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Parte 1 Con Formato Corregida
Parte 1 Con Formato Corregida
Cada capítulo examina una lógica (o una familia de lógicas) desde diversos
aspectos. Al inicio de cada uno se da una breve introducción, luego se presenta el
aparato técnico (en general comenzando con la semántica y siguiendo con el sistema
de tableaux), y por último se examinan problemas filosóficos relacionados con
dichos sistemas. Para esto último, en algunos casos obtuvimos colaboración externa
(se consignará claramente cuando sea así). En todos los casos, por motivos de
alcance y simplicidad, nos mantendremos en el plano proposicional. Una
presentación de las versiones cuantificacionales de los sistemas aquí tratados puede
encontrarse en Priest (2008). También pueden encontrarse allí las pruebas
correspondientes de completitud y corrección entre las presentaciones semánticas y
las sintácticas de los sistemas aquí tratados (nuevamente por simplicidad y alcance,
nosotros las obviaremos).
Por supuesto que modificar la lógica no será una tarea sencilla. Lo cierto es
que no hay (al menos no aun) ningún sistema que pueda capturar a todas nuestras
intuiciones, o a todo lo que a priori querríamos de un sistema de lógica. Modificar
algo en un lugar usualmente tiene efectos indeseados en otro lugar, debiendo buscar
entonces cierto equilibrio o cierto nivel de compromiso que resulte aceptable según
los objetivos del lógico.
1. A y ¬A Premisa
2. A Por (a), sobre 1.
3. A o B Por (c), sobre 2.
4. ¬A Por (b), sobre 1.
5. B Por (d), sobre 3. y 4.
Parece entonces que nuestras intuiciones son contradictorias entre sí. Por un
lado queremos que valgan (a)-(d), pero por otro no nos gusta lo que se sigue de ellas.
Esta es una posición inestable. No puede haber ningún sistema lógico que logre
capturar a todos estos requerimientos al mismo tiempo. Si se aceptan (a)-(d) como
inferencias válidas entonces el principio de explosión se sigue. En cambio, si uno
hace ajustes para invalidar el principio de explosión, alguno (o algunos) de estos
principios saldrán como inválidos.
Por supuesto que podría objetarse que las "intuiciones" (que no son más que
opiniones no informadas) deban ser tomadas como criterio último de decisión acerca
de la validez de una inferencia, o como criterio para juzgar la adecuación de un
sistema lógico. Quizás el principio de explosión sea realmente válido y lo que esté
mal sean nuestras intuiciones. A lo sumo pueden funcionar como punto de partida,
podría decirse, ya que de algún lado hay que partir, pero eso es todo. Es decir, quizás
un lógico clásico contestaría a esto que lo que está mal son nuestras intuiciones y no
su sistema (probablemente motivando adicionalmente esto diferenciando entre
validez y solidez de un razonamiento), y que la lógica es una disciplina normativa y
no descriptiva. Este tipo de problemas son los que surgen en estas discusiones, y van
a ser tratados con mayor detalle en los capítulos siguientes.
Obtener una lógica (o lógicas) que lidie con estas nociones es importante
tanto para los lógicos como para los filósofos en general. Desde un primer momento
las nociones de "necesidad" y "posibilidad" parecen centrales al campo de la lógica.
Por ejemplo, nuestra noción preteórica de la noción de validez suele involucrar a
algo así como la idea de que "es necesario que la conclusión sea verdadera si las
premisas lo son", o "no es posible que las premisas sean verdaderas y la conclusión
no lo sea" -oraciones ambas que contienen expresiones modales.
De la misma manera las nociones de necesidad y posibilidad se han mostrado
como centrales a la historia de la filosofía en general, y el proyecto de elucidarlas -
tanto mostrándonos cómo podemos operar inferencialmente con ellas, como
mostrándonos el modo como enunciados en los que figuran pueden adquirir valor de
verdad- parece ser un proyecto valioso.
. .
. . .
El tableaux se lee desde arriba hacia abajo. Los puntos se denominan nodos
(en los nodos van fórmulas, como se verá más adelante). El nodo superior es
llamado raíz mientras que los inferiores son llamados puntas (tips). Una rama es
cualquier camino unido por flechas que va desde la raíz hasta una de las puntas.
. Raíz
. .
. . . Puntas
Rama
A A Como
Como “A y B” "(A y B) o (A y C)”
B B C
Es decir, una flecha hacia abajo representa una conjunción. Cuando a partir
de un nodo se abren dos flechas puede pensárselo como la introducción de una
disyunción. De todos modos hay que advertir que esto tiene fines puramente
didácticos. Los tableaux son herramientas puramente sintácticas y como tales no
interpretadas.
