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Publicaciones Did‡cticas de la

COMISION NACIONAL DE ACTIVIDADES ESPACIALES


"CONOCIMIENTOS BASICOS

SOBRE TELEOBSERVACION SATELITES NOAA"

I N D I C E C U A D E R N I L L O 1ž
· Pr—logo

· Definici—n de Teleobservaci—n

· La Radiaci—n ElectromagnŽtica

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Interacciones de la Energ’a con la Atm—sfera

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·

Interacciones de la Energ’a con la Superficie de la Tierra


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·

· Sensores
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· Sistema Satelital
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· SatŽlites Metereol—gicos
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· SatŽlites NOAA
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· Glosario
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· Bibliograf’a

RECOPILACION Y EDICION
Dra. M—nica Rabolli

Andrea Gulich

COMITE EDITORIAL
Dra. Ana Mar’a Hern‡ndez

Ing. Raœl Fernado Hisas

Lic. Alberto Ridner

Ing. JosŽ Kuba

ASESORAMIENTO INFORMATICO
Mariano Fern‡ndez

Lic. Marcelo Colazo

COMISION NACIONAL DE ACTIVIDADES ESPACIALES

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Av. Paseo Col—n 751 (1063) - Buenos Aires - Argentina Tel: (54-11) 4331- 0074 - www.conae.gov.ar
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CONOCIMIENTOS BASICOS
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SOBRE TELEOBSERVACION SATELITES NOAA


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PROLOGO
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Para conocer los beneficios de la actividad espacial, nada mejor que asomarse a ese
fant‡stico mundo a travŽs de uno de sus protagonistas: los satŽlites.

Estos aparatos pueden tener formas exteriores muy diferentes y ser utilizados con
diversos fines, como en telecomunicaciones, observaci—n de la Tierra o en la realizaci—n
de experiencias cient’ficas. Dise–ar y fabricar un satŽlite no es tarea simple. Se requiere
la organizaci—n de programas complejos, en cuyo desarrollo normalmente intervienen
varios pa’ses.

Cada misi—n satelital ocupa a hombres y mujeres de especialidades muy diversas, que
aœnan esfuerzos para aplicar sus conocimientos, desarrollar nuevas tecnolog’as y
cumplir con los requisitos de costos, plazos y calidad que la actividad espacial impone.

A diario nos beneficiamos con el uso de la tecnolog’a espacial. Transmisiones de TV,


comunicaciones telef—nicas y pron—sticos metereol—gicos ya forman parte de nuestra
vida cotidiana. Observar la Tierra para conocerla y hacer una mejor gesti—n de los

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recursos es el el trabajo que nos queda por delante.

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Sin duda, el espacio es un motor de desarrollo de nuestra sociedad y de nuestro modo de
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pensamiento. Por ello desde la Comisi—n Nacional de Actividades Espaciales (CONAE)
queremos dar amplia difusi—n de la informaci—n que se obtiene desde el espacio y de los
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medios que se utilizan para conseguirla.


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Esta publicaci—n inaugura entonces la producci—n de material did‡ctico acerca de las


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caracter’sticas y usos de los satŽlites. La publicaci—n " Conocimientos B‡sicos sobre


Teleobservaci—n" est‡ dirigida a los estudiantes de todo el pa’s. Ellos son los futuros
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usuarios de la informaci—n espacial y junto a los docentes, tambiŽn tienen en sus manos
la posibilidad de dar continuidad a la actividad espacial argentina, aprovechando los
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productos que la CONAE genera.

En esta primera etapa se abordan las caracter’sticas de los satŽlites NOAA, se dan
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ejemplos de im‡genes y sus aplicaciones. La explicaci—n de su funcionamiento es la


clave para descubrir c—mo se obtienen las im‡genes satelitales y cu‡les son los
principios f’sicos que las originan.

C—mo se genera la radiaci—n electromagnŽtica ? QuŽ es la radiaci—n ? C—mo interactœa


con la atm—sfera y con la materia ? C—mo se obtienen los datos ? C—mo se los interpreta
?

Estas y muchas otras preguntas ser‡n respondidas en las p‡ginas que siguen.

Bienvenidos al espacio!
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Seguramente usted ha visto antes una imagen como la anterior. Se trata de una imagen
obtenida por un satŽlite meteorol—gico, el NOAA-12, con un instrumento denominado
Radi—metro Avanzado de Muy Alta Resoluci—n (Advanced Very High Resolution
Radiometer , AVHRR).

Veremos ahora detenidamente las im‡genes NOAA, para ello necesitamos definir
algunos conceptos b‡sicos que nos ayudar‡n a entender c—mo se obtiene una imagen
satelital.

Definici—n de Teleobservaci—n:
La palabra teleobservaci—n puede parecer algo extra–a cuando no se est‡ familiarizado
con el tema, pero veremos que, en realidad, est‡ asociada a nuestra experiencia
cotidiana. Cuando hablamos de teleobservaci—n estamos refiriŽndonos a la percepci—n
de un objeto a distancia.

Al leer estas palabras, usted est‡ empleando la teleobservaci—n. Sus ojos actœan como
sensores que responden a la luz reflejada sobre el papel. Los datos que sus ojos

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adquieren son impulsos correspondientes a la luz reflejada por las ‡reas claras y oscuras

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de esta p‡gina. Estos datos son analizados, o interpretados, en su computadora mental
para permitirle a usted explicar las ‡reas oscuras sobre el papel como un conjunto de
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letras que forman palabras. M‡s all‡ de esto, usted reconoce que las palabras forman
oraciones y usted interpreta la informaci—n que estas oraciones contienen.
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En muchos aspectos, la teleobservaci—n se puede considerar como un proceso de lectura.


