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12 PASOS HACIA EL PERDÓN.

Mateo 11:28-30
Dios no puede cambiar nuestro pasado, pero si nos libra del dolor innecesario que traen
aquellos episodios que nos lastimaron y crearon traumas; transforma nuestro dolor en un
propósito aquí en la tierra, llevar su Palabra, la Palabra de la reconciliación (2 Corintios 5:18-
21). No podemos llevar un mensaje de reconciliación si nosotros mismos no hemos logrado
reconciliarnos con aquellos que nos han lastimado. Este es el yugo ligero que Cristo nos
promete, su humildad y su perdón.

Paso 1. Pide al señor que te revele a que personas tienes que perdonar. Luego escribe sus
nombres en una hoja

Paso 2. Reconoce el daño y el odio. Mientras escribes la lista escribe específicamente por
aquello que los perdonas (rechazo, falta de amor, injusticia, abuso físico, psicológico,
emocional, sexual, traición, abandono, entre otras). Y escribe lo que eso te hizo sentir. No
sepultes tus emociones, a Dios le interesan y al entregárselas estas abriéndote al perdón y a la
sanación que Dios nos otorga. Eso es perdonar de corazón.

Paso 3. Compre el significado de la Cruz. Hebreos 10:10

Paso 4. Decide que llevaras la carga del pecado de cada persona. Gálatas 6:1-2; Proverbios
17:9; Lucas 6:27-34. Esto significa que no buscaras venganza en un futuro, ni que toleres el
pecado, ni que te niegues a testificar en un tribunal de justicia

Paso 5. Decide perdonar. Nuestra preocupación principal no debe ser qué pase con esa
persona en un futuro sino lo que pasa con nosotros que es recibir el perdón y la libertad del
dolor innecesario. Hazlo hoy, aunque no tengas deseos, los sentimientos de perdón vendrán
después.

Paso 6. Presenta tu lista a Dios y ora de la siguiente manera:


“Perdono a ____nombre de la lista___ por ____lista de ofensas____”
Por ejemplo: “Perdono a Fulanito de Tal por el dolor que me causó al abandonarme cuando era
niño porque eso me hizo sentir poco valorado, que no era nadie y vació de amor”
No pases a la siguiente persona de la lista hasta que hayas sacado todo el dolor recordado
cada dolor. Si has sentido amargura puedes apoyarte de un amigo de confianza o consejero
para que te ayude en el proceso. No digas “quiero perdonar de esta manera o Señor ayúdame
a perdonar de esta manera”, eso sería eludir la responsabilidad y decisión de perdonar

Paso 7. Destruye la lista. Ahora eres libre. No le digas a los ofensores lo que hiciste. La
necesidad de perdón es solo un asunto entre tú y Dios. Tu libertad en Cristo no depende de
terceros
Paso 8. No esperes que tu decisión de perdonar lleve a grandes cambios importantes en la otra
persona, más bien ora por ellos (Mateo 5:44) para que también encuentren su libertad de
perdonar (2 Corintios 2:7)
Paso 9. Trata de entender a las personas que has perdonado, pero no lo excuses, frases como
“perdono a mi padre porque sé que realmente no quería lastimarme” es tratar de excusar a la
persona y de eludir el dolor y la necesidad de perdonar de corazón.

Paso 10. Espera resultados positivos del perdón e, ti. Con el tiempo pensaras en esas personas
sin que te causen dolor o las emociones primarias, si por alguna razón esas emociones surgen
no te preocupes y da gracias a Dios por su amor, se perdón y provisión, no vuelvas a las viejas
costumbres cuando sentías ese dolor.

Paso 11. Da gracias a Dios por las lecciones aprendidas y la madurez alcanzada como
resultado de las ofensas y por su decisión de perdonar a los ofensores (Romanos 8:28-29)

Paso 12. Acepta la parte de culpa que te corresponde por las ofensas sufridas. Confiesa tu falta
ante Dios y los demás (1 Juan 1:9) y comprende que, si hay alguien que tiene algo contra ti
debes ir ante esa persona y reconciliarte (Mateo 5:23-26)

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