(A ˄ B) ͻ (C ˄ D)
(A ˄ B)
(C ˄ D)
(A ˄ B) ͻ (C ˄ D)
(A ˄ B)
¬(C ˄ D)
A B ¬A
¬B
A ¬A ¬B
B
(R5) AͻB (R6) ¬(A ͻ B)
¬A B A
¬B
A ¬A A ¬A
B ¬B ¬B B
(R9) ¬¬A
Las reglas son intuitivas. Tómese por ejemplo R2: una disyunción es falsa si
y sólo si ambos disyuntos son falsos (si alguno fuera verdadero, la disyunción lo
sería). Esto es representado en la regla por medio de dos flechas hacia abajo, que
interpretamos intuitivamente como conjunciones, por lo que la rama “diría” algo así
como "¬(A ˅ B), y ¬A, y ¬B".
Una rama está cerrada sii ocurre en uno de sus nodos la fórmula A y en otro
de ellos la fórmula ¬A. Esto se indica escribiendo una X bajo la punta de la rama.
Caso contrario, la rama está abierta. El tableaux está cerrado sii todas sus ramas
están cerradas. Caso contrario, está abierto.
(A ˄ B) ͻ (C ˄ D) (premisa)
(A ˄ B) (premisa)
¬(A ˄ B) (C ˄ D)
¬A ¬B C
X X
D
¬C ¬D
X X
Los primeros dos nodos son las premisas y la negación de la conclusión. Los
siguientes dos surgen por aplicación de R3 al segundo nodo. Las ramas que se abren
luego se deben a R5 aplicada sobre el primer nodo. En la rama de la izquierda se
aplica R4, mientras que en la derecha R3 sobre (C ˄ D), seguida de R4 sobre
¬(C ˄ D). Como puede verse, todas las ramas están cerradas, lo cual implica que
dicho argumento es sintácticamente válido.
(A ͻ B) ⇃
¬(B ͻ A) ⇃
B
¬A
¬A B
(a) (A ≡ C), (A ˅ B) ∴ C
A≡C
A˅B
¬C
A B
A ¬A A ¬A
C ¬C C ¬C
(b) (A ≡ B), (B ≡ (C ˄ D)) ∴ (A ≡ D)
A≡B
B ≡ (C ˄ D)
¬(A ≡ D)
A ¬A
B ¬B
B ¬B B ¬B
(C ˄ D) ¬(C ˄ D) (C ˄ D) ¬(C ˄ D)
C
D ¬A A
D ¬D
A ¬A
¬D D ¬C ¬D
1) (A ͻ B), ¬B ⊢ ¬A
2) (A ͻ B), B ⊢ A
3) (A ˄ ¬A) ⊢ B
4) ⊢ A ˅ ¬A
5) ⊢ (A ͻ B) ͻ (B ͻ A)
6) (A ˅ B), ¬A ⊢ (B ˄ ¬C)
7) ¬(A ˅ B) ⊢ (¬A ˄ ¬B)
8) ¬(A ͻ B), (B ˅ C) ⊢ C
9) ⊢ ((A ͻ B) ͻ (B ͻ (A ͻ B)))
10) ((A ˅ B) ͻ (C ≡ ¬D)), A, D ⊢ ¬C
11) (A ͻ ¬A), (B ͻ (C ˄ D)), ¬(D ≡ A) ⊢ ¬B
12) ¬(A ≡ B), ((C ˅ D) ͻ A), (E ˄ C) ⊢ ¬B
(*)3. ¿Cuál sería una estrategia posible para probar que una presentación por
tableaux y una mediante axiomas son equivalentes?
Soluciones
1. a) 1) 4 puntas, 4 ramas, 3 cerradas y una abierta (la última de la derecha), abierto,
inválido.
2) Bajo la siguiente numeración:
(1)A ≡ C
(2)A ˅ B
(3)¬C
(4)A (5)B
(1) y (2) son premisas; (3) es la conclusión negada; (4) y (5) surgen de aplicar R1
sobre (2); (6), (10) y (7), (11) surgen de aplicar R7 sobre (1); lo mismo con (8), (12),
(9) y (13).
(1)A ≡ B
(2)B ≡ (C ˄ D)
(3)¬(A ≡ D)
(4)A (5)¬A
(6)B (7)¬B
2. 1) (A ͻ B), ¬B ⊢ ¬A - Verdadero
(A ͻ B)
¬B
¬¬A
A
¬A B
X X
2) (A ͻ B), B ⊢ A - Falso
(A ͻ B)
B
¬A
¬A B
Contramodelo: v(A) = 0, v(B) = 1.