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Utilizando distintos sensores, en forma remota se obtienen datos que se pueden analizar
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para obtener informaci—n de objetos, ‡reas o fen—menos que se quieren investigar. Los
datos obtenidos mediante un sensor remoto pueden tener caracter’sticas diferentes, es
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decir, pueden ser variaciones de la distribuci—n de fuerzas, distribuci—n de ondas


acœsticas o distribuci—n de energ’a electromagnŽtica. Por ejemplo, el magnet—metro
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mide variaciones de campo magnŽtico; el sonar registra variaciones en la distribuci—n de


ondas sonoras y, por otra parte, nuestros ojos adquieren datos de variaci—n de
distribuci—n de energ’a electromagnŽtica.
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De acuerdo a lo anterior, podemos definir la teleobservaci—n como el conjunto de


tŽcnicas que permite obtener informaci—n acerca de un objeto, ‡rea o fen—meno a travŽs
del an‡lisis de datos adquiridos por un dispositivo que no est‡ en contacto con el
objeto, ‡rea o fen—meno bajo estudio.

Los sensores que operan desde los satŽlites detectan variaciones de la radiaci—n
electromagnŽtica emitida o reflejada por la superficie terrestre, registrando de ese modo
las caracter’sticas de la misma.
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Figura 1: Elementos b‡sicos.

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La figura 1 muestra en forma esquem‡tica el proceso y los elementos b‡sicos
involucrados en la percepci—n remota de recursos naturales.

La fuente de iluminaci—n, en este caso el sol que emite luz o radiaci—n solar; la
propagaci—n de la energ’a a travŽs de la atm—sfera; la interacci—n de la energ’a con los
elementos de la superficie terrestre (r’os, monta–as, vegetaci—n, edificios); la
retransmisi—n de la energ’a a travŽs de la atm—sfera; el sensor remoto es el que
captura la luz proveniente de los elementos de la superficie, la plataforma, que es el
lugar donde se monta el sensor remoto para obtener una visi—n de conjunto de la escena,
el sistema de procesamiento, equipo necesario para convertir los datos provenientes
del sensor remoto en im‡genes o almacenarlos en forma digital, y el apoyo de campo
que consiste en la inspecci—n y medici—n directa sobre puntos del terreno con diferentes
caracter’sticas, elegidos con el fin de constatar los datos obtenidos a distancia
(validaci—n terrestre).

La Radiaci—n ElectromagnŽtica
La luz visible es s—lo una de las muchas formas de energ’a electromagnŽtica. Las ondas

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de radio, el calor, los rayos ultravioleta y los rayos X son otras formas familiares.

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Todas estas formas de energ’a son intr’nsicamente similares y se propagan de acuerdo a
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la teor’a b‡sica de ondas. Esta teor’a describe la energ’a electromagnŽtica como
propag‡ndose en forma arm—nica y sinusoidal a la velocidad de la luz c.
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La distancia de un m‡ximo de la onda al siguiente es la longitud de onda y el nœmero de


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picos que pasan por un punto fijo en el espacio por unidad de tiempo es la frecuencia
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(figura 2)
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Figura 2: Onda electromagnŽtica. Consta de una onda sinusoidal elŽctrica (E) y una similar magnŽtica
(M), perpendiculares entre s’ y ambas perpendiculares a la direcci—n de propagaci—n
De acuerdo a la f’sica b‡sica, las ondas cumplen la ecuaci—n: c=nl
Puesto que c es constante (3 x 108 m / seg) la ecuaci—n anterior relaciona en forma
un’voca la longitud de onda y la frecuencia para una onda dada. En teleobservaci—n es
frecuente caracterizar las ondas por su ubicaci—n, segœn la longitud de onda, en el
espectro de radiaci—n electromagnŽtica (figura 3).

El espectro electromagnŽtico es el rango de longitudes de onda que se extiende desde la


radiaci—n c—smica hasta las ondas de radio. La unidad usada preferentemente para medir
la longitud de onda es el micr—n ( mm ). Un micr—n es igual a 1 x 10-6 metros.Si bien se
asignan nombres como ultravioleta o microondas a algunas regiones del espectro, no
hay un corte neto entre una regi—n y la siguiente. Las divisiones en el espectro surgen a
partir de los distintos mŽtodos para detectar la radiacion m‡s que de diferencias
intr’nsecas en las caracter’sticas de la energ’a en las distintas longitudes de onda.

Puede verse en la figura 3 que la parte visible del espectro es muy peque–a, porque la
sensibilidad espectral del ojo humano se extiende s—lo desde los 0,4mm hasta

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aproximadamente los 0,7mm. El color "azul" corresponde al rango de 0,4 a 0,5mm, el

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"verde" de a 0,5 a 0,6mm y el "rojo" de 0,6 a 0,7mm. La energ’a ultravioleta (UV) se
encuentra junto al azul en la parte visible del espectro; por otra parte, a continuaci—n en
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el extremo rojo hay tres categor’as diferentes de ondas infrarrojas el infrarrojo cercano
(0,7 a 1,3 mm), el infrarrojo medio (1,3 a 3mm) y el infrarrojo tŽrmico (m‡s all‡ de los
3mm). El rango de las microondas corresponde a las longitudes mucho m‡s largas (1mm
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a 1m). En microondas, suele hablarse de frecuencia m‡s que de longitud de onda, el


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rango de 30 a 300 mil’metros corresponde a una frecuencia de 1 Ghz y 10 Ghz.


