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Artículo de reflexión

Breve historia de Zipaquirá,


un pueblo rebelde
A Brief History of Zipaquira, Rebel Town

Cristian Camilo Ortega Londoño*1

Recibido: 21 – 11 – 2019 / Aceptado: 15 – 03 – 2020 / Publicado: 01 – 08 – 2020

Resumen Palabras clave:


En este artículo se presenta un breve recorrido por la historia de Zipaqui- Movimientos revolucionarios,
rá, un municipio de la sabana de Bogotá, en Colombia. Este recorrido nace Movimientos sociales
de un proceso de sistematización de experiencias realizado a partir de Procesos históricos,
un trabajo de investigación desarrollado con una organización social de
esa ciudad. De igual manera, dentro de esta sistematización se realiza la Cómo citar este artículo
construcción de un marco contextual sobre la historia de la ciudad desde (APA): Ortega Londoño,
la época prehispánica, hasta la actualidad. Hasta el momento no ha sido C. (2020). Breve historia
publicado un marco contextual de esas características, a pesar de que se de Zipaquirá, un pueblo
rebelde. Opinión Pública, 14,
considera de relevancia en la construcción de una historia que pocos co-
35-46.
nocen y que poco se ha divulgado.

Abstract Keywords:
This article presents a brief reviewof the history of Zipaquirá, a municipa- Historical processes,
lity located in the outskirts of Bogotá, Colombia. This review comes from Revolutionary movements,
a process of systematization of experiences carried out from a research Social movements
work developed with a social organization that inhabits in this city. Si-
milarly, within this systematization, the construction of a contextual fra- Declaración de conflictos
mework on the history of the city from pre-Hispanic times to the present de interés: el autor declara
no tener ningún conflicto de
is carried out. Up to date, a contextual framework has not been published,
interés.
though it is relevant for contributing to the construction of a story that few
know, and that so little has been shown.

* Licenciado en Psicología y PedagogívSociales de América Latina de la Universidad Nacional de Córdoba, Argen-


tina. Profesor del programa de Especialización en Desarrollo Integral de la Infancia y Adolescencia de la Corpora-
ción Universitaria Iberoamericana.

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Breve historia de Zipaquirá, un pueblo rebelde

Introducción

E l proceso de construcción de este artículo se


enmarca en un ejercicio de sistematización de
experiencias desarrollado en el municipio de Zi-
Este artículo se enfoca principalmente en presen-
tar este marco contextual y descriptivo de la ciu-
dad de Zipaquirá. Se busca reconocer elementos
paquirá, departamento de Cundinamarca, en Co- de la actualidad, de la época prehispánica y del
lombia. Dentro de este proceso de sistematización contexto del siglo xviii, para finalizar con la segun-
de experiencias, cuyo objetivo fue indagar en la da mitad del siglo xx, principalmente la década de
transformaciones de las subjetividades políticas los setenta y ochenta. Por último, se busca identifi-
de un grupo de mujeres pertenecientes a una or- car los elementos propios de sus dinámicas histó-
ganización social llamada Junto al Pueblo Zipa- ricas, así como la influencia que los movimientos
quirá (jpz), se hizo necesario construir un marco sociales, políticos y subversivos lograron consoli-
referencial y contextual de esa ciudad, con el fin dar en la ciudad y en sus habitantes; y cómo este
de conocer los antecedentes históricos, políticos y legado e influencia continúa perviviendo hasta
sociales que han influenciado de cierta forma la nuestros días y generaciones.
construcción de jpz y sus orientaciones políticas.

Zipaquirá en la actualidad

La ciudad de Zipaquirá se encuentra ubicada a sociales, respecto al uso de los suelos de la sabana.
43,1 kilómetros de la ciudad de Bogotá, a una al- El problema radica en el abandono paulatino de la
titud de 2650 metros sobre el nivel del mar. Tiene producción agraria de alimentos, para ahora usar
una extensión de 197 kilómetros cuadrados, dis- esos terrenos como zonas francas, construcción de
tribuidos en 8 kilómetros de zona urbana y 189 bodegas, cultivos de flores y construcción acelera-
kilómetros de zona rural. da de condominios y viviendas.

En el censo del año 2015, Zipaquirá registró una Ese contexto nos presenta un panorama general de
población total de 124 000 habitantes distribuidos algunas de las problemáticas que posee esta pobla-
en 109 000 en el área urbana y 15 000 en el área ru- ción en la actualidad, mencionando que, además
ral aproximadamente. A la fecha, el municipio está de los problemas que se presentan en el ordena-
dividido en 4 comunas, conformadas en total por miento, también se pone sobre la mesa un aspecto
unos 78 barrios y 2 corregimientos, compuestos relevante, a saber, que la aplicación de las lógicas
por 28 veredas y centros poblados. neoliberales de ordenamiento del territorio cambia
también las dinámicas de las ciudades capitales
Esta población presenta los problemas que se atri- neoliberales a nivel micro. Esto nos permite prever
buyen a las grandes ciudades ordenadas bajo la qué dimensiones del desarrollo social y qué formas
lógica capitalista: desempleo, poca oferta de va- de construir las relaciones entre los sujetos que allí
cantes, dado su bajo desarrollo industrial y agrario confluyen de igual manera se pueden ver afecta-
de la región; un amplio sector de su población en das en términos económicos, sociales, culturales,
la informalidad o el subempleo, que se ocupa del demográficos y políticos, además de temas como la
comercio de artículos y productos como prendas seguridad del territorio, la exclusión social, la vida
de vestir, comida y entretenimiento. En la actuali- digna, el acceso a servicios públicos de calidad, a
dad, Zipaquirá presenta un problema, menciona- educación, salud, recreación y vivienda.
do por los miembros de diferentes organizaciones