3) (A ˄ ¬A) ⊢ B - Verdadero
(A ˄ ¬A)
¬B
A
¬A
X
4) ⊢ A ˅ ¬A -Verdadero
¬(A ˅ ¬A)
¬A
¬¬A
A
X
5) ⊢ (A ͻ B) ͻ (B ͻ A) - Falso
¬((A ͻ B) ͻ (B ͻ A))
(A ͻ B)
¬(B ͻ A)
B
¬A
¬A B
Contramodelo: v(A) = 0, v(B) = 1
A B
X
¬B ¬¬C
X C
Contramodelo: v(A) = 0, v(B) = 1, v(C) = 1
7) ¬(A ˅ B) ⊢ (¬A ˄ ¬B) - Verdadero
¬(A ˅ B)
¬(¬A ˄ ¬B)
¬A
¬B
¬¬A ¬¬B
A B
X X
B C
X X
9) ⊢ ((A ͻ B) ͻ (B ͻ (A ͻ B))) - Verdadero
¬((A ͻ B) ͻ (B ͻ (A ͻ B)))
(A ͻ B)
¬(B ͻ (A ͻ B))
B
¬(A ͻ B)
A
¬B
X
¬(A ˅ B) (C ≡ ¬D)
¬A
¬B C ¬C
X ¬D ¬¬D
X X
¬A ¬A
¬B (C ˄ D) ¬B (C ˄ D)
X C X C
D D
¬D D ¬D D
A ¬A A ¬A
X X
Contramodelo: v(A) = 0, v(B) = 1, v(C) = 1, V(D) = 1
A ¬A
¬B B
X
(C ˅ D) A
¬C X
¬D
X
3. Hay diversas estrategias posibles. Una de ellas sería, por ejemplo, probar
que los tableaux son correctos y completos con respecto a la semántica usual. Es
decir, usando ⊢T para "existe un tableaux cerrado cuya lista inicial consta de Г y la
negación de A", probando que Г ⊢T A ⇔ Г ⊨ A. Puesto que sabemos que Г ⊢A A ⇔
Г ⊨ A (siendo ⊢A una demostración en un sistema axiomático de A a partir de Г), por
transitividad obtenemos que Г ⊢A A ⇔ Г ⊢T A.
1. Introducción
2. Lógica modal K
2.1 Semántica
Una interpretación para este lenguaje consiste en un triplo < W, R, v >, tal
que:
- W es un conjunto no vacío, a cuyos miembros suele llamárselos “mundos
posibles”. Un “mundo posible”, que simbolizaremos con letras w minúsculas
indexadas (wi), puede ser pensado como un conjunto maximal de proposiciones, tal
que para toda fórmula atómica A, o bien A es verdadera en wi, o bien ¬A es verdadera
en wi. Puede entendérselo así como una “descripción completa de un estado de
cosas” (de ahí el nombre de “mundo posible”).
- R es una relación diádica R ⊆ W2, es decir, es una relación entre mundos
posibles. Suele llamársela relación de “accesibilidad”. Que un mundo w1 “accede” a
un mundo w2 (lo notamos w1Rw2) quiere decir, al menos por ahora, que al estado de
cosas w1 puede sucederlo el estado de cosas w2. Nótese que podría darse que w1Rw1
en cuyo caso, “las cosas pueden mantenerse iguales a como están”.
- v es una función diádica de valuación, tal que, v: W x FBF → {0; 1}, donde
FBF es el conjunto de las fórmulas bien formadas del lenguaje. A diferencia de la
lógica proposicional clásica las valuaciones se encuentran ahora relativizadas a un
mundo posible (así como en la lógica de primer orden se encuentran relativizadas a
un modelo). De modo que es posible que para una fórmula p, v(w1, p) = 1 y v(w2, p)
= 0 a la vez. En dicho caso, p es verdadera en el mundo 1 y falsa en el mundo 2. Para
abreviar, escribimos vW1(p) = 1 y vW2(p) = 0.
Así como en la lógica clásica, hay además ciertos requisitos adicionales para
la función valuación v, que establecen las condiciones de verdad para oraciones
moleculares dado el valor de verdad de las fórmulas atómicas. Estas son las
siguientes.