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La mayor’a de los sensores operan en uno o varios de estos rangos. Cabe se–alar que
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dentro del infrarrojo s—lo la energ’a en el infrarrojo tŽrmico se asocia con calor.
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Figura 3: Espectro electromagnŽtico.


Interacciones de la Energ’a con la Atm—sfera
Independientemente de la fuente, toda la radiaci—n detectada por los sensores remotos
realiza un recorrido a travŽs de la atm—sfera.

La longitud de este recorrido puede variar mucho. Por ejemplo la fotograf’a satelital se
obtiene como resultado de la luz del sol que atraviesa la atm—sfera de la Tierra, incide
sobre la superficie y es recibida por el receptor luego de haber atravesado nuevamente la
atm—sfera. Por otra parte, un sensor tŽrmico montado en un satŽlite detecta energ’a
emitida directamente de los objetos de la superficie de la Tierra y por consiguiente el
recorrido es m‡s corto pues atraviesa la atm—sfera una sola vez.

El efecto de la atm—sfera sobre la energ’a transmitida var’a con estas diferencias de


recorrido, como as’ tambiŽn con la intensidad de la se–al emitida, con la longitud de
onda y con las condiciones atmosfŽricas al momento de la observaci—n.

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La atm—sfera afecta a la radiaci—n incidente mediante dos mecanismos diferentes:

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Dispersi—n o Scattering : es la difusi—n de la radiaci—n producida por part’culas en la
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atm—sfera.

- Dispersi—n Rayleigh cuando la radiaci—n interactœa con molŽculas atmosfŽricas y


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otras part’culas peque–as cuyo di‡metro es menor que la longitud de onda de la


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radiaci—n incidente. Las longitudes de onda m‡s cortas tienden a ser m‡s afectadas por
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este mecanismo de dispersi—n que las longitudes de onda m‡s largas. El cielo azul es un
ejemplo de este tipo de dispersi—n.
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- Otro tipo de dispersi—n es la Dispersi—n Mie, Žsta tiene lugar cuando las part’culas que
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interactœan con la radiaci—n son de mayor di‡metro, por ejemplo vapor de agua y
part’culas de polvo. Esta radiaci—n tiende a influir m‡s sobre las longitudes de onda m‡s
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largas. Los atardeceres rojos son un ejemplo.

Absorci—n: en contraste con la dispersi—n, la absorci—n resulta en una pŽrdida efectiva


de energ’a en la atm—sfera. La absorci—n se produce en longitudes de onda
determinadas. El vapor de agua, el di—xido de carbono y el ozono son los principales
elementos que absorben la radiaci—n solar. Los rangos de longitudes de onda en los
cuales la atm—sfera es particularmente transparente se los denomina ventanas
atmosfŽricas

En la figura 4 podemos observar la relaci—n entre las fuentes de energ’a y las


caracter’sticas de la absorci—n atmosfŽrica.

La figura 4 a) muestra la distribuci—n espectral de la energ’a emitida por el Sol y por la


Tierra.

En la figura 4 b) est‡n sombreadas las regiones del espectro en las cuales la atm—sfera
bloquea la energ’a incidente.

En la figura 4 c) notamos que el rango de sensibilidad espectral del ojo (rango visible)
coincide con una ventana atmosfŽrica y con el m‡ximo de energ’a proveniente del sol.
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Figura 4 : Caracter’sticas espectrales de: a) las fuentes de energ’a, b) efectos atmosfŽricos y c)sensores
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remotos. ( Notar que la escala de longitud de onda es logar’tmica).


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Interacciones de la Energ’a con la superficie de la
Tierra.
Hay tres formas posibles de interacci—n entre la energ’a incidente y la superficie
terrestre. Esto se muestra en la figura 5, para un elemento de volumen de un lago. Parte
de la energ’a incidente sobre el elemento es reflejada, absorbida y/o transmitida.
Aplicando el Principio de Conservaci—n de la Energ’a se pueden establecer los tres tipos
de interacci—n:

E I ( l) = E R ( l) + E A ( l ) + E T ( l)

EI(l) indica la energ’a incidente, ER (l) la energ’a reflejada, EA(l) la energ’a absorbida
y E T(l) la energ’a transmitida, en funci—n, cada una de ellas, de la longitud de onda.

Debemos notar que la proporci—n de energ’a reflejada, absorbida y transmitida var’a

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para los distintos elementos del terreno, dependiendo del tipo de material y de su
condici—n. Estas diferencias nos permiten distinguir diferentes elementos en una
imagen. Por otra parte, la dependencia con la longitud de onda significa que aœn dentro
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de un mismo elemento la proporci—n de energ’a reflejada , absorbida y transmitida var’a
con las distintas longitudes de onda.
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Estas variaciones con la longitud de onda dan por resultado el color. Por ejemplo
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decimos que un objeto es azul cuando refleja mucho en la parte azul del espectro.
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Figura 5: Interacciones b‡sicas entre la energ’a electromagnŽtica y la superficie terrestre.


Rangos Espectrales usados en Teleobservaci—n.

El significado de los diferentes rangos de longitud de onda est‡ en el mecanismo de


interacci—n entre la radiaci—n electromagnŽtica y los materiales observados. En el rango
visible e infrarrojo la energ’a medida por un sensor depende de propiedades tales como
la pigmentaci—n, el contenido de humedad y la estructura celular para el caso de la
vegetaci—n, el contenido de minerales y humedad del suelo y el nivel de sedimentos que
contiene el agua.

