Está en la página 1de 8

LA GÉNESIS DE "GAUDIUM ET SPES'

Mons. Marcos McGrath, c. s. c.

La gestación de la Constitución Gaudium et Spes requirió un verdadero cambio de mentalidad en muchos


Padres Conciliares. El autor del articulo, uno de los principales miembros de la Comisión encargada de su redac-
ción, nos describe lo que él mismo observó de cerca. Hablar del mundo y de los problemas de hay, ¿no era aban-
donar el método teológico y el enfoque doctrinal propio de un Concilio? ¿No era dejar lo eterno por lo transitorio?
Era ésta la dificultad más clara y conscientemente expresada. Pero había otras, del orden de las estructuras men-
tales y hábitos de pensar. ¿Cómo conjugar la afirmación de valores morales permanentes y de un orden jurídico
estable con ¡a movilidad de mi! "situaciones" imprevistas que caracteriza al mundo de hoy? La necesidad de hacerlo
se fue imponiendo a todos. Primero en asuntos más internos de ¡a Iglesia, como la Liturgia; luego en ¡a idea misma
de la Revelación divina, sobre la que los estudios bíblicos recientes arrojan nueva luz. Advirtieron así los Padres
conciliares que "cambiar" ¡a manera de proponer la doctrina no era abandonar el fondo mismo de la Palabra de
Dios; sino que, por el contrario, la fidelidad a la Revelación se oponía al inmobilismo en las formulaciones. De
allí brotó un nuevo enfoque del "mundo" en su relación con la Iglesia, y un nuevo lenguaje, del que la Constitución
Gaudium et Spes es el primer gran ensayo, después de las grandes encíclicas de luán XXIII.

La mayor parte de la publicidad que se dio a que la de cualquier otro documento conciliar en la
la Constitución Pastoral sobre "La Iglesia en el historia de la Iglesia; mayor aún que la producción
Mundo Hoy" durante su debate en el Concilio y total de cualquier otro Concilio, con la excepción
después de su publicación se concentró en un pe- del de Trento.
queño número de asuntos concretos discutidos en El estilo del documento es único. Tratándose
la segunda parte. Tal como dijo un Obispo inglés: de asuntos y circunstancias modernas, sus primeros
"la pildora y la bomba". borradores fueron redactados en francés, la lengua
moderna más común entre los Padres y expertos
Un documento único conciliares. Cuando sus autores elaboraron más tar-
de la versión latina, siguieron el sabio consejo del
Nadie duda de la urgencia de estos y otros Cardenal Bea: preocuparse ante todo de la claridad
asuntos concretos; y sin embargo el hecho de que y la inteligibilidad del texto más bien que de la
se haya concentrado la atención sobre ellos, ha dis- fraseología y vocabulario clásico latino, lo que Lle-
traído a muchos del significado más amplio y du- varía a menudo a paráfrasis muy largas. Así las ex-
radero de este peculiar documento conciliar. presiones fueron tomadas directamente las lenguas
Hay, en efecto, una peculiaridad que el lector modernas para describir situaciones e ideas mo-
atento debe descubrir si quiere apreciar Gaudium dernas.
et Spes. El documento se dirige a todos los hombres.
El documento es único en su longitud, mayor Ninguna Encíclica papal lo había hecho hasta Pa-
cem ¡n Terris del Papa [uan XXIII. Ningún Con- que exclusivamente doctrinal. Otros señalaban las
cilio tampoco lo hahía hecho en un documento de dos grandes Encíclicas sociales del Papa fuan y de-
principal importancia. fendían que sólo se lograría interesar al mundo co-
Eítos aspectos algo exteriores nos introducen menzando por los problemas que lo afectan; era
en la peculariedad más fundamental del documento. éste el único camino para apreciar sus problemas
y entrar cu diálogo con él: tal era —decían ellos—
Lln nuevo méiodo la finalidad evidente del documento propuesto.
Esta discusión, confusa y frustradora en ese
Nunca antes un Concilio había abordado Ínstame, fue enormemente útil. Por primera vez
los aspectos directamente temporales de la vida cris- todos vieron claramente la originalidad del Esque-
tiana de una manera tan extensa y sistemática. Y ma XIII, como se le llamó entonces por falta de
no fue tarea fácil comenzar a hacerb aun cuando otro título aceptado, (signo lie la ambigüedad que
los Padres del Concilio lo pedían con insistencia, ha- se mantuvo casi hasta el final). Había que proyec-
cia el fin de la primera sesión; ni siquiera después tar un nuevo método para este nuevo tipo de do-
que los siete cardenales del "Consejo de Coordi- cumento. Es este nuevo método, desarrollado y per-
nación" establecido por el Papa |uan antes del tér- feccionado muy lentamente, imperfecto aún en el
mino de esta primera sesión, instruyeron a la Co- últimu borrador de la Constitución, el que el lector
misión mixta (las Comisiones de la Doctrina y del debe captar si quiere interpretar bien dicha Cons-
Apostolado Laico que trabajaban juntas) para que titución y continuar el diálogo con el mundo que
lo hicieran, e indicaron las líneas generales que ella ha comenzado.