Para las conectivas clásicas, los requisitos se mantienen idénticos, solo que
relativizando v a un mundo posible:
- vW(¬B) = 1 sii vW(B) = 0 (léase: la negación de una proposición es verdadera
en un mundo w si y solo si la proposición misma es falsa en ese mundo)
- vW(B˄C) = 1 sii vW(B) = 1 y vW(C)=1
- vW(B˅C) = 1 sii vW(B) = 1 o vW(C)=1
- vW(BͻC) = 1 sii vW(B) = 0 o vW(C)=1
w2
(p, q)
w1
(¬p, ¬q)
w3
(p, ¬q)
Puede verse que anidar operadores modales nos envía más y más adelante
“hacia el futuro”. Es decir, evaluar la verdad en wi de una fórmula con dos
operadores modales anidados requiere que evaluemos fórmulas en los mundos a los
que acceden los mundos a los que accede wi.
Por tanto, para que A sea consecuencia lógica de Г todos los conjuntos de
mundos posibles (sean cuales sean sus relaciones de accesibilidad, y sea cual sea la
valuación de las fórmulas atómicas en ellos) y para cada mundo posible en
particular perteneciente a esos conjuntos w, si Г es verdadero en él, también lo es
A.
De modo análogo, ⊨K A sii para toda interpretación <W, R, v> y todo w ∈ W,
vW(A) = 1. Un ejemplo sería ⊨K □(A˅¬A). Dadas las cláusulas de la función v, sea
cual sea el conjunto de mundos posibles W, la relación R y las valuaciones que se
asignen a las fórmulas atómicas, no se dará para ninguno de los mundos posibles w
pertenecientes a W que vW(□(A˅¬A)) = 0. Esto se debe a que A˅¬A es una tautología
clásica. Puesto que las cláusulas para las conectivas se mantienen idénticas, el
conjunto de las tautologías clásicas se mantienen como verdades lógicas en la lógica
modal K (en parte por eso decimos que K es una extensión conservativa de la lógica
clásica, véase la sección 4.1). Puesto que A˅¬A será verdadera en todo mundo,
□(A˅¬A) también lo será, dado que sean como sean las relaciones de accesibilidad,
siempre será el caso que todos los mundos a los cuales acceda un determinado
mundo satisfacen A˅¬A (o bien, si no acceden a ninguno, toda fórmula de la forma
□A será verdadera).
Las reglas para las conectivas clásicas son iguales a las de la lógica
proposicional, con el agregado de que el número asociado a una fórmula se asocia
también a sus descendientes. Por ejemplo:
(R1) A ˅ B, n
A, n B, n
Agregamos además dos reglas más para cada uno de los operadores modales
□ y ◊:
¬(◊(A˄B) ͻ (◊A˄◊B)), 1
◊(A˄B), 1
¬(◊A˄◊B), 1
1R2 (1)
A˄B, 2 (1)
A, 2
B, 2
¬◊A, 1 ¬◊B, 1
□¬A, 1 □¬B, 1
¬A, 2 ¬B, 2 (2)
X X
Al igual que antes, omitimos las flechas verticales cuando una rama no se
divide en dos. El paso marcado con (1) surge de aplicar R12 al nodo ◊(A˄B), 1. El
paso (2) de aplicar R10 a los nodos inmediatamente anteriores, y a 1R2, que ocurría
en ambas ramas.
Hay que tener cuidado si se tickean las fórmulas luego de aplicar las reglas
correspondientes, ya que puede ser necesario utilizar más de una vez las reglas R10
y R12. El hecho de poder aplicar más de una vez una regla a un mismo nodo genera
otro problema: la posibilidad de tableaux infinitos, que no cierran nunca.
Considérese, por ejemplo, la siguiente fórmula: (□p ˄ ◊q) ͻ r. Si quiere
testearse si es un teorema, su tableaux se vería así:
¬(□p ˄ ◊q) ͻ r, 1
(□p ˄ ◊q), 1
r, 0
□p, 1
◊q, 1
1R2 (1)
q, 2 (1)
p, 2 (2)
1R3 (3)
q, 3 (3)
p, 3 (4)
etc.
Los nodos marcados con (1) y (3) surgen de la aplicación de R12 al nodo
◊q, 1. (2) y (4) surgen de aplicar R10 a □p, 1 y 1R2 o 1R3 respectivamente. Dado
que R12 (aplicada aquí sobre ◊q, 1) permite generar siempre nuevos nodos con
mundos arbitrarios, es fácil ver que podríamos continuar aplicando R12 y R10 de la
misma manera, al infinito, sin llegar nunca a una contradicción.