En el extremo tŽrmico del rango infrarrojo, la radiaci—n detectada depende de la


capacidad calor’fica y de las propiedades tŽrmicas de la superficie y de zonas cercanas a
la superficie. En el caso de las microondas, usando tŽcnicas de radar, la rugosidad de la
superficie terrestre y sus propiedades elŽctricas son las que determinan la magnitud de la
se–al observada. En el rango de 20 a 60 Ghz, el ox’geno atmosfŽrico y el vapor de agua
tienen fuerte influencia en la transmisi—n y puede deducirse su presencia en las medidas
efectuadas.

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La figura 6 muestra como reflejan la energ’a en el visible y el infrarrojo, los tres

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materiales dominantes de la superficie de la Tierra: el suelo, la vegetaci—n y el agua.
Dado que cada una de estas curvas es caracter’stica del elemento indicado y permite
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identificarlo, se las suele llamar firmas espectrales.
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Sensores
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En principio, los sistemas de teleobservaci—n pueden recibir radiaci—n electromagnŽtica


proveniente de la superficie de la Tierra en cualquier rango de longitudes de onda en el
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cual sea sensible el detector.


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Sin embargo, debido a razones tŽcnicas, a opacidad selectiva de la atm—sfera terrestre, a


la dispersi—n de la luz por parte de part’culas atmosfŽricas y por la utilidad de los datos
que se obtienen, se excluyen ciertas longitudes de onda. Los rangos m‡s utilizados para
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usos de la tierra son de 0,4 a 0,12 micrones (visible e infrarrojo) y entre 30 y 300
mil’metros (microondas).

Si volvemos a nuestro ejemplo inicial, debemos notar que nuestro ojo es sensible s—lo a
la parte del espectro que se indica como visible en la figura 3, a diferencia de los
sensores remotos cuya sensibilidad var’a desde el visible hasta el infrarrojo tŽrmico, en
el caso de los satŽlites que estamos tratando aqu’, y hasta las microondas en el caso de
los satŽlites activos (ERS1-2, RADARSAT, etc.)

Los sensores son dispositivos que reciben la energ’a, la convierten en valores digitales y
la presentan en forma adecuada para obtener informaci—n sobre la zona observada.

Los sensores se dividen en sensores activos y sensores pasivos. Los sensores pasivos
detectan la radiaci—n electromagnŽtica emitida o reflejada de fuentes naturales; mientras
que los sensores activos poseen fuentes internas que generan artificialmente la
radiaci—n, como por ejemplo el radar.
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Figura 6: Respuesta de objetos de la superficie terrestre a la radiaci—n incidente: 1.- Agua clara; 2.-
Vegetaci—n; 3.- Suelo
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Ambos tipos de sensores tienen como objetivo la observaci—n de la superficie terrestre
en toda su extensi—n y se los puede clasificar:

No generadores de im‡genes: Trabajan en una sola longitud de onda y entre ellos se


encuentran el alt’metro y el magnet—metro.

Generadores de im‡genes: Operan en varias bandas, barriendo por franjas


perpendiculares al desplazamiento del satŽlite.

Ejemplos de sensores pasivos generadores de im‡genes son:

Thematic Mapper (TM) de los satŽlites Landsat, el sensor multiespectral XS de los


satŽlites SPOT y el AVHRR de los satŽlites NOAA.

Sensores activos generadores de im‡genes son:

El radar transportado por el satŽlite canadiense Radarsat y los satŽlites de la serie ERS
de la Agencia Espacial Europea (ESA).

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Adquisici—n e interpretaci—n de Datos
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Hemos considerado las fuentes de energ’a electromagnŽtica, su propagaci—n a travŽs de
la atm—sfera y su interacci—n con la superficie del terreno. Combinando estos factores
resulta la "se–al", que es la energ’a que recibe el sensor y de la cual se obtiene la
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informaci—n.
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La detecci—n de estas se–ales puede ser fotogr‡fica o electr—nica. El proceso fotogr‡fico


usa reacciones qu’micas sobre la superficie de una pel’cula sensible a la luz, capaz de
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detectar variaciones en una escena.


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Los sensores electr—nicos generan una se–al elŽctrica que corresponde a las variaciones
de energ’a en la escena original. Un ejemplo familiar de un sensor electr—nico es una
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videoc‡mara.
Imagen A Imagen B Imagen C
Figura 7: Caracter digital de la imagen, a)Subimagen digital original de 344 filas por 328 columnas
b)Ampliaci—n de 11x11 p’xeles de la zona alrededor del c’rculo marcado en a). c)Nœmeros digitales
correspondientes a la radiancia de cada pixel mostrado en b).

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Una imagen es una representaci—n digital de un objeto. Las im‡genes que brindan los
sensores remotos son representaciones digitales de la Tierra. Los datos de la imagen se
almacenan en archivos de datos llamados "archivos imagen", en cintas magnŽticas,
discos de computadora u otro medio.

Los datos son s—lo nœmeros. Estas representaciones forman im‡genes cuando se las
despliega sobre una pantalla.

El car‡cter digital del archivo imagen se puede observar en la figura 7. Aunque la


imagen mostrada en a) parece ser una fotograf’a de tonos continuos, en realidad est‡
compuesta por una matriz de valores discretos que son los elementos de la imagen o
pixeles.

La intensidad de cada pixel corresponde al brillo promedio o "radiancia" medida


electr—nicamente sobre el ‡rea del terreno que corresponde a cada pixel. En la imagen se
observa un total de 344 filas por 328 columnas de pixeles. En ella es imposible
identificar los pixeles de forma individual.

