motivo que sea me enrolo, en el fondo he elegido
345
esta guerra. No le puedo echar la culpa a los demás o asumir que es un designio
divino misterioso porque yo soy quien tomé la elección.
La libertad humana, como lo indica Sartre (El ser y la nada, p. 516), es el fundamento
de todos los valores y constituye el ser del hombre. Si el sujeto estuviera determinado
por su pasado, entonces no podría escoger; pero lo cierto es que escoge, lo cual quiere
decir que convierte en nada su pasado. También se aventura por algo que, como tal,
no es (una posibilidad o la nada). No somos libres de renunciar a ser libres, o “el
hombre está condenado a ser libre” (Sartre, El existencialismo es un humanismo [27]). A
pesar de que el mundo resulta absurdo las escogencias implican una amplia
responsabilidad. Incluso el acto de negarse a elegir es también una elección (Sartre,
El ser y la nada, p. 675).
1) Que el ser humano, como tal, no posee naturaleza alguna, ninguna esencia fija; su
esencia es, más bien, la libertad, la indeterminación, la nada.
346
tanto, reacción frente a lo dado, inconformidad ante una realidad extraña. La
dimensión absurda del mundo pone en evidencia que el hombre es “una pasión
inútil”, está condenado al fracaso. La vida es una aventura absurda pues en ella el
individuo se proyecta continuamente más allá de sí mismo, como si quisiese volverse
Dios.
347
Resumen
Existencialismo
Precursores
Representantes
• Los alemanes Martin Heidegger y Karl Jaspers, los franceses Gabriel Marcel, Jean-
Paul Sartre, Simone de Beauvoir, Maurice Merleau-Ponty y Albert Camus, y el
italiano Nicola Abbagnano.
Características
6. El ser humano se da a partir de los nexos que establece con los otros, con las demás
Existencias.
7. Hay una oposición contra el pensar abstracto, racionalista, cientificista, pues de esa
manera no se logra apresar la realidad, la cual, justamente, hay que “vivirla”.
349
Jean-Paul Sartre
La libertad
Antropología
Humanismo existencialista
• Es distinto del humanismo renacentista, que toma al ser humano como fin y valor
superior, un ideal o esencia de hombre universal que todos deberían alcanzar; en el
humanismo existencialista, cada individuo cuenta con su propia subjetividad y debe
encontrar sus propios valores singulares y proyectarse intensamente en su existir.
Angustia
350
351
Ejercicio de autoevaluación
Comentario de texto
352
¿Cómo puede comentar, a la luz de la filosofía de Sartre, la cuestión de la existencia
humana como el resultado de lo que este hace de sí mismo?
Para Sartre, no hay nada que preceda al ser humano. Sus actos nacen en el instante
en que los realiza. Por consiguiente, carece de factores predeterminados en su
naturaleza o en el medio circundante que lo condicionan. Lejos de alegar normas o
valores anteriores a cada individuo singular, este es creador de sus propias normas o
valores. Esto por cuanto él las elige. La constitución fundamental humana reside en
la libertad. Está condenado a ser libre y no puede privarse de ella. Significa que es
responsable de cada acto que realice. Incluso si se tratase de acciones por las que este
decida negar su libertad, es un acto de libertad.
El ser humano puede tener ideas preconcebidas (esencias) de las cosas y luego
realizarlas. Eso pasa con la fabricación de los objetos y su carácter utilitario. Pero de
él mismo no hay algo similar, a pesar de que se haya imaginado que en la mente Dios
ya estuviéramos previstos. Tampoco hay una definición o una esencia de lo que es la
humanidad. El individuo se forja en su existir con sus experiencias.
Por otra parte, desde la filosofía existencialista sartriana el mundo no tiene finalidad
y resulta absurdo. Por eso, la persona parte de su existencia y de su libertad,
aceptando con rebeldía que es una pasión inútil. Debe portar la angustia como
conciencia de su libertad, asumiendo un compromiso y una responsabilidad de
tomar decisiones que lo afectan a sí mismo y a sus semejantes. Lo que el individuo es
y su sociedad, ambos resultan de decisiones enteramente libres.
353
Actividad virtual
https://www.abc.es/cultura/cultural/abci-jean-paul-sartre-y-absurda-
obligacion-existir-201809180208_noticia.html
354
Glosario
Absurdo. Del término latino absurdus, quiere decir disparatado, inverosímil, lo que
está sordo. El absurdo se convierte en una categoría de la filosofía existencialista.