Por último, los contramodelos pueden leerse a partir de una rama abierta de
un tableaux de manera semejante a la lógica proposicional. Por ejemplo, puesto que
⊬K □p ͻ p
¬(□p ͻ p), 1
□p, 1
¬p, 1
3. Extensiones de K
Pueden obtenerse otros sistemas modales a partir del sistema básico K de dos
maneras: mediante el agregado de axiomas (o reglas de tableaux) extra, o mediante
la imposición de ciertas condiciones o restricciones a la interpretación de R.
Teoremas Interpretaciones
T K K T
Otro modo de ver esto sería el siguiente: si algo cumple con ciertas
condiciones restringidas entonces cumple con condiciones más generales, es decir,
toda interpretación de T también es una interpretación de K. Lo inverso sucede con
los teoremas, todo teorema de K es también un teorema de T, ya que T mantiene
todas las reglas que permiten a K probar todos sus teoremas.
iRk
w2
w1 w3
w4
Por tanto, en S5 no hace falta especificar R, ya que una vez interpretado W, R
queda automáticamente determinada. Una interpretación de S5 consiste solamente
en el par <W, v>. Las cláusulas de □ y ◊ para la función v pasan a ser sencillamente
[vw(□A)= 1 sii para todo w’, vw’(A) =1] y [vw(◊A)= 1 sii para algún w’, vw’(A) =1]. Los
tableaux también se simplifican, ya que pueden obviarse los nodos de la forma nRm
(sería vacuo agregarlo ya que todos se relacionan con todos). La regla para ◊A,n se
aplica de manera semejante a la anterior, obteniéndose A,m con m nuevo. En cambio
la regla para □A,n puede ser aplicada a cualquier otro mundo que aparezca en la
rama (al momento de aplicar la regla). Las reglas R14-R16 pueden entonces ser
obviadas para S5.
4. Problemas filosóficos
Sin embargo, otros han argumentado que Lprop es inadecuada incluso dentro
de su contexto original. Por ejemplo, como veremos en un capítulo posterior, los
lógicos relevantes sostienen que el condicional material de la Lprop no representa
adecuadamente al condicional del lenguaje natural –y por lo tanto que debe ser
reemplazada, incluso en “contextos proposicionales” a los que Lprop pretendía
aplicarse. Por ejemplo, según estos lógicos, el condicional material da lugar a
“paradojas” tales como A ⊢Lprop (B ͻ A) y ¬A ⊢Lprop (A ͻ B), que parecen
“intuitivamente” inadecuadas (si A es verdadero, ¿cualquier cosa implica que A?; si
A es falso, ¿implica cualquier cosa?).
Como se dijo al inicio del capítulo, "es necesario" y "es posible" se dicen de
muchas maneras. Por ejemplo, son distintos los sentidos que se usan cuando se dicen
cosas como que "es necesario que p o no-p", "es necesario que 4 > 2", "es necesario
que ningún objeto pueda viajar más rápido que la luz" o "es necesario que mañana
llueva". La primera de las oraciones parece corresponderse con la necesidad lógica y
es el tipo más fuerte de necesidad que hay. Algo que es lógicamente necesario debe
además ser necesario en todos los otros sentidos.
Estos tres requisitos evitan también los círculos temporales; por ejemplo, que
en el gráfico superior valga w3Rw1. Si valiera, entonces se violaría antisimetría, ya
que, por transitividad, todos los tiempos m anteriores a n son tales que vale mRn.
Otros requisitos que podrían agregarse (que no son tan obvios ya) son los
siguientes: ∀x∃y xRy y ∀x∃y¬∃z (xRz ˄ zRy). Estos dirían que todo momento de
tiempo tiene un momento sucesor (que no hay un "final de los tiempos"), y que el
tiempo es discreto y no denso (que todo momento tiene otro inmediatamente
sucesor), respectivamente.De la misma manera, pueden agregarse requisitos para
prohibir líneas temporales divergentes, etc.