La figura b) representa una zona de 11 por 11 p’xeles, que es la ampliaci—n del ‡rea

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marcada en a).

En c) se observan los nœmeros digitales individuales correspondientes a la radiancia


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promedio medida en cada pixel mostrado en b). Estos valores enteros positivos resultan
de cuantificar la se–al elŽctrica digital del sensor en valores enteros positivos utilizando
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un proceso llamado conversi—n anal—gica a digital de la se–al


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Sistema Satelital
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Para obtener una imagen satelital debemos tener un sistema satelitario. El sistema
satelital, es el conjunto que forman el sensor y el satŽlite y cuyas caracter’sticas
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generales definen la resoluci—n del sistema, es decir, la capacidad que Žste tiene para
resolver un elemento dado.
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Haciendo referencia a nuestro ejemplo inicial, son los ojos que en vez de estar viendo el
papel, est‡n viendo la Tierra.

Ahora estudiaremos c—mo ven "estos ojos". Esto se conoce con el nombre de resoluci—n
y hay cuatro tipos de resoluci—n que definen a un sistema: espacial, temporal,
espectral y radiomŽtrica. Definiremos a continuaci—n cada una de ellas:

- Resoluci—n espacial: es la medida del objeto m‡s peque–o que puede distinguir el
sensor, o dicho en otras palabras, es el ‡rea que representa cada pixel en el terreno.
Recordemos que cuanto mayor es la resoluci—n espacial, menor es el nœmero que la
define. Por ejemplo, si un sensor tiene 10 metros de resoluci—n decimos que tiene mayor
resoluci—n que uno que tiene 79 metros.

A nivel del sensor la resoluci—n espacial est‡ representada por su IFOV (campo de
visi—n instant‡neo del sensor). El IFOV es el ‡ngulo s—lido m’nimo subtendido por la
abertura del sensor. La figura 8 muestra la cobertura satelital en tierra, en ella se pude
ver el ‡ngulo m‡ximo de barrido (FOV) que representa el ‡rea total observada por el
satŽlite de acuerdo a sus caracter’sticas radiomŽtricas. Vemos en la figura indicada la
traza del satŽlite, es decir, su trayectoria.
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Figura 8: Cobertura en tierra.


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Por ejemplo, el sensor pancrom‡tico del SPOT tiene baja resoluci—n porque registra
entre 0,51 y 0,73 micrones. En cambio, la banda 3 Landsat TM registra entre 0,63 y 0,69
micrones, se trata de un sensor de resoluci—n espectral fina.

En general, cuanto mayor es el nœmero de bandas de un sensor y menor el ancho de las


mismas, mejores son los resultados obtenidos.

Resoluci—n radiomŽtrica: es la capacidad que tiene el sensor de distinguir la intensidad


de energ’a proveniente del objeto. Es decir, la digitalizaci—n de la escena, la energ’a que
proviene del objeto se representa con valores digitales o contajes y por lo tanto una
cuenta equivale a una determinada cantidad de energ’a segœn el sensor utilizado.

Luego, la resoluci—n radiomŽtrica est‡ relacionada con la sensibilidad radiomŽtrica y el


rango din‡mico con que se ha construido el sensor. Estos rangos pueden variar por
ejemplo entre 0 y 1024 (como es el caso de los canales visibles del NOAA), entre 0 y
255 (para el caso del SPOT) y entre 0 y 1024 (para algunos canales del Landsat).

Esto significa que si la energ’a se distribuye en un rango mayor, el sensor es m‡s


sensible a peque–os cambios de energ’a, tal es el caso de aquellos sensores construidos

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para mediciones sobre el agua.

Las diferencias entre valores de intensidad de radiaci—n solar reflejada por distintos
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tipos de agua, son muy peque–as para una misma longitud de onda.
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En cambio, las diferencias entre los distintos elementos que cubren la superficie
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terrestre pueden ser de uno o dos —rdenes de magnitud mayor que sobre el agua. Por lo
tanto, en el primer caso se necesita mayor resoluci—n espectral que en el segundo.
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Resoluci—n temporal: se refiere a la frecuencia en el tiempo con la cual el sensor


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obtiene im‡genes de un ‡rea particular. Por ejemplo, el satŽlite Landsat puede ver la
misma ‡rea del globo cada 16 d’as; SPOT cada 26 d’as.
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Figura 9: SatŽlite NOAA 15


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La resoluci—n temporal es un elemento importante cuando se estudian cambios en la
superficie de la tierra o del ocŽano. Mientras en la superficie de la tierra los cambios se
producen en d’as o a–os, en la atm—sfera o en la superficie del mar se producen en
horas. Por esa raz—n se necesita mayor frecuencia de observaci—n en el mar que en la
tierra.

TambiŽn interesa la hora del d’a, pues a mediod’a se eliminan las sombras que son un
elemento perturbador para el estudio de vegetaci—n, pero, acentœan el relieve, lo cual
favorece los estudios geol—gicos.

SatŽlites meteorol—gicos
Los satŽlites meteorol—gicos que han sido dise–ados como herramienta, para el auxilio
en la elaboraci—n de pron—sticos del tiempo y para el monitoreo del clima, generalmente
incorporan sensores que cubren un ‡rea mayor que los sistemas dedicados a la
observaci—n de la Tierra. Los satŽlites meteorol—gicos tienen las ventajas de poseer una
amplia cobertura global y gran resoluci—n temporal. Por ello, han resultado œtiles en el
estudio de recursos naturales cuando se requiere el monitoreo con alta frecuencia de

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‡reas extendidas y no es necesario observar detalles.

