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Este manual, titulado "Trayectorias y Fricciones de la Política Social Europea" por Noemí
Lendvai-Bainton y Patricia Kennett, reflexiona sobre la historia única de la integración de la
Unión Europea (UE) y su relación con la política social europea en el contexto de desafíos
económicos y cambios significativos, como la salida del Reino Unido.
El objetivo principal del manual es reunir a académicos destacados para revitalizar debates
teóricos y conceptuales sobre la política social europea, especialmente en el contexto de las
turbulencias económicas, sociales y políticas actuales. Está organizado en cinco temas
clave que abarcan desde enfoques teóricos hasta cuestiones transversales como
multiculturalismo, populismo y actitudes públicas.
En el Capítulo 7, Mary Daly ofrece una visión general de la política social de la UE,
destacando su carácter innovador y único. Propone un marco analítico para comparar la
política social de la UE con la nacional, resaltando similitudes y diferencias en relación con
la creación de mercado, redistribución y ciudadanía. Daly aboga por un enfoque teórico que
reconozca la naturaleza distintiva de la política social de la UE y destaca que su
intermitencia es integral para su evolución.
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David Bailey, en el Capítulo 7, examina los obstáculos institucionales, políticos y sociales
para la "Europa social", argumentando que la crisis económica de 2008 ha intensificado
medidas de mejora del mercado y ha reforzado presiones para la mercantilización y
despolitización.
En conjunto, esta parte del manual aborda diversos aspectos de la política social de la UE,
desde su evolución histórica hasta sus desafíos actuales y su proyección en dimensiones
externas e internas.
Borbála Kovács, Abel Polese y Jeremy Morris, en el Capítulo 12, exploran el desarrollo del
Estado de bienestar en Europa central y oriental después de la transformación
poscomunista. Describen regímenes híbridos únicos con patrones de dualización y
estratificación, destacando la residualización de las provisiones de bienestar para los más
necesitados y la generosidad relativa para las clases medias.
En el Capítulo 13, Chiara Saraceno analiza los estados de bienestar del sur de Europa,
destacando las tendencias de transformación en Grecia, Italia, Portugal y España. Examina
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la recalibración bajo presiones externas e internas, observando cambios desiguales y
diferenciados, especialmente después de la crisis, donde medidas de austeridad influyeron
en la dimensión de reducción del proceso de recalibración.
Fiona Dukelow y Elke Heins, en el Capítulo 14, abordan los estados de bienestar liberales
en el Reino Unido e Irlanda. Exploran el "liberalismo" en estos estados, resaltando
elementos residuales y fiscales, y cuestionan la divergencia entre ambos después de la
crisis.
En el Capítulo 15, Bent Greve se centra en el desarrollo del Estado de bienestar nórdico
desde 2000, antes y después de la crisis financiera. Destaca similitudes y diferencias en los
países nórdicos, observando que aunque el modelo nórdico persiste, no es tan distintivo en
todas las áreas. También señala desigualdades en el mercado laboral, especialmente para
los inmigrantes.
En conjunto, esta parte del manual ofrece una visión detallada y comparativa de la
evolución de los estados de bienestar en diferentes regiones de Europa, abordando
patrones, transformaciones y desafíos específicos en cada contexto.
En el Capítulo 16, Daniel Clegg se centra en las políticas del mercado laboral,
destacando su importancia en los debates ideacionales sobre el cambio en el
estado de bienestar. Examina la evolución histórica y destaca cómo la integración
económica de la UE y la movilidad laboral han influido en las políticas del mercado
laboral. Argumenta que la respuesta a la crisis se ha visto limitada por restricciones
supranacionales, y el futuro dependerá de la dirección de la integración europea.
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cambio en las políticas de bienestar hacia el trabajo de cuidados, destacando la
borrosa línea entre trabajo de cuidados familiar y extrafamiliar. Subraya la
importancia de investigar el género y el papel evolutivo de la familia en los estados
de bienestar postindustriales.
