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Luis Ramiro Barragán Morfín nació el 9 de marzo de 1902 en Guadalajara, Jalisco. Sus
padres fueron Juan José Barragán Estrada y María de los Ángeles Morfín, matrimonio
católico y de buena capacidad económica que tuvo siete hijos, contando al arquitecto
mexicano.
Vivían en el Barrio de Santa Mónica de la ciudad tapatía y tenían una hacienda familiar
en el campo, lugar en el que pasaban las vacaciones y algunas temporadas y donde Luis
Barragán comenzó a admirar y guardar recuerdos de la naturaleza, algo que se ve
reflejado en sus obras.
Cinco años más tarde, en 1940, Barragán decidió darle un giro a su estilo y a sus
actividades y comenzó a primar su interés por la arquitectura del paisaje. Para seguir
sus intenciones, compró un terreno de más tres mil metros cuadrados en la zona de
Tacubaya para poder trabajar en su propio estilo. En 1943 construyó su primera
vivienda, hoy conocida como Casa Ortega. En ese espacio diseñó un gran jardín,
constituido por terrazas y donde estaba latente la intención de hacer parecer que las
edificaciones cortas eran parte de la naturaleza que crecía de forma abundante.
En 1945, junto con José Alberto y Luis Bustamante, compraron un gran terreno en el
sur de la ciudad, colindante con los predios de la Ciudad Universitaria. Ahí
desarrollaron el proyecto de urbanización llamado Jardines del Pedregal de San Ángel
en el que buscaron aprovechar el suelo y paisaje volcánico de la zona.
Dos años más tarde, vendió una parte de su propiedad en Tacubaya para construir lo
que sería su obra más representativa: la casa en la viviría por cuarenta años. En la casa
ubicada en los números 12 y 14 de la calle General Francisco Ramírez, Barragán se
alejó de las modas arquitectónicas para dar forma a su propio lenguaje.
El agua, los jardines, los colores, la altura, la sobriedad y el juego de luces, naturales y
artificiales, pasan a formar parte del sello de Luis Barragán.
Este sello comenzaría a ser parte del paisaje arquitectónico de la Ciudad de México,
Guadalajara así como en jardines de diversos lugares como el Conjunto Residencial
Las Arboledas y los jardines del Hotel Pierre Marques en Acapulco.
Otros proyectos fueron las Torres de Satélite, que diseñó junto a Mathias Goeritz y
Los Clubes, que incluye la Cuadra San Cristóbal, la Casa Egerstrom y la Fuente de los
Amantes, destinados al adiestramiento de caballos pura sangre.
En 1976 proyectó la Casa Gilardi, uno de sus últimos proyectos que vio terminado por
completo. Ese mismo año, el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) le dedicó
una exposición que lo colocó en la fama internacional. En el 79 realizó otra de sus
obras conocidas, el Faro del Comercio de Monterrey.
En 1980 recibió el máximo reconocimiento otorgado a un arquitecto a nivel mundial, el
Pritzker, considerado como el Nobel de Arquitectura, siendo el único mexicano con esa
distinción hasta ahora y uno de los dos latinoamericanos que lo han recibido, junto a
Oscar Niemeyer, de nacionalidad brasileña.