debía seguir este documento. Los tradicionalistas Subyacente a toda esta cuestión metodológica
miraban la propuesta con recelo y con cierto des- se hallaba la tremenda comprobación expresada por
dén jocoso. Pensaban seguramente que I05 asuntos varios Padres conciliares y resumida por el Obispo
temporales transitorios no eran dignos de un Con- Monseñor Guano al presentar el Esquema XIII para
cilio. Aún los así llamados teólogos progresistas, su discusión al comienzo de la tercera sesión del
que se ocupaban por entonces en pulir brillante- Concilio: muchas de las tendencias más vitales de
mente la nueva visión de la Iglesia en la constitu- la civilización y cultura moderna eran o bien hos-
ción dogmática Lumen Gentium se rebelaban con- tiles (comunismo) o bien fundamentalmente indi-
tra todo lo que pudiera parecer una consideración ferentes para con la Iglesia y por cierto para con
empírica del mundo. Insistían en que el Concilio cualquier perspectiva religiosa. El primer título
debía proceder de acuerdo con el método teológico asignado al nuevo esquema, "la presencia activa de
aceptado, lo que significaba partir de los principios la Iglesia en el mundo", manifestaba esta inquietud.
de la revelación, que derivan de las normas de la
fe y de la moral, aun para el orden temporal. Aun-
que la comisión mixta compuesta por más de 40 De la inmovilidad al "cambio progresivo*'
Obispos y un gran número de expertos dedicó a Además de muchas otras razones históricas,
este Esquema parte de dos largas reuniones entre la científicas o filosóficas para este estado de cosas,
primera y la segunda sesión del Concilio, no pudo la culpa se debía en parte a cierto "moralismo" y
sin embargo llegar a ningún resultado satisfactorio. '"juridicismo" con los cuales la Iglesia a través de
El Consejo de Presidencia establecido por el Papa sus representantes enfocaba a menudo los problemas
Paulo VI al comienzo de la segunda sesión rechazó del mundo. "Moralismo", en este contexto, signi-
los borradores propuestos. La razón era obvia. En ficaría la tendencia a juzgar las situaciones huma-
una tumultuosa discusión entre los miembros y ex- nas y sociales de acuerdo cun principios morales
pertos de la Comisión mixta en noviembre de 1965 abstractos, sin la preocupación suficiente de verifi-
se hizo evidente que la singularidad de! documento car estos principios por medio de un constante re-
pesaba aún sobre la comisión. Mientras una mino- torno a las fuentes de la Revelación, de manera que
ría mostraba un marcado desinterés por el docu- los principios y su formulación quedaban dema-
mento, los oíros se hallaban profundamente dividi- siado encuadrados en esquemas de pensamientos y
dos acerca del enfoque que habría que darle. Al- en situaciones no vigentes. "Moralismo" significa
gunos argumentaban con gran fuerza por un enfo- también una insuficiente investigación de las nuevas
"circunstancias morales.", es decir en las dimensio- con la expresión literaria que exigen los métodos ac-
nes presentes de los problemas humanos y sociales tuales. Una cosa es el depósito mismo de la Fe, e;
decir, las verdades que contiene nucsira venerada doc-
estudiados en sí mismos, antes de pasar a la apli- trina, y otra la manera cómo se expresa; y de ello lia
cación de juicios morales. Esta suerte de moralismo de tenerse gran cuenta, con paciencia, si Fuese noce-
a priori conducía por si mismo fácilmente a la for- süi'iü, ateniéndose a las normas y exigencias de un ma-
mulación de posiciones superficialmente estableci- gisterio de carácter prevalcruemente pastora!.'
das, inflexibles e incuestionables. Se hablaba de
"juridicismo" y "leealismo" para describir esta in-
movilidad de las posiciones de la Iglesia en materia
de fe y moral. Hay que entender bien esle punto,
no sea que la crítica católica caiga demasiado fá-
cilmente en el exceso opuesto de un relativismo o
de una "etica de situación" que sacrificaría los ver-
daderos principios de la revelación y la doctrina
tradicional y definida.
