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Clase 2: Derechos Gremiales.

Vamos a volver al art. 14 bis de la Constitución Nacional, que en su segundo

párrafo alude a los derechos gremiales. La OIT (Organización Internacional

del Trabajo, organismo perteneciente a la Organización de las Naciones

Unidas, que ya estudiaremos con más detenimiento), mediante diferentes

documentos fue estableciendo garantías a los fines de la defensa de los

derechos colectivos y los límites a las cláusulas del contrato individual de

trabajo. Distintas encíclicas papales han hecho referencias a los derechos

gremiales: así en la Quadragesimo Anno del Papa Pio XI (1931), se destaca

la enunciación del principio de subsidiaridad del Estado, según el cual éste

debe intervenir tanto en la vida económica y social, como en el mundo

laboral sea por sí o a través de las asociaciones o grupos intermedios. La

Constitución Pastoral Gaudium et Spes del Concilio Vaticano II (1965)

dentro de los temas laborales como condiciones de trabajo y el descanso, la

participación de las empresas, y los conflictos del trabajo, son tratados como

responsabilidad social de los titulares del capital, y el de respetar el derecho

de los trabajadores a formar sus propias asociaciones gremiales en defensa

de sus derechos, en la medida que éstas sean representativas y se respeten

las libertades de la humana. Los conflictos deben ser resueltos de manera


pacífica y la huelga puede utilizarse como último recurso, en base a

exigencias justas de los trabajadores. En la encíclica Laboren Exercens del

Papa Juan Pablo II (1981), (ver Anexo I) se resume la postura de la iglesia

frente a la “cuestión social”, se manifiesta que los Sindicatos juegan un

papel principal en la medida en que sean representativos, y contribuyan

como un factor constructivo del orden social y un ejemplo de solidaridad.

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