Sartre emplea el término absurdo, indicando que el entorno en cuanto tal carece de
justificación y es puramente contingente. En su novela La náusea plantea la ausencia
de sentido de la existencia y la incomprensión del mundo que nos rodea. El término
“náusea” revela un simbolismo en el que se experimentan vivencias ante una
realidad inaccesible, que llenan de pesimismo y angustia, pero que preparan al
individuo singular para ejercer su libertad.
Libertad. Sartre aborda este tema en sus propuestas filosóficas y obras literarias. La
libertad es el ser del hombre y el fundamento de la ética. No equivale a un simple
concepto definible, sino a una experiencia que se vive y se manifiesta de diversas
maneras según las circunstancias de cada individuo singular. Su fórmula
existencialista de que la existencia precede a la esencia significa que la persona no
nace marcada por algo que la antecede, sino que se hace, según las situaciones y
contingencias. Contra todo determinismo, donde hay una relación necesaria de causa
a efecto entre el pasado y el presente, se opone la idea de libertad que fundamenta
los proyectos humanos. Esta es la condición humana inherente y no se puede
renunciar a ella. La frase sartriana dice: “El hombre está condenado a ser libre” (El
existencialismo es un humanismo [27]). Aquí pudiera haber una contradicción cuando
se relacionan las nociones de libertad y condena (prisión o no-libertad). Al no haber
un ser superior que fije el curso del mundo, estamos forzados a realizar propósitos,
aunque estos parezcan absurdos. Por tanto, el ser humano es el único que le da
355
sentido a su existencia, siendo responsable de sus elecciones. Tal libertad la vive
subjetivamente, de acuerdo con sus propias peculiaridades y está obligado a decidir
por sí mismo sin echarle la culpa a los demás.
Mala fe. Del francés mauvaise foi. Término empleado por Sartre cuando el individuo
se inhibe de ejercer su libertad. Esa actitud lleva al sujeto a cosificarse o auto-
engañarse. Sin embargo, todo ser humano está obligado a ejercer su libertad y a elegir
con autenticidad. Ello contrasta con lo que solo buscan complacer a los demás o
muestran una actitud gregaria, culpabilizando a otros por sus circunstancias
personales o sociales. Ellos emplean la mala fe, al no aceptar que son corresponsables
de esas situaciones.
356
Capítulo XV
La Escuela de Frankfurt
357
Objetivos de aprendizaje
Objetivo general
Objetivos específicos
1. Explicar los hechos históricos, los propósitos y las temáticas que integran la Escuela
de Frankfurt.
358
Sumario
Conceptos clave
359
En esta parte se analizarán los rasgos más destacados de la Escuela de Frankfurt y en
particular de Herbert Marcuse, uno de sus principales exponentes. La conmoción
producida por acontecimientos que marcan el siglo XX, como la Revolución rusa, las
dos guerras mundiales, los totalitarismos fascistas, nazistas y estalinistas, la
revolución tecnológica y el cambio hacia valores eminentemente consumistas,
incidieron como material de análisis y crítica de este movimiento.
“La idea de agotar las posibilidades técnicas dadas, de utilizar plenamente las
capacidades existentes para el consumo estético de masas, forma
parte del mismo sistema económico que rechaza la utilización
de esas capacidades cuando se trata de eliminar el hambre”.
Adorno y Horkheimer, Dialéctica de la Ilustración, p. 184
360
I. DESARROLLO Y PROPÓSITOS DE LA ESCUELA DE FRANKFURT
En ese sentido, asumen que el marxismo no es un cuerpo doctrinal estático pues las
construcciones teóricas cambian en la medida en que la realidad social también
cambia; el capitalismo del siglo XIX con el que Marx enfrenta no es el mismo que hoy
vivimos, por lo que se hacen necesarias nuevas categorías de análisis. Por eso, buscan
sacar a la luz las contradicciones de las sociedades totalitarias, ya sean de la
burocracia comunista o del dominio avasallador del mercado capitalista.
361
el que el Estado quede en manos de una casta de funcionarios investidos de un poder
totalitario y represivo.
Comienza la “Guerra Fría”, situación de hostilidad entre esas naciones que, sin llegar
al empleo declarado de las armas, disemina un miedo ante una posible destrucción
total, pues cada bando pretende minar el régimen político del adversario por medio
de bloqueos económicos, propaganda, espionaje, invasiones o apoyo a revoluciones
y grupos guerrilleros en el Tercer Mundo, etcétera. Esos hechos aceleran, de manera
362
irrefrenable, la carrera armamentística, como parte de la sociedad tecnológica
avanzada.