Kl problema del "cambio progresivo" —sea en
la fe y moral, sea en la disciplina y la pastoral—
afectó profundamente cada uno de los debates con-
ciliares. De acuerdo con la invitación del Papa
Juan, los obispos se habían reunido "para promo-
ver e incrementar la fe católica y una saludable
renovación de las costumbres del pueblo cristiano, La referencia a "la manera de investigar y de
y asimismo para adaptar la disciplina eclesiástica proponer la doctrina" que "requieren nuestros tiem-
a las necesidades de nuestro tiempo".' "Aggiorna- pos" es un punto importante y decidor. Se le po-
mentó" significa cambiar para adaptarse. ¿Pero dría utilizar tal vez para justificar un descuido de
cambiar qué? ¿Y en qué medida? ¿Y según qué las fórmulas filosóficas tradicionales usadas por los
normas? grandes Concilios del pasado en sus definiciones de
En su discurso inaugural, el Papa Juan pro- doctrinas fundamentales. Paulo VI advirtió del pe-
puso que el Concilio no gastara su tiempo en con- ligro en uno de sus discursos al Concilio. La cons-
denar los errores del momento, los que se conde- titución pastoral sobre ia Iglesia en el Mundo de
naban a sí mismos, sino más bien procurara ayudar Hoy, en e! capítulo sobre la cultura de la segunda
al hombre moderno en sus preguntas, con la gracia parte, repite los elementos básicos y más generales
y la doctrina de Nuestro Señor, Tocó aquí una de la afirmación del Papa Juan:
nota que afectaría una buena parte de la discusión
futura: Pur otra parte, los teólogos, guardando los métodos
y !;•.:- exigencias de la ciencia sagrada, están invitados
Si la tarca principal del Concilio Fuera discutir uno a buscar siempre un modo más apropiado de comuni-
u otro artículo de la doctrina fundamental de la Igle- car sus conocimientos a ios hombres de su época: por-
sia, repitiendo con mayor difusión la enseñanza de los que una cosa es el depósito mismo de la Fe —o sea
Padres y teólogos antiguos y modernos, que suponemos sus verdades—, y otra cosa es el modo de formularlas,
conocéis y que tenéis présenle en vuestro espíritu, para conservando el mismo contenido.'
esto no era necesario un Concilio. Sin embargo, de la
adhesión renovada, serena y tranquila, a todas las ense- El penúltimo borrador de este capítulo pide
ñanzas de la Iglesia, en su integridad, trasmitidas con
a los teólogos que miren con mayor atención en
la precisión de términos y conceptos que es gloria par-
ticularmente de los Concilios de Tremo y del Vatica- sus propios trabajos hacia los métodos de investi-
no I, el espíritu cristiano, católico y apostólico de todos gación y de exposición desarrollados en nuestro
espera que se dé un paso adelante hacia una penetra- tiempo. Esto dio lugar a un largo debate de la Co-
ción doctrinal y una formación de las conciencias que misión mixta. Se debía llegar a una decisión cuan-
esté en correspondencia más perfecta con la fidelidad
do quedaban sólo unos pocos días para la promul-
a la auténtica doctrina, estudiando ésta y poniéndola
en conformidad con los métodos de la investigación y
1
• Discurso del i i octubre 1963. N"" 14.
Enticlica Ad Peirt Caihedrum. 29 junio 1959. • Gaudiwn el Spts, Ns 62.

497
gación de esta Constitución y para el fin del Con- El derrumbe del muro del latín afectó profun-
cilio. Algunos temían todavía que la referencia pu- damente al Concilio. Probó la posibilidad de que
diera ser interpretada en un sentido contrario al algunas cosas cambiaran; hizo evidente lo deseable
sistema y a la terminología de ¡as formulaciones tra- que era el que también cambiaran otras. La intro-
dicionales de la doctrina. Hallándose incapaz para ducción de la lengua vernacular fue sólo una me-
aquietar este temor, la Comisión decidió omitir la dida disciplinaria. Sin embargo había detrás de ella
referencia directa a los métodos de investigación y firmes principios teológicos que se armonizaban ad-
de exposición. Sin embargo, todo este número (62) mirablemente con la experiencia de la liturgia. El
de la Constitución está lleno de referencias al acer- ejercicio pleno del sacerdocio común de los seglares
camiento de la teología con las diversas manifes- requería su participación inteligente en la liturgia.
taciones de la ciencia y de la cultura de hoy: un Los "signos" de la liturgia, entre los cuales se en-
acercamiento que se presenta como necesario y ven- cuentra la lengua litúrgica, pierden su valor propio
tajoso para ambos. si dejan de "significar", es decir si ya no son com-
prensibles para aquellos a quienes se dirigen. Estos
principios establecían la necesidad de una variedad
La liturgia y adaptabilidad de la liturgia —de edad en edad,
El primer punto que se presentó a los Padres y de lugar en lugar—.
