Título:

Trabajo escrito sobre Susan Sontag

Integrante:
Guillermo Esteban Montalvo Fernández

Comunicación Oral y Escrita

SEMESTRE I

PROGRAMA:

COMUNICACIÓN AUDIOVISUAL
La relación entre la lectura y la escritura es un vínculo profundo y complejo que se entrelaza en el
arte de crear y consumir historias. Escribir una novela, aunque a menudo se perciba como un acto
extraño, está intrínsecamente ligado a la práctica intensa y atenta de la lectura.

En primer lugar, escribir es un ejercicio de lectura en sí mismo. Uno escribe para leer lo que ha
escrito, revisarlo y reescribirlo repetidamente hasta alcanzar una versión que satisfaga incluso al
lector más exigente: uno mismo. La reescritura, lejos de ser un esfuerzo tedioso, es la parte más
placentera del proceso de escritura, donde se tiene la oportunidad de mejorar, pulir y dar forma a
la obra.
Sin embargo, la escritura no es solo un acto de revisión, sino también un acto de libertad
expresiva. Es un proceso de invención, de exploración de nuevas formas y estilos, de búsqueda de
una voz única y personal. Es un esfuerzo por elevarse por encima de uno mismo y llevar al lector a
lugares inexplorados.

La lectura, por otro lado, es la fuente de inspiración y motivación para escribir. Es a través de la
lectura que uno sueña con convertirse en escritor y encuentra la chispa creativa para dar vida a
nuevas historias. La lectura es tanto una distracción como una fuente de consuelo y tormento para
el escritor, pero sobre todo, es una fuente inagotable de inspiración.

Aunque algunos escritores prefieren distanciarse de la lectura por temor a ser influenciados o por
falta de tiempo, la mayoría encuentra en la lectura una fuente invaluable de conocimiento y
creatividad. La escritura, al igual que la lectura, es una forma de perderse a uno mismo en otro
mundo, de experimentar la vida a través de los ojos de otros personajes y de escapar de la propia
realidad.

En última instancia, tanto la lectura como la escritura son formas de arte que se complementan y
enriquecen mutuamente. La literatura es una herramienta poderosa para expandir la mente,
explorar nuevas ideas y emociones, y conectar con los demás de una manera profunda y
significativa. En un mundo donde la importancia de la ficción a menudo se cuestiona, es
fundamental seguir remando en la dirección de una mayor apreciación y comprensión de la
literatura.

El autor reflexiona sobre el proceso de escritura de novelas. Ella enfatiza que escribir requiere
lectura y revisión intensivas. El proceso de redacción implica numerosas revisiones para mejorar lo
escrito. Este proceso se describe como placentero, pero también exigente. El autor destaca la
importancia de la lectura y la escritura como actividades inseparables y destaca la importancia de
la literatura. También analiza la conexión entre escritura y lectura y la importancia de la escritura
como forma de escape de uno mismo