w1 w2 w4
(p, q) (¬p,q) (p,q)
w3 w5
(¬p,¬q) (¬p,¬q)
4. Pruebe por medio del método de tableaux las siguientes inferencias y principios
1) ⊢K (◊A ≡ ¬□¬A) (contrapartida sintáctica del ejercicio 3.1)
2) ⊢K (□A ≡ ¬◊¬A)
3) (□A ˄ □B) ⊢K □(A ˄ B)
4) □(A ͻ B) ⊢K (◊A ͻ ◊B)
5) ⊢K □A ≡ □(¬A ͻ A)
6) ⊢T (□A ͻ A) (recuérdese que para el sistema T puede usarse la regla de simetría)
7) □(A ͻ B), □(B ͻ C) ⊢T (A ͻ C)
8) ⊢T ((◊¬A ˅ ◊¬B) ˅ ◊(A ˅ B))
9) (A ͻ (B ˄ C)) ⊢T ((□A ͻ ◊B) ˄ (□A ͻ ◊C))
10) ◊A ⊢S5 ◊◊A (recuérdese el modo como cambian los tableaux de S5)
11) ◊A ⊢S5 □◊A
12) ⊢S5 (□(□A ͻ □B) ˅ □(□B ͻ □A))
13) ⊢S5 (□(◊A ͻ B) ≡ □(A ͻ □B))
(*) 5. De alguna explicación del hecho de que “R10 requiere que en la rama ya
ocurran ambas □A,n y nRm antes de poder ser aplicada. En cambio R12 sólo
requiere la ocurrencia de ◊A,n tras lo cual puede ser aplicada a un m arbitrario (m no
debe aparecer antes en la rama)”. ¿Cómo puede entenderse esto intuitivamente?
Pista: véase la formulación de las reglas para la función v concernientes a los
operadores modales.
Soluciones
1. 1) vw5(q) = 0
2) vw2(□p) = 0
3) vw2(◊p) = 1
4) vw1(◊□¬q) = 0
5) vw3(□□◊p) = 1
6) vw4(◊(p˄q)) = 0
7) vw2(◊□(p˄◊q)) = 1
8) vw1(□(◊p˄◊¬q)) = 0
9) vw5(□□□□□p) = 1 es falso
10) vw2(◊◊◊(¬p˄q)) = 1
6) w1 w2 w3 Obsérvese w1.
¬p, q p, ¬q
7) w1 w2 w3 Obsérvese w1
p, ¬q p, q
8) w1
¬p
9) w1 w2 Obsérvese w1
¬p
w3
p
10) w1 w2 w3 w4 w5
p p p p ¬p
Obsérvese w1
4. 1) ⊢K (◊A ≡ ¬□¬A)
¬(◊A ≡ ¬□¬A), 1
◊A, 1 ¬◊A, 1
¬¬□¬A, 1 ¬□¬A, 1
□¬A, 1 □¬A, 1
1R2 ◊¬¬A, 1
A, 2 1R2
¬A, 2 ¬¬A, 2
X A, 2
¬A, 2
X
2) ⊢K (□A ≡ ¬◊¬A)
¬(□A ≡ ¬◊¬A), 1
□A, 1 ¬□A,1
¬¬◊¬A, 1 ¬◊¬A,1
◊¬A, 1 ◊¬A,1
1R2 □¬¬A,1
¬A, 2 1R2
A, 2 ¬A, 2
X ¬¬A,2
A, 2
X
¬A, 2 ¬B, 2
A, 2 B, 2
X X
¬A, 2 B, 2
X X
5) ⊢K □A ≡ □(¬A ͻ A)
¬(□A ≡ □(¬A ͻ A)), 1
□A, 1 ¬□A, 1
¬□(¬A ͻ A), 1 □(¬A ͻ A), 1
◊¬(¬A ͻ A), 1 ◊¬A, 1
1R2 1R2
¬(¬A ͻ A), 2 ¬A, 2
A, 2 (¬A ͻ A), 2
¬¬A, 2
¬A, 2 ¬¬A,2 A, 2
X A, 2 X
X
6) ⊢T (□A ͻ A)
¬(□A ͻ A), 1
□A, 1
¬A, 1
1R1
A, 1
X
¬A, 1 B, 1
X
¬B, 1 C, 1
X X
¬A, 1 (B ˄ C)), 1
B, 1
¬(□A ͻ ◊B), 1 ¬(□A ͻ ◊C), 1 C, 1
□A, 1 □A, 1
¬◊B, 1 ¬◊C, 1 ¬(□A ͻ ◊B), 1 ¬(□A ͻ ◊C), 1
□¬B, 1 □¬C, 1 □A, 1 □A, 1
1R1 1R1 ¬◊B, 1 ¬◊C, 1
A, 1 A, 1 □¬B, 1 □¬C, 1
X X 1R1 1R1
¬B, 1 ¬C, 1
X X
1. Introducción
Hay básicamente dos motivos por los que esto nos será útil. Primero, por
motivos pedagógicos, ya que el método de mundos no normales nos volverá a ser
útil más adelante en el capítulo sobre lógicas relevantes (presente en la parte 3 de
este escrito). Allí veremos otros tipos de mundos no normales en los que, por
ejemplo, el condicional se comportará de manera diferente. Segundo, hay motivos
intrínsecos para aprender estas lógicas, ya que podrían tener algunas aplicaciones
prácticas interesantes, como ser para la elucidación de la noción de "contenido
proposicional" (y por tanto de actitudes intencionales), para hablar acerca de obras
de ficción que tienen lugar en situaciones "imposibles", etc. Por motivos de espacio,
dejaremos de lado este tipo de motivaciones. Comenzaremos, como siempre, con
una presentación del aparato técnico para volver luego sobre otras cuestiones
filosóficas hacia el final del capítulo.