conciliares para que aplicaran el "cambio progre- Una parte de la oposición contra la lengua ver-
sivo" fue por cierto la liturgia. Era el campo en nacular provenía del miedo de un cambio incontro-
que se reconocía con más claridad la necesidad de lado que pudiera terminar en un caos. Este miedo
un aggiornamento pastoral. Fue una elección afor- no carecía completamente de fundamento. No sería
tunada. El "signo de contradicción" fue la autori- y no ha sido fácil combinar la necesidad de alguna
zación de la lengua vernacular, —sobre este solo experimentación con la necesidad de mantener la
punto se pronunciaron más de 80 discursos en el autoridad y la unidad orgánica en materias que to-
Aula Conciliar. Al comienzo del debate, un impor- can tan de cerca a la misión divina de la Iglesia.
tante miembro de la Curia se refirió a los que pro- Los más competentes expositores de la reforma li-
ponían la lengua vernacular, tratándolos de "nova- túrgica fueron los primeros en reconocer la necesi-
tores"— término reservado en los círculos teológi- dad de un control jerárquico de las innovaciones;
cos para designar a los primeros reformadores pro- y este control quedó consignado claramente en la
testantes. Lo hizo con la evidente confianza de que Constitución de la liturgia. Pero permanece el he-
el baluarte del latín no podía ni debía caer. Es pro- cho, como lo escribió Newman, que "vivir es cam-
bable que la mayoría de los obispos, al comienzo biar, y que haber vivido mucho es haber cambiado
del Concilio pensaban lo mismo. Pero cuando fue- mucho". Si el cambio imptica riesgo, ciertamente
ron oyendo uno tras otro los testimonios que venían el mayor de los riesgos es resistir a todo cambio.
de todas partes del mundo, su opinión y su dispo- Serta falso decir que ésta ha sido la actitud de la
sición cambiaron. Se hizo de pronto evidente que Iglesia o de la Santa Sede hasta antes del Concilio
la "participación activa" de los creyentes —finali- —especialmente en el campo litúrgico, donde desde
dad declarada de la reforma litúrgica— era real- el tiempo de Pío XII en adelante han sido intro-
mente imposible si la mayoría no podía entender lo ducidos cambios notables. Sin embargo, ta atmós-
que estaban diciendo o lo que se les estaba diciendo fera de cambios y de experimentación que era ne-
en la liturgia. Los muros de la oposición comen- cesaria para el "aggiornamento" total del Concilio
zaron a derrumbarse. El Papa Juan había dicho: planteó los serios problemas de un adecuado con-
"Por la primera vez en la historia los Padres con- trol jerárquico.
ciliares pertenecen en realidad a todos los pueblos
y naciones, cada uno de ellos trae la contribución
de su inteligencia y de su experiencia . . . " Así su- La Revelación
cedió en efecto con la experiencia pastoral de la
La discusión acerca de las fuentes o la fuente
liturgia.4
de la Revelación trasladó trágicamente el problema
del cambio hacia el área más sagrada de la doctri-
* Radiomensaje al mundo, 11 septiembre 1962. na: la Revelación. La necesidad del cambio no

498
era aquí evidente. Es cierto que la mayoría de mar que estas verdades están contenidas como tales
los Padres conciliares, poco versados en las finuras (explícita o implícitamente) en la Revelación, en-
de los problemas teológicos, fueron a] principio es- tonces habría que decir que estas verdades estaban
pectadores asombrados del debate que se desarro- ya en la Tradición Apostólica. A muchos, y espe-
llaba delante de ellos. Ellos también durante su cialmente a los protestantes, les podría parecer com-
tiempo de seminario habían estudiado la tesis (cf. pletamente incomprensible y gratuito el asignar esas
por ej. Tanquerey, Synopsis Theologiac Dogma tkac. verdades a aquella Tradición. Esta era la preocupa-
T. I. N1? 1071) que interpretaba a! Primer Concilio ción de todos los líderes ecuménicos en el Concilio.
Vaticano (cf. Dz., 1788) en el sentido explícito de Pero había algo más fundamental: los princi-
"dos fuentes de Revelación", es decir, la Escritura pales escrituristas entre los Padres del Concilio y
y la Tradición. Estas tesis habían llegado a ser de sus teólogos señalaban que la formulación del pro-
hecho, en la mentalidad popular aun de los clérigos. blema era insostenible. La revelación de la Sagrada
la marca distintiva de la posición católica frente a Escritura no nos llega, decían una y otra vez, como
la posición protestante acerca de la Revelación. Pero una serie de proposiciones aisladas, a las que se pu-
a medida que la discusión continuaba en el aula diera aplicar el análisis de la lógica escolástica del
conciliar y que los obispos gastaban sus horas libres "quomodo continetur"; aplicar este análisis seria
oyendo conferencias y leyendo monografías sobre el violentar la Escritura.