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Muchas organizaciones sociales han logrado cons- de producción y aprovisionamiento mineral. Las
truir a lo largo del tiempo alianzas estratégicas con rutas comerciales de los muiscas obligatoriamente
otras organizaciones sociales de la región sabana cruzaban por allí. Las características minas de sal
de Bogotá, a nivel departamental y nacional. Algu- de este territorio hacían del cacique una figura po-
nas de ellas ha logrado articularse con organizacio- derosa y respetada dentro de los pueblos indígenas
nes sindicales del municipio, como lo son trabaja- de la región (Colmenares, 2013).
dores de las minas de sal, los y las trabajadores de
los cultivos de flores, el movimiento campesino y Las comunidades Muiscas que allí habitaron, de fi-
los vecinos de los diferentes barrios de la cuidad. liación Chibcha, se asentaron allí aproximadamen-
te entre los siglos ix y x D.C. (Niño, 2013), prove-
En la actualidad, Zipaquirá se presenta como un nientes quizás de las costas atlánticas al norte de
escenario de disputas sociales, políticas, cultura- Venezuela y de las planicies del sur y oriente del
les y económicas que permiten el surgimiento de continente. Pero, antes que los muiscas, se encon-
diversas propuestas emanadas de la comunidad. traban establecidos en ese territorio los alfareros
Dichas propuestas cuestionan las lógicas de las ciu- de la cultura herrera, quienes ocupaban un am-
dades neoliberales y todas las problemáticas que plio territorio que abarcaba desde el Chicamocha,
ellas conllevan, a través de diálogo y resistencia, hasta las laderas del páramo de Sumapaz (Lange-
así como con propuestas que permitan pensar en baek, 1987). Sin embargo, estos pobladores fueron
otra forma de construir ciudad y ciudadanía, vida absorbidos por los Muiscas en su totalidad, lo que
digna y soberanía en un mundo que parece homo- transformó profundamente la distribución geopo-
genizar hasta el último rincón de sus territorios. lítica y comercial de la región y fijó nuevas fronte-
ras mucho más delimitadas, aunque, para la época,
Época prehispánica o precolonial las fronteras eran inexistentes o no eran definitivas
Chicaquicha o Chicaquira fueron los primeros nom- (Niño, 2013, en Ramírez y Sotomayor, 1986-1988).
bres de los que se tiene registro histórico de la po- Luego de la llegada de los muiscas a este territorio,
blación hoy llamada Zipaquirá. En su concepto eti- Zipaquirá pasa a ser parte del Zipa del sur, cuya
mológico, esos términos hacen referencia a “pie del sede de gobierno, o cacicazgo, se ubicaba en Baca-
suegro o pie del yerno” (Zornoza, 1951, p. 8).. Ori- tá, lo que hoy se conoce como Funza. Estas socie-
ginalmente este territorio pertenecía a los pueblos dades muiscas se regían en cacicazgos y capitanías,
chicaquichaes, quienes, después de la llegada del que se encargaban del control de los grupos here-
Zipa Nemequene y su victoria sobre los habitantes, deros y linajes, al organizar a la población según
cambia el nombre de la población al de Zipaquirá. sus parentescos consanguíneos. Eran sociedades
de principio matrilineal y en ocasiones ejercían la
Desafortunadamente, los registros históricos y cul- patrilocalidad y la avuncolocalidad. Esto quiere
turales de los orígenes de la ciudad son mínimos y decir que “si bien la mujer iba a residir con el linaje
difíciles de encontrar. Sin embargo, se pueden ras- de su marido y allí nacían sus hijos, estos al llegar a
trear documentos que aportan a la reconstrucción la adolescencia debían vivir con su tío materno, es
parcial de la historia y que son la base para este ar- decir, con los de su parentela” (Niño, 2013. p. 13).
tículo sobre los orígenes de Zipaquirá. Ubicada en Su forma de organización y posesión de la tierra
un territorio con herencia de la cultura Muisca, esta estaba dada de acuerdo a los parentescos y no por
ciudad es uno de los referentes de mayor influencia residir en ella. Así, la posesión se organizaba por
en la época prehispánica. La etimología de su nom- “‘capitanías’, que correspondían a un mismo nú-
bre se explica por las raíces “Zipa”, que traduce cleo familiar que habitaba un determinado territo-
Cacique, y “Quira”, que significa “novia o esposa rio. De lo anterior se puede evidenciar que la pose-
del cacique”. Zipaquirá se concibió como un centro sión de la tierra no era la que determinaba la forma