Dichos temas políticos son centro de las reflexiones de los miembros de la Escuela de
Frankfurt, así como otros más de carácter teórico, como la relación entre Hegel y el
marxismo, las corrientes de pensamiento contemporáneas como el existencialismo,
las filosofías del lenguaje y de la ciencia, así como también el arte de vanguardia, la
tecnología, la industria cultural o el problema de la autoridad. Todos ellos agrupan
una diversidad de elementos que se entrecruzan en el movimiento.
Herbert Marcuse nace en Berlín en 1898, en el seno de una familia judía. Realiza
estudios de filosofía en las Universidades de Berlín y Friburgo, donde conoce a
Husserl. En 1922 se doctora; su director de tesis es Martin Heidegger. Marcusse y
elabora el escrito Ontología de Hegel y el fundamento de una teoría de la historia. En 1933,
Marcuse empieza a trabajar en el Instituto de Investigación Social en Frankfurt, junto
a Horkheimer y Adorno.
Sin embargo, en ese mismo año los nazis llegan al poder y clausuran el Instituto.
Marcuse, junto a otros miembros de la Escuela, se traslada a Estados Unidos. Allí
llega a adoptar la nacionalidad americana en 1940 y a trabajar para el gobierno
federal. Ejerce la docencia en distintas Universidades: Columbia, Harvard, Boston y
San Diego. Marcuse muere en Alemania en 1979.
Las obras más destacadas de Marcuse son Razón y revolución (1941), Eros y
Civilización. Investigación filosófica sobre Freud (1955), El marxismo soviético
(1958), El hombre unidimensional (1964), Tolerancia represiva (1965) y El final de la
utopía (1968); igualmente, La sociedad industrial y el Marxismo (1968), Un ensayo
sobre la liberación (1969), Psicoanálisis y política (1969), Cultura y Sociedad (1970),
Ética de la Revolución (1970), La Sociedad Opresora (1972), y La agresividad en la
sociedad industrial avanzada. Y otros ensayos (1979).
363
El hombre unidimensional es el que está arraigado a la civilización industrial
“avanzada”, con nuevas formas de control. Se trata de “una sociedad que parece cada
día más capaz de satisfacer las necesidades de los individuos por medio de la forma
en que está organizada”, pero que “priva a la independencia de pensamiento, a la
autonomía y al derecho de oposición política de su función crítica básica” (Marcuse,
El hombre unidimensional, p.p. 31-32). El consumismo y el creciente bienestar ante
nuevas demandas los transforman en seres cada vez más adaptados al sistema. La
disconformidad con este resulta socialmente inútil.
Hay que distinguir las necesidades “verdaderas”, como las vitales (alimento, vestido
y habitación en el nivel de cultura que esté a su alcance), que son el requisito para la
realización de otras necesidades; y las necesidades “falsas”, aquellas que intereses
sociales particulares imponen al individuo para su represión, agresividad y miseria.
364
La democracia consolida mediante su aparato administrativo una dominación más
firmemente efectiva, que la que en el pasado habían instaurado los gobiernos
absolutistas.
“Si los individuos están satisfechos hasta el punto de sentirse felices con los
bienes y servicios que les entrega la administración, ¿por qué han de insistir
en instituciones diferentes para una producción diferente de bienes y
servicios diferentes? Y si los individuos están precondicionados de tal modo
que los bienes que producen satisfacción también incluyen pensamientos,
sentimientos, aspiraciones, ¿por qué han de querer pensar, sentir e imaginar
por sí mismos?” Marcuse, El hombre unidimensional, p. 80-81.
365
vez más eficaz sus propios recursos. Su poder se estructura con base en un “Estado
de bienestar y de guerra”, que proporciona las condiciones para que se distribuya
una cantidad cada vez mayor de bienes y servicios, incidiendo para que los
individuos sean sumisos; su productividad adormece la creatividad y mantiene la
paz mediante la constante amenaza de guerra.
Las obras maestras del arte, del pensamiento y la alta cultura que conmocionaron su
tiempo y más allá, que cumplen una función subversiva y liberadora son ahora
anuladas y re-manufacturadas por el sistema de distribución masivo. La música
sinfónica se adapta para comerciales, los más profundos textos literarios se deforman
en películas. La sociedad unidimensional absorbe la oposición y la diferencia
cualitativa.