tema, comenzaron a darse cuenta de que algo cam- Los resultados de esta discusión son bien co-
biaba. El retorno a las fuentes, especialmente a la nocidos. No se resolvió el problema principal. Fren-
Escritura misma, había producido en los más vigo- te a los muchos argumentos aducidos, la gran ma-
rosos sectores de la teología católica una manera yoría del Concilio representada por ambas tendencias
diferente de presentar el antiguo problema del pro- juzgó que et punto no estaba aún suficientemente
greso doctrinal. Los reformadores protestantes ha- maduro. Un Concilio debe proponer sólo lo que es
bían acusado a la Iglesia romana de alterar la reve- aceptado en la Iglesia claramente como doctrina
lación de la Escritura. La Iglesia y sus teólogos du- común.
rante siglos habían respondido a esta acusación de Pero el documento final sobre la "Divina Reve-
varias maneras. Básicamente, afirmaban todos que lación" muestra el efeclo de este debate. La Reve-
la Escritura requería interpretación. Había que leer- lación escrita y oral, que había sido presentada en
la a la luz de la Tradición apostólica, que es tam- el esquema anterior como una comunicación inte-
bién Revelación; y a la luz de la Tradición de la lectual de verdades, es ahora expuesta más amplia-
Iglesia constituida por su autoridad de Magisterio mente como la "historia de la salvación" dada a
a lo largo de los siglos. Sin embargo, ¿cómo conec- conocer al hombre progresivamente "por hechos y
tar dogmas definidos recientemente, por ejemplo la palabras íntimamente trabados entro sí, de suerte
Inmaculada Concepción, con la Revelación? Estos que las obras llevadas a cabo por Dios en la his-
dogmas deben encontrarse de alguna manera allí. toria de la salvación manifiestan y corroboran la
Pero, ¿cómo? y ¿dónde? Sin entrar en las finuras doctrina y las cosas significadas por las palabras, y
de este complicado débale, es obvio que la formu- las palabras proclaman las obras y esclarecen el
lación del problema en la mayoría de los manuales, misterio en aquéllas contenido"5.
especialmente desde la renovación de la neo-esco- Este enfoque más existencia] del hecho y de la
lástica que comenzó alrededor de 1840, había sido comunicación de la revelación abrió el camino para
realizada de manera escolástica: "Quomodo una ve- una descripción positiva del progreso doctrinal, la
rilas in alia continetur?" (¿cómo se contiene una primera que se encuentra en un documento Conci-
verdad en otra?). De ahí el esfuerzo hecho para liar \ La afirmación fue simple y ciara:
comparar las doctrinas definidas, tal como son ahora
Esta tradición, que viene de los apóstoles, progresa
formuladas en la Iglesia, con la Escritura, para de- en la Iglesia bajo la asistencia del Espíritu Santo, como
cidir si se las encuentra reveladas como tal en la
Escritura, en caso de que se descubra que ellas es- s Cap, I, N? 2.
• El párrafu de la Constitución dogmática del Concilio Vaticano t
tán allí contenidas formalmente (explíeila o implí- sobre la Fe católica L-S esencialmente negativo; ptme un limite
a las posibilidades de prugrtso riiKrtrinal. Tal es el sentido
citamente) o virtualmcnte. Si la Iglesia debiera, obvio del canon de Vicente de Lerjiís cilado por el Concilio,
y tal es el sentido que el Concilio leniu manifiestamente en.
pues, definirlas como dogmas, lo que significa afir- mente. Cf. M. .McOrath, The Vatican CouncU'.1; Teaching on thc
Evoiution of Dogma, Roma, 1957.
quiero que crece la inteligencia ¡o mismo de las cosas rigido hacia "la plenitud de la verdad divina". El
que de las palabras transmitidas, ora por la contem- mismo documento recalca la necesidad de que este
plación y estudio de los creyentes que las meditan en
su corazón (cf. Le. 2. 19.51), ora por la ¡nlima inte-
movimiento hacia adelante sea constantemente veri-
ligcndLi que experimentan de los cosas espirituales, ura ficado por un retorno a las fuentes de la revelación,
por la predicación de quienes, a par de la sucesión del sobre todo la Escritura que es "el alma de la Sagra-
episcopado, recibieron el carisma cierío de \u verdad. da Teología" *. Se urge a los exégetas y "otros es-
Ls decir, que la Iglesia, en el correr de los siglos, tiende tudiosos de la sagrada teología" a que continúen su
a la plenitud de la verdad divina hasta que en ella se
consumen las palabras de Dius.'
tarea de investigación "bajo la vigilancia del sagrado
magisterio" y con lealtad para con el ''sentido de
la Iglesia".