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de organización de esta sociedad indígena (Londo- ción y comercialización de la sal, apoyada por la
ño, 1985). La propiedad privada no existía; la tie- diversidad de productos de los que disponían los
rra le pertenecía a la capitanía y su distribución se muiscas, dado su control territorial sobre diversos
realizaba de acuerdo al número de pobladores que pisos térmicos a lo largo de la cordillera central. En
habitaran en dicho territorio. la zona de Zipaquirá se juntaban importantes rutas
comerciales, lo que les permitía intercambiar la sal
Su principal actividad comercial y económica en el por productos como cerámicas, pescado, alimentos
territorio de Zipaquirá giraba en torno a la extrac- de otras regiones y esmeraldas.

Reseña histórica de un pueblo rebelde

A lo largo de la historia documentada después del cana y en la segunda mitad del siglo xx, esta ciu-
siglo xviii, Zipaquirá ha sido escenario y protago- dad ha sido escenario de disputa política y social,
nista de diversos procesos revolucionarios y la pues en ella se han consolidado procesos como el
consolidación de agrupaciones y movimientos so- movimiento de Los Comuneros, hasta el famoso
ciales, caracterizados por tomar las vías de hecho grupo insurgente guerrillero Movimiento 19 de
para realizar diversas exigencias a los gobiernos de abril,M-19, que vio pasar por sus filas a persona-
turno. Con ello, le han planteado al país la necesi- jes influyentes en la política actual de nuestro país.
dad de encontrar nuevas alternativas de desarrollo A continuación se pretende reconstruir de manera
y garantías de derechos para sus habitantes. Tanto general esta historia rebelde de Zipaquirá.
en las guerras independentistas, en la era republi-

Movimiento de Los Comuneros

Durante el año de 1781, España atravesaba un pro- en conflicto directo con Inglaterra por la disputa de
ceso de consolidación del mercantilismo y de la im- las rutas comerciales marítimas y el control de las
plementación de los principios económicos, políti- colonias. Ya en el año de 1778, las dos naciones se
cos y culturales propuestos por el movimiento de declararían oficialmente en guerra.
la Ilustración europea. Dicho proceso fue llevado
a cabo por el rey Felipe V, para dejar atrás el re- Empero, coste de esta guerra en términos económi-
zago industrial, agrario y cultural en el que estaba cos resultó elevado para España. Como medida para
España desde hace mucho tiempo. Sin embargo, percibir más recursos, la corona española decidió ele-
este ambicioso plan no se llegó a cumplir, debido var la tasa tributaria en los territorios de las colonias,
a los diversos conflictos internos y externos en los lo que agravaría las crisis en la población de la Nue-
que se encontraba sumergida la corona y la socie- va Granada. Para 1788 el rey Carlos III, hijo de Feli-
dad española, entre ellos, las manifestaciones por pe V e Isabel de Fernesio, implementa una serie de
las alzas en los tributos locales, el encarecimiento reformas que serán mal recibidas por la población,
del pan y una serie de reformas que perturbaron la aumentando el descontento con sus políticas. Den-
vida social y el desarrollo de los habitantes del país. tro de estas reformas específicas para las colonias, se
Estos conflictos afectaban directamente su vida so- modificó el ordenamiento de los centros de gobierno
cial e individual, sumada a la gran concentración mercantil; se crearon las capitanías en las regiones
de tierras por parte de la iglesia y la nobleza (Her- neurálgicas del comercio y que dinamizaban las ru-
nández, 2016). Sumado a todo esto, España entraría tas comerciales más importantes en toda Latinoamé-

