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Nombre:

Medrano Jasso Daniel Gustavo

Profesor:
Cruz González José Fernando

Materia:
Balística

Tema:
Arma de fuego

Escuela:
Universidad privada del Estado de México

Licenciatura:
Criminología
Relover
En una batalla, el hecho de poder atacar al enemigo o la pieza de caza desde mucha
distancia da una ventaja evidente. Los arcos y las flechas hicieron esta función
durante milenios, pero el descubrimiento de la pólvora abrió un puñado de nuevas
posibilidades. Con la explosión de aquel producto se podía empujar un proyectil con
mucha más potencia que con la fuerza de los brazos. Enseguida surgieron cañones
y piezas de artillería que multiplicaban el poder destructivo de los ejércitos. Otra
cosa era el armamento del soldado o del cazador. Para disparar un arma de fuego,
como los primeros mosquetes o pistolas, se necesitaba antes mucha preparación.
Había que poner la pólvora por el cañón, poner la bala, que solía ser una bolita de
plomo, preparar una mecha, que podía encender la pólvora cuando tocaba o no.
Además, cada cierto número de disparos había que limpiar el cañón para que la
pólvora lo ensuciaba. Con todo ello, un soldado bien entrenado podía hacer como
mucho uno o dos disparos por minuto. Ya servía si formabas parte de un batallón
en el que disparaba mucha gente, sin embargo, si estabas solo frente al enemigo o
la pieza de caza, seguramente tenías la oportunidad de hacer un único disparo. Pero
todo esto comenzó a cambiar hacia el año 1830

Inventor:

Elisha Collier probablemente creó uno en 1814, varios de los cuales fueron
fabricados para las fuerzas británicas en la India en 1819. En 1833, el italiano
Francesco Antonio Broccu inventó el primer revólver de percusión con tambor,
cuatro recámaras y dos cañones. En comparación con las armas utilizadas hasta
entonces, tenía un tambor más corto que, al girar alrededor de su eje, permitía
alinear la recámara cargada con el cañón y el percutor. Dos años más tarde, en
1836, Samuel Colt desarrolló un arma en Estados Unidos, que patentó y
comercializó.

El inventor del arma fue Samuel Colt, de América, en 1835 en Paterson (EE. UU.).
Corría el año 1830 cuando el joven Samuel Colt regresaba de un viaje a la India.
Aparentemente, mientras estaba en el barco notó un trinquete. Casualmente, en ese
momento estaba pensando en cómo encontrar un arma que permitiera realizar
muchos disparos sin tener que recargar la pólvora y las balas y preparar la mecha
cada vez. Diseñó un arma en la que la pólvora y las balas estaban preparadas
previamente en un cargador. Imitando el trinquete de un barco, lo giraba
ligeramente, siempre en la misma dirección, cada vez que disparaba un tiro, de
modo que inmediatamente se disparaba una nueva bala sin necesidad de preparar
nada.

Durante varios años, Samuel Colt se dedicó a otras cosas, pero en 1847, los Texas
Rangers, que habían oído hablar muchas veces de esta pistola capaz de disparar,
contactaron con Colt y encargaron 1.000 unidades. Colt, aprendiendo de sus
errores, decidió que hacerlos a mano no tendría éxito. Ya no era necesario
transportar pólvora, balas y todo lo necesario por separado. Los soldados habían
preparado con antelación varios bidones con todos los cartuchos, de los cuales el
nuevo modelo ya contaba con seis, y esto fue lo único que tuvieron que cambiar
cuando el arma se quedó sin munición. Pero el invento de Colt marcó el comienzo
de una nueva era en las armas, ya que cualquiera podía disparar su revólver con
facilidad. Por ello, se ha dicho que “Dios creó a los hombres, y Samuel Colt los hizo
a todos iguales”. El modelo más famoso es el revólver Colt 45, desarrollado en 1872.
Tambor:

La munición está alojada en recámaras que giran alrededor de un eje paralelo al


cañón y están ubicadas en un cilindro metálico llamado tambor, que, cuando se
dispara, coloca la siguiente recámara en posición de disparo y se alinea con el
cañón. Hay tambores que pueden contener más de 10 cartuchos, pero estos son de
pequeño calibre, como 5,5 mm o menos.

Clasificaciones:

Acción Simple (AS): El gatillo realiza solo una acción, liberar el mecanismo percutor.
Requieren amartillarse (con el pulgar de la misma mano o el canto de la mano
contraria a la que empuña el arma) antes de apretar el gatillo. Manteniendo
presionado este, se pueden realizar disparos continuados con solo hacer retroceder
hasta el tope el martillo-percutor (lo que obliga a girar simultáneamente al tambor,
dada la uña solidaria con dicho mecanismo) con el canto de la mano contraria, sin
que llegue a funcionar el trinquete, que ralentizaría los disparos. Característico de
los primeros revólveres y de algunas marcas que siguen el concepto clásico del
revólver.

Doble acción simple (DAU): el gatillo realiza dos acciones, amartillando el


mecanismo de disparo y soltándolo. El exclusivo mecanismo de doble acción realiza
todo el ciclo de girar el tambor, amartillar el martillo y soltarlo, para disparar el arma,
al apretar el gatillo, en dos etapas diferentes de recorrido, que pueden controlarse
con suficiente entrenamiento debido a sus diferencias. resistencias opuestas en
cada uno de ellos.

Doble Acción (DA): Pueden trabajar indistintamente de las dos formas. Porque se
realiza el amarillamiento directamente sobre el martillo, como oprimiendo el gatillo.
En ambos casos el continuar presionando el gatillo libera el mecanismo percutor.
Es el común de los revólveres modernos.
anexos

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