2. El sistema N
2.1 Semántica
Una N-interpretación consiste en un cuádruplo ordenado <W, N, R, v>. Al
igual que en los sistemas normales, R y v representan a la relación de accesibilidad y
la función de valuación. W representa aquí al conjunto de todos los mundos
posibles, sean normales o no normales, mientras que N representa al conjunto de los
mundos normales, por lo que N ⊆ W. El conjunto de los mundos no normales queda
entonces determinado como W – N.
Las condiciones de la función v para las conectivas son las mismas que antes
para todos los mundos, y las de los operadores modales son las mismas para los
mundos normales. En cambio, si w es un mundo no normal, entonces:
VW(□A) = 0 (“nada es necesario”)
VW(◊A) = 1 (“todo es posible”)
Un ejemplo más concreto sería el siguiente: sea W= {w0, w1, w2} y N = {w0,
w1}, con relaciones de accesibilidad dadas por el siguiente gráfico:
w0 w1 w2
(p, q) (p, ¬q) (¬p, ¬q)
Entonces:
vW0(□¬q) = 1
vW0(□□¬q) = 1 ya que vW0(□□¬q) = 1 sii vW1(□¬q) =1 sii vW2(¬q) = 1.
vW0(□□□¬q) = 0 ya que vW0(□□□¬q) = 1 sii vW1(□□¬q) =1 sii vW2(□¬q) = 1 –
pero w2 es no normal y por lo tanto vW2(□¬q) = 0.
vW0(□□◊¬q) = 1 y vW0(□□◊q) = 1
Puede verse al sistema K como una extensión del sistema N, ya que puede
obtenerse K poniendo una restricción adicional a las interpretaciones de N: que W =
N, es decir, que todos los mundos sean normales (recuérdese que restringir el
conjunto de las interpretaciones era una manera de obtener una extensión de un
sistema). Por lo tanto, al igual que antes, el sistema N es más débil que el sistema K
(prueba menos). Por ejemplo, ⊨K □□(A ˅ ¬A), mientras que ⊭N □□(A ˅ ¬A), aunque
sí vale ⊨N □(A ˅ ¬A).
R12 no es aplicable en ningún otro caso, ya que no hay garantías de que los
mundos en cuestión sean normales. Ejemplo: ⊭N □□(A ˅ ¬A)
¬□□ (A ˅ ¬A), 0
◊¬□ (A ˅ ¬A), 0
0R1
¬□ (A ˅ ¬A), 1
◊¬(A ˅ ¬A), 1
3. El sistema L
Así como N es una sublógica de K, L es una sublógica de N (o lo que es lo
mismo, N es una extensión de L).
Interpretaciones Teoremas
L K
N K N
L
En los mundos no normales de L la función valuación también se comporta
de manera diferente a los normales. Pero en este caso, a □A y a ◊A se les asignan
valores arbitrarios. Esto es, L no impone ningún requisito a la función valuación
para los operadores modales en mundos no normales. Puede verse que N se obtiene
a partir de L agregando los requisitos para v en mundos no normales, limitando así
las interpretaciones (el mismo procedimiento que estuvimos utilizando hasta aquí
para obtener extensiones).
Esto implica, a modo de ejemplo, que toda interpretación de L en la cual
W ≠ N (en la que hay al menos un mundo no normal) tiene una interpretación
“paralela” en la cual las valuaciones de las fórmulas modales en los mundos no
normales son exactamente las opuestas a la original.