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rica, La Habana, Venezuela, Puerto Rico, Guatemala, Para el año de 1780, el Virreinato anunciaba la im-
Chile, y Filipinas. Además, se decreta que todos esos plementación del cobro de los nuevos tributos. Sin
puntos quedan bajo el control de un virret, quien se embargo, serían dos impuestos los que darían inicio
asentaría en Buenos Aires (Casas, 1984, p. 19). a la revuelta y posterior nacimiento del movimien-
to de los Comuneros. Inicialmente, los comercian-
La nueva Granada no fue incluida en dichas capi- tes pagaban un 2 % de impuesto sobre cualquier
tanías, ya que, a nivel económico, se encontraba operación de compraventa o trueque, entre ellos, el
rezagada y distante del desarrollo que gozaban Alcabala, que era la principal base gravamen con la
las otras regiones. Sin embargo, el aumento en el cual la corona percibía la mayor cantidad de recur-
tributo para las colonias se dio igual en cada una sos en asuntos de comercio. Asimismo, se cobraba
de ellas. El conflicto con Inglaterra demandaba un el impuesto de la armada de Barlovento que, aun-
esfuerzo militar alto, por lo que Carlos III ordenó que sobre el papel ya había desaparecido, se seguía
la construcción de una flota de aproximadamente cobrando por fuera de la ley. Para el 6 de diciem-
80 barcos de guerra y el fortalecimiento de su ejér- bre de 1780, el regente de la Nueva Granada decide
cito en casi 120 000 hombres. Mantener este equipo unir los dos impuestos y se cobran al tiempo, por
militar implicó la reforma en la política económica. lo cual los pobladores terminaron pagando en total
Gracias a los enormes recursos con los que conta- un 4 % de impuestos sobre cualquier actividad eco-
ban las colonias, se creía posible obtener estos nue- nómica en la región (Aguilera, 1985).
vos tributos y prolongar por más tiempo la guerra.
En este marco histórico, las cosas en la Nueva Esta nueva carga tributaria afectaría de forma di-
Granada funcionaban de forma eficiente. Para el recta a los grandes centros poblacionales de la
año de 1776, antes de la guerra contra Inglaterra, región: Boyacá, Santander, Tolima, Huila y los
se nombra un nuevo Virrey, don Manuel Antonio Llanos orientales. La carga de impuestos afectó di-
Flores Maldonado, quien llega con la visión de rectamente a las élites criollas que se encontraban
dinamizar el desarrollo del territorio, a través de aliadas a la aristocracia española encabezada por
políticas enfocadas a la comunicación entre las pe- el virrey, quien se encontraba en una abierta dis-
riferias con el interior. Con este propósito, el virrey puta con el regente enviado por la corona y quien
mandó construir nuevos caminos para facilitar el era el encargado de aplicar las reformas tributarias.
intercambio y el comercio; fortalecer los hospitales, Estas medidas tomadas por el regente, a su vez y
las casas de hospicio; hizo énfasis en las costas y de forma directa, afectaron a las clases más opri-
luchó para expulsar a los ingleses que buscaban midas, a saber, indígenas, negros, mulatos, lo que
apoderarse militarmente de los territorios colonia- provocó los primeros levantamientos populares y
les españoles (Hernández, 2016). dieron origen al movimiento de los Comuneros a
finales de 1781 (Hernandez, 2016). Sumado a esto,
Sumado a lo anterior, Manuel Antonio Flores se las constantes agresiones y malos tratos por parte
preocupó por fortalecer los aspectos agropecua- de los guardias y cobradores, así como la prohi-
rios y fomentar el desarrollo del comercio local, la bición del cultivo de tabaco creó el ambiente para
producción y manufactura artesanal autóctona y la que partan de Santafé quienes serían a la postre
concentración de importantes sectores comerciales fundadores del movimiento de los Comuneros:
como las salinas de Zipaquirá y Tauta, el aguar- don Jorge Lozano, don Juan Bautista morales, don
diente y el tabaco a la Real Hacienda de España. Manuel García Olano y fray Ciriaco de Archila.
Pero debido a la política de alzas en la tributación
de las colonias, muchas de estas intenciones del vi- El movimiento de los Comuneros toma como refe-
rrey no se lograron consolidar, puesto que la prio- rencia al levantamiento indígena que por aquella
ridad para la corona era la guerra. época se estaba realizando en Perú, en cabeza del

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célebre Indígena Inca Tupac Amarú. Este movi- tido a las leyes y caprichos de la corona española,
miento luchaba por el restablecimiento de sus an- sentir algo de libertad y pensar en una inminente
tiguos imperios y la expulsión de los españoles de independencia. Sin embargo, estos levantamientos
los territorios. Para ello comenzó a crear alianzas por autonomía no buscaban el fin de la corona, pues
estratégicas entre las élites criollas y los sectores de en aquella época era impensable una sociedad sin
poblaciones más pobres y oprimidas, lo que creó monarquía. Por esta razón el pueblo siguió siendo
mecanismos de gobiernos autónomos que permi- obediente y leal al rey, a la par que buscaba transfor-
tieran construir una nueva soberanía. mar las formas de gobierno y dar salida a los repre-
sentantes de la Corona en la sociedad neogranadina.
A diferencia de las revueltas lideradas por Tupac
Amrú, la consigna del movimiento de los Comu- El movimiento Comunero inicia una movilización
neros arengaba “¡Que viva el Rey, abajo el mal con cerca de 20.000 personas hacia la capital de la
gobierno!”. Las revueltas en la Nueva Granada Nueva Granada; Santa Fe era el objetivo final para
se dieron la ciudad de Socorro, en marzo de 1781, hacer sus reclamaciones. Para ello atravesaron el
durante una escaramuza insurrecta por parte de territorio desde Santander hasta la capital, pero, al
algunos mercaderes en la plaza de mercado de llegar a Zipaquirá el arzobispo Caballero y Góngo-
dicha ciudad. Luego los líderes se transladarían a ra, se reunió en esta ciudad con los dirigentes del
la casa del alcalde, quien trató de persuadirlos, a movimiento y se firma un pliego de 35 capitulacio-
través de la suspensión del cobro de los nuevos im- nes, en las cuales se establecía el cumplimiento de
puestos por un corto plazo de tiempo. Esta acción las exigencias del pueblo frente a temas económicos,
buscó menguar la naciente insurrección. Pero, para administrativos, clericales y militares. No obstante,
el 23 de marzo del mismo año, el movimiento se José Antonio Galán, uno de los líderes del movi-
estaba organizando de forma contundente. En el miento comunero, disconforme con las capitulacio-
municipio de San Gil, Santander, comenzaron los nes, organizó un levantamiento al margen de estas,
primeros actos de rebeldía, enfrentamientos con razón por la cual fue perseguido por la Corona jun-
guardias reales, quema de documentos y decretos to a los demás dirigentes de los Comuneros. Todos
del regente, tomas de caballerizas de la guardia y ellos fueron posteriormente capturados, ejecutados,
robo de armas, y por supuesto, la omisión del pago desmembrados y sus partes enviadas y expuestas en
de los nuevos impuestos (Briceño, 1880). Santafé y en las diferentes provincias donde se ori-
ginó el movimiento. Zipaquirá pasará a la historia
Estas primeras acciones concretas le permitieron al como el lugar que acogió y sirvió de escenario para
pueblo, que por tanto tiempo había estado some- las negociaciones entre la corona y el movimiento.