Traute Meyer, en el capítulo sobre pensiones (Capítulo 20), ofrece una perspectiva
innovadora, centrando la atención en un área dominada por explicaciones
institucionales y estructurales. Destaca la importancia del sistema de pensiones en
el gasto estatal y cuestiona la dualización, señalando que, a pesar de las
disminuciones en las promesas de pensiones, los niveles de reemplazo siguen
siendo altos, especialmente para aquellos con ingresos más bajos. Cuestiona la
distinción clásica entre sistemas de pensiones Beveridge y Bismarck, argumentando
que esta distinción se ha vuelto más difusa en los últimos años.
INTRODUCCIÓN
La primera parte del capítulo se centra en la definición de 'ideas' y sus diversas formas,
abordando dos preguntas clave: de dónde provienen las ideas políticas y cómo y a través
de qué actores se difunden y adaptan estas ideas globales al contexto nacional. Se destaca
la necesidad de analizar las diversas formas que pueden adoptar las ideas, la diversidad de
actores que las promueven y los procesos de difusión y traducción a través de los cuales
estas ideas se mueven entre los niveles nacional y transnacional.
La segunda parte del capítulo se adentra en una cuestión menos explorada directamente
relacionada con el papel de las ideas: cómo el lenguaje de la política social y conceptos
clave como "estado de bienestar" y "seguridad social" emergen y se difunden con el tiempo
a nivel nacional e internacional. Se sugiere que el análisis del lenguaje y los conceptos de la
política social puede ofrecer una nueva agenda de investigación sobre la relación entre las
ideas y el desarrollo de la política social.
En esta sección inicial del capítulo, se busca mapear cómo las ideas pueden tener un
impacto directo en el desarrollo de políticas sociales. Para abordar esta discusión, se
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comienza aclarando el significado de "ideas" y proponiendo una definición y clasificación
adecuadas.
Las "ideas" se definen como "creencias causales", entendidas como suposiciones sobre
cómo funciona el mundo y cómo cambiarlo. Estas creencias pueden tener componentes
tanto cognitivos como normativos, abarcando tanto el "conocimiento" como la "acción
adecuada" a tomar. En este contexto, las ideas están estrechamente vinculadas a los
actores, es decir, a aquellos que las formulan y llevan a cabo. Por lo tanto, el análisis de las
ideas en el ámbito de la política social implica estudiar a los actores individuales y colectivos
involucrados en diversas etapas del proceso político. Se destaca un enfoque centrado en el
actor para comprender las ideas a lo largo del capítulo.
El desafío principal radica en la variedad de formas que pueden tomar las ideas, y se
argumenta que, aunque el término "ideas" puede parecer amplio, su uso cuidadoso es
menos problemático que términos más amplios si se define adecuadamente. Se compara
con el término "instituciones" que, al igual que las ideas, abarca diversas formas y niveles
de la realidad.
**Corriente de Políticas:**
- Los expertos formulan alternativas políticas para abordar los problemas identificados.
- Paradigmas como el keynesianismo o el monetarismo pueden guiar el diseño de
alternativas, pero a menudo se recurre al "bricolaje", combinando ideas de diversas fuentes.
- Los emprendedores políticos vinculan problemas y propuestas, utilizando discursos
estratégicos para persuadir a otros actores y al público de la necesidad de su política.
- Los discursos pueden adoptar formas ideológicas ambiguas para atraer a diferentes
grupos de interés y construir coaliciones políticas resilientes.
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- Implementación de reformas: Las creencias colectivas de burócratas y organizaciones
involucradas afectan el destino real de las políticas.
- Evaluación de políticas: Actores políticos nacionales e internacionales extraen lecciones
de las políticas implementadas, influenciando futuras iniciativas.
- Se mencionan dos conceptos adicionales: sentimientos públicos (opinión pública) y
ideologías políticas (liberalismo, socialismo), que influyen en diferentes aspectos del
desarrollo de políticas sociales.
- Las ideologías políticas, arraigadas en visiones del mundo más amplias, interactúan con
ideas políticas específicas y pueden moldear la opinión pública y respaldar u oponerse a
programas sociales concretos.