Se presenta la fe como una respuesta activa de
los creyentes, bajo la acción del Espíritu Santo, "lo
mismo a las cosas que a las palabras transmitidas*". Irradiación sobre el Concilio entero
El "sensus fidelium" (el sentido de la fe en todos Mientras el debate acerca del texto sobre la
los creyentes) aparece como el factor importante de Revelación manifestaba la necesidad de un progre-
esta respuesta (a través del estudio, de la contem- so en la comprensión que la Iglesia tiene de ia Pa-
plación, de la inclinación afectiva y de la experien- labra de Dios, los Padres Conciliares trabajaban en
cia espiritual); y, bajo la guía del magisterio auto- infundir el mismo espíritu en los diversos "esque-
rizado de la Iglesia, él conduce hacia "la plenitud mas" que les habían sido sometidos. El Cardenal
de la verdad divina". Suencns tuvo una intervención decisiva hacia el fi-
nal de la primera sesión conciliar. En ella sugirió
Lo inmutable y lo variable en la Iglesia que se considerara a la Iglesia en una doble pers-
pectiva: ad extra y ad intra ', es decir, en su rela-
Nos hemos demorado tal vez demasiado en es-
ción con el mundo y en su vida interna propia.
tas consideraciones. Pero son esenciales para enten-
Esta distinción proveyó a todo el debate futuro del
der el método desarrollado en el "Esquema XIII".
doble punto de referencia que necesitaría. Sirvió
El hecho de! cambio disciplinario y pastoral se
para determinar cuáles entre los "esquemas" pro-
hizo sentir primero fuertemente en la liturgia. Llegó
puestos anteriormente debían ser discutidos primero.
a ser evidente que estos cambios eran exigidos no
Y no sólo eso. Sirvió también para señalar el espí-
sólo por motivos prácticos sino también por pode-
ritu y el método con que había que abordarlos. El
rosos principios teológicos. Durante la primera gran
Concilio encaró el problema de adapíar la Iglesia
discusión acerca de "la fuente de la revelación", se
a su tarea en el mundo del presente: de ahí la
cayó en la cuenta que los avances en la teología re-
necesidad de considerar este mundo con atención.
querían que se recurriera con más cautela a los en-
Sin embargo, plenamente consciente de que la Igle-
foques ofrecidos por los manuales teológicos usados
sia es una sociedad "dada por Dios" y no puramen-
comúnmente en las generaciones recién pasadas: y
te "hecha por los hombres", el Concilio "volvió a
esto aún cuando estos manuales escolares trataban
las fuentes" para adquirir una conciencia aun más
de algunas cuestiones fundaméntalos de teología.
clara de su misión enraizada en la Trinidad y diri-
Todo esto comenzó a separar a los ojos de los gida hacia la parusía en y por el Señor.
Padres conciliares lo que era inmutable en la vida
y doctrina de la Iglesia de lo que debía cambiar De esta manera las Constituciones acerca de la
para permanecer vivo y fuerte. El texto de la Cons- Iglesia y acerca de la Iglesia en el mundo de hoy
titución Dogmática Dei Vcrbum citado más arriba aparecieron cada vez con más claridad como los dos
establecía por primera vez el valor positivo del cam- polos del Concilio. Por la misma razón, la consti-
bio en la doctrina y en la teología. "Cambio" no tución dogmática sobre la Iglesia refleja a cada ins-
puede significar aquí abandono de la revelación. Por tante una aguda conciencia del pueblo, las ideas,
el contrario, se refiere a una comprensión cada vez los movimientos y los problemas del mundo de
mayor adquirida progresivamente en la Iglesia y por > Cf. Cap. VI, N- 24.
ella, bajo el magisterio. De ahí que fidelidad doc- ' Es interésame nuLar que Juan XXIII había descrito la finali-
dad del Concilio tle La misma mancia y hasla en los mismos
trinal no significa inmovilidad, sino dinamismo di- términos en su Mensaje al mutidu del II de septiembre de 1962.
o sea un mes antes de que principiara el Concilio. Asimismo,
en el aula conciliar dos de los más Íntimos colaboradores del
Papa, los cardenales Lc-Tcaru y Monrini *c levamaiun pronta-
Cunsmuciún Dci Verbum, V mente en defensa de la proposición ilel Cardenal Suener.s.

