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La dedicación de infantes o niños pequeños

Cuando los padres o tutores hayan pasado adelante con el niño (o niños), el
ministro dirá:
“Entonces le fueron presentados unos niños
para que pusiera las manos sobre ellos y orara; pero los discípulos
los reprendieron. Entonces Jesús dijo: ‘Dejen a los niños venir a
mí y no se lo impidan, porque de ellos es el reino de los cielos’”
(Mateo 19:13–14).

Al presentar a este(a) niño(a) para que sea dedicado(a) no sólo


indican su fe en la religión cristiana, sino también su deseo de que
él (ella) conozca y siga la voluntad de Dios en su temprana edad,
que viva y muera cristianamente, y que llegue a la felicidad
perdurable.

Para lograr este fin santo será su deber como padres (tutores)
enseñarle a temer a Dios en su temprana edad; vigilar su
educación para que no se extravíe; dirigir su mente juvenil a las
Sagradas Escrituras y sus pies al templo; refrenarlo(a) en cuanto a
malas compañías y costumbres; y hasta donde sea posible,
criarlo(a) en las enseñanzas y amonestaciones del Señor.

¿Se esforzarán a hacerlo con la ayuda de Dios? Si es así,


respondan: “Sí, lo haremos”.

Pastor: Ahora les pregunto a ustedes, la congregación:


¿Prometen, como Cuerpo de Cristo, apoyar y alentar a estos
padres (tutores) en el cumplimiento de su responsabilidad para
con este(a) niño(a) y prometen ayudar a _______________
(nombre del niño o niña) contribuyendo en su crecimiento hacia
la madurez espiritual?

Congregación:Sí.
Pastor: Nuestro amante Padre celestial, aquí y en este momento te
dedicamos a ________________ en el nombre del Padre, del Hijo
y del Espíritu Santo. Amén.
El ministro entonces hará la siguiente oración u otra oración
apropiada improvisada.
Padre celestial, humildemente te pedimos que
tomes a este(a) niño(a) bajo tu amoroso cuidado. Enriquécelo(a)
abundantemente con tu gracia celestial; guíalo(a) a salvo a través
de los peligros de la niñez; líbralo(a) de las tentaciones de la
juventud, guíalo(a) para que llegue a conocer personalmente a
Cristo como su Salvador; ayúdalo(a) a crecer en sabiduría, en
estatura y en gracia para contigo y los hombres y a que persevere
hasta el fin. Sostén a sus padres con cuidado amoroso, para que
con su sabio consejo y santo ejemplo puedan cumplir fielmente la
responsabilidad que tienen contigo y con este(a) niño(a). Te lo
pedimos en el nombre de Jesucristo, Señor nuestro. Amén.

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