**Consideraciones Finales:**
- Aunque no se asocian directamente con un momento político específico, se mencionan
dos conceptos clave: sentimientos públicos y ideologías políticas, que desempeñan un
papel importante en la formación de la opinión pública y la orientación de los actores
políticos.
Actores y Procesos
La cuestión de dónde provienen las ideas también involucra su origen geográfico. ¿Las
ideas políticas se generan principalmente a nivel nacional o transnacional? En la Unión
Europea, la política social sigue siendo prerrogativa de los estados nacionales. Las ideas
suelen originarse a nivel nacional antes de ser difundidas y reformuladas por actores
transnacionales. Ejemplos incluyen la idea de exclusión social en Francia y la privatización
de las pensiones entre economistas neoliberales estadounidenses antes de difundirse
internacionalmente. Las transferencias condicionadas de efectivo, desarrolladas en Brasil y
México, también se han difundido globalmente a través de actores destacados.
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La difusión y adaptación de ideas transnacionales en el ámbito de la política social
involucra a diversos actores y procesos. Grandes organizaciones internacionales,
como el Banco Mundial, difunden ideas a través de conferencias, informes en línea
y consultores. La Unión Europea (UE) también ejerce influencia a través de
procesos de coordinación, aunque la interpretación y aplicación de sus
recomendaciones varía entre los Estados miembros.
Esta sección aborda la importancia del lenguaje y los conceptos en el análisis de la política
social, destacando cómo el lenguaje influye en la formulación y percepción de políticas. Se
subraya que el desarrollo histórico del lenguaje y los conceptos de políticas sociales es
fundamental, ya que estos términos son utilizados por los actores para dar sentido al mundo
y participar en batallas políticas. El surgimiento de nuevos términos, como "seguro social" o
"estado de bienestar", ha influido en las decisiones y disputas políticas. El análisis
conceptual se presenta como un enfoque empírico que rastrea la evolución de las ideas a
través de los conceptos clave.
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neoliberalismo. La importancia de adoptar una perspectiva histórica de largo plazo se
enfatiza para comprender completamente el papel del lenguaje en las políticas sociales.
El artículo aborda la Economía Política Cultural (CPE), un enfoque que combina análisis
semióticos con conceptos de economía política institucional y evolutiva. Contrario a
enfoques compartimentados, la CPE integra semiosis en la economía política,
transformando el análisis de la dinámica social. Se explora su aplicación al estudio de la
crisis de los regímenes neoliberales en la Unión Europea, especialmente el impacto de la
crisis de la eurozona en los regímenes de bienestar futuros.
:
1 CPE COMO ENFOQUE TEÓRICO Y MARCO ANALÍTICO
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extiende más allá de los imaginarios económicos, reconociendo la relevancia de
otros imaginarios, especialmente políticos, en diversos campos políticos y
económicos. En resumen, la CPE ofrece un marco integral para entender las
complejidades de las relaciones entre semiosis y estructuración en la vida social y
política.
La reciente crisis financiera revela la importancia inherente del valor de uso y del
capital productor de ganancias para la reproducción económica y social. Sin
embargo, las prácticas y los imaginarios neoliberales persisten, impactando
significativamente la vida cotidiana y dando lugar a políticas de austeridad. La EPC
proporciona una perspectiva comprehensiva que arroja luz sobre cómo estos
imaginarios y prácticas continúan configurando la dinámica social y económica,
ofreciendo una herramienta analítica crucial en el análisis de las complejidades
contemporáneas.
En este segmento del análisis centrado en la Economía Política Cultural (EPC), nos
adentramos en los aspectos políticos específicos del neoliberalismo, destacando la
importancia de las distinciones entre entidad política, política y política. La entidad
política aborda la esfera social donde se llevan a cabo las actividades políticas,
siendo crucial entender cómo se construye frente a otras esferas no políticas. La
política, por su parte, engloba prácticas formales o informales orientadas al ejercicio
del poder estatal y su modelación.
