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bod Bboy en tise Cc xo) G Sergio Aguirre “Una hormiga sola no podria considerarse aque tiene algo especitico en su mente. ‘evi hormigas juntas, rodeando una pres parecerian tener una idea en comdin. Pero recign cuando se ve Ia sombra de miles cle hormigascubriendo el suelo del bosque, es cuando se puede pereibir ala Basia.” Lewis Thomas Ecce eee Flan sentence fata iT ten eae Ee Ec manera ces pe ae een ee Snel cree Peet eee er ree eae eae Braet as micro saludando a los que partian, pero no Js vela por ningiin lado. ;Adonde se habia metida Cerraron la puerta del émnibus. [Recien cuando se puso en movimiento y se alejaba de la plataforma, Omar vio que alguien pegaba saltitos con el brazo en alto. Le parcei gue era st! mamd, porque esa mujer tambign, tenia una campera azul Levaneé la mano para saludar, pero el omni bus ya giraba y esa mujer desapareeio de su La tin Poli vivin en Obispo Trejo, en un ‘campo que habia comprado cuando regress a (Cérdobsa, Nadie desu familia la habia visitado, hhasta ahora. Al padre de Omar se le ocurris: «que su hijo podia pasar sus vacaciones con ella ‘Su madre no estaba segurs. Hlacia algunas noches haban discutido fuer te. Ella deeia que no era una buena idea que fuse solo. El insistia que a esa edad él pasaba remporadas en el campo desu abuelo, y que era algo natural, saludable. Dijeron orras cosas que no aleanz6 a escuchar ‘También Omar se sencia taro al ise de «casa, le vacaciones, solo, Todo eso lo habia pues: 0 ur poco nereiovo, Pero no quiso demostrarlo. Y shors, en ol dmnibiss, records una cosa que su padre habia dicho aquella noche: “No puede pasarle nada”. Oe ee ren Pridtcherenaneetinens Ei Te ino bre as amare Roce pioneer te mer pence eater Tes a ai Caron reese ee Arriba el ciclo se habia despejado en parte, pero unas nubes poderosas amenasaban mis uvia, Algo habia salid mal? ;Por qué st tia no estaba ahi? Decidlis cranquilizarse, pensar en otra cosa, en la tia, que vendria de un momento a otto. A la tia Poli la habia visto una sola ves, cuando era chico, en el velorio del abuelo, La reconlaba linda, con el pelo largo, mis owen, {que su mami y las otras tias, ydistinea. Esa tarde lo habia abrazado y le habla dicho que se podia llevar adentro a los que queremos. Que lo Unico que hacian los muertos era dejar de estar afuera. Su mam, en cambio, le dijo que el abuelo se habia ido al cielo, ¥ que tent que ser fuerte La madee de Omar nunca se habia llevado ‘muy bien con la tia Poli. Aungue eran herma- ‘nas, eran totalmente diferentes, ‘Omar habia escuchado que cuando la tia era joven se hizo hippie. Entonces decia que todos estaban equivocados, que In vida tenia que vivirse de ogra maners, yt dia se fe de Ja casa. Su madre le conts que el abuclo Hard ala policia y la trajeron, pero que alos dos dias te fue de nuevo, vva no valvis. Con los afios se supo que abla vivide en una colonia de indios imapuches, en el sur. que habia aprendido a tabricar inserumentos musicales, ¥ que habia trabaiado nara una fundacton que protedt *Y vino para enterrarse en ese campo, mis sola que un perro”, dijo su mama una vez En exe momento vio que se acercaba un sully tirado por un caballo marrén. Arriba vena sana mujer. ‘Omar se queds quieto. Habian pasado aftos desde que la habia visto, pero esta mujer no se ‘parecia ast tia Poi, Sin embargo el sulky era lo “unico que se movia a esa hora en Obispo Trejo, ‘en direccion