366
Para Marcuse, los nuevos sujetos revolucionarios se encuentran en los marginados,
los extranjeros, los “extraños”, los perseguidos de otras razas y colores, los que
carecen de empleo, los incapacitados, los estudiantes o los que no están sujetos al
sistema. Así describe esos substratos que, al no estar directamente insertados como
piezas dentro de la sociedad unidimensional, con valentía se niegan a mantener el
orden de valores imperante:
367
368
Resumen
Herbert Marcuse
Necesidades “verdaderas”
• Son las vitales (alimento, vestido y habitación en el nivel de cultura que esté a su
alcance), el requisito para la realización de otras necesidades, tanto sublimadas como
no sublimadas.
369
Necesidades “falsas”
• Las clases trabajadoras en el ámbito capitalista han perdido el más mínimo interés
por rebelarse y ya no son un factor decisivo revolucionario de la historia (como
sostiene Marx). Están integrados a las diversas comodidades materiales que la
sociedad capitalista les ofrece. Los proletariados no advierten ya ninguna perspectiva
de transformación: se sienten relativamente satisfechos en medio de la abundancia
consumista, se convierten en “robots satisfechos” y consideran la sociedad actual
como la mejor: la única forma posible o deseable de organización social.
• Las obras maestras del arte, del pensamiento y la alta cultura que conmocionaron
su tiempo y más allá, que cumplen una función subversiva y liberadora, son ahora
370
anuladas y re-manufacturadas por el sistema de distribución masivo; hay un cierre
del universo del discurso, en el que los conceptos pierden su significación profunda,
y la utilidad y las imágenes son lo más importante.
• Los nuevos sujetos revolucionarios son los “extraños”, los perseguidos de otras
razas y colores, los que carecen de empleo, los incapacitados o los estudiantes; incluso
en algún momento histórico los individuos de conciencia más lúcida y las fuerzas
más explotadas se retroalimentarían.
371
Ejercicio de autoevaluación
Comentario de texto
¿Cuáles son, según Marcuse, los mecanismos por los cuales la sociedad
contemporánea ejerce una forma encubierta de dominación?
Actividad virtual
https://elpais.com/cultura/2018/02/21/babelia/1519230319_532857.html
372
¿Cuáles son los periodos principales de la denominada Escuela de Frankfurt? ¿Cuáles
son sus características?
Actividad virtual
https://www.infobae.com/america/cultura-
america/2019/07/31/utopista-critico-filosofo-olvidado-y-guru-
intelectual-de-las-protestas-estudiantiles-de-los-60-y-70-quien-fue-
herbert-marcuse/
373
Respuesta al texto 1. Las nuevas formas de control
374
Glosario
375
376
Capítulo XVI
Filosofía y posmodernidad
377
378
Objetivos de aprendizaje
Objetivo general
Objetivos específicos
379
Sumario
Conceptos clave
• Metarrelato
• Posmodernidad
• Paralogía
380
En este último apartado se abordará la posmodernidad. Esta constituye un amplio
espectro de movimientos artísticos, literarios, sociológicos y filosóficos que se
producen durante la segunda parte del siglo XX e inicios del XXI, y que se opone a
los modelos izados por la modernidad. Después del fin de la Guerra Fría, como
consecuencia del desplome del comunismo y de su símbolo representado en la caída
del muro de Berlín en 1989, se ocasiona una declinación de las ideologías. Además,
se acrecienta una omnipresencia de los medios de comunicación colectiva en un
mundo globalizado.
Los sofistas son sus más antiguos padres precursores, defensores del relativismo y
del subjetivismo, y, sobre todo, Nietzsche, quien desmitifica los valores de la
sociedad decadente y postula la importancia no de los hechos, sino de sus múltiples
interpretaciones. Los pensadores más destacados de la posmodernidad donde se
reflejan estos acontecimientos e ideas son: Gilles Deleuze, Jean Baudrillard, Jean-
François Lyotard, Michel Foucault, Gianni Vattimo, Jacques Derrida y otros más.
381
I. FUNDAMENTOS DEL PENSAMIENTO POSMODERNO
¿Es la posmodernidad tan solo una idea, una moda, un brote cultural, una condición
social o quizá todo esto a la vez? ¿Puede ser un falso problema, del cual, lógicamente,
caben solo respuestas o puntos de vista imaginarios? Durante la década de los años
ochenta deambula en las mentes frenéticas de al menos un grupo de intelectuales que
escriben acerca del tema y en los medios de comunicación a veces se ventila. Cada
vez más se integran al asunto diversas disciplinas que van desde la filosofía, la
sociología, la antropología y la ciencia política.