Movimiento 19 de abril: llega el M-19

El surgimiento de los grupos guerrilleros insur- el Perú; el Movimiento de Liberación Nacional-Tu-


gentes en Colombia se da en el marco de diferen- pamaros en Uruguay; y en Colombia las Fuerzas
tes procesos revolucionarios alrededor del mundo Armadas Revolucionarias de Colombia-FARC-EP,
y particularmente en Latinoamérica, referentes el Ejército de Liberación Nacional - ELN y el Ejér-
como la revolución rusa, la china, cubana y la vic- cito Popular de Liberación - EPL. El nacimiento de
toria del Vietcong en Vietnam. Todos estos hechos estos grupos es muestra de la agitación que vivió
crearon las condiciones para el florecimiento de di- el continente. La influencia de la filosofía marxista
versos grupos insurgentes en nuestro continente, y la supremacía del bloque soviético en el mundo
entre ellos Sendero Luminoso y Tupac Amarú en brindaban una alternativa de poder y lucha popu-

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lar a los pueblos más oprimidos e históricamente Nacional de 1958, acordaron la repartición de los
subordinados a los intereses del bloque capitalista, periodos de gobierno hasta 1974. Esto facilitó el
en cabeza de Estados Unidos. tránsito y las reformas en el país para dar entrada
a una primera fase del modelo neoliberal. Gracias
El enfrentamiento del bloque socialista contra el a la fuerte represión ejercida por el gobierno a los
bloque capitalista desencadenó una ola de estalli- movimientos sindicales, estudiantiles y campesi-
dos revolucionarios en América Latina, encabeza- nos, y a una fortalecida élite burguesa, enquista-
dos por la renaciente Cuba y el triunfo de la revo- da en el poder y con múltiples alianzas con los
lución en 1959. La izquierda latinoamericana tuvo norteamericanos, se dieron las condiciones para el
un nuevo aire, en medio de procesos autoritarios, establecimiento de las políticas y reformas necesa-
expresados en crueles dictaduras militares impues- rias para adoptar el modelo económico capitalista
tas, en casi todas las ocasiones, con la intervención en el Colombia (Narváez, 2012).
de Estados Unidos. Estos últimos. buscaban frenar
a cualquier costo la influencia del pensamiento A pesar de que el país contaba con una gran re-
marxista y de la izquierda europea en el continente. serva de divisas y de que el café llegó a su punto
más alto en el mercado de exportaciones, lo que re-
La prohibición de los partidos políticos, la per- presentó una segunda bonanza, la crisis por la que
secución a líderes de la izquierda, el asesinato, la atravesaba el país en el gobierno de López Michel-
desaparición y el encarcelamiento de los militan- sen se prolongó por más de dos años y el peso fue
tes de organizaciones y partidos políticos en opo- perdiendo valor frente al dólar. Dicho fenómeno
sición a los intereses del imperio fueron cada vez afectó el proceso de apertura económica que esta-
más constantes y numerosos. El inicio de la ope- ba atravesando el país y frenó de forma abrupta la
ración cóndor, financiada por la cia con el objetivo industrialización y su capacidad crediticia (Nar-
de derrocar los gobiernos de izquierda, permitió la váez, 2012). Estos fenómenos, sumados al conflicto
imposición de gobiernos militares fascistas y auto- armado interno desarrollado por las guerrillas de
ritarios, que marcaron profundamente las décadas las farc-ep, el eln y posteriormente el epl, contra el
de los setenta y ochenta en el continente. Es cla- Estado, en busca de transformar el modelo econó-
ro que estas dinámicas respondían a perpetuar el mico y agrario del país, ayudaron a que la crisis se
control geopolítico de EE. UU. sobre el continente agudizara mucho más.
latinoamericano, para continuar con la explotación
y el control de los recursos naturales y humanos. Este escenario desesperanzador fue determinante
para que el movimiento social colombiano se con-
El fenómeno de las dictaduras se dio en casi todos solidara como una fuerza social influyente en un
los países de la región. Sin embargo, Colombia escenario cooptado por la aristocracia de la época.
nunca pasó por esta situación, al menos no de for- El paro cívico del 14 de septiembre de 1977 fue la
ma directa. Esto se explica en razón de que la dic- primera respuesta del pueblo a la crisis económi-
tadura militar que gobernó en Colombia, en cabe- ca y a los malos manejos de los gobiernos anterio-
za del General Gustavo Rojas Pinilla, se dio como res y también. Esa situación marcó un precedente
una medida de control y pacificación al creciente nunca antes visto en el país y demostró el poder
fenómeno de la violencia bipartidista, surgida de respuesta del pueblo colombiano, pues “fue una
luego del llamado bogotazo en 1948. Los partidos jornada de unas magnitudes inesperadas para pro-
políticos Conservador y Liberal se caracterizaban pios y ajenos, no es menos cierto que su alcance y
por su poca cercanía con los de Estados Unidos, significación fue distorsionado con fines políticos
quienes, gracias al pacto realizado en el Frente contradictorios” (Archila y Pardo, 2001, p. 27).

