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Conectivos y sus valores de verdad

1 - Negación.
Si p es una proposición, simbolizamos con ¬ p a su negocio. La negación es una operación unitaria que
se aplica a una proposición y tiene el efecto de revertir el valor de verdad. Esto es, si p es verdadera
entonces ¬ p es falsa, y si p es falsa entonces ¬ p es verdadera.

2 - Conjunción
La conjunción es un conectivo que permite formar proposiciones compuestas a partir de dos o más
proposiciones. Una conjunción de proposiciones es verdadera si y solo si cada una de ellas es
verdadera. Basta que un solo término de la conjunción sea falso para que toda la conjunción sea falsa.
En nuestro lenguaje natural, normalmente la conjunción se expresa por medio de la ’y’.
Por ejemplo, “Bs. As. tiene sierras y tiene costa al mar” es verdadera porque cada parte de la conjunción
es verdadera.
“San Luis tiene sierras y tiene costa al mar”, que es falsa pues San Luis no tiene costa marina.

3 - Disyunción
Existen dos operadores de disyunción: La disyunción excluyente y la disyunción inclusiva.
 La disyunción excluyente de dos proposiciones es verdadera si solo una de las proposiciones es
verdadera, y la indicamos con el símbolo .
 La disyunción inclusiva entre dos proposiciones es falsa solo si ambas proposiciones son falsas y se
indica con el símbolo .
En el lenguaje coloquial y en matemática es más frecuente el uso de la disyunción inclusiva, también
llamada el “o inclusivo”. A veces el contexto de una frase indica si la disyunción es excluyente.
Un ejemplo de disyunción inclusivo es: “Los alumnos de este curso son inteligentes o estudian
mucho”.
En este caso, los alumnos pueden cumplir cualquiera de los dos requisitos, o también cumplir los dos.
Pero por ejemplo, si en un restaurante con menú fijo se nos dice que tenemos como postre ’helado o
flan’ normalmente no significa que podamos pedir ambos, siendo en este caso la disyunción
excluyente.

4. Condicional.
Analizaremos los cuatro casos que se presentan en la tabla de verdad.
a) Antecedente y consecuente verdaderos.
En este caso parece evidente que el condicional “si p, entonces q” se evalúe como verdadero. Por
ejemplo, “Si estudio mucho, me canso” es una sentencia que se evalúa como verdadera en el caso de
que tanto el antecedente como el consecuente sean verdaderos.
Ahora bien, obsérvese que ha de evaluarse también como verdadero un condicional en el que no exista
una relación de causa entre el antecedente y el consecuente. Por ejemplo, el condicional “Si Aristóteles
fue un filósofo, entonces Gauss fue un matemático”

b) Antecedente verdadero y consecuente falso.


En este caso parece natural decir que el condicional se evalúa como falso. Por ejemplo, supongamos
que un político promete: “Si gano las elecciones, entonces bajaré los impuestos” Este condicional será
falso solo si ganando las elecciones, el político no baja los impuestos. A nadie se le ocurriría reprochar
al político que no ha bajado los impuestos si no ha ganado las elecciones.
Obsérvese que el hecho de que p sea verdadero y, sin embargo, q sea falso viene, en realidad, a refutar
la sentencia p → q, es decir la hace falsa.
c) Antecedente falso y consecuente verdadero.
Nuestro sentido común nos indica que el condicional p → q no es ni verdadero ni falso. Parece ilógico
preguntarse por la veracidad o falsedad de un condicional cuando la condición expresada por el
antecedente no se cumple. Sin embargo, esta respuesta del sentido común no nos sirve, estamos en
lógica binaria y todo ha de evaluarse bien como verdadero, bien como falso.
Podemos asegurar que el condicional no es falso, p → q es lo mismo que afirmar que “p es una condición
suficiente para q” es decir, p no es la única condición posible, por lo cual puede darse el caso de que q
sea verdadero siendo p falso. O sea, la falsedad del antecedente no hace falso al condicional y si no lo
hace falso, entonces lo hace verdadero. Por ejemplo, “Si estudio mucho, entonces me canso” ¿Qué
ocurriría si no estudio y, sin embargo, me cansara? Pues que la sentencia no sería invalida, ya que NO se
dice que no pueda haber otros motivos que me puedan producir cansancio.

d) Antecedente y consecuente falsos.


La situación es parecida a la anterior. La condición p no se verifica, es decir, es falsa, por lo que el
consecuente q puede ser tanto verdadero como falso y el condicional, al no ser falso, será verdadero.
Obsérvese, anecdóticamente, que es muy frecuente el uso de este condicional en el lenguaje coloquial,
cuando se quiere señalar que, ante un dislate, cualquier otro está justificado.
“Si vos sos programador, entonces yo soy Papá Noel”

Bicondicional
Una proposición bicondicional será verdadera si y sólo si ambas proposiciones tienen el mismo valor de
verdad. El bicondicional entre p y q se simboliza p ⇔ q y se lee p si y solo si q. El bicondicional p ⇔ q
puede pensarse también como la proposición compuesta(p ⇒ q) ∧ (q ⇒ p)
Ejemplo: “ Apruebo un parcial si y solo si la nota es mayor que 4”

Reglas de precedencia para los conectivos lógicos.

Utilizando los conectivos lógicos estamos en condiciones de formar proposiciones compuestas. Si no


tenemos el cuidado de hacer un uso adecuado de los paréntesis podremos formar expresiones que son
ambiguas e imposibles de interpretar. Por ejemplo p ⇒ p ∧ q ⇒ r puede ser interpretada como (p ⇒ (p
∧ q)) ⇒ r o como (p ⇒ p)∧(q ⇒ r), o también hay otras posibilidades. Por lo tanto estas expresiones no
son correctas y deben ser evitadas con un uso adecuado de paréntesis. Sin embargo, el exceso de
paréntesis suele generar expresiones largas y difíciles de leer y, por lo tanto, se han creado reglas para
eliminar algunos de ellos.
Estas reglas son llamadas reglas de prioridad o de precedencia. Generalmente cada conectivo tiene una
prioridad dada, y las conexiones con una prioridad más alta introducen una unión más fuerte que las
conexiones con una prioridad más baja.
El conectivo ¬ tiene la prioridad más alta. Por ejemplo, la proposición ¬p ∨ q debe ser entendida como
(¬p) ∨ q, y no como ¬(p ∨ q).
En el caso de los conectivos binarios el orden de prioridades, de mayor a menor, es ∧, ∨, ⇒ y ⇔.
Pese a que la prioridad de ∧ es mayor que la de ∨, suele no hacerse distinción entre ellos y escribir los
paréntesis correspondientes para evitar confusiones. Lo mismo puede decirse de la relación entre ⇒ y
⇔. Veamos ejemplos donde se aplica el uso de las prioridades: p ⇒ p ∧ q, debe ser interpretada como
p ⇒ (p ∧ q). La expresión p ∨ ¬r ⇔ p ∧ q, debe ser interpretada como (p ∨ (¬r)) ⇔ (p ∧ q).
Pese a estas reglas algunas expresiones requieren el uso de paréntesis. Por ejemplo, la expresión
p ⇒ p ∧ q ⇒ r es ambigua, y debe distinguirse si se trata de (p ⇒ (p ∧ q)) ⇒ r, o bien p ⇒ ((p ∧ q) ⇒ r).

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