382
La desazón intelectual contra la modernidad también se gesta durante el siglo XX. El
espíritu de la modernidad empieza a desgastarse con el pensamiento de Freud, quien
analiza las represiones e insatisfacciones del mundo moderno. La Escuela de
Frankfurt, encabezada por Adorno, Horkheimer, Benjamin y Marcuse, diagnostican
el fracaso de la modernidad que, lejos de emancipar a los individuos, los conduce a
formas de vida alienantes y totalitarias. Es más, denominan al nuevo ámbito
“sociedad administrada” o “capitalismo tardío”.
En el plano artístico aparte de la música rock, destaca en ese periodo el pop art. Este
término significa la abreviación de la expresión inglesa popular art (arte popular). Es
una corriente que inicia primero en la pintura desde 1962, surgida como reacción
383
contra la pintura abstracta, a fin de romper la dicotomía entre el arte culto y el arte
popular, o sea, fundir el arte con la vida cotidiana. El pop art transforma en objetos
artísticos los objetos de consumo, como, por ejemplo, el arte-realidad de Andy
Warhol; donde todo es arte, como sus presentaciones de latas de sopa apiñadas, un
viejo inodoro o combinaciones de cómics, etcétera.
Otros hechos específicos significativos de corte político son el fin de la Guerra Fría,
con la consecuente caída del muro de Berlín (1989) y la reunificación de las dos
Alemanias. También se suma la independencia de los países del este de Europa y de
las repúblicas de la antigua URSS; el colonialismo comunista se derrumba y se
produce la independencia de un Estado tras otro. Como aspecto relevante se destaca
el retiro de la segregación racial contra las mayorías negras (apartheid) en Sudáfrica
en 1992. Todo este es el tiempo del apogeo de la globalización de la economía
mundial y el universo omnipresente de los medios de comunicación colectiva, el
ensanchamiento de internet y, posteriormente, las redes sociales.
384
embargo, eso es cuestionado por los posmodernos, quienes han venido a impugnar
lo estable, definitivo y permanente en cualquier campo.
385
6. Ausencia de ideologías y de relatos definitivos. Al suceder el fin de la Guerra Fría,
del mundo bipolar de derecha o izquierda, tienden a evaporarse las ideologías
políticas, entendidas como una percepción unilateral del mundo (del Estado, la
sociedad y el ser humano, etcétera). Eso hace que se genere una actitud filosófica
crítica frente al discurso moderno, desnudando su significado en términos del poder
social que se reviste detrás de esas grandes narraciones. Los héroes que erige el
discurso alienante moderno no son sino uno más entre tantos pues no hay verdad,
sino micropuntos de vista.
386
En 1979 da a la luz La condición posmoderna, que lo convierte en el “padre de la
posmodernidad”. En 1983 aparece su escrito La diferencia, que plantea que el discurso
humano ocurre en un variado pero discreto número de dominios inconmensurables,
ninguno de los cuales tiene el privilegio de pesar más sobre los otros. El pensamiento
transita por la dispersión y la apertura a un universo de proposiciones, que acoge
una diversidad de voces y escritos. La “realidad” tendrá más riqueza en cuanto más
testimonios disímiles se viertan sobre ella. Expresar las cosas de múltiples maneras
destacando la diferencia, es el ideal de verdad.
“En las sociedades clásicas, el saber quedó regulado por relatos míticos, por
leyendas [...] El orden clásico enseñó, simultáneamente, lo real y con él lo bello
y lo justo [...] La Ilustración fabricó un gran relato que abarcó naturaleza y
sociedad [...] Todo esto se ha hundido con la posmodernidad. Nuestros “saber
vivir” y “saber escuchar” han aprendido a experimentar prescindiendo de las
Grandes Narraciones”. Jean-François Lyotard, Le Monde (entrevista).
387
En las distintas épocas el saber se legitima, oficializa o consolida mediante una
autoridad que lo respalda. Así, en las sociedades clásicas el saber se regía por medio
de relatos míticos, enseñando con ellos qué era lo real, lo bello, lo bueno y lo justo.
Con la modernidad se fabricaron relatos sobre la naturaleza, la razón, el progreso, la
sociedad y la ciencia; la posmodernidad, por el contrario, pretende experimentar
prescindiendo de esas grandes narraciones.