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Las décadas de los setenta y ochenta fueron deter- minio, represión y persecución a los diferentes
minantes para la consolidación de los movimien- movimientos sociales, que tuvo su punto más alto
tos sociales en el país. Los campesinos en lo rural, y trágico con el exterminio sistemático del movi-
y los sindicatos y movimientos estudiantiles en miento Unión Patriótica, 3.000 de sus militantes
lo urbano comenzaron a exigir reformas agrarias, fueron víctimas del Estado, aunque extraoficial-
sociales y económicas, aunque no lograron impac- mente se habla de muchos más, en alianza con los
tar de manera considerable en las agendas nacio- narcotraficantes y paramilitares.
nales. No obstante, sí visibilizaron demandas en
cuanto a temas de género y etnia. A pesar de que La irrupción del M-19 en este escenario político
se concentraron en lo local, su resonancia se dio y social, como una de las guerrillas de segunda
a lo largo y ancho del territorio, siendo víctimas generación más icónicas de la historia, a pesar de
también de persecución, asesinatos de sus líderes su poderío militar y armado, le permite ganar re-
y lideresas y encarcelamiento. conocimiento debido a sus formas de accionar y
sus tácticas de guerra poco ortodoxas, pero bien
En este contexto histórico y social nace nace el estructuradas, y una organización bastante efecti-
movimiento insurgente del M-19, luego del na- va que permitía a esta insurgencia actuar de for-
cimiento de las guerrillas de primera generación, ma rápida, certera y eficaz. Para el mes de enero
como las farc-ep, eln yepl, de corte marxista orto- del año 1971, el M-19 aparece en la escena políti-
doxo. Bajo el gobierno de Turbay Ayala, en 1979, co-social del país, impulsados por el fraude elec-
con su estatuto de seguridad altamente represivo toral perpetuado en las elecciones presidenciales
y políticas abiertas de persecución a la izquier- de 1970, que tenían como protagonistas al General
da, se presenta un fortalecimiento de los grupos Rojas Pinilla, por el partido político Anapo, Alian-
armados ya existentes y el nacimiento de otros, za Nacional Popular, y al ultraconservador Misa-
quienes aportaron a ampliar los frentes de lucha les Pastrana Borrero, que resultó ganador después
organizada y romper de cierta forma el corte polí- de dos días de las elecciones. Este fraude generó
tico existente en estas organizaciones fuertemente un descontento generalizado en el país, ya que,
marxistas. Entre estos nuevos movimientos in- luego de la jornada electoral, algunos medios de
surgentes encontramos algunos como el Quintín comunicación daban como ganador absoluto a
Lame, la primera guerrilla indígena del país; el Rojas Pinilla. Pero durante el conteo se comunicó
partido revolucionario de los trabajadores (PRT), un fallo en el servicio eléctrico y dos días después,
el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR el 21 de abril, la registraduría emitió un boletín
Patria Libre) y, por supuesto, el M-19, que trajo a dando como ganador de las contiendas a Pastrana
la agenda política del país nuevos debates y exi- (Narváez, 2012). En los días posteriores se presen-
gencias fuera de la condición proletaria, agraria y taron varios levantamientos ciudadanos en dife-
obrera de las guerrillas tradicionales. rentes ciudades del país. Hubo saqueos, asaltos,
enfrentamientos con las fuerzas militares, entre
Como respuesta a este nuevo auge de grupos gue- otras acciones. En los medios de comunicación
rrilleros y una disputa encarnada con las organi- del establecimiento se difundió que estas acciones
zaciones dedicadas al narcotráfico, nace el grupo estaban siendo impulsadas por el partido al cual
mas, Muerte a secuestradores, que encarnan a la pertenecía el candidato perdedor de las contien-
ultraderecha fascista y narcotraficante del país,. das electorales, a saber, el Anapo.
De allí surgen los primeros grupos paramilitares
financiados por los grandes latifundistas, empre- En este escenario, los primeros integrantes del
sarios, narcotraficantes y políticos. A la par de M-19 vieron la oportunidad de impulsar una serie
este fenómeno, se inició una campaña de exter- de levantamientos armados en los núcleos urba-

