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Se lo denomina “pronto pago real”, se trata de una facultad legal otorgada, en una quiebra no
así en un concurso preventivo, a acreedores titulares de créditos con garantía real para que
puedan, mediante su instrumentación, obtener rápidamente la liquidación del bien gravado,
sin necesidad de esperar a la liquidación general de los bienes en la quiebra y al cobro de sus
acreencias en el momento legal oportuno, es decir, luego de aprobado el proyecto de
distribución final, como el resto de los acreedores (salvo acreedores laborales).
Por lo que se los autoriza a ciertos acreedores según el art. 126 que puedan reclamar en
cualquier tiempo el pago de sus créditos mediante la realización de la cosa sobre la que
recae el privilegio.
Pero para poder vender el bien asiento del privilegio, rápido y separadamente, del resto de la
masa activa falencial, deben promover un concurso especial, que tramita por vía incidental.
Legitimados
1. El titular del crédito con garantía hipotecaria, prendaria, común o con registros y
warrant
2. Titular de debentures con garantía especial
3. Titular de obligaciones negociables con garantía especial.
4. Titular de hipoteca aeronáutica o naval.
Trámite
El Síndico puede requerir autorización al juez para pagar íntegramente el crédito prendario o
hipotecario ejecutado por el acreedor con fondos líquidos existentes en expediente, cuando la
conservación del bien importe un beneficio evidente para los acreedores.
A tales fines puede autorizársele a constituir otra garantía o disponer la venta de otros bienes.
El acreedor preferente omitido que no requiere su inclusión dentro de los 10 días de publicado
el primer edicto, no tiene preferencia sino después de los mencionados en la planilla y hasta el
producido liquido de la enajenación.
Producida la enajenación se realizará en los términos del 205 inc. 9. Dentro del plazo de 20
días, desde la notificación de la resolución definitiva que apruebe la adjudicación, el oferente
debe pagar el precio, depositando el importe…
El síndico practicará un informe haciendo constar:
- La participación proporcional que cada uno de los bienes con privilegio especial
han tenido en relación con el precio obtenido
- Y el valor probable de realización de los mismos en forma individual en
condiciones de mercado.
De dicho informe se correrá vista a los interesados por el término de 5 días a fin de
que formulen las oposiciones, pudiendo ofrecer prueba respecto del valor de
realización de los bienes asiento de la hipoteca, prenda o privilegio especial.
Vencido dicho plazo y sustanciada la prueba si la hubiere el juez resolverá asignando
valor a la participación de los bienes asiento del privilegio en el precio obtenido.
La resolución es apelable; el recurso en ningún caso obstará a la adjudicación y entrega
de los bienes vendidos.
En caso que resulte conveniente para la mejor realización de los bienes, el síndico puede
proponer que los gravados u otros que determine, se vendan en subasta, separadamente del
conjunto. El juez decide por resolución fundada.
Igualmente, puede optar por desinteresar a los acreedores privilegiados con fondos del
concurso o con los que se obtengan de quien desee subrogarse al acreedor, y prestar su
conformidad con la transferencia, con autorización judicial.
El crédito de los trabajadores como en el concurso goza de una amplia protección, tanto desde
el punto de vista temporal a través del pronto pago como cualitativo contando con un doble
privilegio especial y general.
Privilegio
El crédito del trabajador por remuneraciones debidas al trabajador por 6 meses y los
provenientes por indemnización por accidentes de trabajo, antigüedad o despido, falta de
preaviso y fondo de desempleo, tiene privilegio especial sobre mercaderías, materia prima y
maquinarias que siendo de propiedad del concurso se encuentren en el establecimiento donde
haya prestado sus servicios o que sirvan para su explotación.
Y los créditos por remuneraciones y subsidios familiares debidos al trabajador por 6 meses y
los provenientes por indemnizaciones de accidente de trabajo, por antigüedad o despido y por
falta de preaviso, vacaciones y sueldo anual complementario, los importes por fondo de
desempleo y cualquier otro derivado de la relación laboral; y los intereses por el plazo de dos
años contados a partir de la mora, gozan de privilegio general.
Intereses
En el marco de una quiebra, rige el art. 183 dispone esta norma que los créditos privilegiados
laborales (arts. 241, inciso 2°, y 246, inciso 1° LCQ), incorporados al pasivo falencial se pagarán
de inmediato:
Con los primeros fondos que se recauden o con el producido de los bienes sobre los
cuales recae el privilegio especial
Con reserva de las sumas para atender créditos preferentes (reserva de gastos, otros
créditos con privilegio especial, los gastos de conservación y justicia respectos de los
créditos laborales con privilegio general).
De ese modo, constituye un gran beneficio temporal para los extrabajadores de la fallida en el
cobro de esos créditos, puesto que no tendrán que esperar a que culminen el resto de las
liquidaciones, como el proceso de aprobación del proyecto de distribución final, el que, en las
mayorías de la quiebra tiene grandes demoras.
Contratos de trabajo
Se trata de una suspensión legal, distinta de las suspensiones por falta de trabajo o fuerza
mayor que regula la Legislación del Trabajo. Se basa en una imposición de la ley, por lo que no
resultará necesario notificar al trabajador sino a través de los edictos generales como tampoco
indicarle la causa del distracto.
Ahora bien, en caso de continuidad de la explotación de la empresa, para una eventual venta
en marcha de la misma, el contrato de trabajo se reconduce parcialmente y el trabajador
tendrá derecho de solicitar la verificación de los rubros indemnizatorios devengados.
Así mismo, el art. 198 establece 3 posibles causales por las que el contrato de trabajo se
disuelve en el supuesto planteado anteriormente:
a) por despido efectuado por el síndico pasado el plazo de elección del personal (art. 197
LCQ)
b) por el cierre de la empresa por la resolución judicial de interrumpir la continuación de
la explotación, basada en el déficit de la misma;
c) por la adquisición de la empresa o unidad productiva donde el dependiente trabajaba
por un tercero.
Una vez resuelta la continuación de la explotación (art. 191), la ley otorga al síndico:
La facultad de elegir el personal que continuará prestando servicios durante su
duración.
Tiene un plazo perentorio de 10 días corridos, dentro de los cuales los contratos están
suspendidos
Resolviéndose -retroactivamente a fecha de quiebra- aquellos que no sean
reconducidos por el síndico.
Esta subsistencia de los contratos de trabajo producto de la continuación de la explotación,
genera la obligación de abonar las remuneraciones en los plazos legales, sin necesidad de
verificación (ya que estos empleados lo son de la quiebra y no del fallido).