Las reglas de tableaux son las mismas que para N, pero en este caso las reglas
para los operadores modales sólo pueden usarse en el mundo 0 (todas ellas, de R10
en adelante). El siguiente ejemplo ilustra por la vía sintáctica que N es una extensión
de L:
Ahora bien, ¿qué motivo hay para pensar que las contradicciones son
imposibles? Como veremos en capítulos posteriores hay lógicas que permiten la
ocurrencia de contradicciones sin trivialidad. El motivo tras esta respuesta parece
tener que ver con que ninguna contradicción puede ser verdadera en la lógica
clásica. Pero si es que esta es la motivación que está por detrás de esa primera
definición, entonces puede extenderse a esta de manera obvia, como sigue
Sin embargo, esta definición seguramente no sería aceptada por todos los
lógicos. En particular, muchos se quejarían de que presupone algún tipo de monismo
lógico en favor del clásico -es decir, que la lógica clásica es la única lógica
"verdadera" o legitima- (véase el capítulo 3 para una introducción a la problemática
del monismo y el pluralismo). De este modo, parece ser que todos aceptarían la
definición de "mundo imposible" como "mundo en el que no valen las leyes de la
lógica", pero rechazarían que "la lógica" tenga que referirse necesariamente a la
lógica clásica.
Arribamos así a una definición aun más general de imposibilidad lógica que
no se compromete con la "verdad" de ningún sistema lógico en particular (siendo en
cambio sólo relativa a uno):
Nótese que todas las lógicas modales normales del capítulo 1 satisfacen esta
regla (de hecho, en presentaciones axiomáticas de la parte sintáctica, necesitación
suele aparecer como una regla primitiva). Además, en las lógicas modales normales,
esta regla implica que:
⊨S A
□A
Esto es, que todo teorema es necesario en cualquier mundo particular. Las
lógicas modales no normales no validan ninguna de estas dos cosas. Lo segundo es
fácil de ver, ya que, como se ha visto, de ⊨N (A ˅ ¬A) no puede concluirse que
□(A ˅ ¬A) es verdadera en un mundo cualquiera, ya que ese mundo puede ser no
normal. Lo primero (la falla de la regla de necesitación) no es tan sencillo de ver, ya
que ⊨S □A significa sólo que □A es verdadera en todo mundo normal. Sin embargo,
también hemos visto contraejemplos a esta regla, como ser, el hecho de que N valide
□(A ˅ ¬A) y no valide □□(A ˅ ¬A).
El fallo de reglas como estas puede ilustrar otro sentido en el que estas
lógicas son "extrañas" o se manejan con mundos "imposibles", ya que muestra que
algunos de sus teoremas no son declarados como necesarios por ellas mismas.
Quizás una respuesta posible a esta cuestión sea que el sentido de necesidad que
ellas elucidan no es el de necesidad lógica, con lo cual la falla de necesitación no
significaría que no declaran a sus teoremas como lógicamente necesarios (para la
cuestión de los sentidos de necesidad, véase el capítulo 1).
Ejercicios
w1 w2 w3
p, ¬q ¬p, ¬q ¬p, q
w4 w5
¬p, ¬q p, q
1) vW5(□¬p)
2) vW5(□□¬p)
3) vW5(□□□¬q)
4) vW5(□□□□¬q)
5) vW5(□□□◊¬q)
6) vW5(p ˄ ◊q ˄ □◊¬q ˄ ◊□□¬q)
7) vW1(□□¬q)
(*) 3. ¿Por qué en el sistema L las reglas de tableaux para los operadores
modales solo pueden ser usadas en el mundo 0?
2. 1) ⊢L □(p ͻ p)
¬□(p ͻ p), 0
◊¬(p ͻ p), 0
0R1
¬(p ͻ p), 1
p, 1
¬p, 1
X
2) ⊬N □□(p ͻ p)
¬□□(p ͻ p), 0
◊¬□(p ͻ p), 0
0R1
¬□(p ͻ p), 1
◊¬(p ͻ p), 1
y R12 no puede ser aplicada sobre este último nodo, ya que 1 no está en la lista
inicial y no está □-habitado.
3) □¬A ⊢L □¬(A ˄ B)
□¬A, 0
¬□¬(A ˄ B), 0
◊¬¬(A ˄ B), 0
0R1
¬¬(A ˄ B), 1
(A ˄ B), 1
A, 1
B, 1
¬A, 1
X
¬A, 2 B, 2
X X
En el octavo y noveno nodos, la regla R12 fue aplicada correctamente sobre el
septimo nodo, ya que el mundo 1 estaba □-habitado en esa rama.
¬A, 2 B, 2
X
¬B, 2 C, 2
X X
2) La misma estrategia no puede ser usada ya que ⊭N □□A implica que existe
un modelo M y un mundo normal n ∈ M tal que vn(□□A) = 0, lo cual implica a su vez
que existe un mundo s tal que nRs y vs(□A) = 0. El problema es que, puesto que no
sabemos si s es normal o no, no puede inferirse nada relevante de este hecho.
BIBLIOGRAFIA (POR CAPÍTULO)
Introducción
Capítulo 1
Capítulo 2