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nos y, aprovechando estos episodios, es que toma pular (Anapo), no tuvo el interés de crear un
el nombre de Movimiento 19 de abril. Bajo el pa- partido político y no ubicó la estructura par-
norama ya descrito, el M-19 se conforma a partir tidista como parte de su vanguardia política.
de militantes de otras organizaciones sociales y De ahí que no se pueda ubicar como guerrilla
políticas de izquierda del país, junto con el ala so- de partido. Mientras que a lo largo de su tra-
cialista de la ANAPO. El M-19 se constituye como yectoria sí se observa –en su práctica– la pre-
una organización insurgente anti-imperialista, na- eminencia de mantener viva su organización
cionalista y anti-burguesa. político-militar, con el fin de asestar golpes
armados que causaran opinión y acumularan
Los levantamientos populares urbanos caracteri- fuerzas en la búsqueda de una insurrección
zaron lo que sería su estrategia de guerra, inclu- general. Por esta razón se ubica como guerri-
yendo acciones de guerra de focos, que se trasladó lla militarista. (Narváez, 2012. P. 60)
a los núcleos urbanos, lo que popularizó la lucha
comunicativa y política a través de acciones con- Esta forma de actuar fue característica en todos
cretas de propaganda armada, que buscaban ganar los focos de acción que se formaron a lo largo del
la simpatía de las masas. El M-19 se caracterizó territorio colombiano, tanto en las grandes ciuda-
también por sus estrategias de pequeñas células des como en las medianas. Entre ellas podemos
armadas que accionaban en diferentes ciudades y incluir a Zipaquirá, una población que, para la dé-
poblaciones del país. Muchas veces estas células cada de los ochenta, se caracterizaba por ser un
no superaban los 10 o 15 miembros y se ubicaban núcleo urbano emergente y que se perfilaba para
generalmente en los sectores populares o barrios ser una de las poblaciones más influyentes de la
periféricos (Narváez, 2012). Empero,en muchas sabana de Bogotá. Allí el movimiento guerrillero
ocasiones las operaciones en esas ubicaciones encontró un escenario propicio, un lugar que ha-
resultaban perjudiciales para la organización, cía una transición de carácter rural a urbano, de-
puesto que, después de realizar alguna acción, los bido a la constante llegada de nuevos habitantes,
mandos o militantes de la célula eran capturados quienes en muchos casos provenían de regiones
en redadas militares, ya que nunca abandonaban azotadas por el fuerte conflicto armado y se asen-
los lugares en donde habitaban. taban en las periferias zipaquireñas.

En términos políticos, el M-19 abandonó la lucha La presencia del M-19 en el municipio de la


partidista. Para este movimiento, la conformación sabana de Bogotá se dio gracias al contacto de un
de partidos no era un escenario que interesara pequeño grupo de jóvenes que, en el año de 1981,
para la disputa, pues no compartía la idea de que entraron en relación con las ideas y postulados de
la política y la conquista del poder fuera una lu- esa organización guerrillera. Para ese momento,
cha electoral. Al contrario, el poder debía ser con- el M-19 ya era reconocida a nivel nacional,
quistado por la vía armada y por medio de golpes por el amplio cubrimiento que los medios de
militares contundentes que desestabilizaran al comunicación hacían de sus acciones político-
poder y construyeran un escenario social adecua- militares. Entre estas últimas, las más célebres
do para la insurrección armada popular. Esto le fueron el robo de la espada de Bolívar en el año
dio el carácter de una guerrilla militarista: de 1974, el robo de 5000 armas a un batallón del
ejército en el cantón norte, en 1978; y la toma de
A pesar que el M-19 intentó recoger inicial- la embajada de la República Dominicana en 1980.
mente el legado de la Alianza Nacional Po-

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Breve historia de Zipaquirá, un pueblo rebelde