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Estos satŽlites, as’ como los utilizados para observaci—n de recursos naturales operan
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con bandas espectrales de longitudes de onda similares; la mayor diferencia entre ellos
radica, como hemos dicho, en la resoluci—n espacial. Mientras que los datos obtenidos
para observaci—n de la tierra tienen tama–o de pixel menor que 100 metros, los de
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observaci—n meteorol—gica tienen p’xeles de 1km x 1km.


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Muchos pa’ses han lanzado satŽlites meteorol—gicos con diferentes —rbitas y dise–os.
Nosotros nos ocuparemos, en particular, de los satŽlites NOAA.
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SatŽlites polares y geosincr—nicos


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Los dos grupos principales de satŽlites meteorol—gicos en uso actualmente son aquŽllos
que poseen —rbita polar y los que tienen —rbita geosincr—nica.
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Orbita Polar:

(o heliosincr—nica), en la cual el plano orbital rota en un a–o al mismo tiempo que el


movimiento aparente del sol en ese mismo tiempo. La altura de la —rbita es de alrededor
de 700 a 1500 km.

Orbita geosincr—nica:

los satŽlites que describen estas —rbitas son geoestacionarios, es decir, permanecen en
una posici—n relativa constante sobre el ecuador.La altura orbital necesaria para
mantener dicha posici—n es de 36000 km sobre la superficie terrestre.

Los NOAA, los Landsat y los SPOT son satŽlites que tienen —rbitas similares, es decir,
casi polares y heliosincr—nica, a diferencia de la serie GOES(Geostacionary
Operational Environmental Satellite) que son geoestacionarios.

SatŽlites NOAA
Tabla 1: Caracter’sticas de las Misiones NOAA-6 a NOAA-15

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Los satŽlites de —rbita polar llevan tambiŽn, instrumentos de bœsqueda y rescate
utilizados internacionalmente para la localizaci—n de barcos y aviones en emergencia.

El uso de estos satŽlites en bœsqueda y rescate ha permitido salvar alrededor de 9.000


vidas a partir de la implementaci—n del sistema Search and Rescue Satellite-aided
Tracking (SARSAT).

Los datos del AVHRR se archivan en dos formas diferentes:

1.- en alta resoluci—n que se los denomina datos de cobertura de ‡rea local (LAC).

2.- todos los datos se archivan tambiŽn remuestreados en una resoluci—n nominal de 4
km a los cuales se designa como datos de cobertura de ‡rea global (GAC).

Toda la Tierra puede ser observada en 14,5 d’as. Se pueden tener 3 o 5 bandas segœn si
la toma de datos es nocturna o diurna. La frecuencia correspondiente a dichas bandas es
la siguiente:

Banda 1: visible, 0,58-0,68 mm

6
00
Esta banda corresponde a la reflectancia de la vegetaci—n sana y es importante para
discriminaci—n de vegetaci—n.
-2
Banda 2: cercano infrarrojo, 0,725-1,10 mm
ti
is

Esta banda es representativa de la cantidad de vegetaci—n presente en una escena. Es œtil


.S

para identificaci—n de cosechas y refuerza el contraste entre suelo y cosecha y entre


tierra y agua.
.J

Banda 3: infrarrojo tŽrmico, 3,55-3,93 mm


rim

Esta es una banda tŽrmica que puede usarse para distinguir hielo o nieve. TambiŽn es
œtil para detectar fuego.
Ag

Banda 4: infrarrojo tŽrmico, 10,50-11,50 mm

Esta banda es œtil para control de cosechas y de vegetaci—n. TambiŽn se puede usar para
ubicar actividad geotŽrmica.

Banda 5: infrarrojo tŽrmico, 10,50-11,50 mm Coincide con la banda 4 en los NOAA


pares, 11,50-12,50 mm en los impares.
Ag
rim
.J
.S
is
ti
-2
00
6
* NOAA - AVHRR banda 5 no est‡ en el satŽlite, NOAA 10, pero est‡ en los siguientes.

Figura 10: Comparaci—n de bandas multiespectrales

6
00
-2
ti
is
.S
.J
rim
Ag
Los usos coinciden con los de la banda 4. La resoluci—n radiomŽtrica del AVHRR es tal
que cada pixel puede tomar valores que van de 0 a 1023.

En la figura 10 puede verse cu‡l es la longitud de onda que corresponde a cada banda
para los sensores de los distintos satŽlites, NOAA / AVHRR junto con Landsat MSS y
Landsat TM, SPOT XS y SPOT Pancrom‡tico.

La figura 11 muestra la imagen de la Repœblica Argentina. Como usted recordar‡ se


trata de la imagen de la cual partimos, obtenida por el sensor AVHRR del satŽlite
NOAA12.

Ahora podemos mirarla con m‡s detalle e inclusive hacer algunas comparaciones con
im‡genes obtenidas por otros satŽlites.

La figura 12 muestra im‡genes de la Pen’nsula de ValdŽs tomadas con satŽlites Landsat


(fig. a) y SPOT (fig. b).

