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LLUVIA ÁCIDA

La lluvia ácida es producida por la contaminación atmosférica cuando los gases


procedentes de la quema de combustibles reaccionan con el oxígeno del aire y el vapor de agua y
se transforman en ácidos que transporta la lluvia.
El concepto de lluvia ácida engloba cualquier forma de precipitación que presente elevadas
concentraciones de ácido sulfúrico y nítrico. También puede mostrarse en forma de nieve, niebla y
partículas de material seco que se posan sobre la Tierra. Pero, ¿por qué se forma esta lluvia
ácida?
La capa vegetal en descomposición y los volcanes en erupción, como el volcán de La
Palma, liberan algunos químicos a la atmósfera que pueden originar lluvia ácida, pero la mayor
parte de estas precipitaciones son el resultado de la acción humana. El mayor culpable de este
fenómeno es la quema de combustibles fósiles procedentes de plantas de carbón generadoras de
electricidad, las fábricas y los tubos de escape de los automóviles.
Cuando el ser humano quema combustibles fósiles, libera dióxido de azufre (SO2) y óxidos de
nitrógeno (NOx) a la atmósfera. Estos gases químicos reaccionan con el agua, el oxígeno y otras
sustancias para formar soluciones diluidas de ácido nítrico y sulfúrico. Los vientos propagan estas
soluciones acídicas en la atmósfera a través de cientos de kilómetros. Cuando la lluvia ácida
alcanza la Tierra, fluye a través de la superficie mezclada con el agua residual y entra en los
acuíferos y suelos de cultivo.

CÓMO REDUCIR LAS EMISIONES DE LOS CONTAMINANTES?

La única forma de luchar contra la lluvia ácida es reducir las emisiones de los
contaminantes que la originan. Esto significa disminuir el consumo de combustibles fósiles. Muchos
gobiernos han intentando frenar las emisiones mediante la limpieza de chimeneas industriales y la
promoción de combustibles alternativos. Estos esfuerzos han obtenido resultados ambivalentes. Si
pudiéramos detener la lluvia ácida hoy mismo, tendrían que transcurrir muchos años para que los
terribles efectos que genera desaparecieran.
Apostar por la movilidad eléctrica, reducir el nivel máximo de azufre en los combustibles e
impulsar las energías limpias son algunas de las líneas de acción que pueden mitigar la
contaminación industrial.
El hombre puede prevenir la lluvia ácida mediante el ahorro de energía. Cuanta menos
electricidad se consuma en los hogares, menos químicos emitirán las centrales. Los automóviles
también consumen ingentes cantidades de combustible fósil, por lo que los motoristas pueden
reducir las emisiones nocivas al usar el transporte público, vehículos con alta ocupación, bicicletas
o caminar siempre que sea posible.

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