Todos estos episodios y otros más ayudaron a que tadas en los periódicos nacionales o en los no-
las filas del movimiento insurgente fueran suman- ticieros, para los habitantes de Zipaquirá marcó
do militantes a nivel nacional y en aquellas agita- un hito en la historia del municipio. Este acto de
das épocas un grupo de jóvenes zipaquireños no rebeldía, de levantarse contra el abandono del
pasaron por alto la influencia revolucionaria. Gus- Estado, y ocupar, expropiar y adueñarse de un
tavo Petro, Antonio Navarro Wolf, Carlos Pizarro y lote perteneciente a la iglesia y construir vivien-
Eder Bustamante, jóvenes universitarios a quienes das dignas para las personas más pobres instaló
se les puede considerar pertenecían a la clase me- a este movimiento guerrillero en la memoria e
dia, entraron en contacto con pequeños grupos sin- historia de Zipaquirá, para bien o para mal. Fue
dicalistas del municipio e iniciaron contactos con una acción concreta que desafió al establecimien-
los mandos del “eme”. Bajo su tutela, estos jóvenes to y que mostró la influencia que poseía este mo-
crea una célula urbana de esa guerrilla y así inician vimiento en el país.
su actuar (Salamanca, 2018).
El nombre del barrio, Bolívar 83, hace referencia,
Deslumbrados por las grandes hazañas de las por una parte, a Simón Bolívar, en cuyas ideas y
otras células del “eme”, estos jóvenes se unieron principios se fundamentaba el “eme”; y, por otra,
con aquellos que robaron la espada de Bolívar o al año en que fue fundado, 1983. El barrio está in-
se tomaron la embajada. Así, al mejor estilo del crustado en una de las colinas del noroccidente,
“eme”, siguieron los patrones de guerra urbana que tuvo que enfrentarse a un desalojo violento
de focos, pero sin tomar las armas aún. Durante por parte de la policía y luego soportar una ba-
los años de 1981 y 1982, iniciaron con asaltos a talla legal en la Gobernación del departamento
camiones de leche y víveres, robo de ganado, en- de Cundinamarca. Luego de varios meses, el te-
tre otras acciones. Estos recursos eran llevados rreno fue concedido a título propio a cada una
a los lugares más pobres del municipio, para re- de las 400 familias que lo habían ocupado. Una
partirlos entre sus habitantes. No obstante, esas vez titulado el terreno, se construyó la cerca, y la
acciones no los dejaba satisfechos, pues para guardia nocturna se prolongó por varios meses
ellos no era suficiente el impacto para mitigar (Londoño, 2011). Para ello se turnaban familias
las condiciones indignas en las que vivían estas enteras y, con el paso del tiempo, a las siete de
personas y que diariamente se veían excluidas y la mañana se izaba la bandera del M-19 bajo la
violentadas por el Estado. mirada complaciente de todos sus habitantes.

En 1983, Gustavo Petro, quien por aquella época La presencia de esta guerrilla no se resumió solo a
ya estaba instalado en el ambiente político repre- este acto. También se tiene registro de otros episo-
sentativo del gobierno municipal, haciendo las dios anteriores a la fundación del Bolívar 83, entre
veces de personero, decide junto a Pizarro, Wolf ellos la toma del matadero municipal. Se exigía
y Bustamante, acompañados de un gran núme- que este fuera trasladado a las afueras de la ciu-
ro de líderes comunales y sindicales del muni- dad, porque implicaba un riesgo sanitario para la
cipio, “armarse con picas, palas y almádenas población. Este hecho tuvo como consecuencia el
para construir las casas del Bolívar 83: abrieron lema “Palabra y acción”, que llevaba un periódi-
carreteras, levantaron las paredes con láminas de co municipal que circulaba en Zipaquirá y muni-
madera, cubrieron el piso de tierra de los ranchos cipios cercanos llamado “Carta al Pueblo”, en el
de las cuatrocientas familias que ocuparon el lote cual participaban cerca de 30 personas entre los
El Cedro”(Salamanca, 2018. párr. 17). Esta acción, jóvenes ya mencionados y sindicalistas de la re-
que en los libros de historia no figura como una gión; todos pertenecientes al M-19.
de las más grandes o de las que ocuparon las por-

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Cristian Camilo Ortega Londoño

Para el año de 1985, el movimiento insurgente en rían su salto a la vida política, con la Constituyente
Zipaquirá sufrió una fuerte represión militar; reda- de 1991. Hoy en día el M-19 aún se recuerda en Zi-
das, persecuciones y encarcelamientos debilitaron paquirá. Al recorrer las calles del municipio, aún se
considerablemente el accionar de sus miembros. pueden escuchar los relatos de muchos de sus mi-
Frente a esta situación y fieles a su doctrina, mu- litantes que sobrevivieron a la persecución militar.
chos de los líderes, entre ellos Petro, permanecie- Varios de ellos, a pesar de haber sido capturados y
ron en el municipio y en el Bolívar 83. Ese mismo encarcelados, decidieron volver a su Zipaquirá, en
año fue capturado, encarcelado y torturado du- donde echaron raíces y aún militan desde los es-
rante casi 2 años. Los otros líderes más visibles cenarios políticos. Esa participación incluye desde
del grupo se marcharon del municipio. Muchos el apoyo a las campañas de sus viejos amigos en la
de ellos tomaron las armas y se internaron en las carrera política, como en el caso de Petro y Navarro
selvas hasta el año 1989, cuando se inició el proce- Wolf; o simplemente dándoles consejos y todo su
so de paz con esta guerrilla. Posteriormente todos conocimiento a las nuevas organizaciones sociales
ellos se beneficiarían del armisticio firmado y da- emergentes del municipio.

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