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El concepto de "dispositivo" de Foucault se introduce como un enlace crucial entre
estas distinciones, destacando su función en los regímenes de bienestar en tiempos
de crisis. Definido como un conjunto selectivo y orientado a problemas que abarca
instituciones, órdenes del discurso, dispositivos y posiciones de sujeto, el dispositivo
se convierte en una herramienta analítica vital. La EPC utiliza este enfoque para
estudiar cómo las instituciones y las políticas contribuyen a estabilizar patrones de
dominación, centrándose en la producción de poder y conocimiento.
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y cómo la financiarización ha impactado los regímenes de bienestar en la Unión
Europea, generando convergencia en las políticas económicas, fiscales y sociales.
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Se concluye que la política de austeridad no es simplemente una serie de recortes
acumulativos de gasto, sino una estrategia que ha evolucionado después de la crisis
financiera y económica de 2007-2009. Se señala que la política de austeridad
responde no solo a la crisis económica, sino también a crisis políticas e ideológicas
más amplias, justificando un estado de emergencia económica y perpetuándose a
través de cambios institucionales acumulativos.
7. CONCLUSIONES
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En las conclusiones, se analiza el período "poscrisis" después del estallido de la Crisis
Financiera de América del Norte y su interacción con las crisis en la Unión Europea,
especialmente exacerbadas por la crisis de la eurozona. Se describe el Estado de
austeridad permanente como un Estado posnacional ricardiano de asistencia laboral, que
busca reducir el salario y subordinar lo social a los imperativos de la política económica en
un mercado mundial integrado bajo el neoliberalismo.
Se mencionan informes del FMI y la Organización Internacional del Trabajo que advierten
sobre los riesgos de un ajuste fiscal prematuro y cómo podría perjudicar el crecimiento. Se
destaca la preocupación expresada por Mario Draghi sobre los persistentes niveles de
desempleo y las repercusiones políticas. Además, se menciona que el Foro Económico
Mundial identificó las crecientes desigualdades en riqueza e ingresos como la fuente
potencial más importante de inestabilidad global.
Este segmento describe el estilo político liberal de países como el Reino Unido, Estados
Unidos, Canadá, Nueva Zelanda y Australia, influido históricamente por el calvinismo y el
protestantismo reformado. Estas naciones han seguido una ética de trabajo y
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responsabilidad individual, derivada de sus raíces religiosas, que ha permeado la regulación
del estado de bienestar y la economía. El liberalismo ha influido en la política desde la
Reforma de la Ley de Pobres de 1834 en el Reino Unido hasta la dificultad para formar
asociaciones sindicales poderosas en el siglo XX. En estos países, la creencia en que los
individuos deben resolver los problemas sociales por sí mismos ha obstaculizado tanto el
desarrollo del estado de bienestar como la coordinación económica a través de
asociaciones colectivas. Aunque existen excepciones y matices en estos países, la
prevalencia del pensamiento liberal ha dejado una marca distintiva en la regulación
económica y en la política social, explicando por qué tienen tanto un estado de bienestar
como una economía de estilo liberal.
En contraste con los países liberales, los países de Europa continental adoptan un estilo
político coordinado de manera conservadora en la organización de sus economías y
estados de bienestar. Influenciados por la Iglesia Católica, estos países adoptan una
doctrina de subsidiariedad que fomenta la solidaridad dentro de los grupos sociales pero
rechaza la solidaridad entre estos grupos. Esta "política de grupo" es típica de Alemania y
Austria, donde los grupos son considerados soberanos en sus ámbitos, según el principio
de subsidiariedad. La construcción nacional dificultada por la heterogeneidad religiosa y
cultural llevó a estas sociedades a basar su solidaridad en grupos sociales, asegurando que
las personas estén integradas en los grupos y que estos cuiden de los suyos. Esto ha
resultado en estados de bienestar más amplios que los de los países liberales, aunque la
solidaridad se limita a redistribuir dentro de los grupos sociales, no entre ellos. La
coordinación económica también se da dentro de los grupos sociales, manteniendo las
divisiones sociales y promoviendo un enfoque "segmentalista" o "basado en grupos" de la
coordinación económica.