Asimismo, por influencia del pensamiento ilustrado se llega a creer que el factor del
progresivo desenvolvimiento de la libertad radica en la educación, pero todo quedó,
a fin de cuentas, reducido al desarrollo de competencias y al rendimiento
388
empresarial. Desde el punto de vista de Lyotard, las sociedades avanzadas se
concentran cada vez más en encontrar “la contribución óptima de la educación
superior para alcanzar la mayor eficacia posible del sistema social” (La condición
posmoderna, p. 39). La razón, que se asumía emancipadora, es desbancada por la
racionalización tecnocrática. El aprender para lograr el conocimiento no tiene un
valor por sí mismo, sino por su eficacia y por su mercantilización.
Para Lyotard esa incredulidad con respecto a esos metarrelatos no conduce a tratar
de proponer un sistema alternativo al vigente, pues sería volver a construir otro
relato. Más bien, consiste en actuar en espacios muy diversos para producir cambios
concretos. Por eso, hay que defender la pluralidad cultural y la riqueza de la
diversidad; ya no interesa la verdad, las propuestas definitivas, sino el derecho a
promover la diferencia.
389
ocurrencias, de los impulsos del deseo o de colocar unas frases después de otras. En
todo caso, las descripciones de Lyotard, a pesar de que tocan muchos de los síntomas
de la sociedad contemporánea, conducen, lejos de una solución satisfactoria, a un
torbellino de interrogantes filosóficas.
390
391
Resumen
Posmodernidad
Hechos culturales
Hechos históricos
392
Características
Representantes posmodernos
Lyotard
393
Ejercicio de autoevaluación
Comentario de texto
Actividad virtual
https://elpais.com/elpais/2012/02/07/opinion/1328616099_621222.html
394
Respuesta al texto 1. Legitimación tecnológica en los discursos de control político-
social
El mundo está dirigido por las tendencias del mercado económico de las
macroempresas o grandes corporaciones. Dichas manipulan la información en el
campo de la ciencia hacia direcciones convenientes para incrementar el capital. Esto
funciona mejor con el uso cada vez más sofisticado de la aplicación práctica que
implementa la tecnología, la cual impone una visión de lo que debe ser la “realidad”.
Antes, las sociedades se impresionaban con los relatos míticos; y tal situación hoy ha
cambiado con la autoridad que impone la tecnología de la información. Las
decisiones se adoptan de conformidad con la eficacia económica y una única visión
de las cosas; nunca según un pensamiento divergente o cuestionador.
Este ítem es de elaboración propia. Se debe enfatizar la idea de, para Lyotard el rasgo
más distintivo de la posmodernidad era la caída de las grandes narrativas que habían
sustentado el edificio moderno; esto es, de las ideologías emancipadoras que lo
habían inspirado desde la Ilustración de Kant y Voltaire. Como carencias o defectos
de la posmodernidad pueden señalarse: la desactivación de la crítica (por ejemplo
política), el narcicismo, la ética del tener y el consumismo, entre otros.
395
Glosario
Metarrelato. Del griego metá, en medio; juntamente con, al lado de; a continuación
de; más allá. Otros términos aledaños son metanarrativa, macrorelato o grandes
discursos. Para Jean-François Lyotard, los metarrelatos son incorporados como
versiones persuasivas para comprender y adaptarse a los acontecimientos científicos,
históricos, religiosos y sociales, haciendo creer que son la respuesta y solución a todas
las problemáticas en esos campos. Distingue cuatro tipos discursivos que han
generado adeptos en los últimos tiempos: 1. científico, 2. iluminista, 3. marxista y 4.
liberal. El pensamiento posmoderno se enfrenta a ellos cuestionándolos, al no ser
tablas de salvación para las problemáticas existentes.
Paralogía. Del griego pará, al lado; junto a, a lo largo de; en, entre; ante, frente a;
contra; más allá de. Y lógos, palabra, dicho; expresión, proposición; razón, explicación;
dicho común; palabra; discurso, conversación; estudio, tratado; relato, narración.
Para Lyotard, la paralogía corresponde a un juego del lenguaje que resulta
incompatible con los procedimientos vigentes, conduciendo a modificar los
esquemas de pensamiento más allá de sus fronteras. La ciencia y conocimiento
individual avanzan al buscarse nuevos significados en la información disponible, no
cerrándose en fronteras establecidas por discursos oficiales o dogmas. No se parte de
un modelo de ciencia estable, determinista, oficial y continuo; sino abierto, paradójico
y no inserto en reglas fijas. La paralogía procuraría impugnar los discursos oficiales
y abocarse hacia la experimentación, la invención y la creatividad en los juegos del
lenguaje.
396
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