a él, y lla estaba sonrigndole Omar! ‘Como llevaba un sombrero, atada con un. pafuelo, Omar no vela bien su rostro, Pero. ‘esa mujer era gorda, y estaba seguro de que su tia era delgada. El caballo se deruvo y resoplo. “Disculpame la demoral Espero no haberte preocupado... ~exclamé ella mientras se bajaba, del sulky con dificulead. Entonces se acered vy despues de mirarlo un instante, dijo: Mid que estis grande! Y lo abrazs. No era como la recordaba, poro era ella | oaaaarner epee Re, dle un campo, el tinico en Ia zona que habia conservado ef monte, Los ofros campos eran sembradios y todos tenian un nombre: “EL Fuertecito”, “La Deseada”, “Los Sauces”. ‘Tambien el de lata: “El Refugio” Desde el portéin de entrada hasta la casa habia que atravesar un largo tramo de hula, rodeada de monte espeso. ‘Cuando se bajaron del sulky, apareci6 un perro negro moviendo la cola. Era un perro flaco, bastante feo, pew a Omar le parecié lindo. El es Roberto —adijo la tia Poli mientras bojaba una pila de cartones de huevos vacios—. Vive conmigo desde el ano pasado. Lo deja- ron tirado en el medio de la ruta, Gente desaprensiva.. El perro llamadlo Robert comenz® a olf. tear a Omar, que pensaba en esa palabra que rnunea habia escuchado: desaprensea. {Novedades durante mi ausencia, Roberto? El perro la mio y corr a su lado mientras ella caminaba hacia la casa. La tia caminaba aro, como en puntas de pie. La casa era muy sencilla, y Omar se quedé mirando el techo. Parecia de tierra, Incluso vio que algunas plantas nacfan de él {Tia el tocho es de tierra? —De adobe ~aclard la tia — Toda la casa es dle adobe. ¥ mira al norte, como la del hornero “Ajo en tono de broma.— Tiene sala y tiene alcoba...-y se eché eit. ‘Aun costado habia dos construcciones, mis pequefias, yun galponcito que parecta la casi- ta del caballo. También vio un aljibe, érboles fucales y, mis ala, el gallineco y una hurts, rodeada por tejido. Del otro lado se veia un. gran algarrobo, y debajo an horno de barro y ‘una mesa de madera (Omar escuchaba un bramido, an sonido, dle motor, en algtin lado: ~iQué es ese ruido? Es el generador —dlijo ella sefialando a un costado de la huerta. Pero alli Omar no vel nada.— Esta en un pozo, adentro de un eajdn, para que no moleste iQue le parece la visita, Roberto? le pre- sguntd la tia al perro mientras abr la puerta — van a hacer amigos? ‘A Omar le guscab la wor de su ti, Ia forma, 1e tenia de hablar. Le parseia graciosa, No 33, graciosa Entraron a la casa Un rico aroma a comida sorprendié a Omar fambién le llamé la atencién Ia cantidad de dros y adornos que habla. Vio dos abjetos ‘madera y tani en darse cuenta de que eran, paras, Nunca habla visto Limparas con as formas. Veni, vamos ala cocina —alij ella, a cocina era bastante grande. Una hilera eacharros y urensilios pendia sobre una ‘mesada de piedra. Y en Iigar de una pileta bia un fuenedn de laa. Algo hervia en una ‘olla negra. Estoy preparando una cena especial para ‘esta noche, como bienvenida —dijo la tla, y menciond el nombre de una comida total- ‘mente desconocida para Otnar Ah! ;Qué cansada... Vent, charlemos un atito ~ella se desplomo sobre una sll Omar no sabia de qué hablar con la cia, pero no hizo falta, porque ella empexs a contarle que una vez conoelo a un indio que ‘cuando estaba cansado se sentaba sobre una piedra un rato largo, y al levantarse dec ‘que ahora era la piedra la que estaba cansa- ca, no él Indio loco! ~aljo,y lanz6 una