En contraste con los países liberales y conservadores, los países escandinavos, Dinamarca,
Noruega, Suecia y Finlandia, adoptan un estilo político socialdemócrata coordinado.
Influenciados por el luteranismo, estos países promueven la idea de una comunidad
nacional de creyentes, lo que permite un Estado de bienestar que redistribuye de manera
amplia más allá de los límites de los grupos sociales. Además, fomentan la coordinación
económica a nivel nacional, donde empleadores y sindicatos buscan estabilizarse
mutuamente en asociaciones de máximo nivel que abarcan todo el país. En estos países
socialdemócratas, el luteranismo y la homogeneidad social no solo respaldan un amplio
Estado de bienestar sino también una coordinación económica nacional, estableciendo un
enfoque único en la redistribución y la estabilización a nivel nacional. Este contraste con los
estilos políticos de los países liberales y conservadores sugiere que la forma en que los
países regulan su economía y su bienestar tiene raíces históricas distintas.
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En este análisis de la generosidad de los estados de bienestar a lo largo del tiempo,
se utiliza el Conjunto de Datos Comparativos sobre Derechos de Bienestar Social
para medir la generosidad en términos de tasas de reemplazo de salarios para
desempleo, enfermedad y jubilación. Los países socialdemócratas escandinavos,
como Dinamarca, Noruega, Suecia y Finlandia, se destacan por su generosidad,
mientras que los estados liberales, como Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos,
Canadá y el Reino Unido, muestran tasas de reemplazo más bajas. Se observa una
tendencia general a la baja en la generosidad desde 1970, con algunas variaciones
entre los países.
1. **Negociación Salarial:**
- Se utiliza la Base de datos sobre instituciones para mostrar dónde tiene lugar
predominantemente la negociación salarial en diferentes países desde 1970.
- Los países de habla inglesa, en 2014, muestran una tendencia hacia la
negociación a nivel local o de empresa (nivel 1). Australia es una excepción, con
cierta negociación a nivel sectorial (nivel 2).
- En los países no liberales, la negociación salarial tiene lugar a nivel sectorial
(nivel 3), algunos incluso muestran elementos centralizados (nivel 4).
- La negociación salarial sigue siendo predominantemente a nivel local o de
empresa en los países liberales, a pesar de décadas de reformas y la crisis
financiera de 2009.
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2. **Derechos de Codeterminación de los Empleados:**
- Se examina cómo han evolucionado los derechos de codeterminación de los
empleados en diferentes países a lo largo del tiempo.
- La mayoría de los países liberales, como se predice en la teoría del capitalismo,
carecen de derechos de codeterminación de los empleados, excepto el Reino Unido
e Irlanda que tienen la forma más débil.
- Los países coordinados otorgan a los empleados derechos de codeterminación
más fuertes (nivel 2 o 3).
- No hay indicios de debilitamiento de los derechos de codeterminación con el
tiempo, e incluso se han fortalecido en algunos casos.
En resumen, los datos empíricos respaldan la idea de que las economías liberales,
especialmente los países de habla inglesa, mantienen estructuras más
descentralizadas en la negociación salarial y tienen menor codeterminación de
empleados en comparación con los países coordinados, que muestran una mayor
centralización en la negociación y derechos más fuertes para los empleados. A
pesar de las reformas y la crisis financiera, estas diferencias no muestran una
tendencia general de debilitamiento.
CONCLUSIÓN
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2. **Influencia de Factores Históricos y Religiosos:**
- En los países de Europa continental, las divisiones sociales y la solidaridad
grupal promovidas por la Iglesia católica condujeron a la coordinación y
redistribución económica dentro de los grupos sociales, pero no entre ellos.
- En los países escandinavos, la influencia inclusiva del luteranismo promovió la
redistribución a nivel nacional a través del bienestar y la cooperación estatal en la
economía.
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