500
hoy "¡ y, por otra pane, la constitución pastoral documento iban enfocándose gradualmente —y que
acerca Je la Iglesia en el mundo de hoy contiene era muy difícil acelerar este proceso.
dos partes principales, la primera sobre todo doctri-
nal, la segunda más pastoral, pero ambas ensam- Un enfoque nuevo: empírico-teológico
bladas en un bloque compacto. Así lo expresó la
Esta maduración graduat del [Esquema Xilí
nota explicativa de la Comisión: "Se llama Cons-
en el espíritu del Concilio se manifiesta en varios
titución "pastoral" porque, apoyada en principios
doctrinales, quiere expresar la actitud de la Iglesia fenómenos. Los diversos documentos que tocaban
ante el mundo y el hombre contemporáneos. J'or aspectos del orden temporal promulgados anies del
ello, ni en la primera parte falta intención pastoral, Esquema XIII o con poca referencia a él (por ejem-
ni en la segunda, intención doctrinal"; "aunque plo, los decretos subre los Medios de Comunicación
consta de dos partes —agrega la Comisión—, tiene Social y sobre la Educación Cristiana), aunque ac-
intrínseca unidad" (unum quid tamen eílicii) ". tualizados en algunos aspectos, sin embargo no par-
ticipan fundamentalmente en el enfoque del Es-
Estas consideraciones nos remiten a la origina-
quema XIII. De la misma manera, la edición final
lidad del Esquema XIII. Pero ella aparece en una
del documento, muy mejorada con respecto a todos
nueva perspectiva. La originalidad de este docu-
los borradores anteriores, es aún desigual y no com-
mento no es un elemento aislado del Concilio. Su
pletamente coherente. Todos los que trabajaron de
terreno de cultivo fue el corazón mismo del Conci-
lio. El Arzobispo Mons. Garrone haría nolar en cerca en el texto podrían demostrar el hecho con
una conferencia de prensa que tuvo cuandu la Cons- varios ejemplos concreto*. Pero se nota especial-
titución estuvo lista para su votación final, que éste mente en un punto: el enfoque a la vez empírico y
es el documento conciliar que logra con más pre- teológico de los asuntos temporales que había sido
cisión lo que el Papa Juan deseaba del Concilio; establecido como el método general de la Constitu-
de hecho se podría decir que "es ei único esquema ción, no logra definirse completamente en los capí-
expresamente deseado por Juan XXIII". Y conti- tulos de la segunda parte que tratan de algunas
nuaba: áreas específicas de lo temporal como la cultura, el
orden socio-económico, etc. Cada capítulo comienza
"Es la prolongación de la Constitución Lumen Gurt- con una rápida descripción de la situación concreta
lium sobre la Iglesia y d hecho de colocar a la Iglesia
del área en discusión, imitando así el método ge-
en situación de diálogo, realista y verdadero con el
mundo constituye todo un éxito. En Lumen Gentium neral del esquema; pero la transición hacia la apli-
!a Iglesia se preparó a hablar con el mundo. Se hace cación de juicios morales y doctrinales es a menudo
cada vez más evidente que el camino recorrido entre difícil y algo incómoda.
Lumen Gentium y esta Constitución os el que va de Quizás convenga que definamos ahora antes de
la preparación para !a acción a la misma acción".
terminar lo que entendemos por este "método ge-
neral": es decir, el enfoque a la vez empírico y teo-
Habría sido imposible llevar a cabo el Esque- lógico. La sesión de noviembre de 1963 de la Co-
ma al comenzar el Concilio. Aun cuando ya se ha- misión plenaria mixta planteó el problema. ¿Debía
bía encomendado oficialmente su redacción, no ad- comenzar el esquema por una descripción concreta
quirió su Forma propia sino lentamente. En realidad del mundo, o más bien por una proclamación de
creció junto con el Concilio. Los miembros de la los principios de fe de los que se derivaría la acti-
Comisión mixta responsable de su redacción, espe- tud de la iglesia frente a los problemas temporales?
cialmente los más activos, eran bien conscientes del El Papa Juan había hablado a menudo de la
hecho. Casi al final de la última semana de traba- novedad de tantas situaciones e ideas que requerían
jo hubieran deseado más tiempo: no tanto por la una adaptación en la misma estructura de la Igle-
enormidad de un trabajo para el que disponían de sia, si ella quería llegar al mundo, sanarlo, ayu-
sólo unas cuantas semanas, sino porque se daban darlo.11 Hemos visto ya cómo el debate conciliar
cuenta que el espíritu, el método y el contenido del recalcó el hecho de un mundo nuevo lleno de nue-
vas situaciones. La vastedad misma de este mundo,
Ptir ejemplo: la U'ulugia pastoral de la culcpialidad; de los
! undamentos bíblicos, .n \n altura di1 IL¿S csluctfos bíblicas ac-
tuales ; ÍIÍ1 la fipiritiKiliJütl |y:cíi] y Í!C tin efcctíVg ^pustolado Cf. por eícmplo, su Epístola Apostólica del 2S ik abrí! W82,
de los laicos: de la "autonomía" tío tu* laicos en el tjn-p'i V> 9; ÍU Undiomcnsajc al mundo. I! ícpticmbre l « íl. N- I y
temporal: del ecumenismo. W; y por CÍLT:I> SU discurso inaugura!, 11 octubre l .i62.