carcajada. La ia eenia tna linda risa. Omar se sorprendié rigndose, también, No sabia si por el indio © por la rsa de lati. ‘Después ella le conté que fabricaba lim paras de madera que se vendian en la capital ‘Pero estoy harta de hacer siempre las mis- ‘mas, Ahora que ests ack me podria dar ann ideas, inventar formas nuevas, te gustaria En ese momento Omar pensé que no iba a extrafiar su casa. Que no tha a extranar para nada, ;Querés conocer tu cuarto? —le pregunts ata ‘Su cuarto era pegueno. La cama tenia un. acolchada rojo y verde, tejido por los indios seguramente, pens Oma Este lugar es tuyo. Aci nadie te va a molestar [La ta volvié a la cocina, Omar se sento en la cama y observé la habitacion. Reeién nota. ba que el piso era de ladrillos. Entonees vio una hormiga. Estaba sola. Iba y venta, como sise hubiese rpenlido, Pero en ese momento a Omar no le Tamé la atencién. No le Tamé la atencion en absoluto, Esse Denon eer cutee yitenioe ar ae cee i cea eee Paine ey Be Falco cere eee Isha liar tone oi putes Peni Sites onesie pa eS Aunque a veces el abajo era mucho, Omar peteibia que Ia tia Poli no se qucjaba, siempre Fnacia las cosas con ganas. Desde el primer dia lo incluyt en Tos queba- ceres diarios, las cosas més simples, al princi pio: tender las camas, barrer el piso de In cas, sacar agua del aljibe para mantener lleno el fuueneén en la cocina, el bebedero del eabullo la buta del perro Roberto, “Aungue en su casa Omar protestaba cuan do le pedian que bieiera cualquier cosa, ayudar ala tia Poli lo entretenia, le gustaba. Un momento especial del dia era cuando. hacia de comer. A la verdura ln cortaban fresco, de la huerta, yal pan lo amasaba ella misma tuna vee a la semana, Y mientras el pan estaba, cen el horn, seguia amasando para hacer ralla- ines, que después secaba al so [La tia Pol ponia mucho énfasis en la comida Mientras su mama se preocupaba por estar dlelgada, ala tia no le importabe para nada ser ona. La tarde del segundo dia conversaban en la ‘cocina mientras la tia molia mais en un mor teri. Omar estaba sentado al lad de la ver pa. Desde alli podia ver, a pocos metros, un Arbol seco, "muerto de viejo”, dijo la tia. Pero ‘Omar a miraba a ella, que le contaba de un ‘eoioto en el sur, cuando wvia en un pueblito 'ycon sus habicantes armaron tin condén huma- para proteger el bosque, Una empresa lo teria talar. Hubo gritos y amenazas hasta que tun momento se dio la orden de que las iquinas avanzaran, seguros de que ellos se ina correr antes de ser aplastados. Pero no jeeron. Aunque ya tenian Ins maquinas cima, se quedaron quietos, pegados uno unto al otto. Y las maguinas, fnalmente, se suvieron cuando estaban a solo diez centi- ros de sus cuerpos, Diez centimetros, En momento del relato, Omar percibid tn ovimiento, afters. El debol, que antes ste rmuerto, parecia leno de hojas agitindose, menos de cinco minutos se habia lenado paijaros ‘Mint, ea! La ela se asoms,y dijo: son lasses, Ennonees tomé el morrero con sus dos manos slid. Comenai a esparcir el maiz en la tierra y mn-un breve alboroto los pajaros bajaron a smer cubriendo ahora el suelo y dejando el -bol nuevanente desndo, —sAparecieron todos juntos! “ite Omar a vés de la ventana. ~Saben que es la hora sCémo saben? Seri por la lus, un reloj interno... no sé Valli estaban todos esos paiaros de diferen- tamanos v colores, comiendo, uno junto al o sin molestarse

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