Las novelas fantásticas son un género literario que se caracteriza por incluir elementos

sobrenaturales, mágicos o irreales en un entorno que, por lo demás, es similar al mundo real.
Estas obras suelen explorar temas como la magia, lo paranormal, lo inexplicable y lo
desconocido.

Algunas características comunes de las novelas fantásticas son la presencia de seres fantásticos
(como dragones, hadas, vampiros), la existencia de mundos alternativos o paralelos, la
introducción de elementos mágicos o poderes sobrenaturales, y la mezcla de lo real con lo
irreal de forma coherente dentro de la trama.

El origen de las novelas fantásticas se remonta a la antigüedad, con ejemplos tempranos en

mitos y leyendas de diversas culturas. Sin embargo, el género tal como lo conocemos hoy en
día se consolidó en el siglo XIX con autores como Edgar Allan Poe, Mary Shelley y H.P. Lovecraft,
quienes exploraron temas oscuros y sobrenaturales en sus obras.

A lo largo de la historia, las novelas fantásticas han evolucionado y se han diversificado,

abarcando subgéneros como la fantasía épica, la ciencia ficción, el terror sobrenatural y el
realismo mágico. Hoy en día, las novelas fantásticas siguen siendo populares entre lectores de
todas las edades y continúan explorando nuevos horizontes en la literatura.