501
representado por primera vez en un Concilio de la Esto es lo que he llamado tal vez de manera poco
Iglesia, provocó la creación de una sub-comisión apta el enfoque empírico. Nosotros los obispos, sa-
especial encargada de asegurar, mediante consultas cerdotes y jefes laicos activos hemos sentido desde
hechas a los obispos y expertos del mundo "no - mucho tiempo la necesidad de este enfoque cada
europeo", que el Esquema XII [ no limitaría su vi- vez que hemos debido encarar al mundo de hoy
sión a] conocido mundo europeo. Los líderes del para una decisión pastoral auténtica. Esto explica
ecumenismo en el Concilio acentuaron la necesidad el gran valor del trabajo de nuestros sociólogos re-
de escuchar a nuestros ''hermanos separados", de ligiosos para los esfuerzos pastorales de hoy. No
tratar de entender lo que ellos estaban diciendo a se disminuye con esto la importancia de nuestro es-
su manera, a menudo tan diferente de nuestro len- fuerzo propiamente teológico, de nuesiro retorno
guaje teológico habitual, y de expresar nuestras constante a las fuentes de la revelación, de nuestra
creencias de un modo que fuera lo más compren- preocupación cuidadosa por la corrección de la doc-
sible que se pudiera para ellos. El Papa Paulo ha- trina, guiados por el magisterio de la Iglesia.
bló, en su discurso inaugural al comienzo de la
segunda sesión el 29 de septiembre de 1963, acerca Hacía el "aggiornamento" pastoral
del puente que hay que echar hacia el mundo. El
Obispo Mons. Guano, al presentar el Esquema XUI El Concilio reconoció la necesidad de este mis-
a la Tercera Sesión del Concilio, insistió en que un mo enfoque para su gran aggiornamenlo pastoral.
abismo separa a la Iglesia del mundo de hoy, con El Papa Juan deseaba un concilio pastoral. En los
el fin de aclarar la importancia de este esquema textos arriba citados de su discurso inaugural el
como puente, o, en términos más usuales, como ins- había señalado la dirección de este enfoque que par-
trumento de diálogo. El mismo Papa Paulo elaboró tió de la Constitución dogmática sobre la Iglesia y
esta noción de diálogo en su encíclica Ecclesiam se desarrolló decididamente en la Constitución pas-
Suatn. Subrayó lo que los líderes del ecumenismo toral sobre la Iglesia en el mundo de hoy.
habían ya señalado como indispensable para el diá- El nudo de todo el problema es la importancia
logo entre cristianos, es decir, la necesidad de escu- de la religión cristiana para el orden temporal. El
char y de entender el pensamiento y las necesida- Corazón de la Constitución sobre la Iglesia en el
des del mundo. mundo de hoy es el capítulo III de la 1* Parte
donde se discute audazmente esta importancia, M
Todo esto ayudó a aclarar la necesidad de en- redactar este capítulo, la Comisión se negó explí-
tender los problemas temporales en sus dimensiones citamente a adoptar la explicación o posición de
propias si la iglesia quería dialogar sobre ellos. Era cualquier teólogo católico, por muy competente o
una "captalio benevolenliac" necesaria. Resultaba popular que fuera. Procuró expresar claramente la
fundamental para poder apreciar de manera genui- fe común de la Iglesia, basada en la Revelación.
na los problemas humanos y sociales sobre los cua- Es la primera vez que un Concilio pisó este campo
les se debía proyectar la luz del Evangelio. Más de la hoy llamada "teología do los valores terres-
fundamentalmente aún: era necesario para poder tres". En la medida en que la Iglesia camine "ha-
captar con exactitud la obra de Dios en la creación: cia la plenitud de la verdad divina" este capítulo
y esto no sólo en el comienzo de las cosas, sino tam- será desarrollado por muchos pensadores cristianos
bién en su "aquí y ahora", y en la figura del mun- y su mensaje se hará más explícito en la conciencia
do que cambia rápidamente al dirigirse hacia el de la Iglesia. Pero se comenzó bien la tarea.
futuro.
La Constitución es muy modesta en su conclu-
La "exposición introductoria" del Esquema sión. Reconoce que no ha hecho sino comenzar
XIII dio el tono. La referencia hecha al comenzar esta nueva forma de diálogo con el mundo de hoy,
cada capítulo de la segunda parle y aún de la parte y hace un llamado para que en todas partes los
primera o "doctrinal" del esquema al estado actual creyentes lo lleven adelante, bajo la guía de sus
de las ideas y situaciones, desarrolla esta noción. pastores.

502

También podría gustarte