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Clase 4
Clase 4
Hacía pocos días que Longobardo había ganado la batalla de Silecia, cuando los príncipes de Isabela
decidieron organizar un baile de disfraces en su honor.
El baile se haría la noche de Pentecostés, en las terrazas del Palacio Púrpura, y a él serían invitadas todas
las mujeres del reino.
Longobardo decidió disfrazarse de corsario para no verse obligado a ocultar su voluntad intrépida y salvaje.
Con unas calzas verdes y una camisa de seda blanca, que dejaba ver en parte el pecho victorioso, atravesó
las colinas. Iba montado en una potra de corazón palpitante como el suyo.
Fue uno de los primeros en llegar. Como corresponde a un pirata, llevaba el ojo izquierdo cubierto con un
parche. Con el ojo que le quedaba libre de tapujos, se dispuso a mirar a las jóvenes que llegaban ocultas
tras los disfraces.
Entró una ninfa envuelta en gasas.
Entró una gitana morena.
Entró una mendiga cubierta con harapos.
Entró una campesina.
Entró una cortesana que tenía un vestido de terciopelo rojo apretado hasta la cintura y una falda levantada
con enaguas de almidón.
Al pasar junto a Longobardo, le hizo una leve inclinación a manera de saludo.
Eso fue suficiente para que él se decidiera a invitarla a bailar.
La cortesana era hermosa y joven. Y, a diferencia de las otras mujeres, no llevaba joyas, sino apenas una
cinta negra que remataba en un moño en la mitad del cuello.
Risas.
Confidencias.
Mazurcas.
Ella giraba en los brazos de Longobardo. Y cuando cesaba la música, extendía la mano para que él la
besara.
Hasta que se dejó arrastrar, en el torbellino del baile, hacia un rincón de la terraza, junto a las escalinatas.
Y se entregó a ese brazo poderoso.
Él le acarició el escote, el nacimiento de los hombros, el cuello pálido, el moñito negro.
-¡No! –dijo ella-. ¡No lo toques!
-¿Por qué?
-Si me amas, debes jurarme que jamás desatarás este moño.
-Lo juro –respondió él.
Y siguió acariciándola.
Hasta que el deseo de saber qué secreto había allí, le quitó el sosiego.
La besaba en la frente.
Las mejillas.
Los labios con gusto a fruta.
Obsesionado siempre con el moñito negro.
Y cuando estuvo seguro de que ella desfallecía de amor, tiró de la cinta.
El nudo se deshizo y la cabeza de la joven cayó rodando por las escalinatas.
María Teresa Andruetto
4. Justifica por escrito por qué el cuento leído pertenece a la categoría de terror.
POR QUE DA MUCHO MIEDO
5. Subraya la parte del cuento que te permitió clasificarlo de terror. Antes de lo subrayado, ¿a qué
categoría pertenecía la historia?
MIEDO
6. Para opinar.
•¿Por qué te parece que Longobardo tira de la cinta negra? PARA AYUDAR
•¿Qué clase de criatura será la mujer del moñito? RATON
8. Para producir en forma escrita (texto mínimo de seis renglones, con cuidados cohesivos,
ortográficos y de puntuación).
¿Qué habrá pasado después de que Longobardo tiró de la cinta? Imagina la situación y escribirla. Si
es tu deseo podes cambiar la categoría de cuento y darle un vuelco hacia lo humorístico, policial,
maravilloso, de ciencia ficción…
Y SE DESVANESIO POR UN MOMETO NO PODIA RESPIRAR ASTA QUE SE MURIO PERO HAVIA UNA
POSIBILIDAD DE RECUPERARLA LLENDO AL CIELO Y CONSEGUIR SU AMOR BOLO BOLÓ Y BOLO Y TENIA QUE
BUSCARLA POR EL MUNDO DEL CIELO HASTA QUE UNA VES LA ENCONTRO Y SE DIO CUENTA QUE ELLA ERA
LA ENEMIGA.