6
De la comparaci—n de las figuras 11 y 12, tomando como referencia la Pen’nsula de
ValdŽs surge que:
00
-2
1. La imagen NOAA muestra la Repœblica Argentina en su totalidad y la
pen’nsula de ValdŽs es una parte peque–a de esta imagen.
ti
is

2. La imagen Landsat por su ‡rea de cobertura menor que NOAA y su


resoluci—n mayor, muestra claramente la pen’nsula con m‡s detalle.
.S

3. La imagen SPOT por tener mayor resoluci—n y menor ‡rea de


.J

cobertura muestra la pen’nsula en forma m‡s detallada aœn que la imagen


Landsat y el nivel de detalles presente en la imagen es todav’a mayor.
rim

En las im‡genes NOAA/AVHRR aparecen distorsiones geomŽtricas resultantes del


Ag

ancho campo de vista del sensor y tambiŽn debido a los efectos de la curvatura de la
Tierra

La figura 13 muestra una imagen NOAA/AVHRR en banda 3 que cubre la Pcia. de


Buenos Aires, Entre R’os, sur de Santa Fe y el Uruguay.

El tama–o del pixel en tierra es mayor en los bordes laterales de la imagen que en el
centro de la misma, esto se debe a que el ‡ngulo de observaci—n de los satŽlites NOAA
es grande.

Los p’xeles desplegados en la pantalla son todos del mismo tama–o pero las ‡reas
equivalentes en el terreno no lo son. Por otra parte, por cubrir 2700 km y al estar a 800
km de altura , se nota el efecto de la curvatura terrestre, esto produce la compresi—n en
los bordes de la imagen como se observa en el lado derecho de la fig. 13a. La figura 13b
muestra la misma imagen a la cual se le han aplicado correcciones geomŽtricas para
estas distorsiones.

Los satŽlites NOAA proveen una imagen diaria diurna en el visible y dos im‡genes por
d’a en el infrarrojo tŽrmico. La figura 14 muestra el uso de las im‡genes
NOAA/AVHRR para el c‡lculo de temperatura superficial del mar. Aqu’ se muestra el
Los datos del AVHRR han sido muy
utilizados en monitoreo de vegetaci—n.

Las bandas t’picas utilizadas a este fin


son la banda visible (0,58 a 0,68 mm) y la
banda 2 del cercano infrarrojo (0,73 a
1,10 mm).

Varias combinaciones de las bandas 1 y


2 han demostrado ser indicadores
sensibles de la presencia y del estado de
la vegetaci—n verde.

Estas cantidades matem‡ticas se


denominan ’ndices verdes o ’ndices de
vegetaci—n.

En forma rutinaria se calculan, a partir de


los datos del AVHRR, dos ’ndices, el

6
(VI) — ’ndice verde simple y el (NDVI)

00
’ndice verde normalizado.
-2
ti
is
.S

Figura 11: Imagen NOAA / AVHRR, combinaci—n de bandas 3, 4 y 5.


.J

Imagen A
rim
Ag
Imagen B
Ag
rim
.J
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is
ti
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00
6
6
00
-2
Figura 12: Pen’nsula de ValdŽs, a) imagen LANDSAT 5 TM y b) imagen SPOT 2
ti

Imagen C
is
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rim
Ag
Imagen D
Ag
rim
.J
.S
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6
6
00
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is
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.J

Figura 13: Im‡genes NOAA/AVHRR, c) imagen cruda y d) imagen corregida geomŽtricamente.


rim
Ag
6
00
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ti

Figura 14: Imagen tŽrmica de la costa atl‡ntica, obtenida con bandas 4 y 5 de NOAA/AVHRR.. Los
is

colores azules indican las menores temperaturas y los naranjas rojos indican las temperaturas m‡s altas.
Las zonas negras corresponden a m‡scaras de tierra y de nubes.
.S
.J
rim
Ag
Ag
rim
.J
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is
ti
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Figura 15: Imagen de ’ndice verde normalizado.

Imagen cedida por el Servicio Metereol—gico Nacional.

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is
.S

Figura 16: Aplicaciones metereol—gicas del satŽlite NOAA ( Imagen cedida por NOAA)
.J
rim
Ag
Estos ’ndices se calculan haciendo la diferencia de la banda 2 menos la banda 1

IV = B2 ± B1

Y el ’ndice verde normalizado:

B2 ± B1

NDVI = ¾¾¾¾

B2 + B1

Las ‡reas con vegetaci—n tienen, generalmente, altos valores de estos ’ndices porque
tienen alta reflectancia en el cercano infrarrojo (B2) y baja en el visible (B1).

En cambio, las nubes, el agua y la nieve tienen mayor reflectancia en el visible que en el

6
cercano infrarrojo.

00
Por lo tanto, estos elementos tienen valores negativos de ambos ’ndices.
-2
Las rocas y el suelo sin vegetaci—n tienen valores de reflectancia muy similares en
ambas bandas y esto resulta en un ’ndice pr—ximo a cero.
ti
is

Se prefiere usar el ’ndice verde normalizado (Figura 15) para monitoreo global de
vegetaci—n porque ayuda a compensar las diferentes condiciones de iluminaci—n,
.S

pendiente de la superficie, aspecto general y otros factores externos.


.J

La figura 16 muestra una imagen del Hurac‡n Mitch que asol— la zona de AmŽrica
rim

Central, en octubre de 1998.

Est‡ indicado en verde el contorno territorial y puede verse en la imagen claramente el


Ag

ojo del hurac‡n. Es una imagen obtenida por el satŽlite NOAA 15 en octubre de 1998.
6
00
-2
ti
is
.S
.J

Figura 17: Aplicaci—n a campos de hielo.


rim

La figura 17 muestra una imagen de un campo de hielo en la Ant‡rtida. En la parte


Ag

superior de la imagen se observa el mar casi cubierto de nubes. Al pie de la imagen, se


ve en verde el contorno del continente y se puede distinguir la Pen’nsula Ant‡rtica, la
isla Alejandro I (horizontal en la imagen). Se trata de una imagen obtenida por el satŽlite
NOAA 14 con resoluci—n de 4 km (GAC).
6
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-2
ti
is
.S

Figura 18: Detecci—n de incendios.


