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El

Ayuno,
y el
correcto
manejo
del Dinero.
MATEO 6:16-18, LUCAS 12:32-34
AYUNO (Mt. 6:16-18)
▪ Es abstinencia de alimento por un tiempo
determinado.
▪ Ayunar es también abstenerse de gratificar
cualquier apetito físico. Puede ser
voluntario o involuntario (Hch. 27:33, 2Co.
11:27).
En el Nuevo Testamento se asocia con el
duelo y la oración (Mt. 9:14-15, Lc. 2:37, Hch.
14:23).
En estos pasajes el ayuno acompañó a la oración
como reconocimiento del intenso deseo de
discernir la voluntad de Dios.

Debemos decir que el ayuno no tiene valor


alguno por lo que respecta a la salvación.
Tampoco le da a un cristiano una posición
especial delante de Dios (ej. Lc. 18:12-14).

Sin embargo, cuando un cristiano ayuna en


secreto como ejercicio espiritual, Dios lo
contempla y le da su recompensa.
El ayuno puede ayudar en la vida de oración, al
quitar el embotamiento y la somnolencia;
aunque no está ordenado en el Nuevo
Testamento, se alienta a ello por la promesa de
recompensa.

El ayuno es valioso en tiempo de crisis, cuando


se quiere discernir la voluntad de Dios y para
impulsar la autodisciplina.

El ayuno es algo que debe darse entre la persona


y Dios y debería hacerse solo con el deseo de
agradarle a Él.
Pierde todo el valor si se impone desde fuera o
se exhibe con un motivo erróneo.

No se conoce ningún ejemplo de ayuno entre los


patriarcas, ni existe ningún mandato en el
Pentateuco acerca del ayuno, salvo el ejemplo
de Moisés en el Sinaí, donde estuvo 40 días y 40
noches sin comer pan ni beber agua (Ex. 24:18,
Dt. 9:9).

Sin embargo, todo parece indicar que su práctica


es inmemorial, practicada por los hebreos y
compartida por otros pueblos y religiones,
lo que lo coloca como una costumbre
eminentemente religiosa.
Ejemplos de Ayuno
en el Antiguo Testamento (Ju. 20:26-27, Is. 7:6)

En Jueces, el ayuno está ligado a la


oración. En 1 samuel, el ayuno lo vemos
en una actitud de contrición,
arrepentimiento y confesión. En 2 Samuel
12:15-20, encontramos el ayuno como un
acto de dependencia de Dios.
En 1 Re. 21:27, el ayuno es utilizado como una
expresión de gran duelo. En 2Sa. 1:12, lamento
y duelo por la muerte de Saul.

En Dn. 1:18, encontramos a Daniel buscando a


Dios en oración, ruego y cilicio. En Dn. 9:3,
encontramos a Daniel afligido por espacio de 3
semanas, cuando no comió manjar delicado.

Ester pidió que ayunaran por ella y ella misma


ayunó anterior a una decisión difícil y peligrosa
(Est. 4:16).
Ante el descarrío del pueblo, el profeta Joel
recomendó la conversión a Dios con ayuno, lloro
y lamento (Joel. 2:12).

Ejemplos de Ayuno
en el Nuevo Testamento

El Señor Jesús no ordenó que se ayunara, sino


que daba por sentado que sus seguidores lo
harían (Mt. 9:14-15).

Es significativo, que la iglesia de Antioquía,


formada mayormente por gentiles, practicaba
el ayuno, y en medio de esta actividad el
Espíritu Santo ordenó el inicio de lo que sería
la gran obra misionera del apóstol Pablo
(Hch. 13:1-2).

Pero lo más importante es el ejemplo de Jesús


mismo, que ayunó 40 días y 40 noches (Mt.
4:2); por esa razón, el ayuno ha sido siempre
una práctica de la mayoría de creyentes.

La práctica del ayuno no está exenta de


peligros. Se puede caer en el mero formalismo,
es decir, en hacerlo solo ritualmente, sin
acompañamiento de un espíritu humillado y
buscador de justicia.

Por eso Dios decía: “En el día de vuestro ayuno,


buscáis vuestro propio gusto y oprimís a todos
vuestros trabajadores” (Is. 58:13).