.J

En la figura 18 se presenta otra aplicaci—n de las im‡genes NOAA, la detecci—n de


rim

incendios. La imagen fue tomada con el satŽlite NOAA 14 en alta resoluci—n, 1 km, se
trata de la combinaci—n de las bandas 4, 2 y 1. Se ven las provincias de Buenos Aires y
Ag

parte de La Pampa. Puede observarse , el incendio en el Valle de QuehuŽ en La Pampa,


en el centro la columna de humo, marcada con un recuadro. Se ha seleccionado la
combinaci—n de las bandas de modo de obtener una adecuada visualizaci—n de la
columna de humo.
As’ llegamos al final de la primera etapa

de nuestro viaje hacia el fant‡stico mundo de los satŽlites.

De ahora en m‡s, cuando veamos en televisi—n o en un diario

una imagen satelital, podemos decir: yo sŽ como la obtuvieron,

Žsa es una imagen NOAA!

GLOSARIO

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00
-2
ti
is
.S
.J
rim
Ag
Altura satelital: distancia de la superficie de la Tierra al satŽlite

ÈQJXORGHEDUULGR ‡ngulo que se forma desde la direcci—n del nadir hasta la


direcci—n del punto de observaci—n.

ÈQJXORLQVWDQWiQHRGHREVHUYDFLyQ IFOV, del inglŽs instantaneous field of view, es el


‡ngulo s—lido m’nimo subtendido por la abertura del radi—metro

Archivo header:del ingles. Es un archivo que se encuentra generalmente antes de los


valores de la imagen en las cintas o CD-ROMs y que contiene informaci—n acerca de
los datos, tales como nœmero de bandas, coordenadas de los extremos de la imagen,
proyecci—n del mapa, etc.

Banda: conjunto de valores del archivo de datos correspondiente a una parte


espec’fica del espectro electromagnŽtico de la luz reflejada o del calor emitido (rojo,
verde, azul, cercano infrarrojo, infrarrojo, tŽrmico, etc). A veces se lo llama canal.

6
Bit: un d’gito binario, que significa un nœmero que puede tener dos valores posibles, 0

00
— 1, u "ON" u "OFF". Un conjunto de bits puede tener distintos valores, dependiendo
del nœmero de bits usados. El nœmero de valores que se pueden expresar por un
-2
conjunto de bits es 2 elevado a la potencia dada por el nœmero de bits usados. Por
ejemplo, el nœmero de valores que pueden expresarse por tres bits es 8 (23 = 8).
ti
is

Bpi: bits por pulgada. Unidad de almacenamiento de datos en cinta magnŽtica.


.S

Byte: conjunto de 8 bits.


.J

Campo de visi—n: FOV, del inglŽs field of view, ‡ngulo m‡ximo de barrido, representa
el ‡rea total observada por el satŽlite de acuerdo a sus caracter’sticas radiomŽtricas.
rim

Detector: es el dispositivo de un sensor que registra radiaci—n electromagnŽtica.


Ag

Ecualizaci—n de histograma: proceso de redistribuci—n de valores de pixel de modo


que haya aproximadamente el mismo nœmero de p’xeles con cada valor dentro de un
rango. El resultado es un histograma plano.

Espectro electromagnŽtico: rango de radiaci—n electromagnŽtica que se extiende


desde las ondas c—smicas hasta ondas de radio, caracterizadas por la frecuencia ola
longitud de onda.

Geoestacionaria (—rbita): —rbita ecuatorial con una altura sobre la Tierra suficiente
para que la velocidad del satŽlite alcance la velocidad de rotaci—n de la misma. Los
satŽlites en esta —rbita parecen estar siempre en la misma posici—n en el cielo, respecto
a la estaci—n de tierra.

Gigahertz: (Ghz) 109 hertz.

Hertz: medida de frecuencia que indica una vez por segundo

Histograma: gr‡fico de distribuci—n de datos, o nœmero de p’xeles que tienen cada


valor posible del archivo de datos. Para datos de una sola banda, el eje horizontal del
BIBLIOGRAFIA

" Remote Sensing and Image Interpretation",

Lillesand,T.M. - KLHIHU5:ƒHGLFLyQ(GLWRULDO-RKQ:LOH\ 6RQV,QF

" ERDAS Field guide " ,

ƒHGLFLyQ(GLWRULDO(5'$6,QF

" Satellite Oceanography. An introduction for oceanographers and remote-sensing scientists",

Robinson, I. S., Editorial Ellis Hordwood Limited, 1985.

" Remote Sensing Digital Image Analysis, An introduction.",

Richards, J. A., Editorial Springer-Verlag, 1986.

6
"NOAA Polar Orbiter data",

00
National Oceanic Atmospheric Administration (www2.ncdc.noaa.gov/docs)
-2
"Perturbaciones introducidas por la atm—sfera y la superficie terrestre en las bandas —pticas
ti

de la radiaci—n electromagnŽtica solar. Su importancia en la teledetecci—n."


is

Laura Frulla. Tesis doctoral, Dto. de F’sica de la UBA, 1992.


.S

COMISION NACIONAL DE ACTIVIDADES ESPACIALES


.J
rim

Av. Paseo Col—n 751 (1063) - Buenos Aires - Argentina Tel: (54-11) 4331- 0074

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