O se hace por competir con otros: “Para contienda y


debates ayunáis” (Is. 58:4); o por exhibicionismo,
como lo hacían los fariseos: “Demudan sus rostros
para mostrar a los hombres que ayunan” (Mt. 6:16).
MATEO 6:19-21, LUCAS 12:32-34
La sección de los versos de
Mateo 6, del 19 al 34 tratan
de la actitud que debe
tomarse respecto al uso de
los bienes materiales de este
mundo.
Estos pasajes contienen algunas de las enseñanzas
mas revolucionarias de Jesús y también de las mas
descuidadas. El tema es como encontrar seguridad
para el futuro.

Cuando Jesús dice: “No hagáis tesoros en la tierra”,


está con ello indicando que no hay seguridad en las
cosas materiales.

Cualquier tipo de tesoro material sobre la tierra,


puede o bien ser destruido por los elementos de la
naturaleza (polilla u orín), o ser robado por
ladrones.
Jesús nos dice que las únicas inversiones no sujetas
a pérdidas son los tesoros en el cielo.

Esta política financiera tan radical se basa en el


principio subyacente de que “donde esta tu tesoro,
allí estará también tu corazón”.

Tanto en Lucas como en Mateo, esta expresión nos


deja saber que generalmente no se puede poseer
las riquezas sin confiar en ellas; por eso a la luz del
pasaje de Lucas 12:32-14, Jesús inicia diciendo a sus
discípulos (manada pequeña) que aunque los envía
en medio de lobos (un mundo no amistoso)
no deben temer, porque lo que Dios tiene
para ellos es tan honroso y glorioso, que no
deben preocuparse por el camino que van a
recorrer.

Ellos están destinados a heredar el reino, por


lo tanto, en lugar de acumular posesiones
materiales y planear para el tiempo futuro,
deben invertir en la obra del Señor y su
inversión estará segura en los cielos.
MATEO 6:22-23
Aquí Jesús uso la analogía del ojo humano
para enseñar una lección acerca dela
percepción espiritual; dijo que “el ojo es la
lampara del cuerpo”.

Es por medio del ojo que el cuerpo recibe


iluminación y puede ver; así, si tu ojo es sano,
todo tu cuerpo queda inundado de luz, pero
si tu ojo es maligno, entonces la visión queda
dañada; en lugar de luz, lo que hay es
tinieblas.
▪ La palabra cuerpo se refiere a la
persona.
▪ El ojo malo se usaba como imagen
de la envidia o la avaricia.
▪ El ojo bueno, por tanto, puede
representar aquí a las personas
generosas en relación con el tema
global de los versículos del 19 al 34
de Mateo 6.
La aplicación es esta:

El ojo sano pertenece a las personas que tienen


motivos puros, que tienen un deseo sencillo por
los interese de Dios y están dispuestos a aceptar
literalmente las enseñanzas de Cristo.

Toda su vida está llena de luz. Cree las palabras


de Jesús, abandona las riquezas terrenales,
guarda su tesoro en el cielo y sabe que esta es
su única y verdadera seguridad.
En cambio, el ojo maligno pertenece a las
personas que están tratando de vivir dos
mundos; no quieren soltar sus tesoros
terrenales, pero quieren también tesoros en el
cielo. Las enseñanzas de Jesús les parecen
impracticables e imposibles. Carecen de una
guía clara porque están llenos de tinieblas.

Jesús añade la declaración de que “si la luz que


hay en ti es tinieblas ¿cuan grandes no serán las
tinieblas mismas?”
En otras palabras, si tu sabes que
Cristo te prohíbe confiar en tesoros
terrenales, y sin embargo, confías en
ellos, entonces la enseñanza que has
dejado de obedecer se transforma en
tinieblas; una forma muy intensa de
ceguera espiritual, pues no puedes ver
las riquezas en su verdadera
perspectiva.
Riqueza representa un
poder personificado
que gobierna al mundo.
La imposibilidad de vivir para Dios y las
riquezas se expresa aquí en temimos de
señores (verso 24).
“Nadie puede servir a dos señores”
(Mt. 6:24); inevitablemente uno tendrá el
primer lugar en el corazón para la lealtad y la
obediencia.

CONCLUSIÓN

No debemos interpretar las enseñanzas de


Jesús con otra interpretación que no sea la
que Él quiso dar. Las enseñanzas de Jesús se
obedecen.

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